La Exteriorización de la Jerarquía - La Crisis Mundial desde el Punto de Vista Jerárquico

      


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LA CRISIS MUNDIAL DESDE EL PUNTO DE
VISTA JERÁRQUICO

Abril Mayo de 1940

Cuando reciban esta comunicación estará cercano otro Festival de Wesak. Su urgencia, inminencia y finalidad, me obligan a tratar de despertar nuevamente en quienes la reciban el interés por la actual oportunidad y al apremio espiritual de este elevado momento en los asuntos humanos. Los tres períodos de las Lunas llenas de abril, mayo y junio (Aries, Tauro y Géminis), son muy significativos y determinantes, y mucho dependerá de lo que suceda durante las próximas semanas, mientras el sol sigue desplazándose hacia el norte.

Con este comunicado intento hacer dos cosas: primero, darles una mejor idea de cómo considera la crisis mundial actual la Jerarquía espiritual de nuestro planeta, y, segundo, indicarles ciertas eventualidades principales que dependen de tres cosas: [e179]

  1. La posible intervención divina que podrá obtenerse por la aspiración de todas las personas de correcta mentalidad, además del empleo inteligente y constante de la [i212] Gran Invocación, empleada ahora por decenas de miles de aspirantes mundiales en todos los países.

  2. La aparición de ciertas claras líneas de demarcación entre las actividades de las Fuerzas de la Luz y las fuerzas de la agresión materialista.

  3. La función que debe desempeñar el claro pensar; la palabra versada y la habilidad en la acción, en los discípulos del mundo y los hombres y mujeres de buena voluntad de todas partes.

Trataré de expresarme con brevedad y claridad razonables, y lo haré completamente libre de lo que ustedes denominan prejuicio. Hablo en términos de humanidad -sin distinción de raza, color o nación-, no tengo ningún punto de vista político particular porque sé que todas las teorías potenciales, las ideologías y los gobiernos, son estados y condiciones temporales que controlan a distintos grupos de seres humanos en su trayectoria desde el estado humano al divino. Este punto de vista es pasado por alto por muchos de los que -temporales y a menudo fanáticamente- se hallan en estos efímeros estados mentales y actitudes humanas pasajeras. No tengo preferencia religiosa determinada; sé que todos los caminos conducen a Dios y que el sentido dominante de la divinidad es tan inherente al corazón humano que en ningún momento nada puede aniquilarlo, pues la vida, la experiencia, la prueba, el dolor y la orientación humana instintiva, conducen finalmente a todos los hombres al retorno de la luz de Dios. Por lo tanto, amo y ciertamente puedo amar a todo el género humano, sin tener en cuenta la nacionalidad y las ideas actuales, como lo hacen todos aquellos con quienes estoy asociado. Mirando el cambiante cuadro del tiempo con una visión que llega al futuro e incluye el pasado (porque es la prerrogativa de todos los discípulos entrenados del mundo), sé que los acontecimientos actuales desempeñarán su parte oportuna, cederán su lugar a otros, a su debido tiempo, y -cuando se completen los procesos inmediatos de reajuste en los valores humanos, los objetivos espirituales y las maquinaciones políticas, las orientaciones religiosas y las síntesis territoriales- el mundo se dedicará nuevamente a los procesos de la vida diaria. La oportunidad y la situación inmediata en que nos encontramos [i213] habrán demostrado ser dinámicamente útiles o (tal es la penosa posibilidad) negativamente inútiles. Se habrá inaugurado un nuevo ciclo de civilización, cultura y crecimiento, matizado por los antiguos deseos egoístas y la [e180] adquisición agresiva, o por la coloración más nueva y bella de las relaciones internacionales felices y satisfactorias, del entendimiento religioso y de la cooperación económica, tan necesaria y demandada. Tal posibilidad dual nos enfrenta hoy. Una, nueva, correcta y espiritualmente orientada; otra, antigua, mala e indeseable. Aún queda por definirse si el hombre avanzará hacia un modo de vida mejor o le permitirá perpetuar los antiguos métodos y predominar los egoístas intereses personales, nacionales y raciales.

Sin embargo, dos cosas se evidencian al considerar la actual situación mundial; primero, que las líneas de demarcación entre los dos modos de vivir y las dos actitudes objetivas, están más claramente definidas que en cualquier otro momento de la historia de la humanidad; segundo, que el confuso pensamiento de las vastas masas de personas bien intencionadas (muchas de ellas no inmediatamente implicadas en el conflicto mundial), es mayormente responsable de la lentitud de la crisis final y la postergación de la decisión venidera.

