Discipulado en la Nueva Era II - Cartas a L. D. O.
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INSTRUCCIONES PERSONALES A LOS DISCÍPULOS L. D.
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Una de las cosas, hermano mío, que se va desarrollando en su conciencia es la realidad espiritual básica de que "en el cuerpo o fuera del cuerpo" (como el iniciado Pablo lo expresa) la vida del discípulo no se detiene, sino que inevitablemente, si es sincero y sensato, pasará de una revelación a otra. Pero para el discípulo consagrado, como lo es usted, esta revelación no se limita a las profundidades y alturas místicas, sino que acrecentadamente se convierte en parte reconocible de la conciencia cerebral, lección que va aprendiendo rápidamente, y por ello lo felicito. Continúe así en el período venidero de reconstrucción y prestará un servicio eficaz. Pero, hermano mío, para ser verdaderamente eficaz tal como se desea, debe adoptar la actitud de que es un canal libre e ininterrumpido y no debe obstruirlo con sus ideas, sus planes y sus actividades del plano físico. No quisiera que dejara de forjar planes ni de trabajar activamente, sino que sea más discernidor y precavido. Le pido que reflexione sobre la utilidad relativa de inspirar a muchos para trabajar activamente en bien de la humanidad, o fomentar sus propias actividades y centrar todos sus esfuerzos en el trabajo de organización. Este trabajo le produjo algo de espejismo. Despertar en el corazón de sus semejantes el deseo de servir y aventar la llama del amor inteligente hacia el género humano, podría proporcionarle un adecuado campo de servicio, donde deberían colaborar activamente su personalidad y su alma, algo que puede hacer particularmente bien. Es muy raro poseer el don de la inspiración divina, el cual puede emplearse para afectar y energetizar a otros a la actividad, pero en usted es resultado natural de su polarización espiritual. Lo [i444] sabe y debería valerse cada vez más de esta facultad. Como le dije anteriormente, trate de ser; procure convertirse en un conducto para conducir la fuerza espiritual; cultive el poder de identificarse con aquellos a quienes trata de inspirar, porque lo conduce a transferir directamente la energía; desarrolle la divina indiferencia hacia el tipo de servicio [e384] que presta, y reflexione profundamente sobre la idea de "servir por irradiación". Como ya sabe, los cinco rayos que rigen su expresión monádica como alma y personalidad, no están particularmente bien equilibrados. En esta encarnación hay un excesivo acercamiento de segundo rayo a la divinidad; en lo que a sus rayos concierne pertenece usted principalmente al segundo y al cuarto. Cuando los rayos de la personalidad, del mental y del astral están estrechamente aliados, el problema del contacto respecto a la relación e integración internas resulta siempre fácil. Pero si el conglomerado de la energía interna llega a expresarse externamente en el plano físico, aparece lo que podría denominar falta de rigidez y una respuesta demasiado fluida a los impulsos e ideales espirituales. Hay una correcta e indesviable tendencia de la vida hacia el reino de la realidad espiritual, pero en el campo de la manifestación y de la actividad creadora, existe una frecuente mutabilidad y un desarrollado hábito de experimentación. La misma versatilidad del segundo rayo (dos veces repetida en la expresión de su vida) tiende a confundirlo respecto al servicio y a la forma correcta de prestarlo. Usted hace muchas cosas, hermano mío; si mira retrospectivamente su vida, descubrirá que está compuesta de breves períodos donde se ocupó intensamente de lo que con toda sinceridad creía era el propósito del momento. Ha llegado la hora en que el propósito del alma, en tiempo y espacio, debe trasformarse en una pronunciada convicción que regirá toda futura actividad y expresión en el plano físico, subordinado con intención firme la naturaleza inferior (los tres cuerpos) a la voluntad dirigida del alma. Repetiré: su camino es servir mediante la irradiación. Para lograrlo será necesario evocar su voluntad latente que debe ser desarrollada y controlada cuando llegue el momento de recibir la tercera iniciación; entonces la influencia monádica será predominantemente la de la voluntad divina, plena de [i445] propósito. La expresión de este aspecto superior de la voluntad, en relación con los tres rayos de aspecto a los que pertenecerán todos los iniciados oportunamente, es también triple:
[e385] Por lo tanto, en la meditación que trato de darle, tendremos principalmente presente esta voluntad radiatoria e incluyente, y duran-te los próximos meses quisiera que siga estas instrucciones. . . La vida es difícil en estos días, pero a usted no le falta valor y el sentido de la realidad interna lo mantendrá fiel a la meta y firme en la expresión. Mi atención está a su disposición y cuando la nece-site puede llegar hasta mí.
