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LA INFLUENCIA DE LOS RAYOS EN LA ACTUALIDAD | |||
Primero:
La fuerza más evidente y poderosa del mundo es hoy la de primer Rayo
de Voluntad y Poder. Actúa de dos maneras: 1.
Como voluntad de Dios en los asuntos mundiales, que, siempre es la
voluntad al bien. Si se estudia inteligentemente la historia humana, se
observará que se ha venido produciendo constantemente una progresión rítmica
y regular hacia la unidad y la síntesis, en todos los sectores de los
asuntos humanos. Tal unidad en la multiplicidad, constituye el Plan
Eterno ‑unidad de conciencia, multiplicidad de formas. 2.
Como elemento destructivo en los asuntos mundiales. Se refiere al
empleo por el hombre, de esta fuerza volitiva, la cual raras veces es la
voluntad al bien en expresión activa, sino algo que conduce a la propia
afirmación (del individuo o de la nación) y a la guerra con sus
corolarios ‑separación, diplomacia egoísta, odio y armamentos,
enfermedad y muerte. Esta
fuerza afluye al mundo desde el principal centro mundial, Shamballa.
Muy poco se sabe sobre Shamballa. Mucho más sabrán a medida que
estudien este texto y observen cómo los [e14]
acontecimientos mundiales toman forma ante sus ojos, de acuerdo [i13]
a mi predicción (tal como la presento a la limitada visión de ustedes) y
a las evidentes posibilidades, las cuales son lógicamente los análogos
y obvios efectos de las causas predisponentes. Sólo
dos veces en la historia del género humano ha aparecido esta energía de
Shamballa, y su presencia se hizo sentir por los enormes cambios
producidos: 1.
Cuando ocurrió la primera gran crisis humana en la época de la
individualización del hombre en la antigua Lemuria. 2.
En la época de la gran lucha en el período atlante, entre "los Señores
de la Luz y los Señores de la Expresión Material". Esta
energía divina poco conocida, afluye del Centro Sagrado. Personifica en
sí la energía que subyace en la crisis mundial del momento. La
Voluntad de Dios es producir ciertos cambios radicales y trascendentales
en la conciencia de la raza, que alterarán completamente la actitud del
hombre hacia la vida y su captación espiritual, esotérica y subjetiva,
de las esencialidades del vivir. Esta fuerza traerá (conjuntamente con la
fuerza de segundo rayo) esa tremenda crisis ‑inminente en la
conciencia humana- denominada
segunda crisis, la iniciación de la raza en el Misterio de las Edades,
misterio que ha permanecido oculto desde el principio. La
primera crisis, según se ha dicho, fue la de la individualización,
donde el hombre se trasformó en un alma viviente. La segunda, es la
inmediata iniciación racial, hecha posible (si sólo lo creyeran) debido
a las muchas iniciaciones individuales por las que pasaron últimamente
esos miembros de la familia humana que tuvieron visión y decidieron pagar
el precio exigido. [i14] Esta particular y poco frecuente energía de
rayo, se expresa de dos modos. Quizás sería más correcto decir, de dos
maneras reconocibles para el hombre, porque debe recordarse que estas
fuerzas de rayo se expresan tan poderosamente en los demás reinos de la
naturaleza como en el humano. Por ejemplo, una fase del aspecto destructor
de la fuerza de primer rayo ha sido la destrucción científica y
organizada de las formas del reino animal. Constituye la fuerza
destructora tal como la manipula el hombre. Otra fase de la misma fuerza
(que puede apreciarse en forma sutil y poderosa, en relación con el
desarrollo de la conciencia) puede observarse en el efecto que los seres
humanos producen en los animales domésticos, apresurando su evolución y
estimulándolos para desarrollar actividades instintivas avanzadas.
Menciono estas dos fases del efecto producido por la energía de primer
rayo [e15] en el reino animal, a título
ilustrativo, tal cual se expresa por medio de la actividad humana. Los
diversos modos en que la humanidad misma es afectada por esta energía de
rayo, cuando se expresa en forma dual, produciendo un doble resultado,
son: 1.
En esta época van surgiendo en el escenario de la actividad
mundial ciertas poderosas y dominantes personalidades de primer rayo, que
están en contacto directo con ésta fuerza de Shamballa, siendo sensibles
al impacto de la energía volitiva de la Deidad. De acuerdo a su tipo de
personalidad y a su etapa de evolución, así será su reacción a esta
fuerza y su consiguiente utilidad para el Señor del Mundo, a medida que
desarrolla sus planes de desenvolvimiento mundial. La energía de la
voluntad de Dios actúa a través de esas personalidades aunque aminorada,
siendo con frecuencia mal aplicada y empleada, debido a las diferentes y
limitadas personalidades, y a la insatisfactoria interpretación dada por
su conciencia no desarrollada. Estas personas se encuentran en todos los
[i15] sectores de los asuntos
humanos. Son los individuos dominadores y los dictadores, en cada
aspecto del vivir humano: político, social, religioso y educativo.
Nadie puede decir (hasta trascurrido un siglo por lo menos) si su
influencia y esfuerzos han sido buenos o malos. Cuando infringen
flagrantemente la Ley del Amor su influencia puede ser poderosa, aunque
indeseable y pasajera, por lo menos en lo que concierne a esa fase de sus
actividades. Cuando satisfacen las emergencias y las necesidades humanas y
trabajan para restablecer y preservar básicamente la "unidad de síntesis",
su influencia es benéfica y constructiva. Quisiera
puntualizar aquí que el verdadero amor grupal nunca se expresa como
odio hacia el individuo. Ello podrá constituir la detención de las
actividades o empresas individuales, cuando se considera deseable para
bien de la totalidad, y se estima perjudicial para el bien del grupo lo
que se está realizando. Pero dicha detención no será destructiva, sino
educativa y progresiva en sus resultados. La
verdadera personalidad de primer rayo que actúa en respuesta a esta
influencia de Shamballa, tendrá profundamente arraigado en su conciencia
y corazón el ultérrimo bien del grupo; pensará en términos del
todo y no de la parte. Esto es lo que tratará de plasmar en la conciencia
racial. Quizás lo lleve a veces a ser despiadado y cruel, si la
personalidad del individuo no está aún controlada por el impulso del
alma. Con frecuencia pueden [e16]
observarse tales casos. Un ejemplo lo encontramos en la historia de los
judíos, en el Antiguo Testamento. Leemos que cuando el primer rayo
controlaba y pasaba por uno de sus raros ciclos de actividad, masacraban y
asesinaban a punta de espada a todos sus [i16]
enemigos, mujeres, hombres y niños. La espada ha sido siempre el símbolo
de la fuerza del primer rayo, así como la pluma tiene la influencia del
segundo. Deseo
recordarles que empleo la palabra "energía" para referirme a
la expresión espiritual de cualquier rayo, y el término
"fuerza" para indicar el empleo que hace el hombre de la energía
espiritual cuando trata de usarla y generalmente, como hasta ahora,
aplicarla mal. Quisiera señalar que Ataturk, el dictador turco, dentro de
ciertas limitaciones de su personalidad, relativamente insignificantes,
empleó bien la energía de primer rayo, y únicamente el testimonio de
los futuros anales históricos indicarán plenamente cuán sabia,
sensata y desinteresadamente, utilizó este tipo de fuerza para lograr los
objetivos de primer rayo. Resulta conveniente señalar aquí que tales
exponentes de la fuerza de primer rayo son con frecuencia odiados y poco
comprendidos. Pueden emplear mal la energía disponible y a menudo lo
hacen, pero también la utilizan constructivamente dentro de los límites
deseados del plan inmediato. Además quisiera dejar sentado que el destino
de un discípulo de primer rayo, es duro y difícil. Hay discípulos de
Shamballa como los hay de la Jerarquía, y este hecho hasta ahora no ha
sido reconocido ni mencionado en los escritos actuales sobre temas esotéricos,
siendo inteligente y valioso recordarlo. Estos discípulos de Shamballa
son poderosos, testarudos y a menudo crueles; imponen su voluntad y sus
deseos, cometen errores, pero no obstante, son verdaderos discípulos de
Shamballa y cumplen la Voluntad de Dios, así como los discípulos y
Maestros de la Jerarquía cumplen el Amor de Dios. Quizás
estas palabras sean duras para algunos, pero no reconocer esta verdad ni
responder a ella, de ningún modo afecta la cuestión. Simplemente hará más
duro su destino y dificultades individuales. [i17] También quisiera recordarles que el empleo de
la energía de primer rayo significa inevitablemente destrucción en las
primeras etapas, pero fusión y mezcla en los resultados posteriores y
finales. Si se estudian desde este ángulo las naciones del mundo actual,
se observará que la energía shambállica de la voluntad actúa
poderosamente por medio de ciertas grandes y destacadas personalidades. El
Señor de Shamballa, en esta época de urgencia, por amor al aspecto
vida y por comprensión al Plan, así como también por amor a la
humanidad, envía continuamente esta [e17]
energía dinámica. Destruye la forma y acarrea la muerte de esas
formas materiales y de los grupos organizados que coartan la libre
expresión de la vida de Dios, porque niegan la nueva cultura, haciendo
estériles las simientes de la civilización futura. Debido
a este despliegue de energía, la humanidad irreflexiva se sobrecoge de
temor y desagrado. Cuando los seres humanos manifiestan odios personales
y autovoluntad, emplean frecuentemente esta energía para sus propios
fines egoístas. Si los seres humanos, aún los mejores, no fueran tan
subdesarrollados ni tan superficiales en sus razonamientos y visiones,
podrían penetrar detrás de lo que acontece en los países clave del
mundo y verían el surgimiento gradual de nuevas y mejores condiciones y
la desaparición de las apreciadas, aunque lentamente decadentes formas.
