Discipulado en la Nueva Era I - Cartas a I. B. S.

      


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I. B. S.

Mayo de 1932

Hermano mío:

     Ha ingresado en mi grupo de discípulos para recibir cierto entrenamiento específico, y en la palabra "entrenamiento" tiene la clave de lo que se le ha asignado realizar. El entrenamiento a impartírsele no demanda obediencia obligatoria, pero implica someter la personalidad a la voluntad del alma, y no a la de la naturaleza inferior de deseos, no importa cuán elevados sean. Trato de indicarle métodos de desenvolvimiento y darle indicaciones respecto a su capacidad. Fuera de ésta no tengo otra función.

     Ha trabajado y servido durante años; tal servicio y aspiración le llevaron a un entrenamiento definido para la iniciación.

     [e226] En cierto sentido fue aceptado como discípulo y se me asignó la tarea de protegerle. Digo ''tarea'' deliberadamente, y le pido que reflexione sobre la frase que he empleado. No tiene importancia el tiempo que le llevará prepararse para dar tal paso en la expansión de su conciencia, y le pido que lo olvide. Pero lo importante es que extraiga de esta oportunidad el máximo beneficio.

     Como se imaginará hermano mío, no tengo la [i236] intención de perder tiempo ni hacérselo perder a usted, nutriendo su orgullo con halagos, ni presentarle la visión de un descollante futuro. Las realidades del plano físico surgen de un verdadero desenvolvimiento interno espiritual, y si es sincero (como creo que lo es) aceptará que le hable con llaneza y diga verdades, aunque lo dicho resulte momentáneamente humillante. Si todo debe ser revelado finalmente, a medida que los hombres desarrollan los poderes del alma, es hora que aprendamos a conocernos unos a los otros, tal cual somos, y a desenmascarar lo que debe ser desarraigado.

     Tendrá que vencer dos dificultades principales en cierta medida, antes de poder avanzar y alcanzar una mayor libertad. Una, de mayor importancia en su conciencia, es el entorpecimiento físico presentado por un sistema digestivo inestable. La otra, que asume mayor importancia (en la conciencia de quienes tratan de ayudar en el aspecto interno), es una personalidad excesivamente enfática, cuya atención está enfocada en la personalidad y en sus actividades, en vez de estarlo en el alma inspiradora.

     El resultado de esta tendencia es una excesiva intensificación de la vibración, que destruye y desintegra el mecanismo. Su personalidad de sexto rayo produce intensa adherencia a sus ideales y a la verdad tal como la percibe, pero produce también una centralización que le condujo a enfocar la energía en la cabeza. Esto se ha intensificado además, debido a que nuestra civilización occidental está sumergida en formas mentales de la era pisceana, la era del sexto rayo, que aún está con nosotros. Cuando la energía de primer rayo del alma afluye y se mezcla con la fuerza de sexto rayo, aumenta el efecto destructor y la personalidad soporta mayor fuerza de la que puede manipular. La energía se distribuye además en forma despareja y va principalmente a la laringe y al plexo solar, causando perturbación y rompiendo el equilibrio de las fuerzas del cuerpo, que a su vez causa perturbaciones en el conducto alimenticio y, cuando tal perturbación es habitual, presenta un grave problema. Me pregunta: ¿Qué debo hacer? Le haré algunas sugerencias, que puede o no seguir:

  1. Olvídese de usted, amando a los demás; no dé satisfacciones [e227] a su personalidad, al querer dirigir constantemente los asuntos de ellos. [i237]

  2. Utilice como alma, y no tanto como personalidad, el don que posee de amar y comprender.

  3. Aprenda a anteponer lo primero y no preste tanta atención a los pequeños y absorbentes detalles que le presentan las circunstancias y otras personas, los cuales satisfacen a la personalidad cuando los maneja con Incuestionable eficiencia. Tranquilícese y deje que el aspecto vida actúe en usted y en los demás.

     Sus dificultades digestivas se aliviarán y podrán desaparecer, cuando haya establecido una relación constructiva entre su alma y su personalidad y pueda ser capaz de vivir en su corazón y no en su plexo solar.


Noviembre de 1933

Hermano mío:

     Esta nota es simple y breve. Su progreso ha consistido en relegar la personalidad a segundo plano y es más incluyente que hasta ahora. Trate de progresar firmemente en esa dirección. Con un aspirante tan experimentado y enfocado como usted, no necesito emplear palabras suaves para decirle la verdad. Puedo hablar sin ambages, en la seguridad de que prestará atención a lo que se le diga.

     El progreso realizado justifica que le asigne una meditación, la cual deberá practicarla con cuidado durante los próximos meses... Ahora, hermano de antaño, le digo lo mismo que a todos los aspirantes que se preparan para el discipulado: Aprenda la reticencia esotérica que produce poder interno y silencio externo. Hable menos y ame más...

Marzo de 1934

Hermano mío:

     ¿Qué podría decirle ahora, que me comuniqué nuevamente con usted? Mi corazón está con usted y conozco algo el camino que ha recorrido. Su Intensidad y su fuerte aspiración le crearon dificultades y es víctima de sus virtudes y de su inexperiencia esotérica. ¿No sabe, hermano mío, que el discípulo [i238] debe siempre mantener el equilibrio en el esfuerzo, sin recurrir a extremo alguno? Sin embargo, el esfuerzo equilibrado no ha caracterizado su trabajo en los últimos meses. Fue arrastrado por una forma mental emotiva, y el efecto de la energía astral aumentó su [e228] devoción emocional y la nerviosidad física que siempre le ha entorpecido. El efecto de la verdadera enseñanza procedente de los niveles mentales, consiste en estabilizar, inculcar y enraizar al discípulo en el ser espiritual; ser es para usted la meta.

     Criticar no es función de un verdadero instructor. Su función es vigilar al discípulo y, a la luz de la sabiduría y la compasión, ayudarle, instruyéndole. Tengo ahora algunas cosas que decirle y debo expresarlas brevemente, porque su fatiga es mayor de lo que le parece. Necesita descanso y cuidado. Esto se debe a que le fue impuesto un excesivo estímulo emocional, proveniente de un grupo de aspirantes bien intencionados, reunidos alrededor de una forma mental de mi persona, que existe en los niveles superiores del plano astral, y que sólo la ven a la luz del espejismo, como frecuentemente ven formas mentales de instructores, que son puramente astrales y no reales.

     Primero, le diré: no se desaliente, pero reconozca el fracaso de su intuición. Sin embargo sea honesto, y si considera hermano mío, que la situación no es tal como la he expuesto, entonces sujétese a su decisión y manténgase fiel a su yo superior. Eso es lo de mayor importancia -la verdad e integridad personal. Tal decisión hará que continúe siendo parte de mi grupo de discípulos -colaboración que se interrumpió durante los últimos meses-, o lo conducirá a trabajar conjuntamente con el grupo que últimamente le ha influido en forma tan poderosa. Pero sea honesto en lo que concierne a la situación, a su sobria meditación, tal como la ve. A nadie puede pedírsele una actitud más elevada.

