Discipulado en la Nueva Era I - Cartas a J. S. P.

      


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J. S. P.

Septiembre de 1937

Hermano mío:

     Diferí estas instrucciones personales para este momento en que ha tenido éxito el sereno proceso de su integración en mi grupo. Creí conveniente esperar. Se [i663] abocó a la difícil tarea de ser admitido en un grupo que estuvo activo durante algún tiempo como una unidad, y la cantidad de material de lectura que ha tenido que asimilar y el ritmo al que tuvo que adaptarse, ha [e606] hecho muy difícil su tarea. Su experiencia en el trabajo grupal, su abierta actitud mental hacia los demás y el hecho de que subjetivamente perteneció a este grupo, desde su creación, fue de gran ayuda. Ocupó un lugar que subjetivamente le perteneció por largo tiempo. Menciono esta persistente relación interna conmigo y con sus hermanos de grupo, para que llegue a comprender que sólo debe establecer los vínculos externos. Los internos ya se forjaron.

     La vida del discípulo sigue adelante a través de momentos de crisis. Las crisis producen dos resultados:

  1. La intensificación de la aspiración, si el discípulo está todavía en el sendero de probación, o la intensificación de la iluminación, si el discípulo se está acercando al sendero del discipulado aceptado, o se halla en el sendero mismo.

  2. La adopción de una actitud de desapego más estabilizada, basada en la consciente renunciación de la personalidad y en una correcta orientación de la personalidad hacia el alma (el único Maestro, la Luz de la Vida) y hacia la Jerarquía de Servidores. Por lo tanto, traerá al alma un creciente poder de control -la única que no conoce apegos y que está unificada con todas las almas de todas las formas.

     Tales momentos de crisis e intensificación, además de la renunciación, constituyeron su destino durante años ¿no es así, hermano mío? Impelieron a su personalidad a adoptar una actitud de alejamiento de las cosas de los sentidos y a acercarse ansiosamente al mundo de la realidad. En su vida, desde que vino a la encarnación, hubo cuatro de tales momentos, en un sentido amplio -cada uno precedido por un período de aspiración centralizada, de un doloroso y frecuentemente agonizante desapego de todo lo que la personalidad apreciaba. Cada uno produjo la consiguiente reacción, donde todo parecía oscuro y la aridez y la recia lucha eran el curioso e indeseable resultado del sacrificio y de un reconocido y elevado punto de iluminación.

     [i664] Usted y todos los discípulos en este particular ciclo de vida, debieron aprender a ir adelante a pesar de la actividad de los pares de opuestos, sin prestarles atención a las reacciones de los sentidos, permaneciendo libres, sin preocuparles si la experiencia por la cual estaban pasando era muy importante o de satisfacción espiritual, o algo que acontecía en un "nivel muerto" donde nada trae gozo y sólo existen dolor, temor y suspenso. [e607] Deberá aprender a avanzar firmemente entre los pares de opuestos, diciéndose a sí mismo: yo no soy esto; yo no soy aquello; yo soy eternamente el Yo.

     Está aprendiendo estas lecciones (y lo hace rápidamente). Ahora ha llegado a una etapa en que puede aprenderlas en un grupo -ese grupo de condiscípulos que están pasando por las mismas experiencias, orientadas en la misma dirección, ocupados con los mismos problemas y motivados por el mismo deseo de servir. Esto significa que no camina solo, sino que lo apoyan, sostienen y fortalecen sus hermanos de grupo. Quienes trabajan en estos grupos le dirán que, no obstante las dificultades y a menudo los crecientes problemas de la vida espiritual -los resultados de una renovada consagración y un servicio más claramente definido-, el "compañerismo en el Sendero" y la inspiración y el amor del grupo, constituyen ciertamente una poderosa ayuda y traen un sentimiento de vida y amor que niega la antigua soledad y contrarresta los viejos sufrimientos solitarios.

     Realice con cuidado el trabajo de acercamiento a la Luna llena, pues le traerá mucho conocimiento y se pondrá, por su intermedio, en un contacto más estrecho con el Sol espiritual interno, el alma, y con nosotros, que estamos en diversos grados del discipulado y tratamos de servir a nuestros semejantes. Este trabajo de la Luna llena involucra el empleo de la imaginación creadora, el cultivo del poder de visualización, la intensificación de la vibración magnética del centro ajna y, en consecuencia, del cuerpo pituitario. Esto establece un campo magnético para la interacción de las corrientes y energías que son puestas en actividad por la acción del centro coronario y de la glándula pineal. Estas fuerzas superiores son atraídas y utilizadas en los procesos de la meditación practicada por todo el grupo.

