CAPITULO II
LOS RAYOS Y LOS REINOS DE LA NATURALEZA
INTRODUCCIÓN
[e179] [i215] AL INICIAR el estudio de los rayos y su relación con los siete reinos de la naturaleza los consideraré y enumeraré en su arco ascendente o evolutivo, y no a los siete reinos que pueden ser enumerados en su arco descendente o involutivo. Esta última definición (de acuerdo a la literatura teosófica) incluye tres reinos -el nebuloso, el relativamente amorfo y el inexpresado- y los cuatro que enumera la ciencia moderna. Con el arco involutivo nada tenemos que hacer, pues es casi imposible para la mente finita del lector común comprenderlo. Aunque existen estos tres reinos involutivos, y son poco conocidos en Occidente, sin embargo algo se ha escrito sobre ellos, pero no han sido comprendidas las verdades insinuadas. Esto es inevitable. Su comprensión reside en la capacidad de "recuperar" el pasado, viéndolo como una totalidad.
Los reinos que trataremos en relación con los rayos pueden ser enumerados como:
1. El Reino Mineral |
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VII |
2. El Reino Vegetal |
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VI |
3. El Reino Animal |
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V |
4. El Reino de los Hombres |
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IV |
5. El Reino de las Almas |
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III |
6. El Reino de las Vidas Planetarias |
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II |
7. El Reino de las Vidas Solares |
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I |
[i216] Estos reinos podrían ser considerados como diferenciaciones de la Vida Una, desde el ángulo de:
- La apariencia fenoménica, manifestación objetiva, o la exteriorización del Logos solar.
- La conciencia o ser sensible a la expresión de la cualidad por intermedio de la apariencia fenoménica.
[e180] Algunos rayos, como es de suponer, tienen más responsabilidad que otros para cualificar determinado reino. Su efecto define en forma determinante sus características. El efecto de los otros rayos subsiste, pero no está ausente. Nunca debemos olvidar que en la íntima interrelación de las fuerzas de nuestro sistema solar, las siete fuerzas producen su efecto. Todas actúan, cualifican y motivan, pero una u otra ejerce un efecto más vital. La siguiente clasificación explicará el principal efecto que ejercen los siete rayos y el resultado de la influencia ejercido sobre los siete reinos de los cuales me ocupo:
No. Reino |
Rayo |
Expresión |
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1. Mineral |
VII .. Organ. Ceremonial . |
Radiactividad |
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I .. Voluntad o Poder .. |
La reserva fundamen- |
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tal del poder |
2. Vegetal................ |
II .. Amor-Sabiduría ... |
Magnetismo |
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IV .. Belleza o Armonía . |
Uniformidad de color |
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VI .. Devoción Idealista .. |
Tendencia ascendente |
3. Animal................. |
III . . Adaptabilidad.. |
Instinto |
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VI .. Devoción......... |
Domesticidad |
4. Humano................. |
IV .. Armonía a través del |
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Conflicto....... |
Exper., crecimiento |
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V .. Conoc. Concreto ... . |
Intelecto |
5. Egoico o de las Almas |
V .. Conoc. Concreto .... |
Personalidad |
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II .. Amor-Sabiduría ... |
Intuición |
6. Vidas Planetarias .. |
VI .. Devoción a las Ideas |
El Plan |
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III .. Inteligencia Activa . |
Trabajo Creador |
7. Vidas Solares.......... |
.I .. Voluntad o Poder .. |
Mente Universal |
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VII .. Magia Ceremonial .. |
Ritual Sintético. |
[i217] Observarán en esta clasificación la interesante diferencia de que el reino vegetal es la expresión de tres rayos, mientras que los otros son la expresión de dos. Estos tres rayos han llevado al reino vegetal a su actual estado de suprema belleza y a desarrollar el simbolismo del color. El reino vegetal representa la notable contribución de nuestra Tierra al plan solar general. Cada uno de los planetas contribuye, con una cuota excepcional y especializada, a la totalidad de los productos evolutivos, pero la producción extraordinaria de nuestro particular sistema planetario reside en el reino vegetal. Otros planetas contribuyen también con formas y apariencias que son su ofrenda específica. Es innecesario enumerarlos, porque nuestro lenguaje no tiene términos equivalentes para expresarlo, y cuando no los tiene es que no hay equivalencias en la conciencia del género humano. Por lo tanto, la Tierra contribuye entonces con el reino vegetal, y esto es posible porque constituye el único reino en el cual han podido finalmente coligarse, fusionarse y mezclarse tres rayos, los cuales se hallan en las líneas principales de fuerzas 2-4-6. Cuando hagamos un análisis más [e181] detallado de los rayos y sus efectos sobre un reino de la naturaleza, veremos por qué lo dicho anteriormente ha contribuido en forma tan excepcional. El éxito se demuestra en la uniformidad con que se reproduce por todo el planeta el color verde en el reino del color.
Además observarán que el reino mineral y el [i218] de las vidas solares (primero y séptimo) son el resultado de las actividades del primero y séptimo rayos. Existe aquí una estrecha interposición numérica. Estos dos reinos se encuentran respectivamente en el punto de máxima diafanidad y máxima densidad y son producidos por la voluntad y habilidad que tiene la Deidad solar para la organización. Personifican el plan nebuloso y el plan concreto. En el caso del séptimo reino o superior (contando desde abajo hacia arriba) predomina el aspecto voluntad, y es el más poderoso, mientras que en el caso del reino mineral, el aspecto organización es el más importante. Eso puede esperarse porque la energía de la Voluntad es el primer efecto de la iniciadora actividad divina, mientras que el aspecto más denso de organización ceremonial constituye la contraparte del impulso inicial y su concretización, si puedo expresarlo así. En los otros reinos de la naturaleza, como podrá verse en nuestra clasificación, no existe tal relación.
Será de valor que analicemos dicha clasificación cuidadosamente y obtengamos una comprensión algo más clara del efecto y de la influencia que ejercen los siete rayos.
Mientras la verdadera naturaleza del átomo y su organización interna sigan siendo motivo de teorización, especulación e investigación, el lector deberá considerar lo que expongo respecto al reino más denso de todos, como simbólico y pictóricamente verdadero y no en forma literal. Así como el centro en la base de la columna vertebral es el último que entra en plena actividad, y sólo lo hace cuando el centro en la cabeza está despierto y activo, así el más bajo de todos los reinos será correctamente comprendido cuando los siete reinos vibren al unísono. Hasta que esto no ocurra, dicho reino y su vida continuarán siendo un enigma, excepto para el iniciado de grado superior. Todo lo que puedo hacer es dar algunas sugerencias que pongan en actividad la mente abstracta y despierten el interés, en tal grado, para que el análisis y el estudio pueda proseguir. [i219] Sin embargo no es posible llegar a conclusiones, y esto debe ser comprendido.
Dos de los rayos son de primordial importancia en la Vida de Dios, a medida que fluye a través de la sustancia básica de nuestro planeta. En el trabajo del séptimo rayo tenemos en la sustancia terrenal el material sólido de nuestra vida planetaria, organizado [e182] en las variadas formas minerales. Éstas a su vez contienen latentes esos elementos sustentadores y vitalizadores de los cuales otras formas extraen su sustento. Debe recordarse que cada reino de la naturaleza depende y extrae su vida del reino que le precede en sentido cronológico, durante el ciclo evolutivo. Cada reino es un depósito de poder y vitalidad para el siguiente reino que surge de acuerdo al Plan divino.
El reino vegetal por ejemplo, extrae su fuerza vital de tres fuentes: del sol, del agua y de la tierra. En el proceso de construcción lo importante es el contenido mineral de las dos últimas fuentes. La verdadera estructura de todas las formas es producida por la contextura de productos minerales que se va erigiendo gradualmente en el cuerpo etérico y adquiere conformación y forma, bajo el anhelo, impulso o deseo vital etérico. La cualidad magnética del cuerpo etérico atrae hacia sí los minerales necesarios para su armazón.
El reino animal extrae el sustento principalmente del sol, del agua y del reino vegetal. El contenido mineral necesario para su estructura o esqueleto, se ofrece en una forma más avanzada y sublimada, siendo extraído del reino vegetal en vez del reino mineral. Cada reino se sacrifica para el reino siguiente en la secuencia evolutiva. La Ley del Sacrificio determina la naturaleza de todo reino, por lo tanto, cada uno puede ser considerado como un [i220] laboratorio donde se preparan los alimentos necesarios para la formación de estructuras más refinadas. El reino humano sigue el mismo procedimiento y extrae su vida (desde el ángulo de la forma) del reino animal y también del sol, el agua y los vegetales. En las primeras etapas de la evolución humana el alimento animal era, kármica y esencialmente, el correcto para el hombre; desde el punto de vista de la forma animal, para el hombre no evolucionado, tal alimento es aún correcto y apropiado. Esto nos conduce al asunto del vegetarianismo que trataré cuando consideremos el cuarto reino, lo cual no es lo que frecuentemente se cree, o como lo presentan los pensadores actuales, y comer carne en ciertas etapas del desenvolvimiento humano- no es malo.
El reino de las almas extrae su sustento y vitalidad de la gran escuela experimental de la existencia humana, y en la interposición e interrelación de estos cuatro organismos divinos el mundo de la forma vive, se mueve y tiene su ser. Existen ciertas analogías y correspondencias en el organismo humano que son muy interesantes y pueden ser presentadas como:
Reino humano |
Cerebro |
Los dos centros de la cabeza |
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órganos vocales |
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[e183]
Reino animal |
Estómago |
El plexo solar |
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Hígado |
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Reino vegetal |
Corazón |
El centro cardíaco |
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Pulmones |
El centro laríngeo |
Reino mineral |
Órganos |
El centro sacro |
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Genitales |
La base de la columna vertebral |
Se observará la relación que tienen los siete centros con los diferentes reinos de la naturaleza, y también el simbolismo de la forma humana. Los siete reinos, en su totalidad, evidencian también las siguientes relaciones: [i221]
1. Reino mineral |
base de la columna vertebral |
adrenales |
2. Reino vegetal |
centro cardíaco |
timo |
3. Reino animal |
plexo solar |
páncreas |
4. Reino humano |
centro sacro |
gónadas |
5. Reino egoico |
centro laríngeo |
tiroides |
6. Reino planetario |
centro ajna |
pituitaria |
7. Reino solar |
centro coronario |
pineal |
El estudio de estas analogías será de valor para el estudiante si recuerda que se estudian en la primera iniciación. Ellas difieren de las posteriores expansiones de conciencia.
La influencia que ejerce el organizador séptimo rayo se observa mejor en la maravillosa y geométricamente perfecta estructura de los elementos, tal como lo revela el microscopio y el estudio del átomo. Como este tratado está dedicado al lector que no tiene estudio académico o científico, bastará decir que el reino mineral es el resultado del "ritual del ritmo", así como también lo son todas las formas básicas sobre las cuales se fundan y construyen las
miríadas de estructuras en manifestación. El sistema numérico se manifiesta en este reino en la plenitud de su belleza, y no existe forma alguna ni relación numérica que bajo sus más diminutas formas en este reino fundamental no puedan ser descubiertas por la microscópica visión oculta. Dos factores determinan las estructuras del reino mineral:
- El séptimo gran impulso, o la voluntad de organizar.
- El impulso de crear, o el ritmo inicial que condujo al Logos solar a tomar forma.
El trabajo que realizan los Señores del séptimo y del primer rayos es esencialmente el del arquitecto y el mago, y la perfección de sus esfuerzos se evidencia en el reino mineral. Sin embargo, no se comprenderá en toda su potencialidad y mágica revelación, hasta que el ojo interno de la verdadera visión esté desarrollado y se perciban en su verdadero valor las formas que [e184] subsisten en el trabajo creador, [i222] en los otros reinos de la naturaleza. Los secretos de la transmutación son el verdadero enigma de este reino particular; las dos palabras que describen el proceso y el secreto son, condensación y transmutación. Cada reino tiene sus palabras clave. Pueden ser traducidas, aunque inadecuadamente, de la manera siguiente:
Reino |
Proceso |
Secreto |
Objetivo |
|
|
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1. Mineral |
Condensación |
Transmutación |
Radiación |
2. Vegetal |
Conformación |
Transformación |
Magnetización |
3. Animal |
Concretización |
Transfusión |
Experimentación |
4. Humano |
Adaptación |
Traslación |
Transfiguración |
5. Egoico |
Exteriorización |
Manifestación |
Realización |
A medida que se analiza la significación de estas palabras, surge un cuadro general de la intención creadora. El objetivo y el proceso de los dos reinos superiores son demasiado avanzados para que los pueda captar el estudiante común, constituyendo también dos de los secretos de la iniciación superior.
Este tratado tiene como finalidad ocuparse prácticamente de dilucidar la nueva psicología y, como objetivo, acrecentar la comprensión del hombre sobre sí mismo, pero solo intentaré trasmitir algunas ideas respecto a los rayos y su relación con los tres reinos subhumanos de la naturaleza. En todos los escritos esotéricos es necesario demostrar la síntesis y la continuidad de todo proceso evolutivo, pues sólo a medida que el hombre se da cuenta de su posición intermedia entre los tres reinos superiores y los tres inferiores, aparecerá el verdadero significado de la contribución hecha por el cuarto reino al entero esquema de la evolución. He dado diversas clasificaciones acerca de las analogías e influencias de rayo, las cuales merecen un cuidadoso estudio. Por ejemplo, es evidente que el séptimo rayo está ahora entrando en el poder y comienza a hacer sentir su efecto sobre los reinos inferiores, por eso la humanidad debe estar preparada para los cambios inevitables.
El hombre solo y sin ayuda descubriría oportunamente por [i223] sí mismo los acontecimientos predestinados, pero tardaría mucho tiempo y únicamente por el análisis retrospectivo surgirán los amplios y generales delineamientos del proceso evolutivo perdidos en el cúmulo de detalles del presente inmediato y del trasfondo. La disposición para estudiar las verdades que se imparten de vez en cuando desde los centros ocultos del mundo, y para actuar sobre las hipótesis sugeridas, acrecentará en el hombre la capacidad de ver la vida en su totalidad, y le permitirá colaborar (con poder e inteligencia) en la ejecución del Plan.
[e185] Ya me he ocupado del Proceso, del Secreto y del Propósito. Para su correcta comprensión, daré una sinopsis de la información concerniente a cada reino, a medida que los vamos considerando.
1. El Reino Mineral
La influencia |
Del
séptimo rayo de organización y del primer
rayo de poder son los factores dominantes. |
Los resultados |
Del
proceso evolutivo son radiación y potencia, una potencia
estática que subsiste en el resto del esquema natural. |
El proceso |
La condensación. |
El secreto |
La
transmutación. En Tratado sobre Fuego Cósmico
se la define de la manera siguiente: "La transmutación
consiste en pasar de un estado de ser a otro, por medio
del fuego". |
El propósito |
La demostración de la radiactividad de la vida. |
Las divisiones |
Los metales en bruto, los metales patronos y las piedras preciosas. |
El agente objetivo |
El fuego. Constituye el factor iniciático en este reino. |
El agente subjetivo |
El sonido. |
La cualidad |
La extrema densidad. La inercia. La Brillantez. |
[i224] Los estudiantes deben recordar que al estudiar este reino, no tratamos con los elementos ni los átomos, pues constituyen la sustancia con la cual están construidas las formas minerales, sino con las formas minerales a medida que se manifiestan en el mundo concreto, y también en el mundo tangible y objetivo. La constitución interna y la formación geométrica de los minerales no forman parte de nuestro tema. Éste no es un tratado científico, como generalmente se entiende, sino un estudio de la cualidad y la conciencia en lo que afectan al aspecto forma. Gran parte, sino todo lo que la ciencia exotérica ha expuesto sobre el reino mineral, puede aceptarse como hechos relativos para aplicación general. Sin embargo pueden sentarse dos premisas básicas:
- El aspecto conciencia del mundo mineral.
- La transmutación de forma, en ese reino, por medio del fuego, que conduce a una radiación final.
El ejemplo más conocido del efecto que produce en el mineral la iniciación a través del fuego, puede verse en la gran transición y transformación realizada por la alotropía, desde el carbón al diamante perfecto. Otra etapa cualitativa puede observarse en la radiación o el desprendimiento de rayos como en el radio.
[e186] En el proceso evolutivo del reino mineral se deben tener presente tres etapas, y aunque (aparentemente no tienen relación entre
sí) desde el punto de vista de la ciencia moderna son, sin embargo, subjetiva y esencialmente parte de un grandioso proceso interno. Estas etapas son las analogías en el reino mineral de las etapas de la conciencia animal, de la autoconciencia y de la radiante conciencia grupal del alma. Existe una cuarta etapa de potencia o expresión de poder organizado, que está aún más allá, y es la analogía de la vida de la Mónada, en este reino, tal como se expresa en la conciencia solar de los iniciados de alto grado.
[i225] Así como la ciencia ha descubierto los noventa y dos elementos, la lista de los posibles elementos es relativamente completa, por eso la ciencia con el tiempo habrá compaginado las clasificaciones progresivas que demostrarán las tres etapas del ciclo de vida de todos los minerales, desde la etapa del mineral estático, tal como el carbón, a través de la etapa del cristal, de las piedras semipreciosas y preciosas, hasta la de la sustancia radiactiva. Al determinar este desarrollo el hombre no puede todavía darse cuenta de la relación existente, porque los ciclos abarcados son tan vastos, la acción del fuego en estos grandiosos períodos es tan variable y el reconocimiento de las etapas intermedias tan difícil, que todo lo que yo podría decir sólo daría lugar al sarcasmo y a la incredulidad. Pero pueden sentarse dos premisas fundamentales:
- Que la mayoría de las sustancias minerales se dividen naturalmente en siete grupos principales, correspondientes a las siete subdivisiones de los rayos influyentes, los de organización y poder.
- Que sólo en los ciclos mundiales en que el séptimo rayo está en manifestación y es sumamente poderoso, se producen ciertos cambios ocultos en estos siete grupos. Son las analogías, en la evolución mineral, de las siete iniciaciones del hombre.
En esta época se ha acrecentado la radiactividad. Puede observársela actualmente en el descubrimiento de la sustancia radiactiva a medida que el rayo entrante aumenta su potencia década tras década. Cierta cantidad de radiación es básica y fundamental en cualquier ciclo mundial. Pero cuando el séptimo rayo haya entrado totalmente se producirá una intensificación de esa radiación, y nuevas sustancias entrarán en actividad. Esta intensificación hará que el reino mineral sea más radiactivo que antes, hasta que esta acrecentada radiación se convierta a su vez en básica y fundamental. A medida que el séptimo rayo vaya saliendo cíclicamente [i226] de la manifestación, cierta medida de inercia se apoderará de este reino, aunque lo que tiene propiedad radiactiva continuará [e187] desarrollando su actividad. De esta manera la radiación del mundo mineral aumenta constantemente a medida que los ciclos pasan, produciéndose lógicamente un efecto paralelo en los tres reinos superiores. La gente no tiene hoy idea alguna del efecto que (debido al rayo entrante) esta radiación tendrá, no sólo en el reino mineral circundante sino en el reino vegetal (que tiene sus raíces en el reino mineral) y en menor grado en los hombres y animales. El poder de los rayos cósmicos entrantes ha hecho que se reconozca más fácilmente la radiactividad, de la cual se ocupa la ciencia moderna. Tres discípulos del séptimo rayo
interpretaron el significado de estos rayos para el hombre. Me refiero a los esposos Curie y a Millikan. Debido a que pertenecían al séptimo rayo poseían el necesario equipo síquico y la sensibilidad que les permitió reconocer intuitivamente su propia vibración de rayo en el reino mineral.
El séptimo rayo es el del ritual organizado, cualidad fundamental y necesaria para la construcción de formas. Los procesos del reino mineral son estrictamente geométricos. El primer rayo es el de voluntad o poder dinámico, y cuando -hablando simbólicamente- las formas perfeccionadas, los vehículos organizados y el poder dinámico están relacionados y unificados, entonces habrá plena expresión de la mente de Dios en la forma, en el punto de mayor concretización y densidad, con una radiactividad que será dinámicamente eficaz.
