Tratado Sobre el Fuego Cósmico - Segunda Parte - Sección B

      


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[e294] [i342] SEGUNDA PARTE

SECCIÓN B

MANAS COMO FACTOR CÓSMICO, HUMANO Y DEL SISTEMA


I.        EL ORIGEN DE MANAS O MENTE
1. Manas Cósmico.
a. El proceso de la individualización.
b. Método para la iniciación.

2. Manas Planetario.
a. Conciencia y existencia.
b. Voluntad y propósito ordenado.

3. Manas Humano.
a. El hombre y el Logos planetario.
b. El Logos del esquema terrestre.
c. Venus y la cadena terrestre.

4. Manas y La Cadena Terrestre.
a. La cadena terrestre y las mónadas encarnantes.
b. El cuarto reino y la Jerarquía planetaria.
c. Una profecía.
d. Resumen.

II. LA POSICIÓN DE MANAS
1. Manas y el karma.
2. Manas y el propósito kármico.

III. LA ACTUAL ETAPA DE DESARROLLO MANÁSICO
1. En los planetas.
2. En el sistema.
3. En la Tierra.
[i343]

IV. EL FUTURO DE MANAS
1. Las Características de Manas o Mente.
a. Discriminación
b. Actividad ordenada.
c. Adaptabilidad.
[e295]
2. Desarrollo de la Mente Humana.
a. Los efectos de los rayos.
b. Los animales, los hombres y los rayos.
c. Tipos de karma.
3. Manas en las Rondas Finales.
a. El proceso transmutador.
b. Síntesis.


I. EL ORIGEN DE MANAS O MENTE

Ahora nos ocuparemos (tomando los tres factores mencionados anteriormente) del fuego de la mente en conexión con un Logos solar. Se ha dicho que el Hombre celestial había desarrollado la mente: por consiguiente, se puede decir respecto al Logos solar, que Su principal característica es la mente cósmica o quinto Principio, perfeccionado por Este en un sistema anterior. Por lo tanto entraremos a considerar la primera subdivisión:

1. Manas Cósmico.

¿De dónde proviene dicho fuego? ¿Dónde se origina este calor vital o actividad vibratoria, característica que predomina en todos los Seres concebibles? ¿Hasta dónde podemos retroceder en el pasado? ¿Podremos concebir su origen? ¿Qué es este afluyente fuego, que anima la oscuridad de la materia?

a. El proceso de la Individualización. Quizás sea una ayuda considerar la INDIVIDUALIZACIÓN o el proceso de autorrealización inteligente

[i345] que, en forma tan notable, diferencia al hombre del animal. En el momento de la individualización los dos polos se aproximan, y al encontrarse fluye la luz, irradiando en la caverna de la materia e iluminando el camino que el Peregrino ha de seguir cuando retorna a su fuente de origen. En lo que respecta al hombre, dicha irradiación produce:

Autorrealización.
Propósito.
Separación de los demás yoes individualizados o esferas.
Conciencia, ante todo.
Capacidad para evolucionar.
Capacidad para “brillar cada vez más hasta que el día sea perfecto”.

Lo que antecede también es verdad para el Logos solar y para el Hombre celestial.

La individualización es, literalmente, la unión (en la oscuridad de la abstracción) de los dos factores, Espíritu y materia, por medio
[e296]

IMAGEN

 

[e297] de un tercer factor, la voluntad inteligente, el propósito o acción de una Entidad. Gracias a la aproximación de esos dos polos se produce la luz, surge una llama y se percibe una esfera de gloria radiante, cuya intensidad de Luz, calor e irradiación aumentan gradualmente hasta llegar a su máxima capacidad o a aquello que llamamos perfección. Se ha de observar que luz, calor e irradiación, caracterizan a todos los entes individualizados, desde los dioses hasta los hombres.

El Hombre comienza parcialmente a descifrar el enigma de este fenómeno gracias a su capacidad de producir, mediante el conocimiento científico, lo que se llama luz eléctrica, utilizada para iluminar, calentar y curar. A medida que los investigadores del plano físico hagan más descubrimientos sobre esta materia, se irá esclareciendo la cuestión de la existencia y de la actividad creadora.

Referente al origen del fuego de la mente algo
[i346] más puede aprenderse estudiando los diversos métodos de individualización En relación con el hombre, por lo que sabemos, dichos métodos son tres, aunque probablemente haya otros inconcebibles para la comprensión finita del hombre. Estos son:

Primero.
El método aplicado durante la cadena lunar (manifestación planetaria anterior a la nuestra), cuando, por medio de la fuerza y la energía innatas, se produjo la conjunción de los tres fuegos, entonces el fuego de la materia estableció contacto con el del Espíritu gracias a la presencia latente de la chispa ígnea de la mente. Esta chispa de la mente, actuando por el instinto, impulsó a la forma material o sustancia, a tal actividad que pudo elevarse hasta hacer contacto con su polo opuesto. Entonces el hombre animal llegó a sentir aspiración; el Espíritu respondió; la vibración del germen de la mentalidad, como levadura, había compenetrado la sustancia. Así se despertó la conciencia. Tal fue el método empleado por los Hombres celestiales en el sistema solar anterior, y estos avanzados Seres cósmicos adquirieron conciencia y dominaron los tres planos inferiores del físico cósmico -los mismos planos que el hombre está tratando de dominar ahora. Se individualizaron como resultado del trabajo efectuado durante inconcebibles eones de esfuerzo.(26)
El sistema solar actual será de menor duración que el anterior, pues en él se generó la fuerza de la materia por la progresión de las épocas, periodo en que se produjo la vitalización de las espirillas del átomo físico permanente del Logos.

En este método de individualización se recalca el hecho de [e298] que el principio manas forma parte del carácter logoico y de Su naturaleza. Por lo tanto, se origina en su Ser o Yo;
forma [i347] parte del contenido del Cuerpo causal logoico, en consecuencia, compenetra toda manifestación que se origina en Él. He aquí la veracidad de la afirmación de que el manas cósmico tiene su origen en el plano mental cósmico y es parte del fuego que anima a ese plano.

Segundo.
En el segundo sistema solar y en conexión con el método empleado, otro punto merece nuestra atención. El fuego de la mente se origina en una constelación que hasta hace poco la ciencia exotérica no le adjudicaba una íntima relación con nuestro sistema solar, debido a su enorme distancia. El sol “Sirio” es la fuente de origen del manas logoico, así como las Pléyades están vinculadas a la evolución de manas de los siete Hombres celestiales y Venus fue responsable de que se implantara la mente en la cadena terrestre. Cada uno constituyó el primario del otro o el agente que produjo el primer destello de conciencia en los determinados grupos implicados. En todos los casos el lento crecimiento evolutivo fue el método empleado, hasta que repentinamente resplandeció la conciencia en virtud de la interposición de la fuerza proveniente de una fuente extraña:



1. Logos Sistema solar Sirio.
2. Siete Hombres celestiales Esquema planetario Pléyades
3. Hombre celestial Cadena terrestre Venus.

Por lo tanto, el segundo método se lleva a cabo acelerando el proceso evolutivo por medio de influencias externas que tienden a despertar la conciencia y a unir los polos. El primer método, ya mencionado, fue empleado en el sistema solar anterior. El método que consideramos ahora caracteriza a este sistema solar y persistirá hasta que finalice el Mahamanvantara.

El solo hecho de que el primer método se llevara a cabo en la cadena lunar evidencia la inmutabilidad de la Ley de Repetición, de acuerdo con la cual todo ciclo mayor incluye, en sus primeras [i348] etapas, a todos los menores, repitiendo los procesos anteriores. Por ejemplo, éste es un hecho conocido en la formación del cuerpo físico del hombre, pues en el feto se reproducen todas las etapas y formas anteriores hasta alcanzar la humana. Similarmente, como ya se sabe, la cuarta ronda reproduce brevemente las otras tres, pero posee su propia cualidad característica.

b. Método para la Iniciación. En este segundo método se utilizan los “Cetros de Iniciación”, para producir ciertos resultados. Estos Cetros son cuatro:

  1. El Cósmico, utilizado por un Logos solar en las [e299] iniciaciones de un Logos solar y de los tres Logos planetarios mayores.
  2. El del Sistema. Utilizado por el Logos solar en las iniciaciones de un Logos planetario.
  3. El Planetario. Utilizado por el Logos planetario para propósitos iniciáticos e iniciaciones mayores, la tercera, cuarta y quinta, conjuntamente con las dos superiores.
  4. El Jerárquico. Utilizado por la Jerarquía oculta para iniciaciones menores y por el Bodhisattva (27) para las dos primeras iniciaciones de manas.

La individualización del hombre en la época lemuriana (hace aproximadamente diez y ocho millones de años) fue producida por la aplicación del Cetro de Iniciación al Logos de nuestra cadena terrestre que puso en actividad ciertos centros de Su cuerpo con sus correspondientes grupos. La aplicación del Cetro, que despierta la conciencia en algún plano, puede decirse literalmente que despierta las vidas implicadas para que participen inteligentemente en el trabajo del plano mental. El hombre animal era consciente en los planos físico y astral. Debido al estimulo recibido por el Cetro eléctrico, este hombre animal despertó su conciencia en el plano mental. Así se coordinaron los tres cuerpos y el Pensador pudo actuar en ellos.

[i349] Todos los Cetros de Iniciación producen ciertos efectos:

  1. Estimulan los fuegos latentes hasta convertirlos en llama.
  2. Sintetizan los fuegos, mediante una actividad oculta, poniendo a cada uno dentro del radio del otro.
  3. Activan la vibración radiante de algún centro, ya sea en un hombre, en un Hombre celestial o en un Logos solar.
  4. Expanden todos los cuerpos, principalmente el causal -también a los tres tipos de Entidades.

Estos resultados se observaron cuando el Hombre celestial de nuestro esquema recibió la iniciación hace diez y ocho millones de años. Dicha iniciación resultó, como ya se dijo, en virtud de una yuxtaposición peculiar de cadenas, globos y esquemas, la cual estimuló de tal manera a todas las unidades manásicas de Su cuerpo que posibilitó el descenso de manas puro, a través del antakarana planetario, procedente del átomo manásico permanente planetario -este canal existe en lo que respecta al Logos planetario, y tendrá que construirse como en el caso del hombre. Conjuntamente con la [e300] yuxtaposición mencionada, se produjo un alineamiento similar con una de las Pléyades, permitiendo la influencia manásica desde esa fuente.(28) (29)

Tercero.
El tercer método de individualización se adoptará en el próximo sistema solar, aunque se iniciará tenuemente en el actual. No se funda en la actividad latente como en el primer caso, ni en la polaridad eléctrica como en el segundo, sino en un proceso peculiar de “abstracción oculta” (dando a la palabra “abstracción” el significado de “extraer” de la esencia). Esta abstracción oculta se produce por un esfuerzo de la voluntad, incomprensible actualmente. El primer método de individualización
[i350] corresponde al tercer aspecto o actividad latente, y sigue la línea de menor resistencia bajo la Ley de Economía; el segundo método es puramente eléctrico y actúa bajo la Ley de Atracción; el tercer método, se halla oculto en la voluntad dinámica y es todavía algo imposible e incomprensible.

2. Manas Planetario.

En lo que antecede hemos tratado de comprender algo sobre el origen de manas, ya sea cósmico o de cualquier otro tipo, al considerar la individualización humana y los métodos empleados. Vimos que la individualización es la comprensión consciente, por parte del Yo, de su relación con todo cuanto constituye el no-yo, evocado de tres maneras, de las cuales sólo dos son vagamente comprensibles. En cada caso este despertar de la conciencia va precedido de un período de gradual desenvolvimiento, siendo instantáneo en el momento de la Autorrealización, al cual le sigue otro período de gradual evolución. Este último periodo lleva a otra crisis denominada iniciación. En un caso, se inicia en la existencia consciente, en el otro, en la existencia espiritual o identificación grupal.

Para un Logos solar, la individualización se remonta a etapas muy anteriores a la triplicidad de los sistemas solares que constituye para este el Eterno Ahora, pero, desde el punto de vista del hombre, contiene el pasado, el presente y el futuro. Un Logos planetario se individualizó en un sistema anterior; el hombre se individualiza en el actual sistema; las entidades planetarias que se encuentran ahora en el arco de involución se individualizarán en el siguiente.
[e301]

a. Conciencia y Existencia. Desde un punto de vista más amplio los términos iniciación e individualización son sinónimos: ambos expresan la idea de expansión de conciencia, o la entrada en un nuevo reino de la naturaleza. La facultad de adquirir conocimiento
[i351] se ha de interpretar como paralela al desenvolvimiento del sentido de la vista o visión, como ya se indicó. El fuego de la mente brilló e iluminó al hombre animal en la época lemuriana. Durante ese vasto ciclo en que el sentido de la vista le abrió el plano físico. La relación que existe entre vista y mente es muy estrecha y siempre debe ser recordada. En la primera ronda y en su primera raza raíz se desarrolló el sentido del oído; en la segunda ronda y en la segunda raza raíz el sentido del tacto; en la tercera ronda y en la correspondiente raza raíz el sentido de la vista se agregó a los otros dos. Así se relacionan y vinculan por medio de la vista el Yo que oye, y el no-yo que se toca o es tangible -analogía de la inteligencia que vincula. De esta manera, se produce la fusión de los tres fuegos y tenemos la iluminación. Pero a través de todo este desarrollo evolutivo, el UNO que oye, toca y ve, persiste e interpreta de acuerdo al grado de evolución que ha alcanzado el principio manásico en Él. Este Interprete básico es esa Entidad que no depende de una existencia que necesita siempre de la forma. Suya es la vida que hace vibrar a la materia, por consiguiente, es “fuego por fricción”. Suya es la vida del Espíritu puro que quiere ser y utiliza una forma, siendo en consecuencia el impulso eléctrico del plano físico cósmico o “fuego eléctrico”. Suya es la vida que no sólo anima a los átomos y los electrifica con Su propia naturaleza, sino que, igualmente, se conoce como uno con todo y no obstante separado de todo -ese algo que piensa, discrimina y es autoconsciente, denominado MENTE o Fuego solar. Mente o manas universal compenetra todo; es también esa Entidad individualizada, conocedora de Sí misma, Cuyo cuerpo contiene a nuestro Logos solar y también a otros Logos solares; Cuyo fuego, calor y radiación abarcan otros sistemas solares y los unifica con el nuestro de manera que un solo cuerpo vital constituye la manifestación de este poderoso Ser cósmico. [i352] Vórtices de fuerza en el plano etérico cósmico constituyen la estructura etérica de siete sistemas solares así como los cuerpos de los siete Hombres celestiales constituyen los centros etéricos de un Logos solar y los siete centros del hombre (existentes en materia etérica), son el impulso eléctrico animador de su vida.

Resulta imposible expresar el origen de manas como separado de la manifestación de un conglomerado de sistemas, de un sistema solar o de un hombre. Sólo a medida que se capte el hecho de que cada esquema planetario, sirve por ejemplo de cuerpo a un
[e302] Hombre celestial, mente rectora de ese esquema y principio animador manásico o facultad activa discriminadora evidenciada en todo átomo de ese esquema; sólo cuando se comprenda que un Logos solar constituye similarmente el principio manásico de la totalidad de esos grandes átomos que denominamos esquema; sólo cuando se comprenda que un Logos cósmico es también la mente instigadora de átomos aún mayores que denominamos sistemas; sólo cuando se acepte que el hombre es la facultad discriminadora animante de las minúsculas esferas que forman su cuerpo de manifestación y, por último, sólo cuando se reflexione sobre todo esto y se acepte la verdad, entonces esta cuestión sobre el origen de manas asumirá un carácter menos abstruso, y la dificultad de comprenderlas se disipará en parte.

El Hombre, el Pensador, el Conocedor, el principio manásico que se halla en el centro de las diversas esferas que forman sus cuerpos, manipula fuerza eléctrica en tres sectores (sus cuerpos físico, astral y mental) por medio de siete centros que son puntos focales de fuerza, y la distribuye inteligentemente a través de su pequeño sistema a millares de átomos menores, células de tales esferas.

El Hombre celestial,
que también en sentido más amplio es el Pensador, el Conocedor, el principio manásico y mental, además del principio búdico o crístico, manipula fuerza eléctrica por medio de tres vehículos o globos principales en materia átmica, búdica y manásica, y la distribuye
[i353] a millares de células, que corresponden a los entes humanos y dévicos.

EL Logos solar, en un sentido aún más amplio, es la Mente universal compenetrante, el principio manásico, además del principio búdico y el de la voluntad, que actúa en tres esquemas mayores por medio de siete centros de fuerza y a través de millares de grupos que constituyen las células de Su cuerpo, así como los seres humanos son las células del cuerpo de un Hombre celestial.

El Logos cósmico
de nuestro sistema actúa, similarmente, por medio de tres sistemas mayores (de los cuales el nuestro no es uno de ellos), utilizando siete sistemas solares (de los cuales el nuestro es uno de ellos) para distribuir Su fuerza y teniendo como células de Su cuerpo millares de grupos séptuples.

b.
Voluntad y propósito ordenado. Todo lo que podemos realmente decir, respecto al origen de manas, es que constituye la actividad unificada de la voluntad, o la expresión intencionada de la conocida Identidad de algún gran Ser que cobra la vida y hace que todos los entes menores, incluidos en Su esfera de influencia, colaboren inteligentemente. Cada uno de nosotros, por ejemplo,
[e303] es la Entidad pensante e intencionada que actúa como principio manásico, y el resorte de acción para todas las unidades comprendidas en nuestros tres cuerpos. Cada uno de nosotros las doblega a voluntad; actuamos y, al actuar, las obligamos a colaborar como creemos conveniente. El Logos hace lo mismo en escala mucho mayor. Esta idea proyecta luz sobre la cuestión del karma, del libre albedrío y de la responsabilidad. Manas es, realmente, VOLUNTAD actuando en el plano físico; la verdad de esto se comprenderá cuando nos demos cuenta que todos nuestros planos componen el plano físico cósmico, donde una Entidad -inconcebiblemente más grande que nuestro Logos- por medio del Logos, de nosotros y de toda sustancia espiritual incluida en su esfera de actividad irradiante, está desarrollando un propósito ya establecido.

Sólo algunos problemas de verdadero interés se presentarán en nuestra mente, que servirán para desarrollar el pensamiento abstracto
[i354] y expandir la conciencia, pues aún son insolubles y continuarán siéndolo. Algunos podrían enumerarse de la manera siguiente:

  1. ¿Quién es la Entidad cósmica en Cuyo esquema nuestro Logos desempeña Su pequeña parte?
  2. ¿Cuál es la naturaleza del gran propósito que desarrolla?
  3. ¿Qué centro de Su cuerpo representa a nuestro sistema solar?
  4. ¿De qué naturaleza es la encarnación en la que se encuentra Él ahora?
  5. ¿Cuáles son los diez sistemas -los tres y los siete- de los cuales nuestro sistema solar es uno? ¿Hemos de buscar los tres mayores entre los siete, o fuera de éstos?
  6. ¿Cuál es la coloración o cualidad fundamental de esta Entidad cósmica?
  7. Para que pueda corresponder con nuestro cuarto éter físico ¿es azul o violeta la coloración del cuarto éter cósmico (el plano búdico)? ¿Por qué se considera exotéricamente a budi de color amarillo?
  8. ¿Cuáles son los tres centros primarios en el cuerpo de nuestro Logos solar, y cuáles los cuatro secundarios?
  9. ¿Cuál es el karma de los diferentes esquemas?
  10. ¿Cuál es el karma desequilibrador del Logos Mismo que afecta a los diez esquemas de Su sistema?

Todas estas preguntas y muchas más surgirán en la mente del estudiante interesado, pero sólo podrá formulárselas y nada más, aunque en la quinta ronda, los hombres comprenderán la naturaleza kármica del Logos de nuestra cadena. Las palabras, como se ha dicho repetidas veces, ciegan y confunden.

[e304] Resumiendo, la cualidad manásica será comprendida, hasta cierto punto, si el estudiante la considera como voluntad [i355] inteligente, propósito activo o idea fija de alguna Entidad que produce la existencia utiliza la forma y desarrolla los efectos de las causas mediante la discriminación de la materia, separándola y construyéndola en una forma, e impulsando a todos los entes dentro de Su esfera de influencia, a cumplir ese propósito establecido con respecto a la materia de sus vehículos, el hombre es la fuente que origina la mente y el impulso manásico latente en los mismos. Así también sucede con el Hombre celestial en Su esfera mayor de influencia, y además con el Logos solar. Cada uno discriminó y formó su “círculo no se pasa”; cada uno tenía un propósito determinado para cada encarnación; cada uno continúa activamente y trabaja inteligentemente para fines determinados, y cada uno es el originador de manas en su esquema; cada uno es el fuego que anima la inteligencia de su sistema; cada uno, por medio del principio manásico, se individualiza y expande gradualmente esta autorrealización, hasta que incluye el “círculo no se pasa” de la Entidad mediante la cual le llega el quinto principio; cada uno alcanza la iniciación y, con el tiempo, evade la forma.

3. Manas Humano.

Ahora encararemos especialmente al hombre y al principio manásico, su desarrollo en la cuarta Jerarquía creadora, las Mónadas humanas, refiriéndonos principalmente a nuestra cadena terrestre.

Hemos visto que para toda idea y propósito manas constituye la voluntad activa de una Entidad que se desarrolla por medio de todas las vidas menores contenidas dentro del “círculo no se pasa” o esfera de influencia de la Existencia inmanente. Por lo tanto -en lo que concierne al hombre de esta cadena- sólo expresa el propósito y la voluntad activa del Logos planetario, de cuyo cuerpo es una célula o vida menor.

En consecuencia se presentan a nuestra consideración ciertos enigmas relacionados con los ciclos de vida del Hombre celestial de nuestro esquema, y especialmente con Su encarnación particular, el denominado ciclo
[i356] de manifestación en el globo físico denso, la Tierra. Utiliza el cuerpo planetario, así como el hombre emplea como vestidura el cuerpo físico; por medio de esta forma objetiva desarrolla Sus propósitos en el plano físico y por medio de la mente logra ciertas metas. Incidentalmente las células de Su cuerpo se adaptan a la mente que actúa sobre ellas; de la misma manera que en el hombre, el principio inteligente de la encarnación en el plano físico, hace que los átomos de su cuerpo se adapten a su [e305] propósito, y estimula cada vez más las espirillas de tales átomos aplicando sobre ellos la fuerza de su mente.

Aquí se presenta la oportunidad de aclarar algo que frecuentemente se pierde de vista en la nebulosidad general que rodea a este tema. Los entes humanos y dévicos que se hallan en el arco ascendente, son las células de Su cuerpo que forman los centros, y no el resto de la sustancia vital celular de Sus vehículos. El hombre posee un cuerpo compuesto de materia aplicable a diversos usos, sin embargo, constituye una unidad. En ella existen zonas de mayor importancia que otras, desde el punto de vista de la fuerza energetizadora. Tales zonas, como la del corazón por ejemplo, puede ser considerada y comparada en este sentido de acuerdo a su fuerza, con una zona como la de la pantorrilla. El ente hombre utiliza ambas, pero la del corazón es de mayor importancia. Lo mismo ocurre con el Hombre celestial. Las dos grandes Jerarquías, dévica y humana, constituyen centros de fuerza en el cuerpo del Logos planetario: las otras evoluciones de naturaleza involutiva que existen en el esquema, y el resto de la sustancia activa de los globos y todo lo que ellos contienen, forman el contenido del resto de Su cuerpo.

a. El hombre y el Logos planetario. Nada tenemos que hacer con la evolución dévica. Sólo trato de concentrar la atención sobre el hombre, a medida que actúa en la tierra. A fin de que resulte más clara la idea de manas y su relación con el ser humano, es necesario señalar ciertas cosas,
[i357] relacionadas con el Hombre celestial, que deben tenerse presentes.

Primero,
cada Hombre celestial ocupa el lugar de un centro en el cuerpo de un Logos solar por lo tanto, el Logos de un esquema personificará alguna característica sobresaliente. Los diez esquemas constituyen los siete y los tres sintetizadores -no los siete y los tres inferiores. Los centros inferiores fueron vitales en el último sistema solar (desde el punto de vista esotérico) y no se cuentan en el actual: fueron sintetizados y absorbidos durante el proceso de oscuración del Primer sistema.

Segundo, cada Hombre celestial es, en consecuencia, la personificación de un tipo especial de fuerza eléctrica, que fluye por Su esquema como la fuerza del hombre fluye a través de uno de los centros etéricos de su cuerpo. Cada esquema, así como cada centro humano

  1. vibrará a cierto tono;
  2. tendrá su propio color;
  3. se asemejará, visto desde los planos superiores, a un inmenso loto; [e306]
  4. poseerá, según su capacidad vibratoria, un número determinado de pétalos:
  5. estará conectado, en formación geométrica, con otros centros de los Hombres celestiales, formando los triángulos (30) del sistema; y
  6. estará caracterizado por diferentes etapas de actividad de acuerdo a la Iniciación que el Logos trata de obtener. Así en un período dado, un centro u Hombre celestial, será objeto de la atención y del estímulo especial logoico y, otro periodo, un esquema totalmente distinto podrá ser objeto de vitalización. Ya hace tiempo que el Logos ha dirigido Su atención al Esquema de la Tierra y a Saturno mientras que Urano recibe [i358] estímulo. De esta manera algunas tendencia son acentuadas, y como consecuencia esta atención divina se acrecienta el desarrollo evolutivo.

Si se tienen en cuenta estos hechos, se observará que la interacción y la complejidad son de vastas proporciones y el hombre sólo puede aceptarlas, dejando la explicación para cuando su conciencia tenga mayor alcance.

Tercero,
uno de los misterios revelados en la iniciación es del centro logoico que nuestro esquema representa y el tipo o fuego eléctrico que fluye a través de él. Los “Siete Hermanos, los siete tipos de fuerza fohática, se expresan por medio de siete centros, y Aquel que anima nuestro esquema es revelado en la tercera iniciación. Gracias al conocimiento de la naturaleza y calidad de la fuerza eléctrica de nuestro centro y a la comprensión del lugar que nuestro centro ocupa en el cuerpo logoico, la Jerarquía logra los objetivos de la evolución. Se evidenciará que Hombre celestial, que representa al centro kundalínico por ejemplo, trabajará en forma diferente y tendrá un propósito y método distintos al de Su Hermano que representa al centro cardíaco en el cuerpo logoico, o al del Hombre celestial que personifica el plexo solar logoico. De esto se deduce que

    1. el tipo de fuerza eléctrica,
    2. la acción vibratoria,
    3. el propósito,
    4. el desarrollo evolutivo,
    5. la doble y triangular interacción

de los Hombres celestiales diferirán, así como también las evoluciones que forman las células de Sus cuerpos. Poco se ha revelado
[e307] acerca de los tipos de evolución que existen en otros esquemas de nuestro sistema. Basta decir que en algún [i359] globo de cada esquema y en todos los esquemas existen seres humanos o entes autoconscientes. Las condiciones de vida, el medio ambiente y la forma son distintas, pero la Jerarquía humana actúa en todos los esquemas.

Se ha de recordar también que, así como los siete Hombres Celestiales se encuentran en el cuerpo logoico, y están bajo la influencia de los siete Logos solares (usando la palabra “influencia” en sentido astrológico), también en un esquema planetario con sus siete globos, cada uno está, astrológicamente, bajo la influencia de los siete Hombres celestiales. Un esquema no es más que la réplica de un sistema. Cada uno de los Hombres celestiales emite su radiación o influencia y estimula, de igual manera, a otro centro o globo. En otras palabras, Su magnetismo es sentido por Sus Hermanos, en grado mayor o menor, según la tarea emprendida en determinado tiempo. Actualmente, en los Hombres celestiales que presentan centros de distintos grados de estimulación y no están equilibradamente desarrollados ni síquicamente unificados, esta interacción magnética es muy poco comprendida, y la afluencia psiquica de un esquema a otro también es muy poco empleada y comprendida. A medida que transcurra el tiempo esta interacción de fuerzas se hará más evidente y se utilizará conscientemente. Cuando los hombres conozcan, por ejemplo,

la cualidad de la fuerza que fluye por su esquema particular;
el propósito y el nombre del centro dentro del cual se encuentran
el centro u Hombre celestial con quien el Logos de su esquema está vinculado:
cuales son los dos esquemas, que con el propio, forman un triángulo de fuerza logoica en determinada etapa de desarrollo evolutivo

el secreto de los ciclos o los períodos de estímulo u oscuración, entonces el cuerpo logoico empezará a lograr su propósito,
[i360] el Logos de nuestro sistema comenzará a mezclar, fusionar y coordinar todos Sus vehículos, fluirá la fuerza por todos los centros, sin entorpecimientos, la gloria resplandecerá, y cada célula de todo cuerpo: logoico, planetario, dévico y humano, brillará con resplandor perfecto, vibrará con ajustada exactitud y recibirá una iniciación cósmica mayor.

b. El Logos del esquema terrestre. Podemos considerar al Hombre celestial o Logos planetario del esquema terrestre, de diversas maneras. Siguiendo nuestra costumbre clasificaremos
[e308] sencillamente las afirmaciones hechas respecto al mismo, y al ser consideradas extensamente por el estudiante individual deberán servir para que la REALIDAD de la Personalidad esencial de esa gran Entidad, el trabajo que trata de realizar, la relación que tiene y la Jerarquía humana, sean una realidad mayor. Al estudiar este tema debemos tener presente que no es posible revelar al público detalles respecto a Su Identidad específica, a Su número y al alcance de Su desenvolvimiento consciente. Tales misterios, como ya se ha indicado, se reservan para ser revelados a quienes se han comprometido a guardar silencio. Pero puede transmitirse una idea general antes de que tratemos específicamente de la cadena y de la ronda actuales.

Aquí cabría preguntar, ¿qué utilidad y finalidad tiene esta información en esta hora de necesidad mundial? Aparte de que la transmisión cíclica de la verdad se hace bajo la ley, y no puede ser negada, se sugiere que cuando un gran número de hombres conciban el propósito de las manifestaciones específicas, cuando comprendan que todas las formas son modos de expresión de ciertas Entidades o Seres que las ocupan durante ciclos de duración determinada, con el objeto de obtener el propósito de que cada vida, grande o pequeña, sirve sus propios fines y a la vez contribuye a los fines más amplios del Ser de Cuyo cuerpo es parte integrante, mucho se habrá logrado. Los detalles del plan no pueden ser revelados.
[i361] Se puede sugerir el delineamiento general, solar, planetario y jerárquico y, gracias a esta sugerencia, poner en orden los pensamientos de los hombres al contemplar el aparente caos actual. No olvidemos que cuando se establece el orden y se logra también un pensamiento unido en el plano mental, entonces se manifiesta oportunamente el orden en el plano físico.

El Logos planetario de este esquema es uno de los cuatro Logos o Señores de los Rayos menores; por consiguiente, se ocupa en desarrollar especialmente uno de los atributos de manas. Cada uno de los cuatro Rayos menores, como ya sabemos, con el tiempo se sintetiza en, o es absorbido por, ese Rayo que se halla representado en nuestra tierra por el Mahachoan. Es el Señor del tercer Rayo o Aspecto mayor, y sintetiza a los cuatro. Estos cuatro Rayos, con su Rayo sintetizador. constituyen los cincos rayos de Manas o Mente. Podemos considerarlos como:


  1. El quíntuple Aspecto de Brahma.
  2. Los cinco Rayos de primordial importancia en el primer sistema solar, y los cinco Hombres celestiales individualizados, llamados los Hijos nacidos de la Mente de Brahma. Mediante la individualización de los cuatro, en dicho sistema, se produjo la individualización de la gran Entidad [e309] cósmica denominada Brahma. Al individualizarse, contuvo a los cuatro en su cuerpo.
  3. Están representados en nuestra tierra por los cinco Kumaras, quienes, en obediencia a la Ley, tomaron forma humana; H. B. P. (31) lo indica en varios párrafos de La Doctrina Secreta.

Este esquema está considerado como el cuarto y más importante del sistema, durante este ciclo particular, por las siguientes razones

Considerados nuestro sistema solar como de cuarto
[i362] orden y nuestro esquema el cuarto, proporcionan, en consecuencia, un momento de oportunidad especial a nuestro Logos planetario en virtud del alineamiento producido. Ello da por resultado que la atención del fuego del kundalini logoico se dirija hacia este centro, nuestro esquema, con los resultados consiguientes en proceso de desarrollo.

La cadena
terrestre, cuarta en el orden dentro del esquema, la que más nos concierne y temporariamente es de mayor importancia vital para el Logos planetario, produce así otro alineamiento de gran importancia. Esto ofrece especial oportunidad, y permite la entrada de fuerza o vitalidad eléctrica proveniente de fuerza del sistema o del Cosmos mismo. Este sobrestímulo da por resultado los aparentes cataclismos y la tremenda destrucción de formas; siendo simplemente la necesaria consecuencia de la vitalización de la vida en la forma y el quebrantamiento de la forma limitadora, incapaz de soportar la acción cósmica.

Así también el globo que dentro de la cadena recibe, en el presente, polarización planetaria, o que en la actualidad personifica en sentido especial la vida del Logos planetario, es la Tierra, cuarta en orden. Esto produce otro alineamiento más.

Agréguese a los hechos mencionados, el conocimiento aceptado de que ésta es la cuarta ronda y tendremos un quinto alineamiento, lo cual es de suprema importancia para todos nosotros; no obstante, tuvo aún mayor significación y fuerza en la cuarta raza raíz y produjo ese estupendo acontecimiento síquico, abrir la puerta de la Iniciación para la Jerarquía humana.

Hechos tan importantes merecen la cuidadosa atención y consideración de todos los estudiantes ocultistas. Contienen la clave mediante la cual podrá obtenerse alguna comprensión respecto a manas y a la evolución planetaria. ¿Qué tenemos, por lo tanto, en este alineamiento especial cíclico?
[i363]

  1. Un sistema solar de cuarto orden.
  2. El cuarto esquema del sistema. [e310]

  3. La cuarta cadena del esquema.
  4. El cuarto globo de la cadena.
  5. La cuarta ronda.(32)

Todos ellos están activos en el mismo ciclo y, por consiguiente, traen un alineamiento simultáneo, cuyo resultado será abrir un canal directo desde el corazón de nuestro esquema, a través de cada “círculo no se pasa”, hasta la analogía cósmica, que se halla fuera de la esfera solar.

Al conocimiento anterior debemos agregar otro hecho más, y es que estamos considerando la evolución de la cuarta Jerarquía creadora, y será evidente, aún para el estudiante más superficial que en dichos conceptos se oculta la clave, no sólo respecto al enigma del hombre, sino también de toda evolución cíclica en la que toma parte.

La cuarta Jerarquía creadora es, esencialmente, la Jerarquía de manas. Éste no es un juego de palabras, sino una afirmación de profundo significado oculto. Se ha hecho la afirmación, con toda veracidad, de que cinco de las doce Jerarquías han desaparecido y quedan siete. De estas siete, nuestra Jerarquía humana es la cuarta; lo cual hace que ésta sea la novena dentro de las doce. A este respecto es bueno vincular las afirmaciones hechas en el sentido de que los cinco Kumaras u Hombres celestiales, que definidamente personifican el principio manásico (o los cinco rayos presididos por la analogía del Mahachoan en el sistema), desarrollaron
[i364] manas en un sistema anterior; desapareciendo en la oleada de influencia manásica concerniente a Su propia naturaleza.

Se ha de recordar también que nueve es el número de la Iniciación o de las Iniciaciones mayores de Manas, donde el hombre llega a ser un Nueve perfecto o el número de su Jerarquía. Esto ocurre desde el punto de vista de los tres sistemas, aunque el cuatro podría ser su número actual en el sistema.