Durante décadas, nosotros, los instructores de la raza de los hombres, hemos observado que ciertas grandes tendencias mundiales o planetarias toman forma, asumen delineamientos definidos y pronunciados y se convierten en potencias condicionantes. Estas formación y definición fueron esenciales si la cuestión tenía que ser presentada con claridad a la humanidad, permitiendo así a los hijos de los hombres hacer una elección básica y poner en sus manos ciertas determinaciones que, de ser correctamente dirigidas, podrían forjar para ellos un nuevo y mejor futuro. Tal presentación no fue posible antes, porque nunca el género humano alcanzó la etapa en que pudo captar la situación inteligentemente, y estuvo tan estrecha y rápidamente interrelacionado por la radio, el teléfono, la prensa y el telégrafo. Las elecciones necesarias pueden hacerse hoy en mutua colaboración, averiguación y con los ojos abiertos. Las personas reflexivas [i214] de cada país tienen claramente ante sí la elección, y de su decisión depende la suerte de las masas menos inteligentes. De ahí la responsabilidad actual de los líderes nacionales, de los representantes del pueblo en los gobiernos, de las iglesias y de los intelectuales de todos los países, sin excepción alguna. No debería esquivarse ni eludirse la responsabilidad, lo cual sucede muy a menudo.

En comunicaciones pasadas hablé con frecuencia de las Fuerzas de la Luz y de las Fuerzas del Materialismo, significando con estos términos las prevalecientes tendencias hacia la hermandad, las rectas relaciones humanas y el propósito altruista, y aquellas que invierten estas tendencias superiores e introducen en los
[e181] asuntos humanos la adquisición egoísta, el énfasis sobre los intereses materiales, la agresión y la crueldad brutales. Las dos posiciones son claras para el observador libre de prejuicios.

A estos dos grupos agregaría un tercero, el cual está tomando forma muy definida en el mundo actual, compuesto por aquellos que no ejercen toda su influencia y actividad sobre ninguna de las partes; teóricamente pueden abogar por el método superior; pero no hacen prácticamente nada para acrecentar sus intereses. Este tercer grupo está formado internamente por dos grupos: primero, esas personas que son potencialmente débiles y, por lo tanto, están abrumadas por el temor y el terror, sintiendo que de ninguna manera pueden ir contra la fuerza de la agresión; y segundo, un grupo intrínsecamente poderoso que, mediante intereses materiales egoístas, además de un sentimiento de superioridad separatista, y que por estar lejos del lugar de las dificultades y de la dominación de los falsos valores, se desentiende de la situación, esquivando su evidente responsabilidad como miembros de la familia humana. Este último grupo incluye, entre otros, a cierto número de democracias y repúblicas poderosas. A un grupo lo rigen las reacciones del temor, el terror y el sentimiento de inerme futilidad, y ¿quién puede criticarlo? El otro está controlado por el egoísmo y la separatividad.

Por lo tanto, tenemos en el mundo en este momento tres grupos de personas que personifican a los tres puntos de vista principales de toda la humanidad, más las masas irreflexivas dominadas por la propaganda, controladas por su gobierno, siendo presas
[i215] de quienes más gritan. Sería de valor que tuvieran esta clara imagen en sus mentes y volveré a definirla.

    1.Las antiguas y atrincheradas fuerzas de la agresión, de la adquisición material y del egoísmo puro, actuando con una pronunciada crueldad que se exterioriza y se posesiona de cuanto desea, sin respetar ningún derecho, posesión histórica y legal ni voluntad alguna.


    2.Las fuerzas del propósito espiritual, incluidas en la voluntad de proteger los derechos de los demás, conjuntamente con los derechos individuales, para poner fin a la agresión y su consiguiente temor y para arrojar el peso de su combinada influencia a favor de los valores más espirituales, de la libertad humana, del derecho a pensar y de la bondad. Empleo la palabra bondad intencionadamente, porque encierra la idea de parentesco, ¡hermandad y rectas relaciones humanas! La buena voluntad mundial en expresión, así como la voluntad al bien, es la base de cualquier paz posible -la buena voluntad que negaría cualquier paz prematura en este momento, porque esto último daría tiempo a las Fuerzas [e182] del Materialismo para consolidar sus ganancias y preparar el camino para otra agresión. La bondad, la voluntad al bien y la paz, deberían ser la expresión práctica y la intención formulada de quienes están condicionados por las Fuerzas de la Luz.


    3.La fuerza de la negatividad masiva, expresada hoy por los pueblos dominados dentro de los baluartes de la agresión, y por las personas neutrales de todas partes. Todas están matizadas por el temor racial, el instinto de autoconservación y el interés egoísta y miope.