Hablando nuevamente en forma simbólica (y qué otra cosa puede hacerse cuando existe un mecanismo tan inadecuado como la mente y el cerebro del aspirante común), el reino mineral marca el punto de excepcional condensación, la cual se produce por la acción del fuego y la presión que ejerce la "idea divina" Esotéricamente hablando, tenemos en el mundo mineral el Plan [i227] divino oculto en la geometría de un cristal, y la radiante belleza de Dios aprisionada en el color de una piedra preciosa. Descubrimos que los conceptos divinos se desarrollan en lo minúsculo y más bajo de la manifestación. También la meta del concepto universal se observa cuando la joya irradia su belleza y el radio emite sus rayos tanto destructivos como constructivos. Si se pudiera comprender realmente la historia de un cristal se entraría en la gloria de Dios. Si se pudiera penetrar en la atractiva y repulsiva conciencia de un trozo de hierro o plomo, se revelaría la historia completa de la evolución. Si se pudieran estudiar los procesos ocultos que se llevan a cabo bajo la influencia del fuego, se penetraría en el secreto de la iniciación. Cuando llegue el día en que la historia del mineral pueda ser captada por el vidente iluminado, él verá entonces el largo camino que ha recorrido el [e188] diamante y, por analogía, el largo camino que han recorrido todos los hijos de Dios, regidos por las mismas leyes y desarrollando la misma conciencia.
Cuando el séptimo rayo se manifiesta en el séptimo plano, como sucede hoy, es especialmente potente y, por lo tanto, su efecto sobre el reino mineral se hace sentir en forma dinámica. Si en verdad hay una sola sustancia y un solo espíritu, que "la materia es espíritu en el punto más bajo de su actividad cíclica y el espíritu es materia en su punto más elevado", entonces el rayo de orden ceremonial o ritual, es sólo una expresión de su polo opuesto -el primer rayo de voluntad o poder- expresando la misma potencia bajo otro aspecto, lo cual significa que:
- El poder o la voluntad de Dios se manifiesta a través de los procesos sistemáticamente organizados de séptimo rayo. La facultad geométrica de la mente universal halla su más perfecta expresión material en el plano físico, el séptimo plano, actuando a través del séptimo rayo. Así el reino mineral vino a la existencia como máxima expresión de esa mente. Mantiene en solución [i228] todas las fuerzas y los productos químicos y minerales que necesitan las formas de los otros reinos materiales.
- El reino mineral es por lo tanto la expresión más concreta de la unidad dual de poder y de orden. Constituye los cimientos de la estructura física ordenada, o el universo de nuestro planeta.
- Es necesario que la adaptabilidad ritualista y rítmica del séptimo rayo y la voluntad dinámica del rayo de poder vayan conjuntas para el pleno desarrollo del Plan, tal como se encuentra en la mente de Dios.
Ésta es la razón de por qué, en el actual período de transición, el Señor del séptimo rayo está tomando a su cargo el control de los asuntos y la ejecución ordenada del Plan, a fin de restaurar con el tiempo, la estabilidad del planeta y facilitar a las entrantes influencias acuarianas un estable y extenso campo de trabajo. Esto lo detallaremos cuando empecemos el estudio de los signos zodiacales y su relación con los rayos.
Ahora consideraremos los dos puntos siguientes: la condensación y su secreto, la transmutación. Desde el punto de vista de la materia externa, el reino mineral constituye la expresión más densa de la vida de Dios en la sustancia y su característica más sobresaliente, aunque a veces incomprendida, es el poder aprisionado o inexpresado. Hablando en símbolos, un volcán en erupción es una pequeña expresión de este poder. Desde el punto de vista de la sustancia esotérica los cuatro éteres son muchos más densos y sustanciales. La ciencia moderna también lo ha expuesto al referirse al hipotético éter. Este quinto reino (contando en forma oculta y descendente desde el reino egoico) es el reflejo de estos cuatro éteres y el punto de su más densa concretización.
[e189] Así como sustentan, o forman la base del mundo manifestado, y se los considera como la verdadera forma, también el reino mineral es el reino fundamental de los tres mundos de acuerdo a Ley de Analogía. [i229] En un sentido muy especial "sustancia etérica precipitada" es la condensación o exteriorización de los planos etéricos. Esta solidificación o precipitación -que da como resultado la producción de la materia densa objetiva o sólida es el resultado tangible de la interacción de las energías y cualidades de los rayos primero y séptimo. Su voluntad unida y su ritmo ordenado han producido el suelo terrestre y el contenido ígneo del planeta, considerando la capa terrestre como la corteza.
En el girar de la gran rueda, ciclo tras ciclo, estos dos rayos entran en función activa, y durante los ciclos de actividad objetiva los otros rayos predominan y participan en el gran trabajo. El resultado de esta interacción de potencias síquicas se manifestará en la eventual transmutación de la sustancia de la tierra, y se disolverá nuevamente en lo que constituye la finalidad de la condensación objetiva. Aquí fracasa nuevamente el lenguaje para aplicar los términos adecuados, que aún no existen. Hago esta aclaración a fin de indicar la dificultad del tema. La sustancia etérica intangible ha sido condensada en el mundo denso tangible y objetivo. Éste -en el plan evolutivo- tiene que ser nuevamente trasmutado a su condición original, además de lo que ha adquirido del ritmo ordenado y de las tendencias y cualidades forjadas en la conciencia de sus átomos y elementos, mediante la experiencia de la exteriorización, disolución que puede ser observada como radiación y sustancia radiactiva. En ellas observamos el proceso de transmutación. Los agentes disolventes son el fuego, el calor intenso y la presión, los cuales han logrado ya dividir al reino mineral en tres partes: los denominados metales en bruto, los metales patronos, tales como la plata, el oro y el platino, las piedras semipreciosas y los cristales. Las piedras preciosas son una síntesis de los tres -síntesis básica de la evolución. A este respecto pueden observarse algunas analogías entre el [i230] reino mineral y los ciclos evolutivos humanos.
1. Metales en bruto |
plano físico |
conciencia densa. |
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Primera Iniciación |
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2. Metales patronos |
plano astral |
conciencia del yo. |
|
Segunda Iniciación |
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3. Piedras semipreciosas |
plano mental |
conciencia radiante. |
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Tercera Iniciación |
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4. Piedras preciosas |
conciencia y realización egoica. |
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|
Cuarta Iniciación |
|
[e190] Las analogías del fuego, el calor y la presión en la evolución del ser humano, son autoevidentes y puede observarse que su trabajo va paralelo al del reino mineral.
El reino mineral está regido astrológicamente por el signo Tauro, y hay una relación simbólica entre el "ojo" en la cabeza del Toro, el tercer ojo, la luz en la cabeza, y el diamante. La conciencia del Buddha ha sido llamado el "ojo de diamante".
Hasta ahora me he expresado en forma técnica y gran parte de lo impartido parece no tener relación con el desarrollo psicológico del hombre. Pero para comprender los rayos y la gran afluencia que ejercen en toda vida, es necesario que el hombre comprenda que sólo es una pequeña fracción de este todo. El hombre tiene sus raíces en los tres reinos, pues ellos han contribuido a formar su equipo; es el macrocosmos del microcosmos inferior, el eslabón que une a los tres reinos inferiores con los tres superiores. Debe tenerse siempre presente que el signo del desarrollo espiritual del hombre, reside en la habilidad de incluir en su conciencia no sólo los llamados valores espirituales y el poder de reaccionar a los contactos del alma, sino en incluir también los valores materiales y reaccionar en forma divina a los poderes que se hallan, para él, ocultos [i231] y custodiados por otras formas de vida divina que existen en los tres reinos subhumanos.
Ante la actual situación mundial apremiante cabría preguntarse: ¿Qué necesidad hay de estudiar los rayos y los reinos de la naturaleza? ¿De qué sirve especular sobre ciertos asuntos en los que el estudiante medio no puede captar la verdad? Estas preguntas son inteligentes y merecen también una respuesta similar. Responderé haciendo otra pregunta: ¿Por qué el seudo servidor cree que su equipo mental podría servir de algo en la actual crisis mundial?
Una de las primeras cosas que cualquier instructor de la raza tiene que hacer es acrecentar el equipo mental del seudo servidor. Muchas veces el trabajo es obstaculizado por la devoción del aspirante emocional. La fructificación del Plan frecuentemente se demora por los esfuerzos inoportunos y la falta de criterio del sincero seguidor del Gran Señor. El trabajo es sobre todo obstruido por las reacciones de la personalidad de quienes dirigen los grupos que se dedican al esoterismo. Las reacciones de la personalidad se deben, en la mayoría de los casos, a algún tipo de emoción. La ambición personal, el deseo a veces irreconocible de llegar a ser la autoridad máxima en determinado grupo, el temor a lo intrusos y a las terminologías (que expresan idénticas verdades) y la envidia de otros dirigentes, además de una sincera aunque confusa e ilusoria interpretación de la verdad, [e191] constituyen un gran obstáculo para la causa de la Jerarquía, cosas observables en todas partes. El origen de dichas dificultades reside en el cuerpo de deseo -emocional sensorio- y el indebido apego a las formas y cosas externas. Éstos factores impiden la clara visión que conduce a una actividad inteligente y colaboradora. Si se puede acrecentar el equipo mental y captar la verdad, entonces podrá realizarse el verdadero trabajo y los grupos (que forman el grupo uno) llegarán a ser [i232] verdaderamente útiles. Para tal cualidad será benéfico proporcionar el material mediante el cual el cuerpo mental del estudiante se desarrolle y pueda encontrar el sustento y los medios para desarrollarse. Pocas personas pueden desarrollar dentro de sí mismos los pensamientos e ideas que las conducirán a comprender la verdad; quienes somos responsables de enseñar a la raza debemos proporcionarle forzosamente lo que requiere. Al hacerlo, trabajamos también para la generación venidera de investigadores, sabiendo muy bien que las enseñanzas avanzadas de hoy y las nuevas ideas que influencian a los precursores de la humanidad serán la inspiración del público pensador en las generaciones siguientes y, a su debido tiempo, en los seguidores de la teología. Las creencias y los conocimientos de los esotéricos de hoy (de los verdaderos esotéricos espirituales, no de los grupos seudo esotéricos), se han asimilado a las fórmulas de las creencias de sus sucesores, y con el tiempo se identificarán con los credos y las organizaciones religiosas.
Comprender en forma mental las enseñanzas y el estudio de los rayos, en relación con la naturaleza en evolución, es mental y espiritualmente importante, pero no tiene ningún valor práctico en la vida diaria, excepto en lo que pueda servir para trasladar la polarización del aspirante del plano emocional al mental, trayéndole alineamiento y estabilidad.
Ahora se considerarán los rayos y el reino vegetal. Resulta difícil captar el significado de la conciencia y la actividad del reino mineral, porque está muy lejos del nuestro. También es difícil comprender, o ver conscientemente, por ejemplo, que las uñas, los dientes y la estructura ósea tengan conciencia y percepción inteligente, del mismo tipo, aunque en distinto grado, que el ojo o un nervio sensorio. Pero es así. A medida que nos ocupamos de las formas de vida que se asemejan al tejido viviente de nuestros cuerpos animales, [i233] podemos apreciar su semejanza y las idénticas posibilidades se acrecientan paso a paso. Sólo presentando analogías se capta la verdad esotérica, pues proporcionan cierta iluminación a quienes comprenden que existen formas más elevadas de vida y de conciencia en el cosmos, a las cuales les resulta difícil introducir su conciencia en las formas animales de la humanidad, [e192] así como nos es difícil proyectarnos en la conciencia de un arado de hierro, pero esto también es así. Ahora clasificaremos algunas ideas e informaciones disponibles.
2. El Reino Vegetal
Las influencias |
Del
segundo Rayo de Amor-Sabiduría se expresan como sensibilidad
vastamente acrecentada. Del cuarto Rayo de Armonía
y Belleza se expresan como armonización general de
este reino en todo el planeta. Del sexto Rayo de Devoción
o (como se ha expresado simbólicamente en La Sabiduría
Antigua) "el anhelo de consagrar la vida al Sol,
el dador de esa vida o también, "el anhelo de
dirigir el ojo del corazón al corazón del
sol". |
Los resultados |
Se
expresan en el segundo reino como magnetismo, perfume, color
y crecimiento hacia la luz. Les recomiendo que estudien
estas palabras cuidadosamente, porque en este reino es donde
se observa por primera vez con toda claridad la gloria futura
de la humanidad.
-
La
radiación magnética. La fusión
de los objetivos de los reinos mineral y vegetal.
-
El
perfume de la perfección.
-
La
gloria del aura humana. El radiante augoeides.
-
La
aspiración que conduce a la inspiración
final.
[i234]
|
El proceso |
La
conformidad, o el poder de estar de acuerdo
con los cánones impuestos en el cielo y producir
abajo lo que existe arriba. En este reino esto se realiza
con más facilidad que en el reino mineral, donde
el proceso de condensación se efectúa ciegamente.
|
El secreto |
La
transformación. Procesos ocultos de la alquimia que
permiten a los vegetales de este reino extraer el sustento
del Sol y del suelo y transformarlo en forma y color.
|
El propósito |
El
magnetismo. Fuente interna de belleza, encanto y poder atrayente
que atrae hacia sí formas de vida más elevadas,
y hace que los animales lo consuman como alimento y las
entidades pensantes extraigan inspiración, estímulo
y satisfacción mental. |
Las divisiones |
Los
árboles y arbustos. Las plantas florales. Las hierbas
que no entran en las dos especies anteriores. El grupo de
vegetales que se clasifican en forma general como flora
marina. [e193]
|
Agente Objetivo |
El agua.
|
Agente subjetivo |
El tacto.
|
Cualidad |
Rajas o actividad.
|
No intento exponer en este tratado lo que el lector puede hallar en los libros de texto académicos escolares, ni es mi trabajo dar la información paralela que se halla en la enseñanza esotérica y en la teología de la ciencia moderna. Trato de demostrar la síntesis que reside en todo y señalar la continuidad de conciencia que puede ser observada por el esotérico. Así se verá la parte integrada en la [i235] totalidad, distintamente de la observada cuando se considera la forma. El interés primordial reside en el mundo de las causas, aunque se consideren y estudien los que se clasifican como resultados, pues a medida que se demuestren como causas iniciales se llegará a comprender mejor su significación. Cuando se capte el poder radiactivo del reino mineral se comenzará a investigar el fundamento de la escala evolutiva y a comprender los primeros pasos dados por la vida de Dios, por intermedio de las formas manifestadas. Si al terminar este tema el estudiante puede captar algo del significado de las palabras simbólicas -Radiación, Magnetismo, Experimento, Transmutación y Realización- y se da cuenta que personifican el propósito y la meta de cada uno de los cinco reinos de la naturaleza, en los cuales estamos fundamentalmente interesados, observará entonces la emergente realidad de la conciencia y captará la prevaleciente síntesis.
a. VIDA - RADIACIÓN - MAGNETISMO
En los Aforismos de Patanjali se dice que "dominando la vida que nos atrae, se obtiene la radiación, y en estas palabras reside la clave de la relación que existe entre el reino mineral y el reino humano. En otras palabras, "mediante el consciente control de la naturaleza mineral estática, a medida que se expresa en el hombre, se produce la eventual actividad radiatoria". Así la "chispa se convierte en llama". (Patanjali: III, 40, La Luz del Alma). A través de los Aforismos de Patanjali, se podrán hacer comparaciones efectivas, especialmente al considerar los diversos quíntuplos que con tanta frecuencia se hallan en la manifestación. Dicho libro es un tratado básico para el entrenamiento iniciático. Tomemos como ilustración las palabras del Libro III, 44, y observemos la luz arrojada sobre el ciclo evolutivo y el desarrollo simbólico de los cinco reinos de la naturaleza: [e194] [i236]
"La meditación concentrada en las cinco formas que adopta cada elemento, otorga el dominio sobre todos los elementos. Estas cinco formas son la naturaleza densa, la forma elemental, la cualidad, la penetrabilidad y el propósito básico."
Por lo tanto podrían considerarse las siguientes analogías:
1. La naturaleza densa |
el reino mineral. |
2. La forma elemental |
el reino vegetal. |
8. La cualidad |
el reino animal. |
4. La compenetración |
el reino humano. |
5. El propósito fundamental |
el reino de las almas. |
Obsérvese también la correlación de ideas que puede hallarse a medida que se estudian las palabras siguientes:
"La meditación concentrada en la relación existente entre el cuerpo y el akasha otorga la ascensión fuera de la materia (los tres mundos), y el poder de viajar en el espacio". Patanjali III, 42. La Luz del Alma.
Se evidencia aquí cuán valiosa es la enseñanza de este aforismo, si se retiene en la mente el aspecto conciencia, y cómo se aclaran las relaciones en una escala más amplia que la humana:
|
1. El cuerpo |
reino mineral |
La densa prisión de la vida. |
2. El akasha |
reino vegetal |
La vida consciente fluidica. |
3. La ascensión fuera de la materia |
reino animal |
La
meta evolutiva de la relación que existe entre el
cuerpo y el akasha. |
4. El poder de viajar en el espacio |
reino humano |
La
meta de la conciencia humana mediante la comprensión
de los tres mencionados. |
En este tratado me ocupo de las relaciones e influencias internas [i237] de rayo que producen los resultados externos deseados. También quiero aclarar la meta de la conciencia evolutiva. La ciencia puede manejar con habilidad y discernimiento la evolución de las formas. Trataré de preparar el terreno para la futura ciencia (de la cual la psicología moderna es el comienzo experimental) que se ocupará de la evolución de la conciencia con la misma facilidad que la ciencia moderna trata de cómo las formas son expresiones de la vida. Sólo cuando esa nueva ciencia haya alcanzado el grado de desarrollo que tiene ahora la ciencia materialista, se podrá considerar la evolución de la vida a través de
la conciencia en la forma. He hecho aquí una manifestación fundamental y sintética que requiere comprensión. Mis razonamientos pueden ser seguidos con cierta facilidad por aquellos cuya conciencia se expande de lo humano a lo egoico.
[e195] Una pregunta muy oportuna podría formularse aquí: ¿Qué es lo que determina el rayo, que debe regir o influenciar predominantemente a cualquiera o todos los reinos de la naturaleza? Debe recordarse que cualquier reino, viéndolo como un todo, es una entidad, y (en su aspecto forma) la totalidad de las formas constituyen el cuerpo de manifestación de esa entidad. En último análisis, también el conjunto de influencias autoiniciadas y la radiación magnética de ese reino expresan la cualidad o cualidades fundamentales de esa entidad -el aura de su personalidad. Dos rayos rigen cada reino de la naturaleza, excepto el reino Vegetal, donde tres rayos indican el tipo de vida que existe en ese reino. Será de utilidad para los estudiantes considerar este problema desde el punto de vista de la analogía y comprender que ellos (lo mismo que los demás seres humanos) se rigen o actúan mediante dos rayos, por ejemplo el rayo de la personalidad y el egoico. Después de la tercera iniciación el discípulo tiene tres rayos activos, porque el rayo de la Mónada comienza a hacer sentir su presencia. Una situación análoga existe en todos los reinos de la naturaleza. Dos rayos [i238] predominan en cada reino, pero el reino vegetal es controlado por tres rayos, porque está más evolucionado (en sus propias y peculiares líneas) que cualquier otro, debido a que en él actúa lo que podría considerarse el rayo monádico de la Vida de ese reino. Todo esto no debe contemplarse desde el punto de vista de la conciencia humana, ni considerarse las normas humanas del desenvolvimiento y la percepción, como que ocupan un lugar prominente en esta evolución de la vida divina. Esta entidad viviente tiene un objetivo distinto de la vida que anima al cuarto reino de la naturaleza. Sin embargo, tres influencias logoicas fundamentales, tres alientos superiores o tres vibraciones de rayo, forman la vida, cualidad y apariencia de este reino. Este tema es demasiado intrincado para que sea realmente comprendido y el lector haría bien en aceptar simplemente y con reservas mis afirmaciones, y comprender que cuando él llegue a ser un miembro de ese gran conjunto de iniciados de la sabiduría, entonces lo que ahora es inexplicable para él podrá ser comprensible y cuando se ubique en su correcto lugar en el esquema de las cosas, no le parecerá tan extraordinario ni peculiar.
b. LOS CINCO SECRETOS DE LOS REINOS DE LA NATURALEZA
Existe un secreto en cada uno de los cinco reinos de la naturaleza, que concierne a la relación que existe entre la evolución humana y la totalidad, y le es revelado al iniciado en cada una [e196] de las cinco iniciaciones, en las cuales se explica uno de los cincos secretos, y por mi parte trataré de interpretar simbólicamente sus cinco antiguos nombres o
signos:
1. El reino mineral |
El secreto del brillo de la luz.
|
2. El reino vegetal |
El secreto del perfume sagrado.
|
3. El reino animal |
El secreto de seguir el rastro.
|
4. El reino humano |
El secreto del doble sendero, o del doble aliento.
