[e134]
[i155] Dentro
del lugar de paz permanecía el Maestro, y habló a Hércules. "Oh,
hijo de Dios que eres también un hijo de hombre", dijo el Maestro,
"ha llegado el tiempo de hollar otro camino. Tú te hallas ante el
noveno Portal. Pasa por él y encuentra el pantano de Estinfale donde
moran los pájaros que hacen estragos. Descubre, luego, el camino para
hacerlos volar de su por mucho tiempo, segura morada".
Él se detuvo un momento. "La llama que brilla más
allá de la mente revela la dirección segura", agregó. "La
tarea aguarda. Tú debes pasar ahora a través del noveno Portal".
Hacia
adelante, entonces, marchó Hércules, el hijo del hombre que era también
el hijo de Dios.
Buscó
por mucho tiempo hasta que llegó a Estinfale. Ante él se tendía el fétido
pantano. Una multitud de pájaros graznaban roncamente, un coro
amenazador y disonante, a medida que él se acercaba.
Mirando
más de cerca vio los pájaros. Grandes y feroces y horribles eran. Cada
uno tenía un pico de hierro, afilado como una espada. Las plumas también
parecían como dardos de acero, y si caían, podrían partir en dos la
cabeza de los fatigados viajeros. Sus garras igualaban a sus picos en
agudeza y fuerza.
Tres
pájaros, percibiendo a Hércules, se precipitaron sobre él. Él se
mantuvo en su lugar, y paró los ataques con la pesada maza que sostenía.
A un pájaro lo golpeó resonantemente sobre el lomo; dos plumas cayeron
verticalmente al suelo y temblaron mientras se hundían en la floja
tierra. Finalmente los pájaros se retiraron.
Hércules
permanecía delante del pantano, y reflexionaba en cómo podría
realizar la tarea asignada, cómo liberar al lugar de estas aves de rapiña.
[i156]
Buscó
muchos medios para encontrar una manera de lograrlo. Al principio [e135]
trató de matarlos con un carcaj lleno de flechas. Los pocos que mató
no eran sino una fracción de los muchos que quedaban. Se elevaban en
nubes tan espesas que ocultaban el sol.
Pensó
en colocar trampas dentro del pantano. Ni barca ni pies humanos podían
atravesar la ciénaga.
Hércules
se detuvo. Recordó entonces las palabras de consejo que se le habían
dado. "La llama que brilla más allá de la mente revela la dirección
segura". Reflexionando por un largo tiempo, se le ocurrió un método.
Él
tenía dos címbalos, grandes y broncíneos, que emitían un agudo
sonido sobrenatural; un sonido tan penetrante y desagradable que podía
asustar a los muertos. Para el mismo Hércules el sonido era tan
intolerable, que se tapó ambos oídos con almohadillas.
A
la hora del crepúsculo cuando la ciénaga estuvo repleta de
innumerables pájaros. Hércules regresó. Golpeó, entonces, los
platillos bruscamente una y otra vez. Un estruendo y un ruido tan
estridente sobrevino entonces que él mismo apenas podía soportarlo.
Tal disonancia agresora de los oídos no se había oído antes en
Estinfale.
Aturdidos
y perturbados por tan monstruoso ruido, las aves de presa se elevaron en
el aire con las broncíneas alas aleteando salvajemente y chillando con
ronco desaliento. Completamente perturbada, la vasta nube de pájaros
huyó con frenética prisa, para nunca regresar. El silencio se difundió
a través del pantano. Las horribles aves habían desaparecido. Se vio
el delicado fulgor del sol poniente, mientras éste vacilaba en el
paisaje que se iba oscureciendo.
Cuando
Hércules regresó, el Maestro le saludó: "Las aves de rapiña han
sido ahuyentadas. El trabajo está cumplido".
Interpretación
del Trabajo
(Conferencia
de A.A.B. editada en 1937)
Sagitario
es a mi juicio sumamente interesante, porque tiene una aplicación muy
peculiar para cada uno de nosotros, que respondemos al nombre de «aspirante».
[i157]
Hay
dos palabras que yo quiero ver excluidas del vocabulario del ocultista,
"iniciado" y "maestro". "Iniciado" es
deleitosamente separatista, es una palabra base. "Maestro" ha
engendrado en la conciencia de la gente el sentimiento de que existen
hombres sobrehumanos, que asumen la actitud de directores o maestros
sobre sus discípulos; que les dicen qué hacer y cómo hacerlo. Ningún
verdadero adepto ha sido nunca conocido por hacer eso.
