Tratado Sobre el Fuego Cósmico - Segunda Parte - Sección F
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Libros Azules SECCIÓN F LA LEY DE ATRACCIÓN
[e912] [i1166] Como bien sabemos, la Ley de Atracción es la ley básica de toda manifestación y la ley suprema de este sistema solar. Podría llamarse con exactitud la Ley de Ajuste o Equilibrio, porque condiciona ese aspecto del fenómeno eléctrico que llamamos neutro. La Ley de Economía es la ley básica de uno de los polos, el aspecto negativo; la Ley de Síntesis es la ley básica del polo positivo, pero la Ley de Atracción es la ley del fuego producido [i1167] por la fusión de los dos polos durante la evolución. Desde el punto de vista del ser humano trae la comprensión que da la autoconciencia; desde el punto de vista de los seres subhumanos es aquello que impulsa a toda forma de vida hacia la autocomprensión; mientras que en lo que atañe al aspecto superhumano puede decirse que esta ley de la vida abarca los procesos condicionados por la superior Ley de [e913] Síntesis. de la cual la Ley de Atracción no es más que una rama subsidiaria. Estrictamente hablando, la Ley de Atracción es un término genérico bajo el cual se agrupan otras leyes, similares en su naturaleza pero diversas en sus manifestaciones. Sería de utilidad enumerar algunas de ellas, capacitando al estudiante para que adquiera (cuando las estudie> una idea amplia y general respecto a la Ley y sus modificaciones, su esfera de influencia y su campo de actividad. Debe observarse aquí, como proposición fundamental en conexión con todos los átomos, que la Ley de Atracción rige el aspecto Alma. La Ley de Economía es la ley del electrón negativo, la Ley de Síntesis es la ley de la vida central positiva; mientras que la Ley de Atracción rige el producto de la relación que existe entre ambas, siendo controlada a su vez por una ley cósmica mayor, el principio inteligencia de la sustancia. Constituye la Ley del Akasha Debe recordarse que dichas leyes expresan la intención o propósito de los tres Aspectos logoicos. La Ley de Economía rige el principio Brahma o Espíritu Santo; la Ley de Síntesis es la ley de la vida del Padre; mientras que la vida del Hijo está regida y manifestada por la atracción divina. A su vez estas tres son las subsidiarias de un impulso mayor que rige la vida del Logos Inmanifestado. (22) I. LAS LEYES SUBSIDIARIAS [i1168] Los aspectos subsidiarios o leyes de la Ley de Atracción pueden ser enumerados como: 1. La Ley de la Afinidad Química. Rige el aspecto alma en el reino mineral. Se refiere al matrimonio de los átomos y al romance de los elementos. Sirve para perpetuar la vida del reino mineral y conservar su integridad. Causa la materialización de la Mónada. 2. La Ley del Progreso. Se la denomina así en el reino vegetal debido a que en este reino puede observarse la respuesta definida y objetiva al estímulo. Fundamenta el fenómeno de la sensación y la clave del actual sistema solar de amor, siendo éste un "Hijo de la necesidad" o del deseo. Dicha ley rige la manifestación de la conciencia animadora de una parte del reino dévico y de ciertas energías pránicas. El estudiante hallará mucho de interés esotérico e las siguientes líneas de fuerzas vitales: [e914]
3. La Ley del Sexo. Término aplicado a la fuerza que produce la fusión de los dos polos en conexión con los reinos animal y humano, que hacen al hombre sensible al llamado de su naturaleza animal. Se relaciona con el adecuado cuidado y perpetuación de la forma durante este ciclo particular. Esta ley rige poderosamente durante el período de la dualidad de los sexos y su separación y, en el caso del hombre, será anulada por la manifestación superior de la ley cuando éste sea nuevamente andrógino. Constituye [i1169] la ley del matrimonio, y algunos de sus aspectos no sólo se manifiestan en el matrimonio físico entre los seres humanos y entre los animales sino también en el "matrimonio esotérico" entre:
4. La Ley del Magnetismo. Produce la unificación de la personalidad, y aunque es una expresión de la fuerza lunar, sin embargo es de orden más elevado que la ley del sexo físico. Expresa la ley a medida que la manifiestan los tres grupos principales de pitris lunares. Estos no se ocupan de construir las formas del reino animal, pues son los constructores del cuerpo del hombre en las tres etapas finales del sendero de evolución:
Los cuatro grupos inferiores tienen que ver con las primeras etapas y el aspecto animal de la atracción en ambos reinos. [e915] [i1170] 5. La Ley de la Irradiación. Es una de las leyes más interesantes porque sólo entra en actividad en relación con los especímenes más elevados de los distintos reinos, y concierne a la atracción que ejercerá un reino superior de la naturaleza sobre las vidas superiores del reino inmediato inferior. Rige la radiactividad de los minerales, las radiaciones del reino vegetal y (muy curiosamente) toda la cuestión de los perfumes. El olfato es el más elevado de los sentidos puramente físicos; así en el reino vegetal cierta serie de perfumes evidencian la irradiación de ese reino. Más aún, existe un interesante vinculo entre los que son miembros del quinto reino (el espiritual) y el vegetal, porque en esoterismo el dos y el cinco, el Hijo y los Hijos de la Mente, están íntimamente vinculados. No es posible dar mayores indicaciones, pero algún significado tiene el hecho de que iniciados y Maestros representan a ciertos Rayos como perfumes vegetales. Significa irradiación, y para quienes poseen la clave les revela la cualidad del loto egoico y el lugar que ocupa en determinado loto planetario, lo mismo que el vínculo que tiene con ciertos devas, que son la séptuple vida del reino vegetal. No debe olvidarse que el hombre es esotéricamente una "planta de siete hojas, el saptaparna" (23) Esta ley, en forma misteriosa e inexplicable para los que ignoran el karma de nuestro Logos planetario, no tiene efecto en el reino animal durante este ciclo o cadena. Uno de los problemas de la próxima cadena será la aparición de la irradiación animal, neutralizando así el método de iniciación usado actualmente. Debe recordarse que el proceso de individualización de la cadena y las primeras tres Iniciaciones conciernen al reino animal, siendo el hombre considerado un animal. Esta parte del karma general del Logos planetario y la Vida del Espíritu que da forma al reino animal, son ajustadas [i1171] en la Iniciación final o la total ofrenda de la naturaleza corporal. Si se medita sobre esto se comprenderá por qué a los Adeptos del Sendero izquierdo en la época atlante se los denominaba "los árboles" (24), y fueron destruidos con toda la vegetación atlante. El más antiguo de todos los Comentarios expresa este misterio de la siguiente manera: La separación (de los Adeptos del Sendero izquierdo) se produjo por su propia culpa. Su aroma no se elevaba hasta el Cielo; rehusaron fusionarse, no poseían perfume. Sujetaban contra su codicioso seno todos los frutos de la planta en flor." 6. La Ley del Loto. Nombre dado a la misteriosa influencia ejercida por la Ley cósmica de Atracción que trajo a la [e916] manifestación a los divinos Hijos de la Mente, uniendo así los dos polos Espíritu y materia, produciendo en el plano de la mente lo que llamamos el loto egoico o "la Flor del Yo". Esta ley permite que el loto extraiga de la naturaleza inferior (el aspecto materia y el aspecto agua) la humedad y el calor necesarios para su desarrollo y hace descender desde los niveles del Espíritu aquello que para él es lo que los rayos del sol son para el reino vegetal. Rige el proceso del desarrollo de los pétalos, manifestándose por lo tanto como triple ley:
7. La Ley del Color. Para obtener alguna comprensión de esta ley los estudiantes deben recordar que el color sirve un doble propósito. Actúa como velo para lo que se halle detrás, siendo en consecuencia atraído [i1172] hacia la chispa central; expresa la cualidad atractiva de la vida central. Por consiguiente todos los colores son centros de atracción, complementarios u opuestos, y quienes estudian esto pueden descubrir la ley y captar su actuación por medio de la comprensión del propósito, la actividad y la mutua relación de los colores. 8. La Ley de la Gravedad. Para los estudiantes ocultistas es la más enigmática y confusa de todas las leyes. En un aspecto se demuestra como el poder y la acción más poderosa que una vida más vital puede ejercer sobre una vida menor, tal como el poder del espíritu de la Tierra (la Entidad planetaria, no el Logos planetario) para retener consigo todas las formas físicas y evitar que se "dispersen". Ello se debe a la vibración más pesada, a una mayor acumulación de fuerza y el conjunto de vidas tamásicas de la Entidad planetaria. Esta fuerza actúa sobre el aspecto negativo o inferior, de todas las formas físicas. La Ley de la Gravedad se manifiesta también en la respuesta del alma de todas las cosas a esa gran Alma que incluye todas las menores, afectando por lo tanto las dos formas más inferiores de la vida divina, no la superior. Emana principalmente del sol físico y del corazón del Sol. Las últimas fuerzas sintetizadoras que pueden ser consideradas como formas de activa gravitación espiritual no lo son, debido a la acción de otra ley que emana del Sol central espiritual. Una es estrictamente del sistema, la otra cósmica. 9. La Ley de la Afinidad Planetaria. Este término se usa en la enseñanza ocultista específicamente en relación con la interacción de los planetas y su eventual matrimonio. Como sabemos, [e917] los esquemas planetarios (los siete planetas sagrados) se sintetizarán oportunamente, o absorberán la vida de los planetas que no son sagrados y de los numerosos planetoides, en lo que respecta a los cuatro reinos [i1173] de la naturaleza. La absorción del aspecto Espíritu se lleva a cabo de acuerdo a la Ley de Síntesis. Los cuatro esquemas planetarios menores se convierten primero en dos y luego en uno. Éste y los tres mayores forman un segundo y superior cuaternario que repite nuevamente el proceso, produciendo de los cuatro, dos, y de los dos, uno. Este último se fusiona oportunamente con el Sol, produciendo en el vasto período de tiempo de este prolongado proceso, la aparición de los "siete Soles que marchan juntos, brillando y produciendo una flamígera bola de fuego". En escala menor la misma ley rige la fusión de las cadenas de un esquema. 10. La Ley de la Unión Solar. Se trata de la interacción de los Soles, del aspecto material al aspecto conciencia; este término se emplea en forma esotérica. No es posible extendernos sobre ello, únicamente se destacará la universalidad de la Ley de Atracción. 11. La Ley de las Escuelas.(Ley del Amor y de la Luz.) Término misterioso que sirve para ocultar la ley a medida que afecta las expansiones de conciencia que logra un iniciado, y su capacidad para atraer hacia sí el conocimiento de:
Será evidente, para el estudiante inteligente, que esta Ley de las Escuelas es principalmente aplicable a todas las unidades de vida divina que han llegado o trascendido la etapa de la autoconciencia. Tiene en consecuencia una conexión vital con el reino humano; existe un significado oculto en el hecho de que es la undécima [i1174] Ley, la cual capacita al hombre para unir dos de sus aspectos (el yo personal y el Yo superior). Rige la transición del átomo humano a un reino superior. Permite al hombre (cuando la comprende y se adapta a ella) entrar en un nuevo ciclo. Es la ley del adepto, del Maestro y del hombre perfecto, razón por la cual será útil tratarla con un poco más de amplitud que las otras, puesto que la humanidad llegó a la etapa donde algunos de sus entes ya están preparados para ser influenciados específicamente [e918] por esta ley y ser transferidos al Aula del Aprendizaje, pasando por el Aula de la Sabiduría, al quinto reino o espiritual. La Ley de las Escuelas no se aplica específicamente a la evolución dévica, se rige por otra, llamada "La Ley de la Resistencia Pasiva" que no nos concierne ni es conveniente considerarla aquí. Controla tres grupos principales de existencias:
Será evidente, que esta ley tiene relación con el gran experimento que ha sido inaugurado en la tierra por nuestro Logos planetario en conexión con el proceso de iniciación, y sólo rige desde que se abrió el portal de la Iniciación en los días atlantes, por lo tanto no rige para todos los miembros de la familia humana, llegando algunos lentamente a la realización regidos por la básica Ley de la Evolución. No afecta de ninguna manera, por ejemplo, a los miembros de la familia humana que se han individualizado en la cadena terrestre, aventando la chispa de la mente -uno de los métodos empleados por los Señores de la Llama, como ya hemos visto. [i1175] Puede ser estudiada en dos aspectos principales, primeramente en relación con los entes humanos que pasan al Aula de la Sabiduría influenciados jerárquicamente y también en relación con los distintos esquemas planetarios. Cada esquema existe para enseñar un aspecto específico de conciencia, y cada escuela planetaria o jerárquica somete a sus discípulos a esta ley, variando sólo los métodos. Dichas escuelas planetarias están necesariamente regidas por ciertos factores, de los cuales los dos más importantes son el karma peculiar del respectivo Logos planetario y su Rayo particular. En esta etapa no es posible transmitir a los estudiantes la información relativa a la naturaleza de cada escuela planetaria. Forman cinco grandes grupos:
Podemos considerar a las vidas que presiden estas escuelas departamentales como los custodios del Sendero, siendo responsables por lo tanto del divino Peregrino durante las etapas finales en el Sendero de Evolución. Comienzan a trabajar con el hombre desde el momento en que por primera vez asienta su pie en el Sendero de Probación, continuando Su tarea hasta que recibe la séptima Iniciación. Por lo tanto, entre ellos se encuentran los Maestros que entrenan discípulos, en cambio no están incluidos los Maestros que no se ocupan de los individuos y su desarrollo. No es posible definir los distintos tipos de escuela y enseñanza que existen y se imparten en los diferentes planetas. Todo lo que puede hacerse es dar una frase esotérica que proporcione al estudiante intuitivo la indicación necesaria. Escuelas Planetarias No es permitido hablar de las otras escuelas planetarias ni sería conveniente hacerlo. Otros hechos podrán ser comprobados por el que practica meditación y está alineado con su Ego y en contacto con su grupo egoico. [i1180] La enseñanza dada sobre nuestro esquema terrestre en el Aula de Sabiduría ha sido tratada en muchos libros ocultistas, incluyendo Iniciación Humana y Solar, y no es necesario ampliarla. En este tratado se indican algunos aspectos de esta ley. El tema está lejos de haber sido agotado, pero lo dicho es suficiente como para indicar su magnitud y extensión. En conclusión, debe señalarse que la Ley del Karma, desde cierto punto de vista, constituye la totalidad de la Ley de Atracción pues rige la relación de todas las formas con aquello que utiliza la forma y todas las vidas entre sí. Quienes estudian la Ley de Atracción han de tener en cuenta ciertas cosas, las cuales deben ser cuidadosamente consideradas y comprendidas a medida que se estudia el tema. Primero, deben recordar que todas las leyes subsidiarias en realidad sólo son términos distintos aplicados para expresar un gran método de manifestación, la Ley Una. Segundo, que toda la energía manifestada en el sistema solar, no es más que energía del átomo físico permanente logoico que tiene su núcleo en el subplano atómico del físico cósmico. Este átomo físico permanente (como sucede con el átomo correspondiente del jiva encarnante) tiene su lugar dentro del cuerpo causal del Logos en Su propio plano, en consecuencia, está impresionado por la totalidad de la fuerza del loto egoico cósmico, o la cualidad atractiva del amor cósmico. Esta fuerza es transmitida al sistema solar de dos maneras: Por medio del Sol, que en sentido oculto constituye el átomo físico permanente, por lo tanto atrae y mantiene atraído a todo lo que se encuentra dentro de su esfera de influencia, produciendo así el cuerpo físico logoico, por medio de los planos que son las analogías de las siete espirillas del átomo físico permanente de un ser humano Tenemos así un doble tipo de fuerza de atracción; uno básico y fundamental, el otro muy diferente y secundario. [i1181] [i1182] Estas corrientes de energía, a juzgar por sus efectos, se denominan leyes en terminología humana, debido a que sus resultados son siempre inmutables e irresistibles y sus [e923] efectos permanecen también invariables, variando solamente de acuerdo a la forma, objeto del impulso energético. Tercero, el estudiante debe tener presente que los siete planos, o las siete espirillas, del átomo logoico permanente, no todos son igualmente vitalizados por la fuerza atractiva que emana del loto egoico vía el corazón del Sol. Cinco de ellos son más "activos" que los otros dos; en los cinco no están incluidos lo superior y lo inferior. Debe comprenderse que las palabras "el corazón del Sol" significan algo más que un lugar situado en las cavidades internas del cuerpo solar y se refieren a la naturaleza de la esfera solar. Esta esfera es muy similar al átomo dibujado en el libro de Babbitt y también al de Química Ocultista de Annie Besant. El Sol tiene forma de corazón, y (visto desde ángulos cósmicos) tiene una depresión que podríamos llamar su polo norte, formada por el impacto de la energía logoica sobre la sustancia solar. Esta energía que hace impacto sobre la esfera solar y desde allí es distribuida a todas partes del sistema, emana de tres centros cósmicos y, por consiguiente, es triple durante el actual ciclo, surgiendo desde:
Debe recordarse que las posibles corrientes cósmicas de energía disponibles para ser utilizadas en nuestro sistema solar constituyen siete, tres de ellas son mayores. Las tres varían durante ciclos vastos e incalculables. Los estudiantes hallarán de utilidad recordar que:
[i1185] La Ley de Atracción produce ciertos efectos que sería de interés tratar aquí, haciendo la salvedad que constituyen algunos de los muchos efectos posibles: 1. Asociación. El primer efecto podría denominarse asociación. Por esta ley se le permite a los Señores del karma agrupar esas vidas (subhumanas, humanas y superhumanas) que han estado asociadas anteriormente y tienen, por lo tanto, algo que desarrollar. Los siete Hombres celestiales, por ejemplo, son algunos de los componentes de un gran grupo de Vidas asociadas que han elegido venir a la encarnación en este kalpa con el fin de ayudarse y corregirse mutuamente. Están realmente destinados a trabajar juntos, aunque en otros planos cósmicos tienen contactos desconocidos para nosotros. Por esta fuerza de atracción, las existencias que dan forma a los distintos reinos de la naturaleza están dedicadas a realizar una mutua interacción, impulsando a una actividad menor, aunque Similar, a todas las vidas de los distintos cuerpos de manifestación. Esas líneas de atracción están veladas por el misterio, y todo lo que se puede indicar es el karma que tiene el Señor del segundo reino o reino vegetal, con el Señor del quinto reino, y la línea de íntima energía vinculadora entre los Señores de los reinos mineral y humano. Estos sólo constituyen puntos de referencia para nuestro esquema planetario. El Señor de la cadena lunar y el Señor del actual reino animal son "hermanos de sangre", y en su relación y en la interferencia esotérica del "Hombre de los Hombres" (la familia humana personificada) se halla oculto el misterio del presente karma animal y la matanza de las formas animales, del terror de las bestias salvajes y del trabajo de vivisección. También "el Sendero" está regido por esta ley, donde los [i1186] hombres ascienden del estado de conciencia humana al de conciencia divina, pero no es necesario extendernos sobre ello. 2. Construcción de la Forma. El segundo efecto es la construcción de la forma. No nos extenderemos mucho sobre el particular, ya que todo lo que en este momento es posible impartir, referente al tema, se ha dado en este tratado y en otras obras de naturaleza análoga. El aspecto [e927] medio o segundo, es siempre responsable de la construcción de una forma alrededor de un núcleo central. A los estudiantes les resultará útil estudiar y meditar sobre la clasificación anexa de las corrientes de energía y su objetivación a través de la mutua interacción. Con el tiempo, cuando la ciencia avance, será consciente de la naturaleza básica y de la exactitud fundamental del método por el cual toda forma puede ser dividida en sus tres aspectos y contemplada como una Entidad energetizada por tres tipos de fuerza, emanando desde varios puntos foráneos a la forma en consideración. También puede considerarse como expresando, de una u otra manera, en sus diversas partes, fuerza o energía que se origina en las tres fuerzas de manifestación, Brahma, Vishnu y Shiva. Cuando esto suceda y se acepte la premisa, se cambiará toda la perspectiva de la vida, la naturaleza, la medicina, la ciencia y los métodos de construcción o destrucción. Las cosas serán contempladas como triplicidades esenciales, los hombres serán considerados como un conjunto de unidades de energía y se revolucionará la manera de trabajar con las cosas y con los hombres. [i1187] [i1188] En la clasificación dada se imparte información sobre los métodos de construir la forma desarrollada por la energía y la Ley de Atracción a medida que se pone de manifiesto en la actualización de los diversos grupos de la Hueste de la Voz. Esta Hueste es responsable de la atracción, la cual es el medio para reunir el material requerido por los Espíritus libres para construir sus cuerpos de manifestación. La vibración iniciada por el Sonido, expresión de la Ley de Síntesis, es reemplazada por la Voz o Palabra, y esa Palabra, a medida que se propaga del centro a la periferia (porque, entendida esotéricamente, la Palabra es "pronunciada" desde el Corazón), se convierte en:
VII CLASIFICACIÓN ENERGÍAS
LOGOS SOLAR:
LOGOS PLANETARIO:
HOMBRE:
PLANOS:
ÁTOMOS:
[e929]
Esto presupone una información aún velada por el misterio más profundo, pero que se develará a medida que se estudie la verdadera psicología, y formará parte finalmente de un cuarto fundamento de La Doctrina Secreta, a fin de que los futuros estudiantes tengan el cuarto (26) además de los tres que ya están en el proemio de ese libro. Esto quizás acontezca en esta cuarta ronda. La verdadera astrología revelará la naturaleza de esta cuarta proposición en fecha posterior. Finalmente, se pondrá mayor atención a las influencias planetarias, no tanto a los signos del zodíaco, respecto a la naturaleza de un Ego. Los grandes signos del zodíaco conciernen al Hombre celestial y, por lo tanto, lógicamente, a la Mónada de todo ser humano. Las influencias planetarias deben estudiarse para conocer la cualidad del Rayo de un hombre, en la triple forma indicada anteriormente. El hombre es la Mónada, en consecuencia expresa una pequeña parte de su abarcante vida. En este sistema solar es esencialmente el Ego. Los astrólogos debieran estudiar los esquemas planetarios a la luz del Hombre celestial, contemplándolos como la encarnación [i1192] de un Logos planetario y tratando de extender el horóscopo de Este. No lograrán hacerlo, pero en su intento aprenderán mucho y obtendrán una nueva luz sobre este tema tan difícil. Al considerar la adaptación de la forma a la vibración, o la construcción de un vehículo, para ser instrumento adecuado del espíritu, se deben tener presente los siguientes factores:
Esto es aplicable a los hombres, a los Hombres celestiales y al Logos solar, existiendo una misteriosa analogía relacionada con la manifestación de los tres principios superiores del hombre (que pueden considerarse en manifestación en el Adepto perfecto, el Bodhisattva) y los tres principios superiores del Logos solar a medida que se expresan a través de los tres aspectos principales. [e932] Forman un sólo principio, el cual se manifiesta de tres maneras. Lo mismo ocurre con la mónada inmanifestada (inmanifestada desde el punto de vista del hombre inferior). En una etapa de evolución muy avanzada, mucho más allá de la del Adepto, la Mónada tiene su triple manifestación y aparece como un Maestro en los tres mundos, un Bodhisattva en Su propio plano y el emancipado Dhyan Buda, sin embargo los Tres serán Uno, [i1193] resultado de una gran vibración espiritual, y desempeñarán una triple tarea que quizás (en los tres mundos) aparezca como la tarea de tres grandes Existencias separadas. Constituyen las formas de tres "vestiduras" monádicas, utilizadas por una sola Mónada, de la misma manera que el hombre utiliza sus tres cuerpos simultáneamente y funciona en ellos separadamente.(27) Cada uno de los tres puede, si quiere, ocupar un cuerpo en el plano físico, que no será simplemente una creación de mayavirupa. Esto se hace de dos maneras: por medio de la ocupación de un cuerpo voluntariamente abandonado, como el caso de Cristo cuando ocupó el cuerpo de Jesús, o por la influencia divina ejercida sobre el discípulo, como ya ha sucedido y volverá a suceder. La cualidad de la forma ocupada o utilizada y la naturaleza de su trabajo depende de uno de los tres aspectos superiores del impulso [e933] iniciático que se está manifestando. Raras veces tiene lugar un fenómeno tan misterioso, y los influyentes Buda, Bodhisattva o Adepto toman forma y hacen Su "aparición" [i1194] en la tierra, expresando así los tres aspectos, conocimiento, amor y voluntad. Esto puede ser muy complejo, pero no es mucho más extraño, después de todo, que el fenómeno de la Mónada (en tiempo y espacio y durante la evolución) demostrándose como la Tríada, el Ego y la Personalidad. Este tipo de triple Avatar sólo hace su aparición durante una serie peculiar de ciclos relacionados con un grupo de Mónadas que eran las que más habían progresado y avanzado al iniciarse el mahamanvantara. Hasta ahora no han progresado suficientemente como para realizar este triple trabajo; el Buda y otros nueve más son los únicos Seres que mantienen contacto con nuestro planeta de esta manera particular. Muy pocos, como Cristo, tienen el poder de aparecer en forma dual. Este tipo de mónada se encuentra sólo en el segundo Rayo. Si el estudiante tiene presente que la naturaleza de la forma depende de la cualidad de la Vida encarnante, también tendrá que recordar la distinción que debe hacerse entre los diversos grupos de Jerarquías, porque las Vidas en esos grupos tienen distintas cualidades y las formas a través de las cuales se manifiestan son igualmente distintas y diversas. Por lo tanto, debemos distinguir entre:
No debe confundirse respecto a la diferencia existente entre las Jerarquías de Seres y los siete Rayos, porque [i1195] aunque haya íntima relación no hay semejanza. Los "Rayos" son sólo las formas primordiales de ciertas Vidas que "llevan en sus Corazones" todas las Semillas de la Forma. Las Jerarquías son los múltiples grupos de vidas, en todas las etapas de desarrollo y crecimiento que usarán las formas. (28) Los Rayos son vehículos y, por lo tanto, receptores [e934] negativos. Las Jerarquías usan dichos vehículos, y la naturaleza de estas vidas y la cualidad de su vibración les procuran, de acuerdo a la gran Ley de Atracción, las formas necesarias. Estas son las dos diferencias principales, Vida y Forma, y ambas son el "Hijo de Dios", la segunda Persona de la Trinidad en Su aspecto constructor de formas; también son los Constructores y están igualmente divididos en tres grupos con sus diferenciaciones menores. No es necesario ubicar aquí estos grupos en ciertos planos del sistema solar. Estas Jerarquías de Seres que llegan mediante el Rayo de Luz proveniente del centro, son las simientes de todo lo que luego existe, y sólo cuando vienen a la manifestación y evolucionan gradualmente las formas que ocupan, se hace necesario considerar los planos. Los planos, para algunas de estas jerarquías, son lo que las envolturas para la Mónada, los velos para la Vida inmanente, medios de expresión y exponentes de fuerza o energía, de un tipo especializado. La cualidad de un [i1196] Rayo depende de la cualidad de la Jerarquía de Seres que lo utiliza como medio de expresión. Estas siete Jerarquías están veladas por los Rayos, pero cada una se encuentra detrás del velo de cada rayo, porque en su totalidad son las vidas que dan forma a todo esquema planetario dentro del sistema; constituyen las vidas de todo el espacio interplanetario, las existencias que se expresan a través de los planetoides y todas las formas de vida independizada inferior a un planeta. Daré brevemente algunas indicaciones concernientes a estas jerarquías que pueden servir para elucidar lo que en La Doctrina Secreta se relaciona con ellas. Lo que se imparte aquí no es en sí nuevo, sino la síntesis de lo mucho que ya se conoce y su recopilación en breves enunciados. Cada una de estas siete Jerarquías de Seres, Constructores o Agentes de Atracción, son los agentes constructores (según su categoría) intermediarios; todos encarnan uno de los tipos de fuerza que emana de las siete constelaciones. Por lo tanto, su trabajo como intermediarios es dual, siendo: [e935]
Cada grupo de estos Seres es de naturaleza septenaria, y los cuarenta y nueve fuegos de Brahma son la manifestación inferior de su naturaleza ígnea; cada grupo también puede considerárselo "caído" en sentido cósmico, porque están implicados en el proceso de construcción o son los ocupantes de formas de distintas densidades. 1ra. Jerarquía. Emana del Corazón del Sol espiritual central. (29) Es el Hijo de Dios, el Primogénito en sentido cósmico, como Cristo fue el "Hermano mayor de una vasta [i1197] familia" y la "primera flor de la planta humana". El símbolo de esta Jerarquía es el Loto dorado con sus doce pétalos plegados. Ha de recordarse que esta Jerarquía es la sexta, pues ya han desaparecido cinco que fueron producto del sistema anterior, donde el objetivo era la Inteligencia o Manas. Las cinco jerarquías liberadas son la suma total de manas. En el orden es la quinta Jerarquía, y se dice que está en proceso de lograr la liberación final o recibir su cuarta Iniciación, causa de cierto fenómeno en nuestro planeta que ha merecido ser llamado la "Estrella del Sufrimiento". Existe un vínculo kármico entre el reino animal y la quinta Jerarquía creadora del sistema anterior, que se hace sentir en el hombre en la necesaria crucifixión de la naturaleza física animal, especialmente en la línea sexual. Debemos recordar que las jerarquías actúan bajo la Ley de Atracción, Ley de los Constructores. Esta primera (sexta) Jerarquía tiene como tipo de energía el primer aspecto del sexto tipo de electricidad cósmica, por lo tanto maneja un poder especial, conjuntamente con el fuego inferior o "fuego por fricción", a medida que se hace sentir en el sexto plano. Dichas vidas son llamadas "los ardientes Hijos del deseo" y fueron "los Hijos de la necesidad". Respecto a ellos el Antiguo Comentario dice: "Ardían por saber. Se lanzaron hacia las esferas. Constituyendo la ansiedad del Padre por la Madre. Sufren por ello, se consumen y anhelan, por medio de la sexta esfera de sensación." 2a. Jerarquía. Está estrechamente vinculada con la Osa Mayor. Se nos ha dicho que entró a través del segundo ventrículo del Sagrado Corazón y es (como se dice en La Doctrina Secreta) el prototipo de la Mónada. Es la fuente de la Vida monádica, pero no la Mónada; está muy por encima de ella. [e936] [i1198] Esta jerarquía, literalmente la séptima, permite la afluencia a nuestro sistema de esas Vidas que en el primer sistema solar permanecieron en su propio plano, siendo demasiado puros y santos para obtener una oportunidad en esa evolución tan material e intelectual. Aun en ésta, lo único que podrán hacer es influenciar a los Jivas encarnantes, impartiéndoles la capacidad para comprender la naturaleza de la conciencia grupal, la cualidad de los siete Hombres celestiales, pero no serán capaces de expresarse a sí mismos plenamente. Se obtendrá una clave de este misterio si el estudiante considera cuidadosamente que en nuestro sistema solar y en nuestros siete planos tenemos únicamente el cuerpo físico del Logos, y que ese cuerpo es una limitación para la expresión de Su triple naturaleza. La primera (sexta> Jerarquía trata de expresar la vibración mental del Logos solar, y la segunda su naturaleza emocional o astral cósmica. La segunda (séptima) Jerarquía tiene como tipo de fuerza al segundo aspecto del séptimo tipo de fuerza de los muchos que ya existen. Se obtendrá una idea del grado relativo de evolución del Logos solar, mediante el estudio de los diversos aspectos de fuerza que está expresando en esta particular encarnación. Dicha energía impulsa a las Mónadas a la encarnación física, pues se hace sentir en el séptimo plano. Las energías que están funcionando son las que el Logos a desplegado, siendo el fruto de anteriores adquisiciones. Lógicamente existen brechas y faltan ciertos tipos de fuerza debido a que todavía ha de adquirir muchas cosas cósmicamente. La energía de esta Jerarquía (cuyos números son el dos y el siete) produce la manifestación del divino Andrógino y los siete centros de fuerza que constituyen las siete Energías espirituales. 3ra. Jerarquía (la octava). Es particularmente interesante Se denomina "las Tríadas", porque contiene en sí las potencias [i1199] de la triple evolución, mental, síquica y espiritual. Esta Tríada de Vidas constituye las tres Personas y, desde cierto punto, la flor del sistema anterior. Visto desde otro ángulo, cuando es estudiada como la "flor de las Ocho anteriores", constituye los óctuples puntos que esperan la oportunidad de surgir como llamas. Son los devas preparados para servir, lo cual consiste en dar a otra jerarquía ciertas cualidades que no tiene. Esta Jerarquía es considerada como que otorga la inmortalidad mientras ellos mismos se "mantienen fuera de encarnación". Son los Señores de Sacrificio y Amor, pero no pueden salir del cuerpo etérico logoico y entrar al vehículo físico denso. Dicha Jerarquía maneja el tercer aspecto de la fuerza eléctrica del primer tipo de energía cósmica. Representa el ciclo consecutivo de ese primer tipo simbolizado por el número 8. Las fórmulas de [e937] estas energías eléctricas son demasiado complicadas para darse aquí, pero el estudiante debe tener presente que esta Jerarquía expresa:
Cada jerarquía manifiesta una triple energía o un aspecto de cada uno de los mencionados, los cuales tienen nueve diferenciaciones, porque las dos primeras son triples igual que la tercera. Al rechazar los entes de la cuarta Jerarquía o Mónadas humanas, a las triples Vidas, produce oportunamente la precipitación del hombre a la octava esfera. Se niega a convertirse en un Cristo, un Salvador, permaneciendo autocentrado. Hemos tratado ya las primeras tres jerarquías consideradas como que siempre "ven la Faz del Regente de la Profundidad" o que son tan puras y santas que Sus fuerzas están en contacto con Su fuente de emanación. Consideraremos ahora muy brevemente dos jerarquías, [i1200] las cuales nos conciernen muy de cerca, los entes humanos autoconscientes. Estos dos grupos son literalmente tres, así como la quinta Jerarquía es dual, produciendo cierta confusión; su significado oculto subyace detrás del fatídico número trece. Son los "Buscadores de la satisfacción" y la causa de que tengan que "caer por segunda vez" a la generación, ésta es la razón por la cual el Ego adopta una naturaleza inferior. La cuarta y la quinta Jerarquías son la novena y la décima o los "Iniciados" y los "Seres Perfectos". Todos los seres humanos o "Jivas Imperecederos", son aquellos que evolucionan por medio de una serie graduada de iniciaciones auto-inducidas o producidas en nuestro planeta con ayuda extraña. Esto lo obtienen mediante el "matrimonio" realizado en el orden inmediato, el quinto. Ellos se complementan y perfeccionan, y debido a este hecho oculto la cuarta Jerarquía es considerada masculina y la quinta femenina. 4ta. Jerarquía. En el grupo de la cuarta Jerarquía creadora se halla el aspecto más elevado del hombre, su "Padre en el Cielo". Estas vidas son los puntos de fuego que deben convertirse en la llama, realizándose por intermedio de la quinta Jerarquía y de los cuatro pabilos o las dos jerarquías duales inferiores. De esta manera podrá observarse que en lo concerniente al hombre, la cuarta, quinta, sexta y séptima jerarquías son, durante el ciclo de encarnación, su mismo ser. Constituyen los "Señores de Sacrificio" y los "Señores de Amor", la flor de Atma-budi. [e938] Al estudiar estas jerarquías, una de las más valiosas lecciones que se ha de aprender es el lugar que ocupa el hombre y la importancia que tiene en el esquema. La jerarquía, por ejemplo, que es la esencia de la intangible Vida del Espíritu y principio budi, es la causa esotérica del matrimonio cósmico entre espíritu y materia basado en el amor y el deseo del Logos, pero cada jerarquía se expresa también por medio de esa manifestación particular que la mente finita del hombre considera como la jerarquía misma. Pero [i1201] no es así, y debe tenerse cuidado para saber distinguir dichas jerarquías. Constituyen gérmenes latentes de centros de fuerza y se manifiestan subjetivamente; dan calor y vitalizan a grupos de formas; florecen y se expresan por medio de una forma o de otra jerarquía. Están interrelacionadas y son negativas o positivas entre sí, según el caso. Como se afirma en La Doctrina Secreta, esta jerarquía constituye el plantel de los Jivas encarnantes,(30) y lleva en silos gérmenes de las Vidas que alcanzaron la etapa humana en otro sistema solar, pero no estaban capacitadas para proseguir más allá debido a la llegada del pralaya, que los impulsó a un estado de latencia. a condición de la jerarquía, en escala cósmica, es similar a las simientes de la vida humana retenidas en estado de oscuración durante un período intercadenario. Las tres jerarquías que hemos tratado (primera, segunda y tercera) fueron las que (en anteriores kalpas de manifestación logoica) habían pasado más allá de la etapa humana. Por lo tanto son grupos amorfos, así como los restantes son grupos rupa, o aquellos que tienen forma. La cuarta Jerarquía creadora, la novena, ocupa en este sistema solar lo que podría considerarse el tercer lugar: Primero, las Vidas o las tres Personas de la Trinidad. Es necesario considerar cuidadosamente esto pues no se refiere al aspecto forma sino únicamente a la naturaleza de las vidas que se expresan a través de otras vidas, que también son autoconscientes o plenamente inteligentes, mientras ciertas jerarquías no lo son. [i1202] Las cuatro jerarquías inferiores se ocupan de la manifestación en los tres mundos o del cuerpo físico denso del Logos solar. Son las que pueden descartar o bien atravesar el cuerpo etérico del Logos solar y tomar esas formas compuestas de sustancia gaseosa, [e939] líquida o densa. Las otras no pueden hacerlo ni pertenecen a la generación física. Los estudiantes deben tener en cuenta que, desde el punto e vista del Logos, los Ángeles solares en el plano mental (el quinto subplano del plano físico cósmico), están en encarnación física, y lo que se dice "caer por segunda vez" es aplicable aquí. La primera caída significa tomar una forma construida de materia etérica cósmica, tal como sucede con los Hombres celestiales, los prototipos de los jivas humanos. En este último caso los cuerpos utilizados se llaman "amorfos" desde nuestro punto de vista, siendo "cuerpos vitales" animados por el prana cósmico. En nuestro caso y en los grupos restantes, las formas están compuestas de sustancia de los tres planos inferiores (aquellos que el Logos no considera un principio) y, por lo tanto, es materia que todavía responde a la vibración del sistema anterior. Ello significa que las cuatro jerarquías inferiores son eslabones entre la vida pasada y futura. Constituyen el presente. Como no habían finalizado el contacto con el principio inteligencia activa del kalpa anterior, deben continuar su contacto en éste. Lo lograrán en el presente sistema; los cuatro se convertirán en los tres y constituirán entonces las tres jerarquías arupa superiores del próximo sistema. Antes de continuar considerándolas, es necesario señalar que a algunas se las denomina "jerarquías dominantes" y a otras "jerarquías subsidiarias". Significa que en este sistema solar unas se están expresando más plenamente que otras, lo cual entraña, como consecuencia, que su vibración será más sentida que la de los grupos subsidiarios. [i1203] Los grupos dominantes son el segundo, el cuarto y el quinto, y ello se debe a que:
5ta. Jerarquía. Como sabemos por el estudio de La Doctrina Secreta, la quinta Jerarquía creadora es muy enigmática. Este [e940] misterio incide sobre la relación de la quinta Jerarquía con los cinco grupos liberados. Dicha relación, en conexión con nuestro planeta particular, que no es un planeta sagrado, puede ser comprendida en parte si se observa la historia de Buda y su obra. En La Doctrina Secreta, T. VI, se habla sobre esto. La relación de la quinta Jerarquía con cierta constelación tiene también que ver con este misterio. Se halla oculto en el karma del Logos solar y concierne a Su relación con otro Logos solar y a la interacción de fuerza entre ambos en un maha-kalpa mayor. Encierra el verdadero "secreto del Dragón", y fue la influencia del dragón o la "energía serpentina" lo que causó el influjo de energía manásica o mental en el sistema solar. Mezclado estrechamente con el karma de estas dos Entidades [i1204] cósmicas, estaba el de esa Entidad cósmica menor, la Vida de nuestro planeta, el Logos planetario. Este triple karma introdujo la "religión serpentina" y las "Serpientes o Dragones de Sabiduría" en los días lemurianos. Tenía que ver con el kundalini solar y planetario o fuego serpentino. Existe un indicio en el hecho de que la constelación del Dragón tiene la misma relación con el UNO, mayor que nuestro Logos, como el centro en la base de la columna vertebral con el ser humano. Concierne al estímulo y vitalización y la consecuente coordinación de los fuegos en manifestación. También tenemos una clave del misterio en la relación que existe entre dicho quinto grupo y los dos polos contrayentes. Son los quíntuples Vínculos, "los Unidores benignos" y "los Productores de la expiación". Esotéricamente son "los Salvadores de la Raza" y de Ellos emana ese principio que n conjunción con el aspecto más elevado- eleva al aspecto inferior hasta el Cielo. Cuando estos misterios sean cuidadosamente estudiados, incluyendo el estudio de la vida de los más grandes exponentes del principio de unificación, se evidenciará lo grande e importante que es su lugar en el esquema. Por esta razón las Entidades de la quinta Jerarquía son llamadas "los Corazones del Amor Ardiente"; salvan mediante el amor; a su vez dichas vidas están particularmente cerca del gran Corazón de Amor del Logos solar. Estos grandes Angeles de redención, los Hijos de los Hombres en su plano verdadero, el mental, son por lo tanto descritos siempre como que tienen forma de loto de doce pétalos -esta simbología los vincula con "el Hijo del divino Amor", el sistema solar manifestado, del que se dice que es un loto cósmico de doce pétalos; el loto causal logoico tiene igualmente doce pétalos. Tenemos entonces una afluencia directa de energía que viene a través de: [e941] [i1205]
Expresado de otra manera, la energía fluye directamente de:
De esta manera el minúsculo átomo humano se conecta con la gran Vida central del sistema solar. Esta quinta Jerarquía constituye igualmente, de acuerdo a la ley, un distribuidor de energía para el quinto subplano de cada plano en el sistema; sólo debe tenerse en cuenta que en los tres mundos es el quinto subplano, considerado desde arriba hacia abajo, mientras que en los mundos de la evolución superhumana es el quinto desde abajo hacia arriba. Esta jerarquía maneja, como sabemos, los aspectos duales de manas, uno en los tres mundos y otro se hace sentir en esferas superiores. [i1206] Ha de recordarse que estos grupos son (aunque se los denomine "amorfos") las verdaderas formas de todo lo que perdura, pues todos se hallan en el cuerpo etérico del Logos solar y planetario. Este es un punto que requiere cuidadoso énfasis; el estudiante ha considerado durante mucho tiempo que la forma es el cuerpo físico denso, mientras que para el ocultista el cuerpo físico no constituye la forma sino maya o una burda ilusión, y considera al cuerpo vital la verdadera forma. Por lo tanto, estas jerarquías son la suma total de la vidas vitales y el sustrato, o la sustancia, de todo lo que existe. Podemos considerar el tema de la manera siguiente: [e942]