El problema es excesivamente difícil, porque si bien las líneas de demarcación se van definiendo constantemente, no obstante los exponentes de estos tres grupos residen en todos los países y pueblos -en cada iglesia y en cada hogar. Ninguna nación o grupo está exento de esta triplicidad. Está arraigada en las actitudes humanas, y por eso este conflicto es estrictamente humano y no una guerra europea. Toda nación tiene sus personas egoístas y agresivas que creen que la fuerza es razonable y que los hombres deben ser [i216] gobernados por la ley de la selva, posesionándose de lo que quieren sin importarles lo que cuesta a los demás. En cada nación dentro de sus fronteras hay quienes tienen una visión de las rectas relaciones humanas, tratan de vivir de acuerdo a la ley de la hermandad, responden a la influencia de las Fuerzas de la Luz y de la Jerarquía espiritual y desean que la paz, la bondad y la buena voluntad rijan los asuntos del mundo y controlen la política de los gobiernos. Cualquier nación tiene dentro de sí misma esas personas neutrales que no pueden pensar con claridad y tratan de culpar a otros, excepto a ellas mismas, que teorizan y especulan, aconsejan y asignan la responsabilidad, pero se abstienen de participar activamente en el proceso de reajuste, por razones de orgullo o falta de disposición para pagar el precio. Algunos de ellos son parte de un grupo de objetores conscientes, que eventualmente se beneficiarán con el triunfo de las Fuerzas de la Luz, pero que se niegan a participar en la lucha, reservándose para los futuros arreglos de paz, anhelando el fin del conflicto, pero sin hacer nada para que se realice. Muchos son totalmente sinceros, pero sus ideas deben ser reajustadas.

Si quieren captar correctamente la realidad de los enunciados anteriormente expuestos, deben tomar parte en la clarificación mental que está teniendo lugar en el mundo. Estos tres grupos actúan ahora y están en conflicto. El grupo neutral obstaculiza definidamente el trabajo de las Fuerzas de la Luz. Estas tres actitudes mundiales existen en toda nación y también en la conciencia de cada individuo. La comprensión de esto les permitirá captar y asumir mejor la responsabilidad individual.
[e183] Comprenderán la necesidad de asegurarse por sí mismos el lugar que ocupan, y no se dejarán condicionar por los puntos de vista de otras personas y la propaganda mundial; deberán saber cuál es la situación de su nación y a favor de quién están y dónde se encuentran ustedes como almas. Entonces -si son sinceros y piensan con claridad- podrán trabajar para ese grupo que para ustedes personifica la actividad y las metas más elevadas posibles, y abandonarán esa actitud de inútil negatividad, de satisfecha neutralidad y desconcertante confusión que quizás [i217] los caracterice. Así saldrán del espejismo, producido por la propaganda, y de la ilusión mundial, y penetrarán en la clara luz de su propia alma, cuya naturaleza esencial es amor y altruismo y su mayor aspiración es traer paz y buena voluntad entre los hombres y ver la culminación de la misión de Cristo.

Esto conducirá oportunamente a la desaparición de la así llamada neutralidad en la Tierra -neutralidad en la acción, pues no existe neutralidad en la mente.

Una de las cosas que los guías espirituales de la humanidad trataron de hacer; es llevar con toda claridad a la atención de los hombres, la dualidad básica que existe en el mundo actualmente -la dualidad de la vida egoísta material y la de los objetivos espirituales altruistas, lo cual está hoy muy definido. Tienen por delante la segunda etapa que deben desempeñar; y consiste en estimular la visión de los hombres de todas partes de tal manera que -empezando por los intelectuales-pueden, conscientemente, ponerse a favor de una u otra de las dos banderas y saber así lo que están haciendo y por qué lo hacen. Los neutrales vacilan entre ambas, y hasta la fecha nada han hecho.

A este respecto, quisiera considerar un problema que ha perturbado parcialmente a quienes no poseen una mentalidad muy clara, a los cuales he enseñado durante algún tiempo. Durante años he tratado de formar en el mundo un grupo de hombres y mujeres que constituyeran valores espirituales, amaran a toda la humanidad, fomentaran el espíritu de buena voluntad y, dentro de sus posibilidades, representaran a la Jerarquía de la Luz para la humanidad, como tratan de hacerlo el Cristo y Sus discípulos. A algunos les parece que esto significa que no deben rebelarse contra el mal, la crítica y el partidismo que existe entre ustedes. Aparentemente no pueden amar con firmeza al que ofende, ni hacer que desaparezca del mundo la ofensa. Esto podría aclarárseles si se responden a ustedes mismos a una o dos preguntas:

¿Creen que la Jerarquía de la Luz, bajo la guía del Cristo, está a favor de la crueldad, la agresión y la masacre de los indefensos?

[e184][i218] ¿Creen que el mundo puede ser salvado negándose a pensar y esquivando la responsabilidad individual e ignorando la prevaleciente situación?

¿Creen que no hay primicias ni principios que merecen luchar y morir por ellos, si es necesario?

¿Están a favor de la Luz o de las Fuerzas del Materialismo?

¿Qué hacen para ayudar a quienes piden su adhesión, lealtad o idealismo?

¿Están regidos por un sentimiento de futilidad individual, esa arma que las Fuerzas del Materialismo emplean ahora tan poderosamente para aturdir a los posibles opositores y dejarlos inermes?

