Discipulado en la Nueva Era II - Instrucción Grupal V
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INSTRUCCIÓN GRUPAL V |
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Mis hermanos de siempre: Estoy dando vueltas y vueltas a la idea de qué puedo decirles para que el trabajo de relación, identificación e iniciación grupales, llegue a ser una realidad sólida, activa y efectiva en sus mentes y en las de otros aspirantes y discípulos. Con gran fervor trato de que el tema o tópico sea real y vital, porque esencialmente es un nuevo concepto esotérico e idea germen, que deben captar muchos aspirantes del mundo. Al mismo tiempo el aspirante debe comprender que para él como individuo, mejor dicho, para ustedes como individuos y discípulos consagrados, no tienen importancia las ideas. Mientras la conciencia acentúe la realidad de la individualidad, la idea grupal no puede tomar forma como ideal grupal. Existe aún el sentido de separatividad, el cual fue laboriosamente desarrollado -de acuerdo a la ley evolutiva- desde el momento en que el alma decidió experimentar, adquirir experiencia y expresar la divinidad. El esfuerzo, la realidad emocional, la empresa materialista, todos de carácter separatista, constituyeron (si puedo expresarlo en forma tan desafortunada) las cosas espirituales esenciales que forzosamente preceden al esfuerzo y a la consciente relación grupales. [i95] Por lo tanto, el factor implicado es el definitivo "rompimiento con el pasado", y la entrada en un nuevo estado de percepción -fundamentalmente incluyente y no excluyente. Como bien saben, lo antedicho es una verdad muy familiar y primaria. Para la mayoría es una proposición mental. Ustedes esperan algún día lograr este sentido básico de inclusividad, característico de la Jerarquía. Actualmente no se sienten fusionados, unidos e incorporados en las auras mentales, astrales y etéricas, de quienes constituyen el grupo del cual saben que forman parte. Les pediría considerar detenidamente lo que acabo de decir. Por ejemplo ¿quisieran penetrar en la atmósfera mental de un compañero de grupo, o les agradaría que él penetrara en la de ustedes y conociera el contenido de su mente? Esto implica una prueba mayor, que algún día enfrentarán. Además ¿compartirían sus reacciones emocionales con un condiscípulo? ¿Les interesa las reacciones de él? Si les interesa, ¿por qué? Alguna vez ese interés recíproco deberá ser efectivo, y necesariamente implicará autosacrificio en ambas direcciones. ¿Quisieran, o consideran apropiado, que un colaborador sea influido por el cuerpo etérico de ustedes y, en consecuencia, por las energías que afluyen a través de dicho cuerpo? y ¿a su vez, que su energía afluyera a través de ustedes? Estas son algunas de las implicaciones del trabajo grupal y para ellas deben estar preparados. La comprensión de la [e91] inevitabilidad de dichos requisitos los conducirá oportunamente a un cuidadoso escrutinio de sus pensamientos, reacciones emocionales y energías, que ustedes dejan penetrar continuamente, porque (por primera vez en la historia de su alma) sienten la necesidad de proteger al hermano de los resultados que producen las reacciones de sus personalidades; en consecuencia, un servicio científicamente prestado reemplaza la hasta ahora actividad irreflexiva e indisciplinada. Señalaré que en ningún momento deben protegerse de las reacciones de la personalidad de un condiscípulo; acéptenlas, absórbanlas y así -al ocuparse de ellas- ayudan a liberar su vida y la propia. El tema de la interacción grupal es mucho más profundo y [i96] significativo de lo que sospechan o aprecian; podría sintetizarlo con palabras de San Pablo: "Ningún hombre vive por sí mismo". Sentir, pensar y absorber las numerosas energías incentivadas y activas, constituye un vasto proceso de incontables interrelaciones, y la mayoría de los aspirantes tienden a olvidarlo. Sugiero que durante el año venidero repasen sus instrucciones individuales y luego -en el trascurso del año- respondan a las seis preguntas que les formularé. El propósito de esta tarea (si así puedo llamarla) consiste en aclarar sus mentes respecto a los problemas, oportunidad y conocimiento latente, adquirido como resultado de haber trabajado durante años bajo mi tutela; las respuestas proporcionarán a los hermanos del grupo un