CAPITULO II
ALGUNAS PREGUNTAS Y SUS CORRESPONDIENTES RESPUESTAS
[e49] [i33] HE INDICADO en este tratado que dedicaríamos nuestra principal atención al segundo de los tres aspectos y nos concentraríamos sobre la cualidad. ¿Qué quiero significar con esto? Quiero significar que trataremos aquello que surge por intermedio de la forma, que vela o se oculta detrás de la apariencia, expresa la vida o el espíritu, y se produce mediante la interacción de la vida con la materia. Cuando se refiere al hombre -que es el reflejo de la divinidad- y se aplica al tema de su cualidad, implica tres cosas:
- El ser humano es, como dije anteriormente, una vida encarnada que expresa cualidad y registra esa cualidad en la conciencia, o bien responde sensiblemente a la interacción que se produce durante el proceso evolutivo entre el espíritu y la materia.
- El hombre, por ser una síntesis -la única síntesis completa, exceptuando la Deidad Macrocósmica-, reconoce que en la actualidad es lo bastante poderoso como para poder diferenciar las reacciones de...
- La triplicidad, el Conocedor, el campo del conocimiento
y el conocimiento- según se los denomina en El Bhagavad
Gita.
- La acrecentada comprensión de que el campo del conocimiento es sólo apariencia o ilusión, y que el conocimiento puede ser un obstáculo si no se trasmuta en sabiduría. [i34]
- El progreso evolutivo en respuesta a uno de estos tres, lo cual indica el desarrollo de la sensibilidad.
Esto lleva a interesarnos por el Conocedor y a creer que este Conocedor es el Alma, Uno con la Deidad, ilimitado y eterno y el factor determinante, en tiempo y espacio, de la existencia humana. [e50]
- Que la infinita diversidad de formas oculta una síntesis subjetiva. Por lo tanto, el hombre puede ver eventualmente, observar un septenario universal cuando se expresa a sí mismo a través de las formas de todos los reinos, y cuando esto sucede penetra en el mundo de la unidad subjetiva y puede seguir su camino conscientemente hacia el Uno.
No puede todavía entrar en la conciencia de esa fundamental Unidad esencial, pero sí penetrar en la de su propia vida de rayo, fuente de donde emana su propia vida temporariamente especializada.
Esta triplicidad de conceptos requiere un cuidadoso estudio. Podría expresarse de la forma siguiente:
o...........La Vida Una. Unidad.
o o o........Los tres Rayos Mayores
o o o o.......Los cuatro Rayos Menores
} Forman siete
o............La Unidad de la Apariencia
De la Vida Una no nos ocuparemos, la aceptamos como una verdad fundamental y comprenderemos que estamos en el camino de retorno desde la unidad de la existencia identificada con la forma, a través de los diversos modos de responder conscientemente a la interacción y actividad divinas, hasta llegar a una final identificación con la Vida Una. La conciencia de la forma debe ceder su lugar a la radiación cualificada de la identidad espiritual autoconsciente, que es la de un hijo de Dios que aparece por medio de la forma. Esto finalmente será reemplazado por dos formas de expresión que contienen en sí:
- El sentido de síntesis divino del cual nuestro "bienestar" corporal [i35] es la forma inferior del reflejo material, aunque simbólico. Es un sentido de coordinada satisfacción gozosa, basado en la realización del Ser.
- El traslado de esta percepción de la vida a un aspecto aún más intenso y desapegado, implica la percepción de la vida de Dios mismo, liberado de la forma, pero es, en sentido oculto, aún consciente de la cualidad.
En lenguaje místico podría expresarse así:
"Tomo un cuerpo. Ese cuerpo tiene vida. Conozco su vida. Por consiguiente Conozco a mi madre.
"Utilizo un cuerpo. Ese cuerpo no soy yo. Sirvo al grupo y al servir VIVO desapegado dentro del cuerpo, soy un hijo de Dios. Conozco a mi Yo.
"Animo un cuerpo. Soy su vida y en esa vida seré la vida. [e51] Esa Vida es conocida como amor. Soy el amor de Dios. Conozco al Padre y sé que Su vida es amor.
"Soy el cuerpo y su vida amorosa. Soy el Yo, cuya cualidad es amor. Soy la vida de Dios mismo. Soy la Madre, el Padre y el Hijo.
"Detrás de estos tres permanece el Dios desconocido. Ese
Dios soy Yo."
Hablaremos con claridad a expensas de la repetición. En este
tratado, aunque me referiré a la forma y consideraré
su naturaleza, acentuaré la autoconciencia a medida que se
expresa como respuesta y percepción de un peculiar tipo que
denominamos "cualidad de conciencia", o su característica
innata. Tenemos siempre triplicidades subsidiarias que sólo
son vocablos adjetivados empleados para expresar la cualidad de la
vida que aparece.
Forma |
Mutabilidad, respuesta consciente a la radiación. Materia. |
Autoconciencia |
Respuesta. Percepción de la identidad. Alma. |
Vida |
Inmutabilidad. Emanación. Causa. Fuente. Espíritu. |
[i36] La síntesis de todo lo manifestado, la denominamos Dios, el Aislado, el que Todo lo compenetra, el Desapegado y el Retraído.
Las mencionadas verdades abstractas son difíciles de captar, pero es necesario exponerlas para que nuestro tema sea comprendido y no dé pie a que se diga que consideramos la diversidad como la única verdad y no nos ocupamos de la realidad.
Ahora me ocuparé de las cinco preguntas que he formulado, y las responderé para el lector.
Pregunta 1. ¿Qué es el alma? ¿Podemos definirla? ¿Cuál es su naturaleza?
Expondré aquí sólo cuatro definiciones que servirán de base para todo lo demás.
A. El alma puede denominarse Hijo del Padre y de la Madre -Espíritu-Materia-,
por lo tanto es la personificación de la vida de Dios, y encarna
con el fin de revelar la cualidad de la naturaleza de Dios -el amor
esencial. Esta vida al tomar forma nutre la cualidad del amor que
existe dentro de todas las formas y, finalmente, revela el propósito
de toda la creación. Esta es la definición más
sencilla para la humanidad común, expresada en el lenguaje
del místico que vincula la verdad tal como se encuentra en
todas las religiones. Lógicamente es inadecuada, porque no
pone el énfasis sobre la verdad de que lo que puede decirse
del hombre también puede decirse de la realidad [e52]
cósmica y así como una apariencia humana en la Tierra
oculta tanto la cualidad como el propósito (en diversos grados),
así la síntesis de todas las formas o apariencias, dentro
de esa unidad que llamamos el sistema solar, oculta la cualidad y
el propósito de la Deidad. Sólo cuando al hombre ya
no lo engañan las apariencias y se ha liberado del velo de
la ilusión, llega a conocer la cualidad de la conciencia de
Dios y el propósito que ella revela, y esto en forma triple:
- Descubre su propia alma, el producto de la unión de su [i37] Padre en el cielo con la Madre, o naturaleza material, la personalidad. Después de haber descubierto la personalidad, descubre la cualidad de la propia vida egoica, y el propósito para el cual ha "aparecido".
- Encuentra que esta cualidad se expresa mediante siete aspectos
o diferenciaciones fundamentales, y que este septenario de cualidades
cobra esotéricamente las formas de todos los reinos de
la naturaleza, constituyendo la totalidad de las revelaciones
del divino propósito. Se da cuenta de que esto es esencialmente
un conjunto septenario de energías, y que cada energía
produce diferentes efectos y apariencias. Hace este descubrimiento
cuando halla que su propia alma está coloreada por una
de las cualidades de los siete rayos y que él se identifica
con el propósito de su rayo -cualquiera que sea- y expresa
un tipo particular de energía divina.
- Desde ese punto reconoce entonces a todo el septenario, y en el Sendero de Iniciación logra obtener una vislumbre de la Unidad, hasta ahora desconocida, y ni siquiera presentida.
Así, de ser consciente de sí mismo, el hombre llega
a percibir la interrelación que existe entre las siete energías
fundamentales o rayos; de allí avanza hasta llegar a comprender
la triple Deidad, hasta que en la última iniciación
(la quinta) se fusiona conscientemente con el intento divino unificado,
el cual reside detrás de todas las apariencias y cualidades.
Podría agregar que las iniciaciones superiores a la quinta,
revelan un propósito más amplio y más profundo
que el que se está desarrollando en nuestro sistema solar.
El propósito de nuestro Logos manifestado es sólo parte
de un intento mayor. Podría también observarse que en
el cuarto reino de la naturaleza, en el sendero de evolución
y de probación, el hombre llega a un conocimiento de su alma
individual y vislumbra la cualidad y el propósito de esa alma.
En el sendero del discipulado y de la iniciación [e53]
vislumbra la cualidad y el propósito de su
[i38] Vida planetaria, y se descubre a si mismo como parte de una Vida de
rayo que está apareciendo a través de la forma de un
planeta e incorpora un aspecto de la energía y propósitos
divinos. Después de la tercera iniciación percibe la
cualidad y el propósito del sistema solar y ve la vida y la
energía de su rayo como parte de un todo más grande.
Éstos sólo son modos de expresar la cualidad que surge
y el propósito oculto en las Vidas graduadas que dan forma
a las apariencias y las coloran con la cualidad.
B. El alma puede ser considerada como el principio inteligente -inteligencia cuyas características son la mente y la percepción mental, que a su vez se demuestran como el poder de analizar, discernir, separar, distinguir, elegir o rechazar, y todas las implicaciones que estos términos significan. Mientras un hombre se identifica con la apariencia, estos aspectos del principio mental producen en él "la gran herejía de la separatividad". La apariencia de la forma produce la ilusión astral y lo alucina completamente. Se considera a sí mismo como la forma, y después de comprenderse a sí mismo como la forma material e identificarse con la apariencia externa, se da cuenta que él es un deseo insaciable. Luego se identifica con su cuerpo de deseos, sus apetitos buenos y malos, considerándose también uno con sus estados de ánimo, sus sentimientos, sus anhelos, aunque se irradien hacia el mundo material o internamente hacia el mundo del pensamiento, o el reino del alma. Está atormentado por el sentido de la dualidad. Más tarde se identifica con otra de las apariencias o naturaleza, el cuerpo mental. Sus pensamientos llegan a ser tan tangibles que lo impelen, instigan e influencian; y el mundo de las formas mentales se incorpora al mundo de las apariencias materiales y al de la gran ilusión. Entonces está sujeto a una triple ilusión, y él que es la vida consciente detrás de la ilusión, comienza a unificar las formas en un conjunto coordinado a fin de controlarlas mejor.
[i39] Así aparece la Personalidad del alma. Está al borde del sendero de probación. Entra en el mundo de las cualidades y de los valores, comienza a descubrir la naturaleza del alma, y el énfasis puesto sobre la apariencia lo transfiere a la cualidad de la Vida que la produjo. Esta identificación de la cualidad con la apariencia se acrecienta constantemente en el sendero, hasta que la fusión de la cualidad y la apariencia, de la energía y aquello que ella energetiza, es tan perfecta, que la apariencia ya no oculta la realidad, y el alma se convierte en el factor dominante; entonces la conciencia se identifica consigo misma o con su [e54] rayo, y no con su apariencia fenoménica. Más adelante el alma misma es reemplazada por la Mónada, y esa Mónada llega a ser en verdad el propósito personificado.
El proceso puede ser expresado por una simbología muy sencilla: o.o.o, u o.o...o, u o...o.o, representando así la separatividad de los tres aspectos. La unión de los tres aspectos de apariencia-cualidad-propósito o vida, da por resultado una abstracción de la apariencia y, por lo tanto, la desaparición de la existencia fenoménica. Reflexionen sobre la distribución sencilla de estos signos, porque representan la vida y el progreso de cada ente.
IMAGEN
Esto es verdad respecto al ser humano, el Cristo en encarnación
y también respecto al Cristo cósmico, Dios encarnado
en el sistema solar, sistema en que se está llevando a cabo
una fusión y mezcla similar, y los aspectos separados están
entrando en relación evolutiva, lo cual tendrá como
resultado una eventual síntesis de la apariencia y la cualidad,
y luego de la cualidad y el propósito. Se podría observar
aquí que la Jerarquía se caracteriza por el signo
o. .o o; el Nuevo Grupo de Servidores del
[i40] Mundo por el signo o o. .o, y las masas no evolucionadas por o o o. Recuerden que en los tres grupos, así como en la naturaleza, existen las etapas intermedias constituidas por quienes van hacia una realización transitoria.
La tarea de todos los que estudian este Tratado sobre los Siete Rayos consiste en fusionar la cualidad con la apariencia y, por lo tanto, deben estudiar la naturaleza de esa cualidad a fin de producir una verdadera apariencia. En las antiguas reglas dadas a los místicos en la época Atlante, hallamos estas palabras:
"Que el discípulo conozca la naturaleza de Su Señor de Amor, Siete son los aspectos del amor de Dios; siete los colores del Uno manifestado; séptuple el trabajo; siete las energías, y séptuple el Sendero de regreso al centro de paz. Que el discípulo viva en amor y ame en vida."
En esos remotos días ningún propósito penetraba en las mentes de los hombres porque la raza no era mental, ni existía la intención de que lo fuese. Sólo se ponía de relieve la cualidad de la apariencia en todos los preparativos para la iniciación, y [e55] el iniciado más elevado de esa época se esforzaba por expresar únicamente la cualidad del amor de Dios. El Plan era el gran misterio. El Cristo cósmico e individual era presentido y conocido, pero el propósito estaba oculto y no había sido revelado. No se conocía el "noble óctuple sendero" y sólo se percibían siete peldaños dentro del Templo. Con el advenimiento de la raza Aria el propósito y el plan empezaron a revelarse. Sólo cuando la apariencia comienza a ser dominada por la cualidad y la conciencia se expresa a sí misma por la percepción dirigida a través de la forma, entonces el propósito es sentido tenuemente.
Trato de trasmitir de diversas maneras, mediante el simbolismo de las palabras, la significación del alma. El alma es por lo tanto el hijo de Dios, el producto de la unión entre espíritu y materia, la expresión de la mente de Dios, porque mente e intelecto son términos que expresan el principio cósmico de amor [i41] inteligente -amor que produce la apariencia a través de la mente y es el constructor de las formas separadas o apariencias. El alma mediante la cualidad de amor produce también la fusión de apariencia y cualidad, percepción y forma.
C. El alma es (y aquí las palabras limitan y deforman) una entidad de luz coloreada por una vibración especial de rayo, un centro de energía vibratoria que se halla dentro de la apariencia o forma, durante toda su vida de rayo. Es una vida entre los siete grupos de millones de vidas que en su totalidad constituyen la Vida Una. Debido a su naturaleza, el alma percibe o es consciente en tres direcciones: consciente de Dios, del grupo y de sí misma. Este aspecto de ser consciente de sí misma llega a fructificar en la apariencia fenoménica de un ser humano; el aspecto conciencia grupal retiene el estado humano de conciencia, pero agrega a éste la percepción de su vida de rayo que va desarrollándose progresivamente; entonces su percepción es consciente del amor, de la cualidad y del espíritu que existe en sus relaciones; sólo es potencialmente consciente de Dios, y en ese desarrollo el alma encuentra su propio progreso en forma ascendente y externa, después que ha perfeccionado su aspecto de ser consciente de sí misma y ha reconocido su percepción grupal. Por lo tanto, el alma tiene los siguientes aspectos o apariencias:
[e56]
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Los aspirantes que estudian y se entrenan para vivir una vida de servicio pueden considerarse como que han alcanzado el punto donde se encuentra la línea. Para visualizar esto correctamente [i42] debe considerarse el signo girando rápidamente, produciendo así una rueda que da vueltas, la rueda de la vida. Permítaseme repetir:
- El alma es el hijo de Dios, producto de la unión del espíritu y la materia.
El alma es la personificación de la mente consciente, la expresión, si puede decirse así, de la inteligente percepción divina.
- El alma es una unidad de energía que vibra al unísono con una de las siete vidas de rayo, coloreada por una luz particular de rayo.
La personalidad del alma, tiene por objeto personificar el amor, aplicado con inteligencia, y producir esas formas "atractivas" que servirán para expresar esa inteligencia amorosa. El alma a su vez tiene por objeto personificar la voluntad o el propósito divino, aplicado inteligentemente al gran trabajo creador producido por el poder del amor creador.
Cada hijo de Dios puede decir: He nacido del amor que el Padre siente por la Madre, del deseo que siente la vida por la forma. Por lo tanto, expreso el amor y la atracción magnética de la naturaleza de Dios y la respuesta de la naturaleza de la forma y soy la conciencia misma, consciente de la Deidad o Vida.
Cada ente inteligente de vida puede decir: Soy el producto de la voluntad inteligente que actúa mediante la actividad inteligente y produce un mundo de formas creadas que personifican u ocultan el propósito amoroso de la Deidad.
Cada vibrante unidad de energía puede decir: Soy parte del divino todo que en su septenaria naturaleza expresa el amor y la vida de la Realidad Una, coloreada por una de las siete cualidades del amor de la Deidad que responde a las demás cualidades.
[e57] Para los propósitos de este tratado, debemos captar el hecho de [i43] que el mundo de las apariencias vibra y es energetizado por el mundo de las cualidades o de los valores, que a su vez vibra y es energetizado por el mundo del propósito o de la voluntad. En La Doctrina Secreta y en Tratado sobre Fuego Cósmico, se dice que el fuego eléctrico de la voluntad y el fuego solar del amor, en colaboración con el fuego por fricción, producen el mundo de las formas creadas y creadoras. Éstas siguen actuando bajo la ley del amor atractivo magnético, hacia la realización evolutiva de un propósito hasta ahora inescrutable. Este propósito permanece desconocido únicamente debido a las limitaciones de las "apariencias", que aún no responden a la cualidad. Cuando la apariencia ilusoria y la cualidad velada de la vida sean conocidas y comprendidas, emergerá con claridad el propósito subyacente. Hoy se vislumbran tenuemente tales indicios y pueden observarse los atributos de esta creciente percepción, en la tendencia del pensamiento moderno a hablar sobre diseños, planos o anteproyectos, a hacer formulaciones sintéticas de las ideas, y en la antología de los desarrollos históricos -nacional, racial, humano y psicológico. A medida que leemos, reflexionamos y estudiamos, aparecen en forma indefinida los contornos del Plan, pero hasta que la conciencia no trascienda todas las limitaciones humanas y abarque lo subhumano lo mismo que lo superhumano, el verdadero Plan no podrá ser correctamente captado. La voluntad que está detrás del propósito no podrá ser comprendida hasta que sea trascendida la conciencia, incluso la del hombre superhumano, y llegue a ser una con la divinidad.
La voluntad o energía de la vida, son términos sinónimos y es además abstracción que está separada de toda expresión de la forma. La voluntad de ser proviene de más allá del sistema solar. Es la energía de Dios omnipenetrante que da forma con una fracción de sí mismo al sistema solar, sin embargo, permanece fuera del sistema. El plan y el propósito conciernen a las energías que emanan de esa Vida central e involucran la dualidad -la voluntad o el impulso de vida más el amor [i44] magnético atractivo, que a su vez es la respuesta de la sustancia vibratoria universal al impacto de la energía de la voluntad. Esta actividad inicial precede al proceso creador de la construcción de formas; la acción de la voluntad divina sobre el océano del espacio, materia o sustancia etérica, produjo la primera diferenciación en los tres rayos mayores, y su mutua interacción originó los cuatro rayos menores. De este modo vinieron a la manifestación las siete emanaciones, las siete potencias y los siete rayos. Son los siete alientos de la Vida Una y las siete [e58] energías básicas; emanaron desde el centro formado por el impacto de la voluntad de Dios sobre la sustancia divina y se dividieron en siete corrientes de fuerza. El radio de influencia de estas siete corrientes determinó la extensión o el alcance de la actividad de un sistema solar, y "demarcó" los límites de la forma del Cristo cósmico encarnado. Cada una de estas siete corrientes o emanaciones de energía, fue coloreada por una cualidad divina, un aspecto del amor, siendo todas necesarias para el perfeccionamiento final del propósito latente y no revelado.
La voluntad de la Deidad coloreó la corriente de unidades de
energías que llamamos Rayo de Voluntad o Poder, el primer rayo,
y el impacto de esa corriente sobre la materia del espacio aseguró
que el oculto propósito de la Deidad sería oportuna
e inevitablemente revelado. Éste es un rayo de intensidad tan
dinámica que se lo denomina Rayo del Destructor. Aún
no está en plena actividad, y lo estará sólo
cuando pueda revelarse sin peligro el propósito. Son muy pocas
las unidades de energía de este rayo que existen en el reino
humano. Como dije anteriormente, todavía no ha encarnado un
verdadero tipo de primer rayo. Su principal potencia se encuentra
en el reino mineral y la clave del misterio del primer rayo se halla
en el radio.
El segundo rayo se encuentra peculiarmente activo en el reino vegetal; produce entre otras cosas la atracción magnética [i45] de las flores. El misterio del segundo rayo está oculto en el significado del perfume de las flores. Perfume y radio se relacionan, y son expresiones que emanan de los efectos producidos por los rayos al actuar sobre las diversas agrupaciones de sustancias materiales.
El tercer rayo se relaciona especialmente a su vez con el reino animal, y produce la tendencia a la actividad inteligente que se observa en los animales domésticos más evolucionados. A la analogía que existe entre la radioactividad y el perfume que emana de los reinos mineral y vegetal, la denominamos devoción, característica de la interacción atractiva entre los animales domésticos y el hombre. Quienes sienten devoción por las personalidades podrían trasmutar más rápidamente esa devoción en su analogía más elevada -amor a los principios- si se dieran cuenta que sólo exhalan emanaciones animales.
El deseo de la Deidad se expresa mediante el segundo rayo de Amor-Sabiduría. Deseo es una palabra que ha sido tergiversada para significar la tendencia de la humanidad a desear cosas materiales, o placeres que traen satisfacción a la naturaleza sensual. Se aplica a esas condiciones que satisfacen a la personalidad, pero en último análisis, deseo es esencialmente amor, el cual se expresa mediante la atracción y la capacidad de atraer [e59] hacia sí y dentro de su radio de influencia a lo que es amado. Es el vínculo de coherencia y ese principio de cohesión magnética que reside detrás de todo trabajo creador, hace surgir a la luz de la manifestación esas formas o apariencias, por las cuales es posible satisfacer el deseo. Este segundo rayo es preeminentemente el rayo de la conciencia aplicada, y trabaja mediante la creación y el desarrollo de esas formas que existen en todo el universo. Son esencialmente mecanismos para desarrollar la respuesta o la percepción, y también mecanismos sensitivos que responden al medio ambiente circundante. Esto atañe a todas [i46] las formas, desde un cristal hasta un sistema solar. Han sido creadas durante el gran proceso de satisfacer el deseo y proveer el medio de contacto que garantice una progresiva satisfacción. En la familia humana el efecto de esta interacción dual de la vida (que desea la satisfacción) y de la forma (que proporciona el campo de experiencia), produce una conciencia que tiende a amar lo sin forma en vez de desear la forma, y a aplicar inteligentemente toda experiencia al proceso de trasmutar el deseo en amor. De allí que este rayo sea, por excelencia, el rayo dual del Logos Solar Mismo, porque colorea todas las formas manifestadas y dirige la conciencia de todas las formas en los reinos de la naturaleza y en todos los campos de desarrollo; conduce la vida a través de las innumerables formas hacia esa búsqueda o impulso básico, hasta alcanzar la bienaventuranza por la satisfacción del deseo. Este impulso e interacción de los pares de opuestos produjeron los distintos modos de reaccionar conscientemente a la experiencia, que en las principales etapas se denomina conciencia, conciencia animal, y diferenciadoras frases afines.