Es útil recordar el lugar de estas jerarquías en el esquema y comprender que alrededor de la totalidad de estos cuerpos vitales se reúne gradualmente la manifestación densa, a la cual consideramos materia evolutiva. Las formas (desde la forma de cada átomo hasta el [i1207] cuerpo del Ego, desde la forma de una flor hasta el inmenso loto planetario o solar) son construidas porque las jerarquías existen como conjunto de vidas germinales, que dan impulso, proporcionan el modelo y constituyen, por su misma existencia, la razón de ser de todo lo visible en cada plano. 6ta. y 7ma. Jerarquías. Proporcionan las formas sustanciales en los tres mundos, tienen un uso vital y ocupan un lugar muy interesante. Desde el punto de vista logoico no se considera que otorguen principios, pero, desde el punto de vista del hombre, le proporcionan sus principios inferiores. Mantienen con el Logos la misma relación que el cuerpo físico denso con el hombre, y todo lo que concierne a su evolución debe ser estudiado -especialmente aquí- como llevándose a cabo en el vehículo físico logoico. Se ocupan del despliegue de energía física, de la expresión en el vehículo físico, de todos los propósito divinos y de la organización física de cierta gran Vida cósmica. Esto ocurre especialmente cuando analizamos estas dos jerarquías. Constituye el residuo inferior del sistema anterior, y la energía de esa materia -líquida, gaseosa y densa- que la vibración del átomo logoico permanente -en el plano de adi- atrae hacia sí al construir la forma divina. Con propósitos de clarificación y [e943] generalización, debe observarse que la séptima Jerarquía es la vida o energía que se encuentra en el corazón de cada átomo, su aspecto positivo, y la sexta Jerarquía la vida de las formas de todos los cuerpos etéricos de los objetos tangibles. La función de esta Jerarquía está bien descrita en las palabras del Antiguo Comentario: " Los devas oyen la palabra emitida. Se sacrifican, y con su propia sustancia construyen la forma deseada. Extraen la vida el material de sí mismos, entregándose ellos mismos al impulso divino". [i1208] No es posible decir más sobre estas dos últimas Jerarquías. Mucho relacionado con ellas ha sido dilucidado en la parte de este tratado que se ocupa del fuego de la materia. Sólo señalaré que así como enseñamos, en la sabiduría oculta, que existe una definida progresión de un reino al inmediato superior, también hay una actividad similar en el reino de las jerarquías. Las vidas que componen una Jerarquía pasan en ordenados ciclos hacia la inmediata superior, aunque la palabra "superior" sólo sirve para confundir. Se ha de tener en cuenta que lo que se transfiere es la conciencia y la comprensión, y que la conciencia de una jerarquía se expande hasta la inmediata superior. Esto también puede analizarse en términos de energía. Las vidas negativas de una jerarquía siguen la secuencia siguiente:
Las vidas positivas de una jerarquía se convierten en vidas negativas de otra cuando pasan a ella, y esto es lo que conduce a la general confusión de ideas con que trabaja el estudiante común. Si quiere comprender el asunto con exactitud, tiene que estudiar cada jerarquía de triple manera y considerarla también en su estado de transición, tal como lo negativo se fusiona y mezcla con lo positivo, y lo positivo llega a ser el polo negativo de una etapa vibratoria superior. Por lo tanto, hay nueve estados de conciencia por los cuales ha de pasar cada jerarquía, y una idea de su significado y relatividad puede obtenerse mediante la consideración de las nueve Iniciaciones de la cuarta Jerarquía creadora. Dentro de estas nueve diferentes expansiones, a través de las cuales debe pasar toda vida de cada jerarquía, se encuentran las expansiones menores, y aquí reside la principal dificultad para el que estudia la psicología divina. La totalidad del tema se refiere a la [i1209] psiquis o segundo aspecto, de toda vida -superhumana, humana y subhumana- y sólo cuando la verdadera psicología sea mejor comprendida, el tema adquirirá su real importancia. Entonces se [e944] comprenderá algo de los nueve desarrollos de cada jerarquía y se les asignará su debida importancia. El estudio de la materia de cada reino no nos brindará todavía plena iluminación en relación con la constitución de los elementos del reino humano y sus principios, los cuales son manifestaciones de las diferentes jerarquías. La verdadera revelación vendrá sólo cuando sean reconocidos los puntos siguientes:
Todo el tema es muy complicado y difícil, pero la luz empezará a alborear dentro de poco cuando la ciencia reconozca la naturaleza, lugar y responsabilidad del cuerpo etérico o cuerpo vital del hombre, y su posición como la verdadera forma y la unidad básica del cuerpo físico denso. Cuando esto se haya admitido y registrado, y conocido los hechos iluminadores, cuando la relación entre ambos sea captada, y hechas las necesarias deducciones y correlaciones, todo el asunto de la manifestación logoica, el trabajo de las Vidas en los cuatro planos superiores y su efecto sobre el plano físico denso logoico (los tres mundos de expresión), tomará un nuevo cariz. Las ideas de los hombres se revolucionarán respecto al tema de la creación; [i1210] los vocablos y expresiones actuales serán corregidos, y todo será expresado en términos de energía constructora de formas y en tres tipos de fenómeno eléctrico. Se está llegando rápidamente a esta comprensión, pero sólo la próxima generación lo verá manifestado a tal grado, que considerará al fenómeno eléctrico etérico más allá de toda duda. Esto se realizará mediante la llegada de egos que son plenamente conscientes en los niveles etéricos y pueden ver todo lo que ahora está sujeto a conjeturas. Ellos -debido a su gran numero y elevado estado de intelectualidad- apartarán toda la cuestión del terreno de la controversia y comprobarán los hechos. El trabajo de construcción de formas no será jamás comprendido hasta que no se verifique la función real del cuerpo etérico. Es el agente de atracción para esas vidas de un orden tan inferior que esotéricamente están inertes. Los grupos sexto y séptimo y la energía que emana de ellos actúan sobre dichas vidas, que no están incluidas en la lista de jerarquías. Sacuden la inercia en que están sumergidas, obligándolas a ocupar su lugar y a formar los [e945] vehículos concretos de todo lo que existe. Son la manifestación más inferior de lo abstracto, la concreción más densa del Espíritu, los fracasados del sistema anterior; su fracaso es tan completo (desde el ángulo de la conciencia) que la única respuesta que pueden ofrecer a la vibración positiva de la séptima jerarquía es, simplemente, permitir ser atraídas. Serán obligadas a ocupar su puesto esotéricamente, pero sólo al finalizar este sistema solar estarán en condición de pasar a, y convertirse en, la séptima jerarquía del próximo sistema solar. La meta de lo que no es un principio consiste en convertirse en un principio vital por la actuación de la energía sobre ello. Estamos hablando de ese algo misterioso denominado "residuo de lo que se ha visto [i1211] anteriormente", energía latente que oculta la vibración más baja del sistema que precedió al nuestro, tan pesada e inerte que está fuera del alcance del Logos. No tenía conciencia de ella, y el objeto de estas vidas peculiares (que viven aunque están muertas esotéricamente) es obligarse a permanecer dentro del alcance de Su control consciente, respondiendo a esas vidas que l dirige conscientemente y son, por lo tanto, los salvadores de las vidas inferiores. 4. Unidad Grupal. La unidad grupal debe observarse en parte desde el punto de vista místico. En ocultismo es una verdad trillada decir que nada permanece solo, por lo tanto, es una realidad que cada parte infinitesimal del todo tiene tres relaciones con:
Se ha dicho que una de las cosas principales que subyace en el propósito logoico es el desarrollo de los métodos que producirán la verdadera unidad grupal. Todo lo visible podría considerarse como el gigantesco esfuerzo realizado por una gran Inteligencia para formar un grupo; por consiguiente la evolución debe considerarse como un vasto experimento que tiene en vista este objetivo. Esta triple responsabilidad recae sobre el átomo o Logos solar; la tendencia del proceso evolutivo consiste en convertir a cada unidad, macro o microcósmica, en un inteligente colaborador (que responda a las fuerzas que hacen impacto externamente sobre él, y se dé cuenta de su propia economía interna y de las fuerzas y energías latentes que posee a fin de contribuir al bien del todo. Por hallarse el hombre en el punto medio de la evolución, marcando la etapa de la evolución de la conciencia donde es posible lograr una triple percepción -percibir la individualidad, las fuerzas subhumanas [i1212] que deben ser controladas y el [e946] lugar que le corresponde dentro del plan y propósito de un Hombre superior- debe considerarse por lo tanto su evolución como la más importante, porque a través de él pueden aplicarse inteligentemente las leyes de la unidad grupal para los tres grupos, superhumano, humano y subhumano. Encima de él se hallan aquellos que son demasiado puros o, como se dice, "demasiado fríos" para sumergirse en la materia de los tres mundos; debajo de él se encuentran esas vidas demasiado impuras -comprendido esotéricamente- o "que poseen demasiada materia en combustión y están veladas por el humo" como para poder ascender por sí mismas a esas regiones donde se hallan los hijos de Dios develados. Por consiguiente el hombre actúa como mediador, y en él y por medio de él pueden desarrollarse los métodos grupales y leyes que n un sistema solar posterior- formarán una ley básica para el trabajo unificado. Este hecho es lo que produce esas peculiares naturaleza y dificultades en el reino humano, y puede decirse que en nuestro planeta, recordando que es un planeta "profano", nuestro Logos planetario ya ha emprendido ciertos experimentos respecto a este problema. Estos (si tienen éxito) darán por resultado una gran expansión del conocimiento del Logos planetario con respecto a las leyes que rigen a todos los cuerpos y a las masas. A nuestro Logos planetarios se le ha dado el nombre de "divino experimentador Físico". Tal condición hace que la humanidad de este planeta sea única en cierto respecto, y podría decirse que está resolviendo dos problemas principales:
Es conveniente observar aquí que el problema de establecer un nexo entre el animal y el hombre fue la base original de lo que se llamó Hatha Yoga y magia tántrica. En esta Yoga se trataba de vincular aquello que era similar en ambos reinos (el cuerpo físico con sus actividades y propósitos), y lo que debería [e947] ser negativo en el reino humano fue estimulado como factor positivo por medio del poder de la voluntad. Quizá sea cierto que los adeptos del Hatha Yoga no se dan cuenta de este propósito, pero los exponentes originales de los misterios del Hatha Yoga eran bien conscientes de este objetivo, y en su celo por lograr la unidad entre los dos reinos, procuraron la unidad en los aspectos inferiores y descuidaron el verdadero método. El hombre no se ha equivocado al establecer relaciones grupales con los reinos superhumanos, aunque ha hecho sólo un progreso relativamente pequeño, y pocos son los entes humanos que han fusionado su conciencia con la de las Inteligencias mayores rectoras permaneciendo sin embargo en la familia humana. Éste es el verdadero Raja Yoga. Será evidente entonces que en el cuarto reino o reino humano, donde la cuarta jerarquía trata de adquirir experiencia, se ha iniciado un esfuerzo para lograr la fusión o centralización de las fuerzas de los tres grupos:
Estas tres corrientes de fuerza deben mantener la siguiente posición: Fuerza búdica positiva. Expresándolo de otro modo, el factor controlador positivo en el grupo humano debería ser la energía espiritual, y la naturaleza animal debería ser totalmente receptiva a dicha energía, manteniéndose entre ambas la posición relativa de PadrMa4re. La energía puramente humana sirve como factor equilibrador, y origina un reajuste entre los aspectos Espíritu y materia. Esta triple relación grupal convierte al microcosmos en un reflejo exacto del Hombre superior y al cuarto reino en un verdadero exponente de los procesos cósmicos. Las mismas leyes rigen las relaciones en los tres factores y la interrelación grupal de los aspectos Brahma-Vishnu-Shiva; tiempo y espacio o "divina oportunidad" desempeñan su parte en el [e948] trabajo grupal tanto micro como macrocósmico, y la evolución cíclica prosigue su tarea de reajuste grupal para ambas unidades, a fin de traer la eventual armonía grupal en ambos casos. Constituye la armonía del individuo consigo mismo y con los entes circundantes y su comprensión de la unidad esencial de todas las vidas que producen las grandes expansiones de conciencia y conducen a la identificación del individuo con algún todo mayor. La tarea de un átomo humano es, por lo tanto, una réplica de lo que ocurre en el átomo solar o planetario, y sirve de incentivo para esas minúsculas vidas individuales que tienen su lugar en los seis reinos subhumanos ([i1215] tres elementales y tres materiales). En un caso tenemos una analogía de naturaleza tan íntima que es casi una réplica en pequeña escala, en el otro las analogías producidas por lo que puede considerarse un reflejo del todo; en ambos casos tenemos relaciones grupales básicas, leyes grupales fundamentales que producen interrelaciones grupales y la unión esencial entre todas las formas de vida. No tengo la intención de decir mucho acerca de las formas y trabajos grupales, le corresponde a cada uno estudiarse a sí mismo y a todo lo que lo circunda y así llegar a sus propias conclusiones. Concluiremos esta parte del tratado con una breve enumeración de:
Puede observarse aquí que el objetivo inmediato del reino humano es establecer conscientemente relaciones en el sistema, [i1216] y ser parte [e949] activa y consciente del trabajo grupal. La conciencia individual de relación se establece en alguna medida debido a la existencia de la autoconciencia. El trabajo de los reinos subhumanos consiste en establecer la autorrealización consciente, o el logro de un individualismo distinto en cada forma de vida atómica, mientras que el objetivo de las vidas superhumanas es establecer una conciencia universal que capacite a cada planeta y vida solar a ser consciente y parte inteligente de un todo cósmico. 2. Las Siete Leyes del Trabajo Grupal. Esto sólo puede explicarse en gran medida empleando términos místicos, dejando que el estudiante intuitivamente los aplique a formas de vida más materiales. 1ra. Ley. La Ley del Sacrificio. Implica la inmolación y sacrificio de aquello que ha sido realizado. Es la crucifixión o ley fundamental de todo trabajo grupal, principio regente que hace que cada ente humano oportunamente se convierta en un Salvador. 2da. Ley. La Ley del Impulso Magnético. Rige la primera percepción que tiene el átomo de sus contactos ambientales y su exteriorización o la búsqueda que realiza ese átomo, hasta que oportunamente establece la relación entre lo que percibe como parte del grupo y el ente. Esto no es lo mismo que establecer contactos sensibles, pues la relación se establece entre todos los Yoes y no entre los aspectos del no-yo. Esta ley se denomina a veces "el primer paso hacia el matrimonio", porque da como resultado la unión final entre el hombre o átomo y el grupo que produce relaciones grupales armoniosas. 3ra. Ley. La Ley del Servicio. Denominada así a falta de mejor término. Concierne a la identificación de un átomo con los asuntos grupales y a la constante indiferencia del átomo hacia sus propios intereses materiales; trata en realidad con el proceso o [i1217] método por el cual un átomo (positivo en su propia vida centralizada) responde gradualmente y es receptor de la vida positiva del grupo. 4ta. Ley. La Ley de Repulsión. Se refiere a la capacidad de un átomo para arrojar de sí o negarse a hacer contacto con cualquier energía que se considere hostil a la actividad grupal. Se considera literalmente una ley de servicio, pero sólo entra en actividad consciente cuando el átomo ha establecido ciertas discriminaciones fundamentales y orienta sus actividades a través del conocimiento de las leyes de su propio ser. No es la misma Ley que la Ley de Repulsión aplicada, en conexión con la Ley de Atracción, a las formas que tienen relación con lo material. Las leyes que estamos [e950] considerando tienen relación Con la psiquis o aspecto Vishnu. Un grupo de leyes concierne a las energías que emanan del sol físico; las que consideramos ahora emanan del corazón del Sol. La "repulsión" que aquí tratamos produce (cuando se aplica conscientemente, por ejemplo a través de la energía desarrollada por el corazón de un átomo humano) el acrecentamiento de los intereses del ente rechazado, impeliendo a éste a acercarse a su propio centro. En un párrafo esotérico extraído de cierto antiguo libro, podrá obtenerse alguna idea de la gran belleza de esta ley: "Esta fuerza de repulsión impele hacia siete direcciones, obligando a todo, con lo que entra en contacto, a regresar al seno de los siete padres espirituales." Por medio de la repulsión, las unidades vuelven al hogar y los seres inconscientes y extraviados son forzados a ir a su propio centro. La Ley de Repulsión o la corriente de energía que recibe este nombre, puede actuar desde cualquier centro, pero tal como se la considera aquí, debe emanar del corazón para llevar a cabo el necesario trabajo grupal. 