[e136]
Me
gustan las palabras "aspirante" y "discípulo".
Aspirante es una palabra general que nos cubre como un manto en cada
etapa de nuestro desarrollo. Si quieren una palabra más técnica, usen
discípulo; ella es una palabra de ocultación porque un aspirante del
grado más inferior es un discípulo. El Cristo mismo es también un
discípulo. Ella suprime las calidades, clases, grados y las varias
etapas de la evolución.
En
qué punto estemos en la escala de la evolución, es nuestro propio
asunto privado. El mundo sabrá lo que somos, cuando hayamos hecho la
obra que está trazada por nosotros en este trabajo de Sagitario.
Nosotros
ya nos hemos ocupado de este estupendo signo de Escorpio, en el cual Hércules
se demostró a sí mismo, el hecho de que no podría ser engañado más
por la serpiente de la ilusión. Él estaba libre del temor y el hechizo
de todo lo que podría seducirlo. La visión podía ser vislumbrada.
Porque
Sagitario es un signo tan sumamente importante, yo quiero darles un
breve resumen de lo que ha ocurrido hasta el presente; él cubre lo que
está situado detrás nuestro. Yo estoy presumiendo que cada uno de
nosotros es el aspirante directo, el arquero a caballo, yendo en línea
recta como una flecha hacia su meta.
Es
interesante que el estandarte de los Estados Unidos muestra las flechas
de Sagitario en las garras de un águila, porque Aquila es
intercambiable astrológicamente con Sagitario y es el símbolo del
espíritu manifestándose a través del alma, la cual el aspirante en el
plano físico está buscando unidireccionahnente. Hay una profecía en
el estandarte de los Estados Unidos, de la meta de esta raza cuando se
haya desarrollado, pues es dentro de esta raza que surgirá ese grupo de
aspirantes, fusionándose a su vez en un [i158]
grupo de discípulos, que demostrará al planeta la realidad
del mundo subjetivo. Ese es el destino de esta raza. Será el logro de
todas las razas reunidas en los Estados Unidos.
Remitámonos
a la historia de Hércules, el aspirante, y lo que ha hecho en cada
signo.
En
Aries, Hércules comenzó en el plano de la mente en su esfuerzo por
capturar a las yeguas devoradoras de hombres y fracasó porque trató
con ellas en un modo de obrar de la personalidad. Trató con el
pensamiento desde el punto de vista de la personalidad; no trabajó con
su problema desde el punto de vista del alma. En Sagitario ahuyentó a
las aves devoradoras de hombres. Volvió nuevamente al mismo problema en
el plano de la mente, donde demostró completo control de lo que es lo
primero que el aspirante a la iniciación tiene que hacer. Nosotros
controlamos nuestros pensamientos y por lo tanto controlamos nuestras
palabras. No hay iniciación para nosotros hasta que no lo hacemos. En
Aries empezó a controlar el pensamiento.
[e137]
En
Tauro descendió al plano astral y abordó el problema del sexo, la
demostración de la gran ley de atracción en el universo en su aspecto
más bajo. Tuvo éxito totalmente. Controló al toro y lo condujo a la
ciudad de los Cíclopes.
En
Géminis empezó a comprender que él era dual: estaba preocupado con el
problema del alma y el cuerpo y cómo coordinarlos. Esa es la razón por
la cual Géminis fluctúa en las primeras etapas.
En
Cáncer se formó juicio hasta cierto punto de la conciencia de la masa;
tomó forma. Esa es una etapa de la encarnación humana. Para muchos, el
hecho de que ellos son seres humanos relacionados con otros seres
humanos, no entra en absoluto en su conciencia. En Cáncer, Hércules
empezó a lograr ese punto de vista. En el momento en que uno logra eso,
captura la tímida gama de la intuición, y empieza a ser intuitivo, no
psíquico.
Luego
Hércules pasó al difícil signo de Leo, donde tantos estamos ahora, y
se convirtió en un individuo realmente potente. Estaba [i159]
seguro de que podía hacerlo todo, permanecía solo: una
etapa de poder. En esta etapa se va a gobernar a los hombres y se
empieza por gobernarlos equivocadamente. Se hace sentir demasiado enérgicamente,
y uno piensa que es más importante de lo que es. Hay que librarse del
sentimiento de "yo soy". Esa es la historia completa de la
vida del aspirante. Debe volverse tan identificado con la verdadera
entidad espiritual, que está detrás de todas las formas, que no esté
ya ocupado con su propia forma, o reacciones mentales o emocionales, o
su propia utilidad.