El segundo rayo es el de la Deidad Misma y está matizado por los característicos aspectos del amor o el deseo. Produce la totalidad de las formas manifestadas, animadas por la Vida que determina la cualidad. El Padre, Espíritu o Vida, ejerce la voluntad para satisfacer el deseo. La Madre o materia satisface el deseo y es atraída también por el Padre. Su mutua respuesta inicia el trabajo creador, y nace el Hijo, heredando del Padre el impulso a desear o amar, y de la Madre la tendencia a crear continuamente formas. Así, en lenguaje simbólico, vinieron a la existencia los mundos de la forma, y mediante el trabajo evolutivo continúa el proceso de satisfacer el deseo del espíritu. De esta manera en los dos rayos principales de Voluntad y de Amor, tenemos las dos características más importantes de la naturaleza divina, latentes en las [i47] miríadas de formas. Los eones verán que estas dos energías dominarán constantemente a todas [e60] las apariencias e impulsarán al mundo creado a un total despliegue de la naturaleza divina. Esto es verdad respecto a los dioses y a los hombres.
Así como el Padre le imparte al Hijo las divinas cualidades de voluntad y amor, también la Madre contribuye grandemente a ello, para acrecentar la dualidad inicial y realzar las cualidades agregando otra cualidad, inherente a la materia misma la cualidad o rayo de Actividad Inteligente. Éste es el tercero de los divinos atributos que completa, si así puedo expresarlo, el equipo de las formas que aparecen, y predispone a toda la creación a que valore en forma inteligente el verdadero objetivo del deseo y a que emplee inteligentemente la técnica de construir la forma, a fin de revelar el propósito divino. El Conocedor (hombre) es el custodio de esa sabiduría que le permitirá desarrollar el Plan divino y hace fructificar la voluntad de Dios. El campo del conocimiento está constituido de tal manera que vibra con inteligente respuesta a la voluntad que emerge lentamente. Conocimiento es aquello que conoce sus propios fines y trabaja para lograrlos mediante el experimento, la expectativa, la experiencia, el examen y la exaltación, que produce la desaparición final. Palabras como éstas son símbolos sintéticos que imparten un relato cósmico en forma breve y constructiva.
Así los tres rayos de Voluntad, de Amor y de Inteligencia producen
apariencia, aportan cualidad y, mediante el principio vida, el aspecto
subyacente en la unidad, aseguran la continuidad del progreso hasta
el momento en que la voluntad de Dios se evidencia como poder, atrayendo
hacia sí lo deseado, aplicando con sabiduría la experiencia
de una gradual y creciente satisfacción, y utilizando inteligentemente
lo adquirido en la experiencia para producir formas más sensibles
y hermosas que expresen más plenamente la cualidad de la vida.
[i48] Técnicamente, el segundo rayo es dual, pero cuando se considera desde el punto de vista de la abstracción final. En su dualidad temporaria puede verse, en cada uno de ellos, la interacción que denominamos causa y efecto.
1er. Rayo |
La voluntad, aplicada dinámicamente,
surge en la manifestación como poder. |
2do, Rayo |
El amor, actuando magnéticamente, produce
sabiduría. |
3er. Rayo |
La inteligencia, que se halla en potencia en
la sustancia, produce actividad. |
El resultado de la interacción de estos tres rayos mayores puede verse en la actividad de los cuatro rayos menores. La Doctrina Secreta habla de los Señores de Amor y Conocimiento y también de los Señores de la Incesante Devoción. A fin de [e61]
comprender con más claridad el significado místico
de estos nombres, podríamos señalar que la constante
voluntad dinámica del Logos se expresa a sí misma mediante
los señores de la Incesante Devoción. La devoción
no es aquí la cualidad a que me referí anteriormente
en este tratado, sino que es la persistente voluntad de Dios dirigida
unilateralmente, personificada en una vida que es la del Señor
del primer rayo. Los Señores de Amor y Conocimiento son las
dos grandes Vidas que personifican o animan al Amor-Sabiduría
y a los aspectos de la inteligencia creadora de los dos rayos mayores.
Los tres son la suma total de todas las formas o apariencias, los
dadores de todas las cualidades y el aspecto Vida que emerge detrás
de la manifestación tangible. Corresponden, en la familia humana,
a los tres aspectos: Personalidad, Alma y Mónada. La Mónada
es voluntad dinámica o propósito, pero no es revelada
hasta la tercera iniciación. La Mónada es Vida, fuerza
sustentadora, Señor de la devoción perseverante e incesante
por alcanzar un objetivo determinado y visualizado. El alma es el
Señor de Amor y sabiduría, mientras que la personalidad
es el Señor del conocimiento
[i49]
y de la actividad inteligente. Estos términos implican la comprensión
de la meta lograda, lo cual no puede aplicarse en la etapa actual,
en lo que respecta a su expresión, porque es una etapa intermedia.
No existe aún quien actúe con plena actividad inteligente,
aunque algún día cada uno lo hará. Nadie se ha
manifestado todavía como Señor de amor, pero presienten
el ideal y se esfuerzan por expresarlo. Nadie es aún un Señor
de incesante voluntad y nadie comprende todavía el plan de
la mónada ni la verdadera meta hacia la cual todos se esfuerzan.
Algún día todos lo harán. Pero cada ente humano
constituye potencialmente tal triplicidad y también algún
día las apariencias que fueron llamadas personalidades, que
ocultan o velan la realidad, revelarán plenamente las cualidades
de la Deidad. Cuando llegue ese momento, el propósito que toda
la creación espera irrumpirá ante la despierta visión
y todos conoceremos el verdadero significado de la bienaventuranza
y por qué cantaron las estrellas matutinas. La alegría
es la fuerte nota básica de nuestro sistema solar.
Uno de los septenarios fundamentales de los rayos personifica en sí
el principio armonía; este cuarto rayo de armonía da
a todas las formas lo que produce belleza y actúa para lograr
la armonización de todos los efectos que emanan del mundo de
las causas, el mundo de los tres rayos mayores. El rayo de belleza,
arte y armonía produce la cualidad de la organización
mediante la forma. En último análisis, es el rayo
[e62]
de la exactitud matemática y no el rayo del artista, como muchos
creen. El artista se encuentra en todos los rayos, al igual que el
ingeniero, el médico, el hombre que forma su hogar o el músico.
Quiero aclarar esto porque existen muchos falsos conceptos sobre este
tema.
Cada uno de los grandes rayos tiene una forma particular de enseñar la verdad a la humanidad, lo cual es su contribución excepcional y el modo de desarrollar al hombre mediante un sistema o técnica, cualificado por la cualidad del rayo que es por lo tanto específico y excepcional. Permítanme proporcionar los métodos para esta enseñanza grupal: [i50]
1er. Rayo.....Expresión superior: |
La ciencia de los estadistas y de los gobiernos. |
Expresión inferior: |
La Política y la diplomacia moderna. |
|
2do. Rayo.....Expresión superior: |
El proceso de la iniciación, tal como lo enseña la jerarquía de adeptos. |
Expresión inferior: |
Religión. |
|
3er. Rayo.....Expresión superior: |
Medios de comunicación o interacción. Radio, teléfono, telégrafo y transporte. |
Expresión inferior: |
El empleo y la distribución del dinero y del oro, |
|
4to. Rayo.....Expresión superior: |
El trabajo masónico basado en la formación de la jerarquía y relacionado con el segundo rayo. |
Expresión inferior: |
Construcción arquitectónica. Planeamiento moderno de las ciudades. |
|
5to. Rayo.....Expresión superior: |
La ciencia del alma. La psicología esotérica. |
Expresión inferior: |
Sistemas educativos modernos y ciencia mental. |
|
6to. Rayo.....Expresión superior: |
Cristianismo y religiones diversas. (Obsérvese aquí la relación que tiene con el segundo Rayo.) |
Expresión inferior: |
Las iglesias y las religiones organizadas. |
|
7mo. Rayo...Expresión superior: |
Todo tipo de magia blanca. |
Expresión inferior: |
Espiritismo "fenoménico". |
El cuarto rayo es esencialmente el refinador, el que produce la perfección en la forma y el principal manipulador de las energías de Dios; lo hace de tal modo que el Templo del Señor es verdaderamente conocido en su exacta naturaleza como aquello que alberga la Luz. Así el Shekinah brillará dentro del lugar secreto del Templo en su plena gloria. Es el trabajo de los siete Constructores. Este rayo se expresa primordialmente en el primero [i51] de los planos amorfos contando desde abajo hacia arriba, y su verdadero propósito no puede emerger hasta que el alma haya despertado y la conciencia registrado adecuadamente lo conocido. Los planos o las esferas de expresión son influenciados en la manifestación por orden numérico: [e63]
1er. RayoVoluntad o Poder |
Plano de la divinidad. |
2do. RayoAmor-Sabiduría |
Plano de la mónada. |
3er. RayoInteligencia Activa |
Plano del espíritu, alma. |
4to. RayoArmonía |
Plano de la intuición. |
5to. RayoConocimiento Concreto |
Plano mental. |
6to. RayoDevoción, Idealismo |
Plano astral. |
7mo. RayoOrden Ceremonial |
Plano físico. |
El quinto rayo actúa activamente en el plano de mayor importancia para la humanidad, siendo para el hombre el plano del alma y de la mente superior e inferior. Personifica el principio del conocimiento, y debido a su actividad y a su íntima relación con el tercer Rayo de Inteligencia Activa, podría considerárselo especialmente en estos momentos como el rayo que tiene mayor relación vital con el hombre. Es el rayo que produce la individualización -como cuando estaba activo en la época lemuriana- lo cual significa textualmente el cambio de la vida evolucionante de Dios en una nueva esfera de percepción. Al principio, esta particular trasferencia a formas más elevadas de percepción, tiende a la separatividad.
El quinto rayo ha producido lo que llamamos ciencia. En la ciencia encontramos una condición extremadamente rara. La ciencia es separatista en su modo de encarar los diferentes aspectos de la divina manifestación que denominamos el mundo de fenómenos naturales, pero de hecho no es separatista porque existe poco antagonismo entre las ciencias y poca competencia entre los científicos. Los trabajadores del campo científico se diferencian profundamente en esto de los del campo religioso. La razón reside en el hecho de que el verdadero científico, por ser una personalidad coordinada que trabaja en niveles mentales, actúa muy cerca del alma. Una personalidad desarrollada [i52] esclarece las diferenciaciones de la mente inferior predominante, pero la proximidad del alma (si se puede emplear una expresión tan simbólica) niega una actitud separatista. El hombre religioso es preeminentemente astral o emocional, y actúa en forma muy separatista, especialmente en la era pisciana, que va desapareciendo. Al decir hombre religioso me refiero al místico y a aquel que presiente la visión beatífica, y no a los discípulos ni a los llamados iniciados, porque éstos agregan a la visión mística una captación mental entrenada.
El sexto rayo de devoción personifica el principio de reconocimiento.
Con esto quiero significar la capacidad de ver la ideal realidad que
reside detrás de la forma; implica que se debe aplicar en forma
concentrada el deseo y la inteligencia, a fin de expresar la idea
presentida. Es responsable de la mayor [e64]
parte de las formulaciones de ideas que han hecho avanzar al hombre
y de gran parte del énfasis puesto sobre la apariencia que
ha velado y ocultado esos ideales. En este rayo -a medida que entra
y sale cíclicamente de la manifestación- se lleva a
cabo principalmente la tarea de diferenciar la apariencia y la cualidad,
lo cual tiene su campo de actividad en el plano astral. Por lo tanto
es evidente la complejidad de este tema y la agudeza del sentimiento
implicado.
El séptimo Rayo de Orden Ceremonial o Magia, personifica una curiosa cualidad, característica sobresaliente de la Vida especial que anima este rayo. La cualidad o principio, constituye el factor coordinador que unifica la cualidad interna con la forma, o la apariencia tangible externa. Este trabajo se desarrolla principalmente en los niveles etéricos e incluye energía física. Tal el verdadero trabajo mágico. Quisiera indicar que cuando el cuarto y el séptimo rayos vengan juntos a la encarnación, tendremos un período muy peculiar de revelación y portador de luz. Se ha dicho que en ese período "el Templo del Señor adquirirá más gloria y los Constructores se regocijarán". Espiritualmente comprendido, éste será el momento culminante [i53] del trabajo masónico. La Palabra Perdida será recuperada y expresada para que todos la escuchen, y el Maestro se levantará y caminará entre sus constructores en la plena luz de la gloria que brilla desde Oriente.
La espiritualización de las formas puede considerarse como el trabajo principal del séptimo rayo, y este principio de fusión, coordinación y unión, está activo en los niveles etéricos cada vez que un alma encarna y nace un niño en la Tierra.
D. El alma es el principio sensible que subsiste en toda manifestación externa, compenetra todas las formas y constituye la conciencia de Dios Mismo. Cuando el alma, sumergida en la sustancia, es simplemente sensibilidad, agrega, mediante su interacción evolutiva, la cualidad y la capacidad de reaccionar a la vibración y al medio ambiente. Así se expresa el alma en los reinos subhumanos de la naturaleza.
Cuando el alma, expresión de sensibilidad y cualidad, agrega a éstas la capacidad de percibir al yo en forma desapegada, aparece esa entidad autoidentificada que llamamos un ser humano.
Cuando el alma agrega a la sensibilidad, a la cualidad y a la autopercepcíón, la conciencia grupal, tenemos entonces la identificación con el grupo de un rayo y aparece el discípulo, el iniciado y el maestro.
[e65] Cuando el alma agrega a la sensibilidad, a la cualidad, a la autopercepción y a la conciencia grupal, la conciencia del propósito sintético divino (denominado el Plan), tenemos entonces ese estado de ser y conocimiento que caracteriza a todos los que están en el Sendero de Iniciación, incluyendo a esas Vidas graduadas desde el discípulo más avanzado hasta el Logos planetario mismo.
No olvidemos al hacer estas diferenciaciones que existe sin embargo una sola Alma, la cual funciona y actúa a través de vehículos de diversas capacidades y distintos refinamientos, con mayores y menores limitaciones, así como [i54] un hombre constituye una sola identidad que actúa a veces mediante un cuerpo físico y otras a través de un cuerpo sensorio, o de un cuerpo mental, y aún otras llega a conocerse como el Yo -acontecimiento raro y poco común aún para la mayoría. Cada forma manifestada realiza dos cosas:
- Se apropia o es compenetrada por el alma del mundo, hasta donde le permite su capacidad. Tanto el átomo de la sustancia como la molécula o la célula, poseen alma, pero no en el mismo grado que un animal; un animal tiene alma, pero no en el mismo grado que la tiene un Maestro, y así sucede arriba o abajo de la escala.
- A través de la interacción entre el alma que mora internamente y la forma, ocurren dos cosas:
- La sensibilidad y la cualidad se expresan según el tipo de cuerpo y su grado de evolución.
- La compenetrante alma impele a la actividad a la naturaleza corpórea y la impulsa a ir adelante en el sendero del desarrollo, proporcionando así al alma un campo de experiencia, y al cuerpo una oportunidad de reaccionar al impulso superior del alma. Así también se beneficia el campo de expresión y el alma domina la técnica de hacer contado, lo cual es su objetivo, en cualquier forma dada.
Por lo tanto, el alma vista desde cierto ángulo, es un aspecto porque hay un alma en todos los átomos que componen los cuerpos de todos los reinos de la naturaleza. La sutil alma coherente, resultado de la unión del espíritu y la materia, existe como una entidad aparte de la naturaleza corpórea, y constituye (cuando está separada del cuerpo) el cuerpo etérico o el doble, como se lo denomina a veces, o la contraparte del cuerpo físico. Ésta es la suma total del alma de los átomos que constituyen el [e66] cuerpo físico. Ésta es la verdadera forma, el principio de coherencia en cada forma.
El alma, en relación con el ser humano, es el principio mente, [i55] en dos funciones, o la mente que se expresa de dos maneras. Estos dos modos se registran y llegan a ser parte del equipo organizado del cuerpo humano cuando está adecuadamente refinado y suficientemente desarrollado:
- La mente concreta inferior, el cuerpo mental, "chitta" o sustancia mental.
- La mente superior espiritual o abstracta.
Estos dos aspectos del alma, sus dos cualidades básicas, traen el reino humano a la existencia y permiten al hombre establecer contacto con los reinos inferiores de la naturaleza y con las realidades superiores espirituales. El primero, la cualidad de la mente en su manifestación inferior, lo posee potencialmente cada átomo contenido en cada forma y en cada reino de la naturaleza. Es parte de la naturaleza corpórea inherente y potencial y la base de la hermandad, la unidad absoluta, la síntesis universal y la divina coherencia de la manifestación. El segundo, el aspecto superior, es el principio de autopercepción, y cuando se combina con el aspecto inferior produce la autoconciencia del ser humano. Cuando el aspecto inferior ha dado forma y ha compenetrado las formas en los reinos subhumanos, y cuando ha trabajado sobre esas formas y su sensibilidad latente, a fin de lograr un adecuado refinamiento y sensibilidad, la vibración se hace tan poderosa que atrae a lo superior y produce fusión o unificación. Esto es análogo a una recapitulación superior de la unión inicial del espíritu y la materia, que trajo el mundo a la existencia. Así viene un alma humana a la existencia, así comienza su larga carrera y ahora es un ente diferenciado.
La palabra Alma se emplea para expresar el summum de la naturaleza síquica -el cuerpo vital, la naturaleza emocional y la materia mental. Una vez alcanzada la etapa humana es algo más, es una entidad espiritual, un ser síquico consciente, un hijo de Dios que posee vida, cualidad y apariencia - [i56] la peculiar manifestación en tiempo y espacio de las tres expresiones del alma que acabo de definir:
- El alma de todos los átomos que componen la apariencia tangible.
El alma personal o la suma total sutil y coherente que llamamos Personalidad, compuesta de los cuerpos sutiles [e67] -etérico o vital, astral o emocional y el aparato mental inferior. La humanidad comparte estos tres vehículos con el reino animal en lo que concierne a la vitalidad, la sensibilidad y la mente potencial; con el reino vegetal en lo que concierne a la vitalidad y a la sensibilidad, y con el reino mineral en lo que concierne a la vitalidad y a la sensibilidad potencial.
- El alma es también el ser espiritual, o la unión de la vida y la cualidad. Cuando se establece la unión de las tres almas, según se las denomina, tenemos un ser humano.
Así se establece en el hombre la mezcla o fusión de vida, cualidad y apariencia, o espíritu, alma y cuerpo, por medio de una forma tangible.
En el proceso de diferenciación estos diversos aspectos han atraído la atención, pero la síntesis subyacente ha sido pasada por alto o descartada. Sin embargo, todas las formas son diferenciaciones del alma, pero dicha alma es una sola Alma cuando se la observa y considera espiritualmente. Cuando se la estudia desde el punto de vista de la forma no se percibe nada más que diferenciación y separación. Cuando se la estudia desde el aspecto conciencia o sensibilidad, emerge la unidad. Cuando se alcanza la etapa humana y la autopercepción y se fusiona con la sensibilidad de las formas y con la minúscula conciencia del átomo, comienza tenuemente a surgir en la mente del pensador la idea de una posible unidad subjetiva. Cuando se alcanza la etapa del discipulado, el hombre empieza a considerarse como parte sensible de un todo sensible, y lentamente reacciona al propósito e intención [i57] de este todo. En forma paulatina capta el propósito, a medida que entra conscientemente en el ritmo de la totalidad, de la que él es una parte. La parte se pierde en el todo cuando se alcanzan etapas más avanzadas y formas más sutiles y refinadas; el ritmo del todo somete al individuo a una participación uniforme en el propósito sintético, pero la comprensión de la autopercepción individual persiste y enriquece la contribución individual que ahora se ofrece inteligente y voluntariamente, de modo que la forma no sólo constituye un aspecto de la totalidad (que siempre e inevitablemente ha sido así, aunque no sea comprendido), sino que la consciente entidad pensante conoce la realidad de la unidad de la conciencia y de la síntesis de la vida. Tres factores debemos tener en cuenta a medida que leemos y estudiamos:
- La síntesis de la vida-espíritu
La unidad de la conciencia-alma
- La integración de las formas-cuerpo
[e68] Estos tres siempre han estado unidos, pero la conciencia humana no lo ha sabido. Su comprensión y su integración en la técnica del vivir, constituyen para el hombre el objetivo de toda su experiencia evolutiva.
Hablando en forma simbólica consideremos ahora al Alma universal o conciencia del Logos que trajo a la existencia nuestro universo, y consideremos a la Deidad como que compenetra con Su vida la forma de Su sistema solar, la cual es consciente de Su trabajo, de Su proyecto y de Su meta. Este sistema solar es una apariencia, pero Dios permanece trascendente. Dentro de todas las formas Dios es inmanente y, sin embargo, permanece apartado y separado. Así como un ser humano pensante e inteligente, actúa por medio de su cuerpo, pero mora principalmente en su conciencia mental o en sus procesos emocionales, así Dios mora absorbido en Su naturaleza mental, y el mundo creado y compenetrado con Su vida avanza hacia la meta para la cual Él lo ha [i58] creado. Sin embargo dentro del radio de Su manifestante forma se llevan a cabo grandes actividades; se observan distintos estados de conciencia y etapas de percepción; surgen distintos grados de sensibilidad, y hasta en el simbolismo de la forma humana tenemos los diferentes estados de sensibilidad, tal como los registrados por el cabello, los organismos internos del cuerpo, el sistema nervioso, el cerebro y la entidad que llamamos yo -que registra la emoción y el pensamiento. De la misma manera la Deidad, dentro del sistema solar, expresa amplias diferencias de conciencia.
Existe una conciencia del cuerpo; existe un mecanismo sensorio que registra las reacciones del medio ambiente; existe una conciencia de los estados de ánimos, de la cualidad, de las reacciones mentales al mundo de las ideas; existe una conciencia más elevada del plan y del propósito, y existe una conciencia de la vida.
Es interesante observar, en relación con la Deidad, que esta respuesta sensoria al medio ambiente es la base de toda la astrología y el efecto de las constelaciones sobre el sistema solar y las fuerzas interplanetarias.
En relación con el hombre podríamos resumirlo de la manera siguiente:
La naturaleza forma del hombre reacciona conscientemente a la naturaleza forma de la Deidad. La vestidura externa del alma (física, vital y síquica) es parte de la vestidura externa de Dios.
El alma del hombre autoconsciente se halla en armonía con
el alma de todas las cosas. Es parte integrante del alma universal,
y debido a eso puede llegar a percibir el propósito consciente
de [e69]
la Deidad, colaborar inteligentemente con la voluntad de Dios
y trabajar con el plan de la Evolución.
El espíritu del hombre es uno con la vida de Dios, y está dentro de él, profundamente arraigado en su alma, así como el alma está arraigada en su cuerpo.
El espíritu, en algún tiempo lejano, lo pondrá en armonía con ese aspecto de Dios que es trascendente, y así cada hijo de Dios hallará oportunamente su camino hacia ese centro -absorbido [i59] y abstraído- donde mora Dios, más allá de los confines del sistema solar.
Estas palabras son formuladas en un esfuerzo por trasmitir una idea del orden, del plan, de la síntesis universal, de la integración, de la incorporación del fragmento en el todo, y de la parte con el todo.
Trataré de responder a la segunda pregunta, recordando que lo único que puedo hacer es penetrar simbólicamente en los propósitos prácticos de la Deidad. Como escribo para simples aspirantes, no puedo trasmitir la verdad hasta que llegue el momento en que se establezca una armonía completa, con sus propias almas, o más completa de lo que es ahora. Sin embargo, el esfuerzo por captarlo que no puede ser expresado con palabras produce una precipitación de la mente abstracta o intuición, lo cual a su vez estimula y desarrolla las células cerebrales y produce una constante estabilidad del poder de permanecer en el "ser espiritual"; entonces es posible captar lo inexpresable y vivir por el poder del mismo.
Pregunta 2. ¿Cuáles son el origen, la meta, el propósito y el plan del Alma?
Los siete rayos son la suma total de la divina Conciencia, la Mente Universal; podrían ser considerados como las siete Entidades inteligentes a través de las cuales el plan se desarrolla. Personifican el divino propósito; expresan las cualidades requeridas para la materialización de ese propósito; crean las formas, y son las formas mediante las cuales la idea divina puede ser llevada a su consumación. Simbólicamente pueden considerarse como que constituyen el cerebro del divino Hombre Celestial. Corresponden a los ventrículos del cerebro, a los siete centros del cerebro, a los siete centros de fuerza y a las siete glándulas principales que determinan la calidad del cuerpo físico. Son los conscientes ejecutores del [i60] propósito divino y los siete Alientos que animan todas las formas que han sido creadas por Ellos para llevar a cabo el plan.
