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SEGUNDA PARTE

CAPITULO I

LOS SIETE CONSTRUCTORES CREADORES, LOS SIETE RAYOS


[e131] [i149] TERMINADA la primera parte, sentamos por lo tanto las bases para futuros estudios. Primero haré una breve exégesis de la teoría fundamental contenida en La Doctrina Secreta, llamada teoría hilozoista. Ella afirma la existencia de una sustancia viviente, compuesta de una multiplicidad de vidas sensibles, las que son impulsadas continuamente a manifestarse mediante el "aliento de la Vida divina". Dicha teoría no reconoce la existencia en el universo de la materia llamada inorgánica, y recalca el hecho de que todas las formas están construidas de vidas infinitesimales, que en su totalidad -grandes o pequeñas- constituyen una Vida, conglomerado de vidas que a su vez son parte integrante de una Vida mayor. Tenemos así la gran escala de vidas que se manifiestan en máxima expresión y van desde esa diminuta vida llamada átomo (de la cual la ciencia se ocupa), hasta esa vasta vida atómica que llamamos un sistema solar.

Ésta es una definición breve e inadecuadamente expresada de la doctrina hilozoista, y una tentativa de interpretar y encontrar el significado del mundo fenoménico manifestado, con sus tres principales características: vida, cualidad y apariencia. Debemos buscar el significado que existe detrás de todas las formas y experiencias de la vida, y aprender a penetrar en ese mundo de fuerzas subjetivas, el verdadero mundo en el cual trabajan los ocultistas.

Tomemos estas tres palabras y tratemos de comprender su significación en relación con los rayos.

[i150] Resulta casi imposible definir la significación de la palabra vida, porque ningún ser humano comprende ni podrá comprender la naturaleza de la vida hasta haber alcanzado la tercera iniciación. Repito esto enfáticamente a fin de inculcarles la inutilidad [e132] de hacer conjeturas sobre este tema. Los discípulos que han pasado la tercera iniciación y han escalado el monte de la Transfiguración pueden -desde ese punto elevado- vislumbrar la irradiación del centro subjetivo de energía (el sol central o espiritual de La Doctrina Secreta), y así obtener un destello sobre el significado de la palabra vida. Pero no pueden ni se atreven a dar a otros el conocimiento obtenido. Sus esfuerzos por trasmitir tal información serían inútiles y el lenguaje resultaría inadecuado para la tarea. La vida no es lo que hasta ahora se supone. Energía (en contradicción con la fuerza, empleando esta palabra para significar el centro de donde ella emana, y que se diferencia en fuerzas), no es lo que superficialmente se ha creído. La vida es la síntesis de toda actividad, actividad que es la mezcla de muchas energías, porque la vida es la suma total de las energías de los siete sistemas solares, de los cuales nuestro sistema solar es uno. Éstos, en su totalidad, son la expresión de la actividad de ese Ser denominado en nuestros archivos jerárquicos "Aquél del Cual nada puede decirse". Esta séptuple energía cósmica, las energías fusionadas y combinadas de los siete sistemas solares, incluyendo el nuestro, afluyen automáticamente a través de cada uno de ellos impartiendo las siguientes cualidades:

  1. Impulso para actuar.

  2. Impulso activo para organizar.

  3. Impulso activo organizado para lograr un propósito definido.

He puesto en palabras esos impulsos a fin de demostrar la tendencia emergente a través de su interacción. Este triple impulso energético, producido por el ímpetu de los siete grandes [i151] alientos o rayos, inició el proceso mundial de llegar a Ser y manifestó el anhelo de evolucionar -una evolución activa y organizada que se dirige directa e inevitablemente, hacia una meta específica. Esta meta sólo es conocida en toda su plenitud por esa Existencia incomprensible que trabaja a través de los siete sistemas solares (que a su vez es la expresión de siete grandes Vidas), así como nuestra Deidad solar actúa a través de los siete Logos planetarios. Todo esto ha sido insinuado y descrito en el Tratado sobre Fuego Cósmico, y no intento extenderme sobre ello. Sin embargo, quisiera indicarles, debido a que tiene una definida relación con la evolución de la cualidad en la familia humana, que los siete Constructores creadores o Logos planetarios, de nuestro sistema solar son personificaciones de la voluntad, de la energía y de la fuerza magnética que afluyen a través de Ellos desde los siete sistemas solares y penetran en Sus distintas esferas de actividad. Así, mediante Su actividad unida, se produce el sistema solar [e133] organizado, cuyas energías circulan constantemente, y sus emergentes cualidades están equilibradas y expresadas en todo el sistema. Todas las partes del sistema solar son interdependientes; todas las fuerzas y energías se hallan en constante flujo y mutación; todas fluyen por medio de cierta respiración rítmica, en grandes pulsaciones, alrededor del átomo solar, de modo que las cualidades de cada vida solar, fluyendo a través de las siete formas de los rayos, compenetran todas las formas dentro del círculo infranqueable solar, vinculando así una forma con otra. Observen, por lo tanto, que cada uno de los siete Rayos o Constructores creadores, personifican la energía, la voluntad, el amor y el propósito del Señor del sistema solar, así como ese Señor a su vez personifica un aspecto de la energía, la voluntad, el amor y el propósito de "Aquél del Cual nada puede decirse". Por eso, la primera proposición que deben captar quienes estudian el tema de los rayos, es: [i152]

I Cada Vida de rayo es la expresión de una Vida solar, y cada planeta está en consecuencia...

  1. Vinculado con cada vida planetaria del sistema solar.

  2. Animado por la energía que emana de uno de los siete sistemas solares.

  3. Activado por una triple corriente de fuerzas vitales que proviene de:

    1. Otros sistemas solares fuera del nuestro.
    2. Nuestro sistema solar.
    3. Su propio Ser planetario.

Resulta imposible para el pensador común captar el significado de esta afirmación, pero puede comprender parcialmente el enunciado de que todo planeta es un punto focal a través del cual circulan y fluyen incesantemente fuerzas y energías, y que las energías emanan desde el cosmos externo o del universo mismo, desde el sistema solar del cual su propio planeta es una parte y nuestro sol es el centro, y de Aquel Ser que constituye nuestro particular Señor, o Vida planetaria.

Quisiera ahora aclarar la diferencia que existe entre una constelación y un sistema solar, según la enseñanza esotérica, aunque los científicos modernos no estén de acuerdo.

Un sistema solar consiste en un sol como punto focal central, acompañado de una serie de planetas sujetos a sus órbitas en armonía magnética alrededor de ese sol.

Una constelación consiste en dos o más sistemas solares, o series de soles acompañados de sus planetas. Estos sistemas se mantienen unidos como un todo coherente mediante la poderosa interrelación de los soles, cuya armonía magnética está [e134] equilibrada en tal forma que, en sentido oculto, "huellan juntos el sendero dentro del radio de poder de cada uno", mantienen sus distancias relativas, vitalizan sus planetas y, al mismo tiempo, sostienen igual equilibrio o influencia. En raros casos este equilibrio es perturbado, o sufre un aumento o disminución de influencia y de poder magnético.

[i153] Esta condición se rige por la ley cósmica del ritmo, tan confusa que resulta incomprensible en la actualidad.

Un ejemplo del aumento y disminución en gran escala de la irradiación e influencia (términos sinónimos en ocultismo), puede observarse ya en la constelación de Géminis, donde uno de los gemelos aumenta su brillo y poder y el otro lo disminuye. Pero esto, esotéricamente, es un ejemplo excepcional.

La relación de las constelaciones con el sistema solar, base de las investigaciones astrológicas, será considerada más adelante. Aquí sólo quiero indicar la doble realidad que constituyen los siete rayos:

  1. Son expresiones de energías que emanan de los siete sistemas solares, que a su vez están animados por la Vida de "Aquél del Cual nada ruede decirse".

  2. Están influidos y controlados astrológicamente por las doce constelaciones, cuyas energías se hallan en contacto con nuestro sistema solar durante el curso del recorrido de nuestro sol a través del zodíaco mayor, en el vasto período de aproximadamente veinticinco mil años y, en menor grado, en el transcurso de doce meses del año cuando recorre el sendero menor del zodíaco.

La complejidad del tema es muy grande, y sólo un amplio delineamiento general del sistema y los principios básicos que rigen la ley de la evolución pueden ser tenuemente percibidos y captados. Lo que abarca el tema es de tanta amplitud que la mente concreta y el razonamiento se pierden al entender los problemas y su complejidad. Pero la intuición iluminada con su poder sintetizador (característica que surge en los discípulos e iniciados en entrenamiento), puede conducir y los conduce a una serie gradual de expansiones de conciencia que al final los llevará a la cumbre del Monte [i154] de la Transfiguración. Desde esa cúspide el discípulo puede adquirir la visión que le permitirá ver todo el esquema mundial en un instante y participar, como Arjuna, de la experiencia descrita en el Gita, en la que "vio todas las formas reunidas en el cuerpo de ese Dios de Dioses". Luego podrá descender de la montaña con su personalidad transfigurada y radiante. ¿Por qué? Porque ahora sabe que el espíritu es una realidad y la base de la inmortalidad; sabe más allá de toda controversia que existe un Plan, y que el amor de Dios es la ley básica de toda manifestación y el origen de todo impulso evolutivo; [e135] entonces podrá estar seguro, por el conocimiento adquirido, que la realidad del espíritu, la proximidad del amor y el alcance sintético del Plan, proporcionarán los cimientos sobre los cuales podrá poner sus pies, mantenerse firme y confiar en que el logro de la meta también es seguro.

Nuestra segunda proposición es la siguiente:

II. Cada uno de los rayos es receptor y custodio de las energías provenientes de:

    1. Los siete sistemas solares.
    2. Las doce constelaciones.

Cada rayo hace pasar estas energías a través de su cuerpo de manifestación (un planeta), y las imparte a la forma planetaria y a todas las formas que están sobre y dentro de ella. Estas formas diferenciadas están animadas por la energía que proviene de la Vida cósmica, de la Deidad solar y de la Vida planetaria y, en consecuencia, están coloreadas por las cualidades de los siete sistemas solares y las doce constelaciones. Esta fusión de energías que actúa sobre la sustancia produce las formas, y cada forma subjetiva a su vez produce la apariencia externa.

No es posible estudiar estas fuerzas y cualidades en detalle, en lo que respecta a un ser humano individual, porque la escala es relativamente muy diminuta y los detalles a considerarse muy intrincados. Pero la naturaleza de las cualidades [i155] y las energías pueden ser captadas hasta cierto punto, a medida que estudiamos las siete Vidas de rayo con sus siete tipos psicológicos y las doce Jerarquías creadoras descritas en La Doctrina Secreta, 7 + 12 = 19 y si se agregan a estas 19 expresiones de Vida los 3 aspectos mayores de la Deidad, denominados la vida de Dios, el Padre; el amor de Dios, el Hijo, y la Actividad Inteligente de Dios, el Espíritu Santo. llegamos al místico número 22, que en esoterismo se lo denomina el número del adepto. Esto significa simplemente que adepto es aquél que comprende la naturaleza de las 19 fuerzas a medida que se expresan por medio de la triple manifestación divina, y ésta a su vez se relaciona con la conciencia humana. Pero no significa que el adepto haya dominado y pueda manejar los 19 tipos de energía. Éstos son conscientemente manejados por los tres Constructores sintéticos o Creadores, que son:

  1. La Vida que Se expresa a través de los siete sistemas solares.
    del Cual nada puede decirse. [e136]

  2. La Vida que Se expresa a través de los siete planetas.
    Deidad Solar ... Dios.

  3. La vida que Se expresa a través de los siete centros planetarios o de los continentes.
    Logos Planetario ... El Anciano de los Días.

Lo que el adepto ha logrado es que sus siete centros de fuerza, ubicados en el cuerpo etérico, respondan a las fuerzas espirituales más elevadas, y a medida que progresa también responderá, gradual y correlativamente, a los tres tipos de fuerza sintética ya mencionados.

En el sendero del discipulado, y hasta la tercera iniciación, aprende a responder a la energía y al propósito espiritual de la Vida de su propio planeta. En la primera y segunda iniciaciones y hasta la tercera, ha sido guiado e iniciado por la influencia que ejerce el Cristo, y bajo su dirección se ha sometido a dos expansiones de conciencia, que lo [i156] han preparado para la tercera. Entonces queda bajo el poder iniciador del Logos planetario y, por la actividad intermediaria de ese gran Ser, el iniciado llega a ser activamente consciente de la energía que emana de la Deidad solar. Por lo tanto, está aprendiendo a responder al segundo tipo de fuerza sintética.

Después de haber pasado la iniciación más elevada que se puede lograr en este planeta, responderá por primera vez a la energía que emana desde el Centro cósmico externo. Esta última etapa de expansión es muy poco común y sólo ciento once seres humanos, en la historia planetaria, han logrado este estado de percepción.

¿Qué utilidad tiene para el lector o el estudiante, esta información? Prácticamente ninguna, excepto indicar la vastedad del Plan y el maravilloso alcance de la conciencia humana. Lo que pueda significar ese contacto con el tipo más elevado de fuerza sintética, no puedo decirlo. Los Logos planetarios mismos actúan en la luz de esa sublime Conciencia y hacia ese privilegio se encaminan el Cristo mismo, y su gran Hermano, el Buddha, con los tres Buddhas de Actividad, aspiran a ello en la actualidad. Esto es todo lo que sé, no puedo explayarme más sobre el tema. Pero la maravilla y la inmensidad del drama que se desarrolla en el universo es una prueba de su realidad, y la comprensión de parte del hombre, por pequeña que sea, es la garantía de su divinidad. Etapa tras etapa nos acercamos lentamente a la meta de la percepción consciente e inteligente. Paso a paso dominamos la materia y hacemos que el mecanismo de percepción y de contacto sea más adecuado. Poco a poco nosotros (y con esto quiero significar toda la familia humana) nos acercamos "al lugar del reconocimiento" y nos preparamos para escalar la montaña de la visión. Si los aspirantes pudieran comprender lo maravilloso de esa revelación y si captaran la magnificencia de la recompensa [i157] de sus esfuerzos, habría menos fracasos, más valor, [e137] una realización mayor y firme y, en consecuencia, un mundo que se iluminaría más rápidamente.

