Los Rayos y las Iniciaciones - La entrada en el Ashrama
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SEGUNDA PARTE - SECCION PRIMERA EL ASPIRANTE Y LOS MISTERIOS DE LA INICIACION LA ENTRADA EN EL ASHRAMA |
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Este tema lógicamente es de gran interés para todos los aspirantes y probables discípulos, pero al comenzar no me ocuparé del tema desde el ángulo de la humanidad y su esfuerzo por establecer contacto con el ashrama. Primeramente quisiera referirme al ashrama como un todo, constituido de muchos ashramas, creando una "zona invocadora" de relaciones para el Guía supremo del Ashrama, Sanat Kumara, el Señor del Mundo. No voy a entrar en explicaciones sobre esta destacada Vida de nuestro planeta, que constituye, para un Ser aún más elevado, a Quien nos hemos referido en otra parte como "Aquel de Quien Nada Puede Decirse", lo que el vehículo de un Maestro en encarnación física es para Él y, en una base no tan exacta, lo que la personalidad es para ustedes; una expresión del alma o de la mónada cuando un discípulo ha alcanzado la conciencia iniciática. [i367] Todas las cualidades, el amor y el propósito de una Entidad suprema, a la Cual se [e304] refiere El Nuevo Testamento como al "Dios desconocido", están enfocados en Sanat Kumara. Una parte del desarrollo que tiene ante sí la humanidad penetrará en su conciencia humana cuando:
tengan cabida entre las verdades aceptadas, por las cuales vive el hombre. Esto sucederá después de la exteriorización de la Jerarquía. El Señor del Mundo es el único depositario de la voluntad y del propósito de Aquel de Quien es una expresión; quizás también esto lo interpreten como evocando la misma relación con el "Dios desconocido", así como la personalidad de ustedes -cuando expresa adecuadamente al alma y posteriormente a la mónada- condiciona la percepción, conocimiento, propósito y proyectos, y controla la cualidad de la vida y dirige la energía que ustedes expresan. El planeta con sus siete centros constituye el vehículo de manifestación del Señor del Mundo y el estudiante ocultista sólo reconoce tres: Shamballa, Su centro coronario; la Jerarquía, Su centro cardíaco; la Humanidad, Su centro laríngeo. Los otros cuatro centros conciernen a las evoluciones que están desarrolladas, controladas y relacionadas desde cualquiera de estos tres centros mayores. El plexo solar está dominado por la Jerarquía, el centro cardíaco de Sanat Kumara, y tiene estrecha relación con la evolución dévica, que insinué en Tratado sobre Fuego Cósmico. La palabra "insinuación", al referirme a lo escrito anteriormente sobre el tema, los llevará a comprender la vastedad de tópico. El centro denominado Shamballa controla ese centro misterioso que es la analogía del llamado "centro en la base de la columna vertebral", nombre inadecuado para el depósito del triple fuego, latente y pasivo, que reside en la base de la columna vertebral humana, totalmente inactivo, excepto en las personas que han [i368] recibido la tercera iniciación. El centro planetario está relacionado con los tres fuegos (los fuegos: eléctrico, solar y por fricción), siendo la fuente de la vida, del calor, de la humedad y del crecimiento de todas las formas en nuestro planeta. Quizás les parezca extraño e inexplicable, pero el centro de la creatividad está afectado, y casi diría protegido, por el "centro que llamamos la raza de los hombres"; a este hecho se refieren los libros ocultistas serios, cuando describen a la futura humanidad como el Salvador de todos los reinos subhumanos. El centro ajna del Señor del Mundo recién empieza a expresarse en forma reconocible por medio del nuevo grupo de servidores [e305] del mundo. Este grupo intermedio -entre la Jerarquía y la Humanidad- es el portador de la energía que hará posible el Plan (del cual la Jerarquía es el custodio). Dicho Plan complementa el Propósito y, posteriormente, cuando el nuevo grupo de servidores del mundo esté organizado y sea reconocido como un organismo viviente, recibirá definida y directamente energía de Shamballa, por conducto de la Jerarquía. Comprendo que esta información no tiene mucha importancia inmediata para ustedes, pero -hacia el fin del siglo- descubrirán que explica muchas cosas. Aunque el Cristo es el Guía de la Jerarquía, no obstante constituye en realidad el Ashrama de Sanat Kumara, el Anciano de los Días; el Cristo (empleo uno de Sus nombres legales) es en efecto el Maestro de Maestros y el Coordinador de toda la vida del gran Ashrama, conjuntamente con otros dos funcionarios jerárquicos, el Manu y el Mahachohan. La información sobre la constitución de la Jerarquía, en el libro Iniciación Humana y Solar, fue dada sobre esta misma línea. La Jerarquía constituye el Ashrama de Sanat Kumara, pero Él ha delegado Su autoridad, en el transcurso de las edades, a los sucesivos y así llamados Salvadores del Mundo; la expresión de Su vida personifica, en cada caso, la meta del período durante el cual desempeñaron Sus cargos. En los primitivos días de la Jerarquía, hace millones de años, ni los dirigentes oficiales de la Jerarquía ni los Maestros poseían la talla actual. Si la hubieran poseído, estarían tan alejados de [i369] la vida real del ciclo que no serían de utilidad alguna para el ciclo de vida divina de entonces. El crecimiento de la humanidad y su etapa evolutiva (comparados con los del hombre primordial primitivo) pueden observarse en la calidad de la Jerarquía actual, extraída de la humanidad, la cual espera de Ella guía y enseñanza. Esto es algo interesante que ofrezco a la consideración de ustedes. Recuerden, hermanos míos, que como la humanidad ha proporcionado el personal de la Jerarquía -incluyendo al Cristo, el primero de nuestra humanidad que alcanzó la divinidad- tenemos en consecuencia la garantía y la seguridad del éxito final de la humanidad. Los tres Ejecutivos principales de la Jerarquía,
son responsables ante el Señor del Mundo, de los procesos de la [e306] vida y el impulso que condiciona el proceso evolutivo. Hago este enunciado sin agregar nada más, porque el tema es demasiado abstruso y exigiría otro tratado como el de Fuego Cósmico para aclararlo, aunque sea un poco. La humanidad sólo podrá ser el receptor de este tipo de información, después de estar más activo el primer Rayo de Voluntad o Poder; esto tendrá lugar cuando el trabajo del segundo Rayo de Amor-Sabiduría haya alcanzado el siguiente punto de crisis cíclica. Los puntos de crisis de un rayo siempre indican éxito, y tienen en sí la cualidad de la alegría. La humanidad, entonces, se habrá liberado mucho más del espíritu de separatividad, y cierta medida de paz, unidad y colaboración, condicionarán las relaciones humanas. Hay un constante cambio en el estado de la conciencia planetaria y, aunque complementado desde Shamballa, es producido por la humanidad misma; esta conciencia humana en desarrollo, conducirá oportunamente al género humano, del cuarto reino de la naturaleza al quinto, la jerarquía de almas, y -al mismo tiempo- elevará el nivel de conciencia [i370] de los tres reinos subhumanos. Esta serie de eventos serán durante mucho tiempo inexplicables para el hombre, aunque los resultados pueden verse ya en el efecto producido por la humanidad en el reino animal, por medio de la domesticación; en el reino vegetal, por medio de la especialización y de la ciencia, y en el reino mineral, por medio de la hábil utilización de los metales y el amplio uso de los productos minerales de la tierra. Debe tenerse presente que la Cámara del Concilio del Señor en Shamballa es una unidad, pero la Jerarquía es la diferenciación, de esta unidad básica, en siete ashramas principales y cuarenta y nueve ashramas que gradualmente se van formando. Sin embargo, la Jerarquía es una unidad dentro de sí misma, pues toda la vida ashrámica está protegida por un "círculo no se pasa", creado por su radiación; los siete y los cuarenta y nueve ashramas se mantienen unidos por la interacción magnética del todo. Esta radiación afecta, por su cualidad, a los aspirantes avanzados del mundo y los pone gradualmente en relación consigo mismos, atrayéndolos finalmente a su campo magnético. Ayudan a esto la claridad de percepción y la intensificación de la vivencia del aspirante correctamente orientado. Prefiero la palabra "vivencia" en vez de "vibración", tan ampliamente empleada en el ocultismo moderno. Por lo tanto, hay una doble afluencia al Ashrama de Sanat Kumara, controlada y dirigida por los tres Directores jerárquicos:
Quisiera puntualizar que: la entrada de un miembro de la familia humana en las filas de los iniciados y su participación en la actividad de uno de los ashramas, produce el traslado de un Maestro desde la Jerarquía al centro más elevado de todos, produciéndose únicamente después que el iniciado ha recibido la tercera iniciación, pudiendo, por lo tanto, desempeñar su parte en la vida jerárquica, como expresión monádica susceptible de ser impresionada desde Shamballa. Cuando un Maestro surge de esta manera, inmediatamente lo enfrenta la elección de uno de los siete senderos. Consideraremos más adelante este desarrollo y decisión. Los siete senderos se ocupan del propósito, así como también los siete ashramas, del Plan. Como verán más adelante, existe una relación directa entre los siete senderos y los siete ashramas. Aunque no [e308] trataremos aquí el tema, existe una analogía en el tercer [i372] centro mayor, la Humanidad. Tenemos, en consecuencia, curiosamente interrelacionados:
Los estudiantes harían bien en recordar que estas relaciones son el resultado de la actividad involutiva de la expresión de la vida del Señor del Mundo. La clave del misterio de la diferenciación la descubre el Maestro cuando debe elegir entre los siete senderos. En ese punto elevado de expresión de la voluntad, descubre el secreto de ese proceso evolutivo que va desde la unidad a la diferenciación, y desde la diferenciación nuevamente a la unidad. La individualización, la iniciación y la identificación, son las tres etapas principales de la actividad evolutiva de la vida de Dios y condiciona la cualidad de cada uno de los tres centros divinos. Los cuatro septenarios relacionados, ya enumerados, producen eventualmente una síntesis, que culminará en el plano mental cósmico. Esto lógicamente está más allá de mi capacidad de enseñar o explicar, pues aún no soy un Maestro liberado, aunque sí un ser humano liberado. En el centro humano el hombre se identifica consigo mismo; en la Jerarquía, se identifica con el grupo; en Shamballa, se identifica con el TODO planetario. Cuando ello tiene lugar, Él es consciente, por primera vez, de que existen otras identificaciones, más allá del "círculo no se pasa" planetario; Su elección de uno de los senderos está condicionada por la cualidad de Sus anteriores identificaciones, las cuales a su vez están condicionadas por Su tipo de rayo. Apartándonos de estas amplias generalizaciones que, en realidad, están muy lejos de nuestra actual comprensión, pero tendrán su utilidad futura, consideraremos ahora a la Jerarquía tal como existe (en la conciencia de Sanat Kumara, como Su Ashrama), constituyendo "el noble sendero medio" al cual se refiere Buda, y abarcando el lugar intermedio y [i373] mediador entre Shamballa y la Humanidad. Esta posición de la Jerarquía nunca debe ser olvidada. Los siete Grupos de Ashramas dentro de la Jerarquía. Debido a que el primer Rayo de Voluntad o Poder, por intermedio de su Ashrama, está relacionado con Shamballa, el Maestro Morya es el Guía de las verdaderas escuelas esotéricas. Tanto en la empresa esotérica como en el trabajo realizado por los discípulos en las ashramas, la Voluntad se desarrollará de modo que el Propósito pueda eventualmente ser comprendido. Él relaciona los [e309] tres puntos del triángulo formado por la Jerarquía, el mundo de las almas en el plano mental y las almas humanas que (en todos los rayos) están preparadas para el contacto con la Jerarquía, todos los cuales han hecho contacto con sus almas y está registrado por Ella. El triángulo, por lo tanto, es el siguiente:
A medida que tiene lugar la exteriorización del ashrama, las almas que están preparadas en el plano físico para la iluminación, hallarán su camino hacia el nuevo grupo de servidores del mundo; este grupo asumirá acrecentadamente una potente relación entre las unidades de vida dentro de su periferia, el ashrama y la humanidad. Desde cierto punto de vista, el nuevo grupo de servidores del mundo puede ser considerado no sólo como un grupo de relación sino también como una gran estación transformadora, encargada más tarde (aunque no muy observable en la actualidad) de dos funciones, en relación con el ashrama:
En este punto quisiera volver a referirme al sentido del tiempo en relación con la Jerarquía y Su trabajo, ya mencionado. Involucra la incapacidad del discípulo común para pensar en términos del Ashrama -el Ashrama de Cristo que representa a Sanat Kumara. Cuando dirige sus pensamientos hacia el Maestro y al grupo radiatorio y magnético que lo atrajo hacia Sí; el discípulo casi inevitablemente piensa en términos de "mi Maestro y Su ashrama". Sin embargo en cierto sentido no es verdad. Existe un gran Ashrama, la Jerarquía, cuya irradiación (después de la debida absorción de luz, comprensión y poder desde Shamballa, afluencia adecuada a la necesidad jerárquica) trata de ayudar no sólo a la evolución humana sino también a las demás evoluciones, de las cuales la humanidad, en muchos casos nada sabe. El gran Ashrama es igualmente magnético en su efecto, y por medio de Su potencia magnética (creado por una afluencia de poder de primer rayo) las "unidades de vida y devoción" -seres humanos- son llevadas al ashrama como discípulos en preparación para la iniciación. La gente tiende a considerar la potencia [i375] magnética como la evidencia del amor, siendo, en realidad, la evidencia de la radiación del amor cuando es acrecentado y fortalecido por la energía de primer rayo. La mezcla (si puedo emplear un término tan peculiar) del amor y de la voluntad, produce la radiación. El empleo consciente, por la Jerarquía, del poder proveniente de Shamballa, da por resultado el impacto magnético y el "tirón" espiritual que atraen al alma, encarnada en el cuerpo, hacia el ashrama. Este tirón va dirigido al mundo de las almas que, por intermedio de sus unidades manifestantes, están adquiriendo la experiencia en la escuela de la vida, aunque influidas por el alma en su propio nivel. Esta alma influyente absorbe y utiliza el poder magnético y lo transfiere, desde los niveles del alma, a las almas de los hombres. Quisiera abordar otro punto más. Debido a que la Ley que rige a la Jerarquía, es la segunda del sistema solar, o sea la Ley de Atracción, los estudiantes se inclinan a creer que el magnetismo es una cualidad de segundo rayo. Están en lo cierto en lo referente al hecho de que las leyes del sistema son expresiones de la vida de Dios, manifestadas actualmente por intermedio del segundo rayo, que convierte a nuestro sistema solar en un sistema de segundo rayo. Las demás leyes y cualidades (pues, desde el ángulo divino, una ley es el agente motivador y cualificador de la voluntad divina, tal como se la entiende en Shamballa) están relacionadas con el segundo rayo al manifestarse por intermedio de nuestro Logos [e311] planetario. No obstante, la acción magnética está más estrechamente aliada a la actuación del primer rayo que a la del segundo, siendo un aspecto o cualidad de la Ley de Síntesis. Cristo se refirió a este poder magnético de primer rayo cuando dijo: "Si yo fuera ascendido (la Iniciación de la Ascensión A.A.B.), atraeré a todos los hombres hacia mí". Enfrentaba entonces las iniciaciones cuyas cualidades lo trasformarían en lo que esotéricamente se denomina "un receptor shambállico". En la acción magnética existe mayormente el elemento voluntad y la expresión de un propósito. Como explicación podría decirse que la radiación de la Jerarquía, proyectada como radiación atractiva, cuya naturaleza es definidamente de segundo rayo, está complementada por el aspecto magnético. Éste -como reza en El Antiguo Comentario- es "un punto de fuego enfocado en el centro de la joya. [i376] Hace surgir a la vida la cualidad del amor que compenetra el Ashrama del Señor. Entonces puede penetrar la radiación en otros centros y otras vidas, y así se sirve al Señor". Este punto de voluntad dinámica enfocada en el mismo corazón de la Jerarquía, en realidad, complementa al Plan. Para exponer el asunto lo más sencillamente posible -demasiado sencillo para que sea exacto, sin embargo lo más cercano a la verdad para ser esclarecedor y útil- esta potencia magnética, esta voluntad dinámica, activa y energetizante, permite a la Jerarquía avanzar en el sendero eterno. Sus funciones pueden ser enumeradas de la manera siguiente:
[i378] Si estudian cuidadosamente la información antedicha, quizás descubren cierta medida de iluminación. Siempre deben tenerse presentes las grandes simplicidades: los tres grandes aspectos divinos, los septenarios del proceso evolutivo, las cualidades o principios divinos, y la relación entre energía y fuerza. Reteniendo esto con lucidez en la mente, los detalles tienen poca importancia; la [e313] intuición asimila y relaciona rápidamente los detalles, con el todo manifestado si fuera necesario hacerlo. Retomando nuestro tema, la expresión del gran Ashrama por intermedio de los siete ashramas, descubrimos que la magnética energía del primer aspecto se halla en el corazón de los siete ashramas, energetizada e iluminada desde el depósito de energía de la voluntad existente en el corazón del gran Ashrama. Este depósito es nutrido desde el "centro donde la voluntad de Dios es conocida", y el agente directriz de esta energía, dentro de la misma Jerarquía, es el Cristo y sus dos Asociados, el Manu y el Mahachohan. Los cuarenta y nueve ashramas subsidiarios (aunque no todos funcionan) son energetizados por la potencia de la voluntad desde el depósito de energía que existe en el corazón de cada Ashrama mayor, siendo a su vez nutridos desde el depósito central. La analogía de esto en los centros humanos se denomina la "joya en el loto". Estudiaremos ahora la formación del gran Ashrama, luego (esto tendrá más significado para ustedes) la formación gradual de los siete ashramas bajo la directa actividad de rayo. Este proceso subyace en el pasado de la humanidad y sólo lo abordaré brevemente. Una vez formados, la tarea de los siete ashramas consistió en establecer los cuarenta y dos ashramas. Los siete ashramas expresan las cualidades de rayo y los cuarenta y nueve expresan los cuarenta y nueve fuegos, a los cuales se hace referencia en La Doctrina Secreta. Por medio de estos fuegos, el Dios del Fuego trata de hacerSe conocer. Al estudiar algunos de los detalles esotéricos relacionados con la vida, la cualidad y posteriormente la aparición de los ashramas de los Maestros, quisiera recordarles ciertos puntos que ya he indicado; entonces las mentes estarán predispuestas a pensar e interpretar correctamente. Ansío que encaren el tema en forma correcta. He dado numerosas definiciones de un ashrama en las páginas anteriores [i379] y en mis otros libros, y quisiera que las tuvieran en cuenta. El concepto de un grupo escolar, de un conjunto de trabajadores o de cierto número de hombres y mujeres que trabajan supervisados por un Maestro, frecuentemente matiza sus pensamientos. Algo muy diferente es la total liberación de toda coerción o supervisión, en la actividad diaria, la reacción instintiva (de todo lo que pertenece al ashrama) a la influencia de rayo y al "aliento de la Voluntad prevaleciente", según se lo llama. En lo que voy a impartir trataré de darles una impresión muy distinta. En la siguiente sección, sobre la vida dual del proceso iniciático, quizás surjan con mayor claridad conceptos más nuevos. Los puntos que quisiera tuvieran presentes son: [e314]
Si recuerdan estos puntos, reconocerán e interpretarán correctamente todo el tema jerárquico. [e315] Existió un tiempo (en la historia primitiva del planeta) en que no había Jerarquía sino dos centros mayores en la expresión de la vida del Señor del Mundo: Shamballa y Su centro laríngeo en embrión, la Humanidad. Shamballa era el centro coronario. No había humanidad, tal como la conocemos ahora, sino sólo algo tan primitivo que resulta casi imposible captar su significación o expresión real. Pero la vida de Dios estaba presente, más un "anhelo" inherente y un "tirón" dinámico. Ambos factores contribuyeron a que la masa de hombres (si se los puede denominar así) llegara a ser incipientemente invocadora, extrayendo, desde centros espirituales, elevadas Vidas con cierto desarrollo y conocimiento que -en creciente [i381] número- "caminaban entre los hombres", y los condujeron lenta, muy lentamente, hacia una creciente luz. La primitiva historia de la Jerarquía se dividió en dos épocas históricas durante el proceso de convertirse en un "Centro mediador". Primero, la época en que las analogías relacionadoras, mediadoras e iluminadoras, de Quienes hoy denominamos Maestros, los cuales no se habían apartado ni eran invisibles como ahora, hollaron la Tierra con los hombres. Su tarea consistía en llevar la primitiva inteligencia de la humanidad a una etapa donde se le pudiera presentar el Plan y esperar la colaboración eventual. En lenguaje esotérico, Su trabajo consistía en establecer una relación entre el segundo aspecto no revelado (al cual respondían), y la Humanidad. Lo lograron, pero el aspecto materia y la cualidad -de la inteligencia activa- eran tan fuertes que fue esencial la segunda fase histórica. Segundo, la época en que se creó la Jerarquía tal como la conocemos ahora; el centro cardíaco de Sanat Kumara entró entonces en su propia vida, formó su propio campo magnético, poseyó su propio "círculo no se pasa" y se convirtió en un centro dinámico mediador entre Shamballa y la Humanidad. Se ha dicho a menudo, en la literatura ocultista y teosófica, que la Jerarquía se retiró como medida punitiva debido a la maldad de la humanidad. Esto es verdad sólo superficialmente, y una muestra de la interpretación del hombre, lo cual nos proporciona el primer ejemplo de la psicología del temor y del castigo que -desde esa época- ha condicionado toda la enseñanza religiosa. Los Maestros que se apartaron tuvieron a su vez un Pablo que distorsionó la verdad, tal como lo tuvo Cristo, Su actual augusto Guía. La verdad era muy distinta. Llegó el momento en esos distantes eones en que cierto porcentaje de seres humanos alcanzó, por su propio esfuerzo, la etapa (exigida en esos momentos) de preparación para la iniciación. Esta obtención trajo resultados sorprendentes: [e316]
Estos dos históricos períodos (no acontecimientos, excepto que todo TIEMPO es una secuencia o canon de acontecimientos) abarcó vastos ciclos; eón tras eón continuó el trabajo, hasta que hoy tenemos los tres centros principales en el planeta, que demuestran estar muy activos, mucho más estrechamente relacionados que nunca y preparados para entrar en un tercer período histórico. En el ciclo venidero veremos las primeras etapas de la gran fusión espiritual hacia la cual tiende toda evolución; tomará la forma de la exteriorización del Ashrama, de manera que la Jerarquía (o el centro donde el amor de Dios es conocido y el propósito de Sanat Kumara formulado en el Plan) y la Humanidad, se encontrarán en el plano físico y esotéricamente se conocerán. Entonces, dos centros serán "visibles en la luz" -la Jerarquía y la Humanidad. Cuando ambos centros puedan trabajar con plena colaboración, entonces Shamballa tomará forma y ya no existirá únicamente en sustancia etérica cósmica, como sucede ahora. Lo que esto significa, su realización e implicaciones, serán revelados en un futuro tan remoto que no perderemos tiempo en considerarlo. Estamos trabajando y viviendo en las etapas iniciales del período en que se realiza la preparación para que la Jerarquía surja en el mundo de los hombres, surgimiento que en la actualidad ha tenido lugar exclusivamente en los niveles mentales, pero cuando la forma mental de existencia esotérica sea creada por la humanidad y la demanda invocadora logre suficiente intensidad, entonces el gran Ashrama irá apareciendo lentamente en el plano físico. En ese plano se mantendrá [i383] la diferencia entre ambos centros, pero la relación interna y la fusión espiritual continuarán firmemente, hasta: Llegar a ser una el alma y la personalidad. [e317] Todo esto será llevado a cabo por medio del espíritu invocador del hombre, además del proceso iniciático realizado en los ashramas del gran Ashrama. El cambio que este futuro proceso traerá en la civilización, en la naturaleza humana y en la expresión grupal del espíritu humano -religioso, social y político- no es posible decirlo; mucho depende del libre albedrío humano y del momento oportuno. Pero dentro y fuera del gran Ashrama está asegurado ese futuro de colaboración e interacción espirituales, y para ello trabajan todos los verdaderos discípulos. Por lo tanto la situación mundial actual es de importancia. La humanidad, el discípulo mundial, está en proceso de recuperarse de una gran prueba, antes de dar un gran paso hacia el acercamiento consciente a una vida más espiritual; esto en realidad significa un acercamiento más definido a la Jerarquía. Mientras tanto la Jerarquía se está orientando para establecer una relación más estrecha con la Humanidad, y obtener una reorganización interna que permita admitir innumerables discípulos en el gran Ashrama. Esto conducirá a la complementación de los ashramas menores y también preparará para la transmisión de mayor energía de la Voluntad, por intermedio del gran Ashrama, al centro laríngeo de Sanat Kumara, la Humanidad. Los siete ashramas principales responden, cada uno, a uno de los siete tipos de energía de rayo, y son puntos focales en la Jerarquía de los siete rayos. El Ashrama central, el más avanzado y principal es, en la actualidad, el custodio de la energía de segundo rayo, pues éste rige al segundo sistema solar, y es el Ashrama de Amor-Sabiduría -Ashrama en que Buda y Cristo recibieron Sus iniciaciones, a través del cual Ellos trabajan. Será evidente que, si el proceso de invocación y evocación rige la interacción de los centros planetarios, hay en este hecho otra razón por la cual la cualidad del Ashrama avanzado es de segundo rayo. La invocación está relacionada [i384] con la radiación. La evocación con el magnetismo. Éstos son dos puntos dignos de consideración. Los otros seis ashramas principales vinieron secuencialmente a la existencia a medida que la invocación del hombre primitivo alcanzó tal punto de intensidad en su expresión, que evocó respuesta de Shamballa, por medio de sus representantes de rayo, trabajando en los tres mundos con energía dirigida. Se estableció un "punto de fuerza radiatoria", primero, en relación con el ashrama de segundo rayo y luego, con los demás ashramas. Uno a uno, a medida que los rayos entraban en actividad cíclica en los tres mundos y eventualmente en el plano físico, se fueron fundando los siete ashramas, desarrollando y expandiendo, hasta que llegó el momento -hace varios eones- en que los siete ashramas estuvieron [e318] plenamente organizados, y una constante corriente de seres humanos ha pasado a través de ellos, y se han liberado de los tres mundos. En los días primitivos la afluencia de discípulos era excesivamente pequeña. Uno a uno, los aspirantes individuales salían de las filas de la humanidad y penetraban en el círculo no se pasa de la Jerarquía. Al principio se concedían sólo las dos primeras iniciaciones y únicamente mediante el mecanismo del segundo rayo, oficiando en estas iniciaciones, el Instructor del Mundo de esa época. Cuando el séptimo Rayo de Orden Ceremonial (el rayo que desempeña una parte tan potente y misteriosa en esa fase del discipulado denominada iniciación) estuvo en actividad cíclica, apareció un número mucho mayor de discípulos, preparados para la iniciación; el proceso iniciático era entonces administrado en un ashrama de séptimo rayo, siendo el segundo que se formó, debido a que el séptimo rayo es, en el aspecto forma, el factor relacionante entre la vida y la materia. Nuevamente, según reza en los antiguos archivos, se produjo una gran crisis en la evolución humana; fue necesario que se produjera uno de los raros cambios cíclicos que han caracterizado la fluida política de la Jerarquía. Los hombres comenzaron a responder a la Ley de Integración, y la personalidad apareció, con toda su potencialidad, para el bien y para el mal. El hombre se convirtió en unidad integrada en los tres mundos. Entonces surgió una gran posibilidad; el hombre podría, por medio del entrenamiento [i385] y el empleo de la mente, hacer contacto con el alma. Esto no había sucedido hasta entonces, excepto en ínfima medida. En consecuencia esta crisis condujo a la creación, o más bien a la aparición del proceso iniciático, al cual hemos dado el nombre de tercera iniciación. Por primera vez la Jerarquía se dio cuenta del éxito total del vasto trabajo realizado en el centro humano durante millones de años. El alma y la personalidad podían ser y fueron inteligentemente fusionadas. Ésta es una de las razones por la cual la Jerarquía considera a la tercera iniciación como la primera iniciación mayor, pues marcó un punto de completa integración del alma y la personalidad. El alma estaba presente en las iniciaciones primitivas, pero controlaba sólo ocasionalmente; era posible el constante fracaso en los tres mundos, y la relación entre el hombre y su alma en los tres mundos, era nebulosa y mayormente potencial. Comprenderán lo que quiero significar cuando señalo que muchos miles de personas en el mundo actual han recibido la primera iniciación, se encaminan hacia la vida espiritual y a prestar servicio a sus semejantes; sin embargo sus vidas, frecuentemente dejan [e319] mucho que desear y evidentemente el alma no ejerce constante control; todavía están librando una gran batalla para lograr la purificación en los tres niveles. Las vidas de estos iniciados no son del todo perfectas y su inexperiencia es muy grande, y en este ciclo particular se está iniciando una tentativa para alcanzar la fusión del alma. Cuando esto se logre, entonces recibirán la tercera iniciación (la primera, hablando jerárquicamente). En la actualidad, este triple proceso de preparación, purificación y fusión, constituye la práctica común del discípulo, y el proceso ha prevalecido durante incontables años; pero cuando esta fusión sucedió por primera vez, marcó un gran acontecimiento jerárquico y fue una crisis de suprema importancia espiritual. Como bien saben, el primer ser humano de ese "centro que llamamos la raza de los hombres" que alcanzó esta etapa, fue Cristo; en esa primera gran demostración de Su etapa de realización (por intermedio de lo que entonces era un nuevo tipo de iniciación) Buda acompañó a Cristo. Buda había alcanzado la misma etapa antes de la creación de nuestra vida planetaria, pero las condiciones para recibir la tercera iniciación [i386] no estaban disponibles entonces, y Buda y Cristo recibieron juntos la iniciación. Desde esa época e iniciación, todos los iniciados del mismo grado de realización, han permanecido ante la Presencia del Iniciador Uno, el Señor del Mundo, y no ante la Presencia del Iniciado y Guía de la Jerarquía de entonces. Esta tercera iniciación fue conferida en un ashrama de cuarto rayo, el Rayo de Armonía a través del Conflicto. Dicho ashrama formado anteriormente, había emprendido una actividad funcionante. De acuerdo a la Ley de Analogía pueden ver por qué esto fue así. El primer ser humano del cuarto reino de la naturaleza que recibió esta iniciación lo hizo en un ashrama del cuarto rayo, y luego, hablando esotéricamente, "el Camino quedó abierto hacia la Cruz"; el iniciado hizo frente al proceso de ser puesto en la Cruz y, desde ese punto de ventaja, podía observar los tres mundos. Entonces, llegó a ser una posibilidad la cuarta iniciación; el discípulo de tercer grado enfrentaba la crucifixión con la promesa de obtener una total liberación y resurrección final. Como podrán ver, la crisis de relación entre la humanidad y la Jerarquía fue tremenda -de tal importancia que involucró a Shamballa, y el Mismo Señor del Mundo permitió y aceptó que el iniciado estableciera contactos superiores. Entre ese momento y la crucifixión del Maestro Jesús, los ashramas de sexto, quinto y tercer rayos, se formaron alrededor del núcleo de luz, iniciado mucho antes por los Señores de rayo. El punto de luz y la energía de la voluntad han existido en el centro de cada ashrama durante incontables milenios, pero los ashramas fueron formados sólo [e320] lentamente alrededor del núcleo, cuando los diferentes tipos de energía vinieron a la manifestación y trajeron consigo tipos humanos que respondían a la energía de rayo. Cuando el Maestro Jesús recibió la iniciación de la crucifixión, surgió otra crisis de importancia igualmente grande, si no mayor. La crisis se produjo porque simultáneamente con la crucifixión del Maestro, el Guía de la Jerarquía, el Cristo, recibió dos iniciaciones en una: la Iniciación de la Resurrección y la de la Ascensión. Éstas son las iniciaciones quinta y sexta, de acuerdo con la terminología cristiana. [i387] Ello fue posible porque el ashrama de primer rayo estaba ya activo, posibilitando la entrada en la Cámara del Concilio de Shamballa. Cuando Cristo realizó esto, fue considerado digno de personificar en Sí Mismo un nuevo principio en evolución y de revelar al mundo la naturaleza del aspecto de segundo rayo -el principio divino del amor (tal como lo denomina la humanidad) o de la razón pura (como lo llama la Jerarquía). Desde entonces, los siete ashramas mayores fueron plenamente organizados y su actividad radiatoria aumenta constantemente. Habrán observado que el orden de su aparición -bajo la actividad de rayo- fue 2, 7, 4, 6, 5, 3, 1. Al impartir este dato informativo ashrámico, estoy haciendo más insinuaciones de las que podrán captar inmediatamente. Cada ashrama expresa, como es sabido, la cualidad de rayo en su forma más pura y esencial. Durante el proceso de creación de los siete ashramas, éstos han trasladado su enfoque o ubicación, desde el nivel más inferior de los tres del plano mental abstracto en cada crisis mayor, hasta que hoy los ashramas existen en el plano búdico y no en el plano mental. Esto marca el triunfo del trabajo jerárquico, porque la razón pura -por intermedio del segundo rayo- es la cualidad dominante en todos los ashramas. Recuerden respecto a esto que todos los rayos son subrayos del segundo Rayo de Amor-Sabiduría, pero que en los primeros días de la actividad jerárquica se expresaba primero la cualidad particular del rayo que dominaba un ashrama y no la cualidad del rayo mayor del cual todos formaban parte. Actualmente todo cambia, aunque el proceso no es aún perfecto, y la razón pura o amor verdadero, comienza a manifestarse mediante la cualidad de todos los rayos que funcionan a través de sus respectivos ashramas. La cualidad secundaria del rayo no desaparecerá y de ninguna manera disminuirá, sino que cada cualidad de rayo servirá para complementar la expresión del amor puro, que es en la actualidad, la cualidad esencial y principal del Señor del Mundo, Sanat Kumara. [e321] En el transcurso de los siglos y a medida que se ha acrecentado la potencia de los rayos en la Tierra, la humanidad se ha hecho progresivamente más invocadora; esto ha obligado a que se expanda [i388] la Jerarquía misma, y cada ashrama se ha trasformado en el creador de otros seis ashramas (pocos de ellos están completos y otros totalmente en embrión), de manera que los cuarenta y nueve ashramas están de hecho en formación. El segundo rayo, por ejemplo, tiene cinco ashramas afiliados, y sólo existe el núcleo de uno; todos trabajan regidos bajo su inspiración, y por efecto del fuego central de segundo rayo. Todos tienen en su centro un discípulo de segundo rayo. El tercer rayo tiene ya dos ashramas subsidiarios, el sexto tiene cuatro, y así sucesivamente. El primer rayo en este momento es el único sin ningún ashrama subsidiario en pleno funcionamiento, y ello porque el aspecto voluntad es aún muy poco comprendido y pocos iniciados pueden satisfacer