Hermano mío: Desde mi última comunicación, hace más de un año, la vida le trajo ciertos cambios radicales -algunos de ellos como resultado de la guerra y de las reacciones de su personalidad hacia la misma y unos pocos como consecuencia del impulso del alma. Estos cambios y sus reajustes resultantes fueron tantos y se produjeron tan repentinamente que no tuvo tiempo de ver con claridad (dentro de sí) la característica de cada cambio o su fuente de origen. Cada cambio en las condiciones de vida en el plano físico es resultado de alguna causa interna. Le insinué esto cuando le di los seis enunciados que estaban destinados a ayudarlo en la orientación de su vida. Le dije: "Sepa que sus causas son efectos. Abandone los efectos. Busque el mundo de las causas." Como bien sabe, estas palabras representan una de las primeras lecciones que un discípulo debe dominar. El iniciado vive en el mundo de las causas, porque evidentemente es el mundo de la iniciación. Por consiguiente, debe ocuparse de estos acontecimientos básicos que actúan como impulsos vitales e inician sólo las [e386] actividades que él formula como alma y (tenga presente esto) como alma cuya personalidad es iniciática. Debido a esta capacidad de la personalidad, de ver todo de acuerdo con el alma, sus actividades son resultado de una deliberada intención espiritual. Ésta es una de las primeras lecciones que tengo el deber (como todo Maestro) de enseñar a quienes fueron recientemente aceptados en mi Ashrama. Tales personas no son principiantes en el mundo de la vida oculta en lo que al hombre común concierne, pero desde el ángulo de un Ashrama la mayoría de ustedes lo son indiscutiblemente. Debe enseñar a cada uno la naturaleza del mundo de las causas y cómo descubrir si ustedes no actúan como personalidad que trata, hasta donde puede, de ser sensible al incentivo del alma, o si actúa exactamente como alma. Éstas son dos cosas muy distintas, hermano mío. ¿Cómo puede, siendo discípulo, determinar lo que está haciendo y saber la razón de ello? Todo lo que puedo hacer como Maestro suyo, es indicarle un acercamiento [i447] a la realidad y luego dejarlo que decida correctamente por el conocimiento directo o intuitivo, solo y sin ayuda. Las decisiones que un discípulo debe adoptar se basan en diversos anhelos, impulsos y deseos; difieren de las del hombre común porque siempre van acompañadas de interrogantes y de la constante práctica y del frecuente ofuscador escrutinio interno del móvil y propósito. Enfrentó hermano mío, muchos períodos de dudas el año pasado y sus respuestas afectaron definidamente la vida de su personalidad, su servicio al Plan, sus variadas afiliaciones grupales y su actitud general hacia el reino espiritual. Esto lo sabe. Un aspecto de su naturaleza está profundamente satisfecho; el otro, pleno de dudas e interrogantes; su alma se encamina hacia una experiencia más plena y más rica de la vida, lo cual involucra dificultades. En cierta manera la guerra no lo ha conmovido profundamente, aunque se defienda diciendo que lo conmovió astral y emocionalmente. Sin embargo, las emociones son efímeras. Las empresas personales contrarrestaron grandemente sus reacciones, y los cambios en la vida de su personalidad, en su medio ambiente y costumbres establecidas, anularon muchas reacciones. Esto quizás sea para bien. Además su tentativa de prestar servicio mundial lo preocupó intensamente, y ha procurado ser "la vida fluida" en todo lo que trata de hacer, como le sugerí en mi enunciado. En relación con este trabajo sólo le diré que prestará mejor servicio si se abstiene de considerar a la organización planificada como excepcional y si trata de no vivir tan enteramente a la altura del concepto en que lo tiene el mundo. Su trabajo está inspirado desde mi Ashrama; es parte integrante de planes muchos mayores; [e387] está ampliamente modelado sobre esos planes ashrámicos (que forman parte de esfuerzos jerárquicos) aún mayores, y contiene poco que sea original. Es una