Un claro análisis investigador de los objetivos espirituales de la humanidad les permitirá responder a estas preguntas. Si no necesitan responderlas, porque adoptan en su mente una posición clara, su estudio les permitirá servir a su época y generación con mayor capacidad, y presentar la situación con más claridad a los desconcertados.

El horror a la guerra y anhelo de paz no excusa un pensar negligente; tampoco proporciona una coartada o la oportunidad de rehuir la responsabilidad individual o nacional. El conflicto está en marcha. Es de antiguo linaje. La cuestión está claramente dirimida entre el bien y el mal, la bondad y la crueldad, la libertad y la agresión. Rehuir la responsabilidad, debido a los errores nacionales cometidos en el pasado y los pecados y fracasos históricos, es una excusa injustificable; evadir la debida participación en la lucha, porque todas las naciones tienen ciertos objetivos materialistas, es erróneo; una nación es la suma total de su pueblo. Tampoco es una excusa decir que no pueden pensar por sentirse todos cansados, lo cual es indigno en cualquier discípulo o aspirante del mundo.

La Jerarquía de la Luz trata de despertar a los hombres para que comprendan el dualismo básico que subyace en este conflicto, y la significación esencial de los asuntos que enfrentan a la humanidad. De ahí el énfasis que pongo sobre la necesidad de encarar el problema, de pensar clara e inteligentemente sobre lo que ocurre a nuestro alrededor y de emprender la acción correcta y cooperadora. El problema mundial se aclarará
[i219] y el fin del conflicto se alcanzará con mayor rapidez cuando haya sólo dos partidos, no tres. Es necesario reconocer este dualismo subyacente, antes de trasladar la conciencia de la humanidad de su principal preocupación -deseo adquisitivo materialista, agresivamente satisfecho- a la conciencia del alma, con sus correlaciones, [e185] interés grupal, satisfacciones de la necesidad grupal y la actuación de una colaboración grupal constante, a escala mundial. Esto atañe a los individuos, naciones y razas; cuando, como individuos, resuelvan los problemas de su vida diaria, ayudarán a solucionar el problema mundial.

Ésta es la situación tal como la Jerarquía la ve hoy, y con la cual desafía a todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Les pido que participen de alguna manera en el conflicto y les recuerdo el significado oculto de las palabras de Cristo, a menudo mal interpretadas: "Aquel que no está conmigo, está contra mí".

Finalizando estas observaciones sobre el claro pensar, agregaría dos más. Gran confusión emana del idealismo básico subyacente en las actividades de muchas personas, en numerosos países. Tal es la importancia del nuevo ideal, respecto al bien del estado como un todo, en contraposición al bien del individuo y de la humanidad. El estado se convierte casi en una entidad divina en la conciencia del idealista. Esto es necesariamente parte del plan evolutivo, pero hasta donde constituye un problema, es demasiado grande para ser resuelto por el individuo, solo y sin ayuda. Sin embargo, puedo asegurarles una verdad fundamental. Cuando los hombres de todas partes -dentro de las fronteras de su estado particular y mientras defienden su autoridad y civilización- comiencen a pensar en términos del género humano, la opinión pública será tan poderosa y tan justa en su inclusividad, que la política del estado deberá inevitablemente adaptarse al principal ideal y ya no será posible que un determinado estado sacrifique al individuo y a gran parte de la humanidad. Se concederá a la parte su debida relación con el todo mayor. El despertar de la opinión pública a los derechos del mundo, a los intereses humanos incluyentes y a la colaboración internacional, es la verdadera meta del actual esfuerzo espiritual. Oportunamente se
[i220] comprenderá que la responsabilidad de lo que los gobiernos hacen, descansa sobre los hombros de los ciudadanos individuales que ponen a los gobiernos en su posición de poder. Todo ciudadano de cualquier nación no está ni debe estar exento de tal responsabilidad y, afortunadamente, el correcto pensar nacional va despertando en ese sentido.

El segundo punto que agregaré, brevemente, es que con la precipitación de la presente situación mundial, los ciudadanos de todas las naciones se encuentran involucrados en una situación de la cual no hay escapatoria posible, excepto por medio de la correcta acción y la amplia visión de su parte; ellos deben adaptar sus vidas temporalmente a esta situación mundial y moldear sus actividades de acuerdo a las necesidades de su propia nación particular. Para quienes son arrastrados al conflicto mundial bajo
[e186] una de las banderas nítidamente definidas, su acción inmediata es clara -participación en la emergencia nacional. Sin embargo, esto es totalmente compatible con un proceso subjetivo de recto y claro pensar que debe correr paralelo a la actividad externa exigida y sentará las bases para una acción acrecentadamente correcta, a medida que transcurre el tiempo, lo cual involucrará la recta acción de parte de los que luchan por las Fuerzas de la Luz y conducirá a una eventual paz correcta y justa; esto implicará también la recta acción de parte de quienes han sido impelidos por las Fuerzas del Materialismo a la actividad desconcertada, que conduce finalmente a una rebelión contra lo erróneo y maligno -porque los corazones de los hombres y los veneros de la vida divina no deben ser permanentemente dirigidos hacia erróneos canales de actividad. La responsabilidad de los movimientos mundiales inmediatos y las actuales empresas nacionales gigantescas se hallan hoy fuera de las manos y del control de los individuos; sin embargo, continúa en sus manos la responsabilidad del futuro. No obstante, al asumir la correcta responsabilidad debe preceder un intervalo de claro pensar; además de una correcta acción como ciudadano.

