[e189] EXPLICACIÓN DEL DIAGRAMA DE
LAS JERARQUÍAS SOLAR Y PLANETARIA
LA JERARQUÍA SOLAR |
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El Logos Solar |
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La Trinidad Solar o los Logos |
I. El Padre ...................................................... Voluntad o Poder. |
II. El Hijo ........................................................... Amor-Sabiduría. |
III. El Espíritu Santo ...................................... Inteligencia Activa. |
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Los Siete Rayos
Tres Rayos de Aspecto.
Tres Rayos de Atributo. |
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I. Voluntad o Poder. |
II. Amor-Sabiduría. |
III. Inteligencia Activa. |
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4. Armonía o Belleza. |
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5. Conocimiento Concreto. |
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6. Devoción o Idealismo. |
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7. Magia Ceremonial. |
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LA JERARQUÍA PLANETARIA |
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Sanat Kumara, el Señor del Mundo.
(El Anciano de los Días. El Iniciador Uno.)
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Los Tres Kumaras.
(LosTres Buddhas de Actividad.)
1 ... 2 ... 3
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Reflejos de los Tres Rayos mayores en los cuatro menores.
Los Tres Guías Departamentales. |
I. El Aspecto
Voluntad
A. El Manú.
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II. El Aspecto
Amor-Sabiduría
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B. El Bodhisattva.
(El Cristo.
El Instructo del Mundo.)
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III. El Aspecto
Inteligencia
C. El Mahachohán.
(El Señor
de la Civilización.)
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b) El Maestro Jupiter.
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b) Un Maestro Europeo.
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c) El Maestro M.
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c) El Maestro KH.
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c) El Maestro Veneciano.
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d) El Maestro DK. |
4. El Maestro Serapis. |
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5. El Maestro Hilarión. |
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6. El Maestro Jesús. |
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7. El Maestro R. |
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Cuatro Grados de Iniciados. |
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Varios grados de discípulos. |
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Personas que se hallan en el sendero de probación. |
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Humanidad común de cualquier grado.
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[e190] lo visualizan, encarnado en alguna forma, en el plano físico.
[i257] Quizás
se imaginan a sí mismos como exponentes de la acción ideal o vean
a algún gran filántropo, eminentísimo científico, notable artista
o músico, como encarnando su suprema concepción. El ser humano,
simplemente por ser fragmentario e imperfecto, ha sentido siempre
dentro de sí mismo el impulso de buscar a otro que sea más grande
que él. Esto lo impele a volver al centro de su ser, obligándolo
a tomar el camino de retorno al Omni-Yo. En el transcurso de las
edades, siempre el Hijo Pródigo se levanta y vuelve al Padre,
y siempre permanece latente en su memoria el recuerdo del Hogar
del Padre y Su gloria. Pero la mente humana está constituida de
manera que la búsqueda de la luz y el ideal, es lógicamente larga
y difícil. "A veces la vemos a través de un cristal oscuro,
pero luego cara a cara". Ahora vemos, fugazmente a través
de las ventanas que ocasionalmente cruzamos al ascender la escala
evolutiva, a Seres más grandes que nosotros, que nos tienden una
mano de ayuda y nos incitan a luchar valientemente si queremos
llegar a donde Ellos han llegado.
Presentimos la belleza y la gloria
que nos circunda, y que aun no podemos gozar; pasa fugazmente
nuestra visión y alcanzamos tal gloria en un momento sublime,
para volver a perderla y hundirnos de nuevo en la lóbrega oscuridad
que nos envuelve. Pero sabemos que fuera y más allá existe algo
deseable; descubrirnos que el misterio de esa maravilla externa
sólo puede ser alcanzado retirándonos internamente, hasta hallar
el centro de la conciencia que vibra a tono con esas maravillas
tenuemente percibidas y con las radiantes Almas que se denominan
a Sí mismas nuestros Hermanos Mayores. Únicamente pisoteando las
envolturas externas que velan y ocultan el centro interno, alcanzamos
esa meta y hallamos a esos Seres que buscamos. Sólo cuando hemos
dominado todas las formas y las sometemos a la égida del Dios
interno podemos hallar [i258]
a Dios en todo, porque las envolturas
en que nos movemos en el plano del ser, son las únicas que nos
ocultan al Dios interno y nos separan de Aquellos en quienes este
Dios trasciende todas las formas externas.
Un gran iniciado que expresó lo
que digo aquí, añadió otras palabras de radiante verdad: "Entonces
nos conoceremos tal como somos conocidos". El futuro encierra
para cada uno y para todo aquel que lucha debidamente: sirve abnegadamente
y medita por el método ocultista, la promesa de que conocerán
a Quienes tienen pleno conocimiento de aquel que lucha. En esto
reside la esperanza del que estudia la meditación. A medida que
lucha, fracasa, persevera y laboriosamente repite día tras día,
la ardua tarea de concentración y control de la mente, en el aspecto
interno están Quienes [e191]
lo conocen y, con vehemente simpatía, observan el progreso que
realiza.
Recuerden la primera parte de las
observaciones hechas por ese Iniciado, donde indica el medio por
el cual se disipa la oscuridad y se alcanza el conocimiento de
los Grandes Seres. Hace hincapié en que sólo por el amor se recorre
el sendero de luz y conocimiento. ¿Por qué hace hincapié en el
amor? Porque la meta para todos es el amor y allí subyace la fusión.
Para explicar científicamente, lo que con frecuencia es un sentimiento
ambiguo, podemos expresarlo de la manera siguiente: Cuando se
logra esa vibración, análoga a la del Rayo de Amor-Sabiduría (el
rayo divino), se hace contacto con los Señores de Amor, se conoce
a los Maestros de Compasión, y la posibilidad de penetrar en la
conciencia de los Grandes Seres y de todos nuestros hermanos,
cualquiera sea su rango, se convierte en una realidad de la manifestación.
Éste es el sendero que han de seguir
todos y cada uno, y el método es la meditación. La meta es Amor
y Sabiduría perfectos; los pasos a dar consisten en superar, en
los tres planos, un subplano tras otro; el método es la meditación
ocultista; la recompensa es la [i259]
continua expansión de conciencia,
que finalmente pone al hombre en perfecta relación con su propio
Ego, con los otros Yoes, con el Maestro que le ha sido asignado
y lo espera ansiosamente, con los condiscípulos e Iniciados avanzados,
con los cuales puede entrar en contacto dentro del aura del Maestro,
hasta que por último hace contacto con el Único Iniciador, es
admitido en el Lugar Secreto y conoce el misterio que subyace
en la conciencia misma.
14 de setiembre de 1920.
1.
¿Quiénes son los Maestros?
Será de valor considerar el tema
del acceso a los Maestros por medio de la meditación. Empezaré
con algunas afirmaciones fundamentales concernientes a los Maestros
y el lugar que ocupan en la evolución. Por lo tanto trataré el
primer punto. De esta manera expondré, a quienes lean estas cartas,
algunas ideas sobre Su Jerarquía, Su abarcante desenvolvimiento
y Sus métodos de trabajo. Es innecesario decir que gran parte
de lo que diré no contiene nada nuevo ni de importancia. Las cosas
que más de cerca nos conciernen y con las cuales estamos más familiarizados,
son las que más frecuentemente pasamos por alto y las más oscuras
para nuestra facultad razonadora.
Maestro de Sabiduría es aquel que
ha pasado la quinta iniciación. Esto, en realidad, significa que
Su conciencia ha alcanzado tal expansión, que ello incluye el
quinto reino o reino espiritual. Se ha abierto camino a través
de los cuatro reinos inferiores: el [e192] mineral,
el vegetal, el animal y el humano, y, por medio de la meditación
y el servicio, ha expandido Su Centro de conciencia hasta incluir
el plano del espíritu.
Maestro de Sabiduría es aquel que
ha transferido la polarización desde los tres átomos de la vida
de la personalidad -incluidos en el cuerpo causal- a los tres
átomos de la Tríada espiritual. [i260]
Conscientemente es espíritu-intuición-mente abstracta o atma-budi-manas,
no potencialmente sino en pleno poder efectivo, alcanzado por
medio de la experiencia. Esto lo ha logrado, como dije anteriormente,
por el proceso de la meditación.
Maestro de Sabiduría es aquel que
no sólo ha encontrado el acorde del Ego sino también el pleno
acorde de la Mónada, y puede, por lo tanto, pulsar a voluntad
las variaciones de todas las notas, desde la más baja hasta las
del plano monádico. Esto significa esotéricamente que ha desarrollado
la facultad de crear y puede emitir la nota correspondiente a
cada plano y construir en el mismo. Este poder de descubrir -primero
las notas del acorde monádico y después utilizar estas notas en
el trabajo constructivo- se realiza primeramente por medio de
la meditación practicada según el método ocultista, equilibrado
por el servicio prestado amorosamente.
Maestro de Sabiduría es aquel que
puede aplicar la ley en los tres mundos y dominar todo lo que
evoluciona en esos planos. Por el aprendizaje de las leyes de
la mente, mediante la práctica de la meditación, el Maestro expande
estas leyes hasta abarcar las leyes de la Mente Universal, tal
como se expresan en la manifestación inferior. Las leyes de la
mente se aprenden en la meditación y se aplican en la vida de
servicio, consecuencia lógica del conocimiento verdadero.