No obstante, la energía de Shamballa, es tan nueva y extraña que a los
humanos les resulta difícil conocerla por lo que es: la demostración de
la Voluntad de Dios en una nueva y potente vivencia. 2. La
segunda manera en que este dominante impulso de la voluntad se hace
sentir, es por la voz de las masas del mundo entero, impulso que se
expresa por medio del sonido, como la conciencia o el amor
se expresan mediante la luz. El sonido de las naciones ha sido oído como
un sonido masivo, por primera [i18]
vez. Esa voz expresa hoy en forma inconfundible los valores que
personifican el mejoramiento humano; ella demanda paz y comprensión
entre los hombres, y se niega ‑y constantemente se negará‑ a
que sucedan ciertas cosas drásticas. Esta "voz del pueblo",
que en realidad es la voz de la opinión pública, por primera vez y
aunque no sea reconocido el hecho, es determinada por la Voluntad de Dios. Segundo:
La otra gran energía que está contribuyendo poderosamente a la actual
situación mundial es la de segundo Rayo de Amor‑Sabiduría, el
rayo de Cristo. Esta energía se vierte en el mundo por medio del
segundo gran centro planetario llamado la Jerarquía. La energía
concentrada en dicho centro y manipulada por los Maestros y los
iniciados, está haciendo uno de sus cíclicos impactos sobre la Tierra y
‑como lo expliqué en Tratado sobre los Siete Rayos, Tomo
II‑ está también efectuando uno de sus importantes Acercamientos cíclicos
a la humanidad, La
energía que fluye mediante la Jerarquía, actualmente ‑la energía
del amor‑ trata de mezclarse con la que fluye de Shamballa, y es
necesario aplicarla en la forma deseada. El problema de la Jerarquía en
esta época es producir una sabia y adecuada fusión de las energías
shambállica y jerárquica, para atemperar [e18]
así la destrucción y provocar el afloramiento del espíritu constructivo,
poniendo en acción las fuerzas de construcción y rehabilitación de la
energía de segundo rayo. La energía de Shamballa prepara el camino para
la energía proveniente de la Jerarquía. Siempre ha sido así desde el
comienzo de los tiempos, aunque los ciclos de la Jerarquía, relativamente
frecuentes, no han coincidido con los de Shamballa, que son poco
frecuentes y raros. A medida que el tiempo avanza, el impacto de la fuerza
de Shamballa será más continuo, porque los hombres habrán
desarrollado [i19] el poder de
hacerle frente y resistirlo. Hasta ahora ha sido demasiado peligroso
aplicar esta energía al género humano, porque los resultados fueron
destructivos, excepto en la primera gran crisis lemuriana. Su acción ha
quedado por lo tanto limitada casi totalmente a la Jerarquía, cuyos
miembros están equipados para manejarla y asimilarla correctamente y
también emplearla en beneficio de la humanidad. Actualmente
se está intentando el experimento de permitir al hombre recibir esta
energía y su impacto, libres de toda mediación de la Jerarquía. Quizás
el esfuerzo sea prematuro y abortivo, pero todavía la cuestión no ha
sido determinada y el Señor de Shamballa y quienes Lo asisten, más la
ayuda de los observadores Miembros de la Jerarquía, no se han
desalentado por los resultados iniciales. La humanidad va respondiendo
inesperadamente bien. Se ha logrado un gran éxito en esta línea, pero
los resultados no aparecen claros a los seres humanos inteligentes, porque
no ven otra cosa que el aspecto destructivo y la desaparición de las
formas, a las cuales han entregado sus emociones, deseos y percepciones
mentales. Hasta ahora no han podido ver la evidencia irrefutable de la
actividad constructiva y del verdadero trabajo creador. El templo de la
humanidad de la nueva era se está erigiendo rápidamente, pero sus
lineamientos no pueden verse, porque los hombres se ocupan únicamente de
su egoísta punto de vista individual o nacional, y de sus instintos e
impulsos personales o nacionales. Quisiera llamar la atención de que la
vida instintiva de las naciones es algo que debe estudiarse científicamente
y constituye una fase que conduce inevitablemente a la vida individualista
de las naciones, algo de mucho interés inmediato. No
obstante se construyen nuevas formas, y las potencias de Shamballa, además
de la guía jerárquica, trabajan para fines definidamente planificados
que se realizan en forma favorable. La [i20]
potencia de amor‑sabiduría, trasmitida por la Jerarquía, está
actuando sobre la humanidad moderna en forma más íntima y estrecha que
nunca. Quienes dirigen a la Jerarquía tratan de evocar [e19] una respuesta inteligente de los hombres, siendo un indicio de
que son conscientes de lo que acontece. Gran parte de la respuesta
a la actividad de Shamballa se caracteriza por el terror y el temor, por
la sensibilidad y las reacciones penosamente desarrolladas hacia las
fuerzas del odio y la separación. Sólo unos pocos, aquí y allá, captan
realmente la visión del futuro y comprenden lo que sucede, contemplando
en toda su belleza el emergente plan. Con estos pocos, los Miembros de la
Jerarquía pueden trabajar, pues (aunque carezcan de comprensión) no
manifiestan hacia los demás mala voluntad u odio. El amor es el gran
unificador e intérprete. Esta
energía del amor está concentrada principalmente (para los fines de la
actividad jerárquica) en el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. Este
grupo ha sido elegido por la Jerarquía como Su principal canal de expresión;
está compuesto por todos los discípulos del mundo y los iniciados
activos; extrae sus representantes de cada grupo de idealistas y
servidores y de todo grupo de personas que expresan el pensamiento humano,
especialmente en lo que respecta al mejoramiento y elevación humanos. A
través de ellos puede expresarse la potencia de amor‑sabiduría.
Con frecuencia dichas personas son incomprendidas, porque el amor que
expresan difiere ampliamente del interés personal, sentimental y
afectivo, del trabajador común. Los miembros del nuevo grupo de
servidores del mundo se ocupan principalmente de los intereses y del
bien de todo el grupo al que están asociados, pero no de los mezquinos
intereses del individuo preocupado en sus pequeños problemas y asuntos.