[e70] Tal vez sería más fácil comprender la relación de los siete rayos con la Deidad, si recordamos que el hombre mismo (por ser hecho a imagen de Dios) es un ser séptuble, capaz de expresar siete estados de conciencia y los siete principios o cualidades fundamentales que le permiten percibir los siete planos en los cuales actúa en forma consciente o inconsciente. Es un septenario en todo momento, pero su objetivo es percibir conscientemente todos los estados del ser, expresar conscientemente todas las cualidades y actuar libremente en todos los planos.
Los Seres que pertenecen al séptimo rayo, a diferencia del hombre, son totalmente conscientes y perciben en su totalidad el propósito y el Plan. Están siempre en "profunda meditación", y llegaron al punto en que, a través de Su avanzada etapa de desarrollo, son "impulsados hacia la realización". Son totalmente conscientes de sí mismos y del grupo; constituyen la suma total de la mente universal, y se hallan "despiertos y activos". Su meta y propósito es de tal naturaleza que sería inútil especular sobre ambos, porque el punto más elevado de realización para el hombre es el punto más bajo para Ellos. Estos siete Rayos, Alientos y Hombres Celestiales tienen como tarea luchar con la materia a fin de subyugarla al propósito divino, y la meta -hasta donde podemos percibirla- es someter las formas materiales a la acción del aspecto vida, produciendo así esas cualidades que llevarán la voluntad de Dios a su culminación. Por lo tanto, constituyen la suma total de todas las almas dentro del sistema solar, y Su actividad produce todas las formas; de acuerdo a la naturaleza de la forma así será el grado de conciencia. A través de los siete rayos fluye la vida o aspecto espíritu, pasando cíclicamente a través de todos los reinos de la naturaleza, produciendo así estados de conciencia en todos los campos de percepción.
Para llevar a cabo los propósitos de este tratado los estudiantes tendrán que aceptar [i61] la hipótesis de que todo ser humano es arrastrado a la manifestación por el impulso de algún rayo, está coloreado por esa particular cualidad de rayo que determina el aspecto forma, e indica el camino que debe seguir y le permite (cuando llegue a la tercera iniciación) presentir y luego colaborar con el propósito de su rayo. Después de la tercera iniciación comienza a presentir el propósito sintético para el cual trabajan los siete rayos. Como este tratado ha sido escrito para los aspirantes y discípulos, y no para los iniciados de tercer grado, es innecesario hacer conjeturas sobre este destino final.
El alma humana es una síntesis de la energía material cualificada por la conciencia inteligente, además de la energía [e71] espiritual que está, a su vez, cualificada por uno de los siete tipos de rayo.
Así emerge el ser humano, un hijo de Dios encarnado en la forma, con una mano, como dice El Antiguo Comentario, aferrada firmemente a la roca de la materia y la otra sumergida en un mar de amor. Una antigua escritura lo expresa de esta forma:
"Cuando la mano derecha del hombre material toma la flor de la vida y la arranca para él, la mano izquierda permanece vacía.
"Cuando la mano derecha del hombre material toma el loto dorado del alma, la izquierda desciende buscando la flor de la vida, aunque no lo hace para fines egoístas.
"Cuando la mano derecha sostiene firmemente el loto dorado y la mano izquierda toma la flor de la vida, el hombre descubre que es la planta de siete hojas que florece en la tierra y también ante el Trono de Dios."
El propósito de la Deidad, como lo conoce el Creador, es desconocido totalmente para todos, excepto para los iniciados más elevados. Pero el propósito de cada Vida de rayo puede ser sentido y definido, sujeto por supuesto a las limitaciones de la mente humana y a lo inadecuado de las palabras. La actividad planeada de cada rayo cualifica toda forma que se halla dentro de su cuerpo de manifestación.
Hemos llegado ahora a una declaración técnica que debe ser aceptada para bien del argumento, pues es imposible comprobarlo. [i62] Los Señores de los rayos crean todos un cuerpo de expresión, y de este modo han venido a la existencia los siete planetas. Damos a continuación sus expresiones principales:
El Sol (que oculta a Vulcano)
Júpiter
Saturno
Mercurio
Venus
Marte
La Luna
Las energías de estas siete Vidas, sin embargo, no están confinadas a su expresión planetaria, sino que se extienden alrededor de los confines del sistema solar, así como los impulsos de la vida de un ser humano -sus fuerzas vitales, el impulso de sus deseos y sus energías mentales- recorren su cuerpo activando los diversos órganos, permitiéndole llevar a cabo su intención, vivir su vida y cumplir el objetivo para el cual creó su cuerpo de manifestación.
Cada uno de los siete reinos de la naturaleza reacciona a la energía de alguna Vida particular de rayo. Cada uno de los siete planos reacciona en forma similar. Cada septenario de la [e72] naturaleza vibra con uno de los septenarios iniciales, porque los siete rayos establecen ese proceso que asigna los límites de influencia para todas las formas. Son aquello que determina todas las cosas, y al emplear estas palabras quiero indicar la necesidad de que prevalezca la Ley. La Ley es la voluntad de las siete Deidades, que se plasman en la sustancia a fin de producir una intención específica, mediante el método del proceso evolutivo.
A. Los Tres Rayos de Aspecto
Ahora me referiré al propósito del rayo descripto en una antigua enseñanza, redactada en hojas tan viejas que la escritura se va desvaneciendo lentamente. La traduciré en lenguaje moderno, aunque se perderá gran parte del significado. [i63]
EL PRIMER PROPÓSITO DE LA DEIDAD
1er. Rayo. Voluntad o Poder.
Detrás del sol central sagrado, se halla oculta dentro
de sus rayos una forma. Dentro de esa forma fulgura un punto de
poder que aún no vibra, pero brilla cual luz eléctrica.
Ígneos son sus rayos. Consume todas las formas, pero no afecta la vida de Dios encarnado.
Desde el Uno que contiene a los siete, surge una palabra. Esa palabra reverbera a lo largo de la línea de esencia ígnea, y al resonar dentro del círculo de las vidas humanas, se convierte en una afirmación, un mandato expresado o una palabra de poder. Así queda plasmado en el molde viviente, el pensamiento de... (el nombre oculto e inexpresable del rayo.)
Que el dinámico poder y la eléctrica luz revelen el pasado, destruyan la forma y abran la puerta dorada. Esta puerta revela el camino que conduce hacia el centro donde mora Aquel cuyo nombre no puede ser oído dentro de los confines de nuestra esfera solar.
Su manto azul oculta su eterno propósito, pero cuando el sol sale y se pone, su rojo orbe es visto.
Su palabra es poder. Su luz es eléctrica. El relámpago es su símbolo. Su voluntad se halla oculta en la cámara de su pensamiento. Nada es revelado.
Se siente su poder. Los hijos de los hombres, que reaccionan a su poder, elevan a los límites más remotos de la luz, un interrogante:
¿Por qué este poder ciego? ¿Por qué la muerte? ¿Por qué esta desintegración de las formas?
¿Por qué negar el poder de poseer? ¿Por qué la muerte, oh Poderoso Hijo de Dios?
Imperceptiblemente llega la respuesta: poseo las llaves de la vida y de la muerte. Ato y desato. Soy el Destructor.
[e73] Este Señor de rayo no está aún en plena expresión, excepto a medida que causa destrucción y pone fin a los ciclos. Las Mónadas de poder son numéricamente inferiores a las otras. Los egos que pertenecen al rayo de poder no son muchos, y se caracterizan por la voluntad dinámica, y su poder dentro de la familia humana se desarrolla como fuerza destructiva, pero en último análisis es una destrucción que traerá la liberación. A medida que estudiamos los egos y las personalidades de primer rayo, observamos [i64] que la muerte y la destrucción siempre están presentes en su trabajo, de allí, la aparente crueldad e impersonalidad de sus reacciones. Los que pertenecen al primer rayo no tienen en cuenta la forma; su energía produce la muerte de la forma, pero introduce grandes períodos cíclicos de pralaya; el primer rayo controla el drama de la muerte en todos los reinos -destruye las formas, lo cual origina la liberación del poder y permite la "entrada a la Luz a través del portal de la Muerte". La intención del Señor de primer rayo es permanecer detrás de Sus seis Hermanos, a fin de destruir las formas que Ellos han construido después de haber realizado Su propósito. Esto lo realiza haciendo pasar Su Poder a través de Sus cuerpos, y Su esfuerzo unido conduce a la abstracción y a retornar al centro del cual provino el impulso inicial. El propósito del primer rayo consiste, por lo tanto, en producir la muerte; una idea del mismo puede vislumbrarse al analizar algunos de los nombres aplicados al Señor de este rayo.
El Señor de la Muerte
El Que Abre la Puerta
El Que Libera de la Forma
El Gran Compendiador
El Elemento Ígneo que trae destrucción
El Cristalizador de la Forma
El Poder que toca y se retrae
El Señor de la Tierra Ardiente
La Voluntad que irrumpe en el Huerto
El Violador de Almas
El Dedo de Dios
El Aliento que quema
El Relámpago que aniquila
El Altísimo
Las cualidades y características de este Señor, que trae consigo la liberación, pueden ser inferidas de los seis aforismos que, según una antigua leyenda, le fueron dados por Sus seis Hermanos cuando Le rogaban que detuviera Su mano y Les diera tiempo para desarrollar Sus propósitos: [i65]
- Mata el deseo cuando el deseo ha cumplido su trabajo. Tú eres el que señala la realización.
Cualidad..............clara visión. [e74]
Busca el camino apacible, Oh Señor de Poder. Espera a tu hermano en el sendero de Amor. Él construye las formas que pueden resistir tu poder.
Cualidad..............poder dinámico.
Detén tu mano hasta que haya llegado el momento. Entonces, otorga el don de la muerte, oh tú que abres la Puerta.
Cualidad.............sentido del tiempo.
No permanezcas solo, únete a los muchos. Tú eres el Uno, el Aislado. Ven hacia los tuyos.
Cualidad.............soledad.
Conduce a los tuyos, pero aprende a conocerlos. No odies el apego, pero ve su plan y su propósito.
Cualidad.............desapego.
- La vida palpita a través de ti, el ritmo se impone. La vida es todo. Ama la vida en todas sus formas.
Cualidad.............unidad de propósito.
Las seis cualidades enumeradas expresan la fuerza de este rayo al hacer sentir su presencia en el cuarto reino de la naturaleza. Los efectos en los demás reinos difieren, pero limitaremos nuestra atención al punto de vista de la humanidad. El propósito del primer rayo y su principal trabajo consiste en hacer que terminen y mueran todas las formas de todos los reinos de la naturaleza y en todos los planos. La energía de este Señor de rayo provoca la muerte de una hormiga o un sistema solar, de una organización, una religión o un gobierno, de un tipo de raza o un planeta. Su voluntad o propósito actúa a través de la ley de periodicidad.
EL SEGUNDO PROPÓSITO DE LA DEIDAD
2do. Rayo. Amor-Sabiduría.
El Verbo emana desde el corazón de Dios, y emerge desde un punto central de amor. Ese Verbo es el amor mismo. El divino deseo colorea toda esa vida de amor. Dentro de la Jerarquía humana, tal afirmación adquiere poder y sonido.
En el principio era el Verbo. El Verbo ha morado y mora en Dios. En él era la luz. En Él era la vida. Dentro de Su luz caminamos.
[i66] Su símbolo es el trueno, el Verbo que se expresa cíclicamente durante las edades.
Algunos de los nombres aplicados a este Señor de rayo, que imparten su propósito son:
El Que despliega la Gloria
El Señor de Amor Eterno
El Imán Cósmico
El Dador de Sabiduría
La Radiación de la Forma [e75]
El Maestro Constructor
El Otorgador de Nombres
El Gran Geómetra
El Que Oculta la Vida
El Misterio Cósmico
El Portador de Luz
El Hijo de Dios Encarnado
El Cristo Cósmico
La leyenda dice que los seis Hermanos resumen sus cualidades en los siguientes aforismos:
- Emite el Verbo y expresa el radiante amor de Dios. Haz que todos los hombres oigan.
Cualidad...........amor divino.
Que brille la gloria del Señor. Que haya radiante luz lo mismo que radiante amor.
Cualidad...........radiación.
Atrae hacia ti el objeto de tu búsqueda. Arrebátalo de la noche del tiempo y trae a la luz del día a aquel que tú amas.
Cualidad............atracción.
Cuando la luz y el amor se demuestren deja que el poder interno produzca la perfecta flor. Que se emita la palabra que cura la forma. La secreta palabra que deberá ser entonces revelada.
Cualidad............el poder de salvar.
Salvación, luz y amor, con el poder magnético de Dios, producen la palabra sabiduría. Emite esa palabra, y conduce a los hijos de los hombres desde el sendero del conocimiento al sendero de la comprensión.
Cualidad............sabiduría. [i67]
- Dentro del radio del amor de Dios, dentro del círculo del sistema solar giran todas las formas, todas las almas, todas las vidas. Que cada hijo de Dios entre en su sabiduría. Revela a cada uno la unicidad de las muchas vidas.
Cualidad.............expansión o inclusividad.
El tercer rayo, que tiene un ciclo muy extenso y está en manifestación desde 1425 d.C., tiene un efecto directo sobre la quinta raza raíz o Aria, y en conexión con esto hay una serie de frases curiosas que expresan su propósito.
EL TERCER PROPÓSITO DE LA DEIDAD
3er. Rayo. Inteligencia Activa o Adaptabilidad.
Que el Guardián del Sur continúe con la construcción. Que aplique la fuerza que creará la brillante piedra viviente que encaja con toda exactitud en los planos del templo.
Que prepare la piedra angular y la coloque sabiamente en el norte, bajo el ojo de Dios Mismo, y la someta al equilibrio del triángulo.
Que el Investigador del pasado descubra el pensamiento de Dios, oculto profundamente en la mente de los Kumaras de Amor, y lleve [e76] a los Agnishvattas, que esperan en el lugar de la oscuridad, al lugar de la luz.
Que el Guardián de las chispas exhale el aliento divino sobre los puntos de fuego y avente la llama de lo que está oculto, lo que no se ve, e ilumine así todas las esferas donde Dios actúa.
Quisiera llamar la atención sobre el hecho de que lo único que aquí puedo hacer es poner en palabras ciertos antiguos símbolos y acentuar el proceso (adoptado por los antiguos instructores iniciados) de emitir una palabra o sonido, que produzca una forma simbólica, que a su vez pueda ser traducida en palabras, las cuales también deben ser a su vez captadas intuitivamente y adaptadas a la necesidad individual, para ser asimiladas y llevadas a la práctica en la vida. De otra manera estas antiguas e interesantes ideas y estos nombres interpretativos y aforismos que trasmiten el "poder de las cualidades", serían más que inútiles y servirían sólo para aumentar la responsabilidad. La capacidad de ver los significados objetivos y [i68] luego aplicarlos a la vida, es una expresión del verdadero sentido esotérico. Si se estudian con atención estas frases y clasificaciones, se hallará que indican el rayo individual de cada uno y sus tendencias y propósitos en la vida; si la atracción que ejercen las distintas afirmaciones hechas sobre un rayo particular, evocan una comprensión intuitiva de parte del estudiante, de modo que se reconozca a sí mismo, la energía de su rayo y los aspectos de su latente y profundamente ansiada naturaleza espiritual, lo que aquí imparto sobre el Propósito, el Nombre y la Cualidad, será beneficioso y útil.
Algunos de los nombres del Señor del tercer rayo indican cómo emplea Su fuerza y cuál es Su verdadera naturaleza, éstos son:
El Custodio de los Archivos
El Señor de la Memoria
El Unificador da los Cuatro Inferiores
El Intérprete de lo Que he visto
El Señor del Equilibrio
El Divino Separador
La Esencial Vida Discriminadora
El Que produce la Alianza
El Triángulo de Tres lados
El Iluminador del Loto
El Constructor de los Cimientos
El Precursor de la Luz
El Que vela y sin embargo revela
El Dispensador del Tiempo
El Señor del Espacio
La Mente Universal
El Triple Pabilo
El Gran Arquitecto del Universo
[e77] y muchos otros términos que señalan la relación que existe con la luz, el tiempo, el espacio, el Logos manifestado, la materia y el poder que evoca la forma".
Si todos estos nombres se estudian en conexión con el desarrollo moderno, o la cultura y ciencia modernas, se evidenciará cuán poderosa e influyente es en nuestros días y época [i69] esta Vida especial de rayo, y cómo se aplican Sus energías (habiendo producido los mundos objetivos tangibles, para manifestar la moderna civilización, con su énfasis sobre el materialismo, su búsqueda respecto a la naturaleza del tiempo y el espacio, y ese desarrollo mental cuya expresión es gloria y destino de nuestra particular raza.
Las cualidades que caracterizan a este Señor de rayo están enumeradas en las siguientes frases:
Se debe tener en cuenta que la séptima característica o sintética, de cada uno de los rayos está contenida en el nombre del rayo y no se menciona específicamente en las otras seis cualidades. Sus seis Hermanos, Hijos del Padre Uno, entonaron estos mandatos en el día de Su renovada actividad (denominado el día de la creación).
- Que se produzca la forma dual y oculte la vida. Que aparezca la forma y pruebe que es divina. Todo es de Dios.
Cualidad...........el poder de manifestar.
Que dé forma a la envoltura de acuerdo a lo que la habita. Que aparezca el huevo del mundo. Que pasen las edades, entonces que aparezca el alma. Que emerja la vida dentro del tiempo designado.
Cualidad.............el poder de evolucionar.
Que la mente controle. Que el claro fulgor del sol de la vida revele la mente de Dios, y que ponga en su camino a Aquel que brilla. Luego que lo conduzca al punto central donde todo se pierde dentro de la luz sempiterna.
Cualidad..............iluminación mental.
Dios y Su forma son uno. Oh soberano Señor de la forma revela este hecho. Dios y Su forma son uno. Niega el concepto dual. Da color a la forma. La vida es una; la armonía es completa. Comprueba que los dos son uno.
Cualidad...............el poder de producir síntesis en el plano físico.
Que se confeccionen las vestiduras del Señor y se presente el manto de muchos colores. Luego que se separe el manto de Eso que se oculta entre sus numerosos pliegues. Que se aparten las envolturas que velan. Que Dios sea visto. Que descienda Cristo de la cruz.
Cualidad...............investigación científica.
- Que converjan los dos senderos. Que equilibre los pares de opuestos [i70] y que aparezca el sendero entre ambos. Dios, el sendero y el hombre son uno.
Cualidad...............equilibrio.
[e78] Así los tres rayos principales resumen en sí mismos el proceso de la creación y de la energetización mediante el impulso de la divina voluntad; el trabajo de los cuatro rayos menores (como se los denomina, aunque no existen menores ni mayores) consiste en elaborar o diferenciar las cualidades de la vida y producir la infinita multiplicidad de formas que permitirá a la vida asumir sus muchos puntos focales y expresar, mediante el proceso evolutivo de manifestación, sus diversas características.
B. Los Cuatro Rayos de Atributo
EL CUARTO PROPÓSITO DE LA DEIDAD
4to. Rayo. Armonía, Belleza, Arte.
Color y, sin embargo, no se ve color alguno. El Sonido y el Uno inaudible se encuentran en un punto infinito de paz. El Tiempo y el Uno imperecedero niegan los pensamientos de los hombres. Pero el tiempo no existe.
Allí se encuentra la forma, sin embargo, el sentido síquico revela lo que la forma es incapaz de ocultar -la síntesis interna, el omniabarcante prisma, ese punto de unidad que, al ser debidamente alcanzado, revela otro punto, donde los tres son uno y no existen solamente los dos.
Forma y alma se fusionan. La visión interna vigila la fusión, conoce la divina relación y ve a los dos como uno. Pero desde ese punto de realización elevada fulgura una visión superior ante el abierto ojo interno. Los tres son uno. No sólo los dos. Sigue tu camino en el Sendero, oh peregrino.
Al leer estas palabras el estudiante debe tener en cuenta que la antecámara ha quedado atrás y el hombre se encuentra (cuando ha permitido que el cuarto rayo haga su trabajo y él pueda actuar por lo tanto en el cuarto plano o búdhico) dentro del templo del Señor. Ha descubierto cierta medida de luz, pero en esa luz ve ya la luz, y visualiza una revelación y brillantez mayores. Esto se convierte ahora en el objeto de su búsqueda. [i71] Ha dominado la manera de utilizar la dualidad y ha aprendido a unificar el alma y el cuerpo en un sólo instrumento para el espíritu. Ahora continúa su camino para lograr la gran síntesis.
El Señor del cuarto rayo tiene muchos nombres que merecen
una cuidadosa consideración y estudio. En menos de cien
años este Señor de poder armonizador tendrá
más influencia y contrarrestará algunas de las alteraciones
de Saturno, producidas en el primer decanato de Acuario. Mientras
tanto, en el estudio de Sus nombres hallaremos resumidos Sus esfuerzos
y erigirá un conjunto de pensamientos constructivos que
facilitarán Su trabajo cuando esté nuevamente en
manifestación activa. Sin [e79]
embargo, en lo que concierne a la familia humana, ejerce siempre
cierto poder, porque hay una alianza numérica entre el
cuarto rayo y la cuarta Jerarquía Creadora o mónadas
humanas, y el cuarto reino de la naturaleza. Por consiguiente,
su poder está siempre activo:
El Percibidor en el Camino
El Vínculo entre los Tres y el Tres
El Divino Intermediario
La Mano de Dios
El Uno Oculto
Da Simiente, que es la Flor
La Montaña donde muere la Forma
La Luz dentro de la Luz
El Corrector de la Forma
El Que señala la bifurcación del Camino
El Maestro
El Morador del Lugar Sagrado
El Inferior de los Tres, el Superior de los Cuatro
La Trompeta del Señor
Los aforismos relacionados con el cuarto rayo no son fáciles de comprender. Se necesita ejercitar la intuición y se imparten a través de seis cortos y extremadamente breves mandatos, pronunciados en forma curiosa, al finalizar el período creador [i72] y en la época en que la cuarta Jerarquía Creadora vino a la encarnación:
- Pronuncia quedamente la palabra. Habla quedamente.
Cualidad...........poder de penetrar en las profundidades de la materia.
Defiende el deseo. Da al buscador lo que necesita.
Cualidad...........los aspectos duales del deseo.
Haz descender el hilo. Abre el camino. Vincula al hombre con Dios. Levántate.
Cualidad...........el poder de revelar el sendero.
Todas las flores te pertenecen. Afirma las raíces en el lodo, las flores en el sol. Comprueba que el sol, el lodo, las raíces y las flores son uno.
Cualidad............el poder de expresar la divinidad. Crecimiento.
Gira, retorna y vuelve a girar. Circula cíclicamente alrededor del círculo de los cielos. Comprueba que todo es uno.
Cualidad............la armonía de las esferas.
- Cobra el sonido. Emite el color. Produce las notas y observa que pasan a los semitonos, que a su vez producen los sonidos. Así todos son vistos como uno.
Cualidad............la síntesis de la verdadera belleza.
Esta instrucción sobre los rayos tiene una significación más profunda de lo que se puede captar. Un cuidadoso y sistemático estudio y la abstención sensata para llegar a rápidas conclusiones, [e80] será la forma más inteligente de encarar esta instrucción. Me es imposible tratar en la primera etapa sus aplicaciones psicológicas y definidamente humanas. Trato de dar un delineamiento general, impartir ideas, introducir ciertos conceptos básicos en la conciencia del lector, e intento revestir este tema, tan abstruso y difícil, en forma tal que pueda iniciar un nuevo ritmo de pensamientos y captar y asimilar una nueva comprensión. Todo esto representa en la actualidad un proceso cósmico prototípico que oportunamente conducirá a comprender la parte que puede desempeñar un individuo en el maravilloso todo cósmico. [i73] Comenzaremos con lo universal y terminaremos con lo particular, que es siempre el verdadero método ocultista.