Maestro de Sabiduría es aquel que
ha pasado del Aula del Aprendizaje al Aula de la Sabiduría; ha
cursado los cinco grados, ha trasmutado la mente inferior en mente
pura y sin mácula y el deseo en intuición, anegando su conciencia
con la luz del Espíritu puro. La disciplina de la meditación es
el único camino por el cual esto puede realizarse.
Maestro de Sabiduría es aquel que,
por el conocimiento [i261] adquirido mediante
los cinco sentidos, ha aprendido que existe una síntesis y ha
fusionado los cinco sentidos en los dos sintéticos, que marcan
el punto de realización en el sistema solar. Por medio de la meditación
se ajusta el sentido geométrico de proporción, se reconoce claramente
el sentido de los valores y, mediante tal reajuste y reconocimiento,
se disipa la ilusión y se conoce la realidad. La práctica de la
meditación y la concentración interna que en ella se realiza despierta
la conciencia respecto al valor de la fórmula y su verdadero empleo.
Por ello se hace contacto con la realidad, y los tres mundos ya
no pueden atraparnos.
[e193]
Maestro de Sabiduría es aquel
que conoce el significado de la conciencia, de la vida y del espíritu,
y puede llegar directamente, por la línea de menor resistencia,
al "seno de su Padre, en el Cielo". El acercamiento
a la línea de menor resistencia, el camino directo, se descubre
mediante la práctica de la meditación.
Maestro de Sabiduría es aquel que
se ha trasformado a Sí mismo, de quíntuple en triple y de triple
en dual. Se ha convertido en la estrella de cinco puntas, y cuando
ha llegado ese momento la ve brillar sobre el Único Iniciador
y la observa en todos Aquellos que han alcanzado Su misma posición.
Ha santificado (en sentido esotérico) el Cuaternario, utilizándolo
como piedra fundamental, sobre la cual erige el Templo de Salomón.
Ha progresado más allá del templo mismo, llegando a considerarlo
una limitación. Ha salido de sus muros limitadores y ha penetrado
en la Triada. Lo ha hecho empleando siempre el método ocultista,
es decir, conscientemente y con pleno conocimiento de cada paso
dado. Aprendió el significado de cada forma limitadora, asumió
el control y aplicó la ley en el plano correspondiente a la forma.
Habiendo trascendido la forma, la desechó por otras superiores.
Así progresa constantemente a través del sacrificio y de la muerte
de la forma. [i262]
Reconoce que ella siempre aprisiona, que hay que sacrificaría
constantemente y debe morir para que la vida interna progrese
rápidamente hacia adelante y arriba. El camino de la resurrección
presupone la crucificación y la muerte; luego conduce al Monte
donde tendrá lugar la Ascensión. Durante la meditación se puede
apreciar y conocer el valor de la vida y las limitaciones de la
forma, y mediante el conocimiento y el servicio la vida puede
liberarse de todo lo que limita y traba.
Maestro de Sabiduría es aquel que
ha decidido permanecer en este planeta para ayudar a sus semejantes..
. Quienes alcanzan la quinta iniciación son Maestros de Sabiduría,
pero no todos se quedan para trabajar como servidores de la raza.
Algunos emprenden otros trabajos de igual o mayor importancia.
Para el público en general esta expresión significa que algunos
Maestros deciden permanecer y limitarse a Sí Mismos en beneficio
de quienes tratan de avanzar en la escala de evolución. Por la
meditación el Maestro alcanza Su meta y por la meditación (alga
que a menudo no se comprende) o la manipulación de la materia
mental y por su actuación sobre los cuerpos mentales de la raza,
lleva a cabo el trabajo que ayuda al proceso evolutivo.
Maestro de Sabiduría es aquel que
ha recibido esa primera Iniciación que lo vincula con la gran
Fraternidad de Sirio, y como ya he dicho, es un iniciado de Primer
Grado en la Gran Logia. Ha alcanzado una expansión de conciencia
que le ha permitido entrar en contacto con muchos sectores del
sistema solar. Ahora tiene [e194] ante Sí una vasta región
de expansiones que eventualmente lo llevarán más allá de la conciencia
del sistema, hacia algo mucho más grande y amplio. Debe empezar
a aprender los rudimentos de la meditación cósmica, que le permitirá
entrar en esa Conciencia que está más allá de cuanto podemos concebir.
[i263]
Maestro de Sabiduría es aquel
que actúa conscientemente, como parte del Hombre celestial, a
Cuyo cuerpo puede pertenecer. Comprende las leyes que rigen a
los grupos y a las almas grupales. Él mismo rige conscientemente
un alma grupal (un grupo que se halla en el sendero de retorno,
compuesto por muchos hijos de los hombres) y conoce el lugar que
le corresponde en el cuerpo del sistema. También conoce ese Centro
en el Cuerpo del Hombre celestial, mediante el cual se mantiene
la vibración armoniosa entre Él y Su grupo, y lo conduce a relacionarse
con otros grupos en el mismo Cuerpo, de acuerdo a determinadas
leyes. El estudiante que reflexiona se dará cuenta de cuán útil
es la meditación, como preparación para esta actividad, pues es
el único medio de trascender todo sentimiento de separatividad
y comprender esotéricamente la unidad con nuestros semejantes.
Maestro de Sabiduría es aquel a
quien se le han confiado, en virtud del trabajo realizado, ciertas
Palabras de Poder. Por medio de estas palabras aplica la ley a
otras evoluciones distintas de la humana y, a través de ellas,
colabora con el aspecto actividad del Logos. Así fusiona Su conciencia
con la del tercer Logos. Por medio de dichas Palabras ayuda en
el trabajo constructor y en el esfuerzo manipulador cohesivo del
segundo Logos; comprende la acción interna de la ley de gravedad
(o de atracción y repulsión) que rige todas las funciones del
segundo aspecto Logoïco. Mediante estas Palabras colabora en el
trabajo del primer Logos, y al recibir la sexta y séptima iniciaciones
(lo cual no siempre logra), aprende el significado de la Voluntad,
tal como es aplicada en el sistema Estas Palabras le son comunicadas
oralmente y mediante la facultad de clarividencia, pero el Iniciado
debe descubrirlas por Sí mismo una vez que alcanza la conciencia
átmica... y la utiliza.
[i264]
Al desarrollar esta conciencia
por medio de la intuición, el lniciado puede hacer contacto con
la reserva de conocimientos inherente a la Mónada y así aprender
las Palabras de Poder. Esta capacidad sólo se adquiere después
de la aplicación del Cetro de la Iniciación por el Señor del Mundo.
Por : tanto, en las etapas superiores de la meditación ocultista,
el maestro de Sabiduría amplía más aún Su conocimiento. Su conciencia
no permanece estática, sino que cada día es más abarcante.
Maestro de Sabiduría es aquel que
ha obtenido el derecho, por similitud de vibración, de trabajar
con los Guías de la Jerarquía de este planeta, conjuntamente con
los de otros planetas [e195]
conectados con nuestra cadena. Cuando ha recibido otras iniciaciones
puede hacer contacto con los siete Logos planetarios y trabajar
conjuntamente con ellos, y no sólo con los tres que controlan
las cadenas afines, pudiendo abarcar el entero sistema, pues Su
conciencia se ha expandido hasta incluir todo el sistema solar
objetivo.
Podría enumerar otras definiciones
y dilucidar el asunto más ampliamente, pero con lo dicho hoy,
basta. El punto alcanzado por un Maestro es elevado sólo relativamente,
pues se ha de recordar que cuando lo alcanza, comprueba que es
realmente inferior, comparado con la perspectiva que se extiende
ante Él. Cada expansión de conciencia y cada peldaño de la escala,
no hace más que abrir ante el iniciado otra esfera que ha de abarcar
y otro paso que ha de avanzar. Cada iniciación lograda sólo revela
otras más elevadas a alcanzar, de manera que nunca se llega al
punto en que el aspirante (sea un hombre común, iniciado, Maestro,
Chohan o Buda) puede permanecer en condición estática, incapaz
de mayor progreso. Hasta el Logos Mismo aspira llegar, y aún Aquel
a Quien el Logos aspira, a su vez, aspira llegar a otro superior
a Él.
[i265]
Lo que ocurre en el sistema se
repite en los planos cósmicos y lo que se aprende aquí debe aprenderse
nuevamente, en más vasta escala, en el cosmos mismo. Esta idea
encierra inspiración y desenvolvimiento, no cansancio ni desesperación.
La recompensa que viene con cada paso adelante, el gozo que acompaña
a toda nueva comprensión, compensa al luchador aspirante en forma
adecuada... Mañana trataremos el aspecto más práctico del tema,
el hombre que aspira a esta elevada vocación.
16 de setiembre de 1920.
2.
Lo que entraña el acceso a los Maestros.
Trataremos el segundo punto de esta
octava carta, estudiándola en dos sentidos: brevemente, desde
el punto de vista del Maestro, y con cierta extensión, desde el
punto de vista del discípulo.