sentido de relación, responsabilidad compartida, reconocimiento del acerbo y riqueza grupal (empleo otra vez palabras inadecuadas), y la comprensión de las posibilidades que fortalecerán grandemente a cada uno y a todos. Esto cerrará el ciclo de instrucciones. Si se valen de la oportunidad de la búsqueda personal coincidente con el período de posguerra, quizás descubran una repentina profundización espiritual y un fortalecimiento de sus vidas, contactos espirituales y relación grupal, y descubrirán además que ustedes mismos están en más estrecha armonía con el Ashrama, su programa y su poder, y que tienen la oportunidad de aprender en forma nueva y subjetiva, de lo cual nada debo decir hasta que ustedes lo hayan registrado. Así acrecentarán grandemente su utilidad para la humanidad, para el Ashrama y para mí. La Ciencia de la Impresión * es de suma importancia para el grupo. Ya ha pasado el momento de prestarles atención a ustedes y a sus individuales temperamentos, que deberá ser reemplazado por la actividad grupal, es decir, la actividad de este grupo particular de discípulos, en relación con mi Ashrama y con el servicio mundial. [e92] Quisiera que reflexionen algo más sobre el tema del séptimo punto, la exteriorización de los Ashramas de los Maestros, de modo que el contenido de mi siguiente instrucción tenga para ustedes mayor significado. Tomen los escritos y el primer tomo de El Discipulado en la [i97] Nueva Era y repasen rápidamente ambas fuentes de información, luego anoten:
Esta tarea no deberá llevarles mucho tiempo. Hermanos míos, soy espiritualmente ambicioso respecto a ustedes. Los reuní en mi grupo ashrámico y, por lo tanto, en mi aura, para vitalizarlos, instruirlos y protegerlos. Hacia ustedes va mi amor y mi deseo de que se unifiquen. ¿Quieren ayudarme en esta tarea? ¿Quieren acompañarme en este esfuerzo jerárquico, al que me he comprometido junto con los demás Maestros? Mucho pueden hacer mediante la palabra, la pluma y el ejemplo. Háganlo como un solo y humilde corazón y como una sola visión, a fin de ayudar a una humanidad profundamente absorbida y abrumada por el sufrimiento. Las seis preguntas están destinadas a resumir las instrucciones impartidas al grupo de discípulos afiliados, dadas en estos últimos años, y a convertirlas en algo personal y significativo en sus conciencias. Deben ser consideradas como que el alma las plantea al discípulo y señalan -si se aplican correcta y creadoramente- el fin de un ciclo preliminar y el comienzo de un nuevo ciclo de utilidad espiritual y renovado progreso y desarrollo. Antes de responder
a estas preguntas deberán considerarlas detenidamente y reflexionar
sobre ellas seriamente. Las respuestas impartirán la verdad
tal como la ve el discípulo, no a la luz de su ferviente deseo
y aspiración, y también las anotarán (para enfocar
esa verdad) sin tener en cuenta ni temer lo que puedan pensar los
demás miembros del grupo. En el Ashrama, hermanos míos,
se conoce al hombre tal cual es; para este claro conocimiento los
miembros del grupo (afiliado a mi Ashrama) deberán prepararse. [i98] Haré una sugerencia: Tenemos seis preguntas, es decir, una pregunta para considerar cada dos meses, durante el próximo año. Háganlo cuidadosamente, reflexionen sobre ellas e investíguenlas internamente, luego, al finalizar el segundo mes, respóndanlas. [e93] Pregunta 1. Al estudiar las instrucciones que
di sobre los cinco rayos condicionantes y al estudiarse a sí
mismos en conexión con la información dada:
Pregunta 2. Al mirar retrospectivamente los años en que han recibido instrucción ¿creen que han progresado definidamente en el sendero? Si es así ¿en qué basan esa creencia? De acuerdo a las circunstancias ¿creen que hubieran podido progresar más?, y si no lo hicieron, ¿cuál fue la razón o razones? Pregunta 3. Personalmente ¿en qué debería consistir su futuro trabajo respecto a
Pregunta 4. ¿Están satisfechos de la relación establecida con sus hermanos de grupo?
Las cuatro preguntas conciernen mayormente a la capacidad de vivir como alma en su pequeño mundo externo y se refieren principalmente a la expresión objetiva. Las dos preguntas que siguen conciernen a las relaciones subjetivas. [e94] Pregunta 5. ¿Qué actitud adoptan hacia su Maestro, Djwhal Khul, como resultado de los años de entrenamiento bajo Su instrucción?
