La reaparición de Cristo - Capítulo 1

 


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TERCERA PARTE 

EL FIN DEL ESPEJISMO

[e127] [i161] Llegamos ahora a la consideración de la tercera parte, dedicada al espejismo mundial. Resulta difícil escribir con claridad sobre este tema porque nos hallamos en medio de su expresión más densa -la peor que el mundo ha visto- debido a que el espejismo, derivado de siglos de codicia y egoísmo, agresión y materialismo, se ha centralizado en tres naciones, siendo por lo tanto muy tangible y evidente en su manifestación. Tres naciones expresan en forma asombrosa los tres aspectos del espejismo mundial (ilusión, espejismo y maya) y su poderoso ataque sobre la conciencia de la humanidad depende no sólo de la respuesta de Alemania, Japón e Italia, a este antiguo miasma, sino también del hecho de que toda nación -tanto las Naciones Aliadas como las Naciones Totalitarias- están contaminadas por esta condición universal. La libertad del mundo depende, en consecuencia y en gran     medida, de esas personas de cada nación que internamente han evadido una u otra de estas "impresiones ilusorias y máyicas" del alma humana, que han entrado en un estado de percepción donde pueden ver el conflicto en sus implicaciones más amplias, tal como el que existe entre el Morador en el Umbral y el Ángel de la PRESENCIA. 

Estas personas son los aspirantes, discípulos e iniciados del mundo, que siendo conscientes del dualismo esencial del conflicto, no lo son mayormente de la triple naturaleza y de la diversificada situación que subyace en el conocido dualismo. [i162] Su modo de abordar el problema es por lo tanto más simple y, debido a ello, tienen hoy, en gran parte, en sus manos, la dirección del mundo.

Es aquí donde la religión, en su totalidad, se ha desviado. Me refiero a la religión ortodoxa. A la religión le ha preocupado el Morador en el Umbral, pues los teólogos han puesto los ojos sobre el aspecto fenoménico y material de la vida debido al temor que sienten por su proximidad, y a que el Ángel ha sido una teoría y una ávida esperanza. El equilibrio se está logrando por las actitudes humanitarias predominantes en gran medida, a pesar de [e128] cualquier tendencia teológica. Tales actitudes se afirman en la creencia de la innata rectitud del espíritu humano, de la divinidad del hombre y de la indestructible naturaleza del alma de la humanidad. Esto introduce inevitablemente el concepto de la PRESENCIA o de Dios Inmanente, siendo la resultante de la necesaria rebelión en contra de la creencia de Dios Trascendente. Esta revolución espiritual fue totalmente un proceso de equilibrio y no debe preocupar, pues Dios Trascendente existe eternamente aunque sólo pueda ser visto, conocido y encarado correctamente por Dios Inmanente ‑inmanente en el individuo, en los grupos y en las naciones, en las organizaciones y en la religión, en toda la humanidad y en la Vida planetaria misma. La humanidad está hoy (y lo ha estado durante épocas) luchando contra la ilusión, el espejismo y el maya. Los pensadores avanzados que se hallan en el Sendero de Probación, en el Sendero del Discipulado y en el Sendero de Iniciación, han llegado a una etapa donde el materialismo y el espiritualismo, el Morador en el Umbral, el Angel de la PRESENCIA y el dualismo básico de la manifestación, pueden verse claramente definidos. Debido a esta clara demarcación, las cuestiones que subyacen en los actuales acontecimientos mundiales, los objetivos de la presente lucha mundial, los modos y métodos para restablecer el contacto espiritual, tan predominantes en los días [i163] atlantes, perdidos hace mucho tiempo, y el reconocimiento de las técnicas, que han de introducir la nueva era mundial y su orden cultural, pueden ser claramente observados y apreciados. 

Toda generalización es susceptible de error. Sin embargo, podría decirse que Alemania ha enfocado en sí misma el espejismo mundial ‑el más potente y expresivo de los tres aspectos del espejismo; Japón manifiesta la fuerza de maya, la forma más cruda de la fuerza material. Italia, polarizada individual y mentalmente, expresa la ilusión mundial. Las Naciones Aliadas, con todas sus fallas, limitaciones, debilidades y nacionalismos, están enfocando el conflicto entre el Morador y el Ángel; de este modo aparecen simultáneamente los tres aspectos del espejismo y la forma final que adquiere el conflicto entre el ideal espiritualista y su oponente materialista. Sin embargo, gradual y decididamente, las Naciones Aliadas están poniendo todo su esfuerzo y aspiración en favor del Angel, restaurando así el equilibrio perdido y estableciendo lentamente, en escala planetaria, esos atributos y condiciones que, oportunamente, dispersarán la ilusión, disiparán el espejismo y desvitalizarán el maya predominante. Esto lo están realizando mediante el acrecentado claro pensar de los pueblos de todas las naciones, para vencer a las tres potencias del Eje, por medio de su creciente capacidad para concebir, en términos del [e129] todo, ideas deseables de un orden o de una federación mundial y por la capacidad para discriminar entre las Fuerzas de la Luz y las potencias del mal o materialismo. 

El trabajo que realizan quienes ven el escenario del mundo como la palestra donde se desarrolla el conflicto entre el Morador en el Umbral y el Ángel de la PRESENCIA podría ser detallado como: 

1.    El establecimiento de esas condiciones mundiales, en que las Fuerzas de la Luz pueden vencer  a las Fuerzas del Mal. Esto se realiza por la supremacía de sus fuerzas armadas, más su clara visión. [i164] 

2.    La educación de la humanidad para que distinga entre: 

a.   Espiritualismo y materialismo, destacando las diferentes finalidades de las fuerzas combatientes. 

b.   Participación y codicia, delineando un mundo futuro donde prevalecerán las Cuatro Libertades y todos tendrán lo necesario para vivir correctamente. 

c.    Luz y oscuridad, que manifiesta la diferencia entre un iluminado futuro de libertad y oportunidad, y un sombrío futuro de esclavitud. 

d.   Fraternidad y separatividad. La primera indica un orden mundial donde los odios raciales y las diferencias de casta y de religión ya no constituirán una barrera para el entendimiento internacional, y la otra, el régimen, fomentado por el Eje, de la super raza, de las  actitudes religiosas definidas y de los pueblos esclavizados. 

e.   El todo y la parte, señalando la época que se aproxima (bajo el impulso evolutivo del espíritu) donde la parte o el punto de vida asume su responsabilidad por el todo, y el todo existe para el bien de la parte. 

El aspecto oscuridad ha sido el resultado de épocas de espejismo. El aspecto luz está siendo puesto de relieve en forma definida por esos aspirantes y discípulos mundiales que, por sus actitudes, acciones, escritos y declaraciones, están llevando la luz a los lugares oscuros. 

    3.   La preparación del camino para las tres energías espirituales, que impulsarán a la humanidad hacia una era de comprensión, conducirá a las mentes de los hombres de todo el mundo a una enfocada clarificación. Estas tres inminentes energías son: [e130] [i165] 

a.    La energía de la intuición, que disipará gradualmente la ilusión mundial y acrecentará automáticamente las filas de los iniciados. 

b.    La actividad de la luz, que disipará, mediante la energía de la iluminación, el espejismo mundial y llevará a millares de personas al Sendero del Discipulado. 

c.     La energía de la inspiración que, por su potencia arrolladora, como ráfaga de viento, desvitalizará o apartará el poder atractivo de maya o sustancia. Esto liberará a millares de personas para entrar en el Sendero de Probación. 

4.    La introducción de nueva vida en el planeta, empleando para ello todo medio posible. El primer paso hacia esta introducción es la comprobación de que el poder del materialismo ha sido quebrantado por la completa derrota de las Potencias del Eje, y el segundo, por la habilidad de las Naciones Aliadas para demostrar (una vez que se haya realizado) el poder de los valores espirituales, en su empeño constructivo por restaurar el orden mundial y asentar las bases que garantizarán un modo de vivir mejor y más espiritual. Estas actitudes y empresas constructivas deben ser asumidas por cada individuo y toda nación, como entes colectivos. Lo primero ya se ha emprendido. Lo segundo queda aún por realizar. 

5.    Hacer conocer a las naciones del mundo las verdades enseñadas por el Buda, el Señor de la Luz, y por el Cristo, el Señor del Amor. A este respecto podría señalarse, básicamente, que: 

a.    Las Naciones del Eje deben captar la enseñanza del Buda tal como la enseñó en las Cuatro Nobles [i166] Verdades y comprender que la causa de todo sufrimiento y angustia es el deseo ‑el deseo por lo material. 

b.    Las Naciones Aliadas deben aprender a aplicar la Ley del Amor, como fue enunciada en la vida de Cristo, y, expresar la verdad de que "ningún hombre vive para sí mismo" ni tampoco nación alguna, y que la meta de todo esfuerzo humano es la comprensión amorosa, impulsada por el amor al todo. 

Si las vidas y enseñanzas de estos dos grandes Avatares pueden ser comprendidas y forjadas nuevamente en la vida de los hombres, en el mundo de los asuntos humanos, en el ámbito del pensamiento humano y en la palestra de la vida diaria, el presente [e131] orden mundial (que en la actualidad es, en gran medida, desorden) puede ser modificado y cambiado, para que un nuevo mundo y una nueva raza de hombres puedan venir gradualmente a la existencia. La renunciación y la voluntad de sacrificarse debería ser la nota clave del período intermedio después de la guerra, previamente a la inauguración de la Nueva Era. 

Los estudiantes deben recordar que todas las manifestaciones y cada período de crisis están simbolizados por el antiguo símbolo del punto dentro del círculo, el foco de poder dentro de la esfera de influencia o aura. Hoy ocurre lo mismo con el problema de la terminación del espejismo y la ilusión mundiales, que se hallan fundamentalmente detrás de la actual grave situación y catástrofe mundial. La posibilidad de tal dispersión y disipación se halla definidamente centrada en los dos Avatares, Buda y Cristo. 

En el mundo del espejismo -mundo del plano astral y de las emociones- apareció un punto de luz. El Señor de la Luz, el Buda, se encargó de enfocar en Sí Mismo la iluminación, que oportunamente haría posible la disipación del espejismo. En el mundo de la ilusión -mundo del plano mental- apareció el Cristo, el Señor [i167] del Amor, que personificó en Sí Mismo el poder de la voluntad atractiva de Dios. Tomó a su cargo la disipación de la ilusión atrayendo hacia Sí (mediante la potencia del amor) a los corazones de todos los hombres, afirmando esta determinación en las palabras: "Y si fuere levantado de la tierra, atraeré a todos a Mí Mismo". (Juan 12‑32). En el punto que entonces ellos habrán alcanzado, les será revelado el mundo de la percepción espiritual, de la verdad y de las ideas divinas. El resultado será la desaparición de la ilusión. 

El trabajo combinado de estos dos grandes hijos de Dios, concentrados por medio de los discípulos mundiales y de Sus iniciados, debe destruir, e inevitablemente lo hará, la ilusión y disipar el espejismo ‑uno mediante el reconocimiento intuitivo de la realidad, por las mentes sintonizadas con ella, y el otro, por la afluencia de la luz de la razón. Buda hizo el primer esfuerzo planetario para disipar el espejismo mundial, Cristo hizo el primer esfuerzo planetario para disipar la ilusión. Su trabajo debe ser ahora llevado adelante inteligentemente por la humanidad bastante sabia como para reconocer su dharma. Los hombres se están desilusionando rápidamente y, en consecuencia, verán todo con mayor claridad. El espejismo del mundo se aparta constantemente de las actividades de los hombres. Estos dos acontecimientos han sido llevados a cabo por las nuevas ideas entrantes, enfocadas por medio de los intuitivos del mundo y divulgadas a los pueblos por los pensadores del mundo. También ha ayudado grandemente el casi [e132]  inconsciente, pero no menos real, reconocimiento de las masas, del verdadero significado de las Cuatro Nobles Verdades. Sin ilusiones y sin espejismos la humanidad espera la próxima revelación. Dicha revelación se producirá mediante el esfuerzo combinado de Buda y el Cristo. Todo lo que podemos prever o predecir, referente a esa revelación, es que ciertos poderosos resultados de largo alcance serán obtenidos por la fusión de la luz y el amor y por la reacción de la "sustancia iluminada, mediante el poder atractivo del amor". En esta frase he dado, para quienes puedan captarlo, [i168] un indicio profundo y útil del método y propósito de la empresa a iniciarse en la Luna llena de junio de 1942. También he dado una clave para comprender el verdadero trabajo de estos Avatares, algo hasta ahora totalmente incomprendido. Además podría añadir que cuando se valore el significado de las palabras "transfiguración de un ser humano" comprenderán que cuando "el cuerpo está plenamente iluminado" entonces "en esa luz veremos la LUZ". Esto significa que cuando la personalidad ha alcanzado cierto grado de purificación, dedicación e iluminación, puede actuar el poder atractivo del alma ‑cuya naturaleza es amor y comprensión - teniendo lugar la fusión de ambas. Esto es lo que el Cristo probó y demostró. 

Cuando el trabajo del Buda (o el principio budi personificado) es consumado en la integrada personalidad del aspirante o discípulo, entonces la plena expresión del trabajo del Cristo (el principio de amor personificado)  puede también ser consumado, y estas dos potencias, luz y amor, hallarán radiante expresión en el discípulo transfigurado. Lo que es verdad para el individuo es verdad también para toda la humanidad y, actualmente, la humanidad (habiendo alcanzado madurez) puede "llegar a comprender" y tomar parte, conscientemente, en la tarea de iluminar y de iniciar una actividad amorosa y espiritual. Los efectos prácticos de este proceso serán la disipación del espejismo y la liberación del espíritu humano de la esclavitud de la materia, produciendo también la disipación de la ilusión y el reconocimiento de la verdad tal como existe en la conciencia de aquéllos que están polarizados y  son "conscientes de Cristo". 

Éste no es necesariamente un proceso rápido, sino ordenado y regulado, cuyo éxito final es seguro, siendo también relativamente lento el proceso consecutivo para establecerlo. Este proceso fue iniciado en el plano astral [i169] por el Buda  y en el plano mental, cuando el Cristo se manifestó en la Tierra. Indicó la proximidad de la madurez de la humanidad. El proceso ha ido lentamente tomando impulso a medida que estos dos grandes Seres han reunido a Su alrededor a Sus discípulos e iniciados, durante los últimos dos mil [e133] años. Ha alcanzado un grado de gran utilidad, porque el canal de comunicación entre Shamballa y la Jerarquía fue abierto y ampliado y se ha establecido más firmemente el contacto entre estos dos grandes centros y la Humanidad. 

Durante la Luna llena de junio de 1942, se llevó a cabo la primera prueba de comunicación directa entre el Centro donde rige la Voluntad de Dios, el Centro donde rige el Amor de Dios y el Centro donde existe inteligente expectativa. El medio empleado para la prueba fue el esfuerzo unido del Cristo, del Buda y de aquéllos que respondieron a Su conjunta influencia. Esta prueba se llevó a cabo en medio de la terrible embestida de los poderes del mal, abarcó dos semanas, comenzó el 30 de mayo, día de la Luna llena, y terminó el 15 de junio de 1942. En esa época se concentraron las Fuerzas espirituales, empleándose una Invocación especial (que la humanidad no puede usar), aunque el éxito o el fracaso de la prueba dependía, en último análisis, del género humano mismo. 

Quizás crean, erróneamente, que no existen suficientes personas que conozcan o comprendan la naturaleza de la oportunidad que se ofrece, o de lo que está aconteciendo. El éxito de tal prueba no depende sólo del conocimiento esotérico de los pocos, relativamente muy pocos, a quienes se les han impartido parcialmente los hechos y la información. Depende también de la tendencia de los muchos que inconscientemente aspiran a alcanzar las realidades espirituales, buscan un modo de vida nuevo y mejor para todos, desean el bien del todo, [i170] anhelan y desean experimentar realmente la bondad y establecer correctas relaciones humanas y empresas espirituales entre los hombres. Forman legión y se hallan en todas las naciones. 

Cuando la Voluntad de Dios, expresada por Shamballa y enfocada en el Buda, cuando el Amor de Dios, expresado por la Jerarquía y enfocado a través del Cristo, y el deseo inteligente de la humanidad, enfocado a través de los discípulos y aspirantes del mundo y los hombres de buena voluntad, estén sintonizados consciente o inconscientemente, entonces puede tener lugar, y tendrá, una gran reorientación. Esto es algo que puede suceder. 

El primer resultado traerá la iluminación del plano astral y el comienzo del proceso que disipará el espejismo; el segundo, será la irradiación del plano mental, la disipación de las ilusiones del pasado y la gradual revelación de las nuevas verdades, cuyos jalones han sido los ideales pretéritos y las pseudo formulaciones de la verdad. Reflexionen sobre esto. El  jalón indica el camino a seguir, no revela la meta. Indica, pero no determina. Lo mismo ocurre con todas las verdades actuales. 

[e134] En consecuencia, se necesitan conocedores y aquéllos de mente y corazón abiertos, que no tengan ideas preconcebidas, defendidas fanáticamente, ni antiguos idealismos, los cuales sólo deben ser reconocidos como que indican parcialmente las incomprendidas grandes verdades ‑verdades que pueden ser captadas en gran medida, y por primera vez, si las lecciones de la presente situación mundial y la catástrofe de la guerra son debidamente aprendidas y la voluntad de sacrificarse entra en acción. 

He descrito esta aplicación práctica y he ilustrado la enseñanza precedente, respecto al espejismo, a la ilusión y al maya, porque todo el problema mundial ha hecho crisis y su solución será el tema sobresaliente [i171] de cualquier proceso -educativo, religioso y económico- hasta el año 2025. 

En esta parte del libro nos ocuparemos de las distintas maneras prácticas, en que la ilusión, el espejismo y el poder de maya pueden ser eliminados de la vida del individuo, oportunamente de la vida de las naciones y por último del mundo. Siempre debemos comenzar por la unidad de vida, el Microcosmos; después de haber comprendido el proceso y el progreso, en conexión con el individuo, la idea puede entonces ser extendida al grupo, a la organización, a la nación y a toda la humanidad. De esta manera, abordaremos gradualmente la gran Idea a la que damos el nombre de Dios o Macrocosmos. 

Ahora trataremos de las técnicas, que pueden ser resumidas de la manera siguiente: 

1.    La Técnica de la Presencia. Por medio de esta técnica, el alma asume el control de la personalidad integrada y de sus relaciones, horizontal y vertical. Esta técnica implica la apertura de la flor de la intuición que disipa la ilusión, revela al Ángel, indica la Presencia y abre al discípulo el mundo de las ideas y la puerta de las iniciaciones superiores. Cuando el discípulo capta y aplica estas ideas divinas o pensamientos simiente, se convierte en un iniciado, entonces es posible la tercera iniciación como meta inmediata. La intuición significa la aplicación del poder de transfiguración. Dicha técnica está relacionada con la poco conocida yoga del fuego o Agni Yoga. 

2.    La Técnica de la Luz. Por medio de esta técnica, la mente iluminada asume el control del cuerpo astral o emocional, y disipa el espejismo. Cuando la luz afluye, el espejismo desaparece. La iluminación domina y la visión [i172] de la realidad puede ser vista. Dicha técnica está relacionada con el Raja Yoga y su meta es la segunda iniciación, capacita para [e135] hollar el Sendero del Discipulado y permite al hombre "vivir una vida iluminada por la divinidad".  La iluminación significa la aplicación del poder de transformación. 

3.    La Técnica de la Indiferencia. Por medio de esta técnica se pone fin a maya, pues el control del vehículo astral purificado es consciente y técnicamente puesto en actividad, liberando a las energías del cuerpo etérico, del control de la materia o fuerza-sustancia, y conduce a muchos seres al Sendero de Probación. Donde hay "indiferencia divina" al requerimiento o atracción de la materia, entonces se hace posible la inspiración. Esta técnica está relacionada con el Karma Yoga en su forma más práctica, y el empleo de la materia en forma totalmente impersonal. La meta de esta técnica tiene por objeto lograr la primera iniciación, lo cual permite al hombre "vivir una vida inspirada por Dios". La inspiración significa la aplicación del poder de trasmisión.

1. LA TÉCNICA DE LA PRESENCIA 

Al entrar a considerar este tema, el estudiante debe tener en cuenta tres cosas: la existencia de la Intuición, la realidad de la Ilusión y la influyente Presencia. La intuición revela esta Presencia por medio del Ángel y, cuando es revelada y reconocida, pone término a la ilusión. 

La ilusión no debe ser confundida con el espejismo, se relaciona con la totalidad de la revelación. El espejismo puede estar, y a menudo lo está, relacionado con la distorsión de lo que ha sido revelado, pero debe recordarse que la ilusión concierne principalmente a la reacción de la mente ante el despliegue de la revelación, [i173] a medida que el alma la registra y trata de imprimirla en el aspecto más elevado del yo inferior personal. Por lo tanto, la ilusión se produce porque la mente no registra, interpreta ni traduce correctamente lo que le ha sido trasmitido y, en consecuencia, constituye un pecado (si puedo usar esta palabra) de las personas inteligentes y muy evolucionadas y de aquéllas que recorren el Sendero y están en proceso de orientarse correctamente; también constituye un pecado de los discípulos aceptados al tratar de expandir su conciencia, en respuesta al contacto con el alma. Cuando han "visto a través de la ilusión" (empleo esta frase en su sentido esotérico) entonces están preparados para la tercera iniciación. 

Nuestro tema, por lo tanto, es la revelación, y quisiera hacer algunas observaciones generales sobre el mismo, debido a que por su intermedio puede ser esclarecido el problema de la ilusión mundial e, incidentalmente, el de la ilusión individual. 

