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REGLA DIEZ (Continuación)
LA FUNDACION DE LA
JERARQUIA |
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[e273] [i374] Las diversas energías que actúan sobre el ser humano y producen su
desenvolvimiento, constituyen su campo de experiencia. Estas dos palabras -
desenvolvimiento y experiencia - debieran estar siempre vinculadas, porque de
una deriva la otra. Mientras persiste el sometimiento a la experiencia en el
mundo de la forma, tiene lugar un desenvolvimiento paralelo de la conciencia.
Debido a que dicho desenvolvimiento origina constantes cambios de comprensión
y la consiguiente y constante reorientación hacia un nuevo estado de
conciencia, conduce necesariamente a nuevas experiencias - experiencias de
nuevos fenómenos, nuevos estados del ser y condiciones dimensionales hasta
ahora desconocidas. De allí la frecuente reacción del discípulo al hecho de
que no hay aún para él un lugar de paz. La paz fue el objetivo del aspirante
atlante. La realización es el objetivo del discípulo ario, el cual nunca
puede permanecer estático ni descansar; constantemente se ajusta a nuevas
condiciones; continuamente aprende a actuar en ellas, y luego encuentra que
desaparecen para dar lugar a nuevas. Esto continúa hasta establecer la
conciencia en el Yo, en el Uno. Entonces el iniciado [i375] se conoce a sí mismo como la Unidad observadora, y vigila el fenómeno
fantasmagórico de la Vida en la forma. Pasa
de una sensación de unidad a una de dualidad, y de ahí nuevamente a una
unidad más elevada. Primeramente, el Yo se identifica con el aspecto forma, a
tal punto que desaparece toda dualidad en la ilusión de que el yo es la
forma. Tenemos entonces la forma, constituyendo aparentemente todo lo que
existe. A esto le sigue la etapa en que el yo, que internamente mora, empieza
a ser consciente de sí mismo como también de la forma; [e274] entonces
hablamos en términos del yo superior y el yo inferior, del yo y sus
envolturas, del yo y el no-yo. Esta es la etapa dual del aspirante y del
discípulo, hasta el momento de entrenarse para la tercera iniciación.
Comienza con el conocimiento de que es una entidad espiritual confinada en
una forma. Su conciencia, durante un largo período de tiempo, es
predominantemente la de la forma. Gradualmente va cambiando - tan
paulatinamente que el aspirante aprende la lección de resistencia (hasta el
punto de soportar el no-yo), y llega una vida equilibrada en que ninguno de
los dos predomina. Esto produce en el hombre un estado de aparente
negatividad e inercia, que puede perdurar durante una vida o dos, donde
parece que poco realiza en un sentido u otro, pero para el trabajador es una
indicación valiosa en su trato con las personas. Luego cambia el punto de
equilibrio y desde el ángulo de su influencia, el alma parece dominar, y todo
el aspecto de la conciencia comienza a trasladarse al más elevado de los dos
aspectos. Sin embargo, persiste aún la dualidad, porque el hombre se
identifica unas veces con el alma y otras con su naturaleza forma; en esta
etapa se encuentra ahora la mayoría de los discípulos más sinceros. No
obstante es "absorbido" poco a poco en el alma, y entra así en
relación con todos los aspectos del alma en todas las formas, hasta que un
día se da cuenta que sólo existe el alma, entonces sobreviene el estado
superior de unidad. [i376] Estos puntos
deben ser considerados por ser de valor, pues existen escuelas de pensamiento
(como la Vedanta y otros grupos de pensadores místicos) que subrayan el
aspecto vida y parecen negar la dualidad. Otras escuelas (como la Teosófica,
a pesar de negarlo) enseñan la verdad del yo y del no-yo, por eso puede
interpretarse en términos de dualidad. Ambas son correctas y se necesitan
recíprocamente. Debe recordarse que en el proceso de la manifestación
trabajamos, a través de la dualidad, de una unidad relativa a otra, de la
siguiente manera: 1.
La unidad de la forma, en que el yo se identifica aparentemente con la
forma, y es absorbido en la vida de la forma. 2.
La dualidad, que se traslada y fluctúa entre el yo y la forma,
enfocando la conciencia en uno y a veces en otro. 3.
La unidad del alma, donde parece no existir nada más que el alma, y
sólo el ser se registra en la conciencia. Como
se verá, ambas escuelas tienen razón, y el concepto dualista es un paso en el
camino de la unión esencial con la Vida Una. Debe
recordarse que así como para el aspirante
o probacionista, el campo de batalla (el kurukshetra) es el plano astral, el [e275] plano mental
es el campo de batalla para el discípulo.
Allí está su kurukshetra. El
aspirante debe aprender a controlar su naturaleza psíquica emocional por el
correcto control de la mente, y Krishna trata de subrayarlo cuando entrena a
Arjuna para dar el siguiente paso hacia la correcta visión. El discípulo debe
llevar adelante esta atención mental, y mediante el correcto uso de la mente
lograr una comprensión más elevada, poniendo en actividad un factor aún más
elevado, el de la intuición. [i377] El aspirante
repite en sí mismo el desenvolvimiento racial y desempeña nuevamente el drama
racial. Para comprender esto hay que captar ciertos hechos respecto a ese
drama y al trabajo de la Jerarquía, y los enumeraré a continuación: 1.
El movimiento de divulgación de la Doctrina Secreta tiene dieciocho
millones de años. 2.
Únicamente cuatro de los Divulgadores originales permanecen aún con
nosotros. La tarea (impulsora y controladora) está ahora en manos de tres
grupos de vidas, si puedo expresarlo así: a.
Aquellos de nuestra humanidad terrestre que se han capacitado para
servir. b.
Ciertas existencias que han venido de otros esquemas planetarios a
nuestro esquema terráqueo. c.
Un gran número de devas de evolución superhumana. Forman,
en conjunto, la Jerarquía oculta del planeta; trabajan en tres divisiones
principales y en siete grupos, descritos en muchos libros teosóficos y
resumidos en el libro Iniciación Humana y Solar. 3.
En las etapas primitivas, esta Jerarquía era conocida por diversos
nombres, entre otros se la denominaba el Templo de Íbez. 4.
Consideraremos la fundación del Templo de Íbez. Para hacerlo será
necesario tener en cuenta el período del advenimiento a la tierra de la
Hermandad Blanca, y el problema inmediato ante Ella; esto involucrará el
reconocimiento de ciertos hechos que nunca fueron adecuadamente considerados.
Es un hecho reconocido en esoterismo que el advenimiento de la Jerarquía
oculta fue para la humanidad de nuestra tierra un acontecimiento épico, y
produjo dos cosas: La
cristalización definida de esa alma grupal denominada hoy cuarto reino o
humano. [i378] El despertar
de la mente o manas, en el hombre animal, en forma triple: a.
Por la encarnación directa de ciertos miembros de la Hermandad Blanca,
que trajeron así los nuevos y necesarios factores, trasmitiéndolos a sus
hijos. [e276] b.
Por la implantación definida de lo que se llama en las Escrituras
Esotéricas "la chispa de la mente" en el hombre animal. Esto es
simplemente una forma pictórica de representar la creación, por un acto
directo, de la necesaria unidad de la mente o mecanismo mental del
pensamiento, dentro del cuerpo causal o espiritual. c.
Por el estímulo gradual de la facultad mental del hombre animal y la
continua vitalización del germen latente de la mente, hasta que floreció como
mente manifestada. Esto
abarcó un vasto período de tiempo, y aunque la Hermandad estableció su sede
en Shamballa y dirigió sus actividades desde allí, fue necesario, durante la
primera subraza de la Raza Raíz Atlante, realizar ciertos esfuerzos para que
la evolución de la raza prosiguiera de acuerdo al plan. Los estudiantes de
estos misterios deben recordar que si bien se habla de Shamballa como que
existe en materia física y ocupa una localidad definida en el espacio, la materia
física a que se refiere es etérica; el Señor del Mundo y Sus ayudantes de los
grados superiores, ocupan cuerpos formados de materia etérica. 5.
Hace alrededor de diecisiete millones de años (el advenimiento de la
Jerarquía y la fundación de Shamballa tuvo lugar hace dieciocho millones y
medio de años) se decidió tener en el plano físico denso una organización y
sede de los misterios, y un grupo de Adeptos y Chohanes que actuarían en
cuerpos físicos densos, y así satisfarían la necesidad de la humanidad que
rápidamente estaba despertando. [i379] 6.
El primer puesto de avanzada para la Fraternidad de Shamballa fue el templo
original de Íbez, situado en el centro de Sud América, y una de sus ramas, en
un período muy posterior, se encontraba en las antiguas instituciones mayas y
en la adoración fundamental del Sol, como fuente de vida en los corazones de
todos los hombres. Una segunda rama se estableció posteriormente en Asia, y
de esta rama los adeptos del Himalaya y del sur de la India, son los
representantes, aunque el trabajo ha cambiado materialmente. En el futuro se
harán descubrimientos que revelarán la realidad del antiguo tipo de trabajo
jerárquico; antiguos archivos y monumentos serán revelados, algunos a flor de
tierra y muchos en refugios subterráneos. A medida que se exploran los
misterios del Asia Central, en las tierras que se extienden desde Caldea a
Babilonia a través del Turquestán hasta Manchuria, incluyendo el desierto de
Gobi, está proyectado revelar gran parte de la primitiva historia de los
trabajadores de Íbez. [e277] Podrá
observarse que la palabra Íbez es literalmente una especie de sigla que vela
el verdadero nombre del Logos planetario de la Tierra, uno de Cuyos
principios se está manifestando en Sanat Kumara, convirtiéndolo así en una
encarnación directa del Logos planetario y en una expresión de Su divina
conciencia. Estas cuatro letras son las iniciales de los verdaderos nombres
de los cuatro Avatares de los cuatro globos de nuestra cadena terrestre,
donde encarnaron cuatro de los principios divinos. Las letras I.B.E.Z. no son
las verdaderas letras en idioma sensar, si es posible usar expresión tan
inexacta de un idioma ideográfico, sino que son sencillamente una deformación
europeizada. El verdadero significado sólo se imparte en la cuarta
iniciación, cuando es revelada la naturaleza del Logos planetario y se hace
un contacto definido con sus cuatro Avatares por medio del trabajo mediador
directo de Sanat Kumara. 7.
Diré algo respecto al trabajo de los adeptos de Íbez y Sus misterios; es
necesario señalar [i380] que toda la tendencia de Su
trabajo fue en cierta manera diferente del de los adeptos de hoy, y
necesariamente tuvo que ser así. Su objetivo era estimular el misticismo y el
Reino de Dios en el átomo humano. La naturaleza de Su trabajo es sumamente
difícil para la comprensión del hombre común de hoy, debido a sus diversos
estados de conciencia. Los adeptos de Íbez tuvieron que tratar con una
humanidad que estaba en su infancia, cuya polarización era extremadamente
inestable y su coordinación muy imperfecta. Había muy poca mentalidad, y los
hombres eran casi totalmente astrales, funcionando en el plano astral aún más
conscientemente que en el físico, y parte de la tarea de estos adeptos
primitivos, que trabajaban bajo las instrucciones de Shamballa, fue
desarrollar los centros de energía de la unidad humana, estimular el cerebro
y hacerlo plenamente autoconsciente en el plano físico. Su objetivo fue
lograr la comprensión del reino de Dios interno, y (en el entrenamiento de
Sus discípulos) se le dio poca importancia al hecho de alcanzar el
conocimiento de Dios en la naturaleza y en otras unidades. En esos días fue
necesario emplear métodos más definidamente físicos que los permitidos hoy,
empleándose estos métodos de estímulo físico y enseñándose las leyes de
energía, tal como actúa a través de los distintos centros, hasta el momento
en que se efectuó otro gran cambio en los métodos jerárquicos; entonces se
cerró la puerta entre el reino animal y el humano y se abrió el portal de la
iniciación. También se consideró en esa época, que el hombre estaba
suficientemente autocentrado e individualizado como para permitir un cambio
drástico en el método y en la práctica. Todo esto tomó un vasto [e278] período de
tiempo, habiéndonos llegado los resabios de las primitivas prácticas del
Templo en las degradadas enseñanzas fálicas, en la magia tántrica y en las
prácticas de hatha yoga. A la infantil humanidad lemuriana y a los primitivos
atlantes, hubo que enseñarles [i381] estas prácticas utilizando
símbolos y métodos que hoy nos parecerían burdos, imposibles y de tal índole,
que la raza debería haberlos trascendido hace millones de años. 8.
En el momento de abrir el portal de la iniciación, hace varios millones de
años, la Logia decidió dos cosas: Que
la individualización debía cesar hasta que el hombre coordinara, no sólo los
cuerpos físico y astral y pensara conscientemente por sí mismo, sino hasta
que trascendiera también el físico y el astral. Cuando llegue a ser
consciente del grupo, entonces se abrirá nuevamente el portal al reino de la
autoconciencia. Que
el sendero del misticismo debía conducir oportunamente al sendero oculto; que
debían formularse planes para impartir las enseñanzas, y que era necesario
organizar los misterios que revelarían la naturaleza de Dios en todo lo que
se ve, y no únicamente en el hombre. Al hombre había que enseñarle que como
individuo constituye parte de un todo mayor y que sus intereses deben
subordinarse a los del grupo. Las enseñanzas fueron reorganizadas lentamente,
y el plan de estudios ampliado; paulatinamente la gente se fue capacitando y
se desarrollaron los misterios, hasta que llegamos a las maravillosas
Escuelas de los Misterios de Caldea, Egipto, Grecia y muchas otras. 9.
Tres cosas podrán mencionarse: a.
El punto de evolución, relativamente
inferior, de muchos hombres y su natural polarización física. b.
El trabajo de los adeptos negros y de quienes siguen el sendero de la izquierda.
Cuando los adeptos de Íbez (también con instrucciones de los Maestros de
Shamballa) empezaron a recluirse en los Templos, siendo así los misterios más
difíciles de alcanzar, y a trabajar contra los abusos y las deformaciones,
muchos de los que habían sido hasta entonces Sus seguidores más íntimos,
poseedores de gran poder y conocimientos, lucharon contra Ellos, y ahí
tenemos una de las causas de la aparición de la [i382] magia blanca
y de la negra, y una de las razones que hizo considerar necesarias las aguas
purificadoras del diluvio. c.
Las poderosas formas mentales construidas en los primitivos misterios
de Íbez las cuales (especialmente [e279] en América) aún no han sido
destruidas. Este gigantesco "Morador en el Umbral" de todos los
verdaderos Misterios, tiene que ser destruido antes de que el aspirante pueda
seguir su camino. 10.
