Discipulado en la Nueva Era I - Cartas a H. S. D.
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H. S. D. |
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Marzo de 1934 ¿Ha pensado alguna vez, hermano mío, que el entusiasmo puede nublar la visión, por ser de naturaleza astral? Ésta es la primera pregunta que le hago al ingresar en mi grupo de discípulos, la otra es: ¿Está dispuesto a someterse a un examen psicológico tan severo como el que usted quiere someter a los demás? Sé que responderá afirmativamente a ambas preguntas, pues nunca dudé de su gran sinceridad y centrada devoción. Traté de presentar las cosas de tal forma que no estén sujetas a las erróneas interpretaciones de su mente inferior excesivamente activa. Me pregunté: ¿Puedo instruir a este hermano en tal forma que el campo del conocimiento subjetivo reemplace el del análisis externo y objetivo? Estas palabras contienen la clave para el esfuerzo que deberá realizar en su primer año de trabajo conmigo. Tiene mucho para aportar a este grupo de discípulos, pero no lo que usted cree que tiene para dar. La maravilla y la belleza de su real contribución se halla aún profundamente oculta; sólo una cuidadosa atención a las instrucciones impartidas y la disposición humilde de reajustar sus propias ideas preconcebidas, lo conducirán a ese reino iluminado donde aparecerá el verdadero sendero hacia el servicio que debe prestar. [i572] Los grupos de discípulos que tratan de trabajar unidos, guiados por un Maestro, tienen sus propios problemas. En los primeros años formativos se pasan esas pruebas difíciles que probarán el temple del grupo; la resistencia y la fe de los miembros del grupo pasarán por una experiencia muy adecuada. Muchos de sus condiscípulos me presentan dificultades peculiares [e525] -instructor de segundo rayo-, debido a que algunos han desarrollado poderosamente la tendencia a la crítica. Nota: (Durante esta crisis mundial, El Tibetano se ha hecho cargo de discípulos que pertenecen a diversos Maestros, a fin de que puedan dedicarse a un trabajo diferente y más importante. A.A.B.) Uno o dos están singularmente libres de tal actitud, el resto es muy propenso a ver las cosas externamente, desde el ángulo de los detalles externos y del punto de vista de lo no esencial, lo cual es un real impedimento para el progreso. Por lo tanto, le ruego que se abstenga de opinar acerca de mis técnicas y objetivos hasta que no tenga un mayor conocimiento de los mismos. Le pido que someta a prueba lo que tengo que darle y no lo analice por lo menos durante un año. Primero, hermano mío, permítame rectificar las ideas que tiene de sí mismo. Su alma es de sexto rayo y actúa por intermedio de una personalidad de primer rayo. Al decirle esto, le indico su contribución grupal y también su problema individual. La polarización de su personalidad es predominantemente mental. La línea de menor resistencia consiste en enfocarse en las cosas del alma y en las relaciones de la personalidad; encara los problemas, las condiciones y las situaciones en forma unilateral, constituyendo muchas veces un ataque unilateral. No lo digo con espíritu de crítica, pues la correcta aplicación de esta facultad y su reorientación lo conducirá al Portal de la Iniciación. Le expongo esto deliberadamente, no como un acicate para el progreso ni siquiera como aliciente, sino como profecía de una probabilidad. Se halla en el sendero del discipulado. La oportunidad se le ofrece y el Camino puede hollarlo con seguridad. No tema, hermano mío. Aparte los ojos de la personalidad con su voluntad predominante de primer rayo y su tendencia a dominar mentalmente (como usted mismo lo ha llamado), y enfoque su atención en el problema de su alma, que consiste en trasladar su conciencia del sexto [i573] al segundo rayo, antes de poder recibir una iniciación mayor. Mi problema, por consiguiente, es ayudarlo a hacer esto -de la manera más fácil e inteligente posible. El secreto del éxito en lo que a usted respecta, reside en el esfuerzo que realice para trasladar el foco de su atención de la cabeza al corazón, lo cual incidentalmente ayudaría a aliviar el malestar de la cabeza. Su rayo monádico es el segundo, por eso debe transferir su alma, que pertenece a un rayo menor, a esa línea. Como bien sabe, la secuencia de la actividad es siempre transferir los rayos cuarto y sexto, al segundo y tercero, y el quinto y séptimo, al primer rayo. [e526] Por lo tanto, comenzaremos con una meditación que deberá ayudarlo a transferir el enfoque. Pero antes, le pido que elimine de su conciencia todo concepto de apremio y se ocupe de aminorar esa excesiva tensión que desgasta su cuerpo físico y hace un impacto indebidamente fuerte sobre sus condiscípulos al entrar en contacto con ellos. No hay apuro, ni es necesario acentuar la rapidez en su vida. El relajamiento es para usted un atributo necesario, pero debe lograrlo mediante una actitud mental más que por ejercicios de relajación, porque tienden a enfocar la atención sobre el cuerpo físico y producir -dada su polarización mental- una acrecentada afluencia de energía. La energía sigue al pensamiento. Hay tiempo para progresar en éste y en otros estados del ser. . . Medite con el corazón, no con la cabeza, vigilando cuidadosamente cualquier efecto fisiológico de carácter indeseable; informe sobre los mismos, si ocurrieran. Después del ejercicio de respiración dado, practique el siguiente trabajo de meditación:
ler. y 2do. meses - La luz del amor.
