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REGLA DIEZ (Continuación) LA ERA PRESENTE Y EL FUTURO |
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[e234] En lo
antedicho vimos la parte que desempeña la diminuta unidad sensoria que
utiliza un ser humano, en relación al Gran Todo. Observamos las diversas
formas que asume la evolución astral. También consideramos algunas de las
fuentes de donde procede la energía astral. Dijimos que todos estamos
sumergidos en un mar de fuerzas sensorias que producen efecto sobre nosotros,
porque - de acuerdo a la Ley - nos apropiamos para uso personal de una parte
de esa energía universal, mediante la cual nos relacionamos con el todo. Uno de
los tipos de energía astral que aún no consideramos, emana, según se dice,
del "Corazón del Sol". Sin embargo, no puedo tratarlo con amplitud
debido a la incapacidad del cerebro humano para comprenderlo, o del corazón
humano para apropiarse de él, hasta el momento en que el centro cardíaco esté
abierto y activo. Por lo tanto, esta corriente de energía viviente puede ser
sentida ampliamente, aunque todavía no se la ha apropiado en su esencia pura.
La denominamos "amor de Dios". Es en efecto esa fuerza magnéticamente
atractiva que fluye y se exterioriza libremente, y conduce a cada peregrino
al Hogar del Padre. Es esa fuerza que se agita en el corazón de la humanidad
y se expresa por medio de los avatares del mundo, de los anhelos místicos de
cada ser humano, de todo movimiento que tiene como objetivo el bienestar
humano, de las tendencias filantrópicas y educativas de cualquier tipo, del
así llamado mundo natural, a través del instinto de la maternidad protectora.
Pero esencialmente es una sensibilidad grupal, y sólo en la venidera era acuariana su verdadera naturaleza será adecuada y
correctamente comprendida. Trato esto aquí pues es uno [i322] de los factores a considerarse. Sin embargo, sólo aquellos cuyos
"corazones están abiertos y se han elevado hacia el Señor" sabrán a
qué me refiero. Es
inútil ocuparnos de lo que está muy lejos para la raza. Los problemas
inmediatos piden atención - problemas personales o raciales, todos los cuales
conciernen al control del vehículo astral. Se brinda la oportunidad de
demostrar en el caos las potencialidades del ego o alma, y su capacidad de
controlar y dominar dentro de su reducida esfera de influencia. He aquí para
todos los aspirantes el esfuerzo especial que deben realizar en los futuros
días, y - para guiarlos - haré ciertas sugerencias que podrán aceptar o no,
según su criterio. Debe
recordarse que todo aspirante es un punto focal de energía y que en el lugar
donde se encuentre debería ser un punto focal consciente. En medio de la
borrasca y la tormenta hará [e235] sentir su presencia. La ley de
acción y reacción rige aquí, y a menudo los Grandes Seres (previendo la
necesidad de tales puntos de contacto interno, en períodos de intranquilidad
mundial, como el actual) reúnen en ciertas localidades a quienes aspiran a
servir. Actúan como contrapeso y ayudan al plan general, y simultáneamente
aprenden las lecciones necesarias. El
esfuerzo por parte de todos los aspirantes no debería ser resistir y repeler
la presión o luchar y defenderse. Dicho método centraliza la atención en el
no-yo y conduce a un mayor caos. El esfuerzo debiera consistir en hacer
contacto con el yo superior y mantenerlo firme y estable, y alinearse en
forma tan directa que la fuerza y el poder del alma puedan verterse sobre la
triple naturaleza inferior y a través de ella. Esta afluencia originará una
constante irradiación que afectará el medio ambiente, exactamente en
proporción a la extensión del contacto interno, y en relación directa con la
pureza del canal que vincula el [i323] cerebro físico con el cuerpo
causal. El aspirante también debería obtener ese autoolvido
que se refiere al yo inferior y se fusiona con el bien existente en quienes
han establecido contacto. El recuerdo y el olvido del yo debieran marchar
juntos. El
hombre que trata de proporcionar un punto de contacto entre el caos y quienes
trabajan para fines constructivos y en bien del orden, debería utilizar
análogamente ese factor tan necesario, el sentido
común, en todo lo que se realiza. Esto siempre involucra obediencia a la
ley de la economía de la fuerza, debido a la discriminación y al verdadero
sentido de los valores. Donde están presentes se economizará tiempo, se
conservarán las fuerzas, la energía será sabiamente distribuida, el excesivo
celo eliminado y los Grandes Seres podrán contar con la sagacidad de un
aspirante y encontrar así un colaborador. Todo
entrenamiento esotérico tiene en vista el desarrollo del aspirante para que
pueda ser, en verdad, un punto focal de energía espiritual. Debe recordarse, no
obstante, que bajo la ley, este entrenamiento será cíclico, y tendrá su flujo
y reflujo, como todo lo demás en la naturaleza. Las épocas de actividad
suceden a las de pralaya, y los períodos de
contacto alternan con períodos de aparente silencio. Observen aquí la
elección de las palabras. Esto se debe a la imposición de la Ley de
Periodicidad, y si el estudiante se desarrolla debidamente, cada período de pralaya será seguido por uno de mayor actividad y más
poderosa realización. El ritmo, el flujo, el reflujo y el medido compás de la
vida palpitante, constituyen siempre la ley del universo y, al aprender a
responder a la vibración de los Altos Lugares, debe tenerse en cuenta esta
periodicidad rítmica. La misma ley rige para un ser humano, un planeta, un sistema
solar - todos los centros o [e236] puntos focales de energía de
alguna Vida más grande. Para que tenga éxito el trabajo que llevan a cabo (y
consiste mayormente en la tarea de desarrollar la capacidad para hacer
contacto con ciertas corrientes en niveles mentales - corrientes [i324] que emanan
del yo superior, del grupo egoico o del Maestro -),
deben existir ciertas condiciones definidamente planificadas y estar
presentes ciertos factores. Cuando éstos no existen, las corrientes (si así
puedo expresarlo) se desvían y no se produce el contacto. Si es necesario
atender asuntos mundanos - y estos períodos llegan en todo ciclo de vida -
entonces debe concentrarse la atención en esos detalles, y el contacto
superior quedará provisoriamente sin realizar. Tal atención a los asuntos del
plano físico no es necesariamente pérdida de tiempo, porque constituye parte
del plan en ese momento particular como cualquier otro tipo de servicio. La
plena expresión y conciencia en cada uno y en todos los planos es el objetivo,
recordando que cada plano, con sus diversos estados de conciencia, es también
parte de la Vida divina. La mayoría de los aspirantes carece de la conciencia
de síntesis y de la capacidad de mantener y registrar la continuidad. Si
existe el caos emocional o mental, entonces nuevamente se desvían las
corrientes y el cerebro no registra lo visto y oído internamente. Si estamos
fatigados y el cuerpo físico necesita descanso, entonces, análogamente, no se
registra lo interno. Los centros en el vehículo etérico se vitalizan y
activan en la tarea de hacer contacto y la consiguiente transmisión de
energía; por lo tanto, si la vitalidad es poca y los fluidos pránicos no se asimilan, entonces disminuye todo el
contacto vibratorio y el centro deja de registrar vibración y respuesta. Por
otra parte, cuando el estímulo es adecuado y las demás condiciones se
trasforman en la necesaria tranquilidad, pueden enfrentarse nuevamente las
corrientes, llegar la respuesta y originarse un nuevo ciclo de receptividad.
He dado estas explicaciones porque he observado muchas dudas y ansío aclarar
parcialmente el proceso a seguir. Es inteligente que todos los que trabajan
tengan una clara comprensión [i325] de esa tarea, y deberían estar
plenamente conscientes de cada paso dado en esas líneas que afectan tan
íntimamente su poder de servir. Respecto
a los problemas que ocupan la atención de quienes viven en esta época de
intranquilidad y trastorno mundiales, daré una palabra de aliento. Si bien
para ustedes la situación parecería confusa y el horizonte oscurecerse por la
tormenta, tengan presente que cuando la perturbación es general como ahora, y
toda la zona está afectada, el fin está cercano. En la naturaleza una
tormenta eléctrica sirve para limpiar la atmósfera, trayendo un período de
sol y agradables condiciones de vida. Tuvimos la [e237] tormenta
eléctrica de la guerra mundial y el período de la gradual dispersión de las
nubes, con el retumbar de los truenos a nuestro alrededor y las violentas
tormentas de viento y lluvia, contrariando las esperanzas de los que ansían
ver brillar el sol. Aquellos que pacientemente continúan el trabajo, que
conservan la calma y la seguridad interna, que pierden de vista el primer
plano de las personalidades y sólo recuerdan las fuerzas amorfas que actúan a
través de todas las formas y estaciones, verán surgir el orden del caos, la
reconstrucción de la pasada destrucción y los ajustes actuales; ellos verán
la liberación de nuevas fuerzas vitales, evitando hasta ahora la entrada de
las envolturas cristalizantes construidas por el
hombre. Por lo tanto, mantengan firmes la visión interna y tengan esa gran
paciencia que perdura a través del ciclo menor, porque la clave del ciclo
mayor ha sido mantenida con firmeza. Podría
ser de valor tratar brevemente ciertas líneas principales de pensamiento que
surgen hoy y son el fruto del pasado y la promesa del futuro. El
pensamiento de los hombres siempre ha sido religioso. No ha existido época en
que no estuvieran presentes la religión y los pensamientos de los hombres
acerca de Dios, del Infinito y de la Vida que trajo todo a la existencia. [i326] Aún las razas
salvajes más ignorantes han reconocido una Potestad y trataron de definir su
relación con esa Potestad, en términos de temor, sacrificio o propiciación.
Desde la rudimentaria adoración a la naturaleza, del fetichismo y de la
degradada adoración a los ídolos, del hombre primitivo, hemos erigido una
estructura de la verdad, que si bien es aún imperfecta e inadecuada, en
efecto, sienta las bases del futuro Templo de la Verdad, donde se verá la luz
del Señor y será una expresión adecuada de la Realidad. De
las tinieblas del tiempo han surgido las grandes religiones, las cuales, si
bien diversas en sus teologías y formas de adoración, aunque están
caracterizadas por diferente tipo de organización y ceremonial y difiriendo
en sus métodos de aplicación de la verdad, están unidas en tres aspectos
fundamentales: 1. En su
enseñanza, respecto a la naturaleza de Dios y del hombre. Cuando
los hombres reconozcan esto y logren aislar esa interna y significativa
estructura de la verdad, que es la misma en todos los climas y en todas las
razas, entonces surgirá la religión universal, la Iglesia Una y ese
unificado, aunque no uniforme acercamiento a Dios, que demostrará la verdad
de las palabras [e238] de San Pablo "Un Señor, una
fe, un bautismo...; Dios y Padre de todos, que está sobre todos y por todos y
en todos." Las teologías desaparecerán al conocerse a Dios; las
doctrinas y los dogmas ya no se considerarán necesarios, porque la fe estará
basada en la experiencia, y la autoridad cederá su lugar a una apreciación personal
de la Realidad. El poder de la Iglesia sobre el grupo será reemplazado por el
poder del alma, despierta ya en los hombres; la época de los milagros y de
las disputas sobre el por qué y el cómo de esos milagros, [i327] con el
consiguiente escepticismo o agnosticismo, cederán a la comprensión de las
leyes de la naturaleza que controlan el reino superhumano
y la etapa sobrenatural del proceso evolutivo. El hombre recibirá su herencia
divina y se reconocerá como Hijo del Padre, con todas las características, poderes
y capacidades divinos que le pertenecen por dote divina. Pero, mientras
tanto, ¿qué tenemos? La ruptura de la vieja y establecida tradición, la
rebelión contra la autoridad, sea de la iglesia, dogma, doctrina o teología;
la tendencia hacia la autodeterminación; el derrumbamiento de antiguas normas
y viejas barreras de pensamiento, y las divisiones entre razas y creencias. Por
eso estamos pasando por una etapa intermedia de caos y dudas, de rebeldía y
aparente libertinaje. Los métodos de la ciencia se están aplicando a la
creencia religiosa - investigación y análisis, comparación y deducción. La
historia de las religiones, las bases de la doctrina, el origen de las ideas
y el acrecentamiento de la idea de Dios, están siendo investigados y estudiados.
Esto conduce a muchas controversias y al rechazo de las antiguas ideas
establecidas respecto a Dios, el alma, el hombre y su destino. Siempre han
existido escuelas de pensamiento que difieren en ideas y métodos, y las seis
Escuelas de la Filosofía India han encarnado en sí prácticamente, todas las
conjeturas fundamentales del hombre sobre el por qué y para qué de la
manifestación. Poco nuevo ha agregado Occidente a estas seis escuelas
especulativas, si bien la mente occidental, con su genio para la técnica y
los métodos científicos, ha elaborado las ideas y diferenciado las seis
teorías en una multiplicidad de proposiciones menores. De la miscelánea de
ideas, teorías, especulaciones, religiones, iglesias, cultos, sectas y
organizaciones, surgen dos líneas principales de pensamiento - una destinada
finalmente a desaparecer, la otra a fortalecerse y a aumentar, hasta que dé
nacimiento (para nosotros) [i328] a la última formulación de la
verdad que será suficiente para la próxima era y llevará al hombre al elevado
pináculo del Templo y al Monte de la Iniciación. Estas dos líneas son: 1.