Al ocuparnos de las diversas afirmaciones respecto a nuestro esquema y su Regente, hemos visto que en este ciclo particular, o[e311] Su encarnación, es de gran importancia no sólo para Él sino también para todo el sistema. El Logos planetario de este esquema se ocupa principalmente de un grupo particular de entes o esas Mónadas que vibran de acuerdo a Su nota, están coloreadas por Su mismo color, responden al mismo número y son conocidas esotéricamente por Su mismo nombre. Es necesario aquí hacer resaltar un punto: todas las Mónadas, en distintos períodos, son influenciadas por los diferentes Logos planetarios y, en determinado momento, todas pasarán por cada esquema. Esto no significa que todos los entes humanos pasen un periodo de encarnación en cada esquema, sino que en algún globo de cada esquema habrá entes humanos, ya sea antes de encarnar físicamente, entre distintos ciclos egoicos y (cosa totalmente distinta a los períodos existentes entre las vidas físicas) diferentes rondas o manvantaras o entre diversas razas raíces y subrazas. Según se expresa en varios libros ocultistas, la mayoría de la actual humanidad avanzada se individualizó en la cadena lunar, y sólo tomó cuerpo físico en la cadena terrestre durante la cuarta raza raíz, evadiendo así la encarnación durante las tres primeras rondas y las dos primeras razas de la cuarta ronda. Mientras tanto quedaron bajo la influencia planetaria de un Logos de otro esquema, y durante un inmenso período se ocuparon de vivificar la llama manásica y de desarrollar [i365] los atributos de manas; la raza raíz atlante los encontró adecuadamente equipados para hacer frente a las condiciones de la vida.

Esta participación en la vida e influencia de los diferentes esquemas se efectúa de cuatro maneras distintas:

Primero, pasando el intervalo que media entre ciclo egoicos de encarnación física, en un determinado globo de su esquema que numéricamente coincide con el otro esquema particular cuya influencia se desea, ya sea por decisión deliberada o necesidad kármica. Cada globo de una cadena está ocultamente vinculado con la cadena de su mismo número y con el esquema de número similar. Por ejemplo: globo 2, cadena 2 y esquema 2, durante la ronda 2, están vinculados y vitalizados especialmente, y son el punto focal de atención peculiar de parte del Logos de ese esquema. Similarmente (también como ilustración) el globo 2, la cadena 2, durante la ronda 2 de cualquier esquema, tal como el quinto, por ejemplo, están alineados o conectados esotéricamente con el segundo esquema. Esto ofrece la oportunidad a los entes del cuerpo de cualquier Logos. de ponerse bajo la influencia de otros Logos y dentro de su radiación vibratoria.

Segundo,
mediante la transferencia directa a algún globo de otro esquema de los entes encarnados de cualquier esquema en el que estarán sometidos (durante un intervalo) al estímulo y a la [e312] vibración peculiares de ese esquema. Ambos métodos son los más comunes. Esta transferencia parecerá misteriosamente imposible, salvo que el estudiante procure darse cuenta que se trata de la transferencia de las vidas individualizadas y no de la transferencia de las formas que ellas ocupan. Toda la cuestión es síquica, y se funda en la unidad del Ánima Mundi. Esto sólo es posible durante esos períodos en que dos Hombres celestiales se unen bajo la Ley de Atracción, entrando así cada uno en el radio magnético del otro.

Tercero,
cuando el Iniciado pasa conscientemente [i366] la iniciación, de un esquema a otro. Esto sucede frecuentemente; distintos escritores y pensadores lo han insinuado, aunque algunos han confundido los globos de su propia cadena con el esquema del mismo número, o han confundido otra cadena del esquema, por otro esquema.

Cuarto,
aplicando el método de transferir la conciencia y poner los entes bajo el poder focal de un Señor de Rayo, lo cual se puede lograr mediante el conocimiento de ciertos mántram y fórmulas. No podemos extendernos más sobre estos mántram porque son esotéricos y su empleo implica muchos peligros para quien no es iniciado.

El Logos planetario de este período es denominado “Primer Kumara”, el Único Iniciador, y se afirma que vino de Venus a este planeta; Venus es el “primario de la Tierra”. Es necesario dar alguna explicación sobre esto, aunque sólo es permitido hacer muy pocas insinuaciones acerca de la verdad. Es una de las cosas que guarda mayor misterio acerca del desarrollo de nuestro esquema y oculta el enigma de este ciclo mundial. No es fácil expresar la verdad, porque las palabras ocultan y velan.

Quizás podría darse un indicio si decimos que existe una analogía entre la entrada en pleno auge del Ego y el dominio que ejerce durante ciertos períodos en la vida del ser humano. Se dice que a los siete años y también en la adolescencia el Ego “se afirma”, a los veintiún años ese aferramiento es cada vez mayor. Análogamente, a medida que pasan las vidas, el Ego (en relación con un ser humano) se aferra a sus vehículos y los doblega a su propósito en forma más eficaz y plena. El mismo procedimiento puede observarse en relación con el Hombre celestial y Su cuerpo de manifestación, un esquema. Se ha de recordar que cada esquema tiene siete cadenas, cada cadena siete globos, totalizando cuarenta y nueve globos; [i367] que cada globo a su vez es ocupado por la vida del Logos durante lo que llamamos siete rondas, textualmente, trescientas cuarenta y tres encarnaciones o nuevos impulsos para manifestarse. Hemos de agregar a estas manifestaciones mayores otras menores, como las llamadas razas raíces, subrazas y ramificaciones de raza, [e313] y nos hallamos en una complejidad capaz de confundir al estudiante medio. La rueda planetaria de la vida hace girar, en su escala menor, la rueda de la vida del pequeño peregrino denominado hombre a medida que gira, impele la vida del Logos planetario evolucionante a nuevas formas y experiencias, hasta que el fuego del Espíritu quema todos los fuegos menores.

Como se indicó anteriormente, cada Hombre celestial está vinculado con uno de Sus Hermanos bajo la Ley de Atracción Mutua, la cual todavía se manifiesta en forma muy degradada en el plano físico, por medio de la vida del ente humano aprisionada en la forma física. Síquicamente, el vínculo es de naturaleza distinta; dicho vínculo existe entre el Logos planetario del esquema denominado Venus y el Logos de nuestro esquema. Esta interacción síquica tiene su flujo y reflujo cíclicos, así como fluye y refluye toda la fuerza de la vida. En la época lemuriana hubo un periodo de íntima interacción que produjo, en el planeta físico del Logos de nuestro esquema, una encarnación, el Guía de la Jerarquía, el único Iniciador. Esto no hubiera ocurrido si el Logos planetario del esquema de Venus no hubiese estado en situación de vincularse íntimamente con el nuestro.

c. Venus y la cadena terrestre. La cuestión de la llegada de los Señores de la Llama al planeta Tierra está profundamente involucrada, como ya se dijo, en la relación existente entre el Hombre celestial del esquema terrestre y el Señor del esquema venusiano. Mientras no se permita publicar información más detallada acerca de estas dos grandes Entidades, poco puede hacerse, aparte de indicar algunas probabilidades y señalar ciertos factores que los estudiantes deberán recordar. Se ha afirmado [i368] que (por encontrarse el esquema venusiano en su quinta ronda) la humanidad de dicho planeta se halla más avanzada que la nuestra y que puede ayudarnos, como ya lo hizo en la época lemuriana. Éste es un ejemplo de una verdad expuesta parcialmente y mal interpretada. El esquema venusiano se encuentra (según dice La Doctrina Secreta (33)) en su quinta y última ronda; en ciertos aspectos su humanidad se halla mucho más avanzada que la nuestra, pero el importante acontecimiento ocurrido durante la tercera raza raíz no se debió a que ciertos seres humanos estaban más evolucionados, sino a las causas siguientes:

Primero,
el Esquema venusiano, considerado como centro logoico, es mucho más activo que el nuestro, por consiguiente, su magnetismo irradia en forma mucho más amplia. Su irradiación es de tal magnitud que en el plano búdico atrajo a su radio [e314] magnético a la cadena de nuestro esquema compuesta predominantemente de materia búdica. Luego, por medio de esa cadena magnetizó el globo correspondiente de nuestra cadena, lo cual dio por resultado un vitalización específica del planeta denso mismo.

Segundo, como ocurre en el caso del hombre, ciertos triángulos de fuerza se encuentran en diferentes etapas de evolución, o (para expresarlo en otras palabras) distintos centros se vinculan geométricamente, como por ejemplo
  1. la base de la columna vertebral
  2. el plexo solar
  3. el corazón

o sino
  1. el plexo solar
  2. el corazón
  3. la garganta

de la misma manera en el Hombre celestial o en el Logos solar ocurre un hecho similar. Tal acontecimiento tuvo lugar en esta ronda en conexión con el centro personificado de nuestro Logos [i369] planetario. Este centro se vinculó geométricamente con otros dos centros de los cuales Venus fue uno, y el Kundalini logoico –circulando con enorme fuerza por este triángulo- produjo la intensificación de la vibración de la familia humana, dando por resultado la individualización. Enumeraremos ahora los esquemas, como fundamento de nuestro trabajo futuro:

Los siete planetas, centros o esquemas

  1. Vulcano (el Sol, considerado exotéricamente)
  2. Venus
  3. Marte
  4. Tierra
  5. Mercurio
  6. Júpiter
  7. Saturno

Los tres planetas sintetizadores
  1. Urano
  2. Neptuno
  3. Saturno

El único resolvente

EL SOL

Quisiera advertirles que no se ha de atribuir importancia alguna al orden consecutivo en que se han enumerado estos siete esquemas, ni a la secuencia de su desarrollo o importancia, ni tampoco [e315] al lugar que ocupan entre sí con respecto al planeta central, el Sol. Sólo dos se han de considerar como numéricamente exactos
en esta etapa y en esta ronda: por ejemplo, nuestra Tierra, el cuarto esquema, y Venus, el segundo. Venus indistintamente es el esquema segundo o el sexto, según se cuenten en forma mística u ocultista. A la inversa, Júpiter sería segundo o sexto, y se ha de tener en cuenta que: [i370]

  1. Los planetas Venus y Júpiter están muy estrechamente conectados con la Tierra y forman, oportunamente, un triángulo esotérico.
  2. Saturno es el esquema que sintetiza los cuatro planetas que personifican única y exclusivamente a manas o es el principal resolvente de los cuatro menores y, con el tiempo, de los siete.


  3.    



       

     

     

     

     

  • Mercurio, la estrella de la intuición o manas trasmutado, en esta etapa se lo considera el quinto esquema.

  • Por lo tanto, los Hombres celestiales de Venus y Júpiter están vinculados magnéticamente con el Hombre celestial de nuestro esquema. La relación con el Logos de Júpiter y Su influencia no serán comprendidas ni sentidas hasta que la sexta
    [i371] ronda esté en [e316] todo su apogeo; aunque durante la sexta raza raíz su vibración será conocida y sentida; a mitad de la quinta ronda, el Logos de Mercurio con el Logos del esquema venusiano y el de nuestra Tierra formarán un triángulo temporario de fuerza. Tenemos aquí una información que hasta ahora sólo ha sido insinuada pero, en esta quinta subraza y en esta cuarta ronda, el mundo ya está preparado para recibirla, pues en ella se encuentra la solución del misterio de esta ronda.

    Tercero,
    la afirmación de que el gran Kumara o el Único Iniciador vino a este planeta desde Venus, es verídica, debido a que expresa el hecho de su llegada a este planeta denso (el cuarto) durante la cuarta cadena, desde esa cadena de nuestro esquema (denominada “venusiana”), la cual es la segunda. Vino por medio del segundo globo de nuestra cadena; Su vibración fue apenas perceptible (esotéricamente percibida) en la segunda ronda; pero únicamente en la tercera raza raíz de la cuarta ronda las condiciones permitieron que encarnara físicamente y que viniera como el Avatar. Con toda reverencia podría decirse que las primeras tres rondas y las dos razas raíces subsiguientes de esta cadena corresponden al periodo prenatal; Su llegada a esta cuarta ronda, con el consiguiente despertar de manas en los entes humanos, tiene su analogía en el despertar del principio vida en el cuarto mes de la criatura nonata.

    La analogía es exacta, pues el Hombre celestial llega a la plena madurez al final de la séptima ronda, pero necesita el proceso final de formación y perfeccionamiento, alcanzado durante los períodos finales


      1. de sintetización en los tres períodos mayores y
      2. de resolución en el último,


    constituyendo nuevamente (dígase con reverencia) los nueve ciclos que abarca la gestación de un Hombre celestial y preceden a Su nacimiento en mundos aún más elevados. Tenemos aquí mucho tema para reflexionar, siendo de suma importancia
    [i372] para el estudioso investigador. Conjuntamente con estas sugerencias hemos de recordar que estamos hablando únicamente del Logos de nuestro propio esquema y debemos diferenciar cuidadosamente los ciclos de otros Logos -algo aún imposible para nosotros. A medida que se estudie y reflexione esto, la maravilla y la belleza del plan se pondrán de manifiesto.

    También nos dará una idea de lo que será el Avatar final. Muchas encarnaciones temporarias anteceden a la encarnación culminante, donde el Hombre celestial, con toda la belleza que le otorga el completamiento de Sus siete ciclos y antes de fusionarse con Su meta sintetizadora, se manifestará como personificación de
    [e317]

    IMAGEN

     

     

    [e318] esa cualidad perfeccionada o aspecto logoico, que Él principalmente representa. Como centro en el cuerpo del Logos será vitalizado plenamente y el kundalini logoico habrá estimulado y llevado a la perfección el Loto de Su sistema. Durante un breve período resplandecerá radiante como el Sol en Su gloria; luego el fuego kundalínico ascenderá en espirales progresivas y gradualmente, se enfocará en el correspondiente centro coronario logoico, el triángulo superior o los tres esquemas mayores. Podemos ilustrarlos por medio del ser humano, el microcosmos: el hombre alcanza el período de elevado desenvolvimiento donde se perfeccionan y vitalizan sus centros cardíaco y laríngeo; éstos se convierten en radiantes remolinos de fuego de acción cuadridimensional, aliados entre sí y con algún otro centro; llegan a ser también objeto de atención para el kundalini humano, este es un periodo de gran actividad y de utilidad magnética, al cual sigue otro, donde los tres centros de la cabeza sintetizan sus siete analogías menores, y la fuerza kundalínica se transfiere allí. Como es arriba, así es abajo.

    He mencionado especialmente estos dos centros del microcosmos porque están estrechamente relacionados (en escala más amplia) con esos ciclos particulares que nuestro
    [i373] [i374] Logos planetario está pasando, y porque representan los aspectos tercero y segundo.

    Hemos de tener presente que el estimulo de los centros es de tres tipos, y su diferenciación ha de establecerse con toda claridad.

    Primeramente, la vitalización de los centros logoicos o la afluencia del kundalini logoico a través de los siete esquemas, durante grandiosos ciclos.

    Luego, la vitalización de los centros planetarios o la afluencia del kundalini planetario a través de las siete cadenas de un esquema.

    Finalmente, la vitalización de los centros de un Logos planetario, durante una determinada encarnación mayor, o la afluencia del kundalini a través de los siete globos de una cadena.

    Aquí he de declarar que:

    Encarnación mayor es aquella en que el Logos planetario recibe una iniciación. Puede pasar y pasa por muchas encarnaciones en las que no recibe iniciación alguna. Resulta interesante observar que le es otorgada en alguna encarnación donde se posesiona de un vehículo de materia etérica, como sucede en la actualidad.

    El Logos de nuestro esquema se está preparando para recibir la iniciación; ello explica las terribles pruebas y experiencias incidentales, en la vida de nuestro planeta, durante este ciclo.

    Sanat Kumara, el Logos de nuestro esquema recibirá una
    [e319] iniciación mayor en la mitad de la quinta ronda, pero se prepara ahora para recibir una menor.

    El Logos de nuestro esquema se halla en encarnación física (en un cuerpo de materia etérica) desde la mitad de la raza raíz Lemuriana, y permanecerá con nosotros hasta lo que ha sido llamado el “día del juicio' en la ronda siguiente. En este punto de Su carrera, habrá logrado vitalizar debidamente el centro particular que ocupa Su atención; habrá “percibido el afán de Su Alma” en relación con los entes de la Jerarquía
    [i375] humana que componen tal centro; abandonará Su forma actual, dirigiendo Su atención a un centro más elevado, y dará Su fuerza a entes de índole distinta, quienes provienen de otra rama de la Jerarquía humana y responden a la vibración de ese centro.

    Será conveniente elucidar un poco más la conexión que existe entre Venus y la Tierra, insinuada en algunos libros ocultistas y considerada brevemente en este tratado. He dicho que la interacción de los dos esquemas se debe, en gran parte, a su polaridad positiva y negativa; he indicado que una relación similar subyace entre las Pléyades y los siete esquemas de nuestro sistema solar, entre Sirio y el sistema mismo. Esto, por consiguiente, pone en estrecha interactividad a tres grandes sistemas:

      1. El sistema de Sirio.
      2. El sistema de las Pléyades.
      3. El sistema del cual nuestro Sol es el punto focal,

    formando como se habrá observado, un triángulo cósmico. Dentro de nuestro sistema tenemos dichos triángulos, que varían en las distintas etapas; de acuerdo a la relación que existe entre sí, la fuerza diferenciada de los distintos esquemas puede pasar de uno a otro, y de esta manera las unidades de vida que pertenecen a distintos rayos o corrientes de fuerza se entremezclan momentáneamente. En dichos triángulos (cósmico, del sistema, planetario y humano) dos puntos del triángulo representan una polaridad diferente y el tercero, el punto de equilibrio, de síntesis o de fusión. Esto se ha de tener en cuenta al estudiar los centros macro y microcósmicos, porque explica la diversidad en la manifestación, en las formas y en la cualidad.

    También puede indicarse aquí una analogía, que
    [i376] podría servir para iluminar a quienes tengan ojos para ver:

    El esquema venusiano, por hallarse en la quinta ronda, desarrolló y coordinó el principio manas, sintetizado en los cuatro aspectos manásicos menores, y se proporcionó al aspecto búdico un instrumento para expresarse por medio del quinto aspecto perfeccionado. Nuestro Hombre celestial, en la quinta ronda, habrá
    [e320] alcanzado un punto paralelo de evolución, y el quinto principio, como ya se ha dicho, no será objeto de Su atención en lo que atañe a los entes humanos.

    Cinco etapas de actividad marcan el desarrollo y utilización del principio mente; tres etapas son de adquisición y dos de utilización de lo adquirido. Este cálculo es muy complicado y sólo puede hacerlo un iniciado, porque implica la capacidad de estudiar los ciclos del sistema solar anterior, pero lógicamente (a juzgar por el microcosmos del planeta Tierra) esto era de suponerse. El hombre desarrolló manas en esta ronda durante la tercera, cuarta y quinta razas raíces, y lo utiliza para desarrollar la intuición y la conciencia superior durante las sexta y séptima. En el transcurso de la encarnación de un Logos planetario, en una cadena, durante una ronda, manifiesta a manas en tres de Sus siete centros o globos, utilizándolo para fines específicos en los dos finales. Éste constituye un ciclo menor que aquel en el cual observamos las siete cadenas como Sus siete centros. Estas palabras han sido seleccionadas con cuidado; no digo que “adquiere a manas”, sólo produce lo que le es inherente. Se ha de recordar que, así como los planos de un sistema solar representan propósitos diferentes, vibran en una clave diferente y sirven a sus propios fines específicos, así los globos llenan una función análoga.

    1. Globo 1. es donde se produce el origen y la abstracción final y se inicia la manifestación. [i377]
    2. Globo 2. es la primera envoltura con la que el Hombre celestial toma cuerpo.
    3. Globos 3, 4 y 5, por medio de los cuales Él demuestra poseer el principio manásico.
    4. Globos 6 y 7. por medio de los cuales Él manifiesta a budi, mediante formas construidas valiéndose del principio manásico.

    Esto mismo puede decirse de una cadena pero en mayor escala. El estudiante avanzado podrá desarrollar una interesante analogía, de naturaleza muy esotérica, respecto a los siete esquemas. Dos de éstos pueden considerarse principalmente arquetípicos, causales o que implican abstracción; tres donde se manifiesta manas y dos donde budi ya se está manifestando manásicamente. De estos dos, Venus es uno; tenemos así los tres y los dos, formando los cinco esquemas de los cinco Kumaras, quienes constituyen Brahma. (34)

    [e321]
    Así como Venus constituye el polo negativo para el esquema terrestre, las siete estrellas de las Pléyades son los polos negativos de nuestros siete esquemas.

    Cabria formularse una pregunta muy atinada. Podríamos interrogar sobre el punto de la polarización negativa de Venus y las Pléyades: ¿Por qué se los clasifica como negativos, si son dadores y no receptores, puesto que negativo es, lógicamente, ser receptivo? En efecto, así es, pero el interrogante surge en nuestra mente debido a la falta de información y a la consiguiente incomprensión. Venus habrá tenido mucho que ver con el estímulo que dio por resultado grandes acontecimientos en la Tierra, por medio de la cadena venusiana de nuestro esquema, pero en forma misteriosa nuestro esquema dio más de lo que recibió, aunque lo
    [i378] dado no fue de la misma naturaleza. El advenimiento de la influencia venusiana a nuestra cadena y a nuestro planeta, y el consiguiente estímulo a ciertos grupos de la cuarta Jerarquía creadora, la humana, produjo un acontecimiento paralelo de magnitud aún mayor en el esquema venusiano, el cual afectó a la sexta Jerarquía, una de las Jerarquías de los Devas, que moran en el esquema de Venus. Este estímulo emanó a través de nuestra sexta cadena (o segunda, según el punto de vista) afectando a la correspondiente cadena en el esquema venusiano. La magnitud de la diferencia podemos verla en el hecho de que en nuestro caso, solamente un globo fue afectado, mientras que la influencia de nuestro esquema sobre el venusiano fue tal, que toda una cadena quedó estimulada. Esto se produjo gracias a la polaridad positiva del Hombre celestial del esquema terrestre.

    Por lo tanto, ampliando el concepto, podemos observar el hecho de que nuestros Hombres celestiales son los transmisores, por medio de Sus siete esquemas, para las siete estrellas de las Pléyades. Nuestro sistema solar está polarizado negativamente con respecto al sol Sirio, el cual influye síquicamente sobre todo nuestro sistema por medio de los tres esquemas sintetizadores, Urano, Neptuno y Saturno: este último es el punto focal que transmite manas cósmico a los siete esquemas.

    4. Manas y la Cadena terrestre.

    Cuando abordamos el primer punto -el tema del origen de manas cósmico y manas del sistema- quedó resumido a ciertos aspectos que conciernen a nuestra cadena, y recapitulamos muy brevemente el aspecto esencial de la pregunta. Primero, hemos tratado el tema del manas cósmico en lo que respecta a nuestro Logos y a los Hombres celestiales; luego nos ocupamos, en forma más específica su relación con los Hombres celestiales
    [e322] individualmente y, por último, lo hemos estudiado en lo que nos concierne más de cerca: [i379] manas y el Hombre celestial de nuestro esquema. Llegado a este punto, hemos considerado el estímulo de manas en nuestra cadena y vimos que, en relación con nuestra Tierra, fue obtenido:

     

    Por medio de la cadena venusiana de nuestro esquema.
    Como resultado de un estímulo originado en el esquema venusiano.
    Debido a que el kundalini logoico había vitalizado uno de los triángulos de fuerza del sistema, del cual (temporariamente) Venus y la Tierra formaban dos puntos.
    Esto produjo la individualización de aquellos que forman (particularmente la Jerarquía humana) un centro determinado en el cuerpo del Logos planetario.


    a. La cadena terrestre y las Mónadas encarnantes. Por lo tanto, hemos llegado a un punto donde podemos entrar definitivamente a considerar (después de la concisa aclaración del origen de manas cósmico y manas del sistema planetario) nuestra cadena terrestre dentro del esquema de la Tierra y comenzar a percibir algo del origen del principio manásico que corresponde al grupo actual de Egos encarnantes, entes de la cuarta Jerarquía creadora. Es necesario que los estudiantes recuerden que únicamente un solo grupo de la cuarta Jerarquía fue afectado por la implantación de manas en la tercera raza raíz y, por lo tanto, los que han encarnado actualmente en el planeta son parte integrante de dos grupos: un grupo recibió el estímulo manásico durante el período mundial y el otro lo recibió durante la cadena anterior. Sus componentes están viniendo a la existencia, huellan el Sendero de Probación y constituyen los entes avanzados de la raza, siendo considerados como notabilidades entre los hombres. Gran parte de la intranquilidad mundial puede atribuirse a la diferencia existente entre estos dos grupos. Dicha diferencia estriba en diversos
    [i380] factores que, para mayor claridad, podemos clasificarlos de la manera siguiente:
     

    Cada grupo forma un centro distinto en el cuerpo del Hombre celestial.
    Difieren los métodos empleados en la individualización.
    Difieren los grados de vibración de los dos centros.
    El Logos planetario recibe en cada cadena una iniciación distinta que afecta a diferentes centros, trayendo a la manifestación diversas entidades menores.


    Cuando el estudiante considera estas cosas debe contemplarlas desde diversos puntos de vista -algunos de las cuales constituyen
    [e323] para nosotros posibles líneas de acercamiento, mientras que otros lo pueden ser presentidos vagamente. La realidad oculta, expresada por el poeta inglés Pope, “de que para estudiar debidamente la humanidad hay que estudiar al hombre”, se halla involucrada en la investigación de estos vastos ciclos.

    El punto de vista cósmico. Implica el estudio del lugar que ocupa el Logos solar dentro de Su esfera mayor; el estudio de la ultrasicología y la astronomía del sistema, más la consideración de la relación existente entre nuestro sistema y otras constelaciones y nuestro tránsito en el vasto arco del firmamento. Tiene que ver con la relación que existe entre los diferentes soles, sus satélites circulantes y los planetas entre sí; concierne al estudio de su polarización individual y su interacción con sus polos opuestos. Ello aducirá al estudiante a regiones de especulación logoica y al estudio de la electricidad cósmica y de la Ley universal de atracción, todo lo cual está aún más allá de la comprensión de los estudiantes más avanzados. convirtiéndose en una ciencia (reducida a fórmulas y libros de texto, si puede expresarlo así) recién al finalizar la próxima ronda.

    El punto de vista del sistema
    . Se refiere al lugar que ocupan los Hombres celestiales en el cuerpo logoico, a Su interacción,
    [i381] a Su interdependencia racional y a los ciclos en que cada uno, por turno o de a pares, recibe fuerza logoica. Esto requiere el estudio del sistema solar como unidad y la relación astronómica y orbital entre el Sol y los planetas. Los triángulos del sistema, con el tiempo serán tema de especulación popular, luego de investigación y comprobación científica, y finalmente se conocerán como un hecho demostrado y comprobado, aunque todavía no ha llegado el momento. Se estudiarán las diferentes polaridades de los esquemas, y la información que hoy se suministra únicamente a los iniciados de tercera iniciación con el tiempo será exotérica. En el transcurso del tiempo, la información acerca del sistema en lo referente a:

    1. La vitalización de los esquemas.
    2. La interacción entre los esquemas.
    3. Los períodos de encarnación, en el plano físico, de un Logos planetario.
    4. La iniciación del Logos planetario,


    se convertirán en ley u orden. Por ahora únicamente pueden hacerse vagas conjeturas e indicaciones que atraen únicamente al espiritual y al intuitivo. A principios de la próxima ronda se difundirá más el conocimiento y habrá mayor interés sobre este tema.

    [e324] El punto de vista planetario

    . Se refiere a la historia del esquema individual y a la conciencia y evolución de algún Hombre celestial determinado. El estudiante ha de procurar visualizar el esquema como una unidad, un cuerpo colectivo con sus siete centros y cuarenta y nueve globos, y el triángulo formado entre ellos Las cadenas separadas pueden

     

    ser el objeto del estímulo planetario,
    ser la esfera de encarnación de un Logos planetario,
    surgir a la objetividad,
    [i382]
    manifestarse,
    entrar gradualmente en la oscuridad.


    Obtener este punto de vista es aún imposible para el pensador común, por cuanto implica una expansión de conciencia inalcanzable para el hombre. No obstante, su esfuerzo por comprenderlo sirve un propósito útil, porque le fija una meta y le permite ampliar sus actuales conceptos.

    El punto de vista de la cadena. Esto lleva a todo el concepto, dentro del campo de las posibilidades y ha sido indicado en La Doctrina Secreta, T. III y IV. El estudiante se reduce a contemplar los siete globos de la cadena de la cual, aunque microscópica, es parte integrante. Ha de investigar los globos tal como se ven en el tiempo y su interacción; también debe estudiar la función que cada globo desempeña en el gran ciclo del Hombre celestial. Por ejemplo, en la presente cadena terrestre, que nos concierne más de cerca, el cuarto globo es de supremo interés, porque es un vehículo, en el plano físico; para el Hombre celestial en encarnación objetiva densa. Sin embargo, no se ha de olvidar que aunque se manifiesta objetivamente personifica la totalidad de la cadena y del esquema. La idea resultará más clara para el estudiante si decimos que:

    Un esquema, en su totalidad, corresponde a la Mónada, o al huevo áurico monádico, en conexión con un ser humano y sus cuarenta y nueve ciclos.

    Una cadena,(35) en su totalidad corresponde al cuerpo egoico de un ser humano, al cuerpo causal con sus siete grandes
    [i383] ciclos, mencionados en estas páginas e insinuados en algunos libros ocultistas. [e325]

    Un globo con sus siete razas corresponde a la serie particular de encarnaciones en conexión con el hombre, encarnado desencarnado, porque no todos los globos se hallan en niveles físicos.

    Un globo físico, en una cadena, corresponde a una determinada encarnación del hombre. El Logos planetario toma forma física en Su planeta y constituye la vida de éste y lleva a cabo Sus propósitos. Una raza raíz es similar a las “siete partes” (según lo expresa Shakespeare) desempeñadas por el enano, el hombre. En una raza raíz, el Hombre celestial vive simplemente Su vida al pasar por ciertas experiencias en la gran tarea de desarrollar budi o acción colectiva (porque budi es el principio unificador de grupos), y durante el proceso de experimentación y desarrollo atrae dentro de Su vibración a todas las células de Su cuerpo. En el caso de un ser humano las células de su cuerpo (las células materiales) son vidas involutivas, animadas por el tercer Logos, en colaboración con el segundo Logos. En el caso de un Logos planetario las células evolucionantes de Su cuerpo (unidades dévicas y humanas), son animadas por la vida del segundo Logos, en colaboración con el primer Logos, que utiliza las actividades del tercer Logos a los fines de la manifestación.

    Después de haber destacado todas estas cosas, el estudiante verá con más claridad la función que la cadena y el globo de la Tierra desempeñan en la evolución del Logos planetario del esquema terrestre.

    La rueda gira, y en su rotación lleva a la objetividad a uno de los siete globos, o atrae a la manifestación, en el plano físico, a la gran Entidad cuya vida anima todo el esquema. Se ha de tener en cuenta que así como el hombre está entorpecido por su cuerpo físico
    [i384] y es incapaz de expresar, por medio del mismo, todo el contenido de su conciencia egoica, así también el Hombre celestial, al tomar un vehículo físico denso en cualquier cadena particular, está Igualmente entorpecido e incapacitado para expresar a la perfección en el globo, la plena belleza de Su Vida o el esplendor de Su Conciencia en manifestación.

    Se puede decir aquí, con respecto al Logos planetario de nuestro esquema, que:

    1. Se encuentra en encarnación física.
    2. Ha recorrido la mitad del Sendero de Iniciación cósmica y, en consecuencia, ha de recibir la cuarta iniciación en esta cadena. Por consiguiente, bien puede considerarse este globo como el del sufrimiento y del dolor, pues nuestro Logos planetario experimenta en éste lo que el místico llama “la Crucifixión”.
    3. Las vidas de Su cuerpo, por medio de las cuales siente, [e326] percibe y experimenta, en este periodo mundial son desgarradas por el dolor y el sufrimiento, porque Su conciencia se halla en el centro del Cuerpo, y ellas tienen la capacidad de sufrir, para que por medio de las mismas Él pueda aprender el significado del desapasionamiento del sistema, desligarse de todas las formas y de la sustancia material y, en la cruz de la materia, alcanzar con el tiempo, la liberación y la libertad del Espíritu.

    Lo mismo puede decirse de un Logos solar, teniendo en cuenta la interesante correlatividad:

    El Logos solar tiene como objetivo nueve iniciaciones, siendo Su meta la tercera Iniciación cósmica.

    Nuestro Logos planetario tiene como objetivo siete iniciaciones, siendo Su meta la segunda Iniciación cósmica.

    El hombre tiene como objetivo cinco iniciaciones, siendo Su meta la primera Iniciación cósmica.
    [i385]

    [i386] Si relacionamos esto con lo dicho anteriormente sobre la iniciación y el sol Sirio, tendremos un indicio sobre el triple Sendero cósmico.

    b. El cuarto reino
    y la Jerarquía del planeta. El estudiante ocultista común que haya reflexionado detenidamente sobre esta enseñanza habrá captado y comprendido ciertos hechos. Se habrá dado cuenta que la conjunción de Espíritu-materia y mente o manas. se efectuó durante la tercera raza raíz, y que la familia humana se hizo presente definitivamente en la tierra desde esa época. Sabe que esto se produjo por el advenimiento, en Presencia corpórea, de ciertas grandes Entidades: ha aprendido que vinieron de la cadena venusiana, que lograron la necesaria conjunción, se hicieron cargo del gobierno del planeta, fundaron la Jerarquía oculta y, aunque algunas permanecen en la cadena, las restantes han vuelto a Su fuente de origen. Esto puede, en muchos sentidos, resumir todo el conocimiento actual. Vamos a ampliarlo brevemente, a corregir ciertas interpretaciones erróneas y a comprobar uno o dos hechos nuevos.

    Primero, el estudiante de ocultismo ha de tener presente:

    1. Que este advenimiento significó que el Logos planetario tomó un vehículo físico y literalmente constituyó la venida del Avatar.
    2. Que dicho advenimiento fue consecuencia de un alineamiento definido del sistema que involucró al esquema venusiano del sistema; a la cadena venusiana del esquema terrestre; al globo venusiano de la cadena terrestre. [e327] IMAGEN [e328]

    3. Que el Logos planetario no vino del esquema venusiano, sino de la cadena venusiana de Su propio esquema, el terrestre. Debido al alineamiento [i387] del sistema el kundalini logoico pudo circular por un determinado triángulo, del cual Venus y la Tierra fueron dos de sus vértices. Esto hizo acelerar la vibración y permitió al Hombre celestial de nuestro esquema recibir una iniciación menor y comenzar Sus preparativos para una iniciación mayor.
    Se ha de recordar también que al considerar esta materia debemos cuidar de visualizarla no sólo en lo que atañe a nuestro globo y a su humanidad actual sino también desde el punto de vista del cosmos y del sistema, y su importancia para un Logos planetario y un Logos solar. De allí la veracidad de que este acontecimiento no sólo fue el resultado de que nuestro Logos terrestre recibiera una iniciación menor, sino que el esquema venusiano se destacó por haber recibido una iniciación mayor el Logos planetario de Venus en Su quinta cadena. En lo que respecta a un Logos solar, ésta tuvo lugar después de ser estimulado uno de Sus centros, y se debió a la progresión geométrica del fuego al circular a través del Triángulo ya mencionado.

    Se ha afirmado que ciento cuatro Kumaras vinieron de Venus a la Tierra; literalmente el número es ciento cinco, si a la Unidad sintetizadora, el Señor del Mundo, se la cuenta como una. Permanecen aún con El los tres Budas de Actividad. Quisiera llamarles la atención sobre el doble significado de este nombre “Budas de Actividad”, pues confirma la realidad de que las Entidades que se hallan en Su grado de evolución constituyen amor-sabiduría activa y personifican, en Sí Mismas, los dos aspectos. Los tres Budas de Actividad corresponden a las tres personas de la Trinidad.

    Dichas Entidades están divididas en tres grupos de treinta y cinco, personificando en Sí Mismas los tres centros mayores del Logos planetario, esos tres grupos que conocemos como los “tres departamentos”, debiendo recalcarse que cada departamento constituye un centro:
    [i388]


    a. El centro coronario El Departamento Regente.
    b. El centro cardíaco El Departamento de Enseñanza.
    c. El centro laríngeo El Departamento del Mahachoan.Este centro sintetiza los cuatro centros menores, así como el tercer Rayo sintetiza los cuatro rayos menores.