pequeña parte de un todo mucho mayor y tiene que desempeñar una parte muy necesaria. Le recordaré que de las pequeñas simientes crecen grandes árboles. Su simiente es una de las tantas contenidas en una gran vaina (empleando un símbolo botánico), que contiene muchas simientes similares, que fructificarán como árboles todos idénticos. Su mente es fluida y mucho puede hacer si pone [i448] el énfasis donde le sugerí -en la vida fluida. De lo contrario, su mente fluida lo incitará a iniciar muchas actividades útiles, pero la mayoría de ellas tendrán poco valor. Su principal necesidad es una planificada concentración y la capacidad de elegir en forma discriminada la actividad y la técnica. Posiblemente, no podrá hacer todo lo que cree necesario; por lo tanto realice aquello que traiga mayor bien a un mayor número de almas buscadoras. Esto es siempre una cuestión muy difícil para que la capte el trabajador creador. Llevar a cabo lo que ha proyectado, a menudo constituye la satisfactoria recompensa del esfuerzo, y su actividad y atención enfocada se basan en lo que él crea. Sin embargo, lo creado sólo es un efecto -¿efecto de qué?, hermano mío. Nuevamente volvemos a la sutil pregunta que su alma quiere que usted responda en esta vida, porque en la respuesta hallará la liberación que le proporcionará una oportunidad definida en su próxima vida. ¿Qué móviles lo impulsan a la acción en la vida de su personalidad, en su relación grupal y en su servicio a la humanidad? Una respuesta general no será suficiente porque descubrirá que varios, distintos y amplios móviles condicionan cada campo de expresión y, cuando sepa cuáles son, podrá llevar las tres fases de su vida a un todo funcionante y correctamente orientado. ¿Su trabajo es el resultado del deseo de crear, o está impelido por el amor a la humanidad y, por lo tanto, es una respuesta inteligente y automática al llamado humano? ¿Está nutriendo una pequeña y saludable simiente o tratando de trasplantar un árbol? Esta última pregunta tiene una significación mucho mayor de lo que cree. Su correcta respuesta encierra el secreto de su éxito. ¿Está colaborando con el Plan o, en realidad, con sus planes? Ésta es también una pregunta importante. Tiene por delante una rica vida de servicio en el venidero período de reconstrucción, cuya plena expresión depende de alcanzar ese punto de enfoque que conduce a un punto de tensión, que a su vez conducirá inevitablemente a un punto de crisis. Cuando -enfoque, tensión y crisis- condicionen toda su vida, entonces su trabajo avanzará hacia una fructificación muy deseable. [e388] Como todos los trabajadores creadores, hermano y amigo mío, [i449] rechaza todas esas formas que usted no ha creado. Por lo tanto, no le doy una fórmula establecida para la meditación, sino una estructura mental libre, y quisiera que rigiera su acercamiento a la vida, al trabajo y a todo lo que hace como discípulo de mi Ashrama. Esto será su contribución a la necesidad grupal y a la humanidad. Tome las tres palabras que le di y procure tejer las energías que ellas representan en el diseño de su vida, aceptando gustoso los cambios que puedan traer y sabiendo que es el procedimiento correcto para usted, porque estos tres conceptos rigen su necesario proceso evolutivo en este momento, como sucede para el conjunto de discípulos, y en menor grado para la naturaleza inferior en desarrollo. I. Enfoque Trate de asegurarse en un sentido amplio y general, donde reside el principal enfoque de su vida. ¿Se halla en los niveles emocional, mental o del alma? ¿Está enfocado conscientemente en la Jerarquía, en mi Ashrama o en dónde? ¿Cuál es su enfoque diario cuando se observa a sí mismo todos los días de su vida? ¿En qué fijó su atención cada día, recordando que el discípulo se enfoca con frecuencia en un lugar, mientras su atención está en otro? ¿Sabe qué quiero significar con esto? II. Tensión Analice durante el próximo año si conoce la verdadera significación de la palabra tensión. Para