Sin embargo, todo lo que afirmo sobre la Vida de un rayo puedo igualmente afirmarlo respecto a una vida humana, pero debe tenerse en cuenta que el tipo puro de rayo todavía no existe, porque aún no existen la forma, el mecanismo o la expresión perfectas de la cualidad de rayo, ni esa apariencia absolutamente pura, en la familia humana, excepto en casos tan raros como el Buddha o el Cristo y (en otro campo de expresión) un Alejandro o un Julio César. Leonardo Da Vinci fue una expresión análoga. Los rayos conciernen a la energía y a la conciencia y determinan la expresión, pero cuando la materia utilizada y el vehículo al que se le ha dado forma no ha evolucionado en forma perfecta, existe entonces la limitación y queda excluida automáticamente gran parte de la energía. El efecto de la fuerza de rayo, al actuar a través de formas imperfectas, lógicamente será deformado, restringido y mal aplicado. Permítaseme ilustrarlo.
He dicho que la energía de primer rayo actúa como destructora de las formas; debe recordarse que el destructor puro es totalmente desconocido, lo cual afortunadamente para la raza es así. Es una bendición que el ego de primer rayo esté todavía tan limitado y obstaculizado por la forma y la cualidad de ésta, que la incapacita para usar adecuada o inteligentemente su fuerza destructiva. Como bien saben, las personalidades de primer rayo son por lo general destructoras, pero la energía generada no es suficiente para causar mucho daño. Repito, el amor puro no puede ser expresado hoy, porque la naturaleza forma impide que afluya. La consideración de ambos ejemplos ayudará al lector a apreciar la situación. Pero se aproxima el momento en que se expresará más plenamente el propósito, el tipo y la cualidad de rayo y surgirá, en consecuencia, una apariencia más real.
Esto se debe a la inminente aparición o manifestación
de ciertas grandes Vidas, las cuales personificarán la
energía de los [e81]
rayos segundo, tercero, quinto y séptimo. Constituirán
puntos
[i75]
focales para la afluencia de estos cuatro tipos de energía
divina y producirán un enorme estímulo en las unidades
de vida que corresponden y responden a ellas. Se puede esperar
que estos cuatro Seres aparezcan como seres humanos en el mundo
moderno, antes de finalizar este siglo, y Su esfuerzo unido inaugurará
definitivamente la Nueva Era e introducirá un período
que pasará a la historia como época gloriosa para
la quinta raza raíz. Cada uno de estos cuatro Maestros,
pues en verdad lo son, constituirán subjetivamente un punto
focal para la triple afluencia de energía desde el centro
en el Cuerpo de Dios, simbólicamente mencionado como "el
corazón del Sol". Cada rayo es a su vez una triple
entidad en manifestación, como lo es la Deidad Solar Misma.
Su característica sobresaliente será el amor, y
mediante esa atractiva fuerza magnética vendrán
a la existencia nuevas formas, lo cual permitirá que aparezcan
tipos de rayo más puros y, por lo tanto, de apariencia
más expresiva. Una gran parte de la energía destructora
que existe hoy en el mundo se debe a la presencia, en el plano
astral, de un discípulo de primer rayo del Logos planetario.
Su trabajo es despejar el camino para la manifestación
de estos cuatro Discípulos mayores, primordialmente Constructores;
iniciarán Su trabajo cuando hayan concluido su tarea los
demoledores de la forma.
Quisiera hacerles una sugerencia, pues es necesario que comiencen a comprender ciertos métodos de la Jerarquía. El trabajo de lo que en Occidente se denomina "principio crístico", consiste en construir formas para la expresión de la cualidad y la vida. Ése es el trabajo característico del segundo aspecto de la divinidad. El trabajo del Anticristo consiste en destruir las formas y ésta es esencialmente la tarea de la primer expresión de la divinidad. Pero la tarea del destructor no es el trabajo de magia negra, y cuando la humanidad ignorante considera que al Anticristo trabaja desde el lado de la oscuridad está muy equivocada. Su trabajo es tan benéfico como el del aspecto constructor; sólo [i75] la aversión del hombre a la muerte de la forma hace que se considere que el trabajo del destructor sea magia negra y esté en contra de la divina voluntad y del proyecto divino. El trabajo de los representantes de ese misterioso poder que llamamos mal cósmico y el de los representantes que le responden, merece el calificativo de magia negra, pero no es aplicable al trabajo del Anticristo. Podría agregarse que el trabajo de las fuerzas negras irrumpe de abajo, mientras que el trabajo de los destructores [e82] es impulsado de arriba. Los símbolos de estos dos caminos son la espada y la cruz.
Después de estas observaciones preliminares, que tiene por objeto indicar la magnitud del tema, analizaré ahora los tres rayos que quedan aún por ser considerados.
EL QUINTO PROPÓSITO DE LA DEIDAD
5to. Rayo. Conocimiento Concreto o Ciencia.
Los truenos retumban alrededor de la cima de la montaña; oscuras nubes ocultan la forma. La niebla, que asciende desde la esfera acuosa sirve para deformar el maravilloso..., que se halla en el lugar secreto. La forma se encuentra allí. Emite su nota.
Un haz de luz ilumina la forma; lo oculto aparece. El conocimiento de Dios y el conocimiento de cómo Él Mismo se oculta, halla su culminación en los pensamientos de los hombres. Las energías y las fuerzas reciben sus nombres secretos, revelan su propósito interno, y todo es visto como ritmo, como un retorno a sí mismo. El gran papiro puede ya ser leído. El propósito de Dios y Sus planes ya han sido fijados, y el hombre puede leer la forma. El Plan toma forma. El plan es forma. Su propósito es la revelación de la mente de Dios. El pasado revela la forma, pero el presente indica la afluencia de energía.
Lo que está en camino viene como una nube que vela al sol. Pero oculto detrás de esta inmanente nube está el amor, y en la tierra hay amor y en el cielo hay amor, y éste -el amor que renueva todas las cosas- debe ser revelado. Éste es el propósito que se halla detrás de todos los actos de este gran Señor del Conocimiento.
Antes de citar los nombres de esta gran Vida, [i76] quisiera indicar que el quinto rayo es de potencia excepcional y peculiar, en lo que al reino humano respecta. La razón reside en que el plano de la mente es la esfera de Su mayor actividad y en ese quinto plano se hallan los tres aspectos de la mente:
- La mente abstracta o superior, la personificación de la tríada superior.
La mente concreta o inferior, el aspecto superior del yo inferior.
- El Ego o Ángel Solar, el Hijo puro de la Mente, que expresa inteligencia abstracta y concreta, es el punto de unificación.
Esta Vida tiene también mucho poder en la actualidad en relación con la quinta raza raíz y con la trasferencia de la conciencia de la humanidad al quinto reino o espiritual. Los estudiantes aprenderían mucho si compararan el poder constructor de la mente superior con el poder destructor de la mente inferior.
Así como la personalidad no tiene otra función en el divino plan que la de ser un canal para él y el medio de expresión del alma, [e83] así también la mente inferior está destinada a ser un canal para la libre afluencia de energía de la mente superior.
El quinto rayo es un Ser que posee una luz espiritual de gran intensidad y en Su manifestación, en el quinto plano, que peculiarmente le corresponde, simboliza los tres aspectos en forma aún no lograda por ningún otro rayo. Debido a la cualidad de su mente superior, este rayo es un canal puro para la divina voluntad. A través de los grupos septenarios de Vidas solares que aparecen en los niveles mentales, puso en actividad los siete reflejos que corresponden a los siete centros de la Deidad; en lo que concierne a nuestro planeta esto es algo que ninguno de los otros seis rayos ha hecho. Esta afirmación tiene poco significado para ustedes, pero el enorme sacrificio y esfuerzo involucrados sólo ha sido igualado por el Buddha en su vida; razón por la cual, [i77] en esta quinta raza, el amor y la mente deben recíproca y oportunamente revelarse mutuamente.
Algunos de los nombres dados al Señor de este rayo son:
El Revelador de la Verdad
El Gran Vinculador
El Divino Intermediario
El Cristalizador de las Formas
El Triple Pensador
La Nube sobre la Cumbre de la Montaña
El Precipitador de la Cruz
La Espada Divisora
El Aventador de la Broza
El Quinto Gran Juez
La Rosa de Dios
El Celestial
El Portal de la Mente de Dios
La Energía Iniciadora
El Regidor del Tercer Cielo
El Guardián del Portal
El Dispensador del Conocimiento
El Ángel con la Espada Flamígera
El Custodio del Secreto
El Amado del Logos
El Hermano que viene de Sirio
El Maestro de los Hierofantes
Este quinto rayo tiene muchos nombres debido a Su íntima
conexión con el hombre (desde que el hombre fue originalmente
creado), pues no ha sido fácil elegir los que serían
de mayor utilidad para permitir al estudiante formarse una idea
de las características y la misión del quinto rayo;
pero el estudio de los seis aforismos y las cualidades que indican,
demostrarán cuán potente e importante es este Señor
de rayo. Estos seis aforismos fueron entonados por Sus seis Hermanos
en esa trascendente [e84]
crisis cuando vino a la existencia la familia humana y los Ángeles
solares se sacrificaron a sí mismos. Esotéricamente
hablando, "descendieron al infierno y hallaron su lugar en
la prisión". Ese día
[i78]
nacieron las almas. Un nuevo reino de expresión vino a
la existencia, y los tres planos superiores y los tres inferiores
fueron llevados a un brillante intercambio.
- Dios y sus Ángeles ahora se levantan y ven. Que las cimas de las montañas emerjan de la densa y acuosa niebla. Que el sol toque sus cumbres y permanezcan en la luz. Que resplandezcan.
Cualidad..........la entrada y la salida de la forma.
Dios y sus Ángeles ahora se levantan y oyen que un profundo murmullo se eleva y el clamor del hombre que busca penetra en sus oídos. Que el hombre escuche. Que el hombre llame. Que hable en voz alta.
Cualidad..........el poder de hacer oír la Voz del Silencio.
Dios y sus Ángeles ahora se levantan y palpan. Traigan el Cetro de Poder. Extiéndanlo externamente hacia los hijos de los hombres; tóquenlos con el fuego y luego acérquenlos. Háganlo.
Cualidad..........actividad iniciadora.
Dios y Sus Ángeles ahora se levantan y saborean. Que vengan todas las experiencias. Que aparezcan todos los caminos. Que disciernan, elijan, desmenucen y analicen. Todos los caminos son uno.
Cualidad...........la revelación del camino.
Dios y Sus Ángeles ahora se levantan y perciben el olor que asciende de la tierra ardiente del hombre. Que el fuego haga su trabajo. Atraigan al hombre dentro de la hoguera, y dentro del centro rojo-rosado se despoje de la naturaleza que lo demora. Que el fuego arda.
Cualidad............purificación por el fuego.
- Dios y Sus Ángeles ahora se levantan y fusionan los muchos en el Uno. Que continúe el trabajo de fusión. Lo que ha traído las cosas a la existencia que produzca la causa de su cesación, Que surja ahora un solo templo. Que aparezca la gloria culminante. Que así sea.
Cualidad..........manifestación de la gran luz blanca. (El Shekinah. A.A. B.)
El lector que se aboque al estudio de estas cualidades hallará enseñanzas de utilidad práctica. Cuando a él le parece que pertenece a algún rayo particular le indicará algunas de las características que debe buscar y también [i79]
lo que debe hacer, expresar y superar. Dichas cualidades deben
estudiarse desde dos ángulos: su aspecto divino y el opuesto,
la forma. Este quinto rayo, por ejemplo, demuestra ser el revelador
del camino, y debemos recordar que revela el camino que desciende
a la muerte o a la encarnación (la prisión del alma
similar a la muerte) o el camino que asciende de la oscuridad
a la luz pura del día de Dios. Menciono esto porque ansío
grandemente que todos los que lean este tratado apliquen sus enseñanzas
en la vida diaria. No tengo interés en [e85]
tratar temas sobrenaturales y poco comunes que sirvan para el
deleite de un apetito mental malsano. El hecho de atiborrar la
mente con detalles sobre lo oculto no tiene propósito útil
y sólo sirve para forzar las células cerebrales
y nutrir el orgullo.
EL SEXTO PROPÓSITO DE LA DEIDAD
6to. Rayo. Devoción o Idealismo.
Este rayo, que está saliendo de la manifestación, es de vital importancia para nosotros porque ha puesto su impronta sobre nuestra civilización occidental en forma más definida que los otros rayos, siendo para nosotros el más familiar y mejor conocido. El mántram que define su propósito es diferente de los demás y podría expresarse más o menos así:
La cruzada ha comenzado. Los guerreros marchan. Aplastan y matan todo lo que impide su camino; pisotean todo lo que se yergue ante su camino. Marcha hacia la luz.
El trabajo sigue adelante. Los trabajadores cubren sus ojos por
compasión y por temor. El trabajo es lo único de
valor. La forma debe desaparecer para que el espíritu amoroso
pueda descansar. Nada puede detener el progreso de los trabajadores
del plan. Inician el trabajo asignado con himnos y cantos.
La cruz se erige en lo alto; la forma es colocada allí, y [i80] en esa cruz tiene que entregar su vida. Cada uno construye una cruz que forma la cruz, y asciende a la cruz.
A través de la guerra, del trabajo, el dolor y la fatiga, se realiza el propósito. Así lo expresó el símbolo.
Se observará en qué forma este propósito
produce su liberación cuando el hombre se lo aplica a sí
mismo. Cuando el hombre lo aplica al hombre produce la corrompida
y terrible historia de la crueldad del hombre contra el hombre.
En el anterior mántram se hallará la clave del propósito
del sexto rayo, tal como aparece en el reino humano, y un amplio
y ajustado estudio (observen esta frase paradójica) de
las ideas subyacentes, revelará una pequeña parte
de un propósito mayor. El alma es y debe ser despiadada
para su forma y sus problemas. Sin embargo, el alma puede comprender
la necesidad del dolor y las dificultades del mundo, porque el
hombre puede ampliar el conocimiento de su propia técnica
que aplica a sí mismo y aplicar la técnica que Dios
aplica a Su mundo, pero nada hace a sabiendas que pueda aumentar
posiblemente la pena y el dolor en el mundo.
Algunos de los nombres dados a este benéfico, pero algo violento y enérgico Señor de Rayo, son: [e86]
El Que niega el Deseo
El Que Ve lo Correcto
El Visionario de la Realidad
El Divino Ladrón
El Devoto de la Vida
El Aborrecedor de la Forma
El Guerrero en Marcha
El Portador de la Espada del Logos
El Sostenedor de la Verdad
El Crucificador y el Crucificado
El Picapedrero
El Flamígero Imperecedero
El Que Nada puede Desviarlo
El Regidor Implacable
El General en el Perfecto Camino
El Que Guía a los Doce
En forma curiosa, este Señor de sexto rayo ha sido siempre un [i81] amado enigma para Sus seis Hermanos. Esto se pone de relieve en las preguntas que le formularon en cierta ocasión cuando Se reunieron "bajo el ojo del Señor" a fin de intercambiar Sus planes para una acción unida, divina y armónica. Le formularon estas preguntas con espíritu de alegría y amor celestiales, pero con la intención de arrojar alguna luz sobre la cualidad casi desconocida de Su amado Hermano.
- ¿Por qué es rojo el deseo? ¿Por qué es rojo como la sangre? Di ¡oh Hijo de Dios!, ¿por qué tu camino está enrojecido por la sangre?
Cualidad.......... poder de matar el deseo.
¿Por qué vuelves tu espalda a la esfera de la Tierra? ¿Es demasiado pequeña? ¿Demasiado pobre? ¿Por qué la pateas como una pelota en un campo de juego?
Cualidad.......... despreciar lo que no se desea.
¿Por qué clavar la cruz desde la tierra al cielo? La tierra puede ser un cielo. ¿Por qué ascender a la cruz y morir?
Cualidad.......... inmolación propia.
¿Por qué luchar contra todo lo que está alrededor? ¿No buscas acaso la paz? ¿Por qué te interpones entre las fuerzas de la noche y del día? ¿Por qué permaneces inconmovible y sereno, incansable y sin temores? Cualidad.......... resistencia y valentía.
¿No ves a Dios en todo, la vida en todo y el amor en todo? ¿Por qué abandonar a aquellos a quienes amas y conoces bien?
Cualidad.......... poder de desapegarme.
- ¿Puedes detener las aguas de la sexta gran esfera? ¿Puedes detener el diluvio? ¿Puedes recuperar al cuervo y a la paloma? ¿Puedes tú, el pez, nadar libre?
Cualidad.......... subyugar las aguas de la naturaleza emocional.
Este saliente rayo de devoción al ideal, y el rayo entrante de orden mágico y organización, son en gran parte responsables [e87] del tipo de conciencia del hombre de hoy que es esencialmente devoto (hasta el fanatismo) por lo que pueda ser la meta asignada a su vida, alcanzar el discipulado o formar una familia, adquirir dinero, obtener [i82] popularidad o cualquier otro objetivo al cual consagra su tiempo y energía, pero cualquiera sea ésta, le dedica todo lo que es y todo lo que posee. El hombre también es, esencial e inherentemente, quien produce la ley y el orden, aunque esta cualidad recién ahora está comenzando a hacer sentir su presencia. Esto se debe a que el género humano por fin se está centrando mentalmente, por eso tenemos hoy en el mundo los mismos y variados intentos de rectificar los asuntos comerciales, nacionales, económicos, sociales y otros, para producir algún sistema y orden y lograr la reorganización de las energías, con el fin (aún no conscientemente comprendido) de inaugurar la Nueva Era. Sin embargo, debido al deficiente control mental y a la ignorancia casi universal de las leyes del pensamiento y a que desconoce completamente su naturaleza, el hombre trabaja ciegamente. Los ideales presentidos no son correctamente interpretados por la mente ni aplicados en forma apropiada y general. De allí la confusión y la experimentación caótica que se está efectuando y también la imposición de una autoridad personal para imponer por la fuerza la idea individual del ideal.
Lo que se necesita actualmente es una sólida enseñanza sobre las leyes del pensamiento y las reglas que rigen la construcción de esas formas mentales que deben encarnar las ideas enviadas desde la divina mente universal. Los hombres deben comenzar a desarrollar el orden necesario en los planos subjetivos de la vida. Cuando comprendan esto tendremos un importante grupo de hombres que se ocuparán de los asuntos mundiales, o de la tarea de gobierno en todas sus ramas, ayudados en el plano mental por los pensadores entrenados, para que haya una correcta aplicación y un correcto ajuste del Plan. Esto aún está muy lejos, de allí las deformaciones y tergiversaciones que existen en la tierra sobre el Plan, tal como existe en el cielo, empleando una frase cristiana.
La comprensión de que se necesitaban en el mundo pensadores
[i83]
iluminados y trabajadores subjetivos indujo, a Quienes guían,
a dirigir de cierta manera las energías espirituales entrantes,
que trajo la formación en todas partes de grupos esotéricos;
también condujo a que se publicara la gran cantidad de
literatura mística y oriental sobre la meditación
y temas análogos, que en la actualidad inundan al mundo.
Por eso, como trabajador interno de la vida, me esfuerzo por enseñar
en este tratado la nueva psicología y por demostrar al hombre
cuál es su equipo y cuán [e88]
apropiado es para el trabajo para el que ha sido creado y que
aún no ha comprendido. Sin embargo, la fuerza y el efecto
de la influencia del séptimo rayo le revelará el
trabajo mágico; en los próximos dos mil quinientos
años se producirán tantos cambios y se podrán
efectuar tantos denominados "milagros", que incluso
se cambiará totalmente la apariencia externa del mundo;
se modificarán y desarrollarán la vegetación
y la vida animal, y se expresará gran parte de lo que está
latente en las formas de los dos reinos mediante la libre afluencia
y la inteligente manipulación de las energías que
crean y constituyen todas las formas. El mundo ha cambiado increíblemente
durante los últimos quinientos años, y en los próximos
doscientos años los cambios serán aún más
rápidos y estarán más hondamente arraigados,
porque el aumento de los poderes intelectuales del hombre está
tomando impulso, y el Hombre, el Creador, está entrando
en posesión de Sus poderes.
EL SÉPTIMO PROPÓSITO DE LA DEIDAD
7mo. Rayo. Orden Ceremonial o Magia.
"Que se construya el Templo del Señor", pregonó
el séptimo gran Angel. Entonces siete grandes hijos de
Dios, en sus lugares, en el norte, sur, este y oeste, se encaminaron
con paso mesurado y tomaron asiento. Así comenzó
el trabajo de construcción.
Las puertas se cerraron. La luz brilló tenuemente. Los muros del templo no se divisaban. Los siete permanecían silenciosos y sus formas estaban veladas. El momento no había llegado para que brillara [i84] la luz. EL Verbo no podía ser pronunciado. Sólo las siete Formas llevaron a cabo el trabajo. Un silencioso llamado fue emitido de una a otra. Sin embargo la puerta del templo permanecía cerrada.
A medida que pasaba el tiempo se escuchaban los sonidos de la vida. La puerta se abrió y luego se cerró y cada vez que se abría aumentaba el poder dentro del templo, la luz se acrecentaba con más fuerza, porque uno a uno penetraban en el templo los hijos de los hombres, pasaban de norte a sur, de oeste a este y en el centro del corazón hallaron luz, comprensión y poder para trabajar. Atravesaron la puerta; pasaron ante los Siete; levantaron el velo del templo, y entraron en la vida.
El templo se acrecentaba en belleza. Sus líneas, sus paredes y sus decorados, su altura, profundidad y anchura emergían lentamente y penetraban en la luz.
Del este surgió la Palabra: Abrid la puerta para todos
los hijos de los hombres que vienen desde el oscuro valle de la
tierra y buscan el templo del Señor. Dadles la luz. Descorred
el velo del santuario interno y, mediante el trabajo de los artesanos
del Señor, ampliad los muros del templo, y así iluminará
al mundo. Emitid la Palabra creadora y resucitad a los muertos.
[e89] Así el templo de la luz será llevado del cielo a la tierra. Así sus muros serán erigidos en las grandes llanuras del mundo de los hombres. Así la luz revelará y nutrirá todos los sueños de los hombres.
Entonces el Maestro despertará en el este a todos los que están dormidos. Entonces en el oeste el guardián probará y juzgará a todos los verdaderos buscadores de la luz. Entonces el guardián del sur instruirá y ayudará a los ciegos. Entonces el portal del norte quedará abierto de par en par, porque allí el Maestro invisible tenderá la mano para dar la bienvenida, y con el corazón comprensivo conducirá a los peregrinos hacia el este, donde brilla la verdadera luz.
"¿Por qué la apertura del templo?", claman los Siete mayores. "Porque el trabajo está preparado; los artesanos también están preparados. Dios ha creado en la luz. Sus hijos pueden ahora crear.
¿Qué más puede hacerse?".
"¡Nada!" fue la respuesta de los Siete mayores. "Que continúe el trabajo. Que los hijos de Dios creen.
La mayoría observará que estas palabras tienen un
profundo significado e indican la amplia intención (durante
el ciclo venidero)
[i85]
de abrir de par en par la puerta del templo de los misterios ocultos
para el hombre. Uno a uno seremos sometidos a la prueba de la
contraparte esotérica y espiritual del factor psicológico
denominado "prueba mental". Esa prueba demostrará
la utilidad del hombre para el poder y el trabajo mentales y se
probará su capacidad para construir formas mentales y vitalizarlas.
De esto me he ocupado en Tratado sobre Magia Blanca, y
la relación de este tratado con el trabajo mágico
del séptimo rayo y su ciclo de actividad serán cada
vez más evidente. En dicho tratado intenté formular
las reglas para el entrenamiento y el trabajo que permitirá,
al aspirante a los misterios, entrar en el templo y ocupar su
lugar como trabajador creador, a fin de ayudar en el trabajo mágico
del Señor del Templo.