Quizás pregunte qué servicio prestará: Eso hermano mío lo sabrá durante la meditación. No me corresponde decirle qué actividad desempeñará su personalidad, se lo dirá su propia alma. En parte algo sabe y quizás a eso me refiero. Hasta donde le sea posible continúe firmemente esforzándose en ayudar al nuevo grupo de servidores del mundo. Durante muchos años en el futuro deberá ser el principal esfuerzo de todos los verdaderos aspirantes en las escuelas esotéricas. Necesitamos la ayuda de ellos. [e527] No le doy ningún ejercicio para que practique, excepto el ejercicio de respiración delineado. Tampoco me ocuparé específicamente de su condición física. Trasladar el enfoque de la cabeza al corazón es el mejor sistema para mejorar su salud en general y aliviar el malestar que siente en la cabeza que tanto lo preocupa. Recuerde nuevamente que la energía sigue al pensamiento; sus efectos pueden ser malos y producir indebida tensión, o buenos y liberar la energía en distintas direcciones, donde puede ser de mayor utilidad. Recuerde, además, que no puedo apresurarlo, debido a su urgencia psicológica interna y a su tensión externa. Estudie detenidamente las notas clave de su vida; esto lo ayudará a que su alma progrese y lo hará perseverar hasta el final.
Hermano mío: Ha logrado un definido progreso en la reorganización de su vida, dirigido por su alma, que dio lugar a tres acontecimientos en su vida:
Este proceso estuvo lejos de ser fácil y durante los últimos cuatro meses traté definidamente de ayudarlo tres veces. Me pregunto si fue consciente de mi vibración y de mi pensamiento, cuando establecí estos puntos de contacto. Procure ser sensible a mi vibración durante los próximos meses, particularmente en el momento de la Luna llena. En mi última instrucción hay dos párrafos sobre los cuales le llamo nuevamente la atención. Resumen su oportunidad y su problema. Estudie y reflexione profundamente sobre sus implicaciones. Cuando la tarea está bien definida y el problema se enfrenta con rectitud, es más fácil trabajar inteligente y constructivamente. Durante bastante tiempo, deberá continuar el trabajo de reenfocarse, realinearse y reorganizarse internamente. No olvide mi anterior recomendación de ir despacio. Hermano de antaño: La presión de la época es muy grande, no obstante, prevalece al mismo tiempo la necesidad de andar con cuidado. Ante todo señalaré dónde reside su mayor riesgo, y empleo la palabra "riesgo" intencionalmente. Ya sé que usted lo conoce, pero de algo servirá acentuarlo nuevamente. Su cuerpo físico es muy endeble y, por lo tanto, debe manejar la fuerza y la energía espiritual con especial cuidado; cuando la caparazón externa es débil y delicada, los cuerpos internos más sutiles pueden predominar demasiado; a medida que la fuerza afluye, más se vitalizan estos cuerpos sutiles. Actualmente afluye mucha fuerza a través suyo. No infiera por esto que usted establece contacto con ella y atrae más fuerza que sus condiscípulos, porque no es así. Pero su equipo físico es de tal naturaleza que constituye un problema real. La influencia y el poder consiguiente de los cuerpos internos -particularmente el cuerpo mental, que tiene el defecto de criticar- se expresan con excesiva fuerza [i576] en el plano físico. Sé muy bien que usted lo sabe. Uno de los problemas que enfrenta todo Maestro (que instruye a un grupo de discípulos como éste) es guiarlo para que dé el próximo paso, porque gran parte de lo que puedo expresarle es simplemente la repetición de lo que ellos -como aspirantes inteligentes- ya saben. Poco tengo que decirle personalmente, pues posee vastos conocimientos y se da cuenta que su principal problema es manejar correctamente la fuerza. Quizás lo ayude más si le pido no manipular tan poderosamente la fuerza. Aprenda a encararse a sí mismo y a enfrentar los problemas de su vida, su trabajo como discípulo, su relación con mi grupo de discípulos y todo lo que se le presente, con menos intensidad. Se maneja además conscientemente con tanta fuerza y violencia, que se destruye a sí mismo y continuamente rompe los contactos que establece, el trabajo que lleva a cabo y los puentes que construye continuamente entre usted y los demás. Esto también lo sabe. ¿Me comprenderá y creerá, hermano mío, si le digo que, para usted, la solución de todos sus problemas reside en lograr la quietud interna? Su mente, intensamente activa, salta de las personalidades al Plan, del nuevo grupo de servidores del mundo a los detalles de la vida diaria y ni un solo momento deja de [e529] construir formas mentales; deberá aprender a descansar y a tranquilizarse en la luz. Simplemente debe aprender a reflejar, tanto en el sentido de pensar con tranquilidad como de irradiar en la misma forma. Entonces sus pensamientos se armonizarán