El alcance de esa visión impartida justifica un detenido estudio y la ofrenda del ansia divina del alma para que se la reconozca. Lo importante no es leer mucho, sino que el cerebro registre con exactitud y la enseñanza se adapte a la necesidad individual. La visión no puede poseerse, siempre va adelante, pero si se dedica la vida entera a perseguir la visión, no debe pasarse por alto el servicio al prójimo, porque entonces la visión de nada le servirá. He tratado de expresar aquí la magnitud del Plan y los peldaños que tiene por delante cada aspirante y todo miembro de la Jerarquía en la escala de evolución.


1. Los Rayos y la Vida-Cualidad-Apariencia.

Llegamos ahora a la consideración de los rayos, que nos introduce inmediatamente en el reino de la psicología y de las distintas influencias psicológicas. Al considerar la segunda manifestación de rayo, el aspecto Cualidad, trataremos esos factores predeterminantes que producen infinidad de diferenciaciones en el mundo fenoménico. La cualidad, el color y la naturaleza de la energía viviente (inadecuada definición de la palabra "vida") fijan o determinan el aspecto que adquieren y la característica que expresan todas las formas en los cuatro reinos de la naturaleza; las emanaciones de la forma individual, debido a la influencia modificadora que establece el contacto de la viviente cualidad con la sustancia afectada y con el reino que es el foco de atención donde se produce, es, en consecuencia, la apariencia característica, la actividad especializada y la [i158] emanación intrínseca de cada forma en cualquier reino. En mis libros anteriores, dividí los rayos en dos grupos:

1er. Grupo: Rayos de Aspecto, los tres rayos mayores.

2do. Grupo: Rayos de Atributo, los cuatro rayos menores.

Los tres rayos mayores, que constituyen la suma total de la divina manifestación, son rayos de aspecto, por dos razones:

Primero, son, en su totalidad, la Deidad manifestada, el Verbo en encarnación. Expresan el propósito creador y la síntesis de la vida, la cualidad y la apariencia.

Segundo, están activos en todas las formas de todos los reinos, y determinan las amplias y generales características que rigen la energía, la cualidad y el reino implicado; a través de ellos las formas diferenciadas vienen a la existencia, las vidas [e138] especializadas se expresan y la diversidad de agentes divinos cumplen su destino en el plano de la existencia designado.

Los agentes creadores de Dios hacen sentir poderosamente su presencia sobre estas tres corrientes de vida y fuerza cualificadas, y mediante su actividad dotan a todas las formas con ese atributo evolutivo interno que, oportunamente, los impulsará a ponerse de acuerdo con el propósito divino, e inevitablemente producirá ese tipo de conciencia que capacitará al ente fenoménico para que reaccione al medio ambiente y cumpla así su destino como parte integrante del todo. Así se hace posible la cualidad intrínseca y el tipo específico de radiación. La interacción de estos tres rayos determina la apariencia fenoménica externa, atrae la unidad de vida a uno de los reinos de la naturaleza y a una de las infinitas divisiones dentro de ese reino; el proceso de seleccionar y discernir se repite hasta obtener la gran variedad de ramificaciones en los cuatro reinos, las divisiones, los grupos dentro de una división, las familias y demás ramificaciones. Así el proceso creador se presenta ante nuestra incipiente conciencia en su admirable belleza, secuencia y desenvolvimiento, [i159] y nos deja atónitos y maravillados la facilidad con que crea el Gran Arquitecto del Universo.

Observando simbólicamente toda esta belleza y simplificando el concepto (tarea que realiza el que trabaja con símbolos) podríamos decir que el primer Rayo personifica la idea dinámica de Dios, y con ella el Altísimo inicia el trabajo de la creación.

Al segundo rayo le corresponde establecer las primeras formulaciones del Plan sobre el cual debe construirse la forma, materializarse la idea (por intermedio de los agentes de esta segunda gran emanación) y reproducirse los anteproyectos con exactitud matemática, unidad estructural y perfección geométrica. El Gran Geómetra se coloca así a la vanguardia y posibilita el trabajo de los Constructores. El Templo se construirá sobre figura y forma y correlación de guarismos y abarcará y expresará la Gloria del Señor. El segundo rayo es el del Maestro Constructor.

El tercer Rayo constituye el conjunto de fuerzas constructoras en actividad, y el gran Arquitecto con Sus Constructores organiza el material, inicia el trabajo de construcción y oportunamente (a medida que continúa el ciclo evolutivo) materializa la idea y el propósito de Dios, el Padre, guiado por Dios, el Hijo. Sin embargo, estos tres son una unidad como lo es un ser humano que concibe una idea, emplea su mente y cerebro para expresar su idea y utiliza sus manos y sus fuerzas naturales para perfeccionar su concepto. La división de los aspectos y las fuerzas es irreal, excepto para una comprensión inteligente.

[e139] Los que lean este tratado y deseen realmente aprovechar esta enseñanza deben entrenarse para pensar siempre en términos de la totalidad. Las clasificaciones arbitrarias, las divisiones por triplicidades y septenarios - y la diversificada enumeración de las fuerzas [i160] que emanan de las siete constelaciones, los diez planetas y las doce mansiones del zodíaco, tienen sólo por objeto dar al estudiante la idea de un mundo de energías en el cual debe desempeñar su parte. Desde el punto de vista de la psicología esotérica debe observarse que todas las escuelas de psicología se equivocan en el manejo del ente humano, precisamente por esta razón; no juzgan a un hombre como un todo sintético y -debido a la falta de conocimiento y también a la carencia de la facultad intuitiva- el sicólogo común raras veces entra en el reino de la verdadera cualidad y de los aspectos de la vida, y el hombre sometido a un análisis es considerado más o menos objetivamente, porque raras veces se encaran las verdaderas fuentes de su naturaleza fenoménica. Los aspectos determinantes del rayo de la personalidad, que constituyen la suma total de sus cualidades físicas, emocionales y mentales, están en proceso de ser clasificados e investigados, y ya se ha realizado algo de valor. Las reacciones físicas, los hábitos emocionales y los procesos mentales -normales y anormales- del hombre, se comprenden hoy mucho mejor que hace veinticinco años. Sin embargo, hasta que no exista un conocimiento más adecuado de las cualidades de los rayos, y hasta que no se determine el rayo del alma de un hombre y se conozca y diagrame el efecto de ese rayo sobre el rayo de la personalidad, la verdadera naturaleza de su temperamento y la real causa subjetiva de sus diversas reacciones, de sus complejos e inhibiciones, continuarán siendo un problema muy difícil de manejar. Por ejemplo, cuando los sicólogos comprendan que la actividad que despliegan la cualidad y la energía del alma determinen si un hombre actuará en una vida como introvertido o extrovertido, entonces tratarán de obtener ese equilibrio de las fuerzas de rayo que permitirá al hombre expresarse en tal forma, que deje abierto el sendero hacia el mundo externo y elimine los obstáculos del sendero hacia al mundo interno.

¿Cuál es la verdadera naturaleza del místico o introvertido? Es [i161] una persona cuya fuerza del alma, rayo o cualidad, es demasiado fuerte para que la maneje la personalidad. El hombre descubre que el sendero a los mundos internos de deseo-emoción y de mente y visión espiritual, son para él la línea de menor resistencia y, en consecuencia, sufre la integración y expresión en el plano físico. El "tirón" del alma contrarresta el tirón externo, y el hombre se convierte en un místico visionario. Aquí no me [e140] refiero al místico práctico que está en camino de ser un ocultista blanco. Lo contrario podría ser verdad, entonces tendremos al extrovertido puro. El rayo de la personalidad se enfoca en el plano físico y la atracción interna del alma se contrarresta momentáneamente y a veces durante varias vidas. Cuando esta condición externa y "tirón" es muy fuerte y cuando todas las cualidades de rayo de la personalidad se enfocan en un punto, tendremos un despliegue de exhibicionismo, según se lo denomina, o una personalidad constructiva de elevado grado que expresa el genio y las posibilidades creadoras de una expresión física, emocional y mental coordinada, coordinación que se manifestará externamente en el mundo del quehacer y no internamente en el mundo del ser o del alma. Ambas condiciones indican el "genio hacia la perfección". Cuando el equipo es mediocre tenemos un complejo reprimido o frustrado, y un fuerte sentido de inferioridad que puede derivar en un exhibicionismo anormal. Cuando el equipo es refinado y entrenado, tendremos un magnífico trabajador en los distintos campos del esfuerzo humano. Cuando, como ocurre ocasionalmente, se agrega a lo anterior una tendencia a la introversión, con su consiguiente conocimiento del alma y desarrollo de la intuición, entonces tendremos un conductor de hombres, un instructor proveniente de los dioses y una potencia espiritual. De allí que sería de valor si los sicólogos en estos tiempos modernos se interesaran (por lo menos temporariamente) en las hipótesis enunciadas por la escuela de psicología esotérica. Con ello saldrían ganando y, en último caso, nada perderían.

[i162] Los cuatro rayos de atributo que tienen su síntesis en el tercer rayo de aspecto hacen resaltar más sus variadas cualidades que los tres rayos de aspecto. Generalizando podría decirse que a medida que nos esforzamos en dilucidar el problema, los tres rayos de aspecto hallan su principal expresión, en relación con el género humano, por intermedio de los tres vehículos periódicos:

1er. Rayo Poder Vida Idea Mónada.
2do. Rayo Amor-Sabiduría Conciencia Ideales Alma.
3er. Rayo Inteligencia activa Apariencia Ídolos Personalidad.

Hallan su expresión secundaria en los tres cuerpos que forman la personalidad del hombre.

1er. Rayo Poder Ideas Cuerpo mental Propósito. Vida.
2do. Rayo Amor Ideales Cuerpo astral Cualidad.
3er. Rayo Inteligencia Ídolos Cuerpo físico Forma.

Los rayos de atributo aunque se expresan por igual en todos los planos, a través de los vehículos periódicos y los tres aspectos de la personalidad, lo hacen principalmente en uno de los cuatro reinos de la naturaleza: [e141]

4to. Rayo Armonía, Conflicto 4to. reino Humano. Equilibrio.
5to. Rayo Conocimiento Concreto 3er. reino Animal.
6to. Rayo Devoción 2do. reino Vegetal.
7mo. Rayo Rito Ceremonial 1er. reino Mineral.

Éstos son sus principales campos de influencia en los tres mundos, y más adelante ampliaremos el tema.

En lo que al género humano respecta estos cuatro rayos de atributo se expresan ampliamente en conexión con los cuatro aspectos de la personalidad o cuaternario, y son:

4to. Rayo Armonía a través del conflicto cuerpo físico.
5to. Rayo Conocimiento concreto cuerpo etérico.
6to. Rayo Devoción cuerpo astral.
7mo. Rayo Organización cuerpo mental.

[i163] Recuerden que la interrelación e interacción son sintéticas en todos los planos: en los niveles amorfos y también en los planos de la forma, y en conexión con esto en todos los estados de conciencia y por todo el universo creado.



LOS SIETE RAYOS

Se afirma que existen siete grandes rayos en el cosmos. En nuestro sistema solar sólo uno de estos grandes rayos está en actividad. Las siete subdivisiones constituyen los "siete rayos" que manejados por nuestro Logos solar, forman la base de infinitas variaciones en su sistema de mundos. Estos siete rayos pueden describirse como los siete canales a través de los cuales fluye todo lo que existe en Su sistema solar, las siete características predominantes, o modificaciones de la vida, que no sólo se aplican a la humanidad sino también a los siete reinos. En realidad no existe nada en el sistema solar, cualquiera sea su grado de evolución, que no pertenezca ni haya pertenecido a uno de los siete rayos.

La siguiente clasificación dará una explicación de las distintas características de los siete rayos:

[e142]

Característica Métodos de Desarrollo Planeta Color
    (según A. BESANT)    
         
1ro Voluntad o Poder Raja Yoga Urano Llama.
      representa al Sol  
         
2do Sabiduría. Equilibrio. Raja Yoga Mercurio Amarillo
  Intuición     Rosado
         
3ro Mente Superior Exactitud de pensam. Venus Índigo
    Matemática superior   Azul
    Filosofía   Bronce.
         
4to Conflicto Intensa lucha Saturno Verde.
  Nacimiento de Hatha Yoga, el méto-    
  Horu do más peligroso pa-    
    ra el desarrollo síquico    
         
5to Mente Inferior Acción exacta La Luna Violeta.
    Ciencia práctica    
         
6to Devoción Bhakti Yoga Marte Rosado.
    Necesidad de un objeto   Azul.
         
7mo Orden Ceremonial Cumplir el ceremonial Júpiter Brillante
    Control de las fuerzas   Claro
    de la naturaleza   Azul.

[i164] Resultará evidente que cada uno de los reinos -elemental, mineral, vegetal y animal, y también el humano- se dividen en siete tipos primarios o rayos, debido a que la individualización (por ejemplo, la transición del reino animal al reino humano) sólo puede tener lugar en la actualidad mediante la asociación con el hombre, de lo cual se deduce que al frente del reino animal debe haber en cada uno de los rayos alguna de las especies de animales susceptibles a la influencia humana, a través de las cuales puede tener lugar dicha individualización. Se dice que el elefante encabeza el tipo de animal de segundo rayo, mientras que el gato y el perro ocupan una posición similar en el cuarto y sexto rayos respectivamente. No tenemos información sobre los demás, excepto que ya no existen en la tierra animales de primer rayo.

Además de considerar los rayos como canales a través de los cuales fluye todo lo que existe, debemos reconocerlos como influencias que actúan a su vez en el mundo. Cada rayo posee un período de máxima [i165] influencia a la cual todo está sujeto en gran medida, no sólo los que pertenezcan por naturaleza a ese rayo particular, sino los que pertenecen a otros rayos. El extenso período de influencia de cada rayo se divide en siete etapas, cada una de las cuales está cualificada por la influencia del período más extenso de rayo, el cual se intensifica cuando alcanza el máximo período de su propio subrayo (por ejemplo, la influencia del sexto rayo es mayor durante el período del sexto subrayo). Debemos observar que el término "sub-rayo" se emplea simplemente por conveniencia, a fin de designar un período más breve de influencia y no para señalar cualquier diferencia en la naturaleza del rayo.

