Telepatía y el Vehículo Etérico - Primera Parte - Capítulo XIV

      


[ Anterior | Indice | Otros Libros | Siguiente ]

Castellano:
Inglés:

PRIMERA PARTE

CAPITULO XIV

ASPECTOS SUPERIORES DE LA RELACION EN LA MENTE UNIVERSAL

 

     [e89] [i109] La palabra telepatía se emplea principalmente para abarcar los numerosos aspectos del contacto mental y el intercambio de pensamientos sin necesidad de emplear el signo o la palabra hablada o escrita. Sin embargo, lo que se comprende por esta acepción moderna no involucra los aspectos superiores de las "relaciones de la Mente Universal". El tercer aspecto, la inteligencia, está involucrado cuando es interpretado el contacto; el segundo aspecto, amor-sabiduría, es el factor que hace posible la impresión superior, y esto ocurre cuando dicho factor se está desarrollando o en proceso de entrar en actividad funcionante. Durante este proceso de desarrollo sólo es posible la telepatía directa, la cual es de dos tipos:

  1. Telepatía simpática o entendimiento inmediato entre dos seres, percepción de acontecimientos, captación de hechos e identificación con las reacciones personales. Todo esto está vinculado con la actividad del plexo solar de la personalidad y - cuando el segundo aspecto, el amor, está desarrollado o en desarrollo - ésta se convierte en la "simiente o germen" de la facultad intuitiva. Todo el proceso es, por lo tanto, búdico-astral, involucrando, como agente, los aspectos inferiores de la Mente Universal.

  2. Telepatía mental o intercambio de los pensamientos trasmitidos. Aunque es un fenómeno corriente entre personas de cierta capacidad intelectual, hoy apenas es reconocido; sus leyes y modos de expresión son aún desconocidos, y las mejores mentes e intérpretes que se hallan en niveles subjetivos la confunden con las reacciones del plexo solar. Es una ciencia relativamente nueva e inexplorada; [i110] la extensión de sus actividades no es astral, sin embargo está relacionada con el plexo solar, porque la sustancia con la cual es llevada [e90] adelante esta ciencia no es astral sino mental, estando por lo tanto implicado y siendo empleado otro vehículo, el cuerpo mental. Es la "simiente o germen" de los contactos superiores y de las impresiones procedentes de niveles más elevados que el búdico o intuicional. Está relacionado con el aspecto superior de la Mente Universal, la Voluntad inteligente. En ambos casos están involucrados el aspecto inferior del amor (respuesta emotiva y sensitiva) y el amor puro del alma.

     La sensibilidad astral simpática es falible y da lugar a falsas interpretaciones. La telepatía superior - otra forma de sensibilidad, y el punto de partida o concepto - llegará a ser oportunamente infalible; en las primeras etapas (concernientes a los métodos de interpretación y deducción) puede frecuentemente fallar.

     La telepatía mental directa es una de las manifestaciones más elevadas de la personalidad; es un eslabón de enlace, uno de los pasos principales hacia la impresión superior; presupone un estado elevado de desarrollo mental; constituyendo una de las razones por la que no es considerada una capacidad honesta, comprobada y probable del ser humano. En este caso la mente es, en realidad, "el matador de lo Real" y los recursos y modalidades del conocimiento subjetivo permanecen aún en las zonas oscuras de la conciencia humana. Los procesos normales de la evolución, prueban incontrovertiblemente la existencia de facultades, las cuales permiten que las impresiones subjetivas de elevada espiritualidad sean posibles y normales.

     Esta "Suprema Ciencia de Contacto", puede ser clasificada, según se ha dicho, en los siguientes aspectos que se [i111] desarrollan por separado y progresivamente. Téngase en cuenta la inevitable continuidad, característica principal del proceso evolutivo.

  1. Percepción astral sensible. Se basa en las reacciones del plexo solar y todo el proceso se lleva a cabo en el plano astral y con sustancia astral. En su aspecto más elevado es un factor que hará posible la percepción y la sensibilidad intuitiva, entonces el proceso se realiza con sustancia búdica. Los aspirantes son, en cierta etapa de su desarrollo, de naturaleza fuertemente astral-búdica. Esto debe ser recordado.