     Tenga presente, sin embargo, que su cuerpo físico no es lo bastante fuerte para resistir la presión vibratoria de dos grupos y -hasta que usted lo decida- detendremos el trabajo que realizamos juntos. La decisión es totalmente suya; tiene plena libertad para actuar como crea más conveniente, y no criticaremos cualquier decisión que usted tome.

     Segundo, si desea continuar con mis [i239] instrucciones, debe dejar de actuar de acuerdo a las instrucciones recibidas del grupo al que pertenece, el cual está enfocado en el plano astral. Luego, reanude el trabajo que le delineé anteriormente, y que últimamente descuidó, y siga mis instrucciones en detalle y con meticuloso cuidado.

     En relación con la práctica de la meditación y la energía que acumula, recuerde que no estimulará su sistema nervioso, pero puede ser de beneficio para el grupo. El efecto del trabajo que usted ha llevado a cabo con el grupo que actúa influido por el espejismo, consistió en nutrir su naturaleza devocional y en [e229] resaltar su desarrollo, su entrenamiento, su trabajo, su necesidad y lo que piensa de usted. Nada de ello fue de valor para el grupo de discípulos al cual se ha consagrado, ni para los que están asociados prestando servicio, con los cuales estuvo largo tiempo afiliado, ni con quienes están vinculados con usted en la vida diaria. Ciertamente ha producido una separación entre usted, su grupo y lo que le circunda. Esto lo sabe y le aflige profundamente. El hecho de no ajustarse a los requisitos de mi ashrama, no le ha favorecido ¿no es verdad?

     El trabajo que trato de realizar con usted y con los demás discípulos tiene como objetivo intensificar su relación grupal, profundizar el amor grupal y unirles como grupo. Éste es el trabajo grupal que la Jerarquía y quienes están asociados con Ella llevan a cabo; en mi grupo no se da entrenamiento personal para obtener progreso individual. Permítame, hermano mío, hacer resaltar nuevamente que no le entreno para que usted se desarrolle. Entreno a un grupo de discípulos para actuar como unidad y totalidad fusionada. Usted descuidó la subjetiva unidad interna, mientras deambuló por un camino secundario de belleza emocional con una personalidad de grado elevado, pero que, en realidad pertenece al mundo de la ilusión y no al mundo de la luz y la visión.

     Su gran sensibilidad ha facilitado esto. Su latente amor al poder hizo factible su engaño. Por no cumplir con los requisitos del grupo, precipito el espejismo. Su vínculo interno es fuerte y su aspiración es vital, si llega a ver realmente y a actuar con fortaleza.

     Otra cosa le diré y es que se ha rasgado su cuerpo [i240] etérico (que se expresa por medio del sistema nervioso). Recuerde que esas formas mentales de poder minan y agotan a quienes se adhieren a ellas. Físicamente tiene mucho terreno que recuperar como consecuencia de los últimos meses...

     Nuevamente le digo que no se desaliente. Por nuestros fracasos y nuestras reacciones hacia el espejismo, aprendemos a recorrer confiadamente el Camino de la Luz. Cuando caemos en la crítica podemos medir la cualidad de nuestra alma. Con criticar a quienes dirigen mi grupo, a los cuales estuvo afiliado, y a quienes en el plano astral dirigen el grupo que le llevó al reino del espejismo, sólo logrará revelarle el hecho de que las reacciones de la personalidad obstaculizan el camino del alma. En último análisis, su problema no es saber cuál de las dos líneas de enseñanza aceptará, ni cuáles de las personalidades guiadoras son mis representantes. El problema reside en saber si su intuición puede [e230] discernir entre la vibración del alma y la vibración de una forma astral de alto grado. Su hermano Tibetano y las demás individualidades no cuentan. Si para usted cuentan, entonces está equivocado. Lo que cuenta es la verdad y también la verdad más elevada con la que puede entrar en contacto y adherirse a ella.

     Le he escrito de esta manera, hermano mío, porque percibo la tensión de su naturaleza y la confusión que le produce la situación, la que no había previsto y le causa gran angustia. Relájese y tranquilícese, así llegará a una decisión acertada. A la luz de la eternidad, estas pequeñas ocurrencias desaparecen y son insignificantes cuando se las considera en la correcta luz (y por qué no decirlo con sentido de buen humor). Siga adelante con renovado valor. Aprenda del pasado, pero no permita que lo retenga. No deje que las palabras ni la influencia de otros le guíen. Que la luz de su propia alma le guíe de una fortaleza a otra y le revele la pureza del móvil que inundará su vida con amor.

Septiembre de 1934

Hermano mío:

     Hoy le daré un simple mensaje y una sencilla instrucción. Empleando las palabras del iniciado Pablo, le diré: [i241] ''Olvidando las cosas que han quedado atrás, siga adelante". El espejismo que le envolvió se ha ido. Ha desaparecido hermano mío. Su principal sufrimiento es el temor y la humillación. Ambos son destructivos e innecesarios. Usted fue el punto focal del espejismo y del amor grupal, lo que contribuyó en gran medida a despertarlo. Reflexione sobre esto.

     Habrá un cambio de condiciones, y en el futuro su vida emprenderá una línea de acción distinta. Para ello debe prepararse. Pero todos los caminos son medios para servir, y sirviendo y ayudando a sus semejantes llegará al camino de la liberación. Preocúpese del trabajo grupal y de sus correctos procesos. Su alma será su protectora. Continúe proporcionando descanso y sueño a su cuerpo físico. Aliméntelo normal y sensatamente y no haga experimentos con el mismo, como lo ha hecho tan frecuente y tontamente en el pasado. Ocúpese del trabajo del Maestro e inicie y termine con felicidad la tarea diaria... La ofrenda que debe hacer al grupo es proporcionarle la oportunidad de servir. Debe aprender a ser servido y también a servir, porque al hacerlo se quebranta su voluntad personal y es sustituida por el bien superior.


[e231] Febrero de 1935

     Podemos ahora, hermano mío, iniciar un trabajo más preciso. Sin embargo, todavía debe proceder con cuidado, y le sugiero que durante unos meses no haga otro trabajo que el indicado aquí. La rasgadura del cuerpo etérico, que a principios de este año le produjo un serio trastorno, se ha cerrado ahora, pero podría reabrirse fácilmente si se sometiera nuevamente a una indebida tensión. Por esa rasgadura penetró con toda su fuerza el espejismo y causó temporalmente tanto estrago en su vida.

     La experiencia de este espejismo puede servir a mi grupo de discípulos como ejemplo de lo mucho que deberá aprender mas adelante. Así se extrae un bien del aparente mal. El mal en sí es una ilusión, pues la forma en que la separatividad y el egoísmo de la personalidad emplean el móvil y la oportunidad, constituye el mal. De un móvil correcto y análogas circunstancias [i242] puede surgir el bien. Aunque no se tengan otros resultados, esta experiencia servirá para que usted y sus condiscípulos sean más cautos en el futuro y menos inclinados a llegar a conclusiones irreflexivas. Cuando el espejismo es de un tipo muy definido, es convincente y de aparente realidad. Ésta es la definición de la palabra "espejismo"; la palabra "aparente" proporciona la clave.

