Discipulado en la Nueva Era I - Cartas a L. T. S-K.

      


[ Anterior | Indice | Otros Libros | Siguiente ]

Castellano:
Inglés:

L. T. S-K.

[e546] Enero de 1938

Hermano mío:

     No hay apremio en el trabajo que realizan los miembros del grupo de un Maestro. La ansiedad de progresar puede obstaculizar como también ayudar. La intuición es principalmente el desarrollo de la sensibilidad y de la respuesta interna al alma. Esto debe cultivarse con cuidado, sin prestarle atención alguna al factor tiempo.

     Hermano de antaño, tres cosas debo decirle y sugerirle otras dos; su éxito depende de cómo responde a ellas.

     Primero: ingresó en este grupo por dos razones. Posee un fuerte vínculo kármico conmigo, que siempre ha reconocido, aunque lo hace resaltar indebidamente. Segundo: se halla en una etapa muy decisiva del sendero de probación, porque puede, si quiere, dar los pasos que lo llevarán al sendero del [i596] discipulado. Tercero: debe recordar que su vida, hasta hace tres años, fue ejemplo de una excesiva dualidad. "Triunfar" en los negocios del plano físico fue el énfasis que puso en esta vida dual; en forma paralela, aunque desligada, llevó una intensa vida interna de aspiración y devoción a los Grandes Seres y, posteriormente, a mí, discípulo activo de la Gran Logia Blanca.

     Se ha ingeniado en forma curiosa para mantener estas dos líneas de actividad, libre de todo contacto entre sí. Su devoción no pudo evitar errores o el mal aprovechamiento de las oportunidades terrenas; su activa vida mundana tampoco afectó en lo más mínimo su ardiente devoción y persistencia para alcanzar la meta.

     Esta actividad dual debe llevarla a un fin y su objetivo debe ser lograr su propia unificación, la unificación de los objetivos y propósitos que hasta ahora discreparon. No me interprete mal hermano mío; la definitiva finalidad de la vida del plano físico fue poner a disposición de los Grandes Seres las ganancias comerciales, pero ese objetivo no coloreó su técnica. Ahora sabe cuán justa es tal crítica. Cuatro años atrás no hubiera podido hablarle así, porque no habría reconocido lo justo de mis observaciones.

     Su problema se complicó (como el de todos los discípulos que están al borde de ser aceptados) por la fuerza de los impulsos de rayo, la dificultad de la era en que vive y el escenario que deliberadamente eligió para desempeñar su parte. Tiene tres años [e547] para realizar el esfuerzo que lo convertirá en un discípulo aceptado cuando vuelva a esta tierra. Con esto no quiero significar que pasará al más allá a la edad de cincuenta y seis años, sino que debe establecer un ritmo suficientemente fuerte y vital para producir la necesaria fusión del alma y de la personalidad. Quienes enseñamos, vigilamos y guiamos el desarrollo esotérico del hombre, sabemos que si a la edad de cincuenta y seis años no se estableció cierta medida de fusión, raras veces se logra más adelante. Después de esa edad el hombre podrá permanecer en la etapa alcanzada y fomentar su aspiración, pero [i597] el sumergimiento dinámico de la personalidad en la voluntad y en la vida del alma es muy poco común lograrlo. Cuando se alcanza antes de los cincuenta y seis años, es realmente posible el progreso y desarrollo en el sendero del discipulado.

     Las dos sugerencias sobre las cuales le pido trabajar durante los próximos doce meses, son:

Primero, olvide su relación kármica conmigo y no pierda el tiempo pensando en El Tibetano, lo cual le resultará difícil, pero recuerde que sólo soy el que permanece a su lado y le ofrece oportunidades, y el que busca a aquellos que se dedicarán a prestar un servicio absorbente. Su devoción de sexto rayo ha hecho que dirija su esfuerzo al reconocimiento astral más que a la unidad y unificación en la gran tarea.

Segundo, trate de resolver el problema de entrar en la blanca y pura luz de su propia alma. ¿Cómo lo hará? Seré práctico y le explicaré ciertas cosas que deberá hacer durante el resto del año.

  1. Absténgase de leer libros de los que soy responsable. Durante años se ha saturado de la enseñanza que ellos contienen. Practique ahora las verdades que aprendió en ellos. En cambio, estudie detenidamente el Bhagavad Gita y empléelo como libro de texto y guía.

  2. En vez de dedicarse a estudiar mis escritos, ¿por qué no ayuda a sus condiscípulos, estudiando la psicología de la intuición? Averigüe cuáles son los mejores pronunciamientos que el hombre ha hecho sobre ello y prepare para sus hermanos una recopilación del tema y un resumen de la significación de la intuición y del método para desarrollarla. Busque las definiciones de la intuición, anótelas y empléelas y, análogamente, redacte una bibliografía de la literatura sobre el tema. En mi grupo de discípulos cada uno tiene algo con qué contribuir, y el grupo al cual usted pertenece tiene mucho que aprender sobre el tema de la intuición. [e548]

  3. Continúe practicando los ejercicios de respiración con atención, teniendo siempre presente la idea de que ayudan a unificar el alma y el cuerpo y a purificar las envolturas.

  4. En la meditación matutina, elimine todo aquello que dirija su atención hacia los Grandes Seres o [i598] a mí, su hermano Tibetano. Durante un año, centre su conciencia sobre la luz de su propia alma y medite en la forma más sencilla posible.

     El ansioso deseo de su colaborador, El Tibetano, es que pueda aprender a caminar en la luz que afluye de su propia alma.


Julio de 1933

Hermano mío:

     El camino del aspirante lleva a veces a etapas culminantes que podrían describirse como una serie de ciclos de constante crecimiento, acentuados a intervalos por períodos definidos de desarrollo forzoso, donde usted mismo elimina una limitación tras otra mediante la fuerza. Debe desaparecer toda limitación y obstáculo. Durante años ha vivido como un hombre encerrado en una habitación, permaneciendo de espaldas a una ventana -cuyos vidrios están tan sucios que la luz apenas penetra e ilumina difusa y parcialmente la habitación.

     Hoy se parece al hombre que se puso frente a la ventana y limpió un pequeño circulo para mirar a través de ella. Ya puede ver con más claridad lo que le rodea. La habitación está más iluminada y percibe con más nitidez lo que debe realizar para usted y lo que debe hacerle a la habitación. Ésta es una gran realización, hermano mío, porque lo logró en los últimos doce meses. Anteriormente su progreso era dudoso, no por mala disposición, sino porque se había acostumbrado a esa condición y actitud y a la habitación en que vivía. Su conocimiento de lo que existía externamente, era teórico pero no práctico.