  2. Telepatía mental. Involucra dos o más mentes, y el proceso se desarrolla con sustancia del plano mental. Este factor hace posible que se produzca la actividad llamada "impresión", la cual proviene en su mayor parte de ciertos aspectos del plano mental: [e91]

  1. El alma del individuo telepático, emplea los pétalos del conocimiento del loto egoico - un estado elevado de inteligencia mental.

  2. La denominada mente abstracta. Este aspecto de la sustancia mental es utilizado con frecuencia por la Jerarquía para llegar a la mente de los discípulos. Sólo en los últimos siglos la Jerarquía ha trasladado el foco de su atención vital al plano búdico y la ha apartado del plano mental. Esto ha sido posible porque los aspirantes del mundo, actualmente, son sensibles a los contactos basados en la conciencia astral-búdica, que son estrictamente llevados a cabo dentro de la sustancia [i112] mental. Esto implica necesariamente la mente concreta, el Hijo de la Mente y la sensibilidad o reacción abstracta; involucra, en el plano físico, la actividad del cuerpo pituitario (como puede verse fácilmente) y también el empleo del centro ajna.

  1. La Ciencia Esotérica de Impresión. Se logra cuando las otras dos formas de relación telepática se hallan presentes y se están desarrollando para obtener cierta medida de exactitud. Depende también de la construcción del antakarana y de la firme orientación del aspirante o discípulo hacia la Tríada espiritual; se alcanza cuando la mente abstracta está desarrollada y es sensible, convirtiéndose en la simiente o germen de la Voluntad espiritual, incluyendo la capacidad de responder al propósito divino. El aspecto superior de esta mente abstracta es el plano átmico. Sería útil comprender la naturaleza sustancial de ambos niveles de conciencia. Dentro de la sustancia del plano átmico se inicia esa actividad que puede impresionar a la mente abstracta, la cual se convierte en asiento de la conciencia del hombre espiritual; al mismo tiempo posee y emplea activamente su personalidad y continúa empleando la mente concreta; sin embargo la sensibilidad astral desciende por debajo del umbral de la conciencia, llegando así a formar parte de ese gran conjunto de instintos y reacciones instintivas que posee el ser humano, que lo admiten en la vida y lo hacen consciente de todo lo que existe en los tres mundos, incluyendo los tres reinos subhumanos de la naturaleza. Con estos instintos sublimados y [i113] controlados trabajan los Maestros y discípulos, cuya tarea consiste en vigilar la evolución de las formas de vida en los reinos subhumanos.

     Las formas superiores de la telepatía mental comprenden [e92] el alma y la mente abstracta y se ocupan únicamente del Plan divino - a medida que la Jerarquía lo desarrolla en los tres mundos. La Ciencia de Impresión se ocupa principalmente del Propósito divino de acuerdo a cómo Shamballa lo desarrolla y también de esos aspectos más elevados del trabajo jerárquico que nada tienen que ver con el trabajo en los tres mundos. Quisiera que reflexionen sobre este punto.

     Debido a la curiosa etapa de la evolución, actualmente alcanzada en el reino humano, ha sido instituido un aspecto intermedio en las tres formas de impresión mencionadas; algo parecido al período intermedio existente entre la plena expresión humana y la plena expresión del reino de las almas. A esto lo denominamos:

  1. La Ciencia de Invocación y Evocación. Esta ciencia puede emplear y emplea los impulsos de los ignorantes y los anhelos superiores (aún incipientes) de las multitudes, expresados en forma invocadora; haciéndolo con el fin de eliminar la brecha existente en la conciencia entre la vida del hombre común, la vida de la personalidad integrada y la vida del alma. Mediante el empleo de la demanda invocadora (a menudo inaudible e inconsciente) los discípulos del mundo pueden enfocar, empleando y generando una energía suficientemente fuerte, como para efectuar un verdadero impacto y una impresión definida en los Seres y Vidas que se hallan en niveles más elevados que aquellos de los tres mundos. Este impacto evoca la reacción de estos Seres superiores y establece un intercambio espiritual e inteligente de gran valor, propiciando [i114] el estímulo y produciendo una acrecentada vítalización del normal, aunque generalmente lento, proceso evolutivo. Esto se ha agudizado en la actualidad y es una explicación de lo que está sucediendo en el mundo de los asuntos humanos. El estímulo esparcido es de naturaleza muy intensa. El clamor invocado desde la humanidad, no es sólo la demanda inaudible provocada por los trabajadores jerárquicos de todas partes, sino que también encuentra su expresión en todos los planes y proyectos, en las declaraciones de principios y en los numerosos grupos y organizaciones dedicados al mejoramiento del vivir humano.

     Ciertos conceptos fundamentales están contenidos en todos los aspectos de la Ciencia de Contacto, sin lo cual no tendría fundamento alguno realizar el esfuerzo para dominar esta ciencia. Procuren captar esto. Existen tres conceptos que siempre deben tenerse presentes: [e93]

  1. El cuerpo etérico planetario es el medio a través del cual las corrientes o impresiones mentales (no importa de qué fuentes proceden) deben pasar a fin de producir un impacto en el cerebro humano. Esto es fundamental. Este vehículo etérico hace posibles todas las relaciones, puesto que el cuerpo etérico individual es parte integrante del cuerpo vital del planeta, el cual es también el medio de toda reacción instintiva, tal como lo demuestra el animal cuando presiente el peligro. Cuanto más entretejido esté (si puedo emplear esta palabra) con el vehículo físico denso, más evidente será la reacción instintiva - el ejemplo dado se basa en millares de reacciones parecidas - y mayor será la sensibilidad, la aptitud para el contacto [i115] telepático y el reconocimiento de las impresiones superiores. También podría decirse que el cuerpo etérico de un discípulo o de una persona de edad avanzada puede ser manejado y tratado en tal forma que rechace gran parte de lo que pudiera hacer impacto, atravesarlo o utilizarlo como canal. Este entrenamiento es automático; se evidencia en la capacidad que tiene el mecanismo humano para eliminar todos los contactos e impresiones innecesarios, a los cuales se halla tan acostumbrado que ni siquiera registra aquello que considera indeseable o inútil. La razón de que el verdadero contacto telepático entre mentes no es muy común, se debe a que muy pocas personas piensan con claridad o con la energía requerida; no crean formas mentales verdaderas, precisas y poderosas, o si lo hacen no están correctamente dirigidas hacia el objetivo deseado. Cuando un hombre es discípulo y trata premeditadamente de dejarse impresionar por su alma, por el Maestro o por la Tríada espiritual, la tarea del agente impresor es relativamente sencilla; lo único que debe hacer es desarrollar la adecuada receptividad, más una inteligencia intuitiva que le permitirá interpretar correctamente y reconocer la fuente de comunicación o impresión.

     Esto nos lleva al segundo concepto básico:

  1. Sensibilidad a la impresión involucra la gestación de un aura magnético sobre la cual pueden actuar las impresiones más elevadas. Ya me ocupé de esto en la parte anterior. Se ha de recordar que la potencia del aura magnética, que envuelve a todos los seres humanos, se encuentra actualmente en cuatro [i116] zonas de sustancia, las cuales están cerca de los cuatro centros mayores. Cuando el individuo es manifiestamente inferior y predominantemente animal, la mayoría de [e94] las impresiones le llegarán automáticamente a través del centro sacro; tales impresiones (como bien pueden imaginarse) serán densas, pero no obstante dinámicas, y se relacionarán con todo lo que concierne a su ser físico, sus apetitos y bienestar o malestar físicos. Sin embargo, muy pocas personas, en proporción a los habitantes del planeta, emplean hoy el centro sacro como órgano principal de registro. El aura magnética (en este caso) es relativamente pequeña, todas sus tendencias son de naturaleza descendente y las impresiones (que no proceden de fuentes más elevadas que el hombre mismo) descienden a través del aura del centro sacro. La mayoría de estas impresiones son por lo tanto Instintivas y de escasa mentalidad; es evidente, sin embargo, que lo que es comprendido comúnmente como aspiración, no es lo que un verdadero aspirante considera como algo espiritual.

