Después de la debida reflexión, me pareció que serviría a un propósito muy útil si dilucidara algo el tema de la nueva Invocación y considerara la idea de la intervención divina. Hay mucha recepción de pensamiento superficial respecto a esto, debido a las malas interpretaciones de la enseñanza y verdad cristianas, sobre la reaparición de Cristo. Las mentes analíticas teológicas de los hombres distorsionaron la revelación de Dios, y yo quisiera hacer algo para obtener una actitud más inteligente hacia la realidad de este retorno inevitable. Esta reflexión superficial impide un trabajo inteligente y colaborador. Recordaré que el éxito de la invocación y la verdadera eficacia de la plegaria dependen del claro pensar, no del deseo emocional o de un poderoso complejo del deseo. Dependen también de cierta frescura y entusiasmo dinámicos, difíciles de alcanzar en un momento de tensión y tirantez. El momento actual es particularmente difícil. Quizás una comprensión más clara de la naturaleza y del propósito de la intervención divina, pudiera aclarar en parte la cuestión.
Al pensador casual y al estudiante ocultista no entrenado quizás les parezca que -dado una Deidad o Logos planetario Todopoderoso-, Él podría, con poca dificultad y mucha utilidad y compasión, intervenir en esta penosa situación mundial y poner fin a la guerra de las naciones por medio de algún acontecimiento espectacular, alguna catástrofe dramática de proceso natural, o alguna aparición suprema que [i252]
traería mucho bien. Podrá argumentarse que se podría convencer en forma concluyente a los grupos atacantes y agresores, que su día había terminado y que sería mejor poner fin inmediatamente a sus esfuerzos. ¡Ojalá fuera una cuestión tan relativamente simple!, pero las leyes de la naturaleza, el libre albedrío de la humanidad misma y la inevitabilidad del karma, se combinan para impedir una intervención, justamente en esos términos. No significa que pueda ser imposible alguna forma de intervención, pero debe estar de acuerdo con la ley; no debe interferir en el derecho de la humanidad a manejar sus propios asuntos, y el momento debe estar programado de tal forma que puedan obtenerse los mejores y máximos resultados.
Ante todo, quisiera abordar tres puntos que he citado anteriormente -la ley natural, el libre albedrío y el karma. Al hacerlo, podría quizás aclarar algunas ideas confusas de muchos estudiantes.
[e212]
La ley natural es la actuación inevitable en el plano físico de fuerzas y energías que fueron generadas durante largo tiempo. La gente tiende a creer que están fuera de control y constituyen parte de la inescrutable voluntad de Dios y que el hombre nada tiene que ver con ello. Cuando se comprenda que ciertos aspectos de la ley natural conciernen estrictamente a las fuerzas -subterráneas, superficiales y aéreas- de nuestro planeta, verán que la premisa es correcta en la condición actual de las actitudes mentales de la raza y permanecerá así por largo tiempo. Sin embargo, hay causas y efectos que pueden caer en la categoría de ley natural, que ahora no están tan alejados del control humano. Durante edades, el hombre ha generado energías que inevitablemente deben producir acontecimientos en el plano físico, evocar respuesta en el plano de las emociones e inducir a reacciones mentales. Es aquí donde la ley natural y la ley del karma se encuentran e interactúan mutuamente.
Muchas personas buscan excusas para eludir la situación mundial actual y evadir en consecuencia toda actividad y responsabilidad definidas, diciendo que lo que está sucediendo ahora es simplemente kármico, o la actuación de la causa y el efecto, por lo que, nada pueden hacer al respecto; de este modo asumen la posición de que [i253]
el asunto no les atañe y que a su debido tiempo el proceso seguirá su curso y todo quedará como antes. Entonces se habrá limpiado la pizarra y ellas, incidentalmente, no se habrán implicado sino que mantendrán la posición segura (aunque incómoda) del espectador. Obrando así pasan por alto el tercer aspecto de esta ley, denominada libre albedrío. El empleo correcto del libre albedrío y su expresión comprensiva deben eventualmente rectificar y ajustar la actuación del karma y transmutar lo que está produciendo tanto mal y devastando al mundo, en una manifestación del bien y en una sólida base para la búsqueda de la verdadera felicidad. Por lo tanto, quienes observan los trágicos sufrimientos de la humanidad, se niegan a estar implicados y logran así eludir la responsabilidad como parte integrante de la familia humana, definidamente acumulan para sí mucho mal karma. De alguna manera deben aprender a participar, porque la situación actual contiene en sí las simientes para la liberación de la humanidad, cuando se haya comprendido algo la naturaleza del mal y ante todo reconocido la unicidad de la humanidad y los derechos de los seres humanos. Quienes militan contra la raza de los hombres y tratan de desviarla de la meta de la libertad otorgada por Dios, deben ser rechazados hasta su lugar mismo de origen. Aquellos que se niegan a tomar parte en esa lucha por la libertad, no participarán de los beneficios de la libertad, aunque sólo sea dentro de los límites hogareños, costumbres de la [e213]
vida y circunstancias privadas. Al decir "ser rechazados hasta su lugar de origen mismo" empleo frases en dos sentidos: común y oculto.
Por lo tanto, el libre albedrío y la voluntad al bien de la humanidad deben poner fin activamente al conflicto actual. Uno de éstos, el primero, se relaciona con la responsabilidad del hombre hacia el hombre; el otro, correctamente comprendido, concierne a la recta relación del hombre con el propósito divino, su correcta orientación hacia la buena voluntad divina y su debida participación en su expresión. Donde estas condiciones existen, puede iniciarse un acto de intervención divina.
La ley natural va produciendo hoy grandes cambios en la naturaleza [i254]
por los efectos de la lucha aérea y física, por los resultados del movimiento fluídico de sectores enteros de la población mundial y por los efectos de vastos cambios y procesos económicos. Se iniciaron situaciones que deben llevarse a cabo hasta su fin predestinado, y la tarea de quienes guían a la humanidad espiritualmente es procurar que del mal superficial y de la actividad material, pueda resultar el bien, y que de la maligna y materialista intención detrás de la actual actividad agresiva de ciertos grupos, pueda obtenerse el máximo bien y terminar con la maligna actividad. Pero tal posible bien vendrá como resultado de la actividad espiritual de quienes conocen la ley y comprenden el propósito de la voluntad de Dios; se realizará a pesar de la fuerza, y no por ella, y de los objetivos egoístas de los agresores del mundo, los cuales personifican y animan a las fuerzas materiales del planeta en una expresión completamente nueva.
El libre albedrío involucra la comprensión básica de las líneas de separación mundiales; concierne a la correcta elección y a la consiguiente correcta acción por el grupo, y está determinado siempre por lo que es bueno para la totalidad y no tanto por lo que es bueno para la parte. La humanidad recientemente ha alcanzado la etapa en que el libre albedrío puede ser de importancia significativa. Hasta la fecha no existió mucho libre albedrío, pero es lo que se necesita demostrar definitivamente ahora. La carencia de verdadero libre albedrío impide hoy la actividad final. Ésta es una afirmación de importancia y sobre esto las grandes y libres naciones neutrales pueden orientar correctamente los asuntos humanos. La agresión, el temor, el terror, la premonición y la insensibilidad que proviene del indebido e incesante sufrimiento mental y físico, aturden y anulan el libre albedrío en muchos sectores del mundo. En numerosas partes de Europa no existe hoy el libre albedrío.