     Tiene un breve lapso para terminar de limpiar la ventana e iluminar la habitación, y así se vinculará con la vida que existe al otro lado de la ventana. Creo que puede hacerlo si no desea nada para el yo separado y si aprende a ver las cosas y especialmente a las personas tal como son en su verdadera perspectiva. Las personas no son lo que usted quisiera que fueran, y viven en habitaciones cuyas ventanas están sucias. Cuando se mira a través de ellas nada se ve, tal como realmente es. Todo está desfigurado. Su problema consiste en comprender el espejismo y la ilusión en los cuales forzosamente tiene que vivir, y deberá [e549] actuar a través del espejismo de tal manera que pueda ver la vida como realmente es.

     [i599] No se desanime mi viejo hermano, si el camino ascendente le resulta empinado y difícil de recorrer. Está bien acompañado y no se halla solo. De la situación actual nace la verdadera sabiduría. Antes que la plena luz del sol brille al amanecer, deben desaparecer las brumas -brumas que distorsionan y ocultan, las cuales no se disipan por cierta actividad de las mismas, sino por el acrecentado poder de los rayos del sol naciente. Por lo tanto, debe aumentar constantemente la luz de su propia alma, fomentada por la meditación, expresada como servicio altruista, acrecentando su radiación por la intensificación de su vida egoica. En consecuencia, viva como alma y olvide la personalidad. No dedique tanto tiempo pensando en los defectos y errores del pasado. La propia desestimación no siempre denota un desarrollo espiritual. Frecuentemente es el primer resultado del contado con el alma y significa que las limitaciones de la personalidad, que abarcan muchos años, han sido reveladas. Su valor será momentáneo, a no ser que nuevamente dirija sus ojos hacia el alma. Olvide lo pasado y deje que la luz de su alma le guíe hacia donde ella quiere. Como dije a otro de mis discípulos, también le digo a usted, que se convierta en sannyasin -que vive en el mundo de los hombres, aunque su interés reside en el mundo donde están activos los Grandes Seres. No está solo. Ha encontrado su propia asociación de almas. No camina en la oscuridad, porque hay luz en su camino. Permanezca dentro del radio de esa luz y no deambule por los acostumbrados caminos secundarios. Quizá estas palabras parezcan trilladas y aplicables a todos. No obstante, sabe que son perfectamente aplicadas a usted.

     Reanude el estudio de mis instrucciones y escritos, pero mantenga una actitud equilibrada. Tiene otras cosas que hacer en vez de ser simplemente un devoto del hermano Tibetano. Practique la meditación que aquí le doy...


Marzo de 1934

Hermano mío:

     No tengo instrucción alguna que darle. Antes de hacerlo tendré que ver limpio otro vidrio de la ventana, siempre que se mantenga limpio y no se empañe nuevamente el vidrio al cual me referí en mi última comunicación, no por la acumulación [i600] de la suciedad, sino por el frío interno que produce condensación. Reflexione sobre esto. Descubra sus móviles porque son la raíz de [e550] todas sus dificultades y no se ilusione creyendo que a usted le anima un principio o está luchando por él y que se ocupa de la verdad.

     Usted dice que informa sobre estos hechos e impresiones a mí y al grupo, confiando en que puede dirigirse al instructor para confirmar o corregir cualquier punto. Lo que pasa es que usted quiere saber si no actuó correctamente para modificar su Vida de acuerdo a mis deseos.

     ¡Cuánto ama a la autoridad hermano mío, y cómo le agradaría que le evitara muchas dificultades, le señalará el camino y le informará respecto a lo que está bien o mal! Pero si accediera a su pedido y le dijera lo que quiere saber, ¿cuál sería el resultado? Otros le explicaron la situación y conoce muy bien en qué se basó el rechazo de las comunicaciones, pero no quiso aceptarlo. ¿Qué diferencia habría si yo se lo explicara? Si lo que está escrito o lo que se dice coincidiera con sus propias ideas, gustosamente se aferraría a mis palabras. Si no coincidiera, fácilmente argüiría que eran palabras de otros y consideraría que fueron recibidas erróneamente, o que estaban matizadas por las reacciones de la personalidad, o las aceptaría sin titubear porque yo las pronuncié, reverenciaría a la autoridad y su intuición estaría inactiva. Pero no tengo autoridad hermano mío, y nunca pretendí tenerla.

     Por un lado, no adquirirá la capacidad de permanecer sólo y de tomar decisiones inteligentes basadas en el reconocimiento intuitivo de la realidad, y por otro, el punto de separación se hace más fuerte.

     Lo que yo pueda pensar, su instructor en el pasado, no tiene importancia. Lo que cualquier otro pueda pensar y decir, tampoco la tiene. Lo importante hoy para usted es ver con claridad, decirse la verdad a sí mismo y caminar en la luz -algo que no ha hecho durante mucho tiempo. Dice que expandió su conciencia abstracta, pero no necesita esa expansión, sino ampliar la nitidez de su pensamiento y actuar con claridad. Enfrenta usted el problema de sí mismo y sólo lo solucionará cuando se haya liberado de los impulsos de la personalidad y del espejismo en el cual camina habitualmente. Observe, [i601] hermano mío, la forma clara y decidida con que me dirijo a usted. Observe mi estilo, porque es el mismo de siempre, pero elijo cuidadosamente las palabras de esta comunicación para que capte nítidamente mis palabras. Si a usted le agradan las frases adjetivadas del comunicador que últimamente ha absorbido su atención, diría que es (en su estilo) un hermano devotamente emocional, pero de pobre [e551] mentalidad intuitiva y un aspirante ofuscado. Le digo esto amorosamente y en un esfuerzo por llamarle la atención.

     Lo que digo a todos mis discípulos se lo repito a usted. Si quiere trabajar conmigo y ajustarse a los requisitos grupales, haré por mi parte lo posible para ayudarlo en su trabajo grupal. El trabajo que asigno a los individuos del grupo tiene un solo objetivo, capacitarles para trabajar como grupo en bien del grupo. Esto no lo hizo, demorando todo el trabajo grupal, pues el grupo avanza como grupo; aunque sus miembros hayan progresado, el grupo no ha avanzado, y en los últimos seis meses se ha detenido debido a la situación de la cual usted fue mayormente responsable.

     No me referiré en esta instrucción al problema de las comunicaciones. Los discípulos son libres de interesarse por cualquier grupo o comunicador. Me referiré al problema de esta particular situación que es simplemente la identificación. Recuerde esto y no confunda las cosas. El problema no es el de la autoridad, sino el de la identificación. Lógicamente que como discípulo, tiene plena libertad para recibir comunicaciones de cualquier fuente. Pero esté seguro de no confundirse al identificarlas.