En estas cartas he dado un amplio
delineamiento de la magna tarea que tiene ante sí el hombre que
se propone llegar a la meta. Mucho de lo escrito no tiene interés
para aquel que sólo ha alcanzado un desarrollo común, concierne
principalmente a quien ha llegado a una etapa específica en la
evolución y se halla en el sendero de probación. Gran parte de
lo que podría decirse sobre ello ya ha sido tratado anteriormente.
No abarcaré aquí el mismo terreno, sino que me referiré en especial
a las relaciones internas que existen entre Maestro y discípulo.
Esta relación comprende cuatro grados;
en cada uno el aspirante se acerca más a su Maestro, y abarca
el periodo en que el individuo [e196] está en entrenamiento
hasta el momento en que se convierte en un adepto, siendo tales
períodos los siguientes:
a. Aquél en que el aspirante se
halla en probación.
[i266]
b. Aquél en que se convierte
en discípulo aceptado.
c. Aquél en que se lo considera
como intimo del Maestro o, según se dice esotéricamente, el "Hijo
del Maestro".
d. Aquél en que recibe las tres
iniciaciones finales, donde se reconoce como uno con el Maestro.
Su condición es la de "Elegido del Maestro", condición
análoga a la de Juan, el discípulo amado, a que se refiere La
Biblia.
Estos estados están regidos por
dos condiciones:
a. Similitud de vibración,
b. karma,
implicadas en la capacidad del individuo para desarrollar la conciencia
grupal.
En los planos de la mente superior,
en el segundo subplano, tenemos un reflejo de lo que se puede
observar en los planos superiores de nuestro sistema solar. ¿Qué
tenemos allí? Siete Hombres celestiales, integrado cada uno (desde
el punto de vista de la forma) por almas grupales -formadas de
unidades de conciencia humana y angélica. En el segundo subplano
del plano mental se hallan los grupos que pertenecen a los Maestros,
si puedo expresarlo así. Estos grupos están animados y vitalizados
desde el subplano atómico, donde residen los Maestros (1)
(cuando Se manifiestan para ayudar a los
hijos de los hombres), de la misma manera que los Hombres celestiales
tienen Su fuente de origen y la causa de Su vida en el plano atómico
del sistema solar, al que llamamos plano de Adi o primer plano.
Estos grupos se forman alrededor de un Maestro, están incluidos
en Su aura y son parte de Su conciencia, abarcando a personas
cuyos rayos egoico y monádico son iguales [i267]
a los del Maestro. Esto significa que conciernen a dos tipos
de personas:
1. Los que se preparan para recibir
la primera y segunda iniciaciones en el rayo del Ego.
2. Los que se preparan para recibir
las dos iniciaciones siguientes en el rayo de la Mónada. He aquí
la razón de la trasferencia de una persona de un rayo a otro.
La trasferencia sólo es aparente, aunque signifique pasar al grupo
de otro Maestro. Esto tiene lugar después de la segunda iniciación.
[e197]
Los tres objetivos del probacionista.
Durante el período en que el aspirante
se halla en probación se espera que desarrolle tres cosas:
1. La aptitud de hacer contacto
con su grupo o, en otras palabras, ser sensible a la vibración
del grupo, del cual un determinado Maestro es el punto focal.
Al principio establece contacto a raros intervalos. Durante la
primera parte de su período de probación, mientras está bajo observación,
sólo es capaz de sentir y retener la vibración del grupo (que
es la vibración del Maestro) durante un periodo muy breve. En
un momento de elevación se vinculará con el Maestro y el grupo;
todo su ser será inundado con esa elevada vibración que surgirá
como una explosión del color del grupo. Luego se apaciguará, volverá
a su estado anterior y perderá el contacto. Sus cuerpos no están
suficientemente refinados y su vibración es demasiado inestable
para retenerla durante mucho tiempo.
Pero a medida que transcurre el
tiempo (períodos extensos o breves, de acuerdo al anhelo del estudiante)
la frecuencia de los momentos de contacto aumenta, puede retener
la vibración mayor tiempo y no vuelve a su estado normal tan fácilmente.
Llega por fin el momento en que puede mantener el contacto regularmente
estable. Entonces pasa a la segunda etapa.
[i268]
2. La facultad de pensar en forma
abstracta, o el poder de hacer contacto con la mente superior,
vía el cuerpo causal. Debe aprender a hacer contacto con la mente
inferior, simplemente como un instrumento para llegar a la superior,
y así trascendería hasta polarizarse en el cuerpo causal. Después,
por medio del cuerpo causal, se vinculará con los niveles abstractos.
Hasta no realizar esto le resultará imposible establecer contacto
con el Maestro, pues, como ya se ha dicho, el estudiante debe
elevarse desde su mundo (el inferior) al mundo del Maestro (el
superior).
Ahora bien, ambas cosas -el poder
de llegar al Maestro y a Su grupo y el poder de polarizarse en
el cuerpo causal y llegar a niveles abstractos- son definidamente
el resultado de la meditación, como ha sido aclarado en cartas
anteriores. Por lo tanto, no es necesario recapitular la información
dada, excepto indicar que por la meditación constante y la facultad
de concentrarse en el inmediato deber (que después de todo sólo
es el fruto de la meditación practicada en la vida diaria) vendrá
la creciente facultad para retener firmemente la vibración más
elevada. He de reiterar una y [e198]
otra vez esta aparentemente sencilla verdad, que únicamente la
similitud de vibración atraerá al aspirante al grupo superior
a que pueda pertenecer, al Maestro que representa para él el Señor
de su rayo, al Instructor del Mundo que le administrará los misterios,
al Único Iniciador que efectuará la liberación final y al Centro
del Hombre celestial en Cuyo cuerpo el aspirante halla su lugar.
La actuación de la Ley de Atracción y Repulsión, en todos los
planos, extrae la vida divina del reino mineral, del vegetal y
del animal y también de la Deidad latente, limitada por el reino
humano, [i269] afiliando al hombre
con su grupo divino. La misma ley lo Iibera de las formas sutiles
que análogamente lo atan y lo fusionan de nuevo con su fuente
animadora, el Señor de Rayo en cuyo Cuerpo se halla su Mónada.
En consecuencia, el trabajo del probacionista consiste en armonizar
su vibración con la del Maestro, purificar sus tres cuerpos inferiores
para que no entorpezcan dicho contacto, y controlar su mente inferior
en tal forma que no obstaculice el descenso de luz desde el triple
Espíritu. Así puede hacer contacto con esa Tríada y con el grupo
en el subplano mental superior, al cual pertenece por derecho
y karma. Todo esto se logra por la meditación, y no existe ningún
otro medio para alcanzar dichos objetivos.
3. Equiparse emocional y mentalmente,
comprender y comprobar que tiene algo que dar al grupo al cual
está afiliado esotéricamente. Reflexionen sobre lo siguiente:
a veces se hace demasiado hincapié en lo que el estudiante recibirá
cuando sea un discípulo aceptado o probacionista. Diré con toda
seriedad, el aspirante no dará los pasos deseados hasta que tenga
algo para dar, algo que agregar para aumentar la belleza del grupo,
algo que aportar a ese equipo disponible que el Maestro necesita
para ayudar a la raza, y que acrecentará la riqueza del colorido
grupal. Esto puede realizarse de dos maneras que interactúan mutuamente:
a. Equipando, por el estudio y la
aplicación, el contenido de los cuerpos mental y emocional.
b. Utilizando ese equipo para servir
a La raza en el plano físico, demostrando así a la Jerarquía observadora
que el estudiante tiene algo que dar. También debe [i270] demostrar
que su único deseo es ser benefactor y servidor, más bien que
codiciar y adquirir para sí. Esta vida de adquisición con el propósito
de dar, debe tener por incentivo los ideales alcanzados en la
meditación y por inspiración la afluencia de los niveles mentales
superiores y de los [e199]
niveles búdicos, como resultado de la meditación ocultista.
Cuando se han obtenido estos tres
resultados y la vibración superior alcanzada es más frecuente
y estable, el probacionista da el siguiente paso y se convierte
en discípulo aceptado.
Discipulado aceptado.
El segundo período, cuando el estudiante
se convierte en discípulo aceptado, es quizás uno de los más difíciles
en toda la sucesión de vidas de un hombre, lo cual se debe a diversas
causas.
El discípulo constituye una parte
del grupo del Maestro y se halla en todo momento en Su conciencia,
siendo mantenido dentro de Su aura, lo cual implica conservar
constantemente una elevada vibración. Quisiera que reflexionaran
sobre el efecto que esto produce. Resulta alga difícil sostener
continuamente esta vibración; frecuentemente implica la intensificación
de todo cuanto subsiste en la naturaleza del hombre y puede conducir
(especialmente al principio) a curiosas manifestaciones. No obstante,
si el hombre es capaz de retener la fuerza resultante de la aplicación
del Cetro de Iniciación, debe demostrar su aptitud para hacerlo
en las primeras etapas, mantenerse estable y avanzar firmemente
cuando esté sometido a la intensa vibración proveniente del Maestro.
