Los Rayos y las Iniciaciones - Introducción
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PRIMERA PARTE CATORCE REGLAS PARA LA INICIACIÓN GRUPAL PALABRAS DE INTRODUCCION |
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[[e21] [i12] Los he llamado a reanudar la labor después de un breve descanso (octubre 1942), porque los próximos días serán de intenso trabajo para mí y para todos los miembros de la Jerarquía. Tengo la intención de darles más informaciones respecto a la Jerarquía misma.* En la actualidad los estudiantes harían bien en recordar que los cambios fundamentales en el plano físico son, imprescindiblemente, resultado de causas subjetivas internas emanantes de algún nivel de la conciencia divina y, por lo tanto, de algún plano que no es el físico. Las enormes e inusitadas perturbaciones que tienen lugar en los reinos de la naturaleza, las atribuye el hombre a otros hombres o a ciertas fuerzas generadas por el pensamiento, la debilidad y la ambición humanos. Es muy posible que estos cambios sean el resultado de determinados y grandes acontecimientos ocurridos en los planos internos, donde existe un nivel de conciencia tan avanzado, que el discípulo común sólo puede conocer de ellos sus palabras-símbolo y sus efectos muy atenuados -si puedo describir con tal frase los acontecimientos que hoy despedazan a la humanidad. El mal que infligen a la tierra algunos malignos miembros de la familia humana, es el efecto de su respuesta a las energías que afluyen, e indican su maldad básica y rápida reacción a todo lo que es contrario al bien. Dondequiera se enfoque la conciencia, allí se producirá un punto de gran énfasis e importancia, y esto es aplicable al individuo y a la humanidad. El significado de los acontecimientos actuales se interpreta, lógicamente, en términos de percepción y respuesta humanas. Esta guerra mundial y sus inevitables consecuencias -buenas y malas- se considera que atañen principalmente a la humanidad, pero ello no es [i13] básicamente así. La humanidad sufre y experimenta como resultado de acontecimientos internos y la conjunción de fuerzas subjetivas y energía que afluyen. Lógicamente no es posible presentar un verdadero cuadro de [e22] los sucesos y acontecimientos internos producidos en la vida de nuestro Ser planetario. Sólo indicaré que la actual situación es simplemente la concreción de la reacción y la respuesta de la humanidad hacia grandes acontecimientos iniciadores y paralelos que involucran a los grupos siguientes:
Un estudio de lo antedicho, en términos de fuerza y energía, proporcionará alguna idea de la síntesis fundamental de las relaciones y la unidad del todo. Por lo tanto, existe una corriente descendente de energía originada fuera de nuestra vida planetaria: la afluencia de esta energía, su inevitable efecto y consecuencias, de acuerdo con la ley cíclica, a medida que actúa sobre el plano físico ha producido y produce los cambios que la humanidad observa con horror. Esto pone en conflicto inmediato el pasado con el futuro, con lo cual expreso la más profunda verdad esotérica que el género humano [i14] es capaz de captar; pone a la Gran Logia Blanca y a la Logia Negra en culminante lucha y abre la puerta a grandes energías antagónicas que podríamos denominar espíritu y materia, espiritualidad y materialismo o vida y muerte. En último análisis estas palabras significan tan poco como los términos bien y mal, que solo tienen cierto sentido para la conciencia humana y sus inherentes limitaciones. Cuando dichas energías descendentes atraviesan cualquiera de los principales niveles de conciencia, denominados planos, producen reacciones y respuesta dependientes del estado de la conciencia condicionadora, y (por extraño que parezca y resulte casi incomprensible) los efectos que producen en la Jerarquía son más compulsivos v trasmutadores que en la humanidad. [e23] Añadiré también que el descenso de la energía ha llegado al nivel más bajo, por lo tanto, está cambiando el cariz de la presente oportunidad. Las energías han pasado ya lo que podríamos denominar punto decisivo y llegado al punto de ascensión, con todo lo que la frase implica. Cuando descienden producen estimulación; cuando ascienden transmutación y abstracción, siendo un efecto tan inalterable como el otro. La esperanza del futuro depende de la inevitabilidad de la ascensión de las energías y sus efectos; nada puede detener su regreso y progreso, a través de los planos, a su fuente de origen. Sobre este doble proceso de descenso y ascenso descansa todo el panorama cíclico de la manifestación y de la afluencia y actividad de las nuevas y elevadas energías, depende todo el proceso