     Esta situación en el grupo me ha preocupado seriamente. El bien del grupo es de primordial importancia. Estoy experimentando un trabajo grupal. No es fácil para mí ni para los miembros del grupo. ¿Debería sacrificar al grupo por el espejismo de una sola persona? Pero, en último análisis, los demás no hubieran sido influidos si usted hubiera visto con claridad y colaborado para mantener el equilibrio grupal y no hubiese intercalado el problema de las identificaciones en este trabajo grupal. No puedo seguir dándole instrucciones si introduce la personalidad y la separatividad en el trabajo. No se le dice que acepte ciegamente lo que recibe. Pero, mientras esté en el grupo, se le pide que viva de acuerdo a los requisitos grupales, que trabaje con la unidad grupal y que se abstenga de introducir en el trabajo grupal cualquier [i602] problema de la personalidad. Cuando ya no le interese la enseñanza ni lleve a cabo lo que se le pide, tiene el privilegio de retirarse del trabajo grupal para mantener así la unidad del grupo. Yo trabajo para la unidad grupal y no para su desarrollo y estímulo individuales. Hablo así con aparente rudeza en un esfuerzo por llevar a un fin sus años de ofuscada personalidad y ambición profundamente arraigada. Ambas están aliadas.

     También recuerde mi anterior recomendación de que "hay [e552] otras cosas que debe hacer en vez de ser un devoto del hermano Tibetano", o del Tibetano y de un doble astral espúreo.

     Sus palabras clave son: autoconocimiento, lucidez y verdad, y todas deben estar activas en este momento. Recuerde que si su decisión se basa en que debe elegir entre dos tibetanos, será falsa. Su problema consiste en elegir entre el instructor que llamamos Personalidad y el instructor que llamamos Yo superior. Resuelva este problema a la luz del alma y no por las impulsivas reacciones de la personalidad.


Julio de 1934

Hermano mío:

     Cuando pienso en usted lo hago para saber algo, con cariñoso aprecio y con un sentimiento de urgencia. Los años corren y quienes observan la vida de los aspirantes tienen a menudo este sentido de urgencia, urgencia que el aspirante raras veces siente. La vida le ha ofrecido mucha oportunidad de progreso, pero para venir a la existencia se construyó un cuerpo que contiene mucho material cristalizado y un cuerpo mental de tal rigidez que su problema (en esta encarnación) fue -si se me permite emplear tan inadecuada forma de palabras- destruir lo que había construido y utilizado. Tuvo que destruir sus viejas formas mentales de intriga, ambición y poder, antes de poder liberarse para prestar un verdadero servicio. Ha pasado medio siglo. La forma mental de la ambición fue destruida y maltrecha, pero no debe reemplazarla por un sentido de futilidad. La forma mental de poder se va debilitando. La forma mental de la intriga recibió un fuerte golpe durante el episodio del espejismo a principios de la primavera. Pero las formas aún persisten. Permanece perplejo ante ellas, ansiando hacer lo correcto, [i603] cegado por el poder de sus propias creaciones que brillan con luz propia, y también por el brillo de la luz que emana de su propia alma y del alma grupal, pero cegado y aparentemente inerme.

     Nadie puede ayudarle hermano mío. Usted mismo debe abandonar todo y convertirse en "el pequeño niño mencionado en la Biblia. A mí ni a instructor alguno le corresponde decir lo que debe hacer. Por empezar, usted haría lo que se le dijese y al hacerlo nada aprendería. De su fuero interno debe venir el incentivo y de usted emanar la clara visión y la nítida acción que eventualmente le liberará. Por lo tanto, ¿qué podemos hacer nosotros? No deduzca de lo que antecede que yo u otros creemos que para usted no hay liberación en esta vida. Nada puede detener en esta etapa el trabajo de su propia alma. Sólo la urgencia de los [e553] tiempos nos incita a desear que esa liberación se realice lo más rápidamente posible, a fin de que esté libre para servir.

     Quizás la mejor manera de ayudarle es dándole una meditación que le permita aclarar el campo de los móviles. Su móvil de la vida para hollar el sendero es sano, pero aún está contaminado por antiguos ritmos. Los otros móviles son a menudo bellos, pero viciados por las distorsiones subyacentes en la mente concreta, que lo incitan a la ambición, a amar el poder y a encarar en forma tortuosa cualquier tipo de actividad.

     Por lo tanto, la simplicidad y la claridad, respecto a las causas de todo lo que hace, son para usted esenciales y necesarias. A la mañana, al mediodía, a la tarde y a la noche -cuatro veces por día- practique el procedimiento delineado a continuación:

  1. Entone la Palabra Sagrada tres veces, exhalándola como alma a través de los tres cuerpos.

  2. Concentrándose en la luz del alma diga:

"Permanezco ante el tribunal de mi propia alma.
Permanezco en la luz que proviene de esa fuente divina.
Trato de caminar en la verdad, la sinceridad y el amor
  1. Formúlese las tres preguntas siguientes:

  1. ¿Comprendí con claridad lo adquirido en las últimas horas?

  2. ¿Actué con sencillez, sensatez e inteligente dirección? [i604]

  3. ¿Por qué actué, hablé y escribí respecto a esto? ¿Qué me impulsó a este acto específico?

  1. Habiendo analizado así las actividades de las últimas horas, dedíquelas al servicio del Maestro. Al hacerlo eliminará mucha reflexión y trabajo de tipo personal.

     Esto parece simple y casi elemental, pero si practica esta meditación en los próximos tres meses, y no otra, se solucionará el problema del móvil. ¿No es todo lo que quiere, hermano mío? Lo sé muy bien. Su intención básica de la vida no me preocupa. La raíz de todas las dificultades se halla en la técnica de su vida. A menudo está regida por la conveniencia. No dedique tanto tiempo a pensar en forma compleja y dubitativa. Trate de vivir mentalmente en forma más simple. No pida ni espere nada para el yo separado; elimine todo pensamiento relacionado con el esfuerzo del yo inferior. El grupo permanece a su lado para ayudarle amorosamente y está dispuesto a auxiliarle. Yo también. No son palabras vanas, sino una real afirmación en la cual puede confiar.


[e554] Enero de 1935

Hermano mío:

     Durante los últimos seis meses ha reflexionado extensa y profundamente y está cosechando el fruto de su meditación. La meditación dada en Julio puede suspenderla, pero las tres preguntas incorporadas en el tercer punto debe emplearlas cada noche como una especie de recapitulación. Aún necesita períodos de tranquilidad para considerar los móviles que impulsan a la acción diaria. Sus necesidades más apremiantes son: el correcto móvil y la clara visión de las fuentes de acción, que conducirán a la correcta actividad, a la reflexión veraz y a la correcta palabra. Pero ha progresado, hermano mío, y no hay razón para sentirse deprimido o perder el tiempo lamentándose por lo que pasó. De lo único que debe lamentarse es de no aprender las lecciones del fracaso. Sin embargo, está aprendiéndolas.