Se dice que en la actualidad está saliendo de la manifestación el sexto, el Rayo predominante, la Devoción, activo desde antes de la era cristiana y que el séptimo subrayo también se convirtió en una influencia modificadora hace más o menos setenta y cinco [e143] años (1860) y continuará ejerciendo influencia. El primer resaltado de su influencia fue el Concilio Ecuménico en Roma (1870) con la declaración de la Infalibilidad del Papa. El Movimiento Tractario empezó en Inglaterra en la misma época, mientras que el progreso de la influencia del séptimo subrayo, que aún continúa, caracterizado por el constante incremento del ritualismo y sacerdotismo en las distintas iglesias, incluso en la iglesia de Roma, ha habido una notable restricción de la autoridad clerical en materia de dogma y práctica. Nada más diré sobre su influencia en el pensamiento religioso, más adelante consideraré sus otros aspectos.

También se nos ha dicho que el renacimiento religioso bajo el régimen de Wesley y Whitfield en Inglaterra estaba regido por el sexto subrayo, y creo que se justifica la suposición de que el surgimiento de Molinos y los Quietistas en España y Europa Central, y el Santo Martín y su grupo de filósofos espirituales en Francia y en otras partes, indican el [i166] progreso del mismo período, durante el cual el Rayo de Devoción se acentuó debido a su propio sexto subrayo.

Con estos pocos hechos aislados quizás podamos llegar a la conclusión de que la época en que cada subrayo ejerce su influencia modificadora tiene una duración de ciento cincuenta a doscientos años.

No sabemos cuántas veces (tal vez siete) se repiten sucesivamente los subrayos en el ciclo del rayo mayor. Lógicamente debe ser más de una vez, teniendo en cuenta que el gran sexto rayo ya estaba activo antes de surgir el cristianismo. También es evidente que el buddhismo no pudo haber sido, como se creía, el resultado final del gran período del segundo rayo, porque el intervalo entre la aparición del buddhismo y del cristianismo duró solo quinientos años. Probablemente el buddhismo apareció bajo la influencia del segundo subrayo del gran período del sexto rayo. Al tratar de investigar retrospectivamente cuál fue la influencia del último resultado de los subrayos 5, 4, 3, 2 y 1, se sugiere que el período de Alquimistas y Rosacruces pudo haber sido regido por el quinto subrayo; la época del flagelador y otros acérrimos fanáticos que practicaban la autotortura y las mutilaciones, influencia ejercida por el cuarto subrayo, como también la época en que la astrología se practicaba ampliamente representando al tercer subrayo, mientras que la época anterior de los gnósticos pudo haber sido el resultado del segundo subrayo. Éstas sólo son conjeturas y aunque la última época mencionada pudo ser posible no hay correspondencia cronológica en los casos anteriores, porque los Alquimistas, Flagelantes y Astrólogos, eran más o menos contemporáneos en la Edad Media.

[e144] El surgimiento del espiritismo moderno se debe sin duda a la influencia del séptimo subrayo, y puede ser también una previa influencia del gran séptimo rayo venidero. Es interesante observar que este movimiento fue iniciado por una sociedad secreta que [i167] existió en el mundo desde el último período en que predominaba el séptimo rayo en la era Atlante.

Toda gran religión que surge está bajo la influencia de uno de los rayos, pero no significa necesariamente que cada sucesivo rayo traerá como resultado una religión de gran alcance. Se dice que el brahamanismo es la última gran religión que surgió por influencia del primer rayo; se ignora cuál pudo haber sido la religión resultante del último período de segundo rayo, pero las religiones de Caldea, de Egipto y de Zoroastro puede decirse que representan el tercero, cuarto y quinto rayos respectivamente. El cristianismo y probablemente el buddhismo fueron el resultado de la influencia del sexto rayo. El mahometismo, que cuenta con un número muy grande de adherentes, está influido por el sexto rayo, pero no es una gran religión raíz, sino un vástago híbrido del cristianismo, con un matiz judaico.

Algunos dicen que los rayos se dividen en tres tipos; el primero y el segundo por sí solos, y los cinco restantes como un grupo. Desde este ángulo se los considera como tres rayos, y tipifican las diversas Trinidades. Otro sugestivo fragmento simbólico describe a los tres rayos como que utilizan respectivamente tres tipos de fuego para encender el sacrificio del altar, el eléctrico, el solar y el artificial o fuego por fricción.

Antes de entrar a considerar las virtudes, los vicios y las características especiales humanas que diferencian a un individuo que pertenece a un rayo, de otro individuo que pertenece a otro rayo, será conveniente referirnos al origen de las dos influencias de rayo que constituyen el factor dominante y modificador del carácter de todo ser humano, como también a la influencia planetaria o rayo de la personalidad, que igualmente modifica estas dos grandes influencias durante determinada vida.

[i168] Vimos que los siete rayos son siete diferenciaciones de un gran rayo cósmico, efectuadas dentro del Ser mismo de nuestro Logos solar, antes de que Él iniciara Su creación. Sabemos ahora que la divina chispa, el divino centro de conciencia en cada uno de nosotros, procede del principio más elevado de nuestro Logos y contiene, por lo tanto, la potencialidad de todos los rayos, pero en el momento en que nuestro Logos conformó incontables centros de conciencia divina en Sí Mismo, cada uno de estos centros estaba coloreado por el atributo especial de uno de los rayos. En vista de que éstos se limitaron (por ejemplo, al separarse de la [e145] conciencia absoluta del Logos, mediante un velo sutil de diferenciación), necesariamente debían pertenecer a uno de los rayos, por eso la esencia misma de nuestro ser, la chispa central de lo divino en cada uno de nosotros, podría decirse que pertenece a uno de los siete rayos y también que es el rayo primario del hombre.

Se recordará que la primera gran afluencia proveniente del Logos vivificó la sustancia universal e hizo vibrar todos los átomos de materia, dentro del círculo infranqueable de Su sistema, en siete diferentes grados de vibración. La segunda afluencia produjo las combinaciones moleculares, formó los seis subplanos en cada plano por debajo del atómico y creó la forma. En el momento de la segunda afluencia cada uno de los divinos centros de conciencia introdujo un hilo del ser en un átomo de los subplanos más elevados, el átmico, el búddhico y el manásico -átomos destinados a ser el núcleo de los futuros cuerpos, cada uno en su respectivo plano y los tres forman la tríada superior, a la cual tan frecuentemente se hace referencia. Cada átomo está influido por uno de los rayos, y los átomos átmico, búddhico y manásico mencionados pertenecen todos al mismo rayo; pero no es necesariamente el mismo al cual pertenece el influyente centro de la conciencia. En realidad, en la mayoría de los casos, el rayo del [i169] centro de la conciencia y el de la Tríada son distintos; uno modifica al otro, el primero es el primario (denominado por A. Besant el rayo monádico) y el otro el secundario o rayo individual, pues el átomo manásico es el núcleo del futuro cuerpo causal donde el individuo pasa de una vida a otra. Este cuerpo se construye lógica y gradualmente con partículas de materia de la misma cualidad y tipo del átomo de su núcleo, y cuando se construye así durante largas épocas de evolución, el influyente centro divino de conciencia, que durante épocas ha evolucionado también individualmente, se une a él, y el Yo o Ego individual e inmortal, inicia su ascensión a través del reino humano. Tal la tercera afluencia para cada alma. La influencia que ejerce este rayo secundario o individual, constituye el principal factor en las primeras etapas de la evolución, por ejemplo en los reinos elemental, mineral, vegetal y animal; pero lógicamente la influencia que está más profundamente arraigada debe ser la que afecta al divino centro de la conciencia; entonces, cuando tiene lugar la unión a que nos hemos referido y la entidad se convierte en el ego que reencarna, el rayo primario llega a ser la fuerza dominante y permanente.

Hay aún otra influencia sobre la que debemos tratar. Es el rayo planetario al que pertenece cada ser humano al nacer. Deberá tenerse en cuenta que la denominada influencia de un planeta en realidad es la influencia que ejerce la Jerarquía que rige ese [e146] planeta. Este rayo personal es el factor importante que influye en el carácter de un hombre durante el curso de una vida. Digo el curso de una vida, pero lógicamente pueden ser una o más vidas si las condiciones kármicas lo exigen, porque el momento del nacimiento de cada individuo se fija de acuerdo a las necesidades kármicas y, probablemente todos nosotros -sea cual fuere nuestro rayo primario o individual-, hemos pasado una y otra vez, vidas enteras bajo la influencia personal de los siete rayos.

2. El Actual Plan de los Rayos y los Trabajadores.

[i170] El trabajo de los rayos primero y segundo consiste especialmente en servir de instrumento en el trabajo de materializar el Plan de Dios para nuestro mundo y llevar a cabo su manifestación. Sería interesante considerar aquí el Plan tal como se desarrolla actualmente, porque los dos tipos de fuerza de rayo, el de poder-voluntad y el de amor-sabiduría, están hoy predominantemente activos. Quienes trabajan en otras líneas de fuerza -sea que se expresen objetivamente o estén activos subjetivamente- han subordinado temporariamente sus intereses y cancelado hasta cierto grado sus propios proyectos, a fin de enfrentar las necesidades del mundo. Existe un Plan que ahora entra en vigencia, lo cual ha requerido la atención y solicitado la colaboración leal de todos los sectores del gobierno mundial. En todo esfuerzo organizado y en todo amplio proyecto de construcción y de trabajo, siempre deben subordinarse algunos factores a otros, y esto ahora es más necesario que nunca en el desarrollo del Plan jerárquico.

Si las enseñanzas de este tratado deben alcanzar el propósito para el cual han sido destinadas, es esencial que entre las enseñanzas ocultistas y los conceptos universales estén diseminados esos puntos de interés inmediato e imperativo que harán que este tratado sea de utilidad práctica y de aplicación vital.

En el Tratado sobre Magia Blanca describí uno de los primeros pasos dados por la Jerarquía al inaugurar el nuevo Plan, plan formulado en 1900, en forma de ensayo, en una de las grandes reuniones realizadas por la Jerarquía cada 25 años. En la siguiente gran reunión efectuada en 1925, a fin de lograr colaboración, se discutió más detalladamente el nuevo Plan, se introdujeron ciertos cambios necesarios [i171] (resultado de la Guerra Mundial), y los miembros de ese importante Concilio resolvieron dos cosas:

Primero, que los miembros de la Jerarquía planetaria debían hacer un esfuerzo unido durante un periodo de varios años (o sea hasta 1950) para lograr ciertos resultados definidos, y durante [e147] ese tiempo la atención de los Grandes Seres debería dedicarse al esfuerzo de expandir la conciencia de la humanidad e iniciar una especie de proceso forzado, para que el horizonte mental de los hombres se ampliara enormemente y en forma análoga se acrecentara, fortaleciera y adquiriera seguridad y conocimiento, decidiéndose que ciertas dudas debían ser aclaradas.

Segundo, se determinó vincular más estrecha y subjetivamente a los discípulos avanzados, aspirantes y trabajadores del mundo. Con ese fin los Maestros pusieron a Sus grupos personales de discípulos en contacto entre sí, subjetiva, intuitiva y a veces telepáticamente. Así vino a la existencia el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo.

Por lo tanto, en lugar de siete grupos de trabajadores en el mundo, absorbidos en las actividades que corresponden a las siete líneas mayores de fuerza -su lugar en el esquema lo determina su rayo-, los Maestros, Sus discípulos y los probacionistas, se agruparon en tres divisiones principales, para que los campos de la evolución humana, en la política, la religión y la educación, pudieran ser adecuadamente servidos.

Al mismo tiempo organizaron el grupo intermedio de Servidores del mundo que pudiera actuar como medio de enlace, intérprete e intermediario entre la Jerarquía interna activa y los pensadores del mundo, y también como agente en cada país y en todos los grupos. De este modo, los grupos animados por el deseo de servir que eran (a pesar de lo erróneo de su técnica y método) de utilidad para [i172] ayudar a sus semejantes, fueron absorbidos en la corriente de estímulo espiritual con la intención de aumentar su eficacia. Los grupos cristalizados y sectarios no respondieron como un todo, pero entre ellos, aun los más pasivos, algunas personas respondieron al nuevo impulso.

La institución de este nuevo Plan hizo acrecentar automáticamente el entrenamiento de esos hombres y mujeres que daban señales de responder a las influencias subjetivas y a la intuición. Se consideró prudente aplicar un procedimiento forzado a fin de que el género humano fuera más sensible y desarrollara ciertos poderes latentes pero ocultos; además se intentó llevar a los más avanzados a un nivel de sensibilidad y a una receptividad espiritual, que hasta ahora había sido prerrogativa de los místicos e intuitivos. Durante los últimos años ha continuado ese proceso y los resultados fueron mejores de lo que se había anticipado. La guerra que devastó al mundo eliminó muchos obstáculos.

Hablando en forma general, el Plan se dividió en tres partes:

Primero: Política.