usted significaría (hablando en símbolos que debería comprender) ese momento de exquisita sensibilidad que aparece justamente cuando la vida interna llega al punto de irrumpir en la luz. Es ese momento de orientación anticipada, alerta y consciente que caracteriza al corredor en los juegos olímpicos cuando permanece en aplomada expectativa para realizar el supremo esfuerzo y pasar la prueba. Para usted debería constituir ese momento en que deja de identificarse con lo que hace, se aparta del acto realizador (que en realidad es sólo efecto de una causa o móvil iniciador) y entra en el mundo de los orígenes, los móviles y las causas. En ese momento supremo de tensión usted relaciona la vida [i450] y la forma, lo fluido y lo concreto; entonces un organismo, no una organización, adquiere forma ante sus ojos. [e389] III. Crisis La comprensión del sistema de correcta reflexión que generará los dos procesos precedentes debe invariablemente desembocar en un punto de crisis. Poco puedo decir sobre esta crisis. Tendrá lugar de acuerdo a su capacidad para enfocarse según la correcta tensión que obtenga, por lo tanto, la precipitación de la crisis le proporcionará liberación, libertad y claridad de visión y le permitirá entrar en la luz. Para terminar diré: Conserve su integridad esencial e innata, hermano mío. Sea como el arbusto que soporta las tormentas de viento y lluvia; mantenga intacta su vida en la forma, y obtenga mayor belleza a medida que se va fortaleciendo. Mi bendición descansa sobre usted y mi colaboración y ayuda son suyas, si surge la necesidad. Puede contar con ello. Soporte la felicidad y la desgracia en forma equilibrada y sea una mano fuerte en la oscuridad para todos aquellos con quienes entre en contacto.
Hermano mío: Creo que cuando reciba la presente y eche un vistazo al intervalo entre estas instrucciones y las anteriores, comprenderá en forma nueva la significación de los acontecimientos de su vida. Fueron numerosos y muy variados. ¿Se da cuenta de lo que significan? El año pasado tuvo una crisis tras otra; involucró períodos de pasividad y de actividad forzada; le trajo también períodos donde reconoció definidamente el desarrollo alcanzado al registrar una expansión y adoptar ciertas decisiones internas, que debe cumplir y cumplirá, porque marcaron la máxima altura del desarrollo de su alma. Su problema concierne ahora a este punto de realización. ¿La marca de la altura alcanzada es momentánea, preliminar a una realización más elevada, o marcará el paso en esta vida y no podrá seguir más rápidamente? Los discípulos [i451] como usted deben aprender que este tipo de decisión no indica ninguna elección entre lo que está bien y lo que está mal, entre el progreso o lo estático. Es simplemente una decisión específicamente relacionada con el momento oportuno. Tal decisión exige asesoramiento, a fin de reconocer si la oportunidad presentada corresponde al karma o al servicio que debe prestar y también decidir discretamente respecto a sus actividades en el sendero. [e390] Resulta fácil sobrestimar la importancia de cualquier encarna-ción en el sendero de la vida; es fácil nutrir la conciencia de la personalidad en tiempo y espacio y dejar así de registrar la "percepción interna" del alma, regulando la eternidad sin conocer pasado ni futuro, sino el sentido de Ser (débil y tenuemente, porque ese sentido es una prerrogativa monádica) y el sentido de relación (fuerte y urgente). Algunas almas en encarnación deben acuciar constantemente a sus personalidades para la acción; necesitan impulsarlas a la reali-zación y a que se liberen de la inercia. Este problema no lo enfrenta a usted, mi discípulo, pero lo de principal importancia es la "lección de los intervalos". Empleo estas palabras en su sentido más técnico, como las utilizan los Maestros cuando tratan de inducir a cada vida, dentro del Ashrama, hacia los caminos que constituyen, para esa unidad de vida, el proceso esencial del momento inmediato. En todo ejercicio