Aquellos que miran hacia el pasado y se aferran a las viejas costumbres, a
las antiguas teologías y a los métodos [e239] reaccionarios de rechazo para hallar
la verdad. Ellos reconocen la autoridad, sea la de un profeta, una biblia o una teología. Son los que prefieren obedecer a
la autoridad impuesta, en vez de la guía autoimpuesta
de un alma iluminada. Siguen a una Iglesia y a un gobierno, se caracterizan
por la devoción y el amor puros, pero no quieren reconocer la divina
inteligencia de que están dotados. Su devoción, su amor a Dios, su conciencia
estricta, pero desviada, y su intolerancia, los señalan como devotos, pero
están cegados por su propia devoción, siendo su progreso limitado por el
fanatismo. Pertenecen en su mayoría a la vieja generación, y la esperanza
para ellos está en su devoción y en el hecho de que la misma evolución los
llevará adelante hacia el segundo grupo. Al
primer grupo se le ha encomendado el trabajo de cristalización, que dará como
resultado la completa destrucción de la vieja forma; se le ha confiado la
tarea de definir las antiguas verdades, a fin de clarificar la mente de la
raza y reconocer lo esencial y lo no esencial, por lo que son, y comparar en
tal forma las ideas fundamentales con las formulaciones de los dogmas, que lo
básico será percibido y se rechazarán las creencias secundarias y sin
importancia, porque sólo lo fundamental y causal tendrá valor en la era venidera. 2.
El segundo grupo es todavía una minoría muy reducida, pero aumenta
constantemente. Es ese grupo interno de los que aman a Dios, los místicos
intelectuales, los conocedores de la realidad, que no pertenecen a una
definida religión u organización, pero se consideran miembros de la Iglesia
universal y "miembros los unos de los otros". Son [i329] extraídos de
cada nación, raza y pueblo; de todo color y escuela de pensamiento, y sin
embargo hablan el mismo idioma, aprenden mediante los mismos símbolos, siguen
el mismo sendero, han rechazado las mismas cosas no esenciales y han aislado
el mismo conjunto de creencias esenciales. Se reconocen entre sí; otorgan
igual devoción a los conductores espirituales de todas las razas y utilizan
con igual libertad la biblia de los demás. Forman
el trasfondo subjetivo del nuevo mundo; constituyen el núcleo espiritual de
la venidera religión mundial; son el principio unificador que oportunamente
salvará al mundo. En
el pasado hemos tenido Salvadores mundiales - Hijos de Dios que anunciaron un
mensaje mundial y trajeron acrecentada luz a los pueblos. Ahora, en la
plenitud del tiempo, y mediante el trabajo de evolución, está emergiendo un
grupo que tal vez traerá la salvación al mundo y que - encarnando las ideas
grupales y demostrando la naturaleza grupal, manifiesta en forma reducida el
verdadero significado del cuerpo de Cristo, y dando [e240] al mundo una
imagen de la verdadera naturaleza de un organismo espiritual - estimulará y energetizará de tal modo los pensamientos y las almas de
los hombres, que la nueva era se presentará por afluencia del amor, del
conocimiento y de la armonía de Dios Mismo. En
el pasado, las religiones han sido fundadas por una gran alma, un Avatar y
una personalidad espiritual sobresaliente, y el sello de sus vidas, palabras
y enseñanzas, se ha marcado en la raza y ha persistido durante muchos siglos.
¿Cuál será el efecto del mensaje de un Avatar grupal? ¿Cuál será la potencia
del trabajo de un grupo de conocedores de Dios, anunciando la verdad y
reunidos subjetivamente para el trabajo de salvar al mundo? ¿Cuál será el
efecto de la misión de un grupo de Salvadores del mundo, no como Cristos,
pero todos conocedores de Dios en cierta medida, complementando sus esfuerzos
mutuamente, reforzando su mensaje recíprocamente y constituyendo un [i330] organismo por
el cual la energía espiritual y el principio vida espiritual, pueden hacer
sentir su presencia en el mundo? Este
grupo y sus miembros existen en todos los países. Relativamente son pocos y
contados, pero su número aumenta y su mensaje será percibido en forma
acrecentada. Están investidos de un espíritu de construcción, pues son los
constructores de la nueva era; se les ha encomendado el trabajo de preservar
el espíritu de la verdad y de reorganizar los pensamientos de los hombres, a
fin de controlar la mente racial y llevarla a esa condición meditativa y
reflexiva que le permitirá reconocer el próximo desenvolvimiento de la
divinidad. Conectados
con estos dos grupos, los doctrinarios reaccionarios y el grupo subjetivo de
místicos, se halla la mayoría de la nueva generación de jóvenes que no forma
parte de uno u otro grupo y cuyas ideas están mayormente desorganizadas
debido a que reconocen a ambos. Esta mayoría no pertenece al pasado y rehúsa
aceptar la autoridad del mismo. No forma parte del grupo interno de
Conocedores, dedicados a la tarea de orientar los pensamientos de los hombres
hacia correctos canales, por no haber llegado aún a esa etapa del
conocimiento. Sólo reconocen dos cosas: su necesidad de libertad y una
intensa ansia de saber. Desprecian la tradición del pasado; rechazan las
viejas formulaciones de la verdad, y debido a que todavía no se encuentran en
terreno seguro, sino que están en el lugar de los buscadores e
investigadores, existe el estado actual de disturbio mundial, aparente
libertinaje y desorganización. Debe recordarse que este estado mundial es el
resultado del choque de los tres tipos de fuerza que prevalecen hoy en el
mundo, y son: [e241] 1.
La que emana de quienes se aferran a las antiguas tradiciones y acentúan las
formas del pasado, produciendo la destrucción de esas formas. 2.
La que emana del grupo interno de místicos [i331] que guiados por la Jerarquía
planetaria están construyendo la nueva forma. 3.
La que emana de las masas que no pertenecen a ninguno de los dos grupos, que
manejan ciegamente fuerzas y a menudo insensatamente, y lo harán hasta el
momento de reconocer esos canales constructivos en que ésta puede verterse
inteligentemente. De
ahí el problema de este período de transición y la necesidad de divulgar las
enseñanzas que permitirán al aspirante buscador e investigador, encontrarse a
sí mismo. De allí la necesidad de que las leyes del alma y la verdad,
respecto al desenvolvimiento individual, les sean aclaradas a quienes no
obstante rechazar las antiguas tradiciones y negarse a reconocer a los
místicos, tratan de considerarse a sí mismos como almas liberadas. Con este
conocimiento aumentará constantemente el número de Místicos Constructores,
porque cuando el hombre ha encontrado su alma y reconoce su relación con el
mecanismo de expresión, el triple hombre inferior, pasa automáticamente a la
conciencia de la vida subjetiva, empieza a trabajar con la causa y no se pierde
ya en el mundo de los efectos. Entonces se encuentra a la par de los místicos
y conocedores de todas las épocas. Ésta es la tendencia del impulso religioso
en la actualidad y también la gloria de la era venidera. Si
es verdad que se está reuniendo en el trasfondo de nuestro actual estado
mundial un grupo de místicos que se caracterizan por su conocimiento, visión
y poder de actuar en los niveles mentales, invisibles y no reconocidos por
los hombres, también es verdad que este grupo no está limitado a lo
estrictamente religioso. Está formado por hombres y mujeres de todos los
sectores del pensar humano, inclusive científicos y filósofos. La
ciencia misma, como todo lo demás en esta época, está en proceso de
transformación, y por poco que lo comprenda la mayoría, trabaja con lo que
denomina materia, y sus investigaciones del átomo están entrando en un nuevo
campo, [i332] donde serán descartados gradualmente los
antiguos mecanismos y técnicas y un nuevo acercamiento y distinto concepto
fundamental, respecto a la naturaleza de la materia, marcará la nueva era.
Dentro de los próximos veinticinco años, surgiendo de las dos ideas
aparentemente distintas, respecto a la naturaleza del átomo, se observará el
reconocimiento de ciertos impulsos de energía, y esto se basará en el
descubrimiento de esas energías que (al actuar sobre el átomo y las formas
atómicas) producen las formas [e242] concretas tangibles de los
diferentes reinos de la naturaleza. Se demostrará la verdad de ciertas
premisas básicas de la Sabiduría Eterna, tales como: 1.
El alma es el principio constructor de formas, que produce atracción y
cohesión. 2.
Esta alma es un aspecto o tipo de energía que se diferencia de la materia
misma. 3.
El átomo ha sido reconocido como una unidad de energía, pero hasta ahora no
ha sido aislada la energía que impele a los átomos hacia conglomerados que
denominamos organismos y formas. Los místicos del mundo científico lo
percibirán y en la próxima generación trabajarán para demostrarlo. Este tipo
de energía, la del aspecto constructor de formas de la manifestación, origina
todo trabajo mágico, y esta energía, en los diferentes reinos de la
naturaleza produce forma, figura, especie, clase, tipo y las diferenciaciones
que marcan y distinguen los millares de formas a través de las cuales la vida
misma se manifiesta. La cualidad de la energía produce la cantidad de formas;
la luz es la causa de que aparezcan en la conciencia de la raza las
heterogéneas figuras que pueden asumir los conglomerados de átomos. 4.
Este tipo de energía que produce figuras, formas y organismos coherentes, en
todos los reinos de la naturaleza, no es el principio vida. El principio vida
no será reconocido ni descubierto hasta que [i333] el alma, o principio que otorga
cualidad, el constructor de las formas, sea a su vez estudiado, reconocido e
investigado. 5.
Esto será posible cuando el hombre en forma más consciente se haga cargo de
su herencia divina y, al trabajar como alma y controlar su mecanismo (físico,
emocional y mental), pueda trabajar conscientemente en armonía con el alma de
todas las formas. Lo
antedicho podrá alcanzarse únicamente cuando la raza capte la hipótesis
mencionada y la reconozca como posibilidad, y trate de demostrar o refutar,
la realidad del factor alma, que reside tras su estructura o cuerpo de
manifestación. Todos los grandes científicos y trabajadores en el reino de la
naturaleza objetiva han trabajado como almas, y los más sorprendentes
desarrollos en el reino de la física y de la química, como en otros sectores
del conocimiento humano, tuvieron lugar cuando el trabajador en determinado
campo se ha abocado con fe a formular alguna hipótesis, e investigar y
acelerar su trabajo, etapa tras etapa, hasta entrar en contacto con un
aspecto de la verdad aun no formulado por el hombre. Luego, habiendo
penetrado en un [e243] nuevo reino del pensamiento,
toma, mediante su intuición, el conocimiento descubierto allí y lo formula de
tal manera, que por medio de la teoría, del principio, del experimento y de
aparatos mecánicos, se convierte en propiedad del grupo, y a su debido tiempo
es comprendido y utilizado por el mundo. Pero en su génesis ha sido trabajo
místico, basado en la intuición mística. Podría
decirse aquí que tres grandes descubrimientos son inminentes, y durante las
dos generaciones venideras revolucionarán el pensar y la vida modernos. Uno
ya se presiente, y es tema de experimento e investigación: la liberación de
la energía del átomo. Esto cambiará totalmente la situación económica y
política del mundo, porque esta última depende principalmente de la primera.
Se simplificará nuestra civilización mecánica, vendrá una era en que
estaremos [i334] libres de la pesadilla del dinero (poseerlo
o no), y la familia humana reconocerá universalmente su categoría como reino
de enlace entre los tres reinos inferiores de la naturaleza y el quinto reino
o espiritual. Se tendrá tiempo y libertad para cultivar el alma, que
reemplazará nuestros métodos modernos de educación, y la significación de los
poderes del alma y el desarrollo de la conciencia superhumana
absorberán en todas partes la atención de educadores y estudiantes. Un
segundo descubrimiento surgirá de las investigaciones actuales respecto a la
luz y al color. Se estudiará el efecto del color en las personas, animales y
unidades del reino vegetal, y como resultado de estos estudios vendrá el
desarrollo de la visión etérica, o el poder de ver
con el ojo estrictamente físico, el siguiente grado de materia. Las personas
pensarán y hablarán cada vez más en términos de luz, y el efecto de los
futuros desarrollos será triple en este sector del pensamiento humano. a.
Las personas poseerán visión etérica. b.
El cuerpo vital o etérico, subyacente como estructura interna de las formas
externas, será visto, observado y estudiado en todos los reinos de la
naturaleza. c.