El prejuicio, la errónea interpretación de los hechos presentados, el falso idealismo con su excesivo énfasis, las formas [e214]
mentales raciales y nacionalistas y el anulante temor a la responsabilidad, obstaculizan la expresión del libre albedrío en las partes menos perjudicadas del mundo. La falta de preparación moral y la [i255]
negación a rechazar las muchas y distintas interpretaciones erróneas de la verdad o de la enseñanza de Cristo, obstaculizan actualmente a muchas personas. La liberación para la humanidad vendrá cuando las llamadas "personas buenas del mundo" abandonen sus teorías favoritas y sus amados ideales y capten el hecho esencial de que la entrada en el reino de los Cielos y en la nueva era tendrá lugar cuando se vea el verdadero propósito divino y la humanidad sea verdaderamente amada y altruistamente servida, y cuando se descubra que ella es un todo indivisible. Entonces, los mezquinos nacionalismos, las diferencias religiosas y los idealismos egoístas (porque a menudo eso son, debido a que la mayoría de las personas son idealistas porque tratan de salvar su propia alma), están subordinados a la necesidad humana, al bien humano y a la futura felicidad de la totalidad. La imperativa necesidad de este momento es la simplificación de la actitud de los hombres. Las ideologías deben desaparecer; los viejos ideales deben ser abandonados; los mezquinos planes políticos, religiosos y sociales deben ser descartados, y sólo debe haber un propósito impulsor y la firme determinación de liberar a la humanidad de la férula del temor, de la forzada esclavitud y que se restablezca la libertad de los hombres y se les ofrezca la debida oportunidad para que se expresen por medio de las rectas relaciones humanas. Esto no es aún posible y la aterradora situación de temor, esclavitud, reglamentos y castigos impuestos, quebranta el corazón de la humanidad y causa profundas angustias y dudas en aquellos cuyos corazones no han sido todavía quebrantados.
Respecto al karma, el hombre, puede deshacer lo que ha hecho. Esto a menudo se olvida. El karma no es una regla dura y firme. Es mutable, de acuerdo a la actitud y el deseo del hombre. Brinda la oportunidad de cambiar, lo cual surge de actividades pasadas, y cuando éstas se encaran y manejan debidamente, sientan las bases para la felicidad y el progreso futuros. Los pueblos de todos los países son culpables de la situación actual (particularmente los más inteligentes), incluyendo también a los grandes neutrales, si la Ley de Renacimiento y de la responsabilidad conjunta significan algo. El karma no sólo es todo lo malo o maligno. Los hombres lo convierten en eso debido a sus estupideces. Existen grandes fuerzas del mal que tratan de expresarse en el mundo, [i256]
emergen del pasado y tratan de determinar y crear un futuro muy malo, donde el egoísmo, los objetivos materiales, el bien y el bienestar de una sola raza deben ser impuestos al mundo -un mundo que innatamente se rebela contra tal imposición y [e215]
distorsión de la realidad. Un ejemplo de la fuerza del mal lo demuestra el hecho de que dos razas tratan abiertamente de imitar o ayudar a las fuerzas de la agresión, enfocadas en este momento a través de la raza agresora.
Al mismo tiempo, las fuerzas del bien están tratando de neutralizar esta imposición del egoísmo materialista y son mantenidas a raya por el problema aún no resuelto -excepto en el plano mental. Aún se debe determinar el triunfo del bien en el plano físico. Si los que no están tan drásticamente implicados en el actual conflicto abandonan su egoísmo, sus prejuicios y sus interpretaciones y ven en su verdadera luz la dualidad básica de este conflicto, arrojarán el peso de su creciente influencia en favor de la buena voluntad y las rectas relaciones humanas; entonces el karma malo que aparente y plácidamente aceptan para los demás, lo rechazan para sí mismos, convirtiéndose en buen karma que es el verdadero destino de la humanidad y que introducirá la nueva era de bienestar, paz y síntesis espiritual -síntesis denominada "hermandad".
Debido a la demora en comprender correctamente y a la lentitud de muchos para apreciar la verdadera situación, quienes guían a la raza y actúan en el aspecto espiritual de la vida, poco pudieron hacer hasta la fecha, excepto reforzar espiritualmente las manos de los trabajadores con las Fuerzas de la Luz. La fe de muchos ha mantenido abierta la puerta; sin embargo, olvidaron con frecuencia que la "fe sin obras está muerta". Sólo cuando la fe encuentra una expresión activa en el plano físico, en recta colaboración y sacrificio (aun hasta la muerte), la puerta puede ser forzada hasta abrirla de par en par y la intervención divina será posible. Únicamente cuando la visión y el sueño de paz que ilusiona a tantas personas bien intencionadas ceda su lugar a la determinación de emplear todos los medios posibles para lograr esa paz en forma [i257]
práctica en el plano físico, las fuerzas espirituales internas podrán actuar también más activamente en la Tierra.
En forma curiosa, son a menudo obstaculizadas en la actualidad por los idealistas que aman a sus ideales más que a la humanidad, y se aferran a sus interpretaciones especiales de lo que creen que significó el Cristo, excluyendo al mismo tiempo el verdadero amor que caracterizó cada uno de Sus actos y que los impulsaría a servir activa y altruistamente a las Fuerzas de la Luz. Nada hacen para poner fin al conflicto, porque se ocupan de sus propios sueños, ideales e interpretaciones; cuando los abandonen por amor a la humanidad, entonces se tendrá una nueva [e216]
visión y el mundo será salvado, las Fuerzas de la Luz se expresarán poderosamente y las fuerzas de la agresión serán derrotadas.
Por lo tanto, de producirse la eventual fusión de la visión y la actividad en el plano físico (lo de mayor necesidad en estos momentos), ¿qué forma puede adoptar la esperada intervención divina? No profetizo. Todo lo que trato de demostrar es que el bloqueo o la obstaculización, los establece la humanidad; no reside en las Fuerzas de la Luz, la vida y el amor, tampoco en el Cristo y Sus discípulos, ni en los Maestros de Sabiduría, pues Ellos (con diversos nombres) constituyen la Jerarquía espiritual del planeta. Llámenlos como quieran; la creencia más valiosa de la humanidad es que existe y siempre existió en el mundo una Realidad oculta. Aquellos que han conquistado la muerte poseen poderes ilimitados para ayudar, pudiéndose llegar hasta ellos por la plegaria y la invocación.
El poder y la posesión de cosas materiales y la realidad del enfoque unilateral en el plano físico, han proporcionado hasta ahora muchos triunfos a las fuerzas de la agresión. Estas fuerzas, por su mismo poder, fusionaron y mezclaron un grupo de siete hombres que, en sí, personifican los grandes y específicos aspectos de las fuerzas materialistas (vinculadas con los siete tipos de energía en su expresión más baja y materialista) y sus manifestaciones -la guerra, el terror y la crueldad. Los une un solo punto [i258]
de vista y una única meta, y de ahí su éxito. Es interesante observar que, también en su caso, aparece inevitablemente el siete iniciático -el vil y oscuro paralelo de los Siete iniciadores que conducen a los seres humanos hacia la luz y están simbolizados por los siete Masones que constituyen la Logia de Masones. Son custodios de fuerzas que los dominan y sobre las cuales no ejercen ningún control. Quizá pregunten quiénes son: Hitler, Von Ribbentrop, Goebels, Goering, Hess, Himmler y Streicher -hombres bien conocidos por todos ustedes. Estos hombres representan y personifican las fuerzas de la agresión y gobiernan por el terror, no sólo a las naciones esclavizadas sino también, a sus pocos aliados que de ninguna manera su poder es de la misma categoría,
afortunadamente para ellos.
Cuando los que están a favor de las Fuerzas de la Luz y de la no agresión puedan ver sus metas con igual claridad y estén análoga y uniformemente unidos, teniendo como objetivo dar fin a la opresión y a la esclavitud y liberar a la humanidad, entonces veremos también una personificación de la fuerza espiritual que traerá el desastre para los siete poderosos. Tal unificación de objetivo y de propósito es posible y necesaria, y cuando tenga lugar la generación de la fuerza y la liberación del poder en el [e217]
plano físico, será de naturaleza tan estupenda que la liberación de la humanidad se logrará rápidamente.
Para esto he trabajado y para esto he tratado de despertarlos. Este espíritu está acrecentándose entre las fuerzas aliadas, aunque la caída de Francia fue inevitable. Francia estaba animada por propósitos un tanto egoístas -la seguridad de Francia más que la integridad y la felicidad de la humanidad-, y esto condujo a un colapso inevitable; sin embargo, Francia está aprendiendo y su pueblo inquebrantable y su núcleo espiritual salvarán la jornada para esa nación deshecha. Las potencias neutrales siguen siendo egoístas (aunque traten de ocultarlo mediante la filantropía), pero están despertando rápidamente a los verdaderos asuntos y, cuando haya una síntesis real de meta y de propósito, una verdadera unificación de la visión en el plano mental, de deseo fijo e inalterable en el plano emocional, y dedicación al esfuerzo práctico [i259]
en el plano físico, entonces surgirá la esperanza de que aparezca la personificación del "deseo de todas las naciones".