El trabajo realizado por los adeptos de Íbez y los misterios de su templo,
aún persisten y lo están llevando a cabo los maestros y adeptos encarnados
físicamente en todas partes del mundo. Enseñan el significado de la psiquis,
el ego o alma, y de la unidad humana, para que el hombre pueda en realidad
ser lo que es, un Dios que camina sobre la tierra, cuya naturaleza inferior
(física, astral y mental) está completamente controlada por el alma o aspecto
amor, no sólo teóricamente sino de hecho y en verdad. Cuando
esto suceda, el cuerpo físico ya no ejercerá atracción para el hombre real,
la naturaleza emotiva y el cuerpo de deseos ya no lo desviarán, tampoco la mente
excluirá lo verdadero y espiritual, sino que ese Dios utilizará los tres
cuerpos como vehículos para servir a la raza. Entonces el reino humano será
trascendido y el hombre pasará al reino espiritual, donde recibirá otras
lecciones, así como la humanidad infantil, cuando salió del reino animal, fue
entrenada por los instructores de Íbez y se le enseñó sus funciones y
trabajo. En
los días atlantes, la meta que la Jerarquía de Instructores fijó para Sí
Misma, fue despertar en el hombre la naturaleza amor, como paso hacia el
despertar del centro cardíaco. Para efectuarlo, los Instructores de esa época
Se enfocaron (deliberada e intencionalmente) en el centro cardíaco y
eligieron trabajar totalmente a través de dicho centro, subordinando a la
necesidad del momento Su equipo y [i383] las energías mentales que podían
utilizar. Mantuvieron pasiva Su fuerza mental al entrenar a los iniciados,
hasta llegado el momento de la tercera iniciación. En nuestra raza, la
condición es a la inversa. La Jerarquía trabaja completamente en niveles
mentales, aunque basa todo esfuerzo sobre realizaciones pasadas, en conexión
con el centro cardíaco. Por lo tanto, hasta la tercera iniciación, los
discípulos deben tratar de trabajar totalmente con energía mental, a fin de
controlarla, dominarla y emplearla. Su tentativa está entonces concentrada en
trasmitir (desde niveles egoicos) el aspecto voluntad del alma. Dicha
voluntad debe imponerse a la personalidad hasta llegar a ser ésta el autómata
del alma. De este modo controla la intuición, y las energías del plano
intuitivo o búdico, empiezan a hacer su impacto sobre la naturaleza forma, la
personalidad. Previo a este período de control intuitivo, pasan muchas vidas
donde la intuición comienza a desempeñar su parte y el estudiante a aprender
el significado de la iluminación. Sin [e280] embargo, hasta después de la
tercera iniciación, el factor dominante es la mente iluminada y no la pura
percepción intuitiva o razón pura. Después de esta gran iniciación, que marca
una transición definitiva de la conciencia forma, el iniciado puede actuar a
voluntad en el plano de la intuición y la mente es constantemente relegada a
segundo plano, hasta constituir parte del mecanismo instintivo - parte
integrante de la naturaleza subconsciente instintiva, como lo es la
naturaleza instintiva que el psicólogo materialista tanto acentúa. La
percepción intuitiva, la visión pura, el conocimiento directo y la capacidad
de utilizar las energías no
diferenciadas de la Mente Universal, son las principales características
de los adeptos arios. Empleo las palabras "no diferenciadas" en el
sentido de estar liberadas de la multiplicidad; se encontrará que ciertas
distinciones esenciales subsisten aún. La voluntad del alma, respecto a esa
alma que ocupa [i384] su lugar en uno de los siete
rayos, es reemplazada por la voluntad del Todo. Estas
palabras significan muy poco, o a lo sumo sólo tienen una significación
teórica para los estudiantes de este grupo. Cuando digo que la voluntad
trasmitida por medio de la mente controlada está encarnada en siete tipos de
energía, para los cuales existen los correspondientes tipos humanos, sin duda
dirán que está claro y no es muy difícil de captar. Pero, ¿lo comprenden
realmente? ¡Siete tipos de energía y siete tipos de mentalidades que
responden y dependen de los siete tipos de rayo! En esta afirmación
observamos las diferenciaciones del aspecto alma, tal como lo capta la mente.
Éstas son las siete diferenciaciones que reemplazan a las múltiples
diferencias dentro de las cuales se clasifica la forma. No obstante, son
distinciones y diferenciaciones, y mantienen su aferramiento sobre el hombre
hasta la tercera iniciación. Es impulsado por ellas a ciertas actividades
principales y tendencias de la vida, de acuerdo a su rayo específico. Éstas
son distinciones mentales. Todas las almas en el plano mental adoptan las
formas de los Ángeles solares, de los divinos hijos de la mente. Por eso
tenemos esos agrupamientos, y de allí el enfoque de las energías a través de
las cuales se realiza el Plan de las edades, a través de sus siete sectores
principales. En
una etapa posterior, cuando se efectúen ciertas grandes transiciones de
conciencia y se pierda el aferramiento a la forma, aun estas divisiones
desaparecerán y se percibirá el plan como un todo, se conocerá la Vida en su
unicidad esencial, y el vocablo mónada empezará a tener alguna verdadera
significación. Los
estudiantes deben recordar siempre que todas las distinciones y categorías
son producciones mentales debidas a las modificaciones del principio pensante
y al control de la forma [e281] por la energía mental. Como el
Pensador central del Universo actúa mediante el poder del [i385] pensamiento,
el problema de superar estas distinciones y diferenciaciones es casi imposible,
hasta que el aspirante quede bajo el completo control del segundo aspecto de
la divinidad y ya no lo domine el tercer aspecto o materia. Pero hasta la
tercera iniciación, aún el segundo aspecto (el del amor) implica dualidad,
porque es inherente al amor mismo. Aún allí siempre existe el que ama y lo
amado, el que desea y lo deseado, el que busca y lo buscado. Sólo cuando el
primer aspecto, el de la vida energetizadora (que arrastra todas las formas y
dualidades a una gran síntesis), sea percibido en la tercera iniciación, las
palabras que he dictado impartirán algún significado o conocimiento práctico. Simplificaremos
las cosas, si es posible, con tres exposiciones claras, resumiendo el trabajo
que realiza el discípulo mientras lucha con las energías del mundo mental y
las domina: 1.
El trabajo en el plano mental produce la comprensión de la dualidad. El
discípulo trata de combinar y mezclar conscientemente al alma y su vehículo.
Procura fusionarlos en una unidad. Aspira a comprender que, aquí y ahora, son
UNO. La unificación del yo y del no-yo es su objetivo. Da el primer paso en
este sentido cuando deja de identificarse con la forma, y reconoce (durante
este período de transición) que es una dualidad. 2.
Cuando la mente es empleada correctamente, llega entonces a registrar dos
tipos de energía, o dos aspectos de la manifestación de la Vida una. Registra
e interpreta el mundo de fenómenos; registra e interpreta el mundo de las
almas; es sensible a los tres mundos de la evolución humana, y se hace
sensible también al reino del alma. Es el gran principio mediador en ese
intervalo de reconocimiento dual. 3.
Más tarde, se fusionan y unifican en tal forma el alma y su instrumento, que
desaparece la dualidad, y el alma reconoce [i386] ser todo lo que es, lo que ha
sido y lo que será. Hay
un curioso y antiguo cántico atlante en desuso, que en esos remotos tiempos
era entonado por el iniciado al recibir la tercera iniciación - iniciación
culminante de ese período. La traducción de los símbolos en que fue escrito
exige la pérdida de ritmo y poder, y dice: "Estoy entre
los Cielos y la Tierra. Visualizo a Dios, veo las formas que Dios adoptó.
Odio a ambos. Nada significan para mí, porque a uno no lo puedo alcanzar, y
al inferior de los dos, ya no lo amo. "Estoy
atormentado. Al espacio y su Vida no los puedo conocer, y por eso no los
deseo. Conozco demasiado al tiempo y a sus millares de formas. Pendiente
estoy, suspendido entre ambos, sin anhelar al uno ni al otro. [e282] "Dios habla desde su
elevado Cielo. Se produce un cambio. Oigo con atento oído y, escuchando,
vuelvo la cabeza. Aquello que es visualizado, y aunque visualizado no lo
puedo alcanzar, está más cerca de mi corazón. Los antiguos anhelos retornan
nuevamente y, sin embargo, se extinguen. Las viejas cadenas se rompen con
estruendo. Me precipito hacia adelante. "Millares de
voces hablan y detienen mi camino. El estruendo de los sonidos de la Tierra
excluye la voz de Dios. Doy la espalda a mi sendero de progreso, y visualizo
nuevamente los placeres terrenales, carnales y paternales, disfrutados
durante largo tiempo. Pierdo la visión de todo lo eterno. La voz de Dios
desaparece. "Estoy nuevamente
atormentado, pero sólo por breve tiempo. Hacia atrás y hacia adelante se
desliza mi pequeño yo, así como el ave se remonta al cielo y vuelve a posarse
en el árbol. Pero Dios, en Su elevado lugar, sobrevive a la avecilla. Así sé
que Dios será el vencedor, y más tarde mantendrá esclavizados a mí y a mi
mente. "Escuchen el jubiloso
himno de alegría que entono; el trabajo está terminado. Ya no oigo más los
llamados de la tierra, salvo aquella vocecilla de todas las almas ocultas
dentro de las formas externas, pues son como yo, y con ellas - estoy
unificado. "La voz de Dios
resuena clara y, en sus tonos y subtonos, las vocecillas de las
insignificantes formas disminuyen y se desvanecen. Moro dentro de un mundo de
unidad. Sé que todas las almas son una. "Soy elevado por
la Vida universal y en mi trayectoria por el [i387] camino progresivo - el camino de Dios - veo desaparecer todas las
energías inferiores. Soy el Uno, Yo, Dios. Soy la forma en que se mezclan
todas ellas. Soy el alma en la cual todas las almas se fusionan. Soy la Vida,
y en esa Vida, todas las diminutas vidas permanecen". Estas
palabras entonadas en las antiguas fórmulas y con notas peculiares y
seleccionadas, eran sumamente poderosas y producían resultados definidos en
ciertas ceremonias antiguas que han desaparecido hace mucho. A
las tres breves afirmaciones anteriores podríamos agregar una cuarta, y es: 4.
Cuando la sustancia mental o chitta, es llevada a la actividad por las ideas
abstractas (los pensamientos encarnados de la mente divina, trasportando la
energía de su creador y, por lo tanto, la causa de efectos fenoménicos en los
tres mundos), y cuando a esto se le agrega la comprensión divina y la
captación sintética de la voluntad y el propósito de Dios, entonces se
unifican los tres aspectos de la mente, que ya fueron tratados con anterioridad
y se denominan: 1. Sustancia
mental o chitta. [e283] Tienen que
ser unificadas en la conciencia del aspirante. Cuando esto ocurre, el discípulo
ha construido el puente (el antakarana) que une: 1. La tríada
espiritual. Al
efectuarse esto, el cuerpo egoico ha servido su propósito, el Ángel solar ha
realizado su trabajo y ya no es necesaria la forma para la existencia, según
la comprendemos y utilizamos como medio de experiencia. El hombre entra en la
conciencia de la Mónada, el UNO. El cuerpo causal [i388] se
desintegra; la personalidad se desvanece, y la ilusión termina. Ésta es la
consumación del Gran Trabajo, y otro Hijo de Dios ha entrado en el hogar del
Padre. Probablemente salga de allí para ir al mundo de los fenómenos y
trabajar con el Plan, pero no necesitará someterse a los procesos de la
manifestación como lo hace la humanidad. Entonces puede construir su cuerpo
de expresión para el trabajo, y trabajar con energías y a través de ellas,
según lo exige el Plan. Analicen estas últimas palabras, porque contienen la
clave de la manifestación. El
estudio de las energías presentadas a nuestra atención, cuando estudiamos
esta regla, nos ha llevado a la consideración de: La energía de la Personalidad, que
emana de: a.
El hombre coordinado. Esta
consideración es importante, porque dicho grupo de místicos adquiere cada año
mayor potencia. Las Energías planetarias, que emanan
de: a. Los
siete planetas. Sólo
pueden considerarse algunas cosas respecto a esta sección sobre energía y a
la siguiente, porque constituyen una serie de Instrucciones para el aspirante
y no un tratado sobre energía. Energías solares, que emanan de: a.
El sol físico. [e284] Al reflexionar
sobre estas energías debe recordarse que llegan a través o, mejor dicho, [i389] constituyen
los cuerpos de ciertas vidas denominadas devas, en sus grupos mayores y
menores y por lo tanto trabajamos continuamente dentro de los cuerpos de las
vidas, influenciándolas. A quienes han estudiado Tratado sobre Fuego Cósmico les será de valor tener en cuenta los
siguientes datos informativos: 1.
Los tipos inferiores de devas o constructores, en el sendero evolutivo, son
los de color violeta; les siguen los de color verde, finalmente los devas
blancos. Todos dominados por un cuarto grupo especial. Controlan los procesos
exotéricos de la existencia en el plano físico. 2.
No debe olvidarse, sin embargo, que en una escala inferior de la evolución,
existen otros grupos de vidas erróneamente llamados devas, que trabajan en
obediencia a la ley, controlados por entidades superiores. Hay, por ejemplo,
formas más densas de vida gaseosa, denominadas frecuentemente salamandras,
los elementales del fuego, controlados directamente por el Señor Agni, el
señor del plano mental, y el elemento fuego en esta era mental se va
introduciendo en el mecanismo de la vida como no había sucedido hasta ahora.
Si se eliminaran los productos controlados por el calor, nuestra civilización
se detendría; llegarían a paralizarse todos los medios de trasporte y los
sistemas de alumbrado, y se inutilizarían todas las industrias. Fundamentalmente
estas vidas ígneas se encuentran también en todo lo que arde, en el calor que
sustenta a toda forma de vida en la tierra y produce el florecimiento de
todas las cosas vivientes. 3.
De acuerdo a la Ley de Correspondencias el plano mental tiene su analogía en
el tercer subplano del plano físico, en el cual está entrando ahora la
ciencia. Lo que denominamos civilización científica constituye para la mente
la principal expresión en el mundo material. 4.
Agni rige en el plano mental y análogamente en el tercer subplano de los
planos etéricos. [i390] Es el Señor del quinto plano o
mental, contando de arriba abajo, si debemos emplear estos términos como
simbolismos. Durante este ciclo mundial, predomina la influencia de Agni,
aunque Indra, el Señor del nivel búdico o intuitivo, ejerce un sutil control
que continuamente se acrecienta. Toda la humanidad se esfuerza por alcanzar
el cuarto plano de unión entre los tres planos superiores y los tres
inferiores, pero el plano de la mente o del fuego, es el más importante en la
actualidad. 5.
Sería conveniente recordar aquí, que así como en [e285] determinadas
encarnaciones los hombres están enfocados o polarizados en diferentes cuerpos
- a veces en el astral y otras en el mental - también en esta época podría
deducirse que nuestro Logos planetario está enfocado en Su cuerpo mental.
Como se ha dicho, Él está esforzándose para recibir la cuarta iniciación
cósmica, lo cual nos permite
recibir la cuarta iniciación, pues nos lleva adelante Consigo, y, en nuestro
nivel especial, obtenemos la realización como células de Su cuerpo. 6. A medida que
pasa el tiempo, Indra empezará a controlar, y se inaugurará la era del aire.