[e136] El desarrollo de la conciencia humana ha sido progresivo en el transcurso de las épocas, y ha dependido de dos factores principales que están relacionados: 

1.    El gradual desarrollo de la mente humana mediante los procesos de la evolución misma. Esto puede ser considerado como la innata capacidad de aquello que llamamos mente, chitta o sustancia mental, para llegar a ser cada vez más sensible al impacto del mundo fenoménico y a la impresión desde los mundos superiores del ser. La mente es el instrumento que registra el proceso de "llegar a ser", pero es también ‑en las etapas posteriores del desarrollo humano- capaz de registrar la naturaleza o función del ser. Por medio del intelecto se revela el proceso de llegar a ser; el Ser se revela por medio de la intuición. En todo estudio de la ilusión debe recordarse la naturaleza instrumental de la mente y su poder para registrar, con exactitud, interpretar [i174] y transmitir el conocimiento que proviene del mundo fenoménico y la sabiduría que proviene del reino del alma. 

2.    El método por el cual la humanidad se hace consciente de aquello que no es inmediatamente evidente; método o proceso que ha sido denominado "revelación impuesta", o sea la impresión transmitida a las mentes capaces de recibir esas ideas, seres, planes y propósitos que existen detrás de la escena, por así decirlo, y que son, en último análisis, los factores que determinan y condicionan el proceso mundial. Dichas revelaciones, o impresiones vitales subjetivas, son reveladas por la intuición y no tienen nada que ver con los conocimientos, impresiones e impactos relacionados con los tres mundos de la evolución humana, excepto en la medida en que, cuando son captados y comprendidos, han transformado constantemente el modo de vivir del hombre, han revelado sus metas e indicado su verdadera naturaleza. Las revelaciones dadas en el transcurso de las épocas e impresas en las mentes de quienes están entrenados para recibirlas, tratan de las grandes cosas universales, en lo que concierne al todo, conduciendo a desarrollar la apreciación de la unicidad de la vida, expresada en forma hilozoísta. 

La humanidad y su civilización han producido dos procesos paralelos: uno, el proceso evolutivo, mediante el cual la mente del individuo se ha ido desarrollando gradualmente hasta convertirse en el aspecto dominante de la personalidad; el otro produce, al mismo tiempo, una serie de revelaciones graduales e inteligentemente impartidas, que han acercado más a toda la humanidad y [e137] la han llevado a la inevitable comprensión del ser; estos procesos han evitado que la humanidad se identifique constantemente con la forma, llevándola en cambio a esos estados de conciencia que son supranormales, desde el ángulo humano común, pero totalmente normales desde el ángulo espiritual. [i175] Especificando este concepto en términos esotéricos, la Individualidad ha conducido a la gradual perfección de la mente con su percepción, captación, análisis e interpretación, mientras que por la iniciación, mediante el despertar de la intuición, se logra (cuando el proceso de perfeccionamiento mental ha alcanzado un alto grado de desarrollo) comprender los mundos de los valores espirituales, del ser unificado y de la captación intuitiva. Esto significa la consiguiente transferencia del punto de enfoque individual del mundo fenoménico al mundo de la realidad. El empleo de la mente inferior y su proceso de desarrollo han producido la ilusión, mientras que el desarrollo de la mente superior y más tarde su empleo, como transmisora de la intuición y de la revelación superior, transfigurará los tres mundos fenoménicos en términos del mundo del ser.

La ilusión es frecuentemente la percepción de la verdad mental mal interpretada y mal aplicada. Nada tiene que ver con la etapa del espejismo mental aunque la ilusión puede ser llevada al mundo del sentimiento y convertirse en espejismo. Cuando esto ocurre, su poder es excesivamente grande, porque una forma mental se ha convertido en una entidad que posee poder vital, y a la fría forma del pensamiento le ha sido agregado el poder magnético del sentimiento. Reflexionen sobre esto. Pero en la etapa que estamos tratando, la de la ilusión pura, se ha precipitado una revelación en el plano mental y ‑debido a que no se ha captado e interpretado correctamente ni aplicado útilmente- se ha convertido en una ilusión y sigue el camino del engaño, de la cristalización y de la información errónea.

El tema de esta técnica está, por lo tanto, relacionado principalmente con: 

1.    El proceso de la revelación, que ha sido y es, en la actualidad, el principal testimonio y garantía de que existe [176] detrás de la escena de la vida fenoménica un Grupo o Agente revelador cuya tarea es triple: 

a.    Apreciar el desarrollo de la conciencia humana y responder a su constante llamado y demanda por más luz y conocimiento. 

b.    Decidir cuál es la próxima revelación necesaria y qué forma podría adoptar, a  través de qué medio podría emerger y dónde y cuándo aparecer. [e138] 

c.    Asegurar qué obstrucciones, impedimentos e ideas preconcebidas tendrá que enfrentar la nueva revelación. 

2.    La realidad de la Presencia. Esta Presencia es la fuerza impulsora detrás de toda revelación, siendo en realidad Dios Inmanente, que lucha siempre por ser reconocido y, a su vez, es impelido a hacerlo por la realidad de Dios Trascendente. 

3.    La influencia del Ángel, el individualizado germen de conciencia, a través del cual, después de un adecuado desarrollo y respuesta del yo personal inferior, vendrá la revelación de la Presencia. Toda verdadera revelación se relaciona con la progresiva gloria de la divinidad, en algún campo de expresión, testimoniando, por su intermedio, a la latente y oculta Presencia. 

4.    La reacción de los intuitivos del mundo, a esa revelación y forma que es presentada a los pensadores del mundo, los cuales son los primeros en apreciar la nueva verdad y apropiarse de ella. Los intuitivos presentan el subsiguiente aspecto de la verdad en una forma relativamente pura, aunque en el momento de presentarla pueda estar velada por símbolos. [i177] 

5.    La respuesta del mundo pensante a la verdad presentada. A esta altura hace su aparición la ilusión, teniendo lugar la errónea interpretación y la falsa presentación. Cuando estas engañosas interpretaciones de la verdad revelada han durado mucho tiempo y adquirido impulso, se suman a la ilusión general y llegan a ser parte de ella, y de esta manera nutren y son nutridos por la ilusión mundial. Ésta es esa forma ilusoria de pensamiento, erigida en el transcurso de las épocas, que controla gran parte de las creencias de la masa. Cuando la revelación alcanza esta etapa involucra a las masas, las cuales reconocen la ilusión como si fuera la verdad, y la consideran como la realidad; tampoco captan el significado de la revelación presentada, velada y simbólica, confundiéndola con la presentación ilusoria, y así la revelación, percibida intuitivamente, se convierte en una retorcida y distorsionada doctrina. 

Las interpretaciones teológicas y los dogmas caen en esta categoría, y entonces sobreviene una reactualización del antiguo drama del ciego que guía al ciego, al cual se refirió Cristo cuando enfrentó a los teólogos de su época.  

Lo antedicho atañe a toda revelación a medida que emana del [e139] centro de luz, ya sea a una verdad seudo religiosa, a un descubrimiento científico o a la gran norma de valores espirituales mediante la cual la humanidad avanzada de ambos hemisferios trata de vivir, dando esporádicamente un paso significativo e importante. 

a. La Intuición Dispersa la Ilusión Individual. 

Hemos llegado, en la actualidad, a una crisis en el campo de la compresión humana; ahora podemos entrar en una nueva era, donde la ilusión puede ser disipada y los pensadores comenzar a registrar, con exactitud y sin equivocarse, aquello que los intuitivos les imparten. Esto no es aplicable aún al [i178] publico en general. Pasará mucho tiempo, antes de que éste responda sin ilusionarse, porque la ilusión se basa en la capacidad de la mente inferior para construir formas mentales. Las masas recién han comenzado a utilizar la mente inferior, siendo la ilusión, por lo tanto, una etapa necesaria de prueba y entrenamiento por la cual deben pasar, de lo contrario no obtendrán una valiosa experiencia ni desarrollarán su poder de discriminar. Este punto deben tenerlo en cuenta todos los que imparten instrucción esotérica. Es esencial, en consecuencia, que a la masa se le enseñe el significado de la ilusión y se la entrene para ver la verdad y extraer la médula, en cualquier presentación de la misma, con la cual sean enfrentados. También es esencial que los intuitivos del mundo aprendan a emplear, controlar y comprender la facultad de percibir espiritualmente, de aislarse divinamente y de responder apropiadamente a las características de la intuición. Esto deben hacerlo practicando la Técnica de la Presencia, pero no como se la enseña y presenta generalmente. 

Quizás aclararía lo que quiero significar, si estableciera que esta técnica corresponde a ciertas líneas científicas o modos de trabajo, para lo cual, en gran parte, el entrenamiento dado en las escuelas de verdadera meditación y los sistemas de Raja Yoga, han preparado al aspirante. Estas etapas comienzan donde terminan las fórmulas usuales; presuponen facilidad para acercarse al Ángel o alma y la capacidad de elevar la conciencia hasta fusionarla con el alma. Enumeraré los procesos o etapas de la manera siguiente: 

1.    La evocación de la etapa de tensión, la cual es básica y esencial. Se produce cuando se controla totalmente al yo personal, de manera que esté "equipado para hacer contacto con lo real". 

2.    El logro de la fusión con el Alma o Ángel, que custodia el acceso al Sendero de la evolución superior. [e140] [i179] 

3.    Mantener la mente firme en la luz del alma, por ser la actitud que el yo inferior asume durante el período que resta del trabajo, y por mantenerse la tensión por el alma y no por la personalidad. El alma se hace cargo de esta sujeción cuando el yo personal ha hecho lo imposible por alcanzar la deseada tensión.

Éstas son las tres etapas preliminares, para las cuales la práctica del alineamiento debería haber preparado al estudiante de los misterios superiores. Dichas etapas deben preceder a todo esfuerzo para desarrollar la intuición; esto demandará varios meses o años de cuidadosa preparación. El fuego es el símbolo de la mente, siendo las tres primeras etapas, propias de la disciplina de Agni Yoga o Yoga del Fuego, para la cual Raja Yoga ha preparado al estudiante.

Luego prosiguen seis etapas más de esta Técnica, que deben ser plenamente comprendidas y constituir la base de una prolongada cavilación e inteligente reflexión, llevadas a cabo mientras se realizan las ocupaciones y deberes diarios y no sólo en determinadas ocasiones. El intuitivo entrenado o discípulo, vive una vida dual, de actividad mundana y de intensa y simultánea reflexión espiritual. Tal será la característica sobresaliente del discípulo occidental, en contradicción con el discípulo oriental, que evade la vida, penetrando en lugares silenciosos y apartados de las tensiones de la vida diaria y del constante contacto con otros. La tarea del discípulo occidental es mucho más difícil, pero le será muy valioso lo que él comprobará para sí y para el mundo. Esto es de esperarse si el proceso evolutivo significa algo. Las razas occidentales deben avanzar hasta alcanzar la supremacía espiritual, sin menoscabar la contribución oriental; la actuación de la Ley de Renacimiento contiene la clave para ello y demuestra ser por esto necesaria. La [i180] marea de la vida se mueve de Oriente a Occidente como el Sol, y aquéllos que en anteriores siglos emitieron la nota del misticismo oriental deben emitir, y están emitiendo, la nota del ocultismo occidental. Por lo tanto, las siguientes etapas deben suceder a las tres anteriores. Continuaremos con la enumeración dada; lo que aquí sugiero es una fórmula, no digo forma, para una meditación más avanzada. 

4.    Definido y sostenido esfuerzo para percibir la Presencia en todas las formas del Universo. Esto podría expresarse en las palabras "el esfuerzo para aislar el germen o simiente de la divinidad, que han traído a la existencia todas las formas". Quisiera que observaran que esto no significa lograr una actitud amorosa ni un acercamiento sentimental hacia las [e141] personas y circunstancias. Ése es el camino místico y, aunque no se intenta anularlo en la vida del discípulo, hoy no se emplea en el acercamiento efectivo. Se refiere al esfuerzo para ver, principalmente, en la luz que el Angel irradia, el punto de luz detrás de todas las apariencias fenoménicas, constituyendo, en consecuencia, la transferencia de la visión mística a niveles superiores de conciencia. No es la visión del alma sino la visión o percepción espiritual de aquello que la luz del alma puede ayudar a revelar. La fluctuante luz del alma en el yo personal, ha capacitado al discípulo para ver la visión del alma y, en esa luz, lograr la unión con el alma, aunque sea sólo momentáneamente. Luego, la luz mayor del alma se enfoca como un sol radiante y revela a su vez una visión aún más maravillosa ‑la de la Presencia, en la que el Ángel es la garantía y promesa. Así como la luz de la Luna es la comprobación de que la luz del Sol existe, de la misma manera la luz del Sol comprueba, si lo supieran, que existe una luz mayor. [i181] 

5.    Luego, habiendo percibido la Presencia ‑no teóricamente sino en vibrante respuesta a su Existencia- viene la etapa en que se asegura cuál es el Propósito. La esperanza de identificarse con el Propósito, se halla muy lejos aún para el iniciado común de menos categoría que un Maestro. De esa etapa inasequible (para nosotros) no nos ocuparemos, sino del esfuerzo por alcanzar una comprensión de aquello que, por medio de la forma, está tratando de corporificar el elevado propósito, en cualquier etapa particular del ciclo evolutivo. Esto es posible, y ha sido logrado en el transcurso de las épocas, por aquéllos que se han acercado correctamente y reflejado debidamente el Camino de la Evolución superior. Este Camino le es revelado al discípulo, aunque no tenga nada que ver con el mensaje intuitivo que pueda traer de su elevada aventura. 

6.    Entonces pone bajo la luz, de lo que esotéricamente llamamos "la triple luz de la intuición", algún problema mundial, algún plan para ayudar a la humanidad, que su mente ha desarrollado o su corazón ha deseado, luz formada por la fusión de la luz del yo personal enfocada en la mente, la luz del alma enfocada en el Ángel y la luz universal que emite la Presencia; cuando esto se realiza con facilidad, mediante la concentración y una larga práctica, producirá dos resultados: 

a.    Aparecerá repentinamente en la mente alerta del discípulo [e142] (que sigue siendo el agente receptor) la solución de su problema, la sugerencia de lo que se necesita para ayudar a la humanidad, la anhelada información que, al aplicarla, abrirá a la ciencia, a la psicología o a la religión, una puerta determinada que traerá una vez abierta, alivio o liberación para muchos. Como he dicho antes, la intuición no está nunca relacionada [i182] con los problemas o inquietudes individuales, como tantos aspirantes autocentrados creen, sino que es puramente impersonal y sólo aplicable a la humanidad, en sentido sintético. 

b.    El "intruso agente de la luz" (como El Antiguo Comentario llama a estos intuitivos aventureros) es reconocido como alguien a quien puede confiársele alguna revelación, la nueva dispensación de la verdad o alguna ampliación significativa del germen de una verdad ya otorgada a la raza. Entonces tiene una visión, oye una voz, registra un mensaje o, algo muy superior a todo, se convierte en un canal de poder y luz para el mundo, en una Personificación consciente de la divinidad o en un Custodio de un principio divino. Esto constituye las verdaderas formas de la revelación impartida o corporificada que, aunque raras, todavía van desarrollándose acrecentadamente en la humanidad. 

7.    Las etapas previas a la revelación, se denominan: 

a.    El renunciamiento a seguir en el Camino superior. 

b.    El retorno al Ángel, o el reenfocamiento en el alma. 

c.     La pausa, o el intervalo para el pensamiento constructivo, influido por el Angel. 

d.    La aplicación de la mente en la formulación de esas formas de pensamiento que deben corporificar a la revelación. 

e.    Luego lo que se denomina "la pausa que precede a la presentación". 

8.    La presentación de la revelación o de la verdad impartida y su precipitación en el mundo de la ilusión. En ese mundo sufre la "prueba ardiente" donde "pasa la prueba del fuego, y una parte del fuego, dentro de aquello que es revelado, regresa a la fuente de origen; otra parte sirve para destruir al revelador [i183] y, aún otra, consume a aquéllos que reconocen la revelación". Ésta es la etapa del Agni Yoga que, como ven, sólo corresponde a aquéllos que pueden penetrar más allá del Ángel y llegar al lugar en "que [e143] mora el fuego", donde Dios, la Presencia, actúa como fuego consumidor y espera la hora de la revelación total. Ésta es la transcripción simbólica de una gran verdad. En el caso del iniciado individual, la tercera iniciación, la Transfiguración, señala la consumación del proceso. Sólo entonces la gloria es vista, la voz de la Presencia es escuchada y la unión con el pasado, el presente y el futuro es alcanzada. 

9.    La revelación sucumbe a la ilusión prevaleciente, desciende al mundo del espejismo y desaparece, por consiguiente, como revelación, apareciendo como una doctrina. Mientras tanto, la humanidad ha sido ayudada y conducida adelante; los intuitivos continúan con el trabajo, y la afluencia de aquello para ser revelado no cesa nunca. 

Esta técnica básica subyace en las revelaciones primarias y secundarias. En las primeras su ciclo es prolongado, en las segundas, breve. Un buen ejemplo de este proceso lo tenemos en uno de los puntos de revelación secundaria, en conexión con la enseñanza que emanó de la Jerarquía (Custodio de la revelación secundaria, así como Shamballa lo es de la primaria) hace cincuenta años, apareciendo como La Doctrina Secreta. H. P. B. fue el intuitivo penetrante, sensible, que se apropió de ella". La revelación que hizo siguió la acostumbrada rutina de toda revelación secundaria, desde la fuente de origen al plano externo. En este plano las mentes de los hombres, veladas por la ilusión y nubladas por el espejismo, la formularon en una doctrina inflexible, que no reconocía otra revelación, sosteniendo firmemente -la mayoría de los grupos teosóficos‑ que La Doctrina Secreta fue una revelación [i184] definitiva y que no debe aceptarse otra cosa que lo que expone ese libro, ni considerarse correcta ninguna otra interpretación, sino la que expone el mismo. Si esto fuera cierto, entonces las revelaciones evolutivas habrían terminado y la situación de la humanidad sería verdaderamente penosa. 

En el camino de la intuición, hasta el neófito puede empezar a desarrollar en sí mismo el poder de reconocer aquello que la mente inferior es incapaz de darle. Algún pensamiento de poder revelador puede llegar a su mente para ser utilizado en bien de la mayoría, y penetrar una nueva luz sobre una verdad muy antigua, liberando a ésta de las tramas ortodoxas, iluminando así su conciencia. Esto él debe emplearlo para los demás y no únicamente para sí mismo. Poco a poco descubre el camino hacia el mundo de la intuición; día tras días y año tras año, se hace más sensible a las ideas divinas y más apto para apropiarse inteligentemente de ellas, en bien de sus semejantes. 

[e144] La esperanza del mundo y la disipación de la ilusión residen en el desarrollo de los intuitivos y su entrenamiento consciente. Existen muchos intuitivos naturales cuyo trabajo es una mezcla de siquismo superior con destellos de verdadera intuición. Éstos deben ser entrenados para que lleguen a ser verdaderos intuitivos. Paralelamente a su respuesta intuitiva y a su esfuerzo por precipitar su intuición en el mundo del pensamiento humano, debe también existir un progresivo desarrollo de la mente humana para que pueda captar y comprender aquello que es proyectado, y en esto también descansa la esperanza de la raza.

b. La Intuición Grupal Dispersa la Ilusión Mundial. 

Hoy el mundo está lleno de ilusiones, muchas de ellas veladas bajo la forma de idealismos, plenos de deseos y planes, y aunque muchos están correctamente orientados y expresan la firme determinación de los intelectuales, de crear mejores condiciones de vida para todos los pueblos [i185] del mundo, surge el interrogante: ¿Existe en la totalidad de este ansioso deseo, la suficiente vivencia dinámica esencial, que lo haga descender a la manifestación física y a la real expresión, satisfaciendo así la verdadera necesidad humana? Quisiera señalar que los dos Agentes reveladores mayores de todos los que han venido a la Tierra dentro de la historia moderna, hicieron a la humanidad las sencillas revelaciones siguientes:

1.    La causa de todo sufrimiento humano es el deseo y egoísmo personal. Desistan del deseo y serán libres. 

2.    Existe un medio de liberarse, el cual conduce a la iluminación. 

3.    De nada sirve al hombre conquistar el mundo entero y perder su alma. 

4.    Cada ser humano es un Hijo de Dios. 

5.    Existe un medio para liberarse, es el camino del amor y el sacrificio. 

La vida de estos Reveladores fue la representación simbólica de lo que Ellos enseñaron, y el resto de Su enseñanza sólo fue una ampliación de Sus temas centrales. Contribuyeron como parte integrante de la revelación general de las épocas, que ha conducido a los hombres, desde la primitiva existencia humana, a la compleja civilización moderna. Dicha revelación puede ser denominada la Revelación del Sendero, que nos saca de la forma y nos conduce al Centro de toda vida; la pureza de esta revelación ha sido preservada, en el transcurso de las edades, por un puñado de discípulos, iniciados y verdaderos esotéricos, que han estado siempre en la [e145] Tierra -defendiendo la sencillez de esa enseñanza, buscando a quienes pudieran responder y reconocer el germen o simiente de la verdad y entrenar a los hombres para que ocupen Su lugar y huellen el camino de la percepción intuitiva. Una de las mayores tareas de la Jerarquía consiste en buscar y encontrar a aquéllos que son sensibles a la revelación [i186] y cuyas mentes están entrenadas para formular las emergentes verdades, de tal manera, que lleguen relativamente sin alteraciones al conocimiento de los pensadores del mundo. Sin embargo, toda revelación, traducida en palabras y frases, pierde algo de su divina claridad.

Gran parte de las revelaciones del pasado han llegado a través del impulso religioso y, a medida que la ilusión ha ido densificándose y creciendo con el tiempo, su sencillez original (tal como fue trasmitida por sus Reveladores) se ha perdido, Toda revelación fundamental se presenta en forma muy sencilla. Los innumerables agregados se han ido introduciendo en ella; la mentalidad humana ha complicado las enseñanzas debido a sus disertaciones mentales, hasta que se erigieron los grandes sistemas teológicos que denominamos, por ejemplo, la iglesia cristiana y el sistema budista. En la actualidad les sería difícil a sus fundadores, reconocer los dos o tres fundamentos y las realidades o verdades divinas que Ellos trataron de revelar y acentuar, pues es muy grande el manto de ilusión que cubre los sencillos pronunciamientos de Cristo y de Buda. Las vastas catedrales y las pomposas ceremonias de los ortodoxos están muy lejos de la humilde vida de Cristo, el Maestro de Maestros y el Instructor de ángeles y hombres, y de la simplicidad de Su actual vida, en que vigila y espera que Su pueblo retorne a la sencillez de la realización espiritual. 