En
Virgo, Hércules se volvió consciente, no del alma y el cuerpo
colocados en yuxtaposición una con otro, sino del hecho de que dentro
de sí mismo estaba latente el Cristo infinito; de que la personalidad,
el aspecto forma, estaba nutriendo un hermoso algo oculto, y sus ojos se
abrieron.
En
Libra pasó por una difícil etapa de lograr el equilibrio, un signo muy
abstruso en muchos sentidos, porque el hombre no es ni el alma ni el
cuerpo. Libra es el equilibrio en el plano físico, de los pares de
opuestos. Los ha equilibrado tanto que no siente que está llegando
donde quiere.
En
Escorpio, en el plano astral, se dedica de nuevo al trabajo empezado en
Tauro, lo completa y quita los estorbos del gran lodazal, la gran ilusión,
y permanece libre con la meta clara delante suyo.
Géminis
es lo opuesto de Sagitario; Géminis la dualidad, Sagitario la unidad,
lo unidireccional ‑adelantándose, la personalidad unificada,
consciente del alma, determinada a entrar en el signo de Capricornio
donde se hace la gran transición del cuarto reino al quinto o reino
espiritual.
Sagitario
es el arquero sobre el caballo blanco, representado a veces como [e138]
el centauro con el arco y las flechas. En estas dos formas de
representación -el centauro mitad humano y mitad animal, el arquero
sobre el caballo blanco, mitad humano y mitad divino- se tiene la
historia completa. Un caballo blanco es siempre el símbolo de la
divinidad. Cristo aparecerá cabalgando en un caballo blanco. Tenemos a
Sagitario en el Libro de la Revelación. Es un signo doble y
siempre que haya un signo doble tenemos un problema.
En
Sagitario, lo mismo que en Escorpio, Hércules retomó y completó el
trabajo empezado en Tauro, retomó y completó el trabajo empezado en
Aries. En Aries estaba tratando con el pensamiento en su fuente. En este
signo él demuestra completo control del pensamiento y de la palabra.
Sagitario
ha sido a veces llamado "el signo del efecto de Escorpio". En
el momento en que nos liberamos de la ilusión, en ese momento entramos
en Sagitario y vemos la meta. Antes realmente no la hemos visto nunca,
porque entre nosotros y la meta siempre se encuentra esa nube de formas
de pensamientos que nos impide verla.
Nosotros
hablamos acerca del amor espiritual, de la devoción a Cristo, de la
devoción a los hermanos mayores de la raza, al alma; y como estamos
ocupados en estos pensamientos, formamos nubes con forma de
pensamientos, porque estamos pensando, y a medida que pensamos, las
formamos. Por consiguiente, hemos formado alrededor nuestro tal nube con
forma de pensamientos acerca de nuestras aspiraciones, que no vemos la
meta. Yo no estoy socavando la tierra bajo tus pies, pero deja
de pensar tanto acerca de qué hacer y aprende más simplemente "a
ser".
El
silencio
Sagitario
es el signo preparatorio para Capricornio y es llamado en algunos libros
antiguos "el signo del silencio". En los misterios antiguos el
hermano recientemente admitido tenía que sentarse en silencio, no le
estaba permitido caminar ni hablar; tenía que estar, trabajar y
observar, porque uno no puede entrar al quinto reino de la naturaleza,
el reino espiritual, o trepar la montaña de Capricornio, hasta que no
ha tenido restricción de la palabra y control del pensamiento. Esa
es la lección de Sagitario: restricción de la palabra a través del
control del pensamiento. Eso nos mantendrá ocupados, porque después
que se han dejado de usar las formas ordinarias del lenguaje, tales como
la murmuración, entonces se tiene que aprender a limitar el lenguaje
acerca de las cosas espirituales. Se debe aprender que no hay que
dar acerca de la vida del alma, muchas [i161]
o abundantes explicaciones sobre cosas para las cuales la
gente puede no estar lista todavía.