Los nombres por los cuales este Señor de rayo es conocido,
son muchos, y su significado es hoy de primordial significación.
El trabajo futuro se desprende del estudio de los nombres siguientes:
El Mago Develado
El Trabajador del Arte Mágico
El Creador de la Forma
El Que Confiere la Luz proveniente del Segundo Señor
El Manipulador de la Varita
El Que Observa desde el Este
El Custodio del Séptimo Plan
El Invocador de la Ira
El Custodio de la Palabra Mágica
El Guardián del Templo
El Representante de Dios
El que eleva hacia la Vida
El Señor de la Muerte [e90]
El Que alimenta el Fuego Sagrado
La Esfera Giratoria
La Espada del Iniciador
El Divino Trabajador Alquimista
El Constructor del Cuadrado
La Fuerza Orientadora
El Ígneo Unificador
La Clave del Misterio
La Expresión de la Voluntad
El Revelador de la Belleza
[i86] Este Señor de rayo tiene un poder especial en la tierra y en el plano físico de la manifestación divina, y es evidente su utilidad para Sus seis Hermanos. Hace surgir el trabajo que deben realizar. Es el más activo de los rayos en este período mundial, y está en manifestación desde hace más de mil quinientos años. Es como si girara dentro y fuera del trabajo activo en un rápido ciclo, y Su parentesco más próximo, simbólicamente, se relaciona con Sus Hermanos del segundo y quinto rayos en este período mundial.
Construye (con la colaboración del segundo rayo) mediante
el poder del pensamiento (colaborando así con el Señor
del quinto rayo en el plano físico, su propia esfera esencial
y peculiar). En otro período mundial, podrá cambiar
Su relación con los otros Señores de rayo, pero
en la actualidad Su trabajo será comprendido más
fácilmente cuando se reconozca que presta ayuda al Señor
constructor del segundo rayo y utiliza las energías del
Señor del pensamiento concreto.
Los aforismos que encierran Sus cualidades son los siguientes, y fueron susurrados esotéricamente en Sus oídos, cuando Él "abandonó el lugar más elevado y descendió a la séptima esfera para llevar a cabo el trabajo asignado":
- Lleva las herramientas contigo, hermano de la luz constructora. Talla hondo. Construye y da forma a la piedra viviente.
Cualidad..........poder de crear.
Elige bien tus trabajadores. Ama a todos. Selecciona a seis, para que cumplan tu voluntad. Que el séptimo permanezca en el este. Llama al mundo para que penetre en aquello que construirá. Fusiona todo en la voluntad de Dios.
Cualidad..........poder de colaborar.
Siéntate en el centro, lo mismo que en el este. No te muevas de allí. [i87] Envía tus fuerzas para que cumplan tu voluntad y recupera luego esas fuerzas. Emplea bien el poder del pensamiento. Siéntate inmóvil.
Cualidad..........poder de pensar.
Observa cómo todas las partes entran en el propósito. Construye para la belleza, hermano Señor. Procura que todo los colores sean brillantes y diáfanos. Observa la gloria interna. Construye bien el santuario. Hazlo con cuidado. [e91]
Cualidad..........revelación de la belleza de Dios.
Cuida bien tus pensamientos. Entra a voluntad en la mente de Dios. Arrebata de allí el poder, el plan y la parte a desempeñar. Revela la mente de Dios.
Cualidad.......... poder mental.
- Permanece en el este. Los cinco te han dado la Palabra de amistad. Yo, el sexto, te digo, que la emplees con los muertos. Revive a los muertos. Construye de nuevo las formas. Cuida bien esa Palabra. Procura que todos los hombres la busquen por sí mismos.
Cualidad..........poder de vivificar.
Hasta aquí, hemos estudiado una pequeña parte del trabajo de los siete rayos. La enseñanza ha tenido que ser trasmitida mediante símbolos y para poder entenderla es necesario poseer un sentido esotérico despierto, y aún así es imposible comprenderla totalmente.
Los Chohanes de la sexta iniciación guían a esas unidades de conciencia en las cuales predominan sus vibraciones de rayo y color. Con frecuencia se pasa por alto el valor de este hecho, aunque los aspirantes a la iniciación lo reconozcan teóricamente. De allí la importancia de determinar el rayo del ego y de la Mónada -algo muy vital después de la tercera iniciación. En todos los sectores de la vida hay quienes constituyen siempre una mayoría o una minoría. Lo mismo sucede en el trabajo del Logos, y al final del ciclo mayor (manvantara) una gran mayoría hallará su camino hacia el sintético rayo de amor y una pequeña minoría hacia el rayo de poder, minoría que está destinada a desempeñar una función importante. Formará el núcleo que (en el próximo sistema solar) constituirá la mayoría, que hallará su síntesis en el primer rayo. Éste es un gran misterio y no puede ser fácilmente comprendido. [i88] Indicios de su revelación están ocultos en el verdadero significado de las palabras "exotérico y esotérico.
Debe recordarse que sólo cinco rayos predominan a un mismo tiempo. Se manifiestan los siete rayos, pero sólo cinco predominan. Debe establecerse una diferencia entre los rayos que predominan en un sistema solar y los que lo hacen en un esquema o cadena. En Tratado sobre Fuego Cósmico hay algo referente a esto. Tres de los siete rayos se sintetizan. Uno de éstos tres rayos se sintetizará cuando llegue a su culminación. Para el primer sistema solar el tercer rayo fue el rayo sintético, pero para el actual sistema solar, el segundo es el rayo sintético, y para el próximo sistema solar el primer rayo desempeñará una función similar.
Dos rayos constituyen en gran parte la meta del esfuerzo humano,
primero y segundo. Un rayo, el tercero, es la meta de la evolución
dévica o angélica. Estos tres rayos hacen contacto
con los dos polos y el logro de la meta al final del ciclo, marca
[e92]
la realización del Logos solar. Esto también es
un misterio. El séptimo y el primer rayo están muy
íntimamente ligados y los une el tercer rayo, de manera
que la relación se expresa así, 1.3.7. También
hay una íntima asociación entre los rayos 2.4.6;
el quinto rayo está en una posición peculiar, como punto
central de realización, el hogar del ego o alma, el plano
personificado de la mente, el punto de culminación para
la personalidad y el reflejo de la triple mónada en los
tres mundos.
1er. Rayo. |
Voluntad, demostrándose
como poder en el desarrollo del Plan del Logos. |
3er. Rayo. |
Adaptabilidad de la actividad a la inteligencia.
Este rayo predominó en el sistema solar anterior;
es la base de este sistema, y lo controla el Mahachohan. |
7mo. Rayo. |
Rito, ceremonial u organización.
Es el reflejo de los dos rayos anteriores en el plano físico
y se relaciona con el Mahachohan. Controla
[i89]
las fuerzas elementales, el proceso involutivo y el aspecto
forma en los tres reinos de la naturaleza. Mantiene oculto
el secreto del color y del sonido físicos. Constituye
la ley. |
Estos tres rayos juntos abarcan e incorporan todo. Son el Poder, la Actividad y la Ley en manifestación.
2do. Rayo. |
Amor-Sabiduría, rayo sintético,
meta de este sistema, que mantiene todo en íntima
armonía y relación. |
4to. Rayo. |
Expresión de armonía, belleza,
música y unidad. |
6to. Rayo. |
Devoción a la fervorosa aspiración
y al sacrificio del yo personal para bien de todos, a fin
de alcanzar la armonía y la belleza, impelidos por
el amor. |
Estos dos grupos de rayos pueden relacionarse entre sí de la manera siguiente:
Rayo 1. 3. 7. |
Constituyen los grandes rayos
conectados con la forma, el proceso evolutivo, el inteligente
funcionamiento del sistema y las leyes que controlan la
vida de todas las formas en los reinos de la naturaleza. |
Rayo 2. 4. 6. |
Se relacionan con la vida interna, expandiéndose
a través de esas formas -rayos de móvil, de
aspiración y de sacrificio. Rayos preeminentemente
de cualidad. |
Rayo 1. 3. 7. |
Se ocupan de las cosas concretas y del
funcionamiento de la materia y la forma, desde el plano
inferior hasta el superior. |
Rayo 2. 4. 6. |
Se ocupan de las cosas abstractas y de
la expresión espiritual por medio de la forma. |
Rayo 5. |
Constituye el eslabón vinculador
de la inteligencia. |
La tercera pregunta que consideraremos es:
Pregunta 3. ¿Puede ser comprobada la realidad de la existencia del Alma?
La existencia del alma ha sido satisfactoriamente refutada desde el punto de vista de la ciencia académica. Durante épocas [e93] se ha continuado la búsqueda, [i90] con el objetivo, científicamente hablando, de demostrar la ubicación del alma en el cuerpo humano. Éste ha sido el énfasis y el factor importante para la mente científica, tan distinta de la del hermano de tendencia mística.
Toda investigación, en especial la efectuada últimamente en conexión con las escuelas materialistas modernas y con la mayor comprensión del mecanismo del cuerpo humano, tiende a probar que el alma es una superstición, un mecanismo de defensa, y que el pensamiento consciente y todas las manifestaciones superiores de la mente humana (y por lo tanto las expresiones inferiores de la personalidad: el yo y la integración consciente) pueden muy bien ser justificadas y estipuladas por el actual equipo cerebral del hombre, el sistema nervioso y endocrino, entendiéndose que todos son a su vez el resultado de un proceso largo evolutivo y selectivo. La maravilla de la máquina misma estriba en que es divina en su perfección y alcance. El hombre ha evolucionado desde un germen primitivo, desarrollado bajo la presión de las leyes de la naturaleza, de las condiciones ambientales, además de la constante adaptación a las necesidades y a una cuidadosa selección, hasta poseer hoy un mecanismo que responde al mundo natural, a las sensaciones y a los pensamientos. Con frecuencia creen que lo denominado alma es el resultado de este proceso selectivo y que constituye la suma total del poder de responder y discernir de las células y órganos del cuerpo, además del principio vida. Se dice que todo es inherente al germen paternal y que las condiciones del medio ambiente, además de la herencia y la educación, son suficientes para explicar los fenómenos de la conciencia humana. El hombre es una máquina, y es parte de una máquina mayor que denominamos naturaleza, y tanto el hombre cómo la naturaleza son manejados por leyes inmutables. No hay libre albedrío, excepto dentro de ciertos limites claramente definidos, definidos por el equipo y las circunstancias. [i91] No puede haber inmortalidad, porque cuando la máquina se descompone y desintegra, sólo quedan las células dispersas y los átomos que originalmente la componían. Cuando el principio de coherencia o de integración deja de funcionar, lo que produjo -el cuerpo coherente funcionante- deja también de funcionar. Conciencia y elección, percepción y afecto, pensamiento y temperamento, vida y amor, carácter y facultades, todo desaparece, y sólo quedan los átomos que componían el cuerpo, los cuales a su vez se disipan y desaparecen y, finalmente, todo es reabsorbido en el depósito general, de fuerzas y átomos.
¿Qué queda hoy de los incontables millones de seres humanos que han vivido y amado, sufrido y gozado en nuestro planeta, para [e94] garantizar que han existido en el pasado, por no mencionar su existencia ininterrumpida en el presente? Unos huesos, algunos edificios y luego vestigios de su influencia histórica y más tarde, con el tiempo, observamos la belleza que han dejado en el campo de la literatura, arquitectura, pintura y en esas formas en que han personificado su pensamiento y aspiración, sus visiones e ideales. En la actualidad existe en el planeta una humanidad que ha alcanzado todas las etapas de desarrollo, con mecanismos de diversas clases, adecuados e inadecuados. Hallamos que todos ellos sin excepción se derrumban bajo la experiencia y están limitados por las enfermedades u ocultan su genio; un equipo perfecto es totalmente desconocido, y cada hombre alberga los gérmenes de la dolencia. Ningún hombre posee un mecanismo perfecto, sino que inevitablemente falla en algo, pues está condicionado por su sistema glandular, escaso o excesivamente desarrollado, que oculta en algún punto enfermedades hereditarias y debilidades raciales, y en cualquier momento puede fallar parte del mecanismo para satisfacer las necesidades físicas, emocionales y mentales del día y hora. ¿Qué nos dice esto? ¿Habla de la vida celular unida; del grupo [i92] ambiental en que se encuentra una forma particular; de la vida impersonal y abstracta de la naturaleza que la compenetra; de un ambiguo espíritu grupal que se expresa a través del cuarto reino de la naturaleza; de un yo provisorio e impermanente yo, o de una entidad inmortal que mora en el cuerpo?
Éstos son algunos de los interrogantes que surgen en la actualidad. En último análisis, puede decirse que la creencia en la existencia del alma en gran parte es cuestión del temperamento, anhelo y deseo de esas épocas en que el hombre luchaba, sufría y aliviaba la tensión del vivir, creando un cuerpo mental alrededor de un ser feliz e inmortal, que oportuna y finalmente lo libraría de todas las vicisitudes de la existencia física. El alma puede ser considerada como una hermosa visión o una alucinación, porque lo único que prueba su existencia es el testimonio sin base sólida alguna, dado por muchos místicos que en el transcurso de las épocas han hecho contacto con Ella y obtuvieron experiencias que podrían tildarse de ilusorias, o ser el resultado de lesiones cerebrales o reacciones escapistas. Eso es lo que dicen los materialistas y los partidarios de los hechos científicos comprobados. Creencia, testimonio verbal, esperanza, acontecimientos síquicos raros e inexplicables, conjunto de opiniones inexpertas y hallazgos de visionarios (probablemente casos sicopáticos) no son suficientes para probar la existencia del alma. Sólo demuestran el poder del hombre para visualizar, construir imágenes y cuadros y perderse él y su espantoso presente en un mundo de ensueño y de [e95] un posible y ardientemente deseado futuro, en el cual terminarían las frustraciones, lograría la plena expresión y entraría en posesión de una imaginaria herencia, construida por él mismo con las esperanzas insatisfechas y los inexpresados anhelos de su profundamente oculta vida mental. La creencia en Dios, en el cielo y en un futuro inmortal ha derivado de un antiguo temor e ignorante terror de la humanidad infantil. Veían en todos los fenómenos de la naturaleza (incomprensibles y aterradores) la [i93] actividad de un hombre gigantesco, construido como si fuera la proyección de su propia conciencia, el cual podía ser apaciguado o exasperado por el comportamiento de un ser humano. El resultado del efecto obtenido respecto a esa deidad, definía el destino del hombre, bueno o malo, según como reaccionaba ese Dios a sus acciones. Aquí tenemos el origen de los complejos del cielo o del infierno de las actuales creencias religiosas. De esto derivó automáticamente la idea de una entidad llamada alma, que podía gozar del cielo o sufrir en el infierno, según la voluntad de Dios y como resultado de sus acciones, mientras tenía forma humana. A medida que las formas del hombre acrecentaban su sensibilidad y se refinaban bajo la influencia de la Ley de Selección y de Adaptación; a medida que la vida grupal era más íntima y mejoraba la integración grupal, y que la herencia histórica, tradicional y artística se enriquecía y dejaba su impronta, así crecían las ideas de Dios y similarmente las ideas sobre el alma se acrecentaban y enriquecían y profundizaban los conceptos del hombre y el mundo acerca de la realidad, de modo que hoy enfrentamos un problema de pensamientos heredados que atestiguan un mundo de conceptos, ideas e intuiciones que tratan de lo inmaterial y lo intangible, dando testimonio milenario a una creencia sobre el alma y su inmortalidad, para lo cual no existe una justificación verdadera. Al mismo tiempo la ciencia nos ha demostrado que lo único que podemos realmente conocer con certeza es el mundo tangible de los diversos y diferentes fenómenos, con sus formas, mecanismos, tubos de ensayo, laboratorios y los cuerpos de los hombres "constituidos en forma maravillosa y dignos de admiración". Éstos, en forma misteriosa, producen pensamientos, sueños e imaginaciones, y a su vez hallan expresión en los proyectos formulados en el pasado, presente y futuro, o en el campo de la literatura, el arte y la ciencia, o en la simple vida cotidiana del ser humano común que vive, ama, trabaja, se divierte, engendra hijos, se alimenta, gana dinero y duerme.
[i94] Y después qué? ¿Desaparece el hombre en la nada, o sigue viviendo en algún lugar una parte de él, hasta ahora invisible? ¿Sobrevive este aspecto durante algún tiempo y a su vez [e96] desaparece, o hay un principio inmortal, una entidad sutil intangible que tiene existencia, ya en el cuerpo o fuera de él, y que es el Ser inmutable e inmortal, que la creencia en Él ha sostenido a incontables millones de seres en el transcurso de las épocas? ¿Es el alma una ficción de la imaginación o ha sido satisfactoriamente refutada su existencia por la ciencia? ¿Es la conciencia una función del cerebro y de su aliado sistema nervioso, o aceptaremos la idea de un morador consciente en la forma? ¿El poder de darnos cuenta y reaccionar al medio ambiente tiene su origen en la naturaleza del cuerpo, o existe un ente que observa y acciona? ¿Es esta entidad distinta y separable del cuerpo, o es el resultado del tipo de cuerpo o de vida, por lo cual persiste después que desaparece el cuerpo, o desaparece con éste y se pierde? ¿Existe sólo materia o energía en constante movimiento provocando la aparición de hombres que reaccionan a su vez y expresan la energía que afluye ciega e inconscientemente a través de ellos, sin tener existencia individual? ¿O son todas teorías parcialmente verídicas, y llegaremos a comprender realmente la naturaleza y el ser del hombre sólo en la síntesis de todos ellos y en la aceptación de las premisas generales? ¿Es posible que los investigadores orientados en forma mecánica y científica hayan llegado a la correcta conclusión sobre el mecanismo y la naturaleza de la forma, y que los pensadores espiritualmente orientados que afirman la existencia de un ente inmortal también tengan razón? ¿O quizá falte aún algo que elimine la brecha entre las dos posiciones? ¿Será probable que descubramos algo que vincule el mundo intangible del verdadero ser con el mundo tangible (así denominados) de la vida de la forma?
Cuando la humanidad esté segura de su divinidad e inmortalidad y haya adquirido conocimiento sobre la naturaleza [i95] del alma y el reino en el cual funciona el alma, su actitud hacia la vida y los asuntos cotidianos sufrirán tal transformación que veremos surgir en verdad un nuevo cielo y una nueva tierra. Una vez que esta entidad central, dentro de cada forma humana, sea reconocida y se conozca por lo que esencialmente es, y su divina persistencia sea establecida, entonces, lógicamente, veremos el comienzo del reinado de la Ley divina en la tierra -ley impuesta sin fricciones ni rebeldías. Esta reacción benéfica se producirá debido a que los pensadores de la raza serán fusionados en una percepción general del alma y en la consiguiente conciencia grupal, que les permitirá ver el propósito que subyace detrás de la actuación de la ley.
Explicaré esto en forma más simple. En El Nuevo
Testamento se dice que debemos procurar que la mente en Cristo
se manifieste también en nosotros. Trabajamos para perfeccionar
el [e97]
reino del Cristo en la tierra y aspiramos a desarrollar la conciencia
crística y establecer el reino o la Ley crística,
el amor. En la era acuariana esto fructificará y veremos
el establecimiento de la hermandad en la tierra. La regla crística
consiste en dominar las fundamentales leyes espirituales. La mente
crística es una frase que trasmite el concepto del reinado
del divino amor inteligente que estimula el reinado del alma dentro
de todas las formas y trae el reinado del espíritu. No es
fácil expresar la naturaleza de la revelación que
está en camino. Involucra el reconocimiento por parte de
los hombres, de que la "sustancia mental", como la denominan
los hindúes, con la cual están relacionadas sus propias
mentes y de la cual son parte integrante sus cuerpos mentales, es
también parte de la mente del Cristo, el Cristo Cósmico,
de Quien el Cristo histórico es el representante designado
en nuestro planeta. Cuando los hombres hayan desarrollado por la
meditación y el servicio grupal, la percepción de
sus propias mentes controladas e iluminadas,
[i96]
hallarán que han entrado en la conciencia del verdadero ser
y en un estado de conocimiento por el cual comprobarán, fuera
de toda duda y controversia, la realidad de la existencia del alma.
El Misterio de las Edades está al borde de ser revelado,
y a través de la revelación del alma, el misterio
que está oculto será revelado. Las escrituras del
mundo, como ya sabemos, siempre han profetizado que al fin de la
era se revelará lo que es secreto, y emergerá a la
luz del día lo que hasta entonces estuvo oculto y velado.
Nuestro presente ciclo es el fin de la era; los próximos
doscientos años verán la abolición de la muerte,
tal como ahora comprendemos esa gran transición, y el establecimiento
de la realidad de existencia del alma. El alma será conocida
como un ente y como impulso motivador y centro espiritual que está
detrás de las formas manifestadas. Dentro de pocas décadas
serán corroboradas ciertas grandes creencias. El trabajo
del Cristo y su principal misión hace dos mil años,
fue demostrar las posibilidades y poderes divinos latentes en todo
ser humano. La proclamación que hizo, de que todos somos
hijos de Dios y tenemos un Padre Universal, será considerada,
en el futuro, no como un enunciado hermoso, místico y simbólico,
sino que será juzgado como un pronunciamiento científico.
Nuestra hermandad universal y nuestra esencial inmortalidad serán
demostradas y comprendidas como hechos reales de la naturaleza.
El Cristo dijo que no vino a traer la paz sino una espada y, esotéricamente,
Él ha sido el "Divisor Cósmico". ¿Por
qué? Porque al establecer la unidad también estableció
una diferencia entre cuerpo y alma. Cuerpo y alma, sin embargo,
sólo son dos partes de un todo, y esto no debe olvidarse.
[e98]
Al establecer la realidad de la existencia del alma y su expresión,
el cuerpo, emerge la totalidad en toda su plenitud.
¿Cómo se hará esta revelación? Entramos aquí en el reino de la predicción y la previsión, que hoy muchos [i97] rechazan, basándose en que lo más importante es aquello que ayuda a la vida espiritual del alma; creen que prometer una revelación y ayuda futura, y alentar en el aspirante vanas y felices conjeturas y expectativas, contienen las simientes del peligro, de la inercia estática y de inútiles imaginaciones. Pero "donde no hay visión, los pueblos perecen". Tantas cosas han sucedido durante los últimos doscientos años y tantas cosas han sido ya reveladas, que nos proporcionan una base sólida para una visión del futuro. Si el progreso de los siglos XIX y XX, ocurrido únicamente en los sectores de la ciencia y la psicología, hubiera sido vaticinado a los pensadores del mundo en el siglo XVI, ¡qué extraño o imposible les hubiera parecido! Quizás más extraordinario y raro que cualquier profecía que yo pueda hacer, porque hemos visto ya ocurrir muchas cosas y se acumulan evidencias rápidamente sobre la existencia del mundo del verdadero ser. De manera que ya no nos asombra cualquier cosa que pueda suceder.
La realidad de la existencia del alma será reconocida por la raza de muchas maneras, y la revelación vendrá desde tan distintas direcciones que todos los tipos de mente serán satisfechos. Describiré solo algunos.
Los síquicos del mundo aumentan numéricamente, y la acrecentada sensibilidad de la raza a la impresión es causa de regocijo y peligro. En todo el mundo los aspirantes registran contactos hasta ahora desconocidos, ven un mundo fenoménico comúnmente oculto para ellos, y llegan por lo general a percibir una expansión de conciencia. Registran un mundo fenoménico -con frecuencia astral, a veces mental y ocasionalmente egoico- que los inicia en una nueva dimensión de conciencia y un estado diferente de ser. Esta expansión de conciencia sirve tanto para alentarlos en su esfuerzo como para dificultar el camino del aspirante. Esta creciente sensibilidad es universal; de allí el [i98] rápido crecimiento del espiritismo y de las ciencias síquicas, y también el acrecentamiento de la tensión nerviosa en los hombres, las condiciones neuróticas y el gran aumento de los problemas del siquiatra y, en consecuencia, la proliferación de nuevas enfermedades mentales y nerviosas. Esta sensibilidad es la respuesta del mecanismo del hombre a los acontecimientos que se aproximan, y la raza en su totalidad está siendo condicionada en tal forma que estará preparada para "ver y oír" aquello que hasta ahora no había sido revelado.