Esto derribará todas las barreras entre las razas y las diferenciaciones de color, y quedará establecida
la hermandad esencial del hombre. Nos veremos unos a otros y a todas las
formas de manifestación divina, como unidades de luz de distintos grados de
brillantez, y hablaremos cada vez más en términos de electricidad, voltaje,
intensidad y fuerza. La edad y la etapa y ubicación de los hombres, respecto
a la escala de evolución, serán observables y se harán objetivamente
evidentes, y se reconocerá y comparará la capacidad [e244] de las almas
maduras y las jóvenes, restableciendo así en la tierra el reino de los
iluminados. Obsérvese
aquí que estos desarrollos se deberán al trabajo de los científicos de las
dos generaciones venideras y al resultado [i335] de sus esfuerzos. Su trabajo con
el átomo de la sustancia y sus investigaciones en el reino de la
electricidad, de la luz y de la fuerza, deberán demostrar inevitablemente la
relación entre las formas - otro término para la hermandad -, el hecho del
alma, la luz interna y la irradiación de todas las formas. El
tercer desarrollo, que probablemente será el último en producirse,
pertenecerá más estrictamente a lo que los esotéricos denominan el reino de
la magia. Surgirá del estudio del sonido y su efecto, y pondrá en manos del
hombre un poderoso instrumento en el mundo de la creación. El científico del
futuro obtendrá sus resultados mediante el uso del sonido; por medio del
sonido se abrirá un nuevo campo de investigación; será estudiado y conocido
el sonido que emite cada forma en todos los reinos de la naturaleza; por su
intermedio se realizarán cambios y se desarrollarán nuevas formas. Sólo puedo
dar aquí una indicación, y es que la liberación de la energía del átomo está
ligada a la futura ciencia del sonido. La
significación de lo que ha ocurrido en el mundo durante el último siglo, en
el reino del sonido, no es aún valorada ni comprendida. Sin embargo, están
produciendo terribles efectos los increíbles e incrementados ruidos y sonidos
que emanan del planeta en esta época. El trepidar de las máquinas, el fragor
de los mecanismos de transporte en todas partes del mundo - trenes, barcos y
aviones -, la centralización de los sonidos producidos por los hombres en
zonas congestionadas, como las grandes ciudades, y el empleo universal de la
radio, que introduce sonidos musicales en todos los hogares y en la calle,
están produciendo efectos en los cuerpos de los hombres y en todas las formas
de vida, que sólo se evidenciarán a medida que pase el tiempo. Desaparecerán
algunas formas de vida en el reino animal, pero principalmente en el vegetal,
y será muy interesante la respuesta del mecanismo humano a este mundo de sonido,
estruendo y [i336] música, en que se va sumergiendo cada vez
más. Estos
tres desarrollos producirán los cambios necesarios en este período de
transición, e introducirán e inaugurarán una nueva era en que la hermandad
será la nota clave, por ser un hecho comprobado en la naturaleza. Llegará una
época en que los hombres caminarán en la luz, porque será un mundo de
reconocida irradiación interna, donde el trabajo mundial se llevará adelante
por medio del sonido y, oportunamente, por el empleo de las [e245] palabras de
poder y el trabajo del mago entrenado. Quienes se entrenaron para trabajador
con la sustancia, comprendiendo la naturaleza de la materia, percibiendo
siempre en términos de luz y captando el propósito del sonido, originarán
esos cambios estructurales y transformaciones materiales que establecerán una
civilización adecuada para el trabajo de la raza futura. Esta tarea
constituirá la consciente unificación del alma con su vehículo de
manifestación. También se establecerán esos métodos culturales que
conducirán, a los pocos evolucionados de la raza, a una mejor manifestación y
a una verdadera expresión de sí mismos; el privilegio de la próxima
generación de investigadores científicos será producir este resultado. Sin
embargo, la característica descollante del ciclo venidero derivará de la
Psicología. Constituirá la aparición de un nuevo factor, desde el punto de
vista del psicólogo moderno de la escuela materialista, e implicará el
reconocimiento del alma. La
escuela mecanicista de los psicólogos ha servido y está sirviendo un
propósito inestimable, y los descubrimientos de los educadores son de hecho,
sólidos aunque erróneos en sus conclusiones. Sirven como freno necesario para
la escuela más especulativa y mística, dignificada con el nombre de
introspectiva. Como muchas otras cosas en el mundo actual, de las dos grandes
líneas de pensamiento, tales [i337] como la mecanicista y la
introspectiva o subjetiva ya mencionada, surgirá una tercera que incluirá la
verdad en ambas posiciones y las ajustará debidamente entre sí. En mayor
escala se está efectuando ya la fusión de Oriente y Occidente, del misticismo
y el esoterismo. Nada tenemos que decir a favor de una u otra, pero en la
evolución del pensamiento las principales tendencias de las ideas están hoy
acercándose rápidamente, y de ello surgirá una síntesis que probará ser la
plataforma adecuada en la cual podrá apoyarse el ciclo futuro. Hablando
en términos generales, podría ser de valor observar aquí la tendencia de tres
líneas de pensamiento, en el campo de la Psicología. 1.
La mecanicista, que recalca la estructura, atribuye por completo las
reacciones del organismo humano - mental, emocional y físico - al aspecto
material, y considera que la estructura es responsable y originante de todas las formas de conducta y características que el hombre
demuestra, tanto normales como anormales. 2.
La escuela introspectiva, que presenta un yo o un algo consciente,
responsable de las condiciones, y que, como suele decirse, es "consciente
de la conciencia". Esta escuela de psicólogos reconoce la estructura,
pero va más allá y considera ciertos [e246] aspectos de la conducta, las
reacciones y los problemas, como insolubles bajo el proceso esencialmente
mecanicista que acerca más a la posición esotérica pero no va tan lejos. 3.
Luego tenemos los que sustentan el principio vital o el grupo de psicólogos
que aceptan la realidad de la estructura, no obstante consideran que está
sujeta a las influencias de energías y fuerzas que emanan del medio ambiente
externo. Son energías de naturaleza más amplia que las que surgen totalmente
dentro del yo del hombre, y entre ellas figuran los grandes impulsos básicos
de los cuales la naturaleza misma es responsable, y que pueden verse y
sentirse en las unidades de vida orgánica, que no son la humana. [i338] La verdad que
protege a todas estas escuelas es una sola, y cada aspecto de la misma está
correlacionado. Existe
un mecanismo, por el cual funciona el verdadero hombre, y una estructura,
construida por él, de acuerdo a las leyes de la naturaleza que puede aprender
a utilizar y controlar. Pero de acuerdo con la escuela más subjetiva y
especulativa, debe aprender a diferenciar entre él, como centro consciente de
percepción, el "yo", en el trono de la inteligencia, y el
mecanismo, mediante el cual puede hacer contacto con el mundo externo. Cuando
el "yo", el que usa el mecanismo, llega a efectuar esto, percibe
otro hecho, que no sólo es él quien genera, utiliza la energía y dirige una
parte de la vitalidad que le pertenece, sino que existen energías y fuerzas
en la naturaleza y en el planeta, como así también extraplanetarias
o cósmicas, a las cuales puede responder y aprender a utilizar y adaptar. Las
tres escuelas actuales son, por lo tanto, custodios embrionarios de estos
tres factores. Bajo el actual sistema de discusiones y separatividades,
cada una de ellas se ocupa principalmente de refutar la teoría de las otras.
Sus informaciones son correctas, aunque erróneas en sus deducciones, pero se
necesitan mutuamente; de la fusión de las tres presentaciones surgirá una
cuarta, que estará más cerca de la verdad que cualesquiera de las otras. Al
considerar otras tendencias básicas en el mundo del pensamiento actual, se
evidencia que una de las más predominantes es el énfasis creciente puesto
sobre la conciencia grupal, es decir, la percepción del medio ambiente. La
conciencia grupal ha sido reconocida por el hombre de la calle como sentido
de responsabilidad, y en el individuo indica vibración egoica.
Es una de las primeras señales de que el alma está comenzando a utilizar su
mecanismo. El hombre ya no vive para los asuntos del yo separado, sino que
empieza a comprender la necesidad de adaptarse a [i339] la misma
condición de su semejante. En un sentido muy real asume el [e247] deber de ser
el custodio de su hermano y se da cuenta que, en realidad, el progreso, la
satisfacción, la paz mental y la prosperidad, no existen para él
independientemente de la de su hermano. Esta comprensión se extiende
constantemente del individuo al estado y a la nación, de la unidad familiar
al mundo, y de allí a las grandes organizaciones, fraternidades, clubes,
ligas y movimientos, que en todas partes tienen por objetivo la elevación y
el bienestar de los hombres. La necesidad de dar en vez de recibir, va
aumentando en la conciencia racial, y el reconocimiento de ciertos conceptos
fundamentales relacionados con la hermandad, va progresando continuamente. La
hermandad como una realidad de la naturaleza es aún en gran parte, una
teoría, pero la hermandad como ideal se halla ahora modelada en la conciencia
racial. Una
de las grandes escuelas de pensamiento o tendencias de ideas destinadas a
desaparecer, son las filosofías actuales, tal como la conocemos. La filosofía,
en su sentido técnico, como amor a la sabiduría, se acrecentará a medida que
los hombres comprendan más su significado y con el transcurso de las épocas
sean más sabios, pero las actuales escuelas de filosofía casi han cumplido su
propósito, que ha sido la formulación de ideas respecto a Dios y Su relación
con el hombre, en lo que concierne a la divinidad, la escatología y las
relaciones espirituales. Los
últimos grandes gestos de las escuelas de filosofía aún no han sido
realizados. Serán reemplazados, en siglos venideros, por quienes, práctica y
verdaderamente, sean cosmólogos, pues una vez que el Verbo del género humano
sea comprendido y captado y se aprecie la significación del individuo, el
Verbo del Cosmos recibirá debida y correcta atención, y se estudiarán las
leyes y la naturaleza de ese gran Ser en Quien vivimos, nos movemos y tenemos
nuestro ser. El Cristo cósmico jamás podrá ser conocido por nadie, excepto
por el Cristo individual. El
hombre, como veremos a medida que proseguimos, está en vísperas de [i340] establecer su
divinidad. La evolución ha llevado adelante el perfeccionamiento del
mecanismo a tal grado, que ahora constituye un organismo coordinado e
integrado, una estructura utilizable y preparada para el "utilizador
divino". Durante las siguientes décadas será establecida la realidad del
alma y la labor de los pensadores introspectivos, de los místicos y de los
estudiantes ocultistas, llevándose a cabo hasta el punto en que la fuerza del
alma se establezca como un concepto racial y las leyes del alma se reconozcan
como reemplazantes, pero no anularán las leyes del hombre (pues lo menor está
siempre incluido en lo mayor). Esto se debe a que la ley es respetada [e248] siempre por
un alma en manifestación, que no se inclina a quebrantarla porque no hay
tendencia a infringirla. Esta
creciente convicción respecto a considerar al alma como el yo, lo evidencia
la oposición a la teoría presentada por las escuelas de pensamiento que
acentúan el dominio de la materia, y que todos los fenómenos objetivos y
subjetivos se deben a la actividad de la materia. La verdad sale a la luz
mediante la lucha de quienes sostienen distintos puntos de vista, así como en
un sentido más amplio, el espíritu "asciende a los hombros de la materia",
retornando a su posición original, además de adquirir cualidad, resultado de
la experiencia. Siendo así, el conocimiento tomará el lugar de la teoría, y
la evidencia directa reemplazará la especulación. En breve las teorías de los
hombres, respecto a su naturaleza divina, deben ceder su lugar a la
convicción, y su filosofía a la investigación directa del alma. Lo reconocido
y admitido, aunque no comprendido, es objeto de atención e investigación, y
muy pronto llegará el día en que una ciencia experimental del alma ocupará su
lugar en las universidades y fundaciones, no así la comprobación del alma,
que por el análisis de su naturaleza, propósito y vida, recibirá por parte de
los científicos modernos en sus diversas ramas, una atención análoga a la
dada actualmente al mecanismo buscado por el alma, y que oportunamente
utilizará, [i341] porque nada puede detener ese gran
desarrollo evolutivo. Quiero
agregar ciertas palabras de advertencia, como también un resumen de lo dicho
anteriormente: Primero,
no se aferren a la forma, no importa cual sea. Todas las formas sólo son
experimentos y llegan al punto de equilibrio - para luego ser descartadas o
vivificadas. Segundo,
recuerden que todas las personalidades (incluso la propia) tienen, de acuerdo
a la ley, sus períodos de flujo y reflujo. Los períodos de reflujo, en el
caso de quienes mantienen una posición destacada, producen a veces
consternación a todos los adictos a sus propias personalidades y no al Dios
interno, dentro de su propio corazón. Tercero,
no olviden que así como en la vida del individuo hay períodos en que la
visión se oscurece, se atraviesa el valle y la niebla vela las estrellas, lo
mismo sucederá en conexión con los grupos. Así mismo, recuerden que después
de recorrer el valle (para todos los aspirantes y grupos verdaderamente
espirituales) se percibe y asciende al Monte de la Iniciación; después de la
oscuridad viene la visión; después de la noche viene el día. En los grandes
ciclos que afectan a los grupos cósmicos también puede observarse esto; en
los ciclos menores que [e249] controlan la raza, sucede lo
mismo y persisten iguales leyes en todos los grupos menores, descendiendo
hasta los grupos de diminutas vidas que predominan en los vehículos del
hombre. Debe ponerse énfasis sobre esto. Cuarto,
no se dejen dominar por el desaliento. El desaliento se debe a tres causas,
siendo la principal el descenso de la vitalidad del organismo corpóreo.