     Dije que tengo la intención de dirigirme a cada uno de ustedes con absoluta franqueza. Como grupo de discípulos, podríamos empezar ahora nuestro verdadero trabajo y considerar los ciclos anteriores como simplemente preparatorios. Los objetivos que cada uno de ustedes debe enfrentar, es someterse a una disciplina y desarrollar la naturaleza espiritual con el definido propósito de que contribuyan grandemente al trabajo de mi ashrama. Deben trabajar con el fin de lograr una perfección relativa, para que su contribución tenga valor y ningún aspecto de su naturaleza sea un obstáculo. Trabajamos para obtener una actividad grupal, sintética y madura -como lo hacen los Ashramas de todos los Instructores- y algún día lo lograremos, pero este particular grupo afiliado a otros, no está en condiciones todavía para ese trabajo. Por lo tanto, trabaje firmemente por su propio mejoramiento y para eliminar los defectos de la personalidad, que le impiden ser de utilidad en todo sentido.

     Hermano mío, mentalmente se ubica todo el tiempo en el centro del escenario. En el sentido corriente de la palabra no es envidioso, porque su orgullo no le permite demostrar ese tipo común de envidia, sino que siempre es consciente de que constituye [e232] el centro de su círculo de contactos humanos, y cuando no es así, a menudo se resiente sin darse cuenta. Éste fue uno de los principales factores causantes de su humillación el año pasado. Adopta y mantiene fácilmente tal actitud, por ser la línea de menor resistencia para su personalidad. Le aconsejo descentralizarse. Debe esforzarse por apartar su mente de sí mismo como instructor, amigo y esposo y como trabajador o discípulo del Tibetano; debe desarrollar ese corazón comprensivo, que le hará más consciente de los demás que de usted mismo. Estas palabras son duras y difíciles de expresar mentalmente y en la vida diaria. En último análisis, su problema consiste en someter su personalidad de sexto rayo al impulso de su alma de primer rayo. Un estudio de las características de sexto rayo le ayudarán particularmente si recuerda que (por ser un discípulo) las [i243] vibraciones de dicho rayo, por las cuales penetrará fácilmente el espejismo, le acarrearán las mayores dificultades. Por ejemplo, si quiere manifestar el poder de primer rayo debe atemperar el fanatismo y devoción de la personalidad hacia personas e ideas. Su voluntad de devoto fanático debe ser reemplazada por el propósito, ordenado y persistente, de su alma de primer rayo. En esta última frase hallará la clave de su desenvolvimiento futuro. La voluntad acerada, quebradiza, decidida y dinámica de todo aspirante devoto, debe trasformarse en propósito persistente, poderoso y sereno del alma, a través del discípulo. El alma es flexible en la adaptación, pero indesviable en su objetivo. La espléndida y fanática devoción hacia una persona o ideal, debe ceder análogamente su lugar al suave e inmutable amor del alma -el amor de su alma hacia las almas de los demás. Aquí hay una insinuación y un indicio de su éxito futuro. Creo que sabe a qué me refiero. Moldee su vida de acuerdo al impulso del alma, trasládese del reino del deseo y aspiración elevados, al del propósito establecido y al del indesviable apego a la realidad.

     Puede reanudar su activo trabajo de estudio y la práctica de la meditación. . . Cuando medite, procure relajar el cuerpo y no se mantenga tan rígidamente erecto como acostumbra. Siéntese cómodo y olvídese de sí mismo.

     La meditación indicada producirá la necesaria reorganización de sus cuerpos internos, lo cual dará también resultados fructíferos en sus contactos con otros. Lo que antecede es todo lo que tengo que decirle por el momento, hermano mío. Que la paz de su alma, el amor de sus condiscípulos y la bendición de su Maestro, lleguen a usted. Dé lo mejor que tiene y no se preocupe por los resultados.

[e233] Noviembre de 1935

Hermano mío:

     El esfuerzo realizado el año pasado debe haberle preparado para establecer cambios y acrecentar su utilidad en el servicio. Yo y sus condiscípulos sabemos que tiene voluntad de servir, pero su campo de servicio debería ser más amplio de lo que es actualmente. ¿Cuál es la dificultad? ¿Por qué no presta [i244] mayor ayuda a los demás? ¿Quiere que le diga por qué, hermano mío?

     La razón estriba en la difícil combinación de los dos rayos que se expresan en usted, el sexto y el primero. Cuando su personalidad de sexto rayo actúe libre de la influencia del rayo de su alma y desarrolle indesviablemente un determinado programa, nada impedirá que usted se exprese en el plano físico. Cuando su alma de primer rayo también actúe así, entonces realizará muchas cosas. Pero al expresarse su primer rayo conjuntamente con su personalidad de sexto, lleva a cabo en la actualidad un trabajo muy destructivo, en vez de manifestar el propósito divino de su alma. Por ejemplo, en su esfuerzo por ayudar a otros, su devoción de sexto rayo tiende a atemorizarlos y a apartarlos, y a menudo su poder de primer rayo destruye ese determinado cuerpo interno que constituye para ellos el punto más débil, entonces queda usted como "aquel que permanece solo", lo cual es característica de un principiante en la vida consciente de un alma de primer rayo. En su caso ¿no es a menudo así, hermano mío? No es que no le amen ni que usted no les quiera, porque le aman y usted les quiere, sino que es demasiado dinámico en su acercamiento, y la fuerza que fluye a través suyo destruye con la misma rapidez que construye, ahuyentando con su "exteriorizante ráfaga de poder", lo que trató de atraer y atrajo momentáneamente. Algunos desaparecen del radio de su influencia; usted lo sabe y le preocupa. El defecto reside principalmente en usted y no en ellos.

     Como ve, hermano mío, trato de que comience su entrenamiento como trabajador; por eso acentúo la característica de primor rayo de su alma -pues vitaliza su naturaleza de sexto rayo. Tiene que empezar a manejarla inteligentemente, si quiere ser de alguna utilidad.

     En una instrucción anterior, traté de hacerle ver el peligro que implica asumir constantemente la posición de ''quien ocupa el centro". Tal actitud, como la mencionada aquí, es también característica del alma de primer rayo, y la presencia de estas dos actitudes (la del que ocupa el centro y la del que se mantiene aislado), son indicios de que su alma de primer rayo empieza a controlar [e234] su personalidad. ¿No es esto verdaderamente alentador? Está al borde de ver los [i245] resultados de su trabajo sobre su propia naturaleza. Si acepta lo que tengo que decirle respecto a los aspectos destructivos de los contactos de su alma, se ahorrará y ahorrará a otros, muchas dificultades y sinsabores. Es lógico que pregunte, cómo y de qué manera puede contrarrestar tales tendencias. Sólo puedo responderle con verdades sencillas y comunes -tan sencillas y comunes que su valor científico pasa fácilmente desapercibido. Le diré: no se interese por la vida de su personalidad, sus contactos y asuntos, y reemplácelos por un interés dinámico en el trabajo mundial. Tal desapego no deberá obtenerlo por la intensificación de las actitudes de su personalidad de sexto rayo, pues no queremos que los fanáticos estén asociados a nosotros. Debe lograrlo profundizando la naturaleza de amor, porque incluye a los demás y excluye a su propia naturaleza inferior. También le diré: trabaje con desapego y debido a que usted no exige nada para el yo separado, todas las cosas le llegarán. De esta manera no permanecerá aislado, sino que actuará como atrayente unidad magnética en servicio grupal. Aquí reside por lo tanto su problema inmediato. Debe aprender a descentralizarse y abandonar el centro del escenario. Debe ser magnético y constructor, no destructor. Reflexione sobre estas sugerencias y trabaje sencilla, tranquila y alegremente, en la solución de su problema.

