Discipulado en la Nueva Era I - Cartas a G. S. S.
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G. S. S. |
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Marzo de 1935 Hermano mío: Con espíritu de expectativa inicio con usted un trabajo definido, debido a que posee verdadera sensibilidad. Lo hago sabiendo que a medida que trabajemos juntos deberemos proceder con gran cuidado y real precaución. Tenemos que trabajar definida y deliberadamente con técnicas que darán por resultado sólidos cimientos. Pertenece a este grupo por dos razones: Primero, su esfuerzo entusiasta y los ajustes que su alma lo obligó a realizar en su vida diaria, atrajeron mi atención y le concedieron el derecho a un entrenamiento más especializado e individual. Segundo, posee un definido don de curar, don ya consagrado y que debe cultivar, y contiene para usted el secreto del verdadero campo de servicio. Si estuviéramos uno frente a otro, quizás me preguntaría: ¿Qué es lo más necesario para mí? ¿Qué debo hacer a fin de liberarme para un mayor servicio y una más profunda comprensión? Responderé con toda sinceridad hermano mío; usted obtendrá una creciente expansión de conciencia cuando aprenda a conservar la energía y a emplear correctamente el tiempo. Es un buen conductor de la fuerza y de los elementos pránicos, y a través suyo puede afluir sin impedimentos (hablando relativamente) la fuerza del alma. Pero hasta ahora sólo ha servido [e378] para intensificar los átomos del cuerpo y la cabeza, y hacer un violento impacto sobre todos aquellos con los que está asociado. Se manifiesta como una especie de dominio benevolente y lo dirige a usted antes de que usted lo utilice. Por consiguiente debe aprender a emplear la fuerza que afluya y dirigirla hacia canales constructivos. Debería ocuparse de quienes necesitan ayuda, más que de sus propias reacciones, buenas o malas. Está rodeado de familiares y conocidos, y podría ayudar a muchos [i407] de ellos a liberarse. Sin embargo, le temen y también temen la forma violenta con que se acerca a ellos; le ocultan su real necesidad por temor a que la imposición de sus manos sea demasiado poderosa. Se preocupa usted demasiado en formular mentalmente lo que sabe que es verdad y en enunciar con exactitud lo que más aprecia, por lo tanto no ha dedicado el tiempo necesario, ni ha brindado su corazón amoroso para satisfacer la gran necesidad de aquellos con quienes entra en contacto hermano mío. Todos necesitan amor y comprensión, y lo necesitan más que las verdades esotéricas claramente enunciadas, no importa cuán reales o maravillosas sean. Ámelos y compréndalos. Más adelante se les impartirá en forma natural la Sabiduría Eterna, cuando usted les haya probado que "permanece en el ser espiritual". Debe haber un período de constante estabilización de lo adquirido y una gentil exteriorización hacia el mundo de las amistades. Deje que ellos mismos lleguen a usted como amigos. Lo harán siempre que encuentren una paciente y amorosa gentileza. La inclusividad debe reemplazar a la centralización de sexto rayo, por contener la cualidad de horadar, trabajo centralizado que ha llevado a cabo durante mucho tiempo. Su sexto rayo le otorgó también una naturaleza emocional sensible, lo cual significa que su plexo solar funciona en forma demasiado activa, y esto lo sabe muy bien. Después sobrevendrá la cualidad del corazón. Oportunamente le diré algo más, pero estas insinuaciones serán suficientes para sus necesidades, si reflexiona debidamente sobre mis palabras y no se ofende por lo que pueda decirle. Mi problema es entrenar a cada uno de ustedes para servir al grupo sin impedimentos ni separatividad de la personalidad... El trabajo de este grupo particular no puede iniciarse realmente hasta que las personalidades de los miembros estén subordinadas al propósito grupal y entrenadas para ser canales puros. Éste es un gran objetivo hermano mío, por lo tanto, no se desaliente, trabaje, viva y, sobre todo, ame. Hermano mío: Hace tan poco tiempo que está en este grupo, que no tengo la intención de cambiarle (ni sería conveniente) el trabajo anteriormente [i408] delineado. Aún no ha establecido la rutina ni el ritmo necesarios. Nunca fui autoritario ni exijo obediencia, sólo hago sugerencias y dejo que el estudiante las acepte o no, según le parezca o le dicte su ansiedad. Pero sí observo su trabajo y sus resultados. Por lo tanto, ¿me permite decirle algo? Quisiera que se dedique con más firmeza a la práctica de la meditación. Trate, en lo que sea posible, de efectuarla en forma regular y diaria. Que nada interfiera ese tranquilo momento ante la Presencia, salvo que surja algo inevitable. Quizás en esto usted podría disciplinarse con más efectividad. Captó muy bien y rápidamente lo dicho en mi última instrucción, respecto a la forma de llegar a las personas. Su servicio consiste en establecer un poderoso contacto amoroso, por el método de interesarse profundamente en ellos, más que en lo que tiene que darles de carácter esotérico e intelectual. Lo importante es la necesidad de ellos. El esfuerzo para comprender a esas personas (su parquedad y silencio, su debilidad y fortaleza, sus aspiraciones y fracasos, sus devociones y costumbres) y penetrar en su conciencia, le proporcionará el entrenamiento necesario y posteriormente le permitirá ser un servidor