    Estos Kumaras (o Sus sustitutos actuales) se pueden dividir también en siete grupos, que corresponden a los siete Rayos, y son [e329] en Sí Mismos la vida del centro que representan. Por consiguiente, quince (otra vez el diez y el cinco) de estas Entidades forman un centro en el cuerpo del Logos planetario, conjuntamente con los tres Kumaras, sobre los cuales (son quíntuples, sumando quince en total) se dice que constituyen las Vidas que convierten en un ente ese centro particular, implicado en la próxima Iniciación del Hombre celestial, al cual pertenecen hoy los entes humanos , y lo harán durante este gran ciclo.

    Otro hecho que se ha de observar, respecto a estos grandes Seres, es que, considerados en Sus siete grupos, forman:

    1. Puntos focales para la fuerza o influencia que emana de otros centros o esquemas solares.
    2. Las siete divisiones de la Jerarquía oculta.

    Existen como el Hombre celestial mismo, en materia etérica, y literalmente son grandes Ruedas o Centros de Fuego viviente, fuego manásico y eléctrico; vitalizan el cuerpo del Hombre celestial, manteniéndolo unido como un todo objetivado. Forman un triángulo planetario dentro de la cadena, y cada uno de Ellos vitaliza un globo.

     

    En la presente etapa no se permite dar información exotérica referente a:

    Qué Rayo o emanación logoica personifica nuestro Logos planetario.
    [i389]
    Qué centro en el sistema solar se denomina esquema terrestre,
    Qué esquema constituye nuestro polo opuesto, y qué Hombre celestial está más estrechamente aliado con el nuestro.
    Qué centro particular, en el cuerpo del Logos planetario, El trata de vitalizar hoy.


    Estos puntos, como se comprenderá, son demasiado peligrosos para darlos a conocer, y los estudiantes, cuya intuición esté suficientemente desarrollada para obtener dicha información, comprenderán por sí solos la necesidad de guardar silencio.

    c. Una profecía. Podemos ahora, antes de continuar con el tema, mencionar las diferentes cadenas del esquema terrestre. Debemos tener muy en cuenta que son nombres aplicados a las cadenas y a los globos simplemente para mayor claridad. A medida que el tema se estudie con más amplitud, inevitablemente será conveniente designar las cadenas por su número y prescindir de los nombres que ahora se emplean:

      1. Neptuno.
      2. Venus. [e330]
      1. Saturno.
      2. Tierra.
      3. Mercurio.
      4. Marte.
      5. Júpiter.

    Aquí aprovecho la oportunidad para advertir a los estudiantes respecto a los diagramas insertados en este tratado.

    Describen sólo un ciclo de la evolución logoica y únicamente abarcan el actual período mayor que estamos empeñados en desarrollar. En términos generales podemos decir que el sistema abarca el periodo que empezó para nosotros a mediados de la tercera raza raíz de esta ronda y continuará hasta el período denominado “el Juicio”
    [i390] en la quinta ronda venidera. Cuando llegue ese momento, nuestro Logos planetario habrá alcanzado esa iniciación que constituye Su meta actual; la quinta ronda del esquema venusiano estará por terminar, comenzando así a entrar en la oscuración, previamente a la transferencia de Su vida al planeta sintetizador con el cual está conectado; Mercurio estará alcanzando la apoteosis de su realización y, con Marte y la Tierra, formará un triángulo en el sistema. Hablamos aquí de esquemas y no de cadenas.

    Se ha de reconocer otro triángulo dentro del esquema terrestre, el de las cadenas llamadas “terrestre”, venusiana y mercuriana; pero este triángulo concierne totalmente a los centros del Logos planetario de nuestro esquema. Existe una formación en el sistema, de gran importancia en la próxima ronda, que producirá tres esquemas, el de la Tierra, el de Marte y el de Mercurio relacionados entre si en tal forma, que tendrá como resultado:
    1. La formación de un triángulo en el sistema.
    2. La libre circulación del kundalini logoico a través de estos tres puntos.
    3. La vitalización de ciertos grandes centros logoicos; entonces el kundalini logoico transferirá su atención del actual triángulo en proceso de formación -la Tierra, Venus y un esquema cuyo nombre es conveniente reservar- al siguiente.
    4. Un grupo totalmente nuevo de seres humanos vendrán a la encarnación en nuestro esquema terrestre. Tres quintas partes de la humanidad actual, que en esa época se hallarán en el Sendero de Probación o en el de Iniciación, tendrán su centro de conciencia definitivamente en el plano mental, [i391] mientras que las otras dos [e331] quintas partes seguirán enfocadas en el astral. Estas dos quintas partes pasarán a un pralaya temporario antes de ser transferidas a otro esquema, pues el terrestre ya no será un lugar adecuado para nutrirse.

    1. Vendrán Entidades de Marte al esquema terrestre y encontraran su necesario campo de esfuerzo,
    2. La vida en Mercurio comenzará a sintetizarse y a ser transferida a su planeta sintetizador. En el caso de Mercurio, su planeta sintetizador no es Saturno, sino uno de los dos centros mayores superiores.
    3. En el “Día del Juicio” en la quinta ronda o punto de realización de nuestro Hombre celestial, se presenciará un periodo de lucha planetaria en los niveles mentales, que hará que nuestra actual intranquilidad mundial parezca insignificante. Como se indicó anteriormente, la lucha actual se ha producido para poner a prueba la capacidad de los entes en las actuales formas humanas, valorar sus fuerzas mentales y trascender, por el poder de la MENTE, el sentimiento o dolor. La lucha en la quinta ronda se librará entre la mente superior y la inferior, y el campo de batalla será el cuerpo causal. (36) La [i392] lucha -que ahora se libra en el [e332] planeta, tiene lugar entre unos pocos Egos (o dirigentes de muchas razas, que ocupan necesariamente su lugar y posición en virtud de su polarización egoica) y muchas personalidades, las cuales son atraídas al vértice mediante la asociación grupal- es necesariamente terrible y obliga a destruir la forma. La lucha en la quinta ronda, que se llevará a cabo en niveles mentales, se desarrollará entre Egos y grupos egoicos, trabajando todos conscientemente y con dedicación intelectual a fin de lograr ciertos resultados grupales. La lucha terminará con el triunfo (triunfo final) del Espíritu sobre la materia, excluirá a ciertos grupos incapaces aún de desprenderse de las ataduras de la materia y que prefieren el cautiverio a la vida del Espíritu; marcará el principio de la oscuración de nuestro esquema y la entrada gradual en el pralaya durante las dos rondas y media que resten de nuestras siete cadenas. Es un interesante hecho esotérico de que nuestra Tierra debería estar ahora en su quinta ronda, similarmente al esquema venusiano; pero en la cadena lunar de nuestro esquema hubo una demora momentánea en el proceso evolutivo de nuestro Hombre celestial, trayendo la temporaria lentitud de Sus actividades, lo que causó “pérdida de tiempo”, si reverentemente puede expresarse así. Los Señores de la Faz Oscura o las fuerzas inherentes de la materia, triunfaron por un tiempo, y sólo en la quinta ronda de nuestra cadena se verá su derrota final. El esquema venusiano tuvo también su campo de batalla, pero el Logos planetario de dicho esquema venció a las fuerzas antagónicas, triunfó sobre las formas materiales y, en consecuencia, al llegar el momento oportuno, estuvo en condiciones de aplicar el necesario estimulo o una [i393] creciente vibración ígnea a nuestro esquema terrestre. Se ha de reflexionar sobre el hecho de que se haya pedido ayuda externa durante la tercera raza raíz de esta cadena, y de que la evolución de manas produjera la individualización física del Avatar. El Manasaputra divino, el Señor del Mundo, tomó forma por medio del impulso de manas, inherente a Su naturaleza y en forma misteriosa fue ayudado por el Hombre celestial de otro esquema requiriéndose Su colaboración.

    d. Resumen. Al estudiar el origen de manas hemos visto que constituye primeramente la voluntad activa e inteligentemente aplicada por una Entidad; luego, que dicha voluntad activa e inteligente afecta a todas las vidas menores que evolucionan
    [e333] cíclicamente dentro del Cuerpo de esa Existencia particularmente activa y voluntaria. Esto es verdad en todos los Seres, desde el Logos hacía abajo. Resumiendo, quizás podamos expresarlo de la manera siguiente:

    La fuente donde se origina la actividad manásica de un sistema solar es esa gran Entidad cósmica, quien personifica a nuestro Logos solar como centro de su Cuerpo, junto con otros seis Logos solares que en su totalidad constituyen Sus siete centros.

    La fuente donde se origina la actividad manásica de los esquemas planetarios es esa Entidad cósmica denominada Logos solar. Es la Inteligencia rectora activa que actúa con propósito definido por medio de Sus siete centros.

    La fuente donde se origina el principio manásico de un esquema planetario es esa Entidad cósmica menor denominada Logos planetario. Actúa por medio de Sus siete cadenas, así como lo hace el Logos mediante Sus siete centros planetarios. Es interesante observar aquí que cuando el Logos solar es impelido manásicamente a desarrollar algún propósito de Su fuente superior (AQUEL SOBRE QUIEN NADA PUEDE DECIRSE) puede causar la vivificación de uno u otro de Sus centros, de acuerdo al propósito fijado. Esto ocurrió cuando se formó el triángulo, del cual la Tierra y Venus son dos de sus vértices, y (afectando
    [i394] a los Hombres celestiales de esos dos esquemas) los estimuló a pasar la iniciación, induciendo al Logos planetario de nuestro esquema a formar un triángulo menor, dentro de Su esfera de actividad, lo cual trajo por resultado que El recibiera una iniciación menor y la impregnación manásica del hombre animal. De esta manera fue llevada a la actividad objetiva ese grupo de mónadas que entran en la composición de un centro determinado.

    Similar y microcósmicamente, un ser humano constituye el incentivo manásico y el origen de la voluntad inteligente y activa de todas las células dentro de su triple cuerpo -mental, astral y físico. Suya es la inteligencia rectora, suya es la fuente de toda acción y esfuerzo dentro de su periferia y, análogamente a como lo hacen sus correspondientes esferas superiores, el Logos solar y el Logos planetario actúan por medio de siete centros.

    Hemos trazado así el origen de manas hasta donde es posible hacerlo en la actualidad. El misterio de manas se halla oculto en la existencia misma; guarda el enigma de la vida, y oculta y vela a esas Entidades cuya cualidad y característica sobresaliente es manas. Para la vida de ese diminuto ente que llamamos átomo en el cuerpo físico del hombre, el Pensador en el cuerpo causal o su inteligencia superior rectora, es tan oscura y desconocida como lo es el Logos para el Pensador, el Hombre. No obstante, la analogía
    [e334] es exacta. (37) El cuerpo físico del hombre, por ejemplo, considerado [i395] como un todo colectivo, compuesto de muchas vidas menores, sufre o prospera, según obre la Inteligencia rectora con amor-sabiduría o contrariamente. El principio manásico anima todo lo que ocurre dentro del aura del hombre, y éste sufre o progresa de acuerdo a como se aplica dicho principio.

    Análogamente puede decirse, con reverencia, del cuerpo del Logos, de un sistema y también del Logos planetario y Su esquema.


    II. LA POSICION DE MANAS

    1. Manas y el Karma.

    Habiendo visto que manas es el propósito inteligente de algún Ser, desarrollándose como activa objetividad, y habiéndonos ocupado de la interrelación que existe entre algunas de estas Entidades, se podrá ahora visualizar, aunque sea superficial y vagamente, la verdadera posición del principio manásico en los tres casos. El misterio de este principio está oculto en dos cosas fundamentales:

    El misterio de la disolución de la estrella de seis puntas en la de cinco puntas. (38) (39)

    [e335] El misterio de los Señores del Karma, que constituyen los únicos receptores de los propósitos mentales [i396] de esa ENTIDAD cósmica que abarca a nuestro Logos solar dentro de Su conciencia.

    Por lo tanto, una vez estudiado el aspecto esotérico de la astrología y geometría mística y establecido una alianza entre ambas ciencias, se proyectará gran luz sobre el tema del principio inteligente; cuando se comprenda mejor la actuación interna de la Ley de Causa y Efecto (Ley por la cual los Señores Lipikas gobiernan
    [e336] todas Sus actividades), sólo entonces los hijos de los hombres podrán estudiar beneficiosamente el lugar que ocupa manas en el esquema evolutivo. En la actualidad, únicamente es posible señalar el camino a seguir, antes de [i397] poder aclarar tan abstrusa materia e indicar ciertas líneas de investigación que, si se siguen científicamente y con empeño, podrían dar como recompensa un conocimiento valioso al estudiante. Hasta que la intuición no esté mejor desarrollada en el hombre común, el principio manas constituye por sí mismo una barrera para ser adecuadamente comprendido.

    2. Manas y el Propósito Kármico.

    Si el estudiante se da cuenta que manas y propósito inteligente son términos prácticamente sinónimos, comprenderá en seguida que el karma y las actividades de los Señores Lipikas están implicados en la cuestión. También comprenderá que a medida que la mente inferior se transmuta en superior o mente abstracta, y ésta en intuición, podrá el hombre comprender el significado de manas. Quizás se preguntarán por qué es así. Porque la mente abstracta es el agente, en los niveles cósmicos, por medio del cual la Entidad implicada formula Sus planes y propósitos. Estos planos y propósitos (concebidos por la mente abstracta), en el curso de la evolución, se cristalizan en forma concreta por medio de la mente inferior. Lo que llamamos el plano arquetípico, en relación con el Logos (el plano en el cual formula Sus ideales, Sus aspiraciones y Sus conceptos abstractos) es la analogía logoica, en los niveles atómicos abstractos, del plano mental, desde el cual se inician los impulsos y propósitos del Espíritu en el hombre -propósitos que oportuna y paralelamente serán llevados a una forma objetiva, a la manifestación logoica. Primeramente, el concepto abstracto; luego, el medio para manifestarse en la forma; finalmente, la forma misma. Tal es el proceso para los Dioses y los hombres; en esto se halla oculto el misterio de la mente y su lugar en la evolución.

    Para mayor claridad estudiaremos momentáneamente al microcosmos. Los estudiantes han de comprender que el hombre es Espíritu, o el Yo actuando a través de la materia o
    [i398] el no-yo por [e337] medio de la inteligencia o manas; a la vez, deben comprender que la afirmación de este hecho (igualmente respecto al Logos solar, al Hombre celestial y al ser humano) implica aceptar ciertas conclusiones basadas en la manifestación misma. Una de éstas consiste en construir la forma por medio del principio manásico. En consecuencia, se ha de estudiar todo el tema referente a los Constructores o Entidades que personifican a la Mente Universal y a las vidas que animan la forma, quienes son los divinos Manasaputras en Su total comprehensión. En la comprensión esotérica de esto se halla el secreto de la estrecha relación que existe entre el hombre y la evolución dévica, siendo el hombre depositario (mediante el Hombre celestial, de cuyo cuerpo es parte) del propósito del Logos, y los devas, en sus grados superiores, el factor atrayente cohesivo que manipula la materia y la moldea en las formas. Son socios indispensables uno del otro; si no trabajaran en estrecha colaboración, este sistema solar objetivo se desintegraría inmediatamente, así como el cuerpo denso y el etérico se desintegran cuando el Espíritu se retira y los Constructores cesan su trabajo.

    Tres jerarquías se ocupan particularmente de la manifestación objetiva en materia etérica, la cuarta o jerarquía exclusivamente humana, y las quinta y sexta jerarquías dévicas. Las otras jerarquías llenan otros fines vinculados a la vida del Espíritu en las formas superiores de los éteres cósmicos; pero en relación con nuestro tema, estas tres jerarquías actúan en los niveles inferiores del plano físico cósmico, cuyos subplanos denominamos plano mental, astral y físico. Cuando el cinco y el cuatro estén perfectamente fusionados, habremos alcanzado el nueve de una iniciación mayor, y cuando se añada el seis tendremos la disolución en uno de los grupos personificados por un Kumara, como se ha insinuado anteriormente.
    [i399] Esto señala la disolución final de la estrella de seis puntas en la de cinco puntas; este gran misterio concierne principalmente al Hombre celestial de nuestro esquema, y sólo incidentalmente a los grupos dentro de Su cuerpo de manifestación etérica.

    Es evidente que toda manifestación constituye por lo tanto la incorporación en la forma de un concepto cósmico y su desarrollo en forma concreta; manas o inteligencia es el factor fundamental de progreso y el medio por el cual se vincula lo abstracto con lo concreto. Esto se acepta como verdad en lo que respecta al hombre, y también lo es respecto a las entidades cósmicas. A medida que el hombre se va introduciendo en el corazón del misterio, va comprendiendo que su objetivo en la evolución consiste en construir conscientemente el canal que va desde los niveles que constituyen para él los planos de lo abstracto o de lo ideal, hasta los
    [e338] concretos, donde actúa habitualmente. Este canal vinculador denominado en forma inadecuada es, literalmente, “EL SENDERO”. El hombre lo construye:

    Por medio del principio conscientemente aplicado.
    Por el proceso de trascender las limitaciones kármicas de los tres planos inferiores.

    Por el método de dominar la materia, o la Personalidad considerada como el no-yo.

    Por la expansión gradual de la conciencia, hasta abarcar los planos que intenta alcanzar, demostrando así que la afirmación: para hollar el Sendero el hombre se ha de convertir en el Sendero mismo, es verdadera; también es exacta la verdad esotérica: el antakarana es, en sí mismo, una ilusión. Reflexionen sobre esto porque iluminará a aquellos que tengan ojos para ver.

    En el proceso de hollar el Sendero y alcanzar la meta, el hombre se disuelve en la estrella de cinco puntas y, finalmente, en el triángulo del Espíritu. Entre ambas etapas,
    [i400] existe una etapa esotérica misteriosa en que se disuelve en el cuatro, pero esta vez, no en el cuatro del cuaternario inferior, sino en un cuatro superior. El hombre llega a ser parte de la conciencia de ese grupo oculto insinuado varias veces como cercano a los tres Logos, los cuatro grandes Maharajáes, los dispensadores del karma, los depositarios del propósito cósmico, reflejados (solamente reflejados) en el cuaternario logoico o en los cuatro Hombres celestiales, quienes personifican (con su tercero sintetizador) al manas logoico. Los cuatro y el sintetizador constituyen en Sí Mismos la suma total de manas, el aspecto Brahma o Inteligencia activa. El karma actúa a través de manas, y sólo cuando la estrella de seis puntas (o la suma total de la mente concreta con sus diversas divisiones) se convierte en la estrella de cinco puntas, la síntesis de lo inferior en lo abstracto o superior, se hace posible la transmutación en el tres, o Triada espiritual, por intermedio de los cuatro, o depositarios amorfos del propósito kármico. Así se logra la liberación, el hombre queda liberado y el microcosmos llega a SER, sin necesidad de tomar forma. Podría aquí insinuarse algo sobre el microcosmos:

    Cuando el microcosmos ha trascendido los tres mundos de la materia y se ha convertido en la estrella de cinco puntas, penetra en la conciencia de la Mónada o Espíritu puro, a través del cuarto plano búdico. El plano búdico es para el hombre el plano de la analogía kármica; en dicho plano penetra en la esfera donde colabora conscientemente en el agotamiento del karma del Hombre celestial, una vez que ha agotado completamente su karma
    [e339] personal en las tres esferas inferiores. El estudiante suficientemente intuitivo, puede dilucidar los planos que corresponden al plano búdico de un Hombre celestial y de un Logos solar. Esto podrá hacerse si se extiende la idea hasta los niveles cósmicos, más allá del sistema.

    En virtud de las ideas aquí impartidas, quizás el estudiante dilucide algunos aspectos del
    [i401] lugar que manas ocupa en la evolución cósmica. Ello requiere poseer un punto de vista algo sintético y mantener firme la idea del PROPOSITO en toda actividad, ya sea cósmica, del sistema, planetaria o microcósmica. Éste es el fuego del impulso divino que impregna todas las formas y las impulsa a cierta actividad y realización.

    El fuego de la materia, del que nos hemos ocupado anteriormente, es el fuego dinámico del movimiento, que mantiene en actividad a cada átomo de materia. El fuego de la mente es el impulso y propósito coherentes que impelen a las formas (construidas de materia activa) a ir en dirección específica y a lo largo de ciertas sendas predeterminadas. Por consiguiente, el impulso kármico es causa originante y voluntad activa. Constituye análogamente el resultado o efecto de esta acción en el tiempo, y sólo cuando la Tríada entra en actividad por intermedio de los cuatro esotéricos, se consumen los fuegos de la mente y de la materia y es liberado el fuego del Espíritu.

    III. LA ACTUAL ETAPA DEL DESARROLLO MANÁSICO EN LOS TRES GRUPOS.

    Si expresáramos esta frase textualmente podríamos formularla en forma de pregunta respecto al punto alcanzado en el desenvolvimiento activo del propósito de las grandes Entidades involucradas en la manifestación del cosmos y del sistema; también se podría inquirir sobre si la voluntad inteligente del Logos cósmico, del Logos solar y (dentro del sistema) de los distintos Logos planetarios, progresó satisfactoriamente hasta alcanzar la etapa en que pudo ser apreciada, a la vez que en parte comprendida. Estas ideas se hallan involucradas en la consideración de este punto y nos presenta muchas cosas de verdadero interés. Quisiera señalar que el principio manásico (ya sea cósmico, del sistema o humano) se manifiesta de cinco maneras; se transmuta en sabiduría después de su quíntuple manifestación y, con el tiempo, se convierte en voluntad pura o poder. Aquí hay un indicio; en ello se halla oculto todo el despliegue objetivo que vemos a nuestro alrededor, en conexión con los Hombres celestiales y con las células de
    [i402] Sus cuerpos. Allí también reside el misterio de los cinco Kumaras, que esperan la disolución final; también se oculta el [e340] conocimiento de la alquimia divina, basada en los cinco elementos, y tiene que ver con su transformación en el elemento primario en una etapa intermedia.

    1. En los Planetas.

    El estudiante de ocultismo, al considerar estos puntos, ha de tener muy en cuenta la diferencia que existe entre la transmutación y la final disolución; entre el proceso, esotéricamente comprendido de transformar los cinco elementos y la final disolución de las esencias, transmutadas en sus correspondientes síntesis. Esto tiene una influencia vital sobre nuestro tema, porque la disolución no es aún posible y en la mayoría de los casos sólo ahora está comenzando el proceso. Al estudiar estos tópicos necesariamente debemos limitarnos a los Hombres celestiales, pues los entes humanos, como células de Sus cuerpos, lógicamente están incluidos en todo aquello que se dice acerca de Ellos, y hasta que no se sepa qué Logos cósmico reconoce a nuestro Logos solar como un centro de Su cuerpo y cuáles son los otros seis sistemas que están afiliados al nuestro, no podremos dilucidar la etapa de desarrollo manásico en el sistema. En relación con los Hombres celestiales, ciertos hechos son susceptibles de ser captados teóricamente, aunque todavía no puedan ser comprobados por la mente científica. Como de costumbre, clasificaremos nuestras premisas, así tendremos los puntos que estamos investigando y los visualizaremos con toda claridad:

    Primero. Puede decirse que el tercer aspecto conjuntamente con el segundo, Brahma y Vishnu unidos, forman la totalidad de los divinos Manasaputras. Son la Voluntad que utiliza la materia o sustancia inteligente activa, a fin de manifestar Amor-Sabiduría; todo se basa en un propósito y tiene como fundamento la causalidad. Este
    [i403] aspecto Brahma es quíntuple y, con el aspecto Vishnu, forma el seis o hexágono, teniendo a Mahadeva o Voluntad en el centro de toda manifestación.

    Segundo. Este quíntuple aspecto de Brahma o los cinco Kumaras están en plena manifestación y, conjuntamente con el reflejo de los otros dos aspectos, forman el siete de nuestro sistema manifestado.

    Tercero. Mercurio y Venus están en proceso de transmutación, y el principio manásico de ambos esquemas, habiendo alcanzado una elevada etapa de desarrollo, se está trasmutando en Amor-Sabiduría. Cuando las tres quintas partes de los entes (dévicos y humanos) que componen los vehículos de cualquiera de los Logos planetarios, entren en el Sendero, se inicia el proceso de transmutación. Entonces la facultad MENTAL se trasforma en instrumento
    [e341] para crear, no para “matar lo real” ni para obstaculizar la vida libre del Espíritu.

    Se ha de observar también que la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno y Vulcano están todavía desarrollando manas, y la etapa que cada uno ha alcanzado es distinta; esto no puede divulgarse exotéricamente. Los Hombres celestiales de dichos esquemas no han logrado todavía que Sus cuerpos alcancen la etapa donde es posible la transmutación en gran escala. Se están acercando a tal etapa, cuando lleguen a las tres quintas partes necesarias, comenzará la transmutación en amplia escala. En el esquema terrestre, en la actualidad, hay una quinta parte que está en proceso de transmutarse a uno de los globos, y Vulcano tiene casi dos quintas partes.

    Podría decirse aquí que a pesar de interesarnos principalmente del manas de las células humanas en el cuerpo de un Logos planetario, sin embargo debemos tener en cuenta que los entes dévicos predominan en algunos esquemas. Aunque, desde el punto de vista de un ser humano, de ninguna manera se considera que los devas, como comúnmente se comprende, están siendo influenciados por manas, pero desde otro punto de vista son el manas mismo, la fuerza activa creadora, la quinta y la sexta
    [i404] Jerarquías en pleno auge. Debemos reflexionar sobre la relación (necesariamente íntima) que existe entre la quinta Jerarquía dévica y el quinto principio logoico, y también tener en cuenta que -considerando todo el tema desde el punto de vista de un Hombre celestial- los devas forman parte integrante de Su naturaleza, siendo un Manasaputra, un Constructor creador y el quíntuple aspecto de Brahma. La suma total de manas es esencia puramente dévica, y sólo al realizarse la unión entre este quíntuple tercer aspecto y los otros dos aspectos, viene al ser lo que consideramos el HOMBRE, ya sea celestial o humano. Los devas están unidos con otros dos factores, cuyo resultado es:

    1. Un Logos solar.
    2. Un Hombre celestial.
    3. Un ser humano.

    Este es un gran misterio y está ligado al de la electricidad (o vida fohática) sobre lo cual se refiere H. P. B. (40) Los Mensajeros, los Constructores, los devas, son fuego llameante, materia eléctrica radiante; sólo en tiempo y espacio, únicamente durante la manifestación y exclusivamente a través de los ciclos de objetividad, puede venir a la existencia un ente como el hombre o un Hombre celestial; Fuera del “círculo no se pasa” solar, por ejemplo, y en lo que se refiere a nuestra evolución, tenemos sustancia eléctrica radiante,
    [e342] éter inteligente activo, animado por la evolución dévica. Los devas [i405] trabajan ciegamente, regidos por las leyes de la electricidad cósmica. (Tenemos que diferenciar cuidadosamente entre electricidad cósmica y el akasha eléctrico del sistema, que es sustancia eléctrica confinada y sometida a otra serie de leyes por la acción de otro factor, el del Espíritu puro). Fuera del “círculo no se pasa”, tenemos la abstracción que llamamos Espíritu puro. Este “Espíritu puro” o Ser consciente abstracto, en virtud del karma consciente, trata periódicamente de manifestarse y decide desarrollar un propósito bajo las leyes de Su Propio Ser, siendo así impelido por la cualidad atractiva de Su polo opuesto, la sustancia inteligente, a fin de fusionarse con ella. La unión de estos dos polos y su punto de fusión causa esa llamarada en el universo cósmico denominada sol, cuyo resultado es luz u objetividad. Por consiguiente, dentro del “círculo no se pasa”, el fuego eléctrico del Espíritu puro sólo puede manifestarse mediante la fusión o unión con la sustancia eléctrica; por lo tanto, está limitado por ello durante la evolución y en la mayor parte del proceso. En efecto, por incomprensible que parezca, la evolución dévica domina durante la mayor parte de la manifestación, hasta que se inicia el proceso de transmutación. Los devas construyen incesantemente la forma que limita.

    Cuando el proceso de transmutación lo efectúan los cinco Hombres celestiales, entonces todo el sistema alcanza un grado muy elevado de evolución, y con los dos esquemas que entrarán en la
    [e343] etapa de oscuración, se iniciará el proceso de disolución. El plan, considerado en conjunto, será el siguiente:

    Los cuatro esquemas que forman el Cuaternario logoico
    [i406] se fusionarán con su esquema sintetizador, el de Saturno, mientras Venus y Mercurio se fusionarán con Urano y Neptuno. No se ha de atribuir importancia al orden consecutivo de estos nombres. Es necesario comprender el factor dual.

    Por consiguiente, Neptuno, Urano y Saturno habrán absorbido la esencia de la manifestación y (en conexión con el Logos solar) serán la correspondencia de los tres átomos permanentes en el cuerpo causal del hombre. Decimos “correspondencia” porque la analogía no es total. Urano y Neptuno son el reflejo de los átomos permanentes astral y mental logoicos. Saturno es, de hecho, la analogía del átomo físico permanente del Logos. Éste es un misterio esotérico y no debe separarse de la verdad similar en el esquema cósmico.

    Considerando a manas como la actividad vibratoria de todos los átomos y limitando el concepto a nuestro esquema, es interesante observar que podemos determinar algunas analogías a medida que estudiamos este quinto principio durante la actual ronda, la cuarta. El principio manásico es la base del advenimiento a la actividad y del reconocimiento mental de los siguientes hechos en la naturaleza.

    La quinta espirilla del átomo de la materia entrará en actividad. Esta quinta espirilla empieza a vibrar débilmente, mientras que la cuarta, en esta cuarta ronda, está adquiriendo una vibración que traerá la intensa vitalización de los vehículos y, con el tiempo, producirá la desintegración de la forma y la consiguiente salida del Espíritu y su entrada a una forma compuesta de materia que responderá a la vibración de la quinta espirilla.

    El cuarto éter ya está siendo reconocido y con ello vendrá el conocimiento de las vidas que personifica. He aquí el éxito del esfuerzo de los espiritistas, debido al gran número de entes comunes desencarnados que desean hacer contacto con el plano físico revestidos con materia de este éter. Los devas
    [i407] de dicho éter también serán conocidos antes de finalizar esta ronda; se establecerá así una alianza entre la cuarta jerarquía creadora de los hombres y los devas del cuarto éter.

    El cuarto plano, el búdico, será conocido gradualmente con la ayuda de manas. Esto ocurrirá a medida que manas se transmute en sabiduría. Para unos pocos, en ésta ronda, el quinto principio será reemplazado por el principio búdico. Desde ahora hasta la mitad de la próxima ronda, se producirá una superposición de los
    [e344] principios cuarto y quinto, manas y budi, constituyendo así el nueve u hombre perfecto, el Iniciado.

    Además podría recalcarse que el control ejercido por el cuarto Kumara se pondrá en evidencia y se sentirá cada vez más. No puedo extenderme sobre esto, pues sólo es permitido mencionarlo.

    La conciencia de toda la familia humana pasará gradualmente al cuarto subplano del plano mental y será regida cada vez más por la mente concreta, a no ser que esto vaya acompañado de una constante afluencia de Egos al plano búdico, activamente conscientes, hallándose así pura y simplemente, fuera del control de manas, situación grave que debe ser manejada por la Jerarquía.

    La tarea de los cuatro Maharajáes que distribuyen el karma dentro del “círculo no se pasa” alcanzará su culminación en la cuarta ronda. En la próxima ronda se destacará más el trabajo de los Lipikas, quienes se ocupan de todo lo relacionado con nuestro sistema fuera del “círculo no se pasa”. Esto es así, pues los Señores Lipikas aplican la ley a quienes se han fusionado con su principio divino y no están sujetos ya a las formas materiales de los tres mundos. Los Señores del Karma y los Maharajáes trabajan con los hijos de los hombres en los tres mundos y por medio del principio manásico.

    2. En el Sistema.

    [i408] Ahora nos abocaremos a otros puntos del tema respecto al desarrollo manásico en el sistema, para luego entrar a dilucidar el futuro de manas, último subtítulo.

    Es evidente que la vastedad del tema y los enormes ciclos de tiempo involucrados contribuyen a oscurecerlo e impiden definirlo con claridad. Sólo se observan los puntos más conspicuos; lo único que puede hacerse en este tratado es exponer conceptos amplios y generales e impartir hechos fundamentales sin entrar en mayores detalles. Ciertas ideas parecen claras sobre un fondo oscuro de planes complicados, ante la confusión aparente causada por la superposición de ciclos mayores y menores y la acumulación de detalles caóticos. Este caos y contradicción aparentes, se deben a nuestra involución imperfecta, a la falta de perspectiva resultante del lugar que ocupamos en el esquema planetario y a lo limitado de nuestra visión. En nuestra posición actual lo único que podemos apreciar son generalidades sobresalientes, que podrían resumirse en tres factores: posición, relación, limitación.

    Posición
    o lugar que ocupa el sistema dentro del conjunto mayor, y la naturaleza colectiva de toda manifestación. Esto involucra el concepto de:

    [e345] Un sistema cósmico que encierra sistemas menores, a los que mantiene unidos por el poder de una vida unificada.(42)

    Un sistema solar, parte de ese sistema mayor de manifestación,
    [i409] que también encierra formas menores objetivas, a las que mantiene similarmente unidas por el poder de su propia vida.

    Un esquema planetario o subdivisión de ese sistema solar. Subsiste también como unidad en si mismo, sin embargo no puede existir apartado de otras unidades.

    Grupos o cuerpos unificados dentro del esquema. Éstos se hallan también individualizados; no obstante, son al mismo tiempo parte del conjunto mayor.

    Conglomerados o agrupaciones de células, subdivididas en grupos. Éstos deben interpretarse en forma similar.

    Células o unidades individuales dentro de los grupos. Cada una es un ente consciente; sin embargo ninguna subsiste aparte de su grupo.

    Cada una de las divisiones mencionadas se caracteriza por:

    La Vida animadora, que -en lo que nos atañe- emana de AQUEL SOBRE QUIEN NADA PUEDE DECIRSE y anima los siete sistemas solares, descendiendo desde el Señor de un sistema solar, pasando por las Entidades cósmicas, hasta los llamados Hombres celestiales y las Entidades solares que animan a los grupos, y también por la peculiar manifestación central, denominada ser humano, la pequeña célula dentro del cuerpo de ese ser humano, y el átomo que constituye la materia fundamental con la cual se construyen todas las formas en todos los reinos de la naturaleza.

    La Actividad inteligente, o manifestación del propósito, o manas, el quinto principio en todo tipo de manifestación. Como se mencionó anteriormente constituye el Plan inteligente de la Entidad implicada, que lo está desarrollando en tiempo y espacio.

    El Poder para evolucionar
    o progresar. Constituye literalmente la capacidad característica de la vida animadora dentro de la forma, lo cual permite a ésta progresar inteligentemente, desde las formas inferiores de la manifestación a las superiores. Esto es ante todo el atributo peculiar y perfecto del quinto principio.

    [e346] Capacidad de unir. Capacidad propia de todas las Vidas inteligentes y activas para ajustarse, durante la evolución, a la Ley de Atracción y Repulsión, y así formar parte consciente e inteligente de una vida mayor. Literalmente [i410] constituye la transmutación de manas en sabiduría. Aunque todo lo que ES existe en la forma, poco se halla aún sometido al contralor inteligente del ente que mora dentro de ella, únicamente los Hombres celestiales y Sus superiores y abarcantes vidas actúan consciente e inteligentemente a través de la forma dominándola, pues sólo Ellos son manas perfecto Debajo de Ellos hay muchos grados inferiores de conciencia. El hombre va alcanzando gradualmente el control consciente de la materia en los tres mundos, control alcanzado por sus Prototipos divinos, los Hombres celestiales. Estos, a su vez, están logrando un control similar en los niveles superiores. Hay muchas vidas ciegas e inconscientes inferiores a la del hombre, en el conglomerado o subdivisión de la cual forman parte. Por lo tanto, puede verse en líneas generales el lugar que ocupa manas en la actual etapa.

    Relación. Otra de las características sobresalientes, como resultado de nuestro estudio, es el de la Relación. Su comprensión conducirá, en años venideros, al estudio de las distintas polaridades en las diferentes esferas (desde un esquema planetario a un átomo) dentro del “círculo no se pasa” solar, así como la relación existente entre:

      1. Un esquema y los demás esquemas.
      2. Un esquema y otro.
      3. Una cadena y otra.
      4. Un globo y otro.
      5. Un grupo y otro.
      6. Una subdivisión y otra.
      7. Una unidad y otra.(43)
      8. Una célula y otra.

