Discipulado en la Nueva Era II - Enseñanza sobre la Iniciación X

      


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ENSEÑANZAS SOBRE LA INICIACION

DECIMA PARTE

 

     Durante años hemos hablado sobre la iniciación grupal y es, para ustedes, un problema aún no resuelto. La frase "iniciación grupal" es empleada únicamente por los Miembros de la Jerarquía cuando se refieren a las dos primeras iniciaciones -iniciaciones en el umbral, desde el ángulo de la Logia de Sirio. Después de los dos acontecimientos preparatorios, el iniciado -en la [e354] tercera iniciación y después de ella- llega a la etapa en que "recibe la iniciación" por propio derecho (según reza la frase), porque se puede confiar que no pedirá nada para el yo separado; su personalidad está templada y ajustada a las condiciones grupales; acrecentadamente se va manifestando como personalidad fusionada con el alma, y rápidamente el antakarana se va creando y empleando eficazmente. Expresándolo en otras palabras, a medida que aumente el número de las personalidades fusionadas con el alma y sus expresiones, y numéricamente aumenten en la Tierra los iniciados de tercer grado, ¿cuál será el resultado? Con intención espiritual y enfocada tendrán lugar tres grandes eventos, que ya han comenzado a producirse y quiero llamarles la atención sobre ello; esta intención consciente otorga poder en la vida de cada discípulo e iniciado. Éstos eventos son:

1. El Reino de Dios o de las almas, caracterizado por el poder y, en consecuencia, por el aura y la emanación radiante del amor, definidamente arraigado en la Tierra, que penetra [i407] cada vez más plena y exitosamente en los tres mundos del esfuerzo estrictamente humano. Siempre hubieron avanzadas de este reino entre los hombres; siempre existieron individuos en todas partes del mundo -en las religiones mundiales o en otros grupos constructivos- conscientemente vinculados con sus almas y en consecuencia con la Jerarquía. En todos los países existieron siempre aquellos que desarrollaron y expresaron la conciencia crística, que es comprensión amorosa y servicio viviente inteligente, sin tener en cuenta las palabras, o la terminología, que expresaron el grandioso acontecimiento espiritual del cual fueron conscientes. Pero -desde el punto de vista de la población del mundo- el cuarto reino de la naturaleza domina en todos los campos del pensamiento y de la actividad, pero no domina en el reino de Dios o de las Almas.

Como resultado de un despertar espiritual que data del año 1625 de nuestra era, en que el énfasis se ponía sobre una educación más amplia y general y se acentuaba la rebeldía contra la imposición de la autoridad clerical, en la actualidad se ha intensificado grandemente la irradiación desde el mundo de las almas, y el reino de Dios se está convirtiendo en parte corporativa del mundo externo manifestado, teniendo lugar por primera vez en la extensamente larga historia de la humanidad.

El efecto de esta irradiación o aura magnética, es ahora tan extenso, que no es necesario hablar ya en términos [e355] de introducir el reino, o su manifestación, en la Tierra, el cuál se está manifestando y su aura mezclando con las auras mental, astral y etérica del género humano. Sólo es necesario reconocerlo, pero (y éste es un factor digno de observación) el reconocimiento está siendo detenido hasta que el reino de las almas pueda ser protegido de las estrechas pretensiones de cualquier iglesia, religión u organización; muchos asegurarán (como lo hicieron siempre) que sólo podrá entrarse en el reino de Dios por intermedio de su propio grupo separatista. El reino de Dios no es cristiano ni budista, ni está enfocado en ninguna religión mundial u organización esotérica. Es lo que pretende ser simple y llanamente, un vasto e integrado grupo de personas fusionadas con el alma, que irradian [i408] amor e intención espiritual, motivadas por la buena voluntad y arraigadas en el reino humano, como el reino de los hombres lo está en el reino animal, por ser un derivado del mismo.

2. El antakarana lo van construyendo las personalidades fusionadas con el alma, o lo construyen inconscientemente quienes luchan por alcanzar la orientación y estatura espirituales y se está convirtiendo rápidamente en un fuerte cable, compuesto de numerosos hilos de luz viviente, de hilos de conciencia y de vida, que están mezclados y fusionados de manera que nadie podrá realmente decir: "mi hilo, mi puente o mi antakarana", como a menudo se dice ignorantemente. Todas las personalidades fusionadas con el alma están creando el antakarana humano que unirá, en una indisoluble unidad, los tres aspectos o energías de la Tríada espiritual y los tres aspectos de la personalidad fusionada con el alma en los tres mundos. En épocas futuras ya no se utilizarán las palabras "la vida en los tres mundos"; los hombres hablarán en términos de la "vida en los cinco mundos del reino de Dios manifestado". Si pueden, piensen desde hoy en esos términos y comiencen a captar algo de la significación de la verdad que contienen. "El Puente de los Suspiros", hermosa simbología oriental que vincula el mundo animal con el humano y conduce a los hombres al valle de lágrimas, de dolor, de disciplina y de soledad, está siendo rápidamente reemplazado por el radiante Puente o Arco Iris, construido por los hijos de los hombres que buscan la luz pura, "atraviesan el puente hacia la serena Luz que los espera y les permite traer la radiante luz al mundo de los hombres, a fin de revelar el [e356] nuevo reino del alma, donde las almas desaparecen y sólo se ve al alma''.

3. Luego tiene lugar ese estupendo acontecimiento para el cual se preparan las personas fusionadas con el alma -la exteriorización de la Jerarquía, y la reaparición del Maestro de esa Jerarquía, conjuntamente con el Personal que la compone; este grupo de almas liberadas y activas aparecerá en la tierra como parte de la manifestación fenoménica del plano externo. Esto lo he tratado en otra parte* y no me explayaré sobre ello. Ya existen las avanzadas de ese [i409] reino y también la vanguardia de discípulos e iniciados.