Tan grande ha sido la ilusión que, en Occidente, los hombres hablan hoy del "poder temporal de la Iglesia Católica"; además las Iglesias Protestantes están divididas en facciones antagónicas; la Iglesia de la Ciencia Cristiana (Christian Science) es conocida por su capacidad para amasar dinero, enseñando a sus adherentes a hacer lo mismo y a obtener momentáneamente buena salud; la Iglesia Ortodoxa Griega estaba totalmente corrompida, sólo la sencilla fe de los ignorantes y de los pobres, ha conservado algo de la verdad en su forma simple y original. No poseen la capacidad de [i187] sostener discusiones teológicas altisonantes, pero creen que Dios es amor (simplemente eso), que hay un camino que conduce a la paz y a la luz, y que la negación de sus propios deseos materiales, complace a Dios. Comprendo que estoy haciendo una amplia generalización; sé también que existen cristianos y eclesiásticos buenos e inteligentes dentro de los sistemas teológicos, sin embargo, no emplean su tiempo en discusiones teológicas sino en amar a sus [e146] semejantes, y lo hacen porque aman a Cristo y a todo lo que Él representa. No les interesa construir imponentes y suntuosas iglesias ni recaudar el dinero necesario para su sostenimiento, sino en reunir a aquéllos que forman la verdadera Iglesia en el plano espiritual interno y en ayudarlos a caminar en la luz. Tampoco los tienta la ilusión del poder autoritario. Cuando la crisis mundial haya pasado, los eclesiásticos de todas partes no descansarán hasta poder descubrir cómo penetrar a través de la ilusión de la doctrina y el dogma que los envuelve y hallar el camino de regreso a Cristo y a Su sencillo mensaje, que tiene en sí el poder de salvar al mundo, si es reconocido y practicado. 

Gran parte de la verdadera revelación, desde la época de Cristo, ha llegado al mundo por medio de la ciencia. Por ejemplo, la presentación (científicamente comprobada) de la sustancia material, como que sólo es en esencia una forma de energía, constituye una revelación tan grande como cualquiera de las transmitidas por Cristo o Buda. Esto revolucionó totalmente el pensamiento de los hombres y fue ‑aunque no lo crean‑ un recio golpe asestado a la gran Ilusión. Relacionó a la energía con la fuerza, la forma con la vida y al hombre con Dios, y contenía el secreto de la transformación y de la transmutación. Las revelaciones básicas y fundamentales de la ciencia son tan divinas como las de la religión, pero ambas han sido tergiversadas para satisfacer la demanda humana. Se aproxima [i188] la época en que la ciencia dirigirá todos sus esfuerzos en curar las heridas sufridas por la humanidad y en construir un mundo mejor y más feliz. 

Las revelaciones de la ciencia aunque, con frecuencia, están enfocadas en un hombre o una mujer, constituyen específicamente más que las denominadas revelaciones de la religión, el resultado del esfuerzo grupal y de la actividad grupal entrenada. Por lo tanto la revelación llega en dos formas: 

1.    Mediante el esfuerzo, la aspiración y la realización de un hombre que se encuentra tan cercano a la Jerarquía y tan imbuído en la conciencia divina, que puede recibir el mensaje directamente desde la Fuente divina central. Se ha unido a las filas de los grandes Intuitivos y trabaja libremente en el mundo de las Ideas divinas. Conoce bien Su misión; elige Su esfera de actividad deliberadamente y aísla la verdad o las verdades que juzga apropiadas a la necesidad de la época. Viene como un Mensajero del Altísimo; lleva una dramática y conmovedora vida de servicio, y simboliza en los acontecimientos de Su vida ciertas verdades básicas que ya han sido reveladas, pero que Él reactualiza pictóricamente. Compendia [e147] en Sí Mismo las revelaciones del pasado, y a ellas suma la nueva revelación, que es Su función específica presentar al mundo. 

2.    Mediante el esfuerzo que realiza un grupo de buscadores, tales como los investigadores científicos de cada país, que unidos buscan luz para resolver los problemas de la manifestación o para lograr los medios de aliviar el sufrimiento humano. El esfuerzo del grupo, a menudo eleva a un hombre en aras de su aspiración no realizada, el cual puede entonces penetrar en el mundo de las Ideas divinas y hallar allí el ansiado remedio o la llave, descubriendo intuitivamente de este modo un secreto largamente buscado. El descubrimiento, [i189] es de primordial importancia, es una revelación, como lo son las verdades presentadas por los Instructores del mundo. ¿Quién puede decir que la afirmación de que Dios es Amor, tiene mayor valor que la afirmación de que Todo es Energía? 

El camino que sigue luego la revelación es el mismo en ambos casos, después la ilusión se posesiona de las revelaciones, aunque ‑aquí hay algo sobre lo cual quisiera que reflexionen‑ hay menos ilusión respecto a las revelaciones de la ciencia que a las revelaciones de lo que la humanidad denomina más definidamente verdades espirituales. Existe una razón en el hecho de que el desarrollo de la mente del hombre y su sensibilidad hacia la verdad han aumentado enormemente desde la última gran revelación espiritual, dada por Cristo, hace dos mil años. Asimismo, las revelaciones de la ciencia son en gran parte el resultado de la tensión grupal, enfocada oportunamente en un receptor intuitivo, siendo por ello protegida la revelación. 

En la actualidad, a medida que la humanidad espera la revelación que corporificará los pensamientos, sueños y fines constructivos de la Nueva Era, la demanda llega, por primera vez, de un vasto grupo de personas que posee cierto grado de intuición. No he dicho intuitivos. Este grupo es hoy tan numeroso, su enfoque tan real y su clamor tan fuerte, que está logrando enfocar la atención conjunta de los pueblos. Por lo tanto, cualquier revelación que pueda surgir en el futuro inmediato estará mejor "protegida por el espíritu de comprensión" que en cualquier época anterior. Éste es el significado de las palabras del Nuevo Testamento, "todos los ojos Lo verán"; toda la humanidad reconocerá al Ser revelador. En épocas pasadas el Mensajero del Altísimo sólo fue reconocido y conocido por un mero puñado de hombres, y pasaron décadas y hasta siglos para que Su mensaje penetrara en los corazones de los seres humanos. 

[e148] [i190] La tensión actual y el desarrollo del sentido de proporción, más un obligado retorno a la simplicidad de los requerimientos de la vida, pueden salvar a la próxima revelación, de sumergirse demasiado veloz y rápidamente en el fuego de la Gran Ilusión. 

De lo antedicho resulta evidente que el modo de manejar los asuntos del mundo, los estados de conciencia y las condiciones en los tres mundos, es el que emplea el discípulo y el iniciado, trabajando de arriba hacia abajo. El método es, en realidad, la repetición del arco involutivo en el que ‑así como el Creador, dirige externamente desde un punto de ventaja- la energía, la fuerza y las fuerzas son dirigidas hacia el mundo de los fenómenos y producen efectos definidos sobre la sustancia de los tres planos. Este punto debe ser recordado muy cuidadosamente, razón por la cual, siempre debe ser empleada la Técnica de la Presencia antes que otras técnicas. Ella establece contacto con el agente espiritual rector y permite que el discípulo asuma la actitud del Observador desapegado y de un agente del Plan. Cuando esta técnica es seguida correctamente, pone en actividad la intuición y es revelado el mundo de significados (que se halla detrás del mundo de los fenómenos), disipando de este modo la ilusión. Se conoce y ve a la verdad tal cual es. Las formas del externo mundo fenoménico, (externo desde el ángulo del alma, y por lo tanto abarcando los tres mundos de nuestra vida diaria) se ven nada más que como símbolos de una Realidad interna y espiritual. 

2. LA TÉCNICA DE LA LUZ 

Consideraremos ahora el siguiente desarrollo a obtener y el servicio a prestar por intermedio de otra técnica. 

Este tema es tan vasto y puede hallarse tanta literatura sobre el tema de la luz, en las Escrituras del mundo, en las disertaciones y comentarios [i191] teológicos, que la simple verdad y unos cuantos principios básicos se pierden de vista en un cúmulo de palabras. 

En mis distintos libros he impartido mucho acerca de ello, y en el libro La Luz del Alma, que escribí en colaboración con A. A. B., se intentó indicar la naturaleza de la luz del alma. La clave de esta técnica se encuentra en las palabras: En esa Luz veremos la LUZ. Una simple paráfrasis de estas palabras, aparentemente abstractas y simbólicas, podría ser la siguiente: Cuando el discípulo ha encontrado ese centro iluminado dentro de sí mismo y puede caminar en su radiante luz, se halla entonces en una situación (o en un estado de conciencia si prefieren) en que llega a ser consciente de la luz que se halla en todas las formas y átomos. El mundo interno de la realidad se hace visible como sustancia‑luz (algo diferente de la Realidad, revelada por la intuición).  Puede entonces convertirse [e149] en un eficiente colaborador del Plan debido a que el mundo de significado síquico llega a ser real para él y sabe lo que hay que hacer para disipar el espejismo. Podría decirse que el proceso de llevar luz a los lugares oscuros comprende, lógicamente, tres etapas donde: 

1.    El principiante y el aspirante se esfuerzan por eliminar el espejismo de su propia vida empleando la luz de la mente. La luz del conocimiento es el principal agente disipador en las primeras etapas de la tarea, eliminando eficazmente los diversos espejismos que velan la verdad al aspirante. 

2.    El aspirante y el discípulo trabajan con la luz del alma. Ésta es la luz de la sabiduría, resultado de la interpretación de una larga experiencia, que afluye y se mezcla con la luz del conocimiento. 

3.    El discípulo y el iniciado trabajan con la luz de la intuición. Mediante la fusión [i192] de la luz del conocimiento (luz de la personalidad) y la luz de la sabiduría (luz del alma), la luz es vista, conocida y captada. Esta luz apaga las luces menores por medio de la radiación pura de su poder. 

Tenemos, por lo tanto, la luz del conocimiento, la luz de la sabiduría y la luz de la intuición, siendo tres estados o aspectos definidos de la Luz Una. Corresponden al Sol físico, al corazón del Sol y al Sol central espiritual. Esta última frase contiene el indicio y la clave de la relación del hombre con el Logos. 

Estas etapas y sus técnicas correspondientes tienden a ser mal interpretadas si el estudiante no recuerda que entre ellas no existen líneas reales de demarcación, sino sólo una constante superposición, un desarrollo cíclico y un proceso de fusión que es de lo más confuso para los principiantes. De la misma manera que el resultado de la innata reacción al medio ambiente produce el instrumento necesario para hacer contacto con ese ambiente, así el desarrollo de los poderes a los cuales estas técnicas sirven, produce el modo de hacer contacto con el medio anímico y espiritual. Cada una de estas técnicas está relacionada con un nuevo medio ambiente, cada una desarrolla oportunamente, en el iniciado o discípulo, el poder que puede emplear en esferas superiores de actividad divina, y en bien de la humanidad; se relaciona con las otras técnicas, y libera al discípulo para entrar en relación consciente con un nuevo medio ambiente, nuevos estados de percepción y nuevos campos de servicio. Por ejemplo: 

1.    La Técnica de la Presencia, cuando es satisfactoriamente seguida permite que la intuición afluya, y reemplazando a la actividad de la mente razonadora, disipa la ilusión, sustituyéndola [e150] por ideas divinas, formuladas en conceptos que llamamos ideales. Debe recordarse que los Maestros sólo ernplean la mente para dos actividades: [i193] 

a.    Llegar a las mentes de Sus discípulos y atraer aspirantes por medio de un instrumento similar a la mente del discípulo. 

b.    Crear formas mentales en niveles concretos, que puedan corporificar estas ideas divinas. El Agente rector, el Angel de la Presencia, produce el poder para crear de esta manera, y a esto se lo denomina el resultado de la intuición ‑la idea o la verdad, su percepción y su reproducción. 

2.     La Técnica de la Luz está más íntimamente relacionada con la mente; significa el método por el cual la iluminación que afluye del alma (cuya naturaleza es luz) puede irradiar no sólo los ideales sino la vida, las circunstancias y los acontecimientos, revelando la causa y el significado de la experiencia. Cuando el discípulo capta el poder de iluminar que posee, ha dado el primer paso hacia la disipación del espejismo; y así como la Técnica de la Presencia es eficaz en el plano mental, la Técnica de la Luz otorga poderes que pueden ser eficaces en el plano astral, y oportunamente disipará y hará desaparecer ese plano. 

3.     La Técnica de la indiferencia hace ineficaz o neutraliza, el aferramiento de la sustancia a la vida o espíritu, que actúa en los tres mundos, pues el alma es la evidencia de la vida. 

En relación con la segunda técnica, quisiera tomar algunas palabras de La Biblia, empleando la palabra "luz" en vez de la palabra "fe". La definiré así: La luz es la sustancia de las cosas esperadas, la evidencia de las cosas no vistas. Ésta es quizás la definición más esotérica dada hasta ahora, y su verdadero significado será revelado en las dos generaciones próximas. La palabra "fe" constituye un buen [i194] ejemplo del método de "ocultar" algunas antiguas verdades para que su significado no sea revelado prematuramente. Luz y sustancia son términos sinónimos. Alma y luz también lo son, y en esta similitud -luz, sustancia, alma- reside la clave de la fusión y de la unificación que Cristo expresó tan plenamente durante Su vida en la Tierra.     

Por lo tanto, cuando los aspirantes y estudiantes progresan en el logro de hacer contacto con el alma, han dado uno de los pasos más importantes hacia la comprensión de la luz y sus aplicaciones. Sin embargo, deben tener cuidado de no confundir la intuición [e151] con la luz que ellos pueden arrojar sobre la vida, las circunstancias, los acontecimientos y el medio ambiente. La luz que estamos considerando se manifiesta en los tres mundos y revela la forma y las formas, sus reacciones y efectos, sus espejismos y atrayente apariencia, su poder para alucinar y aprisionar la conciencia. La luz a la cual nos referimos es la luz del alma que ilumina a la mente y produce la revelación del mundo de formas en que esa vida se halla sumergida. 

La intuición nada tiene que ver con los tres mundos de la experiencia humana, sino sólo con las percepciones de la Tríada espiritual y con el mundo de las ideas. La intuición es para el mundo de significados, lo que la mente para los tres mundos de la experiencia. Produce comprensión, de la misma manera que la luz del alma produce conocimiento, por medio de esa experiencia. El conocimiento no es una reacción puramente mental sino que es algo que se encuentra en todos los niveles, siendo, en alguna forma, intuitivo en todos los reinos. Esto es axiomático. Los cinco sentidos traen el conocimiento del plano físico; la sensibilidad psíquica trae el conocimiento del plano astral; la mente trae la percepción intelectual, pero los tres son aspectos de la luz del conocimiento (que viene del alma) a medida que va formando sus vehículos de expresión, en el vasto triple [i195] medio ambiente que elige como prisión con el propósito de evolucionar.  

     En una vuelta más elevada de la espiral, la intuición es la expresión de la triple Tríada espiritual relacionada con los niveles superiores de la expresión divina, siendo el resultado de la vida de la Mónada ‑la energía que trae la revelación del propósito divino. El discípulo aprende oportunamente a trabajar en el mundo de esta divina revelación, y el iniciado actúa conscientemente en él. La activa vida en los tres mundos es una expresión distorsionada de esta experiencia superior, constituyendo también el campo de entrenamiento en el cual se desarrolla lentamente la capacidad de vivir la vida iniciática de percepción intuitiva y de servicio al Plan. Estas diferenciaciones (en tiempo y espacio, debido a que todas las diferenciaciones son parte de la gran ilusión, aunque necesarias e inevitables cuando la mente las controla) deben ser cuidadosamente consideradas. Los discípulos llegarán a una etapa de su desarrollo en que sabrán si están reaccionando a la luz del alma o a la percepción intuitiva de la Tríada. Entonces llegarán a la etapa donde comprenderán que percepción intuitiva -como ellos la denominan- sólo es la reacción de la personalidad iluminada a la tendencia a identificar de la Tríada. Estos conceptos están más allá de la percepción del hombre medio, debido a que fusión e identificación no son lo mismo.     

    [e152] Las reglas para la Técnica de la Luz han sido establecidas adecuadamente en el sistema de Raja Yoga de Patanjali, de las cuales las cinco etapas: Concentración, Meditación, Contemplación, Iluminación e Inspiración son ilustrativas; éstas, a su vez, deben ir acompañadas por un acatamiento a las cinco Reglas y a los cinco Mandamientos. Quisiera que los estudien. Éstos a su vez, producen los innumerables resultados de la sensibilidad síquica, de los cuales son un ejemplo el contacto jerárquico, la iluminación, el servicio y la disciplina y, finalmente, la [i196] etapa de "unidad aislada", término paradójico usado por Patanjali para describir la vida interna del iniciado.     

    Gran parte de lo que he dicho antes es muy conocido por todos los aspirantes, ya sea que estudien el Raja Yoga de la India o la vida del místico práctico, enseñada por místicos, tales como Meister Eckhart y los modernos esotéricos polarizados en forma más mental. Estos últimos, por medio de la fusión, fueron más allá de la visión mística. No es necesario que me extienda sobre ello, pues es la etapa superior de unificación de la cual todos los verdaderos místicos son testigos. 

    Lo que aquí nos concierne es saber cómo esta luz puede ser reconocida, captada y empleada a fin de disipar el espejismo y prestar un profundo servicio esotérico al mundo. Podría decirse que la luz interna es como un faro que escudriña el mundo del espejismo y de la lucha humana, lo que un Maestro ha denominado "el pedestal del alma y la torre o faro espiritual". Estos términos transmiten la idea de altitud y de distancia, tan características en el acercamiento místico. El poder para utilizar esta luz, como agente disipador, sólo se obtiene cuando dichos símbolos ya no se tienen en cuenta y el servidor empieza a considerarse como luz y centro de irradiación. He aquí la razón de algunos tecnicismos de la ciencia ocultista. El esotérico sabe que en cada átomo de su cuerpo existe un punto de luz. También sabe que la naturaleza del alma es luz. Durante eones, camina ayudado por la luz engendrada en sus vehículos, por la luz de la sustancia atómica de su cuerpo, siendo por lo tanto guiado por la luz de la materia. Luego descubre la luz del alma, y más adelante aprende a fusionar y mezclar la luz del alma con la luz de la materia. Entonces brilla como un portador de Luz, pues la luz pura de la materia y la luz del alma están fusionadas y enfocadas. El empleo de esta luz enfocada, a medida que disipa el espejismo individual, enseña al discípulo las primeras etapas de la técnica que disipará [i197] el espejismo grupal y oportunamente el espejismo mundial, siendo éste el próximo punto que trataremos.

El tópico que estamos tratando -la luz del alma, cuando disipa [e153] el espejismo en los tres mundos- es el tema de estudio más práctico, útil y necesario que existe actualmente; concierne al plano astral, y el servicio a prestar es vital y oportuno. Liberar al mundo individual y humano del espejismo omniabarcante que mantiene a la humanidad esclavizada, es un requisito esencial para la raza. La nueva era, que se abrirá ante la humanidad al finalizar la guerra, se distinguirá por su polarización mental y la consiguiente liberación del espejismo; entonces dominará la ilusión durante un tiempo, hasta que la intuición se desarrolle más plenamente. Esta ilusión tendrá resultados muy distintos a los que se producen cuando los hombres viven y trabajan en medio del espejismo. La segunda característica de la nueva era la constituirá la forma científica de encarar el problema del espejismo, que entonces será reconocido por lo que es y disipado científicamente, empleando las mentes iluminadas de los grupos que trabajan al unísono, especialmente para ese propósito.     

    Por lo tanto, les presento (a los aspirantes y discípulos del mundo) la posibilidad de realizar un servicio mundial definido. Con el tiempo se han de formar grupos con aquéllos que trabajan para disipar el espejismo existente en sus vidas individuales, y esto lo hacen no sólo para lograr su propia liberación, sino con el objetivo especial de despejar los espejismos significativos del plano astral. Trabajarán unidos en algún aspecto especial del espejismo mundial, empleando el poder de sus mentes individuales iluminadas; dirigirán unidos "el faro de la mente, reflejando la luz del sol, irradiando al mismo tiempo su propia luz interna sobre las brumas y nieblas de la Tierra, en las cuales todos los hombres tambalean. [i198] Dentro de la iluminada esfera de la luz radiante enfocada, surgirá triunfante la realidad". 

    Es interesante observar que la plegaria más antigua del mundo se refiere a los tres aspectos del espejismo, y para ello deben emplearse las tres técnicas que posibilitarán la liberación y el progreso. Como bien saben, esta plegaria extraída del Brihadaranyaki Upanishad 1, 3,28., es la siguiente: 

     "Condúcenos, oh Señor, de la oscuridad a la luz; de lo irreal a lo real; de la   muerte a la inmortalidad." 

 "Condúcenos de la oscuridad a la luz" se refiere a la mente cuando eventualmente la ilumina la luz de la intuición; esta iluminación es llevada a cabo por medio de la Técnica de la Presencia, desde la Cual brilla la luz. Este factor mediador produce la Transfiguración de la personalidad y un centro de luz radiante en el plano mental. Esta afirmación es verdadera, ya se refiera a un individuo o a ese [e154] punto focal de luz formado por la unidad mental y el claro pensar de la humanidad avanzada. Por el poder de su mente unida conseguirá liberar al mundo de algunos aspectos de la Gran Ilusión.      

    "Condúcenos de lo irreal a lo real" tiene una relación específica con el plano astral y todos sus espejismos omniabarcantes. Dichos espejismos personifican las cosas irreales que al ser presentadas a los prisioneros del plano astral los induce a confundirlos con la Realidad. La actividad de la Técnica de la Luz, empleada por quienes trabajan en forma grupal para disipar el espejismo y hacer surgir en la conciencia de los hombres un claro concepto y reconocimiento de la naturaleza de la Realidad, puede dar fin al aprisionamiento producido por el espejismo.      

