1.
Alineamiento de los tres cuerpos inferiores.
2. Alineamiento con el cuerpo causal.
3. Método de alineamiento.
4. Alineamiento macro y microcósmico.
Domingo,
16 de mayo de 1923
[e15][i1]En el alineamiento de los tres vehículos o cuerpos físico,
emocional y mental inferior, dentro de la periferia causal, y su estabilización
allí, mediante un esfuerzo de la voluntad, comienza el verdadero trabajo
que el Ego o Yo superior puede realizar en cualquier encarnación.
Los grandes pensadores de la raza, los verdaderos exponentes de la
mente inferior son, fundamentalmente, aquellos cuyos tres cuerpos
inferiores están alineados, es decir, que el cuerpo mental mantiene
a los otros dos en un alineamiento circunspecto. El cuerpo mental
está entonces en comunicación directa con el cerebro físico, libre
de obstrucciones e interferencias.
Cuando el
alineamiento es cuádruple y los tres cuerpos mencionados se hallan
alineados con el cuerpo del Yo superior -el cuerpo causal o egoico-
y mantenidos firmemente dentro de su circunferencia, entonces puede
verse actuando a los grandes dirigentes de la raza -aquellos que emocional
e intelectualmente arrastran tras sí a la humanidad-, los escritores
inspirados y soñadores pueden concretar sus inspiraciones y sueños
y los pensadores abstractos y sintéticos [i2] trasmitir sus conceptos al mundo de la forma; ello se debe
a que se ha establecido un canal directo. Por lo tanto, estudien cuanto
puedan, a este respecto, y practiquen la coordinación física, luego
agreguen a ésta la estabilidad emocional, y así los dos vehículos
funcionarán como uno. Al extender la coordinación al cuerpo mental,
el triple hombre inferior alcanza su apoteosis, pasando por la mayor
parte de las transformaciones en el mundo de la forma.
Más adelante se obtiene la perfecta
coordinación con el Yo superior, canal directo de comunicación -o
conducto sin impedimento, si así puedo expresarlo- con la conciencia
del cerebro físico. Hasta ahora había sido directo sólo en muy raras
ocasiones.[e16] En el hombre cuya personalidad está altamente coordinada,
los cuatro centros cerebrales inferiores funcionan con elevada vibración;
Cuando el Ego está próximo a alinearse con los cuerpos inferiores,
la glándula pineal y el cuerpo pituitario están en proceso de desarrollo,
y cuando funcionan en forma correlativa (lo cual ocurre en la tercera
iniciación), entonces el tercer centro, o centro alta mayor, intensifica
su vibración, hasta entonces moderada. Al recibir la quinta iniciación
la interacción entre los tres centros se perfecciona, el alineamiento
de los cuerpos se rectifica geométricamente; tenemos así el perfecto
quíntuple superhombre.
En el hombre común, este alineamiento
se produce únicamente a intervalos -en momentos de tensión, cuando
los esfuerzos humanitarios son necesarios y en momentos de intensa
aspiración. Antes de que el Ego se aperciba constantemente de la personalidad
o yo inferior, debe haber alcanzado la abstracción, en mayor o menor
grado. Cuando esa abstracción involucra las emociones, está basada
en la mente y hace contacto con el cerebro físico, entonces comienza
el alineamiento.
[i3]
De allí la práctica de la meditación, pues tiende a la abstracción
y a despertar las emociones y la mente para adquirir conciencia abstracta.
Alineamiento y vibración.
Recuerdesé que todo es cuestión de materia
y vibración, en su mayor parte. Los niveles abstractos del plano mental
están formados por tres niveles superiores, denominándose al primero,
tercer subplano. Como ya he explicado, cada subplano está correlacionado
con los planos superiores correspondientes. Por lo tanto, una vez
que ha introducido en sus cuerpos -físico, emocional y mental- materia
del tercer subplano de cada plano, el Yo superior empieza a actuar
en forma más consciente y continua por medio de la personalidad alineada.
Quizás pudiéramos invertir la idea y decir que sólo cuando los vehículos
contienen cierta proporción (proporción que constituye un secreto
de la iniciación) de materia del tercer subplano, la personalidad
puede, como un todo consciente, reconocer y obedecer al Yo superior.
Obtenida esta proporción, entonces se ha de agregar materia de los
dos subplanos superiores a los planos físico y emocional. He aquí
la lucha del aspirante para purificar y disciplinar el cuerpo físico
y subyugar el emocional. Purificación y subyugación describen el trabajo
a realizar en los dos planos. Exige el empleo de la mente inferior
para que los tres vehículos inferiores lleguen a alinearse.
Entonces podrán empezar a sentirse las
vibraciones de los niveles abstractos. Es necesario recordar que esas
vibraciones llegan [e17] por
conducto del cuerpo causal -el vehículo del Yo superior-, y el cuerpo
causal del hombre común se encuentra en el tercer subplano del plano
mental. A este detalle no se lo tiene suficientemente en cuenta. Reflexionen
sobre ello. El verdadero pensamiento abstracto sólo es posible cuando
la personalidad, en [i4] reciproca vibración con
el Ego, se ha alineado suficientemente como para formar un canal casi
libre de obstrucciones. Luego, a intervalos, raros al principio pero
más frecuentes después, comenzarán a infiltrarse ideas abstractas,
que irán seguidas, a su debido tiempo, de destellos de verdadera iluminación
o intuición, provenientes de la Tríada espiritual, o del verdadero
triple Ego.
El acorde del Ego.