     El trabajo o la actividad irradiatoria de la Jerarquía es hoy más poderoso que en ningún otro momento de la historia humana. Los Maestros y Sus discípulos (guiados por el Instructor del Mundo de ese período) se hallaban físicamente presentes en la tierra durante los primitivos días atlantes, y la radiación que emanaba de Ellos era protectora, defensora y nutridora. Luego la Jerarquía se retiró, expresándose subjetivamente, y la humanidad -de acuerdo a la Ley de Evolución- quedó librada a su propio albedrío para conocer el Camino y hollar el sendero de retorno, mediante el experimento y la experiencia indi-viduales. Los Maestros (durante este largo intervalo) no establecieron contacto en amplia escala o grupalmente con la humanidad; no obstante, la mayoría de Sus discípulos avanzados surgieron en distintos intervalos y cuando se los necesitaba. El Instructor del Mundo apareció a fin de emitir la clave o nota para cada nueva civilización y expresar los resultados de la civilización que desaparecía. Por lo tanto, los hombres tuvieron que hallar su camino hacia la Jerarquía por sí solos; la Jerarquía ha esperado en silencio que el número de "almas iluminadas" fuera tan grande y su llamado invocador y radiación magnética alcanzaran tal poder, que no pudiera ser desoído ni ignorado; el equilibrio alcanzado entre el reino de Dios en la Tierra y el reino de Dios en el Cielo (empleando una fraseología cristiana) fue tal, que los "Portales del Retorno" pudieron abrirse y se estableció el libre intercambio entre los reinos cuarto y quinto de la naturaleza. Los portales (sigo hablando en forma simbólica) se están abriendo, y pronto lo estarán de par en par para que el "Hijo del Hombre, el perfecto Hijo de Dios", regrese al lugar [e357] -nuestra Tierra -donde Él demostró anteriormente amor y servicio perfectos. Pero -como bien saben- esta vez no vendrá solo, sino que traerá Consigo a los guías de determinados Ashramas, así como a un grupo entrenado de iniciados y discípulos.

     Estos eventos tienen lugar hoy ante los ojos de los hombres, aunque mucho de lo que está sucediendo permanece totalmente [i410] desconocido en vastas zonas del mundo del pensamiento y por muchos millones de hombres. Sin embargo, hermanos míos, hay bastantes iniciados y discípulos trabajando actualmente en el plano físico para asegurar un reconocimiento tan amplio que garantice el firme y consistente despertar de la expectativa humana. Reflexionen sobre esto y aprendan a reconocer en todas partes los signos de la anticipación humana y los indicios destacados del acercamiento de la Jerarquía.

     Estos tres acontecimientos les indicarán también, en lo que concierne a las masas humanas y a las dos primeras iniciaciones, que la iniciación grupal es necesaria y lo será acrecentadamente. Debe recordarse que si estas dos primeras iniciaciones deben ser administradas en el plano físico por el Cristo en Su función de Iniciador, el factor tiempo debe estar lógicamente implicado y, en consecuencia, no será posible que los discípulos reciban la iniciación uno por uno. La fórmula iniciática se aplicará en forma grupal y -como bien saben- fueron necesarios cambios drásticos en la presentación del entrenamiento a darse a los aspirantes y discípulos. Las personas de todas parte ingresan en todo tipo de grupos y trabajan firmemente en forma grupal; los grupos pueden ser considerados como clases preparatorias para la fusión y el trabajo grupales. Entre los que se hallan en estos numerosos grupos -que actúan en todos los países- hay quienes forman parte de los grupos subjetivos que la Jerarquía está formando en todas partes; pertenecen a todos los rayos y planos y están regidos por numerosos y variados aspectos astrológicos. Ustedes, afiliados, objetiva y subjetivamente, constituyen un grupo así; estos grupos son más comunes de lo que creen. Los Maestros trabajan en forma análoga, en lo que a los grupos en preparación para la iniciación concierne.

     No es fácil inducir a aspirantes y discípulos a actuar en tal formación grupal preparatoria y hacer de ella el principal interés en sus vidas, porque al mismo tiempo deben cumplir lo más perfectamente posible con sus responsabilidades familiares y sociales y sus obligaciones comerciales. A ninguno de ustedes se les hubiera ofrecido esta oportunidad si no fueran capaces de llevar esta vida dual. Les pediría que estudien cuidadosamente [e358] los antecedentes [i411] de esta actual empresa jerárquica (casi digo, aventura) y que cumplan su parte en el trabajo preparatorio requerido. Este trabajo se divide en dos partes:

1. Su propia preparación para la iniciación, como personalidad fusionada con el alma, que implicará las disciplinas de la vida de la personalidad.

2. La preparación para la Reaparición de Cristo; esto implicará su vida de servicio a la humanidad y a la Jerarquía. Con estas ideas sobre la iniciación grupal dejaré este tópico y me ocuparé de los temas subsidiarios de nuestro estudio.

Las Insinuaciones

     Quedan dos insinuaciones que considerar y ambas parecen ser muy simples al leerlas por primera vez; sin embargo, debe tenerse en cuenta que se hacen desde el "Aula de la Iniciación" y, por lo tanto, gran parte de su contenido no se evidencia inmediatamente. Las insinuaciones que hace un Maestro nunca tienen una significación evidente; cualquier aparente sencillez vela una verdad profundamente oculta y es por esta razón que el discípulo debe investigar. En forma curiosa esto forma parte del contenido de la sexta insinuación, dada anteriormente, que dice:

     Insinuación sexta: El discípulo moderno debe reconocer la insinuación relacionada con su etapa de conciencia... Mi esfuerzo consiste en indicarles la relación entre iniciación y revelación.