El problema de los que viven en países neutrales es diferente, y anteriormente indiqué las líneas sobre las cuales debe ser resuelto.

[i221] En lo que respecta a los discípulos y aspirantes del mundo (entre los que se encuentran ustedes), el problema puede considerarse en líneas aún más amplias y comprensivas. Las circunstancias y el karma y la libre decisión de sus almas, los obligan a trabajar bajo una de las dos banderas o en alguno de los países neutrales y negativos. Su problema, en los tres casos, es ver con claridad el enfoque espiritual de esta crisis mundial, arrojar el peso de cualquier influencia que ustedes puedan ejercer: objetiva o subjetiva, espiritual, emocional o mental -de parte de las Fuerzas de la Luz. Al hacerlo deben mantener una actitud comprensiva y un invariable amor (no sentimiento o reacción emocional) hacia los hombres y mujeres de todas partes, sin excepción o reserva en sus conciencias. A veces se deben emprender acciones que hieren o dañan el aspecto forma de la vida, es decir, las formas físicas, lo cual es compatible con la manifestación constante del amor del alma -algo que le es difícil al discípulo aprender y dominar, pero, no obstante, es un principio que rige la evolución. Se espera que esta crisis y la presente guerra mundial harán comprender a los hombres que el aspecto forma de la manifestación, con su egoísmo agresivo, su cruel énfasis y sus tendencias separatistas, encierran en sí, inevitablemente, las simientes de su propia eliminación eventual y los [e187] inevitables resultados de dolor, sufrimiento, guerra, enfermedad y muerte. Por lo tanto, esta situación fue creada por el hombre mismo, siendo resultado de su naturaleza material y de la falta de control del alma. Pero el alma es eterna; su naturaleza es amor incluyente; la meta de la actual crisis consiste en trasladar el foco de la percepción humana desde el aspecto formal y material de la vida, a la conciencia del alma, haciéndolo sin tener en cuenta el precio que deberán pagar las formas obstaculizadoras. Las Fuerzas del Materialismo luchan hoy contra este cambio de énfasis.

Por esta razón, la humanidad será arrastrada hacia el vórtice del conflicto y el resultado depende del claro pensar, la sabia palabra y la intención altruista de los discípulos mundiales que trabajan en colaboración con todas las fuerzas del bien en el mundo actual, cumpliendo con su deber como ciudadanos de su propio país, pero cultivando incesantemente y sin pausa una conciencia mundial.

[i222] Me extenderé algo más sobre la posibilidad de la intervención divina.

Dentro del aura de nuestro planeta se ciernen hoy ciertas grandes Fuerzas y Entidades espirituales que esperan la oportunidad de participar activamente en el trabajo de redención, reajuste y reconstrucción del mundo, cuya Presencia es sentida a veces por las personas de mente espiritual, y su realidad es reconocida por los místicos y esotéricos que actúan en todos los países. Los hombres y mujeres expresan este reconocimiento de acuerdo a la tendencia de su entrenamiento religioso y psicológico, y su inclinación mental o emocional particular. El advenimiento de Cristo, o Su "segunda venida", es anticipada ansiosamente por muchos cristianos ortodoxos que consideran a esta guerra mundial como indicadora del fin del mundo y que es preparatoria para la reaparición de Cristo, a fin de traer paz en la Tierra. Otros, de mente más orientalista, esperan la aparición de un Avatar, que trasmitirá el necesario mensaje de Dios o un nuevo tipo de energía. La profecía y la astrología indican un Ser Que Viene, y sus innúmeras y diferentes opiniones parecen converger sobre Él; los esoteristas invocan en todas partes a las Fuerzas de la Luz y claman por la aparición de esa Potestad extraplanetaria que llaman el "Espíritu de la Paz", Sin embargo, quienes no tienen ninguna inclinación religiosa o metafísica, reconocen que siempre y en toda necesidad se evoca a algún liberador, hombre o grupo de hombres, capaces de cambiar los asuntos mundiales e inaugurar -por la tensión y la tirantez de la época- el necesario, nuevo y fresco ciclo de civilización y cultura. Muchos se abstienen hoy de especificar los requisitos actuales de este Ser Que Viene,
[e188] debido a la magnitud y la naturaleza planetaria de Su tarea, pero esperan en secreto y oran por Su aparición. Otros consideran tal idea y esperanza simplemente como una realización psicológica y la personificación de la vida de deseo de las personas actualmente de toda la humanidad, por primera vez en la historia racial. Esas personas tienden a creer que tal personificación no tiene verdadera sustancia o un lugar en la vida de la humanidad, pero quisieran que así fuera. Olvidan que cuando los pueblos del mundo han construido una forma mental suficientemente fuerte [i223] durante un extenso período de tiempo, es posible otra y culminante etapa. La forma puede ser tan magnética que atraiga una Energía que la anime y le proporcione un poder activo; entonces, puede convertirse en un eslabón vital entre el mundo subjetivo de energía y el mundo objetivo de fuerzas, constituyendo un factor de poder; de actividad impulsora y guiadora que, por lo tanto, será la expresión de una Vida. Ésta forma mental debidamente reanimada se convierte en factor mediador, construido por la humanidad, pero animada por la voluntad al bien de alguna gran Entidad espiritual. También es verdad que se pueden construir y se construyen formas mentales que personifican vidas malignas, pero de ellas no nos ocuparemos ahora.