Cuando ello ocurre, el cuerpo astral exige demasiado al físico, y en el
esfuerzo por responder y en la presentida incapacidad de hacerlo
adecuadamente, reside una de las causas del desaliento. A menudo ataca a
quienes poseen un vehículo físico refinadamente organizado. La cura para este
tipo de [i342] desaliento es evidente. El descanso y el relajamiento,
reconstruyen y dan tiempo a la naturaleza para reajustar la dificultad.
También el sol revitaliza con prana y debe tenerse esto en cuenta. Después de
todo, el sentido común es el requisito especial, y también la comprensión de
que nuestro trabajo se ajusta a la propia capacidad y no a la abrumadora
necesidad. Reflexionen sobre esto. Otra
base del desaliento es el excesivo desarrollo de la mente concreta, que a su
vez exige demasiado a la naturaleza emocional y, en consecuencia, al físico. La
capacidad demasiado grande exigida para ver lo que abarca un tema, la
comprensión excesivamente desproporcionada respecto a la comprensión de la
necesidad del mundo y la captación demasiado rápida de las consecuencias
involucradas, en relación con un asunto determinado, producen una vibración
violenta en el cuerpo astral. Esto conduce al desmoronamiento del vehículo
físico, y al efecto sentido se lo denomina desaliento. Aquí se debe cultivar
el sentido de proporción y entra en juego la facultad de equiparar
inteligentemente y también de adquirir el equilibrio mental. El
restablecimiento reside en comprender que el tiempo, la eternidad, la
evolución (llámenlo como quieran), hace que todas las cosas pasen, y que no
todo dependa del esfuerzo individual. Es posible que las almas sabias
aceleren el buen trabajo, pero no obstante el fin es seguro. Si las almas
sabias no aparecen, la fuerza de la evolución hará que todas las cosas
sucedan, aunque con mayor lentitud. No olviden esto, pero cuando los domine
el desaliento, proveniente de causas mentales, adquieran tranquilidad y
perciban en la contemplación, la realización final de ese gran factor, el
Tiempo. Una
tercera causa reside en reinos más esotéricos, mediante el equilibrio de los
pares de opuestos. Cuando oscila el péndulo - y debe oscilar y lo hace -
hacia lo que llamamos oscuro, maligno e indeseable, produce tensión en
quienes están orientados hacia la luz, trayendo como resultado malestar en
todos los [e250] cuerpos, y es [i343] sentido especialmente como
depresión por el cuerpo físico. Cuanto más sensible es el cuerpo, mayor su
respuesta a esta forma de tentación. Es una de las cosas que más obstaculiza
al aspirante. El aspecto forma lo hace negativo y receptivo y aminora su
vibración. Impide la realización, y como consecuencia sufre el servicio que
debe prestar al mundo. El remedio para el desaliento no se encuentra en el
cultivo de una vibración violenta contraria, reside en el inteligente empleo
del cuerpo mental, en la capacidad del razonamiento lógico y en ver que la
causa de las condiciones se halla en su propia personalidad o en su medio
ambiente. Así se logra equilibrio, y, como ya se ha dicho, hay que saber
considerar que el Tiempo lo resuelve todo. También radica en el aquietamiento
de la mente concreta y la consiguiente vinculación con el alma y, por
intermedio del alma, con el grupo egoico, y en
consecuencia con el Maestro. Nunca se debe olvidar que el contacto con el
Maestro se efectúa en este orden, y quien se halla cada vez más guiado por el
alma, penetra progresivamente en la conciencia de su Maestro. Después
de haberse unido desinteresadamente con el Maestro, viene el esfuerzo
deliberado y concentrado para trabajar con desapasionamiento
y sin ningún deseo de ver el fruto de la acción. Si se continúa durante mucho
tiempo y se insiste con paciencia en este procedimiento, traerá como
resultado un equilibrio que nada podrá quebrar. Hay
cinco cosas que deberían cultivar quienes han elegido el sendero del esoterismo,
y el grupo debe tratar especialmente de alcanzarlas, y son: 1. Consagración
al móvil. Estas
cinco tendencias, unidas a la pureza de vida y regulación del pensamiento,
conducirán al campo de la realización. Recuerden también que el propósito no
es descubrir todo lo que se puede conocer, sino esa parte que puede ser
aplicada sabiamente para iluminar a la raza y a aquellos que ustedes pueden
influir en el lugar en que se encuentran. Como
verán, el verdadero problema reside en el logro de la absoluta intrepidez.
Todo temor, duda y preocupación, tienen que [e251] ser eliminados. Si pueden
lograrlo, aumentarán en forma asombrosa el desarrollo del punto interno de
contacto y el conocimiento de cómo extraer de las fuentes de inspiración. La
mayoría de las personas cierran las fuentes de información debido a que no
controlan su naturaleza emocional. El cuerpo astral puede ser controlado.
¿Cómo? 1.
Por inhibición directa. Los principiantes pueden usar este método con
provecho, pero no es el mejor a seguir. Produce reacción sobre el cuerpo
físico, congestión del cuerpo astral y similar condición en el vehículo
etérico. A menudo produce dolor de cabeza, congestión de hígado y otros
desarreglos. 2.
Por la comprensión directa de lo que está en juego y la conciencia de que
para un alumno del Maestro, nada sucede si no es para acrecentar el
conocimiento, el desarrollo y una mayor utilidad en el servicio. El temor de
algunos no está basado en la timidez (afirmación paradójica), sino muchas
veces en una condición mental como el orgullo. Quienes se polarizan en el
cuerpo mental, encuentran que sus temores están vinculados con el intelecto.
Éstos son, por lo tanto, más difíciles de vencer que los temores de una
persona polarizada en el cuerpo astral, la cual puede aplicar el [i345] intelecto
para eliminar el temor en el cuerpo astral. Los tipos mentales tienen que
apelar directamente al ego, porque siempre hay que recurrir a lo superior
para entenderse con lo inferior. De allí la necesidad de mantener siempre
abierto el canal. No traten de aniquilar el temor. Elimínenlo mediante el
poder dinámico de sustituirlo por otra cosa. Esto conduce a la tercera
sugerencia de que los estudiantes del grupo deberían eliminar el temor
mediante: 3.
Un método directo de relajamiento, concentración, quietud e iluminación de la
personalidad, con luz blanca pura. Procedan en la forma siguiente: Supongamos
que estén dominados por el pánico; sugestiones muy desagradables entran en
tropel; la imaginación está descontrolada, y la mente agrava las cosas. No
olviden que los temores de una persona emotiva no son tan poderosos como los
de ustedes. Por poseer un fuerte cuerpo mental, revisten de materia mental
altamente vitalizada sus reacciones al temor, lo cual origina la creación de
una poderosa forma mental. Ésta circula entre ustedes y el temido
acontecimiento. Al darse cuenta de ello buscarán la tranquilidad. Relajarán
el cuerpo físico, aquietarán lo más posible el cuerpo astral y serenarán la
mente. Entonces, visualizándose a sí mismos (la personalidad), al alma y al
Maestro - a Él como ápice del triángulo -, premeditadamente harán [e252] descender una
corriente de luz blanca pura y, haciéndola pasar por los vehículos
inferiores, eliminarán todo lo que obstaculiza. Continúen este procedimiento
hasta darse cuenta de que se ha realizado el trabajo necesario. Al principio
tal vez tengan que repetirlo muchas veces. Luego será suficiente sólo una
vez, y más adelante el proceso será innecesario, por haber obtenido el
triunfo. Esto
es aplicable a los temores conectados con la personalidad. Utilicen el
aspecto amor, inundándose con amor y luz. Los legítimos temores que surgen [i346] de las cosas
vinculadas a las circunstancias que se presentan, en el trabajo que debe
realizarse y el conocimiento de las obstrucciones que se materializan para
impedirlo, deberán tratarse en forma distinta. Nuevamente hay que seguir un
método definido: Aquietamiento
del cuerpo físico. Aquietamiento
del cuerpo astral por inhibición temporaria. Vinculación
con el ego y razonamiento definido sobre el correcto método de proceder para
enfrentar la dificultad. Habiendo agotado todos los métodos racionales y
superiores, y percibida claramente su línea de acción, entonces: Eleven
la vibración lo más alto posible y, desde los niveles de la intuición, hagan
descender algo más de luz sobre la dificultad. Si su facultad de intuición y
razonamiento, produce armonía y muestra la solución, entonces continúen.
Saben, como un hecho oculto más allá de toda controversia, que nada puede
suceder si no es para bien. Pueden tener seguridad de que serán guiados, y
quien ve el fin desde el principio no comete errores. Otros
tipos de temor - con los cuales los estudiantes hacen contacto cada vez más,
a medida que acrecientan su fortaleza y utilidad en el servicio - están
basados en la comprensión de las fuerzas que actúan en contra del Plan y
obstaculizan el trabajo. Habrá ataques ocultos y poderes de la misma
naturaleza, que militan contra el aspirante; podrán hacer sentir su poder en
uno u otro de los vehículos y - en muy raros casos - en todos
simultáneamente, cuando el aspirante es bastante importante. A veces serán
ataques dirigidos contra un colaborador individual, otras contra los grupos
de colaboradores. Para contrarrestarlos se empleará el primer método, con los
siguientes agregados y cambios. Se vinculará con su propia alma, como
individuo o parte de un grupo, y con la
Logia de Maestros, [i347] no simplemente con su propio
Maestro, sino con la Hermandad para la cual [e253] trabaja. Entonces, obtenida la
tranquilidad, visualizará a los Maestros que conoce y, elevando la vibración
aún más, se conectará, si puede, con los Chohanes,
el Cristo y el Manu, según la línea religiosa o
política, con la cual trabaja y desde donde se producirá el ataque. Entonces,
a través de la cadena vinculadora y de todos los
vehículos, hará fluir una corriente de luz violeta. Este método debe usarse únicamente
cuando la necesidad es grande y apremiante. La razón de andar con cautela
reside en que el vehículo etérico responde muy violentamente al color
violeta. Teniendo
presentes estas precauciones, las vibraciones del temor pueden ser
enfrentadas y eliminadas con el tiempo. Los colaboradores tienen dos tipos de
temor: Temor a lo que el futuro pueda depararles y la duda respecto al
resultado de cualquier esfuerzo. En la mayoría de las personas es una
combinación de ambos. Gran parte de los aspirantes no dudan básicamente del
resultado final, pero a veces sí del desarrollo de dichos resultados en la
actualidad y retrocede también ante el esfuerzo, que debe realizar en el
sendero, sabiendo con razón que conduce, a través de la soledad y las
pruebas, a los Pies del Hierofante. Se preocupa por los disturbios y las
vibraciones elevadas que parecen emanar de fuentes espirituales superiores.