     En el pasado, el Maestro le hacía al discípulo sucintas insinuaciones que juzgaba apropiadas para la necesidad inmediata. La necesidad del discípulo se determinaba de acuerdo a su fusión con el alma y la necesidad mundial de esa época, lo cual demandaba imperativamente el servicio que debía prestar el discípulo. La insinuación hecha estaba por lo general muy lejos de todo contexto; el discípulo debía también reconocerla por lo que era y luego descubrir su significado y encontrar la significación de sus indicaciones. Debido a la etapa alcanzada en la evolución [i412] de la humanidad, la insinuación era práctica e invariablemente de naturaleza mental, estimulaba la inteligencia e intensificaba la fuerza de la mente, el faro mental o el alma. Hoy estas insinuaciones las hacen constantemente los discípulos avanzados a los aspirantes en el sendero de probación. Sirven para aclarar el pensamiento, disipar el espejismo y los velos ilusorios, revelar la forma en que la personalidad encara mentalmente el problema del contacto con el alma, siendo parte integrante del proceso que permite al [e359] aspirante establecer una armonía que unirá el alma y la personalidad y conducirá a la fusión del alma con su instrumento.

     Pero debido a que la raza ha desarrollado el principio o aspecto inteligencia, y ha alcanzado su actual etapa relativamente elevada de comprensión y percepción mentales, el antiguo proceso resultó ser demasiado simple y elemental; el discípulo moderno de entonces no se beneficiaba por el solo enunciado mental que el Maestro le presentaba; tampoco constituía un real desafío y se convertía en algo que debía discriminarse como actividad interna y no como factor que exigía la necesaria iluminación superior. Antiguamente se creía que comprender y seguir una insinuación permitía al aspirante acercarse al ashrama de un Maestro para ser aceptado en él; desarrollaba el mecanismo mental, proporcionando un mejor instrumento para establecer contacto con el alma y, posteriormente, prestar servicio. Sin embargo, el énfasis se ponía principalmente en ese contacto y la insinuación, por lo general, de naturaleza estrictamente personal, concernía a las inhibiciones, interpretaciones y negaciones erróneas que interfieren el verdadero contacto con el alma y presentan una barrera que impide el progreso hacia un ashrama.

     La Jerarquía enfrentó el hecho de miles de aspirantes que venían a la encarnación y habían realizado ya el primordial trabajo mental, estableciendo satisfactoriamente una medida sustancial de contacto con el alma; el antiguo método, por consiguiente, comenzaba a ser inútil. Todo el proceso era demasiado fácil y no constituía una prueba para la intuición que poseía el discípulo. Cuando se captó esto, el tema fue transferido dentro de los círculos jerárquicos, desde el plano mental al búdico o razón pura. Esto condujo a descartar la insinuación como medio para el desenvolvimiento mental y a desarrollar un nuevo proceso por el cual la insinuación presentada [i413] invocaba la intuición. Como consecuencia se elevó la cualidad de los requisitos. Las mentes de los hombres enfrentaron este nuevo desafío, y se reconoció que la conciencia de quienes permanecían en la periferia de la Jerarquía y, por lo tanto, estaban destinados a recibir entrenamiento ashrámico, era básicamente mental, con una creciente sensibilidad hacia la comprensión intuitiva. Se comprendió en los Ashramas jerárquicos que la luz del alma, hablando en general, comenzaba a inundar el aura del cuarto reino de la naturaleza y muchos miles de aspirantes respondían a la luz de la Tríada espiritual. Los maestros apartaron entonces Su atención de los aspirantes en el sendero de probación y dejaron que fueran entrenados por discípulos de otro ashrama, dedicando Su atención principalmente a quienes se hallaban en el plano mental y podían ser atraídos [e360] por la expresión y la energía triádicas, y a los cuales no les interesaba mayormente establecer contacto con el alma.

     El problema que enfrentaba la Jerarquía era interesante. Este nuevo tipo de aspirante respondía a tres tipos de luz:

1. La luz de la sustancia, o a la luz de la personalidad.

2. La luz del alma, sintonizada con la luz del amor, que predomina en la Jerarquía.

3. La luz de la Tríada, un aspecto de la Voluntad espiritual que afluye de Shamballa.

     En consecuencia, lo primero que debe enseñarse al aspirante es, saber más allá de toda controversia interna, el lugar que ocupa en esa parte del Sendero de Evolución, que se extiende desde el plano mental al búdico, lo cual significa que está en el Camino de la Evolución Superior. Empleo aquí las palabras en forma simbólica. El aspirante debe saber cuál de las luces (a la que responde) debe emplear para progresar. ¿La luz de la personalidad deberá enfocarse en el punto de contacto con el alma, para que la mente inferior se convierta en faro de revelación?, o ¿ha llegado a la etapa en que la luz del alma, que es la energía [i414] pura del amor, puede ser dirigida sobre la vida y las circunstancias en los tres mundos, permitiéndole al discípulo convertirse en una personalidad fusionada con el alma y entrar en el Ashrama que le corresponde?, o ¿ha llegado a una etapa aún más elevada y la luz de la Tríada espiritual puede comenzar a ser dirigida sobre la personalidad fusionada con el alma por intermedio del antakarana?

     El aspirante moderno tiene que enfrentar estos problemas y, por lo tanto, descubrir la insinuación relacionada con su etapa más elevada de conciencia. Aquí las pediría recordar que la etapa de conciencia no es necesariamente idéntica a la etapa de evolución. Se puede llegar inconscientemente a una etapa elevada de evolución y el discípulo, con frecuencia, no se da cuenta de lo que realmente ES. Debe saber conscientemente y con exactitud cuál es su etapa de realización, antes de conocer realmente el próximo paso que debe dar también conscientemente. En esta etapa se le presenta un vasto conjunto o estructura de la verdad; la apreciación mental de estas etapas y principios puede ser muy real, pero puede haber mucha confusión cuando la mente concreta predomina indebidamente -como frecuentemente lo hace; la mente abstracta está análogamente activa y aparecen tenues indicios de la actividad de la intuición y de los métodos superiores del conocimiento y de la comprensión. Entonces el discípulo pasa por la etapa en que se apropia de todo lo que se le presenta; trata de [e361] aplicar todo lo que sabe y hasta lo que presiente, en su esfuerzo por avanzar y ser más útil y atravesar el portal de la iniciación.

