Tratado Sobre el Fuego Cósmico - Primera Parte - Sección B

      


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PRIMERA PARTE

SECCIÓN B

EL RAYO DE LA PERSONALIDAD Y EL FUEGO POR FRICCIÓN


I.        El trabajo de los tres rayos.

1.        El Rayo de la Personalidad.
2.        El Rayo Egoico.
3.        El Rayo Monádico.

II.        El rayo de la personalidad y los átomos permanentes.

III.        El rayo de la personalidad y la ley del karma.

 



I. EL TRABAJO DE LOS TRES RAYOS

[e83] [i69] Ahora nos ocuparemos de un tema que es de amplio y general interés, sin embargo, a pesar de todo, es muy poco comprendido. Me refiero a los átomos permanentes.(24) Cada cuerpo o forma en que el espíritu funciona, tiene, como punto focal en cada plano, un átomo compuesto de materia del subplano atómico de cada plano, tal átomo sirve de núcleo para distribuir fuerza, conservar las facultades, asimilar la experiencia y preservar [i70] la memoria. Dichos [e84] átomos están en relación directa con uno u otro de los tres grandes Rayos respecto al microcosmos:

a. El Rayo Monádico, rayo sintético del microcosmos.
b. El Rayo Egoico.
c. El Rayo de la Personalidad.

Cada uno de estos Rayos está vinculado con uno u otro de los átomos permanentes del triple inferior y ejerce una acción directa sobre las espirillas (25) del átomo. En Cartas sobre Meditación Ocultista se dice que los átomos del triple hombre inferior fueron sometidos a un doble proceso:

Primero, fueron vivificados en forma correlativa y cada uno mantuvo la luz en orden consecutivo, hasta que el triángulo inferior quedó totalmente iluminado.

Con el tiempo tuvo lugar la transmutación, o -en otras palabras- la polarización oportunamente pasó a los tres átomos permanentes de la Tríada, retirándose de los tres átomos permanentes del triángulo inferior. Al trascender el átomo físico permanente, la polarización se convierte en manásica o mental; al trascender el átomo astral permanente la polarización se convierte en búdica; en tanto la unidad mental es reemplazada por el átomo
[i71] permanente del quinto plano, el átmico. Todo esto se realiza por la acción de los tres rayos sobre los átomos y sobre la vida de cada uno de ellos. La relación entre estos rayos y los átomos permanentes puede compendiarse de la manera siguiente:

El Rayo de la Personalidad ejerce acción directa sobre el átomo físico permanente.

[e85] El Rayo Egoico ejerce una acción similar sobre el átomo astral permanente.

El Rayo Monádico tiene una estrecha relación con la unidad mental.

El efecto que éstos producen es triple pero no simultáneo; actúan, como todo en la naturaleza, en ciclos ordenados. El estímulo resultante, por ejemplo, de la acción del Rayo monádico sobre la unidad mental, se hace sentir únicamente cuando el aspirante se halla en el Sendero, o después de haber pasado la primera Iniciación. La acción del Rayo egoico, sobre el átomo astral permanente se percibe en cuanto el Ego logra establecer una buena conexión con el cerebro físico; cuando así ocurre, el Rayo egoico empieza a afectar poderosa y constantemente al átomo, lo cual sucede cuando el hombre está altamente evolucionado y se acerca al Sendero. Esta triple fuerza se hace sentir de la manera siguiente:

Primero: Actúa sobre la pared del átomo como fuerza externa y afecta la acción vibratoria y giratoria del mismo.

Segundo: Estimula el fuego interno del átomo y hace que la luz brille con acrecentado resplandor.

Tercero:
Actúa sobre las espirillas y gradualmente las pone en actividad.

II. EL RAYO DE LA PERSONALIDAD Y LOS ÁTOMOS PERMANENTES

El Rayo de la Personalidad se relaciona con las primeras cuatro espirillas y es su fuente de estímulo. Obsérvese la
[i72] analogía que tiene con el cuaternario inferior y su estimulación por el Ego. El Rayo Egoico tiene que ver con la quinta y la sexta espirillas, y es la causa de que pasen del estado de latencia y potencialidad al de poder y actividad. El Rayo Monádico es la fuente de estímulo para la séptima espirilla.