A medida que se manifiesta el principio búdico y se alcanza la unificación,
veremos que dicha era viene a la existencia. Puede verse una corroboración de
esto en el gradual dominio del aire por los hombres. En sentido esotérico,
todo en el futuro se tornará más liviano,
sutilizado y etéreo. Elijo mis palabras cuidadosamente. 7. La frase
"Nuestro Dios es un Fuego consumidor" se refiere principalmente a
Agni, el factor controlador de esta era. Los devas del fuego desempeñarán una
parte cada vez más importante en todos los procesos de la tierra. A ellos
está encomendado el trabajo de inaugurar la nueva era, el nuevo mundo, la
nueva civilización y el nuevo continente. La última gran transición fue
regida por Varuna. 8. Agni
controla no sólo los fuegos de la tierra y rige el plano mental, sino que
está definidamente asociado en [i391] la tarea de despertar el fuego sacro, el
kundalini. Observen que la analogía es aplicable aquí. Gran parte de la
quinta raza raíz, tal vez tres quintas partes, se halla cerca del sendero de
probación, y con la llegada de la nueva era y el advenimiento de Cristo, a su
debido tiempo y en su propio lugar (observen con cuanto cuidado expreso esto,
pues las afirmaciones dogmáticas en términos de la mente concreta humana no
son aconsejables) muchos podrán hacer el esfuerzo extra adecuado que implica
recibir la primera iniciación mayor. Comenzarán a pasar del quinto plano al
cuarto. El Señor del Fuego realizará su trabajo especial para este ciclo,
despertando el fuego kundalini en un gran número de quienes ya están
preparados. Esto se iniciará en este siglo y se llevará adelante activamente
durante los próximos mil años. Más adelante se
les podrá enseñar - todo depende de la capacidad de cada uno - métodos de
acercamiento a estas fuerzas dominadoras, pero ello llegará subjetivamente y no por medio del trabajo y las
fórmulas mágicas. El logro de una elevada vibración producirá automáticamente
las correctas condiciones y relaciones. [e286] También puntualizaré nuevamente que no
perderemos tiempo en complicaciones planetarias ni en la interacción de
energías solares, sino que nos ocuparemos de las leyes del vivir práctico
espiritual. Trato sólo de presentar unas pocas ideas que se relacionan con la
era venidera y que permitirán al hombre avanzar hacia esa gloriosa herencia
que le pertenece, y de la cual deben entrar en posesión inevitablemente, de
acuerdo a la buena Ley y por la experiencia del renacimiento, a través del
cual aprende a dominar y utilizar correctamente la forma. Todas
las formas, en sí, no son expresiones de la personalidad. Para que merezcan
serlo deben estar presentes tres tipos de energía - tres tipos fusionados,
mezclados y coordinados en un solo organismo funcionante. Por lo tanto, una
personalidad es una mezcla de energía mental, de energía emocional y de
fuerza vital, y estas tres están disimuladas, ocultas [i392] o veladas
(observen esta terminología), por un cascarón externo o forma de materia
físico densa. Esta corteza externa es en sí una forma de energía negativa. El
resultado de esta unión de tres energías en forma objetiva, constituye la
autoconciencia. Su fusión produce ese sentido de individualidad que justifica
el empleo de la palabra "yo", y relaciona todos los acontecimientos
a un yo. Donde existe esta entidad central consciente que utiliza la mente,
reacciona sensualmente por medio del cuerpo emocional y energetiza al físico
denso (mediante el cuerpo vital), entonces tenemos una personalidad. Es la
existencia autoconsciente en la forma. Es percibir la identificación en
relación con otras identidades, y esto atañe tanto a Dios como al hombre. No
obstante es un sentido de identificación que sólo persiste durante el proceso
creador y también mientras los aspectos materia y conciencia presentan la
eterna dualidad de la naturaleza. Durante el desarrollo evolutivo no existe
en las formas subhumanas, pero sí en el reino humano, aunque fusionado en las
formas mayores y en las conciencias que llamamos superhumanas, pero negado
por ellas. La
personalidad es ese estado de percepción que tiene su factor condicionador en
la materia mental, y puede ser trascendido cuando dicha materia ya no
controla. Como la mente individual es parte integrante de la Mente Universal,
y como el principio mental es inherente a todas las formas, el sentido de
individualidad y de propia percepción será eternamente posible. No obstante,
en los estados superiores de conciencia, queda con el tiempo relegado a una
posición subalterna. Por ejemplo, Dios puede estar eternamente consciente de
esa realidad que constituye el yo, que rige todo el sistema y la interacción
solar con otros sistemas, pero la conciencia de la divinidad y la [e287] percepción de
la Deidad solar no se ocupan especialmente del yo. Éste - como resultado de
anteriores períodos y experiencias mundiales - se halla bajo el umbral de la
divina conciencia y [i393] se ha convertido en parte tan
integrante de la naturaleza instintiva cósmica como todos los atributos
instintivos humanos. El enfoque de la Eterna atención (¡si se me permite tan
inadecuada expresión donde las Palabras son casi inútiles!) reside en niveles
de conciencia distantes de nuestra captación, tan distantes de nuestra
comprensión, como la conciencia de un Maestro de Sabiduría lo está de una
hormiga o de un ratón. Por lo tanto, es inútil insistir sobre esto. Debemos
alcanzar la realización de la personalidad, registrar o percibir plenamente
el yo inmanente; allí reside la utilización de esa personalidad y su eventual
sacrificio en bien del grupo, con su consiguiente fusión del yo con el Yo uno
y la fusión del alma individual (consciente y voluntariamente) con la
superalma. "Yo
soy", es el clamor de todo ser humano; "Yo soy Ése", es el
clamor de toda personalidad consciente de su yo, cuando utiliza su
personalidad para expresar la voluntad de la entidad inmanente, la verdadera
persona. "Yo soy Ése Yo soy" es el clamor del alma individual al
perderse en el todo y alcanzar su unicidad con el alma o el yo de todas las
cosas. Las
características del individuo que comienza a actuar como personalidad,
podrían ser enumeradas brevemente; son simples, claras y preeminentemente
egoístas. No debe olvidarse que en el camino hacia el yo, el primer paso
inevitable es el egoísmo; tampoco que el mayor obstáculo para la personalidad
avanzada y altamente evolucionada es el yo, o la prolongación de la actitud
egoísta. Por lo tanto, las características y su desarrollo correlativo son: 1.
La facultad de decir yo soy, yo anhelo, yo deseo, yo quiero. 2.
Ser conscientes de que somos el centro de nuestro propio y diminuto universo.
"A mi alrededor se mueven los cielos, y las estrellas giran en sus
órbitas" es el lema de esta etapa. [i394] 3.
El sentido dramático y la capacidad de visualizarnos como el centro de
nuestro medio ambiente. 4.
El sentido de responsabilidad y la aptitud de considerar a los miembros de la
familia humana circundante como dependiendo de nosotros. 5.
El sentido de la propia importancia - derivado de lo anterior. Esto se
manifiesta como poder e influencia, [e288] cuando existe una entidad real
que despierta constantemente detrás de la "persona", y también como
engreimiento y jactancia en el ser egoísta y mezquino. 6.
El poder de emplear todas las facultades, a fin de que la mente y el cerebro
funcionen en forma sincrónica y la naturaleza emocional quede subordinada,
inhibida o controlada. Esto implica el constante desarrollo del poder de
utilizar el pensamiento. 7.
La capacidad de llevar una vida coordinada, para que el entero hombre
funcione y sea guiado por el propósito (que expresa la energía de la voluntad),
por el deseo (que expresa la energía de la naturaleza emocional o psíquica) y
por la vitalidad (que alinea el vehículo físico con el propósito y el deseo). 8.
El poder de influir, inducir, guiar y mantener a otros, al alcance del
propósito y deseo individuales. Cuando
se ha alcanzado esta etapa, las tres energías que constituyen la personalidad
han sido fusionadas y mezcladas exitosamente y el mecanismo, o instrumento
del yo inmanente, es un acerbo utilizable y valioso. El hombre es una personalidad
potente y se convierte en centro de un grupo; descubre que es un punto focal
para otras vidas, y un individuo magnético e influyente que induce a otros y
coordina a las unidades humanas en grupos y organismos. Llega a encabezar
organizaciones y partidos, grupos religiosos y políticos y, en algunos casos,
naciones. Así vienen a la existencia personalidades dominadoras y se
encuentran a sí mismas; así descubren la diferencia [i395] entre el centro
de poder, el yo y su equipo, y finalmente adquieren conciencia de la vocación
en el verdadero sentido del término. Debe
observarse que este desarrollo correlativo es paralelo a un crecimiento
interno de percepción egoica, si bien el método de expresión de dicho
crecimiento depende por lo general del rayo a que pertenece la Entidad
espiritual. Aquí
hay un punto que los aspirantes deben observar cuidadosamente. El significado
común de las palabras "crecimiento espiritual" se refiere principalmente
al crecimiento de la comprensión religiosa. A un hombre se lo considera
espiritual si se interesa por las Escrituras mundiales, si es miembro de
Iglesia y si lleva una vida santa. Pero no es ésa la verdadera definición,
por no ser suficientemente comprensible. Se ha desarrollado como resultado
del impacto producido en el pensar humano y en las terminologías de la era
pisciana, mediante la influencia de sexto rayo y la obra de la Iglesia
Cristiana - todo muy necesario e inherente al gran plan, pero que (separados
de [e289] su eterna contextura) conducen a acentuar
exageradamente ciertas expresiones divinas y a pasar por alto otras
manifestaciones vitales de la conciencia divina. El
verdadero significado de las palabras "crecimiento espiritual" es mucho
más amplio e incluyente de lo que se manifiesta a través de la literatura
religiosa y mística y de las organizaciones que difunden la verdad
metafísica. El poder, propósito y voluntad, son cualidades y expresiones
divinas y se exteriorizan con igual claridad a través de un Mussolini o de un
Papa. En ambos casos el mecanismo de expresión modifica y aminora las
cualidades, y sirve de obstáculo. Una potente personalidad puede actuar en
cualquier campo de la expresión humana y su trabajo merecer el calificativo
de espiritual, si está basado en un idealismo elevado, el mayor bien para el
mayor número y el esfuerzo de autosacrificio. [i396] Idealismo, servicio grupal y
sacrificio, son características de esas personalidades que se hacen más
sensibles al aspecto del alma, cuyas cualidades son conocimiento, amor y
sacrificio. Por
esta razón, en todas las escuelas verdaderamente esotéricas el énfasis es
puesto en el móvil. Las personas de
fuerte individualidad que están desarrollando la conciencia grupal en alguna
vida, inevitablemente se abren camino hacia las escuelas esotéricas y tienen
que ser guiados en forma tal que la naturaleza egoica envuelva, subyugue y
utilice a la personalidad. Las
características más destacadas de esas personalidades que aún no están
centradas o controladas por el alma, son: dominio, ambición, orgullo y falta
de amor al todo, aunque aman frecuentemente a quienes les son necesarios para
sí mismos y su comodidad. Por
lo tanto, en el desarrollo correlativo de la humanidad tenemos las etapas de: 1.
La conciencia animal. 2.
El individuo emotivamente polarizado, egoísta y regido por el deseo. 3.
Las dos etapas anteriores, más una creciente captación intelectual de
las condiciones circundantes. 4.
La responsabilidad hacia la familia o amigos. 5.
La ambición y el ansia de ejercer influencia y poder en algún campo de
la expresión humana. Esto conduce a un nuevo esfuerzo. 6.
La coordinación del equipo de la personalidad bajo el estímulo
anterior. 7.
La influencia ejercida en forma egoísta y a menudo [e290]
destructivamente, porque los móviles más elevados aún no se han registrado. 8.
La percepción grupal en constante aumento. Esto es percibido como: a.
El campo de oportunidad. b.
La esfera de servicio. [i397] c.
El lugar donde el sacrificio en bien de todos llega a ser
gloriosamente posible. Esta
última etapa ubica al hombre en el sendero del discipulado, que incluye, es
innecesario decir, el de la primera fase de probación o prueba. El
problema consiste en descubrir en qué peldaño de la escala y nivel nos
encontramos en determinado momento. Detrás de cada ser humano se extiende una
larga serie de vidas, y muchos se dirigen ahora a la etapa de la dominante y
egoísta expresión de la personalidad, y con plena conciencia se van formando
como individuos. Esto para ellos constituye un paso adelante, así como lo es
el discipulado para ustedes. Otros ya han formado su personalidad y comienzan
a experimentar con la energía que fluye a través de ellos y a reunir a su
alrededor a esas personas que vibran en la misma nota, y para quienes tienen
que dar un mensaje definido. Esto explica los miles de pequeños grupos que
existen y trabajan en el mundo en todos los campos conocidos de la expresión
humana. Otros han sobrepasado esa etapa y se están descentralizando de la
expresión de la personalidad en los tres mundos de la vida humana, motivados
por el aspecto superior de la energía de la personalidad. Ya no trabajan,
proyectan, ni luchan, para expresar sus personalidades y hacer un impacto
individual en el mundo, tampoco para reunir magnéticamente a su alrededor un
grupo de personas que respeten y nutran las fuentes de su orgullo y ambición,
haciéndolos influyentes e importantes. Empiezan a ver las cosas bajo una
perspectiva más nueva y auténtica. A la luz del Todo se desvanece la luz del
pequeño yo, así como la luz inherente a todo átomo del cuerpo se une y queda
anulada en la luz del alma, cuando ésta resplandece en toda su gloria. Cuando
esta etapa de altruismo, servicio y subordinación [i398] al Yo uno y
de sacrificio al grupo, llega a ser el objetivo, el hombre ha alcanzado la
etapa en que puede ser aceptado en ese grupo de místicos, conocedores
mundiales y trabajadores grupales, que es el reflejo de la Jerarquía
planetaria en el plano físico.
[e291] A menudo
hemos hablado del grupo de conocedores que se va integrando y comienza a
actuar en la tierra, aunque separados, eslabonados por un vínculo espiritual
interno y no por la organización externa. La Jerarquía planetaria ha existido
siempre y, desde tiempos inmemoriales y a través de las épocas, aquellos
hijos de los hombres que se han capacitado para el trabajo y han respondido a
los requisitos, encontraron su camino en las filas de los que están detrás de
la evolución mundial, guiando los destinos de los pequeños. Sus
grados y obras se conocen sólo en forma teórica, y los nombres de algunos de
ellos han sido divulgados entre las masas - a qué precio y sacrificio
personal, esas masas nunca lo sabrán. De la Jerarquía de Adeptos no me
ocuparé. Libros sobre el tema es fácil conseguir, debiendo ser leídos con las
necesarias reservas, en lo que se refiere a interpretaciones simbólicas y al
efecto limitador de las palabras. Sin
embargo, en la tierra tiene lugar un acontecimiento que, a su modo, es tan
trascendental e importante como la crisis de la época atlante, cuando se
coordinaron los cuerpos físico, vital y astral, y formaron una unidad
funcionante. En ese entonces se inició la "yoga de la devoción" o
bhakti yoga, para entrenar a los aspirantes de esa época. Una réplica del
plano físico (hasta donde era posible) fue organizada por quienes podían
trabajar con dedicación, y aprender, mediante el ceremonial y las representaciones
pictóricas, algún tipo de actividad que llevaría adelante el trabajo
jerárquico en la tierra, constituyendo así una escuela de [i399] entrenamiento
para los que más tarde serían admitidos en las filas de la Jerarquía. El
resto de este grupo atlante se halla ahora en los modernos movimientos
masónicos, y el trabajo de la Jerarquía ha sido así perpetuado en signos y
símbolos, preservando en la conciencia de la raza una representación
pictórica de una trascendental condición planetaria, desarrollada en la familia
humana en esta triple coordinación, pero fue principalmente objetiva. Forma y símbolo, herramienta y
mobiliario, templo y tono, oficio y exteriorización, fueron los factores
prominentes, velando la verdad y por lo tanto conservando la "forma
externa y visible de una realidad interna y espiritual". En esos días
sólo se permitía participar en estos misterios y en el trabajo, a quienes
sentían dentro de sí mismos el anhelo y el deseo de la mística visión, amaban
profundamente y se dedicaban al ideal espiritual. No se exigía poseer mentes
activas, y sus poderes espirituales eran prácticamente nulos. Les agradaba y
necesitaban [e292] tener autoridad; aprendían mediante el
ceremonial; tenían devoción por los Grandes Seres Cuyos nombres y formas se
mantenían detrás de los funcionarios de las logias exotéricas. No intervenía
la mente. Esto debe ser recordado. Tampoco existían personalidades. Hoy
el mundo ha llegado a otro gran momento de crisis. No me refiero a las actuales
condiciones mundiales, sino al estado de la conciencia humana. La mente ha
alcanzado un poder funcionante y las personalidades están coordinadas. Los
tres aspectos del hombre se están mezclando; ha sido posible otra formación o
precipitación de la Jerarquía de Adeptos. En el plano físico se está
integrando - silenciosa, constante y poderosamente - sin organización
exotérica alguna, ceremonial o forma externa, un grupo de hombres y mujeres
que, finalmente, reemplazará al esfuerzo jerárquico anterior. Sustituirá a
todas las iglesias, a todos los grupos y a todas las organizaciones, y [i400] con el tiempo
llegará a constituir esa oligarquía de almas selectas que gobernará y guiará
al mundo. Están
siendo extraídos de todas las naciones, pero no son elegidos o reunidos por
la alerta Jerarquía, ni por algún Maestro, sino por el poder de responder a
la oportunidad, a la oleada y a la nota espiritual. Surgen de todos los
grupos, iglesias y partidos y, en consecuencia, serán verdaderamente
representativos. No lo hacen por el impulso de la propia ambición y ardid de
orgullo, sino mediante el altruismo mismo de su servicio. Encuentran su
camino hacia la cumbre en todos los campos del saber humano, no por la
vociferación de sus propias ideas, descubrimientos y teorías, sino por ser
tan incluyentes en sus perspectivas y tan amplios en su interpretación de la
verdad, que ven la mano de Dios en todos los acontecimientos. Ven su impronta
en todas las formas y Su nota resuena por todos los canales de comunicación entre
la realidad subjetiva y la forma externa objetiva. Pertenecen a todas las
razas, hablan todos los idiomas, abrazan todas las religiones, todas las
ciencias y todas las filosofías. Sus características son: síntesis,
inclusividad, intelectualidad y un excelente desarrollo mental. No profesan
ningún credo, salvo el de la Hermandad, basado en la Vida una. No reconocen
autoridad alguna, excepto la de sus propias almas, ni ningún Maestro, excepto
al grupo que tratan de servir, y a la humanidad a la cual aman profundamente.