Esto expone al servidor a ser criticado por los individuos, y debe
aprender a soportarlo y no prestarle atención. El amor grupal verdadero
es de mayor importancia [i21] que
las relaciones personales, por más que se satisfagan cuando surge la
necesidad (obsérvese que digo necesidad). Los discípulos
aprenden a captar la necesidad del amor grupal y a corregir su conducta de
acuerdo al bien del grupo, pero no le es fácil al individuo interesado en
sí mismo captar esta diferencia. Por medio de los discípulos que han
aprendido a diferenciar entre los intereses
mezquinos del individuo más su propio interés y las necesidades y
urgencias del trabajo y amor grupales, la Jerarquía puede actuar y
realizar los cambios mundiales necesarios, siendo principalmente cambios
de conciencia. Me he ocupado de estos puntos algo detalladamente; lo
sustancial que hay en ellos ha sido, sin embargo, incorporado en folletos
publicados en los últimos años. Tercero:
la principal energía que trataremos aquí es la de la actividad
inteligente ‑la potencia de tercer rayo, expresada mediante el
tercer gran centro mayor del planeta, denominado Humanidad. [e20]
Este centro mundial debería, amorosa e inteligentemente, evocar
respuesta del impulso de Shamballa, aminorado por la Jerarquía. Esto,
como ya he dicho, está ocurriendo rápida y satisfactoriamente, produciéndose
un efecto mundial definido, y el nuevo grupo de servidores del mundo ha
colaborado mucho en ello. Sus miembros han interpretado, explicado y
ayudado al proceso de evocar el amor latente en los seres humanos que,
en sus iniciales y amorfas etapas, existe como buena voluntad incipiente. Les
llamo la atención sobre esto porque es la idea motivadora subyacente detrás
de todo el trabajo que han sido llamados a realizar. Por, eso sugiero
que traten de ver las tres ideologías principales de las cuales deberán
por fuerza ocuparse, en términos de tres esfuerzos que emanan de los tres
centros principales planetarios en la actualidad: Shamballa, la Jerarquía
y la Humanidad. [i22] Tendrán así
un punto de vista más sintético y un conocimiento más profundo del
cuadro mundial, que va surgiendo lentamente. ¿No
sería posible que las ideologías a que nos hemos referido, sean la
respuesta ‑distorsionada y sin embargo constituyendo una reacción
sensitiva, determinada y definida‑
a las energías que actúan sobre la humanidad desde los dos
grandes centros superiores? Sugeriría que la ideología contenida en la
visión de los estados totalitarios es una errónea pero bien definida
respuesta a la influencia volitiva de Shamballa; que la ideología tras el
ideal democrático constituye una respuesta, similar a la universalidad
que el amor de la Jerarquía impele a expresar, y que el comunismo
es de origen humano, encarnando esa ideología que la humanidad ha
formulado por propio derecho. De este modo los tres aspectos de la
naturaleza de Dios empiezan a tomar forma como tres ideas importantes, y
lo que vemos en el planeta ahora, son las reacciones distorsionadas de la
humanidad a los impulsos espirituales que emanan de tres distintos
centros, pero que son igualmente divinos en su esencia y esencial
naturaleza. Medítese sobre
esto. He
llevado a la atención de ustedes y he tratado estas modernas y básicas
corrientes del pensamiento, porque la potencia de su idealismo afecta a
toda persona que en este planeta es capaz de pensar. Nadie es inmune a sus
efectos; cada uno se inclina a un lado u otro; lucha furiosamente por lo
que le atrae, bajo el rótulo de lo que se llama "adhesión a un
principio". Sin embargo, la mayoría de ustedes se sienten mucho más
afectados por los métodos empleados para materializar las ideas y por
la calidad de sus exponentes, que por las ideas mismas, que difícilmente
podrían [e21] definir si así se
lo pidieran. Se sienten afectados por el impacto hecho sobre el cuerpo
emocional (no la mente) después que esos divinos impulsos se han
infiltrado en el centro humano y a través de éste, desde los centros
shambállico y jerárquico, siendo [i23]
captados y aplicados a condiciones específicas nacionales, raciales y
políticas; muy poco los afecta el idealismo puro que originó esas ideas
y que subyace como impulso motivador (aunque no reconocido). Tampoco
pueden aún captar u observar esas grandes tendencias mentales como lo
hace la Jerarquía. He aquí su confusión y dificultad. Si
consideramos estos tres grandes centros planetarios y su interrelación,
en forma de cuadro sinóptico, aclararemos mejor el tema:
II. LA JERARQUÍA..............Amor-Sabiduría...........Centro cardíaco
III. LA HUMANIDAD.............Inteligencia Activa.......Centro laríngeo Los
tres centros están íntimamente relacionados y en su totalidad deben ser
considerados como expresiones de la vivencia divina, como la personificación
de tres grandes etapas en el desarrollo del plan de Dios y como que
constituyen los tres centros principales en el cuerpo de "Aquel en
quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser". Quienes han
estudiado como lo han hecho ustedes, pueden, si lo desean, relacionar
estos tres centros con los tres sistemas solares a que se hace referencia
en el libro Tratado sobre Fuego Cósmico: 1.
En el primer sistema solar fue preparado el centro llamado [i24]
Humanidad y vino a la manifestación el principio
inteligencia. 2.
En el segundo sistema solar hizo su aparición la Jerarquía de
amor, que eventualmente alcanzó su total manifestación en el plano físico,
permitiendo así percibir el Amor de Dios. [e22]
3. En el próximo sistema solar el centro que hoy llamamos Shamballa
manifestará (inteligentemente y por medio del amor) el aspecto voluntad
de la Deidad. Sin embargo, sólo en este segundo sistema solar, los
tres centros, expresando los tres aspectos divinos, se unen simultáneamente
en diversas etapas de vivencia. Es interesante observar que únicamente
por mediación de los seres humanos pueden entrar en actividad verdaderamente
funcionante los centros antedichos. Por
lo tanto poco se sabe referente a Shamballa, excepto los Miembros de la
Jerarquía, para quienes dicho centro constituye la meta, del mismo modo
que la Jerarquía es actualmente la meta para la humanidad. Shamballa es
el centro rector de la Jerarquía. Poco se sabe realmente sobre la
voluntad de Dios, a excepción de lo que conocen Aquellos cuya función es
interpretar y expresar esa voluntad por medio del amor aplicado con
inteligencia. Ellos conocen cuál es el propósito inmediato, siendo Su
principal tarea lograr que esa voluntad se manifieste. Tenemos,
por lo tanto, tres grandes centros de los cuales emanan tres tipos de
energía, que están adquiriendo la forma de las tres ideologías que
rigen la conciencia de la raza. Las antiguas ideologías todavía
persisten; aunque hay en todas partes escuelas subsidiarias de
pensamiento, abundan las interpretaciones distorsionadas y
tergiversaciones de la realidad; en todas partes dichas energías actúan
sobre el peso muerto de los pueblos (las masas ignorantes), y los hombres
se convierten en víctimas de los exponentes de las ideologías
‑pasadas, presentes y futuras. [i25] No olvidemos que detrás de todo eso permanece
Aquel a Quien llamamos el Señor del Mundo. Cuando se hayan hecho todos
estos experimentos momentáneos y la conciencia de la humanidad haya
sido conducida de una etapa de comprensión a otra y de una interrelación
reconocida a otra, el reino de Dios se establecerá en la Tierra y el
Regente de la Tierra podrá actuar a través de la Jerarquía para obtener
de la naturaleza (de la cual la humanidad forma parte) esa respuesta sintética,
creadora y viviente, que permitirá a cada reino revelar plenamente la
gloria de Dios. Shamballa actuará por medio de la Jerarquía, que a su
vez llegará a los distintos reinos de la naturaleza por medio de la
humanidad, iniciando así su preordenada y destinada función. Todo lo que
ocurre ahora es para lograr esto. El momento de la fructificación está
relativamente lejos, pero entretanto la humanidad está experimentando o