Debe disciplinarse a sí mismo en
tal forma, que nada penetre en su conciencia capaz de perjudicar
al grupo al cual pertenece o antagonizar con la vibración del
Maestro. A fin de darles una idea [i271]
clara de lo que quiero significar diré, que al principio cuando
forma parle del grupo, incluido en el aura del Maestro, es mantenido
en la periferia de esa aura hasta que ha aprendido a expulsar
de sí automáticamente, y a rechazar inmediatamente todo pensamiento
y deseo indignos del yo y por lo tanto, perjudicial para el grupo.
Hasta que no aprenda a hacerlo, será incapaz de lograr una relación
más íntima, pero deberá permanecer donde pueda ser aislado automáticamente.
Gradualmente se purificará cada vez más, desarrollará la conciencia
grupal y pensará en términos grupales de servicio; poco a poco
su aura absorberá la coloración del aura del Maestro, hasta fusionarse
y adquirir el derecho de ser atraído más cerca del "Corazón
de su Maestra". Más adelante explicaré el significado técnico
de esta frase, cuando me ocupe del trabajo que realiza el Maestro
con el discípulo. Basta decir que a medida que transcurre el período
de "discípulo aceptado" (y varía según los casos), va
acercándose al corazón del grupo y encuentra su lugar y actividad
funcional en ese cuerpo colectivo. El secreto es: hallar nuestro
propio lugar, no tanto en la escala de la evolución (pues esto
se sabe aproximadamente), sino en el servicio. Ello tiene más
[e200] importancia
de lo que se cree, pues abarca el periodo que finalmente señalará,
en forma terminante, el sendero que deberá seguir el hombre después
de la quinta iniciación.
Afiliación
con el Maestro.
Llegamos ahora al momento en que
el discípulo pasa a la muy apetecida posición de "hijo del
Maestro". Entonces es conscientemente y en todo momento parte
de la conciencia del Maestro. La interacción entre Él y el discípulo
se perfecciona rápidamente, y el discípulo puede conscientemente
y a voluntad vincularse con el Maestro y conocer Sus pensamientos,
penetrar en Sus planes, [i272] deseos y voluntad.
Esto lo ha adquirido en virtud de la similitud de vibración y
porque el proceso de aislamiento (necesario al principio, debido
a la vibración discordante) ha sido prácticamente superado; el
discípulo se ha purificado al punto de que sus pensamientos y
deseos ya no causan inquietud al Maestro ni tampoco vibración
antagónica al grupo. Ha sido sometido a prueba, y no ha fracasado.
Su vida de servicio en el mundo es más concentrada y perfecta,
y desarrolla día tras día su poder de dar, acrecentando sus dotes.
Todo ello concierne a su relación con algún Maestro o nos de ciencia
esotérica. Un individuo puede recibir una iniciación. La iniciación
es una cuestión técnica y puede expresarse en términos de ciencia
esotérica. Un individuo puede recibir una iniciación y sin embargo
no ser "hijo de un Maestro". El discipulado constituye
una relación personal, regida por las condiciones de karma y afiliación,
y no depende de la posición del individuo en la Logia. Mantengan
esto claro en sus mentes. Se han dado casos en que el hombre,
gracias a su dedicación y laboriosidad, ha adquirido los requisitos
técnicos para la iniciación antes de afiliarse a un Maestro determinado.
Esta última relación de ser "hijo"
de un Maestro, tiene una dulzura peculiar propia, y otorga ciertos
privilegios. El discípulo puede entonces asumir alguna carga que
pesa sobre el Maestro y aliviarlo de ciertas responsabilidades,
liberándolo para que realice un trabajo más extenso. De allí que
se haga tanto hincapié sobre el servicio, porque el hombre avanza
en la medida que sirve, siendo la nota clave de la vibración del
segundo nivel abstracto. Durante dicho período el Maestro conferenciará
con Su "hijo", planeando el trabajo a realizar, de acuerdo
a sus unificados puntos de vista. Así el Maestro desarrollará
la discriminación y el juicio de su discípulo y aliviará Su propia
carga en ciertas líneas, liberándose para otro trabajo más importante.
[i273]
Poco puede decirse acerca del
período final de lo que estamos considerando. Abarca el período
en que el hombre domina las [e201]
etapas finales del Sendero y entra en contacto, cada vez más
íntimo, con su grupo y con la Jerarquía. No sólo vibra a tono
con su grupo y su Maestro, sino que empieza a reunir a su propia
gente y a formar su grupo propio. Al principio este grupo existirá
nada más que en los niveles emocional, físico y mental inferior.
Después de la quinta iniciación el discípulo incluirá dentro de
su aura a estos grupos y a los que les son propios en los niveles
egoicos. Esto en manera alguna impide que continúe siendo uno
con el Maestro y con el grupo, pero el método de interfusión es
uno de los secretos de la iniciación.
Todo ello unido a lo que se ha dicho
anteriormente, dará una idea de los derechos y poderes que se
adquieren en los senderos de probación y de iniciación. Los métodos
de desenvolvimiento son siempre los mismos: la meditación ocultista
y el servicio; la vida interna de concentración y la externa de
práctica; la aptitud interna de ponerse en contacto con lo superior
y la aptitud externa de expresar esta facultad mediante una vida
santa; la radiación interna del Espíritu, y la externa brillando
ante los hombres.
17 de setiembre de 1920.
... El tema que hemos estudiado
durante los últimos días, aunque no es tan técnico como los anteriores,
lleva en sí una vibración que hará de esta octava carta una de
las más interesantes de la serie. He tratado hechos respecto a
los Maestros, Quiénes ron Ellos y el lugar que ocupan en el esquema
de las cosas; he dilucidado brevemente lo que entraña tener acceso
a un Maestro, desde el punto de vista del discípulo. Se ha visto
que el acercamiento es un proceso gradual y lleva al hombre desde
un [i274] contacto externo ocasional
con un Maestro y Su grupo, a una posición muy íntima y a una actitud
que coloca al discípulo dentro del aura y cerca del corazón de
su Instructor. Ahora vamos a considerar brevemente lo que este
cambio gradual de posición ha significado para el Maestro y ha
exigido de Él.
Relación
entre Maestro y discípulo.
Como frecuentemente se ha dicho,
la atención del Maestro es atraída hacia un individuo por el brillo
de su luz interna. Cuando esta luz ha alcanzado cierta intensidad,
cuando los cuerpos están compuestos de materia de cierta calidad,
el aura ha tomado cierta tonalidad, la vibración ha alcanzado
cierto grado y ritmo específicos y la vida del hombre comienza
a emitir un sonido esotérico en los tres mundos (el cual ha de
hacerse oír a través de una vida de servicio), determinado Maestro
lo somete a prueba, aplicándole una vibración más elevada y estudiando
cómo reacciona [e202] a
ella. Cuando el Maestro elige un discípulo, lo hace regido por
el karma pasado y su antigua vinculación con él, por el rayo en
que ambos se encuentran y la necesidad del momento. El trabajo
del Maestro (todo lo que pueda trabajar inteligentemente en forma
exotérica) es variado e interesante y está basado en la comprensión
científica de la naturaleza humana. ¿Qué debe hacer el Maestro
con el discípulo? Bastará enumerar lo esencial para obtener una
idea del alcance de su trabajo:
Acostumbrar al discípulo a elevar
su grado vibración, hasta que pueda mantener continuamente una
vibración elevada, luego ayudarlo a que esta vibración elevada
se convierta en un ritmo estable en los cuerpos del discípulo.
Ayudar al discípulo a transferir
la polarización, desde los tres átomos inferiores de la personalidad
a los superiores de la riada espiritual.
[i275]
Vigilar el trabajo realizado
por el discípulo mientras erige el canal entre la mente superior
y la inferior, a medida que construye y utiliza este canal (el
antakarana). Oportunamente éste reemplaza al cuerpo causal como
medio de comunicación entre lo superior y lo inferior. También
el cuerpo causal desaparece con el tiempo, cuando el discípulo
recibe la cuarta iniciación y puede crear libremente su propio
cuerpo de manifestación.
Ayudar decididamente a vivificar
los diversos centros y a despertarlos correctamente, y más tarde
ayudar al discípulo a actuar conscientemente a través de esos
centros y guiar el fuego circulante en correcta progresión geométrica,
desde la base de la columna vertebral al centro coronario.
Supervisar el trabajo del discípulo
en diferentes planos y registrar la amplitud del trabajo realizado
y el alcance del efecto que produce la palabra pronunciada por
el discípulo, Éste es (expresándolo esotéricamente) el efecto
producido en los planos internos por la nota que emite su vida
exotérica.
Expandir la conciencia del discípulo
de varias maneras y desarrollar su capacidad para incluir y hacer
contacto con otros grados de vibración, aparte de la humana, para
comprender la conciencia de otras evoluciones y actuar fácilmente
e otras esferas, además de la terrestre.
El objetivo inmediato del Maestro,
al trabajar con el discípulo, es prepararlo para la primera iniciación.