No erigen barreras a su alrededor, pero los rige una amplia tolerancia, una
mentalidad sana y un sentido de proporción. Contemplan el mundo de los
hombres con ojos bien abiertos y reconocen a quienes pueden elevar y, como lo
hacen los Grandes Seres, elevan, enseñan [e293] y ayudan. Reconocen también a sus
superiores y a sus iguales, y se reconocen entre sí cuando se encuentran y
trabajan juntos en la tarea de salvar a la humanidad. No importa si difiere
su terminología, si varía la interpretación de los símbolos y escrituras o
hablan mucho o poco. Ven a los miembros de su grupo en todos los campos -
político, científico, religioso [i401] y económico -, les dan la señal
de su reconocimiento, tendiéndoles la mano de hermano. Reconocen también a
Quienes se hallan más avanzados que ellos en la etapa de la evolución y los
denominan Instructores, tratando de aprender de Ellos lo que desean impartir
ansiosamente. Este
grupo es producto del pasado, y a ese pasado voy a referirme, como también a la
situación actual, y pronosticaré parcialmente los lineamientos generales que
seguirá ese grupo y su futuro trabajo. Puedo asegurarles que este grupo está
en formación y constituye un buen augurio para las décadas venideras. Sutil y
silenciosamente, está haciendo sentir su presencia, pero su influencia hasta
ahora ha sido principalmente subjetiva. Comenzaré
por el pasado. Alrededor del año 1400, la Jerarquía de Maestros enfrentaba
una situación muy difícil. En lo concerniente al trabajo de segundo rayo (que
tenía que ver con la enseñanza de la verdad espiritual) sobrevino lo que
podría llamarse una total exteriorización de esa verdad. La actividad del
primer rayo también había efectuado una intensa diferenciación y
cristalización entre las naciones y gobiernos del mundo. Ambas condiciones de
ortodoxia concreta y diferencias políticas, persistieron durante muchas
generaciones y aún persisten. Existe hoy un análogo estado de cosas, tanto en
el mundo de la religión como en el de la política. Esto es verdad, ya se
trate de India o América, de China o Alemania, o se estudie la historia del
budismo con sus numerosas sectas, el protestantismo con sus miles de grupos
militantes o las numerosas escuelas de filosofía en Oriente y Occidente. La
situación es universal y la conciencia pública está grandemente dividida,
pero este estado de cosas marca la culminación [i402] de un período de separatividad y
el fin, antes de muchos siglos, de esta profunda división del pensamiento. Después
de observar y vigilar esta tendencia durante otro centenar de años, los
Hermanos Mayores de la raza, alrededor del año 1500 d. C., convocaron a un
cónclave a todos los sectores. Su objetivo fue determinar cómo se podría
acelerar el impulso de integración,
que constituye esencialmente la nota clave de nuestro orden universal, y qué
pasos tendrían que darse para producir esa síntesis y unificación que, en el
mundo del pensamiento, hiciera posible la manifestación del propósito de la
Vida divina [e294] que trajo todo a la existencia. Cuando el
mundo neutral se unifique, el mundo externo entrará en un orden sintético.
Aquí debe recordarse que los Maestros piensan en términos más amplios y
trabajan en ciclos más extensos del esfuerzo evolutivo. Los Círculos
reducidos y temporarios y el insignificante flujo y reflujo de los procesos
cósmicos, no ocupan en el primer caso Su atención. En
dicho cónclave debían hacer tres cosas: 1.
Ver el plan divino en una escala lo más amplia posible, y renovar Sus
mentes con esa visión. 2.
Observar qué influencias o energías, estaban disponibles para ser
utilizadas en el gran esfuerzo en que Ellos estaban empeñados. 3.
Entrenar a los hombres y mujeres, entonces probacionistas, chelas e
iniciados, para poder tener a su debido tiempo un grupo eficiente de
ayudantes en quienes confiar en los siglos venideros. Respecto
a estos aspirantes, Ellos tenían dos problemas: 1.
Evitar el fracaso en mantener la continuidad de
conciencia por parte de los discípulos aún más avanzados, fracaso en que
hasta los iniciados incurren hoy. [i403] 2.
Los Maestros descubrieron que las mentes y los cerebros de los chelas
eran extremadamente insensibles a los contactos superiores, y esto aún
perdura. Entonces los chelas poseían, como ahora, aspiración, deseo de servir
a la humanidad, devoción y ocasionalmente un equipo mental regular, pero
carecían peculiarmente de esa sensibilidad telepática, respuesta instintiva a
la vibración jerárquica y liberación del psiquismo inferior, requisitos
necesarios para el trabajo intenso e inteligente. Lamentablemente esto
todavía es así. La sensibilidad telepática aumenta cada vez más, como
resultado de las condiciones mundiales y de la corriente evolutiva, y esto
(para quienes trabajan en el plano interno) es un signo muy alentador, aunque
el amor por los fenómenos psíquicos y la ignorancia en diferenciar los
diversos grados de vibraciones de los trabajadores jerárquicos, todavía
obstaculiza grandemente el trabajo. Se
preguntarán y con todo derecho ¿cuál es este plan? Cuando hablo del plan no
me refiero al plan general como es el de la evolución o el de la humanidad,
al que aplicamos la frase, desenvolvimiento del alma, casi sin significado.
Se dan por sentados ambos aspectos del esquema de nuestro planeta y
únicamente son modos, procesos y medios para un fin específico. El [e295] plan, según
lo perciben en la actualidad y para el cual trabajan firmemente los Maestros,
puede definirse de la manera siguiente: Es la producción de una síntesis
subjetiva en la humanidad y de un intercambio telepático que finalmente
aniquilará al tiempo. Hará asequible a los hombres todas las realizaciones y
conocimientos del pasado, le revelará el verdadero significado de su mente y
cerebro, lo convertirá en el amo de ese equipo, por lo tanto lo hará
omnipresente y, con el tiempo, le abrirá la puerta a la omnisciencia. Este
próximo desarrollo del plan producirá en el hombre una [i404] comprensión -
inteligente y cooperativa - del propósito divino, para el cual, Aquel en
Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser, ha considerado inteligente
llevarlo a la exteriorización. No crean que puedo explicar el plan, tal cual
es. No es posible para ningún hombre de grado inferior al de iniciado de
tercer grado, vislumbrarlo y mucho menos comprenderlo. El desarrollo del
mecanismo, por el cual un discípulo puede estar en relación con Quienes son
responsables de llevar a cabo los planes, y la capacidad de conocer (y no
sólo percibir tenuemente) ese diminuto aspecto del todo, que constituye el
paso inmediato y con el cual es posible colaborar, puede ser logrado por
todos los discípulos y deben mantenerlo como meta ante los aspirantes. Con
excepción de los discípulos probacionistas, que aún no son lo suficientemente
firmes en su esfuerzo, todos pueden esforzarse por alcanzar esa continuidad
de conciencia y despertar esa luz interna que, cuando es percibida y empleada
inteligentemente, sirve para revelar otros aspectos del plan, especialmente
aquel al que puede responder y servir útilmente el conocedor iluminado. Lograr
esto ha sido el objetivo de todo el entrenamiento impartido durante los
últimos 400 años, por lo cual podrán imaginarse la gran paciencia desplegada
por los Conocedores de la raza. Trabajan lenta y premeditadamente hacia Su
objetivo, sin aparente premura, pero - y aquí reside el interés inmediato de
lo que tengo que comunicar - poseen un límite de tiempo, basado en la Ley de
Ciclos. Concierne a la actuación de ciertos períodos de oportunidad que
lógicamente tienen su límite. Durante dichos períodos actúan provisoriamente fuerzas,
influencias y energías, y los Maestros procuran aprovecharlas. Mirando
hacia el futuro, cuando los Servidores de la raza se reunieron en el cónclave
mencionado, se refirieron a la futura entrada de la era acuariana, con sus
energías características y sus asombrosas oportunidades. Esto [i405] fue
observado, e intentaron preparar al hombre para ese período de más o menos
2.500 años de duración, que, debidamente utilizado, promovería la unificación
consciente e inteligente del género humano, [e296] produciendo así la manifestación
de lo que prefiero llamar "la hermandad científica", lo opuesto de
la acepción sentimental del término, tan prevaleciente hoy. En
ese entonces Les pareció necesario hacer dos cosas antes de poder utilizar
provechosamente las potencias venideras de la era acuariana. Primero, la
humanidad debía elevar su conciencia al plano mental; tenía que expandirse
para incluir no sólo el mundo de la emoción y del sentimiento, sino también
el del intelecto. Era necesario activar las mentes de los hombres en forma
amplia y general, y además debía ser elevado todo el nivel de la inteligencia
humana. Segundo, era preciso hacer algo para derribar las barreras de la
separatividad, el aislamiento y el prejuicio, que mantenían separados a los
hombres y que Ellos preveían acrecentarse. Ciclo tras ciclo, se irían
encerrando más en sí mismos - satisfacción, exclusión y orgullo racial. El
resultado de todo esto conduciría inevitablemente a una amplia separatividad
y a la construcción de barreras mundiales entre una nación y otra, entre una
raza y otra. Esta
determinación de los miembros de la Jerarquía de entrenar las mentes de los
hombres con mayor rapidez, y la construcción de una unidad más sintética, los
llevó a una decisión que involucraba la formación de unidades grupales y
trajo la aparición de esos grupos de trabajadores y pensadores que, mediante
sus actividades, han regido y moldeado tan ampliamente nuestro mundo durante
los últimos tres o cuatro siglos. Por lo tanto, desde la fecha de este
cónclave tenemos la inauguración del trabajo grupal específico y definido,
claramente delineado, representando cada grupo [i406] algunos aspectos peculiares de la
verdad y del conocimiento de la realidad. Estos
grupos se clasifican generalmente en cuatro sectores principales: cultural,
político, religioso y científico. En tiempos más modernos han aparecido, en
forma definida, otros tres grupos: filosófico, psicológico y financiero.
Lógicamente, los filósofos han estado siempre con nosotros, pero la mayoría
eran unidades aisladas que fundaron escuelas caracterizadas por el partidismo
y la separatividad. En la actualidad no hay personajes sobresalientes como en
el pasado, sino grupos que representan ciertas ideas. Es de profunda
importancia que el trabajo de estos siete grupos de pensadores sea reconocido
como parte del programa jerárquico destinado a producir cierta situación, a
originar determinadas condiciones preliminares y a desempeñar una parte
definida en el trabajo de la evolución mundial, en lo que a la humanidad
concierne. Bajo
la influencia de los diferentes rayos que entran y salen de la actividad
cíclicamente, aparecieron entonces reducidos [e297] grupos de hombres, desempeñaron
su parte en forma grupal, y
desaparecieron, a menudo inconscientes de su inherente síntesis y de sus
colaboradores. Como podrá verse, si miramos inteligente y retrospectivamente
la historia, veremos el trabajo que efectuaron para la raza, y su
contribución al progreso del género humano se destaca con toda claridad. No
dispongo de tiempo para tratar esta serie de grupos, cada uno custodio de una
contribución especial, ni puedo esbozarles el trabajo que efectuaron, o los
impulsos subjetivos bajo los cuales trabajaron. Sólo puedo indicar la
tendencia de su esfuerzo y permitir que algún esclarecido estudiante de la
historia trace el hilo dorado de su trabajo espiritual a medida que se eleva
el nivel mental de la raza y se pone al hombre en relación con el mundo en
que vivió, abriéndole los ojos no sólo sobre la naturaleza de la materia y de
la forma, sino sobre las profundidades recónditas de su propio ser. Debido a
sus actividades, tenemos [i407] ahora una humanidad que está
estrechamente relacionada, no unificada, pero caracterizada por tres cosas: 1.
Una asombrosa interrelación e intercomunicación, cuyos servidores son
la radio, la prensa, el trasporte moderno, el teléfono y el telégrafo. 2.
Una empresa filantrópica universal, y el aumento del sentido de
responsabilidad hacia nuestro hermano, totalmente desconocido en el año 1500.
Movimientos tales como la Cruz Roja, fundaciones educativas, hospitales y los
medios de ayuda económica en todos los países, son sus manifestaciones
exotéricas. 3.
Una división de toda la familia humana, consciente o inconsciente, en
dos grupos básicos: primero, quienes defienden el antiguo orden de cosas, y
son reaccionarios y separativos. Representan nacionalismo separatista,
fronteras, servidumbre y servil obediencia; ejemplifican el sectarismo
religioso y la dependencia de la autoridad. Están en contra de toda
innovación y progreso moderno. Segundo, quienes tienen la visión de un mundo
unificado, donde amar a Dios significa amar al prójimo, y los motivos
subyacentes en todas las actividades, religiosas, políticas y educativas, se
caracterizan por una conciencia mundial y bienestar del todo y no de la
parte. La
unificación a que aspiran las personas que miran hacia el futuro no implica
despreocuparse de ninguna de las partes, pero sí cuidar y nutrir a cada una
de ellas, a fin de poder contribuir al bienestar de todo el organismo.
Implica, por ejemplo, un buen gobierno y un adecuado desarrollo de toda
unidad nacional para que pueda desempeñar adecuadamente sus [e298] deberes
internacionales, y así formar parte de una hermandad mundial de naciones. [i408] Este concepto
no abarca siquiera la formación de un estado mundial, pero sí el desarrollo
de una conciencia pública universal que se dé cuenta de la unidad del todo,
produciendo la determinación de cada uno para todos y todos para cada uno,
según se ha dicho. Sólo así podrá lograrse una síntesis internacional
caracterizada por el desinterés político y nacional. Este estado mental
universal tampoco implicará la inevitable creación de una religión mundial o
universal. Requiere sencillamente el reconocimiento parcial, en tiempo y
espacio, de todas las formulaciones de la verdad y de la fe, adecuadas
momentáneamente a los temperamentos y condiciones de la época y de la raza.