es sometida al experimento; explota o es explotada; aprende la lección de
la obediencia obligatoria o los peligros del libertinaje egoísta; es víctima
sin excepción alguna [e23]
de personalidades poderosas en cada país, o de lo contrario va
siendo conducida en la correcta dirección (y esto también sin excepción)
por los emisarios y discípulos de Shamballa o de la Jerarquía. Toda
libertad o control jactancioso sólo es reacción temporaria de una
humanidad arrastrada por ideas, controlada por ideales, impulsada por el
egoísmo, impregnada de odio; no obstante, lucha todo el tiempo por
expresar las mejores cualidades superiores y por liberarse de la
esclavitud de antiguos males, de viejos códigos y de la maldición de
arcaicos hábitos de pensamiento y de vida. Lo importante es lo que le
sucede entre bambalinas al género humano en su totalidad, lo cual
la Jerarquía considera de valor para el desenvolvimiento de la
conciencia humana, y se desarrolla en respuesta a las condiciones que se
presentan [i26] en cualquier país
o países. Puedo asegurarles que bajo la presión de la vida moderna, bajo
la tensión de las actuales condiciones y civilización impuestas, además
de la preocupación mental, del temor causado por los ejércitos en
marcha, del tronar de tantas voces y del peso de la estrechez económica
mundial, pese a todo, la conciencia humana va despertando rápidamente de
su largo sueño. Esa gran realidad fundamental denominada "estado
mental humano", recién comienza a enfocarse sobre las cosas importantes
y a expresarse en forma vívida. Ese es el factor de gran importancia y no
lo que sucede en cualquier país determinado. Les
recordaré que todo lo que ocurre evidencia la energía y expresa la
fuerza, factor que nunca debe ser olvidado. Es esencial que se reconozca
su existencia. Como individuos o como grupo poco pueden hacer, excepto
procurar que nada pueda convertirlos ‑aún siendo muy
insignificantes‑ en punto focal de odio, separatividad, temor,
orgullo y otras características que nutren los fuegos que amenazan llevar
al mundo al desastre. Cada uno puede ayudar mucho más de lo que puede
imaginar si regula sus pensamientos e ideas, cultivando un espíritu
amoroso y empleando en forma general la Gran Invocación, por cuyo
intermedio estas fuerzas y energías ‑tan extremadamente
necesarias‑ pueden ser invocadas. Hemos
considerado las tres energías principales que afluyen a nuestra vida
planetaria en esta época, por medio de tres centros mayores. Queda por
considerar sólo la energía de los dos rayos menores, el sexto y el séptimo,
que son, por muchos conceptos, de mayor importancia inmediata para
las masas y de enorme efectividad. Uno de ellos tiene importancia debido
a su pronunciado aferramiento y a la cristalización que ha producido,
particularmente en el mundo de las ideas; el otro, debido a su
aferramiento [i27] y poder, su
influencia y efectos, adquirirá mayor impulso. Uno [e24] tiene poder para provocar la necesidad de producir el actual
caos; el otro está aún en potencia y mantiene en actividad las simientes
del futuro. Este
es un hecho de gran interés y de verdadera importancia práctica,
llevando además al reino, de la previsión. Quisiera recordar en este
punto, que ninguna previsión está totalmente disociada del pasado,
sino que debe contener siempre la simiente de la verdad. La Ley de Causa y
Efecto rige eternamente y, en especial, en el reino de la visión
espiritual (en rápido desarrollo actualmente), que permite al vidente
ver el futuro y predecir las eventualidades que sobrevendrán. Existen
varias maneras para poder desarrollarse esa previsión, durante los tres
próximos siglos, en la raza de los hombres: 1.
1. Por el desarrollo del contacto del alma entre los miembros
avanzados de la raza. Este contacto relacionará el conocimiento del
alma con la impresión cerebral y, si se entrena y controla debidamente el
factor meditativo de la mente, se obtendrá un anticipado conocimiento
correcto del destino del individuo y de los acontecimientos venideros. 2.
2. Por el desarrollo de la ciencia de la astrología ‑aún en su
infancia‑, basada en tantos factores inciertos que resulta difícil
al estudioso descubrir los verdaderos indicios que realmente señalarán
el futuro. Las definiciones del carácter y los insignificantes
acontecimientos de la personalidad, pueden deducirse frecuente y
correctamente, pero el tema general es aún demasiado nebuloso para tener
una certeza. Más adelante me ocuparé de este asunto e indicaré las líneas
que deberá seguir la futura investigación. [i28] 3. Por medio de la "adivinación" y la
reaparición de las antiguas "profetizas de la raza",
denominadas en la época romana "sibilas". Estas médium (porque
eso eran) serán entrenadas por los trabajadores de séptimo rayo, a fin
de que hablen inspiradas por la Jerarquía, cuya preciencia se extiende
muy lejos en el futuro, aunque no va más allá de dos mil años. Sin
embargo estas médium serán empleadas y dirigidas únicamente después
de un cuidadoso entrenamiento y sólo dos veces al año, en los rituales
de los plenilunios de Tauro y Géminis (festivales de Wesak y de Cristo). Referente
a la predicción, de la cual me ocuparé, por poco ortodoxo que pueda
parecerles a algunos de ustedes, se basará en dos factores: primero, las
indicaciones lógicas que se recogen de acontecimientos pasados y
presentes, que condicionan el futuro inmediato y deben conducir
inevitablemente a hechos tangibles y [e25]
definidos. Cualquiera que estudie profundamente los asuntos humanos
puede seguir la misma línea de razonamiento y llegar aproximadamente a
las mismas conclusiones, siempre y cuando ame al semejante y pueda
verlo realmente tal cual es, y tenga en cuenta por consiguiente, lo
imprevisto. Segundo, lo que voy a decir se funda en el conocimiento de la
influencia de los rayos que actualmente afectan poderosa y eficazmente a
la humanidad y a la civilización y cultura futuras. Por
lo tanto, quisiera que lean con mente abierta lo que digo, que relacionen
mis palabras con las actuales condiciones mundiales y que vean,
surgiendo de los reinos de la subjetividad, las fuerzas y potencias que
cambian directamente la corriente del pensamiento de los hombres, moldean
sus ideas e incidentalmente alteran la faz de la tierra y la política de
las naciones. Como
bien saben, hay dos rayos menores en esta época (rayos [i29]
de atributo) que afectan poderosamente el destino del género humano. Son,
el sexto Rayo de Devoción o Idealismo Abstracto. y el séptimo Rayo de
Magia Ceremonial u Organización. El sexto rayo comenzó a salir de la
manifestación en el año 1625, después de haber ejercido un largo período
de influencia, mientras que el séptimo Rayo de Orden Ceremonial, comenzó
a manifestarse en 1675. Tres puntos deben tenerse en cuenta en conexión
con estos dos rayos y sus efectos sobre la raza de los hombres. (No me
refiero aquí a sus efectos en los otros reinos de la naturaleza). 1.
El sexto rayo es, como bien se sabe, el más poderoso de los que están en
manifestación en estos momentos, y un gran número de personas
‑responde a su influencia. Constituye la línea de menor resistencia
para la mayoría, particularmente en la raza aria, debido a que durante el
proceso del tiempo y la evolución, la influencia de un rayo se hace muy
poderosa y afecta principalmente a los grupos y no sólo a los individuos.
Se establece entonces un ritmo e impulso que dura mucho tiempo y
adquiere poder por la misma fuerza de las multitudes organizadas. Esta
verdad surgirá con mayor claridad a medida que prosigamos estudiando.
Bastará decir que las personas de sexto rayo son reaccionarias,
conservadoras, intransigentes y fanáticas, se aferran a todo lo que
pertenece al pasado y su influencia es poderosa para obstaculizar el progreso
de la humanidad hacia la nueva era. Son legión. Sin embargo, proporcionan
el equilibrio necesario y son responsables del proceso equilibrador, tan
indispensable en el mundo de hoy. 2.