[e148] El objetivo del trabajo proyectado fue desarrollar y establecer una conciencia internacional. Este esfuerzo siguió la línea de poder o voluntad, de gobierno o la línea de primer rayo. Los discípulos y aspirantes que actúan en el campo de la organización y la masa de idealistas, se organizaron para realizar este trabajo, siendo puestos en actividad los trabajadores del séptimo y del sexto rayos. Por lo tanto, los grupos se constituyeron en un solo grupo para realizar este esfuerzo. También se determinó demostrar la necesidad de adoptar una síntesis económica como parte del trabajo para relacionar las naciones entre sí, a fin de que el espíritu evidenciado por una organización como la Cruz Roja, por ejemplo, pudiera también evidenciarse internacionalmente [i173] en la mutua interacción de las naciones. Es innecesario señalar que la presión y tirantez materiales y la destrucción de los viejos partidos políticos y de las relaciones comerciales desempeñarían su parte. Se decidió demostrar la necesidad de establecer un espíritu internacional de dependencia e interrelaciones, para que las naciones se vieran obligadas a comprender políticamente que el aislamiento, la separatividad y el cultivo del egoísmo nacional debían desaparecer, y demostrar además que el espíritu nacional, coloreado por un sentido de superioridad y por el odio de clases y los antagonismos raciales, constituya una barrera para el verdadero desarrollo de la humanidad. Se debe enseñar a la gente que el anhelo de acumular posesiones es un obstáculo para la verdadera expansión. Así se trazaron los planes para que viniera gradualmente a la existencia la Hermandad de las Naciones, basados en la necesidad, comprensión y ayuda mutua.

El principal objetivo fue establecer un estado mental y no una utopía mística imposible, o esas condiciones materiales por las cuales un grupo queda totalmente subordinado a la voluntad-al-poder de otro grupo que lo obliga a cumplir una condición regimentada y uniforme, mediante el empleo de la fuerza, en una u otra forma. El trabajo indicado y presentado al Nuevo Grupo de Servidores del Mundo consiste en enunciar los principios de las relaciones nacionales que subsisten en un estado o federación mundial; las instrucciones que ellos tenían eran hacerse oír por los líderes de varios países y lenta y gradualmente despertar a las masas (por su intermedio) y comprender la verdadera significación de esa palabra tan superficialmente pronunciada, pero poco comprendida, Hermandad. Este trabajo es quizá la tarea más difícil que se ha impuesto la Sociedad de Mentes Organizadas. Los odios raciales y las aspiraciones nacionales son tan fuertes, y la ignorancia de las masas tan grande, que fueron necesarios los [e149] de quienes trabajan en la línea del gobierno y del poder (primer [i174] rayo) a fin de hacer el requerido impacto en la conciencia pública. Ha habido y hay todavía muchas cosas que destruir antes de que las naciones lleguen a un punto en el cual sean sensibles a la nueva visión y capaces de reconocer la necesidad de cada nación.

Es interesante observar que la idea del poder controlado y benéficamente aplicado de quienes trabajan con las ideas y por intermedio de ellas -durante los últimos años- se ha materializado en el plano físico por medio de la dictadura del proletariado, los trabajadores de una nación, como la establecida en Rusia. Esto ha sido una subversión del régimen y control aristocrático contra la burguesía y los intelectuales, lo cual glorifica al trabajo y a los trabajadores, y también llevó a expulsar del país (por muerte o exilio) a algunos de sus mejores elementos. Sin embargo, detrás de todo los errores, las crueldades y el burdo materialismo, hay grandes ideales -la satisfacción de las necesidades de todos, la belleza del servicio mutuo y la divinidad del trabajo constructivo.

En Alemania tenemos la dictadura de la superioridad racial y la intención de endiosar a una raza. Sin un sentido del buen humor y de la verdadera comprensión, la raza se prepara para imponer disposiciones a otras mediante el deseo de sus pensamientos y logros, más bien que por la guerra. Sin embargo el ideal del superhombre es un ideal verdadero, y debe ser presentado ante el mundo. Momentáneamente se han olvidado que el superhombre es la meta de todos, y que los asiáticos, nórdicos, judíos, gentiles, americanos, anglosajones, africanos y otras razas mundiales, son hijos del mismo Padre, nutridos de la misma fuente de Vida y salvados por el mismo principio crístico. Por eso el superhombre ha surgido y surgirá de todos los pueblos y se encaminará hacia las filas de la Jerarquía Espiritual y del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo.

En América del Norte tenemos la dictadura del comercio organizado [i175] que trata de regular y controlar toda la economía de la nación e introducirse profundamente, por medio de las mentes entrenadas que están en el gobierno, hasta las mismas raíces de la existencia nacional. Hablando en términos generales, tiene poca importancia que ciertos tipos de mentalidades consideren esto como infringimiento a la libertad del individuo, si se lo compara con la síntesis que surge gradualmente y que tiende a eliminar subjetivamente la codicia y terminar con la explotación de los muchos por los pocos. En Gran Bretaña tenemos la dictadura del imperio, si se puede emplear un término tan paradójico, pero es [e150] un imperio controlado y equilibrado por la clase media. En Italia, Turquía y otras naciones, se llevan a cabo otros grandes experimentos.

Quienes originaron estos diversos movimientos nacionales frecuentemente ignoran los impulsos que están detrás de su trabajo, y son con frecuencia incapaces de explicar el ideal por el cual trabajan, excepto en términos de ambición y poder humanos. Sin embargo, sin saberlo, son realmente sensibles a las grandes ideas introducidas en sus mentes por las Mentes que se hallan detrás de la escena. Responden a la idea del bien general, de la igualdad humana, del superhombre, de la necesidad universal de negociar, de la distribución de la riqueza, pero -y esto es un punto importante- debido a que no se acentúa la síntesis interna del esfuerzo, ni existe un conocimiento general sobre el origen de los grandes conceptos, ni el conocimiento acerca de la Hermandad interna, que guía a la humanidad hacia una Hermandad externa, esos grandes principios se distorsionan grandemente, se aplican egoístamente y se utilizan en forma separatista. Arden con intensidad los fuegos del odio racial, las diferencias de clase, el antagonismo racial y el orgullo nacional.

Tal el problema que tienen hoy ante sí los Grandes Seres. ¿Qué podrán hacer Ellos para llevar a las naciones, por intermedio del sector interno de gobierno y del régimen político que consideramos, a una comprensión de la [i176] unidad esencial y al establecimientos de lo que todos soñamos "paz en la Tierra y buena voluntad entre los hombres"?

Segundo: Religioso.

La meta de este sector consiste en establecer una comprensión universal de la realidad y fomentar el crecimiento de la conciencia espiritual. Aunque en cierta forma las diferencias religiosas son las más difíciles de eliminar o subsanar, sin embargo se ha progresado mucho en este aspecto del trabajo jerárquico. Existe en el mundo actualmente un elevado número de quienes creen fundamentalmente en la hermandad de las religiones. Si bien las masas ignorantes de todas partes tienen muy poca o ninguna idea de las cosas espirituales, se les puede hacer creer más fácilmente en un sólo Dios y en un credo universal que en cualquier otra idea. Millares de individuos son abiertamente agnósticos o no creen en nada, mientras miles están disconformes por el control de la autoridad teológica. A pesar de ello contienen en sí el germen del espíritu de amor que es normalmente incluyente e intuitivo. En forma curiosa cientos de millones de habitantes de Oriente presentan a los Grandes Seres un problema mucho más serio que los [e151] pueblos de Occidente, porque la ignorancia sobre los asuntos religiosos del mundo predomina profundamente entre las masas asiáticas, debido al analfabetismo de las diversas razas y su consecuente explotación y control por los demagogos religiosos, los fervientes profetas y los reaccionarios.

Los discípulos o los trabajadores de segundo rayo, manejan ahora activamente este problema. Es interesante observar que el éxito obtenido en derribar las antiguas barreras y lograr una disposición espiritual en Occidente se debe, en gran parte, al trabajo de los orientalistas estudiosos de Francia, Alemania e Inglaterra. Hicieron accesible en Occidente la literatura de Oriente en toda su belleza, [i177] y vincularon las verdades espirituales de todas las épocas con la presentación cristiana de la verdad, demostrando que todas tienen el mismo valor progresista. Ahora las masas de la India, la China y el Norte de África, tienen que despertar el significado interno de sus propias creencias y reflexionar acerca de la parte que desempeña el cristianismo en el mismo gran programa religioso. Esto ocupa toda la atención de ciertos instructores de segundo rayo en la India, Japón y Siria.

Durante los próximos diez años el trabajo de la Fraternidad de las Religiones (de la cual las organizaciones externas son su exteriorización) aumentará en gran medida. Tendremos muy pronto la estructura interna de un credo mundial tan claramente definido en las mentes de millares de personas, que su estructura externa inevitablemente aparecerá antes de fin de siglo.

La estructura interna de la Federación Mundial de Naciones estará oportunamente bien organizada, y su forma externa se erigirá rápidamente en el año 2025. No debe deducirse por esto que tendremos una perfecta religión mundial y una completa comunidad de naciones. La naturaleza no actúa tan rápidamente, pero el concepto y la idea serán deseados y reconocidos universalmente y en forma general se trabajará para establecerlos; cuando existan estas condiciones nada podrá detener la aparición de la máxima forma física que corresponde a ese ciclo.

Tercero: Científico.

Los que trabajan en esta línea se han impuesto como meta la expansión de la conciencia del hombre, y se ampliará de tal modo su horizonte que tendrá lugar una síntesis de lo tangible y de lo intangible. Hará que el género humano entre en un nuevo y subjetivo reino y se comprendan los nuevos estados de percepción. Dichos desarrollos los producirán quienes trabajan en los campos de la educación, la ciencia y la psicología. Grandes cosas están en camino actualmente y la actividad [i178] de los trabajadores del tercero [e152] y quinto rayos nunca ha estado tan bien dirigida ni ha sido tan potente como ahora.

Como he dicho y vuelvo a repetir, los trabajadores de todos los rayos están organizados para tomar parte en un supremo esfuerzo -esfuerzo hacia el cual se ha orientado y preparado la era cristiana. El séptimo y el sexto rayos se ocupan del trabajo de gobierno y de obtener una nueva síntesis, de esta manera la fuerza de todos los que trabajan en estas líneas se combina con la energía del primer rayo. Las energías de los aspirantes y discípulos del tercero y quinto rayos son aplicadas para expandir la conciencia humana, traer a la luz las maravillas ocultas del universo y acelerar el desarrollo de los poderes latentes en el género humano. Cuando se despierten estos poderes, se ampliarán en gran parte los actuales sentidos y se admitirá al hombre en ese mundo que está detrás del velo de la ignorancia y la materia.

Observarán que el trabajo de eliminar el aislamiento y la separatividad grupales es tan arduo que requiere las energías unidas de tres grupos de trabajadores para lograr los resultados deseados. Por lo tanto, siete grupos de trabajadores están organizados así:

1. Sector político   Primero, sexto y séptimo rayos.
2. Sector religioso   Segundo y cuarto rayos.
3. Sector educativo   Tercero y quinto rayos.

Recuerden que, si bien el trabajo se lleva a cabo en tres campos del pensamiento y actividad humanos, el resultado neto es un esfuerzo realizado para producir una síntesis y una gran campaña preparatoria a fin de revelar maravillas que aún no puedo detallar. El reconocimiento de su veracidad depende del crecimiento e iluminación internos; crecimiento que se está acelerando y conducirá a que se reconozca más fácilmente lo que está en camino. Recuerden también que la revelación raras veces [i179] viene de donde se espera. La luz afluirá sobre la humanidad y modificará sus condiciones de vida, cambiará sus perspectivas sobre los asuntos mundiales e inaugurará una nueva era que se caracterizará por su aptitud para la síntesis y la colaboración grupales, mediante los nuevos poderes mentales que conducirán a una reorientación de la mente, a fin de que pueda funcionar con igual facilidad en dos direcciones. Podrá dirigirse externamente al mundo de las formas manifestadas, e internamente al mundo de la síntesis, de la unidad y del espíritu. Se adoptará una nueva actitud hacia la vida, que se evidenciará en un mayor sentido de los valores, porque la vida tendrá un significado hasta ahora desconocido, y habrá una interpretación de ese significado que enriquecerá nuestra experiencia diaria. Para este fin los verdaderos trabajadores dedican hoy todo su esfuerzo.

[e153] Anteriormente mencioné las dudas que existen en la mente humana, y quisiera ahora referirme brevemente a las tres principales que, una vez aclaradas, facilitará la entrada de la nueva era con sus nuevas civilización, ciencia y religión. Existen tres problemas que durante los próximos años tendrán una inteligente solución en la mente de los más conservadores, pero los intuitivos e iluminados los considerarán definitivamente resueltos. Estos tres problemas constituyen los objetivos principales en los campos de la política, la ciencia y la religión. Una vez resueltos, traerán la rápida solución de los problemas mundiales del gobierno, de la materia y la fe. Observen la diferencia y la significación de estas tres palabras.


EL PROBLEMA DE LAS IDEAS

El principal problema mundial de gobierno constituye en último análisis la aplicación inteligente de las ideas. Aquí es donde se hace sentir el poder de la [i180] palabra, así como en la religión o la educación, se hace sentir el poder de la palabra escrita e impresa. En el campo de la política los oradores influencian a las masas, y nunca lo han hecho en tal medida como ahora, por medio de la radio. Se repiten incesantemente al público teorías respecto a las dictaduras, comunismo, nazismo, fascismo, marxismo, nacionalismo e ideales democráticos. Se presentan sistemas de gobierno de algún grupo de pensadores, sin darles tiempo a reflexionar o pensar con claridad. Se difunden las antipatías raciales y se expresan las preferencias e ilusiones personales, engañando a los irreflexivos. Siempre tendrán seguidores, el hombre que posee el don de la palabra y una oratoria elocuente y puede expresar con vehemencia las quejas del pueblo, el malabarista de las estadísticas, el fanático que ofrece infalible cura a los males sociales y el hombre que siente placer en avivar los odios raciales. Tales personas pueden fácilmente romper el equilibrio de la comunidad y conducir, al éxito y al poder transitorio, o a la deshonra y al olvido, a un grupo de adherentes irreflexivos.