Quienes propician cierto acercamiento especial a la verdad llegarán no obstante
a comprender que otros acercamientos, terminologías y métodos de expresión,
como también modos de definir a la deidad, pueden ser igualmente correctos y
constituir en sí, aspectos de una verdad mayor y más vasta de la que el
equipo actual del hombre puede captar y expresar. Los Grandes Seres Mismos
apenas vislumbran la realidad y aunque son más conscientes que Sus chelas, de
los propósitos más profundos subyacentes, sin embargo, ni Ellos Mismos pueden
vislumbrar la meta final. También están obligados a usar en Sus enseñanzas
términos tan inadecuados como Realidad Absoluta y Realización final. Por
eso, durante los últimos tres siglos, ha aparecido un grupo tras otro, que
desempeñaron su parte, y hoy cosechamos el beneficio de sus esfuerzos. Por
ejemplo, en el grupo cultural, encontramos el surgimiento de los poetas de la
era Isabelina, los músicos de Alemania y de la era Victoriana. Además hay
grupos de artistas pintores, fundadores de las famosas escuelas que son la
gloria de Europa. Dos grupos famosos, uno cultural y otro político, también
desempeñaron su parte, trayendo uno el Renacimiento, y el otro la Revolución
Francesa. Los efectos de su trabajo todavía [i409] se hacen sentir, porque el
movimiento humanista moderno con su énfasis puesto en el pasado, que termina
en el presente, y en la búsqueda de las raíces del equipo del hombre, las tendencias primitivas se
remontan a la época del Renacimiento. La revolución y la determinación de
luchar por los divinos derechos del hombre encuentran su principal influencia
e ímpetu originantes en la Revolución Francesa. La sublevación, la formación
de partidos políticos, la lucha de clases, tan prevalecientes hoy, y la
separación de cada país en grupos políticos antagónicos, si bien siempre ha
sido esporádico, se ha hecho universal durante los últimos doscientos años,
resultado de la actividad grupal iniciada por los Maestros. Debido a esto,
los [e299] hombres han progresado y aprendido a pensar,
y aunque pueden pensar erróneamente y emprender experimentos desastrosos, el
bien final es inevitable e ineludible. Incomodidades temporarias, depresiones
pasajeras, guerra y derramamiento de sangre, penurias y vicios, pueden llevar
al irreflexivo, a las profundidades del pesimismo. Pero quienes conocen y
sienten la mano guiadora interna de la Jerarquía, son conscientes del sano
corazón de la humanidad y del caos actual y, quizás, a causa de esto, surjan
aquellos que están capacitados para resolver la situación y son apropiados
para la tarea de unificación y síntesis. Este período se ha llamado
ocultamente la "era de restauración de lo que fue destruido por la
caída". Ha llegado el momento en que las partes separadas puedan unirse
y la totalidad elevarse nuevamente a su primitiva perfección Los
grupos religiosos también han sido muchos - tantos que no sería posible
enumerarlos. Tenemos los grupos de místicos católicos que son la gloria de
Occidente; existen los protestantes, luteranos, calvinistas y metodistas, los
Padres Peregrinos - esos hombres serios y adustos -, los hugonotes y los
mártires moravos y millares de sectas modernas de cada grupo. Todos sirvieron
su propósito y llevaron al hombre al [i410] punto de sublevación, apartándolo
del sometimiento a la autoridad. Por la fuerza de su ejemplo excepcional han
impelido al hombre a pensar por sí mismo. Defendieron la libertad y el
derecho personal de saber. Estos
últimos grupos han actuado, en su mayor parte, por influencia de los rayos
sexto y segundo. El grupo cultural apareció bajo el cuarto rayo, mientras que
el primer rayo estimuló las actividades políticas que produjeron tantos
cambios en las naciones. Bajo el impulso de los rayos quinto y tercero, han
surgido grupos de investigadores científicos que trabajan con las fuerzas y
energías que constituyen la Vida divina, se ocupan de la apariencia externa
de Dios, buscando de afuera adentro, demostrando al hombre su esencial unidad
con toda la creación y su relación intrínseca y vital con todas las formas de
vida. Los nombres de los individuos de cualquier grupo son legión y
relativamente sin importancia. Lo que tiene valor es el grupo y su trabajo
interrelacionado. Resulta interesante observar que en el grupo científico la
unidad subyacente es especialmente notable, porque sus miembros están
singularmente libres de sectarismos y rivalidades. No puede decirse lo mismo
de los grupos religioso y político. En
comparación con las naciones y los millones de hombres de la tierra, los
grupos moldeadores de los diferentes sectores, son muy pocos. Sus miembros,
su contribución al engrandecimiento de la expresión humana y su lugar en el
plan, pueden ser [e300] muy fácilmente descritos. Es
necesario subrayar el punto de que todos han sido motivados desde el aspecto
subjetivo interno de la vida, aparecieron bajo un impulso divino y tienen un
trabajo específico que realizar; en las etapas primarias fueron formados por
discípulos e iniciados de menor grado; todos han sido guiados paulatinamente
en forma subjetiva por sus propias almas, y a su vez han colaborado
conscientemente con la Jerarquía de Conocedores. Esto [i411] fue así
aunque el individuo mismo haya sido completamente inconsciente del lugar que
le correspondió en el grupo y de la misión divina de ese grupo. Recuerden
también que no ha habido ni un solo
fracaso, aunque muchas veces el individuo ignore el éxito. La
característica de estos trabajadores es construir para la posteridad.
Lamentablemente, quienes los han seguido fracasaron, y los que respondieron a
este trabajo no han sido fieles al ideal, pero el grupo inicial ha triunfado
uniformemente. Esto, por cierto, excluye el pesimismo y demuestra la enorme
potencia de la actividad subjetiva. Los
tres grupos a los cuales me referí anteriormente requieren un comentario. Su
trabajo es curiosamente distinto del de los otros grupos y sus componentes
son extraídos de todos los grupos de rayo, aunque los integrantes del tercer
grupo (el de los financistas) pertenecen principalmente al séptimo rayo, el
de la organización ceremonial. Por orden de aparición, éstos son los grupos
de filósofos, psicólogos y hombres de negocios. El
grupo más moderno de filósofos está moldeando poderosamente el pensamiento,
mientras que las antiguas escuelas de filósofos asiáticos recién comienzan a
ejercer su influencia sobre las ideas occidentales. Por el análisis, la
correlación y la síntesis, se desarrolla el poder del pensamiento del hombre,
y la mente abstracta puede unificarse con la concreta. Por lo tanto, mediante
su trabajo, la interesante sensibilidad del hombre con sus tres
características sobresalientes, instinto, intelecto e intuición, es llevada a
una condición de inteligente coordinación. El instinto relaciona al hombre
con el mundo de los animales, el intelecto lo une con sus semejantes,
mientras que la intuición le revela la vida de la divinidad. Los tres son
tema de investigación filosófica, porque la índole del tema de los filósofos
es la realidad y el medio para adquirir conocimiento. Los
dos grupos más modernos son el de los psicólogos, [i412] que trabajan
bajo el mandato délfico, "Hombre conócete a ti mismo", y el de los
financistas, custodios de los medios con los cuales el hombre puede vivir en
el plano físico. Ambos grupos, necesariamente y a pesar de aparentes
divergencias y diferencias, son más sintéticos en sus aspectos básicos que
cualesquiera de los otros. Un grupo se ocupa del género humano, de los
distintos tipos de [e301] humanidad, del mecanismo
empleado, de los impulsos y de las características del hombre y del propósito
- aparente y oculto - de su ser. El otro dirige y ordena los medios en virtud
de los cuales existe, controlando todo lo que puede convertirse en energía y
constituyendo una dictadura sobre todos los medios de relación, comercio e
intercambio. Controla la multiplicidad de objetos - formas que el hombre
moderno considera esenciales para su modo de vivir. El dinero, como ya se ha
dicho, sólo es energía o vitalidad cristalizada, lo que el estudiante
oriental denomina energía pránica. Es una concreción de fuerza etérica. En
consecuencia, es energía vital exteriorizada, y este tipo de energía está
dirigido por el grupo financiero. Es el último grupo, desde el punto de vista
cronológico, y su trabajo (debe recordarse) está definidamente planeado por
la Jerarquía, produciendo efectos de gran alcance en la tierra. Ahora
que han trascurrido siglos, desde el cónclave del siglo dieciséis, estos
grupos externos desempeñaron su parte y realizaron un servicio muy notable.
Los resultados logrados han llegado a una etapa que los hace
internacionalmente efectivos, y su influencia no está limitada a una nación o
raza. La Jerarquía enfrenta hoy otra situación, que requiere un cuidadoso
manejo. Debe reunir y unificar los diversos hilos influyentes de energía y
las distintas tendencias del poder del pensamiento, producido por el trabajo
de los grupos desde el año 1500. Además debe contrarrestar algunos de los
efectos que tienden a fomentar mayores diferenciaciones. [i413] Esto
inevitablemente sucede cuando la fuerza hace contacto con el mundo material.
Los impulsos iniciales contienen en sí potencias que tanto sirven para el
bien como para el mal. Mientras la forma es de importancia secundaria y
relativamente insignificante, la llamamos buena. Entonces controla la idea y
no su expresión. A medida que pasa el tiempo y la energía del pensamiento
produce un impacto en la materia y las mentes inferiores se apoderan del tipo
específico de energía, o son vitalizadas por ella, entonces el mal empieza a
hacer sentir su presencia. Esto se demuestra finalmente como egoísmo,
separatividad, orgullo y esas características que han producido tanto daño en
el mundo. Hace
más o menos diecisiete años, los Maestros se reunieron y tomaron una decisión
muy importante. Así como en el cónclave anterior se había decidido reunir a
las masas incipientes de hombres, y a grupos de trabajadores de distintas
especialidades, para encomendarles la tarea de elevar a la humanidad y
expandir la conciencia humana, ahora se creyó oportuno extraer de los
numerosos grupos, uno que reuniera (como ocurre con la Jerarquía) a hombres
de todas las razas, de todos los tipos y tendencias, [e302] grupo que
tiene una misión específica y del cual podrán exponerse algunos detalles: En
primer lugar, es una tentativa para exteriorizar la Jerarquía en el plano
físico, o una pequeña replica funcional de este cuerpo esencialmente
subjetivo. Todos sus integrantes poseen cuerpos físicos, pero deben trabajar
en formar completamente subjetiva, utilizando así el mecanismo sensible
interno y la intuición. Lo componen hombres y mujeres de todas las naciones y
edades, pero cada uno debe estar orientado espiritualmente, ser servidor
consciente, estar mentalmente polarizado y alerta, y todos deben ser incluyentes. Una
de las condiciones esenciales impuestas al personal del grupo es, que debe
estar dispuesto a trabajar en niveles subjetivos sin que se los reconozca
tras la escena, como hacen los Grandes Seres. Sus [i414] miembros
deben liberarse de toda ambición, orgullo de raza y de realización. Además
deben ser sensiblemente conscientes de sus semejantes y de sus pensamientos y
medio ambiente condicionante. Este
grupo no tiene organización exotérica de especie alguna, sede, publicidad ni
nombre. Es un conjunto de trabajadores obedientes y servidores del VERBO -
obedientes a sus propias almas y a la necesidad del grupo. Por lo tanto, los
verdaderos servidores de todas partes pertenecen a este grupo, ya presten
servicio en el campo cultural, político, científico, religioso, filosófico,
psicológico o financiero. Constituyen parte, lo sepan o no, del grupo interno
de trabajadores para la humanidad, y de místicos del mundo. Serán reconocidos
por los miembros de su grupo al ponerse en contacto con ellos en forma casual
en el intercambio mundial. Este
grupo da una amplia significación a la palabra "espiritual", pues
cree que significa un esfuerzo incluyente hacia el mejoramiento, la elevación
y la comprensión humanos; le da significado de tolerancia, comunión sintética
internacional, inclusividad religiosa y todas las corrientes de pensamientos
que conciernen al desarrollo esotérico del ser humano. Por
lo tanto, se trata de un grupo sin terminología ni biblia específica alguna;
no posee credo ni formulación dogmática de la verdad. El impulso motivador de
cada uno y de todos, es el amor a Dios cuando se manifiesta en amor al
prójimo. Conoce el verdadero significado de la hermandad, sin distinción de
razas. Sus miembros llevan una vida de servicio voluntario, prestado con
desinterés y sin reservas. El
personal del grupo es conocido sólo por los Hermanos Mayores de la raza, y no
se guarda registro de los nombres. Sólo deben existir tres requisitos
principales: [e303] 1.
Es esencial cierto grado de unificación entre el alma y su mecanismo, y debe
estar alineada y activa la triplicidad interna [i415] alma-mente-cerebro, que en la
mayoría está generalmente aletargada. 2.
El cerebro debe ser telepáticamente sensible a voluntad, en dos direcciones.
Debe ser consciente del mundo de las almas y también del mundo de los
hombres. 3.
Debe haber capacidad para pensar en forma abstracta o sintética, lo cual
permitirá al hombre salvar las barreras raciales y religiosas. Cuando se
posee tal capacidad, hay también una firme creencia en la continuidad y
correlación de la vida después de la muerte. En
resumen, debe observarse que los grupos del pasado han representado ciertos
aspectos de la verdad y demostrado ciertas características de rayo. El nuevo
grupo expresará todos los aspectos e integrará a miembros de todos los rayos.
La mayoría de los trabajadores de los numerosos grupos llevaron adelante
ciertos detalles del plan, agregando su parte de energía al impulso
progresivo de la humanidad; pero exceptuando algunos místicos destacados como
Meister Eckhart, la mayoría lo ha efectuado sin comprender verdaderamente lo
que estaba realizando, y sin captar la relación de cuerpo-alma, que conduce
al trabajo realmente inteligente. Han sido esencialmente grupos de
personalidades, con ese toque de genio que indica cierto contacto con el
alma. El grupo ahora en formación, está compuesto por aquellos que son
conscientes de la realidad del alma y han establecido un verdadero y
perdurable intercambio egoico; consideran la mente, las emociones y la
naturaleza corpórea, simplemente como un mecanismo por el cual pueden
establecerse los contactos humanos; deben realizar su trabajo, tal como lo
conciben, por medio de este mecanismo, actuando bajo la dirección del alma.
Por lo tanto, son almas vivientes que trabajan a través de personalidades,
pero no a través de personalidades activadas por ocasionales impulsos
egoicos. Los miembros de los distintos grupos fueron todos [i416] más o menos
unilaterales, y sus talentos estuvieron encauzados en alguna línea
específica. Demostraron la capacidad de escribir como un Shakespeare, pintar
como un da Vinci, producir obras maestras como un Beethoven, o lograr cambios
mundiales como Napoleón. Pero el nuevo tipo de trabajador grupal es un
individuo completo, con capacidad para hacer casi todo lo que se propone, con
el impulso fundamental de trabajar preferentemente en niveles mentales más
que en el plano físico. Por consiguiente es de utilidad para la Jerarquía,
porque puede ser utilizado de distintas maneras, y su flexibilidad y
experiencia y su contacto estable pueden subordinarse a los requisitos del
grupo. [e304] El verdadero
exponente de este nuevo tipo grupal no aparecerá, por supuesto, antes de
muchas décadas. Será un verdadero acuariano con un toque universal e intensa
sensibilidad; tendrá un mecanismo mental bien organizado, un equipo astral
que responda principalmente a las vibraciones espirituales superiores, un
cuerpo de energía poderoso y controlado y un cuerpo físico sano, aunque no
robusto, como comúnmente se dice. ¿Cuál es entonces la situación actual del
grupo de místicos que se está integrando? Permítanme ser un poco más
explícito. En
cualquier país europeo, en los Estados Unidos de América y en partes de Asia
y Sudáfrica, se encuentran algunos discípulos, aún no reconocidos por el
mundo, que piensan en la verdad.
Les llamo la atención sobre esta frase. Los trabajadores más importantes de
este nuevo grupo y los que se encuentran más cerca de los Grandes Seres, son
aquellos cuya vida mental cotidiana está orientada por el nuevo ideal. En
verdad, su vida mental puede desarrollarse en actividades exotéricas
definidas, pero son ante todo, los que viven en el "lugar elevado y
secreto" y trabajan desde allí. Ejercen tranquilamente influencia
silenciosa, sin acentuar sus personalidades, sus propios puntos de vista e
ideas [i417] ni sus métodos de llevar adelante el
trabajo. Poseen plena comprensión de sus propias limitaciones, sin ser
obstaculizadas por ellas, pues reflexionan hasta llevar a la manifestación
objetiva ese aspecto de la visión que tienen por misión vivificar y darle
forma. Son necesariamente cultos e instruidos, porque en estos momentos
difíciles de transición tienen que cultivar una comprensión universal de las
condiciones imperantes y poseer una idea general de lo que trascurre en los
diferentes países. En realidad no poseen nacionalidad, en el sentido de
considerar a su propio país y su afiliación política como de importancia
trascendental. Están preparados para organizar lenta y firmemente esa opinión
pública que al final apartará al hombre del sectarismo religioso, de la
exclusividad nacional y de los prejuicios raciales. Son
extraídos de todas partes, y atraen hacia sí a quienes están libres de las
antiguas limitaciones, de teorías políticas, religiosas o culturales. Los
miembros de ese grupo uno, organizan en grupos a esas almas avanzadas
destinados a iniciar la nueva era de paz y buena voluntad. Dichas almas,
influidas por los integrantes de dichos grupos, son unos pocos miles entre
los millones de hombres; actualmente sólo unos ciento cincuenta y seis de los
cuatrocientos discípulos aceptados que trabajan en el mundo, poseen actividad
mental para formar parte de este grupo que lentamente se va formando.