evolutivo. Será evidente, por lo tanto, que el descenso de energía trae consigo -de acuerdo a la ley cíclica- ciertas "inspiraciones" nuevas; nuevas "semillas de esperanza" para el futuro y también a determinados Agentes activos, Quienes son y serán responsables de la tarea de preparación, fertilización y de todas las empresas de la nueva era. Dichas energías descendentes evocarán también fuerzas obstructivas, y aquí quisiera recordarles que las así denominadas fuerzas malignas obstructivas [i15] se las enfrenta en los niveles espirituales más elevados, porque a su vez son evocadas por el impelente impacto del futuro Avatar, Cuya "nota se oye antes que Él, y Su energía se despliega ante Él". Éste es un gran misterio que sólo podrá ser comprendido (aunque en forma meramente teórica) si se tiene en cuenta que todos nuestros planos -incluso los más elevados- son subplanos del plano físico cósmico. Cuando este hecho sea parcialmente captado se simplificará el pensamiento. Como consecuencia de todo ello se están llevando a cabo grandes y fundamentales reajustes en la Jerarquía misma y también en la zona intermediaria de la conciencia divina, a la que denominamos (en lo que concierne a la humanidad) Tríada espiritual -zona abarcada por los planos mentales superiores, los niveles búdico y átmico de percepción y actividad divinas. El descenso del estímulo avatárico, permite a ciertos Maestros recibir mucho antes una iniciación mayor, que de otra manera no hubiera sido posible. De este modo está en marcha un gran proceso de ascensión y realización espirituales, aunque por ahora sólo se puede percibir su tenue comienzo a causa de la intensidad del conflicto. De allí que numerosos discípulos en probación se encaminen hacia las filas de los discípulos aceptados, recibiendo muchos de ellos la iniciación. En esta conmoción jerárquica -que intensifica y va paralela a la conmoción en el plano físico- se hallará el origen [e24] del proceso de preparación que he instaurado entre algunos discípulos, acelerando así el período y etapa de realización, siempre que me presten la colaboración debida. (Discipulado en la Nueva Era, Tomos I y II). Respecto a la Jerarquía misma, hablando esotérica y técnicamente, muchos de sus Miembros "están siendo retirados del punto medio de santidad y absorbidos en el Concilio del Señor". En otras palabras, pasan a un trabajo superior, convirtiéndose en custodios de la energía de la voluntad divina y no simplemente en custodios de la energía del amor. De allí en adelante actuarán como unidades de poder, no sólo como unidades de luz. Su trabajo [i16] se hace dinámico en vez de atractivo y magnético, y concierne al aspecto vida y no únicamente al aspecto alma o conciencia. Sus lugares son ocupados -de acuerdo a la Ley de Ascensión- por sus discípulos avanzados, los iniciados que pertenecen a Sus ashramas, y (de acuerdo a este mismo gran proceso) el lugar de dichos iniciados, "ascendidos" a trabajos más importantes, son ocupados por discípulos y probacionistas. Ésta es la verdad, mal interpretada y terriblemente tergiversada, que se halla detrás de la enseñanza acerca de los denominados Maestros Ascendidos, impartida por los dirigentes del movimiento "Yo soy", que han prostituido y hecho descender, casi a niveles de comedia barata, a uno de los acontecimientos más notables habidos en nuestro planeta. Tenemos, por lo tanto. debido a la afluyente energía proveniente de fuentes extraplanetarias, un cambio general en el enfoque de la conciencia de las vidas encarnadas y desencarnadas. Dicho cambio es uno de los principales factores que causan los trastornos actuales. Los estudiantes buscan en el pasado y en la relación kármica, las causas que inducen los móviles humanos, y a ello le agregan el denominado factor de maldad. Lógicamente esos factores existen, tienen un origen más insignificante y son inherentes a la vida de los tres mundos. Originan en factores mucho más profundamente arraigados, latentes en la relación espíritu y materia e inherentes al dualismo del sistema solar, pero no a su triplicidad. Este dualismo, en lo que a nuestro planeta respecta, es hondamente afectado por la voluntad-propósito del Señor del Mundo y por la intensidad de Su pensamiento centralizado. Ha logrado alcanzar un punto de tensión, preliminar a los estupendos cambios que se producirán en la expresión de Su vida, dentro de Su vehículo de manifestación, un planeta. En esta etapa invocadora serán evocados grandes acontecimientos, lo cual involucrará cada aspecto de Su naturaleza, incluyendo la física densa. Todo ello, por lógica implicará también lo concerniente a la familia humana, porque "en Él vivimos, nos