Esto tiene lugar cuando él ha desarrollado ]a capacidad de mantener
cierto grado de vibración durante un período específico de duración;
el tiempo de duración lo determina el periodo que permanecerá
ante el Señor que imparte las dos primeras iniciaciones. Esto
se efectúa elevando gradualmente la vibración durante pocos y
determinados [e203]
intervalos, después con más frecuencia, hasta que el discípulo
puede vibrar con mayor facilidad y comodidad al mismo grado de
[i276] vibración de su Maestro
y mantenerla durante períodos cada vez más extensos. Cuando puede
sostenerla durante este período (cuya longitud es lógicamente
uno de los secretos de la primera iniciación), se lo somete a
una vibración aún más elevada, la cual -si es capaz de mantenerla-
le permitirá estar ante el Gran Señor el tiempo suficiente para
la ceremonia de la iniciación. La aplicación del Cetro de la Iniciación,
en tales condiciones, efectúa algo que estabiliza la vibración
y facilita la tarea de vibrar a un ritmo más elevado en planos
más sutiles.
Desarrolla la capacidad del discípulo
para trabajar en forma grupal. Estudia sus acciones e interacciones
en el propio grupo a que está afiliado. Trabaja con su cuerpo
causal, su expansión y desenvolvimiento; le enseña a comprender
la ley de su propio ser, trayendo la comprensión del macrocosmo.
Ahora bien, los distintos aspectos
del trabajo del Maestro (que sólo son algunos de los pocos puntos
a considerar) podrían ser tratados con mayor extensión y resultarían
de gran interés para el lector. Cada uno de los párrafos que anteceden
pueden ampliarse y resultar muy iluminadores, pero el punto principal
que trato de hacer resaltar aquí se refiere a las primeras etapas
de este trabajo, antes de que al discípulo se le permita llegar
a posteriores etapas, de mayor intimidad con el Maestro. Durante
este período el Maestro trabaja con el discípulo principalmente
durante
a. la noche, cuando el discípulo
está fuera del cuerpo físico, y
b. los períodos en que el discípulo
medita.
De acuerdo al éxito obtenido en
la meditación y a la capacidad del estudiante para aislarse de
lo inferior y hacer contacto con lo superior, así será la oportunidad
que ofrecerá al Maestro para [i277]
efectuar el trabajo científico determinado que demanda Su
atención. Los estudiantes de la meditación se sorprenderían o
quizás se decepcionarían si se dieran cuenta cuán pocas veces,
durante la meditación, proporcionan las condiciones correctas
que permiten al Instructor, que los observa, obtener ciertos resultados.
La frecuencia con que la capacidad del estudiante permite hacer
esto, indica su progreso y la posibilidad de adelantar otro paso.
Al enseñar se ha de insistir sobre ello, porque lleva en sí un
incentivo para una mayor dedicación y aplicación. Si el discípulo
por su parte no proporciona las condiciones convenientes, las
manos del Maestro están atadas y muy poco puede hacer. El propio
esfuerzo es la clave del progreso, conjuntamente con la aplicación
consciente y comprensiva en el trabajo designado. Cuando el esfuerzo
es perseverante el [e204] Maestro
tiene la oportunidad de realizar la parte que le Corresponde en
la tarea.
A medida que el discípulo medita
con precisión ocultista, alineando sus tres vehículos inferiores,
y repetiré enfáticamente, sólo cuando se haya efectuado el alineamiento
el Maestro podrá trabajar con los cuerpos del discípulo. Si de
la publicación de estas cartas no se obtiene otra cosa que la
intensificación del deseo de meditar con corrección, se habrá
cumplido en gran parte el objetivo buscado. En tal esfuerzo se
establecerán las condiciones precisas entre el discípulo y el
Maestro y se logrará una correcta interrelación. La meditación,
cuando se la practica correctamente, proporciona estas condiciones
y prepara el campo para la tarea y el trabajo.
Vamos a considerar ahora, brevemente,
los diversos períodos enumerados ayer, al estudiar las relaciones
del discípulo con el Maestro.
En el período en que el aspirante
está bajo probación y supervisión... se lo deja casi enteramente
librado a sí mismo siendo consciente de la atención del Maestro
únicamente a muy raros e irregulares intervalos. Su cerebro físico
pocas veces es receptivo [i278]
al contacto superior, y aunque el Ego se da cuenta de su situación
en el sendero, el cerebro físico no está todavía en condiciones
de saberlo. Sin embargo, sobre esto no se puede establecer una
regla fija e inflexible. Cuando el aspirante ha establecido contacto
con su Ego o con su Maestro en varias vidas anteriores, puede
ser consciente de ello. Los individuos difieren tanto entre sí
que no se puede formular una regla universal. Como bien saben,
el Maestro modela una pequeña imagen del probacionista, la cual
guarda en ciertos centros subterráneos de los Himalayas. La imagen
está relacionada magnéticamente con el probacionista, mostrando
todas las fluctuaciones de su naturaleza. Está compuesta de materia
emocional y mental, vibrando de acuerdo con las vibraciones de
esos cuerpos. Muestra sus matices predominantes y, estudiándola,
el Maestro puede apreciar rápidamente el progreso realizado y
juzgar cuándo podrá permitírsele al probacionista tener una relación
más íntima. Observa la imagen en determinados períodos, raras
veces al principio, pues el progreso efectuado en las primeras
etapas no es muy rápido, pero con creciente frecuencia a medida
que el estudiante de meditación capta más fácilmente y colabora
más conscientemente. Cuando el Maestro observa las imágenes, las
modela y, por medio de ellas, obtiene ciertos resultados Así como
más tarde le es aplicado el Cetro de la Iniciación a los cuerpos
y centros del iniciado, de la misma manera el Maestro, en determinadas
épocas, aplica ciertos contactos a las imágenes y por su intermedio
estimula los cuerpos del discípulo. [e205] Llega
un momento en que el Maestro ve, por la observación de la imagen,
que el aspirante es capaz de mantener el necesario grado de vibración,
que ha efectuado las necesarias eliminaciones y ha alcanzado cierta
intensidad de color. Entonces el Maestro puede arriesgarse (porque
es un riesgo) y admitir al probacionista dentro de la periferia
de Su propia aura. El probacionista se convierte entonces en un
discípulo aceptado. [i279] Durante
el periodo en que el individuo es discípulo aceptado, el trabajo
que realiza el Maestro es muy interesante. Le asigna clases especiales
conducidas por discípulos más avanzados, supervisadas por el Maestro,
y aunque puede asistir a clases generales más concurridas en el
Ashrama (aula de enseñanza del Maestro), se lo somete a un entrenamiento
más intenso... En las primeras etapas el Maestro trabaja de cuatro
maneras:
a. A intervalos, y cuando el progreso
del discípulo lo justifica, "atrae a éste a Su Corazón".
Ésta es una descripción esotérica de una experiencia muy interesante
a la cual será sometido el discípulo. Al finalizar una clase en
el Ashrama o durante alguna meditación, especialmente exitosa,
donde haya alcanzado determinado grado de vibración, el Maestro
lo atraerá íntimamente hacia Sí, desde la periferia de Su aura
al centro de Su conciencia. Con ello le proporciona una enorme
y temporaria expansión de conciencia que le permitirá vibrar a
un ritmo poco común. De allí la necesidad de meditar. La recompensa
que tal experiencia representa sobrepasa con creces los más grandes
esfuerzos.
b. El Maestro trabaja sobre los
cuerpos de su discípulo mediante el color y produce en ellos efectos
que le permiten progresar con mayor rapidez. Ahora verán por que...
se hace tanto hincapié sobre el color. No es sólo porque oculta
el secreto de la forma y de la manifestación (secreto que debe
ser conocido por el ocultista), sino para poder [i280] colaborar
conscientemente en el trabajo que el Maestro realiza sobre sus
cuerpos y seguir inteligentemente los efectos producidos. Reflexionen
sobre esto.
c. A intervalos determinados, el
Maestro permite a sus discípulos hacer contacto con otras evoluciones,
tales como la de los grandes ángeles y devas, los constructores
menores y también las evoluciones subhumanas. El discípulo puede
hacer esto sin peligro, gracias a la acción protectora que ejerce
el aura del Maestro. Más adelante, cuando llegue a ser un iniciado,
se le enseñará a protegerse a si mismo y a establecer sus propios
contactos.
[e206]
d. El Maestro supervisa la estimulación
de los centros en los cuerpos del discípulo y el despertamiento
del fuego interno. Le enseña el significado de los centros y su
correcta rotación cuatridimensional y oportunamente lo llevará
a un punto en que podrá, conscientemente y con pleno conocimiento
de la ley, trabajar con sus centros y ponerlos en condiciones
de ser estimulados sin peligro por el Cetro de la Iniciación.
No me es posible decir más sobre este tópico...
Sólo he enumerado, muy brevemente,
algunas cosas que el Maestro tiene que hacer con su discípulo.
No trataré de las etapas posteriores de su progreso. Conducimos
a todos por etapas graduales, y los discípulos aceptados son todavía
pocos. Si por la meditación, el servicio y la purificación de
los cuerpos, se puede inducir a que avancen más rápidamente a
los que están ahora en probación, entonces llegará el momento
de proporcionarles mayor información. ¿De qué sirve dar informaciones
que el estudiante no puede utilizar? No perdemos el tiempo en
interesar intelectualmente a quienes tratamos de ayudar. Cuando
el discípulo se ha preparado a sí mismo, se ha purificado y alcanzado
la vibración adecuada, nada puede privarlo de adquirir todo el
[i281] conocimiento. Cuando
abra la puerta y ensanche el canal, la luz y el conocimiento penetrarán
a raudales.