Esa personificación es una de las maneras en que puede tener lugar la intervención divina. El Príncipe de la Paz conducirá a Su pueblo -a la paz a través de la guerra Aquellos que piensan sólo en términos de paz tal como ellos la entienden y desean, propenden a olvidar la implicación bíblica de que el Príncipe de la Paz toma parte definida en la batalla del Armagedón (ahora en pleno auge). Después de alcanzar la victoria, conducirá a Sus huestes triunfantes a través de los portales de "Jerusalén", la ciudad de la paz. La significación simbólica y práctica de lo antedicho es cada vez más evidente. Este notable acontecimiento puede tener lugar y lo tendrá, cuando el libre albedrío de los pueblos se fusione mediante la invocación y la plegaria.
La intervención divina puede también tomar la forma de un evento catastrófico que terminaría con la agresión mediante la destrucción. Probablemente costaría tantas vidas humanas que vacilarían en emplearlo definidamente los custodios de la ley natural y los trabajadores que comprenden el propósito divino, aparte del hecho de que la humanidad ha llegado a una etapa de evolución en que la expresión del libre albedrío humano es definidamente posible. La catástrofe fue el método empleado en los días atlantes, como bien lo saben por los relatos del diluvio, y por el diluvio hubo una destrucción casi completa de la civilización de esa época. Se espera que tal paso drástico no sea necesario hoy, aunque existen antiguas profecías que predicen la posibilidad de la destrucción de este mundo en esta época por medio del fuego en lugar del diluvio. Cuál de los dos métodos -personificación divina o catástrofe natural- se empleará, lo decidirá en [e218]
realidad la humanidad, aplicando o no el libre albedrío y la comprensión. Si la humanidad no se une bajo la bandera de las Fuerzas de la Luz contra las fuerzas de la agresión y el egoísmo materiales, entonces sería inevitable "la prueba ígnea".
Hay también huestes aletargadas que pueden ser evocadas para ayudar a las Fuerzas espirituales y lo insinúan ciertas profecías antiguas, pero a medida que estudiamos frase [i260]
por frase la nueva Invocación, quizás aclare yo algo más este asunto, pues hay varios significados y significaciones detrás de cada frase. Lo que quiero aclarar en estas observaciones preliminares es que la ley natural, el libre albedrío y el karma, se relacionan cada vez más y son aspectos de una gran ley natural, ley que personifica al propósito divino, propósito que debe realizarse por intermedio de la humanidad misma, si la oportunidad actual se aprovecha correctamente y de acuerdo con el propósito divino.
La estimulación de ciertas personas a la acción fenoménica y la instigación de otros para emerger como conductores dinámicos e inspirados, son otros modos en que la divina intervención puede ser expresada. A menudo, a través de las edades, los hombres fueron influidos por la divinidad e inspirados por Dios para aceptar la conducción positiva y así hacer del propósito divino una realidad en el condicionamiento de los asuntos mundiales. De no haber respondido a la impresión influyente y de no haber aceptado la responsabilidad impuesta, el curso de los asuntos y acontecimientos mundiales hubieran sido muy distintos. No me refiero aquí específicamente a los guías espirituales, sino a los guías de otros sectores de la vida humana -a tales expresiones de la voluntad divina como Moisés, el Legislador; Adbar, el guerrero y estudiante; Leonardo da Vinci, el artista inspirado, y a otras grandes figuras sobresalientes que determinaron las corrientes básicas de la civilización humana; me refiero, además, a las fuerzas constructivas que guiaron al género humano para obtener mayor luz del conocimiento y de la comprensión. Todos estos guías produjeron efectos duraderos en la conciencia humana y, por lo tanto, su trabajo corresponde al segundo aspecto de la divinidad. Sus actividades van paralelas a la de los trabajadores que están o estuvieron inspirados por el aspecto material, o materia, de la manifestación, que ejercieron su influencia predominantemente en el plano físico y cuyo efecto ha sido en forma destacada el egoísmo personal. Este tipo de influencia es sentido predominantemente en el plano físico y, en consecuencia, desde ciertos ángulos; el conflicto actual podría considerarse que se libra entre el segundo aspecto, la conciencia espiritual desarrollada y el aspecto material de [i261]
la manifestación, siendo la humanidad, en la actualidad, el gran campo de conflicto divino.
[e219]Tenemos, por consiguiente, en lo insinuado, las siguientes formas de intervención divina:
Personalidades divinas.
Catástrofes naturales.
Evocación de entidades aletargadas.
Surgimiento de conductores inspirados.
Hay todavía un tipo de intervención más
enigmático de ilimitado poder y definidamente más difícil de evocar y, en consecuencia, de hacer contacto. El surgimiento, la respuesta o la aparición de grandes Hijos de Dios, que moran en lugares muy lejanos de nuestra vida planetaria, implica la aparición de Vidas cuya expresión y poder divinos son tan maravillosos que sólo el propósito espiritual masivo de un vasto número de personas de alcance y poder suficientes, puede horadar y penetrar más allá del velo que protege a la Tierra, hasta alcanzar esos remotos reinos donde tienen Su natural y eterna morada. No puede llegarse a Ellos por la plegaria ni por el deseo bien formulado -expresión de la vida de deseos de las masas. Residen mucho más allá del reino del sentimiento (tal como la humanidad lo entiende) y moran siempre en ese elevado lugar que sólo puede ser alcanzado por el pensamiento altruista, intencionadamente dirigido.
¿Hay suficientes personas en el mundo cuyo pensamiento enfocado e iluminado pueda ser organizado y dirigido hacia esas Vidas, de tal manera que puedan ser atraídas e inducidas a responder a la necesidad humana de liberación? Ése es el problema. Es posible, pero quizás improbable. El problema de una demanda conjunta de la Jerarquía espiritual y de la humanidad -simultáneamente expresada- deberá ser satisfecho y esto de ninguna manera es fácil de resolver.
Por esta razón las tres estrofas de una invocación muy antigua estuvieron disponibles y fueron puestas en manos de ustedes en la actualidad. Si pueden emplear estas frases como demandas expresadas y creencias afirmadas -al unísono con las [i262]
fuerzas espirituales superiores que claman su adhesión bajo cualquier nombre- entonces existe la probabilidad de que este tipo de actividad divina pueda ser puesta en movimiento conjuntamente en una línea particular, lo cual pueda conducir a cambios de naturaleza tan auspiciosos que podría precipitar rápidamente un nuevo cielo y una nueva tierra. Por lo menos no se hará ningún mal con esta tentativa y deseo de participar en el esfuerzo jerárquico. En este momento la planificada colaboración en el trabajo del Cristo es útil y necesaria; por lo menos servirá para que la humanidad se eleve y eleve su pensamiento, [e220]
produciendo una estabilización espiritual permanente. Grandes poderes y la expresión del antiguo mal prevalecen en la Tierra actualmente, liberados por el egoísmo, la crueldad y el error humano poco comunes, y enfocados por intermedio de una desafortunada raza y el poder de ciertos hombres peligrosos -hombres fácilmente sujetos a la mala inspiración e influidos y obsesionados por el egoísmo y el mal- y por las fuerzas de la destrucción. ¿Podrá evocarse el eterno bien latente en las vidas que normalmente harían contacto con la humanidad en un futuro muy distante y, apresurar la llegada del día de contacto espiritual elevado y profundo, en el presente inmediato? Éste es el interrogante. Si se lograra, el pasado maligno y el glorioso futuro podrían quizá ponerse en contacto en este desgraciado presente y tendría lugar un evento que produciría cambios estupendos.