las exigencias de la iniciación de primer rayo. Ésta no es una alusión a la humanidad. Es cuestión de tiempo y de programación y de conveniencia divina, y Shamballa no tiene todavía la debida preparación para una afluencia de iniciados de primer rayo. Pasarán eras antes de que el aspecto Voluntad alcance la etapa de desenvolvimiento y expresión en el plano físico por intermedio de la humanidad, que garantizará la fusión de los seis fuegos del primer rayo -los fuegos más puros que existen. Si a lo que ustedes conocen sobre el trabajo ashrámico actual le agregan como antecedente la información impartida, tendrán una imagen más completa de la realidad evocadora y espiritual. Saben bastante (pues he dado mucho) respecto a los ashramas activos actualmente y a los requisitos para la aceptación. Es esencial que se tenga por sentado la singularidad del proceso iniciático. En el transcurso de las épocas los hombres lo han realizado, lo están realizando y lo realizarán. La única diferencia es que -a medida que se desarrolla el intelecto- los requisitos para la iniciación son más drásticos y exigentes y el iniciado, por lo tanto, adquiere un orden más elevado. El Maestro actual es infinitamente más inteligente, posee más amor y es "ocultamente más razonable" que lo que fue el Maestro en la era Atlante. Esto en sí constituye un hecho razonable. ¿No es así hermanos míos? Al considerar el trabajo llevado a cabo en el ashrama, en lo que afecta a los mismos Maestros, surgen automáticamente dos ideas: [i389]
Hace años, en 1922, cuando en el libro Iniciación Humana y Solar di los nombres de los siete senderos que debe recorrer un Maestro, Aquellos con quienes trabajaba, consideraban que la humanidad no estaba preparada para recibir la información que me propongo dar ahora. Quisiera recordarles aquí lo que siempre he dicho: que ni siquiera la Jerarquía sabe exactamente cómo reaccionará la humanidad o qué progreso realizará en un tiempo dado. Desde que di la información exotérica anterior, tuvo lugar la guerra mundial, las fuerzas del mal oculto [i390] surgieron durante un breve período y luego fueron derrotadas, y la humanidad despertó a los valores más verdaderos y a la percepción espiritual, en una medida totalmente inesperada. Los hombres han despertado en tal forma por la agonía pasada, que nunca volverán a dormirse; quizás avancen lentamente, pero están, por primera vez en vasta escala, pensando y visualizando realmente. Por esta razón, es posible dar esa enseñanza que fue hasta ahora considerada demasiado avanzada. Hoy están vivos quienes la comprenderán; otros, que ya han sentado sus pies en el Camino Superior, vendrán a la encarnación en los próximos cincuenta años, y para ellos escribo. Sería útil exponer aquí ciertos enunciados preliminares, si se [e323] quiere tener una efectiva y real comprensión y un claro pensar. Su significación surgirá a medida que estudiemos los Siete Senderos y las Nueve Iniciaciones, las que sólo enunciaré, pero ustedes deberán considerarlas como básicas:
Si tienen presente estos hechos, despuntará alguna luz y, en todo caso, cuando el estudiante o discípulo vuelva a la encarnación, el conocimiento impartido (almacenado en el contenido del alma) estará entonces útilmente disponible. Quisiera extenderme algo más sobre una observación anterior. He enunciado que los "siete ashramas son los campos de prueba para todos los Maestros que encaran la sexta Iniciación de la Decisión". Esto constituye parte del problema que enfrentan los Maestros que deben progresar de esta manera, siendo particularmente crucial para Quienes han elegido el primer sendero, al Sendero del Servicio en la Tierra, y para quienes se están preparando para la [e325] sexta iniciación. Este proceso de cambio para una decisión final condicionante -en línea, conscientemente realizada, con el Propósito divino e implicando respuesta a Shamballa- es una empresa importante; se relaciona con el desarrollo de la comprensión de la voluntad y concierne al aspecto espíritu o vida; involucra una creciente revelación del propósito y la "intención fija" del Logos planetario, pero (y aún más que eso) tiene relación con fuentes y energías extraplanetarias y esas condiciones cósmicas que son responsables de la Presencia de Sanat Kumara en la Tierra. La voluntad Lo trajo aquí; el desenvolvimiento de la naturaleza de la voluntad de los Maestros y de los Iniciados aún más elevados, les permite asistir a Sus deliberaciones internas, mediante el tipo más elevado de relación o impresión telepática que existe en nuestro planeta. [i393] Sin embargo, esta impresión es posible por el desarrollo de la intuición y no tiene relación con la naturaleza de la mente. Este entrenamiento para la decisión es impartido obligando al Maestro, dentro de Su ashrama, a tomar decisiones básicas, que afectan al trabajo mundial e involucran a quienes están en el ashrama. Se imparte cuando es admitido en el cónclave de los Maestros, que se reúne cada siete años. En dicho cónclave se toman las decisiones que conciernen a todas las formas de vida existentes en los reinos de los tres mundos y su progreso evolutivo, siendo puesto a prueba en forma grupal cuando toda la Jerarquía se reúne en Su conferencia centenaria y -en ese momento- decide el tipo de crisis, el nivel de conciencia y el grupo de vidas que involucrará, proyectará y presentará a la humanidad, aunque necesariamente se verán implicados los demás reinos de la naturaleza. La razón de esto es que la reunión para planificar esta crisis acelerará ciertas realizaciones. No olviden que la humanidad progresa enfrentando momentos de crisis, basados sobre el karma pasado, condicionados por la etapa de evolución ya alcanzada y la presencia en los tres mundos de ciertas fuerzas de rayo apropiadas, siendo llevados al punto de precipitación por decisión conjunta del cónclave de Maestros. Esta decisiones no afectan el libre albedrío del hombre, porque la Jerarquía no hace nada para condicionar el acercamiento del hombre a la crisis y, hablando esotéricamente, Su "actitud es deliberadamente orientada hacia otras cosas", durante el período en que el hombre toma su decisión, así la potencia de Sus pensamientos no afecta a la mente humana. Una vez que la precipitación de la crisis haya terminado y la humanidad empiece a actuar de algún modo, entonces la atención de los Maestros, actuando por medio de Sus ashramas, estará dedicada a ayudar plenamente a todos [e326] los que tratan de guiar a la humanidad en líneas correctas -relativamente pocos entre los incontables millones de ignorantes. A medida que estos cónclaves centenarios se celebran al finalizar los primeros veinticinco años de cada siglo, el Señor del Mundo, con los Miembros de Su Concilio, vigilan el proceso de decisión, a fin de ver hasta qué punto la voluntad de la [i394] Jerarquía está de acuerdo con ese aspecto de la voluntad divina que deberá expresarse en los tres mundos, como resultado de Su decisión. Vigilan también a determinados Maestros que en breve plazo han de estar preparados para la sexta iniciación, a fin de comprobar en qué medida Ellos registran esa divina voluntad y la forma de emplearla. Por esta comprobación el Concilio de Shamballa puede determinar con gran exactitud, cuál de los siete senderos elegirá un iniciado. De este modo saben cuántos discípulos avanzados necesitarán para hacerse cargo de la guía de un ashrama, admitiendo en consecuencia a muchos discípulos para la correspondiente e inmediata iniciación. Al mismo tiempo, a los aspirantes que se hallan en la periferia de un ashrama se les permite avanzar en plena participación ashrámica. Esto debería darles una idea de la síntesis expresada por intermedio de los tres centros planetarios: Shamballa, la Jerarquía y la Humanidad, responsables del condicionamiento de los demás centros planetarios y de la consiguiente manifestación de la intención divina. El propósito fundamental de Sanat Kumara consiste en establecer rectas relaciones en cada campo de Su vida manifestada. Actualmente el factor alentador lo constituye la actividad de la humanidad, pues por primera vez se interesa por las rectas relaciones humanas y su establecimiento. Quisiera que reflexionen sobre esto, porque significa que también por primera vez, la humanidad responde conscientemente a la voluntad e intención de Shamballa, aunque no entienda las implicaciones esotéricas. Esto tiene mayor importancia de lo que pueden imaginarse, porque constituye una nueva relación de naturaleza espiritual y resultados profundamente espirituales. La preparación de los Maestros para esta sexta iniciación es excesivamente ardua. Les resulta difícil alcanzar Su meta como lo es para el discípulo común cuando está a la expectativa de la iniciación inmediata que lo enfrenta. Tienen que dominar la técnica de manipular los factores más poderosos en el mundo, la energía y la influencia de la inteligencia. Deben penetrar en el misterio de la electricidad y complementar [i395] su expresión en los procesos creadores dirigidos por Shamballa; aprender a trabajar con el fuego eléctrico, así como lo