     Como bien sabe, todavía persisten ciertas actividades mentales que pertenecen a su antiguo estado mental y que bullen debajo de la superficie de su vida. Éstas también deben ser transmutadas, correspondiéndole a usted descubrir el método para hacerlo. Sólo puedo indicarle la necesidad [i605] y la oportunidad. Respecto al método que debería seguir en la meditación, le sugiero el procedimiento delineado más abajo:

  1. Establezca el alineamiento y eleve lo más alto posible la conciencia. Asuma después la actitud del alma.

  2. Entone la Palabra Sagrada, exhalándola a través de toda la personalidad.

  3. Reflexione sobre el Padre Nuestro como parte de su trabajo grupal.

  4. Por el poder del pensamiento y mediante la expresión del amor, trate de entrar en contacto con sus condiscípulos y hermanos de grupo. Esto es importante para usted, pues no sólo lo ayudará en la integración grupal, sino que lo descentralizará de su propio escenario.

  5. Considérese o conózcase como alma, la divinidad y el Cristo interno. Esto demandará la más elevada concentración de que es capaz.

  6. Pronuncie las siguientes palabras reflexivamente:

"Permanezco ante el tribunal de mi propia alma. Soy esa alma. Soy todo amor y Luz. Sirvo al mundo, y al hacerlo me absorbo en él. Ésta es mi vida y éste el camino que recorreré hasta que el Día sea con nosotros". [e555]

  1. Entone la Palabra Sagrada lentamente, enviándola con amor hacia sus hermanos de grupo.


Agosto de 1935

Mi hermano y amigo:

     Todavía deambula en la niebla. El espejismo aún lo circunda. Se engaña a sí mismo y esta vez no puedo llegar hasta usted.


Febrero de 1936

Hermano mío:

     La última vez que le escribí, temí que fuera la última comunicación. En los últimos seis meses, parte del espejismo que le rodeaba ha desaparecido. Pero aún queda mucho. Sin embargo, ante su exitosa tentativa de ver las cosas con más claridad me ha inducido [i606] a escribirle como lo hago habitualmente y también a supervisar su trabajo, que no hice durante seis meses. Recuerde que cuando un discípulo de más edad y, por lo tanto, de mayor poder, dirige su atención hacia usted, el estímulo resultante actuará de dos maneras, una de ellas intensificará el espejismo; de manera que tenga esto presente durante siete semanas, después de recibir esta comunicación.

     Su camino no es el "Camino iluminado". Se ha rodeado usted con tantas brumas y con una nube tan densa de formas mentales autogeneradas y automotivadas, que la luz atraviesa sólo en determinados lugares. No hay todavía un constante haz de luz o Camino iluminado. Por lo tanto, el nombre más apropiado con que podríamos denominar por ahora esa parte del sendero del discipulado que está recorriendo, sería el Camino del Sacrificio -el sacrificio de sus propios pensamientos, deseos, objetivos y sueños, lo cual significa que debe hollar el pedregoso camino del deber, del dharma y de la clara decisión. Por lo tanto, en los próximos seis meses ¿quisiera meditar sobre las siguientes palabras?

     ler. mes Deber.
     2do. mes Dharma, u obligación responsable.
     3er. mes Discernimiento.
     4to. mes Desapasionamiento.
     5to. mes Decisión.
     6to. mes Destino.

     Observará que cada palabra tiene la misma letra inicial, por lo cual le será fácil recordarla. Medite profundamente sobre ellas y luego escriba un artículo donde vincule estas palabras en forma sintética y secuencial y así escribirá algo sobre el discipulado, [e556] lo que será de utilidad para otros. Tiene capacidad para escribir, por lo tanto preste servicio escribiendo.

     Mantenga sus ojos fijos en la luz que tiene por delante. No hable de usted. Abandone todo proyecto, pero actúe con desapego y habilidad. Disperse las nubes que lo circundan mediante la luz dinámica de su propia alma y, para hacerlo, procure establecer un alineamiento mayor y más rápido. Le insinuaré algo. Cuando sienta la tentación de descender e introducirse en la nube de sus propias formas mentales y forjar planes materiales, dirija sus pensamientos hacia mí.


[i607] Agosto de 1936

Hermano mío:

     En mi última instrucción le hice algunas sugerencias. Quizá la mejor manera de ayudarle es enumerarlas, clara y concisamente, y le pido que -en el silencio de su corazón y a la luz de su alma- las conteste. Le sugerí:

  1. Sacrificar sus propios pensamientos, deseos, objetivos y sueños, ¿lo hizo?

  2. Seguir el pedregoso camino del deber, del dharma y de la clara decisión, ¿lo hizo?

  3. Mantener sus ojos fijos en la luz que tiene por delante o lejana, ¿lo hizo?

  4. Guardar silencio en lo que a usted respecta, ¿lo hizo?

  5. Abandonar todo proyecto, ¿lo hizo?

  6. Dispersar la nube del espejismo que le circunda mediante la luz dinámica de su propia alma, ¿lo hizo?

  7. Enviar sus pensamientos hacia mí, ¿lo hizo?

     Puedo responder a dos de estas preguntas, pero no me explayaré sobre ellas. En primer lugar, no me envió sus pensamientos, pues no registré ninguno. Envió devoción, deseo, demanda, aspiración, anhelo y ansiedad, pero ningún pensamiento claro. ¿Por qué? Reflexione sobre esto hermano mío.

     Usted forjó planes.

     ¿Quiere releer mi última instrucción y considerarla nuevamente como un mensaje para usted? ¿Quiere seguir con la misma meditación durante otros seis meses? Mucho dependerá del trabajo que realice durante los próximos seis meses. Envíeme sus pensamientos y los reconoceré. Aprenda a diferenciar entre un pensamiento y un deseo. Ambos no están claramente definidos en su mente.


[e557] Febrero de 1937

Hermano y amigo:

     En mi última instrucción le dije que mucho dependería del trabajo que usted realice durante los próximos seis meses. Lo ha hecho con corrección y asentó sus pies más firmemente en el sendero y gran parte del antiguo espejismo se disipó. Quisiera [i608] que no se desanime, porque no me siento desalentado en lo que a usted concierne. Un año atrás creí que debería esperar otro ciclo de vida antes de que pudiera ocupar su lugar en mi grupo de discípulos. Ahora sé que no esperaré indefinidamente. Cuatro veces registré con claridad su pensamiento, cosa que nunca había sucedido en su vida. Se debió a que abandonó los planes y proyectos de la personalidad, dispersando así en cierta medida las miasmas de sus tortuosos pensamientos, basados en ambiciones de la personalidad y divagaciones de la mente concreta. Ahora puedo llegar a usted, hermano mío -algo hasta hoy imposible. Sólo había llegado a usted por intermedio de A.A.B.