Les recordaré que la evocación de este contacto divino será en sí mismo peligroso, desintegrador y destructor. Los resultados son impredecibles para el ser humano, porque los hombres no están acostumbrados todavía a responder a Vidas e Influencias de naturaleza tan elevada y divina. No obstante, existe la posibilidad de que se permita sin mayores riesgos si suficientes personas pueden mantenerse unidas espiritual y altruistamente, y ofrecerse como canales para estas Fuerzas espirituales nuevas y desconocidas. Hay atributos, cualidades y potencias divinas, que la humanidad más iluminada de todos los tiempos no ha podido ni siquiera registrar, presentir o visualizar -los tres aspectos que escapan al contacto de estas potencias. Sin embargo, estos poderes existen, y el correcto [i263]
manejo de la crisis actual por la humanidad, espiritualmente orientada, puede traer la liberación de alguna de estas energías superiores y el establecimiento de una línea de influencia efectiva por la cual puedan pasar y, en consecuencia, entrar en contacto con la Tierra. Reflexionen sobre esto y no limiten a la Deidad debido a la rigidez y la finitud de sus pequeñas mentes.
La liberación de grandes fuerzas impersonales es siempre un aspecto serio. Los efectos producidos dependen de la cualidad de los aspectos receptores y de la naturaleza de la cualidad de la forma sobre la que ellas hacen impacto. En el campo de la química, un catalizador puesto en contacto con ciertas sustancias producirá algo totalmente nuevo y traerá cambios normalmente inesperados. Empezamos ya a estudiar y a comprender estos cambios. La intervención de ciertas potencias serias y excepcionales y su efecto sobre las Fuerzas de la Luz y las fuerzas de la agresión interactuantes, es aún más impredecible y sólo la comprensión y el firme sacrificio de las personas espiritualmente orientadas del mundo -más su claridad de visión y su enfoque [e221]
mundial unido- pueden hacer que la situación no sea peligrosa para toda la humanidad. Tengan presentes estos pensamientos cuando empleen la nueva Gran Invocación.
Quisiera abordar otro pensamiento antes de analizar las frases de la Invocación.
Hoy, es ya verdad reconocida que toda expresión en el plano físico es resultado, primero, del pensamiento, luego del deseo y, finalmente, de la actividad en el plano físico. Un hombre tiene una visión y una posibilidad. Piensa sobre la misma y entra luego en el reino de la invención mental. Después se organiza una forma mental, sea la de una máquina de coser, de un partido político, de una idea económica o algún otro tipo de organización con algún objetivo planeado. Mucha reflexión y cavilación producirá oportunamente un campo magnético de tal potencia que tendrá cabida el deseo; entonces el sueño o la visión entrará en una nueva etapa de vitalización. A su debido tiempo, cuando los procesos del deseo se hayan desarrollado adecuadamente, la visión se precipitará en el plano físico. La actividad física y los métodos correctos de [i264]
la manifestación se coordinarán, y gradualmente la forma mental se convertirá en realidad expresada, reconocible por todos los hombres.
Pensamiento, deseo, actividad -tal es la historia de la visión y el sueño humano. A través de las edades, desde la misma noche de los tiempos, el hombre soñó, estuvo a la expectativa de la revelación y de la intervención divinas. Cuando todo parece fracasar, los hombres se dirigen a Dios. Una y otra vez en la historia de la raza, la visión ha tomado forma y el sueño se ha materializado en alas del deseo y de la demanda poderosa. Una y otra vez Dios se ha revelado y ha enviado Sus Mensajeros y Representantes para ayudar y guiar a la humanidad. Pero esto sucede sólo cuando la demanda es expresada adecuadamente y la necesidad clama al Altísimo. Hasta ahora, la respuesta no ha fallado nunca. Una y otra vez, y finalmente también las naciones del mundo han sido llamadas a orar, y esta proclamada demanda de millones de personas no puede ser desoída o quedar sin respuesta, y debe venir aunque adopte la misma forma antigua, porque el hombre es hoy -a pesar de las apariencias- más capaz de manejar sus propios asuntos y determinar conscientemente sus propias cosas. Por muy poco que se comprenda, detrás de todas estas demandas y plegarias en los numerosos países cristianos, reside una convicción sutil profundamente arraigada de que el retorno de Cristo es inminente; hay una difundida aceptación del concepto de que la Presencia del Hijo de Dios puede ser evocada y que Él debe venir en ayuda de Su pueblo. No importa cuál sea [e222]
la interpretación dogmática o el idealismo teológico: detrás del clamor de millones de personas hay alguna forma de esta creencia.
¿Inducirá la demanda de los corazones de los hombres a retornar al Cristo de Galilea? ¿Hará surgir a la manifestación a algún gran Hijo de Dios? ¿Producirá, acaso, la personificación de otra revelación divina y -así como el Buda expresó la Sabiduría de Dios y el Cristo nos reveló el Amor de Dios- no es posible que Aquel Que Venga nos revele la naturaleza de la Voluntad o Propósito de Dios, presentando así esa voluntad al bien que debe entrar en [i265]
actividad si la mala voluntad al poder debe ser eliminada de la Tierra? Presento esta posibilidad a la atención de ustedes y les pediría que pensaran sobre ello. Si esto llegara como resultado correcto de toda invocación y plegaria, se equilibraría la voluntad de la personalidad, el egoísmo, la adquisición material y la voluntad altruista que trata de ayudar a toda la humanidad. La voluntad del yo inferior y la voluntad del yo o alma, entrarán en conflicto y la humanidad arrojará el peso de su influencia sobre uno u otro.
Al decir arrojar el peso de la influencia humana sobre uno u otro, no sólo me refiero al poder del pensamiento y a aquello a lo que tantas personas le aplican la frase eufónica "trabajar en niveles mentales".Me refiero a la actividad consciente del entero hombre que trabaja mental, emocional y, muy enfáticamente, también en forma física. Por lo tanto, sólo las personalidades integradas pueden trabajar de esta manera y ahí reside la dificultad. Esas personas que trabajan sólo mentalmente o que se sientan y envían pensamientos de amor propagándolos al mundo y que se solazan en la belleza de su propio idealismo (pero pocas veces hacen un esfuerzo físico equilibrador para poner fin a la actual mala situación, por el correcto sacrificio, elección y arduo servicio), no son en realidad de utilidad alguna para nadie, excepto para ellos mismos. Hay también quienes envían pensamientos de amor al grupo de hombres malignos responsables del desastre mundial, creyendo que así los influyen a hacer el bien. A éstos les recordaría que el amor es esencialmente un poder o energía impersonal cuyos efectos dependen del tipo de forma con la que entran en contacto y sobre la cual hacen impacto. Por lo tanto, al afluir únicamente sobre la egoísta naturaleza materialista, sólo agrandará el deseo y promoverá una creciente agresión adquisitiva, fomentando así la naturaleza inferior y distorsionando la verdadera expresión del amor, lo que conducirá a una creciente mala actividad. Afluyendo sobre los altruistas, puros y desinteresados, fomentará la realidad y el verdadero amor. Estos puntos deberían ser recordados en este momento por el servidor bien intencionado, pero esotéricamente ignorante.
[e223][i266]Entraremos a analizar las tres estrofas. La primera se refiere al atento grupo expectante de Vidas espirituales que tratan de ayudar cuando la demanda correcta coincida con el momento correcto. La segunda, concierne a la humanidad y sus reacciones y a la posibilidad de una interacción entre ambos grupos -de Vidas espirituales y hombres. La tercera indica métodos y resultados. Tomaremos cada frase o idea por separado, pues cada una tiene su propia importancia y todas poseen varios significados. No puedo considerar todos los significados, sino que presentaré los más simples e importantes:
Que surjan los Señores de la Liberación. Que traigan ayuda a los hijos de los hombres.
¿Quiénes son los Señores de la Liberación y de dónde vienen? Todas las ideas y conceptos que controlan la vida humana y dieron lugar a nuestra civilización, comenzaron como emanaciones de ciertas grandes Vidas que son la expresión de una Idea divina. La nota que emiten y la cualidad que de ellos emana, llega y hace impacto sobre el más evolucionado de los hijos de los hombres que existen sobre la Tierra, en determinado momento, el cual se apropia de la idea presentida y familiariza a los pensadores de su época con el concepto formulado. De esta manera, grandes propósitos divinos motivadores se convierten en factores controladores del progreso humano. De este modo, el anhelo básico de liberación y libertad ha dominado lenta y consistentemente el esfuerzo humano, conduciendo ante todo a la lucha por la libertad y la liberación individuales (con el ideal derivado del cielo, de la iniciación y de la realización espiritual), moldeando gradualmente el pensamiento humano hasta tal punto que adquiere forma el ideal mayor. La libertad de la humanidad y la libre aplicación de su poder para ejercer el autodeterminismo (un aspecto de la libertad), se han convertido en el más caro ideal y el mejor pensamiento de los pensadores de todas las naciones. En último análisis, interferir la libertad individual y grupal, es el peor pecado de los hombres malignos que tratan en este momento de esclavizar a las naciones más débiles y someterlas al gobierno de Alemania, privándolas de [i267]
sus bienes nacionales y medios de subsistencia, arrancándoles -por la fuerza y el temor- sus más preciadas posesiones, libertad de vida y de conciencia.