     En esta etapa se le imparte al discípulo moderno un nuevo entrenamiento, en esta nueva era de actividad jerárquica. Por ser lógicamente un discípulo de tipo mental, desarrolla rápidamente un correcto sentido de proporción, viéndose por consiguiente impelido por la actividad ashrámica y el aura del Ashrama, donde se le permite trabajar y descubrir por sí mismo esa insinuación o información velada que le aclarará el camino. Comienza a comprender que la mente inferior, con su multiplicidad de diferenciaciones y clasificaciones, análisis y complicado acercamiento a la verdad, es sólo una base sobre la cual puede apoyarse firmemente, y comprende que está frente a una gran simplicidad; [i415] se da cuenta también que debe descubrir por sí mismo la insinuación (oculta y revelada por su propio equipo de rayo) que le permitirá sustituir las numerosas complejidades de la mente inferior por la razón pura. Debe bregar con el problema de esta simplicidad, su penetrante poder y la rápida captación de la verdad básica subyacente en las numerosas verdades; aprende finalmente a sustituir el lento y laborioso trabajo de la mente, con sus características desviaciones, ilusiones, errores, dogmatismos, pensamientos y conocimientos separatistas, por la rápida e infalible intuición. Descubre -como paso preliminar- la naturaleza de sus rayos; comienza a discriminar entre inteligencia, amor y lo que teóricamente cree puede ser la voluntad, pero sabe que aún no ha adquirido la experiencia real sobre este elevado aspecto divino. Su inteligencia en desarrollo es el resultado y la recompensa de la experiencia; su comprensión del amor, el segundo aspecto divino, se halla también en la etapa experimental y su conocimiento no es fidedigno; la expresión fusionada de la inteligencia y el amor (de la personalidad y el alma, para ser específicos) sólo será posible cuando comience a actuar en alguna medida el aspecto voluntad.

     Por consiguiente, el discípulo debe buscar una verdad que constituya para él una necesidad inmediata. El Maestro no le dirá cuál es; él mismo deberá ahora formular su propia insinuación, fundada en el conocimiento adquirido y la visión reconocida; entonces deberá actuar basándose en la insinuación, calculando la exactitud de sus formulaciones por la cantidad de luz y percepción intuitiva y la revelación que cree que contiene en su mente. Dichos factores se expresarán si la formulación de la "insinuación de la verdad" está de acuerdo con el siguiente paso delineado. Por eso deben tenerse presentes ciertos factores para que el discípulo esté seguro del terreno que pisa y de si es correcta y por lo tanto vital para él la insinuación que lo obligó a surgir de la maraña de [e362] los conocimientos heterogéneos y no asimilados. Estos factores son:

1. La insinuación que trata de dilucidar, constituirá para él:

a. Un resumen, o una forma mental arraigada, de la sabiduría que haya adquirido, no digo un resumen [i416] del conocimiento, hermano mío, porque la sabiduría y el conocimiento son dos cosas muy distintas

b. Estará caracterizada especialmente por su cualidad de rayo y, por lo tanto, de acuerdo al normal desarrollo de su rayo. Por ejemplo, una insinuación hecha por un aspirante de tercer rayo y viceversa.

2. La insinuación tenderá siempre a simplificar el conoci-miento, el móvil y, por consiguiente, la actividad:

a. Se caracterizará por la síntesis.

b. Sabrá que exige el ejercicio de la intuición o de la razón pura; Patanjali lo describe como "conocimiento directo" sin complicaciones, siendo al mismo tiempo profundamente incluyente.

c. Será más fácilmente interpretado mediante símbolos que por palabras o frases formuladas.

3. La insinuación le traerá inevitablemente la revelación o la luz, que le revelará el siguiente paso que debe dar, sin lugar a duda ni confusión. Las insinuaciones indican progreso y realización y son de diversas categorías, es decir:

a. Algunas insinuaciones preliminares conciernen a la pre-paración para establecer relaciones ashrámicas.

b. Otras se relacionan con el servicio que presta el discípulo consagrado, impelido por el alma, debiendo la personalidad asegurarse y reconocer que implica responsabilidad.

c. También otras se refieren a ]a construcción del antakarana que vinculará la Tríada espiritual con la personalidad fusionada con el alma. A manera de ilustración diré que cierta vez un Maestro hizo una insinuación de esa naturaleza a uno de Sus discípulos, diciéndole: "Sepa que todos los Ashramas están en el Antakarana". El discípulo tardó dos años para llegar al significado oculto de este enunciado. Lo harían ustedes en menos tiempo?

d. Ciertas insinuaciones formuladas conciernen a determinado proceso iniciático que enfrenta el discípulo. [i417] Por esa razón observé anteriormente que mi único esfuerzo [e363] en este momento, en lo que a ustedes concierne como grupo, consiste en indicarles la relación entre Iniciación y Revelación. No es posible la iniciación sin una previa revelación, no obstante, cada iniciación conduce a la consiguiente revelación. El objetivo de toda iniciación es conferir una revelación, sin embargo, no se recibe la iniciación si no ha tenido primeramente una revelación autoengendrada y no conferida.

