Discipulado en la Nueva Era I - Cartas a C. A. C.

      


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C. A. C.

Agosto de 1937

Hermano mío:

     Se le ha pedido que ingrese y sirva en mi grupo de discípulos por tres razones. Quizás le interese saber cuáles son, porque podrá [e198] así servir con más inteligencia, algo que siempre ha deseado. Las expongo en orden de importancia y comienzo con la que hoy es menos importante y, sin embargo, quizás la reconozca con más facilidad:

  1. Un antiguo vínculo kármico conmigo, su Instructor Tibetano, y también con un colaborador en el campo elegido para servir.

  2. El interés fundamental de toda su vida en el campo de la educación. Esto hará que el tema elegido sea de gran interés y significación para usted. [i204]

  3. La tendencia reconocida y definida hacia todo lo que concierne a la nueva era. Esta conciencia de las Nuevas y entrantes influencias lo condujo a mi grupo de la nueva era.

     Me satisface, hermano mío, que se halle asociado a este grupo, y creo que se beneficiará mucho y traerá gran beneficio a otros. El trabajo que emprende ahora, trae consigo sus propias dificultades y problemas, que no son todavía particularmente evidentes, porque el grupo está sólo en un proceso de integración, y los verdaderos problemas grupales (a los cuales me refiero aquí) sólo aparecerán después que los hermanos del grupo hayan trabajado juntos durante algún tiempo. Son problemas de temperamento y, en ocasiones, de actividades descabelladas, problemas de comprensión e interpretación y los derivados por aplicar las peculiares enseñanzas de la nueva era en la época actual. Este último problema implica también el de la correcta contemporización y del verdadero sentido del valor del tiempo.

     El período de vida que usted tiene por delante es el del sannyasin, el cual, por haber pasado todas las experiencias de la vida, lleva ahora una vida consagrada a los valores espirituales y enseña a otros a hacer lo mismo. Reflexione sobre esto.

     No le asigno trabajo especial. Sólo le pido que estudie las instrucciones dadas a este grupo, y que lo haga con la mayor rapidez, a la par de un detenido y comprensivo estudio. Luego podrá emprender inteligentemente el trabajo con los demás miembros del grupo, dar juntos el siguiente paso y abocarse a otros temas de la enseñanza.

     Sé que ha reflexionado mucho sobre los rayos que lo condicionan y sobre las fuerzas que están a su disposición y puede utilizar. Permítame decirle cuáles son sus rayos y las fuerzas dominantes con las cuales tendrá que trabajar en esta encarnación:

     El rayo de su alma es el primero de Voluntad o poder, que es también el de su cuerpo físico. De allí que si lo decide le resultará [e199] fácil y simple que su alma impresione a su cerebro. Esto tiende también a hacerlo muy intuitivo, pero no síquico en manera alguna. Le da también, si quiere, poder organizador y el empleo de una voluntad espiritual dinámica que le permitirá vencer y sobreponerse a todos los obstáculos. Utilícela. hermano mío con mayor frecuencia, no sobre otros, sino sobre usted mismo y en conexión con todo cuanto trate de hacer para el desarrollo del Plan. [i205]

     El rayo de su personalidad es el segundo de Amor-Sabiduría, y esto le permite evocar y emplear sin peligro su voluntad de primer rayo, pues será inevitablemente modificada por el enfoque de su personalidad. Observará, por lo tanto, que esto tiende a equilibrarlo cuando actúa como personalidad o alma.

     Su cuerpo mental pertenece al cuarto Rayo de Armonía a través del Conflicto, que a veces rompe su aplomo y equilibrio. Su deseo por lograr la armonía le proporciona una visión miope, y usted tiende a actuar precipitadamente. Cuando esto ocurre, descubre luego que ha iniciado un conflicto, en vez de establecer la armonía, que fue su intención original. Pero puede aprender mucho con ello porque, en último análisis, el cuarto rayo rige a la humanidad, como también al planeta Tierra; por consiguiente, su mente de cuarto rayo puede siempre ponerlo en contacto con el mundo de los hombres, con menos peligro que su naturaleza emocional. Este hecho, unido a la sabiduría y amor de su personalidad, debería ayudarlo grandemente para trabajar con las personas, campo que ha elegido para, su esfuerzo y expresión.