    La interrelación de estos factores y su profunda interdependencia es uno de los puntos más importantes que debemos comprender, aunque dicha relación está regida por la Ley de Atracción y Repulsión y,
    [i411] por consiguiente, se halla más sujeta a lo que denominamos segundo aspecto; sin embargo, la autoconciencia es el resultado del principio manásico; y se ha de tener muy en cuenta la estrecha colaboración entre los dos factores. Mente y Amor-Sabiduría, o las dos leyes, de Atracción y Síntesis.

    [e347]
    Limitación. Éste es un factor primordial que se ha de tener presente al considerar un cosmos, un sistema, un esquema, una cadena o cualquier esfera limitadora, hasta el átomo físico del científico. Tal factor supone:

    1. Capacidad más allá de la manifestada.
    2. Dualidad, o lo que está limitado, y la sustancia que limita.
    3. Propósito, pues en todo esquema ordenado de existencia la limitación continúa todo el tiempo requerido hasta alcanzar ciertos fines. A esto sigue la “abstracción”, de acuerdo al sentido literal y oculto.

    Cuando estos tres factores:
     

    Posición
    Relación
    Limitación

    sean estudiados en el sistema, se evidenciará la íntima conexión que existe entre todos los grupos dentro del conjunto, y se pondrá de manifiesto el hecho de que cada parte necesita de las demás partes.

            Con respecto a la posición, relación y limitación cósmicas poco se puede decir, pues es algo todavía oscuro, incluso para los Hombres celestiales. Se comprenderá que esto debe ser lógicamente así, cuando se conozca el lugar que Les corresponde en el esquema de las cosas, y se comprenda Su relativa importancia. Por lo tanto, sólo podemos aceptar el hecho de la inconcebible magnitud de la EXISTENCIA, manifestada por medio de los siete sistemas solares, y de la extensión de este concepto del Ser que
    [i412] abarca toda la bóveda celeste. Resulta interesante recordar a este respecto que todo lo que se ve, porque son formas objetivas o Seres en manifestación a través de ciertas esferas de luz, que bien podrían no ser todo lo que EXISTE: pero detrás de todo lo visible puede haber un vasto reino o reinos de Existencias. El cerebro del hombre vacila al considerar tal concepto, no obstante, así como hay decenas de millones de seres humanos desencarnados o fuera de manifestación objetiva en los planos sutiles del sistema solar, así también puede haber entes cósmicos de igual rango al de AQUEL SOBRE QUIEN NADA PUEDE DECIRSE, ya que análogamente están desencarnados y se encuentran en regiones más sutiles que aquellas en que se manifiesta la luz.

    3. En la Tierra.

    a. Los cinco Kumaras. Vamos a considerar ahora brevemente el tema de los cinco Kumaras. la suma total de manas en la Tierra ya se dicho que el Señor del Mundo, el primer Kumara
    [e348] es el Logos planetario de nuestro esquema en encarnación física; pero en ninguna parte se insinúa que los tres Kumaras asociados a Él son otros tres Logos planetarios. Sin embargo, es así. Estos tres, denominados “Budas de Actividad”, no son sino los subregentes, en nuestro planeta, de los tres Logos planetarios que, con el nuestro, forman el Cuaternario logoico. Asociados a ellos están los tres Kumaras esotéricos, mencionados en La Doctrina Secreta,(44) que representan a los otros tres Logos, y constituyen puntos focales para todas las fuerzas logoicas dentro de nuestra cadena. En cada cadena se encuentran dichos representantes, seis puntos focales que, abarcando al sépito, el Logos planetario del esquema los mantiene a todos dentro de su Aura

    [i413] El trabajo de Ellos es triple:

    Primero. Son los centros del cuerpo del Logos planetario. Cada cadena corresponde a un centro; los globos sólo son ruedas menores dentro de un centro determinado. La vida del Logos, encarnado en la Tierra, fluye a través de tres centros y empieza a estimular a un cuarto; de allí que estén involucrados cuatro globos, y los tres Kumaras (denominados así a falta de mejor término) se hallan vital e inteligentemente activos; tres están pasivos y uno empieza a actuar. Los globos corresponden a las cadenas. Este cuarto Kumara es aún prácticamente desconocido; pero como ya se insinuó, Su día está a punto de amanecer.

    Segundo. Transmiten un tipo especial de fuerza a las unidades que componen cualquier centro. De hecho, para la Mónada de cualquier Rayo en encarnación, en cualquier cadena particular y en cualquier globo determinado, constituyen los agentes de los Señores de los Rayos.

    Tercero. Son los agentes de:

      1. El Señor de un Rayo, como ya se mencionó.
      2. Los cuatro Maharajáes.
      3. El Logos planetario de Su propio esquema.
      4. El gran Deva del planeta Tierra.

    Los Kumaras trabajan con la ley; conocen el propósito inteligente del Logos planetario y Sus planes; constituyen la actividad vital del planeta y, sutilmente, no sólo son los representantes del Rayo, sino también el vínculo entre la cadena y el esquema.

    Puede decirse aquí que el relativo fracaso ocurrido en la cadena lunar de nuestro esquema ha entorpecido grandemente Su trabajo; fue necesario que Ellos aplicaran medidas drásticas, a fin
    [e349] de contrarrestar los efectos de tal fracaso. En esto tenemos otro indicio de la perturbación mundial. [i414]

    b. La cadena lunar. Será conveniente, antes de entrar a otros temas, ocuparnos del muy difícil tópico de la cadena lunar y responder a ciertas preguntas que pueden haber surgido en la mente de los estudiantes.

    La enumeración de las cadenas y esquemas, dada en los dos diagramas, corresponde a la actualidad; abarca un período relativamente reciente, e introduce la historia de la evolución hasta mediados de la próxima ronda de nuestra cadena. Si se nos hubieran proporcionado diagramas, que abarcando la época prelemuriana se extendieran hasta el insondable pasado, hablando en sentido humano, habríamos visto reproducida la cadena lunar y omitida la cadena de Neptuno. En el diagrama presentado faltan aparentemente dos cadenas, la de la Luna y la de Urano. Las razones son muy complicadas, pero puede indicarse algo en lo siguiente:

    La cadena lunar y la terrestre formaron dos unidades o polaridades, negativa positiva. Se alcanzó el punto de fusión y la cadena de la Tierra absorbió o sintetizó a la cadena lunar, así como se fusionarán ciertos esquemas hasta que aparentemente sólo queden tres. En consecuencia, la cadena terrestre es de naturaleza esencialmente dual, siendo la suma total de una cadena masculina y otra femenina. Esto es un misterio imposible de mayor elucidación, tratado en algunos libros ocultistas e insinuado por H. P. B. (45)

    En el transcurso del tiempo ocurrirá otra fusión en el esquema, entonces Urano (la cadena de este nombre en nuestro esquema) surgirá a la objetividad. Recuerden que los esquemas se manifiestan como siete, diez y tres; desde el punto de vista del Eterno Ahora -o el de un Hombre celestial- la manifestación puede describirse de la manera siguiente(3/7). En tiempo y espacio, podría decirse que el orden es 7-3-10, y en otras etapas 10-7-3. A medida que
    [i415] los opuestos se fusionan, el diez se convierte en siete y en tres; es durante este proceso que cadenas y globos enteros y, con el tiempo esquemas, se desvanecerán aparentemente de la objetividad y se perderán de vista. Serán simplemente absorbidos. Durante el doble proceso de la evolución puede expresarse que:

    Durante la involución, el orden consecutivo es tres, luego siete y finalmente diez.
    Durante la evolución, el orden consecutivo es diez, luego siete y finalmente tres.

    El proceso involutivo está prácticamente terminado y el evolutivo ha llegado aproximadamente a mitad de camino. Esto será
    [e350] demostrado por la desaparición o absorción de ciertas cadenas, a medida que encuentren sus opuestos polares y se produzca simultáneamente la aparición de cadenas o globos más sutiles y a medida que el principio manásico permita al hombre percibirlos. La cadena lunar está en proceso de desaparecer; sólo le queda un cuerpo en decadencia; la vida del segundo y del primero Logos se ha retirado de ella y únicamente retiene la vida latente en la materia misma. Simultáneamente Neptuno apareció en el horizonte y ocupó su lugar como una de las siete cadenas en manifestación del Logos planetario. Nos referimos aquí a la cadena de Neptuno del esquema terrestre.

    La cadena lunar tiene una curiosa historia oculta, que no puede ser revelada aún. Esto la diferencia de las demás cadenas del esquema y de toda cadena de cualquier esquema. Una situación análoga se producirá en otro esquema planetario dentro del sistema solar. Todo esto está oculto en la historia de uno de los sistemas solares que se halla unido al nuestro dentro del “círculo no se pasa cósmico”. De allí la imposibilidad de extendernos sobre ello. Cada Hombre celestial de un esquema es un punto focal para la fuerza, el poder y la vida vibratoria de siete estupendas Entidades, exactamente
    [i416] como los siete centros de un ser humano constituyen los puntos focales de la influencia del correspondiente Prototipo celestial. Por lo tanto, nuestro Hombre celestial está esotéricamente aliado a uno de los siete sistemas solares; en esta misteriosa alianza se halla oculto el misterio de la cadena lunar.

    Podrían darse ciertas breves indicaciones a fin de que el estudiante reflexione detenidamente sobre ellas:

     

    En la cadena lunar se preveía un fracaso del sistema.

    Dicho fracaso está vinculado a los principios inferiores que, según ha declarado H. P. B., fueron ahora reemplazados.

    La calamitosa sexualidad que impera en nuestro planeta tiene su origen en el fracaso lunar.

    La progresión evolutiva en la Luna, fue trastornada e interrumpida súbitamente por la oportuna intervención del Logos solar. El secreto del sufrimiento que impera en la cadena terrestre, que merece el nombre de Esfera del Sufrimiento, y el misterio de la prolongada y dolorosa vigilancia ejercida por el GUARDIAN SILENCIOSO, (46)
    tienen su [e351] origen en los acontecimientos que llevaron a la cadena lunar a su terrible culminación. La agonía y desesperación experimentados en nuestro planeta no existen en ningún otro esquema.

    [i417] El abuso del poder vibratorio de un centro, el empleo perverso y deformado de las fuerzas, para ciertos fines equívocos que no están de acuerdo con la línea de evolución, explica gran parte del misterio lunar.

    Ciertos resultados, tales como encontrar su polo opuesto, fueron indebidamente acelerados en la cadena lunar; la consecuencia fue un desenvolvimiento desigual y el retardo de la evolución de un cierto número de grupos dévicos y humanos.

    El origen del conflicto entre los Señores de la Faz Oscura y los de la Fraternidad de la Luz, que tuvo su campo de actividad en la época atlante y durante la actual raza raíz, se remonta a la cadena lunar.

    Lo antedicho es todo cuanto puede decirse en la actualidad, y mucho de ello no podía ser publicado hasta ahora. Es necesario hacer resaltar nuevamente que no debe atribuírsele importancia a los nombres dados a las cadenas y a los globos, ni a la necesidad de enumerarlos. Si el estudiante decide enumerar las cadenas y los globos ha de tener muy en cuenta que la correlatividad de los números no se refiere al lugar o al tiempo, ni tiene relación con ellos ni tampoco con el orden consecutivo de aparición o de manifestación.

    IV. EL FUTURO DE MANAS

    Me propongo encarar este grandioso tema única y principalmente en relación con el HOMBRE, dejando que el estudiante extraiga y deduzca por sí mismo mucho de lo que podría decir,
    [e352] ampliando el concepto desde la unidad al grupo y del grupo a la totalidad de grupos, dentro del sistema solar. Consideraremos únicamente el desarrollo de la mente del hombre, insinuaremos otros probables desarrollos, trataremos de demostrar que manas, a medida que evoluciona, conduce a ciertas características distintivas que lo [i418] diferencian de otros desarrollos que pudieran ser percibidos. Por lo tanto estudiaremos el tema bajo los subtítulos siguientes:

      1. Características de Manas.
      2. Probable desarrollo de la mente humana.
      3. Manas en las rondas finales.

    Al estudiar estos puntos haremos hincapié sobre el futuro, y no me extenderé sobre lo que ya se ha dilucidado.

    1. Las Características de Manas.

    Las características principales de Manas podrían resumirse en tres títulos:

      1. Discriminación.
      2. Actividad ordenada.
      3. Adaptabilidad.

    Estudiaremos estos tres aspectos brevemente y observaremos cómo se desarrollarán en días y ciclos futuros.

    a. Discriminación. Esta parece ser una afirmación muy trillada. Todo estudiante conoce la cualidad discriminativa de la mente y su capacidad selectiva; reconoce la facultad que permite al hombre distinguir inteligentemente entre el Yo y el no-yo. Por lo general tenemos la tendencia a olvidar que esta facultad subsiste en todos los planos y se manifiesta de tres maneras como:

    Primero. La facultad de discriminar entre lo que es la conciencia del Yo y aquello que se conoce como mundo externo. Constituye la capacidad de saber distinguir entre uno mismo y las otras formas existentes. Está universalmente desarrollada y ha alcanzado un grado bastante elevado de evolución.

    Segundo. La facultad de discriminar entre el Ego y la Personalidad. Esto restringe el concepto a la esfera de la propia conciencia del hombre, y le permite diferenciar entre su yo subjetivo o alma y los cuerpos que la contienen. Dicha facultad
    [i419] en manera alguna se halla desarrollada universalmente. La mayoría de los hombres no saben distinguir todavía con exactitud la diferencia que existe entre el hombre, el PENSADOR que persiste en tiempo y espacio y el vehículo de vida efímera y transitoria mediante el cual piensa. El reconocimiento real de esta dualidad esencial y su corroboración científica sólo se manifiesta en el místico, en los [e353] pensadores avanzados de la raza, en los aspirantes conscientes y en aquellos que se acercan al Portal de la Iniciación.

    Tercero.
    La facultad de discriminar entre el alma y el Espíritu, o la comprensión de que el hombre no sólo puede decir “Yo Soy”, ni únicamente puede entender “Yo Soy Ese”, sino que puede comprender aún más y decir “Yo Soy Ese Yo Soy”.

    En estas expansiones y corroboraciones se utiliza la facultad discriminativa de manas.

    Por lo tanto, podemos presentir cuál será el futuro desarrollo y hacia dónde conducirá a la humanidad. El hombre ya se conoce como unidad separada de conciencia, sabe distinguir entre él y otros seres materializados; reconoce que es distinto a otras esferas activas de materia, desde el Logos materializado hasta la célula de su propio cuerpo físico y las células de todos los cuerpos en el plano físico. El instinto separatista y su característica autocentralización han sido la cuna donde el niño, el hombre, se ha aislado hasta llegar a su plena virilidad y poder participar así en el trabajo de su grupo. Lo único de valor que se percibe en el hombre cuando se acerca a las etapas finales del sendero de evolución es la fusión voluntaria de los intereses y objetivos, consecuencia de una etapa anterior de autoafirmación e intensa autorrealización. En esta etapa nos hallamos ahora; señala toda la manifestación y constituye la base mediante la cual se mantiene la identidad. Caracteriza:
    [i420]

     

    Al Logos solar y a todas las formas dentro de Su cuerpo.

    A los Logos planetarios y a todas las formas dentro de Sus cuerpos.

    Al hombre y a todas las formas dentro de su cuerpo.


    Lo que se ha de hacer resaltar es el concepto, aún poco comprendido, de que esta afirmación de “Yo soy” no sólo distingue al hombre sino que es la palabra mántrica que preserva la integridad de todos los grupos. Cuando el hombre puede decir “Yo soy Ese”, empieza a presentirse uno con su grupo. Cuando los grupos hacen una afirmación similar, comienzan a darse cuenta de su identidad con todos los otros grupos. Cuando un Logos planetario se hace eco de las palabras “Yo soy Ese” se está acercando al momento de síntesis o de absorción. Cuando un Logos solar pronuncia las mismas palabras, se está acercando al término de un día de Brahma, y se aproxima la hora de Su consciente fusión con Su grupo mayor. En términos generales y en relación con el hombre, se puede decir que:

    “Yo soy” se refiere a la conciencia de la personalidad en los tres planos inferiores, o a todo cuanto se considera inferior
    [e354] al cuerpo causal. Se relaciona con la comprensión del hombre respecto al lugar que ocupa en el globo dentro de una cadena.

    “Yo soy Ese”
    se refiere a su conciencia egoica y a los planos de la Tríada. Concierne a la comprensión del hombre respecto al lugar que ocupa dentro de la cadena, y su relación con el grupo del cual forma parte.

    “Yo soy Ese Yo soy” se refiere a la conciencia monádica del hombre y a su relación con los planos de abstracción. Concierne al conocimiento que posee de su posición en el esquema.

    Cuando el iniciado puede decir “Yo soy Ese Yo soy”, indica que se ha fusionado con su divina esencia y se ha liberado de la forma. La primera aserción esotérica marca su emancipación de los tres reinos inferiores y su actuación
    [i421] consciente en los tres mundos, que ocurrió al individualizarse por medio de Manas; la segunda señala la emancipación gradual del hombre de los tres reinos inferiores y su liberación dual de la forma inferior, en la quinta iniciación. En la afirmación final el iniciado no sólo distingue entre el Yo y todas las otras formas de manifestación, entre su propia identidad y el alma, lo mismo que la materia en la forma, sino que puede discriminar entre los tres, Espíritu, Alma y Materia. Cuando ha comprendido esto se libera de su manifestación durante este ciclo mayor. Dicha facultad discriminadora, inherente a manas, desplegada en espirales cada vez más elevadas, lleva al hombre

    a la materia y a la forma,

    a través de todas las formas de materia en todos los planos, y finalmente produce su eventual abstracción de toda forma y materia, conjuntamente con la acumulación de conocimiento transmutado, proporcionado por el proceso evolutivo.

    b. Actividad ordenada. Aquí entra el concepto del propósito inteligente que persigue un plan fijo y establecido y desarrolla, en tiempo y espacio, un ideal preconcebido. El microcosmos viene a la encarnación mediante un impulso basado en el propósito inteligente que, en su caso, se originó en el plano mental, el plano del principio manásico. Cabría indicar un punto interesante: Al quinto plano, el mental, se lo puede considerar en amplia escala, en el caso del Hombre celestial, como manteniendo una posición simbólicamente análoga a la que mantienen los cuerpos causales de los entes que pertenecen a Su Rayo. Algunos cuerpos causales se hallan en el tercer subplano y otros en el segundo; su complejidad es excesiva y variada, produciendo formas geométricas, en cierto sentido similares a las descritas en los diagramas. Todo es actividad
    [e355] ordenada de los entes (cada uno persiguiendo [i422] su propósito autocentrado y siguiendo las inclinaciones del yo inferior cuyo lema es “Yo Soy”). Esto gradualmente cederá su lugar a la actividad ordenada de los grupos, en los cuales los entes reconocen la unidad de sus propios intereses y, por consiguiente, trabajan activa e inteligentemente y con propósito consciente por el bien del grupo colectivo. La vibración que ocultamente acompaña a la palabras “Yo Soy Ese” pronunciadas por los entes en el plano físico, empieza a hacerse sentir, aunque sólo muy débilmente. Muchos entes en distintos y lejanos lugares expresan dichas palabras a través de sus vidas, difundiendo así la vibración y poniéndola en movimiento, para contrarrestar el significado crudo y áspero de las palabras “Yo Soy”.

    Durante la sexta y séptima rondas los grupos activos y ordenados, pronunciarán la frase mántrica final, la cual no alcanzará su máxima vibración en este sistema solar. En este sistema dual el significado de las palabras “Yo Soy Ese” será consumado plenamente, porque en la tercera iniciación el iniciado capta su fuerza mántrica. No obstante, los iniciados de la sexta y séptima Iniciaciones no tendrán preponderancia en este sistema. Después de que la quinta ronda y las dos quintas partes de la familia humana hayan pasado la oscuración temporaria, los entes restantes habrán alcanzado aproximadamente los estados siguientes:

    Una quinta parte pronunciará mántricamente las palabras 'Yo soy Ese Yo soy”.

    Dos quintas partes alcanzarán la quinta iniciación y se conocerán a si mismo como “Yo soy Ese”. También irán respondiendo a una nota más elevada.

    Una quinta y media parte alcanzará la tercera iniciación, y se reconocerá, con plena conciencia, como “Yo soy Ese”.

    Los restantes entes recorrerán el Sendero, y comenzarán a reconocerse como grupo.

    [i423] En relación con lo que se ha dicho acerca de la segunda característica de manas, se puede esperar un desarrollo muy interesante durante el siglo próximo. Se trata de la intensificación comercial y de someter a la ley y al orden la vida de:

    La familia y grupos de familias.

    Las ciudades y grupos de ciudades.

    Las naciones y grupos de naciones,

    hasta que la raza humana, en todos los aspectos de su vida esotérica, se ajuste a la regla voluntariamente y con la comprensión manásica de la necesidad del grupo. Todo el esfuerzo mental, durante las próximas razas, será dirigido a sintetizar el esfuerzo, [e356] asegurando así el bien del grupo colectivo implicado. Ocurrirán muchos acontecimientos interesantes, y serán necesarios muchos experimentos; unos tendrán éxito, otros fracasarán antes de que manas o actividad intencionada, ordenada e inteligente, controle la vida de los pueblos de este mundo. No es posible ocuparnos de ello más detalladamente, pues el tema es demasiado extenso.

    Vamos ahora a tratar el tercer atributo de manas y su manifestación futura.

    c. Adaptabilidad. Como bien sabemos constituye el primer atributo aplicado al tercer Rayo o aspecto Brahma. Por lo tanto, se lo puede considerar, fundamentalmente, como el atributo de la inteligencia, que adapta el aspecto materia al aspecto Espíritu, y es la característica inherente a la materia misma. Actúa de acuerdo a dos Leyes, la de Economía y la de Atracción y Repulsión; la tarea del Mahachoan se desarrolla principalmente en esta vida. En consecuencia, los cuatro Rayos menores de Atributo, sintetizados en el tercer Rayo de Aspecto, Adaptabilidad o Inteligencia Activa, están implicados fundamentalmente; por lo tanto, el futuro de manas está involucrado en la creciente influencia de estos cuatro Rayos:
    [i424]

      1. Armonía, Belleza, Arte o Unidad.
      2. Ciencia o Conocimiento Concreto.
      3. Idealismo Abstracto.
      4. Magia Ceremonial.

    2. Desarrollo de La Mente Humana.

    Una vez que se comprenda, en cierta medida, los resultados futuros producidos por los cuatro tipos de fuerza mencionados anteriormente, y se estudie su relación con la adaptación de la materia al Espíritu (mediante la construcción de formas), los estudiantes presentirán cosas de profundo significado. Al predecir los desarrollos mentales en las cuatro direcciones indicadas y profetizar las realizaciones definidas, se puede indicar el camino que seguirá la ciencia concreta. Vamos pues a considerar estos cuatro tipos de fuerza o estas cuatro influencias planetarias, estudiándolas por separado, teniendo siempre en cuenta que:

      1. Cada una entró al poder en ciclos mundiales anteriores.
      2. Una de ellas, por provenir de nuestros Logos planetario, está siempre con nosotros, siendo la influencia o vibración más importante del planeta.
      3. El poder que ejercen algunas de estas influencias va desapareciendo en la actualidad, mientras que otras lo están [e357] adquiriendo.
      4. Estos cuatro rayos de atributo entrarán y saldrán del poder incesantemente durante lo que queda de esta ronda y de toda la quinta ronda; al finalizar esta última predominará el tercer Rayo de Aspecto; habiendo iniciado su trabajo sintetizador, su influencia será equiparada en la sexta ronda por la fuerza gradualmente creciente del segundo Rayo de Aspecto -los dos tipos de influencia se superponen. Durante la séptima ronda predominará la fuerza del segundo rayo, mientras que la influencia del tercero se debilitará. El primer Rayo empezará a hacerse sentir. Este Rayo, o sea el del [i425] Mahadeva (47) o Destructor, iniciará su segundo gran impulso sobre nuestra evolución planetaria mediante la oscuración de dos quintas partes de la familia humana. La impresión que producirá el primer Rayo sobre la familia humana, en este globo, podemos considerarla triple:

    Primero.
    Durante la individualización humana a mediados de la tercera raza raíz. Fue producida por una gran destrucción de las formas denominadas hombre-animal, y rara vez se ha presentado ese punto en las enseñanzas. El advenimiento de los Señores de la Llama y la tempestad eléctrica, introducida por el período del hombre, se caracterizó por los desastres, el caos y la destrucción de muchos seres del tercer reino de la naturaleza. Se implantó la chispa de la mente, y la fuerza de su vibración y el efecto inmediato de su presencia causaron la muerte de la forma animal, produciendo así la posibilidad inmediata de que los cuerpos causales, nuevamente vitalizados, vibraran con tal intensidad que tuvieron que adoptar nuevos vehículos. Esto constituye la manifestación del aspecto Voluntad en la cuarta ronda, en conexión con la familia humana.

    [i358] Segundo. Durante la quinta ronda, en el llamado Día del Juicio. La producirá la aparente destrucción de dos quintas partes de la familia humana; trasladará las unidades de conciencia inmanentes a esferas que estarán más [i426] de acuerdo a su etapa de evolución. Este acontecimiento será considerado entonces como una catástrofe; pero los Conocedores verán y sabrán, y también tres quintas partes de la familia humana comprenderán la razón.

    Tercero. Durante la final reabsorción, de la Mónadas perfeccionadas, en su fuente de origen en la séptima ronda. Esto traerá la oscuración y la destrucción de la forma. Prácticamente no existirá sufrimiento, pues los entes humanos implicados habrán llegado a una etapa en que podrán colaborar conscientemente en el proceso de abstracción. Se evidencia, por lo tanto, que en lo que respecta a la familia humana (los Manasaputras en encarnación), la cuarta, quinta y séptima rondas ocultan la clave del primer aspecto. En lo que respecta a los devas se halla oculta en la primera, segunda y sexta rondas. Para la entidad en involución, a la cual llamamos "espíritu del planeta”, está simplemente en la tercera.

    El tercer Rayo rige todo el tiempo, pues el segundo Rayo sólo entró en actividad en la segunda ronda. El tercer Rayo regirá simultáneamente con el segundo hasta el fin de la era; entonces empezará a oscurecerse en forma gradual a medida que el primer Rayo va ejerciendo influencia nuevamente. Recuérdese, sin embargo, que los tres se hallan siempre presentes. Simplemente es cuestión de grado y evolución cíclica.

    Podemos ahora entrar a considerar los cuatro Rayos menores que con el tercero constituyen la totalidad de manas, y también indagar de dónde podrá venir su influencia. El tema es tan estupendo que lo único que podemos hacer es tocar ciertos puntos; tampoco podemos extendernos sobre el desarrollo mecánico de las formas para utilizar las fuerzas. Todo esto está oculto en la ciencia de la electricidad. A medida que la ciencia exotérica descubra:

     

    Cómo utilizar el poder que se encuentra en el aire y cómo aplicar los fenómenos eléctricos para ser utilizados por el hombre.
    Cómo construir formas y cómo crear máquinas para contener y distribuir las fuerzas eléctricas de la atmósfera. [i427]
    Cómo encauzar la actividad de la materia y cómo dirigirla hacia ciertos fines.
    Cómo emplear la fuerza eléctrica que se encuentra en el aire para vitalizar, reconstruir y sanar el cuerpo físico;


    entonces se comprenderá el fenómeno de los Rayos, actuando en
    [i359] ciclos, y el hombre aprovechará inmensas oportunidades para producir efectos específicos durante ciclos determinados.

            a. Efectos de los Rayos. El Rayo de Armonía, Belleza y Arte, o el segundo aspecto manásico (adaptabilidad es el tercero), actuará de la manera siguiente:

    Se desarrollará la intuición gracias al conocimiento de las vibraciones del sonido y de las matemáticas superiores. Éste ya se ha iniciado exotéricamente.

    La música será reconocida como medio para construir y destruir, y se estudiarán las leyes de la levitación y el movimiento rítmico de todas las formas, desde un átomo hasta un sistema solar. Se practicará, en los dos planos inferiores, la manipulación de todo tipo de materia por medio del sonido, y cuando esté en proceso de realizarse la síntesis de los cuatro rayos en el tercero, se manifestará un conocimiento similar en el plano mental.

    Se permitirá, gradualmente, la publicación exotérica de las leyes del fuego. Existen veintisiete leyes ocultas que, en el estado actual de la evolución, sólo son reveladas después de la iniciación. En ellas se resumen las leyes básicas del color, de la música y del ritmo. Cuando la música produzca calor o estímulo y cuando por ejemplo, en los cuadros resplandezca o se revele lo subjetivo que se halla dentro de lo objetivo, entonces este cuarto Rayo de Armonía alcanzará su fructificación.

    Tengamos siempre presente con claridad la numeración de lo Rayos. Los números que preceden a los nombres se relacionan con la séptuple manifestación, y los números que siguen a los nombres tienen relación con la quíntuple manifestación de Brahma.
    [I428]

    Rayos de Aspecto: 1. Voluntad o Poder.  
      2. Amor o Sabiduría  
      3. Adaptabilidad o Inteligencia Activa 1
    Rayos de Atributo: 4. Armonía, Belleza o Arte 2
      5. Conocimiento Concreto o Ciencia 3
      6. Idealismo Abstracto 4
      7. Magia Ceremonial 5

    Debemos ahora continuar considerando los cuatro tipos de fuerza que emanan de ciertas grandes Entidades, y los futuros resultados del efecto producido sobre el hombre, recordando siempre que estas cuatro influencias (con su síntesis del tercer Rayo de aspecto) compendian en sí mismas el quinto principio logoico de manas. Son textualmente el efecto radiante de los Manasaputras divinos. A nosotros nos interesa principalmente los resultados que se producirán en los entes de Sus cuerpos.

    La entrada al poder de este cuarto Rayo (advenimiento que puede esperarse al fin de este ciclo menor, que se inició en 1924) [e360] producirá en cualquier momento la correspondiente actividad en conexión con el cuarto subplano de cada plano, comenzando por el cuarto éter físico. Esto producirá los siguientes efectos:

    Primeramente, los científicos del plano físico podrán hablar con autoridad acerca del cuarto éter, aunque no lo reconozcan como el inferior de los cuatro grados etéricos de sustancia: se comprenderá su esfera de influencia y su utilización, y “la fuerza” llegará a conocerse lo mismo que hoy se conoce el hidrógeno, como un factor de la materia o la manifestación eléctrica de energía dentro de límites precisos. Su manifestación ya puede verse en el descubrimiento del radio, así como en el estudio de las sustancias radiactivas y en la demostración electrónica. Este conocimiento revolucionará la vida del hombre; pondrá en sus manos lo que los ocultistas llaman “poder de cuarto orden” -en el plano físico. Permitirá
    [i429] utilizar la energía eléctrica para la regulación de su vida diaria en forma hasta ahora incomprensible; producirá nuevos métodos de iluminación y de calefacción a bajo costo y prácticamente sin gasto inicial. Quedará establecida como una realidad la existencia del cuerpo etérico; la curación del cuerpo físico denso a través del cuerpo etérico, mediante la utilización de la fuerza y de la radiación solar, reemplazará a los métodos actuales. La curación entonces asumirá prácticamente dos aspectos:

    1. Vitalización por medio de
      1. la electricidad,
      2. la irradiación solar y planetaria.
    2. Procesos curativos definidos, gracias al conocimiento oculto de
      1. los centros de fuerza,
      2. el trabajo de los devas del cuarto éter.

    Los transportes por mar y tierra serán en gran parte reemplazados, utilizándose rutas aéreas y desplazamientos de grandes aparatos a través del aire mediante la instantánea aplicación de la fuerza o energía inherente al éter mismo, que reemplazará los sistemas actuales.

    Los estudiantes de religión estudiarán la manifestación de lo que llamarnos “aspecto vida”, así como el científico estudia el llamado aspecto “materia”; ambos llegarán a comprender la estrecha relación que existe entre estos dos aspectos, con lo cual se llenará el antiguo vacío y cesará temporariamente la lucha entre la ciencia y la religión. Se pondrán en práctica métodos precisos para demostrar que la vida persiste después de la muerte del cuerpo físico, y la trama etérica será reconocida como factor operante.

    [e361] Se buscará la conexión entre los diferentes planos y se estudiará la analogía entre el cuarto subplano etérico y el cuarto plano o Ádico (el cuarto éter cósmico), pues nos daremos cuenta de que la vida de esas Entidades reconocidas como los Logos planetarios, fluye [i430] a través de nuestro esquema desde el cuarto plano cósmico en sentido muy especial, a través de todas las analogías menores. El alineamiento será el siguiente:

      1. El cuarto plano cósmico, el búdico cósmico.
      2. El cuarto éter cósmico, el cuarto plano del sistema, el búdico.
      3. El cuarto subplano, el etérico de nuestro plano físico.

    Existe una línea de menor resistencia en los planos del cosmos, que tiene una actividad especial en conexión con los Hombres celestiales, manifestándose en Sus propios planos y, en consecuencia, en conexión con los entes de Sus cuerpos en niveles inferiores. Se reconocerá la existencia de líneas de fuerzas que se extienden por todo nuestro esquema desde fuera del sistema, las cuales serán reconocidas como un hecho; los científicos las interpretaran como fenómenos eléctricos y los religiosos como la vida -fuerza vital de ciertas Entidades.

    Los estudiantes de filosofía tratarán simultáneamente de vincular estas dos escuelas de pensamiento, poniendo de manifiesto la inteligente adaptación de los fenómenos eléctricos denominados materia -ese material activo y energetizado que llamamos sustancia- al propósito vital de un Ser cósmico, Por lo tanto, en los tres campos del pensamiento, científico, religioso y filosófico, tenemos el principio de la formación consciente o la construcción del Antakarana, en el grupo designado como la quinta raza raíz.

    En el cuarto subplano del plano astral, se observará el proceso de una actividad similar. La afluencia de fuerza originará un estímulo astral en los cuerpos de muchos miembros de la familia humana que todavía se encuentran en dichos subplanos, y hará despertar el deseo de armonía en forma nueva. Este se desarrollará debidamente en la sexta subraza. Se ha de recordar que muchos de los Atlantes (hombres de la cuarta raza raíz) responderán al
    [i431] estímulo y encarnarán en esa época, porque el cuatro y el seis están íntimamente aliados, Tenemos otra analogía sugestiva en el hecho de que pronto se reconocerá la utilidad de los devas del cuarto éter; y que durante la sexta subraza la evolución dévica será extraordinariamente prominente. El cuarto plano es el de unificación para ciertos entes dévicos y humanos, y ciertos grupos (la cuarta Jerarquía creadora y la sexta Jerarquía dévica) tienen que agotar juntos un gran karma. Podemos ver ahora la suprema [e362] importancia de la Jerarquía humana, la cuarta en el orden consecutivo de planes o ideas:


    Segundo plano cósmico Siete Logos cósmicos
    Cuarto plano cósmico Siete Rishis de la Osa Mayor.
    Segundo plano solar Siete Hombres celestiales.
    Cuarto plano solar Siete centros de los Hombres celestiales en el cuarto éter cósmico.
    Cuarto subplano del plano físico solar Siete centros del ente humano en el éter de cuarto orden.

    Es evidente la belleza de este método de entrelazamiento, aunque momentáneamente no podamos comprender dónde se halla la relación en esta complejidad de entidades. Se ha de tener en cuenta que siempre consideramos la fuerza o energía vital de dichas entidades a medida que afluye a, y actúa por medio de, formas definidas sustanciales y materiales.

    En el cuarto subplano del plano mental habrá en el futuro inmediato un período de evolución intensificada para los entes que salgan de la quinta raza raíz y entren en otra raza, globo, cadena o esquema. En el cuarto subplano del quinto plano, reside el centro de interés y el día de la oportunidad para la raza actual. Aquí podrá observarse el despertar de la conciencia superior y el primer síntoma de que se percibe el cuerpo causal y hay una respuesta vibratoria al mismo. A este [i432] respecto debemos tener siempre presente que la periferia del cuerpo causal incluye a los átomos permanentes es el plano donde se llevan a cabo las pruebas y las iniciaciones mayores del Umbral y el campo de batalla del hombre, y desde allí ha de asegurarse el derecho a entrar en el Sendero, procurando controlar sus cuerpos inferiores que harán de él el amo y no el esclavo.