Constituyen el núcleo de lo que algún día será una fuerza dominante. Su
influencia, durante los [e305] próximos veinticinco años, será
bastante potente como para atraer la atención política, siempre que quienes
hayan percibido la visión de un poderoso
grupo subjetivo de almas reflexivas, pronuncien las palabras necesarias y
delineen esos conceptos que acelerarán el trabajo de integración, lo cual
pondrá a las unidades de este grupo en contacto entre sí. Hagan todo lo
posible para que esto se realice y [i418] sea el mensaje y la nota clave
del trabajo que todos deben hacer dondequiera se encuentren. ¿Cuál
debería ser entonces el trabajo que se debe realizar en el presente
inmediato? Delinearé el programa hasta donde sea posible. Primero,
fortalecer y establecer firmemente el vínculo entre ustedes y todos aquellos
a quienes reconocen como posibles discípulos activos en el nuevo grupo. Para
efectuarlo, deben ponerse al corriente del trabajo de los dirigentes de
grupos de los distintos países del mundo, Suiza, Estados Unidos, Holanda,
Alemania y Gran Bretaña. De acuerdo a la reacción que produce esta visión del
nuevo tipo de trabajo de la nueva era, podrán tomar entonces una decisión
momentánea. Observen cómo trabajan. Noten si ponen énfasis sobre las
personalidades. Si la ambición personal parece regir sus actividades, si han
determinado trabajar en el grupo de místicos por ser novedoso, o porque les
da cierto prestigio y excita su imaginación, o les proporciona oportunidades
para reunir gente a su alrededor, entonces despreocúpense de ellos, pero -
guardando silencio - dejen que el tiempo y la ley corrijan su actitud. Segundo,
sean receptivos a quienes los buscan y parecen vibrar en la misma nota. Me
refiero aquí al grupo al cual todos pertenecen subjetivamente. Estos vendrán
si trabajan con decisión y emiten claramente la nota de unidad como para no
tener dudas respecto a sus móviles y a su actividad desinteresada. Tal vez
conozcan a algunos de los ciento cincuenta y seis que forman el núcleo actual
y trabajen al unísono con ustedes, aunque quizás no lo hagan en el mismo
campo específico de acción. Debe
tenerse presente el cuadro de una vasta red de grupos que trabajan en muchas
direcciones, pero conteniendo en su centro o detrás de ellos - que actúan
silenciosa y persistentemente e influyen mediante el contacto con el alma -,
a uno o más miembros del nuevo grupo que está surgiendo [i419] lentamente.
Estos puntos focales, con los cuales la Jerarquía trata ahora de trabajar, se
mantienen unidos telepáticamente, y deben trabajar exotéricamente con la más
plena comprensión, evitando cualquier interferencia y dejando a cada
trabajador en libertad para enseñar a su propio grupo como él cree
conveniente. Los términos empleados, los métodos aplicados, las personas con
quienes se ha hecho [e306] contacto, las verdades enseñadas,
la disciplina de la vida, conciernen solamente al discípulo activo. Sin
embargo, los miembros de este grupo de trabajadores de la nueva era, poseerán
ciertas características generales. No impondrán por la fuerza dogma de
ninguna especie, ni harán hincapié en alguna doctrina o autoridad. No les
interesará tener autoridad personal, tampoco se apoyarán en una autoridad
tradicional, sea religiosa, científica, cultural, u otra forma de verdad
impuesta. Los métodos de acercamiento a la realidad serán reconocidos y cada
uno tendrá libertad de elegir el propio. Estos trabajadores no impondrán
disciplina alguna sobre quienes traten de colaborar con ellos. Las ideas de
determinada persona o conductor, respecto a la forma de vivir y trabajar,
meditar y comer, de las unidades de su esfera especial de actividad, no son
de valor. Los integrantes de este nuevo grupo trabajan esotéricamente con
almas y no se ocupan de los detalles de la vida personal de los aspirantes a
quienes procuran inspirar. Esta
regla es fundamental, y eliminará de este grupo de servidores mundiales a
muchos honestos aspirantes que ahora se están formando. La tendencia a
imponer el propio punto de vista indica falta de comprensión y excluye a
muchos. Por
otra parte, deben buscarse aspirantes jóvenes y prometedores e inculcárseles
cuidadosamente las tendencias de los nuevos ideales. Debe enseñárseles a
buscar lo divino y el bien en todo - tanto en las personas como en las
circunstancias. Hay que tratar de desarrollar amplitud de visión para señalar
a los aspirantes ese [i420] vasto horizonte que les permitirá
vivir a través del actual período de transición que estamos viviendo, de
manera que al llegar a la madurez sean pilares de fortaleza en el nuevo
mundo. No se los debe sujetar a las antiguas disciplinas ni instruirlos para
que den importancia a la dieta, al celibato, a las épocas, a las estaciones,
distrayendo así su atención del arte más nuevo y sagrado del ser y la
maravilla de vivir como alma. No
olviden que cuando un hombre vive como alma y toda su personalidad está
subordinada a esa alma, sobreviene normal y automáticamente, el propósito
altruista, la pureza de vida, la obediencia a la ley y es un verdadero
ejemplo de vida espiritual. La alimentación, por ejemplo, siendo
frecuentemente un asunto de condiciones climáticas y de preferencia, sin
embargo es deseable el alimento que mantiene el cuerpo físico en condiciones
para servir a la raza. Por otra parte, un divino hijo de Dios puede actuar
libre y eficazmente siendo casado o soltero; no prostituirá los poderes del
cuerpo con satisfacciones groseras, ni quebrará tampoco las costumbres
establecidas, ni alterará las normas que [e307] el mundo ha fijado como las
mejores y más elevadas. Se ha confundido la cuestión y se han recalcado con
demasiada frecuencia los actos físicos y no la vida del actuante. Cuando se
ponga la atención en el alma, la vida del plano físico se manejará
correctamente. Se reconocerá que el asumir una actitud de crítica o un estado
de propia satisfacción, obstaculiza más el progreso espiritual del hombre que
el acto trivial de comer carne. Al
aspirante joven habrá que inculcarle dos reglas de vida: Se
lo debe enseñar a centralizarse en una actividad constructiva y a abstenerse
de derribar el viejo orden de vida; se le encaminará a construir para el
futuro y pensar sobre las nuevas líneas. Prevenírsele no desperdiciar el
tiempo atacando lo indeseable, en cambio, debe [i421] enfocar todas sus energías para
crear el nuevo templo del Señor, a través del cual podrá manifestarse la
gloria. De esta manera la atención pública se centrará gradualmente en lo
nuevo y en la belleza, y las viejas creaciones establecidas caducarán y
desaparecerán por falta de atención. También
se le debe enseñar que el partidismo no es señal alguna de desarrollo
espiritual. Por lo tanto no se usarán los prefijos anti ni pro, porque
fomentan automáticamente odio, antagonismo y resistencia al cambio. Ponen a
la defensiva a quien los emplea. Todas las clases de seres humanos
constituyen un grupo de hermanos. Católicos, judíos, gentiles, occidentales y
orientales, son todos hijos de Dios. El
futuro de este grupo mundial del cual ya hemos hablado, depende de dos cosas: Primero,
es necesario que los discípulos aislados que trabajan en todos los países del
mundo, sean conscientes unos de otros y entren en relación telepática. Esto
podrá parecer una visión maravillosa, pero impracticable. Les aseguro que no
es así. El trabajo para establecer esta relación puede ser lento, pero es
consecuencia inevitable de la creciente sensibilidad de todas las almas que
trabajan en el campo mundial. Su primer índice es el reconocimiento instintivo
cuando se encuentran los componentes de dicho grupo y hacen mutuo contacto
por medio del intercambio mundial. Reciben un inmediato destello de luz, un
intercambio eléctrico instantáneo, una súbita sensación de similitud de
visión y de objetivo, o una oportunidad vital de colaborar recíprocamente y
ayudar en el trabajo en el que todos están interesados. Cuando
los discípulos activos de todas partes se encuentren, reconocerán
inmediatamente que su trabajo es idéntico y se aconsejarán recíprocamente
sobre la forma en que serán posibles la colaboración y [i422] el esfuerzo
suplementario. Dentro de treinta años aproximadamente, la interrelación entre
las unidades de este [e308] grupo (por dispersos que estén en
todo el mundo) será tan estrecha, que se reunirán diariamente a una hora de
terminada y en un lugar secreto. Esto sólo será posible cuando la triplicidad
alma-mente-cerebro esté alineada en el individuo y cuando cada aspecto de
ella simultáneamente establezca contacto con los miembros del grupo. En la
actualidad todas las almas del grupo de místicos trabajan al unísono; un
número de ellas ha logrado efectuar una íntima y firme relación entre el alma
y la mente, pero por ahora el aspecto inferior de este triángulo alineado y
vinculador, el cerebro físico, permanece completamente insensible a las
oleadas de fuerza provenientes de los aspectos superiores de los discípulos
ocupados en cimentar las bases de la civilización de la nueva era. En
gran parte, es cuestión de perfeccionar el mecanismo del cerebro para poder
registrar debidamente y trasmitir correctamente las impresiones del alma y
los propósitos y reconocimientos grupales. Esto implica: 1.
Poner en actividad consciente el centro entre las cejas, denominado
ajna por el estudiante oriental. 2.
Subordinar la actividad de este centro al coronario, de modo que los
dos vibren al unísono. Esto trae tres cosas: a.
El alineamiento consciente y directo entre alma-mente-cerebro. b.
La aparición de un campo magnético que incluye ambos centros de la
cabeza, afectando definidamente la glándula pineal y el cuerpo pituitario. c.
El reconocimiento de este campo de doble actividad en dos sentidos:
como una luz en la cabeza, un radiante sol interno, o como un centro dinámico
de energía, [i423] mediante el cual se hace sentir el aspecto
voluntad o propósito del alma. 3. El desarrollo de esa capacidad que
permitirá al hombre: a.
Emplear la mente en la dirección deseada, llevándola externamente, al
mundo de los fenómenos o internamente al mundo del ser espiritual. b.
Producir conscientemente y a voluntad, una respuesta equivalente en el
cerebro físico, que registre con exactitud cualquier información procedente
de los mundos físico, emocional o astral. c.
Discernir inteligentemente entre todas estas esferas de actividad
sensoria. Todo
esto con el tiempo será incluido en un nuevo acercamiento psicológico, que
surgirá de lo viejo y será una combinación de la ciencia mecanista, de la posición introspectiva y
más [e309] estrictamente oriental, más las conclusiones
de dos nuevas escuelas que aparecerán pronto, aunque demasiado
insignificantes para merecer un nombre. Están en la etapa embrionaria. Una de
ellas tratará de los aspectos de la energía del individuo y su respuesta a la
energía del universo en la que está sumergido; la otra considerará al hombre
como una unidad eléctrica. Ambas serán completamente parciales, pero las
contribuciones de las diversas escuelas algún día se unificarán en una
presentación sintética. El
segundo requisito que establecerá relación entre los discípulos activos de
este grupo es la capacidad de recordar, constante y correlativamente, tanto
la vida interna como la externa. Lo denominamos continuidad de conciencia, y
con esto significamos poder ser plenamente conscientes de los
acontecimientos, en todas las esferas y sectores del ser, durante las
veinticuatro horas del día. Hasta ahora está muy lejos de ser así. [i424] No existe
verdadera perfección de la existencia durante las horas de sueño. La vida de
los sueños, como se la define, está tan llena de ilusión como cualesquiera de
las experiencias psíquicas inferiores. El lento aumento de interés por los
sueños, desde el punto de vista de la Psicología y la investigación de sus
probables fuentes, son las primeras débiles tentativas hacia el
establecimiento de esta conciencia sobre una base verdaderamente científica.
Aún no existe un consciente registro de la actividad mental durante esos
momentos, cuando el cuerpo emocional por ejemplo, es el centro del escenario.
¿De qué se ocupa la mente durante un largo período de perturbación emocional?
Sabemos que tiene vida propia y leyes. Por otra parte, ¿cuáles son las
actividades del alma cuando la personalidad está ocupada exclusivamente con
sus propios asuntos? ¿Pueden imaginar una época en que el desarrollo de la
conciencia alcance la etapa donde existe una reacción sensoria, en todos los
sectores de la naturaleza del hombre y todo sea registrado por el cerebro?
Los hombres ya son conscientes de la actividad del plano físico y
simultáneamente de la vivencia emocional. Esto, para la mayoría, es una
condición común y corriente. Donde es posible registrar dos actividades a la
vez, ¿por qué no tres o cuatro al mismo tiempo? Tal es el futuro que tiene
por delante la raza, y los discípulos activos serán los primeros en expresar
y demostrar esta expansión de conciencia. De
este modo deben ser desarrollados y acrecentados, porque también están
íntimamente eslabonados entre sí. He
puntualizado el desarrollo del futuro inmediato del discípulo individual.
¿Qué tiene por delante el grupo en el futuro inmediato? [e310] Ante todo, un
período preliminar en que surgirá la conciencia pública y hará así sentir su
presencia. Esto se efectuará mediante la constante comunicación de los nuevos
ideales y el continuo énfasis puesto sobre la unicidad esencial de toda la
humanidad, [i425] resultado de la uniformidad y la
inclusividad de la nota emitida en todas partes. Durante esta etapa no debe
haber trabajo apresurado ni acción precipitada de ninguna especie. El
crecimiento del grupo y de sus ideas será lento y seguro. El grupo ya existe.
No debe ser formado ni organizado, por lo tanto ninguno de ustedes debe
asumir responsabilidades ni organizar actividad alguna designada, para atraer
y dar publicidad a los discípulos que han elegido trabajar subjetivamente.