de respiración tenemos, como bien sabe, los procesos de inhalación y exhalación y dos etapas intermedias entre ambos -los intervalos. Quienes se inician en la mecánica de la correcta respiración se absorben inevitablemente en los procesos involucrados, en la cantidad de aire inhalado o exhalado y en los efectos fisiológicos consiguientes y su analogía etérica. Los conocedores y los discípulos le prestan poca atención a esta actividad dual. Se preocupan de lo que está sucediendo en su conciencia durante los intervalos entre las inhalaciones y las exhalaciones establecidas. Estas fases de la conciencia que se registran son en realidad puntos de desapego. Señalan los ciclos de tensión y usted debería analizarlos cuidadosamente y emplearlos. Referente a este factor en su futuro desarrollo le llamaré seriamente la atención. En mi última instrucción le di tres palabras sobre las cuales meditar, destinadas a servir [i452] de tema para su trabajo de meditación durante todo el año. Mediante estas palabras usted podía calcular los procesos de su vida y determinar la actividad que debería emprender. Por medio de ellas (empleadas correctamente) también llegaría a la real comprensión de la Ley de los Ciclos -en su propia vida, en la vida de un grupo afín y en la vida de la humanidad. Además están estrechamente relacionadas, como puede imaginarlo, con el ritmo de la respiración, que podría ser considerado de la manera siguiente, manteniendo presente las relaciones sugeridas:
[e391] Estas fases de la actividad -tanto positivas como negativas- pueden ser aplicadas en todos los aspectos y actividades de la vida. Como personalidad puede experimentarlas e instituirlas, y todo el efecto de estas fases estará contenido en los tres mundos de la vida de la personalidad; mientras tanto, como alma y como discípulo, está en proceso de conocerlas y por el resto de su vida deberían establecer el ritmo de su esfuerzo; más adelante en el sendero de la iniciación, volverá a aprender el mismo proceso en una vuelta más elevada de la espiral, dentro del ritmo planetario, pero ese momento aún no ha llegado. Al darle esta instrucción individual, hermano mío, le insisto que es necesario establecer este rítmico y cíclico "aliento de la conciencia". Reflexione sobre esta frase y haga de este objetivo un asunto de real importancia para usted, hasta que llegue el momento de trabajar en los niveles internos, libre del cuerpo físico; entonces descubrirá que el esfuerzo es interesante y práctico. Que estas cuatro etapas condicionen el diseño de su meditación diaria, marquen también el diseño de su vida diaria e indiquen el acopio de las fuentes de recursos para el servicio que aspira prestar en la vida (aquí me refiero al proceso de meditación, diariamente practicado). Que señalen también la adjudicación cuidadosamente planificada y silenciosamente complementada [i453] de las energías, a los deberes programados del día y a la activa tarea externa de exhalar hacia el mundo de los hombres aquello con lo que es su deber contribuir. Entonces, que se produzca el intervalo final del reconocimiento. El punto sobre el cual quiero poner énfasis es la necesidad -imperativa y permanente en lo que al resto de su vida se refiere- de los intervalos que para usted constituyen momentos de crecimiento; son esencialmente las "épocas de acopio" (si puedo emplear una frase tan llamativa y desusada) y la "simiente del samadhi". ¿Qué es samadhi, desde el punto de vista del iniciado y esotéricamente comprendido? Simplemente esos intervalos en la vida de servicio del iniciado en que retira todas sus fuerzas a un "pozo de silencio" -un pozo lleno de agua de la vida. En este estado de la conciencia surgen dos actividades definidas: Tensión y Reconocimiento. Sin estos intervalos de abstracción, su trabajo se debilitaría lentamente, como se debilitó la tensión anteriormente iniciada; su capacidad de atraer a los demás y mantenerlos fieles a la visión, también desaparecería lentamente, a medida