     El ser humano común, que todavía no piensa, actúa por medio de su cuerpo astral y, puesto que está polarizado en él, lo hace etérica y principalmente, por medio del plexo solar. Todas las impresiones entran en el aura vía la zona que circunda esa parte del vehículo etérico. El médium corriente actúa a través de este centro mayor, recibiendo impresiones y comunicaciones de entidades o formas astrales animadas que se encuentran en los espejismos creados por la humanidad.

     Recuerden que la verdadera aspiración es esencialmente un producto o reacción astral; todos los aspirantes, [i117] en las primeras etapas de su reorientación, actúan por medio del plexo solar, y concentran en forma gradual las energías inferiores antes de trasmutarlas y elevarlas al centro superior, el cardíaco. Hay discípulos que trabajan deliberadamente en el plano astral, obedeciendo las instrucciones del Maestro de su Ashrama, a fin de poder llegar a los neófitos y de esta manera impresionarlos con el conocimiento y la información sutil, necesarios para su progreso. Ningún Maestro trabaja de este modo, y debido a ello se ven obligados a servirse de Sus discípulos. Tales discípulos dirigen la impresión deseada a la zona del plexo solar del aura magnética. Esta aura tiene además otro punto de entrada en la región del centro laríngeo, utilizándolo como receptor de impresiones superiores. Dicho centro o zona de energía es, por lo general, utilizado y vitalmente activado por los hombres creadores del mundo, que necesariamente han debido establecer un contacto directo con el [e95] alma y, por lo tanto, se hallan abiertos a las ideas intuitivas, fuente de su trabajo creador. De acuerdo al éxito alcanzado en la producción creadora y a la belleza de su trabajo, así será la impresión que harán en otros. Es sorprendente que las nuevas y singulares formas del arte, que agradan a algunas personas y desagradan a otras, en su mayoría son creaciones del plexo solar, por lo tanto no son de orden verdaderamente elevado. En algunas de estas creaciones, mejor dicho, en muy pocas, está implicado el centro laríngeo.

     El aura magnética que circunda la cabeza es sensible a las impresiones superiores y el punto de entrada al centro coronario. No es necesario explayarme sobre esto, todo lo que he enseñado está relacionado [i118] con el despertar de este centro superior, antes de que el aspirante llegue a ser un miembro del reino de Dios. El centro ajna no está involucrado y permanecerá por muchos siglos siendo el agente de la impresión dirigida y no el objetivo de tales impresiones.

     Existe un pensamiento clave muy importante en las siguientes palabras:

  1. El Plan es la sustancia dinámica que provee el contenido de la fuente de abastecimiento, de donde el agente impresor puede extraer, y al cual ha de ser sensible el receptor de la impresión.

     Probablemente esta frase implica un serio reajuste en el modo de pensar de la mayoría de los estudiantes. El concepto del Plan como Sustancia, es probablemente nuevo para ellos y quizás para muchos. Sin embargo, deben esforzarse para captar este concepto. Permítaseme expresarlo de otra manera: El Plan constituye o está compuesto de la sustancia con la que los miembros de la jerarquía trabajan constantemente. Para una mayor claridad analizaré este concepto. Hago hincapié sobre ello porque es muy importante, pues está más allá de la comprensión humana y puede enmendar y revitalizar el total acercamiento al Plan y capacitarlos para trabajar en forma fresca y renovada:

  1. El Plan ES sustancia. Es esencialmente energía sustancial. Y energía es sustancia y nada más.

  2. La sustancia, el Plan, es dinámica por naturaleza, y está impregnada de la energía de la VOLUNTAD. [i119]

  3. El Plan constituye una reserva de sustancia energetizada, mantenida en solución por la VOLUNTAD de Sanat Kumara, [e96] que encarna Su propósito intangible (intangible para nosotros pero no para Él).