Llegamos al punto significativo de lo que debo decir al respecto.

Una grande y vital forma mental está en proceso de ser construida sobre nuestro planeta y dentro de nuestra aura planetaria. Está siendo construida por el poder del sonido, la atracción magnética de la invocación, que conduce a una eventual evocación, y la fuerza de la sustancia deseo, animada por el poder del pensamiento. Está siendo construida por el esfuerzo conjunto de la Jerarquía, de los discípulos y aspirantes del mundo, de los hombres y mujeres de buena voluntad de todas las naciones y también por los incipientes anhelos de los hombres de todas partes, de todas las creencias religiosas, puntos de vista políticos y de adhesión grupal. Está sólidamente arraigada en el plano físico; es de vastas proporciones en el plano astral o emocional, pero carece de vitalidad y poder en el plano mental. Aquí, dentro del reino de la sustancia mental, se evidencia la debilidad de la estructura de esta forma mental. Ya es muy poderosa espiritualmente debido al trabajo científico de la Jerarquía oculta y Sus auxiliares entrenados. Esta vida espiritual relaciona la forma mental con las expectantes Fuerzas extraplanetarias y pueden hacer posible y efectivo Su trabajo. Física y emocionalmente es poderosa debido al trabajo de quienes aman a la humanidad, a los esfuerzos bien intencionados de las personas emocionalmente
[e189] orientadas y a los angustiosos anhelos de las masas que [i224] odian la guerra, desean la tranquilidad y piden paz y buenas condiciones de vida.

Sin embargo, existe una brecha o hiato en el plano mental, pues las mentes de los hombres no funcionan correctamente. Los discípulos y aspirantes del mundo no piensan con claridad ni trabajan en unidad. Evaden los problemas o piensan en forma separativa, nacional o fanática; tampoco están convencidos del poder de la invocación o de la plegaria; no llegan a comprender que es posible trabajar arduamente para establecer esas condiciones que conducirán a la paz y, sin embargo, luchan simultáneamente de manera que esas condiciones estén disponibles; no aman sin excepción a todos los hombres, debido a su anhelo por ver el triunfo de su propia convicción; trabajan dudando y esperando lo mejor; pero creen en lo peor; emplean el método de la plegaria y la invocación, porque tales métodos parecen haber tenido éxito en el pasado y porque se les ha dicho que "la fe mueve montañas", pero internamente se sienten totalmente desesperanzados y sin inspiración; no están seguros de lo que intrínsecamente es la fe; comprenden que un frente unido y un alegre espíritu de certeza son acervos psicológicos cuyo poder es casi invencible, pero se creen incapaces de despertar el menor entusiasmo en sí mismos.

Esta actitud negativa y tibia, esta incertidumbre mental y este fracaso en vincular los mundos espiritual y material en una relación positiva, es lo que detiene a las Fuerzas de la Luz y a la presencia real del Espíritu de la Paz e impide la posible intervención divina. Tal es la prueba del trabajo grupal. La fe de muchos individuos es real y profunda, pero están solos; el conocimiento que unos pocos tienen de la naturaleza de las expectantes Fuerzas de intervención está siendo anulado por la falta de fe de los discípulos y aspirantes mundiales, abatidos por el karma mundial, su propia fatiga física y su horror a la situación actual, además de las dificultades de las circunstancias individuales.