[e139]
El
correcto uso del pensamiento, la restricción del lenguaje, y la consecuente
inofensividad en el plano físico, dan por resultado la liberación,
pues nosotros estamos retenidos en la unidad humana, estamos
aprisionados en el planeta, no por alguna fuerza exterior que nos sujeta
allí, sino por lo que nosotros mismos hemos dicho y hecho. En el
momento en que no establecemos más relaciones erróneas con la gente,
por las cosas que decimos, que no deberían haber sido dichas, en el
momento en que dejamos de pensar acerca de la gente, cosas que no deberíamos
pensar, poco a poco esos lazos que nos retienen a la existencia
planetaria son cortados, estamos libres, y trepamos la montaña como la
cabra en Capricornio.
Se
ha preguntado: ¿Debemos crear karma para nosotros, o hacer algo que nos
ate a cualquier ser humano, porque mientras nos atemos a él tendremos
que continuar reencarnando? Bueno, yo me voy a unir a la humanidad por
medio del servicio, del amor, del pensamiento desinteresado. Eso es lo
correcto. Pero no voy a atarme por el pensamiento crítico, ni por
pensamientos de auto-compasión, por la murmuración, por las palabras
que no debería decir; no voy a conseguir para mi único beneficio, mi
propia liberación.
Una
advertencia: no seas bueno, no seas inofensivo, no sirvas meramente para
huir de todo, que es lo que hace mucha gente. Permanece con la humanidad
como lo hace Cristo, o como esa gran Vida de la cual se nos dice
permanecerá en su lugar designado hasta que el último peregrino haya
encontrado su camino al hogar.
Las
Dos Puertas, las Tres Constelaciones
Sagitario
es la pequeña puerta hacia Capricornio. Hay dos puertas cósmicas: Cáncer,
la puerta a la encarnación; Capricornio, la puerta al reino espiritual.
Anterior a Capricornio está Sagitario, hablando de él como de "una
puerta más pequeña". Me gusta pensar en ella como la pequeña
puerta al pie de la colina a través de la cual pasamos antes de escalar
la montaña, y pasando a través de esa pequeña puerta, demostramos
nuestra capacidad para usar con justicia las flechas del pensamiento.
Esa es la gran prueba.
[i162]
Hay
dos pájaros que se ven en los cielos cerca de Sagitario. Uno, Aquila,
el águila volando rectamente a la cara del sol, el pájaro fuera del
tiempo y el espacio, el símbolo de la inmortalidad, el símbolo de esa
secreta cosa oculta que aún yace detrás de nuestras almas; pues se nos
dice que la materia o la forma es el vehículo para la manifestación
del alma, y el alma en una vuelta superior de la espiral, es el vehículo
para la manifestación del espíritu, y estas tres son una trinidad
unificada por la vida que las compenetra a todos.
[e140]
La
otra constelación es Cygnus, el símbolo del alma. Sagitario, el
aspirante, mirando a izquierda y derecha: viendo a la derecha el Aquila
y diciéndose a sí mismo, "Yo soy el espíritu volando en busca de
mi hogar"; mientras al otro lado y viendo a Cygnus, el cisne, con
sus cuatro estrellas en forma de cruz y diciendo, "Yo soy el alma
crucificada en la materia de la cual me liberaré".
Recuerda,
está llegando el día en que hablaremos acerca del alma como ahora
hablamos sobre la personalidad, como de algo de lo que tenemos que ser
liberados eventualmente. Ese es el problema, si puedo usar este término,
del hombre que ha tomado la tercera iniciación, para liberarse del
alma.
¿Tomarás
a esas tres constelaciones como tu símbolo: Cygnus, Aquila y Sagitario?
Aquila, el águila en el estandarte de los Estados Unidos, las flechas
de Sagitario. Y ¿Has pensado alguna vez que dondequiera que vayas tú
ves la cruz de Cygnus, la Cruz Roja? Eso es lo que representa los
Estados Unidos. La tienes en los cielos.
Sagitario
es el noveno signo. Piensa acerca de esta sustancia del pensamiento. En
Virgo, el sexto signo, tenemos la indicación de la vida: en Sagitario,
el noveno signo, la terminación del período prenatal antes del
nacimiento del Cristo en Capricornio, en diciembre. Es sorprendente cómo
se llevan a cabo las correspondencias, las analogías. Esta es la razón
por la que se nos dice que estudiemos al ser humano. Es a través del
simbolismo del ser humano que llegamos a la comprensión de la gran vida
que nos incluye a todos nosotros en su existencia.