     Haré algunas "insinuaciones" esotéricas que podrán darles una idea de la naturaleza de los conceptos que ustedes -como personalidades fusionadas con el alma- deben aprender a formular. Comenzaremos con la insinuación ya mencionada, hecha por el Maestro:

1. Todos los Ashramas están en el Antakarana.

2. En esa luz veremos la luz.

3. El Camino de la Evolución Superior va siempre precedido por la destrucción de los demás caminos.

4. La Voluntad de Dios destruye las voluntades de los hombres, pero ambas son necesarias para completar el todo.

5. La radiación y el magnetismo, la invocación y la evocación, son cuatro aspectos de un todo dual y el Servidor debe desarrollarlos.

6. Los siete, los cuarenta y nueve y el uno, son sólo UNO, y el iniciado debe saberlo por sí mismo y despojarse de todos, salvo uno.

7. La lealtad debe ceder el lugar a la identificación, y la luz fusionarse siempre con la oscuridad.

     Éstas son siete insinuaciones que pueden utilizar si lo desean. Están al alcance de su capacidad y contribuirían mucho al desarrollo de ustedes. Resultará de valor aplicar lo que he explicado aquí sobre la sexta insinuación, a fin de comprender las demás y observar el progreso que hacen para obtener la revelación necesaria.

     Consideremos ahora la séptima insinuación que reza así: [i418]

     Insinuación séptima: Uno de los signos de que están preparados para la iniciación es la capacidad de ver el amplio e incluyente Todo y saber qué ley se trasciende cuando la parte se convierte en el Todo.

     Esta frase y sus implicancias es algo más que una insinuación, aunque contiene otras dos profundamente significativas. Es un enunciado de importancia individual, grupal, planetaria y cósmica, y de todas las insinuaciones hechas en mis libros, [e364] particularmente en estas instrucciones, es la única aplicable a cada iniciación aislada. Puede indicarle al iniciado -cualquiera sea la iniciación que le corresponde (desde la inferior a la superior)- que ya está preparado para la expansión de conciencia involucrada en cada iniciación; entonces enfrentará la naturaleza de la visión que deberá ampliar y el reflejo superior de la Ley, o Leyes, que la iniciación le permite captar y así abandonar las leyes que hasta ahora rigieron su conducta y condicionaron la experiencia obtenida en la vida. Forzosamente, seguirá obedeciendo esas leyes, como miembro del reino humano, pero no condicionarán su conciencia, sino que rápidamente se someterá a una Ley superior y más pro-fundamente espiritual.

     Sería de utilidad considerar algunos de los significados más evidentes de esta séptima insinuación. Sin embargo, su significación se revelará como resultado de la iniciación; por lo tanto, observarán que el detenido estudio y la comprensión vital de la sexta insinuación deben preceder normalmente a toda verdadera comprensión de la séptima, siendo innecesario decir que tiene nueve interpretaciones esotéricas, que corresponden a las nueve iniciaciones. Si esta frase es expresada, entonada y orquestada en forma individual, puede llevar también información e iluminación al Logos planetario, cuando es pronunciada durante cualquier iniciación cósmica que esté recibiendo el Logos planetario, y ahora está recibiendo una.

     Esta insinuación se está introduciendo en la conciencia de toda la humanidad, porque la Personalidad [i419] perfecta de Sanat Kumara enfocada actualmente en Su centro laríngeo creador, la Humanidad -reverbera debido al efecto orquestal de la fórmula que abarca esta insinuación desde el ángulo cósmico. Nada más diré sobre esto, porque no lo comprenderían. Tampoco yo comprendo mucho, hermano mío, porque sólo soy un iniciado de quinto grado. La razón detrás de ello es que el Logos planetario, en este ciclo mundial particular, está pasando por una iniciación que trasladará su enfoque del centro jerárquico al centro de energía denominado la Jerarquía; desde ese punto de enfoque alcanzado se someterá a la iniciación cósmica, para la cual Su trabajo planetario -creador y magnético- lo ha preparado. A medida que Él progresa en Su propia naturaleza esencial, cada fase de Su cuerpo de manifestación y de Su personalidad expresiva están involucradas, y pone el énfasis en las energías condicionantes que actúan por medio de los dos centros preeminentemente activos en este momento, es decir, el centro que llamamos la raza de los hombres, la Humanidad, donde la energía de la inteligencia está enfocada y agudamente activa, y el centro donde se expresa el amor de Dios, [e365] la Jerarquía. En ambos centros se lleva a cabo una gran actividad y una vital expansión o exteriorización.

     Recuerde, hermano mío, que la iniciación siempre significa actividad, comprensión inteligente, actitud enfocada, movimiento deliberado, nuevas armonizaciones condicionantes y la obtención de un nuevo y más amplio círculo infranqueable en la conciencia.

     Enumeraré las inferencias principales y muy evidentes, contenidas en esta séptima insinuación, recordándoles que cada frase separada, enunciado o concepto, es sólo la base o el cimiento para una nueva y mayor comprensión. Cada inferencia captada es como un pensamiento simiente en una meditación ordenada, concentrada y exitosa. Es conveniente recordar que el iniciado, previamente y durante cualquier iniciación, alcanzó una actitud mental de máxima concentración; sobre este punto de tensión muy poco saben todavía, no obstante, emplean superficialmente las palabras Meditación y Concentración. Temporariamente y a fin de seguir adelante y al mismo tiempo dejar todo atrás, el iniciado se convierte en un "punto estático de contemplación concentrada". Entonces, permanece ante el [i420] Iniciador, preocupándose interna e intensamente por el mundo de significaciones. Sólo avanza nuevamente si abandona la actitud estática después que se le ha aplicado el Cetro de la Iniciación. Su capacidad de contemplar las significaciones reside en su entrenada capacidad para moverse fácilmente en el mundo del significado (tarea principal que enfrentan todos ustedes en esta época). El objetivo de las primeras dos iniciaciones es permitir al iniciado vivir en el mundo del significado; el objetivo de las siguientes cuatro iniciaciones -hasta e inclusive la Sexta Iniciación de la Decisión- es permitirle vivir en el mundo de las significaciones. Esto debe tenerse cuidadosamente en cuenta cuando se reflexiona sobre la condición estática temporaria del iniciado y ha entrado en el aula de la iniciación.