Pregunta 6. ¿Qué parte están dispuestos a desempeñar en mis planes y en la tarea que les asignaron en mi Ashrama? Esta pregunta tiene que ver con el trabajo práctico, interno y externo:
Esta última pregunta atañe profundamente a la capacidad de reaccionar a mi impresión y a la del Ashrama. Quisiera que respondieran a ella, en lo posible, desde ese aspecto. Discípulos míos, entren en una relación más estrecha con mi Ashrama, del cual soy el punto focal; traten de obtener una mayor armonía con sus condiscípulos y conmigo. Soy quien dirige el trabajo. Es mi ferviente deseo que esta relación constituya la principal realización de cada uno en el próximo año.
Hermanos de larga data: En mi última instrucción les di muy poca enseñanza sobre el trabajo grupal, aunque en ella se enunciaron varias insinuaciones significativas, para que las captaran intuitivamente. Durante el trascurso de los años les impartí mucha enseñanza, pero al mirarlo [e95] retrospectivamente, fue inevitable darme cuenta de cuán poco se habían beneficiado con la enseñanza del trabajo grupal, aunque muchos de ustedes lo hicieron con mis instrucciones personales. De los primeros cincuenta aspirantes al discipulado, sólo quedan dieciséis. Creo que ustedes mismos serán los primeros en admitir que hay muy poca interacción grupal y a los pocos que permanecen firmes no los anima ninguna inquietud grupal. Algunos (como F.C.D., J.W.K-P., R.V.B., P.G.C., R.S,U, y R.S.W.) trabajan activamente con mis planes, aunque en realidad no son míos, sino la colaboración requerida para el esfuerzo jerárquico. Los demás [i101] están absorbidos por los procesos del vivir cotidiano, demasiado cansados para estar más activos de lo que están, condición de la personalidad que no puedo criticar. Deben recordar que este esfuerzo grupal que inicié, ayudado por los Maestros más avanzados y experimentados, de ninguna manera ha llegado a su fin; puede ser (y probablemente lo sea) para ustedes un experimento en esta vida particular, pero en la próxima quizás evoque en ustedes nuevas actitudes y profunda comprensión de lo que subjetivamente sucede. La falta de comprensión y reconocimiento de la oportunidad, dejaban perpleja a A.A.B. y me preocupaban a mí. Al igual que todo discípulo tuvo al principio que trabajar en la oscuridad; cuando comenzó a prestar servicio no había en su cerebro físico la menor idea de la existencia de los Maestros ni de la Jerarquía, pero continuó sirviendo muchos años hasta que, como recompensa, descubrió o debería decir recuperó, antiguos vínculos y conocimientos que aclararon su visión y posición respecto a la verdad. Ahora va lentamente prestando ese servicio que (dentro del Ashrama) permitirá a K. H. realizar una tarea más espiritual, en colaboración con el Cristo. A fin de entrenarse y de llevarlo a cabo, emprendió sola y sin mi ayuda la fundación y organización de la Escuela Arcana, que le proporcionó el entrenamiento y la experiencia necesaria y le permitió demostrar la calidad de la enseñanza y la psicología esotérica, tarea principal de cada ashrama y particularmente del ashrama de segundo rayo. A todos los que permanecieron firmes, aunque obligadamente inactivos, les pediré que, al trascurrir la vida y al acercarse el momento eventual e inevitable de abandonar el cuerpo, se aferren cada vez más al conocimiento que poseen de la Jerarquía y pasen al más allá totalmente consagrados al Plan jerárquico. Esto no es simplemente una sugerencia de mi parte, sino que trato de llamarles la atención sobre el concepto de la continuidad espiritual del conocimiento y de la actitud correctamente orientada. Entonces no se perderá tiempo y -si lo desean cada uno y todos- [e96] lograrán la verdadera continuidad de conciencia, pues es uno de los factores que servirá para mantener unido a este grupo de discípulos. [i102] Otras cosas debo decir, pues ésta es mi última instrucción sobre el tema del trabajo grupal. No es necesario decir mucho sobre ello, comenzando con