a quien nosotros, los instructores en el aspecto interno, podremos utilizar más plenamente. Está en el "Camino iluminado", hermano mío, y su alma lo conducirá a una comprensión más segura y a una paz más estable. Con frecuencia comprende esta necesidad. Dedique los próximos meses a estudiar detenidamente las instrucciones dadas al grupo. Trate de dominar lo que contienen y familiarizarse con las metas y objetivos grupales y con esta enseñanza preliminar. Procure comprender más inteligentemente en qué consiste este experimento grupal en el cual colabora. Está llevando a cabo un trabajo grupal, no simplemente iniciando una especie de entrenamiento personal... El ángulo individual de este trabajo no tiene importancia alguna, excepto en lo que pueda afectar a todo el grupo. Esto debe comprenderlo usted y varios miembros del grupo. Hermano mío, ¿puedo agregar unas palabras de despedida? Procure expresar felicidad. Trabaje y sirva gozosamente. No sea [e380] tan serio; recorra alegremente el Camino iluminado. Tal es mi plegaria para usted. Hermano mío: La tarea de fusionarse en un grupo es siempre difícil y fue así especialmente en su caso. Lo preví y también me di cuenta que haría un esfuerzo real para lograrlo y no fui defraudado. Sin embargo, necesita un periodo de ajuste más extenso, antes de atreverme a darle la meditación o la enseñanza personal que espero impartirle alguna vez, lo cual no se debe a algo que usted considera un defecto, sino principalmente a su excesiva sensibilidad al estímulo del alma. En casos como el suyo es necesario proceder con excesivo cuidado. Su equilibrio y ritmo emocional y físico se rompe muy fácilmente, debido al enorme poder que posee su cuerpo etérico. Dicho cuerpo vital tiene tal fortaleza y conduce tanta energía a los niveles superiores del plano astral y también del mental inferior, que trastorna ciertos factores equilibradores en el cuerpo físico. Esto complicará enormemente la tarea de quien lo instruya. Siente muy intensamente y se mueve y habla con la consiguiente excesiva rapidez. Para mí el verdadero problema (¿le sorprende hermano mío?) es hacerle comprender la necesidad de ir con más lentitud. Debido a que poseo una visión más clara que la suya y un mayor conocimiento de como están condicionados sus cuerpos sutiles ¿qué puedo hacer para que usted comprenda? Lo único que puedo hacer es tener cuidado cuando lo estimulo y le dedico atención, pues sus reacciones son demasiado rápidas y violentas. Tengo que razonar con cuidado antes de pedirle hacer algo, porque los efectos son tan rápidos y el contacto con mi energía produce tan a menudo en usted sobrestímulo y excitación, que trae por resultado fatiga. Quizás pueda ayudarlo mejor si le digo que, debido a las combinaciones de sus rayos y su trasfondo de otras vidas, su interés es más mental que aspiracional. Su mente aguda y activa (aunque a menudo inexacta) es fácilmente impelida a interesarse intensamente; se fertiliza fácilmente y promete ser poderosa y constructiva en el futuro. Pero en la actualidad usted no puede manipular la fuerza que le llega a su cuerpo físico, [i410] dirigida por su mente. Debido a que procede de la mente, indica que es la fuerza de una personalidad que se va integrando con rapidez, pero esta fuerza es excesiva para usted por no vivir una íntegra vida de servicio; cuando lo haga más verdadera y definidamente, su problema quedará resuelto. [e381] Además su problema consiste mayormente en emplear el tiempo en forma correcta; su vida se enderezará considerablemente y desaparecerá gran parte del sobrestímulo físico cuando emplee debidamente el tiempo. Hermano mío de siempre, usted dedica demasiado tiempo en futilezas, en lo que se refiere a la necesidad mundial y a cosas esenciales verdaderas y básicas. Al decirle esto recuerde que no le sugiero cambiar la técnica de su vida diaria, ni que descuide las responsabilidades propias y hogareñas u obtenga buenos resultados, sino que definidamente adopte una actitud interna que usted todavía no ha adoptado, respecto al factor tiempo. ¿Dónde pone el énfasis en su vida y cómo hacerle comprender mi punto de vista? Dice que no tiene tiempo para practicar correctamente la meditación. ¿Por qué, hermano mío? Quizás no sea lo primero que pueda hacer cada mañana antes del desayuno, pues muchas personas no pueden, pero probablemente si los elementos especiales son correctos, podría dedicar los treinta minutos en horas de la mañana para establecer contacto con su alma. La estructura de su vida cotidiana no se resentirá si, por ejemplo, no responde al teléfono durante ese período y se reserva ese momento de tranquilidad, asignándole a otros esa tarea. Debe reajustar sus valores. Referente a su meditación, le daré una muy breve. Le pediré que cuando medite no se centre en la cabeza y que durante un tiempo lo haga en el corazón, recordando que el centro cardiaco está ubicado entre los omóplatos y no en el corazón físico. Sin embargo, no se detenga a pensar demasiado sobre los centros o su ubicación. Simplemente haga descender su intensidad mental y centre su conciencia un poco más abajo, en la parte superior del cuerpo. No analice demasiado la situación o la ubicación, ni el propósito o el por qué y para qué. Sencillamente hermano mío, haga lo que le dicen y sepa que quizás sé algo más que usted.