    De esta manera podríamos ampliar el concepto y llenar muchos libros con sugerencias sobre lo que podemos esperar durante los próximos siglos, pero no tiene ningún objeto extendernos sobre ello. Resumiendo estas ideas, podría decirse que en un futuro inmediato las realizaciones consistirán en utilizar la fuerza y la energía eléctricas para ajustar más armoniosamente la vida del hombre.

    Podría hacer una o dos sugerencias más acerca de la influencia de este cuarto Rayo de la mente. Primeramente diré que se ha dedicado más tiempo a considerar este Rayo de lo que será posible hacer con los otros, debido a que ocupa un lugar de suma importancia en esta cuarta cadena del esquema terrestre y en el cuarto globo, nuestro planeta. Cada Logos planetario envía Su influencia a las diferentes rondas, planos, cadenas, globos, razas y subrazas, de acuerdo a la relación numérica que tiene con el esquema
    [e363] del cual Él es la Vida vitalizadora. Momentáneamente, a medida que el ciclo avanza, estas formas se hacen receptivas y negativas, expandiendo así a la influencia positiva del Logos planetario.

    Algo más quisiera decir, pero sólo podré insinuarlo porque es de naturaleza esotérica y oculta. En la cuarta Iniciación la fuerza del Logos del cuarto Rayo es un factor vital. Mediante la aplicación del Cetro de Iniciación la energía de Su Vida es aplicada al Iniciado, o la fuerza eléctrica que emana del Cetro circula geométricamente a través de ciertos
    [i433] centros, produciendo el estímulo necesario. En la quinta Iniciación se siente similarmente la fuerza del tercer Logos, y en la sexta la del segundo Logos, mientras que en la séptima circula por el cuerpo del Chohan el fuego dinámico del primer Logos, todo lo cual podría clasificarse como sigue:

      1. La fuerza mágica del séptimo Logos se siente en la primera Iniciación.
      2. El fuego agresivo del sexto Logos se siente en la segunda Iniciación.
      3. La luz iluminadora del quinto Logos se siente en la tercera Iniciación.
      4. La vida armonizadora del cuarto Logos se siente en la cuarta Iniciación,
      5. El poder fusionador del tercer Logos se siente en la quinta Iniciación.
      6. El calor unificador del segundo Logos se siente en la sexta Iniciación.
      7. La electricidad dinámica del primer Logos se siente en la séptima Iniciación.

    Vamos a considerar brevemente la influencia futura del tercer rayo manásico de “Conocimiento Concreto o Ciencia”. Como ya se ha dicho en otra parte, este rayo es quien construye las formas, utiliza la materia y da cuerpo a las ideas o entidades, va sean cósmicas, del sistema, lunares o subhumanas. El Logos planetario de este quinto Rayo del sistema ocupa una posición peculiar en el esquema de las cosas. Personifica el quinto principio logoico de manas; sintetiza los esquemas de los cinco Kumaras, quienes son Brahma, si se los considera como la totalidad del tercer aspecto logoico. Sin embargo, dicho Logos no es el factor sintetizador de los siete esquemas, la total manifestación logoica, considerada como la unión de los aspectos segundo y tercero. Este punto es de primordial importancia y debe recordarse. La influencia de este Logos permite a la materia adaptarse científicamente a la forma;
    [i434] Su vida unifica siempre el tres y el cinco. Veamos si por medio de un ejemplo podemos simplificar la idea. Como ya se sabe, el quinto Rayo personifica el quinto principio. Por lo tanto Su influencia se hará sentir siempre en Sus correspondencias numéricas, [e364] porque es el Señor del quinto Rayo del sistema y el Regente del tercer Rayo manásico, si consideramos únicamente el tercer aspecto. En el momento de la individualización, o al venir a la encarnación los entes autoconscientes el quinto principio vinculó los tres superiores con los cuatro inferiores. Esto tuvo lugar en la tercera raza raíz y produjo una forma en la que habitó el Espíritu en el tercer subplano del quinto plano. Todas estas analogías merecen ser estudiadas detenidamente, pues la relación numérica no es casual. El poder del Señor del quinto Rayo del sistema actuó a través de ciertos esquemas, cadenas y globos y produjo ciertos resultados en las células y conglomerados de células en el cuerpo de nuestro particular Logos planetario. Este ejemplo se da a fin de elucidar e indicar la influencia relativamente importante que tiene un Logos planetario sobre otro durante las diferentes etapas de la evolución.

    Dicha influencia ha crecido y menguado desde entonces, desapareció durante la cuarta raza raíz y aumenta constantemente durante la actual quinta raza o Aria. La influencia del Logos planetario correspondiente no ha alcanzado todavía el cenit de su poder en nuestra raza. Durante el período inmediato Su fuerza eléctrica energetizadora afluirá a nuestro planeta y traerá nuevos descubrimientos relacionados con la materia y la forma, obteniéndose nuevas revelaciones concernientes a la energía de la materia.

    Durante las subrazas venideras el ciclo de este Logos empezará a desvanecerse mientras que la influencia de Su Hermano el cuarto Logos de Armonía alcanzará su cenit en esta ronda. Durante la quinta ronda el poder o radiación eléctrica del quinto Logos se sentirá de nuevo fuertemente porque es Su ronda; y así como Él fue en gran parte responsable del estímulo manásico dado al hombre-animal en la tercera raza raíz, también en
    [i435] la quinta ronda será uno de los factores responsables que producirá esa gran separación denominada “Día del Juicio”. Recuérdese respecto a esto que dichos Logos -cuando ejercen su influencia a través de un esquema o cualquier septenario operan por medio de sus correspondencias numéricas en las cadenas y globos. Durante la quinta ronda, por ejemplo, o en la quinta cadena (un centro en el cuerpo del Hombre celestial), recibirá este quinto tipo de fuerza, la transmitirá y la hará circular a través de otras cadenas, por medio del quinto globo de dichas cadenas. Hasta que la raza no haya evolucionado más, el misterio quedará sin develar, y la incapacidad del hombre para descubrir la numeración de los esquemas, cadenas y globos, o para saber si se cuentan de adentro afuera o viceversa, permitirá ocultar lo que ha de quedar incógnito.

    La influencia de este quinto Logos se hará sentir ahora de
    [e365] manera muy considerable en el quinto subplano de todos los planos, especialmente en los tres mundos del esfuerzo humano, y como aquí nos ocupamos del hombre, podemos contar de “abajo arriba” como erróneamente se dice. Por lo tanto la unidad mental de los hombres en esta quinta subraza, recibirá un acrecentado estímulo que permitirá al hombre vibrar en el quinto subplano, que literalmente es el tercer subplano del nivel abstracto del plano mental, donde se halla el cuerpo causal. En consecuencia, la quinta espirilla entrará en actividad, y la fuerza eléctrica o corriente fohática fluirá a través de ella, permitiendo a los hombres que hayan alcanzado la adecuada etapa, utilizar esta fuerza a fin de pasar la primera iniciación.

    A medida que esta quinta influencia se haga sentir cada vez mas, sus efectos se percibirán en el plano astral como control consciente e inteligente, basado no tanto en el deseo de obtener armonía, sino en el deseo de manipular, en forma científica e inteligente, la materia astral. Cuando ello ocurra, comenzará a hacerse sentir el psiquismo superior. En el plano físico presenciaremos gran número de interesantes fenómenos eléctricos, y el Manu tendrá grandes
    [i436] oportunidades para separar razas, segregar tipos y sumergir y desprender continentes. Éste es el rayo de la fuerza separatista, y el lugar que ocupa como factor en la construcción y destrucción de formas es muy interesante.

    Cabría aquí preguntar ¿ cómo podría interpretarse todo esto en términos de fuego, a fin de conservar la solidez de la forma mental de este libro? Siempre que se emplean las palabras influencia, radiación o poder de un Rayo, se ha de inferir que tratamos de fenómenos eléctricos o energía de alguna clase. Esta energía o manifestación eléctrica, este “misterio de la electricidad” al cual H. P. B. se refiere, (48) es la base de toda manifestación y se halla detrás de toda evolución. Produce una luz que va siendo cada vez más brillante; construye y moldea la forma de acuerdo a las necesidades de la entidad inmanente; produce coherencia y actividad grupales: es el calor que produce todo crecimiento e impulsa no sólo las manifestaciones de los reinos vegetal y animal sino que induce a la interacción entre los entes humanos, y se halla detrás de todas las relaciones humanas. Es magnetismo, radiación, atracción, repulsión, vida, muerte y todas las cosas; es propósito consciente y voluntad esencial en manifestación objetiva, y quien haya descubierto lo que se halla detrás de los fenómenos eléctricos ha resuelto no sólo el secreto de su propio Ser, sino que conoce su lugar dentro de la esfera mayor, el Logos planetario; es consciente de la Identidad de esa Existencia cósmica que llamamos Logos solar, y sabe más o
    [e366] menos el lugar que ocupa nuestro sistema y su relación eléctrica con las siete constelaciones.

    Corresponde ahora tratar la influencia ejercida por una fuerza que está decreciendo y perdiendo su predominio, la del sexto Rayo de Devoción o Idealismo. No será posible decir mucho acerca de éste, aparte de exponer ciertas ideas generales que serán de utilidad para alcanzar una perspectiva general de los ciclos de Rayo.

    [i437] Estas influencias de rayo actúan, en todos los casos, a través de sus puntos focales (macro y microcósmico) constituyendo los centros etéricos. En lo que respecta a todos los seres, dichos centros son siete y están formados de entes dévicos y humanos que actúan grupalmente, o de vórtices de fuerza que contienen en latencia y mantienen en actividad ordenada células que tienen la potencialidad de manifestarse en forma humana. No ha de olvidarse la verdad esotérica de que todas las formas de existencia pasan, en alguna etapa de su carrera, por el reino humano.

    Los Rayos cósmicos, que vienen de fuera del sistema, hacen impacto sobre, y a través de, los centros que se hallan en el segundo éter cósmico, pero en el actual estado de objetividad, se hacen visibles en el cuarto éter cósmico del sistema, el plano búdico.

    Uno de los Rayos cósmicos permanentes es el de nuestro Logos, y los subrayos de este rayo impregnan todo Su sistema. Otros seis Rayos cósmicos, que animan a otros sistemas, influyen sobre el nuestro y se reflejan en los subrayos de nuestro Rayo logoico. Nuestros Hombres celestiales responden a estas seis influencias cósmicas. Absorben dicha influencia puesto que son centros del cuerpo logoico, la pasan a través de Sus esquemas, la hacen circular por Sus centros (cadenas) y la transmiten a otros esquemas, coloreándola con Su matiz y cualificándola con Su nota o tono peculiar. Todo el sistema de influencia de rayo o calor irradiante, considerado tanto física como síquicamente, constituye una interacción y circulación intrincadas. La irradiación o vibración pasa, en ciclos ordenados, de su fuente original, o sea el Rayo Uno o Logos del sistema, a los diferentes centros de Su cuerpo. Desde el punto de vista físico, esta fuerza de Rayo es el factor que energetiza la materia, desde el punto de vista síquico es la facultad cualitativa. Esta fuerza o cualidad pasa y circula de un esquema a otro, de una cadena a otra, de un globo a otro, agregando y, al mismo tiempo, absorbiendo y retornando a su punto focal con dos notables diferencias:
    [i438]


      1. El calor que irradia se intensifica.
      2. El carácter o color cualitativo aumenta.


    Es igualmente notable el efecto que produce sobre la forma, pues el calor o cualidad de un Rayo afecta no solo a la psiquis del
    [e367] hombre, del Logos planetario y del Logos solar, sino que también tiene un efecto definido sobre la sustancia material misma.

    Las influencias de Rayo actúan igualmente sobre las Jerarquías dévica y humana, puesto que lo hacen en un cuerpo planetario o logoico. Se podrá aclarar la idea si tenemos presente que todas las formas son duales, tanto en la evolución como en su naturaleza esencial, producto del trabajo de los Constructores (fuerzas dévicas) y de la inteligencia activa (entes humanos); ambos son indivisibles en el divino Hermafrodita u Hombre celestial; siendo estimulados en ambos aspectos de su Ser por la influencia que ejerce el rayo. Clasificaremos estas ideas de la manera siguiente:


     

      Entidad Centros de Fuerza Manifestación síquica Manifestación física
    1 Logos solar Hombres celestiales. Energetizan y son vida activa. Devas constructores. Trabajan con materia; mantienen la vida. Un sistema solar
    2 Logos Planetario Entes grupales humanos Devas constructores Un esquema
    3 Un hombre Siete centros etéricos Constructores elementales Los cuerpos

    Cada una de estas divisiones puede ser estudiada por separado y, en el transcurso del tiempo (cuando se pueda transmitir más libremente y sin peligro la información acerca de los devas), se verá que el Señor deva de un plano, por ejemplo, actúa a través de centros de fuerza, se manifiesta objetivamente por medio del color, que es su expresión síquica, y anima la materia de [i439] un plano así como un Hombre celestial anima Su esquema. La idea puede extenderse también a las cadenas, globos, razas y rondas. Siempre existe la dualidad -las manifestaciones humana y dévica son la suma total y siempre irán a la par la energía y la cualidad.

    Al desvanecerse la influencia de rayo en una raza, un planeta, un esquema o un sistema solar, no ha de suponerse que se anula por completo, simplemente ha pasado más allá de la periferia de cualquier “círculo no se pasa” que ha estado energetizando, y la fuerza de Su influencia se enfoca en otra parte. El receptor original se convierte en canal o agente transmisor y no en recipiente o absorbente. Nuevamente las palabras entorpecen y demuestran cuan inadecuadas son para expresar una idea. Lo que el estudiante debe reconocer es que, durante el ciclo de influencia de un rayo, el objeto de su atención inmediata es recibir dicha influencia y absorberla, trasmutándola de acuerdo a su necesidad; por lo tanto no queda mucha influencia disponible para ser trasmitida. Cuando
    [e368] el ciclo se acerca a su término se hará sentir cada vez más en otro lugar la influencia del rayo o magnetismo, hasta que, prácticamente, ésta haya pasado sin ser absorbida.

    Esto es, precisamente, lo que comienza a suceder en relación con el sexto Rayo de Devoción. Los Egos que se encuentran en dicho Rayo tomarán forma en otros globos y cadenas y no tanto en nuestro planeta. En lo que a nosotros respecta, las vibraciones de ese Rayo se aquietarán, aumentando su actividad en otro lugar. En otras palabras, podemos decir que nuestro planeta y todo lo que éste contiene se convertirá en positivo, ya no será receptivo, y rechazará momentáneamente este tipo particular de fuerza. Una manifestación síquica de esto puede observarse en el decreciente entusiasmo cristiano. Dicho rayo, al cual pertenece el Chohan Jesús no derramará su fuerza, como lo ha hecho hasta ahora sobre la forma que El construyó y, lógicamente, se desintegrará en forma lenta, pero segura, después de haber servido su propósito
    [i440] cerca de dos mil años. Más tarde esta misma fuerza volverá a hacerse sentir y una nueva forma vendrá lentamente al ser, pero en forma más adecuada.

    En consecuencia, se evidencia que el conocimiento de estos ciclos y de la fuerza de la manifestación u oscuración de un Rayo, conducirán con el tiempo a actuar con la Ley y a colaborar inteligentemente con el plan de la evolución. Puede afirmarse aquí que los siete Kumaras (los cuatro exotéricos y los tres esotéricos) colaboran con esta ley y actúan, esotérica o exotéricamente, de acuerdo al Rayo que está asumiendo el poder, excepto el primer Kumara o Logos de nuestro esquema quien, por ser el punto sintetizador de todos, permanece siempre en actividad objetiva.

    La actividad de este sexto Rayo rige la oscuración o manifestación de un sistema y de un esquema, con todo lo que influyen tales manifestaciones. De allí el énfasis que todos los libros de ocultismo ponen en el estudio de los ciclos y en la diferenciación de los cien años de Brahma en sus partes componentes. Este conocimiento encierra el misterio del Ser, de la fuerza eléctrica y de la síntesis fohática.

    No haré mayores comentarios sobre los efectos futuros del Rayo que está entrando en una oscuración temporaria, en lo que a nosotros concierne. Más adelante trataremos con mayor extensión de la que se ha dado a los otros Rayos, el tema del séptimo tipo de fuerza que está asumiendo el poder, por lo tanto, es un factor vital en la evolución inmediata del hombre.

    El quinto principio de Manas ya empieza a manifestarse, principalmente, por medio del séptimo tipo de fuerza (el quinto, si consideramos únicamente el aspecto Brahma de la manifestación). Por
    [e369] consiguiente, se evidenciará de inmediato que este Rayo entrante se halla en la actualidad en una situación peculiar y su influencia se manifestará bajo condiciones muy favorables. Está derramando su fuerza sobre el [i441] séptimo plano, el físico, durante la quinta raza raíz y la quinta subraza, en consecuencia, la oportunidad es grande. En todo lo dicho con respecto a los Rayos es evidente que desde el presente punto de vista dos de ellos conciernen predominantemente a la evolución del hombre: El Cuarto Rayo de Armonía, que es el Rayo dominante del ciclo mayor, incluyendo la cuarta ronda y el cuarto globo, y el Séptimo Rayo de Magia Ceremonial, una de las principales influencias relacionada con todas las manifestaciones objetivas. Estos dos Rayos o la fuerza de estos dos Logos planetarios son, en gran parte, el instrumento para producir coherencia en nuestra cadena, la cuarta del cuarto esquema, y en nuestro globo físico, la Tierra. El cuarto y el séptimo actúan recíprocamente; uno actúa temporariamente como fuerza negativa y el otro como fuerza positiva.

    El quinto Kumara, el Señor del séptimo Rayo (porque es necesario tener en cuenta Su posición dual como uno de los vórtices de la estrella de cinco puntas de Brahma, y como uno de los triángulos del séptuple cuerpo logoico) ocupa la posición peculiar de Regente de los Devas Constructores del plano físico, los devas de los éteres en colaboración con su Señor deva, quien guía y dirige la producción de la forma, valiéndose de ciertas palabras esotéricas Trabaja por medio del cuerpo etérico de todas las formas y gracias a la fuerza que fluye de El podemos esperar ese acrecentado estímulo en la materia del cerebro etérico, la cual hará que el cerebro físico pueda recibir la reveladora verdad superior; ello pondrá en manos de los cientistas los secretos de los éteres cuarto y tercero. El desarrollo de la materia del cerebro se efectúa paralelamente a la de su analogía atómica: en la vitalización de la quinta espirilla y en la consiguiente acción refleja de la séptima, se ha de ver en qué forma la mente del hombre alcanza proporciones y realizaciones inimaginables, ni soñadas hasta ahora.

    [i442] Podemos considerar en tres direcciones el efecto de esta fuerza entrante:

    Primero.
    El tipo de fuerza o la cualidad logoica, con sus funciones y objetivos.

    Segundo.
    Su trabajo en relación con

      1. el reino animal,
      2. el reino humano,
      3. el reino dévico.

    Tercero. Los resultados que se pueden esperar durante los siglos venideros.

    [e370]
    El tipo de fuerza, es decir, la naturaleza del Hombre celestial del séptimo Rayo, es fundamentalmente constructivo. Será necesario que tratemos aquí algo sobre Su carácter y el lugar que ocupa en el esquema logoico, pero advirtiendo la necesidad de abstenerse de personificar y exteriorizar. El Hombre celestial del esquema que personifica al Rayo de Magia Ceremonial es uno de los transmisores principales de la radiación del Sol al sistema, y tiene estrecha conexión con el kundalini logoico. Aquí hay una insinuación. El Señor Raja de los niveles etéricos del plano físico trabaja en estrecha asociación con Él; esto se comprenderá si tenemos en cuenta que el Señor de un plano constituye la actividad personificada de dicho plano. Es la fuerza energetizadora que se expresa como identidad unificada en la materia de un plano; por consiguiente, tendremos alguna idea de la coherencia de Su mutuo trabajo, si tenemos en cuenta que:

    El Señor Raja de un plano es la suma total de la sustancia de ese plano.

    El Logos planetario, que está más estrechamente vinculado con cualquier plano determinado, constituye su cualidad y color.

    Todo se realiza gracias a la acción y trabajo mancomunado de ambas Entidades -el Señor de los Constructores construye
    [i443] las formas que el Señor de la Vida utiliza para desarrollar la conciencia interna.

    La fuerza o vibración de cualquier Rayo se puede compendiar como:

    1. El propósito inteligente de una Entidad, un Logos planetario.
    2. Su energía vital actuando en Su cuerpo de manifestación por medio de, y sobre Él.
    3. Su radiación magnética al afectar (aunque en grado menor) a Sus Hermanos en manifestación.
    4. Su cualidad o color peculiar, su principal aspecto psicológico, manifestándose por medio de Sus propias actividades, dentro de Su propio esquema.
    5. El efecto de esa cualidad, según la influencia de Sus Hermanos, dentro del cuerpo colectivo del Logos solar.
    6. Su fuerza vital, al irradiarla más allá de su propia periferia como energía activa y actividad estimulante, por ser, literalmente, uno de los aspectos de Fohat. El aspecto actividad de un Hombre celestial es un aspecto de Fohat, así como Brahma es la suma total de Fohat. En virtud de su [e371] manifestación física los Hombres celestiales y Sus Hermanos son Fohat.


    Si se tiene esto en cuenta, se verá que cada uno de los Logos planetarios, conjuntamente con un Logos solar y Sus reflejos, los seres humanos, se manifiestan por medio de aspectos.

    En su totalidad son la expresión del Logos encarnante; en un caso Su energía fohática construye los reinos de la naturaleza proporcionándoles un Cuerpo; en otro, les proporciona su valor síquico y, finalmente, por medio de todos ellos, se manifiesta como Existencia o Ser. Se pueden establecer clasificaciones similares respecto a un Hombre celestial y a un ser humano, haciendo resaltar siempre el desarrollo del aspecto medio o síquico.

    [i444] Teniendo presente estas ideas se podría [i445] percibir con mayor claridad lo que implica la entrada o salida de un Rayo como el actual. En el caso particular que consideramos tenemos la entrada de un Rayo que está íntimamente vinculado con el plano de manifestación, el físico, el cual es (dentro del ciclo mayor) responsable de la existencia misma del hombre y la fuente de su esperanza futura.

    Este séptimo Rayo (quinto) se manifiesta siempre durante el período de transición de un reino a otro; lo cual encierra el misterio de la forma particular en que ha de prestar servicio su Logos planetario. Rige los procesos de:

    Transmutación.
    Encarnación.
    Trasferencia.

    En estas tres palabras está compendiado Su trabajo vital y expresada la naturaleza de esta gran Entidad que preside los procesos de mezclar, fusionar y adaptar. Dicha Entidad mediante el conocimiento del Sonido cósmico, guía a las fuerzas de vida de ciertas entidades solares y lunares de una forma a otra y constituye el vinculo existente entre el alma que espera encarnar y su cuerpo de manifestación. Esto es verdad respecto a la encarnación de un hombre, un grupo, una idea o de todas las entidades de grado menor al del Ser solar, que se manifiestan a través de un globo, o el regente del globo regido por el Logos planetario. Todas las entidades de rango superior al de este gran Ser evolutivo vienen a la encarnación mediante el trabajo vinculador de un Ser que se halla fuera del sistema. En todos los períodos de transferencia de la vida de un sistema a otro, un esquema a otro, una cadena a otra,
    [e372]

     

    III. CLASIFICACIÓN

    LOS ASPECTOS Y LA EVOLUCIÓN

     

    Aspecto Manifestación Objetivamente Subjetivamente Aspecto Evolutivo
    Actividad Los Siete Hermanos Siete Centros Etéricos Siete Tipos de Fuerza Involución y Evolución de los reinos de la naturaleza
      Suma Total .......... Fuego por Fricción, Brahma o aspecto materia. La Madre.    

    Amor-Sabiduría

    Dragón de Sabíduría

    Siete Hombres celestiales Siete Esquemas Siete Rayos Siete tipos de Mónadas humanas y dévicas
      Suma Total............. Fuego solar. Aspecto Vishnú. Subjetividad o psiquis. El Hijo en manifestación    
    Voluntad Siete Entidades cósmicas Siete Hombres celestiales Siete cualidades Siete Jerarquías
      Suma Total........... Fuego Eléctrico, la Vida Una. Mahadeva. Espíritu    

     

     

     

    [e373] esta Deidad cósmica ejerce Su poder e influencia. En todos los períodos de menor transición de la vida producida [i446]



    de un globo a otro,
    un plano a otro,
    un reino de la naturaleza a otro,



    el Señor del séptimo Rayo desempeña una función similar. En esto reside la razón de por qué Su fuerza afluye en la actualidad, pues es necesario un profundo movimiento de realización y se está produciendo una transferencia que demanda Su tipo de energía particular. Se están transfiriendo ciertos grupos de Mónadas humanas y dévicas, del reino humano al quinto o espiritual. Durante Su ciclo, que durará más o menos dos mil quinientos años, un número específico de hombres entrarán en el Sendero de Iniciación y por lo menos recibirán la primera Iniciación, transfiriendo así su centro de conciencia de lo puramente humano a las primeras etapas de lo espiritual.

    Durante este mismo ciclo tendrá lugar una transferencia de unidades del reino animal al humano, en la quinta cadena, y de ésta a otra, produciendo un periodo de actividad aún mayor que la de nuestro propio globo. Similarmente, puede decirse (aunque no es posible dar más que un indicio), que la fuerza del Transferidor cósmico está entrando en actividad, debido a la transferencia, durante este ciclo, de un grupo especial de entes altamente avanzados de los reinos humano y dévico (miembros de la Jerarquía oculta) a otro esquema. También ciertos entes entre los Señores Lipikas están aprovechando esta influencia cósmica para transferir su actividad a otro sistema, dando lugar a otros, Quienes agotarán el karma de la nueva era. El poder de estos agentes impregna todo el globo y se extiende a todas las cadenas y esquemas que se encuentran en su camino. Afectará fundamentalmente al reino vegetal, oscureciendo viejas especies y trayendo nuevas; actuará en el reino mineral y dará un nuevo ímpetu a los procesos químicos, poniendo en libertad, incidentalmente,
    [i447] a unidades radiactivas, con la consiguiente ampliación de los conocimientos de la ciencia. Los reinos elementales y las almas grupales que en ellos se encuentran, facilitarán la transferencia de átomos.

    Los efectos de este Rayo son de gran alcance tanto en los entes dévicos como en los humanos en sus diferentes mundos, lo cual creara nuevos medio ambientes para utilizar los nuevos tipos y harán que surjan características totalmente nuevas en la raza humana.

    Hemos considerado, en cierta medida, el tipo de fuerza que se expresará por medio del séptimo Rayo; hemos visto que es el gran
    [e374] agente del Logos, que transmuta y transfiere. Hemos visto también que ejerce un poderoso efecto, tanto en los entes dévicos como en los humanos; hemos encontrado que la principal función del Logos del séptimo Rayo es, más que nada, la adaptación o modelamiento de la forma, para adecuarla a las necesidades de cualquier Entidad particular. En todo trabajo constructivo de crear formas entran ciertos factores que es necesario enumerar, porque conciernen vitalmente a este particular Hombre celestial y al plano físico, en el cual estamos sometidos a la experiencia. Estos factores son:

    Primero. La voluntad
    o propósito centralizado de alguna entidad.

    Segundo.
    El material por medio del cual la vida se propone manifestarse Dicho material, como sabemos, se encuentra en siete grados y en cuarenta y nueve subgrados dentro del “círculo no se pasa”.

    Tercero. Los Constructores
    que son el vehículo del propósito divino y moldean la materia de acuerdo a un plan determinado. Estos constructores desarrollan las formas de su propia naturaleza y sustancia

    Cuarto. El plan,
    de acuerdo al cual se desarrolla el trabajo; el plan es impartido a los Constructores y está latente en su conciencia. Desarrollan de adentro afuera la forma del Gran Hombre celestial de los Hombres celestiales de los entes humanos
    [i448] y de todas las formas, y producen las Existencias autoidentificadas, de manera similar a como la madre construye y produce con materia de su propio cuerpo un Hijo consciente que evidenciará ciertas tendencias raciales; sin embargo será independiente, tendrá conciencia y voluntad propias y se manifestará en forma triple. Se ha de tener siempre en cuenta la similitud que existe entre la evolución dévica y la esencia que ellas manipulan.

    Finalmente. Ciertas palabras o sonidos
    mántricos (49) los cuales
    [i449] -emitidos por una Vida mayor- siempre impulsan a las vidas [e375] menores a cumplir un propósito constructivo. Dichas Palabras son pronunciadas por:



    Un Logos solar. La triple Palabra da lugar a una séptuple vibración.

    Un Hombre celestial, que al pronunciarla lleva a Su esquema y a todo lo que contiene la objetividad evolutiva.

    La Mónada, cuya triple palabra da lugar a una séptuple vibración.

    El Ego, quien al pronunciarla en forma sonora, produce un ser humano en los tres mundos.



    Deberá observarse detenidamente la analogía que existe entre estos cuatro.

    [e376] Ciertas Palabras corresponden a distintos aspectos; las Palabras del primer aspecto ponen en vibración a la materia que evoluciona a través de los siete ciclos de sistemas solares; su relación con las Palabras del presente sistema solar, es análoga a la que existe con la sustancia primordial, base de nuestra presente creación. Las Palabras del segundo aspecto nos conciernen muy de cerca, aunque las Palabras de Brahma están, en la presente etapa, más estrechamente conectadas con nuestro trabajo en el plano físico. Tales Palabras, en lo que respecta a los tres mundos, constituyen, en gran parte, un grupo de mántram, oculto en la conciencia de los Señores de los Rayos quinto y séptimo; mediante la emisión inteligente de dichas Palabras, el tercer aspecto (el aspecto Brahma o manásico) se pone en contacto con el primer aspecto y produce lo que llamamos el “Hijo Consciente” o Sol. En el plano mental las Palabras son emitidas por el Señor del quinto Rayo, causando una vibración no sólo en lo que podríamos denominar 'los niveles inferiores”, sino que produce también una respuesta en el plano primero o arquetípico [i450] e igualmente en el plano mental cósmico. Las Palabras emitidas por el séptimo Logos, en el plano físico, producen los resultados siguientes:

    Primero. Introducen los átomos permanentes dentro de su alma grupal, o sea la unión de la materia y la conciencia.

    Segundo.
    Conducen la corriente de vida a cualquier reino determinado, o sea la fusión de las forma y la conciencia.

    Tercero.
    Transfieren la vida consciente y sensible de una forma a otra, de un grupo a otro, de un reino a otro, dentro de las jerarquías.

            El quinto Rayo tuvo que actuar o ejercer su influencia, en conexión con el reino humano, a fin de producir la autoconciencia dentro de la forma consciente.

    En consecuencia, podrá observarse que cuando el adepto entrenado emite el sonido a través de la línea de fuerza, no sólo puede utilizar la actividad dévica para producir ciertos resultados en conexión con el aspecto forma de la manifestación, sino también impulsar a la vida interna a que desarrolle una actividad definida. De allí el gran peligro, como ya se ha dicho frecuentemente, de dar a conocer estos mántram, y la necesidad de evitar su tergiversación y mal uso. El poder que domina la forma y la fuerza, se halla en las manos de quienes han realizado tres cosas

    Primero.
    Han desarrollado la conciencia del grupo del cual forman parte.

    Segundo.
    Han aprendido el secreto de las notas y los tonos a los cuales responde dicho grupo.
    [e377]

    Tercero. Han aprendido cierto conjunto de palabras y frases y el método adecuado de entonarlas y cantarlas.

    No pueden obtener resultados fuera de la periferia del grupo de cuya conciencia participan. Por ejemplo: Un adepto puede trabajar con las formas y las fuerzas dentro
    [i451] del “círculo no se pasa” de su propio Logos planetario, dentro de los tres mundos, dentro del “circulo no se pasa” del polo opuesto de su Logos o del “círculo no se pasa” de los tres Logos planetarios que forman un triángulo en el sistema. Tampoco puede ejercer este poder en los planos superiores ni dentro de las esferas de los esquemas sintetizadores y neutrales. Después de la sexta Iniciación su poder se extiende a los dos planos más allá de los tres mundos, el búdico y el átmico, y dentro de las esferas de todo el aspecto Brahma, y si lo visualizamos como la totalidad de los esquemas de los cinco Kumaras, constituyen Brahma. En la séptima Iniciación, el adepto ejerce poder en los siete planos y en todos los esquemas, conoce todas las Palabras sagradas y puede trabajar con materia de todos los grados, emitir todas las notas y controlar todos los tipos de fuerza. Está en condiciones de guiar la vida hacia regiones fuera de la esfera solar de influencia. Pero en el plano físico trabaja principalmente con las palabras del séptimo Logos, clasificadas en cinco grupos:

    1. Mántram que se refieren a la materia etérica y controlan a los devas de los éteres.
    2. Mántram que se relacionan con la materia física densa y controlan a la evolución subhumana, por medio de ciertos grupos de devas.
    3. Palabras especialmente vinculadas a la Jerarquía humana, que están muy cuidadosamente resguardadas para que el hombre no las conozca.
    4. Palabras concernientes a la evolución dévica, las cuales controlan y someten, a diferentes grupos de devas, a la voluntad de quien las emite. Estas son, en muchos sentidos, las más peligrosas y todo conocimiento respecto a ellas no es impartido a ningún hombre cuyo rango sea inferior al de un iniciado de tercer orden.
    5. Palabras que afectan al aspecto vida de la manifestación y que introducen la vida en la forma o la extraen de ella.

    [i452] Hay un sexto grupo, estrechamente vinculado con la manifestación eléctrica, que comienza a manifestarse en las fórmulas de los científicos y de los estudiantes de radiactividad y de fenómenos eléctricos; pero, afortunadamente para ellos, son todavía fórmulas escritas y no son revestidas de sonido.

    [e378] En esta breve dilucidación del tema de los mántram, hemos podido reconocer que “aún no ha llegado el momento” para su publicación. La difusión de las fórmulas mántricas no tendría ninguna finalidad inmediata. Inevitablemente llegará el día en que serán conocidas, pero en la actualidad su conocimiento no beneficiará a nadie por las siguientes razones:

    No es suficiente conocer las cosas ocultas para utilizarlas inteligentemente.

    Es mucho más beneficioso para el Ego desarrollar la intuición por medio de la aspiración, el esfuerzo, el fracaso y el renovado esfuerzo, a fin de lograr el triunfo, que los rápidos resultados obtenidos mediante el empleo del sonido.

    Las “Palabras” se emplean para manipular la materia y moldearla en la forma, de acuerdo a la línea de evolución. Mientras la facultad interna de clarividencia no se haya desarrollado en cierta medida, el conocimiento de los mántram es prácticamente inútil, y hasta puede constituir una amenaza. Cuando un hombre ve que es necesario corregir o reajustar el vehículo de un hermano y es capaz de despertar en éste el deseo de corregir lo incorrecto puede ayudarlo inteligentemente gracias a la visión y al sonido. Reflexionen sobre esto porque explica la razón para resguardar dichas palabras.

    Antes de que los sonidos puedan ser comunicados ha de haber desinterés, visión y sinceridad de propósito. Algunas veces hay desinterés y sinceridad, pero el uso esotérico de la visión interna es todavía muy raro.

    Se ha de recordar (al estudiar el tema del Rayo entrante, los efectos que pueden esperarse de su influencia) que sólo estamos considerando el aspecto
    [i453] mente de las tres evoluciones. No tengo la intención de decir mucho sobre el desarrollo humano, aparte de lo que ya se ha indicado en páginas anteriores; una insinuación será suficiente para el verdadero estudiante; sin embargo, puedo dar un amplio delineamiento de los desenvolvimientos venideros y clasificar los resultados que se han de esperar. Sólo son posibles algunas sugerencias.