algunas preguntas. ¿Piensan alguna vez, con agradecimiento, en quienes ya no trabajan con nosotros? Por ejemplo, ¿se acuerdan de D.A.O., de S.C.P., de W.B.D., de J.A.C., o de ese experto trabajador de la Jerarquía, L.D.N-C.? Puedo asegurarles que muy pocas veces los tienen en sus mentes. No obstante, son aún parte integrante de este grupo, que tuvo la tarea y responsabilidad de ser el primero (aunque de ninguna manera el único) en dar los pasos iniciales hacia la exteriorización de los Ashramas de la Jerarquía. Es muy importante y esencial que el aspirante espiritual reconozca que la Jerarquía es incapaz -regida por la ley de la libertad del alma humana- de actuar en el mundo de los hombres, si no existieran grupos representativos que pueden aminorar la cualidad jerárquica de la energía para que el hombre común (con su cualidad y vibración comunes) halle en sí mismo un punto de respuesta. Específicamente por esta razón dirigí este experimento de trabajar grupalmente con ustedes, a fin de probar la capacidad humana, en sus estratos más elevados, y de responder a esta cualidad mucho más elevada. No resultó como esperaba, pero debido a que ustedes pertenecen -desde nuestro punto de vista- a la misma generación espiritual, y a que la diferencia de edad no pasó de los veinticinco años (créanme, hermanos míos, que siempre olvido la edad en el plano físico), volverán juntos a continuar esta inevitable experiencia. Sin embargo, en el venidero ciclo de servicio no estarán, como en esta vida, asociados a A.A.B. y F.B., los cuales actuarán entonces en los Ashramas de sus propios Maestros, y también F.C.D. y R.S.U.. No supongan por lo antedicho que no habrá contactos e interacción mutuos al servir mundialmente, pues los habrá. Es total la unión de los Ashramas de acuerdo al Plan espiritual, y las relaciones entrelazadas se irán acrecentando. Ninguna de estas cuatro personas actuará en mi Ashrama y quiero que se preparen para ello. Sin embargo, recuerden [i103] que los karmas personales se establecieron basados en numerosas relaciones inesperadas, y este grupo posee el karma personal de más de cincuenta personas, y debe necesariamente ser así porque de otra manera sólo serían posibles unas pocas relaciones personales, algo muy difícil de que lo comprendan. [e97] Quiero evitar toda tendencia a considerar a un ashrama superior a otro. De los cuarenta y nueve ashramas que constituyen la Jerarquía en este período planetario, al algunos están en plena actividad, otros en proceso de formación y aún otros en estado embrionario, esperando que un iniciado adquiera la "capacidad de enfocarse" y que se esté preparando ahora para recibir la quinta iniciación. Esencial y potencialmente los Ashramas son todos iguales y su cualidad no es la rivalidad; difieren en su actividad planificada -actividad que es parte de otra actividad jerárquica, cuidadosamente formulada. Nunca olviden esto. La devoción de un discípulo hacia un Maestro no tiene para Él ni para Su grupo ashrámico ninguna importancia. La devoción, la predilección y la elección personales, no rigen la formación del grupo del Maestro. Las antiguas relaciones y la habilidad de manifestar determinados aspectos de la vida a la clamorosa humanidad y expresar definidamente la cualidad de rayo, determinan la ubicación jerárquica de los aspirantes en un Ashrama. Quizás éste sea un concepto nuevo para ustedes, razón por la cual A.A.B. nunca dijo que deberían concentrar su atención sobre algunos de los Maestros conocidos. Jamás ignoró que cada Ashrama central tiene asociados seis Ashramas, que firme y constantemente se organizan para satisfacer la necesidad planetaria. Observarán que no digo la "necesidad humana", porque las necesidades del planeta que la Jerarquía debe satisfacer abarcan mucho más que las del cuarto reino de la naturaleza. Reflexionen sobre estos conceptos. También sería benéfico considerar a los Ashramas de los Maestros como expresiones del tipo más elevado de grupos que