y fusionarán; sus planes serán constructivos y se liberará del no-yo; se convertirá en un centro de paz y en un punto de energía radiante, que unirá a las personas y actuará como fuerza coherente. Por lo tanto, dedique sus esfuerzos en los próximos meses a fin de obtener esta tranquilidad interna. De ninguna manera afectará o cambiará el objetivo de su tarea y tampoco anulará los métodos por los cuales trata de ayudar en mi trabajo. Sin embargo, afectará la calidad y el ritmo de lo que trata de hacer y le ahorrará gran parte del tiempo que dedica ahora a la constante reconstrucción. Protéjase del sobrestímulo en el momento del plenilunio de cada mes y, especialmente, en el momento del plenilunio de mayo. [i577] Sin embargo, no eluda el contacto con esa energía espiritual. Evite la excesiva intensidad y así adquirirá un sentido de proporción más real. La Jerarquía espera pacientemente que fructifiquen los esfuerzos realizados por Ella, después de haber hecho todo lo posible en cada plano. Esta constante atención y alerta expectativa debe ser emulada por todos los discípulos. Viva constantemente en el Hogar de la Tranquilidad, hermano mío, sin disminuir su servicio. Todo es cuestión de orientación y de actitud internas y no de actividad esotérica externa, la cual quizás se mantenga igual o se vivifique y sea más fuerte, pero la cualidad y el principio viviente actuante pueden ser más elevados, más amorosos y estar más cerca del centro y, por lo tanto, más tranquilos. El único ejercicio que le doy es:
a. su círculo familiar inmediato,
Junio
de 1936 Hermano mío: Enfoque la voluntad sobre el deber inmediato y no se pierda en los laberintos de las probabilidades. Por propio libre albedrío decidió trabajar en mi grupo de discípulos y colaborar con los [i578] trabajadores que se esfuerzan por llevar a cabo la tarea asignada. En dos momentos de dedicación y de real comprensión, se comprometió a colaborar en la tarea del nuevo grupo de servidores del mundo. Que la belleza de lo que pueda realizar no le haga olvidar lo que ha iniciado, de lo contrario terminará en el mundo de la ilusión y la consiguiente futilidad. Tiene mucho que dar, así que aporte la riqueza de su comprensión. Cuando el trabajo grupal tiene éxito se debe a que el equipo del grupo ha aumentado con lo aportado por cada individuo. El grupo absorbe la energía del ente y se acrecienta el servicio que presta el grupo. Entonces el grupo puede entrar en un plano elevado de servicio y de conciencia. Reflexione sobre esto. Enero
de 1937 Mi hermano y selecto amigo: Lo he observado cuidadosa y comprensivamente durante el año transcurrido. Sé lo que tuvo que pasar y la medida de sus dificultades y problemas. Como de costumbre, lo enfrentó con valor. El pasado quedó atrás, ya no siento ansiedad por usted, como en las últimas semanas. Puede llegar a ser y será una fuerza integrante en este grupo. Un gran proceso de transmutación de las energías inferiores ha tenido lugar en usted, llevado a cabo, como siempre, por intermedio del centro plexo solar -ese gran centro de distribución de la personalidad. Dicho proceso, esotéricamente hablando, constituyó en su vida una crisis culminante, y aunque sus efectos [e531] podrán producir acontecimientos exotéricos, son de muy poca importancia (¿no es así?), comparados con los eventos internos. Hubo momentos en que la situación era grave. En tres de ellos, durante el año pasado, intervine definidamente y presté mi ayuda, aunque usted lógicamente no lo supo. En este punto, ¿puedo decirle algo que todos los discípulos aceptados deben saber? La intervención del Instructor o Maestro observador, es algo que raras veces debería suceder y todo discípulo consciente trata de evitarlo, cosa que nunca espera ni exige. [i579] Como resultado de esta experiencia el discipulado consciente recién ahora comienza a abrirse ante usted y durante la etapa de inconsciencia ayudamos ocasionalmente. Eso fue lo que hice. Le pido que considere cerrado el proceso de definida orientación y transmutación -probablemente para toda esta vida. Ha obtenido cierta medida de liberación y tiene libertad para servir en un sentido que antes no le fue posible. Durante varios meses manténgase totalmente tranquilo, dándole tiempo al plexo solar para descansar y a su cerebro y mente el tiempo necesario para adaptarse a los nuevos ritmos. No haga planes, siga las líneas de servicio a medida que se abren y se presentan las necesidades. No hace falta pedirle que se dedique a mi trabajo y a las cosas que trato de hacer en el mundo, pues sé muy bien que lo hará. Su alma lo demanda y la personalidad estará siempre dispuesta. Le doy a continuación seis pensamientos simientes que he elegido para su consideración. Dedique quince minutos de reflexión a cada uno, todos los días.