     Nada tengo que decir en relación con su vida de servicio y actividad. Ésta continuará lógicamente, y como sucede siempre [i665] con todos los verdaderos aspirantes, deberá llevarse a cabo sin pensar en el yo, en un esfuerzo por satisfacer la necesidad de quienes en su ambiente buscan su ayuda -física, emocional y mental-, pero siempre con intención espiritual.

     Haré algunas sugerencias sobre los problemas de su personalidad y le delinearé algún trabajo de meditación. Empleo la palabra sugerencias intencionalmente, pues quisiera que comprenda, desde el comienzo de su trabajo, que sólo insinúo o hago claras sugerencias, o si no, señalo una posible línea de acción. Sugiero un método de entrenamiento y meditación y luego dejo [e608] a cada uno en libertad de aceptar lo sugerido y adaptarse a las ideas delineadas, como mejor les parezca.

     Le daré algunas indicaciones sobre las influencias de rayo, de manera que le puedan ser aclaradas ciertas actitudes mentales y expresiones de la percepción sensoria. Las potencias de los cinco rayos, que son su problema (que con el alma, constituyen también el mecanismo de servicio por medio del cual se manifiesta la mónada), proporcionan su campo de oportunidad y su principal avenida de conocimiento en el mundo de la expresión humana.

     El rayo de su alma es el segundo.

     El rayo de su personalidad es el sexto, como lo sospechó a menudo. Esto lo vincula estrechamente, por similitud de vibración, con sus hermanos D.H.B. y D.I.J.

     Su cuerpo mental pertenece al cuarto rayo, produciendo ese amor al arte y a la literatura que lo caracteriza y le proporciona, además, ese campo de conflicto que también caracteriza toda su vida. Armonía a través del conflicto es la nota clave de su vida, siendo el alma siempre consciente de la armonía básica, pero la personalidad registra el conflicto más definidamente y es más consciente de la lucha y las dificultades. La mente siempre trata de controlar; el alma siempre se esfuerza por llevar mayor iluminación por intermedio de la mente; el yo inferior personal siempre se resiste a la iluminación y el control. ¿No es así, hermano mío?

     Su cuerpo astral está estrechamente vinculado con su alma y regido por el segundo rayo, siendo para usted la línea de menor resistencia en esta vida. Su línea de sensación e intuición y de acercamiento astral-búdico, fue siempre su camino. Es aquí donde el problema de cuarto rayo de su mente halla su principal [i666] dificultad, por las siguientes razones: En esta vida su principal vibración corre a lo largo de la línea de 2-4-6, trayendo la intensificación de sus cualidades de segundo rayo e indicando la necesidad de algún factor equilibrador. Sin embargo, acrecienta la dificultad, pero ayuda a resolver el problema el hecho de que su cuerpo físico es de séptimo rayo, el cual produce la vibración de la línea de energía de primer rayo 1-5-7. Esto es de gran ayuda para usted. Por lo tanto, en el plano físico tiene la tarea de equilibrar la preponderancia de los atributos, cualidades y ritmos de segundo rayo.

     Por lo tanto, sus rayos son:

  1. El rayo del alma - el segundo Rayo de Amor-Sabiduría.

  2. El rayo de la personalidad - el sexto Rayo de Devoción. [e609]

  3. El rayo de cuerpo mental - el cuarto Rayo de Armonía a través del Conflicto.

  4. El rayo del cuerpo astral - el segundo Rayo de Amor-Sabiduría.

  5. El rayo del cuerpo físico - el séptimo Rayo de Orden Ceremonial.

     Encontrará esto de profundo interés y, si es correctamente valorado, producirá un desarrollo fructífero en su vida.

     Le sugiero que practique la siguiente meditación por un periodo de tres meses y luego haga la meditación grupal. He abreviado mucho su meditación personal para que, cuando practique la meditación grupal, constituya un ejercicio preliminar.

  1. Continúe con el simple ejercicio de respiración que ahora practica. Es de valor para producir el alineamiento interno y la armonización de sus cuerpos.