actúan constructivamente, cuyo personal mantiene una total unidad de propósito y una plena consagración (sin reservas en lo que concierne al discípulo implicado) para llevar a cabo la inmediata empresa ashrámica. La [i104] posición del Maestro en el centro del grupo no tiene relación con el instructor en el centro de un grupo de educandos y devotos, tal como lo conocemos en esta era pisceana. Él constituye el centro porque, simplemente, a través de la cualidad de Su vibración, de las antiguas relaciones kármicas y de la demanda invocadora de los iniciados, discípulos y algunos aspirantes, los ha reunido para llevar a cabo los fines de Su empresa ashrámica; no los ha reunido para enseñarles ni para prepararlos para recibir la iniciación, como se ha enseñado hasta ahora. Los aspirantes y discípulos se preparan a sí mismos para los procesos iniciáticos, iniciándose en los misterios de la divinidad por la disciplina la meditación y el servicio. Deben recordar que el Maestro de un Ashrama puede, por ejemplo, atraer hacia sí a otros Maestros de Su mismo grado. Cinco Maestros trabajan conmigo en mi Ashrama. Sería de valor considerar los factores que mantienen [e98] unido un Ashrama y establecen su unidad. Los principales factores que ustedes pueden comprender son: 1. La capacidad más importante del Maestro de un Ashrama es adquirir el derecho de comunicarse directamente con el Concilio de Shamballa y saber directamente la inmediata tarea evolutiva que está llevando a cabo la Jerarquía. Los iniciados de Su ashrama no lo titulan Maestro, sino que lo reconocen como Custodio del Plan, basándose en Su capacidad para "enfrentar la Luz mayor que brilla en ShambaIla". El Plan proporciona la nota clave de las actividades de cualquier ashrama, en determinado momento y en un ciclo dado. 2. La unanimidad de propósito produce una relación subjetiva muy estrecha, y cada miembro del ashrama se ocupa de colaborar al máximo en la tarea que tiene entre manos. No tienen cabida las personalidades. Hace algunos años dije, como recordarán, que los vehículos de la personalidad nunca entran -simbólicamente hablando- en el ashrama, y esto significa que los vehículos sutiles de la personalidad deben forzosamente cumplir con las mismas reglas que el cuerpo físico -dejarlos afuera. Recuerden también que [i105] los ashramas están en el plano búdico o intuitivo. La comprensión conjunta y la unida adhesión a la deseada y ordenada técnica cíclica, une a los miembros de un ashrama en un todo sintético, por lo tanto no es posible la controversia ni la acentuación de las ideas individuales, porque ninguna cualidad vibratoria de la personalidad penetra en la periferia o aura de un ashrama. 3. La planificación y asignación
de las tareas vinculadas a la tarea entre manos, se llevan a cabo
por medio de una meditación ashrámica reflexiva, iniciada
por los Custodios del Plan. El Maestro de un Ashrama no ordena "hacer
esto o aquello", sino que, juntos, al unísono y en profunda
reflexión, van desarrollando los planes, y cada discípulo
e iniciado ve ocultamente dónde se lo necesita y dónde
-en determinado momento- debe aplicar su energía colaboradora.
Observen mis palabras. Sin embargo, los miembros del Ashrama no
se reúnen para meditar conjuntamente. Una de las cualidades
que se desarrollan por medio del contacto ashrámico, es la
capacidad de vivir dentro del campo de la percepción intuitiva
-campo o esfera de energía generada, que fue creado por el
propósito unido, la planificación combinada y la energía
concentrada de la Jerarquía. Constituye una analogía
(y sólo eso) comparar [e99]
este campo de energías reflectoras, reflexivas y reflejadas,
con el cerebro de un ser humano. El cerebro refleja los impactos
de la actividad telepática, de la percepción sensoria
y del conocimiento adquirido en los tres mundos; entonces se inicia
la reflexión relacionada con los procesos mentales sincronizados
con el cerebro; luego se comunica al mundo externo esas reflexiones.