El trabajo que tiene proyectado y del cual me habló, será suficiente para los próximos meses. Hermano mío: Hablemos hoy de las dificultades del Camino y tratemos así de descubrir los obstáculos y problemas que debe enfrentar. Gran parte de la dificultad derivada de la intensa fluidez de su mente, se debe a que se está trasladando del sexto rayo al segundo, de manera que en este traslado egoico se produce una trasferencia de energía. Atraviesa un período intermedio. Uno o dos de mis discípulos también están desempeñando la misma tarea, pero casi la han terminado. En algunos el efecto tiene lugar mayormente en el físico y también en el centro cardíaco. En su caso el efecto lo sintió en el cuerpo mental y en el centro laríngeo. La condición física que lo preocupa no se originó debido a este traslado. Surge un hecho interesante y sobre él le llamo la atención. Su afiliación con este grupo de discípulos, y por lo tanto conmigo, se debió al anhelo de su alma de establecer contacto con una poderosa vibración de segundo rayo que le permitiera hacer el cambio necesario en forma más rápida y fácil. Tiene mucho valor para usted estabilizarse dentro de un centro de segundo rayo. Medite sobre las implicaciones de este enunciado y trate de comprender la necesidad y la exhortación de su alma para tal estabilización y la urgencia de su personalidad de obtener la tranquilidad que emana de un grupo de segundo rayo. No logrará una real realización en esta vida, a no ser que aprenda a aquietar la mente y a desarrollar esa actividad pacífica como resultado de amar verdaderamente como alma, y de abstenerse de tortuosas dudas, de estabilizarse en el futuro trabajo de expresión y comunión con su propio centro grupal y de evitar las constantes murmuraciones de su mente superactiva. Esta inquietud mental (si puedo llamarla así, hermano mío, sin ofenderlo) frecuentemente se intensifica por el hecho de que su cuerpo mental como también su personalidad, son de primer rayo. Las implicaciones que surgen de este hecho le serán inmediatamente evidentes. Consideremos su problema tal cual es: Primero, debe reconocer esa crisis en la vida del alma, cuando la energía enfocada en un rayo menor se traslada al [i581] centro de un rayo mayor. Su personalidad de primer rayo está normal y [e533] dinámicamente centralizada y automáticamente autocentrada, condición que no puede ser aliviada porque la fuerza de la personalidad integrada afluye a través de un cuerpo mental de primer rayo, lo cual inevitablemente produce características paralelas de una intensa centralización (no digo egoísta, hermano mío) y una seguridad efectiva, una madura ambición (a menudo correcta, a veces algo incorrecta) y una facultad de analizar y, con frecuencia, de criticar a los demás, a sus personalidades y a sus tareas. La nueva vibración (la expansión y la inclusividad, más la facultad de sintetizar y comprender) a la cual su alma lo conduce, es para usted, en alguna de sus fases, superpoderosa, pues aún no ha organizado las reacciones que lo llevan a una definida (y frecuentemente casi incontrolable) tendencia a identificarse con cada punto de vista imaginable, a darle vueltas a una cuestión, yendo pocas veces al núcleo de la misma y adoptando momentáneamente una actitud mental y emocional. Tales reacciones son demasiado rápidas que le impiden comprender. Hace contacto con las personas en la periferia de sus conciencias, pero pocas veces en sus corazones o en sus vidas. ¿Acepta este diagnóstico mi hermano y amigo? Conoce bien mi gran deseo de que se estabilice por el resto de esta vida y así no perderá tiempo y obtendrá definitivos resultados constructivos en su grupo y en el centro hacia el cual lo llevó su alma. Estos resultados constructivos fructificarán si enfoca sus fuerzas en un centro vibratorio de segundo rayo, pues lo ayudará a trasladar las energías que emplea su alma en la actualidad. Mi grupo de discípulos puede ser ese centro vibratorio de segundo rayo con el cual está actualmente relacionado. También puede ser cualquier otro grupo, organización o escuela de pensamiento, o ser ahora objetivo o simplemente subjetivo y desconocido. Para que su alma haga el traslado necesario en esta vida, es esencial que usted se enfoque en el centro que eligió, y durante largo tiempo permanezca en él relativamente estático. De lo contrario su alma se verá obligada a postergar el necesario traslado hasta la próxima vida. ¿No le parece interesante conocer la razón de lo que sucede dentro de la periferia de nuestra propia conciencia, ver la clara luz que a veces ilumina los errores y saber qué debe hacerse? [i582] Su mente siempre interroga. Mi deber es enfrentarlo con sus propios interrogantes y procurar que usted mismo los responda. Le pido que se dé cuenta de la gran extensión y amplitud que su mente activa y fértil le da a cada pregunta y la gran variedad de preguntas derivadas y relacionadas. No le llamaría la [e534] atención sobre esto si no comprendiera que una mente incluyente, desarrollada como la suya, constituye un valioso haber y hace que usted sea sensible e incluyente, en el sentido más elevado de ambas palabras. Una mente así es un requisito básico para todos los discípulos y aspirantes al sendero del discipulado. Pero una mente así, debe también estar bien controlada e inteligentemente correlacionada con un centro estable y confinada dentro de ciertos límites. Hermano mío, que la simplicidad lo guíe y que un amor centralizado constituya su principal objetivo. Elija un campo de servicio con límites definidos -porque todo discípulo está limitado y sus pensamientos no pueden abarcar el campo planetario. Trabaje dentro de esos límites, mental y físicamente. Todo lo que se le pide es cumplir la tarea autoasignada, dentro del campo de las limitaciones kármicas y del medio ambiente donde el destino lo ha ubicado. ¿Qué hace actualmente? Ante sí, tiene únicamente unos años más, debido a la edad avanzada y al cuerpo frágil que posee. Preste servicio dentro de la esfera de contacto donde se encuentre, y no trate de abarcar todo el planeta. ¿Puede haber algo más grande e importante que cumplir la tarea, terminarla antes de pasar al más allá y llevarla a cabo allí donde está, junto con los compañeros que eligió? Créame cuando le aseguro que no trato de eludir preguntas que usted quiera formular, pero si logro que comprenda la necesidad de fijar una "limitación espiritual" (como se dice esotéricamente al describir el progreso del discípulo dentro de los límites de su tarea) y llamarle la atención sobre la necesidad de alcanzar la meta que se fijó cuando empezó a trabajar conmigo, mucho lo habré ayudado. Estoy seguro de que comprenderá la sabiduría de mis observaciones. Su cuerpo astral es de sexto rayo, y aquí también tiene un problema. No necesito explayarme sobre ello, fuera de recordarle que su cuerpo astral de sexto rayo implica (en lo que a un discípulo se refiere) intensa adhesión a una línea de pensamiento, [i583] idea, grupo, persona, actitud o noción preconcebida. Podrán ser correctos o no, pero la tendencia a la adhesión está poderosamente presente y puede ser un gran bien o un gran obstáculo. En cualquier caso -en lo que concierne al discípulo- toda idea fija (excepto la de la correcta orientación espiritual) puede constituir un impedimento para el progreso, si está fanáticamente motivada. Su cuerpo físico es de séptimo rayo, y esto conduce a la integración y a la eficiencia. Por lo tanto, sus rayos son: [e535]
Posee tanto conocimiento
que le será fácil percibir la rica combinación
formada por las energías y el conglomerado de fuerzas, lo cual
ofrece definida oportunidad y también problemas muy definidos. Le pido que se ocupe de los cinco días destinados a establecer el contacto de la Luna llena, procurando que las semanas que transcurren entre cada plenilunio sean simplemente de preparación para el trabajo a realizarse en esos cinco días. Lea y estudie las Reglas del Camino (incluidas en esta instrucción), que han ayudado a muchas personas.