Con frecuencia, llegarán fuertes vibraciones y, a medida que la raza
evoluciona, éstas serán más fuertes y sus reacciones deberán ser tratadas
inteligentemente. Cuando
la vibración espiritual es excesivamente poderosa dos cosas tienen lugar: Son
estimuladas todas las aspiraciones elevadas y sincronizadas las vibraciones
superiores, e igualmente estimulado todo lo que llamamos "mal". Los
aspirantes deben tener esto bien presente. Puede demostrarse como una oleada
de crímenes, pero también aparecer un creciente número de grupos que
representa el [i348] esfuerzo espiritual y aspiración
elevada. El efecto de la elevación de la vibración en el aspirante puede
manifestarse también de otras maneras. La fatiga física debe ser tratada no
tanto por el sueño y el descanso - si bien es necesaria una justa proporción
- sino sobre todo por un cambio de vibración, recreación y diversión. Luego,
al encarar el futuro, trae frecuentemente profunda depresión y absoluto
desaliento. No obstante, enfrenten ese futuro y recuerden que lo que éste
reserva no nos es revelado, sino que "la alegría" renace "por
la mañana". Ello trae como resultado una sensibilidad del cuerpo astral
que es, quizás, aún más difícil de soportar. Esto tendrá que ser tratado por
el individuo, de la mejor manera posible, teniendo en cuenta las sugerencias
dadas. Trae también como resultado la estimulación permanente de los átomos
en los diferentes vehículos [e254] y su vibración coherente y
estabilizada. Lo eleva un poco más cerca de la meta, aunque tal vez el
aspirante no lo perciba. Todo se supedita
a la capacidad del estudiante para captar el significado interno de los
acontecimientos. Su progreso total en el sendero depende de su actitud por
apropiarse de las enseñanzas. Sólo cuando trasmutamos las lecciones de los
planos internos en conocimientos prácticos, se convierten en parte de nuestra propia
experiencia y dejan de ser teóricos. La expansión de conciencia debe ser una
experiencia práctica cada vez más creciente. Las teorías no tienen valor
alguno hasta no convertirlas en hechos. De allí la importancia de meditar
sobre un ideal. Durante la meditación nuestros pensamientos vibran
momentáneamente de acuerdo a la medida del concepto, y con el tiempo esa
vibración se hará permanente. Aquellos
que inician el entrenamiento esotérico con ojos abiertos, deben en realidad
tener muy en cuenta lo que cuesta. La compensación final es grande, pero el
sendero es áspero y el verdadero esoterista lo
recorre solo. La capacidad de mantenerse aislado, de asumir [i349]
responsabilidad y luego, sin ayuda, valerse por sí mismo y desafiar el mal por
amor al bien logrado, es la característica del Hermano Blanco. Prepárense
para enfrentar la soledad, para evitar los peligros de la formación de un
carácter ofuscado y sombrío y para dedicar la vida sin recompensas
personales. Sólo a medida que se expande la conciencia y se encuentra la
verdadera ubicación en la totalidad cósmica, la compensación es evidente;
pero no teman, y sepan que la personalidad es sólo temporaria, y no importa
que sufra. Algún bien alcanzado para la Hermandad universal, alguna ley
explicada y demostrada en la vida diaria, quizás harán decir al Maestro
oportunamente (después que todo haya terminado): ¡Bien hecho! Miren siempre
adelante. No se desvíen a la derecha ni a la izquierda. El sendero conduce
hacia arriba, a una mayor rapidez de vibración y de sensibilidad. Busquen el
punto de equilibrio en su trabajo y manténganlo, porque los años suponen
mucho trabajo, presión y sufrimiento. ¿Son
suficientemente fuertes como para ver la congoja del mundo, el desastre y, no
obstante, conservar la alegría? ¿Pueden asociarse en el trabajo de acrecentar
la evolución de la raza, y darse cuenta de que son necesarias la dificultad y
la disciplina y, sin embargo, no hacer nada para aliviar el sufrimiento?
Almas seleccionadas y probadas están siendo entrenadas hoy, en todas partes
del mundo. Los Maestros están abrumados y sobrecargados de trabajo. Dan todo
lo que pueden, pero del aspirante individual dependen
el empleo de lo que se le da. [e255] Quienes
vigilamos y guiamos en el aspecto interno de la vida, tenemos más
conocimiento que ustedes, que llevan la carga y la preocupación de la
existencia en el plano físico. Conocemos las desventajas físicas y algún día
podremos ayudarlos definidamente a construir cuerpos fuertes para el servicio
mundial. Ahora el miasma astral es de tal índole, que les resulta casi
imposible a nuestros esforzados hermanos, [i350] tener buena salud; el karma del
mundo lo prohíbe. La corrupción astral y los pestilentes pozos sépticos de
los niveles inferiores del plano mental infectan todo, y afortunado aquel que
los evade. Vigilamos compasivamente a quienes poseen cuerpos débiles y
sensibles y se esfuerzan, trabajan, luchan, fracasan, continúan y sirven. No
se nos pasa desapercibida ni una hora de servicio ofrecida en el dolor y la
tensión, ni la tarea de un solo día efectuada con los nervios torturados, la
cabeza cansada y el corazón dolorido. Lo sabemos y nos preocupa mucho, sin
embargo no podemos hacer nada de lo que se necesita y que ustedes, que luchan
en el mundo, pueden hacer. El karma del mundo engolfa a cada uno en esta
época. Ojalá pudieran darse cuenta que el tiempo es corto y que el descanso,
la alegría y la paz están en camino. Conocemos
la victoria obtenida a medias, los días vividos con algún éxito, pero sin
haber logrado el ideal; los momentos de agotamiento del alma y del cuerpo,
cuando la vacuidad de todo, incluso el servicio mismo, parecen ser lo único
perceptible; las semanas y meses de esfuerzo y de lucha contra obstáculos
aparentemente insuperables, contra el enorme poder de las fuerzas de la
evolución y de la rugiente marea de la ignorancia del mundo. Confórtense en
la seguridad de que el amor rige todo; anímense, sabiendo que la Jerarquía
los respalda. Aquellos
que deben enseñar al mundo algo más respecto a los Maestros y se están
entrenando para ser puntos focales de contacto, son sometidos a una
disciplina sumamente drástica. Son probados en toda forma y enseñados a
través de experiencias muy amargas. Aprenden a no dar importancia al hecho de
no ser reconocidos. Se entrenan a no juzgar por las apariencias, sino por la
visión interna. La capacidad de reconocer el propósito del Maestro y el poder
de amar, son considerados de suprema importancia. Los aspirantes que desean
ser elegidos para trabajar con discípulos, deben perder todo deseo por las
cosas del no-yo y estar dispuestos a [i351] pagar lo que sea por obtener
conocimiento. Si se quiere probar al mundo la realidad del reino subjetivo,
se hará con la sangre del corazón, porque sólo con "la sangre del
corazón" se puede obtener sin peligro el poder y manejarlo
inteligentemente. A medida que avanzan y estudian como aspirantes, las leyes
ocultas de la naturaleza, comprenderán [e256] la necesidad del precio pagado.
El desenvolvimiento espiritual del carácter del discípulo debe ir a la par de
su conocimiento interno. Este conocimiento se desarrolla de tres maneras: 1.
Por definidas expansiones de conciencia, que dan al discípulo una comprensión
de las etapas a alcanzar. Su mente formula lo que debe captar más adelante,
siendo el primer paso hacia la adquisición. Un aspirante es llevado en forma
definida a los planos internos y un chela
más avanzado le indica el trabajo a realizar, algo así como cuando un
instructor indica a su alumno la lección a aprender. 2.
El próximo paso consiste en dominar la lección y desarrollar, por la
meditación y el experimento, las verdades percibidas. Éste es un
procedimiento largo, porque todo debe ser asimilado y constituye parte
integrante del yo del discípulo, antes de poder continuar. Es similar al
planteo de un problema de aritmética, que debe seguirse, guarismo por
guarismo, línea por línea, hasta obtener la solución. Este trabajo se efectúa
tanto en los planos internos como en el físico. En el Aula del Aprendizaje se
lo instruye al alumno todas las noches durante un breve período, antes de
realizar cualquier trabajo servicial. Estas enseñanzas las trae a la
conciencia de su cerebro físico en forma de un profundo interés por ciertos
temas y como una acrecentada aptitud para pensar concreta y abstractamente en
los diversos asuntos esotéricos que ocupan su atención. Intenta experimentar
y prueba distintos métodos para estudiar las leyes, y en el transcurso del
tiempo obtiene para él valiosos resultados. Pasa el tiempo, y a medida que
adquiere mayor conocimiento, éste se sintetiza, [i352] quedando
preparado para enseñar e impartir a otros el remanente del conocimiento, del
cual está seguro. 3.
Al enseñar a otros se obtiene más conocimiento. La definición de la verdad en
la enseñanza cristaliza los hechos aprendidos y, en el juego con las otras
mentes, las vibraciones propias del aspirante se sintonizan con planos cada
vez más elevados, afluyendo nuevas intuiciones y nuevas verdades. Cuando
ha dominado de esta manera una lección, prepara otra, y cuando el estudiante
sabe una determinada serie de lecciones, se gradúa y recibe una iniciación.
El grupo que él instruye se beneficia por el paso dado, porque cada discípulo
lleva consigo, en forma peculiar e indefinida, a quienes instruye. El
beneficio sobre una unidad repercute en el conjunto. En forma similar el
Maestro lleva consigo a Sus discípulos hacia adelante y hacia arriba. El tema
es abstruso y en gran parte constituye uno de los secretos de la ley de
expansión vibratoria. La iniciación del Logos tiene efecto universal. [e257] Es correcta
la presunción de que el sendero de probación corresponde a las últimas etapas
del período de gestación. La primera iniciación, que en El Nuevo Testamento se llama "el niño en Cristo",
comienza con el peregrinaje en el sendero. La primera iniciación representa
simplemente el comienzo. Se ha erigido una estructura del recto vivir, recto
pensar y correcta conducta; ha sido construida la forma que va a ocupar el
Cristo y ahora debe ser vivificada y habitada. La vida crística
penetra y la forma vive. He aquí la diferencia entre teoría y convertir esa
teoría en parte de uno mismo. Se podrá tener un cuadro o imagen perfecto, pero carece de vida. Podrá haber una persona que
haya modelado su vida sobre lo divino, hasta donde le ha sido posible. Habrá
obtenido una semejanza, pero le falta algo. ¿Qué es ese algo? La
manifestación del Cristo que en ella mora. El germen ha estado allí, pero
adormecido. Ahora lo nutre y trae a la existencia y pasa [i353] la primera
iniciación. Entonces queda mucho por hacer. La analogía es completa. El
discípulo Jesús después del nacimiento, estuvo muchos años antes de recibir
el bautismo. Las tres iniciaciones restantes las recibió en tres años. La
misma situación impera en el aspirante al sendero. La
segunda iniciación marca la crisis del control del cuerpo astral. Después del
bautismo faltan las tres tentaciones, que demuestran el control completo de
los tres vehículos inferiores. Luego viene la Transfiguración, seguida del
conocimiento del futuro y de la total autoabnegación.
Por lo tanto, tenemos: 1. El momento
de concepción, la individualización. El
sendero es, en consecuencia, donde se adquiere una constante expansión de
conciencia con acrecentada sensibilidad a las vibraciones superiores. Esto se
manifiesta al principio como sensibilidad a la voz interna, una de las
facultades más necesarias en un discípulo. Los Grandes Seres buscan a quienes
puedan obedecer rápidamente a la voz interna de su alma. Los momentos son
críticos y se exhorta a todos los aspirantes a ser también sensibles a la voz
del Maestro. El Maestro se halla completamente ocupado y los discípulos deben
llegar a ser sensibles a Su impresión. Una pequeña indicación, un dedo que
señala, una prematura sugerencia, puede ser todo lo que Él tenga tiempo de
dar, y cada discípulo debe estar a la expectativa. La presión sobre los
Maestros es grande, ahora que se van acercando al plano físico. Actualmente
un mayor número de almas tienen mayor conciencia de los Maestros que cuando
trabajaban únicamente en niveles mentales, y también Ellos cuando trabajan en
planos más [e258] densos, encuentran condiciones más
difíciles. Los devas y los discípulos, los
aspirantes y quienes están en el sendero de probación, se reúnen a Su
alrededor y son organizados en grupos, asignándoseles un trabajo especial.
Algunas almas pueden trabajar únicamente [i354] en conjunto, agrupadas y
unificadas por una común aspiración. Así actúa la mayoría de los cristianos
por ejemplo, en las Iglesias, porque desconocen las leyes del ocultismo y
presintiendo únicamente la verdad interna, trabajan en líneas generales de
preparación. Son ayudados por grupos de devas
inferiores o ángeles, que sugieren, guían y controlan. Otros más
avanzados trabajan en
grupos pequeños. Idealizan más y son los pensadores y conductores de las
reformas sociales, de la regeneración humanitaria y de la dirección
eclesiástica, sea cristiana u oriental. A éstos los guían los devas
superiores, los devas azules y los amarillos, y a
los primeros los devas azules y los rosados. Detrás
de ellos están, los más avanzados -los aspirantes, probacionistas
y discípulos del mundo. Trabajan solos o en grupos de dos o tres, y nunca en
grupos que excedan de nueve -la significación oculta de estos números es
necesaria para el éxito de su trabajo. Los grandes devas
blancos y los áureos, vigilan sus tareas. Detrás
de estos tres grupos se hallan los Maestros y los devas
de los niveles amorfos -una gran Hermandad, consagrada a servir a la
humanidad. Se
están estableciendo movimientos para trasmutar, si es posible, la tarea de
destrucción en trabajo constructivo. El momento es crítico, pues ha
sobrevenido una pausa en el trabajo de los destructores. Existe la
oportunidad de cambiar la marea y reconstruir el cuerpo social. Por
esta razón es necesario que todos se dediquen nuevamente al trabajo de
redención. Las personalidades deben ser sumergidas. Los aspirantes han de
llevar una vida inofensiva en pensamiento, palabra y obra. De esta manera
cada uno proporcionará un canal puro, llegará a ser una avanzada para la
conciencia del Maestro y suministrará un centro de energía a través del cual
la Hermandad podrá trabajar. El
problema principal del aspirante consiste en dominar la naturaleza emocional.