[e99] El desarrollo del sentido del color y de la capacidad de responder musicalmente a cuartos de tono o a sutiles variaciones, indican una diafanidad del velo que separa el mundo de fenómenos externos y tangibles del mundo del ser subjetivo y de la materia más sutil. El desarrollo de la visión etérica y el sin número de personas clarividentes y clariaudientes revela la existencia del plano astral y la contraparte etérica del mundo físico. También aumenta el número de los que perciben este reino subjetivo; ven a personas que han muerto o que durante el sueño han abandonado la envoltura física; ven colores y matices fuera de lo común y haces de luz organizados que no pertenecen a este mundo físico; oyen sonidos y voces que emanan de los que no emplean el instrumento vocal físico y de formas de existencia que no son corpóreas.
El primer paso para sustanciar la realidad de la existencia del alma es establecer la supervivencia, aunque esto no probará necesariamente la inmortalidad. Sin embargo, puede considerarse como un paso dado en la correcta dirección. Se está comprobando constantemente que algo sobrevive al proceso de la muerte y persiste después de la desintegración del cuerpo físico. Si esto no es verdad, entonces somos víctimas de una alucinación colectiva, y engañan y mienten y están enfermos y pervertidos los cerebros y las mentes de miles [i99] de personas. Tal gigantesca locura colectiva es más difícil de creer que la alternativa de una expansión de conciencia. Sin embargo, el desarrollo que sigue la línea síquica no probará la existencia del alma. Sólo sirve para destruir la posición materialista.
El primer reconocimiento comprobado de la existencia del alma llegará de entre los pensadores de la raza; acontecimiento que será resultado del estudio y el análisis que harán los sicólogos del mundo sobre la naturaleza del genio y la significación del trabajo creador.
Algunos hombres y mujeres descuellan sobre sus semejantes y producen
cosas superiores en su propio campo; su trabajo contiene en sí
el principio de la divinidad y de la inmortalidad. La tarea de los
artistas creadores, la percepción intuitiva de los grandes
investigadores científicos, la imaginación inspirada
de los poetas del mundo y la visión de los idealistas iluminados,
deben ser justificadas y explicadas, porque las leyes bajo las cuales
tales hombres y mujeres trabajan, todavía tienen que ser
descubiertas. Los sicólogos han puesto excesivo énfasis
en el concienzudo estudio de las mentes anormales y subnormales,
retorcidas y deformadas de los equipos defectuosos, y no se ha dado
la debida atención a las divinamente anormales, ni a estos
tipos de conciencia que trascienden el común estado humano
de percepción [e100]
inteligente. Los últimos mencionados estados supernormales
se expresan por medio de los grandes artistas, músicos, dramaturgos,
escritores y muchos otros tipos de trabajadores creadores que han
sido la gloria del reino humano en el transcurso de las épocas
y que brillarán con mayor gloria durante el siglo venidero.
Cuando se acepte la hipótesis del alma, cuando se admita la naturaleza de la energía espiritual que fluye a través de ella, y cuando se estudie el mecanismo de los centros de fuerza , [i100] progresaremos rápidamente hacia el conocimiento. Cuando por la práctica de la meditación se hagan experimentos para producir en forma creadora esas bellezas con las cuales hemos hecho contacto, algunas de las ideas reveladas y algunos de los diseños que hemos visto, entonces aprenderemos a cultivar el genio y sabremos entrenar personas para que trabajen en forma creadora. Se descubrirán múltiples cosas respecto a los centros del hombre, donde el principio divino tiene su morada, desde los cuales el Cristo interno puede actuar. Se deberá estudiar lo supra-consciente, no únicamente lo autoconsciente o lo subconsciente. Mediante este estudio, efectuado con mente abierta, la moderna psicología podrá llegar con el tiempo a un reconocimiento del alma.
El alcance de la investigación es tan amplio que únicamente puedo indicar algunos de sus posibles campos:
- La investigación de la naturaleza del genio, a fin de cultivarlo en forma definida y especializada.
El entrenamiento en el trabajo creador y el estudio de la diferencia que existe entre este tipo de entrenamiento y el entrenamiento del trabajo vocacional. El trabajo creador comprueba la realidad de la existencia del alma; el entrenamiento vocacional demuestra el tipo de personalidad.
La investigación científica de los poderes del hombre poniendo especial atención en la telepatía. Se descubrirá que el trabajo telepático se efectúa de mente a mente o de alma a mente, y no implica forzosamente comunicaciones y contactos de cerebro a cerebro. Éste es uno de los campos de investigación más promisorios, aunque todavía presenta muchas dificultades. La realidad de la existencia del alma no será comprobada por medio de la telepatía hasta después del año 1945. Para entonces habrá tenido lugar un acontecimiento en el mundo y se habrá dado una nueva enseñanza que pondrá todo el tema de los fenómenos telepáticos en una nueva luz.
- El entrenamiento científico de la clarividencia y el desarrollo inteligente de los poderes clarividentes por los intelectuales [e101] [i101] del mundo, deja todavía mucho que desear, pero vendrá como resultado del control mental y de la iluminación. Los hombres aprenderán a someter el mecanismo del cuerpo a cierta corriente descendente de energía y estímulo espirituales, que pondrá en actividad los poderes de la naturaleza síquica, y los antiguos métodos de sesiones espiritas para desarrollar la mediumnidad y despertar los centros, serán considerados peligrosos e innecesarios.
En el campo de la psicología moderna podemos esperar un conocimiento gradual de la realidad del yo. El problema de los sicólogos consiste en comprender la relación o la identificación de ese yo con el alma.
Sin embargo, la ayuda más grande vendrá de la ciencia.
La existencia del alma será oportunamente comprobada mediante
el estudio de la luz y la radiación y por una futura evolución
de las partículas de luz. Mediante este inminente desarrollo
podremos ver más y penetrar más profundamente de
lo que hoy vemos. Uno de los hechos conocidos en el reino de la
ciencia natural ha sido el cambio cíclico en la fauna y
la flora de nuestro planeta. Animales que abundaban y eran familiares
hace miles de año se han extinguido, y con sus huesos tratamos
ahora de reconstruir sus formas. Las flores y los árboles
que antes cubrían la superficie de nuestro planeta han
desaparecido totalmente, y sólo quedan sus restos fosilizados,
que indican una vegetación muy diferente de la que tenemos
hoy. El hombre mismo ha cambiado tanto que es difícil reconocer
al homo sapiens de las razas primitivas de un pasado remoto.
Esta mutación y desaparición de los tipos más
primitivos se debe, entre muchos otros, a un factor principal.
La cualidad de la luz que promueve y nutre el crecimiento, la
vitalidad y la fertilidad de los reinos de la naturaleza han cambiado
varias veces durante las épocas y a medida que lo han hecho
ha producido las correspondientes mutaciones en el mundo fenoménico.
Desde el punto de vista esotérico todas
[i102] las formas de vida de nuestro planeta son afectadas por tres tipos de sustancia de la luz, y en los momentos actuales un cuarto tipo hace sentir gradualmente su presencia. Estos tipos de luz son:
- La luz del sol.
La luz del planeta mismo, no la luz reflejada del sol, sino la propia radiación inherente.
- La luz que se filtra (si puedo utilizar esta palabra) desde el plano astral; la constante y gradual penetración de "luz astral" y su fusión con los otros dos tipos de radiación[e102]
- La luz que comienza a fusionarse con los otros tres tipos y proviene de ese estado de materia que llamamos plano mental -luz que a su vez se refleja desde el reino del alma.
La intensificación de la luz es continua y comenzó más o menos en la época en que se descubrió el uso de la electricidad, resultado directo de esta intensificación. La electrificación del planeta, mediante el difundido uso de la electricidad, es una de las cosas que está inaugurando la nueva era y ayudará a que se produzca la revelación de la presencia del alma. Dentro de poco tiempo dicha intensificación llegará a ser tan grande que ayudará materialmente a rasgar el velo que separa el plano astral del plano físico; la trama etérica que divide a ambos, pronto se disipará y permitirá que afluya en forma más rápida el tercer aspecto de la luz. La luz del plano astral (la radiación estelar) y la luz del planeta se mezclarán totalmente y el efecto sobre la humanidad y los otros tres reinos de la naturaleza nunca podrá ser los suficientemente acentuado. Por una parte afectará profundamente al ojo humano, y hará que la actual esporádica visión etérica sea un acervo universal. Pondrá dentro del radio de nuestro [i103] alcance la gama de los colores infrarrojo y ultravioleta y veremos lo que está oculto actualmente. Todo esto tenderá a destruir la plataforma de los materialistas y a preparar el camino; primero, para admitir el alma como una hipótesis sólida y, segundo, para demostrar su existencia. Sólo necesitamos más luz, en sentido esotérico, a fin de ver el alma, luz que estará en breve disponible para comprender el sentido de las palabras: "Y en Tu luz veremos la luz".
Esta intensificación de la luz continuará hasta el año 2025 de nuestra era, en que tendremos un ciclo de relativa estabilidad y constante iluminación, aunque sin mayor intensificación. En el segundo decanato de Acuario estos tres aspectos se intensificarán nuevamente por el acrecentamiento de la luz del cuarto aspecto, luz que proviene del reino del alma, y nos llegará por intermedio de la sustancia mental universal o "chitta", la cual inundará el mundo. Para esa época, sin embargo, el alma será reconocida como una realidad y, debido a este reconocimiento, toda nuestra Civilización cambiará tan radicalmente que ni siquiera podemos Imaginar hoy la forma que adoptará. En los próximos diez años veremos una fusión muy acrecentada de las tres primeras formas de la luz, y a quienes son conscientes de estas premisas y acontecimientos les será interesante observar lo que está sucediendo. El comienzo de la opinión en el campo religioso y espiritista, en el de la profecía bíblica y, análogamente, en el estudio de los símbolos de la Pirámide, conducen a los estudiantes a creer que en [e103] un futuro inmediato habrá un gran acontecimiento y un hecho espiritual imprevisto. Esto debe anticiparse debidamente y también realizarse una cuidadosa preparación para ello. No me refiero a la aparición de algún ser, sino a un proceso natural que tendrá efectos de largo alcance.
Tenemos otros campos de actividad que desempeñarán su parte para demostrar la realidad del alma.
Hay un aspecto en la conciencia humana que desde
[i104]
hace tiempo ha desconcertado al sicólogo materialista, y
es el curioso poder de previsión, la capacidad de preveer
y pronosticar con exactitud acontecimientos que tendrán lugar
en un futuro inmediato o distante. Advertencias hechas por algún
monitor interno han salvado repetidas veces al hombre de la muerte
y del desastre, y personas que acaban de morir se aparecen a sus
amigos o parientes antes de recibir la noticia de su muerte. Esto
no entra en el campo del conocimiento telepático respecto
a la muerte, sino involucra la aparición de la persona. También
se posee el poder de participar en algún acontecimiento en
lugares lejanos y recordar con exactitud lo ocurrido, el lugar,
las personas y los detalles. Estos poderes y muchas previsiones
y reconocimientos similares han dejado perplejos a los investigadores,
lo cual obliga a buscar una explicación correcta. Si se hace
una inteligente investigación, y se acumulan testimonios
comprobados y luego se corrobora la previsión, se verá
que existe algún factor en el hombre que no está sujeto
a las limitaciones de tiempo y espacio, pero trasciende la conciencia
humana normal. Las investigaciones intentadas hasta ahora y las
explicaciones dadas, son inadecuadas y no explican satisfactoriamente
los hechos. Sin embargo, cuando se investiguen desde el punto de
vista del alma, con su facultad de omnisciencia, libre de las definiciones
del pasado, presente y futuro (pues se pierden en la conciencia
del Eterno Ahora), entonces se comenzará a comprender con
un poco más de claridad el proceso. Cuando se reconozca el
verdadero Morador en el cuerpo, se descubran las leyes de previsión
y prevalezca en la mayoría el poder de preveer, se hallarán
grandes pruebas de la existencia del alma, y será imposible
explicar los fenómenos comunes que ocurren, sin admitir antes
la existencia del alma.
Si se siguen estas líneas se acumularán pruebas de su existencia. En la acumulación de testimonios y evidencias reside un fructífero campo de [i105] actividad. En el entrenamiento de un tipo más elevado de hombre, a fin de que emplee la fuerza y los poderes del alma, y en el control entrenado de su mecanismo, se observará que lo así producido es de un orden muy elevado y presentado en forma tan científica que se lo considerará justificable y de tanta [e104] importancia como cualquier punto de vista presentado hoy por los eminentes científicos en los distintos campos de la investigación. El estudio del alma será, dentro de poco, una investigación tan legítima y respetable como la de cualquier problema científico, así como lo es la investigación de la naturaleza del átomo. La investigación del alma y de las leyes que la rigen, ocupará dentro de poco tiempo la atención de las mejores mentalidades. La nueva psicología logrará oportunamente comprobar la realidad de su existencia; paralelamente la respuesta intuitiva e instintiva del género humano a promover el crecimiento del alma, que emana del aspecto invisible de la vida, comprobará, constante y triunfalmente, la existencia de un ente espiritual en el hombre -ente omnisapiente inmortal, divino y creador.
El proceso sería lento si no fuera por el trabajo que efectúa ahora un grupo de discípulos e iniciados en colaboración con el Maestro P., que tiene su sede en América y trabaja intensamente con sus discípulos a fin de estimular las distintas escuelas psicológicas que existen hoy en el mundo. Es inútil que los estudiantes traten de averiguar su identidad. Actúa a través de movimientos y escuelas de pensamiento; no trabaja con individuos, lo hace práctica y totalmente en el plano mental con el poder del pensamiento; es casi desconocido, excepto por sus colaboradores que se encuentran en diversos países del mundo y los discípulos de su rayo, el cuarto. Gran parte de lo que sale a luz actualmente en el mundo de la psicología se debe al trabajo que él realiza para estimular la mente de los que dirigen todos los movimientos, efectuándolo desde el plano mental sin tener contacto con ellos como individuos del plano físico.
[i106] El apremio actual es muy grande y los Maestros están sumamente activos y profundamente ocupados en la tarea de salvar al mundo. No tienen tiempo para trabajar en forma individual, lo hacen con Su grupo de discípulos aceptados, activos en el trabajo mundial, de lo contrario no pertenecerían al grupo de Maestros. Los discípulos pueden trabajar intermitentemente con esos pequeños grupos de probacionistas a los cuales se les ha dado una oportunidad y de vez en cuando reciben algunas indicaciones. Tienen a su cargo algunos probacionistas en entrenamiento, muy pocos, a fin de que ocupen el lugar de los discípulos que pasan a la iniciación, pero aparte de estos dos grupos no harán trabajo alguno personal durante este siglo, dejando a muchos aspirantes al cuidado de iniciados y discípulos menores. Su trabajo y el de Sus discípulos se ha restringido mucho en la actualidad, y se ha ordenado a los discípulos activos del mundo que se defiendan por sí mismos, que apliquen su propio juicio y no obstaculicen a los [e105] Maestros en estos momentos de gran tensión y peligro, reclamando Su atención innecesariamente. Los acontecimientos mundiales son hoy tan importantes, las oportunidades que tiene la humanidad son tan grandes y los Maestros se hallan tan ocupados con los asuntos mundiales y con las personalidades que en distintas naciones predominan y descuellan en posiciones elevadas, que se ha suspendido momentáneamente la instrucción que se daba a personas de escasa importancia en los pequeños grupos y sociedades ocultistas. El factor tiempo es relativamente tan corto para lograr y llevar a cabo ciertos aspectos del Plan confiado a los Grandes Seres, que hoy todos los verdaderos discípulos realizan su trabajo y se esfuerzan por resolver sus problemas sin pedir ayuda al Maestro, dejándolo libre para cosas más importantes. Cuanto más cerca está un discípulo de su Maestro mejor lo comprende y mayores esfuerzos realiza para cumplir con su deber, aprender sus lecciones, servir a la humanidad y aliviar en parte su tarea.
Existen actualmente en el mundo muchos discípulos de diversos grados; [i107] cada uno en su lugar es capaz de ayudar y guiar a algún aspirante. Hay en el mundo innumerables libros y enseñanzas que inspiran ayuda a los que buscan verdaderamente el conocimiento espiritual. Durante los últimos cincuenta años se ha dado al mundo copiosa enseñanza y profuso entrenamiento esotérico, disponible hoy para quienes lo buscan ansiosamente. Los aspirantes tienen, por lo tanto, abundante enseñanza con la cual trabajar y suficiente teoría para aplicar en la práctica, lo cual permite a los Maestros dedicarse a trabajos de mayor importancia.
Una de las cosas más interesantes que están sucediendo y uno de los factores que oportunamente servirán para demostrar la realidad de la existencia del alma, reside en el cúmulo de comunicaciones, escritos inspirados y dictados telepáticos que inundan el mundo en la actualidad. Como bien saben, el movimiento espiritista está produciendo gran cantidad de literatura inspirada o seudo inspirada, una de orden muy elevado, que indudablemente es el trabajo de discípulos muy evolucionados, y otra de calidad muy mediocre. Las diversas sociedades teosóficas y otros grupos han sido receptores de comunicaciones similares. Cuando las comunicaciones son verdaderas, tienen frecuentemente un profundo valor espiritual y contienen mucha enseñanza y ayuda para el aspirante. Los estudiantes actuales deberían recordar que lo más importante es la enseñanza y no su supuesta fuente de origen; tales escritos y comunicaciones deben ser juzgados únicamente por su valor intrínseco. Dichas comunicaciones emanan, en la mayoría de los casos, del plano del alma; el receptor o comunicador (el intermediario o amanuense) ha sido inspirado por su [e106] propia alma o lo ha extraído del nivel mental y del conocimiento impartido por el rayo al cual pertenece su grupo y su alma; al sintonizarse con el depósito de pensamientos, su mente y cerebro los traducen en palabras y frases.
En un menor número de casos, la persona que recibe un dictado o escrito, está en relación telepática con algún aspirante [i108] más avanzado que él, y su mente está siendo impresionada por un discípulo de su grupo, el cual impresiona su mente porque se encuentra más cerca del Maestro y le trasmite alguno de los conocimientos que ha asimilado, porque es capaz de vivir dentro del aura del Maestro. El Maestro no interviene en el proceso, es cuestión de discípulo y aspirante. Por lo general en estos casos, el receptor de la comunicación se ilusiona y cree que el Maestro Mismo le está dictando, pero en realidad ha sintonizado por intermedio de un discípulo más avanzado que él- la atmósfera mental del Maestro.
Ninguno de los Maestros de la sexta iniciación (tales como los Maestros M. y K. H.) trabaja actualmente con Sus discípulos por medio del dictado. Se hallan demasiado absorbidos con los problemas mundiales y el trabajo de vigilar los destinos de prominentes personalidades mundiales en las distintas naciones, para que puedan dictar enseñanza a cualquier discípulo particular, en algún pequeño campo de actividad y sobre temas suficientemente conocidos como para que el discípulo pueda seguir adelante, solo y sin ayuda. Únicamente dos Maestros, trabajan telepáticamente y por medio del dictado, con varios discípulos aceptados y se empeñan en inspirar a estos discípulos activos en el trabajo mundial, para que sean de mayor utilidad al Plan. Actúan así a fin de impartir a unos pocos pensadores prominentes, en el campo de la ciencia y del bien social, el conocimiento necesario que les permita efectuar la correcta actividad a fin de ayudar a la raza a obtener una mayor liberación. No conozco a otros en esta generación que estén haciendo lo mismo, porque han delegado mucho de este trabajo a Sus iniciados y discípulos. La mayor parte de los comunicadores (que trabajan por intermedio de aspirantes en el plano físico) son discípulos aceptados muy activos que (viven en el aura del Maestro y Su grupo) continuamente tratan de acercarse a todo tipo de personas y de grupos que existen [i109] en el mundo. A eso se debe el sin fin de comunicaciones, escritos inspirados, mensajes y enseñanzas personales.
Si agregamos a lo anterior la gran afluencia de comunicaciones que emanan de las propias almas de los transmisores y del reino del subconsciente, se explicará la cantidad de material que [e107] se está difundiendo ahora. Sentimos profundo agradecimiento por la acrecentada respuesta y sensibilidad del hombre.
La primera reacción y efecto de tal precipitación
de comunicaciones aumenta frecuentemente el orgullo y la ambición
espirituales, y al descender la enseñanza de la mente al
cerebro y del cerebro a las palabras y frases, frecuente y lamentablemente
es, en forma penosa, inexacta; también es verdad que con
frecuencia se equivocan respecto a la fuente de donde originaron
las instrucciones, porque es muy grande la falta de humildad y verdadero
sentido de proporción en el hombre. Pero de esta afluencia,
que proviene de la vida subjetiva, surgen nuevos conocimientos,
acrecentada devoción al Plan e indicaciones que oportunamente
traerán seguridad. El hombre sabrá muy pronto que
el alma no es una ficción de la imaginación, ni la
simple forma simbólica de expresar una esperanza profundamente
arraigada, ni el método utilizado por él para construir
un mecanismo de defensa; tampoco una forma ilusoria de evadirse
de un presente angustioso. Sabrán que el alma es un Ser,
un Ser responsable de todo lo que aparece en el plano fenoménico.
Consideraremos ahora las otras dos preguntas:
Pregunta 4. ¿Qué valor tiene el conocimiento de los siete rayos?
Pregunta 5. ¿Cuál es la significación de las sobresalientes cualidades del alma, como ser: sensibilidad, conciencia, percepción y luz?
[i110] La cuarta pregunta es importante debido a su vital aplicación práctica. En último análisis, la definición imparte satisfacción mental, pero no es un criterio sobre el conocimiento aplicado.
Ante todo es necesario que el aspirante sea práctico. La
época en que prevalecía la conciencia mística
y soñadora va desapareciendo rápidamente, y a medida
que el hombre llegue a obtener, mediante la comprensión de
la psicología, un conocimiento más exacto de sí
mismo, comenzará a actuar con precisión e inteligencia,
sabrá con exactitud el camino a seguir y comprenderá
las fuerzas de su propia naturaleza, que lo conducirán a una
acción específica cuando sean puestas en contacto
con las fuerzas de su medio ambiente. Los aspirantes deben tratar
de aplicar en forma práctica las verdades impartidas, reduciendo
así al mínimo su responsabilidad. Cuando se ha adquirido
conocimiento y no se aplica, existe el consiguiente peligro y castigo.
Mucha enseñanza se ha dado en otros libros, la cual espera ser adaptada a fin de prestar un servicio útil. En este tomo [e108] también se impartirá mucha enseñanza, pero los estudiantes deben recordar que ellos son los que desean y evocan las enseñanzas que reciben. La posición que existe entre los lectores y yo, no es la de un instructor que impone sus sistemas de conocimiento a un grupo de expectantes discípulos. El grupo es simplemente un canal a través del cual un particular aspecto de la Sabiduría Antigua puede llegar al mundo expectante. No los considero como un grupo de hombres y mujeres buenos que, por su grado de evolución, son dignos de recibir algo esotérico e inusitado, que no había sido impartido al resto de la raza. Considero sinceramente que están interesados por la vida espiritual, se esfuerzan por ser inteligentes y están dispuestos (más o menos) a tratar de vivir como almas y aplicar en lo posible lo que han comprendido de la enseñanza impartida. El empleo que el estudiante haga de ella es totalmente asunto propio. Pero el valor de un grupo de aspirantes y discípulos consiste en [i111] poder -si así lo decide y si su aspiración unida es suficientemente fuerte- extraer la enseñanza y formar un centro a través del cual se divulgue dicha enseñanza, comenzando con la tarea de moldear el pensamiento humano, arrojar luz sobre los problemas de la psicología y así difundir la verdad (respecto a los siete rayos, un antiguo septenario escasamente comprendido) para que pueda surgir una nueva comprensión y también lanzar una nueva ciencia de la psicología.
Se preguntarán por lo tanto: ¿Qué debemos hacer como grupo para poder servir y constituir un buen canal a fin de ayudar a la humanidad?