La meditación reflexiva ashrámica es parte integrante
de la percepción en constante desarrollo, del discípulo-iniciado,
que a su vez es parte de toda la meditación reflexiva jerárquica,
basada en la inspiración (en sentido oculto) que proviene
de Shamballa. En cuanto un discípulo puede participar en
esta constante e ininterrumpida meditación o reflexión,
sin interrumpir el servicio que presta ni la línea de sus
pensamientos, se convierte en lo que se denomina "discípulo
que ya no saldrá". [i106] 4. Otro factor que produce unidad grupal y precisión sincronizada del trabajo, es la total ausencia de crítica en el ashrama, pues al no poseer la tendencia a criticar, no les interesan las vidas personales externas de los miembros que actúan en los tres mundos. La crítica observada entre los hombres es sencillamente la manera de acentuar el yo inferior y desviar la actitud hacia los aspectos materiales de la vida de la persona. Los miembros del ashrama poseen lógicamente clara visión, conocen mutuamente sus capacidades y limitaciones, por lo tanto, saben dónde pueden complementarse entre sí y crear y presentar juntos un equipo perfecto, a fin de servir mundialmente. 5. Mencionaré otro factor más de los muchos posibles: Los miembros de un Ashrama están todos en proceso de demostrar amor y razón pura y al mismo tiempo se enfocan en el aspecto Voluntad de la divinidad. Quizás este enunciado tenga actualmente poco significado para ustedes, pero fundamentalmente es un factor que crea el antakarana superior, une a la Jerarquía y a Shamballa y hace que sea de tanta importancia el propósito planetario. Estos factores principales
producen la unidad grupal, trayendo como resultado armonía
telepática y percepción intuitiva, pero son efectos
y no causas y producto del grado de unidad grupal alcanzado. Los grupos modernos (los grupos en gran parte constituyen todo campo de pensamiento y actividad) están generalmente compuestos por personas que poseen una idea básica, de la cual todos están de acuerdo y tratan de expresarla por medio de sus antagónicas personalidades y, frecuentemente, obedecen a algún líder o persona de mentalidad más poderosa que la de la mayoría, a fin de explotar y utilizar los métodos que consideran esenciales para el éxito. Por eso hay poca verdadera unidad, y a menudo la que existe se basa en la conveniencia o en los buenos modales. Sin embargo, se está formando en todas partes un nuevo tipo de grupos. ¿Se han dado cuenta (trato de hacerlos pensar y razonar) que un grupo compuesto de personas que pertenecen al mismo rayo y están en la misma etapa de evolución, sería relativamente fútil e inútil? Un grupo así carecería de dinamismo -dinamismo que se expresa cuando se unen y combinan las diversas cualidades de rayo. Cuando se dice que un Ashrama es de primero y segundo rayos -mencionando únicamente dos de los siete- es esencial recordar que aunque sus miembros poseen el mismo rayo básico del alma, quizás pertenezcan a alguno de los seis subrayos subsidiarios; además hay un constante traslado de personas a medida que realmente progresan de un rayo menor a otro mayor, o (por razones de servicio) pasan a otro subrayo de su propio rayo; esto es algo que con frecuencia se olvida. Sería conveniente comprender que un ashrama está compuesto de discípulos e iniciados de todos los grados. La interacción entre los distintos elementos enriquece el Ashrama y tiende inevitablemente a prestar un exitoso servicio en los tres mundos. Ansío que se mantenga unido el grupo con el cual emprendí un experimento oculto para la Jerarquía. Aquí no me refiero a los pocos que todavía están activos (¡ y quizás se vanaglorien por su firmeza!), sino también a los miembros inactivos y a quienes se retiraron voluntariamente, o los que forzosamente tuve que eliminar, además de los [i108] que actúan en el más allá. Le pedí a A.A.B. que enviara a cada uno la lista completa de quienes pertenecieron a los grupos primitivos y los que están o estuvieron en el grupo reorganizado. Se les remitirá los nombres sin comentarios ni [e101] direcciones. Les pido que un día de cada mes -el del plenilunio- nombren a cada uno de sus condiscípulos, les envíen luz y amor, para fortalecer la relación entre ustedes, lo cual creará también un cuerpo de energía -un cuerpo etérico- para el entero grupo subjetivo, y se integrarán más estrechamente en el trascurso del tiempo, atrayendo nuevamente a aquellos que se retiraron y fortaleciendo a los que desafortunadamente demostraron ser débiles. Este problema de la integración grupal y la sintetización del personal (si puedo emplear tal frase), presenta en la actualidad un gran problema para la Jerarquía. Como observarán, se fundamenta en la etapa de evolución alcanzada por la humanidad. Actualmente millones de personas -y esto quizás los sorprenda- alcanzaron una definida medida de permanente integración de la personalidad. Son personas, en el más pleno sentido de la palabra, aunque carezcan de todo contacto con el alma o deseen tal contacto, lo cual significa que son hombres y mujeres que dominan su propio escenario, medio ambiente o circunstancias; por lo tanto constituyen un problema