Todas las grandes ideas tienen sus Fuentes emanantes de vida, y en la antigua invocación de la cual nos ocupamos, se las denominan "Señores de la Liberación". Son tres, y uno de Ellos está más cerca de la Tierra y de la humanidad que los otros dos, y pueden llegar a Él aquellos que comprenden la naturaleza de [e224]
la libertad y, por encima de todas las cosas, desean ser libres y ver también liberados a todos los pueblos oprimidos y esclavizados del mundo.
Cada paso que da una conciencia iluminada (tal como la de un Señor de la Liberación) hacia la humanidad, produce en los hombres el correspondiente cambio o movimiento. Esto constituye en sí un problema definido, porque ningún Señor de la Liberación puede dar un paso así, a no ser que la humanidad esté dispuesta a elevar su ideal de libertad a un nivel de expresión más elevado. Si esta guerra mundial no contuviera las simientes de la revelación de una libertad humana más elevada, y si la humanidad no estuviera preparada para expresar lo más que pueda esta elevada liberación, no sería posible para los Señores de la Liberación entrar en actividad. No pueden ser conmovidos sólo por la plegaria, la demanda y la invocación. Detrás de esa demanda debe estar el ideal de una nueva liberación y mayor libertad para el hombre. Cuando se anuló el idealismo francés, resumido en las palabras "Libertad, Igualdad, Fraternidad", la atención de todo el mundo se enfocó sobre el tema de la libertad, y el simbolismo del acontecimiento tiene hoy mayor importancia de lo que se ha comprendido hasta ahora. Francia no ha abandonado el ideal de la libertad humana que llevó originalmente (en gran escala) a la atención del género humano. Su acción, bajo la influencia de los enemigos de la libertad humana, enfocó simplemente el peligro que la humanidad enfrentaba y llamó enfáticamente la atención de la humanidad, aturdida por el desastre y desorientada por el peso acumulado de la miseria. Al hacerlo, el problema se simplificó para las mentes no entrenadas. Produjo también, hablando espiritualmente, una línea directa de [i268]
comunicación entre los hombres que conocen el significado de la liberación y anhelan la libertad humana, y los Señores de la Liberación, responsables de la implantación de este deseo innato en la humanidad.
La razón por la cual estos Señores de la Liberación son los que se mencionan en la estrofa en primer término, se debe a que están esencialmente relacionados con el deseo-voluntad y, por eso, el hombre puede entrar en contacto más fácilmente con Ellos. El lugar de donde surgen para ayudar a la humanidad está ubicado en cierta zona de la Conciencia Divina, abierta al sentido humano de percepción, si está suficientemente iluminado y es altruista. Por lo mencionado anteriormente, pueden ver que el empleo eficaz de la invocación depende, por lo tanto, de la etapa de desarrollo espiritual de quienes buscan la ayuda de la verdadera plegaria e invocación. Algo que debería comprenderse respecto a estas grandes Vidas es que aborrecen lo que comúnmente se llama "adoración". La [e225]adoración, el poder de adorar y el sentido de reverenciar (uno de los aspectos más elevados del temor), también son indeseables para Ellos. Estas actitudes son de origen emocional y están basadas en el sentido de dualidad y, por lo tanto, en la sensación. Estas Vidas simbolizan el servicio y pueden llegar a Ellas los verdaderos servidores que claman por prestar servicio. Recuérdenlo. A medida que el hombre progresa en el sendero, olvida la adoración, pierde todo sentido de temor y la veneración ya no absorbe su atención. Todas estas actitudes son eliminadas por la comprensión de un amor todopoderoso y su consiguiente interacción y tendencia a acrecentar la identificación. Por lo tanto, puede llegar la demanda de los servidores del mundo a los Señores de la Liberación; entonces aparecerán por intermedio de Uno de Ellos, el cual unificará las energías de los Tres y producirá esas condiciones que traerán la libertad efectiva y reconocida. Cómo lo harán no podemos decirlo; el método más probable será por medio de la influencia ejercida sobre algún hombre o grupo de hombres, para que se inspiren y se logre el triunfo de la libertad.
Que aparezca el Jinete del Lugar secreto y con Su venida salve. Ven, Oh Todopoderoso.
Aquí enfrentamos una de las tradiciones más antiguas [i269]
del mundo y del antiguo Oriente, tradición que también tiene su contraparte en El Nuevo Testamento, donde se narra que Aquel Que Viene surge para salvar al pueblo "cabalgando sobre un caballo blanco". En Occidente, durante mucho tiempo se ha pensado en términos del "Cordero sacrificado desde la fundación del mundo", y este enunciado contiene una profunda verdad astrológica. Se refiere a esa gran ronda del zodíaco (un período de aproximadamente 25.000 años), en que el sol transita por doce signos del zodiaco. El período al cual se hace referencia empezó en el signo de Aries, el Carnero. Sin embargo, en Oriente data de un período muy anterior y de una fecha aún más antigua, remota en la noche de los tiempos, cuando el ciclo mundial mayor empezó en el signo de Sagitario, el Arquero. El símbolo a veces está (a fines del ciclo) representado como un arquero cabalgando sobre un caballo, y (a principios del ciclo) como un centauro, mitad hombre y mitad caballo. Ambos se refieren a una revelación que emerge de la conciencia de la Deidad, tal como es revelada por alguna Gran Expresión divina, por medio de algún Hijo de Dios que Se manifiesta. Lo que debe tenerse presente es que el Jinete del caballo no es ninguna Entidad o Vida extraplanetaria, sino esencialmente alguien semejante a nosotros -lo humano y lo animal combinado, como somos todos, pero fusionado con la divinidad e inspirado desde lo alto, animado por algún Principio cósmico y divino, como el Cristo lo file por el Amor de Dios y llevó al hombre la revelación [e226]
del amor El Jinete es uno de nuestra humanidad, que ha alcanzado una meta predestinada y que -por amor y comprensión al hombre- ha permanecido durante edades en el lugar secreto de la revelación (tal como se lo den mina esotéricamente), esperando ver llegar nuevamente Su hora y poder aparecer para guiar a Su pueblo hacia la victoria triunfal. Este Ser que viene, huella el Sendero del Salvador del mundo, así como las Vidas más poderosas, los Señores de la Liberación, huellan el Sendero del Servicio mundial. Surgen por intermedio de ese elevado centro espiritual donde la Voluntad de Dios se halla en solución o en custodia, para que gradualmente sea liberada o revelada a medida que la humanidad pueda llegar a la etapa necesaria de respuesta y receptividad comprensivas. Aunque se puede [i270]llegar a Ellos con relativa facilidad, debe hacerse por medio del intento masivo de numerosas mentes enfocadas. El aspirante individual puede llegar al Jinete del caballo blanco si es capaz de elevar adecuadamente su conciencia. El Jinete surgirá (desde el centro donde el Amor de Dios reside para ser distribuido) cuando el centro humano (que llamamos humanidad) se sintonice con el verdadero amor y pueda identificarse con todos los hombres, respondiendo libremente y sin inhibición alguna al Amor Divino que es sabiduría, comprensión y hábil actividad eficaz.