Hermano mío: Si puede mantenerse firme en el punto alcanzado durante los últimos meses, si puede utilizar la fuerza egoica de segundo rayo, con la que por fin estableció contacto, y si puede estabilizar el trabajo que realizó en sí mismo, descubrirá que está entrando en un período de servicio fructífero. [i585] Recuerde las palabras de una instrucción anterior, donde le exponía la necesidad de estabilizarse en un centro de segundo rayo. ¿Cómo se obtiene tal estabilización? Identificándose constantemente con la vibración deseada. La principal utilidad del trabajo grupal reside en el efecto que la vibración grupal produce sobre la vibración del individuo. En casos como el suyo disminuye la vibración cuando es necesario, o estimula y facilita su surgimiento. Cuando el rayo egoico pertenece a una línea determinada, tiene particular valor que la personalidad se someta a la misma vibración y contacto grupales y a la presión ejercida por el oculto o emergente rayo del alma. Lo mencionado es un aspecto poco comprendido de la actividad grupal. Usted necesita imprescindiblemente la vibración de un grupo de segundo rayo. No importa qué grupo elija, pero sí es de importancia que en algún grupo de segundo rayo se ayude a sí mismo, obligando a que surjan sus características de segundo rayo. No le sugiero esto porque usted, como individuo, sea muy importante o que los grupos de segundo rayo estén para ayudar a personas como usted, no existen para eso, sino que hoy [e537] es necesario en todas partes el trabajo de los Constructores y aspirantes de segundo rayo, a fin de dirigir dicho trabajo y fortalecer las manos de los Constructores. Reflexione sobre esto. ¿Qué ha impedido hasta hoy el cumplimiento de su sincero deseo de servir? Hermano mío, no ha prestado aún un servicio que sea de valor para el futuro, pues lo ha realizado sacrificándose a sí mismo, involucrando el sacrificio de su tiempo, intereses y deseos personales, basado en sus cualidades personales. Ha observado la forma en que sirven los demás, se ha preguntado por qué y cómo decidieron servir de manera tan diversa; ha sugerido a los demás el servicio que podrían prestar y a veces ha hecho posible que lo prestaran; ha hablado con grupos sobre el servicio, pero sin resultado que justifique la fuerza empleada. ¿Por qué? Porque no se daba a sí mismo con amor, sino únicamente de lo que le era externo. Continuaré preguntando, ¿por qué, hermano mío? ¿Dónde reside la dificultad?, dificultad que ahora podrá enfrentar porque ha establecido una relación con el alma, y la luz y el amor del alma afluyen a usted. [i586] La dificultad se debe a que posee una personalidad y un cuerpo mental de primer rayo, y ambos están tan estrechamente asociados que usted es la víctima (más bien diría lo fue, porque ahora todo puede alterarse) de la combinación de dos aspectos responsivos de primer rayo. Sería de valor que estudiáramos brevemente cómo afectan estos vehículos de primer rayo la forma en que usted se expresa en el mundo. Hagámoslo juntos. La tendencia de su mente de primer rayo ha sido establecer las condiciones siguientes:
Esto debe terminar hermano mío. De las innumerables y posibles líneas de actividad abiertas ante sí, elija dos, y cúmplalas aunque desaparezca lo novedoso y ansíe atravesar nuevos campos. No olvide que la Jerarquía permanece. Usted también permanezca y dedique su tiempo a dos campos de servicio en los cuales ha decidido cooperar. Que uno sea el grupo de segundo rayo [i587] con el cual decidió compartir su destino, y el otro debe estar en el mundo externo, donde algún esfuerzo humanitario reclama su atención. Dedique, si puede, el sesenta por ciento de su tiempo al esfuerzo grupal, por pertenecer al grupo; no pierda el tiempo en decidir en qué grupo lo hará. Al mencionar estos porcentajes, me refiero al tiempo, a la fuerza y al interés que pone a disposición del trabajo grupal y no al tiempo que dedica a las cosas, a las obligaciones y a los deberes del hogar. Dedique el restante cuarenta por ciento a la actividad externa en el mundo. Su personalidad de primer rayo produce dos cosas; su propia mente lo aísla de sus asociados y debe aprender que es necesario identificarse con sus colaboradores, lo cual no sólo significa identificarse con el objetivo grupal o con los principios importantes del grupo, sino también con sus éxitos, fracasos, dificultades y problemas. Por lo tanto, no es la colaboración de una persona extraña que viene a ayudar, sino la de quien está íntimamente ligado a los problemas y a quienes tratan de solucionarlos, no teniendo