     Hermano, enfrenta extraños y nuevos contactos, por lo tanto, si lo desea, puede ampliar su campo de servicio. Recuerde, sin embargo, que toda expansión de conciencia, que aumente la capacidad de servir, tiene su precio y debe estar preparado para pagarlo. Usted posee un alma firme y constante, siempre que mantenga una actitud mental y emocional firme y equilibrada y no albergue ambición personal. De esta manera alcanzará su meta.

     Deje en libertad a los demás y no trate de influirlos ni de imponerles sus ideas. Sus interpretaciones acerca de ellos y de sus necesidades (no importa cuán íntimas sean) no son estrictamente correctas. Deje en todo sentido, en libertad a los demás, la misma libertad que exige y espera para usted. Con amor y ternura le sugiero que las ideas, los métodos, las fórmulas y los modos de vivir que le parecen correctos, y lo son para usted, pueden ser completamente indeseables para otros y, si se trata de imponerlos, sus almas tenderán a alejarlos de la [i246] influencia suya para que puedan expandirse libremente. Estas sugerencias contienen la clave de lo que en gran parte es destructiva al efectuar sus mejores esfuerzos, y le demostrarán el método para que usted y ellos puedan liberarse.

     [e235] Reanude ahora plenamente su trabajo y le sugiero que considere los siguientes ejercicios respiratorios. Continúe con la misma meditación. Practique cada mañana un sencillo ejercicio respiratorio y, al hacerlo, considérelo como parte del proceso de su meditación, desarrollando una doble línea de pensamiento y trabajo. Proceda de la manera siguiente:

  1. Inspire contando hasta ocho, y al hacerlo centre todo el proceso en la cabeza y en los niveles mentales, diciendo: "Olvidándome de mí mismo, reúno todo lo que necesito para ayudar a mis semejantes".

  2. Luego viene un intervalo en el que contará lentamente hasta doce, reflexionando sobre la fuerza, la sabiduría y el amor que debe demostrar a sus semejantes.

  3. Expire contando hasta diez, diciendo: "Olvidándome de mí mismo, exhalo amor hacia mis semejantes".

  4. Haga otro intervalo y cuente hasta doce, mientras reflexiona sobre el amor hacia todos los seres.

     Repita el proceso, pero centrado en el corazón, no en la cabeza.


Febrero de 1936

     Estuve en lo cierto ¿no es verdad, hermano mío?, cuando en una instrucción anterior dije que se producirían cambios en su vida, medio ambiente y circunstancias. Desde entonces ha viajado mucho y también ha visto más. ¿Qué beneficio ha obtenido hasta ahora? ¿Siente que su vida interna se ha enriquecido? ¿Es menos introvertido y más extrovertido, olvidándose de sí mismo? Siempre ayudó a otros, pero nunca olvidó la posición del que presta ayuda; por lo tanto, siempre atrajo inconscientemente a aquel a quien iba a ayudar en sentirlo personal y, con frecuencia, se produjo el consiguiente rechazo, apartándose de usted. ¿Ahora procura usted que los demás le pierdan de vista, ante la visión de sus propias almas?

     [i247] Sólo usted puede responder a estas preguntas que contienen indicaciones para una tarea necesaria. Su liberación reside en sumergirse en su grupo de condiscípulos y, como expresé anteriormente, en eliminar su fanatismo de sexto rayo. Le felicito porque progresó mucho en este último sentido. En lo sucesivo, la vida de primer Rayo de Voluntad o Poder, debe predominar cada vez más. Sin embargo, no es tanto imponer el aspecto voluntad lo que se necesita, sino la comprensión del Plan y su consiguiente colaboración inteligente con el mismo. Pero es el Plan [e236] para la humanidad y no para usted, como partícipe y colaborador de un Plan mayor. En su lectura y estudio personales durante los próximos meses, le recomiendo que busque en mis libros todo lo referente al Plan, anotando los aspectos de importancia inmediata y no los que se ocupan del plan para la raza venidera o un futuro distante. Luego, haga una lista breve y concisa de los puntos sobresalientes del Plan. No sea detallista, acostúmbrese a ser breve, lo cual no significa falta de lucidez.

     Continúe con los ejercicios respiratorios que le asigné, pues le traerán los cambios necesarios. Ajústese a mis instrucciones y lleve adelante el trabajo, que ya debería ser automático. Al hacerlo, observe que lleva a cabo simultáneamente tres líneas de actividad:

  1. Física...

  2. Imaginativa, que ve el anterior movimiento de energía en un ritmo orientado, visualizando su ascenso.

  3. Mental, que subjetiva y constantemente es consciente del doble proceso y de sus objetivos, consistentes en organizar el cuerpo de energía y ordenar las fuerzas del cuerpo para obtener un efecto mental.

     A todo esto puede agregarse una cuarta actividad: la del Observador o el alma en su propio plano, que percibe o contempla el desenvolvimiento de esta triple actuación. Recuerde, hermano mío, que todos los discípulos tienen que aprender a ser conscientes simultáneamente en los tres planos, llevando a cabo conscientemente varias actividades. Este ejercicio le servirá de entrenamiento para obtener tal habilidad. Le recordaré que los ejercicios y sugerencias que pueda darle, tienen frecuentemente una [i248] razón de ser profundamente científica, la cual quizás no sea al principio evidente para usted, pero su ignorancia de ninguna manera impide la eficacia de lo que sugiere; la tarea de organización interna puede fácilmente avanzar, aunque no se comprenda la razón de por qué se hace.

     Le cambiaré la meditación. Ha practicado durante largo tiempo la que le di al principio. La meditación que le sugeriré debe seguirla con el mayor cuidado y observar debidamente sus efectos; debe practicarla en el corazón, no en el corazón físico, sino en el centro cardíaco, situado entre los omóplatos, y en el cuerpo etérico. Sin embargo, debe apartar el pensamiento de esa ubicación después del primer enfoque definido de la conciencia en el cuerpo etérico. La meditación es la siguiente:

  1. Alinéese con el alma, can la mayor rapidez posible, hasta [e237] que con el tiempo sea casi instantáneo. Luego diga deliberadamente: "Yo soy el alma; el alma soy yo".

  2. Centre la conciencia en el aspecto amor, la energía que fluye a través del centro cardíaco, tratando de mantenerla fija allí. Sin embargo, debe olvidar el centro cardíaco y mantener la mente en el aspecto amor del alma. Entonces diga: "Derramo amor sobre los hijos de los hombres".