Cuando esta invocación sea correctamente empleada y pronunciada por un adecuado número de personas, aquellos que en alguna medida puedan emplear la voluntad iluminada, podrán alcanzar a los Señores de la Liberación y producir, como resultado, una intervención fenoménica de determinado tipo. Quienes trabajan más emocionalmente pueden llegar al Jinete del lugar secreto y hacer que surja para salvar y guiar a los pueblos. ¿Hay suficientes mentes intensamente enfocadas y corazones atentos para llegar a los dos centros donde esperan quienes pueden ayudar en este momento? He aquí el interrogante. Sucederá cuando los tres centros -la humanidad, la Jerarquía espiritual del planeta y el "lugar donde la voluntad de Dios está oculta" (denominado Shamballa en las antiguas escrituras)- estén alineados y en mutua armonía. Entonces se establecerá una relación directa entre los tres y también un canal directo para la afluencia de la fuerza liberadora. Esto ha sucedido sólo una vez en la historia de la raza.
A causa de que el género humano está tan debilitado por el dolor, la tensión y el sufrimiento, probablemente no se considerará conveniente que los Señores de la Liberación entren directamente en contacto con la humanidad, los cuales probablemente harán tres cosas:
1. Permanecer detrás y fortalecer al Jinete del caballo blanco cuando responda a la demanda de los pueblos de todas partes, [e227]
haciendo afluir por Su intermedio, esa energía dinámica que personifica al primer aspecto divino, el aspecto voluntad, el poder de expresarse, permitiéndosele cumplir la voluntad de Dios de tal manera que la humanidad pueda comprender [i271]lo que se está realizando. Entonces el género humano verá el Amor que anima a la Voluntad y al Poder de Dios. También se revelará la verdadera significación de la libertad. Esto aún no se ha comprendido.
2. Verter Su fortalecedora voluntad al bien, en el nuevo grupo de servidores del mundo de todos los países, para que pueda haber una poderosa y simultánea acción de acuerdo con los propósitos del Jinete del lugar secreto.
3. Estimular e integrar en las mentes de ciertos discípulos avanzados, nuevos ideales que deben regir el proceso liberador y hallar expresión en la nueva era. Esto se realizó en pequeña medida durante la Revolución Francesa, cuando los tres conceptos principales de la libertad fueron expresados con tres palabras, -Libertad, Igualdad, Fraternidad- y presentados intelectualmente a la raza, los cuales fueron temporalmente abandonados, y esto en sí constituye un importante acontecimiento simbólico. Debía suceder, porque estas tres palabras no representaban ninguna verdad efectiva, sino simplemente una esperanza y un concepto académico; los acontecimientos de los últimos meses las redujeron a una farsa. Entonces fueron retiradas deliberadamente a fin de hacer resaltar su importancia y serán posteriormente restablecidas, asumiendo un nuevo y poderoso significado en las mentes de los hombres. Estas tres palabras deben regir la nueva era.
También deberán desaparecer ciertas interpretaciones raciales de los ideales y ser reemplazadas por nuevas y mejores. Esto se aplica también a la comprensión del hombre acerca de las tres palabras que hemos tratado. "Libertad", tal como los Señores de la Liberación pueden considerarlo es, en realidad, el reconocimiento de rectas relaciones humanas, libremente adoptadas, voluntariamente emprendidas y motivadas por un sentido de responsabilidad que actuará como un muro protector; esto no tendrá lugar por medio de medidas coercitivas, sino por la correcta interpretación y la rápida apreciación de las masas, que tienden a confundir el libertinaje (libertad de la personalidad para hacer lo que la naturaleza inferior quiere) y la libertad del alma y de la conciencia. Sin embargo, esta libertad es el aspecto de la voluntad divina, más fácil de ser comprendido por la humanidad.
[i272]
Es, en realidad, la primera revelación dada al hombre acerca de la naturaleza de la Voluntad de Dios y de la cualidad de Shamballa. "Igualdad" es esa comprensión peculiar que revelará Aquel Que [e228]
Viene y está basada sobre el correcto sentido de proporción, correcto autorrespeto y comprensión de las espirituales, aunque naturales, leyes del Renacimiento y de Causa y Efecto, y en los siglos futuros estarán fundadas sobre el reconocimiento de la edad de la experiencia del alma y del desarrollo obtenido, y no sobre la afirmación enfática de que "todos los hombres son iguales". "Fraternidad" es algo a que la misma humanidad contribuirá como expresión del tercer aspecto de la divinidad, basándola en el correcto contacto y la debida reacción al contacto. De esta manera se desarrollará gradualmente el verdadero tema de la vida de la humanidad, que es hermandad, fundada en un origen divino (igualdad) y que conduce a una libre y verdadera expresión de la divinidad (libertad).
Quizás con estos pensamientos en la mente, la primera estrofa de la nueva Invocación asumirá mayor importancia y entonces podrán invocar inteligentemente a Quienes pueden inspirar la correcta acción, y así ayudar y exhortar a Aquel Que puede salvar la situación por la correcta conducción.
No nos toca decir sobre qué nivel de conciencia Él cabalgará. Posiblemente no aparezca en el plano físico. ¿Quién puede decirlo? Pero el sonido de Su llegada será conocido y, hablando simbólicamente, se oirá el atronador repiqueteo de los cascos de Su caballo. La influencia de la energía que trasmitirá desde los Señores de la Liberación será sentida inevitable y poderosamente, evocando una respuesta humana inmediata. Esta realidad será incontrovertible. Que Su radiación llegará y circundará a Sus discípulos que luchan en la contienda contra el mal, también es cierto y seguro, lo cual les permitirá realizar el supremo esfuerzo que ganará la batalla para la humanidad. Que vendrá en "el aire" es una profecía muy conocida del Nuevo Testamento, permitiendo así que "cada ojo Lo vea". Estas palabras tienen hoy más significado que cuando fueron escritas hace aproximadamente dos mil años, porque este conflicto mundial [i273]
es principalmente aéreo. Los estudiantes y quienes emplean esta Invocación deberían tener esto en cuenta, porque quizás no puedan reconocer al Liberador cuando venga -algo que ya pasó una vez.
Llegamos ahora a la segunda estrofa, que se refiere directamente a las actitudes y reconocimientos humanos. Durante décadas, yo, como uno de los instructores espirituales y muchos otros, tratamos de despertar a todos a la realidad de la Luz -la luz en el mundo, la luz que viene del plano del deseo (llamado a menudo el plano astral), la luz que ilumina a la ciencia y al conocimiento humano, la luz del alma, que produce a su debido tiempo la luz en la cabeza. Se ha enseñado detenidamente que el correcto empleo [e229]
de la mente en la meditación y la reflexión, conducirá a la correcta relación del alma y la personalidad y que, cuando esto tiene lugar, la luz del alma enciende o fomenta la luz en la cabeza y el hombre alcanza la etapa de la iluminación. Esta segunda estrofa se refiere a la idea más difundida de la relación de la humanidad (el reino de los hombres) con la Jerarquía espiritual (el reino de Dios). Cuando ambas estén más estrechamente alineadas y relacionadas, la luz irrumpirá entre los hijos de los hombres como una totalidad, así como la luz irrumpe en el aspirante individual. Este deseable evento puede ser realizado por las personas de mente espiritual del mundo, los hombres y mujeres de buena voluntad y los discípulos del mundo que permanecen con "intención masiva". Esto significa un enfoque unido y uniforme -algo hasta ahora raras veces visto y muy necesario en este momento. Muchas personas están animadas por el pensamiento ansioso, la esperanza y la plegaria; pocas están motivadas por la intención. La intención en este caso es esa determinación inquebrantable e inconmovible de encarar una situación, de obtener lo necesario para liberar inevitablemente al género humano, por ser intención mental de las mentes enfocadas de muchas personas. Les pediría que reflexionen sobre las palabras "intención masiva" y diferencien con cuidado entre intención y deseo. Cuando la humanidad haya cumplido con las condiciones por medio de una demanda mental enfocada basada en la intención [i274]masiva, correctamente formulada, -entonces llegará la afirmación de las Fuerzas espirituales.
Que el Señor pronuncie el fiat: ¡Ha llegado a su fin el dolor!