    El tema inmediato lo constituye el trabajo especial de disipación. Es de importancia vital para quienes ven [i199] la puerta abierta hacia el futuro y a través de la cual han de pasar todos los hombres que comiencen a llevar a cabo dicha tarea. Sólo de esta manera la humanidad podrá ser ayudada para que olvide los errores, los espejismos y los fracasos del pasado. Esta técnica puede liberarnos del espejismo y transformar la vida humana, trayendo así la nueva civilización y la nueva cultura. Esta disipación puede ser llevada a cabo por todos los discípulos del planeta, ayudados por los aspirantes del mundo; sin embargo, este trabajo han de realizarlo principalmente aquéllos que, por el enfoque del rayo a que pertenecen, hacen de la vida astral su línea de menor resistencia y han aprendido o están aprendiendo a dominarla por el poder del pensamiento y la luz mental. Las personas del primer caso pertenecen al sexto rayo, siendo ayudados por los aspirantes y discípulos de segundo y cuarto rayos.         

      En tiempo y espacio, esta tarea será ante todo instituida y controlada en forma grupal, sólo por aspirantes cuyo rayo del alma o de la personalidad, corresponda al sexto, o por aquéllos cuyos cuerpos astrales están condicionados por el sexto rayo. Cuando hayan comprendido la naturaleza del trabajo a realizar y "adoptado fanáticamente la técnica de la luz en servicio de la raza", su trabajo será completado por los discípulos de segundo rayo, trabajando desde los Ashramas de los Maestros que aceptan discípulos. El trabajo efectuado por ambos grupos será finalmente revelado (en fecha muy posterior) por aquellos aspirantes y discípulos que entrarán en actividad astral cuando el cuarto rayo empiece nuevamente a manifestarse. En consecuencia, el trabajo de disipar el espejismo es llevado a cabo por aquéllos que vienen a la manifestación de acuerdo a las líneas de energía que personifican el segundo, cuarto y sexto rayos. Hago hincapié sobre esto pues frecuentemente los discípulos emprenden tareas para las cuales no están particularmente [e155] adaptados y cuyos rayos no los ayudan a cumplir y, a veces, impiden que las efectúen,        

    [i200] La totalidad del tema se relaciona con la conciencia, el segundo aspecto, y concierne a las formas mediante las cuales la humanidad llega a ser progresivamente consciente. El espejismo es causado por el reconocimiento de aquello que el hombre mismo ha creado y, como se ha dicho esotéricamente, "el hombre solo llega a ser consciente de la Realidad cuando ha destruido lo que él mismo ha creado". Estas formas se clasifican en dos grupos principales: 

1.    Las que tienen un origen muy antiguo, siendo el resultado de la actividad, el pensamiento y el error humanos. Abarcan todas las formas de la naturaleza de deseos que el hombre ha creado en el transcurso de las edades, constituyendo la sustancia nebulosa del espejismo ‑nebulosa desde el punto de vista físico, pero densa desde el ángulo del plano astral. Son las que proveen el incentivo que se halla tras todo esfuerzo y actividad en el plano externo, cuando el hombre trata de satisfacer el deseo. El aspirante individual debe liberarse de estas formas, después que atraviesa ese portal denominado la segunda iniciación y pasa a una conciencia más amplia. 

2.    Las que van siendo constantemente creadas e incesantemente producidas en respuesta a la aspiración de la humanidad y proporcionan el incentivo que conduce al hombre, primeramente, a realizaciones personales elevadas y luego a realizaciones espirituales. Contienen en sí indicios de lo nuevo y lo posible. Análogamente (por extraño que parezca) constituven un espejismo, pues son temporarias e ilusorias y no se les debe permitir que oculten lo Real. Esa Realidad se precipitará en el momento oportuno cuando afluya la luz superior. Son indicaciones de lo Real, y a menudo se las confunde con lo Real; están en conflicto con las ideas y deseos del pasado y, con el tiempo, han de ceder su lugar a la verdadera Presencia de lo [i201] Real. Constituyen -en tiempo de crisis- la gran prueba para todos los aspirantes y discípulos, evocando el tipo más sutil de discriminación; una vez que esa prueba ha sido pasada triunfalmente puede confiársele al discípulo y al aspirante la tarea de disipar estos dos tipos de espejismo, remarcando la necesidad inmediata o algún espejismo mundial particular de actualidad. 

Por lo tanto, es evidente que los grupos que trabajan conscientemente en la tarea de disipar el espejismo tendrán las características siguientes: [e156] 

1.    Estarán constituidos por aspirantes y discípulos de sexto rayo, ayudados por trabajadores espirituales de segundo rayo. 

2.    Estarán formados por aquéllos que: 

a.    Están aprendiendo o han aprendido a disipar sus propios espejismos individuales y pueden comprender la tarea a realizar. 

b.    Están enfocados en el plano mental y, por lo tanto, poseen cierto grado de iluminación mental. Están dominando la Técnica de la Luz. 

c.     Conocen la naturaleza de los espejismos que intentan disipar y pueden emplear como faro, a la mente iluminada. 

  1. Entre sus miembros se hallarán aquéllos que, hablando esotéricamente, están rápidamente desarrollando o poseen:

a.    El poder de reconocer no sólo el espejismo por lo que es, sino de discriminar entre los diferentes y muchos otros tipos de espejismos. 

b.    El poder de apropiarse de la luz, absorbiéndola en sí mismos y luego consciente y científicamente la proyectarán al mundo del espejismo. Los [i202] Maestros, los iniciados avanzados y los discípulos mundiales lo hacen solos, si es necesario, no requiriendo la protección del grupo ni la ayuda de luz de los miembros del grupo. 

c.     El poder de emplear la luz, no sólo por medio de la absorción y la proyección, sino también por el empleo consciente de la voluntad, conduciendo la energía por medio del haz de luz proyectada. A esto agreguen el enfoque constante y firme. El haz así proyectado tiene un doble uso: Actúa en forma expulsora y dinámica, así como un fuerte viento esparce o disipa una densa niebla o como los rayos del sol disipan y absorben la neblina. 0 bien actúan como un haz de luz por el que puede penetrar lo nuevo y una parte de la intención divina. Las nuevas ideas e ideales deseados pueden llegar "sobre el haz", análogamente como el haz de luz dirige y lleva a los aviones hacia el lugar de aterrizaje. 

                a. La Disipación del Espejismo Individual 

Consideraremos, ante todo, la forma en que el aspirante individual puede lograr disipar los espejismos que durante épocas han condicionado su vida en los tres mundos. Ha sido dominado por el deseo durante las cuatro quintas partes de sus encarnaciones. [e157] Ha empezado a transmutar el deseo en aspiración y a buscar -con toda la devoción, la emoción y el anhelo de que es capaz- la realización. Entonces se hace consciente de la aterradora naturaleza de los espejismos entre los cuales camina automática y normalmente. El espejismo surgió cuando el hombre reconoció y registró, como incentivo, el deseo, demostrando así su humanidad y su diferencia con el animal, pues la mente revela la existencia del deseo. El esfuerzo instintivo para satisfacer el deseo innato -inherente a la naturaleza inferior- dio [i203] lugar a esfuerzos planeados para satisfacer el deseo, implicando el empleo rector de la mente. De esta manera, la línea de demarcación entre lo animal y lo humano fue cada vez más evidente, apareciendo hace eones la primera y básica expresión del puro egoísmo. Más tarde, a medida que prosiguió la evolución y el deseo era transferido de una satisfacción a otra, empezó a asumir un aspecto menos físico, y el hombre buscó el placer en la experiencia emocional y en su dramatización; esto condujo al drama como primera expresión artística, por cuyo intermedio en el transcurso de las épocas, el hombre ha tratado de colmar la vida emotiva y dramática individual, sumergiéndose en el drama a fin de exteriorizarse complementando sus dramas, deseos y objetivos personales con los desarrollados por la imaginación creadora, sentando la base para el reconocimiento, inteligente y real, de la parte en relación con el todo. Así se estableció en las primeras épocas de la raza Atlante la base para desarrollar el sentido de dualidad mística, pasando por las diferentes etapas del reconocimiento antropomórfico de la deidad hasta lograr el reconocimiento de lo real en el hombre; finalmente llegamos al problema que enfrenta el discípulo. Luego, el Morador en el Umbral se enfrenta con el Ángel de la Presencia y tiene lugar el último y principal conflicto. 

Esta conciencia dual culmina durante la tercera iniciación cuando se libra la última batalla entre los pares de opuestos y el Ángel logra su triunfal victoria ‑la personificación de las Fuerzas del Bien en el individuo, en el grupo y en la humanidad. Entonces no desaparece uno mismo (identificado con el Todo) sino la dualidad y el deseo por lo material, lográndose la unidad y la "vida más abundante". 

El proceso seguido por el discípulo que trabaja conscientemente para disipar el espejismo en su vida, puede ser [i204] dividido en cuatro etapas, de las cuales pueden darse las siguientes definiciones: 

1.    Reconocimiento del espejismo o espejismos que velan lo Real, los cuales dependen, en cualquier crisis de vida, del rayo de la personalidad. [e158] 

2.    Enfoque de la conciencia del discípulo en el plano mental, concentrando la luz en ese punto de enfoque para iluminar con claridad y ver con nitidez el trabajo a realizar y dirigir el faro de la mente sobre el espejismo que se ha de disipar. 

3.    Orientación, lo cual implica la constante afluencia de luz orientada inteligentemente hacia los lugares oscuros del plano astral, recordando que la luz permitirá al discípulo hacer dos cosas: 

a.    Disipar el espejismo ‑una experiencia satisfactoria.

b.    Ver lo Real ‑una experiencia terrible. 

4.    Identificación con lo Real cuando se hace contacto con ello después de haber disipado el espejismo. Entonces se dispondrá de más luz y se reconocerán espejismos más sutiles que también deben ser disipados. 

Este proceso de reconocimiento, centralización, disipación y consiguiente revelación prosigue continuamente desde el momento en que el discípulo huella el Sendero del Discipulado aceptado, hasta llegar a la tercera iniciación.       

La clave del éxito en este proceso está relacionada, por lo tanto, con la meditación y con el proceso de mantener la mente firme en la luz. Sólo por medio de la perseverancia puede formarse, intensificarse, enfocarse y proyectarse el haz de luz y luego -[i205] en el momento oportuno- ser retirado. No puedo dilucidar aquí el proceso de la meditación, basado en la correcta comprensión de la naturaleza de la concentración. Ya he escrito mucho sobre el tema, y la disciplina del Raja Yoga es muy conocida. La concentración y el control mental es tema corriente en todas las instrucciones dadas por los educadores y los padres iluminados. En la actualidad, a la persona común le resulta difícil comprender que existió una época en que frases tales como "emplee la mente" o "si sólo pensara" o "si controlara un poco su mente sería más útil" eran totalmente desconocidas, puesto que la mente estaba poco desarrollada, Entonces sólo la conocían como factor funcionante aquéllos que poseían conciencia iniciática. El Sendero de Evolución es, en realidad, el Sendero de los reconocimientos, que conduce a la revelación: Todo el proceso de la evolución es de carácter iniciático y lleva de una expansión de conciencia a otra, hasta que los mundos de lo sin forma y de la forma queden revelados por la luz que genera el iniciado, y en la cual camina. Estas luces son variadas y diversamente reveladoras. Tenemos: 

1.    La luz de la materia que se halla en todo átomo de sustancia. [e159] 

2.    La luz del vehículo vital o etérico -reflejo de la Luz Una, porque unifica los tres tipos de luz dentro de los tres mundos. 

3.   La luz del instinto. 

4.   La luz del intelecto o del conocimiento. 

5.   La luz del alma. 

6.   La luz de la intuición. 

Vamos de una luz a otra y de una revelación a otra, hasta que salimos del reino de la luz y entramos en el reino de la vida que es, todavía para nosotros, plena oscuridad.     

Es evidente que esta acrecentada luz, trae consigo una constante serie de revelaciones que, [i206] como todo lo demás en el mundo de la experiencia humana, despliega ante los ojos, primero, el mundo de las formas, luego el mundo de los ideales y después la naturaleza del alma, de las ideas y de la divinidad. He elegido unas pocas palabras que encierran la revelación y simbolizan su carácter. Pero todas estas revelaciones constituyen una gran revelación unificada que va abriéndose lentamente ante los ojos de la humanidad. La luz del yo inferior personal revela al hombre el mundo de las formas, de la materia, del instinto, del deseo y de la mente; la luz del alma revela la naturaleza de la relación que existe entre estas formas de vida y el mundo de lo amorfo, y el conflicto entre lo real y lo irreal. La luz de la intuición despliega, ante la visión del alma, dentro de la personalidad, la naturaleza de Dios y la unidad del Todo. La inquietud que proporciona el deseo por lo material, tratando de ser satisfecho en los tres mundos, cede su lugar oportunamente a esa aspiración para establecer contacto con el alma y lograr la vida del alma. A su vez, esto es reconocido como un paso dado hacia esas grandes experiencias fundamentales que denominamos las cinco iniciaciones mayores, las cuales revelan al hombre el hecho, hasta entonces ignorado, de su inseparabilidad y de la relación de su voluntad individual con la voluntad divina. 

Vamos ahora a estudiar el modo en que se realizan estas fases del trabajo en el plano astral: primero, el individuo aprende a emplear la luz de la mente, que el alma genera cuando se relaciona íntimamente con la personalidad, y la impulsa la intuición. Por medio de esta luz el discípulo aprende a disipar sus espejismos personales y particulares. Menciono esto pues quisiera que comprendieran la magnitud de la tarea que un hombre emprende cuando se dispone conscientemente a liberarse del espejismo, como preparación para prestar un servicio más amplio. Luego entra [e160] en conflicto con el espejismo de dicho plano, y está propenso a sentirse vencido al darse cuenta de lo que está enfrentando. Esto constituye una de las [i207] causas de la intensa depresión y de esos grandes complejos de inferioridad que inhiben totalmente a algunas personas o las conducen oportunamente al suicidio. Sus propios espejismos personales las ligan al espejismo nacional o planetario, condicionando así su vida y pensamiento. Les pediría que recuerden esto cuando tratan con personas de ideas fijas e incapaces de ver la verdad como ustedes la ven. Son así porque su espejismo individual está nutrido por espejismos mayores, y esto es demasiado para ellos.     

No intento específicamente ocuparme de determinados espejismos sino de darles una fórmula que, con ligeros cambios y agregados, pueda servir al individuo y al grupo en la tarea de disipar el espejismo. Comenzaré diciendo, que lo primero que el hombre necesita es comprender sus reacciones, ideas, deseos y experiencias de la vida; en lo que respecta a su naturaleza emocional, está condicionado por un espejismo o espejismos, siendo víctima de varios espejismos engendrados en el transcurso de muchas vidas, profundamente arraigados en su historia, y a los cuales reacciona instintivamente. Sin embargo, llega el momento en que el discípulo en probación se hace consciente de estos espejismos instintivos y los reconoce en cuanto aparecen, y hasta reacciona a ellos; trata de liberarse trabajando primeramente en forma esporádica e intenta emplear la mente para razonar con el fin de zafarse de ellos y alternar entre el éxito momentáneo -cuando puede actuar deliberadamente como si estuviera libre de espejismos-, y los prolongados períodos de derrota en que se siente vencido y no puede ver la luz por ninguna parte, actuando como una persona ciega y confundida. Esto indica que es atraído como por un imán (la fuerza de los antiguos espejismos acumulados y sus efectos kármicos) hacia el centro del espejismo que está tratando de evadir. Después viene la etapa (resultado de este alternante proceso) donde la atracción del alma comienza a contrarrestar la atracción por dichos espejismos: [i208] aspirando a expresarse libremente y a liberarse del control que ejerce el plano astral. Entonces tiene lugar el proceso equilibrador.     

Durante esta etapa la meditación es de tal naturaleza que el hombre llega a ser consciente de la luz del alma al mezclarse con la luz innata del cuerpo mental, intensificándose constantemente esta luz fusionada, cuando persiste en su trabajo de meditación. Entonces llega la etapa en que el aspirante descubre que esta luz interna puede ser empleada, y comienza, en forma experimental y con variable éxito, a dirigir esa luz sobre los problemas de su espejismo [e161] particular. En esta etapa se lleva a cabo la Técnica de la Luz, empleándola de tal manera que desaparece la vaga, poco científica y antigua técnica. Dicha técnica sólo es útil para el hombre que sabe algo sobre la luz de la mente, la luz de la cabeza y la luz del alma. La luz de la cabeza es producida por la unión definidamente planeada de la luz del alma y la luz de la personalidad enfocadas en el cuerpo mental, produciendo su efecto en el cerebro. Este proceso de centralización tiene tres etapas: 

  1.  En la primera, la luz de la mente y de la materia se enfoca en el vehículo       mental. 

 Esto significa unir la luz de la materia y de la sustancia (materia densa y luz etérica) con la luz de la mente. No existe en el cuerpo astral una luz peculiar ni específica o que pertenezca al mismo, pues sólo es un conglomerado de formas, creadas por individuos, naciones o razas, que en su totalidad constituyen el plano astral, que no posee luz innata como las otras formas. Éstas no han sido creadas por el Logos planetario como forma de expresión de una vida dinámica, constituyendo el verdadero significado de lo que dije anteriormente: que el plano astral, en realidad, no existe. Es la creación fantasmagórica del deseo humano en el transcurso de las [i209] épocas, siendo su falsa luz un reflejo de la luz de la materia o de la mente. Este proceso de enfoque se inicia mediante el alineamiento y el esfuerzo de llevar a un punto de iluminación la luz positiva de la mente y la luz negativa del cerebro, y es llevado a cabo por medio del control mental desarrollado en la meditación. Cuando ambos polos opuestos se relacionan, entonces (por un acto de voluntad de la personalidad) estos dos aspectos de la luz menor forman un minúsculo punto de luz -como la luz de una pequeña linterna- que revela algún aspecto del espejismo, al cual el aspirante responde con más facilidad. Lo único que puede hacer esta primera luz enfocada es revelar. No tiene poder de disipar ni puede neutralizar el espejismo existente, sólo logrará que el hombre se dé cuenta en su conciencia vigílica o cerebral, de que el espejismo lo tiene aferrado. Esto se relaciona con la etapa de concentración en el proceso de meditación. 

2. En la segunda, el enfoque se produce por el esfuerzo realizado al practicar la meditación. En la etapa anterior, el proceso de fusión de las dos luces materiales corresponde totalmente a la forma, y el aspirante es impulsado por las fuerzas y aptitudes de su personalidad. Una ilustración de esto y de su [e162] efectividad puede verse en el hombre que, por móviles puramente egoístas y mediante una intensa concentración, enfoca su mente para lograr satisfacer sus deseos y alcanzar sus objetivos. Elimina todas las reacciones emocionales, disipando gran parte del espejismo; desarrolla la capacidad de extraer la luz de la materia (materia física y sustancia mental) generando así una falsa luz, de la cual está rigurosamente excluida la luz del alma. Este poder engendra con el tiempo al mago negro, el cual ha desarrollado la capacidad de extraer [i210] la energía de la luz de la materia, enfocándola en forma tan poderosa y eficaz que se convierte en una gran fuerza destructiva. Esto ha dado a Hitler y a sus seis malignos asociados el poder para destruir en el plano material. Pero, en el caso del aspirante, el poder para meditar sobre la realidad espiritual y de hacer contacto con el alma contrarresta los peligros innatos, cuando se enfoca en la luz de la materia y la emplea en forma exclusiva; a la luz de la materia se le añade la luz del alma, entonces ambas luces fusionadas, o aspectos de la Luz Una, son enfocadas en el plano mental por medio del poder de la imaginación creadora. Esto capacita al hombre oportunamente para disipar el espejismo, liberándolo del plano astral. 

3. En la tercera etapa la luz de la materia, la luz de la mente y la luz del alma (como canal para la intuición) son conscientemente mezcladas, fusionadas y enfocadas. Entonces el hombre enfoca esta luz fusionada, dirigida por el alma, sobre el mundo del espejismo y sobre ese determinado espejismo que le preocupa en un momento dado. La falsa luz del plano astral desaparece en esta triple luz fusionada, así como el fuego puede desaparecer de la vista cuando está expuesto a la plena luz del sol o un lente de aumento, enfocando los rayos solares, puede iniciar una llama destructora. El empleo de una potente luz puede llegar a eliminar una luz menor y disipar una niebla. 

Todo esto debe ser llevado adelante, comprensiva y conscientemente, como paso preliminar de la técnica. Su trabajo será primero experimental y oportunamente lo aplicará en forma científica. Estará fundado en el reconocimiento de la verdad ‑verdad que es enfrentada y aceptada. Este trabajo no constituye una especie de razonamiento, aunque precede al trabajo [i211] definidamente científico que estoy delineando; tampoco consiste en cultivar nuevas ocurrencias de tipo mental y espiritual que gradualmente reemplazan al deseo y expelen al espejismo, lo cual es de carácter preparatorio y conduce a ese desenvolvimiento que capacita al aspirante [e163] para trabajar científicamente; ni es un proceso para "matar el deseo" como enseñan algunas escuelas de pensamiento, sino un proceso de eliminación gradual del deseo por medio de una severa disciplina y un duro trabajo de entrenamiento, implicando incidentalmente, la disipación del espejismo. Éstas han sido las técnicas lentas del pasado. Hoy el proceso debe cambiar, porque muchas personas son el producto de la comprensión y pueden trabajar inteligente y científicamente. 

Estoy desarrollando un proceso mediante el cual obtendrán una rápida y efectiva disipación, y se funda en la aceptación de la hipótesis de la luz, en el reconocimiento de que el plano astral no tiene verdadera existencia, en la aplicación de la imaginación creadora y en seguir incuestionablemente las instrucciones, como individuos y como grupo. 