¿Qué quiero significar con el término
"vibración recíproca"? Quiero decir la adaptación de la
Personalidad o yo inferior al Ego o Yo superior; la preponderancia
del rayo del Ego sobre el rayo de la personalidad y la combinación
de sus tonos. Significa la mezcla de los colores primarios del Yo
superior con los matices secundarios del yo inferior, hasta obtener
la belleza. Al principio tenemos disonancia y desarmonía, el choque
de los colores y la lucha entre lo superior y lo inferior. Pero a
medida que transcurre el tiempo, con la ayuda del Maestro, se logra
la armonía del color y tono (pues son sinónimos), hasta que finalmente
se obtiene la nota fundamental de la materia, la tercera mayor de
la personalidad alineada y la quinta dominante del Ego, seguida por
el pleno acorde de la Mónada o Espíritu.
Durante el discipulado buscamos la dominante
del Ego; pero antes debe vibrar la tercera perfecta de la personalidad.
Durante varias encarnaciones hacemos vibrar los cambios en los tonos
intermedios, y a veces nuestras vidas vibran a un tono mayor o menor;
pero siempre tienden a adquirir mayor flexibilidad y belleza. A su
debido tiempo cada nota se ajusta a su acorde, el del espíritu; cada
acorde forma parte de una frase, frase o grupo al cual corresponde
el acorde, y la frase completa la séptima parte del todo. Las siete
partes completan entonces la sonata de nuestro sistema solar -parte
de la triple obra maestra del Logos o Dios, el Maestro Músico.
2 de junio de 1920.
[i5]
Alineamiento micro y macrocósmico.
Esta mañana me ocuparé nuevamente de
lo referente al alineamiento egoico para demostrar, de acuerdo a la
Ley de Correspondencia o Analogía, su aplicación universal. Está basado
en la geometría o en cifras y números.
[e18]
La meta de la evolución del hombre en los tres mundos -los planos
físico, emocional y mental- Consiste en alinear su triple personalidad
con el cuerpo egoico, hasta llegar a obtener la línea recta y el hombre
convertirse en el Uno. Cada vida que vive la personalidad es representada,
al término de la misma, por una figura geométrica, utilizando algunas
líneas del cubo y su expresión en un tipo de forma. Las formas de
las vidas primitivas son intrincadas, burdas y de contornos indefinidos;
las formas construidas por el hombre medianamente evolucionado, de
la actual generación, son de contornos definidos y precisos. Pero
cuando entra en el sendero del discipulado, la meta consiste en fusionar
todas las líneas en una sola, lo cual se realiza gradualmente. Maestro
es aquel que ha fusionado las líneas del quíntuple desenvolvimiento,
primero en tres y después en una. La estrella de seis puntas se trasforma
en la estrella de cinco puntas; el cubo se trasforma en el triángulo
y el triángulo en el Uno; mientras que el Uno (al fin del gran ciclo)
se convierte en el punto dentro del círculo de manifestación.
De allí el esfuerzo para enseñar
a todos los aspirantes la simplicidad, basada en una trinidad de verdades
fundamentales, e inculcar la centralización.
Cada vida tiende a adquirir una mayor
estabilidad, pero rara [i6] vez se encuentra la triple personalidad alineada (sí así puedo
decirlo) con la conciencia causal. Esto ocurre momentáneamente (en
caso de elevada aspiración y para fines altruistas) en que lo superior
y lo inferior forman una línea recta. Comúnmente, el cuerpo emocional,
debido a la violenta vibración y emoción o a alguna inquietud fluctuante,
está constantemente fuera de alineamiento. Cuando el cuerpo emocional
está momentáneamente alineado, el mental actúa como una obstrucción,
impidiendo que la influencia de lo superior descienda a lo inferior,
a fin de llegar al cerebro físico. Son necesarias muchas vidas de
paciente esfuerzo antes de poder aquietar el cuerpo emocional y construir
un cuerpo mental que actúe como filtro y no como impedimento. Después
de haber obtenido esto hasta cierto punto, cuando el cuerpo emocional
se ha estabilizado y llega a ser un reflector puro y cuando el cuerpo
mental actúa como placa sensible, capaz de discernir y explicar inteligentemente
la verdad superior, aún entonces son necesarias gran disciplina y
muchas vidas de esfuerzo para poder alinearse ambos al mismo tiempo.
Una vez conseguido esto, debe adquirirse el control del cerebro físico
y su alineamiento final, a fin de que actúe como receptor directo
y transmisor de la enseñanza impartida y que refleje fielmente la
conciencia superior.
Por lo tanto ¿dónde se halla, la correspondencia
macrocósmica? ¿Dónde está la analogía en el sistema solar? Daré una
indicación.
[e19]
El alineamiento Logoïco divino se produce cuando existe el
alineamiento directo y recíproco con ciertos planetas y con el Sol
y durante el proceso de evolución del sistema. Reflexionen sobre esto;
pero quiero hacer una advertencia. No traten de formular hipótesis
sobre el alineamiento, basándolas en los planetas físicos. La verdad
no reside allí. Únicamente tres de los planetas físicos (y los tres
en materia etérica) entran en el alineamiento final que señala la
[i7] adquisición
por parte del Logos, de una conciencia logoica cósmica, que constituye
Su meta. De esos tres planetas, la Tierra no es uno de ellos, pero
Venus ocupa el lugar correspondiente al átomo emocional permanente.
El alineamiento puede aún extenderse
más allá: en el alineamiento de nuestro sistema solar con el sistema
de Sirio subyace una meta aún más remota; es un acontecimiento muy
distante, pero encierra el secreto del ciclo mayor.
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