El
Símbolo de la Crisálida
[i163]
Sagitario,
bastante curiosamente, ha sido llamado la etapa de la crisálida; el
hombre no es ni una cosa ni la otra. En la crisálida se tiene la extraña
triplicidad de la oruga, la crisálida y la mariposa. La oruga, se nos
dice, reencarna cinco veces: muda su piel cinco veces, cinco es el número
del hombre. Luego llega ese curioso acontecimiento en la vida de la
oruga en que hay un completo cambio, y de una cosa que se arrastra
impulsada por el deseo, comiendo todo el tiempo, llega la etapa de la
crisálida. Lo que sigue en esa etapa de crisálida es un suceso de lo más
misterioso. Dentro del duro caparazón de la crisálida que ha
construido la oruga, no hay nada más que una masa informe. Cada cosa
aislada se ha disuelto y en esa masa está lo que se llama los tres
centros de la vida, y a causa de la acción recíproca entre esos tres
puntos focales de energía, se efectúa un cambio, una reconstrucción,
hasta que emerge del período de silencio, una maravillosa mariposa. Es
casi como si en la crisálida hubiera tres aspectos de la divinidad
simbolizada y trabajando según un modelo, el modelo de Cristo.
[e141]
Considera
lo que sigue en la vida del aspirante individual en Sagitario. Ha habido
una completa pérdida de todo en Escorpio; todo ha sido reducido a
fluido, pues Escorpio es un signo astral y el agua es el símbolo. En la
vida del aspirante de hoy, no necesito extenderme sobre ello, ha habido
una completa pérdida de todo. Como me decía una persona, no ha quedado
nada por qué vivir, no hay nada suficientemente interesante para
hacerlo avanzar a uno a través de la existencia. ¿Por qué? Porque tú
eres un aspirante, un discípulo; es la mejor indicación que puedes
tener de tu estadio en la escala de la evolución. Todo se ha
trastornado y tú lo sabes. Pero los tres aspectos de la divinidad todavía
están allí en ese fluido; y ellos actuarán y el modelo está allí.
La etapa de crisálida es Sagitario. Es interesante llevar la secuencia
del pensamiento o realización, desde Escorpio dentro del poder y el éxito
desarrollados en Sagitario, pues es un signo de poder.
[i164]
El
verdadero sagitariano es una persona muy potente; potente porque es el
signo del silencio; potente porque es el signo de la agudeza y la meta
se ve claramente por primera vez; potente porque ese es el período que
precede inmediatamente al nacimiento de Cristo.
El
Espíritu de Verdad
Sagitario,
se nos dice, es el espíritu de verdad; es la suma de toda Verdad
proveniente de la revelación individual.
Ahora
la consecuencia usual cuando hay una revelación individual es el
sectarismo; una ilustración del abuso de Sagitario. Yo tuve una
revelación; Dios me ha revelado esto, eso y lo otro. Yo impongo
inmediatamente sobre mis semejantes mi personal interpretación de la
verdad. No veo otra verdad sino la mía. Soy un aspirante, pero todos
los aspirantes deben interpretar la verdad como yo la veo; si no, no son
aspirantes. Ustedes deben creer en la reencarnación porque es la
verdad; ustedes deben creer en los Maestros de Sabiduría porque ellos
existen; ustedes deben creer esto, eso y lo otro.
Agudo,
sí. Pero solo un poquito de la verdad. Apenas tanto de verdad como tu
pobre pequeño cerebro puede asir, y no obstante tan tremenda revelación
para ti que tú piensas que todo eso es la verdad.
En
Sagitario, el primero de los grandes signos universales, nosotros vemos
la verdad en conjunto cuando usamos rectamente las flechas del
pensamiento. Diré, esto es para mí, mi formulación de la verdad,
porque eso me ayuda a vivir. Otros grupos usan otras terminologías sólo
mientras yo pueda asir el modo de ver la verdad de mis hermanos, será
posible para mí tener la visión.
Todas
las distintas verdades forman una Verdad; eso es lo que se comprende [e142]
en Sagitario, y tú no puedes pasar por la puerta que está al pie de la
montaña, hasta que no hayas visto dónde tu pedacito de verdad forma
parte del conjunto de mosaicos. Eso es todo.