Este tema es de gran interés y de amplio alcance, y ofrece al pensador vastos horizontes; abre extensos campos de investigación a los estudiantes que ansían saber. Esta triple acción varía, en cuanto a tiempo y sucesión, según el rayo al cual pertenece la Mónada; pero el tema es demasiado vasto para que podamos tratarlo ahora.

Cuando se considere la cuestión desde el punto de vista del fuego, podrá captarse algo la idea si se comprende que el fuego latente en la materia del átomo llega a brillar y a ser de utilidad por medio de la acción del Rayo de la Personalidad, el cual se fusiona con este fuego y se halla, con respecto al átomo permanente del microcosmos, en la misma posición que FOHAT con respecto al
[e86] plano cósmico. El fuego está allí oculto dentro de la esfera (ya sea la esfera del sistema o la esfera atómica) y el Rayo de la Personalidad por un lado y Fohat por otro, actúan como fuerzas que ponen en actividad lo latente y transforma la potencialidad en poder manifestado. Esta analogía debe considerarse con cuidado y criterio. Así como Fohat tiene que ver con la manifestación activa u objetividad, el Rayo de la Personalidad tiene que ver con el tercer aspecto o actividad del microcosmos. La tarea del tercer aspecto logoico consistió en ordenar la materia del sistema de manera que, con el tiempo, pudiera tomar forma por medio del poder del segundo aspecto. Así actúa la analogía. La vida en el plano físico (por la cual el átomo físico permanente se demuestra plenamente) ordena y separa la materia con la que oportunamente será construido el Templo de Salomón, el cuerpo egoico, por la acción de la vida egoica, el segundo [i73] aspecto. En la cantera de la vida personal ya están preparadas las piedras del gran Templo. La existencia en el plano físico y el vivir la vida personal objetiva, proporcionan esa experiencia que se demuestra como facultad del Ego. Lo que aquí se sugiere compensaría con creces la atención prestada y nos abriría amplios horizontes, que darían por resultado una comprensión más inteligente, un criterio más sólido y un mayor estimulo a la acción.

III. EL RAYO DE LA PERSONALIDAD Y LA LEY DEL KARMA

Sería conveniente recapitular un poco a fin de refrescar la memoria y sentar las bases de un mayor conocimiento. Primeramente se trataron los tres fuegos del sistema, macro y microcósmico, y luego de haber planteado ciertas hipótesis consideramos el primero de los fuegos, el cual es inherente a la materia. Después de haber estudiado someramente su triple manifestación, en distintas partes del sistema incluyendo al hombre, hemos considerado el Rayo de la Personalidad en relación con este tercer fuego. Debemos recordar que todo lo tratado se relaciona con la materia, punto que debemos tener presente durante el estudio de esta primera parte.

En la segunda parte consideraremos el tema desde el punto de vista de la mente, y en la última desde el punto de vista del Rayo divino. Tratamos aquí de lo que H. P. B. denomina el rayo primordial y sus manifestaciones en la materia. () Los Rayos: Mente Cósmica, Primordial Actividad y Amor-Sabiduría divinos sólo constituyen la cualidad esencial que se manifiesta por medio de algún factor.

[e87] El Rayo Primordial es la cualidad del movimiento, manifestándose por medio de la materia.

[i74]
El Rayo de la Mente es la cualidad de organización inteligente expresándose por medio de las formas que son, a su vez, el producto del movimiento y de la materia.