  2. Por un acto de la voluntad lleve la conciencia a la cabeza y allí visualice el sol radiante interno, formado por la fusión de la vida menor de la personalidad con la radiante luz de su alma. Exactamente en el centro de esa vida, vea al Yo, el Cristo interno o el Buda. Luego enfoque su pensamiento, sin esfuerzo ni tensión, en este centro.

  3. Entone el OM exhalándolo por intermedio de la personalidad y llevando, [i667]

a. luz a la mente,
b. paz al cuerpo astral,
c. fortaleza al cuerpo físico.
  1. Finalmente, como alma y personalidad unidas, entone nuevamente el OM, una vez en forma audible y otra inaudible, pensando, al hacerlo, sobre la necesidad del mundo y el poder del alma para satisfacer esa necesidad, por medio de la aspiración y la discriminación.

  2. Continúe con cualquier meditación que sienta la necesidad de practicar.

     Mantenga en el trasfondo de su conciencia tres palabras: gozo, estabilidad y plan.

Marzo de 1938

Mi hermano y compañero:

     No tengo mucho que decirle en este momento, pues le impartí plenas y largas instrucciones y le hice varias sugerencias en la última comunicación. Le pediría que siga estudiándolas y [e610] continúe reflexionando sobre su significación e implicaciones. Ellas contienen innumerables cosas que no ha tenido tiempo de asimilar, pues le di mucho material, sabiendo que podría soportar la presión de mi sugerencia.

     Ha hecho un gran progreso al vincularse con sus hermanos de grupo. No es tarea fácil trabajar en un grupo que estuvo activo durante un tiempo y logró ya cierta medida de integración subjetiva, pero sus hermanos de grupo están cerca suyo y la conciencia de este hecho se va grabando con firmeza en su mente.

     Podría serle de ayuda y también completar la información de mis primeras instrucciones personales, si le indicara los puntos de contacto por los cuales su alma y su personalidad actúan principalmente:

  1. En esta encarnación, su ego o alma, trata de expresarse por intermedio de su cuerpo astral. Allí reside para usted la línea de menor resistencia. Cuando este contacto ha sido establecido, trasmutará rápidamente la devoción de sexto rayo en amor universal, libre de toda crítica. Le dará lo que yo podría llamar inclusividad horizontal, como también centralización vertical. Reflexione sobre esto. [i668]

  2. La fuerza de la personalidad está enfocada en su cerebro de séptimo rayo. Esto le da el poder de forjar, planear, organizar y también de dar forma a las ideas. Reflexione sobre esto.

     Le llamaré nuevamente la atención sobre las tres palabras clave, gozo, estabilidad y plan; durante el año pasado, en muchas ocasiones le fue difícil recorrer el Camino del Gozo. Sin embargo, es una de las características necesarias del discipulado, que conduce -como lo hace- a la fortaleza del alma; es una cualidad esencial para todas esas personas de segundo rayo que están particularmente orientadas a hollar, en fecha futura y después de la iniciación, el difícil camino que deben recorrer todos los salvadores del mundo. Sería de valor que sepa distinguir entre un Salvador del Mundo y los salvadores del mundo. Ésta insinuación es profundamente esotérica.

     Este año se comprobará su estabilidad o firmeza, que es el poder de permanecer inconmovible en el centro de su medio ambiente y en medio de circunstancias cambiantes. Su alma lo desafía a pasar esta prueba. Por lo tanto, cuando surja la necesidad de estar tranquilo y de poseer una fuerza equilibrada, y cuando lleguen esos momentos en que parece deseable una poderosa acción, o son aconsejables palabras violentas, manténgase [e611] firme y recuerde la necesidad del aplomo, la paciencia y que es deseable esperar un indicio del camino a seguir y la necesidad de hablar o guardar silencio. Esta espera cambiará a menudo la dirección de su intento, entonces ninguna acción tendrá lugar, sino esa visión firme que ve el aspecto interno y no el acontecimiento externo.

     Vaya en paz hermano mío y aprenda nuevamente la camaradería del sendero.