En el conjunto de este juego de ideas y en el constante impacto sobre la conciencia humana de los grandes conceptos que residen detrás de nuestro proceso evolutivo, la raza está desarrollando el poder de pensar, de seleccionar y de construir sólidos cimientos. A través de la presentación evolutiva de estas ideas se avanza constantemente hacia la libertad de pensamiento (mediante el antiguo método de experimentación, eliminación y esfuerzo renovado, pero siempre con nuevos conceptos), lo cual permitirá a la humanidad [e154] construir exactamente de acuerdo a los cánones mentales que subsisten en la estructura externa de nuestro mundo. Las mentes más agudas de esta era son cada vez más sensibles a estos cánones, y así la mente individual podrá reconocerlos, sacarlos de la oscuridad y llevarlos a la luz del día. De esta manera [i181] los verdaderos cánones estarán a disposición de todos, desempeñarán su parte en la conducción de la raza hacia su destino, hacia la profunda comprensión que moldea los tipos raciales y la sintética comprensión que dará como resultado la verdadera comprensión de la Hermandad. De este modo los pensamientos desempeñarán su parte, y el problema de las ideas será comprendido cada vez más, hasta que llegue el momento que los intuitivos y pensadores entrenados sean capaces de trabajar directamente en el mundo de los conceptos y revelar (para uso de la raza) las ideas arquetípicas sobre las cuales se debe construir. Al decir esto podrán acusarme de iluso y que digo cosas imposibles, pero el tiempo comprobará la verdad de mis predicciones. La estructura mundial emerge de los cánones mentales internos y está construida de acuerdo a ellos, los cuales producen la actual proliferación de los experimentos gubernamentales en todas las naciones. Pero no existe en la actualidad entrenamiento alguno sobre el proceso de hacer contacto con el mundo de los cánones, ni sobre la verdadera interpretación de las ideas, de allí los problemas. Más adelante, cuando la raza vea su problema con claridad, actuará con sabiduría y entrenará con cuidado a sus Observadores y Comunicadores. Serán personas en quienes se ha despertado la intuición por el mandato de un apremiante intelecto, cuyas mentes estarán tan subordinadas al bien del grupo y tan libres del sentido de separatividad, que no constituirán un obstáculo para hacer contacto en el mundo de la realidad y de la verdad interna. No serán necesariamente personas que podrían ser denominada religiosas, en el sentido común de esa palabra, sino de buena voluntad, de elevada calidad mental, de mentes bien provistas y equipadas, libres de egoísmos y ambiciones personales, animadas por el amor a la humanidad y el deseo de ayudar a la raza. Una persona así, es una persona espiritual.



EL PROBLEMA DE DIOS

[i182] En el mundo de la religión reside la solución del segundo problema, y se eliminará de la conciencia humana otra duda. Se establecerá la realidad de Dios y terminarán las dudas de los hombres respecto a esto. Dios no será un Dios nacional o racial, ni cristiano, hindú o budhista, tampoco una ficción de la imaginación [e155] creadora del hombre o una extensión de su propia conciencia, sino una Deidad con vida esencial, suma total de todas las energías; la energía de la vida misma, del amor, de la inteligencia, de la experiencia activa, y de esa energía que produce la interacción entre lo visible y lo invisible; un Dios verdaderamente trascendente y, al mismo tiempo, realmente inmanente; un Dios tan grandioso que los cielos lo proclaman, y tan íntimo que hasta el niño más humilde puede reconocerlo.

Se preguntarán ¿cómo puede ser eso? Mi respuesta será sencilla y sin embargo tan científica y profunda en su significado, que sólo cuando se comprenda que es la realidad de un proceso natural, entonces se valorará con exactitud. Cuando desencarnamos Dios puede ser visto y conocido por medio del ojo interno de la visión, sin embargo, Dios puede ser visto aunque el hombre ocupe un cuerpo. La Deidad no puede ser vista con el ojo físico, aunque en todas partes existen señales de la divinidad. Podemos desarrollar y utilizar el ojo que permitirá a su poseedor ver a Dios actuando en el aspecto interno de la vida, dentro de sí mismo y de todas las formas, porque "cuando tu ojo es uno, todo tu cuerpo está lleno de luz". En esa luz veremos la Luz y así veremos a Dios. Las tres palabras: electricidad, luz y vida, expresan la divinidad, y su síntesis es Dios. Cuando sepamos por propia experiencia que las tres son una, entonces conoceremos a Dios. Hoy utilizamos el aspecto inferior y somos [i183] cada vez más conscientes de ello. El segundo aspecto, la luz, está a punto de ser revelado por la correcta comprensión de los fenómenos eléctricos. Allí reside la clave de la nueva era, la era de la luz, de la iluminación y la revelación. Los esotéricos del mundo comprenderán algo a lo cual me refiero, y en sus manos queda entrenar a la humanidad para que los hombres utilicen la verdadera visión y aprendan a utilizar el "ojo". Quisiera que observaran, sin embargo, que la mayoría de los verdaderos esotéricos están fuera, no dentro del conjunto de escuelas denominadas esotéricas.




EL PROBLEMA DE LA INMORTALIDAD

La tercera duda -la duda respecto a la realidad de la inmortalidad- la ciencia la eliminará dentro de poco tiempo como resultado de la investigación científica. Algunos hombres de ciencia aceptarán la hipótesis de la inmortalidad como base activa sobre la cual fundamentar su búsqueda y lo harán con la disposición de aprender y dispuestos a aceptar y formular conclusiones basadas en evidencias reiteradas, conclusiones que a su vez formarán la [e156] base de otra hipótesis. Dentro de los próximos años la realidad de la persistencia y la eternidad de la existencia habrán ido más allá de la duda y penetrado en el reino de la certidumbre. Dicho problema habrá quedado muy atrás; no quedará duda alguna en la mente de nadie de que al abandonar el cuerpo físico el hombre continúa siendo una entidad viviente y consciente. Se sabrá que perpetuará su existencia en un reino que está más allá del físico. Se conocerá que aún vive, está despierto y consciente. Este hecho se demostrará de diversas maneras. Por el desarrollo de un poder dentro del ojo físico de un ser humano (poder que siempre ha existido y raras veces se utiliza) se revelará el cuerpo etérico, el "doble", como a veces se lo llama, y se [i184] verá que los hombres ocupan ese cuerpo en una zona definida del espacio, mientras que el cuerpo físico muerto o desintegrado, ha quedado atrás. Además, a medida que aumenta el número de personas que tienen el poder de emplear el "ojo", llamado a veces el "tercer ojo", redivivo, ayudarán a demostrar la realidad de la inmortalidad, porque verán fácilmente al hombre que ha abandonado sus cuerpos etérico y físico. Debido a su superioridad numérica y a su prestigio, triunfará su punto de vista. En el campo de la fotografía y también mediante un descubrimiento que se está investigando en la actualidad, se comprobará la supervivencia. Con el tiempo se establecerá comunicación, por medio de la radio, con quienes han pasado al más allá, lo cual se convertirá en una verdadera ciencia.

Por lo tanto, ciertos acontecimientos inminentes ayudarán, más que cualquier otra actividad iniciada hasta ahora, a descorrer el velo que se interpone entre lo visible y lo invisible. Sobre esto lo único que puedo decir es que se obtendrá la iluminación y se revelará una irradiación que producirá como resultado un enorme estímulo al género humano y provocará el despertar de una nueva modalidad. El hombre será sensibilizado a tal grado de percepción y contacto que podrá ver a través de las cosas, lo cual le revelará la naturaleza de la cuarta dimensión, fusionando en un nuevo mundo lo subjetivo con lo objetivo. Entonces la muerte ya no inspirará terror y desaparecerá el temor particular que provoca.

Los hombres se ocupan tanto por demandar luz, claman tan ansiosamente por liberarse de la actual ceguera y piden tan angustiosamente aliviarse del caos circundante, que olvidan con frecuencia el gran esfuerzo y "empuje" interno que realizan los Custodios del Plan y Sus colaboradores. Su anhelo de ayudarlos es hoy más intenso que nunca, a medida que los seres humanos demandan [i185] vehementemente el privilegio de obtener luz. El clamor de la raza más la respuesta de la expectante Jerarquía, debe producir inevitablemente grandes resultados. El anhelo de saber y enseñar están [e157] en verdad relacionados y son parte del proceso natural del desarrollo consciente. En las próximas décadas tendrá lugar un acontecimiento de consecuencias tan profundas y amplias que la era actual será considerada como una era oscura. La ciencia penetrará más hondamente en el reino de lo intangible y trabajará con mediums y aparatos desconocidos hasta ahora. La liberación del poder del átomo señalará una era revolucionaria, y la ciencia tendrá que eliminar y aportar muchas cosas a medida que trabaja con energías y formas de vida hasta ahora desconocidas. Los espiritistas descubrirán los medios que facilitarán grandemente el contacto con los que actúan fuera del cuerpo físico, y un grupo de mediums comenzará a actuar como intermediario para un número de científicos que están en el aspecto interno de la vida y aquellos que tienen cuerpo físico. Debido a la actividad que desplegarán las verdaderas escuelas esotéricas se instituirá una técnica de entrenamiento que desarrollará los nuevos poderes, los cuales corroborarán la antigua verdad, trasformando las creencias de los hombres en firmes convicciones. Por el trabajo estimulador y ocultamente científico del sector religioso, los hombres adquirirán un nuevo conocimiento y percepción y alcanzarán esa elevación que conducirá a la humanidad al Monte de la Transfiguración. Por medio del trabajo que se realiza en el sector gubernamental, los hombres llegarán a comprender las ideas que impulsarán a las naciones a dar el próximo paso, a fin de ayudarse mutuamente.

Trataré de explicar el profundo objetivo de la Hermandad para que puedan comprenderlo y colaborar. La humanidad está destinada a actuar como una usina mediante la cual puedan fluir ciertos tipos de energía divina a las distintas formas de vida de los reinos subhumanos. Debe captarse y dirigirse con inteligencia esta afluencia de energía [i186] para poner fin a esas condiciones de decadencia y muerte prevalecientes en todas partes. Así el género humano puede unir las manifestaciones superiores e inferiores de la Vida, lo cual será posible únicamente cuando el hombre haya unido (dentro de sí mismo) sus aspectos superior e inferior. Éste es y debe ser uno de los objetivos de todo entrenamiento esotérico. El hombre debe adquirir la capacidad de actuar libremente en una u otra dirección, a fin de establecer fácilmente el contacto con la vida de Dios a medida que ella fluye a través de las formas que llamamos superhumanas y las denominadas subhumanas. Tal la emergente meta.

En los próximos años la Jerarquía y el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo realizarán un intenso esfuerzo. Hay un término fijado para ello; posteriormente este tipo de actividad finalizará y los trabajadores actuarán en campos más amplios, si se ha hecho [e158] un trabajo eficaz. Si las personas de tendencia espiritual y los intelectuales de la raza fracasan en iniciar el Plan, arrebatándolo de lo invisible y llevándolo a lo visible, entonces tendremos un período de dificultades y de progreso más lento, pero no un total derrumbe de la estructura de la civilización, como lo pregonan los propagadores del temor. No se debe anticipar tal fracaso ni tal retroceso de los cuidadosos planes hechos por los Observadores internos. Entre los discípulos y aspirantes del mundo se ha difundido el mandato para unirse en un intenso trabajo, y de este llamado de los Grandes Seres trataré de ocuparme. Toda la humanidad es necesaria y debe ir adelante con esperanza y certeza. La Jerarquía trabaja en forma concentrada y dedica todos sus esfuerzos para que el Plan tenga éxito. El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo se está integrando más estrechamente y planeando cuidadosamente el trabajo que debe realizar. Los tres centros de actividad son: Nueva York, Ginebra y Londres, y se están acumulando fuerzas en los centros de Darjeeling y Tokio.

[i187] Desafío a todos los pensadores del mundo a abandonar sus sectarismos, nacionalismos, partidismos y, con espíritu de hermandad, a trabajar en su nación, considerándola como parte integrante de una gran federación de naciones -federación que ya existe internamente, pero espera ser materializada mediante la actividad de los pensadores del mundo. Los incito a trabajar por la causa de la religión y en el campo de esa religión particular, en la que están interesados, ya sea por accidente de nacimiento o elección, ya por considerar cada religión como parte de la gran religión mundial. Deben también considerar que las actividades de su grupo, sociedad u organización, demandan ayuda, en la medida y sólo en la medida en que los principios sobre los cuales se fundan y las técnicas que emplean, sirvan para el bien general y promuevan la realización de la Hermandad.

Les pido que abandonen sus antagonismos y antipatías, odios y diferencias raciales y traten de pensar en términos de una familia, una vida y una humanidad. No pido una respuesta sentimental ni devocional a este desafío. Les recuerdo que el odio y la separatividad han llevado a la humanidad a su penosa situación actual. Sin embargo, agregaría a esta advertencia, que existe hoy en el mundo una cantidad suficiente de personas que alcanzarán la liberación, las cuales podrán producir cambios en las actitudes del género humano y en la opinión pública, siempre que se pongan a la altura, por un acto de la voluntad, de lo que ellas conocen y creen.

También los desafío a que se sacrifiquen, a consagrarse a sí mismos, a dar su tiempo y su dinero, y se interesen en difundir estas ideas entre quienes los rodean, en su medio ambiente y en el [e159] grupo al cual pertenecen, despertando así a sus compañeros de grupo. Los exhorto a que hagan un esfuerzo unido para inculcar nuevamente las ideas de hermandad y unidad. Les pido que reconozcan a quienes trabajan en todos los grupos y los [i188] ayuden. También les recomiendo que guarden silencio ante las palabras de odio y de crítica y que hablen en términos de hermandad y de relaciones grupales. Les ruego que procuren hacer de cada día un nuevo día, en el que enfrentan una nueva oportunidad. Traten de olvidar sus propios asuntos, sus pequeñas penas, preocupaciones y suspicacias, ante la urgencia de la tarea que debe realizarse, y difundan el culto de la unidad, el amor y la inofensividad.

Además quisiera que se aparten de los grupos que tratan de destruir y atacar, no importa cuán sincero sea su móvil. Adhiéranse a los trabajadores que tienen fines constructivos, que no luchan contra otro grupo u organización, y que han eliminado de su vocabulario la palabra "anti". Estén de parte de los que construyen silenciosa y constantemente para el nuevo orden -orden que se funda en el amor, construye bajo el impulso de la hermandad y posee la comprensión de la hermandad, basada en el conocimiento de que cada uno y todos, no importa cual sea nuestra raza, somos hijos del Padre Uno y hemos llegado a comprender que los antiguos modos de trabajar deben desaparecer y proporcionar una oportunidad a los nuevos métodos.