Mañana trataremos el tercer punto
o sea los métodos de acercamiento al Maestro, vía la meditación;
trataré con alguna extensión ciertos tipos de meditación que facilitarán
el contacto; pero no olviden que la vida de servicio objetivo
debe ir a la par del crecimiento subjetivo; únicamente cuando
ambos se observan juntos y son aprobados, se permitirá dar los
pasos necesarios para establecer contacto. El Maestro sólo se
interesa por el individuo desde el punto de vista de su utilidad
para el alma grupal y su capacidad para ayudar.
19 de setiembre de 1920.
Hoy tomaremos los dos últimos puntos casi
simultáneamente. Encararé los métodos de acercamiento a los Maestros
y los efectos objetivos que se producen en los tres planos de
la evolución humana. Algunos de los puntos ya son conocidos y
otros quizás no sean tan familiares para el estudiante común...
En estas cartas me be ocupado del estudiante y de lo que él debe
aportar al esfuerzo; he indicado también su meta y, muy someramente,
las fórmulas y métodos por los cuales puede lograr el éxito. También
he considerado aquello que proporciona una ayuda para la meditación,
es decir la Palabra Sagrada, el Color y el Sonido, y he indicado
lo que (sí reflexionan silenciosamente sobre ello) puede [e207]
conducir al estudiante a hacer
descubrimientos por sí mismo. Finalmente, he tratado de que los
Maestros sean más reales para el estudiante, y así facilitar su
acercamiento a Ellos.
¿Qué queda por hacer? Indicar cinco
cosas que puede esperar confiadamente el estudiante que ha tratado
de adaptar su vida conforme a lo impartido en estas cartas. Si
el estudiante [i282]
proporciona las correctas condiciones, si se sujeta a las
reglas requeridas, si procura lograr la regularidad, la calma
y. esa concentración interna que constituye el misterio de los
Lugares Elevados, llegará, en ciertas ocasiones y con mucha frecuencia,
a obtener definidas realizaciones, consistentes en el reconocimiento
externo de resultados internos, y serán para él la garantía de
que se halla en el correcto sendero. Pero he de indicar una vez
más que tales resultados sólo se alcanzan después de prolongada
práctica, dura lucha, constante disciplina del triple hombre inferior
y servicio consagrado al mundo.
Métodos de acercamiento a los Maestros y resultados obtenidos.
Los métodos de acercamiento son
tres. Podemos indicar además cinco resultados del empleo de los
métodos. Los tres métodos son:
1. Servicio santificado.
2. Amor, demostrándose a través
de la sabiduría.
3. Aplicación intelectual.
Estos tres sólo son distintos modos
de expresar una misma cosa: actividad en un sólo sentido, que
se expresa en servicio a la raza por medio del amor y la sabiduría.
Algunos individuos lo expresan de una manera y otros de otra;
unos tienen la apariencia externa de la intelectualidad y otros
la del amor; sin embargo, antes de lograr la meta, la intelectualidad
ha de estar basada en el amor, mientras que el amor sin desarrollo
mental y sin la discriminación que otorga la mente, es propenso
al desequilibrio y a la imprudencia. Tanto el amor como la mente
han de expresarse en términos de servicio antes de que puedan
florecer plenamente. Vamos a considerar estos métodos por separado
e indicar la meditación que debe acompañarlos.
Servicio santificado. Método
empleado por el hombre que esgrime la ley, método del ocultista.
Los rudimentos de este método [i283] se encuentran en el
raja yoga... La palabra "santificación", como bien saben,
significa, en su sentido básico, la total entrega del ser a un
único objetivo, al Señor o Regidor; la absoluta entrega del devoto
al ser a quien aspira llegar; la consagración del triple hombre
al trabajo a realizar. Por consiguiente, implica dedicar el tiempo
y el Yo a la tarea de someter cada cuerpo al dominio [e208]
del Ego y el total dominio de Cada plano y subplano y significa
abarcar toda evolución y forma de vida divina, tal como se manifiestan
en esos planos y subplanos, con un solo objetivo y propósito -desarrollar
el plan de la Jerarquía de la Luz. El método a seguir consiste
en la intensa dedicación al trabajo de perfeccionamiento de los
cuerpos para convertirlos en aptos instrumentos de servicio. Éste
es quizás el camino más arduo que el hombre puede seguir. Llega
sin excepción a cada sector de la vida. Todo se somete a la ley.
Por lo tanto la fórmula de esa meditación tendrá una triple estructura:
a. Se estudiarán las leyes que rigen
el cuerpo físico y se reflexionará sobre ellas. Esta reflexión
se expresará como rígida disciplina aplicada al cuerpo físico,
el cual se dedicará enteramente al servicio y se lo someterá,
por consiguiente, a un proceso que lo sintonizará y desarrollará
más rápidamente.
b. Se estudiará científicamente
el cuerpo de las emociones y se comprenderán (en sentido ocultista)
las leyes del agua. El aspirante aprenderá el significado de la
frase: "ya no habrá mar", y el mar tormentoso y pasional
será reemplazado por el mar de cristal, que reflejará directamente
la intuición superior y la reproducirá con perfecta exactitud
en su superficie tranquila e inmóvil. El cuerpo emocional [i284] se
dedicará exclusivamente al servicio, su posición en el triple
microcosmo será considerada análoga a la del macrocosmo y se captará
el significado oculto de que dicho cuerpo es la única unidad completa
en la triple naturaleza inferior, conocimiento que se utilizará
para obtener ciertos resultados. Reflexionen sobre esto
c. Se estudiará el lugar que la
mente inferior ocupa en el esquema de las cosas y se desarrollará
la discriminación. Discriminación y fuego están esotéricamente
aliados, y así como el Logos comprueba por medio del fuego qué
tipo de trabajo realiza el hombre, también el microcosmo ,en pequeña
escala, hace lo mismo. El Logos también realiza esto, principalmente
durante la quinta ronda del juicio y la separación; así también
el microcosmos, en menor escala, realiza lo mismo en el último
y quinto período de su evolución -tratado y descrito anteriormente
en estas cartas. Se utilizará al máximo cada uno de los poderes
de la mente para impulsar los planes de la evolución; primeramente,
en el propio desenvolvimiento del hombre; luego, en el campo especial
del trabajo en que él se expresa y, finalmente, en sus relaciones
con otras unidades de la raza, a medida que se constituye en un
guía y servidor.
[e209] ¿Ven,
por lo tanto, la síntesis de esto? Ante todo, la tenaz centralización,
signo del ocultista, fusionado por la sabiduría y el amor, reflejo
de lo superior en el espejo del cuerpo emocional; luego, el intelecto
forzado a actuar como servidor del Yo o Ego centralizado, animado
por el amor y la sabiduría, dando por resultado el verdadero yogui.
Quisiera puntualizar aquí que verdadero
yogui es aquel que después de emplear debidamente las fórmulas
ya determinadas y de meditar durante el tiempo establecido, fusiona
esa meditación en la vida cotidiana, llegando oportunamente a
mantener una [i285] actitud
meditativa durante todo el día. La meditación es el medio para
hacer contacto con la conciencia superior. Cuando el contacto
se hace continuo reemplaza a la meditación, tal como ustedes la
comprenden. En el primer método, el estudiante de ocultismo trabaja
de la periferia al centro, de lo objetivo a lo subjetivo, de la
forma a la vida que la anima. En consecuencia, por la importancia
que el Raja Yoga da al cuerpo físico y su control inteligente,
el ocultista comprende la importancia esencial del físico, y la
inutilidad de todo su conocimiento si no tiene un cuerpo físico
por el cual pueda expresarse y servir a la raza. Ésta es la línea
del primer rayo y su rayo afín o complementario.
Amor y Sabiduría. Este método
constituye la línea de menor resistencia para los hijos de los
hombres. Es el subrayo del rayo sintético de una vibración análoga,
de la cual nuestro sistema solar es la manifestación objetiva.
Pero quisiera señalar que el amor adquirido por quien practica
la meditación y sigue esta línea, no constituye el concepto sentimental
que tan frecuentemente se pone en discusión. Tampoco es el amor
que no discrimina, ve limitaciones ni reconoce defectos. No es
ese amor que evita la corrección y se expresa en una actitud irracional
hacia todo ser viviente. Tampoco es el amor que impele a todos
a prestar servicio, adecuado o inadecuado, y no reconoce diferencias
en los grados de evolución. Gran parte de lo que se denomina amor
-si se lo dejara actuar con lógica- prescindiría aparentemente
de la escala de evolución y le daría a todo igual valor. Potencialmente
es así, pero en los actuales términos de servicio no lo es.