    Desenvolvimiento universal de la visión etérica. Obedece a dos causas:

    Primero, al reconocimiento científico de que existen niveles etéricos lo cual liberará a las personas del temor a la opinión pública adversa, permitiéndoles revelar lo que individualmente sabían hace tiempo. Incluso hoy la visión etérica es relativamente común: pero rara vez se comenta por temor a ser criticado.

    Segundo, a la creciente actividad que despliegan los devas de los éteres, quienes infunden una mayor vibración activa a la
    [e379] materia de los niveles etéricos, con la consiguiente acción refleja en el ojo del hombre.

    Acrecentada actividad mental
    y la difusión de la educación de tipo mental concreta. Esto dará por resultado:

    La acrecentada competencia entre entes y grupos.

    La organización de los negocios en líneas hasta ahora no soñadas.

    La fundación de grupos y conglomerados de grupos, cuyo único propósito será sintetizar todas las líneas del esfuerzo humano, a fin de unificar los esfuerzos y economizar fuerzas en los mundos científico, comercial, filosófico, educativo y religioso.

    La fundación de facultades de medicina, de acuerdo a las nuevas líneas, cuya finalidad será estudiar el cuerpo etérico, su relación con el físico denso y sus funciones
    [i454] como receptor, acumulador y transmisor de los fluidos vitales del sistema.

    La fundación de una nueva Iglesia, la cual ya no tendrá sentido devocional o idealista, sino que será un retoño del antiguo idealismo manifestándose por medio de formas mentales, se basará en el reconocimiento científico de la existencia de los mundos invisibles y su debida comprensión y corroboración, por medio de un ajustado ceremonial científico. Este ceremonial de la Iglesia Universal, por cimentarse en la unidad mental de todos los pueblos, no será como el conocido actualmente, constituirá la cuidadosa y dirigida utilización científica del sonido y del color, para producir ciertos fines deseados, tales como alinear el Ego, influenciar a los grupos, establecer contacto con la Jerarquía oculta, colaborar con los devas a fin de desarrollar los fines constructivos de la evolución, y muchas otras cosas que surgirán cuando la ciencia comprenda la constitución del hombre, la naturaleza de la vibración o radiactividad, y la comprobada realidad de lo que hasta ahora sólo fueron hipótesis metafísicas y dogmas religiosos acerca del mundo invisible, del pensamiento y de la existencia espiritual.

    Una acrecentada facilidad para acercarse al Sendero.
    Esto tendrá su fundamento en el hecho de que muchos seres humanos poseerán un conocimiento personal de los poderes y de las fuerzas regentes y, probablemente ya se hallarán en el Sendero de Probación o serán iniciados de primer grado. De esta manera, se
    [e380] desvanecerá el actual escepticismo. El peligro entonces provendrá de otra dirección, se derivará de la influencia misma de este Rayo: el peligro de cristalizarse en la forma hará que el verdadero y fervoroso espiritualista llegue a ser algo raro siendo reemplazado por el aspirante científico. [i455] El ocultista verdadero es científico y consagrado; si ambos no se fusionan, el místico y el hombre están en peligro de practicar magia negra, pues los rige el intelecto y no el desinterés. Hay también peligros incidentales que derivan del contacto con la evolución dévica y del conocimiento de los poderes y fuerzas disponibles por intermedio de la misma.

    Vendrán a la encarnación
    un sinnúmero de antiguos magos y ocultistas y, por consiguiente, aumentará rápidamente lo que se reconoce como poderes síquicos. Este tipo de psiquismo, al ser coloreado por la mente y por no ser una cualidad puramente astral, será mucho más peligroso que el de la época atlante, porque detrás de él habrá cierta medida de voluntad, propósito consciente y comprensión intelectual: si no va acompañado de una creciente realización espiritual, un firme control del Ego sobre la personalidad inferior, tendremos un período muy peligroso. De allí que sea necesario advertir y comprender la amenaza que se cierne y de que se proclame a todos los vientos la verdad de la vida interna y la necesidad de servir a la raza, como condiciones esenciales para el progreso.

    Conjuntamente con la llegada de este grupo de magos del séptimo Rayo (algunos vinculados a la Fraternidad, otros a los grupos estrictamente manásicos), se ha propuesto el advenimiento de ciertos miembros de la Jerarquía (iniciados de grado inferior a la cuarta Iniciación) y determinados discípulos y probacionistas que pertenecen a este Rayo, además de aquellos verdaderos síquicos que anhelan, por medio de sus esfuerzos, contrarrestar las vibraciones y disipar la amenaza, derivada del advenimiento del otro grupo. Allanar y preparar el camino para ellos, en los diferentes países, especialmente en Europa y Norte América, constituye la tarea en la actualidad, del Maestro R. y el Maestro H. (50)

    Un grupo de científicos
    encarnarán en el
    [i456] plano físico durante los próximos setenta y cinco años, sirviendo de medio para revelar las tres próximas verdades respecto a los fenómenos eléctricos. A fines del siglo pasado los iniciados regidos por el quinto Rayo [e381] prepararon una fórmula de la verdad, concerniente a este aspecto de la manifestación, siendo parte del intento de la Jerarquía impulsar el desarrollo evolutivo, como acostumbra hacerlo al término de cada período de cien años. Ciertas partes de la fórmula (dos quintas partes) se han desarrollado gracias a los trabajos realizados por hombres como Édison, los que participan en este tipo de esfuerzo y quienes se han ocupado del radio y de la radiactividad. Aún han de revelarse tres partes más de la misma fórmula, las cuales abarcarán todo lo que al hombre le es posible conocer sin riesgo alguno respecto a la manifestación de la electricidad en el plano físico durante la quinta subraza.

    Todo lo que aquí hemos considerado abarca el lapso hasta el advenimiento de la nueva subraza. Nuestra raza resumirá y llevará temporariamente a término el esfuerzo manásico de la quinta raza raíz para desarrollar la mente, trayendo resultados de estupenda importancia. Durante la sexta subraza no se recalcará tanto el desarrollo de la mente como la utilización de la mente concreta y la facultad adquirida para desarrollar los poderes del pensamiento abstracto. Quizás se haya atribuido excesiva importancia a la afirmación de algunos escritores ocultistas de que la sexta subraza será intuitiva. La intuición estará en proceso de despertar y será más pronunciada que ahora, pero la característica sobresaliente de los entes de la sexta subraza será la capacidad de pensar en términos abstractos y utilizar la mente abstracta. La función de esos entes será perfeccionar (hasta donde corresponda en esta ronda)
    [i457] el antakarana grupal (51) o el eslabón entre los planos mental y búdico. Este puente podrá ser utilizado durante la sexta raza raíz, donde la intuición dará señales reales y generales de existencia. En la actual raza raíz sólo algunos entes manifiestan signos de verdadera intuición por haber construido en su ser individual el puente necesario. En la sexta raza raíz pequeños grupos serán intuitivos.

    No es necesario decir nada más respecto a la influencia que ejerce el séptimo Rayo sobre los hijos de los hombres. Más adelante quizás podrá impartirse mayor información, pero ya se ha dado bastante como base de una útil especulación.

    b. Los animales, los hombres y los rayos. Ahora vamos a tratar dos puntos y a estudiar el efecto de la fuerza entrante en los reinos humano y animal.

    Estos puntos son de profundo interés para el estudiante ocultista, por dos razones. El tema a considerar se refiere al efecto que el séptimo Rayo entrante producirá, durante los siglos venideros,
    [e382] sobre el reino animal y la evolución dévica. El profundo interés estriba en el hecho de que en un caso tratamos con la evolución que se halla inmediatamente detrás de la humana, y de la cual el hombre aún no se ha emancipado totalmente; en el otro, con una evolución paralela, la cual es de inmensa importancia en el esquema de las cosas. Trataremos primero del séptimo Rayo y sus efectos sobre el reino animal.

    El hombre prácticamente conoce muy poco respecto a este reino de la naturaleza, excepto unas pocas comprobaciones científicas respecto a los organismos físicos y unas cuantas afirmaciones ocultistas hechas en distintas épocas; el desenvolvimiento de la conciencia animal y su inmediato futuro es aún muy poco comprendido.

    Los hechos ocultos más importantes, con respecto al
    [i458] tercer reino, en relación con este tema, pueden ser enumerados de la manera siguiente:

    1. El reino animal guarda, respecto al reino humano, la misma relación que el cuerpo físico denso con los siete principios; además encuentra su vínculo de conexión con el hombre gracias a la estrecha analogía que existe entre sus cuerpos objetivos.

    2 El reino animal es el tercer reino (desde el punto de vista esotérico y en lo que respecta a su relación con la humanidad) y el aspecto madre, antes de ser compenetrado por el Espíritu Santo, el aspecto manas. Reflexionen sobre esta similitud y tracen la analogía entre la madre cósmica, la madre del sistema y el mismo aspecto madre, según se observa en el reino animal, como base para la evolución del hombre.

    Cada reino de la naturaleza actúa como madre para el siguiente en el proceso evolutivo. Cualquier grupo que estemos considerando ha de dar, en el transcurso de la evolución, nacimiento a los retoños, los cuales personificarán el mismo ideal y recibirán sus formas objetivas en algún plano del grupo anterior. Del tercer reino surge el cuarto; del cuarto surgirá el quinto, recibiendo del anterior

      1. protección del germen,
      2. la forma,
      3. desarrollo gradual,
      4. nutrición,

    hasta que en cada caso el niño humano o el Cristo niño es traído al nacimiento. Esto encierra una verdad muy esotérica y, aunque el hecho haya sido reconocido y enseñado, en relación con los reinos cuarto y quinto, la tarea que realiza el animal y el lugar que ocupa, no ha recibido el reconocimiento debido.

    3. Durante la tercera raza raíz tuvo lugar la individualización animal y vino a la existencia la unidad autoconsciente llamada
    [e383] hombre. Me he ocupado, en cierta medida en otra parte, del tema de la [i459] individualización y no me extenderé aquí. Únicamente quisiera señalar la analogía que oculta la clave del misterio de la individualización.

    En esta cadena tuvo lugar la individualización durante la tercera raza raíz y en la cuarta ronda; me refiero a una ronda de una cadena de globos, y no a la fuerza vital de un Logos planetario que circula por las siete cadenas de un esquema. Es de peculiar interés, en la actualidad, el hecho de que estemos en la cuarta ronda de una cadena, a la vez que en la cuarta ronda con respecto al esquema de siete cadenas. Ello ha dado lugar a posibilidades evolutivas de gran importancia. En la cadena lunar la individualización se produjo durante la quinta raza de la tercera ronda, y en la quinta cadena siguiente a la nuestra, en el arco evolutivo, la individualización ocurrirá durante la sexta raza de la segunda ronda -en cada caso se refiere a la ronda planetaria a través de una cadena de globos.

    4. En la cuarta raza raíz “la puerta” (según se la denomina) entre los dos reinos se cerró y ningún miembro del reino animal pasó al humano. Su ciclo terminó temporariamente y, expresándolo en términos de fuego o de fenómenos eléctricos, el reino animal y el humano llegaron a ser positivos uno con respecto al otro; sobrevino entonces la repulsión en vez de la atracción. Todo esto se produjo por haber asumido el poder un ciclo extremadamente largo del quinto Rayo. Ello fue necesario porque el hombre tenía que desarrollarse en forma manásica, y trajo como resultado un periodo de repulsión de las unidades animales, dejando que sus conciencias fueran estimuladas en sentido astral.

    En esta repulsión tenemos la razón (y una de las menos fundamentales) que explicaría la guerra destructiva y el largo período de crueldad que ha habido entre el hombre y los animales. La prueba la tenemos en el terror del hombre hacia los animales salvajes de las selvas y los desiertos y el terrible holocausto de vidas que tales animales han causado durante siglos. Esto no debe
    [i460] olvidarse. Durante miles de años, especialmente antes de que existieran las armas de fuego, los animales salvajes han exterminado a los hombres indefensos; si tuviéramos las estadísticas de aquellos años, el número de seres humanos muertos alcanzaría una cifra extraordinaria. Ahora, en esta era, tiene lugar la compensación y se está logrando el equilibrio mediante la matanza de animales. No me refiero a las crueldades injustificadas, practicadas en nombre de la ciencia, ni tampoco a ciertas prácticas que bajo el disfraz religioso tienen lugar en diferentes países. La fuente de tales barbaridades se ha buscar en otra parte. Se halla oculta en el karma [e384] de ese Ser, que en un período -durante la cadena lunar- desempeñó el cargo como Entidad animante de la Vida evolutiva del reino animal. Este punto de vista requiere detenida consideración. Cada uno de los reinos de la naturaleza es la expresión de una Vida o Ser; el hombre, por ejemplo, es la expresión de alguno de los Hombres celestiales. La suma total de la humanidad (la cuarta Jerarquía) constituye, conjuntamente con la evolución dévica, los centros del Logos solar. El reino animal es la expresión de la vida de un Ser, quien es parte del cuerpo del Logos, o del Logos planetario, pero no un centro de energía consciente. (Existe una analogía en el cuerpo humano que posee siete centros de fuerza o energía, y también otros órganos de los cuales depende en menor grado la manifestación objetiva.) Tal entidad se expresa por medio del reino animal, del cual es el Alma animadora, ocupando un lugar preciso en el cuerpo planetario logoico. Esto es una insinuación que hasta ahora no se ha dado exotéricamente, y se recomienda a los estudiantes que la consideren cuidadosamente. Quisiera añadir que algunas de las tragedias que acompañan actualmente a la existencia inciden kármicamente sobre las relaciones temporariamente deficientes entre una Entidad, que dominó durante un período de la tercera cadena lunar, y la que ocupa una posición análoga en esta cuarta cadena o terrestre. Esta última es la suma total del [i461] principio humano más inferior, si consideramos el cuerpo físico denso o animal del hombre como un principio En este desacuerdo está el indicio de las crueldades que el hombre practica contra los animales.

    Hemos expuesto seis afirmaciones esotéricas respecto al reino animal, el tercer reino de la naturaleza, que se relacionan con el pasado; vamos a agregar otra afirmación, para luego considerar el presente y predecir ciertas eventualidades que pueden esperarse en el futuro.

    Como va se ha visto, durante la tercera raza raíz, se dio una oportunidad al reino animal, logrando la individualización muchos de ellos. En la cuarta raza raíz este ciclo de oportunidad cesó temporariamente, y ocurrió algo análogo a lo que ocurrirá en la quinta raza raíz, en conexión con el hombre, en el dominado “Día del Juicio”. En la época atlante las vidas que componían el tercer reino de la naturaleza se dividían en dos grupos:

    El grupo de vidas que “entraron”, y al pasar la oleada de vida por ellas les permitió encarnar en la tierra en la forma animal y evolucionar gradualmente.

    El grupo restante fue rechazado, quedando temporariamente inactivo y no se manifestará físicamente hasta la próxima ronda.

    [e385] En el cuarto reino tendrá lugar una división similar durante la quinta ronda, y las vidas de dicho reino serán sometidas a una prueba análoga algunas entrarán y continuarán su evolución en este planeta, mientras que otras serán rechazadas y entrarán en un pralaya momentáneo.

    Después que en la cuarta raza raíz fueron rechazadas tres cuartas partes de las unidades animales, las restantes tríadas (o sea una cuarta parte) prosiguieron su camino, con la promesa de que a su debido tiempo todas tendrían la oportunidad y la garantía de lograr su
    [i462] propia realización en la ronda siguiente. Así como las mónadas humanas que “entrarán” en la quinta ronda pasarán al quinto reino o responderán a su vibración, antes de la culminación de la séptima, así también las mónadas animales (si se me permite emplear tal término) que entraron en esta ronda, alcanzarán la individualización durante la quinta, y entrarán en el cuarto reino. Eso se producirá gracias al fuerte impulso manásico que caracterizará a todo el ciclo de la quinta ronda: de manera que se efectuará. normalmente, como resultado del debido crecimiento evolutivo. No se requerirá un estímulo eléctrico similar al de la época lemuriana.

    Desde que se efectuó la gran división de la cuarta raza raíz, el reino animal se ha ocupado primordialmente de estimular y desarrollar el deseo, kama este es el fundamento del esfuerzo que realiza la Fraternidad, ayudada por el hombre, para intensificar el instinto emocional (el aspecto amor embrionario), mediante la segregación de los animales domésticos y la consecuente acción del magnetismo o energía radiante humana sobre la tercera espirilla de los átomos animales. La totalidad de animales domésticos -las unidades animales que están en más íntimo contacto con el hombre- forman el centro cardíaco del cuerpo de esa gran Entidad, que constituye la vida del reino animal. Del corazón fluyen todas las influencias que con el tiempo compenetrarán todo el cuerpo. Dichas unidades finalmente se separarán del alma grupal al reabrirse en la próxima ronda la puerta del reino humano.

    Ahora consideraremos el presente inmediato y el advenimiento del Séptimo Rayo de Magia Ceremonial. El efecto que producirá en el reino animal la fuerza de este rayo será mucho menor que en el humano, porque no está todavía preparado para responder a la vibración del Logos planetario, y no lo estará hasta la sexta ronda, cuando Su influencia produzca grandes acontecimientos. No obstante, se pueden observar ciertos efectos.

    [i463] Debido a la creciente actividad de la evolución dévica. especialmente la de los devas de los éteres, los constructores menores serán estimulados para que construyan con mayor facilidad [e386] cuerpos que respondan mejor, entonces los cuerpos etéricos del hombre y del animal y su respuesta a la fuerza o prana, serán más adecuados. Durante la sexta subraza, las enfermedades conocidas en ambos reinos, disminuirán materialmente debido a la respuesta pránica de los cuerpos etéricos. Esto también traerá cambios en el cuerpo físico denso; tanto el cuerpo de los hombres como el de los animales serán de menor tamaño, más refinados, más sutilmente sintonizados a la vibración y, en consecuencia, mejor adaptados para expresar el propósito esencial.

    Debido al reconocimiento, por parte del hombre, del valor de los mántram y de su gradual comprensión del verdadero ceremonial de la evolución, conjuntamente con el empleo del sonido y del color, el reino animal será mejor comprendido, mejor entrenado, utilizado y tratado. Tenemos ya indicios de ello. Por ejemplo, en las revistas actuales se publican constantemente historietas que se relacionan con la psicología de los animales y su actitud mental hacia el hombre, por medio de éstas y gracias a la fuerza del rayo entrante, el hombre puede (si quiere) sentir una simpatía mucho mas profunda por sus hermanos de grado inferior. Dirigiendo así su fuerza mental sobre los animales, el hombre estimulará la mentalidad latente en ellos, que los conducirá, a su debido tiempo, a la crisis de la próxima ronda. Los estudiantes de ocultismo deberían prestar mayor atención al efecto que la conciencia de un grupo produce sobre otro, y estudiar como hacer para que progrese el inferior, mediante el poder estimulador del superior, deberían conocerse los siguientes hechos:

    1. La poderosa vibración de los Señores de los tres Rayos y Su radiación estimula a tos cuatro Hombres [i464] celestiales y desarrolla Su comprensión, permitiéndoles expandir Su conciencia.

    2. La conciencia de los Hombres celestiales estimula a todas las unidades de Sus cuerpos, pero despierta una respuesta especial en aquellas que trabajan activa e inteligentemente para desarrollar la conciencia grupal. La vibración de un Logos planetario, por ejemplo, tiene un efecto peculiar sobre todos los Chohanes, iniciados y Adeptos, e imprime la vibración necesaria a sus espirillas mayores. Esta tarea comienza cuando la sexta espirilla (en el grupo menor de siete) se halla activa.
    3. La conciencia del hombre se estimula y desarrolla cuando, en cierta etapa, puede responder a la vibración de los miembros de la Jerarquía oculta, acercándose así al portal del quinto reino. Esto coincide con la actividad vibratoria de la quinta espirilla.
    4. De igual manera, las unidades menos evolucionadas de la raza, esas que apenas son animales, alcanzan el necesario grado de vibración gracias a la acción, sobre sus cuerpos mentales de las [e387] vibraciones combinadas de esos hombres cuya cuarta espirilla funciona adecuadamente. En estos dos últimos casos nos referimos a las espirillas del átomo permanente mental. En los otros casos nos hemos referido a misterios ocultos, encerrados en la vivificación de los átomos permanentes solares, no humanos.

    5. La cuarta Jerarquía creadora, considerada como unidad activa en este planeta (sin considerar su manifestación en otros esquemas), actúa en forma magnética; en el reino animal ejerce su capacidad estimulante; la fuerza de su vibración afluye a los cuerpos astrales de los animales y produce respuesta. Esto despierta una comprensión más efectiva en todas las unidades del reino animal. Por lo tanto, puede evidenciarse cuán íntimos son la interacción y la interdependencia, y cuán estrechamente unidas se hallan estas vidas mayores y menores. El crecimiento y desarrollo de una parte del [i465] cuerpo logoico, produce el progreso correspondiente en el todo; por ejemplo, ningún hombre puede hacer un progreso definido y especializado sin que su hermano se beneficie. Este beneficio se concreta en

    el acrecentamiento de la conciencia total del grupo,

    el estimulo para las unidades del grupo,

    el magnetismo grupal que produce acrecentados efectos curativos y fusionadores sobre grupos afines.



    Este concepto contiene para el servidor de un Maestro, el incentivo para sus esfuerzos. Todo aquel que se esfuerza por alcanzar maestría, lucha para realizar y trabaja para expandir su conciencia, produciendo algún efecto, en espirales cada vez más amplias, sobre aquellos con quienes se pone en contacto, ya sean devas, hombre o animales. Puede ser que no lo sepa y que sea totalmente inconsciente de las sutiles emanaciones estimulantes que surgen de él, pero a pesar de ello la ley actúa.

    El tercer efecto que produce la entrada de este rayo quizá sea el de rechazo, causando una gran destrucción en el reino animal. Dentro de unos pocos siglos muchas de las viejas formas animales morirán y se extinguirán. Las enfermedades; las causas innatas y las necesidades del hombre provocarán una gran mortandad en el reino animal. Sin embargo, debe recordarse que una fuerza constructiva es igualmente destructiva, y que ya se reconoce la necesidad de construir nuevas formas para la evolución animal. La inmensa matanza que tiene lugar en las Américas es parte del desarrollo del plan. La vida interna o fuego, que anima a los grupos de animales y es la expresión de la vida de una Entidad, será intensificada bajo esta séptima influencia, consumirá lo antiguo y dejará que la vida escape hacia formas nuevas y mejores.

    [e388] El tema que debemos encarar ahora se relaciona con la [i466] evolución dévica y el efecto que produce el rayo entrante sobre ella.

    Lo primero que debemos observar es que esta influencia afecta, en la actualidad, principalmente, a los devas del plano físico, a los devas de los éteres o de las sombras, como a veces se los denomina, pero no en la misma medida a los devas de los planos astral o mental. Cada rayo afecta en grado mayor o menor, al plano o subplano de su equivalencia numérica; el estudiante debe tener esto en cuenta y recordar que, a los fines de la investigación en la actualidad el Rayo séptimo o de Magia Ceremonial tendrá poderosa influencia sobre:



    El séptimo o plano físico, considerado como unidad.

    El séptimo subplano o el inferior de los planos físico, astral y mental.

    El séptimo o principio humano inferior: el prana en el cuerpo etérico,

    Las Mónadas en encarnación que pertenecen al séptimo Rayo. Un grupo peculiar de devas, que son los agentes o “mediadores entre los magos (blancos o negros) y las fuerzas elementales. A este grupo se lo conoce esotéricamente como “El Séptimo Mediador”, y se clasifica en dos grupos:



      1. Los que trabajan con las fuerzas evolutivas.
      2. Los que trabajan con fuerzas involutivas.

    Uno de estos grupos es el agente de propósito constructivo y el otro de propósito destructivo. No es necesario decir mas acerca de este grupo porque no es fácil, afortunadamente para el hombre, ponerse en contacto con él y sólo puede hacerse mediante un particular ritual grupal ejecutado con precisión, algo aún prácticamente desconocido. Los masones serán oportunamente uno de los principales agentes de contacto, pero como los hombres no están todavía preparados para utilizar el poder que se pondrá en sus manos,
    [i467] la verdadera masonería se desarrollará muy lentamente. No obstante, bajo la fuerza magnética de este séptimo Rayo, es inevitablemente seguro al acrecentamiento de la Masonería.

    Este Rayo de Magia Ceremonial tendrá, en consecuencia, un profundo efecto sobre el plano físico, pues no sólo este plano está entrando bajo su fuerza cíclica sino que, en todo momento, su Logos planetario produce un efecto especial sobre él; ocultamente el Señor Raja de este plano es denominado “Reflejo en el Agua del Caos” del Logos planetario. De allí que en la materia de este plano
    [e389] (el cuerpo del Señor Raja) ocurran ciertos acontecimientos definidos que -aunque invisibles para el hombre común- son evidentes al ojo del hombre espiritual o adepto.

    La materia del plano se hace receptiva a la fuerza positiva; pues el aspecto femenino o dévico, por ser negativo, responde a la energía positiva del Hombre celestial. Esta energía, al hallar su línea de menor resistencia, afluye a la sustancia del plano o al cuerpo sustancial de los Señores de los Devas. Debido a la condición receptiva de este cuerpo, sigue ciertas líneas y produce, definidamente, resultados constructivos.

    Estos resultados se manifiestan en la materia etérica negativa del plano y en los cuatro subplanos superiores. En los tres planos inferiores se produce un efecto contrario; la energía del Hombre celestial traerá la destrucción de la forma, previamente al trabajo constructivo. La construcción siempre tiene su origen en, y procede de, niveles etéricos. Durante los próximos mil años se producirán cataclismos de extensión mundial; serán sacudidos los continentes; aparecerán y desaparecerán tierras, lo cual culminará en un gran desastre material que sobrevendrá hacia fines de la quinta raza, rama de la sexta subraza. Esto introducirá la infantil sexta raza raíz.

    Los devas de los éteres, los que más nos interesan,
    [i468] serán afectados de diversas maneras, y producirá en las otras evoluciones resultados de vastas proporciones. Debemos recordar siempre que los devas son cualidades y atributos de la materia, constructores activos que trabajan en el plano, consciente o inconscientemente. Quisiera advertir que todos los devas, en los niveles superiores del plano mental por ejemplo, y los devas de los planos del sistema y de allí al central (el plano divino, el del Logos, llamado a veces Adi) colaboran conscientemente; son de elevado rango en el sistema; ocupan una posición equivalente a todos los rangos y grados de la Jerarquía, ascendiendo desde un iniciado de primer grado hasta, sin incluirlo, el Señor dei Mundo. Debajo de estos niveles superiores, allí donde se hace contacto con lo concreto, tenemos grados inferiores de devas que trabajan inconscientemente, exceptuando las siguientes fuerzas y entidades conscientes de grado elevado:

    1. El Señor Raja de un plano
    2. Siete devas que trabajan bajo Su dirección, entes que animan la materia de los siete subplanos.
    3. Catorce representantes de los rayos, que cíclicamente entran y salen del poder, de acuerdo al crecimiento y decrecimiento de la fuerza del rayo.
    4. Cuatro devas que representan en dicho plano a los cuatro [e390] Maharajáes (los Señores del Karma) y constituyen los puntos focales de la influencia kármica en relación con el hombre. Los cuatro Maharajáes adjudican el karma a los Hombres celestiales y lógicamente a las células, centros y órganos de Sus cuerpos; pero todo el sistema trabaja por medio de representantes graduados; las mismas leyes rigen para los agentes del karma de dicho plano, gobiernan también el karma del sistema y del cosmos y, durante la manifestación del plano, son los únicos entes que poseen forma [i469] y se les permite ir más allá del “círculo no se pasa” del plano. Todas las demás unidades manifestadas en un plano tienen que abandonar el vehículo mediante el cual funcionan, antes de pasar a niveles más sutiles.

    b. Tipos de Karma. Podríamos enumerar los diferentes tipos de KARMA, aunque no disponemos de tiempo necesario para extendernos sobre el tema. Ni un libro de vastas proporciones podría contener todo cuanto pueda decirse sobre ello. Debemos tener en cuenta que el KARMA lo impone la entidad animante, por medio de la materia o la sustancia misma (coloreada por aquélla) y que dicha materia o sustancia es materia inteligente compuesta de esencia dévica.

    Karma cósmico.
    Impuesto al Logos solar, desde fuera del sistema

    Karma del sistema. El Logos lleva a cabo los efectos que puso en acción en kalpas anteriores e influencia al tipo de Cuerpo que posee actualmente.

    Karma planetario
    El karma individual de un Hombre celestial tan diferente al de otro Hombre celestial como el karma de los diferentes miembros de la familia humana.

    Karma de una cadena,
    ligado a la experiencia de la vida de la Entidad que anima una cadena, siendo un centro en el cuerpo de un Hombre celestial, así como el Hombre celestial, dentro de Su esquema, es un centro en el cuerpo del Logos solar.

    Karma del globo.
    Destino individual de la Entidad, quien es un centro en el cuerpo de la Vida animante de una cadena.

    Las cinco existencias enumeradas aquí, sobre las cuales actúa el karma, son Señores cósmicos y solares de Luz, quienes adquirieron inteligencia y pasaron por el reino humano hace muchos kalpas.

    Karma del plano,
    se halla inextricablemente mezclado con el
    [i470] karma del Logos planetario y con el del Señor Raja y depende de la interacción que existe entre los dos polos opuestos, los aspectos masculino y femenino del divino Hermafrodita.

    [e391] El Karma de un subplano, o el destino de ciertas entidades menores que se manifiestan por medio de estos planos.

    En estos dos tipos de karma tenemos lo que podemos denominar el “Karma de las jerarquías”, producido desde la manifestación del sistema solar. Es el resultado del pasado de nuestro sistema y no precisamente el producto de los efectos originados en sistemas solares anteriores.

    EL Karma de los reinos de la naturaleza
    tal como los conocemos en nuestro planeta:

      1. El reino mineral,
      2. El reino vegetal,
      3. El reino animal.

    Este karma lógicamente, corresponde a los diferentes Señores lunares que animan a tales reinos y desarrollan sus propósitos por medio de ellos. Se observará que hemos mencionado el karma cósmico, el solar y el lunar. En el último se halla oculto el gran misterio de la luna y su lugar en e] esquema planetario.

    El Karma de la Jerarquía humana
    (52) (53) (54) con sus siete
    [e392] grupos y el de las mónadas individuales. Esto en sí es un tema vasto y complicado y -durante el ciclo particular del globo terrestre- puede definirse como: [i471]

      1. Karma mundial (las siete razas raíces).
      2. Karma racial o el destino y propósito de cada raza raíz.
      3. Karma subracial; cada subraza tiene su propio destino que desarrollar.
      4. Karma nacional.
      5. Karma familiar.
      6. Karma individual.

    Estos distintos tipos de karma están entremezclados y ligados en forma inconcebible e inextricable
    [i472] para el hombre; ni siquiera los adeptos pueden desentrañar el misterio que está más allá de los grupos afiliados a ellos; mientras que los Chohanes de grados superiores trabajan con el karma de grupos más numerosos (el conjunto de grupos inferiores).

    Todos los grados inferiores de devas, “La Hueste de la Voz” de cada plano, los constructores menores y los millares de
    [e393] elementales, trabajan inconscientemente guiados y dirigidos por palabras y sonidos. De esta manera los Constructores conscientes establecen vibraciones en la esencia de los planos.

    Muy poco puede agregarse a esta altura, acerca de la evolución dévica. Mucho que podría decirse se mantiene forzosamente reservado, debido al peligro que ofrece el conocimiento superficial cuando no va acompañado por la sabiduría y la visión interna. Otros tres puntos podrían agregarse a los cuatro ya dados, los cuales conciernen, en primer lugar, a la futura relación de los devas con el hombre y a su aproximación a éste, gracias al nuevo tipo de fuerza que está entrando. Esta aproximación, aunque inevitable, no tendrá resultados totalmente benéficos para la Jerarquía humana, y hasta que no se comprenda el verdadero método de hacer contacto y se emplee inteligentemente la asociación consiguiente, mucho sufrimiento sobrevendrá y se pasarán amargas experiencias. Si recordamos que los devas, en su totalidad, constituyen el aspecto madre, los grandes constructores de la forma, y que nutren aquello que es incapaz de valerse por sí mismo, cualquier tentativa del hombre por volver a depender íntimamente de los devas, sería como si un hombre maduro volviera a] cuidado de su madre, perdiendo la confianza en sí mismo a cambio de un beneficio material. Los devas son la madre de la forma; pero la unidad autoconsciente HOMBRE debería comprender que es independiente de la forma y ha de seguir el Sendero de la autoexpresión. Se ha de reflexionar sobre esto, porque en días venideros cuando los entes se pongan en contacto con los devas e inevitablemente paguen la penalidad, será útil
    [i473] que el hombre comprenda la razón y se dé cuenta de que es necesario separarse de estas Esencias de los tres mundos. El acercamiento entre estas dos líneas de evolución puede ser efectuado en el plano búdico, pero únicamente constituirá el acercamiento entre dos esencias y no entre lo concreto y la esencia. Mientras el hombre funciona mediante formas sustanciales y materiales en los tres mundos, no puede trasponer la línea divisoria entre las dos evoluciones. Únicamente, en los planos del fuego solar o en los niveles etérico cósmicos, se puede hacer contacto; pero en los planos del plano denso físico cósmico (nuestros planos mental, astral y físico) dicho contacto ocasionaría un desastre. Me he ocupado de esto porque el peligro es muy real y está muy cercano.

    La evolución dévica, mediante la fuerza del séptimo Rayo, tendrá mucho que ver con la transmisión de prana a los entes de los tres reinos superiores de la naturaleza, y esta sencilla transmisión (desde los niveles etéricos del plano físico) irá a la par de la correspondiente y sencilla transmisión de fuerza espiritual o síquica
    [e394] desde el cuarto éter cósmico, el plano búdico. Dicha transmisión pránica dará por resultado cuerpos más sanos para los hijos de los hombres. Esto no ha de esperarse en la actualidad; comenzará a observarse solo dentro de trescientos años, cuando los Egos que corresponden al séptimo Rayo sean suficientemente numerosos para ser reconocidos como el tipo que prevalecerá durante determinado período. Los cuerpos físicos de dichos Egos, por estar construidos para la fuerza del séptimo Rayo, responderán mucho más fácilmente que otros, aunque los Egos del primero y quinto Rayos se beneficiarán grandemente por esta influencia. Los devas etéricos construirán durante un período peculiarmente favorable; la característica de los cuerpos físicos construidos será:

      1. Elasticidad.
      2. Gran magnetismo físico. [i474]
      3. Capacidad para rechazar el magnetismo falso.
      4. Capacidad para absorber los rayos solares.
      5. Gran fuerza y resistencia
      6. Apariencia delicada y refinada desconocida hasta ahora.

    En los niveles etéricos de dicho plano habrá intensa y acrecentada actividad y en forma lenta pero segura, a medida que transcurren las décadas el hombre llegará a ser consciente de esos niveles y de sus moradores El efecto inmediato de esta mayor energía etérica se evidenciará por la existencia de un grupo muy numeroso de personas que poseerán visión etérica y podrán vivir consciente, normal y naturalmente en los niveles etéricos. La mayoría de los hombres sólo actúan conscientemente en los tres niveles inferiores del físico -gaseoso, líquido y denso-, pero los niveles etéricos están vedados para ellos como lo están los astrales. En siglos venideros, el hombre vivirá en todos los planos del plano físico ascendiendo hasta el segundo subplano pero sin incluirlo. Los niveles cuarto y tercero etéricos le serán tan familiares como los paisajes físicos comunes a los cuales está acostumbrado.

    La atención de los estudiantes de medicina y ciencias será enfocada en el cuerpo etérico, y el cuerpo físico será reconocido como dependiente del etérico. Esto cambiará la actitud de la profesión médica, y la curación magnética y el estímulo vibratorio reemplazarán a los métodos actuales de cirugía y asimilación de drogas. Como la visión del hombre será entonces normalmente etérica, le obligará a reconocer lo que ahora se llama “mundo invisible” o suprafísico. Se podrá ver el cuerpo etérico del hombre y comunicarse con él y se reconocerá y estudiará a los devas y a los elementales de los éteres. Cuando esto suceda, el verdadero empleo del ritual ceremonial, como protección y salvaguardia del hombre asumirá el lugar que le corresponde.