Si no saben enseñar, predicar o escribir, aporten ideas y dinero para que otros puedan hacerlo. Ofrezcan sus horas y minutos de ocio para que otros queden libres y puedan dedicarse a servir al Plan; contribuyan con su dinero para que pueda progresar con mayor rapidez el trabajo de quienes pertenecen al Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. Se pierde mucho tiempo en cosas no esenciales. La mayoría de ustedes dan poco o nada de su tiempo. Lo mismo pasa con el dinero. Deben dar como nunca han dado antes, a fin de posibilitar la parte física del trabajo. Hay quienes ofrecen lo único que poseen, y el poder que tal actitud libera es muy grande. Quienes actuamos en el aspecto interno agradecemos todo lo que dan con gran sacrificio personal. Otros dan lo que les sobra y sólo cuando no implica sacrificio. Esta [i189] condición debe terminar; se debe dar al máximo con comprensión y justicia para que la era de amor y de luz se introduzca con mayor celeridad. No importa dónde o a quien den, basta dar -poco si tiene poco tiempo o dinero; mucho, si poseen mucho. Trabajen y den, amen y piensen, ayuden a esos grupos que construyen y no destruyen, aman y no atacan, erigen y no derriban. No se dejen engañar con argumentos plausibles de que la destrucción es necesaria. Sin duda lo fue, pero el ciclo de [e160] destrucción prácticamente ha terminado ¡si pudieran comprenderlo!, y los constructores deben ahora ponerse a trabajar.

Por sobre todo los incito a que lleven una vida más profunda, y les imploro que, para bien de sus semejantes, refuercen el contacto con la propia alma; con lo cual habrán desempeñado su parte para posibilitar la revelación, habrán ayudado a traer la luz y estarán por lo tanto en condiciones de beneficiarse por esas nuevas luz e información y podrán indicar mejor el camino y despejar el sendero al desconcertado buscador. Quienes no están preparadas para los acontecimientos serán cegados por la emergente luz, confundidos por la maravilla que se revelará e impelidos por el aliento viviente de Dios; les corresponde a ustedes capacitarlos para ese acontecimiento.

Antes de continuar me referiré a las contradicciones aparentes que ocurren (o pueden ocurrir) en este tratado. A veces se dice que un rayo está en manifestación y en otras ocasiones fuera de manifestación. Podremos hablar de la influencia que ejerce sobre un reino particular de la naturaleza, y luego decir que otro rayo es el que puede considerarse de primordial importancia. Estas discrepancias son sólo aparentes y la causa reside en la correcta comprensión de la Ley de los Ciclos. Hasta que no se [i190] comprenda esta fundamental Ley de Periodicidad (lo cual no será posible hasta que el hombre haya desarrollado la visión de la cuarta dimensión), será difícil evitar las aparentes contradicciones. Un rayo puede estar en encarnación en cierto momento y ejercer así una gran influencia, y, sin embargo, otro rayo puede regir al mismo tiempo el ciclo mayor -ciclo del cual el rayo que esté considerando puede ser sólo un aspecto temporario. Por ejemplo, el séptimo Rayo de Organización Ceremonial está ahora entrando y el sexto Rayo de Devoción está saliendo; sin embargo, el sexto rayo tiene un ciclo mayor y su influencia no desaparecerá completamente hasta dentro de 21.000 años y al mismo tiempo bien puede considerárselo como el sexto subrayo del cuarto Rayo de Armonía a través del Conflicto, que ha estado en manifestación durante miles de años y seguirá actuando 40.000 años más; además este cuarto rayo está fuera de manifestación en lo que respecta a su influencia menor y cíclica.

Comprendo que esta información es muy confusa para el neófito ocultista, y sólo los estudiantes que se ajusten a los requisitos para captar el bosquejo general y las amplias proposiciones fundamentales, serán capaces de extraer de estas instrucciones la verdadera y deseada perspectiva. Si el lector se pierde en el cúmulo de posibles análisis y en lo intrincado de los detalles impartidos, no podrá penetrar en el reino de la clara visión que se persigue. [e161] Cuando elimine los detalles y se ocupe de la conformación general del Plan solar, entonces estará capacitado para colaborar con la necesaria inteligencia. Por lo tanto lean en forma constructiva y sin reparos, sabiendo que no es fácil ver el Plan tal como existe en las mentes de las Constructores que trabajan en estrecha colaboración, de acuerdo al Plan inicial, y no obstante realizan Sus esfuerzos individuales en forma concentrada y empeño sostenido.


3. Tres Proposiciones Importantes

[i191] Hemos estudiado la significación del trabajo de los siete Constructores creadores porque expresan el aspecto vida y cualifican la apariencia fenoménica a través de la cual se manifiesta la Vida Una. Esa cualidad, en tiempo y espacio, es la que determina la apariencia fenoménica, siendo la tercer y principal proposición. Las dos anteriores son:

  1. Cada Vida de rayo expresa una Vida solar, por lo tanto, cada planeta está vinculado con los demás, animado por la energía de uno de los siete sistemas solares y activado por una triple corriente de fuerza.

  2. Cada uno de los rayos es receptor y custodio de diversas energías, provenientes de distintas fuentes.

    A estas dos proposiciones debemos agregar que:

  3. La cualidad de una Vida de rayo determina, en tiempo y espacio, la apariencia fenoménica.

Estas tres proposiciones resumen la enseñanza fundamental de la segunda parte de este tratado. Aquí puedo indicarles el éxito, según creo, de la eficacia práctica de comprender verdaderamente estas enseñanzas ocultistas algo avanzadas. Por ejemplo, si se estudia la primera proposición, se observará que una Vida de Rayo es la expresión de una Vida solar. Tomemos ahora esta amplia idea y hagámosla específicamente individual, aplicando la misma proposición a una persona, teniendo en cuenta que cada personalidad está destinada a ser la expresión de un ángel solar, estando en consecuencia vinculada a todos los demás ángeles solares del reino de las almas. Cada una está animada por las energías provenientes de los siete grupos de ángeles solares, que están similarmente en contacto con la vida del planeta, del sistema solar y con la fuerza adicional [i192] del sistema. ¿No es esto acaso de vital importancia práctica? ¿No merece un estudio concienzudo y consideración la actitud de la personalidad hacia la vida, y la [e162] medida de lo logrado por el ángel solar en cualquier punto dado en tiempo y espacio (que, en último análisis, la personalidad es sólo eso), a medida que construye y cualifica su apariencia fenoménica? Aquí podemos ver el valor científico que tiene el estudio de los ideales, la concentración sobre las virtudes y cualidades divinas y el análisis intelectual respecto a los divinos atributos de cualquiera de los grandes hijos de Dios.

La segunda proposición manifiesta, por otra parte, que por ser cada uno de los siete rayos receptor y custodio de energías provenientes del universo, introducen el concepto básico de interrelación, intercomunicación, interdependencia, responsabilidad colaboradora y servicio. Estas relaciones, como bien sabemos, subsisten en el principio de Hermandad que la raza ahora comienza a captar y discutir. Por eso una de las proposiciones principales que rigen a las fuerzas constructoras del universo es de verdadera aplicación práctica en la vida mental y en la actitud del hombre de hoy.

La primera proposición se refiere al ego o ángel solar, y a su realización.

La segunda proposición se refiere a la captación mental del hombre "inspirado" -inspiración superior que proviene de su ángel solar.

La tercera proposición afirma que la cualidad determina la apariencia, y está destinada a controlar o dirigir la vida sensoria o de deseo de la personalidad, pues de acuerdo a la cualidad de sus deseos será la apariencia que emergerá gradualmente.

El hombre es ingénita y verdaderamente divino, pero la cualidad del ángel solar sólo hace sentir su presencia lentamente y durante el ciclo evolutivo; se manifiesta tenuemente, y surge ocasionalmente, aunque la suma total de las características de determinada vida está coloreada por la cualidad divina de acuerdo a la capacidad egoica de controlarla o expresarla, distorsionada [i193] en las primeras etapas por la sustancia, hasta hacerla casi irreconocible. Estas tres proposiciones merecen una cuidadosa reflexión y hasta deberían ser meditadas, porque así como expresan las leyes bajo las cuales trabajan los siete Constructores creadores, también expresan las leyes bajo las cuales el aspirante puede ahora comenzar a trabajar.



4. La Cualidad en el Mundo de las Apariencias

Ahora entraré a definir la palabra "cualidad", que personifica el segundo aspecto de rayo, el cual es el rayo determinante, o segundo aspecto manifestante de la divinidad. Es el aspecto [e163] del Cristo o Vishnu; es el aspecto consciente y sensible de la deidad en la forma. También dije que se consideraría su expresión en el mundo de los fenómenos, significando con ello el mundo de las apariencias externas y de las formas tangibles.

La cualidad que emerge a través del proceso de la manifestación y bajo el impulso de la Vida divina, es el amor, y actúa por Intermedio de la Ley de Atracción con el fin de producir una síntesis final en la conciencia. Recuérdese que el objetivo de nuestro actual proceso evolutivo es el desarrollo de la percepción consciente. El entero proceso va dirigido hacia esa culminación.

La cualidad, en último análisis, es ni más ni menos que la naturaleza de esa percepción y la respuesta al contacto sensorio en términos de cualidad. Mediante el desarrollo gradual del mecanismo de contacto (resultante de la cualidad activa que determina la vida de las células que componen la forma), la gama de contacto se extiende indefinidamente; el ente viviente responde al contacto en forma más vital, más comprensiva, en lo que a su capacidad respecta, captándolo en forma más sintética. Esta respuesta conduce a: [i194]

  1. La comprensión del aparato de respuesta y la utilización inteligente del mecanismo de contacto.

  2. La comprensión de la respuesta de la conciencia individual a la conciencia con la que ha hecho contacto, lo cual se efectúa por medio del mecanismo de respuesta. Este otro aparato de respuesta puede estar menos o más desarrollado que aquel aparato que hizo el contacto.

Esta interacción entre las conciencias que utilizan los mecanismos, confiere la comprensión de la cualidad, interacción que nos hace comprender la actividad que subsiste y motiva la apariencia. La ciencia exotérica permite la aprehensión y el estudio del aspecto actividad de las formas fenoménicas, y el mismo objetivo tienen las diferentes postulaciones de las numerosas escuelas de pensamiento que, mediante sus investigaciones, amplían la gama del conocimiento humano. Al mismo tiempo aumenta nuestra capacidad para comprender la intensa actividad de todas las formas en todos los reinos de la naturaleza y en cada átomo y célula que existe dentro de esas formas. La ciencia nos ha conducido de la cumbre de una realización a otra, y hoy nos hallamos perdidos en un mundo de energías. Nos han enseñado a imaginarnos un mundo de vibrantes puntos de fuerza que constituye en su totalidad todas las formas de vida, y presenta a nuestro atónito y confundido intelecto una vida planetaria, suma total de todas las formas conocidas. Cada forma constituye un universo [e164] en sí misma, y todas viven y vibran debido a la actividad divina. Empleamos la palabra "energía" para expresar dicha actividad, y no podemos ir más allá. Energía es vida y también muerte. La actividad se presiente y se conoce en lo orgánico y en lo inorgánico -una vasta serie de vidas atómicas erigidas en una estructura tras otra en incesante movimiento y además una vasta serie de estructuras vivientes erigidas [i195] en formas más grandes e incluyentes y también en incesante movimiento. Estas grandes estructuras son organismo vibrantes, de manera que se despliega ante la consciente visión del hombre, nada más que vida y actividad, movimiento y energía, y siempre coherencia, propósito ordenado, creciente síntesis, un Plan y una Voluntad. Esto lo aprueba la ciencia porque el conocimiento científico indica la respuesta del hombre, a través del aparato colectivo de respuesta de toda la humanidad, al mecanismo de percepción de la gran Vida en quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser, el Logos planetario de nuestra tierra.

La ciencia esotérica nos introduce dentro de la forma o formas, y nos permite penetrar hasta el aspecto cualidad. Los estudiantes harían bien en recordar que el ocultismo puede ser el estudio de las fuerzas, y que el ocultista actúa en los mundos de fuerza que también son mundos de cualidad y de energías cualíficadoras que tratan de manifestarse a través del mundo de las apariencias. Cuando logren comprender esto dominarán la actividad de las formas que constituyen el mundo fenoménico. Existen energías, detrás de los fenómenos producidos por la actividad de las estructuras atómicas, que están latentes e invisibles y son frecuentemente imperceptibles y subjetivas. Las ciencias esotéricas tienen un propósito ante sí, que consiste en producir el gradual surgimiento de estas energías para que el ocultista experto pueda oportunamente trabajar en un mundo dual, aunque de fuerzas unificadas, y ser la voluntad creadora que guía, fusiona y utiliza el mundo de las apariencias y el reino de las cualidades, Estos dos tipos de energías activas y creadoras deben ser controladas por la Voluntad creadora o aspecto Vida, a fin de que actúen como una sola.

Por lo tanto, al aspirante se le enseña a dirigirse internamente; a estudiar los móviles, y a familiarizarse con las cualidades que tratan de [i196] expresarse en el mundo externo por medio de su mecanismo externo. A medida que aprende a hacerlo se altera la naturaleza de ese mundo externo de mecanismos, y llega a ser cada vez más consciente de las cualidades que luchan por expresarse detrás de las formas externas. Entonces amplía conscientemente el campo de sus contactos y pasa (por medio de la [e165] investigación científica) de una comprensión exotérica del mundo de las apariencias fenoménicas, a una comprensión esotérica del mundo de las cualidades. Recuerden que se debe recalcar esta aprehensión dual y que a medida que el hombre aprende a "conocerse a sí mismo", automáticamente aprende a conocer la cualidad que subsiste en todas las apariencias. En consecuencia, busquen la cualidad en todas partes. Esto es lo que queremos significar cuando hablamos de ver a la divinidad también en todas partes, reconocer la nota emitida por todos los seres y registrar el móvil oculto de todo lo que aparece. El ente humano sin desarrollo sólo ve la forma, observa su modo de actuar y juzga por las apariencias. El aspirante que va despertando comienza por presentir algunas de las bellezas que no han sido reveladas detrás de las formas; el discípulo despierto concentra su atención en el emergente mundo de las cualidades, y va siendo cada vez más consciente del color, de las nuevas tonalidades del sonido y de un renovado, envolvente e interno aparato de respuesta que comienza a permitirle hacer contacto con lo invisible, lo intangible y lo incógnito. Llega a percibir los impulsos subjetivos que condicionan la cualidad de la vida, los cuales se revelan lenta y gradualmente.