     He aquí los puntos que deben ser conscientemente observados en la insinuación que estamos considerando; cada uno vela un significado más profundo e imparte una significación vital y esotérica. Permítanme citar nuevamente en forma completa esta insinuación:

     "Uno de los signos de que están preparados para la iniciación es la capacidad de ver el amplio e incluyente Todo y saber qué ley se trasciende cuando la parte se convierte en el Todo".

     He precedido esta afirmación con las palabras: "la unidad, el individuo y la parte son siempre considerados en relación con un expansivo e incluyente todo". Consideremos este enunciado detalladamente: [e366]

1. Los signos de que se está preparado para recibir la iniciación: ¿Cuáles son, hermano mío? ¿Qué signos busca el Maestro antes de que Él presente Su discípulo al Iniciador? ¿Están presentes estos signos en los tres cuerpos de los tres mundos? ¿O se hallan únicamente en el cuerpo que será principalmente afectado por la iniciación que se está recibiendo? La iniciación afecta tanto a la conciencia como a la forma -cada una en forma distinta; la diferencia se produce por el efecto de la vida espiritual y la voluntad divina que afluye sobre dos tipos distintos de sustancia. Recuerden que en este sistema solar todo lo que [i421] sabemos -hasta del aspecto más elevado- es sustancial, porque nuestros siete planos (si puedo reiterar este hecho básico) constituyen los siete subplanos del plano físico cósmico -un hecho a menudo olvidado en el superficial empleo de la palabra "espiritual". ¿Puede además el iniciado reconocer y registrar los signos de su aptitud? Estas preguntas deben respondérselas antes de pasar a un significado y significación más profundos.

2. La capacidad de ver el Todo en expansión. Esto conduce lógicamente a inferir que desde un punto limitado el iniciado se hace consciente de muchas cosas que no sabía que existían, captando esto hasta otro punto limitado. Tenemos, por lo tanto:

a. El reconocimiento de lo obtenido en el pasado, que conduce a un punto de momentánea y estática expectativa.

b. El reconocimiento de la capacidad desconocida hasta ese momento, para ver lo que hasta entonces no podía registrarse conscientemente.

c. El reconocimiento de un movimiento expansivo, que acrecienta la amplitud de visión del iniciado e indica una nueva zona de conquista futura (desde el aspecto del control consciente) y de servicio. Este reconocimiento pondrá fin a la expectativa pasiva e inaugurará un nuevo ciclo de profunda actividad jerárquica.

d. El reconocimiento del límite hasta donde se permite expandir la conciencia, con el reconocimiento simultáneo de que la ampliada periferia de la conciencia y de la actividad, de la cual el iniciado se hizo repentinamente consciente, indica la línea fronteriza de una expansión aún mayor. Logrando esto, posteriormente permite al iniciado captar la verdadera significación de las palabras "el Todo". Una zona tras otra del Cuerpo de Aquel [e367] "en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser", se le revela constantemente al iniciado que progresa hasta que un día (citando las palabras de Cristo) "conocerá, así como se lo conoce a él". Entonces se le concederá una visión -por oscura y distante que sea- de lo que significa la expansión para el Logos planetario de esos campos de actividad divina que están fuera de nuestro círculo infranqueable planetario. Todo el pasado ha preparado al iniciado para que comprenda [i422] y actúe libremente en esas zonas y, al desarrollar los tres aspectos divinos de inteligencia, amor y voluntad, el discípulo o iniciado crea el instrumento y desarrolla las facultades que le permitirán ir hacia esferas solares o cósmicas de acción, por intermedio de uno de los siete Senderos, de los que ya me ocupé, hasta donde es posible ahora, en Tratado sobre los Siete Rayos, Tomo V.

e. Capacidad para ver el... Todo incluyente. Éste es el aspecto práctico de la realidad ya mencionada. El iniciado incluye conscientemente en su pensamiento a esta nueva zona de la Vida divina, en la que puede introducirlo cualquier iniciación particular. No es suficiente que vea, reconozca y registre la visión y sea consciente de la expansión. Capta el hecho de que se abre un campo más amplio de servicio en constante expansión; posee el equipo, o por lo menos la capacidad latente, para desempeñarse en él, y comienza a establecer esas condiciones que harán adecuadamente incluyente y competente su aura magnética, dentro del nuevo campo de revelación.

3. La observación de la Ley que se trasciende. Esto puede ilustrarse en forma sencilla con los términos de la enseñanza impartida en Tratado sobre Fuego Cósmico. Como ser humano, el discípulo fue regido y condicionado por la cósmica Ley de Economía, conjuntamente con sus variadas leyes subsidiarias activas y condicionantes en los tres mundos de la evolución humana. Ésta es la ley básica de la naturaleza y del hombre en su evolución natural. Después de la primera iniciación lo rige la Ley de Atracción, que conduce y dirige a la energía del amor y -aunque la Ley de Economía- mantiene el habitual control del proceso común de los vehículos de la forma, empleados de acuerdo a la Ley de Atracción, ley que actúa en la conciencia del hombre y también en las formas que están al servicio de la Jerarquía. [e368] Esta Ley de Atracción es una importante ley del alma.