a. su inmediato círculo familiar,
[i412] Hable poco y esfuércese por trabajar cada día con un programa consciente y definido, así aprenderá a organizar su tiempo para obtener mayor beneficio y dedicarlo a servir y reflexionar con tranquilidad. Sea lento para hablar, lento para moverse, lento para decidir, lento para formarse opiniones. Este grupo de servidores tiene mucho que realizar, pero no puedo utilizar al grupo hasta que efectúe ciertos ajustes de la personalidad. Haga un progreso rápido hermano mío, pero en etapas lentas. Hermano mío: Me parece (al estudiarlo) que nuevamente podría volver a meditar. No debe haber intensidad, sino deberá reflexionar con tranquilidad y esto es meditación. No debe practicar ningún ejercicio de respiración, sino simplemente seguir la fórmula para el reconocimiento del alma, anhelando la presencia de Dios y aspirando un amor espiritual:
Le daré los rayos que rigen el equipo de su vida, pero le ruego que los analice mentalmente, pues no quisiera que enfocara su atención en los cuerpos mediante los cuales su alma raras veces se expresa. Simplemente lo hago para que sus conocimientos estén a la altura de los de sus hermanos de grupo. Por lo tanto, dedique diez minutos cada día y nada más, a reflexionar tranquilamente dentro de los limites de la meditación asignada. Al final de los próximos seis meses veremos qué sucede y qué es posible hacer. Su equipo de rayos es: [i413]
Hermano mío: En el transcurso de los próximos seis meses veremos si es capaz de llevar a cabo o no, el proyectado trabajo. Si al finalizar el próximo período de estudio evidencia que no puede hacer el trabajo [e384] -en bien de la integridad grupal y la tarea propuesta para la curación- será necesario que se retire. Kármicamente tiene una relación conmigo y con este grupo de aspirantes; sensiblemente es apto para la tarea; aspiracionalmente desea realizarla. ¿Dónde reside la dificultad? ¿Cuál es la causa del hiperintensificado sistema glandular? La respuesta está contenida en tres factores, que le expondré con franqueza. Podrá aceptar o rechazar mis sugerencias, como mejor le parezca: Primero y por sobre todas las cosas adopta una actitud demasiado intensa hacia la vida. Vive siempre en un estado de tensión, estados de tensión que sobrevienen y sobrevendrán a todos los discípulos, porque en estos momentos críticos se produce el verdadero crecimiento y se toman las decisiones, pero usted siempre se halla en ese estado y nunca sabe cuándo relajarse. Está tenso cuando se divierte, y más tenso aún cuando descansa. Podría aprender a relajarse si quisiera, pero en realidad no trata de hacerlo, y el asunto es si haría la relajación aunque supiera cómo hacerla. Segundo, no tiene capacidad para eliminar lo no esencial de su vida diaria. Hace muchas cosas innecesarias, y no se da cuenta que quizás carezca de importancia hacerlas o no. Su mayor necesidad, [i414] si quiere desempeñarse siempre como discípulo, es adquirir el sentido de los valores espirituales. Si aprende esta lección, podría ocuparse de cosas que tienen duradera importancia y no de actividades efímeras, sin resultado benéfico alguno. Tercero, muchas cosas de la vida se las toma demasiado en serio, como por ejemplo, el trabajo de este grupo. Piensa en estas cosas con demasiada intensidad y encara el trabajo grupal, su vida diaria, sus problemas hogareños, más todos los intereses de su vida, en forma demasiado estricta. Algún día todo discípulo deberá aprender dos cosas, hermano mío. Una, cultivar la habilidad de "cabalgar sutilmente" (empleando un antiguo refrán) y la otra, desarrollar el sentido del humor, verdadera capacidad (no forzada) para reírse de sí mismo y con el mundo. Ésta es una de las compensaciones que le llegan a quienes logran trabajar a la luz del plano mental. Cuando pueda hacerlo, la constante tensión bajo la cual actúa, se amoldará por sí misma. En su caso, hermano mío, ¿cómo se produce esta tensión? Está basada en una inherente capacidad interna para entrar en contacto con los niveles del alma y estar abierto así a la afluencia de la fuerza del alma, la cual nutre los diferentes centros con vida y energía y éstos -a su vez- energetizan el sistema glandular, a fin de que entre en