Éstos no son los métodos que los Hermanos Mayores de la raza aprueban ni la
forma en que Ellos trabajan. Cada
uno de ustedes debe saber si aprueba la nueva posición, la nueva actitud
hacia el trabajo y el método subjetivo. Decídanse de una vez por todas si
prefieren trabajar en la antigua forma exotérica y ambiciosa, construyendo y
vitalizando una organización, y así producir el mecanismo que acompaña a este
método de trabajo. Recuerden que estos grupos aún son muy necesarios y
útiles. Todavía no estamos en la nueva era y los pequeños no deben quedar
expuestos a las nuevas fuerzas ni alejados y privados de la
"nursery" a la que lógicamente pertenecen. Si
este nuevo método de trabajo les atrae, procuren subordinar la personalidad,
dar suprema importancia a la vida de meditación, cultivar la sensibilidad
hacia el reino subjetivo y manejar de adentro afuera cualquier actividad
externa necesaria. Eviten la introspección puramente mística o su extremo
opuesto, el espíritu de exagerada organización, recordando que una vida de
verdadera meditación ocultista debe producir inevitablemente acontecimientos
externos, pero que estos resultados objetivos sean ocasionados por el
crecimiento interno y no por la actividad externa. Una antigua Escritura
enseña esta verdad en los términos siguientes: [i426] "Cuando el
sol progresa en la mansión del hombre que sirve, el camino de la vida toma el
lugar del camino del trabajo. Entonces el árbol de la vida crece hasta que
sus ramas cobijan a todos los hijos de los hombres. La construcción del
Templo y el acarreo de las piedras cesa. Se ven crecer los árboles que
crecen; los edificios desaparecen. Que el sol pase a su lugar señalado y, en
este día y generación, cuiden de las raíces del crecimiento". Pequeños
grupos surgirán en todas partes, cuyos miembros responden a la nueva nota y
cuyo progreso hacia un grupo mundial será vigilado por uno o más discípulos
activos. Pero éstos no organizarán más tarde los grupos; ellos se
desarrollarán cuando [e311] los hombres de todas partes
despierten a la nueva visión o vengan a la encarnación para ocupar su lugar
en el trabajo y traer la nueva era. Estos grupos no demostrarán ningún sentido
de separatividad, ni tendrán ambición personal o grupal; reconocerán su
unidad con todo lo que existe y permanecerán ante el mundo como un ejemplo de
vida pura, creadora y constructiva, de actividad creadora subordinada al
propósito general, de belleza e inclusividad. Tal vez en las primeras etapas
de integración, la palabra amistad y colaboración describan mejor a dichos
grupos, pues no son dogmáticos ni doctrinarios, ni utilizan consignas
secretas. Su característica sobresaliente consistirá en estar libres del
espíritu de crítica, tanto individual como grupalmente. La abstención de
criticar no provendrá de la incapacidad de ver el error, o de no saber
valorar una idea; serán reconocidas la falsedad, la impureza y la flaqueza,
pero al ser estudiadas servirán para evocar una ayuda efectiva. Estos
grupos llegarán paulatinamente a conocerse entre sí y a encontrarse en
lugares y horas determinados. Concurrirán a conferencias sin ningún deseo de
impresionar ni de hacer alardes de poderío numérico; tampoco demostrarán
ambición alguna de acrecentar sus filas para hacer proselitismo. ¿No podrían
actuar así, [i427] al reconocerse como miembros de un mismo
grupo mundial? No tienen que impartir enseñanza de naturaleza doctrinaria ni
aparentarán ser eruditos. Se reunirán con el único objeto de discutir la
forma de ayudar al mundo y desarrollar un programa universal cuyas verdades
fundamentales puedan ser presentadas bajo diferentes métodos y utilizando las
numerosas terminologías. Se esforzarán por emplear y familiarizarse con todos
los términos y el modo en que cada uno se acerca a la realidad y a los
símbolos. Gradualmente
será reconocida la nota y la contribución particular de cada grupo, y donde
existe la necesidad de ese acercamiento especial y la determinada nota o el
método de interpretación, en cualquier parte del mundo habrá un impulso
inmediato y unido que facilitará el trabajo que podrá desempeñar en tal lugar
ese grupo especializado. Estos
grupos, con el grupo subjetivo de almas vivientes y conscientes detrás de
ellos, estarán muy ocupados en el servicio e intereses mundiales. No perderán
el tiempo en cosas frívolas, no esenciales, ni se ocuparán de los nombres,
insignias y emblemas grupales, ni de los tecnicismos de las fraternidades
cuando se encuentren. Las necesidades y oportunidades mundiales, el rápido
desarrollo de la conciencia del género humano y la iniciación del hombre en
las realidades espirituales, absorberán tanto su atención, que no se
interesarán puramente por los arreglos del plano físico ni pondrán énfasis
sobre su propio desarrollo [e312] personal. Serán bien conscientes
de que la respuesta a la necesidad mundial, mediante el servicio y una vida
de enfocada meditación, fomentará su crecimiento. No tendrán sus ojos puestos
en sí mismos ni sobre su buen comportamiento o realizaciones individuales. Más
adelante, como resultado de su relación telepática y de sus conferencias
conjuntas, surgirán ciertos grupos y escuelas esotéricas de desarrollo, con
el fin de equiparlos más rápidamente para el servicio mundial. En estas
escuelas [i428] se enseñarán los métodos de meditación, la
intensificación de la vibración, las leyes del universo y el correcto empleo
del color y del sonido. Pero todo estará subordinado a la idea del servicio y
a la elevación de la humanidad. También las escuelas mencionadas en el libro Cartas sobre Meditación Ocultista
vendrán gradualmente a la existencia. Pero
¿de qué sirve pronosticar el futuro en términos más explícitos y presentar un
cuadro atractivo, cuando en el presente la integración del grupo de místicos
mundiales y su estrecha unificación, aún no es un hecho consumado? La
unidad del mundo, la hermandad en su verdadero sentido, el acrecentamiento
del intercambio telepático, la eliminación de lo no esencial que separa los
pensamientos de los hombres y produce separatividad en el plano físico y el
verdadero énfasis puesto sobre los fundamentos de la Sabiduría Eterna, la
manifestación de una verdadera comprensión, la realización de la unificación con
el alma, y el reconocimiento de aquellos que pertenecen al grupo de los
Salvadores del mundo, es el trabajo inmediato que debe realizarse y absorber
toda su atención. Esto
y sólo esto, justifica la entrega de todo lo que alguno de ustedes puede dar
- amor y vida, tiempo y dinero. Esto
y sólo esto, justifica la existencia de cada uno, y evoca, en todos aquellos
que responden a la visión, ese autosacrificio absoluto que es tan raro
encontrar y de efectos tan trascendentes. Ofrendar todo lo que uno posee a
los pies del Señor de la Vida para poder avanzar en el trabajo de salvación
mundial, eliminar de la vida todos los obstáculos, dar todo lo que uno tiene,
hasta el dolor de dar, reglamentar la propia vida sobre la base del
renunciamiento, interrogándose a cada instante: ¿Qué renuncias debo hacer
para poder ayudar más eficazmente?; eso y aún mucho, queda ante todos
aquellos que oyen el llamado y responden a la necesidad y a la oportunidad. [i429] Permítanme
decirles, este grupo en proceso de formación, desarrollará con el tiempo su
propia "yoga" y escuela de entrenamiento, que gradualmente
reemplazará a las escuelas de raja y bhakti yoga. El método de entrenamiento
sólo se dará a quienes [e313] han entrenado la mente y
aprendieron a controlar las emociones. Ésta es la clave de lo que está ahora
sucediendo. El método de entrenamiento no será un atajo fácil para llegar a
la meta. Sólo los inteligentes pueden obtenerlo y sólo las personalidades
coordinadas serán elegidas para la enseñanza. La nota clave de la nueva yoga
será la síntesis; su objetivo será el desarrollo consciente de la intuición.
Este desarrollo consistirá primeramente en el desarrollo de la intuición y la
verdadera percepción espiritual y, luego, en la aplicación del entrenamiento
de la mente como agente interpretativo. En
el libro Agni Yoga parte de la
enseñanza dada ha sido depurada, pero únicamente desde el ángulo del aspecto
voluntad. No ha aparecido aún el libro que dé en alguna forma la "yoga
de la síntesis". Tenemos libros sobre "bhakti yoga" o la unión
por medio de la devoción. En la actualidad el énfasis se pone en el Raja Yoga
o la unión por medio de la mente. Suena a redundancia hablar de la unión
mediante la síntesis, pero no es así. Es la unión a través de la identificación
con el todo - no la unión por medio de la realización o la visión. Observen
bien esta diferencia, porque contiene el secreto del próximo paso que deben
dar las personalidades de la raza. El Bhagavad
Gita nos proporciona principalmente la clave de la yoga de devoción.
Patanjali nos enseña la yoga de la mente. En la historia de los Evangelios
tenemos la descripción de la realización, pero el secreto o la clave de la
identificación nos está todavía vedado, está bajo la custodia de unos pocos,
en este integrado grupo de místicos y de conocedores, y vendrá a la
manifestación en la fragua de su experiencia individual y dada así al mundo.
Aún no ha llegado la hora. El grupo debe acrecentar su fuerza, conocimiento y
percepción intuitiva. [i430] Quizás me
pregunten: ¿qué impide a un hombre ser miembro de tal grupo? Digo con énfasis
que sólo cuatro cosas impiden su afiliación: Primero, una personalidad no
coordinada. Esto implica necesariamente una mente sin entrenamiento y un
intelecto débil. Segundo, el sentido de
separatividad, de diferenciación y de superioridad, respecto a sus
semejantes. Tercero, la posesión de un credo. No importa cuán
bueno sea, inevitablemente produce exclusividad. Siempre excluye a alguien. Cuarto, el orgullo y la ambición. También
preguntarán, ¿cómo cualificarse uno mismo? Las reglas son tres y sencillas.
Primero, aprendan a practicar la inofensividad; segundo, no desean nada para
el yo separado, y, tercero, [e314] busquen el signo de la divinidad
en todo. Tres reglas sencillas, pero muy difíciles de realizar. Detrás
de este grupo de místicos, que incluye a los pensadores (repito la palabra pensadores) de todos los sectores del
pensamiento y del conocimiento humanos, se encuentra la Jerarquía de
Maestros, y entre estos dos grupos también existe un conjunto de
instructores, del cual formo parte. Ellos actúan como intermediarios y
trasmisores de energía. Repito y pido nuevamente que presten atención, pues
este grupo que se va formando lentamente y es extraído de todos los grupos
imaginables de pensadores y hombres inteligentes. Sin embargo, y esto
sorprenderá a algunos, no hay entre ellos muchos de los así llamados
ocultistas. Esto se debe a que los ocultistas son numéricamente pocos en
relación con las masas, y también a su tendencia al sectarismo, exclusividad
y autoestimación. Los trabajadores humanitarios y altruistas se encuentran
entre ellos; los dirigentes políticos, los economistas y los científicos de
los laboratorios del mundo también están allí, y los eclesiásticos y
adherentes de todas las [i431] religiones del mundo, como
también los místicos prácticos y unos cuantos ocultistas. El verdadero
ocultista es raro de encontrar. El
grupo es y será totalmente subjetivo. Sus componentes están vinculados telepáticamente,
o se reconocen entre sí a través de la calidad del trabajo que están haciendo
en el mundo externo y la inclusividad de la nota que emiten. Está inspirado
desde arriba por las almas de sus integrantes y por los Grandes Seres, y su
actividad energetizada, debido a las necesidades de la humanidad misma. Está
compuesto de almas vivientes y conscientes que actúan a través de
personalidades coordinadas. Su símbolo es un triángulo dorado que encierra
una cruz de brazos uniformes, con un brillante en un ápice del triángulo.
Este símbolo nunca se reproduce en forma alguna. Brilla sobre las cabezas de
todos los que pertenecen al grupo, y nadie puede verlo (ni siquiera un
clarividente), a excepción de alguno de sus miembros, y sólo cuando - para
propósitos del trabajo - es necesario estimular su reconocimiento. El lema
del grupo es: La Gloria del Uno. Nada
más puedo decir por ahora, pero dará una idea de la realidad del trabajo que
se lleva a cabo. Quizás sirva de incentivo para un renovado esfuerzo, por
parte de todos los que trabajan y se capacitan en el servicio altruista. Haremos
ahora una breve consideración sobre los tipos de energía de calidad superior,
que se hallan mezclados y compuestos por energías coordinadoras. La materia
temática es, por lo tanto, de naturaleza tan avanzada, que es inútil que el
aspirante [e315] dedique mucho tiempo a su estudio. Se
requerirían asimismo volúmenes, si todo lo que podría decirse se escribiera,
y en este libro sólo es posible dar algunas amplias generalizaciones e
indicar ciertos hechos interesantes. La razón principal por la cual no nos
resultaría provechoso estudiar estas energías demasiado detenidamente, se
debe a que el Espíritu o Logos planetario, y la Entidad planetaria, son
dos formas en manifestación activa que responden con mayor fuera al impacto
de estas energías. El
ser humano responde, y lo hace [i432] subconscientemente, porque (su
naturaleza forma) constituye parte de la expresión planetaria. El
Espíritu planetario es un Ser que hace muchísimo tiempo pasó por el estado de
conciencia que llamamos humano, y lo ha dejado muy atrás. Su origen (usando
el pronombre personal sencillamente por razón de claridad terminológica) se
halla totalmente fuera del sistema solar; Su vida está enfocada en el
planeta; Su conciencia se encuentra en esferas mucho más alejadas del
concepto del adepto más elevado de nuestra Jerarquía planetaria. La Entidad
planetaria es la suma total de las formas que constituyen la forma mediante
la cual se está manifestando el Espíritu planetario y, por lo tanto, es la
síntesis de los elementales planetarios, físico, astral y mental. Para
nuestro propósito, esta Entidad es la totalidad de todas las formas, físicas,
vitales, astrales y mentales que, fusionadas y mezcladas, constituyen nuestro
planeta. Cada una constituye la encarnación de una energía, y estas dos
corrientes mayores, que producen los aspectos forma y conciencia de nuestra
existencia planetaria, hacen su impacto sobre el ser humano. La vida del
Espíritu planetario hace su impacto vía el alma, y la vida de la Entidad
planetaria es registrada mediante el mecanismo de la personalidad. La
cualidad de dichas energías es esencialmente astral-búdica; la predisposición
de las fuerzas vitales y la dirección general de los impulsos que influyen
sobre la humanidad en este gran ciclo, son la energía atractiva de la
naturaleza intuitiva del Logos planetario y la potente fuerza del cuerpo
astral o de deseo. En otras palabras, el elemental astral, que encarna la
naturaleza de deseo del Logos planetario, es extremadamente poderoso,
particularmente en este ciclo actual, pero la fuerza de la naturaleza
espiritual e intuitiva de Aquel en Quien vivimos, nos movemos y tenemos
nuestra ser, está acrecentándose constantemente. Por otra parte, tenemos la
devastadora expresión en la búsqueda de los placeres, del sexo y del crimen,
resultados de la satisfacción del deseo. [i433] Esto caracteriza nuestra
civilización y está ahora en todo su apogeo; podría decirse que está casi
declinando, aunque no se lo sienta. Al mismo tiempo, la puerta de la
iniciación está abierta. Ambas oportunidades (si puedo así llamarlas) están
presentes [e316] simultáneamente, pero la fuerza de una se
está debilitando, y la tendencia de la otra acrecentando. Así podrá
vislumbrarse la solución y verse el camino de salida. En
el párrafo anterior están resumidos los presentes impulsos planetarios
dominantes y se observa la reacción del hombre hacia éstos. Las
energías solares también tienen un efecto doble. Primero, existe lo que
podríamos llamar efecto pránico,
resultado del impacto de la fuerza solar que emana del sol físico. Esto
produce resultados definidos, en las formas objetivas, denominados físicos o
vitales: Primero, penetran en el cuerpo humano a través del bazo y también
por un centro situado entre los omóplatos, entre los centros laríngeo y
cardíaco en la columna vertebral, pero más cerca del corazón que de la
garganta. Segundo, hay energías que emanan de lo que se llama esotéricamente
"el corazón del sol", que fluyen a través de uno de los planetas,
en siete grandes corrientes, penetran en el alma del hombre y producen esa
sensibilidad que llamamos percepción. Estos siete tipos de energía producen siete
tipos de almas o rayos, y en este pensamiento hallarán el secreto de la
unidad del alma. Durante la manifestación, debido a los siete tipos de
impactos de energía que actúan sobre la materia del espacio, se encuentran
siete tipos de almas, siete campos de expresión y siete grados de conciencia
y de características de rayo. Estas diferenciaciones, como bien saben, son
iguales al colorido que el prisma toma cuando está expuesto a los rayos del
sol, o a los arabescos reflejos de un lago cristalino.