El séptimo rayo adquiere constantemente impulso, y durante [e26]
largo tiempo ha estimulado y acrecentado la actividad de todas las
naciones que pertenecen al quinto rayo. Si se tiene en cuenta que uno de
los principales objetivos de la energía de [i30]
séptimo rayo es unir y relacionar el espíritu y la materia, así como la
sustancia y la forma (obsérvese la diferencia), podremos percibir que
la tarea de la ciencia está íntimamente vinculada con este esfuerzo y
que la creación de las nuevas formas será definidamente el resultado de
la activa interacción entre los regentes de quinto, segundo y séptimos
rayos, ayudados ‑de acuerdo a la demanda‑ por el regente de
primer rayo. Un gran número de egos o almas de séptimo rayo, así como
también muchos hombres y mujeres con personalidades de séptimo rayo,
están encarnando, encomendándosele la tarea de organizar las actividades
de la nueva era y terminar con los antiguas normas de vida y con las
viejas y cristalizadas actitudes hacia la vida, la muerte, la ociosidad
y la demografía. 3.
3. El resultado de la creciente afluencia de la energía de séptimo
rayo, más la decreciente influencia de sexto rayo ‑demostrada en
la pronunciada cristalización de las formas aceptadas y reglamentadas,
de las creencias religiosas, sociales y filosóficas‑, consiste en
llevar a millones de personas, que por su respuesta egoica o personal no
responden a ninguna de las influencias mencionadas, por medio de la relación
egoica o personal, a un estado de aturdimiento. Se sienten totalmente
perdidas, atormentadas por la idea de que la vida no les reserva un futuro
promisorio y que todo lo que han aprendido a estimar y a querer está
fracasando rápidamente. Estos
tres grupos de personas, influidos por los rayos sexto y séptimo o
aturdidos por el impacto de las fuerzas generadas por dichos rayos, son
quienes, en conjunto, deben establecer el orden con clara visión y
comprensión, dentro del caos actual, y además deben materializar las
nuevas y deseadas condiciones que estarán de acuerdo al canon subjetivo,
existente en las mentes de las personas [i31]
iluminadas de todo el mundo, y al plan espiritual tal como existe en la
conciencia de los miembros de la Jerarquía. La nueva era con su
civilización y cultura peculiares, entrará en manifestación por la
colaboración de muchas personas bien intencionadas que responden
acrecentadamente al bien del todo y no del individuo, que son
idealistas, pero prácticos pensadores, influidos por el canon de las
cosas venideras y por los discípulos mundiales, impresionados por los
planes e instruidos por la Jerarquía, que controla y dirige todo. Cualquier
predicción que yo pueda hacer tendrá que ver indefectiblemente [e27]
con estos tres grupos de personas y con el trabajo que están
realizando. Todos los cambios en conexión con la familia humana, el
cuarto reino de la naturaleza, dependen siempre de tres factores: 1.
Los acontecimientos externos de orden físico, que son definidamente
"actos de Dios" y sobre los cuales ningún ser humano tiene la
menor autoridad. 2.
La actividad de los mismos seres humanos que actúan en los diversos
rayos, pero que en un momento dado y en un período determinado están
condicionados por: a.
La preponderancia de egos que se halla en determinado rayo. Existe un gran
número de egos de segundo rayo encarnados hoy, cuya vida y trabajo
facilitará el gran Acercamiento venidero. b.
La naturaleza y la cualidad de los rayos de la personalidad que
predominan en la mayoría. Tenemos ahora un vasto número de almas
encarnadas cuyo rayo de la personalidad es el sexto o el tercero.
Condicionan en forma destacada la civilización venidera, incluyendo
todas las empresas educativas y financieras, análogamente a como la
influencia ejercida por quienes han establecido contacto con el alma y
pueden expresar su cualidad, condiciona y determina la cultura actual. [i32]
c.
La actividad del quinto principio, el de la mente. Este principio mente
está hoy particularmente activo en un sentido amplio y general. Exponiéndolo
simbólicamente, diría que la actividad vertical de la mente, que
ha afectado a los individuos de todas partes en el trascurso de las épocas,
ha producido siempre los guías mentales, los dirigentes y conductores
de la humanidad. Hoy la actividad horizontal de la mente, que
abarca enormes multitudes y a veces naciones y razas enteras, puede
observarse en todas partes, y ello debe inevitablemente conducir a
acontecimientos y efectos hasta ahora inimaginados e imprevisibles. 3.
3. La influencia de los rayos entrantes y salientes en cualquier época.
Se ha dicho a menudo que tales acontecimientos ‑porque la aparición
y desaparición de un rayo y su influencia es un evento en el
tiempo‑ son de lento desarrollo, de naturaleza síquica y regidos
por la ley. La duración del tiempo en que un rayo aparece, se manifiesta
y efectúa su trabajo y finalmente desaparece, es uno de los secretos de
la iniciación; pero a medida que el tiempo trascurra y se comprenda mejor
su naturaleza, se establecerá el período y la ecuación tiempo de los
rayos menores de atributo, aunque no ha llegado aún ese momento, por más
que el intenso interés demostrado hoy [e28]
por los fenómenos del tiempo, indique una creciente percepción del
problema mismo y de la necesidad de comprender la relación del tiempo
tanto con el espacio como con el acontecimiento. Pronto se conocerá que
el tiempo es un evento cerebral; un estudio del sentido de la velocidad,
registrado por el cerebro, más la capacidad o incapacidad del ser humano
para expresar esta velocidad, revelará, si se la encara adecuadamente,
mucho de lo que ahora es un misterio. [i33] En esta época, todo el mundo está sumido en el
caos y en el desorden incidentales al choque de las fuerzas de sexto y séptimo
rayos. Cuando un rayo sale y otro entra en la manifestación, y sus
impactos sobre la Tierra y las formas de todos los reinos de la naturaleza
llegan a un punto en que las dos influencias se equilibran, sobreviene un
definido punto de crisis. Esto ha ocurrido ahora, y la humanidad sujeta
a dos tipos o formas de energía, ha sido desplazada de su centro, de
allí la intensa dificultad y tensión del presente período mundial. Su
causa se debe no sólo al impacto de los dos tipos de energía que golpean
sobre las formas de vida con igual fuerza, sino a que la energía de la
humanidad misma (combinación de los rayos cuarto y quinto) es arrastrada
al conflicto. A esto debe agregarse la energía del reino animal (que es
también una combinación de las energías de los rayos tercero, quinto y
sexto) que rige la forma física o animal de todo ser humano. Tenemos, por
lo tanto, un encuentro de muchas fuerzas en conflicto y el Arjuna
mundial enfrentando una batalla estupenda ‑periódica y cíclica‑,
que en esta era particular será un factor decisivo y determinante en el
milenario conflicto, a causa de la dominación material y el control
espiritual. Las fuerzas que actúan ahora en el planeta son de suprema importancia.
Si tenemos presente que el sexto rayo actúa por medio del plexo solar, al
que controla (estando estrechamente relacionado con, el plano astral, el
sexto nivel de percepción), y que el séptimo rayo controla al centro
sacro, será evidente por qué hay tanta emoción, idealismo y deseo,
entremezclados y relacionados con el conflicto mundial, y por qué también
‑aparte de las tormentas en la palestra política y en el campo
religioso‑ el sexo y sus variados problemas han llegado a una etapa
tal de interés en la conciencia humana, donde una solución de estas
dificultades, [i34] una nueva
comprensión de las implicaciones subyacentes y una franca consideración
de la situación, son inevitables e inmediatas. En
los próximos dos siglos se resolverán cuatro problemas: 1.
El problema de las posesiones territoriales, que constituye [e29]
dentro de la familia de naciones, la analogía grupal del materialismo
individual. 2.El
problema del sexo, que involucrará una comprensión más real de la ley
de atracción. 3.