[i239]
|
5. El reino de las almas |
El secreto de la rosa dorada de luz.
|
Las formas simbólicas que ocultan estos cinco secretos que se imparten a la inteligencia del iniciado, son:
1. El secreto mineral |
El diamante de color azul blanco. |
2. El secreto vegetal |
El cubo de madera de sándalo en el corazón del loto. |
3. El secreto animal |
El manojo de hojas de ciprés sobre una urna funeraria. |
4. El secreto humano |
El cordón dorado retorcido, con siete nudos. |
5. El secreto egoico |
El pimpollo del loto cerrado, con siete rayos azules. |
Sea como fuere, predominan actualmente en los cinco reinos algunas
de las siete influencias logoicas; en cuatro casos controlan dos
rayos y en el reino vegetal tres. No debe olvidarse que estos
rayos se relacionan entre sí, y en esta gran trama y urdimbre
de las fuerzas planetarias y solares, cada uno de los reinos está
influenciado por cada rayo; sin embargo, algunos rayos controlan
siempre y otros dominan cíclicamente. Los rayos determinan
la cualidad de la vida manifestada e indican el tipo de la apariencia.
Continuando con la consideración de las tres divisiones
del reino vegetal podría decirse que el.
6to. Rayo |
Determina el tipo, especie, apariencia, fuerza, tamaño y naturaleza de los árboles en nuestro planeta. |
2do. Rayo |
Es la influencia benéfica que se expresa por medio de los cereales y las flores. |
4to. Rayo |
Es la cualidad de la vida que se expresa por medio de las hierbas y plantas silvestres de la vida vegetal, las cuales forman "la alfombra verde en la que danzan los ángeles". |
Un importante acontecimiento simbólico ha culminado [i240] al finalizar la Era pisciana, período de influencia del sexto rayo, que ha consistido en la devastación mundial de los bosques, los cuales fueron sacrificados en todas partes del mundo para satisfacer las necesidades del hombre. De ese modo, esas formas vegetales de vida que estaban preparadas para la iniciación han sido sometidas a la acción del fuego. El agente principal para el desarrollo de este reino ha sido el agua, y este nuevo acontecimiento de unir el fuego y el agua en dicho reino, constituyó el hecho subjetivo que provocó el advenimiento de la era del vapor. Los grandes incendios de bosques que actualmente son una amenaza en diferentes [e197] partes
del mundo, se relacionan también con la iniciación por medio del fuego" de un reino que hasta ahora había sido controlado y dirigido en su crecimiento por el elemento agua.
En forma similar, la entrada del séptimo rayo inauguró un extraordinario acontecimiento en el reino mineral, a lo cual me referí en un libro anterior. Debido al efecto producido por el sonido y el fuego, el reino mineral también ha pasado una iniciación, pues durante la guerra mundial, en las fábricas de acero y otras industrias donde el metal es trasmutado en artículos para uso del hombre, el mundo de los minerales y la entidad que anima ese mundo, están pasando por una iniciación superior. Esto se ha podido realizar debido a que el rayo de la personalidad de la entidad que se manifiesta a través de este reino se sometió al fuego iniciático. Lógicamente esto está expresado en forma simbólica, único modo que el hombre pueda captar algún aspecto de esta verdad planetaria. Es un hecho interesante, aunque de poca importancia, que en todas las iniciaciones de los reinos de la naturaleza, el Logos planetario de un rayo dado, siempre actúa como el Iniciador. Dicho rayo cambia cíclicamente. Actualmente, por ejemplo, en las iniciaciones superiores conferidas a la humanidad, no sólo oficia el Cristo como primer Iniciador, y participa el Anciano de los Días -la personificación de nuestro Logos planetario (en forma activa o detrás [i241] de la escena), sino que detrás de Ambos se halla ahora el Señor del quinto Rayo de Conocimiento y Comprensión.
Un punto muy interesante podría observarse en esto. Es bien sabido esotéricamente que el reino vegetal trasmite y trasforma el fluido pránico vital para las otras formas de vida de nuestro planeta. Esto constituye su divina y excepcional función. Este fluido pránico, como luz astral, refleja el divino akasha. Por lo tanto, el segundo plano se refleja en el plano astral. Quienes tratan de leer los archivos akáshicos, o se empeñan por actuar impunemente en el plano astral y estudian allí detenidamente el reflejo de los acontecimientos en la luz astral, deben ser, obligatoriamente y sin excepción, estrictamente vegetarianos. Lo que da fuerza y veracidad a este enunciado es que detrás de la insistencia del vegetarianismo y sobre la necesidad de seguir ese régimen, se halla la antigua tradición del pueblo atlante. El no ajustarse a esta sabia regla ha hecho que gran parte de los síquicos de hoy interpreten erróneamente los archivos akáshicos y astrales, dando lugar a la extravagante e incorrecta interpretación de las vidas pasadas. Sólo aquellos que durante diez años han sido estrictamente vegetarianos, pueden trabajar en lo que llamamos "el archivo de la Luz astral". Cuando logran agregar a sus cuerpos astral y físico [e198] purificados, la luz de la razón y la iluminación de su mente enfocada (que raras veces poseen), entonces llegan a interpretar con exactitud los fenómenos astrales. Su
vínculo con el reino vegetal es muy estrecho e inquebrantable, y este eslabón o cadena vinculadora, lo conduce a trasponer el portal a la escena de sus investigaciones. Pero a no ser que el campo del servicio sea el objetivo que se persigue al ajustarse a un régimen vegetariano, las excusas para seguir y adoptar tal régimen, son generalmente inútiles y sin importancia. Desde el punto de vista de las eternas verdades, lo que un hombre come o viste, el acérrimo fanático lo ve bajo un aspecto muy distinto. Permítanme repetir: [i242] el problema de quitar la vida (la del reino animal o vegetal), es mucho más grave de lo que creemos y debe encararse desde un ángulo (no sólo de grado sino de clase) distinto del de quitar la vida a un ser humano. Los tres aspectos de la divinidad se unen en el hombre, y nadie debe interferir el destino de un divino hijo de Dios. La actitud referente a los dos aspectos de la divinidad, tal como se encuentran en los reinos subhumanos, es muy distinta, y la verdad emergente difiere de lo que creen las pequeñas mentalidades.
La influencia de los tres rayos fusionados en el reino vegetal, que también son los tres rayos correspondientes a los números pares 2-4-6, han producido la cuádruple perfección de este reino que no tiene paralelo con ningún otro. Los rayos son responsables de este resultado, y su efecto puede verse en el análisis siguiente:
2do. Rayo |
El
resultado de la influencia de este rayo, que afluye cíclicamente
a través de este reino, ha producido su magnetismo
y atracción. |
4to. Rayo |
Este
rayo de lucha y conflicto tiene como objetivo producir la
armonía entre la forma y la vida, y ha logrado sintetizar
y armonizar el color de la naturaleza. Al decir "color
de la naturaleza", automáticamente pensamos
en el reino vegetal y la armonización de la vegetación. |
6to. Rayo |
El
crecimiento hacia la luz es el efecto de la influencia de
este rayo, además de la tendencia normal a evolucionar,
de todas las formas de vida. Ha hecho aflorar a la superficie
las latentes semillas del reino vegetal, inherentes al suelo.
Constituye la energía de la exteriorización. |
El efecto conjunto de estos tres rayos que actúan al unísono, ha producido el cuarto resultado, la fragancia de las flores en los ejemplares superiores del reino vegetal. La fragancia puede ser mortal o vitalizadora, [i243] deliciosa o repulsiva. Atrae y constituye parte del aroma de este reino que se presiente en el aura [e199] planetaria, aunque la humanidad no lo reconozca totalmente. Un perfume puede ser aislado. Sin embargo, el perfume de un reino es un fenómeno muy conocido por el iniciado.
Sería interesante que los estudiantes buscaran analogías similares en los otros reinos de la naturaleza, recordando que este reino se halla esotéricamente más avanzado que los otros, y que en su perfeccionamiento participan tres rayos. Podría decirse que los tres afectan finalmente a cada uno de los otros tres reinos.
En la próxima subraza, el segundo rayo comenzará a ejercer influencia sobre el reino mineral.
En la próxima raza raíz, el quinto rayo comenzará a ejercer su poder en el reino animal, estimulando gradualmente la mente instintiva del animal, hasta lograr el mismo grado de vibración del rayo del intelecto o del conocimiento. Esto organizará el cerebro del animal y transferirá el poder del centro del plexo solar al centro coronario; en consecuencia, producirá un cambio en la polarización animal y aumentará la actividad del
cerebro.
Cuando finalice esta ronda, el rayo monádico, al que pertenecen los entes avanzados de la humanidad, será tan poderoso que se producirá una marcada precipitación del primer rayo, que estimulará la voluntad individual. Por lo tanto, con el desenvolvimiento del aspecto voluntad del género humano alcanzarán las siguientes etapas de importancia psicológica:
1. Instinto. |
|
|
2. Aspiración emocional. |
3. Intelecto. |
|
|
4. Centralización mental. |
5. Propósito egoico. |
|
|
6. Voluntad espiritual. |
7. Intención divina. |
|
|
|
Dichas etapas están latentes en todos nosotros, se relacionan con los siete principios del hombre, se expresarán en la humanidad [i244] avanzada como "aspectos de la siquis" y, psicológicamente, durante las últimas etapas del desarrollo humano, etapas que deberían despertar mayor interés en los investigadores y educadores y desarrollarse en el niño y el adolescente. Actualmente se expresan como etapas asignadas para el desenvolvimiento de los discípulos e iniciados, e indican el lugar que ocupan en el Sendero, de allí su utilidad práctica.
En el reino de las almas, el cuarto rayo completará el trabajo de las dos próximas rondas, pero este período es tan remoto que no es necesario ocuparnos de él.
En el reino vegetal el trabajo del segundo rayo de Amor-Sabiduría se observa simbólicamente en una de sus mayores culminaciones. Su atracción, en lo que respecta al sentido de la [e200] belleza, color, forma, distribución y fragancia, se observa en todas partes, y si poseyeran el de la visión, aparecería en toda su gloria la realidad y la síntesis de la vida. Pero así como el último de los cinco sentidos que hace sentir su presencia en el hombre, el olfato, es aún muy poco comprendido y sus implicaciones no han sido percibidas, como tampoco su relación con la mente analítica y discriminadora ha sido valorado científicamente, así la "atracción", hablando esotéricamente, del reino vegetal, permanece incomprendida, pues constituye la radiante vestidura del planeta revelada por el sol, la expresión lograda de la vida animadora de este reino de la naturaleza y el efecto de la manifestación de los tres aspectos divinos y activos en este "peculiar" hijo de la divinidad, a medida que cumple su destino en la forma y a través de la materia.
El problema del magnetismo está estrechamente vinculado con el problema del sexo. En el estudio oculto respecto a la diseminación de la vida simiente y de los gérmenes del reino vegetal; en la comprensión de la parte desempeñada por esos organismos milagrosamente desarrollados -las hormigas y las abejas-, y posteriormente en la investigación realizada por quienes han despertado la visión sobre el trabajo de los constructores etéricos, los duendes [i245] y las hadas, se arrojará una nueva luz sobre el sexo y la función que cumple en la interrelación de las vidas y la creación de las formas. Respecto a este aspecto de la verdad profundamente esotérica no puedo explayarme, porque es el efecto de la actividad de las vidas solares del sistema solar y no es posible ocuparnos de ellas, ni dilucidar este tema de tal modo que tenga un valor constructivo para el lector común.
Lo que no tenga un valor esotérico inmediato en esta época de apremio mundial, puede muy bien ser relegado para el futuro.
C. LOS PLANETAS Y LOS REINOS DE LA NATURALEZA
En el reino vegetal predomina la influencia de Venus, aunque esto les parezca extraño a algunos estudiantes ocultistas. Venus y Júpiter influyen poderosamente sobre este reino de las formas.
Será interesante observar que todos los planetas están estrechamente relacionados con todos los reinos, pero tal relación no debe confundirse con los rayos planetarios, o con el hecho de que algunos planetas son considerados "planetas sagrados" y otros no; empleo las palabras "influencia planetaria" en el mismo [e201] sentido que las aplica el astrólogo, pues éste no se ocupa de los rayos planetarios básicos. Por lo tanto, podría decirse que las relaciones planetarias de este ciclo son:
1. |
El reino mineral |
Plutón y Vulcano. |
2. |
El reino vegetal |
Venus y Júpiter. |
3. |
El reino animal |
La Luna y Marte. |
4. |
El reino humano |
Mercurio y Saturno. |
5. |
El reino de las almas |
Neptuno y Urano. |
6. |
El sintetizador de los cinco |
El Sol. |
Además se sienten otras influencias planetarias así como fuerzas ocultas que actúan sobre nuestra vida planetaria, pero las clasificadas son las [i246] influencias principales que producen los resultados deseados en los reinos de la naturaleza, de acuerdo al Plan. Debe recordarse que estas influencias cíclicas predominan actualmente y cambian ciclo tras ciclo. Un discípulo en el sendero, por ejemplo, está fuertemente influenciado por Mercurio y Saturno, pero cuando comienza a entrenarse para la primera iniciación debe encarar las influencias de Plutón y Vulcano; el entrenamiento para la segunda iniciación lo pone bajo las influencias de Neptuno, Venus y Júpiter, que bregan por controlarlo. El vínculo con el reino vegetal es entonces muy fuerte, de allí los frecuentes "perfumes astrales" que el discípulo percibe. Antes de alcanzar la primera iniciación, su interno mundo mineral estático se ha desintegrado.
En la tercera iniciación, la Luna y Marte luchan por obtener la ascendencia, y allí reside su campo de batalla. Por eso en la gran Transfiguración el cuerpo se "transfigura" en señal de triunfo. En la cuarta iniciación Mercurio y Saturno actúan como grandes trasladadores, y llevan al discípulo hasta el portal de la Iniciación. Cuando se pasa la iniciación final, la actividad de Urano y la entrante fuerza de Júpiter producen la reorganización, que da por resultado la emancipación final. La realidad y la complejidad del tema es aquí evidente.
El color que se expresa en el reino vegetal es otra gran influencia de los rayos. El color básico, el verde, indica la potencia de Saturno. Esotéricamente hablando, el reino vegetal está en una etapa avanzada en el sendero del discipulado, y debido a ello se hallan activos Saturno y Marte. La influencia de este último planeta puede observarse actualmente en las flores, en la profusión de los colores rojo, rosado, amarillo y anaranjado de las flores.
Repito, le será útil al lector observar mentalmente la relación que existe entre el crecimiento y el idealismo de sexto rayo. De ello [i247] podrá conocer la parte que desempeña el Rayo de [e202] Devoción cuando fomenta el impulso de evolucionar. Es el crecimiento hacia un ideal, prototipo o arquetipo divino. Aquí subyace el secreto de este reino, oculta en la palabra transformación porque los rayos 2, 4, 6, son grandes transformadores. La clave del secreto reside en el proceso de asimilación y en las fuerzas constructoras que transmutan los minerales asimilados, la humedad absorbida, el alimento del aire y la ofrenda de los reinos de los insectos a los cuerpos manifestados, los colores brillantes, las auras magnéticas y los perfumes que se destilan en este reino. Gran parte de este renglón ha sido el tema de investigación de los científicos modernos, pero hasta que no reconozcan la realidad de las influencias de los rayos y la parte que desempeñan en la producción de dichos factores, no descubrirán el verdadero secreto que se observa en las transformaciones.
Por lo tanto, el lector cuidadoso verá que en la relación que existe entre los rayos y los reinos de la naturaleza y en la similitud de los rayos que actúan en los reinos que difieren ampliamente, se hallará el punto de contacto o la puerta de entrada por la cual pueden hacer contacto entre sí.
Por ejemplo, en los reinos humano y vegetal las influencias entran (empleando las palabras en sentido esotérico) a través del cuarto rayo, que influye a las formas de ambos reinos. La relación que existe entre el reino vegetal y el reino de las almas, está en el segundo rayo. Este rayo comienza a hacer sentir su presencia en el reino mineral, y de allí la facilidad para trabajar y utilizar materialmente las formas de este reino. Quizás debería decir abusar de ellos. Dentro de poco tiempo el quinto rayo, como se habrá observado, hará sentir su poder en el reino animal, y se establecerá una relación cada vez más estrecha entre los hombres y los animales.
Repito, los rayos manifestados en cualquier época establecerán relaciones [i248] entre los reinos, aumentarán la interacción de las fuerzas y el intercambio de energías, produciendo así nuevos efectos, nuevas formas de vida y nuevas maravillas en el mundo de los fenómenos. El hombre tiende también a creer que las influencias de su rayo (el que predomina en su propio reino) deben ser de gran importancia y las más poderosas. Pero ahora no es así.
No es posible estudiar detalladamente ni hacer un verdadero análisis del efecto y el trabajo de los rayos respecto al reino animal. Sin embargo, debe recordarse que las raíces de la psicología humana oculta esta expresión de Dios. La humanidad expresa dos aspectos del alma -el alma animal y el alma divina- y ambos, combinados y fusionados en el hombre, constituyen el alma [e203] humana. Este hecho origina los principales problemas del hombre, y estos dos factores lo envuelven en la larga lucha que conduce a la liberación del alma divina por la sublimación del alma animal. En estas palabras hay mucho para reflexionar: "Los dos serán uno". Este trabajo comienza a realizarse en el reino animal y constituye su "secreto", de allí el empleo de la palabra trasfusión, en conexión con ello. El primer resultado de este proceso secreto, fue la individualización. Su efecto final y culminante puede observarse en las cinco etapas del proceso iniciático, que lleva a la eventual transfiguración y liberación. Sin embargo, todo el trabajo es el despliegue de una gran revelación del alma de Dios, y sólo cuando separamos a la humanidad de este proceso revelador descubrimos que los secretos, los problemas, las dificultades y los misterios son insolubles. Se está desarrollando paulatinamente una conciencia, percepción y sensibilidad al contacto, cada vez más amplia e incluyente, lo cual constituye la conciencia de Dios, la percepción del Logos solar y la sensibilidad de un Hijo cósmico de Dios.
La forma a través de la cual esa Vida se expresa, y el mecanismo [i249] sensorio de respuesta a través del cual actúa esa Conciencia, tiene importancia secundaria y es un mecanismo automático. Sin embargo, nos hemos identificado con ese mecanismo y hemos olvidado que es sólo la expresión de un aspecto de la conciencia que indica en un momento dado la etapa de evolución de la entidad animadora. Permítanme repetir: Los dos factores de mayor importancia durante la manifestación son: La conciencia evolucionante y la vida en manifestación. Cuando esto se tiene en cuenta, se observará que cada etapa del camino aparece como un reino de la naturaleza. Cada reino lleva el aspecto conciencia hacia una etapa superior de perfección y expresa una mayor sensibilidad y respuesta a las condiciones externas e internas circundantes, que las del reino precedente. Cada uno manifiesta una revelación más plena de la gloria interna u oculta. Sin embargo, cuando una unidad de vida se sumerge en la forma y cuando la conciencia se identifica (en tiempo y espacio) con una forma determinada, no le es posible comprender su divinidad ni expresarla conscientemente. Su psicología corresponde a lo parcial y a lo particular, y no a la totalidad y a lo universal. Cuanto mayor y más íntima sea la identificación con el aspecto forma, mayores serán la síntesis y también la unidad inferior, pero al mismo tiempo tanto mayor es la oscuridad y, hablando simbólicamente, la prisión será más densa. Tal es la conciencia de los reinos inferiores o subhumanos de la naturaleza. Cuanto más se identifica la unidad de vida con "el que es consciente", tanto mayor será [e204] la superior, aunque distinta unidad y síntesis. Así también será la conciencia de los tres reinos superiores, lo superhumano. La tragedia, el problema y la gloria del hombre, residen en que puede identificarse con ambos aspectos -la forma y la vida; su estado psicológico es tal que durante el periodo en que forma parte del reino humano, su reino, [i250] su conciencia fluctúa entre estos pares de opuestos. Puede identificarse con las formas subhumanas; invariablemente lo hace en las primeras etapas, y con el aspecto vida en las etapas finales. En las etapas intermedias el hombre común es desgarrado violentamente por ambos, siendo él mismo el campo de batalla.