Primero, deben adoptar la actitud de que toda enseñanza se funda en servir voluntariamente sin pensar en el yo. Lo más importante es acrecentar la comprensión espiritual y la elevación de la humanidad, no el propio progreso o desarrollo, ni la autosatisfacción al recibir nueva y especial información. Cuando dediquen la mente y el esfuerzo a servir en forma grupal y cuando las palabras sean inofensivas, debido a la afluencia del Amor, entonces progresarán y el alma se aferrará más a su instrumento.
Segundo, no permitan que la mente se distraiga en conjeturas inútiles, respecto a la identidad del instructor. ¿De qué importancia es saber quién es? ¿Puede comprobarse su identidad en alguna forma? ¿Qué valor tiene aceptar las afirmaciones de cualquier condiscípulo que pretenda estar bien informado sobre el asunto, sea quien fuere? No se puede probar si tiene razón o no; por lo tanto, se pierde tiempo que podría dedicarse a prestar un servicio más fructífero, a un estudio más profundo de las cualidades de la vida y a la meditación.
[e109] Lo importante es lo que se enseña. Los aspectos de la verdad que presento a vuestra consideración deberían ser de valor; la medida de la ayuda que puedo prestarles y el estímulo espiritual y mental que puedo impartirles, es lo importante. Entrenar [i112] la intuición para reconocer la verdad espiritual debería ser el objetivo de su esfuerzo. La única autoridad es la instrucción y no el instructor, y en la roca de la autoridad se han estrellado muchas escuelas. Existe una sola autoridad, la propia alma inmortal de cada uno, única autoridad que debe ser reconocida.
Aprendan a captar correctamente la enseñanza y a considerarla por lo que es. Parte de ella ha sido escrita para una época distante, el verdadero significado de este Tratado sobre los Siete Rayos comenzará a surgir como parte del conocimiento general de la humanidad hacia fines de este siglo, a menos que una inminente difusión evoque cambios mayores de los que ahora considera posibles la Jerarquía observadora. Una parte de la enseñanza es de utilidad inmediata para ustedes. Otra arrojará más luz sobre los problemas de la moderna psicología y vinculará los numerosos aspectos de la ciencia del alma. El discípulo progresa buscando la fuente que nutre su alma; él descubrirá que la fuente de su fuerza se encuentra en la enseñanza y en el esfuerzo grupales. Entrenamos a los hombres para que vivan como almas y no como niños que deben ser cuidados, vigilados y protegidos e impuestos de órdenes y reglas. Como almas, los hombres reciben su vida del océano universal y no de la cisterna de lo particular. Llevando sus pequeños cántaros, hallan su camino hacia ese océano y extraen por sí mismos con ese receptáculo lo que necesitan. A la luz de su propia intuición y mente iluminada (desarrollados y llevados a la utilidad por la meditación) traten de extraer para sí ese aspecto de la enseñanza apropiada y que puede ayudarlos, interpretándola a la luz de su propio progreso y necesidad.
Los días de contacto con la personalidad, atención
de la personalidad y mensajes personales, hace tiempo que
han terminado, excepto en el valle de la ilusión que está
en el plano astral. Éstas son palabras duras, pero ningún
verdadero discípulo las interpretará mal. Por
[i113]
su propia y profunda experiencia y lucha sabe que es así.
Lo importante es el grupo de Maestros, la Jerarquía como
un todo y su interacción con la humanidad; lo interesante
es el grupo de discípulos del Maestro y su relación
con los discípulos probacionistas en el plano físico,
a los cuales ve como grupos esparcidos por el mundo, no importa
donde residan; lo de vital importancia es la enseñanza que
se puede difundir y su efecto sobre la mente colectiva de los pensadores
[e110]
de la raza; lo que nos parece de suprema importancia a los instructores
es la interacción entre el grupo subjetivo de trabajadores
mundiales y aquellos que -en el plano de la objetividad- aman a
la humanidad. No nos interesa satisfacer las aspiraciones individuales,
cumplir los deseos del probacionista, ni nutrir su ambición
espiritual. El momento actual es demasiado grave y la crisis demasiado
aguda.
Cierto es que en la actualidad existen grupos de aspirantes que reciben instrucción determinada y discípulos que son sometidos a un definido entrenamiento, pero debe recordarse (a pesar de que afirmen lo contrario los fanáticos del mundo) que en tales casos no se da ningún entrenamiento en lo que concierne al manejo de la vida de la personalidad; los problemas específicos de la salud, los económicos y las preocupaciones familiares no son abordados ni considerados, y tampoco se reconforta ni se pierde tiempo en satisfacer o tranquilizar a la inestable personalidad. Se da entrenamiento a los aspirantes respecto a la técnica del progreso espiritual; se sugiere cómo corregir los factores ocultos que producen situaciones emocionales; se pueden dar enseñanzas sobre la práctica de la meditación a fin de lograr ciertos resultados y ofrecer instrucciones sobre las leyes que rigen la unión con el alma, pero no se intenta hacer trabajo alguno relacionado con la personalidad. Los discípulos manejan sus propias personalidades. En la presión del trabajo mundial los Maestros tienen cada vez menos tiempo para dedicarlo a Sus discípulos aceptados, ¿cómo pueden creer que el Maestro tenga tiempo para dedicarlo a quienes no están en el [i114] grado de discípulos aceptados?
Sin embargo, en el futuro se acrecentará la formación
de más grupos que funcionarán sobre una nueva base,
y en la actualidad se están formando "organismos grupales".
Son aún experimentales y quizás sean prematuros e
indeseables. La enseñanza dada a estos nuevos grupos, las
sugerencias hechas, el experimento respecto al entrenamiento que
se intentará hacer y la técnica impartida, no serán
dadas en forma personal ni privada a un miembro individual del grupo,
sino que será revelado abiertamente y podrá ser leído,
conocido y considerado por cada miembro del grupo. Dichos grupos
son escasos lógicamente y cuentan con pocos miembros. Intentan
comprobar la posibilidad de exteriorizar oportunamente a los grupos
reunidos alrededor de un Maestro en los planos internos. Tales grupos
de discípulos aceptados en los planos internos, son organismos
sensibles, y cada miembro de estos círculos reunidos alrededor
de un Maestro es consciente de lo que concierne al desarrollo espiritual
[e111]
de los condiscípulos que están dentro del radio de
ese círculo en el que él se halla. Estos pequeños
intentos externos de duplicar las tentativas están aún
en embrión. Como ensayos y experimentos pueden fracasar.
Los miembros de estos diminutos grupos externos y su afiliación
y agrupación sólo son conocidos por quienes forman
parte de ellos; deben estar dispuestos a recibir instrucción,
a desarrollarse como unidades grupales y a permitir que los demás
miembros del grupo conozcan sus fracasos y triunfos. También
deben guardar completo silencio sobre la existencia del grupo; romper
este silencio significa su eliminación del grupo. Los miembros
de dichos grupos son absorbidos en la vida de la entidad grupal.
Reciben entrenamiento en el grupo, y el grupo es entrenado en conjunto,
sin poner el énfasis en el individuo, sino únicamente
en la interacción y el intercambio grupal, su integración
y progreso.
[i115]
Sólo son observados y dirigidos esos factores que en la vida
del individuo puedan impedir el progreso de la vida y la expresión
grupales. La tónica grupal, el color grupal y el desarrollo
grupal, es lo que tiene importancia en el entrenamiento de los trabajadores,
y nunca se considera al individuo como tal, sino su relación
con el grupo. Lo que debe hacerse y la disciplina a cumplir se basan
en el deseo de mantener el equilibrio grupal y no en el interés
personal puesto sobre el individuo. Este experimento se
realiza a fin de probar la aptitud del hombre. Será probado
al iniciarse como unidad grupal. Si pasa la prueba y triunfa, el
grupo se enriquecerá y progresará. Si fracasa, quedará
eliminado y otros irán ocupando su lugar hasta el momento
en que el ente grupal se armonice y complete, y trabajen en armonía
quienes son sinceros, honestos e impersonales y mentalmente equilibrados,
quienes son altruistas y aman a sus semejantes. De esa manera pueden,
como ente grupal, formar un punto focal para trasmitir fuerza espiritual
a un mundo necesitado y expectante.
Pero es muy importante recordar que la actitud del iniciado o instructor entrenador, es de total desapego e impersonalidad; es consciente de la condición, de la luz del alma y del estado mental, pero no pone su atención en los asuntos del aspirante en el plano físico ni en el entrenamiento de su naturaleza emocional y de su desarrollo astral. El aspirante aprende a ser maestro y adepto manejando sus propios asuntos en el plano físico y su idiosincrasia astral. Esto debe lograrlo con la luz y la fortaleza de su propia alma. Los que nos dedicamos a la enseñanza violaríamos una ley y obstruiríamos el desarrollo del aspirante si tratáramos de imponerle condiciones que no son naturales, lo cual estimularía excesivamente su naturaleza inferior. ¿Cuándo [e112] aprenderán que los instructores y discípulos avanzados que los tienen a su cargo, sólo trabajan con el alma y en los niveles mentales? ¿Cuándo comprenderán que hasta que el hombre no haya hecho contacto con su propia [i116] alma y aprenda a actuar como mente controlada, muy poco podemos hacer por él? Repito, no nos interesan las personalidades ni sus pequeños asuntos. No tenemos tiempo ni deseamos inmiscuirnos en el método que emplea ni en la forma como vive el hombre. ¿Por que tenemos que hacerlo, si ya se ha publicado y dado tanta enseñanza como para llamar la atención del aspirante durante mucho tiempo? Cuando el hombre empiece a vivir como alma y su conciencia haya trascendido el mundo de la ilusión, entonces podrá ser útil. La primera lección que debe aprender es el sentido de los valores en tiempo y espacio, y saber que trabajamos con almas y no nutrimos a la personalidad.
¿Les parece que ésta es una expresión demasiado severa? Si realmente lo es, significa que aún están algo autocentrados y enamorados de sus propias almas individuales, que no han hecho el debido contacto con ella y quizás sólo han sentido nada más que su vibración. No poseen aún esa verdadera visión de la necesidad mundial que los liberará de la propia ambición y les dará libertad para trabajar como lo hacemos nosotros, en los planos subjetivos, sin pensar en el yo o en la felicidad espiritual, sin querer realizar una tarea autodesignada, ni ansiar deslumbrantes promesas de triunfos futuros; sin anhelar ansiosamente obtener afectos y hacer contactos con quienes poseen una conciencia más avanzada que la nuestra. Si esto sigue estando más allá de su comprensión, reconózcanlo y comprendan que no se los culpa por ello. Sólo se les indica el terreno en que están y que la ilusión del plano astral aún los esclaviza y los conduce a anteponer las reacciones de la personalidad antes que la realización grupal. Mientras descubren y actúan en ese pIano y en ese nivel de conciencia, no es posible atraerlos conscientemente dentro del grupo de Maestros en los niveles mentales. Todavía son demasiado destructivos y personales, podrían dañar al grupo y causar dificultades, y a través del estímulo grupal, verían con mucha claridad cosas para las cuales no están todavía [i117] preparados y, en consecuencia, serían destruidos. Deben aprender a aceptar la guía de su propia alma y a trabajar con armonía e impersonalidad en el plano físico, con el grupo o grupos a que el destino los ha impulsado. Cuando hayan aprendido a olvidarse de sí mismos, cuando no busquen nada para el yo separado, cuando permanezcan firmemente sobre sus propios pies, busquen ayuda internamente, y cuando [e113] la tendencia de su vida sea hacia la colaboración, entonces pasarán de la etapa del Observador a la del Comunicador. Esto sucederá cuando se pueda confiar que comunicarán sólo lo que es impersonal y verdaderamente constructivo, y que no nutrirán la naturaleza emocional ni satisfarán los deseos del yo.
Un punto muy interesante, podría ser observado aquí, y responder a una pregunta. En el Tratado sobre Magia Blanca me referí a dos grupos, el de los Observadores y el de los Comunicadores (al tercer grupo no lo consideraremos aquí), y formulé la siguiente pregunta: ¿Quien entrena a estos Observadores y Comunicadores? Quisiera aclarar que los observadores se entrenan a sí mismos o, con más exactitud, el alma de cada uno entrena a la personalidad para que llegue a ser un verdadero observador. En cambio los comunicadores son lenta y gradualmente entrenados por los discípulos más avanzados que trabajan desde el plano subjetivo de la vida. Este entrenamiento no se organiza ni prepara en el plano físico, y tampoco hay allí discípulos que se ocupen de entrenar grupos de comunicadores para ser utilizados más adelante por la Jerarquía. En esta cuestión, como toda en la vida espiritual, el discípulo se entrena primero a sí mismo para responder a su propia alma y también para responder a los trabajadores del grupo interno, los que posteriormente, como resultado de su esfuerzo autoiniciado, le enseñan a ser un comunicador, un intermediario. La característica de tales comunicadores es la claridad mental, verdadera impersonalidad, tolerancia espiritual [i118] y parquedad en el uso de las palabras, cuando éstas encierran conceptos. Debería recordarse que del conjunto de escritos síquicos que afluyen hoy al mundo, el trabajo de los verdaderos comunicadores será ocuparse del Plan y no de las personalidades, de los principios y no de los propósitos individuales, y todos esos comunicadores serán tipos mentales, canales para el amor de Dios y conscientes del grupo. En su trabajo no habrá nada que produzca separatividad ni que nutra los fuegos de la controversia, el antagonismo o el partidismo. Muchas cosas de valor podrán llegar por otros canales, sin que sea por medio de este grupo de comunicadores y podrá esperarse que afluyan en forma acrecentada escritos inspirados de orden elevado y sabiduría proveniente del mundo de las almas, a través de centenares de personas que están en contacto con sus propias almas. También mucho provendrá de los niveles superiores del plano astral, de elevado orden devocional, pero nada procederá del grupo de comunicadores que está hoy en proceso de formación. Sólo un puñado de ellos se ocupa ahora de ese trabajo, y hasta [e114] dentro de quince años no comenzarán verdaderamente a aparecer dichos comunicadores.
Retomaremos las dos preguntas y, especialmente, la que concierne al valor que tiene el estudio de los rayos. He sentido la necesidad de escribir sobre este asunto por las siguientes razones:
- La psicología moderna se halla en un callejón sin salida. Las numerosas psicologías han hecho su contribución al entero tema y todas tienen valor, porque incorporaron un aspecto de la verdad. Mediante ellas hemos llegado a un asombroso conocimiento del hombre, de sus instintos y mecanismos animales, de las reacciones a su medio ambiente y a su mecanismo sensorio; hemos aprendido mucho respecto al subconsciente a través del cual irrumpen en la mente consciente, en forma desastrosa, antiguos pecados y conocimientos raciales, complejos reprimidos y deseos latentes, así como reacciones síquicas [i119] altamente organizadas. Sabemos mucho sobre el hombre como ente íntegro funcionante y la interacción que existe entre los sistemas nervioso glandular, los músculos y sus expresiones, como ser: cualidad, carácter, personalidad y medio ambiente. También hemos aprendido mucho sobre ese complejo ser llamado hombre, y el hombre como ente síquico es un hecho comprobado en la naturaleza, como lo es el hombre animal. Pero el hombre, el alma, permanece siendo aún una incógnita, una esperanza, una creencia. La realidad de la existencia del alma no ha sido aún corroborada; al ayudar a traer a la luz la verdad, trato de llamar la atención a los pensadores modernos sobre el tema de los siete rayos, para que la luz de este conocimiento esotérico pueda iluminar la ciencia de la psicología. Así podría ayudar a que se realice la tarea de revelación.
Si alguna cosa ha surgido en las mentes de los investigadores
a medida que han estudiado al hombre, ha sido la realidad de
que es esencialmente dual. La psicología ha demostrado
que en la conciencia de cada ser humano existe un sentido de
dualidad, que el hombre es, en un sentido misterioso, dos seres,
y que la lucha entre ambos ha conducido a todo tipo de neurosis
y complejos que abruman la ingeniosidad de los sicólogos
expertos que procuran hallar una solución. El iniciado
Pablo se refirió a esto cuando habló de la eterna
lucha que se libra entre la mente carnal y la naturaleza celestial,
y todos los aspirantes que luchan inteligentemente por obtener
la liberación son testigos de ello. Pablo señala
que la victoria se adquiere a través del Cristo, y doy
la pauta de la importancia de este estudio de los rayos cuando
declaro que esotéricamente los siete rayos son la séptuple
expresión del Cristo Cósmico, la segunda persona
de la Trinidad. Miles [e115]
de personas desorientadas acuden a las clínicas de los
sicólogos, llevando consigo el peso de sus naturalezas
duales, y miles de sicólogos reconocen
[i120]
esta dualidad y tratan de unificar esos dos aspectos disociados.
Cuando se comprenda la verdadera naturaleza de los siete rayos
y el efecto que producen en la humanidad al expresar los siete
tipos de hombres, entonces encararemos el tema de la dualidad
del hombre con más inteligencia, y comprenderemos mejor
la naturaleza de las fuerzas que constituyen una u otra de estas
dualidades. Ésta es la verdadera ciencia esotérica.
La ciencia de las siete cualidades o rayos, y su efecto sobre
las miríadas de formas que ellos moldean y energetizan,
constituye el nuevo modo de encarar el correcto método
de entrenar y desarrollar a la familia humana. La moderna ciencia
esotérica tiene un gran conocimiento de la forma externa
o aspecto materia, y de su naturaleza eléctrica. La ciencia
esotérica sabe mucho respecto a la naturaleza de las
energías subjetivas y de las cualidades que coloran y
condicionan la forma. Cuando ambos conocimientos estén
inteligentemente unidos elaboraremos una psicología más
exacta y verdadera y una nueva ciencia de la cultura humana;
entonces el trabajo de unificar al hombre -el hombre como ente
síquico y como alma condicionadora- progresará
rápidamente.
- El conocimiento de los rayos y sus tendencias y energías traerá
gran iluminación a quienes trabajan en las distintas
ciencias. Todas ellas pertenecen a uno de los rayos, y una ciencia
es textualmente la luz que arroja un rayo en un campo particular
de la manifestación divina. Los cuatro reinos de la naturaleza
son personificaciones de cuatro grandes Vidas que se encuentran
en cada uno de los cuatro rayos menores. El Ser que da vida
al cuarto reino, o reino humano (considerando a este reino como
un organismo distinto, así como el cuerpo o la personalidad
de un hombre es un organismo diferente y separable de él
como alma), pertenece al quinto rayo. El Ser que anima similarmente
al tercer reino o reino animal, responde a las vibraciones del
sexto rayo. El Ser que da expresión
[i121]
y fuerza activa al reino vegetal, pertenece al cuarto rayo.
Por lo tanto tenemos:
La Humanidad4to. Reino5to. Rayo |
Conocimiento Concreto. |
El Animal3er. Reino6to. Rayo |
Devoción ascen. y progresiva. |
El Vegetal2do. Reino4to. Rayo |
Armonía y Belleza. |
El Mineral1er. Reino7mo. Rayo |
Organización y Ritual. |
Estos enunciados tienen ahora poco significado para ustedes, pero los ampliaremos más adelante cuando consideremos estos rayos más detalladamente. Por ahora les doy sólo un [e116] conocimiento general. Sin embargo, es evidente que cuando los científicos conozcan y acepten, aunque sea como hipótesis, la naturaleza de la energía que compenetra y anima cualquier reino de la naturaleza, se arrojará mucha luz sobre las formas externas, cualificadas por una fuerza y vida determinadas.
Existe, por ejemplo, una razón definida por la cual la mayoría de las flores silvestres y cultivadas de Occidente y también las de la temporada de otoño tienen tonos amarillos y anaranjados; la calidad mental de las subrazas posteriores a la raza aria, como también el tono general en toda la era de Aries, se debe a la misma razón. La influencia del cuarto rayo de Armonía y Belleza y el poder que está desarrollando el quinto rayo de Conocimiento (sinónimo de la fusión de la intuición y el intelecto en el hombre altamente evolucionado) tiene un definido efecto sobre el reino vegetal y el aura humana. El amarillo anaranjado resplandece en ambos. Menciono esto para ilustrar una exteriorización de la fuerza del rayo, y como demostración del valor de la ciencia esotérica cuando se aplica a lo exotérico.
El rayo azul de devoción pasa a ser el color violeta denominado rayo ceremonial. ¿Qué significan estas palabras? Simplemente, que el gran Músico del Universo está oprimiendo las [i122] teclas, emitiendo otra nota, haciendo girar otra vuelta de la rueda y penetrando en el arco de manifestación del rayo violeta, la gran nota musical sol. Estos rayos traen consigo -en los reinos de la naturaleza- todo lo que se encuentra a tono con ellos: seres humanos, devas de orden superior o inferior, elementales de la naturaleza, deseables o indeseables, flores, frutas y vegetales de cierta clase, animales y formas de distintas especies. La desaparición de un rayo señala la extinción total de algunas formas de ciertas especies de animales, y produce la extinción de algún aspecto vegetal. De allí la confusión que existe entre los científicos actuales. El proceso de entrada es lento, similar a todo trabajo en la naturaleza. Lo mismo sucede con el proceso de salida. Simultáneamente con el nacimiento y emergencia cíclicas de un nuevo rayo tenemos el lento retorno a su fuente de origen del rayo predominante, presente en el advenimiento del nuevo rayo.
Actualmente el sexto rayo está saliendo de la manifestación y llevando consigo todas esas formas cuya nota clave es el azul -por ejemplo esas personas que con devoción, equivocada o no, han seguido cierto objetivo, persona o idea. Con él desaparecerán, por lo tanto, todos los denominados fanáticos y los que se dedican con intención fija a lograr algún objetivo. Muchas flores que nos deleitan están desapareciendo, por ejemplo, la campanilla azul, el jacinto y el olivo; el zafiro será escaso y la turquesa perderá [e117] su matiz. Se pondrán de moda las flores de colores violeta, lavanda y púrpura, detrás de lo cual existe un profundo propósito.
El plano físico, en su aspecto más denso, encierra pocos misterios para el hombre actual, pues lo conoce plenamente, pero los niveles más sutiles del plano físico que aún están ocultos, son para el hombre su próximo campo de descubrimiento. El rayo del ceremonial trae consigo los medios por los cuales ese conocimiento puede ser adquirido y revelado a todos, y de esa manera no será sólo propiedad de los sabios y los ocultistas. Los tres niveles etéricos superiores y quienes [i123] los habitan, esperan llegar a ser propiedad de todos, y conjuntamente con sus habitantes vendrá el futuro acercamiento.
En la actualidad es posible predecir ciertos acontecimientos que ocurrirán durante los próximos cien años.
Primero, dentro de diez años, más o menos, el primer éter, con todo lo que compone esa materia, será un hecho científico reconocido, y los hombres de ciencia que trabajan intuitivamente reconocerán a los devas de ese plano. Las personas que encarnen cuando esté en vigencia el séptimo rayo, poseerán ojos que les permitirán ver a los devas de color púrpura y a los devas menores del cuerpo etérico.
Segundo, cuando se acerque al plano físico Aquel a Quien los hombres y ángeles esperan, traerá consigo no sólo a algunos de los Grandes Seres y Maestros, sino también a algunos devas, que representan, para la evolución dévica, lo que los Maestros representan para la evolución humana. No debe olvidarse que la evolución humana es una de tantas, y que este período de crisis lo es también para los devas. Se les ha pedido que se acerquen a la humanidad, y que con su vibración más elevada y su conocimiento superior unan sus fuerzas con las de la humanidad para el progreso de las dos evoluciones. Tienen mucha enseñanza que impartir sobre el color y el sonido y el efecto que estos producen en el cuerpo etérico de los hombres y los animales. Cuando la raza haya captado lo que los devas tienen que impartir, serán eliminadas las enfermedades físicas y se centrará la atención sobre las dolencias del cuerpo astral o emocional.