     Me atrevo a decir que usted sospecha que su cuerpo astral pertenece al sexto rayo de Devoción, lo cual le confiere el idealismo y la devoción a las causas, el poder de sacrificarse y la determinación de extraer siempre el bien del mal aparente. Esta última característica es sobresaliente. Quisiera decirle además que su equipo también carece de las modificaciones que produce la línea de energía de primer rayo. No posee fuerza alguna de los rayos tercero, quinto y séptimo. El equilibrio se mantiene por los aspectos de primer rayo que lo condicionan. Por lo tanto, tenemos:

1. El rayo del alma, el primero de Voluntad o Poder.
2. El rayo de la personalidad, el segundo de Amor-Sabiduría.
3. El rayo de la mente, el cuarto de Armonía a través del Conflicto.
4. El rayo del cuerpo astral, sexto de Devoción.
5. El rayo del cuerpo físico, el primero de Voluntad o Poder. [e200]


Agosto de 1938

Hermano mío:

     Considero que si tuviera que explicar con exactitud lo que obtuvo en experiencia y servicio durante el año transcurrido, lo definiría [i206] como un sentido de mayor certeza y seguridad internas, especialmente al prestar servicio. Descubrirá que esa confianza se mantiene ante usted como meta del esfuerzo espiritual. últimamente ha progresado mucha hacia ella, y su alma de primer rayo puede arraigarse firmemente en esa cualidad de la personalidad y hacerlo sin peligro, debido a que la humildad es su fundamental virtud natural.

     Su campo de servicio va ampliándose y es siempre la recompensa por el servicio prestado. Ha podido liberarse de antiguas responsabilidades, lo cual debiera darle mayor libertad para el futuro. No es posible predecir en la actualidad lo que le reserva el futuro a las personas, porque las condiciones planetarias son de tal naturaleza que ninguna predicción es infaliblemente correcta, ni siquiera para los miembros de la Jerarquía. Es necesario que tome una decisión sobre varios puntos, y le llamo la atención sobre otra cualidad: la Consagración. Deje que todos los cambios en su vida ocurran como resultado de la decisión correcta que, a su vez, debe fundarse en la verdadera orientación y dedicación del alma. Las decisiones no deben ser consecuencia de una influencia externa.

     Quizás pregunte sobre qué debe fundarse una decisión correcta, y responderé en los términos siguientes:

  1. Sobre lo que se le presenta como oportunidad espiritual, lo cual puede llevar a cabo sin abandonar obligaciones correctas e ineludibles. Digo obligaciones correctas y no inclinaciones de la personalidad.

  2. Sobre lo que le proporcione un campo más amplio de servicio, para que entren en actividad sus poderes, dones y talentos adquiridos, y le otorgue un desarrollo total que lo capacitará para la próxima vida de actividad.

  3. Sobre lo que usted puede hacer mejor que nadie. Las puertas se abren y cierran, y el discípulo en entrenamiento tiene que cultivar esa respuesta espiritual e instintiva, que le permitirá saber qué puerta quiere su alma que usted trasponga.

     Le doy ahora un ejercicio solo, al que debe dedicarle cinco minutos antes de la meditación grupal, para reflexionar sobre las siguientes palabras familiares: "En la quietud y en la confianza reside su fortaleza". [e201] [i207]


Enero de 1940

Hermano mío:

     El espejismo que constituye su principal limitación es peculiarmente el del tiempo, y lo afecta en dos sentidos. Uno, relacionado exclusivamente con usted, sin que nadie se dé cuenta de ello, y el otro, con todo cuanto hace en el plano externo de las apariencias y del diario vivir. Cuando nivele ambos aspectos y adopte en primer lugar una actitud mental hacia el tiempo como inmortalidad y, en segundo lugar, domine el tiempo en tal forma que sea el agente que cree belleza en su vida, entonces habrá aprendido la última lección que esta encarnación particular estaba destinada a enseñarle. No quiero ser más explícito.