El
Espíritu de Justicia
[i165]
Sagitario
ha sido llamado el signo del espíritu de justicia, originándose en las
contiendas de los ocho signos previos. Cuando yo esté verdaderamente
funcionando en Sagitario, habré aprendido a discriminar entre lo justo
y lo injusto. Sabré lo que es justo por mí misma, pero habré
aprendido también esta lección: que mi justicia puede ser la
injusticia para mi hermano, y la injusticia de mi hermano puede ser mi
justicia: que es imposible para mí decir lo que es justo para ti porque
todos estamos equipados diferentemente, tenemos diferente herencia,
tradición diferente y tendencia y antecedentes raciales diferentes.
Somos todos muy diversos, y practicando ese pensamiento, juntos
avanzamos a lo largo de diferentes rayos. Tenemos diferentes rayos del
ego y diferentes rayos de la personalidad, y mientras más sabe uno
acerca de estas cosas, menos puede hablar acerca de ellas.
Yo
se lo que es justo para mí, y me esforzaré en vivir según mi
justicia, mi idea de lo justo. Yo no se lo que es justo para ti, pero te
reconoceré el mérito de que actúas lo mejor que sabes. Si pudiéramos
asumir esa actitud uno hacia el otro, el espíritu de inofensividad, de
control del pensamiento y de sujeción del lenguaje, surgiría en el
mundo y escaparíamos de nuestros problemas mundanos. El mundo nunca será
enderezado combatiendo, sino por el pensamiento justo, y será un
proceso del alma. Alguien ha dicho que en Escorpio tenemos el convencimiento
del pecado; en Sagitario tenemos el convencimiento de lo justo.
Los
Tres Dones
En
algunos libros sobre astrología se establece que hay tres signos de
efusión benéfica en el zodíaco. Uno es Aries, desde el cual está
fluyendo sobre nosotros el don de la existencia. Cierta cita de una
escritura hindú nos dice que hay tres cosas que tenemos por la gracia
de Dios: el don de ser un ser humano, el ansia de la liberación y estar
bajo la guía de un perfecto sabio, en nuestro propio corazón.
El
don de la existencia en Aries es la maravilla de ser un ser humano. Si tú
puedes pensar de ti mismo como de un mineral, de tales [i166]
limitaciones llegarás a la maravilla del ser, porque eso
significa libertad desde el punto de vista mineral. Completa libertad.
[e143]
En
Leo, el don de la oportunidad. Yo soy un individuo. Usaré la vida para
mí mismo, si soy un pequeño Leo; o usaré la oportunidad de abrir las
puertas para otras gentes.
En
Sagitario, el don del poder. ¿Te sientes capaz de tener poder? La
definición de un ocultista es: un ser humano que trabaja en el mundo de
los poderes y las fuerzas. Yo no conozco a nadie a quien se pueda
confiar esgrimir sin peligro el poder. ¿Por qué? Porque Sagitario no
ha hecho su trabajo. Todavía no se ha aprendido la sujeción de la
palabra. El control del pensamiento no ha sido dominado, y el alma no es
suficientemente poderosa. Cuando nosotros amamos lo suficiente, podemos
tener poder. Cuando amamos lo suficiente y somos suficientemente
inofensivos, entonces, las puertas del cielo y del infierno estarán en
nuestras manos, pero no antes.
Empecemos
por amar, no sentimentalmente, sino empezando realmente a comprender a
los seres humanos, identificarnos con ellos y amarlos. Tú puedes saber
lo que es un ser humano, con todos sus defectos, y puedes amarlo; no
desde un punto de vista superior, diciendo "pobre cosa, algún día
estará donde yo estoy", sino desde el punto de vista de pensar
"yo he sido exactamente como ese", o "soy exactamente
como ese".
El
don de la existencia, el don de la oportunidad y el don del poder; los
tres grandes dones del zodíaco.
Las
Tres Constelaciones
Hay
tres constelaciones conectadas con este signo, las tres más hermosas.
Lyra,
el arpa de siete cuerdas. El aspirante aprende a tocar en el arpa y
hace música con su vida.
Ara,
el
altar, porque el aspirante lo coloca todo sobre el altar, no con el espíritu
de triste renunciación, asegurándose a sí mismo que es un perfecto
miserable, sino con un espíritu de "no hay nada más que [i167]
hacer. Me estoy desprendiendo de estas cosas para poder
servir más perfecta y completamente".