El problema puede ser expuesto muy simplemente. O la Jerarquía espiritual existe, con todas sus potestades de amor, sabiduría y habilidad en la acción, o durante edades la humanidad ha sufrido
[i225] alucinaciones, o el Cristo y Su grupo de Maestros, iniciados y discípulos, son realidades en los procesos naturales de la evolución, históricamente probados y conocidos por Su actividad espiritual a través de las edades, o los hombres fueron víctimas de un fraude gigantesco durante esas edades, ¿de qué y de dónde surgió ese fraude? O la consistencia de la evolucionante presentación del esfuerzo espiritual de la Jerarquía testimonia una gran realidad, o el género humano ha desarrollado una mentalidad que es un instrumento para la elaboración de realidades [e190] inexistentes, y esto en sí es tan paradójico como para dar un mentís a lo insinuado. O los mundos espirituales y los tres mundos de la actividad humana pueden ser relacionados, o no son nada las antiguas creencias, la historia antigua de la divinidad que se manifiesta y la periodicidad con que constantemente ocurre la intervención divina.

Aquí los enfrento con estas alternativas y quisiera que consideren su posición en estos asuntos. ¿Acaso la historia de la Pascua y del Cristo viviente no aportan verdad alguna, y no sería posible para ese Cristo Resucitado expresar Su poder en la Tierra mediante Sus instrumentos elegidos? ¿No existe fundamento alguno para el mito del retorno anual del Buda, manteniendo abierta la puerta entre Shamballa y la Jerarquía, de modo que cuando sea necesaria la intervención pueda efectuarse a través de esa puerta abierta? ¿Es sólo un sueño tonto y una fantasía que en el momento de la Luna llena de junio (Géminis), el Cristo, en estrecha colaboración con el Buda, vincula a la Jerarquía con la Humanidad? ¿Les parece imposible que cuando la humanidad despierte a la realidad de esta mediación y pueda disponer de una línea directa de ascenso y descenso a través de las puertas abiertas por el Buda y el Cristo, surja, inminente y súbitamente, alguna maravillosa aparición? ¿No seria posible que por medio de la elevación de la aspiración y el deseo espiritual del hombre y por el descenso de las Potestades expectantes, tengan lugar ciertos grandes cambios, para los cuales todo el pasado ha sido sólo preparatorio y por los que la era acuariana de hermandad y entendimiento pueda hacerse sentir en virtud de estas grandes Potestades?

Las dos Lunas llenas de mayo y junio (Tauro y Géminis) ofrecen
[i226] una nueva oportunidad a fin de participar en la liberación de la Vida planetaria esclavizada por las Fuerzas del Materialismo. Si quieren desempeñar su parte en esta tarea de salvación, serán imprescindibles ciertas actitudes y actividades de las cuales quisiera ocuparme brevemente, dejándolos que inicien la acción correcta y apropiada y sigan, con los demás discípulos y aspirantes, las etapas indicadas:

  1. Estudiar con cuidado y responder sinceramente a entera y propia satisfacción, las preguntas que ya les formulé. Cuando lo hayan hecho, sabrán dónde se encuentran personalmente.

  2. Durante toda la semana previa a la Luna llena de mayo (Tauro) y la Luna llena de junio (Géminis), esforzarse para hacer lo siguiente:

    1. Vincularse con los discípulos, aspirantes y hombres [e191] y mujeres de buena voluntad de todo el mundo y de todas las naciones, empleando la imaginación creadora.

    2. Eliminar de la conciencia toda negatividad, visualizándose a sí mismos con toda claridad, alineados con las Fuerzas de la Luz, y no ser neutrales mentalmente. Procuren, cuando inician la correcta acción en el conflicto contra las fuerzas del materialismo, mantener un espíritu de amor para todos los individuos que fueron arrastrados al vórtice de su poder.

    3. Cuando mediten e invoquen a las Fuerzas de la Luz, esfuércense por olvidar totalmente sus propias dificultades, tragedias y problemas personales. Los discípulos deben aprender a llevar a cabo su trabajo para la humanidad, no obstante las tensiones, tiranteces y limitaciones de la personalidad.

    4. Prepararse para el trabajo de las dos Lunas llenas, manteniendo su objetivo con claridad en la mente y sometiéndose a una disciplina temporal y adecuada.

  3. Durante los dos días previos a la Luna llena, en el día de la Luna llena misma y durante los dos días siguientes (cinco días), esforzarse al amanecer, al mediodía, a las cinco de la tarde y a la caída del sol, además del momento exacto de la Luna llena en su propio [i227] país, en pronunciar la Gran Invocación con la intención de invocar, precipitar e introducir a las Potestades expectantes en la manifestación externa. Háganlo en lo posible en alta voz y en formación grupal cuando sea factible. El poder enfocado del pensamiento no emocional, salvará la brecha hoy existente y vinculará más estrechamente los mundos de la actividad espiritual y de la demostración humana.

  4. Repetir esta actividad durante tres días, cada mes, el día anterior a la Luna llena, el día de la Luna llena y el día siguiente. Como ejercicio preliminar para estos tres días, podrían prepararse tres días antes, acrecentando así la eficacia de su esfuerzo.