La terminación de la actual mala situación es, por lo tanto, una medida cooperativa, y a este respecto tenemos aquí la aparición del Señor de la Civilización, que expresa y dirige en el plano físico el fiat del Señor de la Liberación y el Jinete del lugar secreto. Debido a Su control y ayuda, hace posible la precipitación en la Tierra y en el campo de batalla del poder generado por los Señores de la Liberación, expresado por Aquel que viene y enfocado por intermedio del Representante jerárquico en Europa. El trabajo del Maestro R. fue reconocido siempre como de naturaleza peculiar y concerniente a los problemas de la civilización, así como el trabajo del Cristo, el Maestro de Maestros, concierne al desarrollo espiritual de la humanidad, y el trabajo del Manu consiste en ocuparse de la ciencia de gobierno, de la política y de la ley divina. Así, la energía entrante enfocada y evocada en respuesta a la correcta invocación, es aminorada para que pueda acercarse a la humanidad; entonces las masas podrán responder a los nuevos impulsos. Por lo tanto, tenemos: [e230]
Los Señores de la Liberación, a los cuales llegan los pensadores espirituales avanzados del mundo, cuyas mentes están correctamente enfocadas.
El Jinete del caballo blanco o del Lugar secreto, al cual llegan aquellos cuyos corazones fueron debidamente conmovidos.
El Señor de la Civilización, el Maestro R., al cual llegan todos aquellos que, con los primeros dos grupos, pueden permanecer con "intención masiva".
En el trabajo conjunto de estos Tres, si la humanidad lograra evocarlos, vendrá el alineamiento y la relación correcta de tres grandes centros espirituales del planeta, algo que no ha sucedido nunca. Entonces: [i275]
Los Señores de la Liberación recibirán y trasmitirán a la Jerarquía, energía desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida y cumplida.
El Jinete recibirá esta energía y emprenderá la acción que la expresará, más la energía motivadora desde el centro donde el Amor de Dios es expresado.
El Señor de la Civilización estimulará y preparará el Centro denominado humanidad, para la debida recepción de esta fuerza revitalizadora, estimuladora y liberadora.
Así Shamballa, la Jerarquía y la Humanidad estarán conscientemente relacionadas y dinámicamente en mutuo contacto. La Voluntad de Dios, el Amor de Dios y la Inteligencia de Dios, se fusionarán y mezclarán sobre la Tierra, en relación con los problemas humanos. Se crearán condiciones y se pondrán en movimiento energías que darán fin al gobierno del mal y a la guerra, por medio de la victoria de las Fuerzas de la Luz, reconocidas y ayudadas por la Humanidad.
A esta síntesis de las tres energías, evocadas por la invocación y la respuesta de ciertas Potestades divinas, se le otorga esotéricamente el nombre de "Fuerza Salvadora". No sabemos prácticamente nada de su exacta naturaleza y efectos intencionados. Nunca ha actuado en el plano físico, aunque lo ha hecho durante algún tiempo en el plano mental. Aunque es una mezcla de las energías de los tres centros referidos anteriormente, es principalmente la energía de la Voluntad divina, la cual será su destacada característica. Haré aquí una insinuación. Así como la exteriorización de la logia materialista de siete hombres, a la cual ya me referí, se estableció y debe ser considerada antes de la futura [e231]
exteriorización de la logia de Vidas espirituales (la aparición del reino de Dios en la Tierra), denominada la Jerarquía planetaria, así ha aparecido en la Tierra la voluntad al poder de las fuerzas agresoras, y han tratado de obtener el control sobre la humanidad. Observen este objetivo. Esta ansia de poder puede ser disipada sólo cuando, entre los hijos de los hombres, se le dé rienda suelta al aspecto más elevado de la misma energía. La Voluntad [i276]
divina y espiritual, llevada sobre el impulso del amor altruista, puede y debe ser evocada para destruir la egoísta y maligna ansia de poder, prevaleciente ahora en la Tierra, dirigida por los siete hombres enfocados en Alemania.
Por lo tanto, "la fuerza salvadora" debe ser difundida por todo el mundo. Durante largas edades los hombres han orado con las palabras de San Pablo: "Que el amor de Dios se difunda en nuestros corazones". Hoy es necesario que la difusión de "la fuerza salvadora" se posesione de nuestras mentes y controle desde ese centro directriz, pues personifica en este momento la salvación necesaria. Para que esto sea posible se necesitarán los esfuerzos conjuntos de los tres puntos focales de la expresión divina en nuestro planeta, y ello será factible.
En las estrofas finales (que no deben tratarse frase por frase, ya que su significado es suficientemente claro) tenemos nítidamente ante nosotros los métodos por los cuales la humanidad puede desempeñar su parte y participar en la ayuda de quienes colaboran con las Fuerzas de la Luz para poner fin a esta guerra planetaria.
Consideren por un momento las cuatro palabras que personifican el pensamiento de lo que puede ser realizado por el hombre, para llevar a la fructificación la misión de Aquel Que Viene, el Jinete del lugar secreto. Se dice que para cumplir el propósito de Aquel Que Viene, deben ser invocados la Luz, el Amor, el Poder y la Muerte. Aquí abordamos directamente el tema práctico de la parte individual del hombre en el proceso de liberación. Nos ocupamos de lo que -dentro de la misma humanidad- necesita ser evocado, a fin de lograr la correcta colaboración, preparación y comprensión. Cuatro poderes dentro del alma del hombre están disponibles para ser empleados individualmente, a fin de ayudar a las Fuerzas de la Luz -poderes que el hombre comparte con todos los hombres en mayor o menor grado, de acuerdo al poder expresivo del alma. Estos poderes no son innatos al yo inferior sino al yo superior. El yo inferior refleja únicamente formas distorsionadas de las energías divinas superiores. Este punto debe ser analizado cuidadosamente. Poco puedo decirles [e232]
sobre la Luz y el Amor. Para los estudiantes esotéricos estas palabras son tan familiares que casi no tienen sentido y sólo [i277]
quienes pueden caminar en la luz y cuya reacción principal es amor a la humanidad, comprenderán el significado y la interrelación de estas cuatro palabras.
La Luz para ver la nueva visión es necesaria para todos, lo que probablemente no será la intensificación de cualquier visión anterior, por muy espiritual que parezca, sino algo tan enteramente nuevo que necesitarán de toda la luz que poseen y de una petición interna entrenada si quieren reconocerla al entrar en contacto con ella.
El Amor, que no es emoción o sentimiento, ni está relacionado con la sensación (que es una distorsión del verdadero amor), es la determinación fija de hacer lo mejor para toda la humanidad o el grupo (si para ustedes no es posible un concepto mayor) y a cualquier precio personal por medio del supremo sacrificio. Sólo quienes aman verdaderamente a sus semejantes pueden ver las cosas con claridad y captar la inevitabilidad de lo que debe hacerse para dar fin al actual gobierno de terror e introducir el nuevo gobierno de paz. La paz no es la meta para nuestra raza o época, no interesa lo que piensan muchos hombres. Este es un ciclo donde la actividad aumenta constantemente, teniendo en cuenta el establecimiento de rectas relaciones humanas llevadas a cabo inteligentemente. Tal actividad y tan intenso cambio no concuerdan con lo que se comprende generalmente por paz. La paz tiene relación con el aspecto emocional de la vida y fue la meta en los días atlantes, donde la paz era un gran Acontecimiento Esp.. Pero la paz y el amor a la paz pueden ser un mortal soporífero, y lo son en este momento, siendo generalmente egoístas en su propósito; la gente anhela la paz porque quiere ser feliz. La felicidad y la paz vendrán cuando haya rectas relaciones humanas. La paz y la guerra no son verdaderos pares de opuestos, sino la paz y el cambio, la paz y el movimiento. La guerra no es más que un aspecto del cambio y tiene sus profundas raíces en la materia. La paz generalmente deseada y considerada se relaciona con la paz material, y en todos los casos está relacionada con la personalidad ya sea individual o de la humanidad, como un todo. Por lo tanto, no me ocupo de la paz, sino del amor, que a menudo perturba [i278]
el equilibrio de la materia y las circunstancias materialistas, y en consecuencia puede actuar contra la así llamada paz.
El poder es algo que, a través de las edades, ha sido siempre de interés para la humanidad avanzada y para esos hombres [e233]
que podrían responder al aspecto voluntad por medio de su desarrollo mental. Hoy va despertando el interés de las masas y de los tipos de hombres mediocres, por eso es con frecuencia mal empleado y orientado hacia propósitos egoístas. Aquí, el poder de evocar el alma humana, en esta hora de necesidad, es la capacidad de conocer el Plan y trabajar por su realización, colaborando con esas fuerzas que se esfuerzan en restablecer el orden sobre la Tierra y poner fin al ciclo de malignidad agresiva por el cual estamos pasando hoy.