Más adelante, después de la cuarta iniciación, la Ley de Síntesis rige acrecentadamente [i423] al discípulo, por ser la principal Ley del Espíritu en el Universo. Entonces su capacidad de incluir se desarrolla rápidamente y su sentido de percepción puede (después de la sexta Iniciación de la Decisión) comenzar a extenderse en forma extra planetaria. En lo que a su comprensión concierne, el significado de todo esto quizás sea teórico, debiendo buscar cuidadosamente su significación, lo cual de ninguna manera será fácil. No obstante les llegará la revelación si estudian lo que se dice sobre estas tres leyes principales en Tratado sobre Fuego Cósmico.

4. La parte se convierte en el Todo. Esta frase señala una culminación, y toda culminación iniciática es de importancia insólita y hasta anonadante. No me extenderé sobre estas palabras. Son tan familiares que lógicamente no tienen sentido para el estudiante esotérico común. Decimos palabras en forma superficial, y expresan un objetivo indefinido. No obstante velan y significan la experiencia más grande de que es capaz la conciencia humana y acrecienta su magnificencia en cada iniciación sucesiva. En resumen, se infiere de ello que debemos participar, ser conscientes y colaborar con los pensamientos y planes del Logos planetario. Reflexionen sobre la importancia de estas palabras y lo que significan en relación con el ser humano.

     Por consiguiente, en esta breve exégesis, verán que cada una de las insinuaciones contiene mucho más de lo que se imaginan o anticipan; cada una oculta en su corazón y en el mismo centro de su significado, el germen de una comprensión en expansión. Mantengan esto siempre presente en sus mentes cuando tratan de aprender la significación de una insinuación esotérica y empiecen a extraer las correctas inferencias de la simbología que vela.

Puntos de Revelación.

     De las instrucciones que anteceden habrán observado que estos puntos de revelación son de naturaleza esencialmente planetaria, aunque a primera vista y consideración tengan un [i424] significado individual. Estos puntos de revelación conciernen a la Jerarquía y su inteligente apreciación del segundo aspecto, el del amor, personifican los conocimientos fundamentales que el grupo unido de Maestros de Sabiduría introducen definida y conscientemente dentro del radio de Su percepción. Cuando llevan a cabo este aspecto [e369] de Su gran trabajo, coincide frecuentemente con el proceso iniciático que se aplica a iniciados y discípulos; entonces se convierten -si pueden obtener la necesaria comprensión- en participantes de esta gran actividad jerárquica. Observarán también que cada uno de estos puntos de revelación pueden ser expresados de tal manera que impartan al estudiante un conocimiento de la ley básica y fundamental.

     Por lo tanto, en estos cinco puntos de revelación, tenemos la expresión de las cinco leyes jerárquicas; es interesante comprender que nada más que el primer punto de la revelación fue formulado en una ley que será comprendida por la humanidad común; esta ley dice: "la energía sigue al pensamiento" y "el ojo dirige la energía". El género humano ha llegado a la etapa donde es posible la comprensión del primer punto de revelación, y ello debido a dos factores:

1. La formulación de esta ley relacionada con la energía coincidió con un moderno descubrimiento científico, porque hoy se reconoce que todo lo que existe es esencialmente energía de un tipo u otro.

2. El enorme número de aspirantes que recibieron o estaban en proceso de recibir la primera iniciación.

     Además, si se detienen a pensar, pueden ver los procesos de invocación y evocación en acción.

     El segundo, el tercero y el cuarto puntos de revelación están todavía detenidos (hablando simbólicamente) en las aulas de la Iniciación y serán expresados en el plano físico -como ley comprensible- y sujetos a una elucidación futura. El segundo punto podrá muy pronto ser expresado en los tres mundos, porque los hombres están llegando lentamente a comprender la naturaleza de la voluntad y el correcto lugar [i425] y la debida realidad del sacrificio en el divino esquema de la revelación.

     El quinto punto de la revelación está expresado de la manera siguiente:

     "Cuando la luz de los siete rayos se fusiona con la del séptimo rayo, entonces se podrá conocer la luz suprema".

     Las implicaciones derivadas de este quinto punto sorprenden al primer golpe de vista y exigen un reconocimiento inmediato de dos factores, tiempo y espacio. Las significaciones implícitas en este punto pueden ser más claras si parafraseo el enunciado, dándoles así un sentido de la significación que les traerá comprensión. Cuando la energía de la luz de todos los rayos se expresa por intermedio del séptimo rayo, entonces el aspecto más elevado de la luz divina puede penetrar en el plano físico. Evidentemente [e370] será muy difícil que capten este enunciado, por ser además la afirmación de una verdad fundamental

     En una instrucción anterior señalé que estaban involucradas tres ideas para comprender la significación de estos puntos de revelación que, una vez captadas, aparecen en toda su belleza, claridad y simplicidad. El Procedimiento requerido para la manifestación de la "luz suprema" tiene lugar cuando se alcanza un nivel transitorio de síntesis y las siete energías se fusionan en una gran Luz energética. Estas siete energías de conjunto han creado siempre la "luz suprema" en los niveles más elevados de la expresión divina, pero esa luz reveladora encuentra Ubicación sólo cuando el séptimo rayo de Orden Ceremonial está activo y en proceso de manifestarse en los tres mundos y necesariamente en el séptimo plano, el plano físico. Tal manifestación tiene lugar inevitablemente en los momentos de crisis planetaria, cuando el séptimo rayo está activo y el Sol se encuentra en Acuario. Esta combinación de relaciones se va estableciendo ahora porque el séptimo rayo se está manifestando rápidamente, y el Sol está en Acuario, comenzando ahora la era acuariana. El Objetivo de esta combinación (que ha tenido lugar seis veces durante [i426] el período de la quinta raza raíz) es traer iluminación y establecer orden en la Tierra. La divulgación de la Nueva Invocación fue el primer indicio de la po-sibilidad de la efectividad de estas proposiciones divinas; su poder fue tan grande que hubo que esperar las correctas condiciones antes de su posible enunciación. Ese fue el primer paso en la proyectada precipitación de la "luz suprema"; el segundo será la reaparición del Excelso Señor, que actuará como lente por el cual podrá enfocarse la luz y adaptarla a la necesidad humana. Se están creando rápidamente las condiciones que posibilitarán este gran acontecimiento de distribución de luz. El Cristo puede actuar y actúa ahora en el plano átmico, personificando en Sí Mismo al gran Punto de Revelación, como lo manifesté con las palabras: "La Voluntad es una expresión de la Ley de Sacrificio". La invocación que asciende ahora desde la humanidad hasta el Lugar elevado donde mora el Cristo, se enfoca u origina en el plano de las emociones; por eso se dice en las Escrituras que al final de la era surgirá "el Deseo de todas las Naciones". Por lo tanto, desde el plano astral surge -desde las masas- el movimiento para que Él venga. Los proyectos de Su venida se están forjando en la analogía superior del plano astral, el búdico, o el plano de la razón pura.