movemos y tenemos[e25] nuestro ser". Estas tres palabras o frases, expresan la triplicidad de la manifestación, porque "Ser" significa aspecto espíritu, [i17] "nos movemos", el alma o aspecto conciencia, y ''vivimos" significa la apariencia en el plano físico. En ese plano exterior tenemos la fundamental síntesis de la vida encarnada. Es evidente que al lograr la tensión planetaria, el reino de la actividad jerárquica, y no la vida en los tres mundos, constituye la esfera de dicha tensión. El cambio resultante de este punto de tensión, el "movimiento" con su consecuencia, se produce en el reino de la experiencia y percepción del alma. Se puede observar un efecto secundario en la conciencia humana en el reconocimiento de los valores espirituales por parte de los hombres, las tendencias e ideologías que aparecen en todas partes y las claras líneas demarcatorias surgidas en la región de los propósitos y objetivos humanos. Todo ello es el resultado de grandes cambios efectuados en el campo de la conciencia superior, condicionados por el alma de todas las cosas; tienen lugar mayormente en el reino del anima mundi, y el alma humana y el alma espiritual, son sólo aspectos o expresiones de esa gran totalidad Los cambios que ocurren en las "mutables y cambiantes realidades" de la conciencia del alma y de la percepción espiritual de los Miembros de la Jerarquía, son responsables de las nuevas tendencias de la vida del espíritu de los nuevos métodos de entrenamiento de discípulos -como, por ejemplo, el experimento de la exteriorización de los ashramas de los Maestros. Este nuevo acercamiento a las condiciones de la vida, como resultado de la afluencia de nuevas energías, está produciendo la tendencia universal hacia la percepción grupal, cuyo resultado más elevado permitirá a la familia humana dar el primer paso hacia la iniciación grupal. Hasta el presente nunca se había hablado de la iniciación grupal, excepto en conexión con las iniciaciones superiores que emanan del centro Shamballa. La iniciación grupal tiene como fundamento una unida y uniforme voluntad grupal, dedicada al servicio de la humanidad, basándose en la lealtad, colaboración e interdependencia. En el pasado se ha dado importancia al individuo, su entrenamiento y acercamiento a la iniciación y su solitaria aceptación en el templo [i18] de la Iniciación. Pero, en el futuro, esta concentración individual cederá su lugar a una condición grupal que permitirá a varios discípulos progresar en conjunto, llegar ante el Iniciador y simultáneamente lograr esa gran comprensión, exitoso resultado y recompensa del discipulado. En la primera tesis que presenté al público delineé las Reglas para Aspirantes (Iniciación Humana y Solar), resumiendo las proposiciones anteriores y la preparación y requerimientos [e26] individuales. Estas reglas son ahora aplicables a los grupos de discípulos en probación y no a los discípulos aceptados. Deben ser y serán la característica y el objetivo purificador del individuo consagrado, considerándose que la humanidad las ha captado adecuadamente; han sido postuladas por todas las grandes religiones durante el transcurso de los siglos, y reconocidas como las principales cualidades condicionantes de todos los discípulos. Estas Reglas o Fórmulas de Acercamiento, son analogías inferiores de reglas superiores, las cuales han de comprometerse a cumplir, seguir y obedecer juntos, los grupos de discípulos. La Jerarquía en que ingresarán, después de la debida prueba y aceptación, será la misma, pero caracterizada por idéntica percepción egoica, animada por una similar actividad espiritual, funcionando de acuerdo a leyes análogas, pero condicionada por dos desarrollos progresivos y evolutivos:
En realidad esto significa que la Jerarquía estará en relación más estrecha con el Gran Concilio de Shamballa y más íntimamente interrelacionada con la humanidad, de manera que tendrá lugar una doble fusión, produciendo el proceso [i19] integrador, cualidad de la nueva era, y la inauguración de la etapa acuariana de la historia planetaria. Aquí pondré en relación más estrecha las Reglas para Aspirantes y Reglas para Discípulos impartidas anteriormente, incorporando la nueva actividad grupal y el discipulado grupal, lo cual dará por resultado la iniciación grupal. Las reglas son catorce. Hoy daré primero la regla para el discípulo individual y su correspondiente regla superior para los grupos que se preparan para la iniciación grupal, recordándoles que estos grupos siempre están compuestos por quienes han recibido ya la primera iniciación, y son legión. Se hallan en todos los países. Sin embargo no son muchos quienes están preparados