5ta. Ley. La Ley del Progreso Grupal. A veces se la denomina "la Ley de Elevación" porque concierne a los misterios de la comprensión grupal, a las expansiones de conciencia [i1218] y al papel que cada ente representa en el progreso general de un grupo. En relación con la familia humana, siempre debe recordarse por ejemplo, que ningún átomo humano llega a la "plenitud de vida" sin haber aportado mucho a la naturaleza general de su propio grupo. La elevación de un ente produce la elevación del grupo; la comprensión del ente produce finalmente el reconocimiento grupal; la iniciación del ente conduce finalmente a la iniciación planetaria; el logro de la meta por el átomo humano y la consecución de su objetivo produce firme e incesante realización grupal. Ningún hombre vive para sí mismo; la crucifixión de los entes durante eones y la comprensión de su naturaleza esencial a fin de ofrendar, para los intereses del grupo, lo mejor que tiene y comprende, son los métodos por los cuales se lleva adelante el trabajo de liberación. Sacrificio, Servicio, Magnetismo ("si yo fuera ascendido, atraeré"), Progreso grupal, Repulsión divina, son términos inadecuados por los cuales tratamos de expresar la verdad divina de que toda vida y manifestación del Logos solar serán únicamente posibles y se revelará S propósito, sólo cuando haya llevado a cada unidad atómica a la etapa de autorrealización. Entonces Él la conducirá hasta el sacrificio de ese yo realizado, a fin de que el propósito y la voluntad divinos sean consumados y la vida y la gloria divinas brillen con perfecto fulgor. Esto podría expresarse en términos más materiales diciendo que cuando se dominen las leyes del Alma, el cuerpo físico logoico 1leará a convertirse en una activa expresión de Su propósito [e951] realizado. Las dos últimas leyes, concernientes a la actividad grupal pueden sólo tratarse en forma breve pues su verdadero significado es únicamente comprensible para los discípulos juramentados. Tratan principalmente de los planos astral y mental y, por lo tanto, de los correspondientes vehículos de los entes grupales. Debe recordarse [i1219] que un grupo que actúa en el plano físico se encuentra también, en forma más amplia, en el astral y mental. De la misma manera que el cuerpo astral de un hombre es más grande que su cuerpo físico y, por consiguiente, ha empleado en su estructura un número mayor de unidades atómicas, un grupo (considerado astralmente) contiene más unidades que en el plano físico. Las leyes que estamos considerando se refieren a la relación de los entes del plano físico con los que constituyen una parte del grupo, pero funcionando sin los cuerpos o envolturas del plano físico. La misma idea debe ser aplicada a las unidades exentas del vehículo físico, que forman parte componente del cuerpo mental del grupo. Estas dos leyes se denominan: 6ta. Ley. La Ley de la Respuesta Expansiva. 7ma. Ley. La Ley de los Cuatro Inferiores. Dichas leyes sólo rigen para los entes del plano físico que responden conscientemente a esos grupos de trabajadores que han desencarnado. Ha de considerarse que todas estas leyes, desde el punto de vista del discípulo, sólo rigen en los tres mundos, aunque no es necesario señalar que la analogía se encuentra en todos los planos. Estas siete leyes son conocidas y estudiadas conscientemente en todos los grupos que trabajan bajo la dirección de los Maestros. [i1220] Para cada una de ellas existe una fórmula definida y un símbolo; en esta etapa de la enseñanza o en este tratado, no es posible revelar o impartir las fórmulas. El símbolo puede ser descrito, y si el estudiante reflexiona detenidamente sobre la nomenclatura de la Ley, su nombre oculto y su símbolo, se puede reunir mucho material referente a las interrelaciones grupales. Estas leyes serán enunciadas en el próximo ciclo de regeneración; el gran Señor las demostrará cuando. aparezca; gradualmente serán aplicadas a los métodos de trabajo de todas las organizaciones, hermandades, fraternidades y círculos masónicos. Los símbolos son los siguientes: [e952] LAS LEYES Y SIMBOLOS
Estas siete leyes pueden estudiarse por medio de las analogías. Se hallará que la energía de determinado centro particular y de cualquier ley pueden estar de acuerdo entre sí. 3. Veintidós Métodos de Interacción Grupal. Estos métodos de interacción grupal sólo pueden ser comprendidos si se considera que todos los grupos pertenecen a uno de los siete Rayos, y que tal interacción será triple. También deben considerarse como que realizan:
Consideremos los siete Rayos y enumeremos las tres formas en que los grupos de cualquier rayo determinado interactúan entre sí, recordando que a medida que los analizamos estamos realmente [e954] estudiando las veintiuna vibraciones de la Ley de Atracción o movimiento, conjuntamente con la vibración básica, síntesis de las veintiuna, constituyendo las veintidós: METODOS DE ACTIVIDAD DE RAYO ler. Rayo de Poder.
Estos veintiún métodos y su síntesis, resumen en gran parte todo lo que puede decirse acerca de la actividad y movimiento de la sustancia dévica de todas las formas. De acuerdo a la Ley de Atracción se lleva a cabo la interacción entre fuerzas de rayo y las formas atómicas, la manifestación llega a ser un hecho en la naturaleza, y aparece el gran Maya. Para finalizar puede señalarse que los siguientes factores: 3 Relaciones Atómicas
LAS SIETE JERARQUÍAS
22) D. S. I, 89, 100-101. 23) D. S. I, 250; IV, 156-157. 24) D. S. IV, 62-64. 25) D. S. I, 218; II, 121; III, 211. 26) D. S. I, 79-81. 27) Las Tres Vestiduras."La corriente es cruzada. Es verdad que tienes derecho a la vestidura de Dharmakaya; pero Sambhogakaya es más grande que un Nirvani, y es aún más grande que un Nirmanakaya - el Buda de Compasión." La Voz del Silencio, pág. 96. "Los tres cuerpos o formas búdicas son denominadas: Nirmanakaya, Sambhogakaya, Dharmakaya. La primera es esa forma etérea que uno adopta cuando abandona el cuerpo físico y aparece en su cuerpo astral -poseyendo por añadidura todo el conocimiento de un Adepto. El Bodhisattva la desarrolla en sí a medida que prosigue en el sendero. Habiendo alcanzado la meta y rehusado a sus frutos, continúa en la tierra como Adepto; cuando muere, en vez de ir al Nirvana permanece en ese cuerpo glorioso que ha tejido para sí, invisible para la humanidad no iniciada, velando por él y protegiéndolo. Sambhogakaya es lo mismo, pero con el brillo adicional de tres perfecciones, una de las cuales es la completa absgtención de toda preocupación terrena. El cuerpo Dharmakaya es el Buda completo, es decir, ningún cuerpo, sino un aliento ideal; la conciencia fusionada en la conciencia universal, o el alma desprovista de todo atributo. Una vez un Dharmakaya, Adepto o Buda abandona todo posible vínculo o pensamiento de esta tierra. A fin de capacitarse para ayudar a la humanidad un Adepto que ha obtenido el derecho al Nirvana, "renuncia al cuerpo de Dharmakaya" en lenguaje místico; del Shambhogakaya sólo guarda el gran y total conocimiento, y permanece en su Nirmanakaya. La escuela esotérica enseña que Gautama Buda, con varios de sus Arhats, es tal Nirmakaya, desconociéndose algo superior a Él, debido a su gran renunciación y sacrificio por la humanidad." Voz del Silencio, pág. 97. 28) Las Doce Jerarquías Creadoras. Los estudiantes se desconciertan frecuentemente cuando tratan de explicar las "doce" que existen en el cosmos. Un corresponsal envia la siguiente sugerencia: En el Estudio sobre la Conciencia, los tres, mediante un ordenamiento de las agrupaciones internas, muestran siete grupos. Éstos pueden representarse como abc, bca, bac, cab, cba, y un séptimo, una síntesis donde los tres son iguales. Un segundo seis sería representado por (AB)C, C(AB), A(BC), (BC)A, (CA)B,B(AC), siendo los dos entre paréntesis iguales y el tercero más fuerte o más débil. Los dos grupos de seis y el grupo en que los tres son iguales, forman trece. "Estos trece pueden ordenarse como un círculo de doce, con uno en el centro. El central será sintético y de ese tipo en que los tres son iguales. La analogía física de ellos son los doce signos del Zodiaco con el Sol en el centro, sintetizándolos a todos. La analogía espiritual serán las doce Órdenes creadoras con el Logos en el centro, sintetizándolo todo." El ordenamiento es completamente legítimo. The Theosophist. T. XXIX, pág. 100. 29) D. S. I, 235-250; VI, 199-200. 30) D. S. I, 239. Compárense también los Doce Signos del Zodiaco.
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