Esta belleza interna aún no revelada reside detrás del énfasis que la iglesia pone en el cultivo de las virtudes y los ocultistas en el empleo del pensamiento simiente en la meditación. Estas virtudes y pensamientos simiente responden a un propósito valioso y constructivo. La tan conocida verdad bíblica "como un hombre piensa en su corazón, así es él", se basa en la misma comprensión [i197] fundamental, y la diferencia que existe entre el hombre espiritual y el hombre mundano, de propósitos materialistas, consiste en que uno enfoca su atención en el aspecto cualidad de la vida y el otro en el aspecto apariencia. El hombre puede emplear y emplea ciertas cualidades a medida que trabaja de ese modo, pero son cualidades desarrolladas durante el proceso evolutivo de la Vida divina, a medida que Ella ha pasado cíclicamente a través de los reinos subhumano y humano.

Cada uno de los reinos de la naturaleza ha desarrollado o está desarrollando una cualidad sobresaliente, y considera secundarios a los otros atributos divinos.

El reino mineral pone el énfasis primordialmente en la cualidad de la actividad, cuyos dos extremos son la cualidad tamásica, o naturaleza estática inerte del mundo mineral, y la cualidad radiactiva de la radiación, que constituye su más bella y divinamente perfecta expresión. La meta de todas las formas minerales atómicas consiste en llegar a ser radiactivas, el poder de [e166] atravesar todas las sustancias circundantes, limitadoras y ambientales. Esto es iniciación, o la entrada de todas las apariencias minerales en un estado de liberación, y la organización de todas las formas de este reino, bajo la influencia del séptimo rayo.

La cualidad del reino vegetal es la atracción expresada en el color, y su liberación o forma superior de actividad, se demuestra en el perfume que exhalan las formas más elevadas de vida. Este -perfume tiene conexión con su vida sexual, posee un propósito grupal y llama en su ayuda al viento de la iniciación y al mundo de los insectos. Esto no es sólo una manera pictórica de presentar la verdad. La misma naturaleza del perfume tiene como propósito e intención, afectar esos agentes que producirán la difusión y continuidad de la vida del reino vegetal. Los aspirantes del reino vegetal y sus formas más evolucionadas, tienen belleza y perfume, y son susceptibles [i198] a las influencias ocultas de Aquellos a quienes se les confía la iniciación de las formas de vida para llevarlas a la deseada perfección. De allí la influencia del sexto Rayo de Devoción sobre este reino y la aplicación de ese rayo (expresado simbólicamente) "fija el ojo sobre el sol, dirige la vida hacia los rayos de calor, produce la mezcla de los colores y la gloria de la perfumada irradiación".

El reino animal tiene la cualidad de un creciente propósito instintivo que en su forma más elevada se convierte en los animales más evolucionados en domesticidad y devoción al hombre. Detrás de la apariencia de los animales hay una constante orientación hacia la comprensión, y la consiguiente gravitación hacia las formas de vida que circundan sus deseos. De allí la influencia del quinto Rayo de Conocimiento Concreto, que afluye a través de la familia humana hacia el tercer reino de la naturaleza. El hombre es aquí el factor iniciador, y a él se le ha encomendado la tarea de conducir al reino animal hacia la liberación -liberación hacia el cuarto reino, por ser la esfera de su próxima actividad. El reino vegetal se libera y pasa a otro proceso evolutivo y sus vidas entran en la evolución denominada dévica o angélica. Por eso el viento y el mundo de los insectos son sus agentes, así como el hombre y el elemento agua son los agentes iniciadores del mundo animal. El secreto de la liberación para la naturaleza animal está oculto en la "naturaleza acuosa", el aspecto sangre; en el derramamiento de sangre, esotéricamente comprendido, reside la clave de la liberación del reino animal. De allí que se están llevando a cabo, en gran escala, ciertos procesos iniciadores, tales como el derramamiento de sangre efectuado por la matanza de la forma animal del ser humano durante la Gran Guerra. En la guerra fue derramada sobre la tierra la sangre de [e167] millares de seres, y desde el punto de vista del propósito [i199] vida, se han obtenido ciertos resultados esotéricos. Este hecho es difícil que lo comprenda el hombre, porque percibe primordialmente la forma y no la cualidad de la vida. Es difícil para el hombre comprender el propósito divino que actúa detrás del mal que se reproduce en la matanza de animales y en el derramamiento de sangré durante las épocas prehumana y humana. Por "el derramamiento de esa agua color rojo", se está llevando a cabo esa liberación que iniciará la vida de ese reino en nuevos estados de conciencia y de percepción. El problema de la matanza, sea en el reino animal o humano, se originó durante la primera "guerra en los cielos", cuando Miguel y sus ángeles fueron arrojados del cielo y nuestro sistema planetario vino a la existencia. Hasta que la conciencia del hombre no haya evolucionado a tal grado que pueda responder a la conciencia planetaria por medio de un mecanismo interno -aún no desarrollado en la mayoría- y "entrar en los secretos del Anciano de los Días", el problema del dolor, del derramamiento de sangre, de la guerra y del sufrimiento, continuarán siendo un misterio inescrutable. Será develado -y ésta es la nota clave más importante- sólo cuando el hombre no emplee el proceso de la iniciación animal mediante el derramamiento de sangre y lo reemplace por la domesticación y el mutuo amor. Cuando la mentalidad de la raza esté más desarrollada, el hombre podrá, por el arbitraje y el correcto empleo de la palabra, allanar todas las diferencias y cambiar la iniciación animal, ya sea que se refiera al reino animal o a su propio cuerpo animal.

En el cuarto reino la cualidad que emerge es el aspecto del amor sintético o comprensión, la intuición. La intuición es una cualidad de la materia mental, "chitta" o sustancia mental. El hombre también está destinado a ser radiactivo; el incienso o el perfume de su vida debe ascender y atraer la atención de los factores iniciadores que esperan conducirlo a [i200] la liberación. Tales factores son el fuego y los miembros del quinto reino de la naturaleza. El creciente propósito de su forma animal debe ceder su lugar a la voluntad dinámica de la entidad espiritual, liberada de las limitaciones de la forma por el fuego de la vida y de la iniciación. De este modo armoniza en sí mismo todas las formas de acercamiento, liberación y realizaciones y sintetiza en su vida las aspiraciones de los otros tres reinos.

La radiactividad, el perfume del aspirante, la devoción hacia otros seres humanos (la sublimación de la domesticidad), el "derramamiento de sangre", el sacrificio de la vida, la expresión en la tierra (el reino mineral) de la devoción y la vida sexual del reino vegetal, más el sacrificio a través de la sangre del reino [e168] animal, conducen al hombre hasta el portal de la iniciación. Allí le espera al hombre el fuego y su aplicación purificadora y así, la tierra, el aire, el fuego y el agua (los cuatro elementos), lo preparan para la gran liberación y para liberar esa cualidad de captación sintética de la subyacente verdad que denominamos intuición. Esto, después de todo, es la respuesta del mecanismo al llamado simbólico de la cualidad divina manifestada en la totalidad y vista como iluminación. Así emergen las cualidades y aparecen en toda su gloria cuando el hombre desarrolla y desenvuelve dentro de sí mismo el necesario mecanismo de respuesta, entrenándose para reconocer las realidades subjetivas o las cualidades divinas, a medida que se manifiestan. Los procesos de la manifestación producen resultados en y sobre la conciencia del hombre que va despertando gradualmente.


5. Análisis de los Rayos y Su Expresión

(Extraído de un manuscrito primitivo)

Existe un vasto e interesante conocimiento respecto a la acción y a los resultados de la actividad de los rayos en los reinos inferiores de la naturaleza, pero sobre este punto no se pueden dar detalles; [i201] el resumen de lo que se ha dicho, que va a continuación, es necesariamente imperfecto y permitirá ser ampliado infinitamente.

PRIMER RAYO DE VOLUNTAD O PODER

Virtudes especiales:
Fortaleza, valor, constancia y veracidad, proveniente de la absoluta falta de temor; poder de gobernar, capacidad para captar las grandes controversias con amplitud de criterio, y para manejar a los hombres y tomar decisiones.

Vicios del rayo:
Orgullo, ambición, versatilidad, inflexibilidad, arrogancia, deseo de dominar a los demás, obstinación, ira.

Virtudes a adquirirse:
Ternura, humildad, simpatía, tolerancia, paciencia.

A este rayo se lo denomina correctamente el del poder, pero si fuera sólo poder sin sabiduría ni amor, sería una fuerza [e169] destructiva y desintegradora. Sin embargo, cuando las tres características están unidas se convierte en un rayo creador y regidor. Quienes pertenecen a este rayo poseen mucha fuerza de voluntad, sea para el bien o para el mal, para el bien cuando la voluntad es dirigida con sabiduría y el amor la ha convertido en altruismo. El hombre que pertenece al primer rayo siempre "estará al frente" en su campo de actividad. Puede ser el ladrón o el juez que lo condena, pero en cualquier caso se hallará a la cabeza de su profesión. Es el dirigente nato en cualquier carrera pública, alguien en quien se puede confiar y depender, defiende al débil y reprime la opresión, no teme a las consecuencias y es totalmente indiferente a los comentarios. Por otra parte un primer rayo que no ha sido modificado puede producir un hombre de naturaleza cruel, implacable e inflexible.

El hombre que pertenece al primer rayo es con frecuencia muy sentimental y afectuoso, pero [i202] no lo expresa fácilmente; le agradan los fuertes contrastes y las grandes masas de color, pero raras veces será un artista; le deleitan los grandes efectos orquestales y los coros estrepitosos; si contrariamente su rayo está modificado por el cuarto, sexto o séptimo, será un gran compositor. Algunos individuos que pertenecen a este rayo son sordos a las tonalidades y otros padecen de daltonismo, y no distinguen los colores diáfanos. Un hombre de este rayo distinguirá los colores rojo y amarillo, y confundirá irremediablemente el azul, el verde y el violeta.

El trabajo literario del hombre de primer rayo será enérgico y mordaz, no le preocupará su estilo ni la prolijidad. Ejemplos de este tipo podrían ser Lutero, Carlyle y Walt Whitman. Se dice que el mejor método que puede emplear el hombre de primer rayo para curar enfermedades, será extraer salud y fuerza de la gran fuente de vida universal por la fuerza de su voluntad, y derramarla sobre el enfermo. Por supuesto esto presupone un previo conocimiento de los métodos ocultos.

El método característico de este rayo para emprender la gran Búsqueda se hará mediante la fuerza de la voluntad. Un hombre de esta naturaleza podría, por así decirse, arrebatar el reino de los cielos "por la violencia", hemos observado que el dirigente nato pertenece a este tipo de rayo, total o parcialmente. Produce el jefe supremo, como Napoleón o Kitchener. Napoleón pertenecía al primero y cuarto rayos y Kitchener al primero y séptimo rayos, otorgándole el séptimo su notable poder de organización.


EL SEGUNDO RAYO DE AMOR-SABIDURÍA

[e170] Virtudes especiales:
Calma, fuerza, paciencia y resistencia, amor a la verdad, lealtad, intuición, inteligencia clara y temperamento sereno.

Vicios del rayo:
Excesiva concentración en el estudio, frialdad, indiferencia hacia los demás, desprecio por las limitaciones mentales ajenas. [i203]

Virtudes a ser adquiridas:
Amor, compasión, altruismo, energía.

A éste rayo se lo denomina el de la sabiduría, debido a su característico deseo de adquirir conocimiento puro y alcanzar la verdad absoluta -es frío y egoísta si no ama, y es inactivo si no posee poder. Si posee amor y poder, entonces tenemos el rayo de los Buddhas y de los grandes instructores de la humanidad -aquellos que habiendo alcanzado la sabiduría para emplearla en bien de los demás, se entregan por entero a difundirla. El estudiante que pertenece a este rayo está siempre insatisfecho de sus realizaciones más elevadas; no importa cuán amplio sea su conocimiento, su mente permanece siempre fija en lo desconocido, en el más allá y en las cumbres aún no escaladas.

El hombre de segundo rayo tendrá tacto y previsión; será un excelente embajador, un destacado maestro o director de escuela; como hombre mundano tendrá una inteligencia clara y sabia para tratar los asuntos que se le presentan y tendrá capacidad para inculcar a otros el verdadero punto de vista de las cosas y hacerlas ver como él las ve; será un buen hombre de negocio si su rayo está modificado por el cuarto, quinto y séptimo rayos. El militar que pertenece a este rayo proyectará campañas inteligentes y preveerá las posibilidades; será intuitivo respecto al mejor camino a seguir y nunca pondrá imprudentemente en peligro la vida de sus hombres. No será rápido en la acción ni muy enérgico. El artista que pertenece a este rayo tratará siempre de enseñar por medio de su arte, y sus cuadros tendrán un significado. Su trabajo literario será siempre instructivo. El método para curar enfermedades del hombre de segundo rayo, será conocer a fondo el temperamento del paciente y también la naturaleza de la enfermedad, a fin de aplicar su fuerza de voluntad en forma eficaz.

El método característico para acercarse al Sendero consistirá en un concienzudo estudio de las enseñanzas, hasta que sean [e171] [i204] parte de la conciencia del hombre, y no un mero conocimiento intelectual, sino una regla espiritual de la vida, atrayendo así la intuición y la verdadera sabiduría.