El verdadero amor o sabiduría ve
con perfecta claridad las deficiencias inherentes a toda forma,
y dirige sus esfuerzos a prestar ayuda a la vida que en ella mora,
para liberarla de sus trabas. Sabe a quienes debe ayudar y quienes
no necesitan ayuda. Oye con claridad, percibe el pensamiento del
corazón y trata de [i286] fusionar en uno a todos
los que actúan en el campo mundial. Esto no se obtiene obrando
ciegamente, sino por el discernimiento y la sabiduría, separando
las vibraciones antagónicas y ubicándolas [e210] en
distinta posición. Se ha hecho demasiado hincapié en lo que se
llama amor (interpretado por el hombre de acuerdo a su actual
grado de evolución) y no en la sabiduría, que es amor expresándose
en servicio- ese servicio que reconoce la ley oculta, el significado
del tiempo y la etapa de evolución alcanzada.
Esta es la línea de segundo rayo
y de sus rayos afines o complementarios. Más tarde será el omnincluyente,
el solvente y el absorbente. Siendo sintético, puede seguírselo
indistintamente en la línea del Roja Yoga o en la del Gnóstico
cristiano.
Aplicación intelectual. Aquí
el orden se invierte y el estudiante, por estar frecuentemente
polarizado en el cuerpo mental, debe aprender, con ayuda de la
mente, a comprender a los otros dos cuerpos, a dominar, controlar
y utilizar en la máxima medida los poderes inherentes al triple
hombre. El método, en este caso, quizás no sea tan difícil en
cierto sentido. Pero antes de que haya un verdadero progreso,
deben ser trascendidas las limitaciones del quinto principio.
Estas limitaciones consisten en gran parte en cristalizaciones
y en lo que denominamos orgullo. Ambos deben ser destruidos antes
de que el estudiante, que progreso por medio de la aplicación
intelectual, pueda servir a su raza, teniendo como causa animadora
el amor y la sabiduría.
Tiene que aprender el valor de las
emociones y al hacerlo debe comprender el efecto que produce el
fuego sobre el agua -comprenderlo esotéricamente. Debe aprender
el secreto del plano emocional, que -una vez conocido- proporcionará
la clave para la afluencia de luz desde la Tríada vía el cuerpo
causal, y de éste al astral. Además contiene la clave del cuarto
nivel etérico. Esto no [i287]
será comprendido aún por ustedes,
pero lleva en sí una indicación de gran valor para el estudiante.
Esta es la línea del tercer rayo
y de sus cuatro rayos subsidiarios, siendo de gran actividad,
de frecuente trasferencia y de despliegue mental muy activo en
los mundos inferiores.
Sólo cuando el estudiante que progresa
por la aplicación intelectual, haya aprendido el secreto del quinto
plano, llevará una vida de servicio santificado, fusionando así
los tres caminos. Hay que llegar a la síntesis, aunque siempre
se ha de mantener el colorido o tono fundamental. En la próxima
o quinta ronda, tendremos una mayor expresión de este método.
Será la ronda de máximo desarrollo mental y llevará a sus Mónadas
evolucionantes a alturas no soñadas hasta ahora.
La presente ronda marca la culminación
del segundo método, el de Amor-Sabiduría. En la cuarta ronda el
emocional obtiene un elevado grado de vibración, y existe una
conexión directa entre el cuarto plano de armonía, el cuerpo emocional
o cuarto [e211] principio,
el cuaternario, la cuarta raza raíz o Atlante, que coordinó el
astral. En estas correspondencias o analogías tenemos mucho tema
para pensar.
21 de setiembre de 1920.
Cinco
resultados de la meditación en los tres mundos.
Hoy veremos los cinco efectos producidos
en los tres cuerpos de los mundos inferiores, de los cuales será
consciente quien estudie la meditación y siga debidamente las
instrucciones dadas.
Estos efectos no se producen específicamente
en la vida, según [i288]
los ve el mundo, es decir como un gran amor, espiritualidad o
capacidad de servir. Hoy trataré de explicar cuáles son las indicaciones
en la conciencia del cerebro físico del estudiante que ha realizado
parte del trabajo necesario y está logrando parcialmente el objetivo
deseado. Tengan esto muy en cuenta. No intento aclarar los muchos
y variados resultados de la aplicación de las leyes ocultas de
la meditación. Sólo me ocupo de un aspecto de la cuestión, es
decir, de la comprensión, en la conciencia del cerebro físico,
de ciertos resultados relacionados con nuestro tema inmediato,
el acceso a los Maestros.
Esto reduce nuestro tema al reconocimiento
consciente de los Maestros o de algún Maestro particular, en el
cerebro físico del estudiante. Tal comprensión nada tiene que
ver, en gran parte, con el lugar que ocupa en el Sendero y de
lo lejos o cerca que se halle de la iniciación. Quizás algunos
Egos muy avanzados que verdaderamente se hallan muy cerca de su
Maestro, tratan de resolver este problema, pero son incapaces
de hacer llegar a sus cerebros físicos hechos específicos que
comprueben Su cercanía a Aquel. Unos adquieren este conocimiento
antes que otros. Ello depende del tipo de cuerpo utilizado y del
trabajo realizado en vidas anteriores, dando por resultado un
vehículo físico, que es exponente bastante exacto del hombre interno.
Frecuentemente, el hombre ha logrado en los planos internos mayor
categoría y realización que en el físico. Muchos de nuestros trabajadores
más activos, en este particular medio siglo, están agotando su
mal karma mediante cuerpos inadecuados. Pero con constancia, dedicación,
elevado esfuerzo y persistente y paciente adaptación a las reglas
establecidas, llega un momento en que el estudiante de pronto
es consciente, en su cerebro físico, de ciertos acontecimientos
inesperados y de una iluminación y percepción desconocidas hasta
entonces. Es algo muy real y, sin embargo, [i289]
momentáneamente muy sorprendente, de que ya nada podrá negarle
la realidad de que él vio, hizo contacto y sintió.
[e212] Como
he dicho muchas veces, en estas cosas sólo es posible generalizar.
Sesenta mil millones de almas en proceso de evolución, cada una
siguiendo determinadas rondas de vidas totalmente diferente de
las de los demás, ofrecen un amplio campo de elección, y ninguna
experiencia es igual a otra. Pero en líneas generales podría decirse
que cinco de ellas (entre las muchas posibles) merecen ser enumeradas,
pues comparativamente hablando ocurren con gran frecuencia. Todas
han sido insinuadas anteriormente, pero voy a ampliar un poco
los datos impartidos.
Ver al Maestro y al Yo en la caverna
del corazón. Como bien saben, se recomienda con frecuencia al
estudiante visualizarse a sí mismo y al Maestro (reducidos, aproximadamente
a 6 milímetros) dentro de la circunferencia del corazón etérico,
y al finalizar su meditación, imaginar al corazón etérico y construir
allí formas diminutas del Maestro, por el cual se sienta atraído,
y de sí mismo. Esto debe hacerlo con minucioso detalle y cuidado,
ayudado por la imaginación y el amoroso esfuerzo, modelando día
a día sus imágenes, hasta que sean para él algo muy real y su
construcción y formación se convierten en parte casi automática
de su meditación. Llega un día (generalmente cuando las condiciones
astrológicas son favorables y la Luna se acerca al plenilunio),
en que es consciente en su cerebro, de que dichas imágenes no
son los pequeños muñecos que él cree, sino que él está dentro
de la figura que lo representa y se encuentra literal y verdaderamente
ante el Maestro. Esto ocurre muy de tarde en tarde al principio,
y la conciencia del hecho se mantiene sólo durante breves segundos;
a medida que avanza y se desarrollan todos los aspectos de su
naturaleza y de su servicio, se repite con más frecuencia la [i290]
experiencia, que dura períodos más prolongados, hasta que
llega el momento en que puede vincularse tan fácilmente con su
Maestro como antes construyó sus imágenes.
¿Qué ha ocurrido? El discípulo ha
logrado realizar tres cosas:
1. Identificarse con la imagen dentro
del corazón, aspirando llegar al Maestro.
2. Construir un canal permanente
entre el centro cardíaco (en el que está tratando de enfocar su
conciencia) y su correspondiente centro coronario. Como bien saben,
cada uno de los siete centros del cuerpo tiene su contraparte
en la cabeza. Por la vinculación del centro cardiaco con su contraparte
en la cabeza viene la iluminación, y es lo que se ha realizado
en este caso.
3. No sólo ha realizado las dos
cosas mencionadas, sino que ha purificado en tal forma esa parte
del cerebro físico, correspondiente a ese particular centro de
la cabeza, que [e213] puede
responder a las vibraciones superiores requeridas y, en consecuencia,
registra lo que ha transcurrido.
Reconocimiento de la vibración.
En este caso el método no es el mismo. El estudiante llega a ser
consciente en los momentos de intensa aspiración, durante la meditación,
de una vibración o sensación peculiar en la cabeza. Puede ocurrir
en uno de los tres lugares siguientes:
a. En la parte superior de la columna
vertebral.
b. En la frente.
c. En la parte superior de la cabeza.