actividad. Sin embargo, cuando [e385] no se utiliza adecuadamente la energía espiritual, "queda en rescoldo" (si pueda utilizar esta forma inapropiada) en los centros, y esto produce malos resultados. Su centro laríngeo y su plexo solar reciben la mayor parte de la energía, de allí su excesiva actividad de la energía nerviosa en el plano físico y también su tendencia a la locuacidad y a la charla vivaz, a través del centro laríngeo. El centro cardíaco y el centro ajna o entre las cejas, deberían recibir más de esta energía, lo cual conduciría al equilibrio del sistema endocrino y a una mayor libertad para servir espontáneamente. Por lo tanto ¿qué aspectos de su vida pueden ser los receptores de la fuerza espiritual? ¿Dónde puede servir espiritualmente y liberar esta energía espiritual que está en rescoldo? Definidamente nos ocupamos de la energía, cuando vivimos y servimos, y esta energía espiritual debe ser empleada para el mejoramiento grupal y la satisfacción de las condiciones grupales. Aquí no me refiero a este grupo, sino a todos los grupos y a cualquier actividad grupal correcta que se le pueda presentar. ¿Cómo puede usted utilizar esta fuerza [i415] en el servicio a fin de que cumpla un propósito espiritual y no se acumule? Ése es su problema y la cuestión principal de muchos discípulos. A menudo ha dicho que sabe muy poco, que se le ha obligado a avanzar con demasiada rapidez y que no ha adquirido un acopio de conocimientos. Pero ha estado muchos años en contacto con mi trabajo y -aunque crea lo contrario- posee la capacidad mental y el tiempo disponible (si organiza correctamente su vida diaria) para leer y estudiar. Pero a usted le resulta difícil ¿verdad? Hermano de antaño, el camino del discípulo nunca es fácil. La tensión que padece podría haber sido contrarrestada mayormente con una vida más tranquila de lectura y silencio, de apacibles pensamientos y actividades organizadas, sin preocuparse de las cosas no esenciales (las cuales, otras personas pueden hacer tan bien como usted) y sin ver lo que no fue hecho. Le escribo con franqueza, porque quiero liberarlo de su condición actual para servir más plenamente, tener mejor salud y ser verdaderamente más feliz. Quisiera verlo convertido en un apacible centro de fuerza espiritual. Quisiera que reordene su vida de tal manera que pueda demostrar esa apacible calma, a fin de que su fortaleza pueda afluir a aquellos a quienes usted ama y a aquellos con quienes entra en contacto. ¿Puede disponer de suficiente tiempo para comprender, por lo menos, el propósito de estos enunciados? ¿Puede tratar de obtener beneficio de ello? Otra fuente de dificultad reside en su cuerpo astral de sexto rayo (el rayo de la devoción idealista fanática), porque produce [e386] un real desequilibrio, indebida atención a los detalles del proceso y gran devoción a las cosas que provienen de la satisfacción emocional, debido a esa misma atención, lo cual impide comprender las cuestiones principales y produce la incapacidad de avanzar gentilmente por el Camino. Esto puede contrarrestarlo su naturaleza mental de primer rayo, si le da una oportunidad y vive más en su mente y menos en sus sensaciones y reacciones emocionales. Su cuerpo físico de tercer rayo lo inclina a una gran actividad física (como el movimiento y la palabra rápidos), lo mantiene siempre ocupado, por lo común en cosas improductivas y fuera de proporción al esfuerzo realizado. De todos modos, hermano mío, procuremos [i416] trabajar juntos y mantener al mismo tiempo el equilibrio emocional, que dará por resultado un mayor equilibrio glandular. Lo obtendrá más fácilmente si vive una vida regular organizada, se mueve con más suavidad, habla menos y se esfuerza en polarizarse en su naturaleza mental. Le pediría que medite regularmente cada día con premeditada intensidad, llevada casi al punto de total desinterés. Únicamente siga la fórmula y no espere resultados, vendrán automáticamente aunque no se dé cuenta. Estudie lo que le digo y cumpla con las exigencias del grupo. NOTA: G. S. S. renunció al grupo con la plena aprobación del Tibetano. La tensión en la actividad grupal le fue excesiva. En otra vida reasumirá su puesto. |
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