Draco,
la
serpiente. Nosotros encontramos a la hidra, la serpiente, en Géminis;
ahora encontramos a Draco, la serpiente de la sabiduría.
La
música en la vida de la armonía, los sacrificios en las reacciones y
los deseos de la personalidad, y la sabiduría.
Y
cerniéndose encima otras dos constelaciones: Aquila, el espíritu: y
Cygnus, el alma.
¿Ves
tú por qué estoy tan emocionada a causa de Sagitario, ¡Es un signo
tan hermoso y hay tanto que decir acerca de él! ¡He omitido tanto!
Los
Detalles de la Historia
[e144]
Leemos
que las ciénagas de Arcadía estaban llenas de aves devoradoras de
hombres, descriptas en libros antiguos como feroces cigüeñas, las aves
de Estinfale. Ascendían a tres; tres pájaros más grandes, pero había
muchos pequeños. Estaban devastando la región, pero no podrían ser
vistos; estaban ocultos en el matorral, en la maleza, haciendo daño,
pero no podían ser localizados.
Como
de costumbre, Hércules se precipita hacia la tierra de Arcadia y toma
la determinación de librar a la región de estas aves devoradoras de
hombres.
El
se había liberado de la ilusión y Atenea le había dado algunos címbalos
que él golpeó tan ruidosamente que los pájaros se elevaron del
pantano en el aire y trataron de escapar; entonces él montó en su
caballo alado y les disparó con sus flechas. Es una historia
maravillosa.
Los
pantanos son un símbolo de la mente con la añadidura de la emoción. Hércules
descubre que aunque él pueda ser un aspirante y pueda haber triunfado
en Escorpio, posee aún una naturaleza emocional, y encuentra que los pájaros
de Estinfale, especialmente tres de ellos, son de una clase de
devoradores de hombres y que él debe hacer algo acerca de eso.
Para
describir su reacción, el descubrimiento del vencedor es que él es una
fuerza devastadora, que con sus palabras y pensamientos está haciendo [i168]
daño. Recuerda esto, mientras más lejos transites a lo
largo del sendero del regreso, y mientras funciones más como una
entidad espiritual, más poderoso te volverás y más daño puedes
hacer. Tú eres potente, estás esgrimiendo el poder, eres probablemente
el centro de tu grupo. Si tú eres un aspirante, si eres un discípulo,
la actividad del pensamiento y el lenguaje son tu principal actividad. Tú
consideras tus pensamientos porque hay una fuerza detrás de tu
pensamiento, y cuando piensas erróneamente, el daño que haces es mucho
más poderoso que el daño que hace una persona menos evolucionada.
Nosotros
debemos lograr que los pájaros salgan de la ciénaga al aire puro donde
podemos verlos y vencerlos.
Los
pájaros que más daño hacían eran tres. En un libro están
enumerados; la murmuración cruel; la plática del yo, la conversación
egoísta; y arrojar margaritas a los cerdos. ¿Qué significa eso?
Se
ha dicho que la murmuración es "el asesinato espiritual". ¿Necesito
discutir la murmuración cruel, cómo las vidas han sido arruinadas por
ella? Hay una ley inquebrantable, si tú murmuras se murmurará de ti.
Conseguimos lo que damos. Si tú das servicio, conseguirás servicio; si
bondad, bondad; si [e145]
amor, amor. Si la humanidad te maltrata, indágate a ti mismo y descubre
en qué estás equivocado. Una escritura antigua dice, que toda
enemistad cesa para aquel que es inofensivo. Yo sé que cuando logre la
inofensividad en el pensamiento, palabra y obra, entonces no tendré
problemas. El hecho de que tengamos problemas presupone nuestra
ofensividad.
Hablando
acerca de uno mismo, estamos ocupados siempre con nuestros propios
problemas, nuestros propios asuntos. Arrojar margaritas a los cerdos:
hablar acerca de inquietudes ocultas para las cuales no están preparados
los oyentes. Si tú eres un discípulo sabrás a qué me refiero.
El
problema está claro: yo soy un sagitariano y tú también. Estamos
viviendo con el emblema de Sagitario frente a nosotros todo el tiempo.
Estamos tratando de traer armonía a nuestras vidas, tratando de dirigir
la vida al "altar", buscando hacer contacto con la serpiente de
la sabiduría. Empieza con el pensamiento y la palabra, y empieza hoy. |