hicieron mucho antes cuando trabajaban con el fuego por fricción, como personalidades, y con el [e327] fuego solar, como discípulos e iniciados menores. De esta manera se familiarizaron con el significado de las palabras "Sol Central Espiritual", así como se familiarizaron con la aparición del sol físico como miembros de la familia humana, y con el "corazón del Sol" como Miembros de la Jerarquía. Repito, aquí también podemos observar que se desarrolla la misma síntesis -síntesis originada en ese punto focal de energía dinámica atractiva, conocido por nosotros como el Sol y sus planetas. El Maestro en Su ashrama aprende así "ocultamente a decidir" y a condicionar el centro creador del cual es responsable. Debe hacerlo con el ashrama, rodeado de todos aquellos que están en entrenamiento y son los agentes de Su voluntad. Debe actuar por intermedio de ellos, los cuales limitan necesariamente la visión a la que Él responde, y disminuyen el grado de vibración y la cualidad de energía de la cual Él es el punto focal. Esta energía constituye la vida animadora del ashrama y también la fuerza que los discípulos e iniciados deben emplear cuando trabajan en el mundo, esto naturalmente en colaboración con la energía que cada discípulo "ocultamente genera" dentro de sí mismo y de la cual él -en menor grado- es responsable. Daremos más enseñanza respecto a este tema cuando se estudien específicamente las nuevas iniciaciones en las cuales aparecerá otra síntesis entrelazada con la síntesis de la Voluntad. Los siete Senderos que enfrenta el Maestro. Como es evidente, dos crisis enfrenta ahora el Maestro:
La mayoría de los Maestros penetran en zonas donde se los necesita "para impartir, fortalecer e iluminar aquello que ya está fusionado, es fuerte y está pleno de luz, pero que necesita lo que Él trae, a fin de expresar al todo omniabarcante". Les dejo estas palabras como elemento de reflexión, pues no es mucho lo que puedo decir sobre este tópico. En cualquier caso y en lo que respecta a todos los grupos de Maestros que deben tomar decisiones, el trabajo con la Jerarquía ha terminado, excepto para esos pocos que eligen el Primer Sendero. Parte del error que cometió Buda estaba relacionado con el tema de la decisión. Amó tanto a la humanidad que no pudo elegir y no eligió, el sendero que en realidad le habían ordenado seguir; en cambio [e328] eligió el Sendero del Servicio en la Tierra, que no era el que Le correspondía. Él lo sabe y, a su debido tiempo, pasará al sendero correspondiente. Este pequeño incidente les demostrará la completa libertad de elección que caracteriza a la sexta iniciación. Si han leído el libro Iniciación Humana y Solar, sabrán que los siete senderos son:
En ese primer libro, que escribí para el mundo, di una simple definición de la significación exotérica de estos senderos -tan simple que casi no indica nada, y lo hice para el público en general. Ahora me esforzaré por impartir significados más profundos, escribiendo, como lo hago, para discípulos avanzados y para iniciados que -al leer entre líneas y comprender el simbolismo involucrado- comprenderán de acuerdo a su etapa de evolución. [i397] Al abordar el tema de los siete senderos, quisiera señalar que el único punto básico que puedo presentarles es el de la relación. Estos siete senderos conducen a algún objetivo, con el cual nuestra vida planetaria es puesta en contacto. Los objetivos de cada sendero -con la vida y las condiciones que representan- proporcionan al Maestro una visión de la posibilidad. Esta visión es adecuada para que Él abandone el Ashrama jerárquico, excepto cuando es necesario llenar vacantes en Shamballa. La experiencia progresiva de las Vidas mayores que trabajan en la Cámara del Concilio de Sanat Kumara no forma parte de nuestros estudios. Muchos de estos Trabajadores supremos, como lo habrán leído en Tratado sobre Fuego Cósmico, hallaron Su camino a nuestro planeta desde otro planeta hermano, Venus, estableciendo a su vez relaciones entre sí. Recuerden también que los siete rayos son los subrayos del gran Rayo de Amor-Sabiduría cósmico, que expresa siempre relación, complementada por la Ley de Atracción; esa forma de atracción esotérica que aleja al Maestro de Su ashrama, condiciona Su decisión y Lo lleva eventualmente a atravesar el portal que conduce a otras esferas y planos de actividad. Consideremos ahora -en forma breve y necesariamente inadecuada- estos siete senderos, tratándolos uno por uno: 1. El Sendero del Servicio en la Tierra. Es el único Sendero que el Señor del Mundo considera dentro [e329] del campo de Sus atribuciones espirituales. Se reserva el derecho de retener, a fin de que sirvan a la Jerarquía y en consecuencia a la Humanidad y las evoluciones subsidiarias, a esos Maestros que considera en determinado momento, esenciales para el trabajo a realizar. Con ese objeto Les pide que declaren Su decisión al recibir la sexta iniciación, y que posterguen la entrada en uno u otro de los senderos hasta que Él lo autorice. Esta autorización fue dada últimamente en el caso de Buda, que ha expiado Su muy comprensible error y entrará -a su debido tiempo- en el sendero que Lo conducirá a su campo de expresión correspondiente. También a su debido tiempo, aunque [i398] no muy pronto, Cristo irá "al lugar que Lo reclama" y el Maestro K.H. asumirá el papel de Instructor del Mundo. Todo este progreso acarrea sus propios problemas; produce vacantes en las filas de la Jerarquía que deben ser llenadas; conducen a la afluencia constante de nuevas y poderosas energías, pues debe reconocerse que estas energías llegan por senderos, que tanto conducen a nuestro planeta como se alejan de él. La nota invocadora unida de nuestra evolución, es emitida en momentos y ciclos designados, y llega hasta quienes esperan la oportunidad y el servicio espirituales. Entonces siguen el sendero que conduce a nuestro planeta. Surgen desde otras esferas y planos de acuerdo a su destino e intención; entonces se los denomina Avatares, Grandes Iluminadores, Salvadores Planetarios o Regentes Espirituales; actúan así, a pedido de Sanat Kumara, en los niveles cósmicos superiores. No obstante, es un enunciado verídico de que, a su debido tiempo, aún a Aquellos que eligen el Sendero del Servicio en la Tierra y continúan realizando el trabajo jerárquico, se Les otorga oportunamente el derecho de seguir Su decisión y pasar a prestar servicio extraplanetario. La Jerarquía, como hemos visto, imparte el entrenamiento necesario para ese servicio más amplio, y el tema de lo que podría denominarse el proceso educativo, al cual se someten los Maestros, es el desarrollo de la conciencia de las relaciones que se hallan más allá del aura de nuestro planeta; ésta es, en realidad, una rama superior y más compleja de la Ciencia de Impresión que deben dominar los discípulos, en su nivel inferior. Sin embargo, este aspecto de la impresión se relaciona con los mundos amorfos, mientras que todas las impresiones a las que el discípulo debe aprender a reaccionar, emanan desde el plano físico cósmico de la cual son parte integrante nuestros siete planos; nuestro mundo espiritual más elevado es una parte del mundo sustancial. Los Maestros trabajan para desarrollar una consciente receptividad o sensibilidad al plano astral cósmico, fuente del espíritu o energía del amor. Hay una conexión fundamental entre [e330] la Jerarquía (la fuente de expresión del amor en la Tierra) y el plano astral cósmico, y hacia este objetivo trabajan los Maestros que eligen el Sendero [i399] del Servicio en la Tierra. El rayo principal de nuestro sistema solar es el de amor-sabiduría, y no hay otro campo mejor que la tierra para dominar las etapas preliminares de ese desenvolvimiento divino y recibir el desarrollo y la educación necesarios. En la Tierra, los Maestros han vencido el espejismo y la ilusión y para Ellos ya no existe el plano astral. Ante Ellos, y debido a que Se han liberado de estas "distracciones", tendrán la oportunidad de entrar en el Corazón de Dios, el centro del amor puro, y desde ese centro hollar el camino del amor. Los siete senderos conducen a los planos astral o mental cósmicos, de acuerdo a la decisión tomada en la sexta iniciación. En el plano astral cósmico no hay espejismos, sino un gran vórtice de energía -la energía del amor puro- regido por la Ley de Atracción. Podría decirse que:
Por lo tanto, tres senderos conducen al reino de la energía atractiva amorosa; otro sendero conduce a su analogía superior, el nivel cósmico de la razón pura; tres conducen al reino de la Mente divina. Cuatro de los senderos relacionan al Maestro que evoluciona, con el Corazón de la Gran Vida que actúa por intermedio de nuestro sistema solar, y tres con Su naturaleza mental. Todos conducen eventualmente al iniciado al Sol Central Espiritual. [i400] Quienes trabajan en Shamballa encuentran Su camino a este centro supremo por los tres caminos más arduos, mientras que los restantes alcanzan la misma meta, vía el camino del amor. El desarrollo de la voluntad tiene mucho que ver con Su [e331] decisión. No debe pensarse que los Maestros que están en el primero, tercero y quinto rayos, por ejemplo, siguen numéricamente el mismo sendero. No es así; tampoco quienes están predominantemente en la segunda línea de energía tienen el plano astral cósmico como meta. Tampoco esto es así. Su respuesta y decisión están basadas en la comprensión de la necesidad cósmica -necesidad de la cual ustedes nada saben, como tampoco les es posible comprender la naturaleza del mal cósmico. Respecto al detalle del trabajo de Quienes eligen -hasta alcanzar la liberación- permanecer en la Tierra y trabajar en la Jerarquía o con Ella, ¿qué más puedo decirles? Ya conocen bastante sobre este tema porque he impartido mucho -mucho más de lo que se ha dado anteriormente. No he considerado el trabajo de la Jerarquía en relación con las evoluciones, excepto la humana, por dos razones: El desarrollo de ustedes es de tal naturaleza que no incluye ni puede registrar la conciencia o naturaleza de los reinos subhumanos. El trabajo que realiza la Jerarquía en esos reinos es mayormente llevado a cabo por intermedio de la humanidad y el desarrollo científico moderno. Numerosos Maestros no trabajan con el reino humano; están plenamente ocupados en llevar a cabo la voluntad divina en otros reinos. Con este trabajo nada tenemos que ver por ahora. Cuando alguien recibe la sexta iniciación y decide seguir el Sendero del Servicio en la Tierra (ya sea temporariamente a pedido de Sanat Kumara, o hasta el fin del ciclo mundial), enfrentará una decisión secundaria respecto a cuál de los cuatro reinos le proporcionará el debido campo de servicio y sacrificio. Ahora consideraremos: [i401] 2. El Sendero del Trabajo Magnético Al referirme a este sendero he dicho que Quienes encuentran Su camino hacia este sendero trabajan con fohat o con la energía esencial de nuestro sistema solar, diferenciada en siete tipos esenciales de energías. Nuestro planeta, con su Señor regente, es parte integrante de la expresión de vida de una Entidad aún mayor, el Logos solar, y el Maestro debe trabajar con la energía astral incidental a Su naturaleza cósmica. Aprende a dirigir las corrientes de esta energía esencial y, debido a Su antigua relación con la Tierra, es parte de la agencia que dirige la energía astral dentro del "círculo no se pasa" planetario. Dije también que muchos Maestros que han alcanzado la liberación en el quinto rayo, encuentran Su camino hacia este sendero, corroborando la afirmación de que el rayo [e332] no determina la decisión. Estos Maestros de quinto rayo (entre muchos otros, lógicamente), trabajarán en un gran vórtice de energía de segundo rayo. Debe señalarse que, en su estado original, esta energía astral pura, que de acuerdo a la ley va dirigida hacia nuestra vida planetaria, se halla libre de todo lo que en la actualidad se asocia con el plano astral: el espejismo y la ilusión, la bruma emocional y los ponzoñosos y decepcionantes fenómenos. Estos bien conocidos aspectos del plano astral son la creación de la humanidad en el transcurso de las edades, y presentan por lo tanto un problema crecientemente difícil para todos los aspirantes. El desorden y el caos atormentadores del plano astral se deben mayormente a tres factores: La fuerza que genera
el espejismo, en constante desarrollo, creado por los seres humanos
autocentrados y no desarrollados. La fuerza de esos
aspirantes y discípulos que tratan de combatirlo en sus propias
vidas y en las vidas de los demás. La afluencia, de acuerdo a la ley cíclica, de la energía astral solar pura, dirigida por el Maestro que trabaja en el segundo sendero. Estos tres factores crean una gran dificultad; durante la crisis de la pasada guerra mundial 1914-45, alcanzó muy serias proporciones, e involucró a la crisis jerárquica [i402] a la cual me he referido con anterioridad, muchos Maestros de diferentes ashramas tomaron la decisión de trabajar en este segundo sendero a fin de poner orden en el caos, vertiendo sobre el plano astral planetario energía astral pura, reveladora del amor puro, sin estar contaminada por el espejismo. Dichos Maestros eran expertos en la regulación del tiempo y en la manipulación de la energía. Como observarán, tres tipos de energía astral están en consecuencia relacionados: La fuerza astral
de nuestro planeta, característica del plano astral planetario
en los tres mundos de la empresa humana. La fuerza astral
del Logos solar, el verdadero Dios del Amor. La energía astral del plano astral cósmico. Estas fuerzas aparecen simbolizadas por un triángulo, ante el Maestro que las manipula. El Antiguo Comentario dice:
Ésta es una burda traducción de algunas frases muy antiguas, quizás menos simbólica de lo que puedan aparecer. El trabajo de Triángulos que inicié está vinculado con este sendero. En realidad la función de estos triángulos consiste en facilitar el trabajo de distribución dentro de la Jerarquía y la Humanidad, de la entrante energía del amor puro (expresándose como luz y buena voluntad). Este propósito profundamente esotérico de Triángulos, no será comprendido por el publico en general, pero algunos lectores apreciarán la oportunidad que se presenta para servir conscientemente de esta manera. El Sendero del Trabajo Magnético conduce al Maestro, ante todo, al Corazón del Sol, y de allí al plano mental [i403] cósmico, pasando a través del plano astral cósmico, haciendo allí una pausa momentánea. En realidad el enunciado que antecede no se refiere al progreso de un punto a otro ni en ordenada secuencia. Se refiere a los estados elevados de percepción y a un tipo de contacto cósmico que registra el Maestro desde el punto en que se encuentra en el segundo sendero, pues todos los planos se interpenetran. Esto es algo fácil de comprender en conexión con nuestros siete planos, ya que las sustancias más sutiles podrían ser visualizadas como interpenetrando las más densas. Sin embargo, no es tan fácil comprender cuando salimos del plano físico cósmico (en nuestra imaginación, inútil es decirlo), y entramos en esos planos de los cuales nada sabemos y de cuya composición y sustancia (si son sustanciales, tal como entendemos el término) somos totalmente ignorantes; aparte de esto, no estamos en situación de comprobar la verdad. El método de trabajo del Maestro en este Sendero es también difícilmente comprensible. Puede ser resumido en las siguientes palabras, y traer alguna luz por su significado conjunto (cada frase contribuye a una idea), si se le dedica la debida reflexión:
Estas frases pueden dar una vaga idea de un proceso basado en "la recepción", luego en la dirección, que produce rechazo e impacto, allí donde lo dispuso el agente rechazante. [e334] Otro aspecto del trabajo realizado por el Maestro en el segundo sendero, es la abstracción de esas fases del espejismo que ya no tienen el poder de engañar al género humano. No se permite su acumulación o permanencia en el plano astral. Por lo tanto, por el poder magnético del Maestro, son abstraídas y "ocultamente [i404] absorbidas" por Él; la sustancia del espejismo, purificada y liberada de todo aquello que la condicionaba en el plano astral planetario, y reteniendo solamente la esencia pura, pone en movimiento la ley que atrae hacia el plano astral cósmico este remanente purificado. Por lo tanto, continúa constantemente este gran proceso circulatorio que demuestra nuevamente la síntesis esencial que subyace en toda vida -humana, planetaria, del sistema y cósmica; revela también que la Ley de Atracción, la Ley del Trabajo Magnético y la Ley Cósmica de Síntesis, son tres aspectos de una misma Ley, para la cual aún no tenemos nombre. Podría decirse que los Maestros que están en el segundo sendero trabajan en relación y contacto con ciertas grandes Vidas que actúan en la periferia de la constelación de Libra, la Balanza. Ello se debe a que los Maestros capaces de trabajar con energías magnéticas y con las tres leyes citadas, han alcanzado un punto de equilibrio que posibilita Su trabajo; involucra también una atención equilibrada y un poder directriz que permite la afluencia de energías desde Libra, que de otra manera no podrían penetrar en nuestra vida planetaria. Estas energías de Libra penetran en nuestro sistema solar vía el Corazón del Sol, y son peculiarmente susceptibles a la atracción y distribución magnéticas. Todos estos senderos vinieron gradualmente a la existencia cuando nuestro Logos planetario creó la Tierra y empezó el proceso involutivo de la creación, que condujo, a su debido tiempo, pero mucho más tarde, a la evolución. Por lo tanto, todos son Senderos de Retorno. El segundo sendero fue uno de los primeros empleado, y (nuevamente citando El Antiguo Comentario) "el portal que antes se abría hacia adentro ahora se abre hacia afuera, permitiendo la salida de los que tienen la llave, porque entraron por ese portal en eones transcurridos hace tiempo." Todos los Maestros (y no sólo los de quinto rayo) reciben un cuidadoso entrenamiento en la manipulación de energías, de allí el enunciado del Maestro K.H. a Sus discípulos, de que el ocultista tiene que aprender a dominar y controlar las fuerzas y energías dentro de sí mismo; el discípulo y el iniciado trabajan con energías jerárquicas y con las fuerzas [i405] de los reinos de la naturaleza en los tres mundos; el Maestro recibe instrucción en la manipulación de las energías extraplanetarias, pero dentro del "círculo no se [e335] pasa" solar. A los Maestros que han decidido hollar el segundo sendero se les enseña a controlar y dirigir las energías del sistema y ciertas energías que emanan de Libra y de una de las estrellas de la constelación de la Osa Mayor. En las etapas más avanzadas de Su trabajo, y cuando el Maestro ha avanzado más de lo que la palabra indica, trabaja conscientemente en el plano mental cósmico; su actividad tendrá que ver con la relación de energías de la Osa Mayor, y con las Pléyades y su relación dual (la analogía superior de atma-budi) con el sistema solar, y sólo incidentalmente con nuestra Tierra. ¡El entrelazamiento, la interdependencia y la interpretación, son muy grandes! 