En todo el mundo muchas personas han sido entrenadas durante años, para que reconozcan dos cosas. Primero: la importancia del Festival de Wesak en el momento de la Luna llena de mayo (Tauro), porque no sólo une subjetivamente la religión principal de Oriente con la fe principal de Occidente, sino porque esotéricamente proporciona la clave para atravesar la puerta entre Shamballa y la Jerarquía, entre el propósito de Dios (aún no [e192] identificado por el hombre, pues está más allá de la comprensión humana, debido a su etapa de evolución relativamente inferior), y el método que emplea Dios, el amor; proporciona también el vínculo entre el Buda, que personifica momentáneamente la voluntad-sabiduría, y el Cristo, que personifica el amor-sabiduría, y además entre la humanidad enfocada en la conciencia por intermedio del Cristo, y la Jerarquía enfocada en la conciencia por intermedio del Buda. Debido a la tensión actual de la humanidad y a la urgente respuesta que esa angustia evoca en la Jerarquía, la síntesis de estas dos reacciones a la crisis mundial, puede ser apropiada para atraer esa ayuda eterna que podría poner fin al conflicto, de acuerdo a líneas correctas y traer no sólo alivio, sino también iluminación a la conciencia humana. Pero repetiré -dirigiéndome al grupo representativo de aspirantes y discípulos-, que el enfoque y el énfasis no son todavía adecuados para garantizar esta respuesta extraplanetaria.

No obstante, podría serlo si, en su propia vida de meditación
[i228] y de disciplina, al hablar con los demás y en el tono general de intercambio con su medio ambiente, pueden eliminar las reacciones negativas y más egoístas y (en aras del bienestar humano) vivir temporalmente, por lo menos, en su punto más elevado de aspiración.

Segundo: les he inculcado la creencia de que toda información que he dado sobre la relación Buda y Cristo, Jerarquía, Humanidad y Shamballa, formará parte de la nueva y futura religión mundial, y que el tema de los Grandes Acercamientos constituirá el fundamento básico de la futura enseñanza espiritual. Esto también deben tenerlo presente, porque el trabajo que se les pide realizar en las dos Lunas llenas venideras y durante las menos importantes Lunas llenas del año, está relacionado no sólo con la emergencia actual, sino también en forma constructiva con la futura creencia de la humanidad. Tengan también esto presente.

Observarán que lo expuesto concierne a sus actitudes mentales y a sus reacciones emocionales y hacia los asuntos mundiales actuales. Además, concierne a la tensión de sus almas, a su disposición de someterse a la tensión del alma y a su capacidad de permanecer como parte de la gran cadena de intermediarios que se los exhorta a servir hoy a la raza en Su hora de urgencia. Tiene que ver con la organización de ustedes mismos como personalidades integradas, en relación con sus almas y con la humanidad; involucra el reconocimiento del trabajo que pueden realizar desde el punto de integración. Les pediría que mediten cuidadosa mente sobre este párrafo, estableciendo las posibilidades de su tarea.

[e193] Los insto a un período de claro pensar. No trato de moldear su acercamiento político a la vida, pero sí ayudarlos a que vean a la humanidad y su bienestar; no sólo en términos de su propia nación o grupo político, sino en términos del todo, tal como nosotros, los instructores del aspecto interno estamos obligados a ver. Quisiera verlos libres de toda influencia, de la propaganda de tipo político, nacional o religioso, y que decidan por sí mismos a favor de quienes se alinearán como almas en esta crisis mundial y de qué lado pondrán el énfasis de la influencia que puedan ejercer; quisiera que observen a dónde los conducirán [i229] sus elevados ideales y si el origen de sus decisiones y actitudes en la vida son verdaderamente puros e incontaminados.

Trato de apartarles la atención de las innumeras cuestiones menores, las numerosas y clamorosas voces, y de la amplia concentración sobre el pasado indigno y los aspectos indeseables de todas las naciones (sin excepción) y ayudarlos a ver con claridad el dualismo principal subyacente en el actual conflicto mundial l poder contra el derecho, el materialismo contra los valores superiores, el aprisionamiento contra la libertad, la crueldad contra el buen trato, el temor y la agresión contra la libertad y la seguridad. Una vez equilibrados estos pares de opuestos dentro de su conciencia, decidan en quiénes depositarán su lealtad, interés y capacidad de servir y sigan adelante para llevar a cabo los objetivos de uno de los grupos, a cualquier precio, pero sabiendo dónde se encuentran y por qué están allí.

Que la voluntad de Shamballa pueda expresarse mediante el amor y la meditación de la Jerarquía, trabajando por intermedio de todos los discípulos, aspirantes y personas de buena voluntad, es la ferviente plegaria de vuestro condiscípulo y colaborador.


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