Todo el problema del dolor y el sufrimiento, según hoy se la comprende, está vinculado con este estado de conciencia, incidental a la percepción de los pares de opuestos. El animal sufre, pero lo hace en forma física y sensoria. El hombre sufre, pero lo hace física, sensoria y también mentalmente; el sufrimiento mental se debe a que ha desarrollado ciertos aspectos de la mente inferior -presentimiento, memoria, imaginación, poder de visualizar, remordimiento e impulso innato de alcanzar la divinidad, que trae consigo una sensación de pérdida y de fracaso. Los padecimientos de Dios (a los que se refieren las escrituras del mundo, tan misteriosamente) están lejos de ser sensorios y son mentales e intuitivos, pero no me detendré a dilucidar este misterio. Los padecimientos de la humanidad son primordialmente personales; los de Dios son preeminentemente impersonales y se relacionan con la totalidad. Me referí a ello porque quería describir la síntesis del desenvolvimiento de lo incoado a lo sensorio, de esto a lo que se comprende mentalmente, y de allí a lo que se "aprecia divinamente", como lo define el ocultismo. He hecho descripciones que abarcan la totalidad. Traten de pensar en la totalidad y no adapten cada detalle al todo y recuerden que lo que puede parecer una contradicción quizás sea únicamente un fragmento transitorio, al cual aún no pueden relacionar ni aplicar.
En el reino animal se observan los primeros indicios de dolor o sufrimiento, mientras que en los animales superiores y domésticos ambos procesos educativos están más claramente definidos. [i251] El trabajo que realiza el hombre con los animales tiene resultados poderosos y, oportunamente, conducirá a reabrir la puerta al reino humano. Parte del trabajo ya efectuado por el hombre ha excedido la expectativa divina y puede justificar el apresuramiento del Plan. Ahora clasificaremos lo expuesto sobre este reino y los rayos, como lo hicimos con los otros dos reinos. [e205]
3. El Reino Animal
Las
influencias |
Del
tercer rayo de Inteligencia Activa o Adaptabilidad, son
poderosas en este reino; a medida que transcurre el tiempo
se expresan cada vez más, y producen en el reino
animal esa reacción a la vida y al medio ambiente
que podría describirse mejor como "centralización
animal". Luego, partiendo de allí y en forma
cíclica, el sexto rayo de Devoción o Idealismo,
puede hacer sentir su presencia como el ansia de llegar
a la meta, produciendo una relación en el hombre,
que lo convierte en la meta deseada. Esto puede observarse
en los animales domados, amaestrados y domesticados.
|
Los
resultados |
Por
un lado vemos que el tercer rayo produce el surgimiento
del instinto, y a su vez crea y utiliza ese maravilloso
mecanismo de respuesta denominado sistema nervioso, el cerebro
y los cinco sentidos que están detrás y son
responsables de ello. Debería observarse que por
amplia que se considere la diferencia entre el hombre y
los animales, existe en realidad una relación más
íntima que la existente entre el animal y el vegetal.
En el caso del sexto rayo tenemos el desarrollo del poder
de ser domesticado y amaestrado, que es, en último
análisis, el poder de amar, servir y salir del rebaño
y pasar al
[i252] grupo. Reflexionen
sobre las palabras de esta última y paradójica
afirmación. |
Los
procesos |
Se
denomina concretización. En este reino tenemos por
primera vez la real organización del cuerpo etérico
en "los verdaderos nervios y centros sensorios",
según lo denominan los esotéricos. Las plantas
también tienen nervios, pero no tienen la misma complejidad
de relación y plexo, como en el ser humano y en el
animal. Ambos reinos contienen la misma agrupación
general de nervios, centros de fuerza y canales, y tienen
una columna vertebral y un cerebro. Esta organización
del mecanismo de respuesta sensible constituye en realidad
la densificación del cuerpo etérico sutil.
|
El
secreto |
Se
denomina transfusión, palabra muy inadecuada para
expresar la primitiva fusión, en el animal, de los
factores psicológicos que conducen al proceso de la
individualización. Es el proceso de dar vida, integración
inteligente y desarrollo psicológico para enfrentar
la urgencia. |
El
propósito |
Se
denomina experimentación. Llegamos aquí a
un gran misterio, peculiar a nuestro planeta. En muchos
libros esotéricos se ha afirmado e insinuado que
Dios y nuestro Logos planetario han cometido un error muy
serio, y que este error comprende a nuestro planeta y todo
lo que contiene de dolor, caos y padecimientos visibles.
¿Podría decirse que no fue un error sino simplemente
un gran experimento, cuyo éxito o fracaso es [e206]
imposible juzgar? Podría decirse también
que el objetivo del experimento es el siguiente: La intención
del
[i253] Logos planetario de
provocar una condición psicológica que puede
ser mejor descripta como "lucidez divina". El
trabajo de la siquis y la meta de la verdadera psicología
es ver con claridad la vida tal cual es y todo lo que ello
involucra. Esto no significa condiciones y medio ambiente,
sino Vida. Este proceso comenzó en el reino animal
y culminará en el humano. Ambos están descriptos
en El Antiguo Comentario como "los dos ojos
de la Deidad, ciegos al principio, pero más tarde
ven, aunque el ojo derecho ve con más claridad que
el izquierdo". La primera tenue indicación de
esta tendencia hacia la lucidez se advierte en la facultad
que tienen las plantas de buscar el sol, lo cual prácticamente
no existe en el reino mineral. |
Las
divisiones |
Primero
los animales más evolucionados y domésticos,
como el perro, el caballo y el elefante. Segundo, los animales
salvajes, como el león, el tigre y los denominados
carnívoros y peligrosos. Tercero, el conjunto de
animales menores que parecen no satisfacer necesidad alguna
ni cumplir propósito especial, tales como las inofensivas
pero innumerables vidas que pululan en nuestros bosques,
junglas y campos del planeta, por ejemplo, los conejos y
otros roedores que tenemos en Occidente. Lo antedicho es
una amplia y general especificación sin importancia
científica, pero abarca adecuadamente las divisiones
kármicas y la conformación general que les
corresponde a estas agrupaciones de vidas en dicho reino.
|
Agente
objetivo |
El
fuego y el agua -ardiente deseo y mente incipiente. Se simboliza
en el poder que tiene el animal de comer y beber.
|
Agente
subjetivo |
El
olfato y el rastro -descubrimiento instintivo de lo
[i254] que necesita, que
va desde la búsqueda del alimento y el uso del poder
de olfatear ese alimento, hasta la identificación
del olor de su querido amo y amigo.
|
Cualidad
|
Tamas
o inercia -en este caso es la naturaleza tamásica
de la mente y no la de la materia, como se comprende generalmente.
"Chitta" o sustancia mental, puede ser análogamente
tamásica. |
Los dos problemas de interés inmediato para el género humano en relación con el reino animal son:
El problema de la relación y de la responsabilidad humanas.
El problema de la individualización animal.
A. LAS RELACIONES HUMANAS CON LOS ANIMALES
[e207] Respecto a esto, puedo dar solamente algunas indicaciones a modo de información, sobre los rayos que actúan en ambos reinos. Los dos problemas, especialmente el segundo, son muy intrincados, y requerirían volúmenes para ser debidamente elucidados. Una correcta exégesis no es aún posible y tampoco podría comprenderla el hombre.
El primer punto que debe destacarse respecto a la responsabilidad humana con los animales es que el mundo animal personifica dos aspectos divinos y dos principios divinos, y dos rayos principales tienen que ver con su expresión o manifestación. Los dos aspectos se encuentran también en el hombre, y en estas dos líneas, que el hombre comparte al unísono con el animal, reside su responsabilidad y tarea; al ampliar estos aspectos de la energía divina él comprenderá cuál es su tarea y la llevará a su culminación. La misma actividad e innata inteligencia divinas se encuentran en el aspecto forma de los dos reinos. Son inherentes a la materia misma. Pero este tercer rayo de inteligencia divina actúa con más potencia e influye más poderosamente al reino animal que al hombre. Información que no se había dado hasta hoy.
[i255] Lógicamente están también presentes el aspecto constructor de la forma, del segundo rayo, y el instinto de rebaño, base de la relación sexual entre los cuerpos animales. Desempeña una función similar entre los seres humanos, y a lo largo de estas dos líneas de energías se hallarán los puntos de contacto y la oportunidad de asumir la responsabilidad. En último análisis debe observarse que los animales tienen más para dar a los hombres que los hombres a los animales, en lo que respecta a estas determinadas funciones y poderes. En la familia humana actúa otro aspecto divino, la voluntad, el propósito dirigido, el objetivo planificado, el inteligente designio o plan. Estas cualidades son inherentes al hombre y constituyen un aspecto de la mente divina, inactivo como regla general en el animal. Sin embargo, a medida que este reino va entrando bajo la creciente influencia humana y que la constante tendencia a la domesticidad hace sentir su presencia, veremos surgir objetivamente el propósito en cierta medida; uno de los medios para lograr este fin reside en dirigir el afecto y la atención del animal hacia su amo. En esta ilustración se expresa la responsabilidad que tiene el hombre con el mundo animal. Los animales domésticos deben ser entrenados para que participen en la acción de la voluntad aplicada. Parece ser que todavía el hombre interpreta esto como la voluntad del [e208] animal de querer a su amo, pero es algo más profundo y fundamental que satisfacer el amor del hombre por ser amado. El verdadero e inteligente entrenamiento de los animales salvajes y la adaptación a las condiciones de la vida ordenada, constituyen parte del proceso divino de integrar el Plan y de expresar la intención divina en forma ordenada y armoniosa. Mediante el poder del pensamiento el hombre eliminará oportunamente la separación que existe entre él y el reino animal, y debe hacerse con el pensamiento dirigido y controlado, que a su vez controlará y dirigirá la conciencia animal. Esto no se efectuará [i256] por amor, temor o dolor. Existe la intención de que el procedimiento y el estímulo sean pura y estrictamente mentales.
Desde épocas remotas la relación entre los animales y el hombre ha sido totalmente física. Los animales acechaban al hombre en la época en que el hombre animal no era muy diferente de ellos. Por lo general se olvida que hubo una etapa de desarrollo humano en que el hombre animal y las formas existentes de vida animal, vivían en relación más estrecha que en la actualidad. Lo único que los separaba entonces era el hecho de la individualización. Sin embargo, esta individualización era tan poco comprendida que la diferencia existente entre el animal sin mentalidad (según se dice) y la humanidad infantil, apenas se distinguía. Gran parte de lo acontecido en esos remotos eones se ha perdido en el silencio del pasado. El mundo animal era entonces mucho más poderoso que el humano; los hombres eran totalmente impotentes para defenderse del ataque de los animales, y los estragos que produjeron en los primitivos hombres animales a mediados de la época lemuriana fueron terribles y espantosos. Pequeños grupos nómadas de seres humanos eran diezmados totalmente época tras época, por la poderosa vida animal del período, pero el instinto, que se diferenciaba muy poco del de sus enemigos, enseñó al hombre animal a tomar ciertas precauciones. A medida que transcurrieron millones de años empezaron a afirmarse la inteligencia y la astucia humanas, y la humanidad llegó a ser más poderosa que los animales y a su vez devastó al reino animal. Hasta hace doscientos años las vidas humanas inmoladas por el mundo animal, en las junglas del continente occidental, en África, en las tierras primitivas de Australia y en las islas de los mares tropicales, fueron incalculables. De allí la crueldad del hombre hacia el animal, que frecuentemente se olvida, debido al prevaleciente sentimentalismo. Es el karma que inevitablemente está saldando el reino animal. Esta cuestión debe ser considerada con mayor amplitud que hasta ahora, y sus verdaderos valores [i257] históricos deben ser mejor comprendidos antes de que el hombre [e209] pueda decidir inteligentemente cuál es el problema de su responsabilidad y cómo debería enfrentarlo y resolverlo.
En los días atlantes la relación puramente física era atemperada por la relación astral o emocional, y llegó el momento en que algunos de los animales fueron arrastrados dentro de la órbita de la vida humana, amansados y cuidados, y aparecieron los primeros animales domésticos. Comenzó así una nueva era en que ciertos animales evocaban el afecto de ciertos seres humanos, y una nueva influencia comenzaba a actuar en el tercer reino de la naturaleza. Esto se inició durante un ciclo en que el segundo y el sexto rayos actuaban simultáneamente y coincidían sus ciclos mayores y menores. Esto es un raro acontecimiento y cuando ocurre, los guardianes de la raza se valen de la oportunidad para obtener mayores resultados, o iniciar nuevas actividades mediante las cuales puede desarrollarse más rápidamente el Plan divino. Para neutralizar el temor de la humanidad (respecto al mundo animal) se les ofreció a los custodios de la raza la oportunidad de hacer un constante acercamiento entre los hombres y los animales, porque era un ciclo donde el amor y la devoción afluían en y a través de todas las formas, neutralizando así gran parte del temor. Desde entonces ha aumentado constantemente el número de animales domésticos. Y la relación entre los dos reinos es hoy dual -física y emocional.
A esto se ha agregado, en los últimos doscientos años, una tercera relación, la de la mente. El poder mental de la humanidad será, en último análisis, el factor controlador y, por su intermedio, los tres reinos subhumanos quedarán bajo el control del hombre. Esto ha acontecido muy rápidamente en los reinos mineral y vegetal, y aunque no se ha logrado aún en el reino animal, el proceso sigue avanzando con toda rapidez. [i258] No se progresará mucho durante el ciclo en que prevalecerá el entrante séptimo rayo, aunque a medida que se impongan la ley, el orden y el ritmo sobre el planeta, y el caos sea reemplazado por la organización, disminuirán acrecentadamente esas zonas del planeta en que predominan los animales y desaparecerán ciertas especies si no se las protege.
B. INDIVIDUALIZACIÓN
Resulta evidente que el efecto de la interrelación existente entre el animal y el hombre, obliga al animal a dar el próximo paso denominado individualización. Este acontecimiento es la culminación del proceso de transfusión, e indica la aparición de [e210] los tres aspectos divinos de la unidad de la vida en la forma. Así nace un hijo de Dios, un Señor de Voluntad dirigida y dedicada, y así el tercer principio divino de energía intencional se fusiona con los otros dos, originando una total organización dentro de la forma animal. Los esotéricos siempre han dicho que la individualización es un gran experimento planetario que, cuando fue instituido, reemplazó al método primitivo empleado en la Luna, que era impulsar la exteriorización y el progreso, denominado aspiración en lo que al hombre concierne. Esto realmente significa que cuando la vida evolucionante en la forma alcanzó cierto grado de sensibilidad y percepción y el impulso interno fue bastante fuerte, la vida se esforzó por establecer contacto con otra corriente de expresión divina, otro rayo mayor de manifestación. La unión de distintas actividades fue la causa de que emergiera un nuevo ser a la manifestación. Tal la verdad fundamental que reside detrás de las ideas expuestas actualmente y clasificadas bajo el término general de "evolución emergente". Esto aún rige en muchos sectores de la naturaleza y solía regir la aparición de los seres humanos en el planeta. El impulso y el desarrollo se producen dentro del [i259] organismo mismo, y son el resultado del crecimiento, la exteriorización y la expansión.
Pero el método generalmente empleado en la actualidad constituye un gran experimento de segundo rayo, lo cual involucra una actividad que proviene de lo externo, de arriba, de lo superior y de lo divino -si el empleo de estas palabras, relativamente sin significado, pueden servir para describir el proceso. El impulso o empuje en este caso no se origina en las dos expresiones inferiores ni en las anteriores fusiones de energías divinas. El aspecto superior de la divinidad, toma la iniciativa, y mediante un estímulo aplicado externamente, produce una respuesta en la vida dentro de la forma. De allí que el proceso sea en realidad una iniciación.
En la actualidad los animales domésticos llegan en todos los casos a la individualización, por ejemplo: el caballo, el perro, el elefante y el gato. Estas cuatro especies están actualmente en proceso de transfusión", y como se lo denomina ocultamente, y tales unidades de vida son preparadas una por una y llevadas al portal de ese peculiar proceso iniciático que llamamos, a falta de mejor término, individualización. Allí esperan hasta que se pronuncie la palabra que les permita transponer el umbral para ser admitidos en el [e211]
"... triple camino que conduce al sendero dual; y lo recorren hasta que llegan finalmente ante la puerta dorada. Esta última puerta los introduce en ese único y solo sendero que desaparece dentro de la Luz
de El Antiguo Comentario
Los factores que determinan la individualización son diversos y algunos de ellos pueden ser enumerados como:
- La respuesta instintiva del animal a la atmósfera mental del ser o seres humanos que lo rodean.
- El amor y el interés de las personas con las cuales [i260] el animal tiene lazos de afecto y presta servicio.
- Los impulsos de rayo que están activos en cualquier momento. Éstos entre otros, son:
- El del rayo del animal mismo. El elefante pertenece al
primer rayo; el perro es expresión del segundo; el
gato es la manifestación del tercero, y el caballo
del sexto rayo. Los animales que pertenecen a otros rayos
no están aún preparados para la individualización.(*)
- El rayo de la persona o persona determinadas, con las
que el animal está asociado.
- El rayo o los rayos de un determinado
- ciclo periódico.
Podría darles la técnica que emplean los custodios de la raza y de los reinos, cuando tratan de llevar a cabo la individualización, pero ¿ qué propósito tendría y de que serviría tal información? Cada rayo afecta en la crisis de la individualización a los entes que le pertenecen, en forma muy distinta de la de los demás rayos; cada rayo encuentra su punto principal de contacto a través de uno de los centros que se hallan en el cuerpo etérico de los animales y de los hombres. Debe recordarse que en el animal cuatro centros están activos y tres inactivos, pero está latente su efecto y empleo. El proceso consiste en que cada rayo actúa o derrama su energía a través de cualquiera de los centros del cuerpo etérico de esa Entidad que anima a todo un reino de la naturaleza y, luego, por medio de ese centro particular, energetiza la unidad, en proceso de individualización, para que inicie la actividad necesaria. Más adelante cuando los efectos del rayo, hablando psicológicamente, sean mejor comprendidos, y los centros, con sus siete vibraciones de rayo, hayan sido estudiados más profundamente, se hallará que por medio de un centro determinado y siguiendo un rayo de vibración particular, se puede hacer contacto y conocer otras formas de vida y centros de conciencia. Esto [i261] atañe a todas las formas en todos los reinos, desde el [e212] subhumano al superhumano. Uno de los primeros modos en que el hombre aprende esta verdad es descubriendo esa vibración que emana de determinado Maestro- y produce una reacción en él y le exige una respuesta. Esto le permitirá saber a qué rayo pertenece su alma y a qué rayo pertenece el grupo que lo atraerá. Esto es importante para el aspirante, y debe analizarlo más cuidadosamente que hasta ahora, porque mediante ese procedimento el aspirante determina la naturaleza y la cualidad del tipo de su alma y del centro a través del cual (hablando en sentido oculto) entra en el Sendero. Descubre también el grupo de formas y vidas con las cuales está vinculado, a las que debe prestar servicio y a su vez ser servido por ellas.
La relación que existe entre los rayos y los centros en el aspirante común puede clasificarse así:
1. El centro coronario |
Rayo de Vol, o Poder |
Primer Rayo. |
2. El centro ajna |
Rayo de Conoc. Concreto |
Quinto Rayo. |
3. El centro laríngeo |
Rayo de Intel. Activa |
Tercer Rayo. |
4. El centro cardíaco |
Rayo de Amor-Sabid |
Segundo Rayo. |
5. El plexo solar |
Rayo de Devoción |
Sexto Rayo. |
6. El centro sacro |
Rayo de Magia Cerem |
Séptimo Rayo. |
7. La base de la columna vertebral |
Rayo de Armonía |
Cuarto Rayo. |
Estos rayos y sus correspondientes centros requieren un estudio muy minucioso, pues son comprehensivos y reveladores. Obsérvese, por ejemplo, en qué forma el séptimo rayo rige en la actualidad y se expresa a través del centro sacro que controla la vida sexual y la construcción de las formas de expresión. Por lo tanto, entra ahora en actividad y afluye a través de este centro particular a fin de organizar y producir la aparición de esas nuevas formas mediante las cuales todas las vidas en el nuevo ciclo (astrológica, periódica y científicamente comprendido) puedan expresarse. Ha sido necesario que la vida sexual sea controlada por este tipo de energía [i262] a fin de llevar a cabo los cambios necesarios, de allí que uno de los grandes resultados de la influencia del entrante séptimo rayo haya sido acrecentar el interés mental sobre el sexo. También el estudio de las influencias de rayo en el actual período histórico, y su relación con los otros rayos, revelará la exactitud y lo sugestivo de la anterior clasificación de los rayos.