  3. Reflexione, durante quince minutos, sobre la naturaleza y la significación del amor.

  4. Después de reflexionar todos los meses durante tres semanas seguidas sobre el tema del amor, estudie cuidadosamente, durante la cuarta semana, las ideas que hayan surgido en relación con el tema. Esto puede hacerlo desde tres ángulos:

a. La acción correcta o errónea, al expresar el amor.
b. El móvil superior o inferior, al expresar el amor.
c. La actividad del alma, al expresar el amor.

     Por lo general la expresión de amor de sexto rayo es comúnmente idealista y aplicada fanáticamente; con frecuencia no existe el verdadero amor, de allí que impone a los demás lo que la persona cree que es el amor. La energía de segundo rayo [i249] de amor, en el caso de Cristo, dominó su personalidad de sexto rayo. Este predominio debe tener lugar lenta y gradualmente en usted.

     Ya conoce el resto de la meditación y no lo mencionaré aquí.

Agosto de 1936

Hermano de antaño:

     Ansío que se dé cuenta de que este año, en el momento de la Luna llena, se cierra un ciclo de entrenamiento e integración y se inicia otro. La tónica del ciclo transcurrido fue de descubrimiento; descubrimiento de las flaquezas, que no fue negativo sino de mucha responsabilidad; descubrimiento de sus condiscípulos y hermanos, como peregrinos en el sendero; descubrimiento de la meta y la consiguiente consagración para alcanzarla; descubrimiento del trabajo que debe realizarse, y descubrimiento del Plan. Todos estos descubrimientos los ha hecho y se han desplegado ante su conciencia durante los últimos años. Ha aprendido y conocido mucho. Se inicia un nuevo ciclo, cuya tónica debe ser de integración, respecto a su naturaleza esencial, a su [e238] necesidad dominante y al trabajo que debe llevarse a cabo en el curso de los próximos años. ¿Cómo alcanzar esta integración?

     Al estudiar a los discípulos de este grupo particular, afiliado a mi Ashrama, me pregunto si es posible alcanzar el ritmo necesario y aprender a trabajar juntos como unidad. Todos son intensamente individualistas, y no sólo lo son, sino que están orgullosos de serlo. Profunda y subconscientemente, se sienten satisfechos de esta actitud separatista. El ritmo, la unidad, la integridad y la síntesis grupales son, en la conciencia de algunos de ustedes, cuestiones secundarias ante el propio desenvolvimiento, las propias actitudes y el propio punto de vista personal.

     Únicamente tres discípulos en este grupo particular se han liberado de esta flaqueza y se preocupan sobre todo de la vida grupal, más que del desenvolvimiento de su vida individual. Los demás son aún individualistas, pero no miembros del grupo que se integraron en el grupo. Al expresar esto le planteo su [i250] problema. Me doy cuenta de que ama a sus condiscípulos y de que siente real devoción hacia mí, su instructor; ama el sendero que conduce a la luz, pero usted y los demás son todavía centros dramáticos de sus propias vidas y actores destacados en sus propios escenarios, donde cada uno trata de desempeñar el papel principal. No valoran todavía la subordinación a la vida grupal, factor tan necesario para el trabajo que debe realizarse. La razón de este es que moran todavía en el plano astral; allí está el foco de su conciencia. Es un elevado nivel del plano astral, pero hasta que pueda trasladarse a los niveles mentales y aprender a mantener la mente firme en la luz, su sentido de proporción debe ser inevitablemente erróneo, y las primeras y necesarias cosas no se harán en ese orden.

     Con cada discípulo de este particular grupo trato de hacer dos cosas:

  1. Señalar la predisposición particular hacia la vida grupal, que usted posee y en la cual se fundamenta.

  2. Señalar dónde se puede integrar más íntimamente usted en el grupo y nutrir así la vida grupal, no simplemente extraer el sustento del grupo para sí.

     Al formular esta declaración, me pregunto hasta dónde me atrevo a expresarme con franqueza y hasta qué punto puedo instruirle. ¿Aceptarán todos posiblemente mi punto de vista? pues no puedo denominarlo crítica. La crítica es siempre destructiva, no importa quien la haga. Indicar cambios de actitud necesarios, expresándolo con amor y con el deseo profundamente arraigado de verles a todos libres para un servicio más amplio, es lógicamente [e239] de otra categoría. Por lo tanto, ¿puedo hablarles a todos con entera libertad? ¿Y prestarán atención a mis palabras, tanto como la prestarían a un viejo amigo, querido y de confianza? No pido más que esto. No intento ejercer coerción. Sólo deseo ayudarles y auxiliarles en el proceso de liberación y verles caminar gozosos en la luz.

     ¿Cuál es, por consiguiente, la nota de mi mensaje especifico para usted, hermano mío? ¿Qué es lo primero que debe aprender para regir su actitud hacia el grupo y, una vez aprendido, lo integre más íntimamente en mi grupo? Simplemente lo siguiente:

     [i251] Puede servir más a mi grupo y mejor a usted mismo, siendo impersonal en lo que concierne a la personalidad. Cuando se haya liberado del espejismo de la personalidad, entonces se integrará en su grupo en forma nueva y efectiva. Será de utilidad para mi grupo y nutrirá su vida, porque constituirá un canal por el cual podrá fluir la vida jerárquica, no será un recipiente de esa vida como es ahora. En las frases que anteceden está condensado todo el problema de su vida. Es I.B.S. quien ama y sirve; es l.B.S. quien habla sabiamente y quien trabaja para mí. El foco de su atención está en su entrenamiento, y su demostración vital es: ¿Hasta qué punto puedo yo, I.B.S., cumplir lo que se me pide? ¿Qué empleo hago yo, l.B.S., de la información? ¿Qué resultados obtengo yo, I.B.S., de mi práctica de la meditación? ¿Qué fenómenos registro yo, I.B.S., en el momento del plenilunio? Siempre yo, siempre l.B.S. Relea, hermano mío, todos los informes que ha escrito acerca de su trabajo, durante los últimos dos años. Reúna y revíselos rápidamente para ver la tendencia general, y observe si mis palabras no se justifican.

     Aquí reside su crisis. Aquí se le indica cuál debe ser su inmediato paso hacia la luz. Surge la cuestión de lo que debe hacer, cómo hacerlo y cómo trabajar para librarse del "complejo del yo". Permítame, para mayor claridad y concisión, enumerar las etapas que debe seguir:

  1. No dramatice a l.B.S. Continúe con su trabajo; planee, enseñe y estudie, pero olvídese de sí mismo; debe sentirse impulsado a ello por las necesidades del grupo, por la necesidad del mundo y por mi necesidad de ayuda en el trabajo que he planeado.

  2. Aprenda a hacerlo, reflexionando sobre el alma, fortaleciendo su contacto con ella y alcanzando un alineamiento más estable. Aprenda a pensar siempre en términos de grupo, y no en términos de I.B.S. Esto puede tomar tiempo, porque un ritmo establecido durante años no se [e240] rompe ni se disipa fácilmente. Los ritmos viejos tardan en desplazarse.