     No permita que el reconocimiento de este hecho le induzca a crear un nuevo espejismo y que mis palabras constituyan el germen para otro espejismo. Le hago esta advertencia por su innata tendencia al mismo.

     Las recomendaciones dadas en mis dos comunicaciones anteriores, siguen siendo la base para su vida de la personalidad. No se producirán cambios, excepto en usted, y debe prevenirse contra la recaída. Aún no está ocultamente "establecido" en el Camino ni es experto en reconocer y disipar el espejismo. Por lo tanto, prosiga con debido cuidado.

     Quisiera que considere las Reglas del Camino y las estudie. Tómelas como tema de reflexión durante los próximos seis meses, y al finalizar éstos interprete cada Regla para ayudar a sus condiscípulos. Ésta es la tarea que le asigno.


Septiembre de 1937

Hermano mío:

     Un nuevo ciclo de trabajo se está abriendo ante usted, como resultado de la atención que prestó a mis instrucciones y como respuesta al esfuerzo de su alma para liberar del espejismo a su personalidad. Puedo señalarle que muy a menudo, después de haber superado parte del espejismo (como en su caso), puede introducirse la ilusión. Le advertiré sobre dos de tales ilusiones: [e558] [i609]

  1. La ilusión de que el espejismo ya no puede aferrarlo. Será necesaria una constante vigilancia.

  2. La ilusión de ser elegido y recompensado, a que están expuestos por lo general los aspirantes de sexto rayo.

     Perdone que le diga que su ingreso en este particular campo de servicio y el haber atravesado la puerta que conduce a este ciclo de trabajo, se debe a que sigue simplemente la línea de menor resistencia. Puede prestar un buen servicio si cumple las instrucciones detenidamente, pero en mi párrafo de apertura me referí al resultado de la oportunidad de servir y no al tipo específico de servicio. Reflexione sobre esto, porque si comprende lo que trato de plasmar en usted, su servicio será grandemente ayudado y su utilidad acrecentada.

     Habiendo hecho su elección y tomado su decisión, mi problema es, ahora, cómo ayudarlo para que triunfe en el futuro que se abre ante usted. Quizá le sorprendan las dos sugerencias que le haré, por no ser las que usted espera.

     Ante todo, le diré: no se tome tan en serio. El mundo sigue su marcha y aunque usted preste o no servicio, el planeta seguirá girando. Aminore la intensidad de su vibración. Puede prestar servicio, pues es lo que necesitamos. En este momento todo servidor es necesario. Pasó por una drástica disciplina y debió haber aprendido mucho, pero a causa de su intensa ansiedad anulará su utilidad y acortará su período de servicio. Recuerde que debe contrarrestar constantemente su personalidad de sexto rayo. ¿Me comprenderá si le digo que en nada evidencia imaginación ni emoción alguna, excepto en lo que al discipulado se refiere y, entonces, las manifiesta demasiado? Más adelante en esta instrucción le daré algunos versículos como meditación y reflexión, no durante la meditación (pues quisiera que practique únicamente la meditación grupal) sino durante el día. Sea equilibrado hermano mío, recuerde que el trabajo llevado a cabo para nosotros abarca muchas cosas, incluso las horas de distracción, y ciertamente es necesario el discernimiento para cerciorarse de las cosas esenciales y luego separarlas de las no esenciales.

     En segundo lugar le diré algo que quizá le sorprenda más que lo anterior, probablemente lo habrá [i610] sospechado. Expondré enfáticamente que ame más a sus semejantes. Actualmente ama nuestro trabajo, el servicio que presta y el ideal, más que a sus hermanos. Por eso es tan mal psicólogo. No ama suficientemente. A todo ser humano con quien entra en contacto lo considera y encara desde el ángulo del trabajo, no como un peregrino o una [e559] persona a la que puede amar y ayudar. Para usted como servidor, el trabajo (nuestro trabajo) aparece tan grande entre usted y sus semejantes, que anulará infaliblemente su utilidad, la del "espíritu organizador" y la "facultad manipuladora" del ejecutivo de tercer rayo. Nuestros trabajadores se ocupan de las almas, no del trabajo. Se encargan de ayudar a los individuos, y por su intermedio al mundo. No se ocupan del aspecto forma, el cual recibe siempre atención y consideración adecuadas, pero es secundario. Usted lo convierte en primario.

     Descanse hermano mío. Ame más y sirva; distráigase y viva una vida normal y útil. De lo contrario, el fuego de su propia intensidad y el calor de su propia aspiración arderán en forma tan ígnea que nadie podrá acercarse a usted. Dedíquese a conocer a las personas por sí mismas, no por su posible disponibilidad para el trabajo. Sin embargo, no pierda el equilibrio cuando cumple mis instrucciones. El equilibrio constituye siempre, para el aspirante, el objetivo principal.

     Le doy dos frases para que las considere cuidadosamente:

"El fuego creado por mí debe dar calor, no quemar; su calor debe atraer al hombre que lo necesita. No debe rechazar, por su terrible calor, al alma que busca. Es el fuego del amor y no el fuego de mi propia aspiración".

"El servicio que debo prestar en el sendero es a las almas, no a mí mismo, así satisfaré una necesidad y, en olvido del yo y de mi propia palabra y lugar, conduciré a otros hacia la luz".

     No le indiqué los rayos que rigen los vehículos de su personalidad, porque quiero que se interese en los demás, no en sí mismo.


[i611] Febrero de 1938

Mi hermano y amigo:

     Quisiera recordarle ciertas observaciones que le hice en mi última instrucción. Por su común aptitud de seleccionar lo que su personalidad prefiere y que despierta su sentido de pecado (lo digo sonriente, hermano mío, porque el espejismo dramático de la persona de sexto rayo que actúa en la cristiana era pisceana, adora la condena pública de las malas acciones), al nutrir su sentido dramático, le hace exclamar: "Ahora sé", cuando en verdad nada sabe. Acentuó lo que era evidente e ignoró las cosas reales con las que traté de llegar a usted. ¿Cuáles fueron los puntos de real importancia en mi última comunicación? Los enumeraré brevemente: [e560]

  1. La ilusión de ser elegido y recompensado, advirtiéndole que (como persona de sexto rayo) era propenso a ello.

  2. La oportunidad de servir.

  3. El descanso y una vida normal.

     Observará que ninguna de estas frases estaba incluida en los dos párrafos que usted creyó tan importantes e hizo hincapié en sus escritos y cartas. Es tal su espejismo hoy que no le hacen impacto las cosas esenciales. No las ve. Su actual espejismo es de tal índole, que llego hasta usted pero con mucha dificultad. Hago un esfuerzo hermano mío, me parece que será el último, para ayudarlo, porque si esta instrucción no es suficiente, nada más puedo hacer.