La relación entre el hombre y los animales, como ya hemos visto, es física, emocional y cada vez más mental. Cada raza humana trabaja a su vez bajo las influencias de los rayos que producen definidos efectos sobre los tres reinos subhumanos. A través de la humanidad, cuando se inició el gran experimento de la individualización, fueron enfocadas las energías o influencias de los rayos provenientes de los reinos superhumanos, empezando así [e213] la gran actuación de la humanidad, que consistió en transmitir cíclicamente las fuerzas de los rayos. Aunque la estrella de seis puntas es actualmente el símbolo del trabajo creador (considerándolo como un todo), el triángulo con la punta hacia abajo, apoyado sobre un triángulo con la punta hacia arriba, algún día representará un cuadro más veraz de la función creadora y preservadora del cuarto reino.
C. LOS CINCO PUNTOS DE CONTACTO
Existen cinco puntos de contacto mediante los cuales el mundo material puede ser ocultamente elevado hasta llegar a la vida y al poder, así como existen cinco centros en nuestro planeta a través de los cuales afluyen la vida y la energía al mundo natural. Me refiero a ciertos centros activos que conciernen a la vida física y material del planeta. Existen también, como lo expresé en el artículo sobre el desarrollo que se obtendrá durante los próximos tres años, cinco centros a través de los cuales afluye una nueva y energetizante fuerza espiritual, las analogías planetarias de los cinco sentidos subjetivos y objetivos del hombre. Además descubrimos que los rayos afluyen a través de toda la humanidad desde las cinco razas [i263] humanas (nuestra raza actual, la aria, es la tercera, aún tienen que aparecer otras dos). Este aspecto particular de la energía de rayo estimulará el aspecto conciencia y elevará y despertará la conciencia oculta en todas las formas materiales, tanto en el hombre como en los tres reinos subhumanos. Los cinco puntos y sus cinco influencias, que elevan, excluyendo las dos razas primitivas e intangibles que no son estrictamente humanas, comenzando con la primera de las cinco razas totalmente humanas, son:
Quinto Rayo |
1. La Raza Lemuria |
El advenimiento de los Hijos del Fuego. |
Sexto Rayo |
2. La Raza Atlante |
La devoción de los Señores
del Amor. |
Tercer Rayo |
3. La Raza Aria |
La actividad de los Hombres Mentales. |
Cuarto Rayo |
4. La Raza Futura |
La visión de los Entes de Luz. |
Primer Rayo |
5. La Última Raza |
La voluntad de los Señores del Sacrificio. |
Las dos razas primitivas estaban regidas por el segundo y el séptimo rayos respectivamente; personifican la actividad de los constructores de las formas y la energía constructiva del organizador mágico. El lector debe tener en cuenta, a medida que estudia estos ciclos mayores de rayos, que ellos abarcan inconcebibles períodos de tiempo y producen dos efectos que deben ser considerados.
[e214] Primero, las energías de Cinco rayos, actúan sobre el reino humano y en el transcurso de las épocas elevan al hombre de la muerte a la vida; lo sacan de la oscura prisión de la materia y lo llevan a la luz del día. Son las cinco fuerzas dadoras de vida que elevan la conciencia humana al cielo y hacen que la forma permanezca subyacente. No conozco otra palabra para expresar ese concepto, excepto la palabra subyacente, y el verdadero significado se observa cuando se la divide en sus dos partes componentes.
Segundo, estas energías de rayo, que actúan hoy a
través
[i264]
del reino humano, también elevan a los reinos subhumanos
de la naturaleza (después de mucho esfuerzo) hacia la vida
y la comprensión consciente. Mediante estos cinco puntos
de contacto espiritual en cada uno de los tres reinos, la vida es
llevada a la naturaleza misma. Para esto "la entera creación
ha gemido y sufrido hasta ahora". Aquí reside el secreto
de la resurrección en sentido planetario -resurrección
efectuada individualmente por cada hijo de Dios que alcanza la meta.
Éste es el gran secreto masónico, y el misterio central
del tercero o sublime grado de la Masonería. A veces se refiere
ocultamente a "la relación de la muerte con las cinco
energías dadoras de vida que actúan en el tercer día
de la revelación", o hablando todavía en forma
simbólica:
"En la cámara de la muerte, la azulada luz del día que alborea ilumina al grupo de trabajadores que trata de resucitar a los muertos. Sus esfuerzos son vanos hasta que no se fusionan las cinco grandes fuerzas del Señor de la Magia. Cuando trabajan como uno solo, se realiza el trabajo en total unión, fusionan la fuerza dadora de vida, resucitan a los muertos y la tarea de construcción puede continuar. El templo puede ser glorificado y la Palabra pronunciarse dentro de la cámara de fuerza dadora de vida, no de muerte. De la muerte se pasa a la vida, de la lucha en la oscuridad se pasa a construir en la luz. Tal es el Plan. Así entramos en la vida, que es una muerte; así avanzamos a través del portal cuyos dos pilares permanecen eternamente como signo de fortaleza y verdad divinas; así entramos rápidamente a la tumba y morimos, y así somos resucitados nuevamente al pronunciarse la Palabra divina, sobre un signo quíntuple y -irrumpiendo- Vivimos."
Luego, respecto a la humanidad, El Antiguo Comentario dice:
"Los Señores del quinto gran rayo de la mente nos han señalado y nos han puesto en el camino. Los Señores del sexto gran rayo nos han obligado a sufrir por la causa y, sin embargo, a amarla y a aprender mediante nuestra profunda devoción. Los Señores del tercer gran rayo nos conducen por medio de la mente a la pira funeraria, a la etapa en que morimos, pero resucitamos nuevamente. En la tercer cámara y en el tercer día oscuro el Maestro desaparece. Muere; se pierde de vista. Pero Los cinco grandes [i265] Señores unen sus fuerzas. En sublime [e215] compañerismo trabajan para resucitar a los muertos. Sólo así puede pronunciarse esa Palabra que devuelve la vida a los muertos. Tal el trabajo que realiza el hombre para Dios, y Dios para el hombre."
D. MANIFESTACIÓN CÍCLICA
De manera que el trabajo prosigue. Los rayos afluyen durante:
- Un ciclo solar, como el actual, donde el segundo rayo de Amor-Sabiduría es el rayo principal y los demás son sólo subsidiarios.
- Un ciclo planetario, como los que hemos considerado en conexión con las razas -los cinco ya enumerados y sus cinco rayos controladores.
- Los ciclos relacionados con los doce signos del zodíaco. Son principalmente dos:
- Los conectados con una ronda zodiacal completa, de más
o menos 25.000 años.
- Los conectados con cada uno de los doce signos, y entran
y salen de la manifestación más o menos cada
2.100 años.
- Los ciclos en que ciertos rayos preponderan durante un período de
evolución racial, como los cinco períodos mayores
raciales a los cuales nos hemos referido.
- Los ciclos menores que se hallan dentro y fuera de manifestación, a los cuales nos hemos referido anteriormente en este tratado.
- Los ciclos de actividad de los rayos, determinados por orden numérico.
[i266]
El primer rayo, por ejemplo, rige todos los ciclos que comprenden
un millón de años, cien mil años, mil años,
cien años y un año. El séptimo rayo controla
similarmente ciclos de siete mil años, y siete millones de
años etc. El intercambio y la interacción de estos
ciclos de rayos es tan intrincado y grande, que si me explayara
más sólo serviría para confundirlos. Sin embargo,
recuerden que los siete rayos están siempre activos y actúan
en forma simultánea, pero cíclicamente, y bajo el
plan dirigido por las mentes personificadas por los rayos, algunas
de estas influencias y fuerzas predominan más en un determinado
momento que en otro, y ciertas actividades y sus resultados se expresan
más por la influencia de un rayo que de otro. Dichas influencias
afluyen a través de todas las formas en todos los reinos,
produciendo efectos específicos, definidos y diferentes formas
de vida, determinado tipo de comprensión y expresiones de
conciencia de las correspondientes formas que, para ese período,
son el producto del plan acordado y ejecutado por las fuerzas constructoras
que trabajan en completa armonía, aunque momentáneamente
están bajo el predominio de una de ellas. Entran en actividad
constructiva; pasan por ese determinado ciclo especial; luego salen
[e216]
o mueren para esa actividad, y son "elevadas al cielo",
hasta que retorne nuevamente su ciclo. Este proceso se efectúa
y vuelve a efectuarse constantemente, repitiendo el drama del nacimiento,
de la muerte y de la resurrección.
En esta actividad de rayo se hallará el verdadero significado de la Ley de Renacimiento, la cual está detrás del proceso de la encarnación y reencarnación. No puedo extenderme más sobre ello, excepto indicar que las ideas de los hombres y las enseñanzas sobre la reencarnación son aún infantiles e inexactas. Son necesarios muchos reajustes y reordenamientos de las ideas antes de poder obtener la verdadera comprensión de esta ley cíclica fundamental.
Por consiguiente, la aparición cíclica, rige tanto a los rayos como a los reinos de la naturaleza y a las formas de dichos reinos. Determina la actividad de Dios Mismo. Las razas encarnan, desaparecen y reencarnan, y lo mismo hacen las vidas en las formas. La reencarnación o actividad cíclica, reside detrás de todas las actividades y apariencias fenoménicas. Es un aspecto de la vida palpitante [i267] de la Deidad, la exhalación y la inhalación del proceso de la existencia y de la manifestación divina. Es lo que reside detrás de la ciencia de la afinidad química, de la relación entre los pares de opuestos y del matrimonio, ya sea entre el hombre y la mujer o entre el alma y su expresión, la personalidad. Constituye la causa de la relación sexual en el mundo, que actúa bajo la gran Ley de Atracción y Repulsión. Quizá a medida que se considere el trabajo que realiza un reino con otro y la relación entre los grupos de vidas positivas y negativas (tal como la del cuarto reino con el tercero) sería adecuado ocuparnos brevemente del tema referente al sexo, que deberá ser profunda e inteligentemente tratado y sabiamente comprendido por la influencia que ejerce el entrante séptimo rayo.
Tengo muy poco que agregar a esta enseñanza sobre el reino animal y los rayos, porque, como ya dije, de nada serviría. La tarea del hombre es resucitar a los muertos, expresar la hermandad en el plano físico y transmitir la divina energía a un expectante mundo de formas. A medida que los rayos desempeñan su parte con la humanidad y llevan al hombre a la manifestación, tal como él es en esencia y en realidad, continuará constante e inevitablemente su trabajo con el reino animal y con los otros reinos Pero casi sin saber por qué, ni cómo, la humanidad desempeñará su parte en el trabajo de construcción. El trabajo creador proseguirá y el Plan se materializará. El trabajo del hombre para el reino animal consiste en estimular el instinto hasta que sea posible la individualización. Su trabajo para el reino vegetal [e217] reside en fomentar la facultad de producir perfume y adaptar la vida vegetal a la infinidad de usos del hombre y los animales. La tarea del hombre en el reino mineral radica en trabajar con la alquimia y la magia. Este proceso de transmutación y la consiguiente revelación no puedo dilucidarlo aquí.
E. EL PROBLEMA DEL SEXO
[i268] He indicado ya que el séptimo rayo entrante actúa a través del centro sacro planetario y luego a través del centro sacro de cada uno de los seres humanos. Por esta razón podemos anticipar el desarrollo de esa función humana que denominamos sexual. Oportunamente en la actitud del hombre veremos los cambios consiguientes respecto a este problema tan difícil. Al referirme a este tema y al delinear lo que es posible decir en la actualidad, trataré de exponerlo en forma más sencilla y expresar mis pensamientos de modo que surja algo constructivo y emita una nota que será oída con claridad en medio del fragor actual de sonidos discordantes, puntos de vista antagónicos y diversidad de ideas.
Evidentemente resulta difícil encarar el tema, pero ¿por qué es tan difícil? En último análisis, encontramos que la dificultad reside en los prejuicios que existen en la mente de los hombres y en la convicción interna de que su punto de vista particular es lógicamente el correcto, porque viven y actúan de acuerdo al mismo, lo cual les basta; esto se basa en el hecho de que el sexo es uno de los impulsos primitivos fundamentales, uno de los instintos sustanciales y, por lo tanto, el factor dominante de la parte animal de la naturaleza de hombre, y también en la excesiva intimidad del tema, intimidad transmutada en un secreto indecente durante los períodos en que la raza sufría un excesivo puritanismo y prostituyó una función natural y la convirtió en un misterio lascivo. Esta intimidad relacionada con el tema del sexo fue la causa de que se lo considerara como algo que no debía mencionarse y un tópico que las personas decentes no debían tratar, en vez de ser un proceso tan instintivo y natural como beber y comer. Sin embargo esta función no ha sido llevada al ritmo de la [i269] vida diaria ni considerada como algo que debe seguirse y satisfacer cuando surge la necesidad y la demanda razonable. Aquí reside la gran diferencia y ofrece una clave al problema.
Por otra parte la dificultad quizás radique en los muy diversos conceptos que los hombres tienen sobre el tema, que abarcan desde la promiscuidad irregular, a la monogamia, dando por resultado la cruel imposición y restricción en las mujeres y el [e218] libertinaje desenfrenado en los hombres. Al margen de estas dificultades y como resultado de tales actitudes erróneas, respecto a lo legal y lo ilegal, al libertinaje y a las restricciones, se han producido focos de infección (si así puedo denominarlos) en nuestra civilización. De allí el relajamiento moral fundado en la incertidumbre, los "distritos de tolerancia", lamentable contemporización de las tendencias viciosas y deseos insatisfechos; los divorcios, que han devastado la vida de la familia y con el tiempo socavarán la vida nacional (de la cual cada familia debería ser una parte substancial), y el constante aumento de las enfermedades como resultado de la prevaleciente promiscuidad y las numerosas relaciones ilícitas. También existe un factor psicológico muy importante. Este hecho es la actitud militante expresada por muchos grupos que tratan de imponer a sus semejantes sus propias ideas y peculiar solución al problema.
Detrás de los resultados de los conceptos erróneos, largo tiempo sostenidos durante épocas sobre la función sexual, residen dos males principales, o más bien dos efectos producidos por la acción mental y física del hombre, que son de gran significación. Ante todo tenemos el desarrollo en su conciencia, de los complejos, sicosis, desarreglos e inhibiciones psicológicas que han socavado tan seriamente la salud y la tranquilidad de centenares y miles de personas. También está amenazada la vida misma de la humanidad, personificada en la familia [i270] y la vida familiar. Por un lado tenemos la promiscuidad y la excesiva relación sexual, que da por resultado (como siempre lo ha hecho) una excesiva población y superproducción de seres humanos; por otro lado una forzada esterilidad que -aunque sea el menos de los males- con el tiempo es peligroso. La esterilidad aumenta con rapidez y lleva finalmente a condiciones físicas indeseables. Sin embargo, en esta época, es el menor de los dos males. Dos puntos pueden incidentalmente observarse aquí. Del primero de estos males y como resultado de la superproducción, hemos provocado una situación económica tan drástica y seria que amenaza la paz y la estabilidad misma del mundo; debido al segundo, tendremos la desaparición gradual de la humanidad, si la obligatoriedad de la esterilidad llegara a ser una práctica universal. Esto conduciría al consiguiente dominio del reino animal, a un enorme aumento de la vida animal y a un período de retroceso, no de progreso.
Al tratar este tema tendré que generalizar y lógicamente serán muchas las excepciones a las reglas formuladas y a las clasificaciones sugeridas. Estoy tratando el tema en su totalidad, y mi tópico, por lo tanto, se refiere a la amenaza de la actual actitud, a la necesidad de una mayor comprensión y a la importancia [e219] de reordenar las ideas de los hombres respecto a este asunto vital. La actitud que adopta el salvaje ignorante hacia la vida sexual, y la del iniciado, mentalmente polarizado y espiritualmente orientado en este tema, serán tan distintas, que superficialmente no habrá punto alguno de similitud; sin embargo, ambas actitudes fundamentalmente son muy similares y se acercan más a la realidad que la del hombre común de hoy. Uno está controlado por el ritmo de su naturaleza animal y desconoce, como el animal salvaje, el mal y la vil promiscuidad del [i271] hombre civilizado; el otro vive una vida controlada, regido por el poder de la mente y animado por el deseo de hacer bien a la humanidad. Entre los dos extremos existen los diversos puntos de vista, el sin fin de ideas distintas, las innumerables costumbres, la diversidad de las relaciones (legítimas e ilegítimas), las incontables reacciones animales y psicológicas, las diversas ceremonias nupciales y la gran variedad de perversiones del proceso natural que caracteriza al hombre moderno en todas partes del mundo. Éstas a su vez varían en las diversas civilizaciones y bajo la influencia de las distintas condiciones climáticas.
Por lo tanto se evidencia -¿no es así?- que no es parte de mi servicio dar a los lectores de este libro un detallado análisis de las costumbres matrimoniales de las épocas pasadas y presentes. Mi trabajo no consiste en detallar los errores, las malas consecuencias, los diversos tipos de perversión y las sádicas crueldades que han surgido por el abuso que el hombre ha hecho del proceso natural y de su cónyuge, ni dilucidar su estúpida y errónea interpretación de la Ley de Atracción y Repulsión. No tendría valor alguno que expusiera en la breve dilucidación de este tema tan vasto, cualquiera de las teorías que los hombres han formulado en la búsqueda de soluciones que son legión. Todas contienen una medida de la verdad. La mayoría expresa la profunda ignorancia del hombre y puede estudiarlas en cualquier momento el estudiante que dispone de tiempo para leer, inteligencia para ver con claridad y sin prejuicios, y dinero para comprar la literatura necesaria.
No puedo ni deseo tratar el aspecto médico y fisiológico del vicio, sea el de la promiscuidad o del matrimonio infeliz. En la actualidad el mejor servicio que puedo prestarles es indicarles las leyes que deben regir la vida de los hombres, especialmente en lo que concierne al sexo, y [i272] señalar hasta ¡donde puedo y me atrevo!, por qué y cómo se han producido las peculiares y singulares condiciones de hoy. Quizás pueda dar ciertas sugerencias que, debidamente consideradas, ayudarán a despejar de la mente esos puntos de vista falsos e ilusorios que impiden que el [e220] hombre vea realmente, lo cual puede ayudarlo a descubrir el hilo dorado de luz que a su debido tiempo lo conducirá a su solución.
Una cosa diré por penosa que parezca y es, que no hay solución
inmediata para el problema sexual que hoy nos enfrenta. Durante
épocas los hombres han abusado y empleado incorrectamente
una función otorgada por Dios; han prostituido su primogenitura,
y por su relajamiento, libertinaje y su falta de control, han introducido
una era de enfermedades, tanto mentales como físicas, actitudes
incorrectas y relaciones ilusorias, que requerirán varios
siglos eliminarlas; también han traído a la existencia
con demasiada rapidez millares de seres humanos que aún no
estaban preparados para experimentar esta encarnación, y
necesitaban intervalos más extensos entre los nacimientos
para asimilar ciertas experiencias. Las almas que no han evolucionado
todavía encarnan rápidamente; las más evolucionadas
requieren períodos más extensos para cosechar los
frutos de la experiencia. Estas almas son las que pueden ser traídas
prematuramente a la encarnación, porque están abiertas
al poder atractivo magnético de quienes viven en el plano
físico. El proceso está de acuerdo a la ley; las almas
no evolucionadas progresan bajo la ley grupal, como lo hacen los
animales, mientras que las que están algo más evolucionadas
son susceptibles a la atracción de los entes humanos, y las
ya evolucionadas vienen a la encarnación de acuerdo a la
ley del servicio, y por deliberada elección de sus almas
conscientes.