     A medida que estudie constantemente el tiempo desde un ángulo progresista, y también en relación con el futuro, descubrirá que en su vida mental hay un énfasis que debe alterarse; a medida que estudie el tiempo en relación con su tarea diaria introducirá en su servicio a la humanidad y a nosotros, una síntesis directa y una acrecentada potencia de que carece en la actualidad. Un sentido del tiempo y su relación con el alma, es uno de los estudios más absorbentes y útiles para el discípulo: la comprensión de la relación del pasado con el futuro y su efecto unido en el presente, creará una de las palancas que le abrirá la Puerta de la Iniciación. Creo, hermano mío, que si medita sobre esto llegará a la conclusión -como yo lo hice al estudiarlo a usted - de que el control sobre el factor tiempo es lo más necesario en la actualidad. Le corresponde a usted asignar un nombre a ese espejismo particular que constituye su mayor obstáculo, vinculado a la triplicidad tiempo. Trabaje sobre este problema durante el próximo año y a medida que lo hace, obtendrá la aclaración. Como observará; no me ocupo aquí de los defectos. A su edad, los hábitos de la vida, las tendencias establecidas, las cualidades adquiridas y los defectos no superados, están firmemente arraigados. Siga adelante con su equipo tal cual es, con total olvido de sí mismo, pero tratando de establecer un ritmo en relación con el tiempo, lo que traerá reorganización, un servicio más completo y una expresión más efectiva del alma. Estudie, si le parece bien, la significación del ritmo cuando produce melodía y origina armonía. [i208]


Julio de 1940

Hermano mío:

     Durante el año pasado experimentó mucha tensión, dificultad y reajustes mentales; pero, ¿quién no los experimenta en estos [e202] tiempos de tensión, dificultad y ajuste, en el orden mundial? Le diré, a este respecto, que el reajuste obligatorio (del cual no hay escapatoria) es algo que implica simplemente adaptarse y cultivar la disposición a aceptar comprensivamente lo que no se puede eludir. Hay otra forma de ajuste, resultado de condiciones autoiniciadas, basadas en el esfuerzo para manejar la propia vida, y en la capacidad de reconocer el lugar y el tiempo para efectuar cambios y, despiadadamente como alma, establecer esas condiciones y situaciones a las cuales la personalidad -apremiada por el alma - debe ajustarse. La primera situación se basa en el pasado, de acuerdo a la Ley de Causa y Efecto, la otra en el conocimiento previo del alma, presentido por la personalidad intuitiva, y concierne al futuro. Ambas situaciones introducen ciertas facultades y esto es de importancia práctica.