3. El Sendero del Entrenamiento para los Logos Planetarios. Evidentemente no es posible decir mucho acerca de este sendero. Los Maestros que lo huellan encuentran Su camino hacia las diferentes escuelas para el entrenamiento de los Logos planetarios de algunos esquemas planetarios mayores, según se dice en el libro Iniciación Humana y Solar. Son necesariamente pocos y un pequeño grupo de ellos permanece a fin de estudiar, en nuestra particular empresa planetaria, bajo la guía de Sanat Kumara. Lo hacen después de haber tomado Su decisión y de haber pasado por el portal a la periferia de nuestro "círculo no se pasa" planetario. Entonces -fuera de la encarnación y trabajando por medio de la telepatía superior- reciben instrucciones, incomprensibles para nosotros, de los Miembros de la Cámara del Concilio de Shamballa y, principalmente, de dos de los Budas de Actividad. Habiendo aprendido la técnica y pasado ciertas pruebas, pasan a la vida planetaria de Venus, el Alter-Ego de nuestra Tierra, donde completan Su entrenamiento, hasta donde nuestro sistema solar puede proporcionarlo, encontrando Su camino eventualmente hacia el plano mental cósmico. Dos cosas deben tenerse presentes en conexión con este complejo tema: Primero: Dichos Maestros trabajan primordialmente con la psiquis [i406] o el aspecto alma, dentro del sistema solar. Se ocupan de las expresiones más sutiles de la conciencia, de la impresionabilidad esotérica y de esa sensibilidad aguda que produce el registro instantáneo y exacto de todas las reacciones del alma, dentro de cualquier vida planetaria. Estos reinos no son necesariamente idénticos a los de la Tierra, pero en todos los casos son vastos grupos de formas vivientes, manifestaciones o expresiones de la naturaleza de determinado Logos planetario. Los Maestros que reciben este entrenamiento no se ocupan de los estados individuales de conciencia de ningún grupo. Lo que ocupa Su atención es la conciencia del todo [e336] y su respuesta a los impactos cósmicos. No están (si puedo expresarlo así) interesados en ningún tipo de unidad individual o en sus reacciones, respuesta o susceptibilidad individuales, a la impresión. Sólo se preocupan de esos procesos superiores de identificación que indican un estado avanzado de desarrollo evolutivo. Su trabajo consiste en acrecentar el desarrollo progresivo de la identificación. Empiezan con la identificación de la mónada, dentro de nuestra esfera planetaria, con el Propósito y la Voluntad del Señor del Mundo, y prosiguen (a medida que su entrenamiento proporciona las facultades deseadas) con identificaciones superiores dentro del sistema solar. Es innecesario dilucidar más esto. Todo su entrenamiento concierne a la construcción del antakarana planetario, el del sistema y el cósmico, pues por intermedio del antakarana actúa el espíritu, son controlados los procesos de la vida y funcionan todos los aspectos de la voluntad, en desarrollo, de la Deidad. Recuerden que el antakarana planetario vincula nuestro planeta con Venus, de allí pasa al Corazón del Sol y luego al plano mental cósmico. Existen "puentes" que llevan, a las séptuples energías de los siete rayos, de un planeta a otro, de un sistema a otro y de un plano a otro, en niveles cósmicos. A través de estos puentes es proyectada la voluntad de las Entidades espirituales que están relacionadas, produciendo ese esfuerzo sintético que caracteriza la vida colaboradora del sistema. En nuestro planeta, el trabajo de los Maestros en entrenamiento es, entre otras [i407] cosas, desarrollar dentro de Sí Mismos no sólo la sensibilidad al propósito del sistema, sino la capacidad para trasmitir ese propósito a la Cámara del Concilio de Shamballa. En sentido extraplanetario, tiene una analogía y una relación definidas con el grupo de Nirmanakayas de nuestro planeta, que trabajan con el antakarana en actividad contemplativa, lo cual vincula a la Jerarquía con Shamballa y a la Humanidad con la Jerarquía. En su función de Logos planetarios, cuando les llega el turno, estos Maestros se ocuparán de registrar el Propósito y la Voluntad expresada por algún Logos solar. Entonces, por medio del antakarana planetario y el del sistema, supervisarán la comunicación gradual y evolutiva de esa Voluntad (que ahora es la de Ellos) a todas las formas, a través de las cuales Ellos funcionan en cualquier planeta dado, y por lo cual han asumido las responsabilidad. Esto involucra trabajar definidamente con el aspecto alma y con el desarrollo de la respuesta consciente y la reacción sensible a todas las impresiones superiores. Segundo: Estos Maestros son los constructores, directores y los eventualmente Creadores, de todas las formas planetarias de vida -formas que personifican cualidades e intenciones aún no [e337] soñadas por nosotros. Han desarrollado en Sí Mismos una síntesis perfeccionada de las dos energías de atma-budi, o voluntad y amor espirituales, completamente unificadas y energéticamente activas, en forma abarcante, rara vez alcanzada por algún otro grupo de Maestros en entrenamiento. Debe comprenderse que los Budas de Actividad, de los Cuales hay sólo tres en nuestro planeta, están similarmente activos. Son amor-sabiduría activa o una síntesis completa de inteligencia activa, amor activo y voluntad activa. Los Maestros en el tercer sendero, completarán por lo tanto algún día Su entrenamiento para llegar a ser Logos planetarios, obteniendo el grado de Budas de Actividad, y durante un período prestarán servicio, en esa capacidad, en algún esquema planetario, antes de asumir el control y la guía de Su propio cuerpo de manifestación. El entrenamiento de estos Maestros del tercer sendero puede ser descrito como un estudio intensivo de una parte muy excelsa de la Ciencia de Impresión. La tarea suprema de un Logos [i408] planetario es impresionar a Su séptuple cuerpo de manifestación, por intermedio de sus siete estados de conciencia y los siete centros, con su voluntad e intención; éstas son progresivamente impartidas a medida que el cuerpo etérico es llevado a un estado acrecentado de receptividad por medio del despertar de los siete centros planetarios, principalmente los tres centros mayores. De esta manera los Maestros en entrenamiento, adquieren experiencia sobre los métodos utilizados por los Logos planetarios de los siete planetas sagrados, siendo por lo tanto el entrenamiento excesivamente prolongado. Sin embargo, debe recordarse que el hombre espiritual -excepto en la encarnación físico densa y por lo tanto condicionado por el cerebro y sus limitaciones especiales- no es consciente del tiempo, una vez separado del cuerpo físico. El tiempo es el registro secuencial, por el cerebro, de estados de percepción y de contactos progresivos con los fenómenos. En los planos internos no existe tal cosa como tiempo, según lo entiende la humanidad. Hay solamente ciclos de actividad y de no-actividad; esta no-actividad para los Maestros en el tercer sendero, toma la forma de períodos cíclicos de contemplación y de actividad mental, seguidos por períodos activos de dirección de energía para plasmar la voluntad de ciertos Logos planetarios y Sus agentes en la Cámara del Concilio de nuestro planeta en especial, y en otros planetas a medida que perfeccionan Su entrenamiento. El incentivo impulsor de estos Maestros tiende el puente entre la mónada, en el plano monádico, y los tres mundos de la expresión densa, en el plano físico cósmico; en este proceso se ayuda y finalmente se construye el antakarana, entre el hombre espiritual [e338] en encarnación y la Tríada espiritual, pero ello sólo es incidental al trabajo mayor que relaciona a Shamballa con los reinos de la naturaleza y los demás planetas. Como ya he dicho, muy pocos Maestros eligen este sendero; el entrenamiento es particularmente arduo, y cuando se les ofrece la oportunidad de actuar como Logos planetarios, sigue un acto de sacrificio que Los confina indefinidamente a las limitaciones del "círculo no se pasa" de Su cuerpo de manifestación, un planeta. Por esta razón Sanat Kumara ha sido siempre denominado "El Gran Sacrificio". [i409] |
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