     Se le ofreció la oportunidad de servir y hacer un nuevo comienzo. Se le pidió ayudar en un trabajo que inicié en 1919 (cuando por primera vez entré en contacto con A.A.B. e inicié mi trabajo con ella). Los planes están trazados y el trabajo se lleva a cabo. Sin embargo, no aceptó que lo guiaran quienes trataban de ayudarlo a servir y le abrieron la puerta de la oportunidad. Se esforzó por iniciar sus propias actividades, llevando a cabo apresurada y a menudo inadecuadamente, lo que se le pidió hacer. Decidió dedicar tiempo a las cosas que su personalidad ilusionada creía de importancia. Prefirió seleccionar el trabajo en vez de colaborar en el servicio que aceptó. Se esforzó por [i612] establecer conexiones sin relación alguna con el trabajo emprendido y organizado, antes de ingresar en ese grupo particular de trabajadores que lo invitaron. Trató de organizar sus propias actividades en vez de colaborar en el trabajo comenzado, al cual se le invitó a colaborar y aceptó afiliarse. Sus actividades eran primordiales en su conciencia (a pesar de las protestas contrarias) y consideraba secundarias las actividades del grupo.

     Le aconsejé llevar una vida normal y que aminorara su intensidad, pero vivió en forma anormal y con una oculta violencia que lo ha perjudicado. Actuó en el mundo ilusorio forjado por su propia idea de lo que es el servicio y de lo que debe hacerse, pero no hubo verdadera colaboración con lo que se está haciendo -sólo demostró gran interés sobre lo que trató de obtener su excesivamente activa tendencia de tercer rayo. Colabora superficialmente, pero no básicamente.

     Lo embargó el espejismo de su propio valor y no los valores del grupo. Se dejó desviar por muchas cosas no esenciales. No colaboró en mi trabajo o con aquellos que ya están integrados en el mismo y que estoy tratando de realizar.

     [e561] Esta comunicación se refiere a mí mismo, ya que sus afirmaciones y creo también su intención, manifestaron siempre su devoción hacia mí, su instructor Tibetano. Trató de integrar en este trabajo a los que no pertenecen a esta línea particular de esfuerzo, pero que trabajan en otros campos de la actividad jerárquica -lógicamente de igual importancia, pero no es el trabajo al que se comprometió en años pasados. No es muy clara la línea de servicio que presta. Anda de aquí para allá en diversos campos de servicio, que no son los suyos y donde no lo quieren. Tan grande fue su espejismo que hasta hizo introducir en mi grupo de discípulos a un aspirante que, en una vida posterior, trasladará su conciencia al plano mental y gradualmente se convertirá en discípulo consciente, pero aún no actúa en el nivel donde trabajan los que son o serán discípulos aceptados.

     Le estoy hablando sin ambages. Sus verdaderos amigos están muy afligidos y tratan de protegerlo y mantenerlo en el recto sendero del servicio. Son conscientes de haber fracasado [i613] y se culpan por la ausencia de una técnica correcta. ¿Por qué tienen que lograr ellos lo que yo aparentemente no alcancé, y mi propia alma resulta impotente para horadar el espejismo en el cual se introduce cíclicamente?

     ¿Cuáles son los espejismos principales en que se introduce tan fácilmente y que mientras duran impiden toda verdadera percepción?

  1. El espejismo de forjar planes. Usted es sensible al Plan, pero se ocupa de sus propios planes y cree que son parte del Plan. Enumere los planes y proyectos en las numerosas líneas que ha desarrollado, hermano mío, y vea cuántos pudo llevar a cabo. No culpe a nadie sino a sí mismo, pues tuvieron como base sueños astrales.

  2. El espejismo de su propia ambición espiritual. Desea ser un organizador grupal de acuerdo al Plan. Anhela elaborar algún proyecto práctico, a la par del que existe, pero definidamente el suyo, u organizar algún grupo a la par de los que ya existen, pero que también sea definidamente suyo. Pero cuando se le pide adaptarse al trabajo de un grupo existente, está demasiado ocupado con sus propios sueños para hacerlo y desprecia la tarea asignada. Hermano mío, en nuestro trabajo no hay tarea grande o pequeña, sino cumplir el deber, cualquiera sea.

  3. El espejismo de dominar o controlar espiritualmente a los demás. Por consiguiente, trata siempre de descubrir a aquellos ante quienes pueda figurar como organizador [e562] espiritual, es decir, los que no cuentan en la escala de la utilidad espiritual y los aspirantes de buena intención, pero usted magnifica su utilidad y posibilidades a fin de establecerse a sí mismo -ante sus propios ojos, si sólo se diera cuenta- como guía y conductor de otros discípulos en el Camino. Hizo esto con dos personas, ambas fueron buenos discípulos en probación; uno estaba próximo a ser aceptado; ambos trabajaban en el plano astral, donde no trabajan aquellos que -en este momento particular trato de que colaboren, pero actúan como almas, y sirven desde el plano mental y desde los niveles del alma.

     Repetidas veces hermano mío, durante los últimos años, traté de ayudarlo. La prueba de que lo dicho es verdad, reside en dos hechos básicos: Primero, en su actual profunda desdicha y en su incapacidad de trabajar con otros tranquilamente y sin pretensiones [i614] y, segundo, en su fracaso en todas las líneas. Enfréntelos y comprenda las implicaciones. Encare ambos hechos con claridad y esperanza. Todo verdadero discípulo debe enfrentar siempre los hechos. Le enumeraré algunos, rogándole que reflexione sobre ellos:

  1. Está por cumplir sesenta años. Tiene ante sí unos años más para prestar servicio si quiere, o dar vueltas inútilmente si lo desea.

  2. Se le pidió que colabore en mi trabajo. No es una cuestión de obediencia. Eso no me interesa, pero sí me interesa el que años atrás me reconociera y ofreciera su ayuda. También reconoció a algunos de mis colaboradores y se ofreció ayudarlos.

  3. Su así llamado "servicio" fue hasta ahora forjar planes, después de prestar su servicio inicial, financiando la primera etapa. Pero, hermano mío, dar dinero es lo menos importante que tiene para ofrecer. Se ha ocupado de grandes proyectos, ninguno de los cuales fructificó porque no eran lo que, como alma, había intentado hacer y, por lo tanto, carecieron de la afluencia de la energía grupal, que hubiera garantizado el éxito. Se ocupó de organizar un grupo aquí y otro allí. Pero los planes ya están trazados, los grupos formados y la organización relacionada con mi trabajo ya está actuando. Entonces, ¿por qué hermano mío no colaborar con lo que ya existe?