Tengo la intención de darles dos fórmulas. Una, para uso individual y otra, para los grupos que pueden emplearla, cuando dedican su esfuerzo unificado a disipar el espejismo, ya sea grupal o en relación con algún aspecto del prevaleciente espejismo mundial. Dos cosas serán evidentes: 

Primero, que quienes participan en la eliminación del espejismo deben saber distinguir entre el espejismo y la realidad. A menudo, ambos se asemejan cuando se examinan superficialmente. Deben estar en condición de reconocer que una situación emocional o astral constituye un velo tendido sobre la verdad y es una distorsión de la presentación o apariencia de la expresión de la divinidad en el individuo o en el grupo. Por lo tanto, deben ser capaces de visualizar, pensar con claridad y reconocer rápidamente lo que impide [i212] la materialización de esa visión y la exacta recepción de la verdad. También deben ser capaces de distinguir entre un espejismo mayor y otro menor. Un espejismo menor, una forma mental pasajera que se desvanece y posee una naturaleza fácilmente recognoscible no justifica el uso de cualquiera de las fórmulas. Este espejismo menor podría ser, en un individuo, el sentimiento de autoconmiseración o la glorificación de una notabilidad, por un individuo, un grupo o una nación. El tiempo y el sentido común bastarán para resolver tal situación. Primero, el espejismo mayor en el mundo (anterior a la guerra) era el énfasis puesto sobre las posesiones y la creencia de que la felicidad dependía de las cosas, de los bienes y de las comodidades materiales. 

Segundo, las tres etapas de enfoque mencionadas, constituyen un proceso preparatorio. Estas tres etapas deben ser, en cierta medida, desarrolladas antes de que sea posible emplear, con eficacia, las fórmulas. Quienes intentan trabajar en la tarea de liberar [e164] al mundo del espejismo, deben someterse constantemente a estos aspectos en el arte de la polarización, si así puedo denominarlo; han de poseer una comprensión del mecanismo del pensamiento, de la creación de formas mentales y de la naturaleza del pensador; tienen que estar emocionalmente polarizados y, sin embargo, cuando realizan el trabajo grupal deben hallarse relativamente libres del control astral. Esta liberación astral debe controlar hasta cierto punto las decisiones de quienes han de trabajar en las disipaciones mayores. En el caso del individuo que está tratando de disipar el espejismo en su vida individual, debería estar mentalmente polarizado por la decisión y el esfuerzo, aunque la naturaleza emocional sea para él, en una vida determinada, la línea de menor resistencia. Quienes trabajan en forma grupal lograrán cierta medida de centralización mental, pero para los propósitos del trabajo a realizar, se enfocarán consciente y deliberadamente en el plano emocional, [i213] controlando sus naturalezas. En consecuencia, los trabajadores deben haber practicado la meditación, haber reflexionado mucho sobre la naturaleza del pensamiento y su empleo y ser conscientes de la luz interna. 

Cuando estas tres etapas han sido establecidas como actividades, hábitos y reacciones automáticas relacionadas, y cuando la intención es fija y la capacidad de enfocar se ha convertido en una reacción casi instintiva, entonces puede hacerse un trabajo sólido y eficaz; a este trabajo debe añadirse la persistencia y la paciencia. Podría agregar que no es necesario haber realizado a la perfección el proceso antes de comenzar el trabajo y el servicio. Los discípulos y aspirantes deben cultivar la conciencia de colaboración y comprender que en el servicio propuesto, participan definidamente en una actividad jerárquica y, por lo tanto, están en situación de prestar ayuda, aunque solos y sin apoyo no puedan obtener los resultados deseados. Por medio de su ayuda combinada puede ser acelerado el proceso. Actualmente, en escala mundial, se está comprendiendo el poder que ejerce el esfuerzo unido en el mundo físico y el realizado durante la guerra en algunos países ha apresurado grandemente esta comprensión. El poder de la emoción conjunta (que se expresa a menudo en lo que se denomina psicología de las masas) es reconocido hoy en todas partes, temido y explotado. El poder del pensamiento unificado es aún poco comprendido, y el innato poder que existe en la luz de muchas mentes, que las hace instrumentos eficaces en los asuntos mundiales, penetrando y disipando el espejismo y demostrando ser creadoras en el plano físico, se verá que forma parte de los nuevos métodos de trabajo que serán empleados en la nueva era. Para ello, la Jerarquía ha planeado y trabajado, y está ahora preparada [e165] para probar la efectividad de ese trabajo por medio de la organización de un grupo o grupos que trabajarán con el problema del espejismo.     

Por consiguiente, observarán que lo que estoy delineando es relativamente nuevo. La tenue impresión de la técnica venidera, [i214] en lo que respecta al individuo, ha sido registrada. Hombres y mujeres de todas partes tratan de liberarse del espejismo por el poder del claro pensar, la severa disciplina y el sentido común, y por el consciente registro de su relación con el todo -que los induce a eliminar de su vida todo lo que podría causar dificultades a los demás o aumentar la decepción del mundo por medio del espejismo. A esto se agregará (quizás como un aspecto de la nueva religión mundial, en camino de exteriorización) la comprensión de que los grupos pueden eliminar con éxito los espejismos que oscurecen el camino de la humanidad hacia su meta, por medio del poder del pensamiento combinado y proyectado.    

A fin de dar, en esta línea de servicio, el primer paso hacia la actividad grupal unida, presento una fórmula o ritual grupal que -si es utilizado por aquéllos cuyas vidas están relativamente libres del espejismo y el grupo lo reconoce, son realistas y están animados por buenas intenciones- harán mucho para terminar con ciertos aspectos del espejismo mundial. Su esfuerzo, conjuntamente con el de grupos similares, debilitará de tal manera el poder de estos antiguos espejismos que el "Día del Esclarecimiento" vendrá oportunamente.     

Sin embargo, permítanme ante todo, darles una fórmula breve para que la emplee el aspirante, la cual puede ayudarlo a liberarse de su espejismo o espejismos particulares. Clasificaré el proceso, debiendo seguirlo el aspirante en la forma dada, sin tener en su mente ningún sentido del tiempo, estando dispuesto a efectuar este trabajo con regularidad durante meses y si fuera necesario durante años, hasta que se haya liberado y la luz afluya al plano astral por intermedio de su cuerpo astral. Sugeriría que ningún aspirante intente enfrentar el problema del espejismo en su totalidad o procure disipar los espejismos a los cuales es susceptible. Debe enfrentar un mal muy antiguo y también espejismos [i215] firmemente establecidos, los cuales están estrechamente vinculados a aspectos de su vida diaria, de su vida sexual o de sus ambiciones, sus relaciones con otras personas, sus ideas o ideales favoritos, sus sueños y visiones. Deberá elegir el espejismo que más prepondera y obstaculiza en un momento dado (siempre existe alguno), y ha de trabajar conscientemente para disiparlo, si quiere establecer las bases de un servicio efectivo en la disipación del espejismo mundial. [e166] 

FÓRMULA PARA DISIPAR EL ESPEJISMO

(Individual) 

I.  Etapas Preparatorias. 

  1. Reconocer el espejismo a disipar. Implica:

a.    La disposición de colaborar con el alma, en lo físico, astral y mental, a fin de ayudar en el trabajo técnico. Reflexionen sobre las implicaciones de esta frase. 

b.    El reconocimiento de las diversas maneras en que este espejismo afecta a la vida diaria y a todas las relaciones. 

  1. Emprender las tres etapas de enfoque anteriormente delineadas (págs. 161‑162).

a.    El enfoque de la luz de la mente y de la luz de la materia en el vehículo mental. Esto se realiza por un proceso de elevación, mezcla y fusión, para lo cual se emplea la actividad de la imaginación creadora. 

b.    La meditación, que a su debido tiempo produce la fusión de la luz de la materia, la luz de la mente y la luz del alma en el plano mental. [i216] 

c.     La comprensión de que estas tres luces son una sola luz unificada, un faro preparado para ser dirigido en cualquier dirección. 

  1. Reconocer dos aspectos de la etapa preparatoria:

a.    El alineamiento de la personalidad, para que los tres aspectos de la naturaleza inferior sean vistos como constituyendo una personalidad funcionante. 

b.    El acto de integración, donde la personalidad y el alma son vistas también como una unidad. Esto se realiza dedicando la personalidad al alma y su aceptación por ésta. 

Estas dos líneas de pensamiento producen un campo de pensamiento y comprensión magnéticos en el cual se efectúa todo el trabajo. 

  1. Una pausa donde el hombre se afirma para realizar el trabajo. Después de haberse preocupado profundamente de la etapa del contacto con el alma y la preparación inicial, enfoca su atenta mente sobre el espejismo a disipar, lo cual implica tener conciencia del espejismo y de su por qué y para qué. Significa apartar la atención de la personalidad [e167] integrada con el alma y llevarla al plano astral y al espejismo particular; la atención no ha de ser dirigida al cuerpo astral del aspirante que trata de efectuar este trabajo. Esta afirmación es de gran importancia, porque al destruir el tipo peculiar de espejismo que le concierne, el aspirante o discípulo comienza a destruir la parte que le corresponde en el mismo ‑lo que hay en él y lo pone en contacto con el espejismo‑, al mismo tiempo que se prepara para el servicio grupal en esa misma línea. Esta tarea no es fácil. [i217]

II. TÉCNICA o FÓRMULA. 

5.    Por un acto de la imaginación creadora el trabajador se esfuerza por ver y oír al alma -la fuente de luz y poder en los tres mundos- exhalando el OM dentro de la mente de la atenta personalidad expectante. Allí la luz y el poder del alma son retenidos y mantenidos por la personalidad positiva, pues no es deseable una actitud negativa. 

6.    La luz y el poder retenidos, combinados con la luz dual de la personalidad (enfocada como sabemos en el plano mental) se ven como generando una fuerte luz que puede ser visualizada como un faro brillante e intenso. Debe ser vista como una esfera de luz brillante y vívida, pero todavía no es irradiada ni proyectada externamente. 

7.    Cuando se juzga que este acto de visualización ha sido satisfactoriamente realizado, sigue entonces una pausa en la cual el aspirante enfoca toda la voluntad que posee, detrás de la luz que ha creado mediante la fusión de las tres luces. Esto se refiere a la etapa de la "mente mantenida firmemente en la luz", mencionada por Patanjali. Aunque el uso de la voluntad -la voluntad del alma‑personalidad- es dinámico, en esta etapa ha de ser pasivo, no magnético ni irradiante. 

8.    Luego sigue un proceso donde el espejismo a disipar y el faro de la mente son puestos en relación con el poder del pensamiento. El espejismo y su cualidad, el faro y su poder, son reconocidos como tales, y el efecto o los efectos a producirse por medio de esta relación, son cuidadosamente analizados. Esto no debe hacerse en forma tal que los procesos mentales y la luz [i218] y el poder, fortalezcan el espejismo, que de por sí es poderoso. Debe ser hecho de tal manera que, al final del proceso, el espejismo pueda ser apreciablemente [e168] debilitado y oportunamente disipado. Ésta es una realización importante. 

9.    Habiendo llevado a cabo, en todo lo posible, las necesarias concentración, realización y relación, el aspirante (por un acto de voluntad y la imaginación creadora) enciende el faro y entonces debe ver un vívido haz de luz que afluye y horada el espejismo. Debe visualizar un amplio y brillante haz de luz que surge desde la mente iluminada al plano astral, y ha de creer que realmente es así. 

10.    Entonces viene una fase importante y difícil del trabajo, donde el trabajador nombra el espejismo y lo ve en proceso de disiparse. Ayuda al proceso, diciendo con tensión e inaudiblemente: 

El poder de la luz impide la aparición del espejismo (nombrarlo)

El poder de la luz impide que la cualidad del espejismo me afecte.

El poder de la luz destruye la vida que existe detrás del espejismo. 

La pronunciación de estas tres frases constituye una afirmación de poder y de propósito y deben ser dichas en un punto de tensión, con una mente firme y orientada positivamente. 

11.    Se pronuncia nuevamente la Palabra Sagrada, con la intención de producir, lo que en lenguaje esotérico se llama un "Acto de Penetración"; entonces se ve que la luz realiza tres cosas:

a.    Un impacto definido sobre el espejismo. 

b.    Penetra el espejismo y es absorbida por éste. 

c.     Lo disipa lentamente; a medida que pasa el tiempo, el espejismo no volverá a ser tan poderoso y en su oportunidad desaparecerá completamente. 

12.    A esto le sigue un proceso de retracción en el cual el aspirante, consciente y deliberadamente, retira el haz de luz y se reorienta hacia el plano mental. 

Debo hacer resaltar que el espejismo nunca se disipa inmediatamente. Tiene un origen muy antiguo. Pero el empleo persistente de esta fórmula debilitará al espejismo, desvaneciéndose lenta e inevitablemente, y el hombre se liberará de tal impedimento. Quizás esta fórmula les parezca algo extensa, pero la he detallado a [e169] propósito, lo más plenamente posible, para que el aspirante comprenda con claridad lo que debe hacer. Después de la debida práctica y de haber seguido fielmente las condiciones requeridas, la seguirá casi automáticamente y sólo necesitará que la fórmula sea reducida al breve delineamiento siguiente: 

Delineamiento Breve de la Fórmula 

  1. Las cuatro etapas preparatorias:

a.    Reconocimiento del espejismo a disipar.

b.    Enfoque de la luz de la personalidad, la luz dual.

c.     Meditación y reconocimiento de la luz mayor.

d.    Unificación de la dual luz de la materia y de la luz del alma, creando así el faro de la mente. [i220] 

2.    El proceso de alineamiento y de integración definida. 

3.    La orientación deliberada del faro de la mente al plano astral 

                                     La fórmula 

4.    La actividad del alma y la retención de la luz. 

5.    La generación del faro y su visualización. 

6.    La evocación de la voluntad detrás del faro de la mente. 

7.    La luz unificada que se ha generado, es dirigida hacia el espejismo por el poder del pensamiento. 

8.    La especificación del espejismo y la triple afirmación. 

9.    El Acto de Penetración. 

10. El Proceso de Retracción. 

Como verán, lo que en realidad estoy haciendo es enseñar, a la generación venidera, cómo destruir esas formas mentales que esclavizan a la raza y que, en el caso del espejismo, constituyen formas adoptadas por el deseo, la emoción, la sensibilidad al ambiente, la aspiración en desarrollo y los viejos ideales que impiden, a la luz del alma, iluminar la conciencia vigílica. Las energías que toman forma en el plano astral no son emoción ni sensación puras, revestidas de materia astral pura, pues no existe tal cosa, sino los deseos instintivos evocados por la sustancia evolucionante del plano físico, y ésta, en su totalidad, por la actividad de la familia humana, está siendo redimida y elevada, hasta que algún día veremos la transfiguración de esa sustancia y la "glorificación de la Virgen María" -el aspecto Madre en relación con la divinidad. Son también las formas mentales descendentes que el ser humano, en evolución, crea continuamente, [i221] haciéndolas descender a la manifestación [e170] y revistiéndolas con la sustancia del deseo. Cuando las formas mentales descendentes (un reflejo en los tres mundos de esa vasta "nube de cosas cognoscibles" como Patanjali lo denomina, en proceso de ser percibida y que se cierne en el plano búdico, esperando la precipitación) y la masa ascendente de las demandas instintivas, que surgen del aspecto inferior del ente humano y de toda la humanidad, se unen en un punto de tensión, tenemos entonces la aparición de lo que se conoce como plano astral ‑una esfera de actividad creada por el hombre. Los reinos subhumanos de la naturaleza no saben lo que es el plano astral; los reinos superhumanos lo han trascendido y han descubierto el secreto de su ilusión, no reconociéndolo, excepto como campo temporario de experiencia en el cual vive el hombre. En ese nivel aprende que la realidad no es "nada de esto, sino Uno y Otro relacionados entre sí". Ésta es una de las frases ocultas que el discípulo debe aprender a comprender, pues describe la manifestación. 

b. La Disipación de los Espejismos Grupal y Mundial. 

El trabajo grupal para disipar el espejismo mundial deben hacerlo (como es evidente) aquéllos que están trabajando para disipar el espejismo en sus propias vidas y han aprendido a emplear las fórmulas que acabo de dar. La mayoría de los que así trabajan son aspirantes que pertenecen al sexto rayo ‑aquéllos que tienen personalidades de sexto rayo o cuyo rayo del alma corresponde al sexto, además de los que pertenecen a todos los rayos y tienen poderosos vehículos astrales de sexto rayo, constituyen los trabajadores más eficaces del grupo y están sujetos a una especial dificultad. A pesar de la aspiración y la buena intención, raras veces son conscientes de los espejismos que los dominan. Le resulta excesivamente difícil, al aspirante de sexto rayo, admitir que está sujeto a [i222] un espejismo, particularmente cuando es un espejismo de naturaleza espiritual, de categoría muy elevada. En dichos casos el espejismo se agranda, debido a la energía de la devoción que lo solidifica, proporcionándole una cualidad que hace muy difícil penetrarlo. Su seguridad llega a ser un serio obstáculo para realizar el trabajo con clara visión, pues todo debe desaparecer antes de que pueda llevar a cabo, con éxito, el trabajo de disipación. Las personas que pertenecen al primer rayo pueden dominar el espejismo, con relativa facilidad, cuando se dan cuenta que constituye una limitación de la personalidad. Las personas que pertenecen al tercer rayo son tan susceptibles al mismo, como lo son las de sexto rayo; sus mentes tortuosas, desviadas y planeadoras y la rapidez con que pueden engañarse a sí mismos (y a menudo engañar a otros) obstaculizan grandemente su trabajo de [e171] despejar el espejismo. La incapacidad, del aspirante y del discípulo de tercer rayo, de explicar con claridad su pensamiento por medio de la palabra, pone en evidencia su pronunciada tendencia a ser víctimas del espejismo. Se ha cuidado a sí mismo durante muchas vidas, formulando pensamientos e ideas dudosas, y raras veces puede describir con claridad lo que quiere decir. Por esta razón las personas que pertenecen al sexto y al tercer rayos, por lo general e inevitablemente, son incapaces de enseñar. En consecuencia, ambos deben aprender a emplear esta fórmula, y apresurarían grandemente el proceso de disipación si se esforzaran por hablar o escribir con claridad. Tampoco deben ser ambiguos, expresando a medias sus pensamientos, ni hacer insinuaciones o sugerencias, sino tratar de explicar con claridad las ideas que desean exponer. 

Las personas que pertenecen al séptimo rayo tienen la dificultad de crear formas mentales bien nítidas. Por lo tanto, los espejismos que las dominan son precisos y definidos, y aunque se cristalizan y se disipan muy rápidamente, constituye aquello que los impele totalmente. Los aspirantes que pertenecen al segundo rayo, por lo general son conscientes de cualquier espejismo que está tratando de aferrarlos, pues tienen la facultad innata [i223] de percibir con claridad. Su problema consiste en destruir en sí mismos su rápida respuesta a la atracción magnética del plano astral y sus innumerables y difundidos espejismos. No responden tan frecuentemente a un solo espejismo sino a todos, en forma relativamente momentánea, demorando excesivamente su progreso. Debido a su clara visión, suman, a su sensibilidad al espejismo, la capacidad de sufrir por él y considerar su respuesta como un pecado y fracaso, demorando así la liberación del mismo por una actitud negativa de inferioridad y angustia. Se beneficiarán mucho si emplean constantemente esta fórmula, hasta llegado el momento en que sean conscientes del espejismo o espejismos, pero sin ser afectados por ellos. Las personas que pertenecen al quinto rayo son las que menos sufren de espejismos, siendo especialmente víctimas de la ilusión; para ellos es de primordial importancia, emplear la Técnica de la Presencia, porque introduce un factor que la persona de quinto rayo es propensa a negar y rehúsa aceptar, la realidad del Yo superior. Se cree autosuficiente. Responde con mucha facilidad y satisfacción al poder del pensamiento; el orgullo, por la capacidad mental que posee, es su pecado inevitable y, por lo tanto, tiene propósitos fijos y se ocupa del mundo de lo concreto y de lo intelectual. Cuando el Ángel de la Presencia llega a ser una realidad para ellos, se debilita y desaparece su respuesta a la ilusión. Su principal problema no es la negación de la existencia [e172] del cuerpo astral, pues tienden a menospreciar su aferramiento, sino reconocer lo que la mente ha de revelar -el Yo espiritual divino. Su mente concreta inferior se interpone entre ellos y la visión. 

Las personas que pertenecen al cuarto rayo están particularmente propensas a caer en el espejismo y a producir así una condición extremadamente difícil. Podría definir su problema diciendo que tienden a descender sus ilusiones al plano astral y revestirlas de espejismo, teniendo, en consecuencia, [i224] un doble problema en sus manos; están enfrentadas con la unificación del espejismo y la ilusión. Sin embargo, constituyen el grupo de almas que revelarán oportunamente la verdadera naturaleza de la intuición, lo cual será el resultado de su lucha irreal e ilusoria en el mundo de las apariencias. 

Consideraremos ahora la fórmula a ser empleada por aquéllos que tratan de servir a la humanidad destruyendo y disipando deliberadamente los espejismos que mantienen esclavizada a la raza, comprendiendo que es necesario hacerlo en forma grupal. Los miembros de dichos grupos han de poseer ciertas características individuales esenciales. Primero, deben ser capaces de trabajar "sin apegarse" a los resultados y emplear la fórmula durante un tiempo determinado, una vez por semana (por ejemplo, durante dos o más años) sin esperar resultados, deben tener en cuenta que nunca sabrán si tendrán éxito, porque los espejismos que tratan de disipar están tan generalizados y diseminados, que sus mentes individuales no pueden captar los efectos resultantes. Están demasiado cerca del cuadro; su perspectiva es lógicamente de primer plano. Segundo, deben saber apreciar inteligentemente lo que constituye el espejismo mundial para poder "nombrarlo" esotéricamente y de esta manera entrar en contacto con él. Tercero, han de estar habituados a disipar el espejismo en sus propias vidas; la necesidad que tienen de hacerlo y el lograrlo, son los factores que indican su aptitud para la tarea. 