[i434] A estas dos
energías habrá que agregar un tercer grupo, siendo la base de gran parte de
nuestra investigación astrológica. Emanan de las doce constelaciones que
componen nuestro zodíaco solar. Su efecto es ilimitado y los constantes
cambios de estos tres grupos conducen a la infinita variedad que encontramos
en la naturaleza. Puede observarse que son exactas las pretensiones de los
astrólogos respecto a la realidad de las energías que actúan sobre el
organismo humano, pero son infundadas respecto a la capacidad de
interpretarlas verdaderamente; la persona más inteligente de nuestro planeta
sabe muy poco, pues no olviden que los adeptos emplean principalmente la
intuición. Estas energías dejan su señal en todas las formas y en cada reino
de la naturaleza, actuando como fuerza retrógrada o estimulante. Llevan
cierto tipo de energía a una forma determinada, para que exprese más [e317] plenamente su
cualidad, o impida que otras lleguen a la plena manifestación. No
es oportuno describir aquí la naturaleza de la verdadera astrología. La
astrología es una ciencia, y en verdad una ciencia del futuro. Es también
verdad que la astrología, en su aspecto más elevado y en su verdadera
interpretación, permitirá finalmente al hombre enfocar su comprensión y
actuar correctamente. Además es correcto que en las futuras revelaciones de
la astrología se hallará el secreto de la verdadera coordinación entre alma y
forma. Pero esa astrología aún no
se ha descubierto. Mucho se pasa por alto, y se conoce muy poco para hacer de
ella la ciencia exacta que la mayoría pretende. La aseveración será cumplida
en fecha futura, pero aún no ha llegado el momento. Sin
embargo, pueden observarse ciertos factores, que los astrólogos debieran
recordar y ciertas condiciones que con frecuencia olvidan. Para mayor
claridad, clasificaremos un número de afirmaciones que el [i435] investigador
común en este campo debe estudiar cuidadosamente. No puedo escribir aquí un
tratado sobre las energías con las que debería ocuparse la astrología, por
muy necesario que fuera. Los
astrólogos consideran principalmente tres tipos de energía: a.
La de la constelación en que está ubicado el Sol en el momento del
nacimiento. b.
La del signo ascendente al cual debería responder el hombre. c.
La de la Luna, que rige su aspecto forma, particularmente la forma
física. La
energía de la constelación o signo específico en que nace el hombre es más
profundamente significativa de lo sugerido hasta ahora. Encarna o indica su
problema actual, establece el paso
o ritmo de su vida, y está relacionada con la cualidad de su personalidad.
Rige, si así puedo decirlo, el aspecto rajásico o de actividad de su vida,
durante la encarnación. El
ascendente indica la dirección por donde puede fluir su energía, si ha de
cumplir el propósito en alguna encarnación, siempre que se encare
correctamente. Contiene el secreto del futuro, y en su simbolismo y
comprensión puede encontrar la clave del problema de su vida y alguna
indicación de lo que puede ser y lograr. Le ofrece el tipo de fuerza que le
permitirá triunfar. Cuando logra esto debidamente podrá producir el aspecto
sátvico o armónico de su vida, pues si desempeña su parte y la utiliza,
origina armonía con la voluntad del alma, en determinada encarnación. [e318] En la
influencia de la Luna está indicado el pasado
del nativo. Sintetiza las limitaciones y desventajas bajo las cuales debe
trabajar, y por lo tanto podría considerarse que encarna el aspecto tamásico
de la materia, o lo que "retiene" y que - si se permite su indebida
influencia - producirá inercia. En el cuerpo, con el que [i436] está equipado
el hombre, se halla oculto el secreto de la experiencia pasada, y toda forma
lunar, a través de la cual tenemos que llegar a la debida expresión es, en sí,
el producto o síntesis de todo el pasado. Veré si puedo exponer la verdad de
la astrología tal como es en la actualidad, en forma tan sencilla que puedan
comprenderla quienes ignoran esta intrincada ciencia. El
mes de nacimiento indica el día de la oportunidad. La puerta está abierta. La
determinación en que un alma encarna, le indica el mes en que desencarnó en
un ciclo de vida anterior. Si murió, por ejemplo, en el mes regido por el
signo Leo, volverá a encarnar bajo el mismo signo, tomando el hilo de la
experiencia donde la dejó, e iniciándose con el mismo tipo de energía y
peculiar equipo con que salió de la vida terrena, más la observación
consciente y la reflexión adquiridas. Esto le indica al alma la cualidad de
la energía y la naturaleza de las fuerzas que debe manipular durante la vida. El
signo ascendente expresa otro tipo de energía que debería acrecentar su
fuerza durante la encarnación, porque indica la naturaleza de la fuerza del
alma que el encarnado hijo de Dios está tratando de manipular mediante una
determinada personalidad que posee ciertas características. La
influencia que ejerce la Luna es principalmente física. La prisión del alma
está así indicada. De esta manera se saben los obstáculos que habrán de
encontrarse y el tipo de cuerpo o cuerpos a través de los cuales la fuerza
del signo del nativo y la cualidad de la energía que lo llevarán a la meta,
son así definidos. Tendrá que expresar en el plano físico, mediante los
señores lunares, lo que éstos le dieron como resultado de pasadas
experiencias a través de los siglos. Debido
a la precesión de los equinoccios, se produce una situación donde se hace
sentir un cuarto tipo de fuerza. El sol, en la gran esfera de los cielos
está, en realidad, a muchos grados [i437] de distancia de donde se afirma
encontrarse, con respecto al zodíaco mayor. Esto, lógicamente, es desde el
punto de vista del tiempo. Como la trayectoria del sol a través de una
constelación abarca un período aproximado de dos mil doscientos años, el
traslado es muy leve en el curso de los siglos - tan leve que se notaría poca
diferencia al confeccionar el horóscopo planetario. Hacer el horóscopo de un
sistema solar sería de vital importancia, pero está tan [e319] distante de
la capacidad del astrólogo más sabio de nuestro planeta, que no vale la pena
tratarlo. No
obstante, al confeccionar el horóscopo de un ser humano nacido en determinado
mes, debería recordarse (lo que raras veces ocurre) que ahora el mes y el
signo no coincidan en absoluto. Durante el mes de agosto, por ejemplo, el sol
no está realmente en Leo. Entonces, la correcta interpretación de un mapa
natal se convierte mayormente en psicométrica y depende de la forma mental de
la constelación construida durante los siglos por los astrólogos. La energía
sigue al pensamiento. Durante miles de años se han considerado que son así
ciertos tipos de energía y sus consiguientes efectos calificativos en la
sustancia y en la forma. Por lo tanto son así, excepto en el caso de personas
altamente evolucionadas y del verdadero aspirante que se ha orientado a sí
mismo, y de este modo, liberándose de la rueda de la existencia y comenzando
a regir sus estrellas, ya no está bajo el gobierno y dominio de ellas. La
astrología se ocupa hoy en especial de la personalidad de aquel a quien se
confecciona el horóscopo, y de los acontecimientos de la vida de la
personalidad. Cuando, a través de la meditación y el servicio, más la
disciplina de los cuerpos lunares, el hombre pasa consciente y
definitivamente a ser controlado por el rayo de su alma, queda entonces en
forma definida bajo la influencia de uno de los siete sistemas solares, a
medida que enfoca sus energías a través de una de las constelaciones. [i438] Por
consiguiente, es influido por uno de los siete planetas sagrados.
Eventualmente habrá doce planetas sagrados que corresponden a las doce
constelaciones, pero aún no ha llegado el momento. Nuestro sistema solar,
como bien saben, es uno de los siete sistemas. Cuando el hombre haya arribado
a este grado de evolución, los meses de nacimiento, la astrología mundana y
las influencias que actúan sobre el aspecto forma, tendrán cada vez menos
importancia, Este círculo de sistemas solares afecta en sumo grado al alma, y
ella se convierte en un punto focal de energías espirituales. Éste es el
problema del alma en su propio plano - la personalidad es totalmente
inconsciente de estos tipos de energía, y de la respuesta a ellos. Los
signos correspondientes a las cuatro categorías, de tierra, agua, fuego y
aire, conciernen principalmente al hombre que vive debajo del diafragma y
utiliza los cuatro centros inferiores: el centro en la base de la columna
vertebral, el centro sacro, el centro plexo solar y el bazo. El grupo interno
de siete energías mayores produce su efecto en el hombre que vive arriba del
diafragma y actúa mediante los siete centros representativos de la cabeza.
Cuatro energías se enfocan por medio de los centros [e320] laríngeo,
cardíaco, ajna y coronario. Tres se mantienen latentes en la región de los
centros de la cabeza (el loto de mil pétalos) y sólo entran en actividad
funcional después de la tercera iniciación. Por lo tanto, es evidente que
resulta complicada, desde el punto de vista del horóscopo (como asimismo del
problema individual), esta reunión de energías de dos tipos de constelaciones
en el caso del hombre que no es ni puramente humano ni esencialmente
espiritual. El horóscopo comúnmente conocido es inexacto. Aún no es posible
delinear un horóscopo. El único horóscopo básicamente infalible es el del ser
humano de grado totalmente inferior, que vive por completo debajo del
diafragma y se rige únicamente por su naturaleza animal. Los
astrólogos deben recordar también que existen varios [i439] planetas que
aún no han sido descubiertos, los cuales producen atracción, cambios y
corrientes de energía que se enfocan en nuestra tierra y tienden a complicar
aún más el problema. Plutón es uno de ellos, ha surgido ahora a la
manifestación (o mejor dicho al reconocimiento) y a él le serán asignadas todas
las condiciones inexplicables. Plutón, durante mucho tiempo en el futuro,
será la víctima propiciatoria de la astrología errónea. Quizás atribuyan a la
influencia de Plutón que el mapa natal no haya dado resultado ni sea
verídico; sin embargo sabemos muy poco sobre Plutón. Así serán los pretextos.
Sin embargo Plutón siempre ha girado alrededor de nuestro sol y ha producido
sus efectos. No obstante, rige la muerte o cesación de viejas ideas o
emociones, y su influencia, por lo tanto, es principalmente cerebral, y en
esto tenemos la clave de su tardío descubrimiento. La humanidad está en
víspera de ser mental. Sus efectos se sienten primero en el cuerpo mental.
Los nombres de los planetas no son resultado de una selección arbitraria,
sino que los planetas se denominan por sí mismos. Oportunamente
los astrólogos tendrán que hacer tres horóscopos o tres mapas natales: uno
exclusivamente físico, que trata del cuerpo natural; otro principalmente emocional,
que trata de la cualidad de la personalidad y de su sensibilidad o
percepción; el tercero sería el gráfico de los impulsos y condiciones
mentales. Se encontrará que estos tres mapas natales adoptarán ciertas líneas
geométricas y las líneas de energía formarán diseños. Estos tres mapas
superpuestos darán el diagrama de la personalidad y de la vida del individuo.
Al hacerlo, se tendrán mapas simbólicos y formas lineales maravillosas, y
surgirá de allí la "geometría del individuo", pues se hallará que
cada línea actúa en relación con otra línea, y serán evidentes las tendencias
de las energías de la vida. Hasta en este sector del saber, finalmente
"brillará la estrella". Esto constituirá una nueva rama de la
Psicología, y a su debido [e321] tiempo se encontrará su verdadero
exponente para [i440] nuestra era. Indico las líneas de
la futura astrología sólo con el fin de proteger a la actual. Es
necesario que los astrólogos tengan presente hoy, este período de transición
de Piscis a Acuario. Raras veces se hace, pero es evidente que la enorme
dificultad que incide sobre estas transiciones afecta el gráfico individual y
frecuentemente neutraliza al destino o karma individual. Las personas están
sumergidas en destinos planetarios y raciales, y sus insignificantes asuntos
son casi totalmente neutralizados y a veces anulados por completo. No es
posible hacer un horóscopo del planeta, y los que se proponen hacerlo se
engañan a sí mismos y engañan a otros. El horóscopo del cuarto reino de la
naturaleza, la humanidad, será finalmente confeccionado por los iniciados, y
en estos tiempos no hay astrólogos iniciados trabajando en el plano, físico.
Hago aquí una indicación. El
Sol se hallaba en Sagitario cuando las primeras tendencias humanas pugnaban
por abrirse camino. La etapa de hombre animal se completó y cuando Sagitario
dominaba, desde el punto de vista de nuestro planeta (empleo las palabras con
mucho cuidado), tuvo lugar el gran acontecimiento de la individualización.
Pero el cerebro del ser humano de entonces no pudo registrar lo que había
acontecido. Son palabras de El Viejo
Comentario: "Los hijos
de Dios fueron lanzados como flechas del arco. Las formas recibieron el
impulso, y he aquí ¡un Dios nació! La diminuta criatura no se enteró del gran
acontecimiento". Esto
ocurrió hace veintiún millones de años. Pasaron muchos ciclos y cuando en
fecha posterior el sol estuvo en Leo (aproximadamente dieciocho millones de
años atrás), se produjeron los primeros casos de coordinación entre el
cerebro y la mente, y el ser humano fue definidamente autoconsciente y
registró su individualidad. Los guarismos para la primera [i441] fecha (aunque
la exactitud no es posible en un sistema de mutación como el nuestro) son
21.688.345 años atrás. Estos números no tienen ningún valor en la actualidad,
porque no pueden ser comprobados como correctos o incorrectos. Las
investigaciones posteriores demostrarán su utilidad cuando se comprenda mejor
la naturaleza del tiempo. Sagitario rige la evolución humana, porque simboliza
el progreso hacia una meta consciente. Leo gobierna la conciencia del reino
humano, puesto que la energía que fluye por ella le permite al hombre decir
"Yo soy". Podría
ser de valor si tratara de hacer una traducción posiblemente inexacta de la palabra
clave de cada signo. Caen dentro de dos categorías en lo que a la humanidad
concierne. Existe [e322] la palabra clave para el aspecto
forma, y la palabra clave para el aspecto alma. En el primer caso, la palabra
es expresada; en el segundo, es pronunciada conscientemente por el alma.
Traducidas en términos modernos pierden mucho, pero es de valor el
pensamiento subyacente que dirige el trabajo de las energías emanantes. Para
nuestro período mundial son: Respecto
al aspirante que progresa de Aries a Piscis y por lo tanto se ha reorientado
a sí mismo, tenemos: Aries………...
Surjo, y desde el plano de la mente gobierno. Tauro……
…..Veo, y cuando el ojo está abierto todo se ilumina. Géminis…
…..Reconozco mi otro yo, y al menguar ese yo, crezco y brillo. Cáncer… …. Construyo una casa iluminada y
dentro de ella moro. Leo………
…. Soy Ése y Ése soy yo. Virgo…… …..Soy la Madre y el Hijo, soy Dios,
soy materia. Libra………….Elijo
el Camino que conduce a través de dos grandes líneas de fuerza. [i442] Escorpio…… Soy el guerrero y salgo triunfante de la batalla. Sagitario……
Veo la meta. Alcanzo la meta y percibo otra. Capricornio….Estoy
perdido en la luz suprema y a esa luz doy la espalda. Acuario……. Soy agua de vida, vertida para los hombres
sedientos. Piscis……….
Abandono el hogar de mi Padre y, retornando, yo salvo. Desde
el punto de vista de la forma, la vida procede en forma inversa, y el trabajo
de la naturaleza se percibe bajo las siguientes palabras: Piscis ............. Y el
Verbo dijo: Ve y entra en la materia. Acuario .......... Y el Verbo
dijo: Que rija el deseo en la materia. Capricornio .... Y el Verbo
dijo: Que rija la ambición y que la puerta se mantenga abierta. Sagitario ........ Y el Verbo
dijo: Que el alimento sea buscado. Escorpio ........ Y el Verbo
dijo: Que prospere maya y rija la decepción. Libra .............. Y el
Verbo dijo: Que se haga la selección. Virgo .............. Y el
Verbo dijo: Que reine la materia. [e323] Leo ................ Y el
Verbo dijo: Que otras formas existan, Yo gobierno. Cáncer .......... Y el Verbo
dijo: Que el aislamiento sea la regla y, sin embargo que exista la multitud. Géminis ......... Y el Verbo
dijo: Que la inestabilidad cumpla su trabajo. Tauro ............. Y el
Verbo dijo: Que la fortaleza permanezca impasible. Aries .............. Y el
Verbo dijo: Que la forma sea buscada nuevamente. [i443] Se observará
que todas estas ideas conciernen al trabajo de la energía, en una u otra forma,
que el último grupo tiene que ver con el trabajo del individuo egoísta que no
se ha regenerado, pleno de deseos por satisfacer. El conjunto de palabras
mántricas empleadas por el aspirante mediante el poder de su propia alma, son positivas. Es
innecesario extendernos más sobre los diversos tipos de fuerza, y pasaremos a
considerar la Regla Once. |
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Última Modificación, 21
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