que su poder de reconocimiento se fuera debilitando. Por lo tanto, cuando el iniciado trabaja en el Ashrama, se retira en los momentos necesarios. Al inhalar la vida de la Jerarquía y, acrecentadamente, la de la Mónada (lo cual aprende a realizar gradualmente) y al [e392] exhalar la esencia viviente al "mundo de las vidas que prestan servicio", depende cada vez más de los "intervalos" en los que cesan ambas actividades y él se sumerge en el Ser y en la Conciencia -partes intrínsecas del Todo animador. Empleo la frase "Todo animador" deliberadamente, para indicar que los puntos de intervalo no están relacionados en absoluto con la vida de la forma, sino con la vida de la Vida misma. ¿Soy demasiado abstracto con usted, hermano mío? No lo creo. Al mirar hacia adelante en su futuro y sentir la cualidad de su vida, sé que la nota clave de su programa interno debería ser siempre el reconocimiento de la demanda esencial que hace su alma para que se produzcan los intervalos rítmicos; por consiguiente, el énfasis de su personalidad debería ponerlo sobre esta abstracción. No me refiero a abstraerse del servicio externo, sino a una actitud interna, constante, cíclica, de determinada y planeada abstracción. [i454] Si quiere estudiar sus combinaciones de rayo, observará que una sola de sus energías de rayo está en la línea que corresponde al primero, rayo al cual pertenece el séptimo tipo de energía. Los demás rayos están relacionados con el segundo gran rayo de Amor-Sabiduría. Esto constituye lógicamente un problema, hasta que usted recuerde que el séptimo rayo es el rayo del intervalo -un intervalo y un rayo que entran en actividad cuando el trabajo atractivo magnético de los rayos constructores está preparado para precipitarse al mundo fenoménico y crear, de acuerdo a la Ley del Ritual y Ceremonial divino, nuevas fases del trabajo. Éstas se inician en el silencio del proceso de abstracción, se liberan cuando el intervalo de tensión ha completado su trabajo y llegan a ser efectivas cuando el intervalo de reconocimiento hace posible un nuevo enfoque. No le indicaré las líneas que deberá seguir en su servicio, como discípulo de mi Ashrama. Por medio de su matrimonio ha iniciado ciertas actividades, en la vida de su personalidad y en el mundo, mediante el orden que ha tratado de establecer. Debe continuar lo que ha comenzado, y puede considerar estas palabras como la afirmación de una realidad, como un anuncio profético o como una orden de su propia alma. Pero su éxito en ambos sectores de la vida dependerá del empleo eficaz de los "intervalos". Sólo usted puede determinar el momento propicio, y para que esto tenga éxito requerirá la satisfacción y el reconocimiento de la necesidad y también de la oportunidad espiritual presentada. Como un comienzo y a fin de ayudarlo a determinar la extensión de sus ciclos de inhalación y exhalación, le sugeriría que tratara de ubicar uno de los intervalos en el momento de la Luna llena de cada mes, y el segundo intervalo al finalizar el trabajo de tres [e393] meses, en el momento en que comienza la tercera Luna nueva. Deberá determinarlo por sí mismo, y al hacerlo establecerá un ritmo básico en su vida, que nunca le pesará. Podría trabajar a lo largo de las siguientes líneas de abstracción rítmicas:
Estos puntos de abstracción interna, de intervalos en su vida subjetiva, pueden ser realizados sin interferir su vida objetiva de servicio, de obligación y de deber. Le recomiendo también estas tres palabras como temas para la meditación. El año pasado le di tres palabras: Enfoque, Tensión y Crisis. Este año le doy tres más: Obligación, Servicio, Deber. Para el año que comienza en septiembre le doy: Emoción, Intuición, Sabiduría. Tiene, por lo tanto, temas para el trabajo de tres años en el campo de la meditación, y "como un hombre piensa en su corazón, así es él". Cuando haya abarcado estos nuevos temas de reflexión, le sugeriría que volviera a comenzar, estableciendo así un ciclo de tres años en su