El problema de la muerte, que es en realidad el problema de la relación
entre lo subjetivo y lo objetivo, entre lo tangible y lo intangible y
entre la vida y la forma. Este problema será resuelto en los campos de la
psicología por el reconocimiento científico de la verdadera naturaleza
del individuo o alma, y de la persona. 4.
El problema de los judíos, simbólicamente el problema de la humanidad
como un todo, constituye hoy, por primera vez, un problema definidamente
humanitario, ligado íntimamente al cuarto reino de la naturaleza, porque
ese reino es el lugar de encuentro de los tres aspectos divinos. El judío,
que hace alarde de su posición como miembro del "pueblo
elegido", ha representado simbólicamente a través de los siglos el
alma errante encarnada, pero el pueblo judío jamás ha reconocido la misión
simbólica otorgada a su raza, atribuyéndose la gloria y el honor de
haber sido el elegido del Señor. Los judíos cometieron este error, y
como raza oriental no han presentado ante Oriente la naturaleza divina
del género humano como un todo, porque los hombres son todos igualmente
divinos y elegidos del Señor. Calvino y quienes siguieron su escuela
cometieron el mismo error; en vez de presentar a los pueblos [i35]
de Occidente la idea de que quienes reconocían su divinidad esencial lo
hacían simbólicamente en bien de todos los hijos de Dios encarnados y en
evolución, se consideraron el Pueblo Elegido y a los que no pensaban como
ellos los consideraban descarriados. Cuando los judíos y los devotos
religiosos de mente estrecha reconozcan su identidad con los demás pueblos
y la expresen mediante rectas relaciones, estaremos en presencia de un
mundo muy distinto. El problema mundial es esencialmente un problema
religioso, y detrás de toda lucha, en cualquier sector del mundo del
pensamiento, hallaremos el elemento religioso. Cuando
se comprenda mejor la naturaleza de la lucha actual y se consideren sus
causas subjetivas en vez de las superficiales razones objetivas, se podrá
lograr un progreso verdadero en el proceso de liberar a la humanidad de la
esclavitud y de la estrechez de la civilización actual y de la
influencia de las fuerzas y energías responsables de la situación. Todo
esto llegará a comprenderse, será manejado correctamente y dirigido
convenientemente hacia fines constructivos y deseables. En el campo de
este [e30] conflicto, la gran ley
fundamental de que "la energía sigue al pensamiento", siempre
está en vigencia, y una de las condiciones que inducen a la actual tensión
y presión, se debe al hecho de que muchos millones de personas
comienzan a pensar. Esto significa que la antigua simplicidad que
sirvió hasta hace unos quinientos años ya no controla, y la situación
es mucho más compleja. En lejanos tiempos las fuerzas estaban mayormente
controladas por los Señores del Materialismo (a quienes los esotéricos
llenos de prejuicios y los ignorantes, llaman "fuerzas negras");
la conjunción de las fuerzas de la espiritualidad y el pensamiento de
un puñado de hombres avanzados de distintas naciones, no fue tan poderosa
como lo es hoy. La situación en ese entonces era relativamente [i36]
sencilla. Parte del plan evolutivo consistió en el control temporario que
debían ejercer la materia y la sustancia, y el espíritu aprender a
"ascender a los hombros de la materia", como dice la Sabiduría
Antigua. Sin embargo, debido a una más amplia educación de las masas y a
los numerosos medios de propaganda mundial, hoy estas mismas masas piensan
independientemente o lo hacen dirigidas por mentes poderosas, existentes
en todas partes, que tratan de controlar los acontecimientos del mundo.
De allí la creciente dificultad del problema, igualmente difícil para
los Señores del Camino de la Izquierda, como para los miembros de la Gran
Logia Blanca. He aquí un punto que debería ser considerado y
descubrirse sus implicaciones. La
humanidad está alcanzando rápidamente la etapa donde su voluntad
unida será el factor determinante en los asuntos mundiales, y esto
se deberá al desenvolvimiento de la mente, debido al éxito del proceso
evolutivo. Muchos experimentos se harán (y se están haciendo
actualmente) y muchos errores se cometerán inevitablemente. El principal
requisito en la actualidad es instruir rápidamente a los pueblos acerca
del Plan y de la naturaleza de las fuerzas que controlan la evolución y
sus agentes directivos. La realidad de la Jerarquía debe ser proclamada
en términos concisos, para despertar el interés, la investigación y
el reconocimiento públicos. Durante el proceso de su realización,
mucho se aprenderá acerca del equilibrador grupo de iniciados y adeptos
que trabajan totalmente con el aspecto material de la vida; en ellos (en
este ciclo mundial principal) el aspecto amor del alma ha quedado
totalmente sin desarrollar, mientras que la naturaleza mental se expresa
poderosamente. Si se estudia lo dicho en relación con ciertas
manifestaciones de orden superior e inferior de los rayos, se verá que
esos dos campos de acción ‑el de la Jerarquía, animado por el
amor, con su polo opuesto, la Logia Negra, [i37]
que trabaja enteramente por medio de la mente y la sustancia [e31]
están vinculados y surgirá su estrecha relación. Se darán cuenta que
el margen de diferencia es muy pequeño y que únicamente existe en la intención,
en el propósito subyacente y en los objetivos concretos, fijados
por este grupo que trabaja con lo material. El instrumento principal de la
Logia Negra es el poder organizador de la mente, y no la influencia
coherente del amor, como ocurre con los Maestros de Sabiduría. Sin
embargo en el proceso natural de la evolución de la forma, estos
trabajadores del aspecto oscuro de la vida desempeñan una función útil.