cabida el sentido de separatividad, reacción censuradora ni observaciones con espíritu de superioridad. Su personalidad y mente de primer rayo despiertan el amor al poder y el deseo de sentir esa placentera sensación provocada por las palabras que evocan sumisión. Esto sirve pata ubicarlo "en el sitial de la persona superior", como dicen los chinos. Descubrirá, hermano mío, que por lo general es fácil reunir a su alrededor a muchas personas insignificantes, cuya realización es relativamente nula (desde el ángulo del servicio mundial), pero quienes poseen mentes sutiles no disponen de tiempo para tal sumisión, siguen su camino y usted, oportunamente, deberá seguirlos y ponerse a la par de ellos. Sin embargo, esta tendencia está desapareciendo en usted rápidamente, y en gozosa asociación (matizada por su amor y glorificada por los éxitos del [e539] grupo y al mismo tiempo aprendiendo por los errores cometidos) usted en el futuro recorrerá el Camino con sus hermanos. Quisiera señalarle
también dos cosas: Primero, que su cuerpo astral de sexto rayo
-sensible, sutilmente organizado y motivado por la elevada aspiración-
es impulsado muy a menudo a actuar dramáticamente y con exagerada
acentuación, porque reacciona ante el violento impacto de su
personalidad y mente de primer rayo. Esto debe terminar. Entrene sus
emociones a fin de que [i588]
respondan a su alma de segundo rayo y, por lo menos durante un período,
libre su mente del control astral. ¿Podrá hacerlo? Sí
la logra equilibrará y completará su naturaleza, porque
entonces los factores predominantes serán:
Segundo, quisiera decirle que no me referiré a los problemas de su personalidad y a las dificultades de su carácter. Para un discípulo con un móvil tan inteligente como el suyo y con naturaleza amorosa, profunda, sensata y bondadosa, no son necesarios mayores comentarios. Espero que podré limitar las futuras comunicaciones al desarrollo de esas cualidades que lo convertirán en un verdadero curador y le permitirán trabajar en un grupo de sanadores. Le imparto mi bendición hermano mío, y en forma nueva me acerco a usted con gozo en mi corazón. Respecto al trabajo que debe realizar, le sugiero concentrarse sobre la tarea del Acercamiento en los plenilunios. El momento del plenilunio es de real importancia para usted; si se prepara como debe y puede hacerlo, tendrá resultados muy definidos, de los cuales será gradualmente consciente.
Hermano mío: No lo suspendo ni le pido que renuncie a mi grupo. Quizá lo haga más adelante. Le formularé dos preguntas sencillas: ¿Por qué trabaja en este grupo? ¿Por qué sigue siendo miembro del mismo? Las razones que me inducen a preguntárselo son: Durante muchos años ha considerado insistentemente que uno de mis discípulos no estaba a la altura de sus [e540] oportunidades y que todo mi grupo de discípulos no [i589] prestaba el servicio demandado. Así lo declaró ante un número de personas, y también afirmó que mi trabajo -que expliqué en distintos folletos y libros- no ha sido debidamente cumplido por el grupo, ni por quienes se comprometieron a ello. Abierta y constantemente criticó todo cuanto se intentó llevar a cabo; restó importancia y subestimó abiertamente el trabajo realizado. Además, interpretó mal la actitud asumida por mi grupo. Tampoco ayudó en forma constructiva. En todas partes interpuso su espíritu de crítica. ¿A qué se debe esto? Hay dos razones hermano mío, y me interesa tanto su desarrollo que le diré con franqueza cuáles son. Una, su mente inferior, fluida e incontrolada, tiende fácilmente a la crítica, a proponer planes grupales imposibles de realizar, cambiándolos continuamente y empleando las palabras como medio para difundir desconfianza y crítica. La otra, usted, mental y espiritualmente, es ambicioso. Sin embargo, no posee el magnetismo personal o la capacidad ejecutiva que le permitirá formar su propio grupo. Es más fácil socavar las bases de otro grupo. Por lo tanto, quisiera hacerle una o dos preguntas a fin de permitirle aclarar su propia mente y, de acuerdo a su reacción respecto a lo que voy a decir y basándome en sus respuestas a las preguntas, actuaré como crea conveniente. Puede responder a las preguntas por la palabra hablada (que escucharé) o por escrito. Si no es capaz de hacerlo, lo tomaré como un indicio de que usted cree que no pertenece a mi grupo de discípulos ni desea desempeñar parte alguna en la actividad grupal. Lo sentiré, pero no puedo demorar más el trabajo de este grupo por su culpa. Las preguntas son: 1 y 2. Las expuse en el primer párrafo de esta comunicación.