en esta era cíclica preparatoria, porque se niegan -a menudo en forma inconsciente- a formar parte de un grupo; quieren siempre ocupar el lugar del dirigente. Esto atañe tanto a los aspirantes espirituales como a los verdaderos dirigentes y trabajadores grupales, en cualquier aspecto del pensamiento y procedimiento humanos. Por lo tanto, preguntamos: ¿Cómo es posible crear grupos extra ashrámicos con aspirantes y discípulos que sólo valoran la categoría espiritual, la fama y la posición elevada? No es posible. Lo único que podemos hacer es instruir a aspirantes sobre los conocidos requisitos grupales. Debemos también señalar los peligros del orgullo mental, detallarles las limitaciones de la personalidad y las dificultades del verdadero liderazgo espiritual y, luego, rogarles que se ocupen de sus propias cosas, no de las de los demás, y que sirvan a la raza humana, lo cual significa incidentalmente servir a la Jerarquía [i109] y demostrar su capacidad de trabajar en un Ashrama. La mayoría de los discípulos -en las primeras etapas- tienden a ser didactas; les agrada expresar con palabras su profunda comprensión de la verdad oculta y con ello establecer, en realidad, su superioridad sobre los estudiantes no esotéricos, y al hacerlo (también incidentalmente) establecen antagonismos con aquellos que hubieran podido de otra manera ayudarlos. Les gusta demostrar su familiaridad con los principios jerárquicos, pero, como aún no viven esos principios, obstaculizan más que ayudan y al mismo tiempo por medio del autodescubrimiento aprenden mucho. Creen que al expresar su conocimiento de los ínfimos y poco importantes detalles de las vidas y métodos [e102] de los Maestros, revelan haber alcanzado una etapa elevada de comprensión y desarrollo espiritual, lo cual no es así en manera alguna. En último análisis, indica un sentido superficial de los falsos valores, y el setenta por ciento de su información es errónea y sin importancia. Creo necesario acentuar la poca importancia de su pretendida información, porque el trabajo de los Maestros y su libertad de servir a la humanidad como lo han elegido, se ve grandemente obstaculizado por estas estúpidas formas mentales y por las ideas preconcebidas de los aspirantes bien intencionados. Los Maestros raras veces se parecen a las descripciones, imágenes e informaciones que tan frecuentemente hace circular el aspirante común. Toda esta cuestión de las habladurías y de la mala información oculta, rige la mayoría de los numerosos y pequeños grupos ocultistas. Hasta que no se formen grupos de discípulos y aspirantes avanzados, que posean el conocimiento que han comprobado por sí mismos, capaces de interpretar correctamente los hechos ocultos, y hasta que no estén dotados de esa rara virtud grupal de guardar silencio, no se logrará la deseada exteriorización de los ashramas. Quisiera que cavilen sobre estas cosas y se preparen para una apreciación mayor y más sólida y también que satisfagan más adecuadamente los requisitos jerárquicos, en la próxima encarnación. Ahora, hermanos míos y colaboradores, los dejo para que trabajen, sirvan y estudien; con esta última palabra quiero significarles que reflexionen y piensen. Les recomiendo que consideren (porque todavía no pueden pensar en forma realmente constructiva, sino sólo imaginariamente) [i110] el lugar que les corresponde en mi Ashrama, o la parte que desempeñan ante todo como individuos y como grupo en esta planificación, reajuste y alineamiento jerárquicos. Les pido ayuda para que el más nuevo de los ashramas desempeñe una parte de valor en el grupo de los ashramas, reunidos alrededor de quien fue mi Maestro, el Chohan K.H. Se ha ejercido mucha presión sobre ustedes este año, lo cual he visto y tomado nota; el grupo está mejor como grupo, que en años anteriores; he percibido la profundización de la devoción y la fortaleza de la convicción. Los fracasos, donde los hubo, no es necesario que se repitan, porque el amor grupal puede neutralizarlos; las flaquezas de la personalidad, errores y defectos, se pasan por alto y se olvidan en la urgencia de la necesidad humana y no penetran en el ashrama. Les pido que recuerden esto y con corazón humilde persistan en sus esfuerzos, amen a toda la humanidad y sigan su camino. [e103] Que el amor desempeñe la parte que les corresponde en sus vidas, en sus interrelaciones, como debe hacerse y se hace dentro de la Jerarquía; consideren al ashrama al cual están afiliados, como una Jerarquía en miniatura y modelen sus esfuerzos de acuerdo a lo que han aprendido acerca de la Jerarquía; consideren inútil todo lo que no sea productivo como servicio a la humanidad y que su actitud hacia todos los discípulos y a la Jerarquía sea cada vez más efectiva. El ciclo venidero es trascendental por las oportunidades que ofrece y quisiera que -como individuos y grupo- estuvieran a la altura de esa posibilidad. Posen sus ojos en la necesidad humana, posen su mano en la mía (si me permiten hablar en símbolos) y así juntos vayamos adelante hacia una mayor influencia y profunda utilidad. * Telepatía y el Vehículo
Etérico, págs. 38-45. |
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