     El poder motivador para Su advenimiento, lo proporcionan los discípulos e iniciados, siendo, por consiguiente, un movimiento conjunto, calificado por el deseo y el móvil de la Jerarquía y la Humanidad unidas; en consecuencia, la Invocación no puede ser [e371] desoída. Astrológicamente el momento es propicio; desde el aspecto planetario son inminentes grandes e importantes acontecimientos, porque el Logos planetario está recibiendo una iniciación cósmica; la energía que trae orden y une en forma mágica el espíritu y la materia (la energía de séptimo rayo), ya está organizando los asuntos humanos, y estos tres grandes acontecimientos coincidentes en tiempo y espacio, hacen posible que las energías del séptimo rayo alcancen un elevado punto de actividad y cooperación fusionadas.

     El resultado será la creación de un canal directo para la precipitación de la "luz suprema" en los tres mundos y su [i427] enfoque predominante en el plano físico. Así se creará la nueva civilización y el nuevo orden mundial y hará posible el nuevo acercamiento a la divinidad; se darán entonces los pasos iniciales para la creación del "nuevo cielo y la nueva tierra". Es aquí donde necesitarán discernir cuidadosamente entre símbolos y realidades; no es necesario darles más indicaciones.

     Al considerar el quinto punto de revelación, obtenemos una imagen muy completa de las tres etapas del proceso que mencio-né anteriormente: Penetración, Polarización, Precipitación.

     En esta revelación particular están involucrados todos los planos (del plano físico cósmico); esto, en sí, es poco común; el procedimiento consiste en que los siete rayos fusionados penetren en todos los estados de conciencia como lo indican los siete planos sustanciales. Recuérdenlo, porque el concepto "plano" se asocia irremediablemente (empleo esta palabra en forma deliberada) a la idea de materia o de sustancia. Esto es básicamente correcto, no obstante debe acentuarse el aspecto conciencia, pues anima a la sustancia. El efecto de la penetración que estamos considerando se produce mediante numerosos y variados tipos de conciencia que se expresan por intermedio de los siete tipos de sustancia. La penetración de las energías fusionadas se produce una etapa tras otra de percepción consciente; no obstante sólo afectan a las formas de vida que reaccionan instintivamente a su influencia. La importancia de la actual penetración reside en que es total y en que la respuesta a estas energías fusionadas es definidamente más rápida e incluyente que nunca en la historia planetaria.

     Por lo tanto, en este momento particular el proceso de penetración tiene tres etapas:

1. El acto inicial de penetración que tiene lugar "en la zona protegida por los Espíritus de los siete rayos". Ello implica la máxima actividad en Shamballa y también la necesaria colaboración del Señor del Mundo y de todo el Concilio que Él preside. [e372]

2. El logro de un punto de polarización. La precedente [i428] penetración de las energías llega a un punto de enfoque en el plano mental y allí -durante un breve instante- se lleva a cabo un singular proceso de consolidación y, en consecuencia, una mayor fusión. Es en este excepcional momento de la historia de la humanidad, que el género humano se apropia de ese instante de poder.

Me pregunto si pueden comprender la seriedad y la importancia de este enunciado. Debido a que la humanidad ha pasado por un gran proceso de depuración y también a que en el mundo actual hay muchos aspirantes y discípulos, el efecto de estas energías penetrantes es de tal naturaleza que inevitablemente evocan respuesta. Se polarizan o enfocan en el plano mental. Por esta causa, todo aquel que está mentalmente controlado y centrado y tiene como móvil la aspiración, enfrenta una oportunidad imperativa sin precedentes en la historia humana, basada en ciertas relaciones astrológicas de las que ya me ocupé en esta serie de escritos. '9''

3. Debido a la preparación evolutiva que se evidencia en la conciencia de la humanidad, se sigue llevando a cabo la penetración de las energías que ya llegaron a un punto de polarización en el plano mental, dando por resultado la precipitación definitiva de todas estas energías en el plano físico, en la sustancia física densa; la precipitación es evidente también en la conciencia común de la humanidad término medio. Deberán aceptar de buena fe estas afirmaciones. La comprobación de la veracidad de las afirmaciones reside en la creciente receptividad humana hacia la voluntad al bien, promovida por la actividad de los siete rayos (custodios del Propósito divino).

     Por lo tanto, hermanos míos, estamos viviendo en un momento de crisis espiritual. Cuando las crisis humana y espiritual coinciden, llega entonces uno de los principales períodos de oportunidad y decisión en los asuntos humanos generales, de allí la extrema gravedad del momento actual. Todo lo que puedo hacer es llamarles la atención sobre el mismo; a ustedes les corresponde vigilar e interpretar los acontecimientos actuales y observar La expresión de las energías que se precipitan y penetran, a fin de colaborar hasta donde lo permite [i429] la percepción interna y ayudar a producir correctamente los efectos requeridos.

* La Exteriorización de la Jerarquía.


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