No hay duda alguna de su sinceridad y de sus buenas intenciones, pero el trabajo se realiza actuando y no hablando. Se lleva a cabo ayudando a las personas en su medio ambiente y satisfaciendo sus necesidades inmediatas. No se hace presentando vastos proyectos que no llegan a realizarse porque sus cimientos no tienen una base sólida. Le pediría que fuera constructivamente útil y no actuara tan destructiva y negativamente. Cuando yo sepa que su decisión es correcta y conozca su actitud en relación con las preguntas que anteceden, entonces volveré a comunicarme con usted. Ello permitirá que su mente piense con tranquilidad. En cuanto al campo en que deberá trabajar, es algo que usted mismo debe decidir.
Hermano mío: No dispongo del tiempo necesario para escribirle tan detalladamente como había pensado. Durante varios días traté de disponer de él, pero fue imposible. Los que actuamos en el más allá [i591] debemos tener siempre en cuenta que a aquellos con quienes estamos asociados los limita el factor tiempo y en nuestras relaciones con ellos, trabajamos dentro de ese ángulo limitador. Sin embargo, esta mañana dispongo de algunos minutos y le hablaré brevemente. Revisé sus respuestas a mis preguntas y percibí, leyendo entre líneas (más que por lo que usted dice), un cambio definido en su corazón, que rápidamente lo conduce a una actitud [e542] mental distinta -una utilidad mental más estable, más serena y, sin embargo, más enfocada. No olvide que en su caso la mente puede ser el principal factor directriz de su vida emocional y de sus actividades en el plano físico. Nunca hubo duda alguna acerca del propósito de su alma ni de su devoción hacia mí, su instructor y amigo. Pero trabajó siempre en esa zona o estrato de sustancia mental donde la tendencia a criticar y a creer (a veces sin darse cuenta) que los puntos de vista de la personalidad son correctos e importantes, producen fácilmente ilusión, de la cual se está liberando rápidamente. Es justo que de mi parte reciba este aliciente. Por lo tanto, le doy la bienvenida por volver a prestar servicio al Plan, ese servicio inmediato que exigirá empeño y esfuerzo concentrado, que demanda todo tiempo, interés, fortaleza y propósito de ese grupo de discípulos que actúa bajo mi directa supervisión. Cuando los detalles del Plan se definen, contienen en sí las simientes de la salvación del mundo y, si se llevan a cabo correcta y sabiamente, producirán efectos mundiales duraderos, los detalles pueden ser definidos por usted y pueden y deben variar de acuerdo a las necesidades de las distintas naciones y circunstancias. Sin embargo, formar un partido mundial central y organizar a los hombres y mujeres de buena voluntad, exige un esfuerzo supremo.
Mi hermano y amigo: Ésta es una de las varias instrucciones que le escribí en el lapso de un año. En sí, ello debería indicar no sólo potencialidad (algo que siempre buscamos invariablemente, quienes estamos relacionados con la Jerarquía), sino también realización; [i592] no podemos perder tiempo con quienes no progresan ni están dispuestos a enfrentar al Ángel de la Presencia o a recibir la iluminación y la relevación que entonces tiene lugar -la iluminación de la vida del alma y la revelación de la necesidad y las limitaciones de la personalidad. Su problema es relativamente simple y el servicio que debe prestar es doble. Sus palabras y perspectiva deben ser sencillas -sin la tendencia a criticar y a juzgar, y además estar dispuesto a servir allí donde la necesidad sea mayor. Ése es su problema. Ya comienza a resolverlo y a captar subjetivamente sus implicaciones. Ahora ya empieza a solucionarlo objetivamente. Los que han errado en cualquier línea espiritual y [e543] cambian, son siempre poderosos. Básicamente su servicio consiste en apoyarme a mí y al trabajo que trato de realizar en el mundo (afortunadamente para usted, éste es también el deseo de su corazón) y expresarlo trabajando definidamente. Este trabajo es de dos categorías: Primero, colaborar inflexiblemente con quienes trabajan en mi grupo y bajo mi dirección y, segundo expresar su propia alma, llevando la revelación a pequeños grupos, lo cual implica que trabajará menos individualmente y más con pequeños grupos de personas. Busque esos pequeños grupos y eleve su vibración mediante contactos breves y poderosos, haciendo que cada hora dedicada a ellos sea de valor y utilidad, proporcionándoles una perspectiva más amplia y un horizonte más seguro. Luego siga adelante. Colaboración, movimiento, esfuerzo dinámico y luego abstracción -tal es, de acuerdo a mi plan, su tarea futura. Debe hacerlo en colaboración con los demás, con los grupos nuevos que poseen una nueva modalidad psicológica y una correcta técnica de la meditación. Lo que necesita el mundo en la actualidad es trabajar grupalmente y acrecentar la fusión de las almas y de las unidades que forman los diversos grupos, matizados por esa actitud que caracterizará a la futura civilización. Creo que comprende bien lo que quiero decir y pido, y ha hecho ya un comienzo en esta línea poco común. La obligación de un Observador jerárquico (tal como yo) sólo consiste en indicar -según los hechos, de manera que no infrinja el libre albedrío de la persona- que la acción emprendida está de acuerdo con la intención del alma, que a su vez lo está siempre con la intención jerárquica. Por lo tanto, eso es lo que hago. Mi amigo y hermano: Después de un silencio de varios meses quisiera decirle algo. Durante ese tiempo se ha adaptado a la vida del alma, dedicándose nuevamente al servicio mundial y a mí, cosa que percibí y no pasé por alto. El contacto interno con su alma y conmigo se ha fortalecido y la luz se ha expandido. Todo discípulo que alcanza su etapa de desarrollo debe aprender dos lecciones principales, particularmente cuando posee una combinación de rayo como la suya. Primero, debe aprender a permanecer completamente solo (aunque aparentemente y en un lapso transitorio), lejos de todo contacto con el Maestro. A veces [e544] hasta su propia alma parece estar silenciosa. Pero es todo ilusorio. Las circunstancias se crean a fin de producir esa condición, y si la propia alma del discípulo no las crea, entonces lo hace el Maestro. El discípulo debe quedar librado a sus propios recursos. Esta etapa de estabilización ya la ha superado y con el tiempo deberá demostrar en la vida esa imperturbable calma, esa "serena ubicación en el centro", que es el don de su última experiencia inmediata. Segundo, debe aprender a controlar la mente fluida, proyectista y cartógrafa, que casi le produjo un desastre. Sin embargo, el peligro ya ha pasado. Se dio cuenta de esto y cautelosamente se precaverá de ello. Cuando un discípulo ingresa por primera vez en el grupo de un Maestro (como usted en el mío), la afluencia de energía es tan grande que la mente a menudo inicia una actividad muy intensa y momentáneamente queda fuera de control. Ve demasiado de un solo golpe, presiente y capta demasiadas cosas, posibilidades, planes, sistemas y métodos para enseñar y servir, y las potencialidades (hasta ese momento incomprendidas) afluyen ininterrumpida y simultáneamente a la conciencia del discípulo. Cuando esto ocurre, sobreviene un grave período de inestabilidad, de fluidez y actividad mental, de violenta experimentación y de lo que podría denominar tumulto espiritual. Esto debe llegar eventualmente a un fin antes de que el discípulo pueda prestar un real servicio. Usted pudo recuperar la estabilidad, porque fundamentalmente [i594] es estable y sensato y, en esos períodos, el grupo de un Maestro apoya y protege a aquel que está pasando por la experiencia del sobrestímulo. El trabajo de protección que se lleva a cabo en el ashrama de un Maestro es muy poco comprendido por el discípulo común. Mientras tiene lugar este tipo de experiencia, el grupo externo de discípulos del Maestro es de poca utilidad; simplemente estimula la mente, proporcionando salidas para la ciega y tumultuosa conciencia. De allí que su retiro fuera correcto y sensato, pero no debe continuar. De una cosa estoy seguro, hermano de antaño, y es que comprenderá a qué me refiero. Su período de tensión y presión ha pasado. Su lugar en mi grupo interno está asegurado. Su trabajo en el grupo externo se va abriendo y lo que he dicho lo corrobora su propia intuición. Dos cosas tiene ante sí: aprender a trabajar en el plano externo grupalmente con sus condiscípulos y con aquellos que ellos reúnan a su alrededor en años venideros y también fortalecer el [e545] ritmo interno del alma, al condicionar la vida externa para un creciente y sereno servicio y colaboración con mis planes determinados. Esto pueden desarrollarlo juntos todos ustedes, mis selectos discípulos. Resulta con frecuencia difícil a nuestros colaboradores desarrollarlo juntos. Queremos que se trabaje grupalmente, no que domine una persona en el grupo o que controlen dos o tres. Esto significa un trabajo más lento, pero una influencia más amplia. A la larga, es más seguro y fructífero. El trabajo grupal implica muchas cosas y grandes probabilidades en la conciencia grupal. Una de ellas es descubrir el nivel donde se presta servicio, de manera que lo que se hace constituye un esfuerzo grupal. Tendrá éxito, porque se basará en la convicción y comprensión grupales. Otra, es que los discípulos que actúan dirigidos por un Maestro, se conviertan en una extensión de Su ashrama en el plano externo. Hay algo más, de gran importancia, y consiste en saber cuál es su campo especial de servicio y las condiciones en que debe llevar a cabo su trabajo. Debe proteger su vehículo físico y evitar toda intensidad. Ésta es una definida recomendación de mi parte. Esotéricamente hablando, su contribución [i595] es la meditación y ayudar en la vida meditativa del grupo; exotéricamente hablando, consiste en consultar (con cualesquiera de mis discípulos que usted conozca) acerca del nuevo ciclo de trabajo que se está desarrollando y sobre los propósitos, objetivos, principios y política grupales. Éste es servicio grupal y juntos deben llevarlo a cabo. Le escribo así detalladamente porque una rica vida de servicio y de realización puede abrirse ante usted, siempre que establezca y mantenga buenas relaciones humanas con los colaboradores que eligió y demuestre una profunda y constante humildad y una apremiante fe. Sé que éste es el deseo de su alma y también el mío. Lo comprendo y confío en usted, discípulo mío. En estos días de agonía mundial dispongo de muy poco tiempo para instruirlos individualmente, sólo les ofrezco una oportunidad. NOTA: Es evidente, por la precedente instrucción, que este discípulo fue temporalmente suspendido del trabajo activo en el grupo, hasta que aprendió ciertas lecciones. Después, fue reintegrado. |
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