Entonces será el vencedor en el campo de [i355] Kurukshetra;
las nubes habrán desaparecido, y de allí en adelante podrá caminar en la luz.
Recuérdese que esta misma libertad de caminar en la luz, trae su propio
problema. Preguntarán, ¿cómo puede ser? Permítanme presentar un argumento
sencillo y, sin embargo, convincente. [e259] Cuando un
hombre camina literalmente en la luz de su alma y la clara luz del sol afluye
a través de él -revelando el sendero- eso revela al mismo tiempo el Plan. Sin
embargo, llega a ser consciente simultáneamente de que el Plan aún está muy
lejos de ser consumado. Lo oscuro, en verdad, se hace más evidente; el caos,
la miseria y el fracaso de los grupos mundiales, quedan revelados; se observa
la impureza y el polvo de las fuerzas que guerrean, y todo el sufrimiento del
mundo pesa sobre el asombrado, pero iluminado aspirante. ¿Podrá resistir esta
presión? ¿Podrá conocer en realidad el dolor y sin embargo regocijarse
eternamente en la conciencia divina? ¿Es capaz de enfrentar lo que revela la
luz y no obstante continuar su camino con serenidad, seguro del triunfo final
del bien? ¿Será abrumado por el mal superficial y olvidará el corazón de Amor
que late detrás de todas las apariencias externas? El discípulo debe recordar
siempre esta situación, sino lo que ha descubierto lo destruirá a él. Pero
con el advenimiento de la luz, se hace consciente de una, para él, nueva
forma de energía. Aprende a trabajar en un nuevo campo de oportunidades. El
reino de la mente se abre ante él, y descubre que puede diferenciar entre la
naturaleza emocional y la mental; también descubre que se puede obligar a la
mente a asumir la posición de controladora, y que las fuerzas sensorias
responden, obedeciendo a las energías mentales. "La luz de la
razón" produce esto -luz siempre presente en el hombre, pero sólo significativa
y poderosa cuando es vista y conocida, sea fenoménica o intuitivamente. [i356] En la
actualidad circulan muchas enseñanzas falsas respecto a la mente y al alma.
Podrían ser resumidas en las enseñanzas dadas por una escuela que permanecerá
en el anonimato, y son: La
naturaleza es cruel y selectiva. Actúa de acuerdo a la Ley de la
supervivencia del más apto; en el proceso de selección se sacrifican millones
de vidas, y el nacimiento de muchas formas queda en la nada. De allí que el
logro de la vida del alma sea un raro acontecimiento. Pocas personas tienen
alma y, por consiguiente, sólo unas cuantas poseen la inmortalidad, y van a
su propio lugar de poder para no retornar jamás. Las demás están perdidas, sumergidas y absorbidas en el proceso general de
la naturaleza, y el reino humano, como un todo, constituye una absoluta
pérdida, salvo algunos personajes significativos y descollantes, producto del
pasado y del presente. Han llegado a la realización mediante el sacrificio de
los muchos. Pero
la reacción de los hombres es adecuada a estas enseñanzas. El sentido de la
inmortalidad, la seguridad de un futuro eterno, la innata creencia en Dios,
la revelación de la luz, el logro [e260] de una sabiduría que ayuda y
auxilia, no son prerrogativas de los Sénecas, de los San Pablo, de los Akbar de la raza. Todo eso se encuentra (y a veces en su
forma más pura) en el campesino más humilde. Brotan palabras de sabio consejo
de labios de los analfabetos, y descubrimos el conocimiento de Dios y la
creencia en la inmortalidad del alma, latentes en los corazones de quienes
menos se espera, y a menudo de los más pecadores. Pero cuando los más
altamente evolucionados y los más inteligentes de la raza descubren en sí
mismos la divina Llama y despiertan el poder del Supremo Controlador, situado
en el corazón de su ser, son propensos a considerarse de más categoría que
otras personas y estiman que no merecen ser llamados Hijos de Dios quienes
son tan diferentes de ellos, porque no tienen su misma captación mental de las
diferenciaciones del desarrollo evolutivo. Consideran que no poseen alma
quienes no trabajan con energía mental [i357] y, por consiguiente no serán
eternos como individuos. Esto sólo es espejismo de la mente, parte de la gran
herejía de la separatividad, y apenas indica el
período venidero donde la mente predominará y desviará, como lo hace el cuerpo
sensorio en la actualidad. Por
lo tanto estudiemos los tipos de energía mental con que tiene que trabajar el
individuo, y veamos cómo puede subsanarse esta gran herejía de la separatividad, "la falacia del repudio", como a
veces se la denomina. Una
de las principales cosas que debemos recordar, al considerar estos tipos de
energía, es que su tendencia y trabajo pueden ser comprendidos más fácilmente
y con mayor amplitud, en relación con la humanidad, que los efectos
producidos por el empleo individual de la energía mental. Sólo algunos seres
humanos utilizan conscientemente este tipo de fuerza y, por lo tanto, sólo
unos pocos pueden comprender lo que realmente implica. Los hombres entrarán
cada vez más, como unidades, en posesión de su herencia intelectual, pero,
hablando numéricamente, apenas uno de cada diez mil utiliza este poder
inherente y actúa en su cuerpo mental con pleno conocimiento. No
obstante, observando a la humanidad como un todo y mirando retrospectivamente
el pasado desarrollo racial, podemos ver que la energía mental ha tenido un
efecto sumamente definido y ha producido resultados destacados. El empleo de
dos factores, diferencia al hombre del animal, ya sea que los utilice
consciente o inconscientemente. Ambos están latentes en el animal, pero el
hombre es la única entidad en los tres mundos que puede, conscientemente, extraer beneficio de ellos. Uno de estos
factores es el dolor, el otro la
facultad de la discriminación. Por
el dolor y el consiguiente proceso analítico de relación, más la memoria y la
visualización, el hombre aprende a conocer lo [e261] que debe evitar y lo que debe
cultivar. Esto tiene lugar en el reino de los acontecimientos del plano
físico y de la experiencia sensoria. Mediante la discriminación de las ideas
y las corrientes de pensamientos, el hombre aprendió a decidir en qué basar
sus actividades en todos los sectores [i358] de los asuntos humanos, que tiene
una comprensión imperfecta de la verdadera naturaleza de las ideas, y su
aplicación de las verdades presentidas es también muy imperfecta. Es
penosamente verdad que a menudo elige desacertadamente, que las ideas que
rigen la conducta del grupo no son muy elevadas y que la opinión pública está
proverbialmente moldeada por intereses personales y egoístas. Sin embargo -a
través del dolor y aprendiendo a utilizar el poder de elegir en el reino de
las ideas- el hombre se está abriendo camino firmemente hacia la completa
libertad y control de la tierra, porque su derecho es heredarla. El Antiguo Comentario redactado en
lenguaje simbólico, refiriéndose a estas dos características del hombre, dice
algo muy hermoso. Las frases van a continuación, y cuando se reflexiona sobre
ellas, debe tenerse en cuenta que el agua simboliza la sensibilidad o
reacción astral, y el fuego es el símbolo de la mentalidad. "Las sedantes aguas
refrescan. Paulatinamente traen alivio, sustraen de la forma todo lo que se
pueda tocar. El calor febril de los deseos largamente reprimidos, cede al
refrescante trago. El agua y el dolor se neutralizan mutuamente. Prolongado
es el proceso del trago refrescante. "El ardiente fuego
desliga todo lo que entorpece el camino de la vida. Llega la bienaventuranza
y viene después del fuego, como fuego sobre las aguas. El agua y el fuego se
combinan y originan la gran Ilusión. Producen niebla y bruma, vapor y ruido,
velando la Luz, ocultando la Verdad y excluyendo al Sol. "El fuego arde con
furor. El dolor y las aguas desaparecen. El frío, el calor y la luz del día,
la irradiación del sol naciente y el perfecto conocimiento de la Verdad,
aparecen. "Éste es el sendero
para todos los que buscan la luz. Primeramente la forma y todos sus anhelos.
Luego el dolor. Después las sedantes aguas y la aparición de un minúsculo
fuego. El fuego aumenta, entonces el calor se activa dentro de la diminuta
esfera y desempeña su ígnea tarea. Además se percibe humedad y densa niebla,
y la triste desorientación se sumía al dolor, pues quienes utilizan el fuego
de la mente durante la primera etapa se hallan extraviados dentro de una luz
ilusoria. "Se intensifica el
calor, luego se pierde el poder de sufrir. Pasada esta etapa, [i359] el sol y la clara y
brillante luz de la verdad brillan sin obstrucciones. Éste es el sendero de
retorno al centro oculto. "Utiliza el dolor.
Llama al fuego, oh Peregrino, en tierra extraña y
desconocida. Las aguas lavan el barro y el lodo de lo que crece en la
naturaleza. Los fuegos consumen las formas obstructoras que tratan de retener
al peregrino, trayendo así la liberación. Las vivientes aguas, cual río,
llevan al peregrino al Corazón del Padre. Los fuegos destruyen el velo que
oculta el rostro del Padre". [e262] Quizás una de
las primeras cosas que todo estudiante debe aprender, al tratar de captar la
naturaleza y empleo de la mente, es que la opinión pública debe ceder su
lugar a la conciencia individual respecto a lo correcto, entonces debe
emplear y concentrar esa conciencia individual, de modo de ver en su justa
proporción el germen viviente, al expandirse en la divina flor del Hijo de la
Mente, el Manasaputra, y el hilo que conduce de
regreso al reino de la Mente Universal. Cuando este hilo y conciencia se
siguen, conducirán al individuo a la Cámara del Concilio, donde quedarán
revelados el plan y el propósito de la gran Vida, y todo el egoísmo humano y
la búsqueda del yo, desaparecen en la clara luz de la Voluntad de Dios.
Mediante la correcta comprensión, el recto empleo y control de la naturaleza
astral y el conocimiento de la naturaleza de la conciencia sensoria, el
hombre puede penetrar en el Corazón de Dios Mismo y conocer más allá de toda
controversia, que todo está bien, porque todo es Amor. Por medio del correcto
uso de la mente y la correcta comprensión de la naturaleza del intelecto, el
hombre puede penetrar en la mente de Dios, y saber que todo está bien, pues
está planeado, y el propósito divino realiza continuamente todos sus
objetivos. El
trabajo de los Adeptos atlantes fue impresionar en la conciencia del mundo la
verdad de que Dios es Amor. Ésta es la expresión simbólica de la verdad, como
lo es el empleo de la palabra Dios. El trabajo de los Adeptos arios consiste
en plasmar en la conciencia del mundo, que Dios es Voluntad. Para que redunde
[i360] en bien de la
familia humana, trabajan con el intelecto a fin de controlarlo, subordinar
otras formas a la mente y por medio de ella revelar al hombre la visión de lo
que es y será. De esta manera el hombre se alinea con el centro coronario
esotérico de la Vida una. En el reino animal, por el desarrollo de la
sensibilidad y el paralelo desenvolvimiento por medio del dolor, se alinean
esos tipos de formas con el centro cardíaco de la naturaleza. Esta frase
imparte una verdad que no puede ser expresada con mayor claridad hasta que el
hombre no sea más incluyente en su conciencia. Por medio del color en el
reino vegetal, esas formas de manifestación divina son también puestas en
contacto vibratorio con ese centro de fuerza en la naturaleza, análogo al
centro laríngeo del hombre. Al
emplear estas palabras me refiero sobre todo a la Vida que se manifiesta a
través de nuestro planeta, el Logos planetario; pero la idea (es innecesario
decirlo) puede extenderse hasta incluir la gran Vida, de la cual nuestro
Logos planetario es sólo un reflejo y una expresión. El hombre es el cerebro
de la naturaleza; los animales son la expresión del corazón; el mundo vegetal
es la expresión de la fuerza creadora o centro laríngeo; [e263] estos tres
reinos de la naturaleza son, en forma peculiar, la analogía de los tres
centros superiores en el hombre, así como los tres reinos en el arco
involutivo corresponden a los tres centros inferiores, y el reino mineral
-por más abstracta que pueda parecer la idea a quienes no poseen conciencia
del aspecto vida- corresponde al plexo solar, el gran distribuidor de lo que
está arriba y lo que está abajo. Estas
analogías cambian a medida que transcurre el tiempo. En los días lemurianos, la humanidad, considerada como un reino de la
naturaleza, expresaba el aspecto plexo solar, mientras que el reino animal
representaba el centro sacro, y el centro en la base de la columna vertebral
estaba simbolizado por el reino [i361] vegetal. A mediados del período
atlante, cuando se efectuaron considerables cambios y experimentos, tuvo
lugar un cambio en todo el proceso; como ya saben, entraron ciertos egos,
según se relata en La Doctrina Secreta
y en Tratado Sobre Fuego Cósmico, y
mediante sus esfuerzos fue posible dar un gran paso hacia adelante. La
sustancia mental o chitta, se hizo más vibrante, y
ahora tenemos concretamente el período de su actividad más intensa. En
la enseñanza esotérica se dice que los tres aspectos de la divinidad son en
sí triples y, en lo que a la humanidad se refiere, podemos dividir la energía
de la mente en tres aspectos. Por lo tanto, tenemos: 1.