No me refiero aquí a la sensación
que se experimenta cuando se desarrolla la facultad psíquica, aunque
existe cierta relación entre ambas, sino a esa vibración que se
produce al hacer contacto con uno de los Grandes Seres. Al principio
el estudiante sólo es consciente de un momentáneo sentimiento
de elevación, que se manifiesta en forma de estremecimiento o
movimiento en la cabeza, [i291]
causando quizás alguna molestia;
si se siente en la frente puede producir lágrimas o llanto; en
la parte superior de la columna vertebral o base del cráneo, excitación
y hasta mareo, y en la parte superior de la cabeza una sensación
de expansión con un sentimiento de plenitud, como si el cráneo
fuera muy estrecho. Estos efectos desaparecen con la práctica.
Son causados por un contacto, momentáneo al principio, con algún
Maestro. Con el tiempo el discípulo se acostumbra a esta vibración
y la asocia con determinado Gran Ser, pues cada Maestro tiene
Su propia vibración que la trasmite a Sus discípulos en forma
específica. Este método de contacto va frecuentemente acompañado
de un perfume. Con el tiempo el discípulo aprende a elevar su
vibración a cierto grado, y una vez que lo ha conseguido, la mantiene
en forma constante, hasta que siente, en respuesta, la vibración
o el perfume del Maestro. Entonces procura fusionar su conciencia
con la del Maestro, hasta ser capaz de discernir cuál es Su voluntad
y comprender lo que tiene que comunicarle. A medida que transcurre
el tiempo y aumenta la respuesta del discípulo, el Maestro, por
Su parte, procurará atraer su atención o hacerle conocer Su aprobación
(por ejemplo, despertando esta vibración dentro de la cabeza)
...
23 de setiembre de 1920.
..Nos quedan tres puntos a tratar,
pues he explicado los dos que se refieren al contacto con el Maestro
en la caverna del corazón y al reconocimiento de Su vibración.
Hay otros tres métodos (entre muchos, no lo olviden) por medio
de los cuales el [e214] estudiante
puede ser consciente, en el cerebro físico, de haber hecho contacto
con el Maestro.
Traer
a la conciencia del cerebro físico el recuerdo del Ashrama del
Maestro y las lecciones impartidas allí.
[i292]
A medida que el estudiante persevera
en la meditación y adquiere facilidad para alcanzar la adecuada
vibración, construye un sendero (si así puede denominárselo) que
lo conduce directamente a su Maestro. Tal es la afirmación literal
de una realidad. Un buen trabajo proporciona con el tiempo el
derecho a estar con el Maestro, en determinados períodos. Esto
significa buen trabajo de meditación, unido a un activo servicio
en bien de la raza. Estos intervalos son raros al principio, pero
vienen más frecuentemente a medida que se progresa. Entonces el
discípulo se da cuenta de ese contacto, por que lo recuerda al
despertar. Verá la habitación del Maestro y recordará a sus compañeros
de clase y también ciertas frases dichas por el Maestro, trayéndole
el recuerdo del trabajo sugerido o de la amonestación recibida.
Este método indica al discípulo que está logrando el acceso al
Maestro, debido a la habilidad adquirida en la meditación.
La
obtención de cierta medida de conciencia causal. Esto indica
que el discípulo ha desarrollado (quizás en pequeña medida, pero
cabalmente realizado) el poder de penetrar parcialmente en el
mundo de los Maestros. La facultad de pensar y contemplar en forma
abstracta y el poder de trascender las limitaciones de tiempo
y espacio, son poderes del cuerpo egoico y, puesto que todos los
grupos egoicos, como ya se dijo, están controlados por algún Maestro,
el desenvolvimiento de la conciencia egoica (cuando es reconocida
conscientemente) indica contacto y acceso. Muchas personas inconscientemente
hacen contacto con su alma y temporariamente tienen destellos
de conciencia egoica; pero cuando el discípulo puede elevarse
conscientemente, intensificar deliberadamente su vibración y transferir
su polarización al cuerpo egoico, aunque sólo sea por un breve
momento, puede saber entonces que vibra al ritmo del Maestro de
su grupo. Ha establecido [i293] contacto.
Puede ser que al principio no recuerde, en su cerebro físico,
los detalles de dicho contacto; quizás no se dé cuenta de la apariencia
del Maestro ni de las palabras que salieron de Sus labios. pero
habiéndose ajustado conscientemente a la regla y penetrado en
el silencio de los lugares elevados, la ley siempre se cumple
y, por lo tanto, hizo contacto. Algunos discípulos conocen íntimamente
a su Maestro en los planos internas y trabajan bajo Su dirección,
pero pasan muchas vidas antes de que comprendan la ley y puedan
construir deliberadamente, el canal de acceso, gracias al poder
desarrollado en la meditación.
[e215]
Con el tiempo, la facilidad de
contacto aumenta hasta el punto en que el discípulo puede, en
cualquier momento, descubrir cuál es la voluntad de su Maestro
y tener acceso a Su corazón.
Este quinto método, aunque no tan
común, es conocido por algunos. Por el sonido el aspirante se
da cuenta del éxito. El aspirante sigue su fórmula usual de meditación;
persevera día tras día y estudia, en los tres planos, el trabajo
que debe efectuar; eleva continuamente su vibración y realiza
el esfuerzo necesario, uniendo todo esfuerzo interno a la vida
externa de amoroso servicio. En alguna meditación se dará cuenta
repentinamente de una nota musical, que parece resonar dentro
de la cabeza o emanar del corazón. No será evocada por la entonación
de la Palabra Sagrada, que cuando es emitida por el hombre en
cierta clave puede provocar respuesta musical del Ego, sino que
vendrá como resultado o culminación de la meditación, y el sonido
de la nota vibrará dentro del centro tan nítidamente que jamás
se olvidará. Ello también indica éxito. Ha hecho contacto con
el Maestro y Él ha respondido emitiendo el tono del propio Ego
del hombre. En realidad esto ha dado lugar a que el custodio del
portal responda habitualmente al presunto aspirante a los misterios
del grupo. [i294] Cuando el trabajo se
hace debidamente el aspirante entonará la palabra de admisión
en su propia clave o tono, tratando de dar la nota que evocará
al Ego. El custodio responderá y entonará la respuesta en el mismo
tono sonoro y pleno, y así, con el poder del sonido, vinculará
al hombre con el Maestro que presidirá las ceremonias. Esto pone
a cada miembro del grupo -por medio de su propio esfuerzo y del
tercer factor, el custodio- en armonía con el Maestro. Con el
tiempo esto se comprenderá mejor y se hará un constante esfuerzo
para mantener la reverberación de la nota entre los que entran
y los custodios del Umbral. Cuando se efectúa con perfección (algo
imposible ahora), constituye una perfecta protección. Los grupos
se organizarán, con el Maestro respectivo, de acuerdo a la formación
egoica. La nota del grupo será conocida por quien custodia la
entrada, no pudiendo entrar nadie que no emita la nota, ya sea
en la octava superior o inferior. Esto es aplicable a los grupos
que se consagran al desarrollo espiritual interno y que se ocupan
directamente del trabajo de un Maestro, de sus estudiantes, discípulos
o probacionistas afiliados. Otros grupos, formados de unidades
diversas y bajo diferentes rayos y Maestros, custodiarán la puerta
por otros métodos que serán revelados más adelante.
Cuando el estudiante oye esta nota
musical interna durante la meditación, debe procurar registrarla
y cultivar la facultad de reconocerla y utilizarla. Esto no resulta
fácil al principio, pues el sonido es inesperado y demasiado breve
para captarlo; pero con [e216] el
tiempo y a medida que el discípulo obtiene una y otra vez la misma
respuesta, puede comenzar a descubrir el método y a observar las
causas que ponen la vibración en actividad.
Como ya he dicho, muchos son los
métodos por los cuales el discípulo se da cuenta de su progreso
en el sendero de acceso, y de entre estos muchos se han indicado
cinco. Más adelante, [i295]
cuando estén organizadas las Escuelas de Meditación, vigiladas
conscientemente por un Maestro en el plano físico, se llevarán
registros del tiempo y de los métodos de contacto y se obtendrá
así mucho conocimiento. Para finalizar, quiero indicar que la
tarea del discípulo consiste siempre en evocar respuesta, y que
el momento de la respuesta depende de su celo en el trabajo, de
su consagración al servicio y de sus deudas kármicas. Cuando merezca
cierta respuesta se manifestará en sus estrellas, y nada podrá
entorpecerla o demorarla. Tampoco nada puede realmente apresurarla;
por la tanto, el discípulo no necesita perder el tiempo en lamentaciones
por falta de respuesta. Su parte consiste en obedecer las reglas,
ajustarse a las fórmulas establecidas, reflexionar, adherirse
inteligentemente a las instrucciones prescritas y trabajar definida
y vehementemente para prestar servicio a sus semejantes. Cuando
haya hecho todo esto, cuando haya acumulado el necesario material
vibratorio en los tres cuerpos inferiores, cuando los haya alineado
con el cuerpo egoico (aunque no sea más que por un breve minuto),
quizás repentinamente pueda ver, oír y sentir una vibración. y
entonces por siempre podrá decir que la fe está fusionada con
la visión y la aspiración se ha convertido en reconocimiento.
Notas:
1 - Desde 1920 han ocurrido grandes cambios. En la actualidad
(1945) han sido trasladados al plano búdico (A.A.B.)