  4. No tiene capacidad para trabajar en forma amplia desde el ángulo mundano, y es demasiado viejo para aprender. Pero el éxito de todas las grandes empresas se basa en [e563] las pequeñas cosas, en las tareas menores fielmente cumplidas por el discípulo que se liberó de toda ambición personal.

  5. Mi intención fue que algunos de ustedes iniciaran un trabajo definidamente constructivo en relación con la disipación del espejismo mundial. Pero usted demoró esta actividad, obstaculizó el trabajo del grupo hasta ahora y esto no puedo permitirlo por más tiempo. El trabajo en esta línea sólo lo pueden realizar con éxito quienes dominan sus espejismos personales. Usted se halla en las profundidades del espejismo y subconscientemente sabe que es verdad. Quienes lo conocen y aman lo saben [i615] y están profundamente afligidos, y se preguntan qué pueden hacer para ayudarlo a liberarse.

  6. La puerta está aún ampliamente abierta para usted. Pero la oportunidad para seguir adelante con su grupo depende de la aceptación de los hechos que anteceden y de que comience, por primera vez en su vida, a trabajar como un humilde servidor, abandonando todos los planes, las grandes ideas y, por el resto de esta vida (que no es más que un instante en el largo ciclo del alma), haga esas pequeñas cosas detrás de la escena de las cuales nadie se enterará.

     ¿He sido duro, hermano mío? Le doy seguridad de mi firme amor y de mi profundo y duradero deseo de ayudarlo y servirlo.

     No trataré de aclarar más la inutilidad de su vida y actividades actuales. Estoy dispuesto a fusionarlo en el grupo al cual se consagró como alma y en los niveles del alma, pero para hacerlo debe llegar a la total autoentrega y demostrar su disposición a servir con humildad y dedicación. Volveré a comunicarme cuando usted manifieste ese deseo y evidencie al mismo tiempo una real comprensión de aquello que he tratado de plasmar en usted.

     Tiene devoción y persistencia que pueden y deben llevarle a la luz. Hasta ahora, esa persistencia se basó en la debilidad, y su devoción fue ilusoria. Abóquese por lo tanto a los hechos. Que el futuro demuestre una persistencia basada en la convicción de que está en el Camino del Servicio y que no se encuentra solo, sino que un grupo de hermanos está dispuesto a trabajar cuando usted quiera hacerlo con ellos. Que su devoción vaya dirigida a sus hermanos de grupo, a la necesidad de la humanidad y al Plan y, por último y siempre último, a mí.


[e564] Febrero de 1939

Hermano mío:

     Con gran sentimiento le pido que renuncie al grupo. Si en los próximos años veo un cambio en su corazón y que está libre de su actual espejismo, lo aceptaré con todo agrado en algún grupo -pero no en éste. [i616] Creo que esperaba esta decisión mía. La razón de ello es que no puedo permitir que el trabajo grupal de sus hermanos sea obstaculizado por su constante tendencia al espejismo. Lo han soportado pacientemente durante muchos años, para darle tiempo a abrirse camino hacia la luz, pero el apremio de la época es tal que se necesita de todos los trabajadores, y el trabajo grupal debe ir adelante.

     ¿Qué podría decirle antes de que abandone este grupo?

     Primero, que su vínculo kármico conmigo permanece intacto. Segundo, que su lugar no será ocupado... Muy poco más tengo que decirle, pues muchas cosas dije durante los años transcurridos. Su lugar permanece vacío. No lo olvide. Quizá con el tiempo demuestre un cambio de actitud. Le haré una sugerencia y si la acepta ventile todo lo que contiene su mente -algo muy difícil para usted. Escriba con entera libertad. Exprésese plena y drásticamente. Si no dispersa el espejismo en esta vida, entonces en otra retornará a las antiguas relaciones kármicas. Eso depende de usted. Ahora aprenderá mucho más manejando la vida, cuidando a quienes están bajo su responsabilidad y manteniéndose relacionado con los que prestan un servicio útil.


Marzo de 1941

Hermano mío:

     Creo que usted sabe sin necesidad de acentuarlo, que la relación entre nosotros permanece intacta, aunque durante algún tiempo no pude subjetivamente hacer un contacto con usted. No lo hice porque el estímulo que inevitablemente trae tal contacto (como sucedió en el pasado), podría nutrir los espejismos a los cuales tan fácilmente sucumbe.

     Creo que el peligro ha disminuido grandemente y se puede confiar en que establecerá un contacto más estrecho conmigo y con el grupo, en el plano subjetivo interno. El grupo interno permanece y está estrechamente vinculado conmigo.

     Ha luchado durante años para vencer los espejismos y las ilusiones que lo abruman con tanta frecuencia. Su mayor adquisición fue reconocer más conscientemente el peligro y reaccionar [e565] rápidamente cuando aparece. En los últimos días del verano pasado [i617] y a principios del otoño, casi sucumbe al antiguo ritmo. La sospecha de sí mismo, la intranquilidad de conciencia y el intenso trabajo en el plano externo, tendieron a protegerlo. Procure decididamente que este contacto conmigo y con sus hermanos del grupo interno no vuelva a activar las tendencias arraigadas, las antiguas formas, los ansiosos anhelos y los deseos de poder.

     Deberá dedicarse en el resto de esta vida a cumplir fielmente el deber diario y a una intensa vida interna de meditación. Conscientemente sea el sannyasin; colabore también, hermano mío, en todo lo que (para su intuición) sea actividad grupal y a la cual puede contribuir con el poder (obtenido en la meditación) y la ayuda comprensiva. Debe abandonar todo lo demás en esta vida; la meditación y el servicio grupal podrán proporcionarle, y lo harán, la forma adecuada para expresar todos los poderes de su personalidad y de su alma. Dedique tiempo para ese servicio y no se abrume con las cuestiones del plano físico. Sus asuntos diarios, su servicio cotidiano en su medio ambiente, su sensibilidad a mi impresión (que puede ser acrecentadamente desarrollada) y su relación con el grupo interno en el plano mental, le dará un amplio campo para amar y vivir fructíferamente y lo prepararán para servir con más libertad en la próxima vida.

     Ha pasado por un periodo muy agotador y de prueba, hermano mío. Ha mejorado en forma lenta, aunque real. Ahora se puede confiar en usted más definidamente que en el pasado, por eso puede establecer de nuevo un contacto más consciente conmigo. Le diré mi nombre -algo que usted intuitivamente sabía. Con esto le manifiesto su etapa en el sendero -la del discípulo aceptado, lo cual trae consigo alicientes, responsabilidades y riesgos.