Finalmente, han de amar a sus semejantes, pero no como la persona de sexto rayo, con devoción separatista, sino como la de segundo rayo con una apreciación cabal de la humanidad, un corazón comprensivo, más una mente analítica, que ama firmemente a pesar del error constatado, con una clara percepción del "haber y el debe" de un individuo o de una raza. La capacidad de [i225] hacerlo constituye uno de los factores que permite al aspirante de sexto rayo salir del sexto rayo menor y entrar en el segundo rayo mayor, como deben efectuarlo todos los iniciados del sexto y cuarto rayos. 

Uno de los requisitos de este trabajo grupal es la cuidadosa [e173] elección de aquéllos que han de participar en el trabajo. Deben ser elegidos los que pueden trabajar juntos, conocerse muy bien mutuamente y estar libres de fricciones personales, es decir, desconocerse mutuamente como personalidades, pero han de ser atraídos entre sí como almas colaboradoras en este particular trabajo. Hasta donde sean capaces, deben esforzarse por trabajar con regularidad, para poder establecer un ritmo que conducirá a un constante impacto rítmico de la luz sobre el espejismo. Han de ajustarse fielmente a la fórmula dada, la cual es una de las fórmulas iniciales más poderosas, pues es la primera que se empleará para disipar grupalmente al espejismo. Todo este procedimiento es totalmente nuevo en lo que se refiere al hombre, y el trabajo a realizar será muy difícil porque implica una situación excepcional. Los grupos que harán el trabajo de horadar y disipar los espejismos que ofuscan la visión de la humanidad serán los primeros grupos formados por personas no iniciadas, que trabajarán conscientemente y con intención fija en el plano físico. Hasta ahora el trabajo lo han efectuado los miembros de la Jerarquía y ha sido hecho únicamente con la idea de frenar los espejismos, hasta el momento en que la humanidad esté preparada para destruir lo que ella ha creado. Los espejismos también han sido horadados anteriormente por el esfuerzo colectivo llevado a cabo durante largo tiempo y, por lo general, sin verdadera comprensión consciente. Un ejemplo de ello sería el trabajo realizado por la Iglesia, en su forma difusa y ambigua, de horadar el espejismo del deseo y del bien material, reemplazando la idea por un sustituto celestial. El trabajo que se está [i226] planeando realizar ahora es dinámico y muy definido, llevándose a cabo conscientemente, siendo específico en su impacto. Constituye el método de manejar y proyectar la energía de la luz a fin de destruir los impedimentos que ocasiona una naturaleza emocional‑mental en el Sendero de Retorno a Dios. 

Sería deseable y ayudaría a realizar un trabajo concentrado y más fácil, si el grupo pudiera reunirse para emplear la fórmula. Pero, si esto no fuera posible, los miembros del grupo podrán ponerse de acuerdo para trabajar, por separado, con la idea de que es un trabajo grupal y con el firme reconocimiento de los miembros que forman el núcleo del grupo. Esto es necesario tanto para el "acopio de luz" como para protegerse contra el espejismo a atacar. Este "acopio de luz" es uno de los principales requisitos, y debe siempre tenerse en cuenta. Si es posible, debería establecerse la regla de realizar el trabajo en determinada reunión grupal, aunque implique un sacrificio por parte de algunos de los miembros. 

Les sugeriría que el grupo se ocupe primeramente de algún espejismo, que todos los miembros reconozcan como que constituye [e174] el mayor impedimento para el progreso de la humanidad. Aconsejaría también que en las primeras etapas del trabajo se ocupen del espejismo que afecta a los aspirantes, y que no traten de atacar los espejismos más difundidos y profundamente arraigados en la raza. Han de desarrollar la facilidad de manejar algunos de los espejismos menores y que pueden ser más fácilmente visualizados. A medida que el tiempo pasa y el grupo adquiere facilidad para trabajar, puede pasar a tareas más difíciles y manejar los espejismos que se hallan mucho más allá de sus propias dificultades. Es innecesario decir que el grupo ha de estar formado únicamente por aquellos que se esfuerzan por liberar sus vidas del espejismo. Además también diré que si un miembro del grupo está envuelto por el más denso espejismo y lucha contra él, debería abstenerse [i227] de hacer el trabajo grupal hasta que, ayudado por la fórmula individual, se haya liberado del mismo. 

Aquéllos que pueden enfrentarse a sí mismos con mente abierta, ver la verdad tal cual es, enfrentar los mismos hechos en conexión con la humanidad y permanecer serenos y sin temor frente a los peores descubrimientos sobre sí mismos y el mundo de los hombres, son quienes emplearán esta técnica con mayor éxito. Además quisiera recordarles que el grupo necesita protegerse del espejismo o espejismos, que está tratando de disipar. La tendencia individual al espejismo es el factor que les concede el derecho a servir de esta manera, pero también los deja expuestos al peligro y, para ello, será necesario una fórmula protectora. 

Por lo tanto, dicha fórmula comprenderá tres partes: 

1.    La Etapa Preparatoria. 

2.    El Empleo de la Fórmula Protectora. 

3.    La Fórmula Grupal para la Disipación del Espejismo. 

El trabajo realizado por el individuo, al tratar sus problemas personales respecto al espejismo, facilitará grandemente el trabajo preparatorio de los grupos. 

Observarán que al delinearles este trabajo, no me refiero a la habitación, a la posición que adopten los miembros del grupo, a la postura, al empleo del incienso o a los aditamentos que muchos grupos ocultistas consideran de importancia. Hoy, los rituales físicos establecidos son (desde el ángulo de la Jerarquía) totalmente caducos y de ninguna importancia en lo que se refiere a los discípulos y aspirantes avanzados. Son de valor para las personas poco evolucionadas, en quienes el sentido de lo dramático ha de ser desarrollado, necesitando la ayuda externa, lo cual proporciona el ambiente adecuado que ayuda a los principiantes a mantener, ante [e175] su vista, el tema de su trabajo y objetivo. El único ritual que [i228] sigue considerándose de valor, para toda la familia humana -particularmente para la persona avanzada-, es el Ritual Masónico. La razón de ello se debe a que es una representación pictórica del proceso de la Creación, de la relación que existe entre Dios y el hombre, del Sendero de Retorno y también de esas grandes Iniciaciones, por las cuales el iniciado liberado penetra en la Cámara de Concilio del Altísimo. A excepción de esto, los pequeños e insignificantes rituales de ubicación y de relación física, con respeto a la actitud y lugar de ubicación, son considerados innecesarios y como que sólo absorben frecuentemente la atención, que debería dedicarse al trabajo que tienen entre manos. 

Se presume que quienes emplean estas fórmulas han adquirido cierta medida de polarización interna y son capaces de retirarse a su centro espiritual en cualquier lugar y momento dado. Éste es el centro de pensamiento silencioso en el cual se realiza el trabajo. 

Todo lo que se necesita como preliminar al trabajo grupal, son diez minutos de completo silencio, durante los cuales los miembros del grupo tratarán de establecer ese campo magnético de positiva actividad receptora (observen aquí la paradoja de las ciencias esotéricas) que hará posible, el resto del trabajo. 

Quien dirige el grupo (son elegidos en rotación todos los miembros) comienza el trabajo nombrando a los miembros del grupo y, a medida que lo hace, los demás miran directamente los ojos del nombrado, quien se levanta y durante un minuto se pone frente a ellos. De esta manera se establece una relación y armonía, pues la fuerza magnética rectora de cada alma siempre va de "ojo a ojo". Éste es el significado oculto de las palabras "¿Puedes mirarme a los ojos?" o "Se miraron mutuamente" y frases similares. Habiendo establecido esta relación entrelazadora, el grupo se sienta en silencio durante diez minutos. Esto se hace a fin de retirar la conciencia [i229] de todos los asuntos personales y del mundo, centrándola en el trabajo a realizar. Al término de este tiempo, el que dirige nombra el espejismo del cual ha de ocuparse el grupo. No habrá desacuerdo sobre el espejismo, en el momento de la reunión grupal, porque los miembros del grupo ‑fuera de las reuniones y durante el mes previo a la iniciación de la tarea de disipar el espejismo‑ habrán hecho un estudio del mismo, de sus implicaciones, historial y efectos psicológicos, individuales, grupales y nacionales y también de su influencia sobre la humanidad. La experiencia que tiene el grupo en este tipo de trabajo determinará la naturaleza del espejismo a considerar. Como lo he señalado anteriormente, el grupo de trabajadores inexpertos comenzará por considerar uno de los espejismos que obstaculiza a los aspirantes, [e176] y de allí pasará a considerar los espejismos más poderosos y muy ampliamente diseminados que obstaculizan a la humanidad. Este preludio del trabajo, con frecuencia se denomina Acto de Nominación, porque se nombra a los miembros del grupo y al espejismo. 

La etapa siguiente es similar a la etapa preparatoria descrita en la fórmula para disipar el espejismo del individuo. Por lo tanto, tenemos: 

ETAPAS PREPARATORIAS 

  1. El Acto de Nominación.
  1. La Fórmula Protectora.

La Fórmula Protectora es muy sencilla. Los miembros del grupo dirán al unísono: 

"Como alma trabajo en la luz, y la oscuridad no puede afectarme.

Permanezco en la luz.

Trabajo, y de allí no me muevo". 

[i230] Al decir esto, cada persona del grupo hace el signo de la Cruz, tocando el centro de la frente, el centro del pecho y cada uno de los ojos, formando así la Cruz alargada del Cristo o de la humanidad divina. Como ya saben, la Cruz no es simplemente un símbolo cristiano, sino el gran símbolo de la luz y de la conciencia y significa la luz vertical y la luz horizontal, el poder de atracción y el poder de irradiación, la vida del alma y la vida de servicio. El signo de la Cruz como lo utiliza la Iglesia Católica, tocando la frente, el corazón y los hombros, simboliza la materia. Significa, en realidad, el tercer aspecto. El signo de la Cruz que el discípulo debe hacer, es la Cruz de Cristo, de la conciencia crística. Gradualmente la Cruz de Cristo (la Cruz del Cristo resucitado) reemplazará a la Cruz de la materia y al aspecto Madre. Su similitud con la svástica es evidente, siendo ésta una de las razones para su desaparición. 

  1. Etapas Preparatorias:

a.    Enfocar la luz dual de la personalidad, la de la materia y la de la mente. 

b.    Meditar sobre el contacto con el alma y reconocer la luz del alma. 

c.     Mezclar y fusionar las dos luces menores y la luz del alma. Esto se realiza como grupo; contribuyendo cada [e177] miembro y tratando conscientemente de visualizar el proceso de fusionar la triple luz con la que cada uno contribuye, en una esfera de luz. 

4. Entonces, a una señal del dirigente el grupo dice al unísono: [i231]

  "La luz es una y en esa luz veremos la luz. 

Esta es la luz que transforma la oscuridad en claridad". 

OM                                     OM                                    OM 

Los procesos de alineamiento e integración, individuales y grupales pueden entonces considerarse completos, y cuando se han realizado real y correctamente, en cada reunión se logrará una integración y fusión más rápida y la esfera de luz así creada adquirirá mayor brillo. La emisión del OM indica la fusión y la esfera de actividad, porque el OM es emitido primero por el alma grupal (la unidad de las almas de todos los miembros del grupo), luego como alma en el plano mental y, finalmente, como alma preparada para actuar en calidad de portadora y distribuidora de luz en el plano astral. Todas son formas simbólicas de registrar la realidad interna y son también la tentativa de exteriorización de la fuerza, pues todos los símbolos y formas de actuar simbólicas pueden serlo, sirviendo así para mantener a los trabajadores en un punto de tensión. Esto es algo importante y debería evitar que los trabajadores atribuyan indebido poder al aspecto forma del simple ritual, ayudándolos a enfocar su atención en el mundo de los significados y de la actividad espiritual subjetiva. Estas tres etapas se denominan:

1.    El Acto de Nominación.

2.  El Acto de Protección. 

3.  El Acto de Enfoque de la luz. 

Como se verá, mucho depende de la capacidad de los miembros del grupo para visualizar claramente, así como también para pensar con claridad. La práctica, naturalmente, tiende a perfeccionar ambos procesos. Al finalizar las tres etapas, los miembros del grupo han llegado a unirse como almas y a protegerse contra el poder de atracción del espejismo -unidos como almas con la mente y el cerebro, mantenidos firmes y positivamente en la luz. Entonces ven la luz [i232] fusionada del grupo como un gran faro, cuyo haz ha de ser dirigido hacia abajo por un acto de voluntad, y desde el plano mental, sobre el espejismo existente en el plano astral, que se ha vinculado con el grupo en el acto de nombrarlo. Estoy entrando en detalles sobre el tema, porque este trabajo constituye una nueva aventura y quisiera que lo iniciaran con la clara comprensión de cómo llevar [e178] a cabo esta tarea. Al final de esta instrucción hallarán dos fórmulas breves y dos extensas para que puedan considerarlas y captarlas, aparte del texto explicativo. Este trabajo inicial debería tomar al principio quince minutos, después no más de cinco (excluyendo los diez minutos de preparación silenciosa que precede al trabajo formal), pues los miembros del grupo se acostumbrarán a trabajar juntos, alcanzando oportunamente los objetivos del trabajo preparatorio con gran rapidez. 

TÉCNICA o FÓRMULA 

5.    Entonces, audiblemente y al unísono, el grupo dirá: 

"Somos irradiación y poder. Permanecemos siempre con nuestras manos extendidas uniendo los cielos y la tierra, el mundo interno de significados y el mundo sutil del espejismo.

"Alcanzamos la luz y la hacemos descender para satisfacer la necesidad. Llegamos al lugar silencioso y traemos de allí el don de la comprensión. Así trabajamos con la luz y trasformamos la oscuridad en día". 

Al pronunciar esto, el grupo visualiza el gran faro, creado en conjunto mediante su luz unificada, dirigiéndose al espejismo a disipar, manteniendo la luz firme [i233] y realizando mentalmente el trabajo de disipación que se piensa efectuar. Esto se denomina Acto de Orientación. 

6.    Luego sigue una pausa de algunos minutos, en la que el grupo trata de poner detrás del faro su voluntad o intención unida, dirigida y dinámica; esto lleva, a través del faro de la luz proyectado, la cualidad destructiva de la voluntad espiritual ‑destructiva para todo lo que impide la manifestación de la divinidad. Se logra, alcanzando un punto unido de tensión y dedicando la voluntad individual y grupal a la voluntad de Dios. Se denomina Acto de Voluntad, llevándolo a cabo cada miembro del grupo, silenciosamente, con una profunda comprensión de que todos son aceptados y que la voluntad del grupo está siendo silenciosamente enfocada. Luego dirán:

             "Con el poder del haz, la luz está enfocada en el objetivo". 

7.    Luego viene el Acto de Proyección y la enunciación de las palabras de poder -nombrando el espejismo particular, o tema de atención, poniéndolo conscientemente en relación con la luz enfocada- lo cual inicia la tarea de disipación. [e179] 

"El poder de nuestra luz unida impide la aparición del espejismo de... (nombrarlo). El poder de nuestra luz unida evita que la cualidad del espejismo afecte a los hombres. El poder de nuestra luz unida destruye la vida que se halla detrás del espejismo." 

Estas palabras son aproximadamente iguales a las de la fórmula individual y adquieren fuerza por la experiencia del aspirante y la familiaridad con que la emplea. Esto constituye el Acto de Afirmación [i234] que es la segunda parte del Acto de Proyección. 

8.    Luego viene un aspecto importante del trabajo en que los miembros del grupo visualizan la gradual disipación y dispersión del espejismo por la penetración de la luz en la oscuridad del mismo. Se esforzarán por ver surgir la realidad y su desintegración, haciéndolo por un esfuerzo de la imaginación creadora. Cada uno lo hará a su manera y de acuerdo a su comprensión y capacidad. Éste es el Acto de Penetración. 

9.    Después siguen cinco minutos de silencio y de intensificación de propósito, mientras el grupo espera que el trabajo iniciado siga adelante. Luego el grupo retira su conciencia del plano astral y del mundo del espejismo. Los miembros del grupo reenfocan su atención, primero sobre el plano astral y luego sobre el alma, abandonando todo pensamiento respecto al espejismo, sabiendo que el trabajo ha sido llevado a cabo con éxito. Se reorganizan como un grupo que está relacionado con el reino de las almas y entre sí. Hablando esotéricamente, "se apaga el faro del alma". Este es el Acto de Retracción

8.    Entonces es emitido el OM en forma grupal; luego, a fin de hacer hincapié sobre el trabajo terminado, cada miembro del grupo emite el OM diciendo: 

"Que así sea, y me sirva de ayuda para dar fin a

 todo espejismo y falsedad en mi propia vida". 

A los aspirantes les llevará algún tiempo hacer este trabajo con familiaridad, pero es evidente que al aprender una [i235] técnica totalmente nueva para servir, cada paso debe ser dominado y practicado durante un largo lapso. Lleva cierto tiempo familiarizarse con cada nueva rama del estudio emprendido y esto no es una excepción. Pero vale la pena hacer el esfuerzo desde el punto de vista individual, como acto de servicio a la humanidad. 

[e180] Que todos los grupos aprendan a actuar en la luz y que el espejismo desaparezca de sus vidas para que puedan caminar libremente en esa luz y utilizarla para bien de otros, es el deseo de mi corazón. 

FÓRMULA PARA DISIPAR EL ESPEJISMO

(Individual) 

Etapas preparatorias. 

  1. Reconocer el espejismo que ha de disiparse. Esto implica:

a.    Disponerse a colaborar con el alma. 

b.    Comprender la naturaleza del espejismo determinado. 

  1. Las tres etapas de enfoque:

a.    Enfocar la luz de la materia y la de la mente en el cuerpo mental. 

b.    Enfocar, por medio de la meditación, esa luz dual y la luz del alma. 

c.     Enfocar estas tres luces, creando así el faro para disipar el espejismo. 

3.    Preparación, por medio del alineamiento y la integración, lo cual produce un campo de sustancia mental magnética. 

4.    Dirigir la atención y el faro de la mente al plano astral. 

 

[i236] Fórmula. 

5.    El alma exhala el OM en la personalidad expectante, y la luz y el poder así generados son retenidos para ser utilizados. 

6.    Lenta y conscientemente se genera una intensa luz. 

7.    Invocar la voluntad espiritual mientras se mantiene a la mente firme en la luz. 

8.    Relacionar el espejismo a disipar y el faro de la mente. 

9.    Luego, encender el faro por un acto de voluntad, proyectando un fuerte haz de luz sobre el espejismo. 

10. Se nombra el espejismo y el aspirante dice intensa e inaudiblemente: 

"El poder de la luz impide la aparición del espejismo (nombrarlo).

  El poder de la luz no permite que la cualidad del espejismo me

  afecte. [e181] 

  El poder de la luz destruye la vida que se halla detrás del  

  espejismo. 

11. El OM es emitido por el aspirante, constituyendo el Acto de Penetración. 

12. Después de esto el aspirante se retira conscientemente al plano mental y el haz de luz se desvanece. 

 

Fórmula Individual Abreviada 

1.    Las cuatro etapas preparatorias: 

a.    Reconocer el espejismo a disipar. [i237] 

b.    Enfocar la luz dual de la personalidad. 

c.     Meditar y reconocer la luz del alma. 

d.     Unificar las tres luces. 

2.    El proceso de alineamiento y la reconocida integración. 

3.    Dirigir el faro de la mente al plano astral. 

La Fórmula 

4.    Activar el alma y retener la triple luz. 

5.    Generar y visualizar el faro. 

6.    Evocar la VOLUNTAD que se halla detrás del faro de la mente. 

7.    Dirigir el faro de la mente sobre el espejismo, por medio del pensamiento. 

8.    Nombrar el espejismo y la triple afirmación. 

9.    El Acto de Penetración. 

10. El Proceso de Retracción. 

 

FÓRMULA PARA DISIPAR EL ESPEJISMO MUNDIAL

(Técnica grupal) 

Etapas Preparatorias.

1.    Nombrar a los miembros del grupo seguidos de diez minutos de silencio.

2.    Fórmula Protectora: Los miembros del grupo dicen al unísono: [i238] 

"Como alma trabajo en la luz, y la oscuridad no puede afectarme.

Permanezco en la luz.

Trabajo, y de allí no me muevo". 

 [e182] Al pronunciar estas palabras, cada miembro del grupo hace el signo de la Cruz de la divinidad. 

3.    Las tres etapas preparatorias: 

a.    Enfocar la luz dual de la materia y de la mente. 

b.    Meditar sobre el contacto con el alma y reconocer la luz del alma. 

c.     Fusionar las dos luces menores con la luz del alma. 

4.    A una señal del dirigente, el grupo dice conjuntamente: 

"La luz es una y en esa luz, veremos la luz. Ésta es la luz que trasforma la oscuridad en día. 

                       OM                                           OM                                         OM

 La Fórmula. 

5.    Entonces, el grupo dice al unísono:

"Somos irradiación y poder. Permanecemos con nuestras manos extendidas, uniendo los cielos y la tierra, el mundo interno de significados y el mundo sutil del espejismo.

Alcanzamos la luz y la hacemos descender para satisfacer la necesidad. Llegamos al lugar silencioso, trayendo desde allí el don de la comprensión. De esta manera, trabajamos con la luz y trasformamos la oscuridad en claridad." 

 [i239] Al decir estas palabras, los miembros del grupo visualizan el gran faro que han creado, dirigiendo su luz sobre el plano astral. 

6.    Luego viene una pausa y después se invoca a la voluntad espiritual. Cuando se ha hecho esto el grupo dice: 

"Con el poder de su haz la luz es enfocada en el objetivo". 

7.    Se nombra el espejismo a disipar y se arroja la luz sobre él. 

Se pronuncian las Palabras de Poder: 

"El poder de la luz unida impide que aparezca el espejismo de... (nombrarlo)

El poder de nuestra luz unida impide que la cualidad del espejismo afecte al hombre.

El poder de nuestra luz unida destruye la vida que se halla detrás del espejismo". 

8.    Visualizar la luz, penetrar en el espejismo y producir así su debilitamiento y disipación. 

9.    Cinco minutos de silencio e intensidad de propósito mientras [e183] se visualiza la continuación del trabajo. Luego los miembros del grupo se enfocan en el plano mental, apartando su atención del plano astral. El faro del alma se apaga. 

