Al acercarse esta catástrofe mundial a su inevitable fin y triunfar las
Fuerzas de la Luz sobre las fuerzas del mal, se inicia el momento de la restauración.
Para cada uno de ustedes, esto indica un renovado momento de servicio y de actividad.
Les doy
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la
estrofa final de la Gran Invocación, como prometí.() Impartí
la primera hace nueve años y la segunda durante el curso de la guerra.
Les pediría que la empleen diariamente y tantas veces como lo recuerden
durante el día, así crearán un pensamiento simiente o una
nítida forma mental que hará que la difusión de esta Invocación
entre las masas, sea una aventura exitosa cuando llegue el momento propicio. Ese
momento no ha llegado.
La Gran Invocación puede ser expresada en las siguientes palabras:
Desde el punto de Luz en la Mente de Dios,
Que afluya luz a las mentes de los hombres,
Que la Luz descienda a la Tierra.
Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios,
Que afluya amor a los corazones de los hombres,
Que Cristo retorne a la Tierra.
Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida,
Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los
hombres,
El propósito que los Maestros conocen y sirven.
Desde el centro que llamamos la raza de los hombres,
Que se realice el Plan de amor y de Luz,
Y selle la puerta donde se halla el mal. Que la Luz, el Amor y el Poder, restablezcan el Plan en la Tierra.
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Ha
sido difícil traducir, en frases comprensibles y adecuadas, las muy antiguas
formas verbales que el Cristo empleará. Estas formas verbales son siete,
las cuales constituirán Su total y nueva enunciación. Únicamente
puedo dar su significación general. No fue posible hacer otra cosa, pero
aún en esta forma extensa, tendrán un poderoso llamado invocador
si se recita con intensidad mental y ardiente propósito. Hay dos puntos
de énfasis que les pediría analizar (en cuanto se permita emplear
las frases), y son:
1. Que Cristo retorne a la
Tierra. Este retorno no debe ser comprendido en su significado común
y su tan conocido sentido místico cristiano. Cristo jamás abandonó
la Tierra. Se refiere a la exteriorización de la Jerarquía y a su
aparición exotérica en la Tierra. La Jerarquía oportunamente
actuará en forma visible en la Tierra, guiada por el Cristo. Esto sucederá
cuando el propósito de la voluntad divina y el plan que lo complementará
sean mejor comprendidos, y cuando el período de reajuste, de iluminación
y de reconstrucción del mundo, esté bien encaminado. Este período
se inicia en la Conferencia de San Francisco (de allí su principal importancia),
y avanzará al principio muy lentamente.
[e405]Pero la Jerarquía no piensa en términos
de años ni de ciclos breves (aunque largos para la humanidad), sino en
términos de acontecimientos y de expansión de conciencia.
2. Y selle la puerta donde
se halla el mal. Sellar la puerta a las fuerzas del mal, liberadas durante
esta guerra, tendrá lugar en el futuro inmediato y será pronto.
El mal a que se refiere nada tiene que ver con las malas tendencias, los instintos
egoístas y la separatividad, que residen en los corazones y las mentes
de los seres humanos, los cuales deben ser vencidos y eliminados por ellos mismos.
Pero reducir a la impotencia las incontroladas fuerzas del mal que aprovecharon
la situación mundial, obsesionaron al pueblo alemán, dirigieron
al pueblo japonés y actuaron por medio de la barbarie, el asesinato, el
sadismo, la falsa propaganda y la ciencia prostituida, para conseguir sus fines,
requiere la imposición
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de
un poder más allá del humano, el que debe ser invocado para que
halle rápida respuesta la invocación. Estos poderes malignos serán
ocultamente encerrados y sellados en su propio lugar; lo que esto
exactamente significa nada tiene que ver con la humanidad. Los hombres deben aprender
hoy las lecciones del pasado, beneficiarse con la disciplina de la guerra y ocuparse
cada cual en su propia vida y comunidad, de las flaquezas y los errores a los
cuales pueden estar predispuestos.
Les recordaré aquí lo expuesto el año pasado respecto a la
estrofa final de la Invocación.
Estoy preparando la presentación de la última estrofa de la Gran
Invocación para ser distribuida ampliamente en todo el mundo. No es fácil
traducir las palabras de esta estrofa en términos que tengan una atracción
general y que no sólo sean importantes para los esoteristas convencidos...
Puede ser presentada de tal manera que las masas de todas partes, el público
en general, sean impelidos a adoptarla y emplearla ampliamente y lo harán
en escala relativamente más amplia que los intuitivos, los de mente espiritual
o los hombres de buena voluntad. Muchas personas más llegarán a
comprenderla. Daré a A.A.B. esta estrofa lo antes posible, lo cual dependerá
de los asuntos mundiales y cuando considere que es esotéricamente apropiado
para establecer un ciclo de tiempo. Si los planes maduran según el deseo
de la Jerarquía, la nueva estrofa puede ser distribuida en el momento de
la Luna llena de junio de 1945, en lo que a Occidente concierne, y considerablemente
después en Oriente. Previamente a estos puntos establecidos en el tiempo,
la estrofa puede ser empleada por todos los miembros de las escuelas esotéricas,
después que mí grupo la haya utilizado durante todo un mes, contando
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ese
mes desde el momento en que la hayan recibido los miembros del grupo que viven
más distantes.
Quisiera que esta Invocación se difunda por el poder generado de mi ashrama
y de todos los que están afiliados a mi ashrama; los ashramas del Maestro
K.H. y del Maestro M. están también profundamente comprometidos
a participar en este trabajo.
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Les
pediría además que lean y relean las dos Instrucciones que están
recibiendo en este momento -una, trata del Ciclo de Conferencias, la otra, de
El Trabajo del Cristo. (La Reaparición de Cristo, Capítulo.
IV). Traten de asimilar su contenido y que el anteproyecto del plan jerárquico
tome forma en sus mentes. Luego pueden desempeñar su parte para complementario
y reconocer a aquellos que, en otros grupos y en diferentes países, son
también parte vital del esfuerzo jerárquico.