Los devas de color violeta de los cuatro éteres forman, como se imaginarán, cuatro grandes grupos con siete divisiones subsidiarias. Estos cuatro grupos trabajan con los cuatro tipos de hombres que están ahora encarnados, porque en verdad, en ningún momento en esta ronda, habrá más de cuatro tipos de hombres en encarnación. Cuatro rayos predominan en cualquier periodo dado, pero uno predominará más que los otros. Con esto quiero decir que hay sólo cuatro rayos en encarnación física, porque es [e118] en el plano del alma donde [i124] lógicamente se encuentran los siete tipos. Esta idea se manifiesta en las cuatro castas de la India, y observarán que ellas prevalecen universalmente. Los cuatro grupos de devas son servidores del Señor, y su trabajo especial es hacer contacto con los hombres e impartirles enseñanza experimental y definida.
Instruirán sobre los efectos del color para la curación de las enfermedades, especialmente el efecto de la luz violeta, a fin de disminuir las enfermedades humanas y curar las del plano físico, que tienen su origen en el doble o cuerpo etérico.
Enseñarán a los hombres a ver etéricamente, elevando la vibración humana mediante su propia acción.
Demostrarán a los pensadores materialistas del mundo que existe el estado superconsciente -no sólo el superhumano- y también esclarecerán el hecho aún no reconocido de que otros seres, además de los humanos, habitan la tierra.
Enseñarán también como emitir los tonos que corresponden a las graduaciones del violeta, y mediante la entonación del sonido capacitarán al hombre para utilizar los éteres, así como ahora utiliza la materia del plano físico para diversas necesidades.
Esto permitirá a los seres humanos controlar de tal manera los éteres, que el peso de la materia será trasmutado y los movimientos serán más ágiles, rápidos, deslizantes y silenciosos, y por lo tanto menos cansadores. El ser humano logrará disminuir la fatiga y aumentar la rapidez de la movilidad al controlar los niveles etéricos, y obtendrá la capacidad de trascender el tiempo. Hasta que esta profecía no llegue a ser una realidad en la conciencia, su significado permanecerá velado.
Además enseñarán a los hombres a alimentar correctamente el cuerpo y a extraer el alimento de los éteres circundantes. En el futuro el hombre se concentrará sobre el sonido condicionador del cuerpo etérico, y el funcionamiento del cuerpo físico denso será prácticamente automático.
Esto permitirá a los seres humanos, como raza y no como individuos, [i125] expandir su conciencia, a fin de que abarquen lo suprafísico. No olviden el importante hecho de que cuando se logre, la trama que separa el plano físico del plano astral será descubierta por los científicos y su propósito oportunamente será reconocido. Con este descubrimiento vendrá el poder de atravesar la trama, a fin de vincularse conscientemente con el cuerpo astral. Entonces se habrá llevado a cabo otra unificación material.
¿Qué ocurrirá después, y cuál será el método para acercarse estos devas?
[e119]
Durante los próximos quince años los hombres recibirán,
a menudo subconscientemente, cada vez más enseñanza
definida proveniente de los devas con quienes están vinculados.
Al principio esto se hará telepáticamente. En la actualidad
los médicos reciben información de ciertos devas,
y en los niveles mentales hay dos grandes devas que pertenecen al
grupo de color verde y ayudan en este trabajo, y algunos médicos
reciben subjetivamente mucho conocimiento impartido por una deva
color violeta que actúa en el subplano atómico del
plano físico, ayudado por un deva del nivel causal que también
actúa con y a través de los egos de los médicos.
A medida que los hombres aprendan a presentir y a reconocer dichos
devas, éstos les impartirán más enseñanza
y lo harán de tres maneras, por:
- La telepatía intuitiva.
La demostración del color que de esta manera comprobará la realización de ciertas cosas.
- Definidos sonidos musicales que a su vez producirán vibraciones en los éteres, los cuales a su vez producirán formas.
Debido a la ampliación de la visión que obtendrá la humanidad, el éter parecerá ser más sustancial de lo que es ahora, y a medida que se desarrolle la vista etérica se reconocerá que los éteres son estrictamente materia del plano físico. Por lo tanto, cuando un hombre enfermo llame a un deva, y éste destruya el tejido [i126] enfermo, emitiendo una nota que produzca la eliminación del tejido infectado, y cuando por medio de una presencia producida por la vibración construya visiblemente el nuevo -tejido, entonces la presencia de estos devas será generalmente reconocida y se utilizará su poder.
¿Por qué medios conoceremos su presencia y utilizaremos sus poderes?
Ante todo, por el desarrollo especifico del ojo humano que verá lo que ahora es invisible. Habrá un cambio dentro del ojo, que no será del tipo de la clarividencia.
Después, por la constante experimentación de las invocaciones y su empleo, se descubrirá el método de llamar a los devas. Este desarrollo debe efectuarse con precaución, porque puede ser desastroso para quienes no están protegidos. Por eso es necesario insistir en que se debe llevar una vida pura, aprender invocaciones y fórmulas protectoras y conocer el poder de protección que tiene la iglesia y la masonería. No olviden que las entidades maléficas que pueden responder a vibraciones análogas existen también en [e120] otros planos además del físico, y que las invocaciones para llamar a un deva, si no son emitidas correctamente, pueden llamar a un ser que provoque estragos. La protección reside en el ritual. De allí el énfasis puesto en las fórmulas de la iglesia y en los rituales masónicos, el cual se acrecentará y no disminuirá en el transcurso de los años. Posteriormente se conocerá la fuerza de las invocaciones.
Cada individuo vibra en cierta medida. Los que saben y poseen clarividencia y clariaudiencia descubren que toda materia emite sonidos y palpita y tiene su propio color. Por lo tanto cada ser humano puede emitir un sonido específico. Al emitirlo hace que resplandezca como color, y la combinación de ambos indica en cierta medida cuál es su vibración específica.
Cada ente de la raza humana pertenece a alguno de los siete [i127] rayos, en consecuencia predomina en él algún color y emite algún sonido; las graduaciones son infinitas y los matices del color y del sonido son innumerables. Cada rayo tiene sus rayos subsidiarios a los cuales domina y actúa como rayo sintético. Estos siete rayos están vinculados con los colores del espectro. Tenemos los rayos rojo, azul, amarillo, anaranjado, verde y violeta. Existe el rayo que los sintetiza a todos, el índigo. Tenemos los tres rayos principales, rojo, azul y amarillo y los cuatro colores secundarios que, en la Mónada en evolución, tiene su correspondencia en la Tríada espiritual y en el cuaternario inferior. El Logos de nuestro sistema se concentra en el amor o aspecto azul que, en síntesis, se manifiesta como índigo. Este tema sobre los rayos y sus colores, confunde al neófito. Sólo puedo indicar algunas ideas y, en el cúmulo de sugerencias, podrá llegar oportunamente la luz. La clave reside en la similitud del color, lo cual significa una semejanza de nota y ritmo. Por lo tanto, cuando un hombre pertenece a los rayos rojo y amarillo, con el rojo como rayo primario, y encuentra otro ser humano que pertenece a los rayos azul y amarillo con una secundaria similitud al amarillo, puede producirse un reconocimiento. Pero si un hombre que pertenece a los rayos amarillo y azul, tiene como color primario al amarillo, encuentra a un hermano que pertenece a los rayos amarillo y rojo, el reconocimiento es mutuo e inmediato porque el color primario es el mismo. Cuando esta causa fundamental de asociación o disociación, sea mejor comprendida, los colores secundarios actuarán como lugar de encuentro que redundará en beneficio mutuo de las partes involucradas.
Los colores rojo, azul y amarillo son primarios e irreductibles y constituyen los colores de los rayos principales. [e121]
a.voluntad o poder.................. |
Rojo |
b.Amor-Sabiduría................... |
Azul |
c.Inteligencia activa............... |
Amarillo |
[i128] Tenemos además los rayos secundarios:
d. Anaranjado
e. Verde
f. Violeta
y el rayo sintetizador, índigo.
4. Por supuesto, la principal atracción del estudio de los rayos es su interés por lo humano, estudio que vivificará y despertará en los sicólogos la verdadera comprensión del hombre. Todo ser humano pertenece a uno de los siete rayos. En cada vida su personalidad pertenece a uno de ellos, rotando de acuerdo al rayo del ego o alma. Después de la tercera iniciación, localiza (si corresponde esta palabra tan inadecuada) su alma en uno de los tres rayos principales, aunque hasta ese momento puede pertenecer a uno de los grupos de los siete rayos. Desde esa excelsa actitud trata de lograr la unidad esencial de la Mónada. El hecho de que existan siete tipos de rayos encierra en sí grandes implicaciones, y lo intrincado del tema desconcierta al neófito.
Un rayo confiere, por medio de su energía, condiciones
físicas peculiares y determina la cualidad de la naturaleza
astral-emocional, colora el cuerpo mental, controla la distribución
de la energía, pues los rayos son de distintos grados de
vibración, y rigen un determinado centro del cuerpo (diferente
para cada rayo), a través del cual se hace esa distribución.
Cada rayo actúa principalmente a través de uno de
los centros y en los otros seis lo hace en orden específico.
El rayo predispone a que el hombre tenga ciertas debilidades y
fortalezas y es su principio limitador, dotándolo también
de capacidad. Rige el método de sus relaciones con otros
tipos humanos, y es responsable de las reacciones de la forma
hacia otras formas. Lo colora, le imparte cualidad, le da su propia
tonalidad en los tres planos de la personalidad y moldea su apariencia
física. Ciertas actitudes de la mente son fáciles
para un tipo de rayo y difíciles para
[i129]
otro, de allí que la variable personalidad cambia de un rayo
a otro al cambiar de una vida a otra, hasta que todas las cualidades
se hayan desarrollado y expresado. Algunas almas, debido al destino
que les depara su rayo, se encuentran en determinados campos de
actividad, y el campo definido de sus esfuerzos es relativamente
el mismo durante muchas vidas. Un gobernante o estadista ha adquirido
destreza en su especialidad debido a su gran experiencia en ese
campo. Un instructor mundial ha estado desempeñando su tarea
de salvación durante muchas vidas. Cuando un hombre ha recorrido
las dos [e122]
terceras partes del sendero evolutivo, el tipo de rayo de su alma
empieza a dominar al tipo de rayo de su personalidad y, en consecuencia,
regirá la tendencia de su expresión en la tierra,
no en sentido espiritual (según se dice, sino en el que predispone
a la personalidad a realizar ciertas actividades.
Desde el punto de vista de la psicología, el conocimiento de los rayos y de sus cualidades y actividades es de gran importancia, de allí la razón de este tratado.
5. Los grupos de personas, organizaciones, naciones y conjuntos de naciones, son el resultado de las actividades y del magnetismo de los rayos. Por eso es de valor comprender las fuerzas que emanan desde el centro divino creador que denominamos rayos, a fin de comprender la cualidad, la naturaleza y el destino de las vastas masas humanas. Los siete planetas están regidos por uno de los rayos. Los países, considerados independientemente de sus ciudadanos, también son el resultado de las actividades de rayo, de modo que la importancia del tema no puede ser sobrestimado.
Pregunta 5. ¿Cuál es el significado de Sensibilidad, Conciencia o Percepción, y Energía de la Luz?
Consideraremos ahora la última pregunta, e indicaré en términos generales, limitados lógicamente por lo inadecuado [i130] del lenguaje, el significado de las cualidades sobresalientes del alma:
- Sensibilidad o respuesta sensible al contacto, por lo cual se logra mayor conocimiento.
Conciencia, percepción del medio ambiente y desarrollo de los vehículos mediante los cuales la conciencia puede ampliar su desarrollo.
- Luz o irradiación, el efecto de la interacción entre la vida y el medio ambiente.
El primer punto que trato de dilucidar es difícil de
captar para quienes son de menor categoría que los iniciados
o discípulos aceptados de las etapas superiores. El alma
es ese factor en la materia (o más bien aquello que emerge
del contacto entre el espíritu y la materia) que produce
respuesta sensible y lo que denominamos conciencia en sus diferentes
formas; es también esa subjetiva o latente cualidad esencial
que se hace sentir como luz o irradiación luminosa. Constituye
el yo que brilla desde adentro", característico
de todas las formas. La materia en sí, y en su estado indiferenciado,
antes de ser impulsada a la actividad mediante el proceso creador,
no posee alma, por lo tanto, no posee [e123]
las cualidades de respuesta y de irradiación. Sólo, cuando en los procesos creador y evolutivo; ambos entran en conjunción y fusión, aparece el alma y otorga a estos dos aspectos de la divinidad la oportunidad de manifestarse como trinidad, de demostrar sensibilidad y de irradiar luz magnética. Como lo único que vamos a exponer en este tratado será encarado desde el ángulo de la evolución humana, podría decirse que sólo cuando predomina el aspecto alma, el mecanismo de respuesta (la naturaleza forma del hombre) cumple totalmente su destino, entonces es posible que brille la luz en toda su pureza y se difunda la verdadera irradiación magnética. Hablando en forma simbólica, en las primeras etapas de la evolución humana, [i131] el hombre no responde y es inconsciente, así como lo es la materia en las primeras etapas del proceso formativo. Alcanzar la plena percepción es lógicamente la meta del proceso evolutivo. Hablando nuevamente en forma simbólica, el hombre sin evolución no emite ni manifiesta luz. La luz de la cabeza es invisible, aunque los investigadores clarividentes verían un tenue fulgor de luz dentro de los elementos que constituyen el cuerpo, y la luz oculta en los átomos que constituyen la forma.
A medida que avanza la evolución estos tenues puntos de "luz oscura" intensifican su brillo; la luz dentro de la cabeza fluctúa a intervalos durante la vida del hombre medio, y se convierte en luz brillante al penetrar en el sendero de discipulado. Cuando llega a ser un iniciado, la luz de los átomos es tan brillante y la luz de la cabeza tan intensa (estimulando paralelamente los centros de fuerza del cuerpo), que aparece el cuerpo de luz. Oportunamente este cuerpo de luz llega a exteriorizarse y a ser de mayor importancia que el cuerpo físico denso tangible. En este cuerpo de luz el verdadero hijo de Dios mora conscientemente. Después de la tercera iniciación la luz dual se acentúa y adquiere mayor brillo al fusionarse con la energía del espíritu. Esto realmente no significa admisión de una tercera luz ni su combinación, sino avivar la luz de la materia y la luz del alma para que adquieran una mayor gloria mediante el Aliento del espíritu. Algo sobre esta luz se ha indicado anteriormente en Tratado sobre Fuego Cósmico. Estúdienlo y traten de comprender el significado de este proceso. En la comprensión de estos aspectos de la luz se logra una perspectiva más real sobre la naturaleza de los fuegos en la expresión humana de la divinidad.
No debe olvidarse que el alma de todas las cosas, el ánima mundi, al expresarse en los cuatro reinos de la naturaleza, constituye aquello que da a nuestro planeta su luz en [i132] los cielos. La luz planetaria es la suma total de la luz tenue y vacilante que existe en todos los átomos de materia o sustancia radiatoria y vibratoria, [e124] que componen todas las formas de todos los reinos. Agregado a ello existe en el planeta y también en cada reino de la naturaleza, una analogía del cuerpo etérico con sus centros de energía radiante, que subyacen o sustentan a la forma física externa. El cuerpo etérico del hombre es una parte incorporada del cuerpo etérico planetario y constituye su aspecto refinado y más altamente desarrollado. A medida que pasan los eones se acrecienta la intensidad de la luz que irradia nuestro planeta. Esto no significa lógicamente que un habitante de Neptuno podría ver a nuestro planeta fulgurando cada vez más intensamente, aunque en pocos casos ocurre en el universo. Desde el punto de vista de la visión clarividente significa que el cuerpo etérico planetario vivificará su irradiación y gloria a medida que esa irradiación exprese acrecentadamente la verdadera luz del alma.
El alma es esencialmente luz, considerada literalmente desde el ángulo de las vibraciones, y filosóficamente constituyendo el verdadero medio para adquirir conocimiento. Simbólicamente el alma es luz, porque se asemeja a los rayos del sol que afluyen a la oscuridad. El alma, por medio del cerebro produce revelación. Vierte su luz en el cerebro, y así el camino del ser humano se ilumina cada vez más. El cerebro es como el ojo del alma, observando el mundo físico; en el mismo sentido el alma es el ojo de la Mónada y, en un curioso y oculto sentido, el cuarto reino de la naturaleza constituye en nuestro planeta el ojo de la deidad planetaria. El cerebro responde a los siete sentidos:
1. Oído. |
4. Gusto. |
2. Tacto. |
5. Olfato. |
3. Vista. |
6. Mente, el sentido común. |
7. Intuición, el sentido sintético. |
[i133] Por medio de los siete sentidos es posible hacer contacto con el mundo de la materia y el del espíritu. Los siete sentidos son, en forma peculiar, la analogía de los siete rayos en el plano físico y se hallan íntimamente relacionados y regidos por ellos. Todo lo que se intenta en la siguiente clasificación es hacer sugerencias:
1. Oído7º RayoMagia |
La Palabra de Poder. |
2. Tacto1º RayoDestructor |
El Dedo de Dios. |
3. Vista3º RayoVisión |
El Ojo de Dios. |
4. Gusto6º RayoIdealismo |
El Deseo de las Naciones. |
5. Olfato4º RayoArte |
La Belleza de la Revelación. |
6. Intelecto5º RayoMente |
El Conocimiento acerca de Dios. |
7. Intuición2º RayoAmor-Sabiduría |
La Comprensión acerca de Dios. |
[e125] Por las palabras de Poder los mundos vienen a la existencia en forma ordenada y el Señor del Rayo de Magia Ceremonial produce la organización del divino organismo.
Por la aplicación del Dedo de Dios en su trabajo directriz y potente, tenemos la destrucción cíclica de las formas, a fin de que la manifestación de la Deidad pueda aumentar su poder y belleza. Así el Señor de Poder o Voluntad ejecuta la tarea de destrucción y trae a la existencia la belleza y la revelación de la voluntad de Dios y Su propósito benéfico.
Por medio del Ojo de Dios brilla la luz sobre el camino del Sol, en el sendero de los planetas y en el sendero del hombre. El Señor de la Adaptabilidad y del Intelecto trae a la expresión y a la objetividad el desarrollo inteligente de la divina idea y del Plan.
Cuando se produzca el "Deseo de todas las Naciones" y el Cristo Cósmico se revele, todos los hombres y criaturas [i134] "libarán" o compartirán ocultamente de ese gran acontecimiento, y el Señor del rayo de Devoción e Idealismo, verá la consumación de Su trabajo y "será satisfecho".
También el Señor del cuarto rayo de Armonía, Belleza y Arte hará su aporte al gran trabajo creador, y al buscar la fuente que elude esa misteriosa revelación llamada belleza, se hallará que expresa esa sutil cualidad de la cual el "olfato", en lo que al animal respecta, es el símbolo. Entonces llegará a su fin la gran búsqueda y no será seguido esotéricamente el rastro dejado por el olor. Este cuarto rayo es preeminentemente el camino del investigador, del buscador y del que refleja sensiblemente la belleza. La nación judía tiene una estrecha relación con este cuarto rayo y con la cuarta raza raíz, de allí que sobresalga actualmente en el mundo del arte, y también la magnitud de sus simbólicas e interminables búsquedas y andanzas.
Cuando el Conocimiento acerca de Dios brille universalmente (no el conocimiento o la percepción de un gran ser, sino la expresión de la divina omnisciencia mediante la instrumentación humana), entonces el Señor de la Ciencia Concreta, que personifica el quinto principio de la mente, verá que su trabajo termina. Él estimula el sentido de percepción en la humanidad y nutre el aspecto conciencia en los reinos subhumanos, produciendo la correspondiente respuesta de la materia al espíritu e interpretando aquello con lo cual hubo una armonía sensible. La intuición es, textualmente, la captación sintética e inmediata de la verdad tal como existe esencialmente, y el Señor del segundo rayo llevará a su fin todo el proceso evolutivo, desarrollando en la humanidad [e126] la perfecta visión interna que hará que todo ser humano sea un total e inteligente colaborador del Plan.
[i135] Un concienzudo estudio de estas fuerzas de rayo en relación con el trabajo creador y un mayor desarrollo del Plan (hasta donde es posible comprenderlo en la actualidad), revelará cuán íntimamente está vinculado el proceso de construir, destruir y reconstruir con las tres cualidades del alma, sensibilidad, conciencia y percepción, y demostrar cómo el problema de la luz, que acabo de tratar, tiene una definida relación con nuestra capacidad de interpretar y comprender estas tres cualidades.
En la enseñanza esotérica, la conciencia concierne en los tres reinos subhumanos a la respuesta del aspecto forma.
- Al mundo de las formas vivientes, vibratorias y magnéticas donde están sumergidas cada forma. Todas las formas, mediante su irradiación, afectan a las demás y, de acuerdo a su cualidad y su nivel evolutivo, así será su respuesta al medio ambiente.
Al mundo subjetivo de fuerzas que llamamos mundo etérico. Todas las formas, en los cuatro reinos, responden en cierto grado y modo.
- Al mundo de las cualidades o del deseo. Todas las formas en todos los reinos responden en masa al impulso o al aspecto deseo de la divinidad, que subsiste en la raíz del proceso evolutivo. Esto se reconoce como incentivo y es más o menos autodirigido en la familia humana; las formas de otros reinos siguen ciegamente y responden a los distintos impulsos de la naturaleza de su mecanismo de respuesta.
Al considerar la afluencia de la energía mental y de las fuerzas que emanan del quinto plano de la mente (mente superior, mente inferior y la entidad egoica inteligente) entramos por completo en el dominio de la misma evolución humana, y la indefinida palabra conciencia podría muy bien ser reemplazada por la palabra percepción. El hombre tiene percepciones de distintos grados, pero [i136] el único ser que se da cuenta que percibe es el humano. Su mecanismo de respuesta responde a, y es influido por todos los contactos a los cuales responden las formas subhumanas, siendo además conscientes de sí mismo, y su mecanismo de respuesta es capaz de reaccionar no sólo a estímulos externos sino a contactos que emanan dentro de sí mismo, del denominado Yo, y también desde los mundos de la introspección y de la visión mística, que aparentemente están vedados a todas las formas de vida subhumanas.
[e127] Desde un punto de vista más amplio, del cual no me ocuparé en este tratado, el planeta constituye el mecanismo de respuesta de una Vida superhumana, y esa Vida responde conscientemente a los impactos que emanan desde el sistema solar y desde ciertas constelaciones (Vidas personificadas), con las cuales está vinculado nuestro sistema solar. En forma similar el Logos solar actúa por intermedio de ese gigantesco mecanismo de respuesta limitado por el círculo infranqueable de un sistema solar. Cada forma, desde el átomo más diminuto hasta una inmensa constelación, personifica una vida que se expresa como conciencia, percepción y sensibilidad responsiva, por medio de algún mecanismo de respuesta. De modo que tenemos el establecimiento de un universo de vidas, interactivas e interrelacionadas, todas ellas conscientes, algunas conscientes de sí mismas, otras conscientes del grupo, pero todas contenidas en la mente universal, poseyendo almas y presentando aspectos de la Vida divina.
Por lo tanto, vida, cualidad y apariencia, representan la triplicidad primordial. La apariencia es objetiva y las formas han sido estudiadas, analizadas y clasificadas científicamente durante épocas. Ahora estamos practicando la introversión y la introspección y tenemos el comienzo de un ciclo donde el mundo de la cualidad y del significado será sometido a una investigación y clasificación similares. Esto dará como resultado nuevos valores de vida, enriquecerá nuestra comprensión, traerá crecimiento y la sustitución del intelecto por la intuición.
[i137] Puedo exhortarlos a que vivan más continuamente en el mundo de significados y menos en el mundo de las apariencias? Es un mundo más real y menos ilusorio. Cuando la comprensión se haya desarrollado, cuando los hombres hayan aprendido a ver debajo de la superficie y cultivado la verdadera visión, entonces afluirán constantemente las cualidades del alma en todas las formas y el poder de la naturaleza forma será relegado a segundo término. La humanidad tendrá el privilegio de ser quien revele este mundo de significados, y todos los verdaderos estudiantes esotéricos deberían ser precursores en este campo.
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