para la nueva era de iniciación grupal. Regla Uno. Para Aspirantes: Que el discípulo investigue dentro de la profunda caverna del corazón. Si allí arde intensamente el fuego, [e27] dando calor a su hermano pero no a sí mismo, ha llegado el momento de solicitar autorización para presentarse ante el portal. Para Discípulos e Iniciados: Que el grupo permanezca dentro del fuego de la mente, enfocado en la clara luz de la cabeza. La tierra ardiente ha realizado su trabajo. La clara y fría luz resplandece y, siendo fría, sin embargo el calor -evocado por el amor grupal- permite una cálida exteriorización energética. Detrás del grupo queda el Portal. Ante él se abre el Camino. Que el grupo de hermanos siga adelante unido. Que salga del fuego, penetre en el frío y vaya hacia una nueva tensión. Regla Dos. Para Aspirantes: Cuando la solicitud ha sido presentada en triple forma, que el discípulo la retire y olvide que la ha presentado. Para Discípulos e Iniciados: La Palabra ha sido pronunciada desde el gran punto de tensión: Aceptado como grupo. Que no retire su solicitud. No podría hacerlo aunque [i20] quisiera, pero debe presentar tres grandes demandas y seguir adelante. Que no guarde recuerdos, sin embargo, que rija la memoria. Que actúe desde el centro de todo lo que está dentro del contenido de la vida unida del grupo. Regla Tres. Para Aspirantes: Triple debe ser el llamado, tomando mucho tiempo su enunciación. Que el discípulo emita su llamado a través del desierto, sobre los mares y a través de los fuegos que lo sepa-ran del Portal oculto y velado. Para Discípulos e Iniciados: Dual es el movimiento hacia adelante. El Portal queda atrás. Esto es un acontecimiento pretérito. Que surja el grito invocador desde el profundo centro de la clara y fría luz del grupo. Que evoque respuesta del lejano y brillante centro. Cuando la demanda y la respuesta se pierden en un gran SONIDO, que salga del desierto, abandone los mares y sepa que Dios es Fuego. Regla Cuatro. Para Aspirantes: Que el discípulo se ocupe de evocar el fuego, nutrir las vidas menores y mantener así girando la rueda. Para Discípulos e Iniciados: Que el grupo se ocupe de apagar los dieciocho fuegos y de que las vidas menores retornen al depósito de la vida. Debe realizarlo evocando la Voluntad. Las ruedas [e28] menores nunca deben girar en el tiempo ni en el espacio. Sólo la Rueda mayor debe girar y avanzar. Regla Cinco. Para Aspirantes: Que el aspirante procure que el Ángel solar atenúe la luz de los ángeles lunares, permaneciendo como única luminaria en el cielo microcósmico. Para Discípulos e Iniciados: Que el grupo perciba al unísono el fulgor de la Tríada, que atenúa la luz del alma y apaga la luz de la forma. El Todo macrocósmico es lo único que existe. Que el grupo perciba el Todo y después no piense más en "tu alma y mi alma". Regla Seis. [i21] Para Aspirantes: Los fuegos purificadores arden tenuemente cuando el tercero es sacrificado al cuarto. Por lo tanto, que el discípulo se abstenga de quitar la vida y que nutra lo más inferior con el producto del segundo. Para Discípulos e Iniciados: Que el grupo sepa que la vida es una y nada puede tocar ni quitar esa vida. Que el grupo conozca la vívida, flamígera y saturante Vida que anega al cuarto, cuando se conoce el quinto. El quinto se nutre del cuarto. Que el grupo -fusionado en el quinto- sea nutrido entonces por el sexto y el séptimo, y que comprenda que las reglas menores son reglas en tiempo y espacio y no pueden retener al grupo. Éste sigue adelante en la vida. Regla Siete. Para Aspirantes: Que el discípulo dirija su atención a la enunciación de esos sonidos que repercuten en el aula donde deambula el Maestro. Que no emita las notas menores que inician la vibración dentro de las aulas de maya. Para Discípulos e Iniciados: Que la vida grupal emita la Palabra de invocación y así evoque respuesta de los ashramas distantes donde actúan los Chohanes de la raza humana. Ya no son hombres como los Maestros, sino que han pasado más allá de esa etapa menor y se han vinculado con el Gran Concilio en el lugar Secreto más elevado. Que el grupo entone un doble acorde; que resuene en las aulas donde actúan los Maestros; que en él haya pausas y prolongaciones dentro de esas fulgurantes aulas donde actúan las Luces que cumplen la Voluntad de Dios. [e29] Regla Ocho. Para Aspirantes: Cuando el discípulo se acerca al Portal, los siete mayores deben despertar y evocar, sobre el doble círculo, respuesta de los siete menores. Para Discípulos e Iniciados: Que el grupo evoque dentro de sí mismo respuesta a los siete grupos mayores que, con amor y comprensión, llevan a cabo la voluntad jerárquica. El