    [e395] [i475] Se reconocerá también la tarea de los devas, en conexión con los reinos animal y vegetal: muchas cosas que ahora se hacen, debido a la ignorancia, serán consideradas imposibles y anticuadas. Llegará el momento que cambiará la actitud del hombre hacia el reino animal, y desaparecerán la matanza, el mal trato y la crueldad denominada deporte.

    El desarrollo de la visión etérica y el consiguiente reconocimiento dévico, dará lugar a un cambio misterioso en la actitud de los hombres y mujeres hacia la cuestión sexual, el matrimonio y la procreación. Este cambio se deberá a la comprensión de la verdadera naturaleza de la materia o aspecto madre, y el efecto que produce el Sol sobre la sustancia. La unidad de la vida será reconocida como hecho científico, y la vida en la materia dejará de ser una teoría para convertirse en un fundamento de la ciencia. Sobre esto no podemos extendernos aquí.

    3. Manas en las Rondas Finales.

    a El proceso transmutador.
    La transmutación es un tema que, desde las primeras épocas, ha ocupado la atención de los estudiosos, los científicos y los alquimistas. Como bien se sabe, el poder de producir cambios aplicando el calor, es reconocido universalmente; pero la clave del misterio o el secreto de la fórmula del sistema esta deliberadamente resguardada de todos los investigadores, y sólo es revelada gradualmente después de la segunda Iniciación. El tema es tan formidable que solo es posible indicar, en líneas generales, en qué forma podemos encararlo. El público piensa, lógicamente, en transmutar los metales en oro, a fin de aliviar su pobreza. La mente científica busca el solvente universal que reduzca la materia a su sustancia primordial, libere la energía, revelando así el proceso de la evolución que permitirá al buscador (utilizando la base primordial) construir para sí mismo las formas deseadas. La mente del alquimista
    [i476] busca la Piedra filosofal, ese eficaz agente transmutador que proporcionará la revelación y dará al químico el poder de imponer su voluntad sobre las fuerzas elementales que trabajan en, por, y mediante, la materia. El hombre religioso, especialmente el cristiano, reconoce la cualidad síquica de este poder transmutador; frecuentemente en los libros sagrados se dice que el alma está sometida siete veces a la prueba del fuego. Desde su punto de vista restringido todos estos estudiosos e investigadores reconocen una gran verdad, pero la verdad total no se halla en uno ni en otro, sino en el conjunto.

    En sentido oculto, podríamos decir que la transmutación consiste en pasar de un estado de ser a otro por la acción del fuego. Su debida comprensión se funda en ciertos postulados, principalmente
    [e396] en cuatro de ellos. Dichos postulados deben expresarse en términos del Antiguo Comentario, cuyas palabras están dispuestas de tal manera que revelarán el conocimiento a quienes tengan ojos para ver, pero resultarían enigmáticas para quienes no están preparados o utilizarían el conocimiento obtenido con fines egoístas. Las frases son las siguientes:

    I. Quien transfiere la vida del Padre a los tres inferiores, busca el agente del fuego oculto en el corazón de la Madre. Trabaja con los Agnichaitas que ocultan, queman y producen así la humedad necesaria.

    II. Quien transfiere la vida extrayéndola de los tres inferiores y llevándola al cuarto, busca el agente del fuego oculto en el corazón de Brahma. Trabaja con las fuerzas de los Agnishvattas que emanan, mezclan y producen el calor necesario.

    III. Quien transfiere la vida al quinto que está en formación, busca el agente del fuego oculto en el corazón de Vishnu. Trabaja con las fuerzas de los Agnisuryas que inflaman, liberan la esencia y producen así el brillo necesario.

    IV. Primero la humedad lenta y omnienvolvente: luego el calor que se acrecienta y arde intensamente; después la fuerza que oprime, impele y concentra. Así se produce
    [i477] el brillo, la exudación, la mutación, el cambio de forma. Finalmente se libera y escapa la esencia volátil, volviendo el residuo a la sustancia primordial.

    Quien reflexione sobre estas fórmulas y medite sobre los métodos y el proceso que ellos sugieren, captará una idea general del proceso evolutivo de transmutación, que será para él de más valor que las fórmulas por las cuales los devas transmutan los diversos minerales.

    Transmutación concierne a la vida del átomo, y se halla oculta en el conocimiento de las leyes que gobiernan la radiactividad. Es interesante observar cómo en la expresión científica “radiactividad” tenemos el concepto oriental de Víshnu-Brahma, o los Rayos de Luz vibrando a través de la materia. De allí que la interpretación comúnmente aceptada del término “átomo” debe extenderse desde el átomo químico hasta incluir a:

      1. Todos los átomos o esferas en el plano físico.
      2. Todos los átomos o esferas en los planos astral y mental.
      3. Los seres humanos en encarnación.
      4. El cuerpo causal del hombre en su propio plano.
      5. Todos los planos como esferas “entificadas”.
      6. Todos los planetas, cadenas y globos dentro del sistema solar.
      7. Todas las Mónadas en su propio plano, ya sean mónadas humanas u Hombres celestiales,
      8. El “círculo no se pasa” solar, conjunto de todos los átomos menores.

    En todos estos átomos inmensos o diminutos, micro o macrocósmicos, la vida central corresponde a la carga positiva de fuerza
    [e397] eléctrica, afirmada por la ciencia, ya sea la vida de una Entidad cósmica, tal como el Logos solar o la vida minúscula elemental en el átomo físico. Estos átomos menores, que giran alrededor de su centro positivo, a los cuales la ciencia llama ahora electrones, son el aspecto negativo, y esto no sólo es verdad respecto al átomo del plano físico, sino también a los átomos humanos, retenidos por su punto central de atracción, un Hombre celestial o las [i478] formas atómicas que en conjunto forman el conocido sistema solar. Todas las formas están construidas de manera análoga; la única diferencia consiste -según enseñan los libros de texto- en la disposición y en el número de electrones.(55) Con el tiempo se descubrirá que el electrón es una minúscula vida elemental.

    El segundo punto que trataré de explicar es: La irradiación es transmutación en proceso de realización. Siendo la transmutación el proceso de liberar la esencia a fin de que busque un nuevo centro, podemos reconocer aquí el proceso de la radiactividad, técnicamente entendida y aplicada a todos los cuerpos atómicos sin excepción.

    Si la ciencia recién ahora ha descubierto el radio (ejemplo del proceso de transmutación) es culpa de ella. Cuando esto sea mejor comprendido se verá que todas las irradiaciones, tales como el magnetismo y la exhalación síquica, sólo son el proceso de transmutación, desarrollándose en gran escala. Se ha de comprender que cuando el proceso transmutador es eficaz, constituye superficialmente el resultado de factores externos. Fundamentalmente es el resultado producido por el núcleo positivo interno de fuerza o vida alcanzando un grado de vibración tan enorme que con el tiempo expele los electrones o puntos negativos que componen su esfera de influencia, desparramándolos a tal distancia que la Ley de Repulsión domina. Entonces, ya no son atraídos a su centro original sino que buscan otro. La esfera atómica (si puedo expresarlo así) se disipa: los electrones caen bajo la Ley de Repulsión, y la esencia central escapa y busca en sentido esotérico una nueva esfera.

    Debe recordarse que todo lo que se halla dentro del sistema solar es dual y que en sí mismo es tanto negativo como positivo; positivo respecto a su propia forma, negativo respecto a la esfera mayor. Por lo tanto, todo átomo es
    [i479] a la vez positivo y negativo, un electrón a la vez que un átomo.

    Por consiguiente, el proceso de transmutación es doble y requiere una etapa preliminar de aplicación de los factores externos que avivan, cuidan y desarrollan el núcleo positivo interno, un período sistemático de incubación o de alimentación de la llama interna y una elevación del voltaje. Luego, hay una etapa secundaria donde
    [e398] los factores externos no son de gran importancia y al centro interno de la energía del átomo le es permitido realizar su propio trabajo. Estos factores pueden aplicarse igualmente a todos los átomos -a los del mineral, que han ocupado tanto la atención de los alquimistas; al átomo llamado hombre, quien sigue el mismo procedimiento general al estar regido por las mismas leyes, y a todos los átomos mayores tales como un Hombre celestial o un Logos solar. Podemos clasificar el proceso de la manera siguiente:

      1. La vida toma forma primitiva.
      2. La forma es sometida al calor externo.
      3. El calor, actuando sobre la forma, produce exudación y sobreviene el factor humedad.
      4. La humedad y el calor desarrollan su acción al unísono.
      5. Las vidas elementales cuidan de las vidas menores.
      6. Los devas colaboran regidos por reglas, órdenes y sonidos.
      7. El calor interno del átomo aumenta.
      8. El calor del átomo aumenta rápidamente y sobrepasa al calor externo de su medio ambiente.
      9. El átomo irradia,
      10. La pared esferoidal del átomo se derrumba con el tiempo.
      11. Los electrones o entes negativos buscan un nuevo centro.
      12. La vida central escapa para fusionarse con su polo opuesto, convirtiéndose en polo negativo que busca el positivo.

    Esto, en sentido oculto, es oscuración, extinción temporaria la luz, hasta que nuevamente emerge y resplandece.

    No es posible ni recomendable dar mayores explicaciones.

    Por lo tanto, es evidente,
    [i480] desde el punto de vista de cada reino de la naturaleza, que podemos ayudar en el proceso de transmutación de todos los átomos menores. Esto ocurre, aunque no nos demos cuenta de ello. Sólo cuando se ha llegado al reino humano es posible para una entidad realizar, consciente e inteligentemente, dos cosas:

    Primero:
    Ayudar a transmutar su propio centro atómico positivo, desde lo humano a lo espiritual.

    Segundo:
    Ayudar a trasmutar:
        1. Las formas minerales inferiores en superiores.
        2. Las formas minerales en vegetales.
        3. Las formas vegetales en animales.
        4. Las formas animales en humanas, o producir consciente y definitivamente la individualización.


    Esto todavía no se hace por el peligro que implica dar el conocimiento necesario. Los Adeptos comprenden el proceso transmutador en los tres mundos y en los cuatro reinos de la naturaleza, lo cual los convierte temporariamente en el tres esotérico y en el cuatro exotérico.

    [e399] Oportunamente, el hombre trabajará con los tres reinos, pero sólo cuando la fraternidad sea una práctica y no un mero concepto. Tres puntos se han de considerar a este respecto:



    La manipulación consciente de los fuegos.
    Los devas y la transmutación.
    El sonido y el color en la transmutación.



    Es necesario advertir, como ya se hizo con otras cuestiones, que sólo es posible exponer ciertos hechos; el trabajo detallado del proceso no puede exponerse porque la raza no es todavía capaz de actuar con altruismo. Debido a ello reinó mucha incomprensión en los primeros días del esfuerzo jerárquico al exponer por escrito los fundamentos de la Sabiduría. Esto es tratado valientemente
    [i481] por H. P. B. (56-57) El peligro persiste aún, y entorpece grandemente el esfuerzo de Quienes, internamente, consideran que los [e400] pensamientos de los hombres debieran elevarse desde las modalidades de la existencia física hasta llegar a conceptos y visiones más amplios y a una comprensión sintética. Sólo es posible hacer indicaciones, pues no es permitido dar aquí las fórmulas transmutadoras ni los mántram para manipular la materia del espacio. Sólo se puede indicar el camino a quienes están preparados o a los que están recuperando [i482] antiguos conocimientos (adquiridos por el acercamiento al Sendero o permanecen latentes debido a experiencias pasadas en la época atlante); las señales indicadoras son suficientes guías que les permitirá penetrar más profundamente en los arcanos del conocimiento. El peligro subyace en el hecho de que todo el tema de la transmutación concierne a la forma material y a la sustancia dévica. El hombre como todavía no domina la sustancia de sus propias envolturas ni es capaz de controlar la vibración de su tercer aspecto, se halla en peligro cuando concentra su atención en el no-yo. Únicamente puede hacerlo sin riesgo cuando el mago conoce Cinco cosas:

      1. La naturaleza del átomo.
      2. La nota clave de los planos.
      3. El método para trabajar desde niveles egoicos, mediante el control consciente, el conocimiento de las fórmulas, los sonidos protectores y un esfuerzo puramente altruista.
      4. La interacción de los tres fuegos, las palabras lunares, las palabras solares y más tarde una palabra cósmica.
      5. El secreto de la vibración eléctrica, que sólo es comprendido en forma elemental cuando el hombre conoce la nota clave de su propio Logos planetario.

    Todo este conocimiento, por estar relacionado a los tres mundos, se halla en manos de los Maestros de Sabiduría permitiéndoles trabajar con energías o fuerzas, y no con lo que comúnmente se entiende por la palabra “sustancia”. Trabajan con la energía eléctrica, con la electricidad positiva o con la energía del núcleo positivo de fuerza dentro del átomo, ya sea el átomo químico o el átomo humano. Se ocupan del alma de las cosas. El mago negro
    [e401] trabaja con el aspecto negativo, con los electrones (si así puedo denominarlos) con las envolturas y no con el alma. Se ha de tener en cuenta esta diferencia. Contiene la clave de por qué [i483] toda la Fraternidad no interviene en cuestiones y asuntos materiales, concentrándose en el aspecto fuerza, los centros de energía. Llegan al todo a través de algunos centros de la forma. Con este preámbulo entraremos ahora a considerar:

    La Manipulación Consciente de los Fuegos

    Será evidente que todo el proceso de transmutación, tal como podemos encararlo en la actualidad, concierne a los dos fuegos, los cuales alcanzaron un elevado estado de perfección en un sistema solar anterior:

      1. El fuego de un átomo en su doble aspecto, interno e irradiante.
      2. Los fuegos de la mente.


    Desde el punto de vista humano la transmutación se relaciona con éstos. El fuego del Espíritu no será considerado en esta etapa.

    La manipulación consciente de los fuegos es prerrogativa del hombre, cuando ha alcanzado cierto grado de evolución; el presentimiento de esto ha conducido lógicamente al alquimista a intentar la transmutación en el reino mineral. Algunos de los antiguos estudiantes han comprendido, en el transcurso de las épocas, que el inmenso esfuerzo de transmutar los metales comunes en oro ha sido sólo preliminar y simbólico, un paso representativo, alegórico y concreto. El trabajo de la Jerarquía en los tres departamentos de este planeta abarca todo el tema de la transmutación; si estudiáramos este amplio punto de vista jerárquico podríamos tener alguna idea de la amplitud del trabajo, obteniendo con ello un concepto de la tarea realizada a fin de ayudar en e] proceso evolutivo. Dicho trabajo consiste en transferir la vida de una etapa de existencia atómica a otra, lo cual implica tres pasos distintos, que pueden ser vistos y seguidos por medio de la clarividencia superior y desde planos superiores. Dichos pasos o etapas son los siguientes:
    [i484]


    El estado ígneo, el período de mezclar, fusionar y quemar, por el cual atraviesan todos los átomos durante la desintegración de la forma.

    El estado solvente,
    en el cual se disipa la forma y la sustancia se mantiene en solución, disolviéndose el átomo en su dualidad esencial.

    El estado volátil,
    el cual concierne principalmente a la cualidad esencial del átomo y a la evasión de esa esencia, para tomar más tarde, una nueva forma.



    [e402] Quizás las palabras radiactividad, solución praláyica y volatilidad esencial, expresen la idea. En todo proceso de transmutación se siguen, sin excepción estos tres pasos. Ocultamente expresados en El   Antiguo Comentario se halla descrito así:



    “Las vidas ígneas arden en el seno de la Madre.”
    “El centro ígneo se extiende hasta la periferia del círculo y sobreviene la disipación y la paz praláyica.”
    “El Hijo retorna al seno del Padre, y la Madre descansa tranquila.”



    Los Maestros, al unísono con los grandes Devas, se ocupan del proceso de transmutación. Puede decirse que cada departamento se ocupa de una de las tres etapas:



    El departamento del Mahachohan en sus cinco divisiones se ocupa de quemar las vidas ígneas.

    El departamento del Manu se ocupa de la forma o del “círculo no se pasa” que encierra las vidas que se queman.

    El departamento del Bodhisattva se ocupa del retorno del Hijo al seno del Padre.



    Dentro del departamento del Mahachohan se desarrolla una división secundaría que podemos delinear de la manera siguiente:

    Los Rayos séptimo y quinto se ocupan del retorno del hijo al Padre, y están abocados en gran parte, a hacer fluir fuerza energetizadora, cuando se ha de transferir la vida del Hijo de una forma vieja a una nueva, de un reino de la naturaleza a otro, en el Sendero de Retorno

    [i485] Los Rayos tercero y sexto se ocupan de quemar las vidas ígneas

    El Rayo cuarto fusiona los dos fuegos dentro de la forma atómica. Un detenido estudio de estas subdivisiones evidenciará cuán íntima es la colaboración que existe entre los diferentes grupos y cuán interrelacionadas se hallan sus actividades. El trabajo de la Jerarquía puede ser interpretado siempre en términos de alquimia; sus actividades se relacionan con una triple transmutación Esta tarea es desarrollada conscientemente por la Jerarquía, produciéndose en virtud de Su propia emanación.

    Un Maestro transmuta en los tres mundos y se ocupa principalmente de ese proceso en los dieciocho subplanos el gran campo de la evolución humana, y hace pasar la vida por todo el cuerpo físico denso del Logos. Los Chohanes de la sexta Iniciación trabajan en los éteres cuarto y quinto del cuerpo etérico logoico (los planos búdico y átmico) y se ocupan de hacer pasar la vida del Espíritu de una forma a otra en dichos mundos, teniendo por objeto la transmutación de los entes del reino espiritual al monádico. Los que se encuentran en un nivel aún superior (los Budas y Sus Cofrades de los Rayos primero y tercero) se ocupan de hacer pasar la vida a los planos subatómico y atómico del físico cósmico. Lo dicho se aplica
    [e403] cualquier esfuerzo jerárquico realizado en todos los esquemas y globos, pues la unidad de esfuerzo es universal. En todos los casos el dominio consciente autoinducido o la autoridad, precede a la capacidad de transmutar. Los Iniciados, después de la tercera Iniciación, aprenden a transmutar y a supervisar el paso de la vida del reino animal al humano; durante las primeras etapas de la iniciación se les comunica las fórmulas que controlan a los devas menores, dando por resultado la fusión de los reinos segundo y tercero. Trabajan salvaguardados y supervisados.

    El hombre intelectual avanzado
    debiera ser capaz de colaborar en la síntesis del trabajo y ocuparse de la transmutación
    [i486] de los metales, porque su desarrollo intelectual, respecto a los elementos minerales y a los constructores a quienes ha de controlar, es igual al de los casos y grados de conciencia ya mencionados, pero debido a los desastrosos desarrollos de la época atlante y al consiguiente embotamiento de la evolución espiritual, por un tiempo, hasta que el karma se reajuste, el arte se ha perdido, mejor dicho, el conocimiento ha sido salvaguardado hasta haber alcanzado un período de progreso racial en que el cuerpo físico adquiera la suficiente pureza como para soportar las fuerzas con las cuales se ha de poner en contacto, y salga del proceso de transmutación química, no sólo enriquecido en conocimiento y experiencia, sino fortalecido en su fibra interna.

    A medida que transcurra el tiempo, el hombre hará gradualmente cuatro cosas:

    1. Recuperará el conocimiento del pasado y los poderes desarrollados en la época atlante.
    2. Producirá cuerpos que resistan a los elementales del fuego de orden inferior, los cuales trabajan en el reino mineral.
    3. Comprenderá el significado interno de la radiactividad, o la liberación del poder inherente a todos los elementos, a todos los átomos de la química y a todos los minerales verdaderos.
    4. Reducirá a SONIDO las fórmulas de los futuros químicos y científicos, y no simplemente formulará sus ensayos sobre el papel. En esta afirmación se halla (para aquellos que pueden percibir) la insinuación más iluminadora que ha sido posible impartir hasta ahora sobre este tema.

    Quizás les parezca que no he dado mucha información respecto a la consciente manipulación de los fuegos. Ello se debe a la incapacidad del estudiante de leer el trasfondo esotérico de lo antedicho. La transmutación consciente sólo es posible cuando el hombre haya transmutado los elementos de sus propios vehículos; sólo entonces se le puede confiar los secretos de la divina alquimia.
    [i487] Una [e404] vez que, por medio de los fuegos latentes internos de la materia de sus propias envolturas, haya transmutado los átomos químico y mineral de dichas envolturas, entonces sin peligro -en virtud de la afinidad de sustancia- podrá ayudar en el trabajo de transmutación mineral de primer orden. Únicamente cuando (por medio de los fuegos irradiantes de las envolturas) haya transmutado lo que es análogo al reino vegetal en su propio organismo puede realizar el trabajo de alquimia de segundo orden. Sólo cuando los fuegos de la mente dominan, el hombre puede trabajar en el proceso transmutador de tercer orden, el de transferir la vida a formas animales. Sólo cuando el Yo interno, o el Ego en el cuerpo causal, controla a su triple personalidad, se le permite ocultamente al hombre ser un alquimista de cuarto orden y trabajar en la transmutación de la mónada animal al reino humano, conjuntamente con todo el vasto conocimiento que ello incluye. Mucho debe realizarse todavía, pero la comprensión de la magna tarea que tenemos por delante no debiera ser causa de desaliento, porque el inteligente delineamiento del futuro y la cautelosa divulgación del conocimiento respecto a las necesarias etapas a alcanzar, inducirá a muchos aspirantes a desarrollar un tenaz esfuerzo objetivo, y durante el proceso evolutivo vendrán aquellos que son capaces de realizarlo.

    Constituye un verdadero problema hablar claramente del tema de la transmutación debido a su amplitud y a que en dicho proceso, el mago o el alquimista trabaja con esencia dévica, controlado por los Constructores menores en colaboración con los grandes Devas. Por consiguiente a fin de esclarecer el pensamiento y dar consistencia a las conjeturas a este respecto, deseo principalmente presentar ciertos postulados que se han de tener muy en cuenta cuando se considera este tópico. Los postulados son cinco, y conciernen específicamente al campo en el cual el proceso de transmutación se desarrolla. El estudiante debe
    [i488] recordar aquí la diferencia establecida entre el trabajo del mago negro y el del blanco. Sería útil, antes de continuar que consideremos estas diferencias en lo que concierne a este tema:

    Primero.
    El Hermano blanco trabaja con energía eléctrica positiva. El Hermano negro, trabaja con energía eléctrica negativa.

    Segundo
    El Hermano blanco se ocupa del alma de las cosas. El Mago negro concentra su atención en la forma.

    Tercero.
    El Mago blanco desarrolla la energía inherente a la esfera implicada (humana, animal, vegetal o mineral) y obtiene resultados por medio de actividades autoinducidas de la vida central, subhumana, humana o superhumana. El Mago negro obtiene resultados valiéndose de fuerzas
    [e405] foráneas a la esfera implicada y produce la transmutación valiéndose de resolventes (si puedo denominarlos así) o por el método de reducción de la forma, en vez de la irradiación como lo hace el Mago blanco.

    Se han de considerar muy cuidadosamente estas diferencias de método y visualizar su reacción respecto a los diferentes elementos, átomos y formas. Volveremos sobre los cinco postulados presentados respecto a la transmutación de la sustancia, la disolución de la vida o la transferencia de la energía en las diferentes formas.

    LOS CINCO POSTULADOS

    ler. Postulado. Toda materia es materia viviente o sustancia vital de entidades dévicas. Por ejemplo, un plano y todas las formas construidas con sustancia de ese plano particular, constituye la forma material o envoltura de un gran deva, quien es la esencia de la manifestación y el alma del plano.
    [i489]

    2do. Postulado.
    Todas las formas, cualquiera sea la nota en que vibran, son construidas por los devas constructores con la materia de sus propios cuerpos. Por eso se los denomina el gran aspecto Madre, pues producen la forma con su propia sustancia.

    3er. Postulado.
    Los devas constituyen la vida que produce la cohesión de la forma, son el tercero y el segundo aspectos fusionados, y se los puede considerar como la vida de todas las formas subhumanas. El mago que practica la transmutación en el reino mineral trabaja prácticamente con esencia dévica en su forma más primitiva, la cual se halla en el arco ascendente de la evolución; deben recordarse tres cosas:

    1. El efecto que produce la retroatracción de las vidas involutivas que se hallan detrás del mineral, o su herencia.
    2. La séptuple naturaleza del peculiar grupo de devas, que constituye su ser en sentido oculto.
    3. La siguiente etapa de transición al reino vegetal, o el efecto esotérico del segundo reino sobre el primero.

    4to. Postulado. Todas las esencias y constructores dévicos del plano físico son peculiarmente peligrosos para el hombre, porque trabajan en niveles etéricos y, como ya indiqué anteriormente, son los transmisores de prana o la sustancia vital animante; de allí que descarguen sobre el ignorante y el desprevenido, esencia ígnea que quema y destruye.

    5to. Postulado. Los devas no trabajan como unidades individualizadas conscientes, con propósitos autoiniciados como en el hombre, el Hombre celestial o el Logos solar (considerados como Egos), sino que trabajan en grupos, sujetos a:
    [e406]

      1. Impulso inherente o inteligencia activa latente.
      2. Órdenes dictadas por los Constructores mayores.
      3. Rito o compulsión, inducidos por el color y el sonido.


    [i490] Si se tiene en cuenta y consideran estos hechos, se obtendrá alguna comprensión del papel que los devas desempeñan en el proceso de transmutación. La posición que el fuego ocupa en el proceso es de peculiar interés aquí, porque define claramente los diferentes métodos aplicados por dos escuelas.

    En el proceso transmutador, tal como lo desarrolla la Fraternidad. se estimula, nutre y fortalece el fuego interno que anima al átomo, a la forma o al hombre, hasta que (debido a su propia potencia, interna) quema sus envolturas y escapa por radiación de su “círculo no se pasa”. Esto puede observarse en forma notable que ocurre durante el proceso de las iniciaciones finales, cuando el cuerpo causal es destruido por el fuego. Este fuego interno quema todo, escapándose el fuego eléctrico. Por consiguiente, el verdadero alquimista del futuro procurará, en todos los casos, estimular la radiactividad del elemento o átomo con el cual trabaja y centrará su atención en el núcleo positivo, pues acrecentando la vibración, actividad y positividad de tal núcleo, obtendrá el fin que desea. Los Maestros hacen lo mismo en conexión con el Espíritu humano y no se preocupan en lo más mínimo de su aspecto dévico. La misma regla básica se aplica al mineral como al hombre.

    El proceso, tal como lo desarrolló la Fraternidad Negra, es opuesto al anterior. Centra su atención sobre la forma y trata de desintegrar y dispersar la forma o combinación de átomos, a fin de que la vida eléctrica central pueda escapar. Obtienen resultados valiéndose de agentes externos y aprovechando la naturaleza destructiva de la sustancia (esencia dévica). Queman y destruyen la envoltura material, tratando de aprisionar la esencia volátil que se escapa a medida que se desintegra la forma. Esto entorpece el plan evolutivo de la vida implicada, retrasa su consumación, interfiere el ordenado proceso de desarrollo y coloca a todos
    [i491] los factores que intervienen, en mala posición. La vida (o entidad) implicada sufre un retroceso; los devas trabajan en forma destructiva y sin participar de los fines del plan, y el mago se halla en peligro debido a la Ley del Karma y a la materialización de su propia sustancia mediante su afinidad con el tercer aspecto. Este tipo de magia negra se infiltra en todas las religiones, precisamente por la destrucción de la forma mediante agentes externos y no por la liberación de la vida mediante la preparación y el desarrollo interno. Esto se debe a los males que produce el Hatha Yoga en la India y a los métodos similares practicados por todas las religiones y [e407] órdenes ocultas de Occidente. Ambos trabajan con materia de cualquier plano de los tres mundos, practicando el mal para que resulte el bien; controlan a los devas y tratan de obtener fines específicos, manipulando la materia de la forma. La Jerarquía trabaja con el alma dentro de la forma y produce resultados inteligentes, auto-inducidos y permanentes. Cuando la atención se centra en la forma y no en el Espíritu, existe la tendencia a rendir culto a los devas, hacer contacto con ellos y a practicar magia negra; porque la forma está hecha de sustancia dévica en todos los planos.

    Esto se ha de tener muy en cuenta en relación con todas las formas, pues encierra la clave de muchos misterios.

    Hemos visto que en esta cuestión de transferir la vida de una forma a otra, el trabajo se realiza bajo ley y orden, efectuándose mediante la colaboración de los devas en el primer caso, por la aplicación de agentes externos al átomo o a la forma involucrada y, en el segundo caso (la etapa más importante y prolongada del procedimiento), mediante la consiguiente reacción dentro del átomo mismo, produciéndose la intensificación del centro positivo ardiente y el consiguiente escape (por radiactividad) de la esencia volátil.

    En las diversas etapas los elementales del fuego desempeñan su parte ayudados por los devas del fuego, los agentes
    [i492] controladores. Esto ocurre en todos los planos que nos conciernen principalmente en los tres mundos -diferentes grupos de devas entran en acción de acuerdo a la naturaleza de la forma implicada y al plano en el cual la transmutación se ha de llevar a cabo. El fuego eléctrico pasa de un átomo a otro de acuerdo a la ley, y el “fuego por fricción”, fuego latente del átomo o su aspecto negativo, responde; el proceso se desarrolla por medio del fuego solar, Aquí se halla el secreto de la transmutación y su aspecto más misterioso. El fuego por fricción, la electricidad negativa de la sustancia, ha sido, durante algún tiempo, el tema de atracción de la ciencia exotérica y la investigación de la naturaleza de la electricidad positiva se ha hecho gracias al descubrimiento del radio.

    Como H. P. B. ha insinuado, (58) J. W. Keely había avanzado en este camino, y sabía aún más de lo que expuso; otros se han acercado o se están acercando al mismo objetivo. El próximo paso que la ciencia debe dar es en esta dirección, y debería ocuparse de la fuerza potencial del átomo encauzándola para uso del hombre. Esto liberará en el mundo una incalculable cantidad de energía. Sólo cuando se comprenda el tercer factor y la ciencia acepte la acción del fuego mental, personificado por ciertos grupos de devas, estará a disposición del hombre la fuerza de la triple energía y sin
    [e408] embargo una, en los tres mundos. Todo esto se halla muy distante y sólo será posible hacia fines de esta ronda; estas potentes fuerzas no se utilizarán plenamente ni se conocerán totalmente hasta mediados de la otra ronda. Entonces, se dispondrá de mucha energía y se eliminarán todas las obstrucciones. En relación con el hombre esto se efectuará durante la separación en el Día del Juicio, y producirá también resultados en otros reinos de la naturaleza. Una parte del reino animal entrará en oscuración temporaria y liberará energía para que [i493] la utilice la parte restante, produciendo resultados como los indicados por el profeta de Israel (59) al referirse al “lobo durmiendo con el cordero”; su comentario “un niño los guiará” es, en gran parte, la enunciación esotérica del hecho de que tres quintas partes de la humanidad se hallará en el Sendero; “niño” es la denominación dada a los probacionistas y discípulos. En los reinos vegetal y mineral habrá una demostración similar, pero de naturaleza demasiado confusa para nuestra comprensión.

    El factor central del fuego solar, en el trabajo de transmutación, será comprendido por el estudio de los devas y elementales del fuego, quienes son fuego y, en sí mismos (esencialmente y por activa radiación magnética), el calor externo o vibración, que produce:

    La fuerza que actúa sobre la pared esferoidal del átomo.

    La respuesta dentro del átomo, produciendo a su vez la radiación o el escape de la esencia volátil.

    Expresándolo en términos del cosmos, y considerando el sistema solar como átomo cósmico, se diría que:



    Las abstracciones o entidades que moran en la forma son “fuego eléctrico”.

    La sustancia material encerrada dentro del “círculo no se pasa”, considerada como un todo homogéneo, es “fuego por fricción”.

    Los devas del fuego del plano mental cósmico (de los cuales Agni e Indra son las Personificaciones, junto con otro cuyo nombre no se da) son los agentes externos que llevan adelante la transmutación cósmica.



    Esta triple afirmación puede aplicarse a un esquema, a una cadena y también a un globo, teniendo presente que, en relación
    [i494] con el hombre, el fuego, que es su tercer aspecto, emana desde el plano mental del sistema.

    Hemos tratado de manera amplia y general esta cuestión de la electricidad y vimos que la esencia del fuego o sustancia se disuelve mediante la actividad interna y el calor externo de tal
    [e409] modo que el fuego eléctrico, en el centro del átomo, se libera y busca una nueva forma. Ésta es la finalidad del proceso transmutador; el hecho de que los alquimistas, trabajando en el reino mineral, no hayan conseguido su objeto, se debe a tres cosas:

    Primero. Incapacidad de establecer contacto con la chispa eléctrica central. Ello se debe a que ignoran ciertas leyes de la electricidad y, sobre todo, la fórmula establecida que abarca la esfera de influencia eléctrica de dicha chispa.

    Segundo. Incapacidad de crear el necesario canal o “sendero” por el cual la vida que escapa puede entrar en su nueva forma: Muchos han logrado destruir la forma permitiendo escapar la vida, pero no han sabido encauzarla ni guiarla, por lo tanto, todo su trabajo se ha perdido.

    Tercero.
    Incapacidad de controlar a los elementales del fuego, que son el fuego externo y afecta la chispa central a través del medio ambiente. Esta incapacidad es esencialmente característica de los alquimistas de la quinta raza raíz, prácticamente incapaces de ejercer tal control, por haber perdido las Palabras, las fórmulas y los sonidos. Esto es consecuencia del injustificado éxito alcanzado en la época atlante cuando los alquimistas de esa época, por medio del color y del sonido, consiguieron dominar de tal modo a los elementales, que los utilizaron para fines egoístas y empresas ajenas a sus actividades legitimas. Este conocimiento de las fórmulas y sonidos se puede adquirir con relativa
    [i495] facilidad cuando el hombre haya desarrollado el oído espiritual interno. En este caso, sin embargo, el proceso de tipo más burdo de transmutación (tal como el implicado en la fabricación de oro puro) no le interesará en lo más mínimo; su atención se concentrará en las formas más sutiles de actividad, relacionadas con la trasferencia de la vida de una forma a otra de grado superior.

    También pueden señalarse los siguientes hechos:

    Primero. Cada reino de la naturaleza tiene su nota o tono, siendo dicha nota la clave o nota fundamental de los sonidos mántricos, que conciernen a cualquier proceso transmutador de un reino.

    Segundo.
    La nota del reino mineral constituye la nota fundamental de la sustancia misma. En gran parte la pronunciación de la nota o las combinaciones, basadas en esta clave, traen los grandes cataclismos mundiales causados por la acción volcánica. Cada volcán emite dicha nota; para quienes han desarrollado la visión, el sonido y el color (entendidos ocultamente) de un volcán es algo verdaderamente maravilloso. Cada gradación de esa nota se
    [e410] encuentra en el reino mineral, el que se halla dividido en tres reinos principales:

    1. Los metales comunes tales como el plomo y el hierro, con todos los metales afines
    2. Los metales patronos tales como el oro y la plata, que desempeñan una parte vital en la vida de la raza y son la manifestación mineral del segundo aspecto.
    3. Los cristales y piedras preciosas, el primer aspecto según actúa en el reino mineral -la consumación del trabajo de los devas minerales y el producto de sus esfuerzos incansables.

    Cuando los científicos sepan plenamente qué es lo que produce la diferencia entre el zafiro y el rubí, habrán descubierto una de las etapas
    [i496] del proceso transmutador; sin embargo no lo obtendrán hasta que haya sido controlado el cuarto éter y descubierto su secreto. A medida que transcurra el tiempo, la transmutación, por ejemplo, del carbón en brillantes, del plomo en plata o de ciertos metales en oro, no tendrá atracción para el hombre, porque se reconocerá que tal acción tendrá como consecuencia la deterioración de las normas de vida, trayendo pobreza en vez de riqueza; el hombre comprenderá oportunamente que la adaptación de la energía atómica a sus necesidades o la inducción de la creciente radiactividad es, para el, la senda hacia la prosperidad y la riqueza. En consecuencia, concentrará su atención en esta forma superior de trasferencia de la vida y mediante

      1. el conocimiento de los devas.
      2. la presión externa y la vibración.
      3. el estimulo interno,
      4. el color aplicado como estímulo y vitalización y
      5. los sonidos mántricos.

    descubrirá el secreto de la energía atómica, latente en el reino mineral y utilizará tan inconcebible poder y fuerza en la solución de los problemas de la existencia. Únicamente cuando se comprenda mejor la energía atómica y en cierta medida, el cuarto éter alcanzaremos el dominio del aire que, inevitablemente, tenemos por delante.