     Debido a que ahora está en el sendero del discipulado e influido directamente por mí, el Maestro..., su principal deber es desarrollar la necesaria sensibilidad para responder a mi voz y a la impresión que traté de plasmar sobre su anhelante conciencia, que obtendrá por una constante atención dirigida, una controlada vida de la personalidad y la eliminación de todo esfuerzo febril, en cualquier línea que sea. Una mente clara y enfocada, un corazón amoroso y una cultivada y sencilla comprensión de sí mismo, de la vida y de los [i618] demás, le son ahora muy necesarios. Esto lo ayudará mucho para ordenar correctamente sus dubitativas y complejas actitudes mentales y también su aspiración. Simplifique la vida, hermano mío.

[e566] Junio de 1942

Mi hermano de antaño:

     Nuevamente volvió a una fase de mi trabajo que, en los primeros días, me ayudó a iniciar. Se le brinda la oportunidad para llegar a ser y hacer mucho. El éxito dependerá de su capacidad de ser humilde y de reconocer que aún existen antiguas formas mentales en la periferia de su conciencia, y que el Morador en el Umbral se halla en todo momento dispuesto a aprovechar las debilidades a que usted fue propenso.

     Le digo esto con un espíritu de advertencia y me siento feliz de verlo nuevamente dentro de la esfera de actividad del trabajo. Espero su asistencia y ayuda. Se asegurará el objetivo si coopera plenamente con sus colaboradores, se expresa con franqueza y sinceridad y habla con claridad.

     La radiación espiritual le proporciona la clave para que preste un servicio exitoso y vigile atentamente sus tendencias inferiores de sexto y de tercer rayos. Debe estar preparado para las pruebas y dificultades, hasta que se haya probado a sí mismo, las que raras veces vienen por donde se las espera. Su mayor protección es, como dije, cumplir y llevar a cabo el siguiente deber y concentrarse sobre lo emprendido. Evite todo lo que esté fuera de la periferia del trabajo y considere que lo demás es una desviación para usted.

     Reciba mi bendición y confío siempre en su capacidad de permanecer firme y de evitar el espejismo.


Diciembre de 1942

Hermano mío:

     La vida le resultó difícil desde que volvió a trabajar en conexión con mis planes. Las cosas no resultaron como esperaba; internamente se siente muy afligido, dubitativo [i619] y perplejo. Eso era inevitable, pues reanudó esta relación grupal con las mismas ideas grandiosas que siempre provocaron su caída en la vida, a pesar de las claras advertencias de verdaderos amigos, porque lo conocían, y al gran afecto que le tenían. Tuvo que darse cuenta que la imagen forjada de sí mismo, como trabajador, y del trabajo que debe realizar, estaba distorsionada por las "volutas del espejismo" y que debe analizar sus pensamientos, ilusiones e imaginaciones idealizadas. Este proceso de ninguna manera es fácil, y de mi parte nada he hecho para facilitarlo. Observe esto. Para trabajar, se necesitan hombres consagrados, [e567] leales, empeñados en servir con firmeza -servir en las cosas ínfimas- y usted podría servir mucho, pero no lo hará hasta que cambie totalmente su estimación propia. En el pasado sucumbió a espejismos de diversos tipos: el espejismo relacionado conmigo, yo, el Maestro, y con la Jerarquía, y su relación con Ella; el espejismo referente a ciertos discípulos mundiales y su relación con ellos; el espejismo respecto a la magnitud del trabajo; el espejismo vinculado a un melancólico e insignificante aspirante; el espejismo acerca de su capacidad científica, que durante años lo apartó de mi trabajo; el espejismo acerca del dinero, y el espejismo sobre las personas.

     Su espejismo actual está centrado alrededor suyo y concentrado sobre lo que cree que usted es y puede llevar a cabo, sobre la sensatez de su juicio y la intensidad de su devoción. Esto es bueno, hermano mío, porque cuando se haya desbaratado y disipado y esté totalmente destruido, usted estará libre para ocupar su lugar en el trabajo. Esto lo reconocieron debidamente sus hermanos; conocen su relación kármica con el trabajo y no tienen la menor intención de cambiar la situación, y yo tampoco. Pero usted no podrá seguir trabajando bajo la tensión actual, la presión de una profunda disconformidad espiritual y un sentido de aspiración contrariada y frustrada. No podrán afluir libremente la fuerza espiritual, la sabiduría, la luz y los recursos materiales, si en su conciencia existe una condición como la actual, que involucrará inevitablemente a sus colaboradores.

     Los sueños y la realidad deben coincidir. El espejismo que lo posee es su sueño de servir. Los que servimos a la Jerarquía y a la humanidad, [i620] especialmente ahora, conocemos la inmensa dificultad de hacerlo en las actuales condiciones mundiales y también las grandes desilusiones que trae; sabemos que el servicio que prestamos con frecuencia es distinto del que quisiéramos ver realizado y planeado por los servidores; sabemos, además, que prestar servicio significa un sinfín de desengaños, incesante lucha, duros golpes, aparentes e inexplicables fracasos -debido todo a que la fuerza espiritual de la humanidad aún no guarda proporción en lo que a la atracción material respecta.

     Algún día se alcanzará un punto de equilibrio que -es inútil decirlo- acarreará sus propios peligros, pero traerá también un constante progreso hacia la belleza, la bondad y la sabiduría; algún día la lucha del aspecto material contra la voluntad espiritual resultará inútil y el poder del espíritu dominará; pero ese momento no es inmediato, aunque no está muy distante. A menudo se pierde la batalla: Piense, hermano mío, en las épocas [e568] de lucha jerárquica y en el lento, muy lento progreso que los Maestros se han visto obligados a observar y fomentar, los fracasos que Ellos vieron y las estupideces de algunos de Sus mejores trabajadores.

     Déjese de imaginaciones y sueños, trabaje sin ilusiones y no pierda tiempo pensando en magníficas posibilidades. Éste es el momento más difícil en la historia de la humanidad y su hora más oscura. Agradezca que posee visión, pero no malgaste el tiempo reflexionando sobre ella. La visión es real. La tarea de todo discípulo consiste en despejar el camino para que se materialice. La visión desaparece envuelta en el polvo, el caos y el desastre, pero la realidad de su existencia persiste. Quizá ninguno de ustedes volverá a ver esa visión, pero la vieron. Sin embargo, cuando llegue a ser una realidad en el plano físico, lo será porque usted y muchos otros trabajaron en el infierno actual.

NOTA: Como habrán observado, se le pidió a este hermano que renunciara. Durante algunos años no estuvo activo en el Ashrama. Su aceptación de la disciplina y su gran fe, a pesar de los continuos y repetidos espejismos, dieron lugar oportunamente a que fuera reincorporado, formando ahora parte activa del grupo.


Castellano:
Inglés:

[ Anterior | Indice | Otros Libros | Siguiente ]

Esta obra está bajo una licencia de: Creative Commons License
Los Libros Azules
© 2010 — info@libros-azules.org