  3. Preste más atención a la recapitulación vespertina y cambie la que ahora practica, por otra sobre la impersonalidad.

     [i252] Si desarrolla fielmente este trabajo, se verá libre del aferramiento de la personalidad y desaparecerán las barreras que ahora le impiden integrarse en el grupo. Después de indicarle lo que antecede, hermano mío, quiero agregar que no existe motivo real para desalentarse, pues ha hecho un verdadero progreso. Como alma tiene mucho que dar. Una vez que despeje el canal de lo que le obstruye y entorpece, podrá enriquecer grandemente la vida del grupo y dar mucho a sus condiscípulos. Siga adelante con gozo, hacia un servicio más fructífero. Romper con la influencia de la energía de sexto rayo que se expresa en su vida personal, no es tarea fácil, pero es capaz de hacerlo. Anteriormente preparé los cimientos para lo que le digo ahora, pues recordará que me referí a la sublimación de su personalidad.

Febrero de 1937

Hermano mío:

     Respondió sinceramente a las preguntas que le formulé. Sin embargo, no es prudente que lleve a cabo tan ajustadamente el proceso de introspección, pues su mente analítica actúa en estos días en forma adecuada y siempre existe el peligro de su excesiva actividad. En la vida dedicada a la enseñanza (como lo es la suya), ya sea enseñando temas sobre cuestiones del plano físico o dando instrucciones esotéricas, el instructor debe practicar siempre el divino arte de la descentralización. La fuerza de las circunstancias lo han ubicado en el centro, de allí que la actitud interna que debe cultivar es: atención periférica planeada, identificación con quienes debe instruir y eliminación del constante predominio del yo inferior. La práctica del desapego, en lo que concierne y satisface a uno mismo y revela al alma observadora, no es tarea fácil, especialmente para quien posee un temperamento como el suyo. ¿Cómo puede realizarlo?

     Las condiciones para la liberación son muy sencillas, pero el arte de ajustarse a ellas es difícil. ¿Cuáles son esas condiciones? Las enumeraré brevemente, porque debido al entrenamiento que ha recibido no necesito elucidarlas:

  1. La centralización de la atención en la cabeza. [i253]

  2. El alineamiento de los cuerpos, mediante la respiración correcta y supervisada y el eventual recogimiento. [e241] Reflexione sobre ambos requisitos, porque ahora puede utilizarlos; estudie también las antiguas palabras de Patanjali, que trata ampliamente el tema.

  3. La identificación con los demás, perder de vista definitivamente al yo inferior. Procure sin embargo que, en este caso, predomine un móvil correcto.

  4. El interés intenso y dinámico sobre el tema del momento, libre de fanatismos y limitaciones, y al mismo tiempo la comprensión de que -manejados correctamente- todos los temas son de importancia espiritual.

     Debería interesarse sólo en el yo y únicamente durante la recapitulación vespertina. Continúe con sumo cuidado. Será de verdadero beneficio para usted... Tiene que prestar mucho servicio en esta vida. Procure no cristalizarse. A medida que uno avanza en años, en sentido físico (algo que evade siempre, hermano mío), existe la tendencia a estacionarse en los ritmos y objetivos de la propia vida; el tema de la vida es constante y el peligro de la rigidez, muy real. Procure mantenerse flexible y fluido y aprenda constantemente. Enseñe, hermano mío, basándose en las experiencias vivientes que está pasando, y no en una serie de episodios acumulados en la vida. Este pensamiento merece una detenida reflexión. Únicamente así sus palabras e influencia vital podrán transmitir a otros el fuego viviente que encenderá sus vidas con el fuego de la divinidad. No busque a quienes debe servir, pero sirva a todos cuantos piden su ayuda. No los busque usted. Este último pensamiento contiene para usted gran parte de la comprensión futura.

     Intento decirle algo, pero sólo puedo transmitirle mi pensamiento en palabras necesariamente vagas. No es mi tarea proyectar demasiada luz sobre el porvenir. Sin embargo, le diré: moldee su vida sobre el canon del "sannyasin" y no se aferre a ningún apego del plano físico. Si lo hace le fallará, y el dolor por haberse aferrado constituirá un obstáculo para sus vacilante pies en el sendero. Camine libremente hermano mío, no se aferre a nadie, ni permita que nadie se aferre a usted. ¿Podría usted llegar a ser un verdadero ''sannyasin", mantenerse por sí sólo en la vida, teniendo corno compañeros y amigos únicamente a sus hermanos discípulos? En lo que pueda sucederle durante los próximos dos años, recuerde mis palabras constantemente, porque así encarará las eventualidades [i254] de las relaciones de la vida en forma espiritual. Si con igual ecuanimidad puede ver las circunstancias de la vida reconstruidas a su alrededor, o que se desmoronan y quedan en [e242] la nada, entonces su campo de servicio podrá ampliarse, y ya no le interesarán los asuntos del pequeño yo. En vista de esto los numerosos pequeños yoes solicitarán su ayuda.

Septiembre de 1937

Hermano mío:

     Lo que voy a decir puede ser expuesto adecuadamente a medida que consideramos los cinco rayos que lo rigen en esta vida particular. Desde mi última comunicación, su vida se ha ido expandiendo cada vez más al servir a sus semejantes y a nosotros. Algunas palabras quiero decirle a este respecto. No permita que ese servicio ocupe, en su conciencia vigílica, el lugar de su alma, ni que las satisfacciones inevitables reemplacen el anhelo de gozo que el alma experimenta, el cual establece una relación magnética con el mundo de las almas. Viva siempre en el lugar secreto del alma y guarde silencio.

     Durante muchos años ha reflexionado sobre la relación que existe entre su alma de primer rayo y su personalidad de sexto rayo. Se ha dado cuenta de que para usted, en esta encarnación, únicamente el amor y el servicio deben regir la expresión de su vida, si quiere contrarrestar y equilibrar la ambición y el orgullo de primer rayo y el fanatismo de sexto rayo, porque su característica es producir espejismo. Establecer esta relación es su principal problema. El problema se complica más reconociendo las cualidades de rayo de los tres cuerpos. Sin embargo, la complicación podría ejemplificarse, y un estudio más detallado de las tendencias de la personalidad revelarán las fuentes de su fortaleza y le traerán el esclarecimiento. Es útil conocer las líneas de menor resistencia.

     Su cuerpo mental es de cuarto rayo, lo cual puede ser de ayuda definida si la energía implicada se emplea correctamente, porque, no obstante significar armonía a través del conflicto, también pone en acción otro atributo de segundo rayo, contribuyendo así a la tarea de "dulcificar" su naturaleza, si puedo emplear una palabra tan trivial. Este rayo controla su cuerpo mental, lo ubica, hablando simbólicamente, en la casta de los guerreros y [i255] lo impele a luchar, aunque sea estrictamente en forma idealista, o a veces bajo la influencia del espejismo.