El Rayo de Amor-Sabiduría es la cualidad del móvil fundamental que utiliza la organización inteligente de la materia en movimiento, para manifestar en un todo sintético el gran aspecto Amor del Logos. (26)

Puede desarrollarse esta misma línea de pensamiento también en el microcosmos, lo cual demostrará que el hombre individualmente realiza el mismo tipo de trabajo que el Logos solar, pero en escala menor. Ahora, a esta altura del estudio, enfocamos nuestra atención sobre el rayo de la materia activa o ese calor latente en la sustancia, que subyace en su actividad y causa su movimiento. Si pensamos con sensatez y claridad, nos daremos cuenta de cuán estrechamente están asociados a esta tarea los Señores Lipikas o Señores del Karma. Tres de ellos se hallan estrechamente vinculados con el Karma, en lo que respecta a uno u otro de los tres grandes Rayos o tres Fuegos, mientras el cuarto Señor Lipika sintetiza la tarea de los tres Hermanos y cuida de que se amalgamen y fusionen uniformemente los tres fuegos. En nuestro planeta Tierra tienen sus puntos de contacto por medio de los tres “Budas de Actividad” (28) (debe observarse esta analogía) y el cuarto Kumara, el Señor del Mundo. Con esto llegamos a la conclusión de que el Rayo de la Personalidad, en su relación con el fuego de la materia, es influenciado y adaptado directamente a su actividad por uno de los Budas de Actividad.

[i75] El karma (29), (30),(31) de la materia es un tema muy abstruso y hasta ahora sólo se han hecho sugerencias al respecto. No obstante, [i88] se halla indisolublemente mezclado con el karma del individuo. Implica controlar la evolución de la esencia monádica, la esencia elemental, y de la materia atómica del plano; concierne al desarrollo de las cuatro espirillas, a su actividad y adherencia a las formas cuando son atómicas, y al desarrollo del fuego interno latente y su gradual acrecentamiento ígneo, hasta que se repite dentro del átomo lo que sucede en el cuerpo causal: la destrucción de la periferia del átomo por el fuego. Trata del empleo de la materia para la construcción de formas, mediante la interacción de dos Rayos, el Divino y el Primordial, produciendo así el fuego por fricción que tiende a la vida y a la fusión.

El tema del karma de la forma es también muy vasto, demasiado
[i76] complicado para la comprensión común, pero es un factor de gran importancia que no debe pasarse por alto, en relación con la evolución de un mundo, de una síntesis de mundos o de un sistema, al ser contemplados desde niveles más elevados. En su totalidad constituye el resultado de la acción emprendida por Esencias y Entidades cósmicas en sistemas solares anteriores, desarrollándose por medio de los átomos individuales y los conglomerados de átomos denominados formas. Por lo tanto, el efecto del Rayo de la Personalidad sobre los fuegos internos es, en realidad, resultado de la influencia del Logos planetario de cualquier rayo implicado, a medida que agota la parte de karma que le corresponde en un ciclo dado, grande o pequeño. De esta manera produce y, con el [e89] tiempo, transmuta los efectos de causas que Él inició anteriormente en relación con Sus seis Hermanos, los otros Logos planetarios. Tenemos un paralelo ilustrativo en el efecto que un individuo produce sobre otro en los contactos mundanos, al moldear e influenciar, estimular o demorar. Debe recordarse que toda influencia y efecto fundamentales se sienten en el plano astral y desde allí actúan por intermedio del etérico hasta el físico denso, sometiendo así a la materia bajo su esfera de influencia, la cual no se origina en el plano físico.

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24) Átomo permanente. Un puente apropiado de materia atómica. Un diminuto centro de fuerza que constituye el factor central y el agente atrayente alrededor del cual se forman las envolturas de la Mónada encarnante. Estas envolturas se ensartan como perlas en el sutratma o hilo.

Rayo. Una corriente de fuerza o emanación. El Logos solar o Macrocosmos se manifiesta por medio de tres rayos mayores y cuatro rayos menores. La mónada o microcosmos se manifiesta también por medio de los tres rayos mencionados en el texto. Todos los rayos expresan un tipo de fuerza peculiar especializada.

Triada. Es textualmente Atma-Budi-Manas, la expresión de la Mónada, así como la personalidad es la expresión del Ego. La Mónada se expresa por medio de la Tríada; en su aspecto inferior o tercero constituye el cuerpo egoico o causal, el Ego infantil o germinal. El Ego se expresa análogamente por medio del triple hombre inferior, mental emocional y etérico (reflejo de la Tríada superior), origninando la manifestación física densa.