grupo contiene a los siete, siendo el grupo perfecto. Los siete menores, [i22] los siete mayores y los siete planetarios, forman un gran todo, y el grupo debe conocerlos. Cuando esto se conozca y se entienda la Ley de los Siete Complementarios, que el grupo comprenda a los tres y luego al UNO. Pueden hacerlo por el aliento unido y el ritmo unificado. Regla Nueve. Para Aspirantes: Que el discípulo se fusione dentro del círculo de los demás yoes. Que se fusionen en un sólo color y aparezca su unidad. Sólo cuando el grupo es conocido y presentido, la energía puede emanar sabiamente. Para Discípulos e Iniciados: Que el grupo sepa que no existen otros yoes. Que el grupo sepa que no existe color sino luz, entonces que la oscuridad ocupe el lugar de la luz, ocultando todas las diferencias, eliminando todas las formas. Luego -en el lugar de tensión y en ese punto más oscuro- que el grupo vea un punto de fuego claro y frío y que en ese fuego (exactamente en su mismo corazón) aparezca el Iniciador Uno, Cuya estrella brilló cuando fue traspuesto el primer Portal. Regla Diez. Para Aspirantes: La Hueste de la Voz, los devas, en sus graduadas filas, trabajan incesantemente. Que el discípulo se dedique a considerar sus métodos; que aprenda las reglas por las cuales la Hueste trabaja dentro de los velos de maya. Para Discípulos e Iniciados: Ya han conocido y aplicado las reglas para trabajar dentro de los velos de maya. Que el grupo amplíe las rasgaduras de esos velos y permita así entrar la luz. Que la Hueste de la Voz no se haga oír y que los hermanos sigan adelante dentro del Sonido. Que entonces conozcan el significado del O.M. y oigan ese O.M. tal como lo emite Aquel que permanece y espera en el centro mismo de la Cámara del Concilio del Señor. [e30] Regla Once. Para Aspirantes: Que el discípulo transfiera el fuego desde el triángulo inferior al superior y preserve aquello que es creado por el fuego en el punto medio. Para Discípulos e Iniciados: Que el grupo en conjunto traslade a la Tríada el fuego que se halla dentro de la Joya en el Loto, y [i23] que luego descubra la Palabra que llevará a cabo esa tarea. Que, mediante su Voluntad dinámica, destruya lo que ha sido creado en el punto medio. Cuando los hermanos, en el cuarto gran ciclo de realización, hayan logrado el punto de tensión, entonces el trabajo será realizado. Regla Doce. Para Aspirantes: Que el discípulo aprenda a utilizar su mano para servir; que busque en sus pies la marca del mensajero; que aprenda a ver con el ojo que observa, situado entre los dos ojos. Para Discípulos e Iniciados: Que el grupo sirva como indica Acuario; que Mercurio apure al grupo en el Camino ascendente; que Tauro traiga la iluminación y la obtención de la visión; que la marca del Salvador, a medida que el grupo se afana en Piscis, sea vista por encima del aura del grupo. Regla Trece. Para Aspirantes: El discípulo debe aprender y comprender cuatro cosas antes de serle revelado el misterio más recóndito: primero, las leyes que rigen aquello que irradia; segundo, los cinco significados de la magnetización; tercero, la transmutación o el secreto perdido de la alquimia, y, por último, la primer letra de la Palabra impartida o el oculto nombre egoico. Para Discípulos e Iniciados: Que el grupo esté dispuesto a revelar el misterio oculto. Que el grupo demuestre el significado superior de las lecciones aprendidas, aunque cuatro, es una sola. Que el grupo comprenda la Ley de Síntesis, de unidad y de fusión; que el triple método para trabajar con lo dinámico, lleve al grupo hacia los Tres Superiores donde reina la Voluntad de Dios; que la Transfiguración siga a la Transformación y que desaparezca la Transmutación. Que el O.M. sea oído en el centro mismo del grupo, proclamando que Dios es Todo. Regla Catorce. Para Aspirantes: Escuchen, toquen, vean, apliquen, conozcan.[e31] Para Discípulos e Iniciados: Conozcan, expresen, revelen, destruyan y resuciten. [i24] Éstas son las reglas para la iniciación grupal, y las he considerado a fin de darles una mayor comprensión de las leyes para la Vida Grupal, de las cuales me ocupé en otros libros. Tomaré dichas reglas, elaboraré en cierta medida su significado e indicaré su significación hasta donde sea posible captarla ahora. Estas instrucciones han sido escritas para los futuros discípulos, al finalizar el siglo actual. Forman parte del último tomo de Tratado sobre los Siete Rayos, y por lo tanto serán dadas al público, que no las comprenderá, pero será así preservada la enseñanza necesaria. Notas *Esta enseñanza es continuación
de la dada en Discipulado en la .Nueva Era, T. I,
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