     Su cuerpo astral que es de sexto rayo, constituye un problema real, porque le acentúa el rayo de su personalidad, que pertenece al sexto. Debe recordar que los rayos tienen sus atributos secundarios, y de la misma manera que el sexto -expresado en su [e243] personalidad- puede llevarlo a seguir fanáticamente el ideal (lo que éste puede significar para usted), también el mismo rayo en el cuerpo astral produce la expresión de la devoción. En su caso, esta devoción constituye la simiente del altruismo. En lo que a usted concierne no es devoción a sus propios intereses egoístas, sino un gran factor de extroversión. Lo conduce por el camino del servicio. Sin embargo, cuando dos instrumentos o vehículos y el alma pertenecen al mismo rayo, surge entonces el problema de equilibrar correctamente las fuerzas, lo cual ha sido muy real en su caso, ¿no es verdad?

     Posee un cuerpo físico de tercer rayo. Esto lo pone en contacto con la tierra y lo hace descender a ella, cosa que una persona de sexto rayo necesita predominantemente, en particular si está muy evolucionada. Este tercer rayo lo ayuda a expresarse en el plano físico; constituye un punto focal para la manifestación del alma; pero, en forma peculiar, es el rayo por el cual se expresa el tercer aspecto de la divinidad, y tanto puede producir una fuerte expresión de la personalidad como también resultar un entorpecimiento definido.

     Por consiguiente y resumiendo, puede decirse que sus rayos son:

1. El rayo del alma es el primero de Voluntad o Poder.
2. El rayo de la personalidad es el sexto de Devoción o Idealismo.
3. El rayo de la mente es el cuarto de Armonía a través del Conflicto.
4. El rayo del cuerpo astral es el sexto de Devoción.
5. El rayo del cuerpo físico es el tercero de Inteligencia Activa.

     Esto evidencia las líneas de energía que matizan los dos rayos mayores de nuestro sistema solar. En su caso, el primero y el tercero encuentran expresión por medio de los rayos cuarto y sexto. Esto es útil saberlo, ¿no le parece?

     [i256] Ahora le insinuaré algo, hermano mío. Cuide su salud en los años venideros, posibilitando así un mayor servicio; mantenga flexible su intención, propósito y actividad. A medida que pasa el tiempo, comprenderá a qué me refiero.

Febrero de 1938

Hermano mío:

     En el próximo año tendrá que tomar dos decisiones fundamentales. No me corresponde indicarle cuáles serán. Mediante el reconocimiento de las crisis decisivas de la vida, el discípulo obtiene fortaleza para mantenerse solo y desapegado, y según la capacidad [e244] de mantenerse desapegado adquiere el poder que el Observador divino puede manejar, si no se identifica con las circunstancias. Una de las cosas que aparecerán durante el siglo venidero, será una mejor comprensión de la Ley de los Ciclos. Entonces se comprenderá el ritmo de la vida, con sus momentos elevados, sus horas de oscuridad y depresión (no hablo en términos de reacción emocional, sino de alternativas en los momentos de elevación) y sus intervalos difíciles, cuando la comprensión se forja por la actividad de la razón aplicada. Es particularmente prudente, para las personas de sexto rayo, comprender bien la Ley de los Ciclos y del crecimiento rítmico, porque su predisposición hacia la actividad fanática y violenta puede contrarrestarse mediante el inteligente manejo del ritmo en la vida.

     Ha pasado por un período de gran servicio; esto le acercó mucho a la intención de los primeros años de su vida, y nuevas relaciones y fuerzas son el móvil de sus días. Procure mantener las antiguas relaciones y condiciones para garantizar la continuidad y la estabilidad. Trato de explicar la enseñanza que le doy a usted y a los condiscípulos de este grupo, para que la percepción pueda llegar a quienes está destinada la enseñanza específica. Sin embargo nada diré que despierte la curiosidad en las mentes de otros discípulos del grupo.

     Avanzó mucho durante los últimos seis años, y la tendencia de su vida (y con esto quiero significar la tendencia de su vida espiritual) está definitivamente establecida. Empleo estas palabras para dar una idea de la intención del alma. ¿Puede proyectar su mente en forma retrospectiva, [i257] al año en que esa orientación fue definitiva? Esta retrospección es de real valor, hermano mío.

     Trataré hoy de ocuparme de los problemas mentales de los discípulos de este grupo. Le dije antes que su cuerpo mental está condicionado por el cuarto Rayo de Armonía a través del Conflicto. Este rayo ha sido el factor que solucionó muchas de las dificultades originadas por su personalidad de sexto rayo, enfocada y fortalecida por su cuerpo astral de sexto rayo. La personalidad está siempre predominantemente aliada con uno de sus tres aspectos, o centrada en ellos. Procuraré demostrarle los cuerpos por medio de los cuales el rayo del alma puede también expresarse en forma destacada:

  1. La energía del alma, en su caso, trata de expresarse por medo del cuerpo etérico o vital.

  2. La fuerza de la personalidad está centrada en el cuerpo astral.

     [e245] Una breve reflexión sobre estos dos hechos le aclarará que el problema de su vida consiste en fusionar y mezclar la personalidad, para que la energía del alma pueda controlar desde los niveles mentales y emplear de este modo su cuerpo mental de cuarto rayo, lo que hará posible superar la excesiva actividad de los cuerpos vital y astral. Es de valor saber esto ¿no es verdad? Existen ciertas grandes cualidades alineadoras que entran en juego cuando el alma puede someter y controlar al cuerpo vital, pero se manifiestan como vitalidad física más bien que como cualidades de la conciencia. Creo que esto ya lo sabe. Durante el resto de su vida, si trabaja con el cuerpo mental y lo domina (como alma), su personalidad será controlada por la mente cuando vuelva a la próxima encarnación. Esto significa una gran expansión de conciencia y un mayor poder para servir, poder ajustado a la necesidad que enfrenta.

     ¿Cuáles son, hermano mío, las características de un cuerpo mental de cuarto rayo? Permítame enumerar algunas, esperando que las aplique honesta y comprensivamente.

Destructivas

Constructivas

Una batalla mental interna

La disolución de los pares de opuestos. [i258

Muchos antagonismos

No tener partidismo. El Camino Medio.

Prejuicio

Comprensión tolerante.

Unidad y síntesis de la personalidad

Unidad y síntesis grupal

Discordia interna y externa

Armonía externa e interna.

Problemas del medio ambiente

Paz en el medio ambiente.

Imposición de la voluntad

Expresión de la voluntad de amar.

     Existen, lógicamente, muchas otras cualidades y tendencias, pero enumeré las de mayor utilidad para usted. Quiero recordarle que el cuarto rayo, cuando forma parte del equipo de fuerzas de la personalidad, es la expresión de la voluntad de amar, en sentido material o espiritual. Por lo tanto, está aliado con el primer rayo, porque hace resaltar la voluntad. No le resultará difícil transferir el énfasis de su alma a la "zona mental", y de allí controlar el cuerpo físico, en vez de controlarlo mediante un gran esfuerzo del alma como sucede ahora desde niveles egoicos. Aquí se insinuó su camino de liberación.