25) Espirilla. "A fin de examinar la construcción del átomo, se crea artificialmente un espacio; luego, por una abertura hecha en la pared construída alrededor de ese espacio, se introduce la fuerza y aparecen inmediatamente tres verticilos que con su triple espiral de dos vueltas y media rodean el "agujero" y vuelven a su punto de partida por una espiral dentro del átomo; a éstos le siguen inmediatamente siete verticilos más finos, los cuales siguen la espiral de los tres primeros en la superficie externa y vuelven a su punto de partida por una espiral interna, que fluye en dirección opuesta, formando un caduceo con los primeros tres. Cada uno de los tres verticilos más burdos y cada uno de los siete ,más refinados, cuando se los comprime, forman un círculo cerrado. Las fuerzas que se introducen en ellos también son "externas", provenientes de un espacio cuadridimensional. Todo verticilo refinado está compuesto de siete verticilos aún más refinados, dispuestos sucesivamente y formando un ángulo recto entre sí, siendo cada uno más refinado que su predecesor; a éstos se los denomina espirillas."

"Cada espirilla está animada por la fuerza vital de un plano; cuatro de ellas se hallan hoy activas normalmente, una por cada ronda. Su actividad en un individuo puede acelerarse prematuramente mediante la práctica de Yoga." Química Oculta.

26) D.S. I, 129; IV, 131

27) D.S. I, 121, 129; IV, 131.

28) "Budas de Actividad". Los "Budas Patriarcas". Este grado corresponde exclusivamente a la escuela Yogacharya y consiste en un desarrollo altamente intelectual y sin verdadera espiritualidad....Uno de los tres senderos que conducen al Nirvana y el sendero inferior en que un yogui "-sin instructor y sin salvar a otros-" , por la mera fuerza de la voluntad y la observación técnica, adquiere un estado búdico nominal e individual. Glosario Teosófico.

29) Desde el punto de vista que he adoptado respecto al Karma, observarán que ningún plano, aun el nirvánico, por más elevada que sea la espiritualidad, se halla fuera de la rueda kármica; cuando se dice en los escritos sánscritos, incluso en el Bhagavad Gita, que los hombres cruzan el océano kármico, debe aceptarse, pero con cierta reserva. Los entes que ya han conseguido salir de la rueda kármica lo han hecho únicamente si se la considera como la rueda que gira ahora. El cosmos no sigue el mismo curso todos los días de Brahama, sino que pasa a estados cada vez más elevados al cumplir su misión. Quienes han logrado un descanso al poseer un estado de espiritualidad no alcanzado hasta ahora, se encontrarán algún día dentro del radio de acción de la rueda, recibiendo quizás un castigo por el incumplimiento de los grandes deberes durante largas épocas. Some Thougts on the Gita, pág . 40.

30) Lipikas, son los espíritus del Universo. Se hallan vinculados a la Ley de Causa y Efecto (Karma) y son quienes la registran. Lipika deriva de "Lipi", escribir. Para mayor información respecto a los Señores Lipikas, D.S. I, 166-167.

Los Budas de Actividad constituyen la Tríada más cercana a Sanat Kumara, el Señor del Mundo. Son la analogía planetaria de los tres aspectos del tercer aspecto logoico y conciernen a la fueza que se halla detras de la manifestación planetaria.

Esencia monádica, la materia del subplano atómico o superior, de cada plano. Esencia elemental, la materia de los seis subplanos no atómicos. Es materia molecular.

31) Karma puede definirse como la fuerza generada por un centro humano para actuar en el mundo externo, cuya influencia reaccionaria, generada a su vez en el mundo externo, actúa sobre el hombre, pudiendo llamarse influencia kármica; el resultado visible producido por dicha influencia, en ciertas condiciones adecuadas, podría denominarse fruto kármico. Some Thougts on the Gita, pág. 53.


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