proceso de rítmica construcción mental. Manténgase cerca de sus hermanos de grupo. Trate de establecer un contacto -subjetivo y real- con F.C.D., cuya naturaleza es muy afín a la suya, aunque posee más fortaleza de primer rayo. No es de gran importancia que trabaje por y con él en el plano externo. Es necesario que usted trabaje con él en los planos internos, apoyándolo en lo posible y recibiendo de él la fortaleza que usted necesita. En algún momento, durante la meditación matutina, le pediría que lo llamara por su nombre tres veces y luego le enviara los pensamientos de su corazón. Así establecería un vínculo que nunca le pesará. Y en cuanto a su relación conmigo, hermano mío, nada puede cambiarla. Fue integrado en mi Ashrama; tiene mi confianza; lo rodean en todo momento el amor de los hermanos del grupo externo del Ashrama. Trate de ponerse en contacto conmigo en cada período de Luna llena y espere los resultados. Van a usted mi amor y bendición y que los lazos del servicio que presta en mi Ashrama lo sostengan. Hermano mío: Le diré que reconozco felizmente que desempeña la tarea de su vida con paciencia, serenidad y previsión. Vive exitosamente la vida dual del discípulo (que incluye las obligaciones de la personalidad y el campo elegido para prestar servicio egoico). Le recordaré que la palabra "éxito" no significa que el Maestro ve u observa los pequeños fracasos, los momentos de angustia o perturbación, las fricciones de la personalidad, que (desde el ángulo del discípulo observador) parecen empañar la visión. Durante los intervalos -espaciados al principio, pero más frecuentes cuando el servicio adquiere mayor importancia- el Maestro es consciente del progreso general alcanzado, del desarrollo de la estructura que erige el discípulo para servir y de la amplitud de su luz en el mundo. A menudo nos divierte comprobar que algunos discípulos (particularmente los entrenados en los primitivos grupos donde predominaba la personalidad) creen que los Maestros se entrometen en sus vidas diarias, conocen sus pequeños defectos e ínfimos fracasos y saben todo lo que piensan y hacen. Nos preguntamos a veces si ustedes creen que los Maestros tenemos tiempo para ocuparnos de los hábitos mentales, actos y palabras que el discípulo va superando rápidamente. A nosotros llega y nos interesa únicamente el bien que hace un individuo. Pero cuando se trata de la interacción, la acción y el efecto del grupo, afecta únicamente al ashrama. La cualidad de la vibración que percibo cuando entro en contacto con usted es inofensividad y buena voluntad hacia todos los hombres. Me alegra que siga la línea de energía de segundo rayo y lleve a cabo una actividad de séptimo rayo, lo cual significa que está inspirado por el sentido de unidad, inherente al alma; usted trabaja en el plano físico (punto de expresión para el séptimo rayo), uniendo el espíritu y la materia. Recuerde siempre que este rayo, que está viniendo nuevamente a la manifestación cíclica, [i457] relaciona la nueva y entrante energía espiritual con la sustancia o aspecto materia, que responderá a ella, la utilizará y oportunamente le dará forma. Por lo tanto sepa muy bien lo que trata de realizar. La principal necesidad jerárquica actual (más la necesidad de los trabajadores) es la formación en todas partes, de grupos como el suyo, y la relación entre un grupo y otro dentro del campo de influencia de ese super grupo, la Jerarquía. Miles de esos grupos se están formando; los hay en todos los países y oportunamente se fusionarán en un gran movimiento de buena voluntad, que es el espíritu expresado en forma efectiva. Los aspirantes de todas [e395] partes, los estudiantes de la Escuela Arcana en el mundo entero, y mi grupo de trabajadores especiales, como usted, deben entrar en contacto con estos grupos y unirlos en un solo punto, el de la Buena Voluntad. Necesariamente cada grupo debe ser libre para cumplir su propio destino y sistema de trabajo. La unidad es un ideal necesario y el anverso