Dividiré lo que tengo que decir en cuatro partes, a efecto de una mayor claridad y rápida referencia: [i273]
1. Definiciones del sexo, la virtud y el vicio.
2. El sexo en la nueva era.
3. Algunas sugerencias para el momento actual.
4. El sexo y la vida del discipulado.
No me ocuparé de la historia ni de los detalles de la evolución racial, porque están necesariamente vinculados con el problema sexual, pero sus implicaciones son muy vastas para mi actual propósito. Como he dicho no trato los aspectos fisiológicos del sexo, ni las enfermedades incidentales al abuso de la función, ni el tema de la esterilización, excepto en lo que cabe al considerar al hombre moderno. Tampoco puedo referirme a las disidencias que existen entre las distintas escuelas de pensamiento, porque no escribo desde un punto de vista especifico como el de la religión, la moral o el partidismo. El tópico es más amplio y más grande que cualquier punto de vista religioso y las afirmaciones morales de las pequeñas mentalidades. Lo que se considera moralidad en [e221] un país o en una relación específica, en otro puede ser totalmente opuesto. Lo que se considera legal en una parte del mundo es ilegal en otra. Lo que constituye un problema difícil bajo cierta condición climatérica, presenta un problema diferente en otras circunstancias. La poligamia, la promiscuidad y la monogamia han predominado y predominan cíclicamente en diferentes partes del mundo durante épocas y están hoy establecidas simultáneamente en la tierra. Cada una a su vez ha sido o es correcta, legal y apropiada, o ilegal, incorrecta e inapropiada. Cada una de esta formas de interpretar la relación sexual ha sido objeto de ataques o defensa, de virtuoso rechazo o argumentos capciosos; cada una ha sido la costumbre y el correcto método de acuerdo a la localidad, tradición, entrenamiento y actitud de los hombres que la practicaron. En algunos países una mujer puede tener muchos maridos y en otros un marido está autorizado [i274] legalmente a tener cuatro esposas, si lo desea, y en el harem y en la cabaña de un jefe hotentote prevalecen tales condiciones. En Occidente, un hombre tiene legalmente una esposa, pero a través de la promiscuidad y las llamadas aventuras "románticas", tiene realmente tantas como un jefe africano; hoy día las mujeres hacen lo mismo.
He enumerado estas condiciones sin espíritu de crítica, sino simplemente como aseveración de la realidad, a fin de despertar la comprensión del lector común sobre una condición mundial que probablemente es muy diferente de lo que generalmente se supone. No escribo para los especialistas, sino para los estudiantes inteligentes término medio, que necesitan una visión mundial de las condiciones existentes.
Es divinamente verdad que la tendencia de los pensamientos y los deseos del hombre se dirigen a establecer la monogamia, pero todavía esto no se ha logrado en forma universal. Si encaramos esta cuestión con valor y honestidad llegaremos a la conclusión de que en el transcurso de las épocas los hombres nunca fueron monógamos. Las mujeres en el pasado lo han sido más que los hombres, pero quizás ahora no, porque el conocimiento moderno inculca también métodos modernos para protegerse del riesgo y el dolor del parto. Hasta ahora la procreación ha sido considerada como el obstáculo y el castigo de las relaciones sexuales legales o ilegales. ¡ Pensemos en el horror que se desprende de estas palabras! Lógicamente siempre hubo y habrá mujeres que practican el antiguo comercio de la promiscuidad, pero aquí sólo me refiero a las mujeres del hogar.
¿Me creerán, si les digo, que la situación mundial de hoy, en lo que respecta al sexo, es tan crítica y grave que no hay un [e222] pensador que pueda aún ver la solución, o que halle -no importa cuán claro o erudito sea su modo de pensar- salida a la actual encrucijada? Las tradiciones, las costumbres y las prácticas, con sus inevitables consecuencias y su larga permanencia, sirven para aturdir [i275] las mentes más esclarecidas. El resultado físico del acto sexual efectuado dentro o fuera del matrimonio legalizado no sólo ha sido producir la vida humana, sino gran parte de las enfermedades, insanía, tendencias malignas e impulsos pervertidos que hoy día llenan nuestros hospitales, clínicas neuropsiquiátricas, sanatorios, prisiones y manicomios.
La juventud, especialmente la idealista y la que piensa con claridad, enfrenta una situación que desafía todos sus esfuerzos por comprenderla. No sabe qué pensar o creer. Observan que forman parte de hogares santificados por el matrimonio legal y descubren (en gran escala) nada más que desdicha, prostitución legalizada, mala salud y la búsqueda de relaciones ilícitas fuera del hogar; niños no deseados y abandonados, disidencias entre cónyuges desavenidos y divorcios, y no hallan respuesta a sus numerosas e inteligentes preguntas. Así buscan en otra parte y ven la vida que llevan quienes han eludido la responsabilidad matrimonial, hallando nada más que descontento, vida sexual secreta, mala salud por inhibición de los instintos naturales, condiciones psicológicas del peor tipo, a veces hijos ilegítimos, perversiones sexuales y la creciente tendencia hacia lo que se denomina homosexualidad. La juventud se siente abatida por la total confusión y no halla respuesta a sus interrogantes. Se ha dirigido a los hombres del mundo solicitando solución y ayuda y no obtiene una clara respuesta ni una sólida filosofía sana o instrucción fundamental. Se le puede ofrecer un sólido sentido común y aconsejarle que evite excesos y condiciones que perjudican su salud o darle la responsabilidad de encauzar y rectificar la situación económica. Se le puede señalar la moralidad del pasado y advertirle los resultados inevitables cuando se transgreden las leyes de la naturaleza y se [i276] prostituye el cuerpo físico por los deseos irreprimidos. Se le puede elogiar las virtudes de vivir con rectitud y recalcar el hecho de que son hijos de Dios. Todo esto es bueno, correcto y útil, pero no se le ofrece una verdadera solución, ni se arroja luz sobre su problema y tampoco se disipa su confusión. Quizás podría dirigirse a la gente de orientación religiosa y recurrir al clero ortodoxo. Se le puede pedir que sea buena, citar ejemplos de los santos, sumergírsela en un torrente de mandatos puritanos, conocidas verdades beatíficas y explicaciones que no convencen, basadas frecuentemente en prejuicios y predilecciones personales. Pero raras veces se emite una nota [e223] clara y lo único que puede hacerse es enunciar la Ley Mosaica: No harás... ". A la juventud investigadora de la actual generación no le satisface su anhelo de conocer el hecho de que Dios dice esto o aquello, o la Biblia ordena esto, aquello o lo otro. La esperanza de que obtendrá el cielo y recibirá su justa recompensa si practica la autodisciplina, el autocontrol y la abstinencia sexual, está muy lejos de contrarrestar las tentaciones del mundo circundante y los insistentes impulsos que surgen dentro del hombre mismo.
Es verdad que existen muchas personas que resisten la "tentación de la carne" y también es cierto que existen hombres y mujeres que pasan por la vida puros y sin contaminarse. Hay almas avanzadas que son la gloria de la humanidad, cuyas vidas están separadas de la naturaleza animal y cuyas mentes controlan sus actos cotidianos. Pero muchas de ellas viven en otro mundo distinto de pensamiento e intereses y no son tentados como los hijos de los hombres cuyas inclinaciones son de naturaleza animal. Tenemos lógicamente también los que se abstienen de obrar mal por temor a los resultados en el cuerpo físico o en el más allá, mundo que denominan del [i277] castigo. Pero ¿cuál de estas personas, aún la más buena y santa, puede hablar con verdadera sabiduría y comprensión sobre este problema universal? ¿Cuál de ellas puede ver actualmente el camino de salida para la humanidad? ¿Y cuál es la que comprende la razón de toda esta angustia, maldad y pecado, surgidos de las relaciones sexuales? ¿Quién realmente comprende el verdadero significado de la vida sexual y el lugar que ocupa en el gran esquema de las cosas, y la razón de la relación entre los sexos? ¿Cuál de ellas puede decir con verdadera visión cuál será el próximo paso evolutivo, dónde iremos y cuál será el progreso inmediato?
1. Definiciones del Sexo, de la Virtud y del Vicio.
Cósmicamente hablando, sexo es una palabra breve que expresa la relación existente (durante la manifestación) entre espíritu y materia, entre vida y forma. En último análisis, es una expresión de la Ley de Atracción -ley fundamental que subyace en toda manifestación de la vida en la forma, causa de toda aparición fenoménica. Hablando desde el punto de vista humano o físico, sexo es una palabra empleada para significar la relación que existe entre el hombre y la mujer, y cuyo resultado es la reproducción de la especie. Hablando en términos modernos empleados por las personas irreflexivas y vulgares, sexo es una [e224] palabra que significa la agradable satisfacción de los impulsos animales a cualquier precio, y sin ninguna regulación rítmica. Sexo expresa esencialmente la dualidad y la división de la unidad en dos aspectos o mitades. Podemos denominarlos espíritu y materia, masculino y femenino, positivo y negativo; corresponden a una etapa en la escala evolutiva hacia la unificación final, o la homosexualidad, que no tiene ninguna relación con esa perversión que tan incorrectamente se denomina hoy "homosexualidad", cuya expresión prevalece en la actualidad en un concepto mental y moderno del fenómeno, [i278] pero es muy rara la persona que realmente contenga en sí los dos sexos y pueda fisiológica y mentalmente "satisfacerse, sostenerse y propagarse a sí misma". En el transcurso de las épocas ha surgido esporádicamente el verdadero homosexual como la garantía de una remota realización racial evolutiva, cuando haya transcurrido el ciclo mundial y las dos mitades se fusionen nuevamente en una unidad esencial. En lo antedicho no aludo a la doctrina de almas gemelas, o a la perversión de la realidad como comúnmente se comprende hoy. Me refiero al hermafrodita divino, al verdadero hombre andrógino y al ser humano perfecto. Pero la palabra ha sido desfigurada en su verdadero significado y se ha aplicado en nueve de cada diez casos (podríamos decir en noventa y nueve de cada cien) a cierto tipo de perversión mental y a una distorsionada actitud de la mente, la cual frecuentemente da por resultado reacciones y prácticas físicas que son -en su manifestación- tan antiguas que por su misma antigüedad refutan la idea de que tal actitud indica un paso adelante en el sendero del progreso. Lo que en realidad indica es un punto de retroceso, un retornar a un antiguo ritmo y reasumir antiguas prácticas.
Dichas perversiones aparecen cada vez que se desmorona una civilización y el antiguo orden es reemplazado por el nuevo. ¿Por qué sucede esto? Porque los nuevos impulsos afluyen sobre lo antiguo y el impacto de las nuevas fuerzas sobre la humanidad despiertan en el hombre el deseo de aquello que para él es un nuevo e inexperimentado campo de expresión y lo que es poco común y frecuentemente anormal. Por eso las mentes débiles sucumben al impulso, y las almas fuertes e investigadoras son víctimas de su propia naturaleza inferior y se dedican a investigaciones ilícitas. Debido a estas nuevas energías tenemos un progreso definido hacia nuevos e inexplorados reinos espirituales, pero al [i279] mismo tiempo se hacen experimentos en el reino del deseo físico, que no es la línea de progreso que corresponde a la humanidad.
[e225] A medida que el mundo de las formas responde cíclicamente, la afluencia de las energías superiores y su efecto, estimula todas las partes y aspectos de la vida de la forma, estímulo que producirá resultados buenos y malos. Momentáneamente emergerá el mal como también la eterna rectitud. Si el efecto del impacto de estas energías produce reacciones materiales y si el hombre presenta su interés por lo material, entonces domina la naturaleza forma y no la divina. Si la energía es prostituida para fines materiales, por ejemplo, las relaciones sexuales en el plano físico para fines estrictamente comerciales, trae como resultado el mal. Pero debe recordarse que la misma energía divina que actúa en el reino del amor fraternal, produce sólo el bien. Ilustrará esto de dos maneras, y ambas explicarán el actual despliegue de la sexualidad y el interés que despierta este tema.
Vivimos hoy en un período de la historia mundial donde tienen lugar tres acontecimientos importantes, que por lo general no son observados ni comprendidos por la mayoría de las personas.
El séptimo rayo de la ley y el orden, está entrando en manifestación y estamos pasando a un nuevo signo del zodiaco, siendo inminente "la venida del Cristo". Estos tres grandes acontecimientos son la causa de la mayoría de las dificultades y del caos actuales, y al mismo tiempo responsables de la orientación universal hacia las realidades espirituales que todos los verdaderos trabajadores actualmente reconocen, de la acrecentada comprensión, de los movimientos de beneficencia y de la tendencia a la colaboración, a la unificación religiosa y al internacionalismo. Los distintos tipos de energía que han estado latentes adquieren hoy mayor potencia. La consiguiente reacción mundial es materialista en sus etapas iniciales, y en sus etapas finales se manifestarán las [i280] cualidades divinas y cambiarán la historia y la civilización. El interés demostrado hoy por los llamados rayos cósmicos, evidencia el reconocimiento científico de las nuevas energías entrantes del séptimo rayo. Estos rayos que afluyen a través del centro sacro del cuerpo etérico planetario afectan lógicamente los centros sacros de la humanidad, de allí que la vida sexual del género humano está super excitada momentáneamente, y a ello se debe además, el excesivo énfasis puesto sobre el sexo y también (esto debe recordarse) el agudo impulso que ahora se expresa en forma mental, llevará al hombre en su oportunidad a pensar y solucionar cabalmente el problema del sexo.
La entrada de la era acuariana también estimula en los hombres un espíritu de universalidad y una tendencia hacia la fusión. Ya puede observarse la actual tendencia hacia la síntesis [e226] en el comercio, la religión y la política, y también en el impulso hacia la unión, y en otras uniones hacia la comprensión y tolerancia religiosas. Pero estas influencias que actúan sobre los cuerpos sensorios de las personas aún no desarrolladas y excesivamente síquicas, conducen a la morbosa tendencia de unirse lícita o ilícitamente; producen una extrema aptitud para las relaciones sexuales en sus diversas prácticas y las relaciones y fusiones que no están en la línea designada o evolutiva y, frecuentemente, ultrajan las leyes de la naturaleza misma. La energía es algo impersonal y tiene un doble efecto -que varía según el tipo de la sustancia sobre la cual actúa.
El entrante séptimo rayo expresa el poder de organización, la capacidad de integrar y llevar a la relación sintética los grandes pares de opuestos a fin de producir nuevas formas de manifestación espiritual, y también nuevas formas que, desde el punto de vista del espíritu, pueden ser consideradas como un mal material. Este gran impulso traerá a la luz del día todo lo que está revestido [i281] de materia y oportunamente, conducirá a la revelación del espíritu y de la gloria oculta, cuando se haya purificado y santificado lo que ha sido revelado de la forma material. A esto se refería el Cristo cuando profetizaba que al final de la era las cosas ocultas serían esclarecidas y los secretos proclamados desde los tejados.
Por medio de esta revelación, tanto en la familia humana como en otros aspectos de la naturaleza, se desarrollará el poder del pensamiento. Esto se logrará desarrollando la facultad de la discriminación, que permitirá al hombre elegir y desarrollar el verdadero sentido de los valores. Los cánones falsos y verdaderos aparecerán en la conciencia de los hombres y se seleccionará aquello que sentará las bases para un nuevo orden, que introducirá la nueva raza con sus nuevas leyes y nuevos acercamientos, establecerá la nueva religión del amor y la hermandad y también ese período en que el grupo y el bien grupal serán la tónica predominante. Entonces la separatividad y el odio se desvanecerán y los hombres se fusionarán en una verdadera unión.
También debe considerarse el tercer factor, la venida de
Cristo, según se la denomina. En todas partes subsiste la
expectativa y la demanda por una manifestación o acontecimiento
simbólico, denominado con distintos nombres, pero se refiere
generalmente al advenimiento de Cristo. Como bien saben, puede ser
un advenimiento físico, como lo hizo en Palestina, o expresarse
como definida influencia ejercida sobre sus seguidores por el Gran
Señor de Vida, influencia que evocará respuesta de
quienes en una forma u otra han despertado espiritualmente; quizás
podría [e227]
ser en forma de una grandiosa afluencia del principio crístico,
la vida y el amor crísticos, actuando sobre la familia humana.
Tal vez estas tres posibilidades ocurran muy pronto y simultáneamente
en nuestro planeta.
[i282]
No podemos afirmarlo. Nos corresponde estar preparados y trabajar
en la preparación del mundo para esa significativa serie
de acontecimientos. El futuro inmediato lo demostrará. Sin
embargo, deseo señalar que la afluencia del crístico
espíritu del amor (venga por intermedio de una Persona en
forma corpórea, o de Su Presencia presentida y comprendida)
también tendrá un doble efecto.
Lo que he dicho es algo insólito para los irreflexivos y los que carecen de lógica. Se estimulará tanto al hombre bueno como al malo, y se despertará y fomentará tanto el deseo material como la aspiración espiritual. Los hechos probarán la verdad de que un jardín bien fertilizado y cuidado y una tierra bien regada cosecharán malezas lo mismo que flores. Sin embargo, en este hecho tenemos dos reacciones distintas provocadas por el mismo sol, la misma agua, el mismo agente fertilizador y el mismo cuidado. La diferencia reside en las semillas sobre las cuales estos factores actúan. La afluencia del amor estimulará tanto el amor como el deseo terrenales y la lujuria animal; fomentará el impulso de adquirir posesiones materiales, con todas sus consecuencias malignas, el consiguiente acrecentamiento de las reacciones sexuales y las diversas expresiones de un mecanismo mal regulado que responde a una fuerza impersonal. También producirá el acrecentamiento del amor fraternal, fomentará el desarrollo y la expresión de la conciencia grupal y la comprensión universal, introducirá una nueva y poderosa tendencia hacia la fusión, la unificación y la síntesis. Todo esto se llevará a cabo por medio de la humanidad y el espíritu crístico. El amor del Cristo se derramará constantemente sobre la tierra, y su influencia será cada vez más fuerte durante los siglos venideros; al finalizar la era acuariana y mediante el trabajo del séptimo rayo (que permite que los pares de opuestos colaboren más estrechamente), podremos esperar la "Resurrección de Lázaro de entre los muertos" y el [i283] surgimiento de la humanidad de la tumba de la materia. La divinidad oculta será revelada. Todas las formas estarán bajo la influencia del espíritu crístico, y tendrá lugar la culminación del amor.
Debido a las tres causas expuestas existe actualmente un interés mundial por las cuestiones sexuales, lo cual como consecuencia natural, conduce a dos cosas:
Primero, se producirá una irrupción en todo el mundo y principalmente en nuestras grandes poblaciones, de acrecentadas [e228] relaciones sexuales, la cual se destacará porque no habrá un correspondiente aumento de la población, debido a que la moderna comprensión de los métodos para controlar la natalidad y el acrecentado enfoque mental o la polarización de la raza, conducirán a la esterilidad y también a una reducción de la familia.
Segundo, habrá una reorganización de las ideas raciales respecto al matrimonio y a las relaciones sexuales, debido al derrumbe de nuestra actual situación económica, al difundido interés por la salubridad médica (algo que hasta ahora estaba limitado a los especialistas), al reconocimiento general de las diferentes costumbres matrimoniales en las naciones occidentales y orientales, que han provocado una controversia general, y a la falta de una estructura legal que proteja a las familias e interprete satisfactoriamente las relaciones humanas.
Partiendo de estos debates e intereses universales trabajaremos para obtener una solución y un objetivo que aún se halla en los niveles abstractos de la mente y en el mundo de las ideas. Los pensadores más avanzados de la raza presienten sólo vaga y nebulosamente cuáles serán dichos ideales ocultos.
La cuestión en debate no es primordialmente religiosa a no ser que las relaciones sociales se consideren básicamente relaciones divinas. Esto es fundamental en su significado, y cuando se resuelva veremos el establecimiento de la igualdad entre los sexos, la [i284] eliminación de las barreras que existen actualmente entre los hombres y las mujeres y la protección de la familia, involucrando por lo tanto la protección del niño, a fin de proporcionarle las cosas esenciales para el correcto desarrollo físico y la verdadera educación, lo que conducirá a desarrollar en forma sensata la naturaleza emocional y mental, y le permitirá así servir a su raza, a su época y a su grupo lo mejor posible. Éste ha sido siempre el ideal, pero nunca se ha realizado satisfactoriamente. La solución del problema sexual liberará las mentes de los hombres de la inhibición y de la indebida preocupación, produciendo así esa liberación mental que aceptará la afluencia de nuevas ideas y conceptos. Descubriremos que la virtud y el vicio no tienen nada que ver con la capacidad o incapacidad de obedecer las leyes dictadas por los hombres, sino con la actitud del hombre hacia sí mismo y sus relaciones sociales para con Dios y sus semejantes. La virtud es la expresión en el hombre del espíritu de colaboración hacia sus hermanos, en forma altruista, comprensiva y con total olvido de sí mismo. El vicio es la negación de dicha actitud. Ambas palabras significan simplemente perfección e imperfección, conformidad con la divina norma de la hermandad o el fracaso de alcanzar tal norma. Las normas son muy variables y [e229] cambian de acuerdo a cómo progresa el hombre hacia la divinidad. Varían de acuerdo al destino del hombre al ser afectado por su época y según la etapa de desarrollo evolutivo y tiempo, naturaleza y medio ambiente. La norma para llegar a la meta no es la misma de hace mil años ni la que será dentro de mil.