La mente inferior concreta, llamada sustancia mental o chitta, en los Aforismos
de la Yoga de Pantajali. 2.
La mente abstracta, o ese aspecto de la mente relacionado con el mundo
de las ideas. 3.
La intuición o razón pura, es el aspecto más elevado de la mentalidad,
para el hombre. Las
tres tienen su campo de
influencia o su expresión abarcante, en el tercer aspecto del Logos, denominado Mente Universal, la activa
e inteligente Deidad. Las líneas de fuerza de estos tres aspectos inferiores
conducen de vuelta (si se puede usar expresión tan inadecuada) al tercer
plano, así como las líneas astrales de fuerza conducen al segundo plano o
monádico, aunque en lo que se refiere a la conciencia del hombre sólo
retornan al plano búdico o intuitivo. Es
interesante observar que así como la mónada, impulsada por el deseo, produce
esa forma de vida llamada la personalidad, del mismo modo el aspecto mental,
como parte del propósito llevado a cabo mediante la Mente Universal produce,
a su vez, esa manifestación denominada un Manasaputra,
el gran Hijo de la Mente en el plano mental. De allí que el principio mente
de la [e264] humanidad lleve a la [i362] manifestación
al cuerpo egoico, el vehículo causal, el karana sarira, el loto de doce
pétalos. Por supuesto, hablamos aquí exclusivamente en términos del aspecto
forma. La razón de esto reside en los planos cósmicos, donde el Logos
planetario tiene Su vida. Del plano astral cósmico proviene el impulso que
origina la existencia de la forma y la expresión concreta -porque toda
apropiación de forma es resultado del deseo. Del plano mental cósmico procede
la voluntad de ser en tiempo y espacio, lo cual produce los siete grupos de
vidas egoicas y la tercera emanación. Se
comprenderá entonces, por inferencia, que el correcto empleo de la energía
por el iniciado, lo relaciona no sólo con los planos superiores del sistema
solar, sino también con esos planos cósmicos, donde nuestro Logos tiene Su
aspecto Personalidad, empleando estas palabras en sentido simbólico. El
correcto uso de la energía física por el iniciado, le otorga
"libertad" en el plano físico cósmico. El debido uso de la energía
astral le da poder en el astral cósmico, y el correcto uso de la energía
mental le facilita la entrada al mental cósmico. Tenemos entonces, por
deducción, que, cuando los tres centros superiores del hombre funcionan
perfectamente, desempeñan su parte en el trabajo de llevar energías desde
esas excelsas esferas al campo de actividad del iniciado, actuando como
portales que van hacia los reinos hasta ahora cerrados para él. Cada
centro o chakra, se compone de tres ruedas o
remolinos concéntricos, que se entremezclan en el hombre espiritual que se
halla en el sendero de probación; se mueven lentamente en una sola dirección,
pero gradualmente aumentan su actividad a medida que se aproxima al portal
del sendero de iniciación. En la iniciación, hace contacto con el centro del chakra (un punto de fuego latente), la rotación se
intensifica y la actividad se hace cuatridimensional.
Es difícil expresar estas ideas en palabras comprensibles para los no
iniciados, pero el efecto podría describirse como un cambio de girar
acompasado, a otro de radiación rutilante, una "rueda [i363] que gira
sobre sí misma", según lo expresan las Antiguas Escrituras. De allí que
por la purificación, el cumplimiento de las reglas y una aspiración que no
admite obstáculos ni cesa ante el dolor, el aspirante ha hecho que palpiten y
giren sus centros; sólo entonces, el Maestro puede conducirlo a la Presencia
del Hierofante. Luego el iniciador, con pleno conocimiento del rayo y sub-rayo del discípulo, tanto egoico
como personal, y reconociendo cualquier karma que aún deba agotar, tocará el
centro o centros, preparado para la vivificación; entonces el fuego oculto
ascenderá precipitadamente y se centralizará. Recuerden que en la
vivificación de un centro se produce [e265] siempre la correspondiente vitalización del centro análogo de la cabeza, hasta que
oportunamente los siete centros del cuerpo y los siete de la cabeza giran al
unísono. No olviden que así como los cuatro rayos menores pasan dentro de los
tres mayores, así también los cuatro centros menores mantienen la analogía y
pasan al pralaya, hallando su punto focal en el
centro laríngeo. Tenemos así los tres centros -coronario, cardíaco y
laríngeo- conteniendo el fuego interno, y los tres centros mayores de la cabeza
vibrando también al unísono. Comprendo
que todo esto es técnico y complicado. Sin embargo, tiene su lugar y valor, y
mucho de lo que aquí se da, será útil cuando todos hayan pasado al más allá y
un nuevo grupo de aspirantes sigan sus pasos. El entrenamiento del cuerpo
mental es importante; muchos eluden tales tecnicismos, ocultándose detrás del
énfasis puesto sobre el aspecto vida de la verdad, debido a la inherente pereza mental. Esto
que reciben ahora es sólo el abecé del esoterismo. No pierdan tiempo en hacer
deducciones demasiado detalladas. Lo único que puede hacerse es dar un
delineamiento amplio y general, tener paciente cautela, voluntad de reconocer
las limitaciones del cerebro físico y aceptar una hipótesis. Creerán posibles
estas hipótesis, a no ser que su intuición se rebele, o sean refutadas [i364] por las
anteriores enseñanzas impartidas por otro de los Mensajeros de la Logia. No
quiero ser dogmático. En estas instrucciones sólo doy cierta información -la
exactitud la dejo para ser demostrada en el futuro. Pido simplemente que
tomen nota, y en los años venideros gran parte de lo que quizás parezca ahora
raro y tal vez contradictorio, será desenmarañado, lentamente descifrado y
más fácilmente comprendido. Poco conocimiento conduce a una gran confusión, a
no ser que se deje a un lado para utilizarlo en el futuro, cuando los años de
instrucción hayan aumentado el acerbo. Volviendo
a nuestro tema: El centro cardíaco del hombre abre la puerta a lo que se
llama "el corazón del Sol". El centro laríngeo abre el camino a la
plena comprensión del sendero del Sol físico, y los verdaderos astrólogos,
con el tiempo, deben activar ese centro. El centro coronario abre el camino
al Sol espiritual central, y cada uno pasa por intermedio de la analogía
planetaria, a uno de los planos cósmicos. Tenemos
un resumen de los tecnicismos y de los hechos que (de acuerdo a la Ley de
Analogía) son esencialmente de interés académico y nada más. Aun, los que
somos iniciados, no sabemos prácticamente nada sobre los planos cósmicos, más
allá del físico cósmico. Nuestra conciencia recién empieza a ser solar, y
trabajamos dentro de nuestras pequeñas capacidades para [e266] superar esas
limitaciones planetarias que nos impiden alcanzar el conocimiento y vida
solares. Para los aspirantes, que ni siquiera saben lo que significa
conciencia planetaria, la información anterior tiene únicamente un valor, y
es que acentúa la naturaleza sintética del gran plan y el hecho de que la
unidad más pequeña es parte integrante del todo. Demuestra la idea de que la
energía es un fluido vital que circula por todo el cuerpo del Logos,
vivificando por lo tanto hasta el átomo más insignificante de esa totalidad.
Es de valor tratar de comprender el cuadro e imaginarse la maravilla de lo
que está aconteciendo. Sin embargo, es pérdida de tiempo [i365] reflexionar,
por ejemplo, sobre el plano astral cósmico, cuando aún el plano del ego (el
quinto subplano del físico cósmico, contando de
arriba abajo) es todavía inaccesible para el hombre común y constituye la
meta de su aspiración y meditación. Por
consiguiente, el hombre puede captar mejor la Mente Universal cuando ella se
expresa mediante las denominadas mente concreta, mente abstracta e intuición,
o razón pura. La
mente concreta es la facultad de construir formas. Los pensamientos son
cosas. La mente abstracta es la facultad de construir cánones, o la mente que
actúa con los anteproyectos sobre los cuales se moldean las formas. La
intuición o razón pura, es la facultad que le permite al hombre ponerse en
contacto con la Mente Universal, captar el plan sintéticamente y aferrarse a
las Ideas divinas o aislar alguna verdad fundamental y pura. La
meta del trabajo del aspirante consiste en comprender esos aspectos de la
mente con los cuales debe aprender a trabajar. Por lo tanto, su trabajo
podría resumirse de la manera siguiente: 1.
Debe aprender a pensar; descubrir que posee un mecanismo llamado mente
y también sus facultades y poderes, los cuales han sido bien analizados en
los dos primeros libros de los Aforismos
de la Yoga de Patanjali. 2.
Debe aprender a situarse detrás de sus procesos mentales y de su
tendencia a construir formas y descubrir las ideas que subyacen en la forma
mental divina, el proceso mundial, y así aprender a trabajar en colaboración
con el plan, subordinando a estas ideas su propia construcción de formas
mentales. Debe aprender a penetrar en el mundo de estas ideas divinas y
estudiar el "canon de las cosas en los cielos", según la Biblia. [i366] Debe además
empezar a trabajar con los anteproyectos, donde todo lo que existe está
modelado y moldeado. Entonces se convierte en estudiante del simbolismo, y de
idólatra se trasforma en idealista [e267] divino. Empleo estas palabras en
su verdadero sentido y significado. 3.
Desde ese idealismo desarrollado, debe progresar aún más
profundamente, hasta penetrar en el reino de la intuición pura. Entonces
puede extraer la verdad de su fuente. Penetra en la Mente de Dios Mismo.
Además de idealizar, intuye; es sensible a las ideas divinas, las cuales
fertilizan su mente. Más tarde las denomina intuiciones y a medida que
las desarrolla, ideas o ideales, y basa sobre ellas todo su trabajo y la
dirección de sus asuntos. 4.
Después le sigue el trabajo de construir conscientemente formas
mentales, basadas sobre esas ideas divinas que emanan como intuiciones desde
la Mente Universal, lo cual se realiza a través de la meditación. Todo
verdadero estudiante sabe que esto involucra concentración, a fin de enfocar u orientar la mente inferior con
la superior. Inhibe temporariamente la tendencia
normal a construir formas mentales. Valiéndose de la meditación, que es el poder de la mente de mantenerse en la luz,
y en esa luz percibir el plan, aprende a "atraer" las ideas
necesarias. Por medio de la contemplación
encuentra que puede penetrar en ese silencio que le permitirá extraer de la
mente divina, arrebatar de la conciencia divina el pensamiento de Dios y conocer. Éste es el trabajo que tiene
ante sí todo aspirante, de allí la necesidad de conocer la naturaleza de su
problema mental y las herramientas que está obligado a utilizar, y de saber
aplicar mediante el correcto empleo del mecanismo mental, lo que aprende y
adquiere. ¿Cómo
realizar esto? ¿Cómo atraerlo y construirlo después? [i367] Por muy pequeño
o insignificante que sea un pensador individual, sin embargo, en colaboración
con sus hermanos, maneja una poderosa fuerza. Sólo mediante el firme, potente
y recto pensar de las personas, y la comprensión del correcto empleo de la
energía mental, podrá avanzar progresivamente la evolución en las líneas
deseadas. El recto pensar depende de muchas cosas, y sería útil exponer
algunas de ellas con toda sencillez: 1.
La aptitud para percibir la visión. Esto involucra, en pequeña medida, la
capacidad de reconocer el arquetipo en que la Logia procura modelar la raza.
Implica colaborar en el trabajo del Manu, y en el
desarrollo del pensamiento abstracto tanto como del sintético, es decir, un
destello de la intuición. La intuición arrebata de los elevados lugares, una
parte del plan ideal latente en la mente del Logos. A medida que los hombres
desarrollan esta capacidad, harán contacto con fuentes de poder que [e268] no están en
los niveles mentales, pero constituyen esos planos de los cuales el plano
mental mismo extrae su sustento. 2.
Luego, habiendo percibido la visión y vislumbrado una fracción de la belleza
(¡es asombroso lo poco que ven los hombres!), tiene la oportunidad de atraer
al plano mental todo lo que es posible extraer del plan. Al principio tratan
de captarlo en forma tenue y nebulosa, sin embargo, comienza a
materializarse. Raras veces podrán, al comienzo, hacer contacto con él,
porque la visión llega a través del cuerpo causal y pocos pueden sostener esa
elevada conciencia durante largo tiempo. Pero el esfuerzo por captarlo traerá
resultados y, gradualmente, se filtrará la idea en los niveles concretos del
plano mental. Luego se convertirá en pensamiento concreto, en algo que puede
visualizarse definidamente y apropiarse como base para el pensamiento. 3.