  4. Ésta es la Sustancia planetaria que deben extraer los "agentes impresores" - los Nirmanakayas, los Miembros de la Jerarquía y los discípulos activos del mundo, así como también los sensitivos espirituales de cierto grado.

  5. Los receptores de la impresión deseada deben llegar a ser sensibles a esta energía sustancial.

     Todo esto puede remontarse al Pensador originante, que trajo a la existencia nuestro mundo manifestado que, correlativamente a la Ley de Evolución y de acuerdo a ella está llevando a la fructificación el objetivo de Sus pensamientos. En sentido más amplio, constituye el mar de energías en el que "vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser", siendo el séptuple cuerpo del Logos planetario.

     Sin embargo, no estamos considerando aquí el Todo mayor, sino una zona específica y enfocada en la conciencia planetaria, la cual se encuentra a mitad de camino entre el plano superior, donde se halla la Cámara de Concilio del Gran Señor y los tres planos que forman el campo activo del trabajo jerárquico - los tres niveles de conciencia de la Tríada espiritual. Esta "zona enfocada" ha sido precipitada por los Agentes de la Voluntad divina; Ellos conocen el último propósito de Sanat Kumara, lo tienen siempre presente y lo ponen al alcance de los Maestros de Sabiduría, los cuales actúan como "Agentes impresores de la Voluntad de Sanat Kumara". Éstos son el Manu, el Cristo y el Mahachohan, el Señor de la Civilización.

     Se podría decir que los tres Budas de Actividad son los Agentes impresores más importantes, y que los tres Grandes [i120] Señores son los "Receptores de la impresión" en un nivel sumamente elevado, el nivel átmico de percepción, zona energetizada por la Voluntad divina.

     Al tratar el quinto Punto de Revelación *, dije que concernían al aspecto superior de la Voluntad - aquello que produce la síntesis superior, la síntesis final. El propósito planetario constituye la síntesis eventual del pensamiento inicial del Logos planetario, y a este pensamiento se le da el nombre, aparentemente sin sentido, de "GLORIA"; esto representa todo lo que se puede concebir acerca del propósito divino; para nosotros es el "resplandor de gloria". La mente humana en esta etapa, en tiempo y espacio, es incapaz de registrar un aspecto del Propósito; lo único que puede hacer [e97] es colaborar con los esfuerzos de la Jerarquía a fin de activar los acontecimientos que permitirán la manifestación del Propósito, el cual constituirá la revelación final para la última raza raíz humana, estando por lo tanto muy lejos de nuestra actual etapa de evolución.

     Haré una declaración que probablemente no aporte nada a la inteligencia del discípulo medio, pero puede constituir un pensamiento simiente fructífero para el iniciado que lea estas palabras:

     El Propósito de Sanat Kumara está siendo creado en la actualidad por la síntesis que la naturaleza de los últimos siete Senderos revela. Es adaptado en tiempo y espacio a la inteligencia humana, mediante el plan presentado, y - en la gloria de la culminación - el Plan realizado revelará el Propósito en los siete planos de evolución. Entonces la evolución, tal como ha sido formulada e impuesta por la Jerarquía, terminará y tendrá lugar una expansión dinámica mayor.

     Observarán que en todos los campos de la enseñanza se llega a una eventual combinación y fusión y, en [i121] cierta etapa de desarrollo de la conciencia, los innumerables aspectos de acercamiento espiritual quedan reducidos a unas pocas formas de percepción espiritual consciente. Lo mismo ocurre con los detalles del proceso evolutivo, con la formulación del Plan jerárquico y con el reconocimiento del Propósito. Prácticamente hablando (y esto es muy importante) se podría decir que la evolución controla la forma del Propósito; el Plan concierne al reconocimiento jerárquico del Propósito, mientras que éste es el Pensamiento sintético que afluye a la suprema conciencia del Señor del Mundo, a través de los siete Senderos que los Maestros perciben en una iniciación muy elevada.