Sin embargo, ningún período histórico del mundo ha sido tan crítico como el actual, porque -aparte del gran ciclo de oportunidad al cual me he referido- la humanidad ha alcanzado una excepcional realización. Por primera vez en la historia racial tenemos la expresión del verdadero ser humano, el hombre tal como [i285] esencialmente es y también una personalidad integrada, funcionando como una unidad, y la mente y la naturaleza emocional fusionadas y mezcladas, en un sentido, con el cuerpo físico y en otro con el alma. Además ya se ha producido el cambio de énfasis de la vida física a la vida mental y en un número creciente de casos a la vida espiritual. Si lo que he expuesto es cierto, no hay razón para sentirse desalentado. Existe ya una amplia y verdadera "elevación del corazón hacia el Señor" y un volver insistentemente la mirada al mundo de los valores espirituales, de allí las dificultades actuales.
Al margen de la entrada de la nueva era, de la afluencia del espíritu crístico, con su poder transformador y su fuerza regenadora, y del retorno cíclico de las energías del séptimo rayo, tenemos al género humano en tal condición que la respuesta a las más puras y espirituales energías y a las nuevas oportunidades es, por primera vez, adecuada y sintética. Ésta es la razón de por qué se acrecienta el problema. He aquí el gran día de la oportunidad. De allí el milagro de la aurora que está despuntando en el Este.
Quisiera encarar ahora el problema del sexo desde otro ángulo y advertir que es un símbolo básico. Como bien sabemos, un símbolo es un signo externo y visible de una realidad interna y espiritual. ¿Qué es esta realidad interna? Es ante todo la realidad de la relación, la relación que existe entre los fundamentales pares de opuestos Padre-Madre, espíritu-materia, positivo-negativo, vida-forma y entre las grandes dualidades que -cuando se unen en sentido cósmico- producen al hijo de Dios manifestado, el Cristo cósmico, el universo consciente y sensible. En el Evangelio tenemos el símbolo dramático de esta relación, y el Cristo histórico es la garantía de su veracidad y realidad. El Cristo nos garantiza la realidad del significado interno [i286] y de la verdadera base espiritual de todo lo que es y siempre será. Debido a la relación que existe entre la luz y la oscuridad, lo invisible se hace visible, por lo cual podemos ver y conocer. El Cristo reveló como [e230] luz del mundo esa realidad. Desde la oscuridad de los tiempos Dios habló, y se reveló la Paternidad de la Deidad.
El drama de la creación y la historia de la revelación están descritas, si sólo pudiéramos ver e interpretar realmente los hechos con exactitud espiritual, en la relación de los dos sexos y en la realidad de la cópula. Cuando tal relación ya no sea estrictamente física, sino la unión de dos mitades en los tres planos -físico, emocional, mental-, entonces tendremos la solución del problema sexual y la restitución de la relación marital al lugar designado en la Mente de Dios. En la actualidad significa la unión de dos cuerpos físicos. A veces es la unión de las naturalezas emocionales de dos personas. Rara vez se unen dos mentes. Otras es la unión de dos cuerpos físicos donde una de las partes permanece fría, impávida y desinteresada, pero responde y participa el cuerpo emocional. A veces se halla implícito el cuerpo mental con el cuerpo físico y no participa la naturaleza emocional. Raras, pero muy raras veces, encontramos en las dos partes la fusión coordinadora y colaboradora de las tres partes de la personalidad, implicadas en una auténtica unión. Cuando esto sucede existe la verdadera unión, el verdadero matrimonio y la fusión de los dos en uno.
Por esta razón han errado el camino muchas escuelas esotéricas que sostienen la errónea idea de que una unión de esta naturaleza es esencial para la liberación espiritual, y que sin ella el alma queda aprisionada. Enseñan que mediante la unión matrimonial se logra la unificación [i287] con el alma y que no puede haber liberación espiritual sin efectuar dicha unión. Pero en realidad, la unificación con el alma es una experiencia individual interna que da por resultado la expansión de conciencia, a fin de que lo individual y lo específico se unifiquen con lo general y lo universal. Sin embargo, detrás de la interpretación errónea reside la verdad.
Cuando se llegue a realizar el verdadero matrimonio y existan las relaciones sexuales ideales en los tres planos, entonces tendremos las condiciones adecuadas y se les proporcionará a las almas las formas necesarias para encarnar. Entonces los hijos de Dios hallarán formas para manifestarse en la tierra. Según el alcance del contacto matrimonial (si se puede emplear este tipo de palabra, poco común), así será el tipo de ser humano traído a la encarnación. Si los padres son puramente físicos y emocionales, también lo será el niño. Y así se determina el término medio general. El actual mundo de los hombres está conquistando rápidamente una elevada etapa evolutiva. De allí la insatisfacción que existe sobre los actuales puntos de vista respecto al matrimonio, [e231] paso preliminar para la enunciación de ciertos principios ocultos que eventualmente regirán las relaciones entre los sexos y proporcionarán, como consecuencia, la oportunidad ofrecida a los hombres y mujeres de proporcionar, mediante el acto creador, los cuerpos necesarios para los discípulos e iniciados.
El símbolo del sexo expresa también la realidad del amor. En verdad el amor significa relación, pero la palabra amor (igual que la palabra sexo) se utilizan irreflexivamente y sin preocuparse de su verdadero significado. Amor y sexo fundamentalmente son una misma cosa, porque ambos expresan el significado de la Ley de Atracción. Amor es sexo y sexo es amor, porque en ambas palabras están igualmente representadas la relación, la interacción y la unión entre Dios y Su universo, el hombre y Dios, el hombre y su propia alma y entre el hombre y la mujer. Así se pone de relieve el móvil y la [i288] relación. Pero el resultado impulsor de esa relación es la creación y la manifestación de la forma a través de la cual la divinidad puede expresarse y llegar a ser. El espíritu y la materia se unieron y vino a la existencia el universo manifestado. El amor es siempre productivo y la Ley de Atracción es fructífera. El hombre y Dios se unieron bajo la misma Gran Ley y nació el Cristo -demostración y garantía de la realidad de la divinidad humana. El hombre individual y su alma también están tratando de unirse, y cuando esta unión se realice el Cristo nacerá en la caverna del corazón y se verá como se acrecienta Su poder en la vida diaria. Por lo tanto, el hombre muere diariamente a fin de que el Cristo pueda ser visto en toda Su gloria. El sexo es el símbolo de todas estas maravillas.
También en el hombre tiene lugar el drama del sexo, pues dos veces en su cuerpo, en su personalidad, tiene lugar el proceso de unión y fusión. Me referiré brevemente a ambos acontecimientos simbólicos, a fin de que la admirable historia del sexo pueda ser comprendida por los estudiantes esotéricos en todo su sentido espiritual.
Como ya saben, el hombre es la expresión de energías, energías que impulsan al hombre físico a la actividad mediante ciertos centros de fuerza del cuerpo etérico, los cuales, para nuestro propósito inmediato, pueden clasificarse en tres centros abajo del diafragma y cuatro arriba.
- Abajo del diafragma:
- La base de la columna vertebral.
- El centro sacro.
- El plexo solar. [e232]
- Arriba del diafragma:
- El centro cardíaco.
- El centro laríngeo.
- El centro entre las cejas, el ajna.
- El centro coronario.
[i289] Sabemos que han tenido lugar dos fusiones y en ambas tenemos dos actuaciones del proceso sexual simbólico, y dos acontecimientos simbólicos que exteriorizan un acontecimiento espiritual y le presentan al hombre su meta espiritual y el gran objetivo de Dios en el proceso evolutivo.
Primero, las energías que están abajo del diafragma. Sobre el proceso y las reglas para realizarlo no podemos ocuparnos aquí, excepto en un caso -elevar la energía del centro sacro al centro laríngeo, o trasmutar el proceso de reproducción o creación física, en el proceso creador del artista en algún campo de expresión creadora. Mediante la unión de las energías de estos dos centros llegaremos a una etapa evolutiva en la que se tendrán hijos que heredarán nuestra capacidad y mentalidad. Cuando, en otras palabras, haya una verdadera unión de las energías superiores con las inferiores, tendremos el surgimiento de la belleza de la forma, la consagración de algún aspecto de la verdad en una expresión apropiada, enriqueciendo así al mundo. Donde existe esta síntesis empieza a actuar el verdadero artista creador. La garganta, órgano de la Palabra, expresa la vida y manifiesta la gloria y la realidad subyacentes. Tal es el simbolismo que reside detrás de la enseñanza respecto a la fusión de las energías inferiores con las superiores, el sexo en el plano físico es un símbolo. El género humano está siendo cada vez más creador, porque la transfusión de las energías se lleva a cabo de acuerdo a los nuevos impulsos. A medida que se desarrolla el sentido de la pureza en el hombre y se fomenta el desarrollo del sentido de la responsabilidad, y a medida que se acrecienta el amor a la belleza, al color y a las ideas, se acelerará el proceso de elevar lo inferior hasta unirlo a lo superior, entonces se acelerará extraordinariamente el embellecimiento del Templo del Señor.
En la venidera era acuariana esto avanzará rápidamente. [i290] La mayoría de las personas hoy viven abajo del diafragma y dirigen sus energías externamente hacia el mundo material, pervirtiéndolas para fines materialistas. En los siglos venideros esto se corregirá; las energías serán trasmutadas y purificadas y los hombres empezarán a vivir arriba del diafragma. Entonces expresarán los poderes del corazón amoroso, de la garganta creadora y de la voluntad divinamente ordenada por la cabeza. Éste [e233] es el símbolo del sexo en el plano físico, de la relación que existe lo inferior y lo superior.
Pero en la cabeza del hombre hay un símbolo maravilloso.
En ese organismo viviente se representa ese drama mediante el cual
el ser puramente humano se fusiona con la divinidad, el gran drama
final de la unión mística entre Dios y el hombre,
entre el alma y la personalidad. Según la filosofía
oriental existen en la cabeza del hombre dos grandes centros de
energías. Uno el centro entre las cejas, mezcla y fusiona
los cinco tipos de energías que le son trasmitidas a él
y fusionadas en él, la energía de los tres centros
que están abajo del diafragma y la de los centros laríngeo
y cardíaco. El otro, el centro coronario, entra en actividad
por medio de la meditación, el servicio y la aspiración,
y a través de él el alma hace contacto con la personalidad.
Dicho centro es el símbolo del espíritu o aspecto
positivo masculino, así como el centro entre las cejas es
el símbolo de la materia, del aspecto negativo femenino.
Vinculado a estos vórtices de fuerza tenemos dos órganos
físicos, la glándula pituitaria y la pineal. La primera
es negativa y la segunda positiva. Estos dos órganos son
las correspondencias superiores de los órganos masculino
y femenino de la reproducción física. A medida que
el alma va siendo cada vez más poderosa en la vida mental
y emocional del aspirante, penetra con mayor poder en el centro
de la cabeza y el hombre va purificando su personalidad
[i291]
y poniéndola al servicio de la voluntad espiritual, elevando
automáticamente las energías de los dos centros del
cuerpo al centro entre las cejas. Oportunamente se acrecienta y
amplía la influencia de los dos centros, hasta que los campos
magnéticos o vibratorios, hacen contacto entre sí,
y aparece instantáneamente la luz. Padre-espíritu
y madre-materia se unen y unifican, y el Cristo nace. "A no
ser que el hombre vuelva a nacer no podrá ver el reino de
Dios", dijo el Cristo. Tal el segundo nacimiento, y desde ese
momento la visión adquiere creciente poder.
Éste es nuevamente el gran drama del sexo, que se repite en el hombre. Así conoce tres veces en su vida personal el significado de la unión, el sexo:
- En el plano físico, el sexo o la relación del hombre con su polo opuesto, la mujer, da por resultado la reproducción de la especie.
- La unión de las energías superiores con las inferiores da por resultado el trabajo creador.
- La unión de las energías de la personalidad con las del alma, da por resultado el nacimiento del Cristo.
Grande es la gloria del hombre y maravillosas son las divinas funciones que personifica. A través del tiempo la raza ha sido llevada a la etapa en que el hombre comienza a elevar las energías [e234] inferiores a los centros superiores, y tal transición es la causa de las grandes dificultades mundiales. Muchas personas en todas partes están llegando a ser, política, religiosa, científica o artísticamente creadoras, y el impacto de su energía mental y sus proyectos e ideas se hacen sentir notablemente. Hasta que predomine la idea de la hermandad en la raza, veremos estos poderes pervertidos para fines y ambiciones personales y el consiguiente desastre, así como ya hemos visto el poder del sexo prostituido [i292] para la satisfacción personal, el egoísmo y el consiguiente desastre. Sin embargo, algunos, muy pocos, están elevando cada vez más sus energías y traduciéndolas en términos del mundo celestial. Hoy el Cristo renace en muchos seres humanos y acrecentadamente aparecerán los hijos de Dios en su verdadera naturaleza para guiar a la humanidad en la nueva era.
2. El Sexo en la Nueva Era
La profecía es siempre peligrosa, pero a veces se puede hacer un pronóstico o una predicción basada en las actuales tendencias generales.
Durante los próximos doscientos años desaparecerán gradualmente las antiguas influencias bajo las cuales hemos vivido, y se harán sentir las nuevas potencias. Se dice que tres cosas caracterizarán la era acuariana venidera y llegarán a ser posibles por la influencia que ejercerán los tres planetas que rigen los tres decanatos de este signo. Primero, tendremos la actividad de Saturno, que producirá la bifurcación de los caminos y proporcionará la oportunidad a quienes puedan aprovecharla. También habrá un período de disciplina y un ciclo en que se harán decisiones; mediante estas decisiones discriminadoras la humanidad recibirá su derecho de progenitura. Hoy esta influencia ya se hace sentir en forma poderosa.
Posteriormente, por la influencia que ejerce Mercurio en el segundo decanato, tendremos la afluencia de la luz y la iluminación mental y espiritual, y una interpretación más veraz de la enseñanza de la Logia de Mensajeros. El trabajo realizado en el primer decanato permitirá a muchos decidir y realizar el esfuerzo que los llevará a elevar las energías inferiores a los centros superiores y transferir el enfoque de su atención de abajo arriba del diafragma. El trabajo efectuado en el segundo decanato permitirá, a quienes están preparados, fusionar la personalidad con el alma y, como ya [i293] indiqué, la luz brillará y el Cristo nacerá en ellos. En el tercer decanato se inaugurará el reino de [e235] la hermandad, y Venus regirá mediante el amor inteligente; lo importante es el grupo, no el individuo; el altruismo y la colaboración reemplazarán constantemente a la separatividad y a la rivalidad.
En ningún sector de la vida se sentirán tan potentemente
estos grandes cambios como en la actitud que adoptará el
hombre hacia el sexo y en el reajuste de la relación marital,
nueva actitud que irá produciéndose gradualmente
a medida que la ciencia de la psicología, que se desarrolla
lentamente, haga valer sus derechos. Cuando el hombre llegue a
comprender su triple naturaleza y penetre en la naturaleza de
su conciencia y en la profundidad de su propia vida subconsciente,
tendrá lugar, gradual y automáticamente, un cambio
en la actitud del hombre hacia la mujer y de la mujer hacia su
destino. Cambio necesario que no será el resultado de medidas
legales o de decisiones hechas por los representantes del pueblo
para enfrentar los desastres del momento; vendrá lentamente
como resultado del inteligente interés demostrado por las
tres generaciones venideras. Los que vienen ahora a la existencia
y los que vendrán durante el próximo siglo estarán
bien preparados para enfrentar el problema del sexo, pues comprenderán
el problema con mayor claridad que la vieja generación
y pensarán en términos más extensos y amplios
de lo que es común hoy. Serán más conscientes
del grupo y menos individualistas y egoístas, se interesarán
más por las nuevas ideas que por las antiguas teologías,
no tendrán tantos prejuicios y serán más
tolerantes que la mayoría de las actuales personas bien
intencionadas. La psicología está recién ahora
entrando en sus derechos y comenzando a comprender cuál
es su función, sin embargo dentro de cien años será
la ciencia que predominará
[i294]
y los nuevos sistemas de educación, fundados en la psicología
científica, habrán reemplazado totalmente nuestros
métodos modernos. En el futuro se tratará de determinar
el propósito de la vida del hombre. Se efectuará
cuando se sepa a qué rayo pertenece, mediante el análisis
de su equipo (la psicología vocacional es el incipiente
comienzo), el estudio de su horóscopo y cuando se le imparta
una base sólida respecto al control mental y al entrenamiento
de la memoria, a fin de retener la información suministrada.
Se dará especial atención al procedimiento por el
cual podrá integrar su personalidad y elevar y purificar
las cualidades vivientes, todo lo cual tendrá por objeto
llegar a ser consciente y de valor para el grupo. Este factor
es de gran importancia. Síntesis, pureza física,
descentralización y bien grupal, serán las notas
clave de la enseñanza a impartirse. Se enseñará
el control emocional y el recto pensar, y una vez logrados [e236]
se adquirirá automáticamente el conocimiento de
las realidades espirituales y se subordinará la vida al
propósito grupal. Las relaciones del hombre estarán
inteligentemente dirigidas, y su relación con el otro sexo
serán guiadas no sólo en el amor y el deseo, sino
por la ordenada comprensión intelectual de la verdadera
significación del matrimonio. Lo antedicho puede aplicarse
a la mayoría de las personas inteligentes y bien intencionadas,
cuyas normas se desarrollarán en el transcurso de las décadas,
y personificarán los sueños e ideales de los visionarios
más avanzados de hoy. Existirán personas irreflexivas,
ociosas y estúpidas, pero la evolución va aprisa
y el orden está en camino.
No puedo anticipar las leyes que se promulgarán para controlar a las personas sobre este difícil tema del sexo, ni predecir cuáles serán las leyes matrimoniales. Aún no se sabe en qué forma enfrentarán el problema las legislaturas de las naciones. No me interesa hacer conjeturas. [i295] Pero lo que puedo hacer y haré, es proporcionar las premisas fundamentales que subyacen en las mejores ideas futuras sobre el tema del sexo y el matrimonio. Estas premisas son tres: cuando sean comprendidas y captadas y se integren a las ideas prevalecientes de la época y formen las bases de las normas reconocidas y una vida decorosa, entonces los detalles de cómo, dónde y cuándo se resolverán por sí solos
1. La primera premisa está basada en la relación entre ambos sexos, y la forma de encarar la relación matrimonial se considerará como parte de la vida grupal y para el bien del grupo; esto no será el resultado de las leyes que reglamentan el matrimonio, sino como consecuencia de la educación acerca de las relaciones grupales, del servicio y de la ley del amor comprendida prácticamente y no en forma sentimental. Los hombres y mujeres se considerarán como células de un organismo vital, y esta comprensión y perspectiva coloreará sus actividades. También será considerada como una realidad de la naturaleza y un producto de pasados ciclos de evolución; no será una teoría y una esperanza como sucede en la actualidad. Se estudiará lo que es mejor para el grupo y lo que se necesita para fomentar la eficiencia de un ente del grupo. Los hombres vivirán cada vez más en el mundo de las ideas y de la comprensión, y no en el mundo del deseo desordenado y del instinto animal; el amor del hombre por la mujer y viceversa será más verdadero de lo que es hoy, pues no será estrictamente emocional y tendrá una base inteligente.
A medida que el impulso asciende desde el centro sacro al laríngeo, los hombres no se centrarán tan poderosamente en sus impulsos físicos sexuales y manifestarán más consistentemente [e237] su expresión creadora. Su vida en el plano físico continuará en forma normal, pero es necesario que comprendan que el modo en que el hombre satisface su naturaleza sexual es anormal y desordenado [i296] y estamos en camino de llegar a una normalidad sensata. El deseo del placer egoísta y la satisfacción del impulso animal, que es instintivamente correcto cuando es ordenado, e incorrecto cuando se lo prostituye exclusivamente para el placer, serán reemplazados por la decisión que adopten ambas partes. La decisión satisfará la necesidad natural en forma correcta, conveniente y ordenada. En la actualidad se sacrifica generalmente una de las partes, sea por una indebida abstinencia o un excesivo desenfreno.