Un tipo indeseable de segundo rayo que se aboca a adquirir únicamente conocimiento para sí mismo, es totalmente indiferente a las necesidades humanas. La previsión de un hombre así degenerará en suspicacia, su calma en frialdad e inflexibilidad.


EL TERCER RAYO DE LA MENTE SUPERIOR

Virtudes especiales:
Amplio criterio respecto a todas las cuestiones abstractas, sinceridad de propósito, intelecto claro, capacidad de concentrarse en estudios filosóficos, paciencia, cautela, no le preocupan las trivialidades ni quiere preocupar a otros.

Vicios del rayo:
Orgullo intelectual, frialdad, aislamiento, inexactitud en los detalles, distracción, obstinación, egoísmo, crítica excesiva respecto a los demás.

Virtudes a adquirirse:
Simpatía, tolerancia, devoción, exactitud, energía, sentido común.

Éste es el rayo del pensador abstracto, del filósofo y del metafísico, del hombre que se deleita en las matemáticas superiores pero, si no está modificado por un rayo práctico, no se preocupará por tener al día su contabilidad. Tendrá una imaginación muy desarrollada; por el poder de su imaginación captará la esencia de una verdad; su idealismo será con frecuencia muy marcado, es soñador y teórico; debido a sus amplios puntos de vista y gran cautela ve con la misma claridad [i205] todas las facetas de un asunto, lo cual a veces detiene su acción. Será un buen hombre de negocios; como militar resolverá teóricamente los problemas de táctica en su despacho, pero rara vez se destacará en el campo de batalla. Como artista, su técnica no será refinada, pero sus temas serán fecundos en ideas y despertarán interés. Amará la música, pero si no está influido por el cuarto rayo no será compositor. Poseerá ideas fecundas en todos los sectores de la vida, pero es demasiado impráctico para llevarlas a cabo.

[e172] El individuo que pertenece a este rayo es excesivamente despreocupado, desaseado, ocioso e impuntual; no le importan las apariencias, pero si tiene el quinto como rayo secundario, el sujeto cambiará totalmente. Los rayos tercero y quinto producen el historiador perfecto y equilibrado, que capta ampliamente su tema y verifica con paciente exactitud todos los detalles. Además los rayos tercero y quinto unidos, producen los grandes matemáticos que se remontan a los niveles del pensamiento y a los cálculos abstractos y pueden llevar los resultados obtenidos a la aplicación científica. El estilo literario del hombre de tercer rayo es con demasiada frecuencia complicado e indefinido, pero esto cambia si está influenciado por el primero, cuarto, quinto o séptimo rayos; bajo el quinto rayo será un maestro de la pluma.

El método para curar enfermedades del hombre de tercer rayo consiste en emplear las drogas extraídas de minerales o de yerbas que pertenecen al mismo rayo del paciente a quien desea aliviar.

El método de emprender la gran Búsqueda que corresponde a este tipo de rayo es reflexionando profundamente sobre líneas filosóficas o metafísicas, hasta llegar a comprender el grandioso más Allá y la gran importancia que tiene hollar el Sendero que lo conduce allí.


EL CUARTO RAYO DE ARMONÍA A TRAVÉS DEL CONFLICTO

Virtudes especiales:
Grandes afectos, simpatía, valor físico, generosidad, devoción, intelecto y percepción rápidos. [i206]

Vicios del rayo:
Egocentrismo, preocupación, inexactitud, falta de valor moral, fuertes pasiones, indolencia; extravagancia.

Virtudes a ser adquiridas:
Serenidad, confianza, autocontrol, pureza, altruismo, exactitud, equilibrio mental y moral.

A este rayo se lo denomina "el rayo de la lucha" porque en él las cualidades rajas (actividad) y tamas (inercia) están en forma extraña, tan equilibradas, que la lucha entre ambas quebranta la naturaleza del hombre de cuarto rayo; cuando el [e173] resultado es satisfactorio se lo denomina el "Nacimiento de Horus" o del Cristo, originado por la agonía del dolor y el constante sufrimiento.

Tamas o inercia, produce apego a las comodidades y a los placeres, detesta causar dolor y llega hasta la cobardía moral, la indolencia, y a dejar las cosas como están, a descansar y a no pensar en el mañana. Rajas o actividad, es fogosa, impaciente e impulsa siempre a la acción. Estas fuerzas opuestas de la naturaleza convierten la vida del hombre de cuarto rayo en una perpetua lucha y desasosiego; las fricciones y las experiencias así adquiridas traen una rápida evolución, pero el hombre puede fácilmente convertirse en un héroe o en una nulidad.

Es el rayo del valiente capitán de caballería, indiferente a sus propios riesgos y a los de sus seguidores. El hombre que pertenece a este rayo hará que renazca la esperanza perdida, porque en los momentos de gran excitación es dominado totalmente por rajas o actividad; es el rayo del arriesgado especulador y del tahúr, lleno de entusiasmo y proyectos, fácilmente agobiado por el fracaso o el dolor, pero recuperándose rápidamente de sus reveses e infortunios.

Es preeminentemente el rayo del color, del artista, cuyo colorido es siempre admirable, aunque sus dibujos muchas veces son defectuosos (Watts pertenecía al cuarto y segundo rayos). El hombre de [i207] cuarto rayo ama el color, y generalmente puede crearlo. Si no ha tenido entretenimiento como artista, con toda seguridad el sentido del color se expresará en otra forma, como selección en el vestir y en la decoración.

Las composiciones musicales de cuarto rayo están plenas de melodía, porque el hombre que pertenece a este rayo ama la melodía. Como escritor o poeta, su trabajo será con frecuencia brillante y abundarán las pintorescas descripciones pictóricas, pero serán inexactas, exageradas y frecuentemente pesimistas. Por lo general se expresa bien y tiene sentido del humor, pero, según su disposición de ánimo, pasará de una conversación brillante a un silencio melancólico. Es una persona deliciosa y difícil de convivir con ella.

El mejor método para curar, del hombre que pertenece al cuarto rayo, es el masaje y el magnetismo, utilizados con conocimiento.

El método de acercamiento al Sendero será por autocontrol, adquiriendo así el equilibrio entre las fuerzas antagónicas de la naturaleza. El camino inferior y extremadamente peligroso, es el del Hatha Yoga.

EL QUINTO RAYO DE LA MENTE INFERIOR

[e174] Virtudes especiales:
Declaraciones estrictamente exactas, justicia (sin clemencia), perseverancia, sentido común, rectitud, independencia, intelecto agudo.

Vicios del rayo:
Crítica mordaz, estrechez mental, arrogancia, carácter rencoroso, carente de compasión, irreverente, lleno de prejuicios.

Virtudes a ser adquiridas:
Reverencia, devoción, conmiseración, amor y amplitud mental.

Es el rayo de la ciencia y de la investigación. El hombre que pertenece a este rayo poseerá un intelecto agudo, gran exactitud en los detalles y [i208] hará incansables esfuerzos para llegar al origen de los detalles más pequeños y comprobar todas las teorías. Por lo general será excesivamente veraz, explicará en forma lúcida los hechos, aunque a veces sea pedante y cansador debido a su obstinación en repetir menudencias triviales e innecesarias. Será ordenado, puntual y eficiente; no le agradará recibir favores ni halagos.

Es el rayo del químico eminente, del electricista práctico, del ingeniero sobresaliente, del gran cirujano. El estadista que pertenece al quinto rayo tendrá puntos de vista estrechos, pero será excelente director de algún departamento técnico especial, aunque persona desagradable para sus subordinados. El militar se adaptará más fácilmente a la artillería y a la ingeniería. Es raro encontrar al artista en este rayo, a no ser que lo influyan, como rayos secundarios, el cuarto y el séptimo. Aún así el colorido será apagado y las esculturas carecerán de vida; la música, si es compositor, no será atractiva, aunque técnicamente correcta en su forma. El estilo en el escritor y orador será la claridad misma, pero carecerá de vehemencia y esencia; frecuentemente se extenderá demasiado, debido al deseo de decir todo lo que puede sobre el tema que trata. Como cirujano será perfecto y sus mejores curaciones serán hechas por medio de la cirugía y la electricidad.

El método de acercamiento al Sendero para los que pertenecen al quinto rayo es mediante la investigación científica llevada al máximo, y la aceptación de las deducciones extraídas.

EL SEXTO RAYO DE DEVOCIÓN

[e175] Virtudes especiales:
Devoción, concentración mental, amor, ternura, intuición, lealtad, reverencia.

Vicios del Rayo:
Amor egoísta y celoso, depende demasiado de los demás, parcialidad, [i209] autoengaño, sectarismo, superstición, prejuicios, conclusiones demasiado rápidas, arranques de ira.

Virtudes a adquirirse:
Fortaleza, autosacrificio, pureza, veracidad, tolerancia, serenidad, equilibrio, sentido común.

A este rayo se lo denomina el rayo de la devoción. El hombre que pertenece a este rayo tiene instintos e impulsos religiosos y un intenso sentimiento personal, y no considera nada equitativamente. Todo a sus ojos es perfecto o intolerable; sus amigos son ángeles, sus enemigos el reverso. Sus puntos de vista, en ambos casos, no se basan en los méritos intrínsecos de cada uno, sino en el modo con que la persona lo atrae, o por la simpatía o antipatía que demuestra hacia sus ídolos favoritos, sean estos concretos o abstractos, porque es muy devoto a una persona o a una causa.

Siempre debe tener un "Dios personal", una encarnación de la Deidad para adorar. El mejor individuo de este tipo de rayos es el santo, el peor el intolerante y el fanático, el mártir y el inquisidor típico. Todas las guerras religiosas o cruzadas, han sido originadas debido al fanatismo de sexto rayo.

El hombre es frecuentemente de naturaleza benévola, pero puede enfurecerse y ser irascible. Ofrendará su vida por el objeto de su devoción o veneración, pero no levantará un dedo para ayudar a aquellos por quienes no siente simpatía. Como soldado odia la guerra, pero muchas veces en el fragor de la batalla luchará como un poseído. Nunca será un gran estadista ni hombre de negocios, pero puede ser un gran predicador u orador. Será el poeta de las emociones (tal como Tennyson) y el autor de libros religiosos, en poesía o en prosa. Siente devoción por la belleza, el color y todas las cosas agradables, pero no tendrá gran capacidad productiva, a no ser que se halle [i210] influido por uno de los rayos de las artes prácticas, el cuarto o el séptimo. Su música será melodiosa y frecuentemente compondrá oratorias o música sacra.

[e176] El método de curación para el hombre de este rayo será por la fe y la oración.

El acercamiento al Sendero será a través de las plegarias y la meditación a fin de lograr la unión con Dios.


EL SÉPTIMO RAYO DE ORDEN CEREMONIAL ó MAGIA

Virtudes especiales:
Fortaleza, perseverancia, valor, cortesía, excesivamente detallista, confianza en sí mismo.

Vicios del Rayo:
Formulismo, intolerancia, orgullo, estrechez mental, criterio superficial, excesivo engreimiento.

Virtudes a adquirirse:
Comprensión de la unidad, amplitud mental, tolerancia, humildad, benevolencia, amor.

Éste es el rayo del ceremonial por el cual el hombre se deleita de "todas las cosas realizadas en forma decente y ordenada" y de acuerdo a reglas y precedentes. Del gran sacerdote y el chambelán de la corte, del militar que es genio nato para la organización; del administrador general, que vestirá y alimentará a sus tropas de la mejor manera posible; de la perfecta enfermera que cuida los menores detalles, aunque a veces se inclina demasiado a no considerar la idiosincrasia de los pacientes, y trata de obligarlos a que se ajusten a una rutina.

Es el rayo de la forma, del perfecto escultor que ve y produce la belleza ideal, del diseñador de hermosas formas y de los moldes de cualquier tipo; pero un hombre así no tendría éxito [i211] como pintor, a no ser que ejerza influencia el cuarto rayo. La combinación del cuarto con el séptimo rayo podría dar el tipo más elevado de artista, la forma y el color serían sublimes. El trabajo literario del hombre que pertenece al séptimo rayo será notable por su estilo super refinado, y como escritor se preocupará más por la forma que por el tema de su trabajo, pero poseerá fluidez para escribir y hablar. El hombre de séptimo rayo será frecuentemente sectario; se deleitará con los ceremoniales y las fiestas de guardar, las grandes procesiones y espectáculos, los desfiles navales y militares, el estudio del árbol genealógico y las reglas de precedencia.

[e177] El individuo indeseable que pertenece al séptimo rayo es supersticioso; un hombre de esta naturaleza se preocupará por las premoniciones, los sueños, las prácticas ocultistas y los fenómenos espiritistas. El individuo deseable de este rayo tiene la absoluta intención de hacer lo correcto, pronunciar la palabra correcta en el momento oportuno, de allí su gran éxito social.

Los métodos de curación para el hombre de séptimo rayo serán aplicar con extrema exactitud el tratamiento ortodoxo para curar la enfermedad. La práctica de la Yoga no le ocasiona males físicos.

Se acercará al Sendero cumpliendo las reglas de la práctica y el ritual, y puede fácilmente evocar y controlar las fuerzas elementales.

De lo expuesto podrá deducirse que las características de cualquier rayo tienen una analogía más estrecha con uno de los rayos que con los demás. Esto es verídico. El único que se encuentra solo y no tiene relación con los demás es el cuarto rayo, lo cual nos recuerda la posición singular que el número cuatro ocupa en el proceso evolutivo. Tenemos la cuarta raza raíz, la cuarta cadena planetaria, el cuarto planeta de la cadena, el cuarto manvantara planetario, etc.

Existe una estrecha relación entre el tercero y el quinto rayos. [i212] Al buscar el conocimiento, el sendero a seguir es, por ejemplo, el estudio laborioso y minucioso de los detalles, tanto en filosofía, matemáticas superiores, como en las ciencias prácticas.

La analogía entre el segundo y el sexto rayos se demuestra en la captación intuitiva del conocimiento sintetizado y en el vínculo común de lealtad y fidelidad.

Destreza, inmutabilidad y perseverancia, son las características que corresponden al primero y al séptimo rayos.

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