     Observará que esto encaja en mis comentarios sobre el tiempo, que le di en una instrucción en enero último. Casi podría decir que ésta es la segunda lección sobre el -correcto empleo del tiempo, tan esencial en su caso, aunque no exactamente en el sentido en que su personalidad aplicaría mis palabras. Debe, primero, entender el tiempo en su carácter cíclico y en su inevitable oscilación del péndulo, entre el pasado y el futuro, porque ambos afectan al presente; segundo, entender el reajuste que debe hacer en el presente en relación con el pasado y el futuro. Más tarde, a medida que se conozca mejor a sí mismo y comprenda cómo se desarrollan en la vida actual los hábitos establecidos, las cualidades y tendencias que lograron expresión en vidas pasadas, lo irán condicionando cada vez más las tendencias emergentes, resultado del contacto e impulso del alma. Éstas conciernen al futuro. Entonces obtendrá una nueva comprensión del tiempo y la sensación de urgencia e importancia de cada momento en el presente. Este proceso de interacción entre lo que ha sido, y lo que es y será en un momento dado, lo ha creado usted, la personalidad, y [i209] este concepto es para usted muy necesario. Sirve para dar importancia al presente y dirige también el futuro. Quizás se pregunte por qué hago resaltar tanto esta cuestión del tiempo en su caso particular. Hay siempre en cada discípulo, en un momento dado de su vida encarnada, algún aspecto del desenvolvimiento, de mayor importancia que otros. La correcta comprensión y el empleo del tiempo constituye su lección más significativa. Cuando sea comprendida y relegada al lugar que le corresponde y empleada inteligentemente, experimentará una maravillosa liberación. La implicación de estas palabras es mucho más profunda de lo que pueda creer.

     Estos requisitos básicos expresados y comprendidos por un discípulo están condicionados por la cualidad de la energía que [e203] afluye a través del cuerpo etérico. He dado a cada uno de ustedes un análisis de sus rayos, cinco en total. Más adelante, trataré de demostrarles el estado en que se halla el cuerpo etérico, primordial factor condicionante en lo que a la expresión en plano físico concierne. Este cuerpo es la manifestación conjunta de todas las energías que en un momento dado pueden concentrarse por medio de los siete centros. Estos centros nos indican, a quienes vigilamos la etapa de evolución, la limitación inmediata, la necesidad y las posibilidades inherentes. El cuerpo físico responde en forma puramente automática a la impresión, o a los impulsos provenientes del cuerpo vital, que a su vez responde a ciertas fuentes de energía que pueden ser uno de los vehículos de la personalidad, la tónica de esta personalidad o la dirección del alma, produciendo distintos grados de impresiones.

     Durante el período venidero, hasta que imparta la próxima instrucción grupal, le pido que discipline su tiempo, haciendo que cada momento sea de valor. Le recomiendo que perfeccione cada episodio y ocurrencia de la vida (otro sinónimo de tiempo), de manera que sean una expresión constructiva de la voluntad grupal, hasta donde pueda lograrlo. Nunca se arrepentirá de haberlo hecho.

     Referente a su meditación personal, continuaremos con el mismo tema. Tiene la capacidad de utilizar la voluntad y, al mismo tiempo, ser incluyente (en su conciencia, más de lo que es en expresión), y esto es muy real. La primera cualidad pone en actividad su alma; la otra, profundiza y suaviza su personalidad, y creo que será el primero en admitir que ambas cualidades son deseables. [i210]

MEDITACIÓN PERSONAL

  1. Relájese y enfóquese en el alma. Luego entone el OM, exhalándolo hacia el mundo de los hombres, diciéndose en forma inaudible:

"La voluntad de Dios mueve al mundo". Este pensamiento subyace detrás del empleo del OM.

  1. Reflexione sobre la significación del factor tiempo, como expresión de la voluntad, comprendiendo que esta expresión es un pensamiento -instantáneo y efectivo - en la mente del Logos planetario. Medite cuidadosamente sobre alguna de las implicaciones de esta última declaración.

  2. Entonces, lenta y concienzudamente, diga:

"El pasado ha desaparecido. Soy el pasado, que me hace ser lo que soy. Llega el futuro. Soy también el destino venidero [e204], por lo tanto, soy ése. El presente fluye del pasado. El futuro colora lo que es. Construyo el futuro por mi actual conocimiento del pasado y la belleza del presente y, consecuencia, yo soy ese yo soy".

  1. Entone tres veces el OM. suavemente.

Por ser yo el responsable de este trabajo, le pido que proceda como le indiqué y, hermano mío, confíe en mí, su instructor y amigo.

NOTA: A este discípulo se le ofreció la oportunidad de trabajar, pero no la aprovechó y renunció desde el principio.


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