2. La segunda premisa se basará en el grado de evolución alcanzado, y para cumplirla correctamente es necesaria una verdadera integración de la personalidad. Esta regla podría expresarse de la manera siguiente: El verdadero matrimonio y la correcta relación sexual deben involucrar la unión de los tres aspectos de la naturaleza del hombre, y unirse los tres niveles de conciencia al mismo tiempo, físico, emocional y mental. Para que un hombre y una mujer formen un matrimonio verdaderamente feliz deben complementarse en los tres aspectos de su naturaleza y existir una unión simultánea. ¡ Cuán rara vez ocurre y que extraño es encontrarlo! No es necesario que entre en detalles sobre esto, pues esta verdad es evidente y ha sido expresada repetidas veces. Más adelante, aunque el día está muy lejano todavía, se formarán matrimonios que tendrán como base la etapa de desarrollo de la personalidad integrada, y sólo podrán celebrar el sagrado ritual del matrimonio, quienes hayan alcanzado la misma etapa en el trabajo de trasmutar lo inferior a los centros superiores; un matrimonio se considerará indeseable y sus partes dispares, cuando una de ellas viva la vida de la personalidad purificada, centrada arriba del diafragma, y la otra, la vida del animal inteligente centrada abajo del diafragma. Para finalizar diré que muy pocos elegirán sus cónyuges entre aquellos en los que el Cristo ha nacido nuevamente y [i297] expresan la vida crística. Pero el tiempo no ha llegado aún, excepto para pocos y raros casos.
3. La tercera premisa se refiere al deseo de proporcionar cuerpos sanos y buenos para los egos que encarnan, lo cual no es posible debido a nuestro mal reglamentado sistema de convivencia. La mayoría de los niños que nacen hoy han venido a la existencia en forma accidental, sin que se los haya deseado. Si bien algunos, muy pocos han deseado tenerlos, pero aún en tales casos, el deseo se funda generalmente en razones de herencia, posesión, perpetuación del linaje o materialización de una ambición insatisfecha, sin embargo, se acerca el día en que los nacimientos [e238] serán deseados y controlados; cuando llegue ese día encarnarán más rápidamente discípulos e iniciados. La correcta preparación tendrá lugar antes de satisfacer el impulso sexual, y las almas serán atraídas por la urgencia del deseo de sus padres, la pureza de sus móviles y el poder de su trabajo preparatorio.
Cuando estos tres móviles se estudien detenidamente y cuando
los hombres y mujeres moldeen sus relaciones en el plano físico,
basados en sus relaciones grupales, en su unión simultánea
en los tres planos y en la oportunidad ofrecida a las almas que
encarnan, entonces tendremos el restablecimiento del aspecto espiritual
del matrimonio, veremos la entrada de esa era, donde la buena
voluntad será la característica sobresaliente, y
desaparecerán el propósito egoísta y el instinto
animal.
3. Sugerencias para el Ciclo Actual
He tratado de señalar una situación que existe actualmente e indicar una situación ideal futura que aún no es posible realizar. Esto tiene valor, pero deja un vacío en nuestra mente, que requiere ser llenado. Surge ahora un interrogante que podría formularse en los [i298] términos siguientes: Dada la exactitud de lo expuesto sobre las actuales y terribles condiciones y la posibilidad de un acercamiento al ideal presentado para un futuro distante, ¿será posible actualmente dar los pasos que conducirán con el tiempo a aplicar los ajustes necesarios en los aspectos del sexo? Sin duda lo será y formularé mi respuesta en la forma siguiente:
Cuando ciertos postulados básicos, cuatro en total, hayan sido presentados y repetidos constantemente al público, ello conducirá finalmente a educar a la opinión pública de tal modo que se emprenderán las necesarias actividades. Pero el primer paso consiste en educar al público y en que éste capte las cuatro leyes esenciales. Cualquier corrección que se haga en las actuales condiciones se deberá al progreso interno de la humanidad misma y no a la imposición de leyes externas. El entrenamiento de la conciencia pública debe por lo tanto seguir adelante constantemente, y así sentaremos las bases para los posteriores cambios.
Quisiera recordarles que las tres próximas generaciones
(en las que incluye la juventud actual) traerán a la encarnación
un grupo de personas bien preparadas para sacar a la humanidad
de la actual encrucijada. Esto debe tenerse muy presente, pues
con frecuencia se olvida. En cualquier época de la historia
humana siempre hubo aquellos que fueron enviados con el propósito
de resolver los problemas que surgen. En último análisis,
el [e239]
problema del sexo es momentáneo y, aunque no lo crean,
deriva de un error fundamental -el error del hombre de haber pervertido
las facultades otorgadas por Dios, para fines egoístas
y materiales, en vez de consagrarlas al propósito divino.
El hombre ha sido llevado y arrastrado por su instinto animal,
y sólo una clara y pura comprensión mental de la
verdadera naturaleza de su problema tendrá suficiente fuerza
para llevarlo adelante hacia la Nueva Era y hacia el mundo de
[i299]
acciones y móviles correctos. El hombre debe aprender y
debe captar profundamente el hecho de que el principal propósito
del sexo no es la satisfacción de los apetitos, sino proporcionar
los cuerpos físicos mediante los cuales la vida puede expresarse.
Tiene que comprender la naturaleza del simbolismo que está
detrás de la relación sexual, y por ese medio captar
el alcance de las realidades espirituales. La Ley del Sexo es
la ley de esas relaciones por las cuales la vida y la forma se
unen para que el propósito divino pueda manifestarse. Es
ley fundamental de la creación, y rige cuando se trata
de la Vida que anima un sistema solar, el nacimiento de un animal
o la germinación de una planta. Sexo es la palabra
que utilizamos para describir la relación existente entre
esa energía que llamamos vida y el conjunto de unidades
de fuerza, mediante las cuales esa energía se expresa y
construye una forma. Incluye la actividad que tiene lugar cuando
los pares de opuestos se unen, y por ese medio unifican y producen
una tercera realidad, realidad o resultado que atestigua su relación,
entonces otra vida aparece en la forma. Tenemos siempre relación,
unificación y nacimiento. Tres palabras que contienen la
verdadera significación del sexo.
Los hombres han pervertido la verdad y se ha perdido su verdadera significación. En la actualidad sexo significa satisfacer el deseo masculino por el placer sensual y mitigar el apetito físico mediante la perversión del aspecto femenino de ese deseo y apetito. Dicha relación no da los resultados esperados, sino que conduce a un momentáneo segundo de satisfacción, y todo ello está confinado a la naturaleza animal y al plano físico. Hablo en forma general y les recordaré que hay excepciones en todas las generalizaciones. Quisiera también agregar que no crean que considero solamente responsable del problema actual al aspecto masculino, al decir que el hombre utiliza a la mujer para su placer. No puedo significar eso, porque [i300] sé que todo ser humano es cíclicamente hombre o mujer, y que los hombres de hoy han sido mujeres en vidas anteriores. No existe sexo, según lo entendemos, en lo que concierne al alma; sólo existe el sexo en la vida de las formas. Únicamente en el proceso de diferenciación, a fin de pasar experiencias, el encarnante hombre espiritual ocupa [e240] primero un cuerpo masculino y luego uno femenino, redondeando así los aspectos positivo y negativo de la vida de las formas. Toda la raza es culpable y debe estar activa en el proceso de crear las correctas condiciones y poner orden en el caos actual.
Por lo tanto, el primer postulado que debe formularse, respecto al cual se tiene que educar al público, es que todas las almas encarnan y reencarnan bajo la Ley del Renacimiento. De allí que en cada vida no sólo se recapitulan las experiencias anteriores sino que se reasumen antiguas obligaciones, se restablecen antiguas relaciones, se tiene la oportunidad de saldar antiguas deudas, la posibilidad de retribuir y no progresar, despertar cualidades hondamente arraigadas, reconocer antiguas amistades y enemistades, solucionar detestables injusticias y explicar lo que condiciona al hombre y hace que sea lo que es. Tal es la ley que ahora reclama un reconocimiento universal y que, cuando sea comprendida por las personas inteligentes, ayudará a resolver los problemas del sexo y del matrimonio.
¿Por qué será así? Porque cuando esta ley sea admitida como el principio intelectual gobernante, todos los hombres recorrerán más cuidadosamente el sendero de la vida y procederán con mayor cautela para cumplir con las obligaciones de la familia y del grupo. Sabrán muy bien que lo que "el hombre siembra cosechará" y lo cosechará aquí y ahora, no en algún místico y mítico cielo o infierno; tendrán que hacer los reajustes de la vida diaria en la tierra, la cual proporciona un cielo adecuado y un infierno más que [i301] adecuado. La difusión de esta doctrina del Renacimiento y su reconocimiento y comprobación científica avanza con toda rapidez, y durante los próximos diez años se debe prestar mucha atención a este tema.
El segundo postulado fundamental fue enunciado por el Cristo cuando
dijo: "Ama a tu prójimo como a ti mismo". Hemos
prestado poca atención hasta ahora a este enunciado. Nos
amamos a nosotros mismos y tratamos de amar a las personas que
nos gustan. Pero amar en forma universal y amar al prójimo,
porque es un alma como nosotros, de naturaleza esencialmente perfecta
y con un infinito destino, ha sido siempre considerado como un
hermoso sueño a realizarse en un futuro tan remoto y en
un cielo tan lejano que es mejor olvidarlo, han transcurrido cerca
de dos mil años desde que la más grande expresión
del amor de Dios deambuló por la tierra, y dijo de amarnos
los unos a los otros. Sin embargo, todavía luchamos y odiamos
y utilizamos nuestros poderes para fines egoístas, nuestros
cuerpos y apetitos para placeres materiales y, nuestros esfuerzos
para vivir, van dirigidos [e241]
conjuntamente hacia fines egoístas personales. ¿Han
considerado lo que seria el mundo de hoy si los hombres hubieran
escuchado las palabras del Cristo y hubiesen tratado de obedecer
Su mandato? Muchas enfermedades se habrían eliminado (las
enfermedades originadas por el abuso sexual constituyen un gran
porcentaje de nuestros males físicos y devastan nuestra
moderna civilización), no existirían las guerras,
se habría reducido al mínimo el crimen y nuestra
vida moderna sería el ejemplo de una divinidad en manifestación.
Pero no ha sido así, de allí nuestras actuales condiciones
mundiales modernas.
La nueva ley tiene que ser enunciada y lo será y puede resumirse en las siguientes palabras: Que el hombre viva de tal modo que su vida sea inofensiva. Entonces sus pensamientos, acciones y palabras no producirán daño alguno. Esto no es inofensividad negativa, sino una difícil y positiva actividad. Si la anterior fraseología práctica de las palabras del Cristo fueran divulgadas, aplicadas y practicadas universalmente, [i302] surgiría el orden del caos, el amor grupal reemplazaría al egoísmo personal, la unidad religiosa ocuparía el lugar de la intolerancia fanática y tendríamos, en vez de libertinaje, el control de los apetitos.
Las dos leyes que he proclamado y los dos postulados que he enunciado parecen trivialidades, pero éstas son verdades universales y reconocidas, y una verdad es un pronunciamiento científico. Modelar la vida de acuerdo a estos dos reconocimientos (la Ley del Renacimiento y la Ley del Amor) salvaría a la humanidad y reconstruiría nuestra civilización. Quizás sea demasiado sencillo provocar un reconocimiento, pero detrás de ello subyace el poder de la divinidad misma y su reconocimiento es simplemente cuestión de tiempo, porque la evolución obligará a que se la reconozca en alguna fecha lejana. De los discípulos y pensadores actuales depende que se aceleren estos reconocimientos.
La tercera ley fundamental que traería una solución a nuestros problemas actuales modernos, incluyendo el del sexo, surge lógicamente de las otras dos. Es la Ley de la Vida Grupal. Nuestras relaciones grupales deben ser observadas y reconocidas. El hombre no sólo debe cumplir amorosamente sus obligaciones familiares y nacionales, sino pensar en términos más amplios abarcando a la humanidad misma, y así expresar la Ley de la Hermandad. La hermandad es una cualidad grupal. Los niños que nacen ahora vienen equipados con un sentido más profundo del grupo y una conciencia grupal más desarrollada que hasta hoy. Resolverán sus propios problemas incluso el del sexo y se interrogarán a sí mismos si se les presenta una situación difícil. ¿Tenderá mi acción hacia el bien grupal? ¿Se dañará o sufrirá el grupo si hago esto [e242] o aquello? ¿Se beneficiará y obtendrá progreso e integración y unidad el grupo? Toda acción que no esté a la altura de los requisitos grupales será automáticamente rechazada. En la dilucidación de los problemas el [i303] individuo o ente, aprenderá a subordinar lentamente el bien y los placeres personales a las condiciones y requisitos grupales. Por lo tanto, podrá observarse que el problema sexual también tendrá solución. La comprensión de la Ley del Renacimiento, la buena voluntad hacia todos los hombres, expresándose como inofensividad, y el deseo de lograr la buena voluntad grupal, llegarán a ser gradualmente factores determinantes en la conciencia racial y nuestra civilización se adaptarán con el tiempo a estas nuevas condiciones.
El último postulado que quiero recalcar es que si se cumplen estas tres leyes conducirán necesariamente a un deseo urgente de obedecer la ley del país donde el alma ha encarnado. Es innecesario decir que sé muy bien cuán inadecuadas son las leyes impuestas por los hombres. Quizás son temporariamente insuficientes para satisfacer la necesidad. Podrán fallar en su alcance y ser inadecuadas, pero en cierta medida resguardan a los pequeños y débiles seres y serán consideradas aplicables por quienes tratan de ayudar a la raza. Estas leyes están sujetas a cambios, a medida que se hace sentir el efecto de las tres grandes leyes, pero hasta que no sean reformadas inteligentemente (y eso llevará tiempo), frenarán el libertinaje y el egoísmo. También podrán causar sufrimiento. Esto nadie puede negarlo. Pero los sufrimientos no serán tan malos ni los efectos tan duraderos como lo sería si se derogaran esas leyes y comenzará el consiguiente ciclo anárquico. Por lo tanto, el servidor de la raza colabora en su vida diaria con las leyes del país, trabajando al mismo tiempo para subsanar las injusticias que ellas puedan producir, y para mejorar las imposiciones legales que inciden sobre el género humano en su país.
Cuando se reconozcan las cuatro leyes -las del Renacimiento, del Amor, del Grupo y del País- tendremos la salvación de la raza.
4. El Sexo y el Discipulado
[i304] Quisiera decir algunas palabras respecto al sexo en la vida del discípulo. Existe una gran confusión sobre el tema; en las mentes de los aspirantes el precepto sobre el celibato está asumiendo un cariz de doctrina religiosa. Con frecuencia nos dicen los bien intencionados, pero carentes de lógica, que si un hombre [e243] es discípulo no puede contraer matrimonio y, por consiguiente, no puede haber una realización espiritual, a no ser que el hombre practique el celibato, teoría que tiene su origen en dos cosas:
Primero, en Oriente ha existido un concepto erróneo respecto a las mujeres. Segundo, en Occidente ha prevalecido, desde la época del Cristo, la tendencia a conceptuar la vida espiritual como monástica y conventual. Ambos conceptos encierran dos ideas equivocas y son la raíz de la gran incomprensión y la razón de muchos males. El hombre no es mejor que la mujer ni la mujer mejor que el hombre. Sin embargo, millares de personas consideran a la mujer como la perfección del mal y la base de la tentación. Pero Dios ordenó desde el principio que hombres y mujeres tenían que satisfacer las necesidades comunes y actuar y complementarse entre sí. Dios no ordenó que los hombres vivan en comunidad, aislados de las mujeres o las mujeres de los hombres; estos dos grandes sistemas han conducido a los abusos sexuales y a grandes sufrimientos.
Creer que el discípulo debe llevar una vida de celibato y abstenerse de practicar toda función natural, es incorrecto e indeseable. Esto puede comprobarse por el reconocimiento de dos cosas:
Primero, si la divinidad es verdaderamente una realidad y la expresión
de la omnipotencia, de la omnipresencia, así como de la
omnisciencia, y si el hombre es esencialmente divino, entonces
no puede existir una condición donde la divinidad no tenga
supremacía. No puede haber una esfera de actividad humana
en la que el hombre no
[i305]
actúe en forma divina, o que las funciones no puedan ser
iluminadas por la luz de la razón pura y la inteligencia
divina. No me refiero aquí a ese argumento engañoso
e hipotético que, debido a la divinidad inherente en el
hombre, considera correcto lo que las personas normales y bien
orientadas consideran erróneo. Eso puede ser sólo
una excusa superficial para actuar mal. Me refiero a las correctas
relaciones sexuales dentro de los límites de las leyes
tanto espirituales como las del país.
Segundo, la vida que no esté bien integrada ni ejerza todas las funciones de su naturaleza (animal, humana y divina, y el hombre es esas tres cosas en un solo cuerpo) es frustrada, inhibida y anormal. Es verdad que no todos pueden contraer matrimonio en estos tiempos, pero eso no niega la realidad más grande que Dios creó al hombre para unirse en matrimonio. No todos están en una posición que les permita vivir vidas normales y plenas, consecuencia también de la actual y anormal situación económica, pero ello no niega de manera alguna que las condiciones son anormales. Es igualmente falso, anormal e indeseable decir que el celibato forzado indica una profunda espiritualidad y es [e244] parte necesaria de todo entrenamiento esotérico y espiritual. No hay mejor escuela de entrenamiento para un discípulo o un iniciado, que la vida de familia, con sus relaciones obligatorias, la facilidad que otorga el ajustarse y adaptarse, el servicio y los sacrificios que demanda y las oportunidades que ofrece para expresar plenamente todas las facetas de la naturaleza del hombre. El mayor servicio que puede prestarse a la raza es proporcionar cuerpos a las almas que encarnan, atenderlas y educarlas dentro de los límites del hogar. Pero la cuestión y el problema de la vida familiar y el engendrar hijos ha sido desfigurado y mal interpretado; pasará mucho tiempo antes de que el matrimonio y los hijos asuman su correcto lugar sagrado, y más tiempo aún pasará antes de que desaparezcan el dolor y el sufrimiento, debido a nuestros errores y abusos en las relaciones [i306] sexuales; la belleza y la consagración del matrimonio y la manifestación de las almas en la forma reemplazarán al actual conjunto de ideas erróneas.
El aspirante y el discípulo en el Sendero y el Iniciado en el "Camino Iluminado', no tienen por lo tanto mejor campo de entrenamiento que la relación marital correctamente aplicada y comprendida. La disciplina rítmica de la naturaleza animal, la ofrenda de las naturalezas emocional e instintiva al altar del sacrificio, y la autoabnegación requerida en la vida de familia, constituyen un enorme poder de evolución y de purificación. El celibato que se exige es de naturaleza superior en lo que respecta a las exigencias de la naturaleza inferior y a la negativa del hombre espiritual a dejarse dominar por la personalidad y las exigencias de la carne. Adoptar la actitud de imponer el celibato en la preparación de la mayoría de los discípulos, ha conducido a la prostitución y a la perversión de las funciones y facultades otorgadas por Dios; aún donde no ha existido esta penosa condición y donde la vida ha sido sensata, consagrada y sana, ha habido frecuentemente indebido sufrimiento, dolor, angustia mental y disciplina, antes de que puedan ser controlados los pensamientos y las tendencias irrefrenables.
Es verdad que a veces un hombre se ve obligado a llevar una vida en la cual enfrentará el problema del celibato y estará forzado a abstenerse de toda relación física y a vivir una vida estrictamente célibe, a fin de demostrarse a sí mismo que puede controlar la parte animal e instintiva de su naturaleza, pero esta condición es frecuentemente el resultado de excesos y libertinaje en una vida anterior, y es necesario aplicar medidas rigurosas y condiciones anormales para neutralizar y rectificar errores del pasado y dar a la naturaleza inferior tiempo para reajustarse. Repito, esto no indica desarrollo espiritual sino más bien lo [e245] contrario. No olviden que estoy tratando el caso especial del celibato autoaplicado y no las actuales [i307] condiciones mundiales donde los hombres y mujeres, por razones económicas y de otra naturaleza, se ven obligados a vivir sin poder expresar la vida en forma natural y plena.
Finalmente, el problema sexual debe ser resuelto en el hogar y en condiciones normales, y a las personas más evolucionadas del mundo y a los discípulos de todos los grados les corresponde resolverlo.
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