     Las siete grandes energías fluyen a nuestro mundo manifestado a través de los siete Senderos; no son energías que provienen directamente de los Siete Rayos, porque conciernen a la conciencia en forma muy específica; son energías sustanciales de la expresión material y su origen encierra un gran misterio. Cuando ambas energías - energía material y energía de la conciencia - están unidas por el Propósito divino, constituyen el dualismo esencial de nuestra vida manifestada.

     Todo lo que podemos conocer de ese Propósito es el Plan jerárquico, y sólo los discípulos y los aspirantes avanzados pueden juzgar y reconocer. Este Plan se basa en el reconocimiento de la guía divina en el pasado, en el reconocimiento del progreso que va de ese pasado al presente, además del esfuerzo por llegar a ser sensible a la correcta emergencia de ese Plan - que encarna un aspecto del Propósito - en el futuro inmediato. El propósito está [e98] relacionado con el pasado, el presente y el futuro. Los Agentes del Plan son impresionados desde Shamballa, vía los Nirmanakayas; el proceso entonces se repite, y la humanidad avanzada se convierte en receptora, receptora sensible del Plan, tal como le ha sido trasmitido por los Agentes Impresores, los Maestros, que actúan a través del [i122] Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. Este grupo constituye la analogía inferior de los Nirmanakayas, receptores de la impresión proveniente de Shamballa. Por lo tanto, verán la belleza y la síntesis, la interdependencia y la interacción colaboradora que se manifiesta por intermedio de la cadena jerárquica, desde el Agente más elevado, hasta el más humilde receptor de la impresión divina.

     La energía es la clave de todo esto. Energía es sustancia, y la sustancia está cualificada por la VOLUNTAD dinámica divina. Hay mucho que aprender respecto a la Voluntad. Como energía dinámica, no es comprendida aún en su verdadero sentido, por el ser humano. La humanidad, por lo general, reconoce la Voluntad como una determinación fija; constituye, en realidad, el esfuerzo individual para impresionar la sustancia (personal o circundante) con su propia voluntad o con su bien intencionado esfuerzo, para acatar lo que ellos creen que es la Voluntad de Dios, hablando simbólicamente. Pero los hombres nada saben del proceso de trabajar con sustancia dinámica energetizada, pues ésta los impresiona y utiliza a medida que perciben el Plan y se ponen bajo la influencia de la Tríada espiritual. Los hombres son utilizados en vez de utilizar lo que está disponible para el desenvolvimiento del Plan - la energía dinámica de la Voluntad divina. Esta Voluntad dinámica no puede aprovecharse ni estar a disposición de los discípulos, que trabajan con el Plan hasta que el antakarana, en cierta medida, esté adecuadamente construido, aunque todavía no sea perfecto.

     Sin embargo, es de valor para el aspirante o discípulo, conocer la naturaleza de los Agentes que pueden localizar su aura magnética e impresionar en ella Su comprensión del Plan; dichos Agentes pueden ser discípulos aceptados o iniciados y Maestros; entonces el aspirante o discípulo hallará a aquellos con quienes podrá actuar personalmente como agente impresor. En consecuencia, debe estudiarse a sí mismo como receptor y también como agente, como factor receptor sensible, [i123] originador e impresor. Esto se podría considerar como un acercamiento científico a la vida espiritual, siendo de gran valor porque en la necesidad de servir está implícita la de recibir y, por lo tanto, se relaciona con la Invocación y Evocación. [e99]

     En nuestro siguiente tema fundamental, la naturaleza del cuerpo etérico, hallaremos nuevamente las relaciones superiores y la interdependencia de muchos factores afines. Esta interdependencia surge con mayor agudeza a medida que se progresa en el esquema de las analogías, lográndose oportunamente un punto de fusión.


* Discipulado en la Nueva Era, T. II, Tercera Parte


Castellano:
Inglés:

[ Anterior | Indice | Otros Libros | Siguiente ]

Esta obra está bajo una licencia de: Creative Commons License
Los Libros Azules
© 2010 — info@libros-azules.org