Debido a que trabajan predominantemente con el principio mental, podemos
darnos cuenta de la facilidad con que pueden reglamentar y regular la
susceptibilidad de las masas, no entrenadas, hacia esta imposición
mental. Éstas no tienen poder para pensar por sí mismas con claridad, y
en consecuencia, sus mentes son plásticas y receptivas a las poderosas
fuerzas dirigidas por los dos grupos contribuyentes ‑el de los
trabajadores espirituales del planeta y el de los materialistas. La mayoría
de los seres humanos están todavía enfocados materialmente, por eso las
fuerzas que actúan en el aspecto materia tienen una línea de menor
resistencia que no está a disposición de los Maestros de la Gran Logia
Blanca. No obstante, este peligro va decreciendo década tras década. Permítanme
ilustrar estos hechos por medio de dos rayos, que consideraremos
inmediatamente. Ambos ‑como rige siempre la ley‑ se expresan a
través de una forma o formas, superior e inferior. Una de las más altas
expresiones del sexto rayo saliente, se encuentra en el cristianismo, cuyo
espíritu y principios están personificados en la vida del Maestro Jesús,
que a su vez fue inspirado, influido y utilizado por Cristo, su gran
Ideal. En la palabra "idealismo" tenemos la nota clave de este
rayo; idealismo que adquiere forma, proporciona un ejemplo viviente y señala
a [i38] la raza de los hombres sus
propias potencialidades divinas. Mediante la aparición de Cristo, se
presentó por primera vez el ideal divino para toda la raza. Anteriores
Hijos de Dios presentaron diversos atributos y cualidades divinos,
pero tres de ellos alcanzaron tal grado de perfección que no será
superado, por lo menos en lo que concierne al actual período mundial. Estos
tres son: Hércules, el discípulo perfecto, aunque todavía no el
perfecto Hijo de Dios; el Buda, el perfecto iniciado que alcanzó la
iluminación, aún cuando no desarrolló a la perfección todos los
atributos de la divinidad; el Cristo, la expresión absolutamente perfecta
de la divinidad para este ciclo y, por consiguiente, el Instructor de ángeles
y hombres. Es una verdad incontrovertible de que la raza alcanzará una
mayor perfección que la lograda por los mencionados Exponentes de la
divinidad, [e32]
porque todavía no sabemos lo que realmente significa la divinidad;
sin embargo, en los tres grandes seres nombrados tenemos otros tantos
ejemplos de una perfección que la mayoría de los hijos de los hombres
está muy lejos de alcanzar. Los
rayos sexto y segundo fueron los factores que los controlaron,
alcanzando plena expresión el primer rayo. El idealismo, el
amor‑sabiduría y la indomable voluntad, se manifestaron en todo su
divino poder. Podría ser interesante conocer los rayos que controlaban a
estos Hijos de Dios: Hércules,
el Dios‑Sol, tenía alma de primer rayo,
personalidad de segundo y cuerpo astral de sexto. Esas potentes energías
le bastaron para llevar a cabo todas las pruebas y los trabajos del discípulo. Buda,
tenía alma de segundo rayo, personalidad de primero y
mente de sexto, fenómeno muy raro. Cristo
tenía alma de segundo rayo, personalidad de sexto (lo
cual explica su íntima relación con el maestro Jesús) y mente de primer
rayo. [i39] Los tres personificaron la esencia de la vida
espiritual y dejaron su impronta en la historia y en los corazones de
los hombres, debido en gran parte a la potencia de su expresión de sexto
rayo. Todos personificaron también el nuevo impulso espiritual que su día
y era requirió, y durante siglos, por la fortaleza de su amor y poder
vivientes, Ellos llevaron retrospectivamente la visión y la aspiración
de la humanidad a esas esencialidades espirituales por las cuales los
hombres deben vivir. Constituyeron parte del grupo directriz formado por
esas Vidas que llevan a cabo los planes de Dios, basados en el amor de
Dios. Buda y Cristo trabajan aún en íntima conexión con la Jerarquía y
en colaboración con Ella. Hércules ha pasado al centro Shamballa, pero
todavía trabaja fundamentalmente asociado a Buda, que constituye una de
las Fuerzas que unen a Shamballa con la Jerarquía. La
religión pura, sin tacha y espiritualmente enfocada, es la más alta
expresión del sexto rayo (actuando como siempre, regida por la
influencia y la potencia de segundo rayo), y el cristianismo primitivo
fue para nosotros el gran símbolo inspirador. En
la misma relación se encuentran entre los aspectos inferiores de
sexto rayo, todos los tipos
de religión dogmática y autoritaria, expresados por las iglesias
organizadas y ortodoxas. Todas las teologías formuladas son expresiones
inferiores de verdades espirituales elevadas, porque incluyen las
reacciones mentales del hombre religioso, su confianza en sus propias
deducciones mentales [e33] y la
seguridad de que él está en lo cierto. No contienen los valores
espirituales tal como realmente existen. En consecuencia, la temible
naturaleza de las expresiones inferiores de sexto rayo y el control
ejercido por las fuerzas de la separatividad (característica
predominante de la actividad inferior de sexto rayo), en [i40]
ninguna parte se ve en forma tan poderosa como en la historia religiosa y
eclesiástica, con su odio, fanatismo y pomposa y lujosa atracción, que
llenan el oído y el ojo físico, su separatividad de todos los demás
credos, como también sus disensiones internas, sus grupos disidentes, sus
camarillas e intrigas. La iglesia se ha alejado de la sencillez que está
en Cristo. Los teólogos han perdido, si es que alguna vez la poseyeron,
"la mente que está en Cristo", y es imperiosa la necesidad que
la iglesia abandone ya la teología, descarte toda doctrina y dogma y
dirija hacia el mundo la luz que está en Cristo, para demostrar la
realidad de la vivencia eterna de Cristo, la belleza y el amor que puede
reflejar el contacto con Cristo, el fundador del cristianismo, pero no del
"eclesiasticismo". Estoy
generalizando. En la iglesia hay quienes expresan todo lo que he
manifestado y reflejan, en su verdadero sentido, al Cristo viviente.
Relegan la teología y autoridad a su correcto lugar y consideran las
discusiones de los teólogos como meras expresiones de gimnasia mental,
quizás necesarias como incentivos para el pensamiento, pero no como
factores condicionantes que determinan o no, la salvación del hombre.
Saben que su salvación está determinada por los procesos de la evolución
y que no es cuestión de una ultérrima realización, sino simplemente de
tiempo; además saben que la vida inmanente en el hombre lo llevará
finalmente a su meta y que las experiencias y el tipo de encarnación,
inevitablemente lo conducen al "puerto deseado". Su salvación
no está determinada por la aceptación de algún dogma, formulado por
hombres que han perdido su sentido de proporción (y por consiguiente su
sentido del buen humor) y se consideran capaces de interpretar la mente
de Dios para sus semejantes. [i41] Debe recordarse aquí que hay atributos divinos
y características de rayo que hasta ahora nunca fueron revelados a las
mentes de los hombres, o percibidos por ellos, en los momentos más
elevados de inspiración; esto se debe a la falta de sensibilidad, hasta
en los más avanzados hijos de los hombres. Sus mecanismos están
inadecuadamente desarrollados y son incapaces de responder a esas
cualidades divinas superiores. Cristo mismo y otros miembros de la Gran
Logia Blanca se preparan para registrar esos atributos divinos y
fusionarse conscientemente en un proceso o escala evolutiva, aún más
elevada; resultará evidente que las [e34]
ínfimas conclusiones de las pequeñas mentes constituyen hoy algunos de
los factores más peligrosos en los asuntos mundiales. También
será evidente que las expresiones superiores e inferiores de un rayo
están estrecha y mutuamente relacionadas, y que lo superior pierde fácilmente
su aferramiento y lo inferior viene a la manifestación -algo que la
misma evolución deberá eventualmente reajustar. Es
más difícil diferenciar entre la expresión superior y la inferior del
séptimo Rayo de Orden Ceremonial, pues está en proceso de manifestarse y
no sabemos todavía si sus principales expresiones serán de orden
superior o inferior. Las reacciones humanas ocupan el lugar que les
corresponde ‑como indiqué anteriormente‑ y los mismos
Maestros no pueden predecir ni saber cuáles serán los resultados de
los impactos de la fuerza ni lo que puede acontecer, aunque con frecuencia
suelen determinar probables acontecimientos. Si dijera que la más alta
expresión de séptimo rayo es la magia blanca, ¿comprenderían
verdaderamente lo que quiero significar con ello? Lo dudo. ¿Tienen una
idea exacta de lo que realmente trato de expresar con estas dos palabras?
Vuelvo a ponerlo en duda. Magia blanca es realmente el poder del trabajador
y ejecutivo entrenado, para unificar én una síntesis constructiva lo
"interno y lo externo", de modo que lo que está abajo pueda [i42]
ajustarse reconociblemente a lo que está arriba. Es la suprema tarea de
unir, de acuerdo al plan e intención inmediatos, para beneficio de la
vida evolucionante en cualquier ciclo mundial determinado: 1.
El espíritu y la materia. 2.
La vida y la forma. 3.
El ego y la personalidad. 4.
El alma y su expresión externa. 5.
Los mundos superiores de atma‑budi‑manas, y el reflejo
inferior de la mente, la naturaleza física y emocional. 6.
La cabeza y el corazón, por la sublimación de las energías de los
plexos solar y sacro. 7.
Los planos astral‑etéricos y el plano físico denso. 8.