     Sin embargo, al tratar de lograr este control, recuerde siempre hermano de antaño, que es esencial lograr la voluntad de amar, y con tal fin le doy la meditación asignada. Le recomiendo que se concentre sobre el cuarto rayo, con su nota clave, que es la [e246] voluntad de amar, expresada como armonía en medio del conflicto. En su próxima encarnación deberá actuar por medio de una personalidad de segundo rayo; pero esto dependerá del éxito que alcance en el esfuerzo actual y de su capacidad de comprender los delineamientos de su tarea. En consecuencia, tiene que transmutar sus tendencias devocionales y fanáticas de sexto rayo, en amor y fuerza espirituales; su acción unilateral debe estar basada en la orientación incluyente. Hasta ahora ha estado fundada en la aspiración de sexto rayo. En el futuro debe estar basada en la convicción inteligente -algo muy distinto hermano mío y de naturaleza mental.

     Quiero pedirle que haga un detenido estudio de todo lo que descubra sobre el cuarto rayo en Tratado sobre los Siete Rayos, y lo aplique al desenvolvimiento de su propio cuerpo mental y a la interpretación práctica de los efectos deseados, de acuerdo a su propia vida. Debería formularse la siguiente pregunta: ¿Qué efecto tendrá en la vida de la personalidad [i259] el alineamiento establecido entre mi alma de primer rayo, mi mentalidad de cuarto rayo y mi cerebro físico?

En consecuencia le asigno la siguiente meditación

  1. Logre el alineamiento, la fusión y la estabilidad conscientes.

  2. Transfiera definida y conscientemente su atención al cuerpo mental.

  3. Considere los pares de opuestos con los cuales su personalidad debe enfrentarse en esta vida. Hágalo con la ayuda de su cuerpo mental de cuarto rayo.

  4. Visualice estos pares de opuestos como dos altas montañas, separadas por un paso estrecho entre ellas; éste es el símbolo del "estrecho camino".

  5. Vea montañas a cada lado; unas en la sombra, otras en la luz. Vea el estrecho camino entre ambas, como una senda dorada. Imagínese que ''pasa entre ellas''. Al hacerlo recuerde que su alma lo observa a usted, la personalidad en su progreso en este "Camino Medio".

  6. Tome los siguientes pensamientos simientes, y reflexione sobre ellos cuidadosamente.

ler. mes Yo, el que puede, observo, permanezco en la luz.

2do. mes Llamo, para que venga hacia mí, al distante ser que es mi pequeño yo. [e247]

3er. mes Paso entre los Pilares del Camino. Quedando uno a un lado y el otro al otro lado.

4to. mes El Camino Medio conduce a un puente, y en ese puente permanezco.

5to. mes En ese puente descubro a mi Yo.

6to. mes Así los dos son uno, estableciéndose la armonía.

Febrero de 1939

Hermano mío:

     En mi última comunicación me ocupé extensamente del problema de su ''manifestación en la vida planetaria'' (como se dice en lenguaje esotérico) y dilucidé con alguna amplitud [i260] sus correspondientes rayos. Sincera y honestamente, hasta donde le fue posible, ha tratado de aplicar la información, a fin de presentar mejor el objetivo de su alma a través de su vida cotidiana, y esto lo reconozco. Ha descubierto ¿no es verdad? que ya enfrentó por lo menos una de las decisiones a que me refería. El asunto aún no se ha decidido porque no resulta fácil la tarea de abandonar todo. Le sugeriré que lo que debe abandonar no es probablemente lo que usted ahora cree. Recuerde que a la Ley de Sacrificio le sigue siempre la Ley de ''reapropiación''', en sentido espiritual. Le pido que reflexione sobre esto.

     La situación del mundo es hoy tan penosa, que la necesidad más apremiante de todos los países es que aparezcan "puntos de luz que brillen constantemente", iluminen el camino para otros, disipen las tinieblas y produzcan correctas reacciones, basadas en la clara percepción de las cuestiones implicadas. Los acontecimientos ínfimos en la vida del individuo pueden ayudarlo a ver con facilidad y a iluminarse. En esta tarea de disipar las tinieblas, los que trabajan en mi grupo de discípulos pueden ayudar a abrir el camino, marcar el paso y aumentar el número, aún pequeño, de quienes constituyen "puntos luminosos". Para hacerlo en forma adecuada se requiere la descentralización personal y grupal que muy pocos han logrado, pero luchan y lucharán para obtenerla.

     Adoptar una divina indiferencia respecto al lugar que ocupa y sobre lo que está realizando, sería de gran valor para usted. También resultaría benéfico que cada noche meditara, durante cinco minutos, sobre su capacidad de demostrar este imprescindible desapego espiritual.

     [e248] Le pido también que practique una breve meditación, a fin de lograr una fusión más fácil entre su alma y su personalidad, entre estas dos energías de rayo -una lo condiciona en el espacio y la otra lo limita en el tiempo. El problema no será fácil de resolver, porque su energía de primer rayo -cuando se combine con sus fuerzas de sexto rayo y las subyugue- producirá un poderoso estímulo si no se ajusta usted estrictamente a mis instrucciones. El efecto se hará sentir en el cuerpo astral. Dicho [i261] estímulo es indeseable y debe evitarlo a cualquier precio. Por lo tanto, si se da cuenta que la práctica de esta meditación acrecienta la expresión de la fuerza de sexto rayo y que usted es cada vez más poderoso astralmente, se consagra cada vez mas a lo que está haciendo, y acrecienta la crítica, la irritabilidad y el fanatismo, entonces deje de practicarla inmediatamente. Cuando emplee la fórmula sugerida, hágalo únicamente desde el centro cardíaco y asegúrese que ningún pensamiento descienda al plexo solar -esa puerta abierta al plano astral, haga un breve y rápido alineamiento con el alma. Considérese como que realmente es Aquel cuya naturaleza es desapego espiritual y aislamiento (no separación ni división); luego haga una pausa y estabilícese en esa conciencia. En el lugar secreto del corazón deje que el yo personal enfrente al yo real y se dedique allí a servir al alma con profunda consagración, dedicado amor y fluida intención. Con la palabra fluida quiero significar la disposición de hacer lo que el alma requiere, cuando usted lo haya registrado y reconocido como el próximo deber.

     No permita, hermano de antaño, que el espejismo de alcanzar las metas del servicio que se ha fijado, le ciegue y le impida ver la necesidad de un mayor y constante entrenamiento. El discípulo llega, con frecuencia, a estar tan absorto en el trabajo que debe realizar, que olvida que la vida externa de servicio resultará estéril y estará plagada de personalismos, si no va paralela a una creciente sensibilidad hacia los impulsos del alma. El alma es amor y comprensión. No deje de trabajar para resolver el problema de la verdadera percepción espiritual, y no se preocupe tanto de la tarea de servir, que descuide las lecciones que usted también debe aprender. Viva a medida que enseña, y mantenga claros los valores. Ha prestado un buen y fiel servicio y ha ayudado a muchos. Usted también acepte ayuda sin acentuar indebidamente en la conciencia su propia necesidad.

Nota: Este discípulo nunca ha titubeado y trabaja empeñosamente con El Tibetano; sigue el sendero del discipulado bajo Sus instrucciones.


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