Febrero de 1939

Hermano mío:

     La tensión que produce el temor actualmente, es muy grande en el mundo. Los pueblos de todas partes viven bajo una gran tensión. No olvide que son pocos en cada país (y cuando digo "cada país" no hago ninguna excepción) los que producen el mal en el mundo. Pero quisiera que recuerde también que la voluntad de las masas, a no ser que esté mal dirigida, se orienta hacia el bien y la comprensión. Hablo aquí en relación con los asuntos mundiales. Por lo tanto, permanezca firme y no permita que ningún pensamiento de odio y de temor se aloje en [i669] su mente. Apoye firmemente al bien, buscándolo en todos los pueblos y razas y trate así de aumentar la creciente marea de quienes aspiran a establecer rectas relaciones humanas, sabiendo que el poder del amor correctamente expresado es muy grande y -en este momento- el único factor que puede neutralizar el odio.

     En relación con este punto, le llamaré la atención sobre las instrucciones dadas a D.I.J., pues en ellas me refiero a la similitud de sus propios problemas con los de ella y con los de D.H.B. Pueden, por medio de esta similitud (inducida por la similitud de sus rayos), reforzarse y fortalecerse mutuamente, y producir una triple unidad de energía que será de utilidad para sus hermanos de grupo. Los tres deben, desde ciertos aspectos, meditar juntos cada día.

     Le pediría que tomara como trabajo especial ese tema que le es hoy de tanto interés -la idea de la muerte y la comprobación de la realidad de la inmortalidad. La supervivencia, hermano mío, ha sido comprobada. Ésta fue la gran tarea y la verdadera realización del movimiento espiritista en todo el mundo. Sin embargo, la inmortalidad no ha sido probada.

     Cuando se haya embebido más en el tema, abordándolo con felicidad y espíritu de servicio, le daré más adelante algunas ideas sobre las cuales podría trabajar. No lo haré ahora, pues quiero que lea y piense con mayor claridad y visión y tenga una [e612] más nítida percepción de lo que está tratando de emprender. Una de las razones de que puede hacer este trabajo es que todos sus rayos están en la línea de la construcción y de la religión. Por lo tanto, puede encarar la cuestión en forma mucho más desapegada que si sus rayos fueran puramente mentales o estuvieran en la línea del primer rayo, que es el que siempre trae el retiro y la abstracción, siendo el rayo del destructor o de la muerte misma. Reflexione sobre esto. Hay una conexión con el aspecto de primer rayo, la voluntad, y con la muerte. La muerte es ahora el resultado de la voluntad del alma. Eventualmente debe ser el resultado de las voluntades unidas del alma y de la personalidad y, cuando ello suceda, no habrá temor a la muerte. Reflexione también sobre esto.

     Uno de sus problemas en relación con todo trabajo espiritual y de meditación, es evitar ser demasiado abstracto; la realización espiritual en esta vida le vendrá por la fusión [i670] del punto más elevado posible del reconocimiento espiritual, con su mente iluminada y la conciencia de su cerebro físico. La nota clave de esto es, lógicamente, el alineamiento. Tenga la idea del alineamiento en su conciencia, al proseguir con la siguiente meditación:

  1. Entone la Palabra Sagrada inaudiblemente, considerándose como el hombre físico y manteniendo la idea de la coordinación física.

Intervalo, en el cual hace seis largas y lentas respiraciones pensando, al hacerlo, en la coordinación.

  1. Entone la Palabra Sagrada audiblemente, considerándose como el hombre astral-emocional, manteniendo, mientras lo hace, la idea de la purificación y la transmutación del deseo.

Intervalo, en el cual trata definidamente de elevar su conciencia lo más alto posible y, mientras lo hace, efectúe siete largas y lentas respiraciones.

  1. Entone de nuevo la Palabra Sagrada inaudiblemente, meditando esta vez sobre la mente, como reflector de la luz del alma, esforzándose por mantener la mente firme en esa luz.

Intervalo, en el cual aspira a obtener la conciencia del alma, mientras hace diez largas y lentas respiraciones, elevando su conciencia lo más alto posible.

  1. Entone la Palabra Sagrada, esta vez como alma, [e613] comprendiendo que la atención del alma está definidamente dirigida a la personalidad, tratando de controlarla y dominarla.

     Cuando haga la respiración lenta, esfuércese por permanecer erecto, sin tensión, y en ningún momento, cuando inhale, trate de dilatar el abdomen, sino mantenerlo sumido hacia la columna vertebral debajo del diafragma.

     Reciba mi bendición, hermano mío. En estos días difíciles recuerde con alegría que la Jerarquía de las fuerzas espirituales permanece.

NOTA: Este discípulo sigue presumiblemente activo en el Ashrama del Tibetano o cerca de Él, pero desapareció en el caos de la guerra europea.


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