10. La pronunciación individual del OM en forma audible. 

FÓRMULA GRUPAL ABREVIADA 

1.    El Acto de Nominación. 

2.    El Acto de Protección. 

3.    El Acto de Enfoque de las Luces 

4.    El Acto de Orientación [i240] 

5.    El Acto de Invocación de la Voluntad 

6.    El Acto de Proyección y Afirmación 

7.    El Acto de Penetración 

8.    El Acto de Retracción 

Estamos llegando al fin de nuestra consideración del espejismo. El tema se ha llevado en forma consecutiva, habiendo sido descrito el triple aspecto de la ilusión mundial tal como aparece en el plano mental, condicionando allí a los intelectuales del mundo y, en el plano astral, constituyendo el espejismo en el cual sucumben las masas. Ahora consideraremos el mundo de maya en el cual físicamente vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser. 

Quisiera saber si aquéllos que leen lo aquí expuesto comprenden la importancia de este tema y se dan cuenta que abre un amplio campo de servicio, haciendo -como en realidad lo hace- que la vida humana sea una cosa práctica, e indicando análogamente los pasos mediante los cuales puede conocerse la Realidad y hacer que desaparezcan las formas que la ocultan. Detrás de las palabras ilusión, espejismo y maya, se halla la VERDAD. Tal verdad es la clara conciencia del Ser, de la Existencia y de la Realidad inicial esencial, siendo ésta la razón por la cual Cristo permaneció mudo ante Pilatos, que simbolizaba al intelecto humano; sabía que ninguna respuesta tendría significado alguno para esa mente ofuscada e inhibida. 

La ilusión es el modo con que la comprensión limitada y el conocimiento materialista interpretan la verdad, y la velan y ocultan tras una nube de formas mentales, las cuales se hacen más reales que la verdad que velan, controlando por lo tanto el acercamiento del hombre a la Realidad. Por medio de la ilusión, llega a ser consciente del mecanismo del pensamiento, de su actividad, expresada en la construcción de formas mentales, y de aquello que logra construir y considera una creación de su intelecto. Sin embargo ha creado una barrera entre él y aquello que es, y su divina intuición no puede inspirarlo hasta agotar [i241] los recursos de su intelecto y rehusar [e184] deliberadamente emplearlos. La intuición revela al verdadero Ser, e induce a un estado de percepción espiritual. Entonces la técnica de la PRESENCIA se convierte en un hábito establecido. 

El espejismo, a su vez, vela y oculta la verdad tras la niebla y la bruma de la sensación y de la reacción emocional; tiene un poder único y terrible, lo cual se debe a la fuerte tendencia de la naturaleza humana a identificarse con la naturaleza astral y también se debe a la naturaleza vital de la respuesta consciente y sensoria. Como bien saben, y ya se les ha enseñado, el espejismo sólo puede ser disipado por la afluencia de la clara luz dirigida; esto es verdad respecto a la vida del individuo o de la humanidad. La iluminación revela primeramente la existencia del espejismo; proporciona los angustiosos contrastes con los cuales luchan los verdaderos aspirantes y luego inunda gradualmente la vida a tal punto que, en su oportunidad, el espejismo se desvanece por completo. Entonces los hombres ven las cosas tal como son ‑una máscara que oculta lo bueno, lo bello y lo verdadero; los opuestos son resueltos y la conciencia es reemplazada por una realización ‑realización del Ser para la cual no tenemos un término adecuado. La técnica de la Luz se convierte en un estado permanente. 

 

3.  LA TÉCNICA DE LA INDIFERENCIA 

Llegamos ahora a un breve estudio del tercer aspecto de la ilusión, al cual denominamos MAYA y damos la técnica para vencerlo. Después trataremos la Técnica de la Indiferencia, concerniente a la distribución de la fuerza del alma en el plano físico, por intermedio del plano etérico que conduce a la inspiración, y se relaciona con la ciencia de la Respiración. 

¿Qué es Maya? Resulta difícil definirlo, porque se relaciona con la actividad que despliega el Logos planetario [i242] en la construcción de las formas. Sin embargo, podría ser de alguna utilidad considerar la analogía que existe entre el microcosmos y el Macrocosmos. El alma crea una triple expresión en los tres mundos del vivir humano. Ésta es una verdad esotérica. Ciertas energías y fuerzas que emanan de esos niveles en que el alma -correcta o erróneamente- emprende una reacción identificadora, han producido, creado, motivado, energetizado y condicionado la forma externa, el cuerpo físico dual (denso y vital o etérico). Analicen esta frase. Dichas fuerzas y energías hacen del hombre lo que es; le imparten su temperamento, profesión y cualidad en el plano físico; lo hacen negativo o positivo a diversos tipos de energía; le dan su carácter, haciéndolo como aparenta ser para los demás; producen su matiz, su personalidad y sus facultades, y el hombre medio se identifica con todo esto y cree que él es la forma, mediante la cual trata de [e185] expresar sus deseos e ideas. Esta total identificación con la transitoria creación y con la apariencia externa es maya. Se ha de recordar que el maya individual es una fracción del mundo de energías y de fuerzas que constituyen la expresión de vida del Logos planetario, condicionan nuestra vida planetaria externa y hacen a nuestro planeta lo que aparenta ser para los demás planetas. 

La diferencia entre el hombre o microcosmos y el Logos planetario, el Señor del Mundo o Macrocosmos, reside, en que el Señor del Mundo no está identificado con el maya creado por Él; su propósito es liberar oportunamente a los "prisioneros del planeta". Él es supremamente indiferente a ese Maya, y esta divina indiferencia ha conducido a la gran ilusión teológica de una Deidad antropomórfica y a la creencia, en Oriente, que nuestro planeta es intrascendente [i243] o el juguete de los Dioses. Tal indiferencia cósmica ha producido el espejismo humano, respecto a la "inescrutable voluntad de Dios" y a la afirmación de que Dios se halla lejos y no es inmanente en cada criatura ni en cada átomo de los cuales están hechas las criaturas. Éstos son algunos aspectos de los espejismos y las ilusiones, que deben ser dispersados y disipados y, en este proceso, se descubrirá que la forma sólo es maya y puede ser descartada, que las fuerzas pueden ser organizadas y dirigidas por la energía, y que el mundo del pensamiento, el campo de la conciencia sensoria y el campo activo de las energías es algo separado del Pensador, de Aquel que siente y del Actor y actuante en las distintas partes que el Alma desempeña. 

El discípulo aprende oportunamente a conocerse, sobre todo (mientras está en encarnación) como director de fuerzas, dirigiéndolas desde la altura del divino Observador y mediante el desapego. Esto lo he dicho muchas veces. Estas verdades, son trivialidades del ocultismo, sin embargo, si pudieran comprender el pleno significado del desapego y permanecer serenos, como el Director que observa, no harían movimientos inútiles ni erróneos, ni existirían falsas interpretaciones y divagaciones por los atajos secundarios de la vida diaria, ni observarían a los demás con prejuicios y visión distorsionada y, sobre todo, no derrocharían fuerzas. 

        Repetidas veces, en el transcurso de las épocas, los Maestros han dicho a Sus discípulos (y yo a ustedes) que el ocultista trabaja en el mundo de las fuerzas. Todos los seres humanos viven, se mueven y expresan en, y a través de ese mundo de energías que entran y salen, están siempre en movimiento y hacen continuamente impacto. El ocultista, empero, trabaja allí, se convierte en un consciente agente rector, crea en el plano físico lo que desea, y lo creado constituye el canon de [e244] cosas y el diseño realizado por el gran Arquitecto divino, en el tablero de la conciencia espiritual. Sin [e186] embargo, no se identifica con el canon ni con las fuerzas que él emplea. Actúa en el mundo de maya, libre de toda ilusión, sin ser obstaculizado por el espejismo ni por las fuerzas máyicas incontroladas. Llega rápidamente, en lo que se refiere a su pequeño mundo, a esa misma "divina indiferencia" que caracteriza a Sanat Kumara, el Señor del Mundo; por lo tanto, es cada vez más consciente del Plan, tal como existe en la Mente Universal, y del propósito que motiva la Voluntad de Dios.

   Esta divina indiferencia es responsable de que, al tratar de describir al "Ser Puro" o Dios, y en el esfuerzo por llegar a comprender la naturaleza de la divinidad, se haya desarrollado la fórmula de la negación. Dios no es eso; Dios no es aquello; Dios no es nada; Dios no es ni tiempo ni espacio; Dios no es sensación o pensamiento; Dios no es forma ni sustancia. Dios simplemente Es. Dios Es ‑separado de toda expresión o manifestación, como Manipulador de energía‑ el Creador de los mundos tangible e intangible, el compenetrador de toda vida o el Morador en todas las formas. Dios es AQUÉL que puede retraerse y, al hacerlo, dispersa, disipa y desvitaliza todo lo creado ‑empleando dichas palabras en todo su significado. 

Por lo tanto, será evidente que en las tres actividades de esa Realidad, que no se identifica con la apariencia, la voluntad de Dios, el aspecto Destructor de la Deidad, está beneficiosamente presente. El acto de abstraerse produce la disolución del mundo ilusorio del pensamiento; el retraimiento de la divina atención disipa al universo sensorio y pone fin al espejismo; la cesación de la dirección divina lleva la muerte al mundo físico. Todas estas actividades ponen en evidencia la voluntad o el primer aspecto, la voluntad al bien, que puede funcionar y funcionará perfectamente sólo cuando la buena voluntad [i245] sea plena y finalmente desarrollada en la Tierra por medio de la humanidad. 

La voluntad y el aliento son esotéricamente términos sinónimos. En esta afirmación tienen la clave para la eliminación de maya. 

Las palabras que anteceden son preliminares al estudio que haremos sobre la Técnica de la Indiferencia. Es necesario mencionar analogías y vincular los diferentes aspectos relacionados con la enseñanza si se quiere desarrollar la verdadera percepción. Clasificaremos lo que vamos a considerar, sobre este tema, de la manera siguiente: 

1.  La actividad en el plano etérico, por ejemplo, el mundo de las fuerzas. 

a.    Su distribución. 

b.    Su manipulación. [e187] 

2.    La Ciencia de la Respiración. 

a.    La relación que existe entre la voluntad y el aliento. 

b.    La inspiración. 

3.    La Técnica de la Indiferencia por medio de 

a.    la concentración y 

b.    el desapego. 

Entramos ahora en el campo del ocultismo práctico. Éste no es el campo de la aspiración o la esfera de un movimiento progresivo hacia lo superior y deseable; constituye en cierto modo una actividad opuesta. Desde el punto alcanzado en la escala de la evolución, el discípulo "permanece en el Ser espiritual" (en lo que de él depende) y, consciente y deliberadamente, trabaja con energías en los tres mundos, dirigiéndolas al cuerpo etérico desde cualquier nivel que elige trabajar ‑mental, emocional o desde el mismo plano vital. Lo realiza de acuerdo a alguna idea visualizada, a algún ideal preferido o canon divino percibido, a alguna esperanza espiritual y a determinada ambición o cierto deseo. 

[i246] Como ya saben, el cuerpo etérico del individuo es una parte del cuerpo etérico de la humanidad y éste, a su vez, un aspecto del cuerpo etérico del planeta, que igualmente forma parte intrínseca del cuerpo etérico del sistema solar. La base de todas las influencias astrológicas se halla incidentalmente, en esta abarcante y verdadera relación. Por lo tanto, el hombre se mueve en un vórtice de fuerza de cualquier tipo y cualidad y sus expresiones manifestadas e inmanifestadas están compuestas de energía, hallándose en consecuencia, relacionado con las demás energías. Su tarea es muy difícil y precisa la extensa duración del ciclo evolutivo. No podemos tratar aquí el conjunto de las energías del mundo ni las fuerzas del sistema, pero nos limitaremos a considerar el problema individual, sugiriendo al estudiante que se esfuerce por ampliar su comprensión desde el punto de vista del microcosmos al macrocosmos.

a. La Distribución y Manipulación de Fuerza en el Plano Etérico. 

Suponemos que el aspirante se da cuenta de la necesidad de establecer un ritmo nuevo y superior en la vida del plano físico, de organizar su tiempo, acatando el mandato del yo superior, y de producir, consciente y científicamente, esos efectos que ‑en sus momentos más elevados‑ le parecen deseables. También suponemos que posee cierto conocimiento respecto al equipo disponible para desempeñar su tarea y que ha aprendido ciertas cosas referentes al vehículo etérico. Ve con claridad los pares de opuestos, aunque [e188] todavía lo influyen; es consciente de un desacuerdo fundamental entre su visión de la bondad y su expresión de la misma. Ha aprendido que él es un triple reflejo de una Trinidad superior y que ésta es, para él, la Realidad. Comprende que [i247] la mente, las emociones y el ser físico están destinados a manifestar eventualmente esa Realidad. En síntesis, sabe que si ese aspecto intermedio de sí mismo, el cuerpo etérico, puede ser controlado y correctamente dirigido, entonces la visión y la expresión coinciden y finalmente coincidirán. También sabe que el cuerpo físico denso (la apariencia tangible externa) es sólo un autómata, obedece a cualquier fuerza y energía que son los factores controladores subjetivos, condicionando así al hombre. El cuerpo físico ¿ha de ser controlado por la fuerza emocional que afluye a través del centro sacro y produce el deseo de satisfacer los apetitos físicos, o a través del plexo solar que conduce a la satisfacción emocional de cualquier tipo? ¿O ha de responder a la mente y trabajar, en su mayor parte, bajo el impulso del pensamiento proyectado? ¿0 quizás ha de ser dirigido por una energía mayor que cualquiera de éstas, pero hasta ahora aparentemente impotente ‑la energía del alma como expresión del Ser puro? ¿Ha de ser impelido a la acción bajo el impulso de las reacciones sensorias, ideas y pensamientos, que emanan de otros seres humanos, o ha de ser motivado e instigado a la actividad bajo la dirección de la Jerarquía espiritual? Éstas son algunas preguntas a las que debe hallarse respuesta. La etapa de la aspiración, de los sueños y del pensamiento ansioso, debe ser ahora reemplazada por la acción directa y el empleo cuidadosamente planeado de las fuerzas disponibles, lanzadas a la actividad por medio del aliento, bajo la dirección del ojo interno y controlado por el hombre espiritual. ¿Qué energías pueden y deben emplearse así? ¿Cuáles son las fuerzas que deben ser dirigidas? ¿De qué manera pueden ser controladas? ¿Deben ser ignoradas y con ello inutilizarlas o son fuerzas necesarias para el gran trabajo creador? 

Como verán, el primer paso del investigador espiritual es asegurarse ‑realmente a la luz de su alma- dónde se halla con exactitud su foco de identificación. [i248] Con esto quiero significar que es en el plano mental donde debe emplearse principalmente la energía. ¿Es predominantemente emocional, y la mayor parte del tiempo utiliza fuerza del plano astral? ¿Puede entrar en contacto con el alma y atraer energía del alma de tal manera que rechace o contrarreste la fuerza de su personalidad? ¿Puede así vivir como alma en el plano físico, por medio del cuerpo etérico? Si estudia seriamente este problema, descubrirá, a su debido tiempo, qué fuerzas predominan en el cuerpo etérico y se dará cuenta conscientemente de las circunstancias y experiencias que exigen el empleo de la energía [e189] del alma. Esto tomará tiempo y será el resultado de una observación prolongada y de un concienzudo análisis de los actos y de las reacciones sensorias, de las palabras y de los pensamientos. Como pueden ver, encaramos un problema intensamente práctico que, al mismo tiempo es parte intrínseca de nuestro estudio y evocará cambios fundamentales en la vida del discípulo. 

A esta observación y análisis de la intensidad de la fuerza o fuerzas empleadas, agregará las condiciones que las impelirán a la acción, cuya frecuente aparición, le indicarán lo que es nuevo y lo que es hábito y análogamente la naturaleza de su expresión. De esta manera, llegará a una comprensión de los factores condicionantes que actúan a través de su cuerpo vital, haciendo de él lo que esencialmente es en el plano físico, lo cual será una profunda y significativa ayuda espiritual. 

Dicho período está limitado, sin embargo, a una observación mental inteligente. Forma la estructura del trabajo a realizar, proporciona seguridad y conocimiento, pero deja la situación tal como estaba. El siguiente paso consiste en percibir la cualidad de las fuerzas aplicadas; cuando logra realizarlo hallará que es necesario descubrir no sólo el rayo de su alma y el de su personalidad, sino también los rayos de su mecanismo mental y de su naturaleza emocional. Esto conducirá [i249] necesariamente a otro período de investigación y de cuidadosa observación, si no es ya consciente de ello. Cuando digo que a esta información se debe agregar una concienzuda consideración del poder de las fuerzas y energías que le llegan astrológicamente, verán cuán difícil resulta la tarea que se ha impuesto. No sólo ha de aislar sus cinco energías de rayo, sino que debe tener en cuenta la energía de su signo solar, que condiciona su personalidad, y la de su signo ascendente, cuando trata de estimular a esa personalidad para que responda al alma, realizando así el propósito del alma por medio de la colaboración de la personalidad. 

En consecuencia siete factores condicionan la cualidad de las fuerzas que tratan de expresarse por medio del cuerpo etérico: 

1.      El rayo del alma. 

2.      El rayo de la personalidad. 

3.      El rayo de la mente. 

4.      El rayo de la naturaleza emocional. 

5.      El rayo del vehículo físico. 

6.      La energía del signo solar. 

7.      La influencia del signo ascendente 

Sin embargo, una vez que han sido comprobados y existe cierta seguridad respecto a su verdadera realidad, el problema comienza a [e190] resolverse y el discípulo puede trabajar con conocimiento y comprensión. Se convierte en un trabajador científico en el campo de las fuerzas ocultas. Entonces sabe lo que está haciendo, con qué energías ha de trabajar y comienza a sentirlas mientras se encaminan hacia el vehículo etérico. 

Llega así a la etapa en que está en condiciones de conocer la realidad y el trabajo de los siete centros, por donde entran y salen las fuerzas y energías activas que le conciernen inmediatamente en esta particular encarnación. Entra en un período prolongado de observación, de experimento y experiencia y emprende una campaña de pruebas y errores, [i250] de éxitos y fracasos, que exigirá toda la fortaleza, el valor y la resistencia de que es capaz. 

Hablando en forma general, la energía del alma actúa a través del centro superior de la cabeza y es llevada a la actividad por medio de la meditación y la aplicación de la capacidad de hacer contacto. La energía de la personalidad integrada se enfoca a través del centro ajna, entre los ojos, y cuando el discípulo logra identificarse con eso y es también consciente de la naturaleza y de la vibración de la energía de su alma, entonces puede empezar a aplicar el poder de dirigir, empleando los ojos como medio de dirección. Habrán comprendido, a través de los estudios realizados que existen tres ojos, para ver y dirigir, a disposición del discípulo. 

1.   El ojo interno, el ojo del hombre espiritual. Es el verdadero ojo de la visión e involucra la idea de dualidad (del veedor y lo que es visto). Es el ojo divino. Aquél a través del cual el alma mira el mundo de los hombres y dirige a la personalidad. 

2.   El ojo derecho, el ojo de budi, responde directamente al ojo interno. A través de este ojo puede ser dirigida en el plano físico la actividad más elevada de la personalidad. Respecto a esto tienen un triángulo de fuerzas espirituales que puede ser impelido a una actividad singular por el discípulo avezado y el iniciado.

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 [e191] [i251] Por medio de esta triplicidad, el iniciado entrenado trabaja, por ejemplo, cuando ha de ocuparse de un grupo de personas o de un individuo. 

3.  El ojo izquierdo, el ojo de manas, es el distribuidor de la energía mental controlada correctamente ‑se refiere a los propósitos correctos de la personalidad. Este ojo también forma parte de un triángulo de fuerzas, disponibles para el uso del aspirante y del discípulo en probación. 

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El ojo interno o divino está pasivo y relativamente inactivo, siendo el órgano de observación en lo que concierne al alma, no es todavía en la mayoría de los casos - un distribuidor de energía rectora del alma. Sin embargo, el aspirante reorientado, disciplinado, integrado y enfocado en su personalidad purificada, emplea fuerza búdica y manásica; comenzando a ser intuitivo y predominantemente mental. Cuando estos dos triángulos están controlados y empiezan a funcionar adecuadamente, los siete centros del cuerpo etérico están bien dirigidos, llegando a ser los receptores del ritmo establecido en el ser humano desarrollado y por consiguiente, presentan al alma un instrumento por intermedio del cual afluirán las energías apropiadas, y la plena organización y el propósito de un hijo de Dios en función, pueden manifestarse en la Tierra. 

Luego viene lo que hemos llamado la etapa de orientación. El alma y la personalidad integrada es quien gobierna y, en una vuelta más alta de la espiral, lo hace la Mónada, [i252] siendo entonces la personalidad simplemente el agente del espíritu. A través de los dos triángulos, ambos trabajan sincrónicamente, los centros de la columna vertebral (cinco en total) son controlados rítmicamente. La energía es dirigida a ellos y a través de los mismos; constantemente adquieren una hermosa organización que ha sido descrita como la "vida flamígera de Dios", vida de dedicación y servicio espirituales, donde el triángulo superior es el más poderoso. 

Los tres enunciados siguientes resumen la historia de la oportuna liberación de la Gran Ilusión, por parte del discípulo. 

[e192] Primero, como alma, actuando a través del triángulo superior, llega a ser el agente director, dispersando la ilusión. La mente se ilumina. 

Segundo, como personalidad (bajo la acrecentada influencia del alma), actúa por medio del segundo triángulo, disipando el espejismo. Se rompe el control ejercido por la naturaleza astral. 

Tercero, como discípulo, actuando como alma y personalidad integrada, dirige la expresión de su vida, maya, o el mundo de las energías etéricas, se desvitaliza y sólo se emplean esas fuerzas y energías que llenan la necesidad del discípulo o del iniciado, cuando cumple el designio divino. 