Surge aquí el interrogante de si el ciclo es susceptible de ser interferido o de seguir forzosamente su curso designado. Les recordaré que la ley de los ciclos rige la aparición y desaparición de grandes energías activas que entran y salen de la manifestación, cumpliendo los propósitos de la Deidad y, sin embargo, limitadas y obstaculizadas por la cualidad de las formas, sobre las cuales hacen impacto. Si alguna intervención es posible y tiene lugar, será la "intervención del tiempo". Tal intervención está insinuada en las sagradas escrituras, como en El Nuevo Testamento, donde se predice que "para bien de los elegidos, el tiempo debe ser abreviado". Su significado real (que no se evidencia en la traducción más bien inadecuada que poseemos) es "que debido a los elegidos o a aquellos que saben y emprenden la correcta acción, el progreso del mal puede ser detenido". Esto es alentador y les recomiendo prestar atención a este pensamiento. Existe un poder que estos "elegidos" pueden manejar -comprendiendo la naturaleza preparatoria y altruista de esa fuerza.
Y la Muerte, ¿a qué se refiere? No a la muerte del cuerpo o de la forma, porque es relativamente sin importancia, sino al "poder de abandonar todo" que llega con el tiempo a ser característica del discípulo consagrado. La nueva era está llegando; los nuevos ideales, la nueva civilización, los nuevos modos de vida, de educación, de presentación religiosa y de gobierno, [i279]
se están precipitando lentamente, y nada puede detenerlos. Sin embargo, pueden ser demorados por las personas reaccionarias, por los ultraconservadores y las mentes cerradas y por quienes se adhieren con acérrima determinación a sus bienamadas teorías, sus sueños y visiones, sus interpretaciones y su peculiar y a menudo estrecha comprensión de los ideales presentados. Ellos pueden retardar y retardan la hora de la liberación. La fluidez espiritual, la disposición a desprenderse de todas las ideas e ideales preconcebidos, así como de todas las tan estimadas tendencias, hábitos mentales adquiridos y todo esfuerzo determinado para que el mundo esté de acuerdo con el canon que le parece mejor al individuo, por ser para él el más atrayente, todos éstos deben morir. Pueden ser abandonados [e234]
sin peligro ni temor a los resultados, si el móvil de la vida es amor a la humanidad, real y duradero. Cuando existe amor, tal como el alma lo conoce, al verdadero amor espiritual se le puede confiar siempre el poder y la oportunidad, porque jamás traicionará esa confianza. Pondrá todas las cosas en línea con la visión del alma.
Nuevamente tenemos la energía de los tres centros con los cuales nos estamos familiarizando, y vemos que se unen y su relación se fusiona y se mezcla exitosamente. Se evidencia que Quienes formularon esta nueva y vital Invocación creyeron firmemente en el poder de la humanidad -en sus propios niveles de conciencia- para expresar en cierta medida, las tres potencias divinas: Voluntad, Amor y Actividad. La demanda sale de Aquel Que Viene para ayudar a fusionarlas en la Tierra, llevándolas así a la expresión en el plano físico, uniendo de esta manera los poderes del reino humano con los que Él traerá consigo para la salvación de la humanidad Sólo cuando la humanidad ofrezca todo lo que tiene para servir a los acongojados, a los que sufren y a los oprimidos, y cuando trabaje activa e inteligentemente para lograr la liberación, puede ser establecida la total colaboración entre los poderes internos y externos, tan deplorablemente necesaria en este momento. A no ser, por ejemplo, que quienes empleen esta Invocación acompañen su expresión con un tipo de servicio [i280]
definido en el plano físico y así ayuden constructivamente a las Fuerzas de la Luz, sus esfuerzos resultarán inútiles. Sólo la humanidad puede precipitar las nuevas energías que provienen de los Señores de la Liberación y hacer posible su actividad en la Tierra. Sólo la humanidad puede abrir la puerta en el plano físico para el Jinete del lugar secreto. Las estupendas Potestades internas pueden alcanzar ciertos niveles de actividad y contacto humano, como el plano mental, pero su descendente progreso hacia la expresión, el poder y la manifestación externa, depende del poder de la poderosa atracción del hombre mismo.
El pensamiento que subyace en las palabras Construir una gran muralla protectora podría ser simplemente expresado en las palabras: "Hasta aquí, y no más allá". El límite de la efectividad de la expresión y del poder maligno de los agresores, será alcanzado si los discípulos y los hombres de buena voluntad desempeñan ahora realmente la parte que les corresponde. Pueden, simbólicamente, levantar una muralla inexpugnable de luz espiritual que confundirá totalmente al enemigo de la humanidad. Será una muralla de energía -vibrante, protectora y, al mismo tiempo tan fuerte, que podrá rechazar a quienes tratan de atravesarla para continuar con sus objetivos malignos y pecaminosos. Hablo en símbolos, pero mi significado es claro.
[e235]
Hay algo que necesitan captar con más claridad y es un tanto alentador, pero difícil de creer. Si los hijos de los hombres que están colaborando con las Fuerzas de la Luz permanecen ahora firmes, y si la "intención masiva" de los hombres de buena voluntad desciende del plano mental (donde la mayor parte de la buena voluntad, el deseo, la plegaria y la invocación se "congelan") y se aleja de su fácil enfoque en la vida de deseo del aspirante, la buena voluntad se convertirá en expresión activa y en acto tangible en el plano físico, de manera que el trabajo realizado por medio de la invocación y la plegaria, más la lucha necesaria por la justicia, lo realicen quienes puedan realmente coordinarse e integrarse en los tres niveles y actuar así como un todo. Esto significará el fin del dominio de la materia para siempre. Esta condición [i281]
deseable puede llegar muy lentamente, desde el punto de vista de la visión miope del hombre, y quizás no se evidencie en su plena significación en esta vida; no obstante, habrá obtenido la victoria. La generación venidera no estará regida por la materia ni los intereses materialistas como estuvieron las dos anteriores. Cuando las fuerzas de agresión, codicia y crueldad sean rechazadas, significará la conquista del deseo egoísta por el amor y el sacrificio altruista. Ésta es la recompensa de aquellos con quienes trabajamos, si desean tal recompensa. Dicha situación llevará a una relación más estrecha entre la humanidad y la Jerarquía espiritual, poniéndose en armonía en forma nueva en la historia. La derrota de las naciones opresoras y la liberación de los oprimidos será sólo el signo externo y visible de un evento interno y espiritual -para el cual trabajan todas las personas iluminadas. Después de un periodo de reajuste que necesariamente traerá sus propias dificultades particulares, se introducirá el nuevo mundo, con todo lo que esta frase abarca.
Les he presentado la posibilidad. Reiteraría, como he hecho en el pasado, que la humanidad determina su propio destino. Los hombres han trascendido la etapa de la niñez y son ahora adultos, aunque no maduros. La madurez se logra por la experiencia y la decisión autoengendradas y, durante algún tiempo, quienes tratamos de guiar, hemos limitado nuestros esfuerzos a establecer contacto con las personas inteligentes, a impresionar a los de mente espiritual y a estimular a la humanidad para la correcta acción, sin infringir la creciente expresión del libre albedrío del hombre. Por eso, el resultado es impredecible, aunque los acontecimientos futuros puedan ser, en cierta medida, inevitables. Pero el hombre es libre de elegir el camino que debe seguir, y gran parte de la responsabilidad por sus elecciones descansa sobre los hombros de los más instruidos de la familia humana y sobre quienes han tenido alguna medida de visión.
[e236]
Habiendo presentado estas ideas sobre la nueva Invocación, los dejo que desarrollen estos conceptos en los vericuetos de su conciencia reflexiva. Les pediría que empleen la Invocación frecuentemente, con intención dinámica y verdadera comprensión [i282]y así colaborarán -por su empleo, amor a la humanidad y sus actividades en favor de las Fuerzas de la Luz- con los planos externos e internos que tratan de hacer retroceder la agresión al lugar de donde vino y poner fin al gobierno del odio y del temor.