    Tercero. Por el descubrimiento de la nota característica del reino vegetal, por su conjunción con otras notas de la naturaleza y por su adecuada emisión en distintas claves y combinaciones, vendrá la posibilidad de producir maravillosos resultados en dichos reinos y estimular las actividades de los devas que trabajan con flores, frutos, árboles y hierbas.

    [e411] Cada raza raíz tiene su propio tipo particular de vegetación, es decir, ciertas formas y diseños básicos que pueden encontrarse en todos los países donde la raza se localiza. Estos [i497] resultados se producen por la interacción entre la nota fundamental del reino vegetal y la nota característica de le raza de hombres que evolucionan simultáneamente. La unión de estas dos notas produce la vegetación característica. Se ha de tener en cuenta que cuando la nota humana predomina excesivamente, puede expulsar la vida de las formas de este segundo reino. Los devas que trabajan en este reino constituyen un grupo especial, y su relación con el mismo es más íntima y peculiar que la de los constructores o devas de otros reinos. El proceso transmutador en el reino vegetal se efectúa con mayor facilidad que en los demás, debido precisamente al factor mencionado y también al incentivo dado a este segundo reino y a su proceso evolutivo mediante el advenimiento de los Señores de la Llama, del segundo globo o Venus -el globo con el cual este reino tiene preeminentemente una misteriosa conexión. Si puedo expresarlo en otras palabras diré que, la Entidad cósmica, la vida del segundo globo y su principio animante, tiene íntima conexión con la entidad solar, vida animante de todo el reino vegetal. Esta analogía se puede comparar en conexión con otros reinos, globos y formas, y explica, en cierto modo, el hecho de que este cuarto globo (60,61) es, sobre todos los demás, el de la evolución humana en este esquema; nos da también la clave del misterio de la Presencia del gran Kumara Mismo en la Tierra. Estas ideas merecen detenida consideración. [i498] La nota del reino humano, emitida en cuádruple intensidad en este globo, ha producido acontecimientos portentoso. Sugiero a todos los investigadores ocultistas el detenido estudio o escrutinio de las siguientes manifestaciones en tiempo y espacio: [e412]

    1 La cuarta Jerarquía creadora La humana.
    2 El cuarto esquema Nuestro esquema terrestre.
    3 La cuarta cadena La cadena terrestre.
    4 El cuarto globo Nuestro planeta.
    5 El cuarto reino El humano.
    6 La cuarta ronda La primera estrictamente humana.
    7 Los cuatro Kumaras Personifican a la humanidad.
    8 El cuarto plano El búdico, la meta humana.
    9 El cuarto éter La analogía física del plano búdico.

    Todos estos diversos factores responden a un sonido fundamental, constituye la nota causante de su existencia y la base de su ser. Si la búsqueda de esta nota tiene éxito, se establecerá una estrecha alianza entre todos estos factores, hasta que se fusionen en una gran unidad oculta, trayendo igualmente la colaboración de un grupo de devas, esencias del cuarto principio humano.

    b. Síntesis. Hemos visto que podemos esperar cierto desarrollo bien definido respecto al desenvolvimiento manásico de las razas y subrazas venideras; es digno de observar que, particularmente en lo que respecta a la evolución de manas en esta ronda, se podrá esperar su elevada fructificación durante los próximos quinientos años. El advenimiento de las dos razas raíces finales marca el punto de síntesis y la utilización gradual de lo que se ha conseguido manásicamente; esto se alcanzará mediante el desarrollo del pensamiento abstracto y el reconocimiento intuitivo. En otras palabras, manas (durante las tres razas raíces pasadas) se utilizó principalmente para comprender la existencia objetiva y para adaptar al Morador de la forma a su [i499] medio ambiente en el plano físico. De ahora en adelante, su actividad estará dirigida a comprender el aspecto subjetivo de la manifestación y la psiquis de la vida individual, divina, planetaria o humana. En la próxima ronda, se recapitularán las etapas anteriores y manas se manifestará en forma aún inconcebible para la conciencia semidespierta del hombre. En dicha ronda tres quintas partes de la familia humana serán plenamente conscientes y actuarán con ininterrumpida continuidad de memoria en los planos físico, astral y mental inferior. Durante la evolución manásica se hará hincapié sobre el logro de la conciencia causal y la construcción científica del puente que ha de unir el vehículo causal y el átomo permanente manásico en los niveles abstractos.

    Durante la sexta y séptima rondas, tendremos nuevamente el proceso Sintetizador en acción, de manera análoga a como lo tendrán la sexta y séptima razas raíces en esta ronda.

    Para expresar todo el tema en términos más amplios diré que:
    [e413]

    El Hombre celestial alcanzará la conciencia de su cuerpo causal en niveles cósmicos, con la consiguiente reacción, repolarización y alineamiento de Su cuerpo de manifestación. De acuerdo a la Ley, esto se desarrollará como dualidad demostrada y propósito inteligente ordenado en todos los reinos de la naturaleza, y producirá en tales reinos resultados unificadores, de tipo inexplicable para el hombre en su actual etapa de desarrollo manásico. Por lo tanto, no los consideraremos, porque la concepción mental del hombre no está a la altura de la magnitud del tema.

    Resumiendo lo que he escrito sobre la facultad discriminadora, la actividad inteligente, la naturaleza adaptable y el poder transmutador de manas, quiero hacer notar que dichos desarrollos tienen tal alcance que cada sector de la naturaleza, tanto macro
    [i500] como microcósmico, expresará dichos aspectos, haciéndolo de nueve maneras distintas, antes de que pueda lograrse la consumación y de que el hombre encuentre su derrotero.

    En consecuencia, consideraremos brevemente la manifestación microcósmica, dejando que el estudiante desarrolle, hasta donde le sea posible, ideas análogas en relación con el Hombre celestial y el Logos solar:

    Características Manásicas y los Planos

    1. En el Plano Físico la cualidad se manifiesta como:
      1. Poder selectivo de los átomos del cuerpo.
      2. Adaptabilidad de la forma física a su medio ambiente y a las circunstancias.
      3. Propósito ordenado de la Vida animante, según afecte a la forma y a los átomos físicos.
      4. Poder transmutador, inherente al hombre que lo ha llevado, aunque todavía no lo reconozca, desde el hombre animal al actual estado de existencia física. Concierne también a la trasferencia de la vida en los niveles manásicos.
    2. En el Plano Astral la cualidad se manifiesta como:
      1. Poder discriminador del hombre para elegir entre los pares de opuestos.
      2. Adaptabilidad del hombre a las condiciones emocionales y su poder para alcanzar oportunamente el equilibrio.
      3. Poder del hombre, mediante el propósito consciente, para purificar su cuerpo astral de toda materia extraña y asegurar su transparencia. [e414]
      4. Poder transmutador inherente, que transmuta o transfiere, con el tiempo, la vida a las formas búdicas.

    3. En el Plano Mental la cualidad se manifiesta como:
      1. Poder selectivo del hombre para elegir la forma por medio de la cual se ha de manifestar. [i501]
      2. Adaptabilidad del hombre a corrientes y vibraciones mentales y su utilización para controlar las formas inferiores.
      3. Desenvolvimiento del propósito, mediante los dos vehículos inferiores. El impulso emana del plano mental.
      4. Poder transmutador, que transforma todo el triple hombre inferior en una nueva forma, el cuerpo causal. El proceso transmutador se desarrolla en la serie de encarnaciones.

    4. En los Niveles Abstractos del Plano Mental la cualidad se manifiesta como:
      1. Capacidad del Ego para discriminar sobre los factores de tiempo y espacio en los tres mundos.
      2. Adaptación egoica de la materia y de las circunstancias de tiempo y medio ambiente a la necesidad específica de acuerdo a la Ley del Karma.
      3. “Propósito inteligente” que subyace detrás de toda objetividad física y se desarrolla en toda vida.
      4. Transmutación o transferencia de la vida del Ego a la Tríada a medida que actúa en el cuerpo causal. Esto da por resultado la desvinculación de la manifestación en los tres mundos. Para efectuar esta transmutación (algo que a veces se pasa por alto) el Pensador, en el vehículo causal, debe hacer tres cosas:
        1. Construir y equipar el cuerpo causal.
        2. Establecer la conexión o control consciente de la triple naturaleza inferior por medio de los átomos permanentes.
        3. Salvar el intervalo entre el cuerpo causal, en su propio nivel, y el átomo manásico permanente. [i502]

    5. En los Niveles Búdicos la cualidad se manifiesta como:
      1. Poder discriminador, manifestado como capacidad para distinguir entre lo abstracto y lo concreto e independientemente del mecanismo común -el cuerpo mental y el cerebro físico- llegar a conclusiones. [e415]
      2. Adaptabilidad al esfuerzo jerárquico, manifestado por el Iniciado o Maestro, y Su receptividad a los impulsos de la vida y a las corrientes espirituales procedentes del Logos planetario de Su rayo; algo que en esta etapa es imposible lograr conscientemente.
      3. Propósito ordenado que guía al Maestro para elegir uno de los siete Senderos de esfuerzo. De esta manera la elección se funda en el CONOCIMIENTO y no en el deseo.
      4. Transmutación consciente emprendida por Él al transferir gradualmente Su propia vida y la de Su grupo al aspecto monádico reflejado en el búdico, durante el trabajo de la evolución.

    6. En los Niveles Atmicos la cualidad se manifiesta como:
      1. Trabajo seleccionador del Adepto, en relación con la manifestación planetaria y el poder discriminador, que guía toda acción relacionada con Su propio planeta y con los otros dos asociados a la Tierra y forman un triángulo del sistema.
      2. Adaptación de los grupos (devas y humanos) a ciertas clases de influencias y vibraciones procedentes de fuera del sistema, que, desde elevados niveles cósmicos, actúan sobre ellos fomentando ciertos atributos para los cuales no tenemos aún terminología.
      3. Trabajo sintetizador del aspecto Brahma que se lleva a cabo al fusionarse los cuatro rayos menores en el tercero mayor. [i503]
      4. Transmutación, cuyo resultado es la oscuración planetaria en conexión con cinco de los Hombres celestiales y que -como sucedió en el trabajo anterior de síntesis- concierne a la evolución microcósmica en la cual participa el hombre. He de llamarles la atención sobre un punto interesante: a medida que aumentan las Mónadas, vuelven nuevamente a su fuente de origen, produciéndose la gradual oscuración de un Hombre celestial de cuyo cuerpo son las células. Aunque esto pueda parecer para la percepción humana un período excesivamente prolongado, desde el punto de vista de la conciencia universal o grupal, ello está ocurriendo AHORA. Por ejemplo, la oscuración en la manifestación del Logos del esquema terrestre ya está en proceso, y comenzó en la época Lemuriana. [e416]

    7. No es necesario que nos extendamos respecto a la discriminación, adaptabilidad, propósito y poder transmutador monádicos.


    Estos conceptos e ideas sólo tienen valor en la medida que puedan producir en el Pensador una apreciación más inteligente de la grandiosidad del plan divino, la apropiación de energía y fuerza que le pertenecen por derecho al participar en los procesos de la manifestación, y la inteligente colaboración en el progreso del plan evolutivo, en aquello que lo afecta individualmente a él y a sus grupos.

    ___________________________

    26) El período de la individualización de un Logos solar tuvo lugar mucho antes y no nos ocuparemos de ello, excepto para recordar que la Ley de Analogía es exacta.

    27) La información sobre los "Cetros" ha sido extraída de Iniciación Humana y Solar pág. 131.

    28) "Aún no ha sido revelado el enigma de las Pléyades y su relación con los Siete Rishis de la Osa Mayor y, por lo tanto, con nuestros siete Hombres celestiales. Sólo los Choanes de la Séptima Iniciación lo conocen plenamente, aunque pertenece al conocimiento exotérico la existencia de tal relación." H.P. Blavatsky se refiere a ello en La Doctrina Secreta.

    29) Véase D. S. II, 342, 353-355.

    30) Un indicio sobre este triángulo de fuerza fue dado en Cartas sobre Meditación Ocultista, Carta IV, 26-6-1920, donde se habla del hombre y sus centros.

    31) D. S. II, 158.

    32) Compárense también las siguientes analogías:

     

    33) D. S. I, 196; III, 44-47; IV, 158.

    34) Se pide a los estudiantes que establezcan una cuidadosa diferencia entre los cinco Hijos de Brahma, nacidos de la Mente, y los cinco Kumaras verdaderos y sus representantes en nuestro planeta Tierra, que se hallan alrededor de Sanat Kumara, de Quien puede afirmarse (entendid

    Los Tetraktys sagrados El Logos manifestado
    La Cuarta Jerarquía Creadora La humana
    El Cuarto Principio La mente inferior
    La Cuarta Raza Kama-manas
    El Cuarto Elemento El agua. D. S. I, 119; II,281
    Las Cuatro Verdades D. S. I, 98
    Las Cuatro Proposiciones D. S. I, 128
    Las Cuatro Iniciaciones D. S. I, 230
    El Cuarto Plano Budi, cuarto éter cósmico
    El Cuarto subplano físico El cuarto éter
    La Cuarta Ronda La actual

    o esotéricamente) que se representa a Sí Mismo.

    35) Cadena -una serie de siete globos o mundos que forman el campo de evolución durante un ciclo planetario o manvantara. Los primeros tres globos -generalmente conocidos como A B y C forman un arco descendente, alcanzando la materia física densa del descenso en el D o Cuarto globo, del cual la Tierra es un ejemplo. El E o quinto globo, en el arco ascendente analogía del C en el arco descendente) generalmente pertenece al plano astral, y el F y G o sexto y séptimo (analogías del A y del B en el arco descendente) a los niveles Rupa y Arupa del plano mental; por lo tanto éstos son invisibles para la vista común.

    36) El Cuerpo Causal.

    "Esta influencia, fuerza, resultado o como quieran llamarlo, ejercida por los antecedentes del hombre, constituye, por así decirlo, una semilla de la cual germina la planta que ha de dar frutos bunos o malos, y el hombre ha de ingerir durante su existencia posterior. (Vishnu Purana T. I, XIX, 5.) Técnicamente dicha semilla se denomina Karana Sarira o cuerpo causal (Paingala Upanishad T. II), causa de la alegría y del sufrimiento del hombre. Dicho Karana Sarira está compuesto por el quinto Kosa (Anandamaya) del hombre y se adhiere al alma durante todo el tiempo en que se halla envuelta por el cuerpo grosero o por el sutil (Sthula o Sukshama Sarira); desaparece totalmente cuando el alma se libera de ambas ataduras; entonces el alma adquiere su pureza primitiva y quema, por así decirlo, todo vestigio que quede de su alianza con el cuerpo, incluso el cuerpo causal (Karana Sarira). Esto sucede cuando el alma ya está preparada para su emancipación final, Moksha. Es lógico que hasa ese momento Karana Sarira, la semilla resultado de actividades anteriores sea eficaz y ejerza una fuerte y controladora influencia sobre los actos del hombre." Extraído de The Theosophist, T. VII, III, 59.

    "Por medio de Vasana (aroma u olor) la persona común repetirá (durante Jagra, estao vigílico) la vieja historia que tuvo en un sueño ya olvidado. Lo mismo hará aquel que habiendo investigado la verdadera lnaturaleza del yo adquirió un cabal conocimiento y puede expresarse a sí mismo, pero a pesar de ello, no puede llegar a ser Chidabhasa (el reflejo de atma en el Karana Sarira y constituye el vehículo de la ignorancia). Aquel que se ha convertido en un ser celestial seguirá sin embargo llmándose "hombre" hasta la muerte del cuerpo causal (mediante el nacimiento de Pragma o sabiduría), consumido totalmente por el fuego predominante de la sabiduría." Kaivalyanavanita, 2da. Parte, 31.

    "Por la acción del raro fuego de la verdadera Sabiduría quedará reducido a cenizas el cuerpo de avidya (cuerpo causal). "Kaivalyanavanita, 1ra. Parte, 98. Extraido de The Theosophist, T. VIII.

     

    37) Formas.

    El Veda Atharva, nos instruye acerca de los principios que fundamentan equitativamente los métodos de los procesos del mundo y del átomo -un mundo en miniatura. Pueden ser considerados como procesos del mundo o del átomo, según el criterio y punto de vista de quien expone. Así como todos los mántram de este Veda reflejan la actividad del proceso mundial, también nos revela el conocimiento dentro del conocimiento, la memoria dentro de la memoria, el poder dentro del poder, el mundo dentro del mundo, el hecho dentro del hecho, la acción dentro de la acción, el deber dentro del deber, el pecado dentro del pecado, la individualidad dentro de la individualidad, ascendiendo y descendiento constante e incesantemente desde todo punto del espacio. Los átomos constituyen las moléculas; las moléculas los compuestos; los compuestos las células; las células los tejidos; los tejidos los órganos; los órganos los cuerpos; los cuerpos las comunidades; las comunidades las clases y las razas; las clases y las razas los reinos; los reinos de innumerables grados y variados círculos constituyen un planeta; los planetas un sistema solar; los sistemas solares un sistema más vasto, y así infinitamente; en ninguna parte existe la simplicidad indivisible ni tampoco la complejidad final. Todo es relativo. Pranava Vada, págs. 334-335.

    38)Sería interesante observar la analogía existente entre estas site fuerzas y los "shaktis" de la filosofía hindú. Se dice en La Doctrina Secreta que:

    Los Seis constituyen las seis fuerzas de la Naturaleza.

    ¿Qué son estas fuerzas? D. S. I, 302. D. S. I, 302.

     

    1. Son tipos de energía.
    2. La cualidad característica de un Logos planetario.
    3. La fuerza vital del Hombre celestial dirigida en una dirección determinada
    Estos "shaktis" son los siguientes:
    1. Parashakti- literalmente, la fuerza suprema, energía y radiación en la sustancia, y proveniente de ella.
    2. Jnanashakti- la fuerza del intelecto o mente.
    3. Ichchhashakti- el poder de la voluntad, o fuerza para producir la manifestación.
    4. Kriyashakti- la fuerza que materializa al ideal
    5. Kundalini shakti- la fuerza que reajusta las relaciones internas con las externas
    6. Mantrikashakti- la fuerza latente en el sonido, en la palabra y en la música.

    El Séptimo, el Primario, sintetiza a los seis.

     

    39) En La Doctrina Secreta se dice que:

    El enigma del universo se fundamenta en dichas Jerarquías y en la cantidad correcta de estas Entidades.

    Diez La línea y el círculo. Símbolo de los Hombres celestiales D. S. I, 144
      Los diez constituyen el universo arupa D. S. II, 136
      Los diez constituyen la existencia manifestada D. S. II, 103
      Los diez constituyen la suma total D. S. II, 103
    Seis La estrella de seis puntas. La vida subjetiva y la forma objetiva, superada por el Espíritu.  
      Los seis constituyen las seis fuerzas de la naturaleza D. S. I, 237
      Los seis Hombres celestiales D. S. II, 83
      Los seis planos D. S. I, 237
      Fuerza o energía, materia o sustancia y Espíritu.  
      Los seis constituyen el doble triángulo D. S. I, 159
      Los seis constituyen el símbolo de la objetividad D. S. IV, 157
      Constituyen el aspecto dévico de la manifestación D. S. I, 242
    Cinco El pentágono, el Makara, la Estrella de cinco puntas

    compárese

    D.S. I, 221-223

      Cinco es el símbolo del Logos planetario D. S. IV, 151
      Cinco es el símbolo del microcosmos D. S. IV, 142
      Cinco es el símbolo de la creación D. S. IV, 147
      Constituye el segundo y tercer Logos unidos en la manifestación  

    En la fusión del cinco y el seis tenemos la totalidad de la manifestación, lo masculino y lo femenino fusionados en el divino Hermafrodita. Resumiento: D. S. I, 236-240; IV, 145, 168-169.

    El primer orden Las Vidas esenciales Espíritu El Yo
    El sexto orden La forma objetiva. Materia El No-Yo
    El quinto orden Inteligencia Manas La relación intermedia

    40) D. S. I, 128.

    41) Pitris.

    "Lo que denominé constitución espíritu-ideal es aquello que se conoce como swarga en nuestras obras sánscritas, y las entidades que allí actúan son conocidas como Pitris, que lógicamente quiere decir padres. Estos Pitris en nuestros puranas están descritos como si fueran la antítesis de los Devas, lo cual ha conducido a algunos hindúes incluso a muchos teósofos, a creer que los Devas y los Pitris constituyen dos esferas distintas de vida. Los Pitris y los Devas siempre existen juntos; los devas proporcionan la conciencia, y los Pitris forman el cuerpo. Ambos son términos relativos. Si los Pitris son el agua, los Devas son el fuego en el agua. Si los Pitris son el fuego, los Devas son las llamas de ese fuego. Si los Pitris son las llamas, los Devas son el principio consciente que activa esa llama y le proporciona el poder de iluminar al mundo y hacerlo existir como un factor en nuestra conciencia. Desde el plano de la vida más elevado hasta el más inferior, los Pitris constituyen el aspecto objetivo y los Devas el aspecto subjetivo; la vida misma constituye la corriente que forma la línea intermedia...Cuando el cosmos en lugar de estar dividido en tres lokas está dividido con mayor exactitud en siete, podrán adjudicársele las tres superiores a los Devas y las inferiores a los Pitris, y la intermedia a la corriente de la vida, la cual puede concebirse como el punto donde la esencia dévica se convierte en esencia pítrica, o lo que no es loka se capacita para aparecer como loka en lo inferior, o lo inmanifestado se convierte en lo manifestado." Some Thoughts on the Gita, pág. 56.

    42) Diversidad que surge de la unidad.

    "Según los Adeptos de la antigua Aryavarta, siete principios surgen de estas tres entidades primarias. El Álgebra enseña que el sin fin de combinaciones de cosas, ya sea una, dos, tres, etc., por vez es igual a 2n-1. Aplicando esta fórmula al caso actual, la cantidad de entidades surgidas de las diferentes combinaciones de estas tres causa primarias, es la siguiente: 23-1=8-1=7. Por regla general cuando se mencionan siete entidades en las antiguas ciencias ocultas de la India, en la relación que sea, se ha de suponer que vienen a la existencia provenientes de tres entidades primarias, que a su vez surgen de una sola entidad o Mónada." The Theosophist. T. VIII, pág. 449.

    43) Empleo la palabra "unidad" en relación con todo aquello que posee cierto grado de autoconciencia o individualidad. Por lo tanto, deben recordar que esta palabra no se refiere a nada inferior al reino humano.

    44) D.S. II, 158.

    45) D. S. II, 251; I, 185-206.

    46) "...también Él domina espiritualmente a los Adeptos iniciados de todo el mundo; es, como se dice, "El Innominado" que posee muchos nombres, sin embargo sus nombres y su propia naturaleza son desconocidos. Es el "Iniciador", denominado el "Gran Sacrificio". Porque sentado en el Umbral de la Luz mira hacia allí desde dentro del círculo de Oscuridad, el cual no atravesará ni abandonará su puesto hasta el último Día de este Ciclo de Vida. ¿Por qué este Solitario Observador no abandona su puesto autoelegido? ¿Por qué se sienta al lado de la Fuente de la Primordial Sabiduría, de la cual ya no bebe porque nada le queda por conocer -ni en esta Tierra ni en los Cielos? Porque los solitarios Peregrinos de lacerados pies que recorren el camino de retorno a su Hogar jamás están seguros, hasta el último instante, de que no extraviarán el camino en este ilimitado desierto de Ilusión y Materia, denominado Vida terrenal. Porque alegremente le indicaría el camino que conduce a esa región de liberación y Luz -de la cual se ha exilado voluntariamente- a todo prisionero que ha logrado liberarse de las ataduras de la carne y de la ilusión. Abreviando, porque se ha sacrificado en bien de la humanidad, aunque sólo unos pocos seres selectos se beneficien por el Gran Sacrificio" D. S. I, 231.

    47) La Trinidad. "Maha-Vishnu preside el resumen y la totalidad de todo esto. En cada Brahmanda la actividad es cuádruple, y sus principales funcionarios son Brahma, Vishnu y Shiva. Las subdivisiones de sus funciones dan origen a los nombres y cargos de Narayana, etc.

    Entre estas funciones, la de hacer o crear va a la par de la actividad y le corresponde a Brahma. Es decir, "lo que ha sido hecho se sostiene por medio del conocimiento"; dicho sostén o preservación constituye el trabajo de Vishnu. Además, debido a que es necesario que desaparezca lo que ha aparecido, debe existir, por lo tanto, un destructor, y este es Shiva que, vinculado al deseo, primero afirma, luego niega, actúa y reacciona , ahora atrae y después repele, anhela algo y después de saciarse indignado rechaza el objeto. Precede a la acción o Brahma como deseo de manifestarse; después de haber mantenido y gozado de la manifestación sucede el conocimiento o Vishnu, como sentimiento de fatiga, acrecentada inercia y necesidad de descansar, dando fin a la manifestación." De Pranava-Vada, 82, 84,311.

    48) D.S. I, 128.

    49) "Existe en la India un antiguo sistema de enseñanza síquica denominada Yoga que prescribe la recitación de ciertos mántram o versículos sánscritos. Se dice que es muy importante la forma en que se pronuncia la palabra mística Om o Aum. Brahmanes eruditos me han dicho que el ilimitado poder síquico de los mántram o versículos sánscritos sólo puede extraerse siguiendo determinadas reglas exactas de pronunciación (swara). Dicen que pronunciando correctamente las palabras se inicia una vibración en el "akaz", esa zona del éter del espacio que envuelve a nuestro globo, convirtiendo al hombre en el amo de todos los espíritus que habitan en los distintos reinos de la naturaleza. Primeramente se produce una reacción en el cuerpo etérico del hombre, purificando su densidad, estimulando los poderes síquicos que se hallan en latencia, fortificándolo gradualmente hasta dominar las fuerzas más refinadas de la naturaleza." The Theosophist, T. XIII, págs. 229, 613.

    "El primitivo sonido (Aum u Om) es la palabra más elevada de poder y conocimiento que se ha pronunciado. En verdad, constituye el Brahman mismo. La regulación del aliento es la principal disciplina-tapas. No existe un mántram más elevado que Savitri. La verdad es más elevada que el silencio.

    "El creador acumuló la esencia pura de los Tres Vedas en las tres letras que forman la Palabra Sagrada, en las tres enunciaciones que dan nombre y forma a los tres mundos, y en las tres partes del versículo védico que invoca al sol. Cada parte la extrajo de un Veda. Quien reflexiones sobre ellas, mañana y tarde, habiendo aprendido previamente a los Vedas, estudia verdadera y diariamente la totalidad de los Vedas, portales que nos conducen a Brahman.

    "El que busca a Brahma, concentrándose continuamente sobre su significado, sintonizando su deseo y modelando su pensamiento de acuerdo a ese significado, sin duda logrará la perfección aunque no cumpla otro deber, pues el nombre Brahma significa "amigo de Todas las criaturas"(Gayatri es la oración que implora para todas las criaturas la bendición del explendoroso Padre en los Cielos, el Sol)." Anónimo.

    "Existen fórmulas específicas conocidas por los iniciados de cierto grado (y también por muchos que no han alcanzado dicho grado, que conocen y emplean un sinnúmero de ellas - a veces la emplean tganto que perjudican al que las usa sin tener suficiente instrucción), y cualquiera de ellas está específicamente adaptada para producir la mayor parte de los efectos imaginables..."

    "Bien se dice en Isis Sin Velo que los "sonidos y colores" son guarismos espirituales, pero esto no es todo, porque también los olores, los metales y las plantas constituyen guarismos espirituales. Cada planeta (o plano espiritual) está relacionado con un metal o un color. Éstos a su vez tienen correlación con el correspondiente olor y sonido."

    "La esfera áurica que circunda a todo ser humano contiene un importante "pliegue" o "estrato" que posee invariablemente el color del metal y del planeta con los cuales el individuo tiene mayor afinidad; sobre dicho pliego el magnetismo de los colores y las vibraciones sonoras hacen impacto." The Theosophist, T. VII, pág. 218.

    50) El Maestro húngaro, R. o Rakoczi vive actualmente en Hungría y es el Regente de Europa y América, perteneciendo a la "gran Fraternidad". Trabaja a través de distintas organizaciones o movimientos, incluyendo la masonería. Este Maestro es uno de los que aceptan discípulos.

    El Maestro cretense, H. o Hilarión, se halla interesado en el momimiento espiritista y es autor del libro Luz en en Sendero.

    51) Antakarana es manas inferior, la senda que comunica la personalidad con manas superior o alma humana. H. P. Blavatsky.

    52) Karma y Reencarnación, cuarta y quinta doctrinas de la religión de la Sabiduría. Ambas constituyen en realidad el abc de la religión de la Sabiduría; Ambas constituyen en realidad el abc de la religión de la Sabiduría; Karma es la suma total de los actos realizados en esta vida y en nacimientos anteriores, siendo de tres tipos:

     

      1. Sanchita
      2. Prarabdha
      3. Agami

     

    "Karma Sanchita incluye los méritos y deméritos acumulados en todos los nacimientos, para el nacimiento posterior. Prarabdha se denomina esa parte de Karma Sanchita destinada a influenciar la vida humana en una de las reencarnaciones o en la actual. El tercer tipo de karma es el resultado de los méritos o deméritos que pueden tener las acciones actuales.Agami abarca toda palabra, pensamiento y acto. Lo que se piensa, dice o hace, así como cualquier resultado que los pensamientos, palabras y actos puedan producir sobre uno mismo y aquellos a quienes también afecta, constituye el karma actual, y con toda seguridad influenciará el resto de sus vidas ya sea en beneficio o perjuicio del futuro desarrollo." The Theosophist. T. X, pág. 235.

     

    53) "Karma (acción) es de tres tipos:

    1. Agami: Acciones corporales buenas y malas -realizadas después de haber adquirido conocimiento discriminativo. Sri Sankaracharya's Tatwa Bodh, pregunta 34.
    2. Sanchita: Acciones posteriores que sirven de simiento para incontables nacimientos; preservan la acumulación de acciones anteriores. Idem, pregunta 35.
    3. Prarabdha: Los actos de su cuerpo (por ejemplo, nacimiento) que producen placer o dolor únicamente en esta vida." Idem, pregunta 36.

    Te Theosophist, T. VIII, pág. 170

    54) Karma: "Debe recordarse que en toda acción realizada por el hombre la influencia de su karma anterior constituye un elemento muy importante. Shri Krishna dice que se necesitan cinco esencialidades para desarrollar toda acción:

     

    1. El actor.
    2. Una determinante voluntad.
    3. La ayuda complementaria para realizar la acción, es decir, las manos , la lengua, etc.
    4. La utilización de dichos complementos.
    5. La influencia de la conducta anterior

    El trabajo que desempeña un hombre mediante el cuerpo, el lenguaje y la mente, ya sea en forma justa o injusta, en dicha acción emplea estas cinco esencialidades para realizarla." B. Gita, XVIII, 13 ,14, 15.

    En el Mahabarata estas cinco esencialidades kármicas se dividen en dos grupos: 1, las acciones actuales del hombre (que incluyen las primera cuatro esencialidades) y 2, el resultado de sus acciones pasadas (que consitutyen la quinta esencialidad).

    "También se ha de recordar que la existencia humana no es el trabajo de un día, ni siquiera de un ciclo, sino la totalidad de las acciones realizadas durante incontables existencias anteriores. Cada acción podrá ser tan sutil como pueda imaginarse y parecerse a diminutos filamentos de algodón- un solo soplo basta para hacer volar a cientos de ellos; sin embargo cuando dichos filamentos se unen y retuercen juntos, forman una cuerda tan pesada y fuerte que sirve para tirar de un elefante o remolcar un navío, de la misma manera las acciones kármicas del hombre, por triviales que sean, se combinan estrechamente debido al proceso natural de acrecentamiento, constituyendo una formidable "Pasa" (cuerda) para remolcar al hombre, es decir, influenciar su conducta para el bien o el mal." The Theosophist, T. VII, pág. 60.

    55) Átomo o Electrón. Véase La Conciencia del Átomo. págs. 31-34.

    56) H.P.B. se refiere en La Doctrina Secreta a la dificultad que existe para enseñar la Religión de la Sabiduría:

     

    1. Se ha de reservar toda opinión porque:
      1. La información completa sólo se da a los iniciados.
      2. Sólo se imparten fragmentos del significado esotérico
      3. Sólo los Adeptos pueden hablar con autoridad. D. S. I, 196-198;III,64,95.
      4. Las enseñanzas se ofrecen como hipótesis. D. S. IV, 19
    2. No se ha de perder de vista:
      1. Las personalidades.
      2. Las creencias dogmáticas.
      3. Las religiones especiales. D. S. I, 46-47.
    3. No debemos tener ningún prejuicio. D. S. III.Tampoco debemos ser
      1. vanidosos
      2. egoistas y debemos estar
      3. preparados para aceptar una verdad comprobada.
    4. Debemos buscar el significado más elevado posible. D. S. VI, 125-126
    5. No debemos ser sectarios. D.S. V, 111.
    6. Debemos recordar el obstáculo que representa el lenguaje. D. S. I, 205, 283, 285.
    7. Debemos llegar a ser discípulos. D. S. I, 196; III, 232; V, 127.
    8. Debemos oportunamente desarrollar poderes. D. S. II, 178; III, 90.
    9. Debemos llevar una vida de Fraternidad. D. S. I, 198
    10. Debemos recordar que H. P. B. no pretende ser infalible. D. S. III, 37, llamada 1, 254; I, 285.

    H.P. B. dice: "Hablo con absoluta certeza" en lo que respecta a mis creencias personales. Aquellos que no tienen el mismo justificativo para sus creencias serían crédulos o tontos al aceptarlo ciegamente...Yo creo:

    1. En la Ininterrumpida tradición oral revelada a ciertos seres elegidos entre los hombres por vivientes hombres divinos durante la infancia de la humanidad.
    2. Que ésta ha llegado a nosotros sin sufrir alteraciones.
    3. Que los Maestros son muy versados en la ciencia funda en esa enseñanaza ininterrumpida." Lucifer, T. V, pág. 157.

    "La Doctrina Secreta no constituyen en sí una "autoriadas"; pero como contiene gran profusión de citas y textos extraídos de las Sagradas Escrituras y de las filosofías de casi todas las grandes religiones y escuelas, aquellos que pertenecen a cualquiera de ellas podrán confirmar las afirmaciones contenidas en cualquiera de sus páginas. Sin embargo existen teósofos entre los más devotos y mejores que tienen debilidad por la autoriad." Lucifer, T. III, pág. 147.

    57) Véase Prefacio e Introducción de La Doctrina Secreta, T. I.

    58) D. S. I, 182, 252-256.

    59) La Biblia, Isaías XI, 6.

    60) La Cuarta Ronda. La actual (nuestra) constituye la Ronda intermedia (entre la 1ra., 2da. y 3ra. y la 5ta., 6ta. y 7tma.), y donde se produce el reajuste y equiparamiento final entre el Espíritu y la materia. En resumen, el reino de la verdadera materia (tan desconocida para la ciencia como su polo opuesto - la materia homogénea o sustancia) tiene allí su estado más denso, terminando y llegando a su fin. Desde ese momento el hombre físico comienza a desprenderse de "una envoltura tras otra" y también de sus moléculas materiales para beneficio y subsiguiente formación o revestimineto del reino animal, quien, a su vez lo hace en bien del vegetal y éste en bien del mineral. Habiendo el hombre evolucionado en la primera ronda de la etapa animal, a través de los otros dos reinos, es lógico que en la ronda actual aparezca antes que el reino animal en este período manvantárico. Véase La Doctrina Secreta para mayores detalles. Lucifer, T. III, pág. 253.

    61) D. S.I, 128.

     

     


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