Realizado esto, ¿qué viene después? Un período de gestación, donde se
construye la forma mental de esa parte de la visión que pueden
traer a [i368] su conciencia. Esto debe hacerse paulatinamente,
porque es deseable una vibración estable y una forma bien construida. El
trabajo apresurado no conduce a nada. A medida que construyen, sentirán poco
a poco un anhelo y deseo de ver aparecer esta visión en la tierra y que sea
conocida por otros hijos de los hombres. Después se vitaliza la forma mental
con el poder de la voluntad, tratando que se materialice; entonces el ritmo
se hace más pesado y lento, el material con que se ha construido su forma es
necesariamente más tosco, y se hallará que la forma mental de la visión está
revestida de materia de los planos mental y astral. 4.
Feliz el discípulo que puede acercar aún más la visión a la humanidad y
traerla a la existencia en el plano físico. Recuerden que la materialización
de un aspecto cualquiera de la visión en el plano físico, no es tarea de un
solo hombre. Únicamente cuando ha sido sentido por la mayoría y cuando ella
ha trabajado en su forma material, los esfuerzos mancomunados pueden llevarla
a la manifestación externa. Podemos ver así el valor de educar la opinión
pública, porque lleva a los numerosos colaboradores a ayudar a los pocos
visionarios. La ley rige siempre -tanto en el descenso como en la
diferenciación. Dos o tres personas perciben el plan intuitivamente, entonces
el ritmo que establecen con sus pensamientos arrastra la materia del plano
mental a la actividad y los pensadores se posesionan de la idea. Esta es algo
difícil de aprender y de hacer, pero la recompensa es grande. Para
quienes luchan, perseveran y se esfuerzan, la alegría es múltiple cuando
llega la materialización. El contraste causa [e269] alegría, pues conociendo el
pasado de tinieblas, gozarán en la luz de la fructificación y poseerán la
alegría del compañerismo experimentado y probado; los años habrán demostrado
quiénes son los asociados elegidos, y en la comunidad del sufrimiento se
fortalecerá el vínculo; la alegría de la paz después de la victoria será
suya; para el cansado guerrero los frutos de la realización y el descanso son
doblemente dulces; obtendrán la alegría de participar en el plan [i369] de los
Maestros, y será correcto todo aquello que los asocie a Ellos más
estrechamente; la alegría de haber ayudado a consolar a un mundo necesitado,
de haber llevado luz a las almas ensombrecidas, de haber curado en alguna
medida las llagas del sufrimiento del mundo, les pertenecerá, y tener
conciencia de haber empleado bien los días y recibir la gratitud de las almas
salvadas, trae la mayor de todas las alegrías -la que experimenta un Maestro
cuando sabe que ha contribuido a elevar a un hermano un poco más en la escala
de evolución. Esta alegría les aguarda a ustedes, y no está muy lejana. De
manera que, no trabajen para la
alegría, sino hacia ella; no por la
recompensa, sino por la necesidad interna de ayudar; no por la gratitud, sino
por el impulso que sobreviene al percibir la visión y comprender la parte que
les corresponde desempeñar para traer esa visión a la tierra. Ayudará
mucho saber diferenciar entre la felicidad, la alegría y la bienaventuranza: Primero,
la felicidad tiene su asiento en
las emociones y es una reacción de la personalidad. Segundo,
la alegría es una cualidad del
alma, sentida mentalmente cuando se efectúa el alineamiento. Tercero,
la beatitud es la naturaleza del
espíritu, sobre lo cual es inútil hacer conjeturas, hasta que el alma se da
cuenta de su unicidad con el Padre. Esta comprensión viene después de una
etapa anterior, en la que el yo personal se unifica con el alma. Por lo
tanto, la especulación y el análisis, respecto a la naturaleza de la
beatitud, no son de ningún beneficio para el hombre común, cuyas metáforas y
terminología tienen por fuerza que ser personales y están relacionadas con el
mundo de los sentidos. ¿El aspirante se refiere a su felicidad o a su
alegría? Si es a esta última, debe ser efecto de la conciencia y solidaridad
grupales, de la unicidad con todos los seres y, después de todo, no puede ser
interpretado en términos de felicidad. La felicidad llega cuando la
personalidad cumple con esas condiciones que satisfacen una u otra parte de
su naturaleza inferior; cuando se experimenta una sensación de bienestar [i370] físico,
contentamiento con su propio medio ambiente, con las personas que lo rodean o
[e270] con las
oportunidades y contactos mentales. La felicidad constituye la meta del yo
separado. Sin
embargo, cuando tratamos de vivir como almas, no tenemos en cuenta la
satisfacción del hombre inferior, sentimos alegría en nuestras relaciones
grupales y en esas condiciones que conducen a una mejor expresión de las
almas de aquellos con quienes nos ponemos en contacto. El hecho de aportar
alegría a otros, a fin de producir condiciones mediante las cuales puedan
expresarse mejor, podrá tener un efecto físico cuando tratamos de mejorar sus
condiciones materiales, o un efecto emocional cuando nuestra presencia les
trae paz y los eleva, o un resultado intelectual cuando los estimulamos a
pensar clara y comprensivamente. Pero en nosotros su efecto es de alegría por
haber sido altruista y desinteresada nuestra acción y no depende de las
circunstancias o estado social del aspirante. Se renuncia forzosamente a gran
parte de la felicidad cuando la salud es mala, el medio ambiente difícil y el
"karma acumulado durante muchas vidas" agobia, o cuando las
dificultades de la familia, nación o raza, pesan sobre la personalidad
sensible. No debe confundirse la alegría con la felicidad de la juventud o la
satisfacción autocentrada de la persona egoísta e
insensible, que se oculta detrás de sus deseos. Parece
una trivialidad y una paradoja ocultista decir que en medio de una profunda
aflicción y desgracia de la personalidad, se puede conocer y sentir la
alegría del alma. Sin embargo es así, y tal debe ser la meta del estudiante.
Algunas personas son felices porque cierran los ojos a la verdad o están autohipnotizadas, ocultándose detrás de una coraza de
ilusión. Pero el aspirante, por lo general, ha alcanzado la etapa en que sus
ojos están bien abiertos; ha aprendido a ser veraz consigo mismo y no ha construido
ninguna muralla que lo separe de sus [i371] semejantes. Está despierto y
alerta; es sensible y frecuentemente sufre. Se pregunta por qué lo han
abandonado, en lo que el mundo denomino felicidad y paz, y cuál será la
consecuencia. Quienes
vigilamos y guiamos desde el aspecto interno, observamos con amor a todos los
que luchan en el fragor de la contienda. Somos como el Estado Mayor General
que sigue el curso de la batalla desde un lugar alto y seguro. De nuestra
seguridad depende el éxito final de ustedes, porque tenemos en nuestras manos
la solución de muchos problemas, y aplicamos esa solución cuando la batalla
no es favorable. Quisiera que recuerden siempre algo de vital importancia, y
es la afirmación de que en la destrucción de la forma reside oculto el
secreto de toda evolución. No crean que esto es una
trivialidad. Lo verán aplicado constantemente, y es preciso prepararse para
demostrarlo. Los [e271] Maestros utilizan la forma al
máximo, tratan de trabajar por medio de ella, aprisionando la vida entre
muros limitadores mientras sirven al propósito e instruyen a la raza por
medio de esa forma. Entonces llega el momento en que la forma ya no sirve
para el propósito a que estaba destinada, la estructura se atrofia y
cristaliza y es fácilmente destruible. Su destrucción entonces es cuestión de
gran preocupación y utilidad, la forma desaparece y otra nueva ocupa su
lugar. Observen y comprueben si esto no es así. Siempre tenemos la
construcción de la forma; su utilización durante el mayor tiempo posible; su
destrucción cuando obstaculiza y restringe la expansión de la luz, y luego la
rápida reconstrucción de una nueva forma. Éste ha sido el método desde el
comienzo del tiempo. En
los albores de la raza las formas perduraban largo tiempo. La evolución
avanzaba más lentamente, pero ahora con la tendencia al ascenso de todas las
cosas, la forma tiene una breve duración. Vive vigorosamente durante un breve
período; se mueve con rapidez y luego es reemplazada por otra forma. Esta [i372] rapidez aumentará
y no disminuirá hasta que la conciencia, o expansión interna de la vida de la
raza, vibre siempre a un ritmo más rápido y ligero. Análogamente
es necesario llegar a comprender que uno de los objetivos principales del
esfuerzo, en la actualidad, de parte de Aquellos que ustedes denominan
Hermanos Mayores de la raza, es estimular, purificar y coordinar el cuerpo
etérico. Este cuerpo etérico no sólo es el transmisor de prana, sino un medio
para todas las energías que estamos considerando. Su importancia reside
también en otros factores: a.
Siendo de materia del plano físico, la conciencia etérica
es el próximo paso que debe dar la raza. Esto se demostrará, al principio,
como la capacidad de ver etéricamente y conocer la
materia etérica. b.
Es el campo inmediato de exploración para el científico moderno. Dentro de
diez años, muchos médicos clínicos lo reconocerán como un hecho de la
naturaleza. c.
La mayoría de las enfermedades que experimenta el cuerpo físico en la
actualidad, tiene sus raíces en el cuerpo etérico. Pocas enfermedades son
esencialmente físicas, si es que las hay. La enfermedad tiene sus fuentes en
las condiciones astrales y etéricas. d.
El secreto de la clarividencia y la clariaudiencia
sensatas y sin peligro, depende de la purificación del vehículo etérico. e.
Las emanaciones etéricas de las personas pueden ser
grandes contaminadoras. Por consiguiente, en la purificación de este [e272] cuerpo reside
el secreto de una humanidad más sensata y más buena. De
allí la importancia del etérico. Existen otras razones que más tarde serán
acentuadas. Sin embargo, al comenzar a formar sus ideas sobre el tema, será
prudente adherirse a generalizaciones amplias hasta que toda la cuestión
adquiera claros contornos en su mente. Por
lo tanto, el trabajo sobre el cuerpo etérico, desde el punto de vista de la
Jerarquía, no está limitado sólo a los cuerpos de los hombres. Es un proceso
planetario. El cuerpo etérico de [i373] la tierra misma está sujeto a un
estímulo definido. El espíritu de la tierra, esa misteriosa entidad -no el
Logos planetario- se está vivificando en un nuevo sentido, y su vivificación
traerá numerosos desenvolvimientos interesantes. Se trata de hacerlo de tres
maneras: 1.
Por la aumentada velocidad de vibración de los átomos etéricos,
causada por la entrada del rayo ceremonial. No hay que imaginarlo como un
cambio súbito y violento. Desde el punto de vista humano del estudiante, el
aumento de la vibración es aparentemente tan lento y gradual, que es casi
imperceptible. Sin embargo, el estímulo existe y será reconocido en el
transcurso de los siglos. 2.
Por la actuación de ciertas fuerzas astrales sobre el cuerpo etérico, que
conduce a cambios lentos pero definidos en la estructura interna del átomo, a
la penetración en la conciencia de otras de las espirillas y a un ajuste
general de todo el cosmos del átomo. 3.
Por el empleo, de parte del Mahachohan en los planos internos, de uno de los
poderosos talismanes del séptimo rayo. Evidentemente,
el despertar del espíritu de la tierra es lento y gradual. Está en el arco
involutivo y pasará al evolutivo en un futuro confuso y remoto. Por lo tanto
no nos arrastrará consigo. Ahora sólo sirve nuestro propósito, ofreciéndonos
un hogar dentro de su cuerpo, pero permaneciendo, no obstante, disasociado de nosotros. Los devas
de los éteres, por razón de este mismo estímulo, están en consecuencia
apresurando su avance en la evolución y aproximándose también más a su ideal. En
todo lo que he dicho respecto al cuerpo etérico de los hombres, al planeta y
al espíritu de la tierra, el nudo de toda la cuestión reside en que los cinco
rayos tienen actualmente al séptimo como rayo predominante. El séptimo rayo
controla al etérico y a los devas de los éteres.
Controla también al séptimo subplano de todos los
planos, pero en esta época predomina en el séptimo subplano
del plano físico. Como estamos también en la [e273] cuarta [i374] ronda, cuando
un rayo entra en determinada encarnación, no sólo controla en los
correspondientes planos del mismo número, sino que tiene especial influencia
en el cuarto subplano. Observen su actual
desarrollo en los tres mundos: 1.
El cuarto éter, el más inferior de los éteres, será el próximo plano físico
de conciencia. La materia etérica ya se está
haciendo visible para algunos y lo será más completamente para la mayoría al
final de este siglo. 2.
El cuarto subplano del astral contiene a la mayoría
de los hombres cuando desencarnan y, por consiguiente, mucho trabajo puede
ser realizado sobre el mayor número. 3.
El cuarto subplano mental es el plano del devachán. |
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Última Modificación, 21
Noviembre 2006
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