Observarán que esto está incluido y se realiza en el séptuple trabajo recién mencionado, lo cual puede resumirse de la manera siguiente: 

1.      El discípulo descubre el foco de su identificación. 

2.      Se cerciora de la naturaleza de las fuerzas que acostumbra a emplear y que perpetuamente lo impulsan a la acción. [i253] 

3.      Se hace consciente del poder y frecuencia de esta expresión de fuerza.

Esto lo realiza como observador mental. 

4.      Llega a ser consciente de la cualidad de las fuerzas empleadas, su relación con los rayos y su significado astrológico.

Esta actividad es sensoria sensible, aunque no tan mental como las tres etapas anteriores. 

5.Identifica los centros en el cuerpo etérico, y se da cuenta de su existencia individual como agentes de fuerza. 

6.Los "triángulos de visión y orientación" situados en la cabeza, llegan a la etapa de organización y 

a.        se convierten en mecanismos activos y funcionantes y 

b.        se relacionan y funcionan como un solo instrumento de expresión. Esta actividad es objetiva y subjetiva. 

7.      Impulsa al cuerpo físico a la actividad, mediante los agentes rectores situados en la cabeza y los centros de la columna vertebral. 

Ahora surge el interrogante de cómo se realiza esto, conduciéndonos al segundo punto. 

[e193] b. La Aplicación de la Ciencia de la Respiración. 

Se han dicho y enseñado muchas cosas sin sentido acerca de la ciencia de la respiración. Muchos grupos imparten instrucciones peligrosas sobre la respiración ‑peligrosas porque están basadas en el conocimiento teórico y sus exponentes nunca las han practicado mayormente, y también peligrosas porque algunos grupos simplemente explotan, con fines lucrativos, a aquéllos que no están [i254] preparados para ello. Afortunadamente para la mayoría de los aspirantes, la información e instrucción es inconsistente, inexacta y con frecuencia inocua, aunque en muchos casos produce reacciones significativamente  malas. El propósito del aspirante común es tan débil que no puede cumplir oportunamente con los innumerables requisitos diariamente y en forma persistente, ni dedicar la atención que sería la garantía para un éxito dudoso, no existiendo peligro en tales casos. Muchos grupos ocultistas explotan el tema a fin de erigir un misterio y presentar una atracción al incauto, de modo que sus adherentes tengan algo en qué ocuparse y así adquirir fama como ocultistas eruditos y bien entrenados. Cualquiera puede enseñar ejercicios de respiración. Más bien consisten en inhalaciones y exhalaciones periódicas, medidas y espaciadas, de acuerdo al deseo del instructor. Donde se realice un esfuerzo persistente se obtendrán resultados, y serán generalmente indeseables, pues el instructor común pone el énfasis sobre la técnica de la respiración y no sobre las ideas que -por la energía que esta respiración engendra- deberían tomar forma en la vida del discípulo. 

Toda la ciencia de la respiración está erigida alrededor del empleo de la Palabra Sagrada OM. El uso de dicha Palabra debiera estar limitado únicamente a los aspirantes que se han comprometido seriamente a hollar el Camino, pero su empleo ha sido difundido y prescrito por muchos instructores inescrupulosos, especialmente los swamis llegados de la India, que se hacen pasar por santos, obteniendo que las incautas mujeres de Occidente caigan en sus redes. La Palabra es empleada sin ninguna intención espiritual sino simplemente como un sonido que, llevado sobre el aliento, produce resultados síquicos que indican a los crédulos su profunda espiritualidad. La dificultad reside en que la respiración está inevitablemente relacionada con el OM, pero los efectos dependen del motivo y de la intención interna establecida. El oriental, a menos que haya alcanzado la cuarta o quinta iniciación, no tiene una verdadera comprensión del [i255] occidental, de su mecanismo ni de su equipo que, como resultado de una civilización y de un modo de vida particular, difieren ampliamente de los del [e194] oriental. En Oriente, el problema del instructor o Gurú consiste en tomar personas negativamente polarizadas y hacerlas positivas. En Occidente, las razas son por lo general de actitud positiva y no necesitan un entrenamiento como el que se le da al oriental. ¿Qué quiero significar exactamente al hacer esta afirmación? Quiero decir que en Oriente, el factor voluntad (la cualidad del primer aspecto) se halla ausente. El oriental, particularmente el habitante de la India, no posee voluntad, el incentivo dinámico ni la capacidad para ejercer esa presión interna sobre sí mismo que traerá resultados definidos. Por esta razón, esa civilización particular es tan inadaptable a la civilización moderna; el pueblo de la India hace pocos progresos en lo que respecta a la ordenada vida municipal y nacional, estando muy atrasado en lo que respecta a la vida civilizada moderna. Generalizando, el occidental es positivo, y necesita la fuerza rectora del alma, pudiendo obtenerla con muy poca enseñanza. La raza Aria está obteniendo hoy una fusión entre el aspecto voluntad, la mente y el cerebro. No pasa lo mismo en Oriente. Allí sucederá más adelante. 

El único factor que hace eficaz la respiración es la intención, el pensamiento y el propósito que se hallan detrás de él. Aquí tienen la clave para los ejercicios de respiración dinámica y útiles. A no ser que en el discípulo haya una clara apreciación del propósito, sepa exactamente lo que está haciendo, cuando practica la respiración esotérica, y comprenda el significado de las palabras "la energía sigue al pensamiento", los ejercicios de respiración son pura pérdida de tiempo y pueden ser peligrosos. De esto puede deducirse que sólo cuando existe un vínculo entre la respiración y el pensamiento se obtendrán algunos resultados. 

Detrás de esto, hay un tercer factor aún más importante, la VOLUNTAD. Por lo tanto, la única persona que puede practicar segura [i256] y útilmente los ejercicios de respiración es aquélla cuya voluntad es activa -su voluntad espiritual y, por lo tanto, la voluntad de la Tríada espiritual. Cualquier discípulo que está en proceso de construir el antakarana puede empezar a emplear, con mucho cuidado, ejercicios de respiración dirigidos. Pero, en último análisis, únicamente los iniciados de tercer grado, que están entrando bajo la influencia monádica, pueden, correctamente y con éxito, emplear esta forma de dirigir la vida y alcanzar resultados efectivos. Esto es fundamentalmente verdad. Sin embargo, este esfuerzo ha de comenzar a realizarse, estando invitados los verdaderos discípulos. 

Si son consideradas todas las implicaciones del párrafo anterior, evidentemente el discípulo ha de establecer, como paso preliminar, una relación directa entre su cerebro, su mente y el aspecto [e195] voluntad de la Tríada espiritual; en otras palabras, el receptor negativo del pensamiento (el cerebro), el agente de la voluntad (la mente) y la Tríada misma, han de ser puestos en contacto recíproco vía el antakarana. Cuando dicha relación existe, o ha comenzado a establecerse, los ejercicios de respiración pueden iniciarse sin peligro y benéficamente. Como verán, sólo la voluntad dirigida, empleando como agente la respiración rítmica organizada, puede controlar los centros y producir un propósito ordenado en la vida. Por lo tanto, ésa es la idea dominante o línea de actividad mental, con la cual el discípulo debe ocuparse al practicar el ejercicio de respiración. Esta idea debe personificar algún propósito, alguna actividad planeada y cierta meta determinada, antes de ser generado, reunido y exhalado, el aliento que la ingeniará o desarrollará, convirtiéndose así en portador de poder. Esto debe realizarse, en aras de la intención consciente, si puedo hablar aquí en forma simbólica. Los invito a que lean frecuentemente estas últimas frases, porque conciernen a la Ciencia de la Respiración y encierran la clave para realizar el trabajo necesario. Esta ciencia considera principal y básicamente las ideas formuladas en nítidas formas mentales, [i257] que condicionan la vida del discípulo en los niveles etéricos. Desde allí, condicionarán eventualmente su vida en el plano físico. 

No tengo la intención de dar algún ejercicio de respiración que los discípulos o aspirantes pudieran emplear, o probablemente abusar de ellos. La primera responsabilidad consiste en ser conscientes de los impulsos dentro de sí mismos, los cuales podrían impeler a los centros a la actividad y producir así condiciones y acontecimientos en el plano físico. Cuando estos impulsos están clara y firmemente establecidos en la conciencia mental del discípulo, nada evitará que emerjan, a su debido tiempo, a la luz del día. Pero han de seguir un proceso ordenado de gestación y aparecer cuando corresponde. 

Cuando hay verdadero idealismo, recto pensar, más una comprensión del vehículo de expresión y del mundo de las fuerzas en que la idea ha de ser lanzada, entonces el estudiante puede seguir sin peligro ciertos ejercicios de respiración programados, y la segunda fase o el resultado de una respiración rítmica establecida aparecerá. Esto es inspiración. 

Los ejercicios de respiración tienen un efecto puramente fisiológico cuando no están impulsados o motivados por el pensamiento dirigido y no son el resultado del aferramiento y logro de un punto de tensión por parte del aspirante. Mientras se lleva a cabo el proceso de aspiración y exhalación, debe mantenerse una clara línea de pensamiento activo, para que el aliento (al ser expelido) [e196] sea cualificado y condicionado por alguna idea. Es aquí donde fracasa tan a menudo el aspirante común. Por lo general se halla tan intensamente ocupado con el proceso de dirigir la respiración y la expectativa de algunos resultados fenoménicos, que olvida el propósito vital de la respiración: energetizar y agregar cualidad a la vida de los centros por medio de algún pensamiento proyectado y presentado, expresando cierta y determinada idea emitida. Allí donde falta esta estructura de pensamiento idealista, los resultados de la respiración serán prácticamente nulos o --[i258] donde hay resultados de cualquier tipo en estas circunstancias- no estarán relacionados de ninguna manera con el pensamiento, sino que serán de naturaleza síquica. Entonces, pueden producir un desarreglo síquico duradero, porque la fuente emanante de la actividad es astral y la energía proyectada va a centros que se hallan situados debajo del diafragma, nutriendo así la naturaleza inferior, enriqueciendo y fortaleciendo su contenido astral y, por ello, aumentando y profundizando el espejismo. Les resultados pueden ser también fisiológicos, estimulando al cuerpo etérico, lo que conduce al fortalecimiento de la naturaleza física, produciendo a menudo serios resultados, pues el aliento es llevado a centros que deberían estar en "proceso de elevación", tal como se lo denomina esotéricamente; esto aumenta su potencia física, nutre los apetitos físicos y hace la tarea del aspirante muy difícil cuando trata de sublimar la naturaleza inferior y arraigar o enfocar arriba del diafragma o en la cabeza, la vida de los centros. 

Entonces, se acrecienta el espejismo y maya y, durante la vida en que estos ejercicios son mal aplicados, el aspirante permanece en una condición estática y sin beneficio. Cuando aspira o inhala, extrae el aliento de su propia aura, su "círculo infranqueable" áurico nutre a la naturaleza inferior y establece un círculo vicioso dentro de sí mismo, que se fortalece diariamente, hasta que está completamente envuelto por el espejismo y maya, que constantemente establece y restablece. Los centros inferiores se vitalizan continuamente, llegando a ser extremadamente activos, y el punto de tensión desde el cual el aspirante trabaja se encuentra enfocado en la personalidad y no en el alma; el estar consciente de lo excepcional de la respiración especial y la expectativa por los resultados fenoménicos, impiden la entrada a todo pensamiento, excepto las reacciones inferiores de naturaleza kama‑manásica, la cual fomenta la emoción y aumenta enormemente el poder del cuerpo astral, y con frecuencia los resultados fisiológicos son también poderosos y [i259] notables, como ser un gran desarrollo del tórax y la fortificación de los músculos del diafragma. Algo de esto puede verse en el caso de los cantantes de ópera. El canto tal como ahora se enseña es [e197] la manifestación de algún aspecto inferior de la respiración y en el caso de los citados cantantes produce un gran desarrollo del tórax, intensifica la emotividad, trae inestabilidad en la manifestación de la vida, que a menudo denominan temperamento, y el canto queda totalmente sometido a la naturaleza astral. 

Existe un método superior y más eficaz de canto, por el cual se obtiene un punto de tensión diferente e involucra un proceso de respiración que extrae la energía necesaria de fuentes superiores y más amplias que las comúnmente empleadas, lo cual traerá la inspiración que implicará completamente al hombre y no despertará simplemente su reacción emocional hacia el tema de su canción y su auditorio. Esto dará lugar a un nuevo método de canto y de respiración basado en una forma de respiración mental, que llevará la energía y la inspiración consiguiente, proveniente de fuentes que se hallan fuera del aura de la personalidad. Aún no ha llegado el momento para esto. Mis palabras serán poco comprendidas hoy, pero en el próximo siglo los cantantes sabrán extraer las reservas de la inspiración por medio de una nueva técnica y un nuevo método de respiración. Tales técnicas y ejercicios se enseñarán prudentemente en las nuevas y futuras escuelas esotéricas. 

La inspiración es el proceso de cualificar, vitalizar y estimular la reacción de la personalidad ‑vía los centros‑ hacia ese punto de tensión donde el control del alma se hace presente y evidente. Es el modo por el cual la energía del alma puede inundar la vida de la personalidad, irrumpir a través de los centros, expulsando todo lo que obstaculiza, liberando al aspirante de todos los espejismos y maya que aún quedan, perfeccionando un instrumento mediante el cual pueda escucharse la música del alma, y más adelante la cualidad musical de la Jerarquía. No olviden [i260] que el sonido compenetra todas las formas; el planeta mismo tiene su propia nota o sonido; cada diminuto átomo tiene su sonido; cada forma puede ser evocada en la música y cada ser humano tiene su cuerda particular, y todas las cuerdas contribuyen a la gran sinfonía que la Jerarquía y la Humanidad están ejecutando y ejecutan ahora. Cada grupo espiritual tiene su propio tono, si puedo emplear una palabra tan inadecuada, y los grupos que colaboran con la Jerarquía producen incesantemente música. Este ritmo de sonidos y esta miríada de acordes y notas se fusionan con la música de la Jerarquía, y tal sinfonía se enriquece continuamente; en el transcurso de los siglos, estos sonidos se unirán lentamente y fusionarán entre sí hasta que algún día la sinfonía planetaria que Sanat Kumara está componiendo, habrá terminado y nuestra Tierra hará una notable contribución a los [e198] grandes acordes del sistema solar, lo cual constituye una parte intrínseca y real de la música de las esferas. Entonces, como dice La Biblia, los Hijos de Dios, los Logos planetarios, cantarán al unísono. Tal será el resultado de la correcta respiración, del ritmo controlado y organizado, del verdadero y puro pensar y de la armoniosa relación de todas las partes del coro. 

Reflexionen sobre este tema, considerándolo como ejercicio de meditación, y así adquirirán inspiración. 

c. La Técnica de la Indiferencia 

En otros de mis libros, he dado mucha información sobre el cuerpo etérico y los centros, mayores y menores, que se hallan dentro de su radio. Entre los estudiantes existe la tendencia, cuando piensan en los centros, a identificarlos con el cuerpo físico y no con el cuerpo etérico. Esto se refiere más bien a la ubicación, en la mayoría de los casos, lo cual es un error. Los aspirantes debieran evitar toda concentración [i261] sobre el cuerpo físico y aprender gradualmente,a ubicar su foco de atención en el cuerpo etérico. El cuerpo físico es activo y poderoso, y debería ser considerado cada vez más como un autómata, influido y dirigido por: 

1.        El cuerpo vital y las fuerzas de maya, o por la inspiración que emana desde puntos    de tensión espiritual. 

2.        El vehículo astral y las fuerzas del espejismo, o por el amor consciente y sensible que emana desde el alma. 

3.        La mente y las fuerzas de la ilusión en los tres mundos,  o por la iluminación que viene de fuentes superiores a la vida. 

4.        El alma, como vehículo de la impresión monádica, hasta el momento en que ha sido construido el antakarana, ese puente construido con materia mental, que oportunamente unirá a la Mónada y a la personalidad. 

Uno de los problemas que han de resolver los discípulos es conocer la fuente del incentivo o impulso, de la impresión o inspiración que -vía el cuerpo etérico- impulsan al cuerpo físico a la actividad en el plano físico, demostrando así la cualidad, el propósito y el punto de tensión del hombre encarnado, y manifestando la naturaleza del hombre tal como es, en un punto dado de la escala evolutiva. De acuerdo a las tensiones y a los impulsos indicados, así será la actividad de los centros. Por lo tanto, podrán ver que gran parte de mi enseñanza invierte los usuales procedimientos ocultistas. No enseño la manera de despertar los centros, porque el correcto impulso, la firme reacción a los impulsos superiores [e199] y el reconocimiento práctico de las fuentes de inspiración, impulsarán a los centros, automáticamente y sin peligro, a la actividad necesaria y apropiada. Éste es un sensato método de desarrollo y, aunque lento, no conduce a un desarrollo prematuro y produce un desenvolvimiento íntegro; permite al aspirante [i262] convertirse verdaderamente en el Observador, y saber con seguridad lo que está haciendo; conduce a cada centro a un punto de respuesta espiritual y luego establece el ritmo ordenado y cíclico de una naturaleza inferior controlada. Es verdad y posible que los ejercicios de respiración puedan tener lugar oportunamente en el entrenamiento del discípulo, pero serán autoiniciados, como resultado de una vida rítmica y del constante y correcto empleo de la Palabra Sagrada OM. Cuando un discípulo en meditación emite el OM siete veces por ejemplo, equivale a un ejercicio de respiración; cuando puede enviar la energía generada, a uno u otro de los centros, en alas del pensamiento consciente y planeado, está produciendo cambios y reajustes dentro del mecanismo que manipula fuerza, y cuando esto puede realizarse con facilidad y con la mente mantenida en un punto de "tensión totalmente mental" el discípulo se halla bien encaminado para desplazar todo su foco de atención del mundo de la ilusión, del espejismo y de maya hacia el reino del alma, en el mundo de la "luz clara y fría" y en el reino de Dios. 

Cuando también agrega a esto la comprensión y la práctica de la Técnica de la Indiferencia, está libre y liberado, y en todo momento es esencialmente el Observador y el Empleador del mecanismo de manifestación. 

¿Qué significa esta técnica? ¿Qué es indiferencia? Me pregunto si comprenden el significado de la palabra "indiferencia". En realidad significa adoptar una actitud neutral hacia aquello que se considera el no yo; involucra el rechazo de lo similar; indica el reconocimiento de una diferenciación básica; significa la negativa a identificarse con lo que no sea una realidad espiritual, hasta donde se percibe y conoce, en un punto dado en tiempo y espacio. Por lo tanto, es algo mucho más fuerte y vital que lo que comúnmente significa esta palabra. Constituye un rechazo activo, sin concentrarse en aquello que es [i263] rechazado. Ésta es una afirmación importante y merece una cuidadosa consideración. Concierne al punto de tensión desde el cual trabaja el discípulo o aspirante observador. El punto de tensión se convierte en la fuente de donde emana cierto tipo de energía que afluye al cuerpo etérico y lo atraviesa, sin ser afectado por maya o por la concentración de diversas fuerzas, de las cuales el cuerpo etérico está compuesto. Indiferencia, técnicamente comprendida, significa un descenso [e200] directo de un punto a otro, sin desviación ni distorsión. La entidad manifestante, el discípulo, permanece sólida y firme en este punto de tensión y lo primero que hace es asegurarse dónde se halla, en qué plano se encuentra y cuál es la fuerza de tensión de la que ha de depender. Lo siguiente consiste en descubrir si lo que trata de impartir al cuerpo físico, para producir efectos en el mundo externo del experimento y la experiencia, está distorsionado por cualquier tipo de ilusión, detenida su expresión por el espejismo o propenso a ser desviado por las fuerzas incontroladas y el maya, que ellas producen. Esto no lo comprueba identificándose, en cada etapa descendente, con los obstáculos y posibles obstrucciones, sino intensificando su punto de tensión, recordando constantemente la verdad, por un proceso de proyección, de que él es el Yo y no el no‑yo; esta proyección consiste en el envío de energía, cualificada y reconocida; desde el punto de tensión directamente y sin desviarse, hacia el cuerpo vital, desde donde puede hallar su camino a los siete centros de control.     

      Aquí aplica la técnica de la indiferencia, y si no lo hace, lo que trata de expresar puede ser detenido y demorado por la fuerza etérica o por los velos de maya. Trabaja, por consiguiente, desde un punto de intensa concentración; rehusa "apegarse" a cualquier forma o plano, cuando proyecta la energía en y [i264] a través de los tres mundos. Cuando descubre que el progreso ha sido detenido y demorado por la ilusión activa o el espejismo, se "desapega" conscientemente de tales contactos y se prepara para la etapa final de indiferencia y de rechazo de todas las fuerzas, excepto aquéllas que él ‑conscientemente y con determinado propósito‑ trata de emplear en el plano físico. 

En último análisis, el punto de tensión para el discípulo medio se halla en niveles mentales, implicando la mente iluminada y un creciente contacto con el alma, siendo entonces capaz de: 

a.        "Ver" con claridad por medio de la luz del alma, demostrando un desarrollado sentido de los valores, pudiendo así disipar la ilusión. 

b.        Proyectar luz conscientemente sobre el plano astral, disipando así el espejismo. 

c.        Derramar la energía de la luz a través del cuerpo etérico y arraigar la luz o energía en los centros adecuados, porque habrá total indiferencia y no se identificará con maya. 

En lo que respecta al iniciado, el proceso se lleva a cabo primero desde un punto de tensión dentro del alma, y luego desde un punto de tensión en la Tríada espiritual. Sin embargo, en todos los [e201] casos, una vez dentro del "círculo infranqueable" de los tres mundos, la energía rectora produce los resultados descritos en este libro: 

1.        La dispersión de la ilusión. 

2.        La disipasión del espejismo. 

3.        La conquista de maya. 

Cuando el aspirante lee estas simples aclaraciones de un proceso difícil, parece algo sencillo y fácil de lograr, [i265] pero ello en sí es una ilusión. No se supera tan fácilmente una milenaria identificación con el aspecto forma de la vida; la tarea que tiene ante sí el discípulo es extensa y ardua, pero promete un éxito eventual, siempre que piense con claridad, tenga un serio propósito y realice un trabajo científico planeado.


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