Los intangibles niveles subjetivos de la existencia y los mundos tangibles
externos. Tal
es la tarea del mago blanco, y a medida que la evolución avanza y se hace
más complicada y compleja, sin embargo se definirá con mayor rapidez y
mayor exactitud en la mente del mago. En consecuencia, todo lo que conduce
a la sensibilidad humana y a una acrecentada percepción, constituye la
tarea del mago blanco; todo lo que tiende a producir mejores formas por
las cuales [e35] el principio
viviente de la deidad puede expresarse, es trabajo del mago blanco; todo
lo que sirve para utilizar o rasgar el velo que separa los mundos en donde
viven, se mueven y trabajan, quienes no tienen cuerpo físico, y los
mundos de la forma externa, es tarea del mago blanco. Este tipo de trabajo
siempre ha abundado, pero nunca como ahora, porque viene a la
manifestación el rayo de la magia (blanca y negra), el séptimo rayo. De
allí el rápido acrecentamiento del sentido de omnipresencia y el
reconocimiento [i43] de la no
existencia del tiempo en relación con la realidad. Esto ha ocurrido por
el descubrimiento y empleo de la radio y otros numerosos medios de
comunicación, así como por el constante desarrollo del intercambio
telepático; a ello se debe la difusión de la educación, que amplía el
horizonte del hombre y le abre nuevos mundos para la investigación y la
aventura; de allí el derrumbe de las antiguas y limitadoras formas, por
la fuerza de primer rayo que ha sido invocada, que hasta ahora ha actuado
por intermedio del séptimo rayo, pues los reinos de la naturaleza no
pueden resistir la energía pura de primer rayo; también el gran interés
por conocer la vida después de la muerte, y la aparición de numerosos
grupos que investigan hoy la naturaleza de la supervivencia y las
probabilidades de la inmortalidad y además la aparición del movimiento
espiritista moderno. Todo esto constituye un efecto directo de la
entrada en la manifestación, del séptimo rayo. El espiritismo fue la
religión de los antiguos atlantes, y el séptimo rayo dominó esa vieja
civilización durante un largo período de tiempo, particularmente
durante la primera mitad de su existencia, así como el quinto rayo
ejerce tanto predominio hoy sobre nuestra era y raza Arias. El
desarrollo correcto del espiritismo, siguiendo una línea psicológica y
suprimiendo su énfasis sobre lo fenoménico (destacada característica y
énfasis actual), revelará la verdadera naturaleza de la muerte y del más
allá. Pero en conexión con el espiritismo puedo
ilustrar mejor la expresión inferior de las influencias del entrante séptimo
rayo. La tarea del séptimo rayo, como bien se sabe, consiste en
relacionar la vida y la forma, pero cuando el énfasis es puesto sobre
el aspecto forma, el procedimiento es erróneo, comienza el trabajo del
mago negro y sus objetivos entran indebidamente en actividad. Esto es lo
que ha ocurrido con el movimiento espiritista; los investigadores se
ocupan del aspecto [i44] forma de la
vida, y sus adherentes en satisfacer sus deseos emocionales
(relacionados también con el aspecto forma), de manera que la verdadera
importancia del movimiento peligra perderse. El
espiritismo, en su aspecto inferior y material, es una expresión muy
baja del séptimo rayo, siendo, para las masas, definidamente [e36]
la línea de menor resistencia y, por consiguiente, de poca importancia
espiritual para su desarrollo evolutivo. Las masas poseen hoy conciencia
atlante y lentamente van adquiriendo el punto de vista ario. Esto debe
cambiar, y la actividad mental acrecentarse rápidamente, de lo
contrario el verdadero espiritismo no podrá expresarse y ‑por el
actual movimiento espiritista‑ pueden en cambio desatarse en el
mundo fuerzas y entidades de carácter muy indeseables. La negatividad
de la mayoría de los que se interesan por el espiritismo y la completa
negatividad del conjunto de médium, abre de par en par la puerta a
peligros, muy definidos. Afortunadamente existe, dentro de los círculos
espiritistas, un movimiento para evitar este evidente peligro y trasladar
y elevar el actual énfasis, puesto sobre los fenómenos, al mundo de
verdaderos valores y correcta comprensión. El tema es demasiado vasto
para que me ocupe aquí, excepto para ilustrar los puntos que estoy
tratando de exponer. Haré una insinuación. Si las sociedades y
organizaciones relacionadas con el movimiento espiritista y los grupos de
investigación síquica, buscaran y encontraran a los sensitivos natos
(no un médium de trance) y a quienes son por naturaleza clariaudientes y
clarividentes, y estudiaran sus revelaciones, palabras, reacciones y modos
de actuar, descubrirían mucho acerca de los innatos poderes normales
del hombre ‑poderes que han estado pasivos durante el período en
que el objetivo era el desarrollo de la mente‑ compartido por la
humanidad con dos grandes grupos de vidas ‑los [i45]
Miembros de la Jerarquía y el reino animal. Reflexionen sobre esto. Por
lo tanto, si estas sociedades se concentraran sobre la parte síquica
inteligente y mental y dejaran de lado las condiciones de trance, muy
pronto obtendrían la revelación. El trance es indeseable, porque
separa al médium de su alma y lo relega definitivamente al reino de lo
negativo, de lo incontrolado y de las fuerzas materialistas. No
obstante, las fuerzas del materialismo harán lo posible por evitar este
desarrollo, pues en cuanto exista una positiva e inteligente comprensión
del mundo del más allá, no existirá temor a la muerte y desaparecerá
el aspecto principal de su poder y aferramiento sobre la humanidad. Si
han seguido inteligentemente lo que he dicho, surgirán con claridad en la
mente dos puntos en relación con la actividad inicial e inmediata de
ambos rayos, sexto y séptimo. Primero, que existen grupos de personas
que van siendo crecientemente susceptibles a su influencia, lo cual
conduce inevitablemente a dichos grupos (que responden a las fuerzas de
sexto y séptimo rayos) a la oposición y al antagonismo entre sí. El
problema consiste en que, debido al desarrollo de la sensibilidad de la
raza, este antagonismo [e37] existe
actualmente en escala mundial. De allí los actuales conflictos de ideas e
ideologías opuestas y también, por una parte, la contienda entre las
antiguas tradiciones heredadas y las viejas formas de civilización, de
gobierno, de religión y, por otra, las nuevas ideas que surgen. Estos
nuevos conceptos deberán introducir la nueva era y eventualmente
revolucionarán nuestras normas y vida modernas. Las viejas ideas serán
relegadas a la misma posición que asumieron hoy en nuestra conciencia las
ideas que rigieron a la raza hace mil años. [i46] Segundo, la situación se complica más por el
hecho de que ambos ejercen influencia y se expresan siempre de manera dual
y tiene siempre una forma superior e inferior de manifestación, lo cual
constituye a este respecto la analogía de la personalidad y la expresión
egoica de cada ser humano. En el caso del rayo saliente, la forma
superior (cuyo germen se manifiesta primero) está desapareciendo con
rapidez o es absorbida por el nuevo idealismo, contribuyendo con todo lo
mejor a la nueva presentación de la verdad, para que la cultura emergente
se arraigue adecuadamente en la antigua. Sin embargo, las formas
inferiores son tenaces y dominadoras, y debido a ello constituyen hoy el
problema principal de la Jerarquía, a tal grado que se ha debido recurrir
al primer rayo (la fuerza de Shamballa) a fin de poder destruirlas. Téngase
en cuenta esto al estudiar la situación mundial. Las formas inferiores
de la expresión de séptimo rayo están aún en la etapa embrionaria.
Esto puede verse con claridad si se considera, por ejemplo, el movimiento
espiritista que elegí como referencia, el cual empezó a tomar forma recién
en el siglo pasado, logrando su curiosa y fenoménica expansión únicamente
porque comenzó en el continente americano. Los Estados Unidos de América
fueron el centro de la Antigua Atlántida, de allí que hayan heredado una
antigua forma religiosa y síquica, que existió y poseyó una potente
vitalidad en esa parte del mundo, durante muchos siglos. Pese
a todos estos hechos, la energía superior y más vital de séptimo rayo
es la más activa en esta época y su idealismo resultante y los
consiguientes conceptos de la nueva era actúan sobre las mentes sensibles
de la raza, preparando así a la humanidad para un cambio muy necesario y
grande. El trabajo del Rayo de Orden Ceremonial consiste en
"introducir" en la tierra o hacer físicamente visibles, los
resultados de la unión entre espíritu y [i47]
materia. Su función es revestir con materia el espíritu produciendo la
forma. | |||
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