de la buena voluntad. En el momento propicio estos grupos deben conjuntamente dar un manifiesto al mundo -manifiestos análogos deben darlos en cada país los grupos que apoyan la unidad y la buena voluntad mundiales, lo cual hará que las palabras "buena voluntad" tengan fuerza en todo el planeta, en tanto que los discípulos y aspirantes, por medio de sus pensamientos, harán que la palabra "unidad" tenga un poder oculto. De esta manera un vasto grupo de hombres de buena voluntad trabajará en forma unida aunque independientemente, y en momentos de crisis mundial estará disponible una opinión pública dispuesta y organizada mundialmente, cuya fuerza y organización no podrá ser ignorada. Su canon de vida, hermano mío, !ha quedado establecido; no trate de cambiarlo indebidamente, pero haga de su hogar un centro de luz espiritual y que el orden sea tan vibrante y viviente, que otros grupos puedan ser estimulados por él. Por lo tanto, tiene trabajo para toda la vida, y en el tendrán plena expresión todos los aspectos de la naturaleza. Para los discípulos sólo tendrán real valor esas tareas que exigen la máxima cuota de innata eficacia. Si lo cree posible, le pediría ayudar (en lo máximo de su capacidad) a su hermano, discípulo F.C.D., cuyos rayos están estrechamente aliados a los suyos. Se ha lanzado a [i458] una tarea extremadamente difícil. . . y su futuro trabajo no será fácil. Ayúdelo; es uno de nuestros agentes que merece todo tipo de ayuda, y aunque temporariamente está en mi Ashrama, es un poderoso trabajador en el Ashrama de K.H. -su Maestro y el mío. Usted puede trabajar también fuertemente con J.W.K-P., cuyos rayos, excepto sólo una diferencia, son los mismos que los suyos. En el transcurso de veinticinco años, grupos como el suyo habrán realizado el suficiente trabajo como para que se vea nítidamente en el mundo el canon de la unidad La teoría será comprendida y directamente aplicada. La unidad constituirá una definida meta mundial en un sentido distinto del actual. Las palabras "las almas de los hombres son una" serán reconocidas como una doctrina por todas las creencias mundiales. Siga adelante con el trabajo de unificación, hermano mío -llueva o truene. Me he preguntado qué podría sugerirle para la meditación. Posee visión y creo que no la perderá jamás. La meditación definidamente planeada no es fácil para usted, no obstante -para que [e396] la visión sea efectiva -la meditación es básicamente esencial, por ser eternamente verdad que "como un hombre medita en su corazón, así es él", también que "como un hombre medita en su cabeza, así será la visión que dejará en la Tierra". Su mayor protección reside en la eliminación de todos los problemas de la personalidad -de la propia o de la de los demás- en el proyecto actual de meditación, proyecto que deberá establecer cada año y adherirse a él. El tema de la misma deberá surgir del trabajo de unificación -trabajo que usted mismo se ha fijado. Hermano mío, vincule la humildad con esa tarea, y no trate de vincular a los grupos con el suyo, sino que reconozca a su grupo y a los demás grupos similares, como parte de un movimiento espiritual mundial que (cuando tome impulso) dará por resultado la unidad de todos. Lo que menos debe desear es establecer una super-organización que acentúe la unidad; lo que el mundo necesita hoy es una multiplicidad de organismos vivientes, libremente unidos por la colaboración, la constante comunicación y la posesión de idénticas metas y propósitos. . . No le asigno meditación específica alguna. Prepare la propia, que se ajuste al concepto general que les presenté constantemente a todos. Como discípulo aceptado [i459] puede por sí mismo tratar de entrar en la vida del Ashrama y establecer contacto conmigo. Esto tomará tiempo, pero el vínculo es fuerte y elástico (reflexione sobre este término) y ajústese a las reglas que le asegurarán el éxito. Va mi bendición para usted y su aspiración. |
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